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Reporte Epidemiológico ‐ 007
Palomilla del nopal Cactoblastis cactorum
Marzo 2012
Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria
Centro Nacional de Referencia Fitosanitaria Dirección General de Sanidad Vegetal
Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria – SAGARPA Programa de Vigilancia Epidemiológica Palomilla del nopal
Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de Información Fitosanitaria Coordinación para la Innovación y Aplicación de la Ciencia y la Tecnología
Universidad Autónoma de San Luis Potosí http://portal.sinavef.gob.mx
Resumen
La palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum) mantiene su estatus de ausente en el país. No se han
reportado capturas de adultos en la red de trampeo y monitoreo nacional. La vigilancia debe
permanecer mientras la plaga esté presente en los países vecinos, como los Estados Unidos y Cuba. Los
esfuerzos nacionales deben enfocarse también a la erradicación de esta plaga en otros países, pues su
permanencia representa un alto costo al país para mantener la vigilancia y una seria y permanente
amenaza a las plantaciones de nopal comercial, de autoconsumo y las poblaciones silvestres, entre las
cuales hay varias especies endémicas a México. La ruta de dispersión de la palomilla a lo largo de la costa
del Golfo de México en Estados Unidos, así como la posible dispersión de los países del Caribe a la
Península de Yucatán se debe a fenómenos meteorológicos como huracanes en el Golfo de México. La
palomilla del nopal también puede ingresar al territorio nacional por medio de material vegetal
infestado. Por ambas rutas las zonas de entrada más probables son la frontera norte, Nuevo León y
Tamaulipas, y los estados de Yucatán y Quintana Roo en el Caribe.
Distribución
Cactoblastis cactorum se encuentra presente en 22 países del mundo (CABI, 2012). La palomilla se
encuentra establecido por consenso en los países caribeños y tiene distribución restringida en algunos
estados de los Estados Unidos. El punto más cercano con continuidad terrestre al territorio mexicano
se encuentra en Luisiana, a una distancia de 900 kilómetros. La rápida dispersión de C. cactorum a lo
largo de la costa de los Estados Unidos se debe, probablemente, a los fenómenos meteorológicos del
Golfo de México.
Situación fitosanitaria
En lo que va del año 2012 (1 de enero hasta el 23 de marzo) se tienen 5,330 observaciones, en ninguna
se ha detectado el insecto. Se tienen trampas instaladas en los estados de Yucatán, Veracruz,
Tamaulipas, Tabasco, Quintana Roo, Querétaro, Puebla, Nuevo León, Hidalgo y Campeche. Se retiró la
vigilancia en el estado de Tlaxcala y no hay registros disponibles hasta ahora para el estado de San Luis
Potosí (SCOPE, 2012).
Número y distribución de trampas
Estado Número de trampas
Campeche 1037
Hidalgo 265
Nuevo León 568
Puebla 277
Querétaro 213
Quintana Roo 311
Tabasco 597
Tamaulipas 492
Veracruz 253
Yucatán 1317
Resumen estatal
Campeche
Campeche cuenta con 1,037 trampas instaladas principalmente a lo largo de su litoral. En el estado no
hay registrados cultivos comerciales de nopal forrajero, nopalitos o tuna (SIAP, 2012).
Hidalgo
Hidalgo cuenta con 265 trampas instaladas en su territorio. En el estado hay registradas 55 hectáreas
sembradas de nopalitos en el año anterior, de las cuales su cosecharon 53. Esto representó un valor total
comercial de $17, 574,000. Para el mismo años se reportaron 5,598 hectáreas sembradas de tuna, se
cosecharon 4,926 y se obtuvo un valor comercial de esta cosecha de $66, 047,000. No hay reportes de
nopal forrajero cultivado en el estado (SIAP, 2012).
Nuevo León
En el estado de Nuevo León se cuenta con 568 trampas instaladas. Se sembraron 32 hectáreas de nopal
forrajero y 6.3 hectáreas de nopalitos, de las cuales no hubo cosecha. No hay reportados cultivos de
nopal forrajero en el estado (SIAP, 2012).
Puebla
En Puebla existen 277 trampas instaladas. Se sembraron en el 2011: 4,805 hectáreas de nopal tunero, se
reportaron como cosechadas el total de estas. La cosecha alcanzó un valor comercial de $212, 322,000
pesos. También se sembraron 147.5 hectáreas de nopalitos, todas ellas cosechadas, reportando un valor
total de $38, 966,480. No se cultivo nopal forrajero en Puebla (SIAP, 2012).
Querétaro de Arteaga
Querétaro tiene establecidas 213 trampas. En este estado no se cultivó nopal forrajero en el 2011. Se
sembraron y cosecharon 35 hectáreas de nopalitos que alcanzaron en el mercado un valor de $1,
455,160. Se sembraron también, 744 hectáreas de nopal tunero, cosechándose el total de las sembradas
con un valor de $4, 667,310 (SIAP, 2012).
Quintana Roo
Quintana Roo no tiene reportados cultivos de nopal forrajero, nopalitos o nopal tunero (SIAP, 2012).
Tiene instaladas 311 trampas, principalmente en el litoral y en las vías de acceso a Cancún.
Tabasco
El estado de Tabasco tampoco tiene reportados cultivos de nopal forrajero, nopalitos o nopal tunero
(SIAP, 2012). Tiene instaladas 597 trampas, todas distribuidas a lo largo de la línea de costa.
Tamaulipas
Tamaulipas cuenta con 492 trampas. Se sembraron en el 2011: 1,370 hectáreas de nopal tunero, se
reportaron como cosechadas 1,220 de estas. La cosecha alcanzó un valor comercial de $3, 477,000
pesos. También se sembraron 661.98 hectáreas de nopalitos, se cosecharon 627.98, reportando un valor
total de $13, 598,450 pesos. No se cultivo nopal forrajero en Tamaulipas (SIAP, 2012).
Veracruz de Ignacio de la Llave
En Veracruz hay instaladas 253 trampas. Se sembraron 25.05 hectáreas de nopalitos, de estas se
cosecharon 17.05 de estas. La cosecha alcanzó un valor comercial de $1, 591,000. Se sembraron y
cosecharon 42 hectáreas de tuna, con un valor de $748,000. No se cultivo nopal forrajero en Veracruz en
el 2011 (SIAP, 2012).
Yucatán
En Yucatán hay 1,317 trampas. No hay cultivos de nopal tunero en el estado. Se sembraron solamente 5
hectáreas de nopalitos, todas cosechadas, representando un valor comercial de $218,460. Tampoco se
cultivó nopal forrajero durante el 2011 (SIAP, 2012).
Mecanismos de dispersión
La palomilla no tiene capacidad de desplazarse largas distancias por vuelo propio. Los mecanismos que
presentan más riesgo para la introducción de Cactoblastis cactorum en México son los eventos
meteorológicos en el Golfo de México, como son los huracanes, o incluso vientos fuertes de menor
intensidad (Zimmerman et al., 2007). De manera antrópica puede introducirse con material vegetal
infestado por la frontera norte, principalmente Nuevo León y Tamaulipas y por los puertos del litoral del
Golfo de México y el Caribe.
La ubicación del trampeo a lo largo del litoral mexicano es justificada por las rutas de dispersión y posible
entrada de la plaga en el territorio nacional. Otras aglomeraciones de trampeo importantes como
Querétaro, Puebla e Hidalgo monitorean las áreas libres de C. cactorum en zonas importantes de cultivo
del nopal.
Densidad de trampeo por estado
Estado Número de
trampas
establecidas
Superficie
estatal
(hectáreas)
Densidad de
trampas
(trampa/ha) en
relación a la
superficie total
del estado
Superficie
cultivada con
nopal (forraje,
nopalitos, tuna)
Densidad de
trampas
(trampa/ha) en
relación a la
superficie
cultivada con
nopal
Campeche 1,037 5,767,290 0.00018 0 ‐
Hidalgo 265 2,067,130 0.00013 5,653 0.04
Nuevo León 568 6,361,020 0.00008 38.3 14.83
Puebla 277 3,412,810 0.00008 4,952.5 0.05
Querétaro 213 1,158,030 0.00018 779 0.27
Quintana Roo 311 4,257,429 0.00007 0 ‐
Tabasco 597 2,469,560 0.00024 0 ‐
Tamaulipas 492 7,933,710 0.00006 2,031.98 0.24
Veracruz 253 7,144,690 0.00003 67.05 3.77
Yucatán 1,317 3,926,860 0.00033 5 263.4
Riesgo Fitosanitario
Las condiciones climáticas y la presencia de hospedantes hace del territorio mexicano un sitio adecuado
para el establecimiento de Cactoblastis cactorum. La importancia ecológica, económica y cultural del
nopal hace de este un programa prioritario de vigilancia epidemiológica fitosanitaria.
Las principales áreas de riesgo en el país son la zona noreste, los estados de Nuevo León y Tamaulipas,
por la cercanía a las zonas con presencia de la plaga en los Estados Unidos y la presencia de hospedantes
silvestres y cultivados. En el Caribe se presenta un riesgo similar, pues en la Península de Yucatán existen
las condiciones climáticas y los hospedantes. En ambos casos las rutas de entrada pueden ser por
dispersión natural (incluyendo fenómenos meteorológicos) o introducción antrópica intencional o
accidental.
En cuanto a regiones, la Vertiente Golfo de México y la Vertiente Pacífico tienen condiciones ambientales
adecuadas para el establecimiento de C. cactorum. Es la Vertiente golfo de México la que presenta más
vulnerabilidad por su cercanía a las zonas con presencia de la palomilla del nopal. La Zona Centro,
aunque cuenta con hospedantes es menos vulnerable pues las condiciones climáticas templadas limitan
el desarrollo del insecto. La Sierra Madre Oriental presenta una barrera natural que podría limitar o
retardar la dispersión de Cactoblastis del litoral del Golfo de México al Centro y Pacífico mexicanos, sin
embargo hay zonas, como el Istmo de Tehuantepec donde estas barreras naturales no están presentes y
por donde el insecto podría dispersarse hacia otras áreas.
Consideraciones finales
La distribución de Cactoblastis cactorum en los Estados Unidos de América se ha visto limitado a las
zonas costeras de los estados donde se encuentra presente. Aunque se ha distribuido hacia el interior
del estado de Florida, este estado es relativamente angosto.
Es recomendable hacer una evaluación sobre el riesgo para las especies de Opuntia que se encuentran
en estado silvestre, no sólo por la amenaza al equilibrio ecológico de los ecosistemas donde se
presentan, en caso de una infestación por Cactoblastis cactorum, sino también porque pueden ser la
ruta de dispersión de la palomilla del nopal de las costas hacia el interior del país.
Las vías de dispersión por medios antrópicos también deben considerarse. Es necesario reevaluar la
distribución de las trampas existentes en la frontera norte, sobre todo en Tamaulipas, así como reforzar
las revisiones en los puntos de entrada como puertos y aeropuertos.
Es necesario contar con información actualizada al día sobre la presencia, distribución y movimiento de
la plaga en los Estados Unidos y Cuba. Lamentablemente en el primer caso uno de sus programas de
vigilancia ha sufrido el retiro de fondos federales.