Download - Tesis Examen Profesinal Fredi
AGRADECIMIENTOS
A DIOS:
Estoy agradecido con Dios por haberme
heredado una familia tan bella y por darme
la vida, salud , fuerza, sabiduría y esperanza
para alcanzar cada uno de mis metas.
A MIS PADRES:
Quiero agradecerles de todo corazón
por ser dos seres humanos tan hermosos
que me han enseñado el verdadero
amor de un padre, gracias papá y mamá
yo sé que con nada del mundo podré pagarles
todo el esfuerzo, sacrificios y desvelos que han
hecho por mi, pero quiero que sepan que estoy
muy orgulloso de ustedes los amo.
A MIS HERMANOS:
Por ser una de la piezas fundamentales
durante mi carrera, ya que siempre han estado
presentes en los buenos y malos momentos de mi vida
por su apoyo mil gracias.
A mi esposa :
Por su apoyo incondicional hacia mi persona,
por ser una amiga y compañera cuando más lo necesité
en los bueno y malos momentos.
A mis amigos:
A todos ellos mil gracias ya que siempre
conté con cada uno de ellos en cada momento
y que nunca me dejaron vencerme en los momentos
más difíciles de mi carrera. JAINE.
A mis profesores:
Por que gracias a su confianza, empeño y dedicación durante la carrera pudieron hacer de mi un verdadero profesionista del mañana.
ESDRAS HERNANDEZ VENTURA
AGRADECIMIENTOS:
A Dios por guiarme y normar mi vida con principios y valores, logrando cumplir mis metas, sueños que veo reflejado en realidad.
A mis Padres:
Amanda Velázquez Noriega y Juan Ovando Trinidad
Por haberme dado la vida llenando de valores mi persona, porque me ayudaron a forjar mí camino obteniendo hoy, unas de mis metas que me llenan de alegría. Que Dios los bendiga.
A mi esposa:
Paula cerda Salazar
Porque me ha acompañado a lo largo de la carrera, con quien he compartido alegrías y tristezas brindándonos amor y comprensión que ha sido la razón de nuestro triunfo, esperando que así continuemos enfrentando obstáculos que nos presente la vida para seguir adelante con nuestras vidas ….. Te amo.
A los licenciados:
Que me brindaron su sabiduría y comprensión a lo largo de la carrera para formar en mí a un profesionista de provecho capaz de desempeñar un buen papel en la sociedad.
A mis hermanos:
Blanca, Guadalupe, Fermina, Abraham, Amanda por brindarme sus consejos que me han ayudado a tomar decisiones que han dirigido mi vida por un buen camino.
A mis cuñados y concuños:
Lic. Ignacio, Lic. Gladis, Marisol y Bernal que me han brindado su apoyo y amistad incondicional cuando los necesité, que Dios los bendiga y cuide siempre.
A mis suegros:
Cecilio Cerda Ocaña y Sofía Salazar Mayen.
Que me han brindado su apoyo y aceptado en su familia como un hijo, compartiendo su sabiduría y sus valores que han hecho de mí, un hombre de bien.
A mis compañeros de la Lic. En Pedagogía por los cinco años en los que compartimos en una aula, alegrías y
tristezas, sueños y ambiciones. Los recordaré siempre.
JUAN ANTONIO OVANDO VELÁZQUEZ
ÍNDICE
Pág.na
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL
DE LOS VALORES MORALES
1.1 Origen del concepto de valor………………………………………….……….
1.2 Concepto de valor moral………………………………………………………
1.3 Diversos enfoques de valor moral …………………………………………....
1.4 Los valores morales………………….………………………………...……….
1.5 Valores universales……………………………………………………….……
CAPÍTULO II
LA FAMILIA Y LA ESCUELA EN LA FORMACIÓN DE VALORES
2.1 La familia y su papel, en la formación de valores……………………………….
2.1.1La familia como institución socializadora…………………………………...
2.2 La escuela y su función educativa…………………………………………………
2.3 El papel docente en la formación de valores……………………………….……
CAPÍTULO III
VALORES MORALES BÁSICOS PARA
LA FORMACIÓN DEL HOMBRE.
3.1 Respeto……………………………………………………………………...............
3.2 Honestidad……………………………………………………………..……………
3.3 Prudencia………………………………………………………………….…………
3.4 Tolerancia…………………………………………………………………………….
Conclusión……………………………………………………………………..…………
Sugerencias…………………………………………………………………..………….
Referencia bibliográfica…………………………………………………………………
INTRODUCCIÓN
Es importante analizar y reflexionar acerca de la educación en valores, al
igual que en la formación de los valores morales, se hace con la intención de
obtener la plenitud humana y el bien actuar en la sociedad; ya que a través de
la formación en valores surge la esperanza para lograr la armonía y la afectividad
entre los individuos, con el fin de lograr una sociedad donde se predique la
justicia, respeto, entre otros valores morales que en la actualidad se han ido
perdiendo o cambiando por otros, ocasionado por el momento social, político,
económico y cultural, que toca vivir, provocando que adquiera un modelo de
conducta inadecuado para vivir y convivir en sociedad.
La familia como primera instancia de socialización del individuo, debe fomentar de
manera activa los valores, para que cuando el individuo llegue al nivel escolar se
le facilite la convivencia entre compañeros y maestros.
La escuela como segundo espacio de formación debe estar comprometida con la
sociedad en brindar una educación en valores, con el fin de que el individuo se
forme íntegramente en las aulas con los valores del respeto, honestidad,
prudencia y tolerancia, es preciso que este compromiso comience a formarse en
los primeros años de su vida. Consideramos que la etapa más adecuada para
lograr una educación en valores es el primer grado de primaria, ya que en este
Periodo es donde el sujeto puede ser formado adecuadamente en actitudes y
aptitudes.
En la presente investigación se abordará el tema de los valores morales con el
propósito de fomentar una acción educativa con calidad humana que permita a
los niños y niñas desarrollar sus habilidades cognoscitivas, físicas y afectivas que
les servirá para desarrollarse de una forma consciente y armoniosa en la
sociedad. El trabajo se encuentra estructurado en tres capítulos.
En el primer capítulo una aproximación conceptual de los valores morales, se
abordan algunas teorías filosóficas y a diversos autores clásicos y modernos
quienes con sus aportaciones han enriquecido el concepto de valor.
Dentro del mismo se aborda los valores universales y cada uno de los diferentes
enfoques que existen, como la teoría del psicoanálisis de Freud (1968), el
enfoque de la teoría del aprendizaje conductista representada por Skinner y el
enfoque cognitivo evolutivo de Piaget, Kohlberg, y Guilligan. El abordar cada uno
de estos enfoques es para conocer el nivel cognitivo del individuo según las
etapas de desarrollo.
En el segundo capítulo el papel de la familia y la escuela en la formación de
los valores, se analiza a la familia como una de los ejes centrales en la
formación del sujeto; Contribuyendo a esta la escuela como el espacio apropiado
para reforzar, modificar y potenciar los valores que en la familia se han inculcado,
logrando que el individuo desarrolle una conducta aceptable en la sociedad no
olvidando que estos tipos de conducta serán adquiridos de diferentes modelos, en
el cual es importante analizar la función docente en la formación de los valores
puesto que es necesario que los docentes a cargo de la enseñanza o frente a
grupo, deban cuidar sus acciones dentro y fuera del aula porque de ello
dependerá la formación de sus alumnos.
El tercer capítulo valores morales básicos para la formación del hombre,
comprende algunos valores que consideramos importantes en la actualidad para
la educación del ser humano como: el respeto, honestidad, prudencia y
tolerancia; valores que hacen ser más justos y solidario con los demás.
Para poder llevar a cabo esta investigación y considerando la subjetividad del
tema, se tuvo que aplicar una metodología cualitativa, por lo que se optó por el
método hermenéutico que consideramos el más apropiado por las características
de nuestra investigación. Realizando observaciones en la escuela Doctor Valentín
Gómez Farías en la ciudad de Pijijiapan Chiapas con el fin de sustentar mas
nuestra teoría recalcando que no se maneja un apartado de trabajo de campo.
Según García (1996), “la palabra hermenéutica proviene del griego hermeneucin
que significa arte de interpretar. La finalidad de la hermenéutica es la
interpretación y la compresión de un fenómeno. Constituye un método de gran
valor en el estudio de los fenómenos individuales y sociales. “Se dice que la
hermenéutica es el arte de evitar el malentendido” (García, 1996:65). En tanto
este arte no puede mecanizarse como aplicación de reglas en una investigación y
no hay, procedimientos mecánicos para ejecutar la hermenéutica.
Para García (1996), La hermenéutica se aplica tanto a discursos escritos como a
discursos orales. En el primer caso es arte de la compresión del texto, exige
equipararse con el autor del mismo y llegar a comprender a ese autor del mismo
que se había comprendido. Desde esta perspectiva, la hermenéutica a través del
análisis del comprender constituye una tarea principal para fundamentar las
ciencias del espíritu. Cabe mencionar que la hermenéutica se centra en la
interpretación de datos escritos como observados.
Como último apartado del trabajo se tiene las principales características que arrojó
las observaciones, como su importancia en la formación de valores morales,
conclusiones y algunas sugerencias para lograr formar los valores en los
individuos, además de las referencias que permitieron argumentar esta
investigación.
CAPÍTULO I
UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL
DE LOS VALORES MORALES
Los valores morales son actitudes y aptitudes que regulan la conducta de
sujeto haciéndolo un ser capaz de actuar con responsabilidad en las acciones de
su vida aceptando sus virtudes como sus defectos, dispuesto a cambiar, aprender
para un bien social.
En el presente capítulo se aborda el origen de la palabra valor, su
conceptualización, recurriendo a autores de diversa épocas desde grandes
filósofos clásicos: Aristóteles (1967), Sócrates (c.470-c. 399 a.c.) y Platón (1960);
como modernos: Quintana (1998), citando a Lucke, Hume, Spencer, Sartre,
Llergo (2002), León (2003), Schelmekes (1997), quienes han dado excelentes
aportaciones para conocer más el significado de la palabra valor. Concordando
estos filósofos con el termino, y contribuyendo a conceptualizar el término valor y
específicamente del valor moral, como su importancia dentro de la sociedad.
Los valores morales son tan importantes porque hacen a la persona más
consciente y justa, éstos se aprenden de las experiencias cotidianas que se
presentan en la familia, con los amigos, en la calle y en el entorno en general.
Según León (2003), la escuela es la institución encargada de la educación formal,
debe fomentar prioritariamente los valores, es el lugar más indicado para formar
en valores, incrementar la socialización y la convivencia.
Los valores nos ayudan a ser cada día mejor, al igual que a potencializar nuestro
desarrollo personal y a la transformación social. El ser humano sin valores es
considerado como un ser sin razón, que actúa de una manera irresponsable sin
escrúpulos diferenciándose de los demás en cuanto a su comportamiento
personal. Para conocer a un mas de este tópico se abordara desde una
perspectiva critica donde tomaran argumentos de diferentes autores.
1.1 ORIGEN DEL CONCEPTO DE VALOR
“El término valor, proviene del verbo latín valeo, alude a ser fuerte, gozar
de buena salud, ser eficiente y efectivo” (Guerrero, 1998:13). Término que se
empleó en un sentido técnico en la economía y la política para referirse al grado
de utilidad y cualidad de las cosas por las que adquieren algún precio. De igual
manera el término valor también se utiliza en sentido económico como sería el
precio de un automóvil y en otras nociones de selección o preferencia, por ejemplo
este programa es mejor que el otro. En un sentido moral, con este término se
intenta establecer lo que son los juicios de valor con el entendido de que los juicios
de valor son sistemas anteriores a cualquier discusión moral. Es una expresión
que denota una reacción de carácter apreciativo ante una persona, hecho o
argumento. Suele implicar una estimación subjetiva, con frecuencia dicotómica
(positivo-negativo, bueno –malo). Su fundamento se encuentra en características
supuestamente objetivas (modelos, reglas y normas).
Posteriormente el término valor se va introduciendo en el lenguaje filosófico, de tal
forma que se emplea para designar aquello que hace a una persona digna de
aprecio. La diferencia consiste en que en el caso de las cosas y los objetos ya
están dados y acabados, por eso se les asigna un precio o llamado valor
económico; mientras que en el segundo caso se analiza el comportamiento
humano, buscando leyes que regulen y expliquen la conducta individual y social.
Para algunos autores no muy familiarizados con el tema, el concepto de valor no
se origina en la antigua Grecia, sino que fue tomado en la economía a finales del
siglo XIX. Posteriormente, filósofos alemanes intentaron desarrollarlo y
sistematizarlo en un primer momento.
Lotze (1817-1881) fue uno de los primeros filósofos que tomó el término valor
de la economía para incorporarlo al término de la filosofía, y Pierson (1988), con
una acepción diferente, más abstracta y psicológica, relacionada con los deberes
del hombre, la ética y el bien hacer. Sin embargo, en la época de este autor el
término valor no se podía separar por completo de sus orígenes y naturalmente se
le asociaba con la capacidad de uso o de intercambio de cosas.
Es conveniente aclarar que el significado de la palabra valor, estaba presente en
la filosofía griega, en los conceptos de bondad, y bien hacer, así como en los de
virtud y comportamiento ético. “valor es la prudencia en las cosas por soportar; la
justicia, la prudencia en las cosas por imputar, como si se considerara a la virtud
única y diferente tan solo en sus actos y por sus relaciones con sus objetos”
(Platón citado por Michel, 1992:29).
Posiblemente se usaba el término valor desde entonces pero para denotar
valentía. Hoy en día es factible observar de manera indirecta como ha ido
evolucionando la noción de valor en el mundo occidental, mediante la revisión de
estos conceptos a partir del pensamiento ético vertido a lo largo de la historia.
Para su mayor comprensión se hace una revisión sencilla y resumida, dividiendo
este pensamiento ético en tres grandes momentos en las cuales se establece las
leyes y normas morales de cada época, que a continuación se describe:
Ética teológica. Se desarrolla en la época de la filosofía griega, y reconocida como la época de las éticas clásicas, basada en el comportamiento de la estimación de un ser supremo y donde el hombre debe actuar con un grado de bondad y hacer cumplir una de las leyes naturales que es la felicidad. Uno de los representantes de la ética teológica es Sócrates, (c.470-c. 399 a.c.). Afirma que “Existía una ley moral universal, que podía ser conocida y por tanto enseñarse”.
Ética odontológica. Se le conoce como la ética del deber. Esta ética es racional es decir que la moral es regida por la razón, haciendo al hombre un ente autónomo en sus pensamientos como en sus acciones sometiéndose a sus propias reglas creadas en base a la razón de él mismo. Su representante es Kant (1724-1804), quien afirma que” la felicidad como fin natural no diferencia a las personas de los animales y que el hombre debería trascender en su naturaleza animal”.
Ética dialógica. Se basa en el comportamiento actitudinal del sujeto, sometiéndose a un acuerdo con el grupo social al que pertenece, estableciendo sus normas a través del consenso sin caer en la imposición de ideas, y el respeto a las diferencias ideologías, géneros cultura. Uno de los principales representantes es Habermas (1929). Esta corriente de pensamiento afirma “que es correcto basar las conductas éticas en razonamientos personales (pensamiento Kantiano), que es mejor aun apoyarse en acuerdos sociales a partir del dialogo, con un razonamiento”. (Sánchez, 1994:77).
Cada uno de estos pensamientos éticos contribuyen en el hombre un modo de
conducta que harán de él un ente responsable de sus acciones en los diversos
grupos sociales con los que interactúa, acatando normas creencia y formas de
pensar.
En la actualidad se habla de los valores porque se intuye que pueden ser el
fundamento del orden y del equilibrio personal y social. La mayoría piensa que
con mencionarlos sin mayor investigación de su contenido se está hablando de
algo muy bueno y bien fundamentado.
El concepto de valor tiene una perspectiva filosófica para evitar reducción a un
enfoque meramente económico, que también es legítimo, “la palabra valor
derivada del latín tardío valor, emparentado con la palabra valere, que significa ser
fuerte, ser potente” (López, 2001:44). Se entiende como valor toda bondad que
viene de la naturaleza y que se apoya tanto en el ser como en la razón de ser de
lo que es real.
Para León (2003) existen diferentes corrientes axiológicas que lo definen a partir
de su postura teórica para una mejor comprensión, citamos las principales:
Hedonismo: Comprende que el ser humano atribuye valor a las cosas según el
grado de placer que espere de su obtención.
Positivismo sociológico de Durkheim: Afirma que el valor es aquello que la
sociedad autoridad-externa superior del ser humano impone a la persona en su
condición individual.
Convencionalismo social del Hobbes: Según esta corriente de pensamiento, el
valor es una creación artificial de la humanidad que surge cuando el individuo-
gracias a su instinto de conservación- sede al estado su libertad a cambio de la
protección que este le brinde.
Se comprende que los valores regulan guían y ordenan la vida de las personas, y
los fines que orientan la vida. “Los valores son intrínsecos a la moral, pero no se
agotan en ella. También inciden de manera crucial por ser un conjunto de
elementos simbólicos que contribuyen a estructurar y reproducir históricamente, la
vida y las relaciones sociales donde radica su legitimidad y, la importancia de los
valores” (Bertusi, 1996:29).
Frondizi (1992), uno de los muchos autores que aborda la dificultad de definir
¿qué son los valores? afirma que en las diferentes teorías axiológicas existen los
valores absolutos, relativos, subjetivistas y objetivistas.
Los valores absolutos son válidos para todos en todo momento, y los relativos son
aquéllos válidos para algunos en un momento determinado; por lo tanto, si las
circunstancias y las costumbres cambian, han de variar los valores, entonces
podemos decir que el valor será objetivo si existe independientemente de un
sujeto o de una conciencia valorativa y será subjetivo si debe su existencia, su
sentido o validez a reacciones, ya sea fisiológicas o psicológica del sujeto que
valora.
“El valor será objetivo si existe independientemente de un sujeto o de una
conciencia valorativa, a su vez, será subjetivo si debe su existencia, su sentido o
su validez a reacciones, ya sean físicas o psicológicas, del sujeto que valora”
(Frondizi,1992:27).
“Los valores son aquellas cualidades o características de las cosas, de las acciones, de los procesos, de los sentimientos o de las ideas atribuidas o preferidas, seleccionar o elegidas de la manera libre, consciente o no, por los individuos y los grupos sociales, que sirven para orientar sus decisiones, comportamientos o acciones” (Frondizi, 1992:14 ).
Cada autor define la palabra valor de acuerdo a sus investigaciones y tipo de
sociedad que le tocó vivir, puesto que cada etapa de la sociedad es cambiante,
aunque hay valores que son trascendentales que han subsistido por los hábitos
incorporados por individuo siendo trasmitido por la familia y diversos grupos
sociales
En el estudio de la formación de los valores es imprescindible diferenciar entre la
filosofía del valor y la teoría del valor. Es por ello que hacemos mención de estas
diferencias para una mejor comprensión.
Mientras que Barba (1894) en su teoría del valor o teoría general del valor lo
retoma como un conjunto organizado de conocimientos derivados de disciplinas
esencialmente científicas, no filosóficas o especulativa; sus contenidos están
relacionados más estrechamente con lo que conocemos como axiología.
Al parecer, los primeros filósofos que intentaron ordenar y reestructurar
objetivamente el conocimiento filosófico que hasta entonces se tenía con los
valores fueron Meinong (1984) y colaboradores. En primer término, Meinong
representante de la corriente de pensamiento conocido como realismo valoral.
Afirmaba que “no existe separación entre valor y lo real y que los valores eran
atributos propios de los objetos”. Posteriormente sus colaboradores (Scheler y
Hartman), expositores de la corriente de pensamiento determinada realismo
valoral, proponía que los valores son independientes del ser o del objeto que lo
posee, pues los valores son ideas “supramundanas” que sólo el hombre introduce
al mundo real mediante su capacidad y abstracción también afirmaba que los
valores existían independientemente de los objetos y del hombre. En resumen,
proponían que los valores existen en el individuo sin importar que él fuera capaz
de captarlo.
Tratando de dar una noción general se dice que el valor “es ante todo un concepto
de relación, es decir una manera de enlazar los objetos de medio a fin, todo valor
supone una polaridad (positivo - negativo) una gradación o jerarquía según la cual
se ordena de acuerdo a una relación de categoría o rango respecto a las demás
especies de valor” (Pulido, 2002:117). Para comprender aun mas el termino
valor moral es preciso abordarlo desde su concepción, por ello se
analizará en el siguiente subtema.
1.2 CONCEPTO DEL VALOR MORAL
Los valores son estudiados por la axiología, del griego axios = valor, que
constituye la teoría filosófica que conceptualiza las nociones de lo valioso, de lo
bello, estético, y verdadero como esencias, cualidades contenidas en las
creaciones humanas. Según Alexius Meinong(1853-1921). Esta disciplina
filosófica es la encargada del estudio de la naturaleza de los valores, y surge a
finales del siglo pasado en Austria y Alemania como una doctrina subjetivista que
se vio favorecida por el psicologismo.
Los valores Morales son aquellos valores que perfeccionan al hombre en lo
en la vida, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona, los valores
no se transmiten vía genética, por ello es importante tenerlos en cuenta en la
educación, pero debemos saber que los valores no se enseñan
independientemente del resto de cosas, ni a través de grandes explicaciones o
dando una lista con aquello que consideramos correcto y lo que no, esperando
que el hombre los memorice. Los valores se transmiten a través del ejemplo
práctico y de la cotidianidad, de nuestro comportamiento en el día, con aquello que
los individuos observan hacer con sus semejantes.
Los problemas que estudia la axiología no son ajenos a las situaciones cotidianas
de la vida diaria, para Frondozi (1958), no hay discusión y desacuerdos que no
suponga la reapertura de la problemática sobre los valores, incluso no existe
ninguna cultura o sociedad que no tenga estas costumbres o tradiciones y que no
enseñe a las nuevas generaciones a ajustarse a ellas. De acuerdo con Durkheim
(1975), los valores son un factor importante en las relaciones sociales y que hay
que ajustarse a ellas para el equilibrio social.
Raths y colaboradores (1967), afirman que es difícil encontrar una definición clara
y aceptada acerca de valor debido a que cada escuela la definen de manera
diferente. “La mayoría de los estudiosos del campo coinciden solamente un
aspecto: en que un valor, representa algo importante en la existencia humana”
(Guerrero, 1998:3).
El valor moral pertenece al nivel práctico de la acción humana, no es ni teórico
(mero conocimiento), ni proyectivo (ordenado a fabricar cosas). No, en cuanto
produce obras externas, sino en cuanto que es actividad producida por el hombre.
El valor moral tiene una especial relación con el sujeto que actúa, en cuanto que lo
hace con intencionalidad, con libertad y como consecuencia de un compromiso
interno.
De acuerdo al análisis de la concepción de diversos autores entendemos que los
valores morales son un conjunto de actitudes y hábitos que se adquieren desde la
familia y de los diferentes grupos sociales donde el individuo la interactúa
logrando la capacidad de discernir entre lo que es bueno la sociedad como y
para su persona. Una persona con altos valores morales promoverá el respeto al
hombre, la cooperación y comprensión, con una actitud abierta de tolerancia,
respetos, prudencia, honestidad. Debido a lo difícil de construir un concepto claro
acerca del valor moral es imprescindible abordarlo desde varias perspectivas que
nos amplíen el conocimiento, por lo cual es importante abordar el siguiente tema.
1.3 DIVERSOS ENFOQUES DE LOS VALORES MORALES
En este subtema se dan algunas aproximaciones teóricas con respecto al
desarrollo moral, desde el enfoque del psicoanálisis, del conductismo, el socio
cognitivo, y el cognitivo evolutivo. Estos enfoques parten de las teorías
psicológicas, sin pretender dejar al margen los sustentos filosóficos y las
orientaciones y concreción propia de la pedagogía, ya que se considera que son
estas teorías las que han aportado elementos importantes hacia una mayor
profundidad de la comprensión del desarrollo de la moral.
a) Teoría del psicoanálisis de Freud
El psicoanálisis1 se fundamenta por su creador Freud, el cual explica el
fenómeno moral a través de tres instancias de la personalidad conocidas como: el
ello, el yo y el súper yo, y de las influencias culturales.
En término generales Freud (1968).señala que el ello esta gobernado por
principios de placer y los procesos primarios del pensamiento es decir no sigue la
regla de la lógica, la realidad o el sentido común. Cuando el ello prevalece sobre
el yo, el principio del placer domina a costa de las consideraciones realistas y
moralistas.
El yo, está encargado de ejecutar las acciones de la personalidad, funciona
conforme al principio de la realidad de los procesos secundario es decir, seguir las
reglas de la lógica y aprender las reglas naturales estando en contacto con el
mundo real. Lo que comunica se experimenta como el sujeto y el objeto de la
acción, su función principal es encargarse de satisfacer las necesidades.
1 Psicoanálisis: Método de tratamiento de las enfermedades mentales, que utiliza la investigación psicológica profunda y la interpretación de las conductas y realizaciones del sujeto convertido del saber teórico y ciencia del inconsciente (Gisper, 2001:898).
Se deriva la actividad de los centros superiores del cerebro, integra todas las
facultades psicológicas como la percepción, la memoria, el discernimiento, el
razonamiento la solución de problema, la toma de decisiones a diferencia del ello
este puede llegar a conocer y aprehender del mundo externo, el yo desarrolla su
fuerza retomando energía del ello hace esto para invertir esta energía y de esta
forma pueda elegir tomando decisiones establecer objetivos, realizar actividades
etc.
Por lo regular los pensamientos o procesos secundarios luchan con los primarios
los cuales no siguen la regla, y a menudo son vencidos por este debido a que
requieren menos esfuerzo y producen un relativo alivio inmediato.
Freud, utiliza el término del superyó para designar el aspecto ideal y moral del yo,
que también se llama o se le conoce como el yo superior, en ocasiones quiere
gobernar al yo. El superyó está formado por dos aspectos importantes de la
personalidad: la conciencia y el ideal del ego, en este enfoque la conciencia
representan las prohibiciones marcadas culturalmente y el ideal del yo las normas
positivas, ambos son internalizados a temprana edad, el superyó emite las
órdenes sin dar las explicaciones.
Este enfoque teórico considera que la moral es inconsciente, y que se es moral
reprimiendo los impulsos. La teoría Freudiana define el desarrollo moral como un
desenvolvimiento de un patrón innato que reprime los impulsos, es una entidad
psíquica inconsciente, establecida en los primeros años de vida y a través del cual
los transmite de generación en generación, las reglas sociales asegurando con
ello la convivencia de la cultura.( Blasco, 2003: 1105).
Otras de las aportaciones al desarrollo de la moral desde la perspectiva de Freud
es que representa una división entre lo social y no social, señala que la persona
cuando nace no es naturalmente social sino que esta condición se da a partir del
proceso de socialización que ha de seguir el individuo, el cual está determinado en
buena medida por su desarrollo psicológico.
Son a partir de las tres instancias de la personalidad (superyó, yo y ello) que se
puede hacer una interpretación moral donde se concreta la conciencia y el
carácter, según Freud citado en Blasco, 2003), que se da o existe conflicto moral
cuando se requiere superar las prohibiciones del superyó y cuando se requieren
dominar los impulsos del ello y no hay un equilibrio entre estos. La teoría de Freud
de la conciencia moral depende de la evolución biopsicológica del individuo, no es
algo innato es decir no existe una capacidad para discernir entre el bien y el mal,
situando el origen de la conciencia moral en tres instancias externas como son la
familia, la sociedad y la cultura.
En estas tres instancias por la que pasa el individuo va adquiriendo características
o actitudes que van definiendo su personalidad pasando de una moral heterónoma
que luego habrá de madurar en un tipo de conciencia, principio de una moralidad
autónoma.
b) Enfoque de la teoría Conductista
Las aproximaciones conceptuales de la teoría del aprendizaje, como
expresión del conductismo que yacen sobre la conducta moral, son representada
por Skinner (1972) el cual coincide en negar el hecho moral como producto de la
conciencia pues esto se da a nivel de abstracciones, mas bien concentra su tarea
explicativa en la génesis de la conducta moral, la cual es observable concreta y
objetiva.
El planteamiento conductista entorno al ámbito de la moral señala que la
conciencia moral como experiencia subjetiva que se da en plano mental no existe,
al respecto indica que toda conducta es aprehendida y por lo cual la conducta
moral es la que existe y debiera estudiarse.
Este enfoque indica que para formar personas con valores morales se necesita
cambiar la conducta, y esto sólo se puede lograr cambiando el ambiente físico y
social, señala que se escoge el camino equivocado, ya que supone que la meta es
cambiar la mente y corazones de los hombres y mujeres, en vez del mundo en el
que se vive y cual es concreto y objetivo. Esta fue la base fundamental de la
explicación sobre el fenómeno moral.
Desde esta postura se considera que es un procedimiento erróneo querer
intervenir mediante la enseñanza y el aprendizaje, sobre las mentes y los
corazones de los niños y niñas porque la acción se ha de realizar en el entorno
social y concretamente en la escuela. La idea de la educación moral de Skinner
está orientada a influir sobre el medio pero esta influencia no implica una
intervención contextual participativa y crítica, la influencia a la que hace referencia
es tener un control social estricto y riguroso, control del ambiente social y
moldeamiento “conducta por refuerzo”, estas son las pautas en la que se basa el
conductismo para enseñar la moral de la misma manera en la que se dan los
aprendizajes mecánicos, así desde este enfoque se utiliza reforzadores verbales
tales como bien y mal.
Desde este ámbito el grupo ejerce un control ético sobre cada uno de sus
miembros principalmente, a través de su poder para influir, obligar, reforzar o
castigar este poder se deriva de la totalidad de los componentes del grupo, y de la
importancia e influencia de los demás en la vida de cada uno de los miembros.
La teoría conductista se reduce a aplicar las acciones del individuo con refuerzos
adecuados tanto las conductas buenas como las conductas malas, y marcando
que la conducta antisocial genera estímulos adversos que generan sentimiento de
culpa que hacen que a nivel de refuerzos positivos el individuo se comporte
conforme a la ley.
En el planteamiento de Skinner no existe espacio para la reflexión moral puesto
que para él, la moral se aprehende y no se desarrolla puesto que considera al
aprendizaje moral como un saco de virtudes que hay que trasmitirles al ser
humano para desenvolverse en la sociedad.
El enfoque conductista se reduce a trasmitir los valores morales a través del
modelamiento utilizando refuerzos a las conductas deseadas y castigos a las
conductas no deseadas, cumpliendo un papel muy importante toda la sociedad en
la enseñanza de tales valores.
c) Enfoque Cognitivo
En este enfoque participan Piaget, Kohlberg, y Guilligan, el cual no cae en
la mera descripción, tiene una distinción relevante dentro del panorama científico
actual.
Entre los más destacados en el estudio del desarrollo moral de enfoque
cognoscitivo encontramos a Piaget, debido a que fue el primero en fundamentar y
estudiar el fenómeno moral de forma científica, mediante el método clínico,
también el primero en distinguir entre la moral convencional y la moral racional. A
partir de esto, aporta una nueva concepción de moralidad respectivamente que se
aproxima al concepto de autonomía, y contribuyó para que Kohlberg continuará
con sus investigaciones dentro de la moral.
Piaget estudia y despliega su investigación en el proceso cognitivo y moral del
niño, Considera que en este desarrollo se dan dos procesos: el de organización
que es la encargada de la categorización, sistematización, y coordinación de
estructuras cognitivas, mientras que la adaptación es un proceso encargada de
ajustar al individuo al entorno social, en este último se destaca la asimilación2 y
acomodación3,que dan la existencia a lo que hoy en día conocemos como
estadios y que se presentan en cuatro etapas:
Etapa sensorio motor de 0 a 2 años se da durante los dos primeros años de vida,
los niños atraviesan el estadio senso-motor del desarrollo. Su aprendizaje
2 Asimilación: proceso de de adquisición o incorporación de información nueva.
3 Acomodación: proceso de ajuste a la luz de nueva información, de las estructuras cognitivas.
depende por entero de la experiencias sensoriales inmediatas y de actividades
motoras y movimiento corporales. Estas actividades se caracteriza por el
egocentrismo, la circularidad la experimentación y la imitación.
Etapa Preoperacional 2 a 7 años: etapa donde el niño se guía principalmente por
su intuición, más que por lógica, destaca el egocentrismo, y repetitividad, así
como por el uso de la experimentación y la imitación.
Operaciones concretas 7 a 11 años: el niño se hace cada vez más lógico, a medida
que adquiere y perfila la capacidad de efectuar las operaciones. Son capaces de hacer
varias cosas, como clasificar y ordenar cosas rápida y fácilmente, y de experimentar de
un modo cuasi-sistemático.
Operaciones formales de los 11 años en adelante: han superado con éxito los
estadios anteriores estadios del desarrollo cognitivo comienzan a efectuar
operaciones formales. Ya existe una lógica combinatoria, el razonamiento
hipotético, el uso de supuestos, el razonamiento proporcional y la experimentación
científica.
Cada una de estas operaciones según Piaget están entrelazadas ya que conforme
el niño va creciendo su coeficiente intelectual va madurando, y poco a poco va
pasando de una complejidad simple o sencilla a una más acentuada y que en una
primer instancia, se van conformando a través de experiencia concretas, para
posteriormente a nivel de las abstracciones.
De igual manera mantiene que en el desarrollo moral, como parte de un proceso
se pasa de una moralidad heterónoma4, a una moralidad autónoma5. Este punto
acontece a la finalidad de la educación moral para lograr la construcción de
personalidades autónomas que cooperan.
Este enfoque concluye que el origen de las normas se encuentra en las relaciones
interindividuales, dando mayor énfasis en la socialización a través de los grupo
sociales no solamente en las personas adultas en este sentido Piaget (1984)
afirma que “toda moral consiste en un sistema de reglas y la esencia de cualquier
moralidad, hay que buscarla en el respeto que adquiere hacia esas reglas”.
(Quintana 1998:438).
Kohlberg (1971) fue otro que se propuso estudiar la conducta y el pensamiento
moral de manerá mas profunda a como lo había hecho Piaget, su investigación se
centra en el juicio moral y lo abordado desde el método científico, se trata de una
variable relevante para el ámbito moral, al partir del supuesto de que la reflexión
es previa a la acción moral, también diferencio entre formas y contenidos de los
juicios morales, definidos como los enunciados valorativos con justificación
tomando partido por el primer elemento, es decir, por la forma entendida como el
razonamiento o la argumentación elaborada ante una situación de conflicto
específico, la cual implica análisis y discusión.
4Heterónoma: el niño basa su juicio moral en un respeto unilateral a la autoridad, es incapaz de ponerse en lugar de otro.
5 Autónoma: el niño basa su juicio moral en la reciprocidad a través de su interpretación de las cosas.
También diferenció de Piaget las teorías del aprendizaje, resaltando dentro del
desarrollo moral las experiencias de la internalización social entendidas como
estructuras.
Por su parte Kohlberg (1971) plantea el desarrollo moral como un proceso a la par
del desarrollo cognitivo, que pasa por tres niveles:
Preconvencional: se refiere al individuo menores de edad algunos adultos y
delincuentes donde las normas que existen son externas no acatándolas ni
respetándolas puesto que lo toman como algo heterónomo, unas de las
características que representa este nivel es la orientación del castigo y la
obediencia.
Convencional: corresponde a la mayoría de adolecente y adultos se conforma
aproximadamente de los 9 a los 16 años de edad donde el individuo se identifica
con el medio social de referencia y asume su punto de vista considerando valioso
responder a las expectativas de la familia, este nivel se caracteriza por que el
hombre respeta a las normas y acuerdo que tenga la sociedad y autoridad,
llevándolo hacer aceptado al grupo social al que pertenece.
Posconvencional: abarca aproximadamente de los 16 en adelante, en este nivel
hay un esfuerzo por definir los valores y principio valido y aplicables
independientemente de la autoridad o de los grupos de personas que lo asumen
llegando a formar en el individuo un pensamiento critico al grado de querer
cambiar los valores para que la sociedad se mantenga ordenada y unida.
En total este enfoque aporta tres niveles donde cada nivel cuenta con seis
estadios al desarrollo moral, independientemente de la cultura moral vigente. Con
respecto a Piaget, kholberg ofrece una explicación del principio de la moral más
allá de los doce años de edad de un individuo. Sus estudios abarcan el ciclo de
vida completo.
Freud, Skinner, Piaget, kholberg, sin lugar a dudas fueron grandes pensadores
que aportaron a la psicología elementos que hasta hoy en día han sido
relevantes para el estudio del conocimiento moral del hombre.
De acuerdo a lo que se ha venido planteando en los párrafos anteriores nos
pareció de suma importancia mencionar y plantear los diferentes enfoque
cognoscitivos que hasta hoy en día se encuentran vigentes, con el fin de conocer
las distintas posturas que tienen cada uno de los autores que han estudiado de
manera más afondo el desarrollo cognoscitivo del hombre.
Después de analizar de manera detallada cada una de las teorías cognoscitivas
del individuo, pudimos comprender que cada autor coincide que el ser humano
tiene la capacidad de aprehender de diferentes formas, de acuerdo a las
situaciones y a las formas de aprendizaje que se le presenta, y que conforme va
desarrollando tanto física como intelectualmente, el individuo pasa a interpretar de
diferente manera las cosas modificando los esquemas que tenía anteriormente ya
establecido, sin importarle que lo modificado sea bueno o malo.
Para nosotros es importante conocer las diferentes teorías cognoscitivas, ya que
en nuestro campo de investigación se trabajará con los niños de ciertas edades, y
esto nos permitirá comprender de manera más exacta la etapa en la cual se
encuentra el individuo para actuar de manera más correcta ante ellos
Haciendo mención de las teorías que se han analizado hemos llegado a
comprender que cada ser humano tiene la capacidad de obtener un conocimiento
de acuerdo a su nivel cognoscitivo y una forma de actuar diferente que lo
diferencia de los demás. Y todo conocimiento que obtiene depende en gran
medida de los grupos sociales con los que interactúa porque el hombre no puede
estar aislado de las ideologías que giran en la sociedad.
Es importante abordar el tema desde varios enfoques, sin embargo para
profundizar es necesario centrarse en un solo tópico que se abordará en el
siguiente tema.
1.4 LOS VALORES MORALES
Hoy en día hablar del tema de valores morales no es algo nuevo, sus raíces
se remontan en la antigua Grecia, cuna de grandes pensadores que dieron
grandes aportaciones sobre el tema. Retomando a Balderas (2002), se sabe que
en esa época los encargados de la enseñanza eran los sofistas quienes
brindaban educación para la clase privilegiada con el objetivo de sobresalir en la
política, enseñando la oratoria6 y la retórica7.
6 Oratoria: Referente a la elocuencia y al arte de la palabra pública. Las reglas del arte se apoyan en tres fuerzas persuasivas: probar la verdad de lo que se afirma, captar la benevolencia del auditorio, y despertar en los oyentes todas las emociones útiles para la causa. (Lira, 2003: 1465).
7 Retorica: arte del buen hablar, embellecer la expresión de los conceptos. Por lo general se utiliza en los discursos proferidos ante un auditorio importante (Lira, 2003:1705).
De acuerdo a cada época han existidos diversos autores que se han
interesado en estos temas, estudiándolos desde distintos enfoques según sus
áreas de conocimiento, si hablamos de los griegos podemos resaltar a Sócrates
(c.470-c. 399 a.c.) quien es considerado como el fundador de la filosofía moral o
axiológica8, cuyos argumentos han trascendido en la historia de la filosofía
occidental, por su influencia sobre Platón, quien gracias a sus escritos se sabe de
este gran filósofo y de sus discípulos que han dado seguimiento a sus ideas,
haciendo que a lo largo de la historia de la filosofía de los valores se vayan
integrando nuevos pensadores en el estudio filosófico de los valores morales.
La base de enseñanza de Sócrates fue la creencia de una comprensión objetiva
de los conceptos de justicia, amor y virtud9 y el conocimiento de uno mismo. Creía
que todo vicio es resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a
su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de
manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y en la búsqueda
de definiciones generales, como queda reflejado en los escritos de su joven
discípulo Platón y en Aristóteles.
Según Sánchez (2000) Si definiéramos palabra por palabra, encontramos que
“valor” significa precio, algo que es muy significativo o importante. “moral”, se
refiere a las acciones de las personas, desde el punto de vista de la bondad o de
8 Axiología: Del griego axios=valioso, disciplina filosófica que estudia los valores. En ocasiones se utiliza este término para significar la teoría de los valores. Más específicamente se usa en relación con los valores éticos morales o estéticos (León, 2003:126).
9 Virtúd: Es la excelencia en el hombre, que hace de él un ser generoso, sabio, veraz y justo (Balderas,2002: 55)
la malicia. Eso no es algo que se tenga que llevar a cabo con los sentidos, sino,
que es más bien apreciado por la conciencia.
Un valor moral es ese punto de vista que se tiene para referirse a si algo es bueno
o malo, para darle importancia. Por ejemplo, una persona dice: “para mí es muy
importante no mentir”; vemos que esa persona le da un valor especial a
conducirse con la verdad. En cambio, para otra persona tal vez la sinceridad no
será un valor, quizás será más importante engañar, para conseguir algún
beneficio.
El valor moral lo definimos como un conjunto de acciones en el que las personas
la desempeñan como un acto de humanidad, utilizándolo para un bien social,
jerarquizando y dando prioridad, a una acción sobre otra.
La gente tiene diferentes maneras de pensar, de enfocar la vida, de tomar
decisiones, dándole mayor o menor esencia a las cosas.
Scheler cree que los valores mantienen una relación jerárquica a priori. La jerarquía, para él, reside en la esencia misma de los valores y se aplican aun a aquellos valores que no conocemos. La superioridad de un valor sobre otro se capta por medio del “preferir”, que es un acto especial de conocimiento (Scheler citado en Frondizi, 2001:131).
Es muy importante estudiar el sistema de valores, que se pueden palpar en la
sociedad porque éstos van a dictar nuestra formar de vivir. Puesto que las
condiciones actuales de la sociedad, cada día se pierden más, y los valores
morales que traen beneficio para la sociedad y para las familias.
Hablar de valores morales es hablar de los diferentes criterios que puede tener la
gente para conducirse en la vida, precisamente por ello puede considerársele un
tema polémico.
Hay mucha discusión acerca de qué es un valor moral, si existen valores
absolutos o relativos. Para dar una definición más clara acerca a estos principios
se toma como referente a Frondizi (2001) según él nos dice el valor puede ser
relativo o absoluto de acuerdo a la importancia que el individuo le atribuye a
ciertas cosas u objetos, ya que para uno puede ser relativo, para otro absoluto y
que la relatividad se refiere al ser de los valores mismos y no debe confundirse
con la dependencia o relatividad que se deriva de la naturaleza del depositario
eventual del valor.
.“La relatividad se refiere al ser de los valores mismos. Existen valores que son
relativos a un individuo como es el caso del valor de lo agradable, que es relativo a
un ser dotado de sentimiento sensible” (Scheler citado en Frondizi, 2001:131).
Los valores morales y principios es el conjunto de cualidades estimables que
aprende el ser humano a lo largo de su vida siendo positivos o negativos,
dependiendo de la cultura que tenga. Por otra parte se considera que la moral
establece las normas de conducta y reglas que se imponen al hombre en su
relación con el prójimo.
En otros términos los valores son las cualidades de conducta y reglas que se
imponen desde el hogar y en la sociedad para la convivencia misma, los valores
morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la
familia, y son valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, prudencia que
hacen de él una persona con altos valores morales el cual promoverá el respeto al
hombre, la cooperación y comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así
como de servicio para el bienestar común.
Los valores son las normas de conducta y actitudes según las cuales nos
comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto todo
padre de familia desea que su hijo se comporte de una forma educada, pero sin
que se conviertan en un individuo temeroso o conformistas.
Es por ello que necesitamos valores firmes, sólidos, sobre los cuales podamos
fundamentar nuestra sociedad con excelentes decisiones que sean estables y que
nos permitan a través de ello brindar sabios consejos.
El hablar de valor moral es un tema amplio y estudiado en diferentes países con el
mismo propósito de mejorar la calidad de vida, trascendiendo fronteras
haciéndose valores compartidos por lo que es importante abordarlo en el siguiente
tema.
1.5 VALORES UNIVERSALES
Los valores universales se pueden identificar en la sociedad no importando
el país, ni lengua, raza o clase social al que pertenece el individuo, puesto que han
trascendido a través de la historia hasta nuestros días para hacerse presente,
incluso por ser reconocidos por la ley y establecer normas en la sociedad para
convivir como seres humanos.
Hoy en día a pesar de que estos valores la justicia, paz, libertad, solidaridad,
democracia, han podido evolucionar y cambiar con la sociedad, se han venido
perdiendo en la práctica social, puesto que se ha inculcado de manera teórica
cuando los valores deben de enseñarse a través de la modelación y práctica
misma para hacer conciencia en las nuevas generaciones.
Según Llergo (2002) los valores universales son: honradez, bondad, modestia,
solidaridad, amistad, amor, prudencia, responsabilidad, deber, fortaleza, lealtad,
libertad, caridad, justicia, igualdad, templanza, integridad personal., fidelidad, los
hacen ser universales por que se manifiesta en todo el mundo sin importar raza,
religión o clase social.
Partiendo de los valores universales que benefician a toda la humanidad los
individuos deben apropiarse de ellos haciéndolos valores morales personales,
practicándolos en toda acción humana mejorando así su calidad de vida.
Los valores universales son inculcados por el sistema productivo a través de la
educación, teniendo con ello fines que respondan a sus intereses, en los que
destaca el fortalecimiento de la conciencia de la nacionalidad y la soberanía, el
aprecio por la libertad, los símbolos patrios.
Las normas jurídicas también indican que debemos observar la ley y pugnar por
la igualdad de los derechos, principio garantizado por la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos en el articulo 1ro. que especifica: “En los Estados
Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías (derechos
fundamentales) que otorga esta Constitución, las cuales no podrán suspenderse,
ni restringirse sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece”.
Este artículo garantiza la igualdad de los individuos para ser protegidos por la
ley.
El derecho de expresión que tiene el individuo le ha permitido adoptar ciertos
modismos culturales haciendo de ello el mal uso del lenguaje o la orgullosa
exhibición de nombres, lemas y marcas extranjeras en la ropa o en la
denominación de los comercios, el seguir la moda y costumbres de otro países
podrían ser únicamente una expresión del cambio de valores de apreciación
estética o en las costumbres, derivadas en una manipulación comercializadora;
pero cuando esas manifestaciones se ligan a la devaluación de lo autóctono, a
prácticas ilegales o al menosprecio de la forma que aseguran una convivencia
civilizada.
El pasarse un alto o arrojar basura en la calle pueden ser actos inconsciente,
aislados de sus valores, o reflejar la falta de respeto y consideración a la vida y
salud de los demás. Algunos acuerdos comerciales o la excesiva importación
pueden ser expresión de la tendencia globalizadora mundial o un riesgo para la
autosuficiencia alimentaria y la independencia nacional.
Todo esto nos lleva a cuestionar la manera como se entiende y se valora los
principios básicos que orienta la vida en el planeta y las normas que regulan las
relaciones entre las naciones, los grupos sociales y las personas. Todo esto remite
a preguntarnos qué entendemos por los valores universales.
Los valores universales, “son aquellos suficientemente seguro y defendibles más
allá de la circunstancia y creencias propias de cada persona” (Puig, 1995:127),
son universales porque su cumplimiento es altamente deseable para todo, en todo
tiempo y en todo lugar. Por ejemplo, la preservación del ambiente o los valores
expresados en la declaración universal de los derechos humanos.
Hay principios que pretenden ser absolutos, universales e inalienable (propio),
pero en la práctica se aprecia que la expresión y el resultado de la aplicación de
un valor puede ser diferente según la persona y el contexto en el que se
encuentra. Y es que los valores también son apreciaciones de juicio, y en este
sentido carga un carácter evaluativo que se expresa en predisposiones y actitudes
subjetivas propias de cada sujeto. Las actitudes reflejan valores, pero estos son el
producto de una historia personal, de un contexto cultural y de una coyuntura
concreta que aclara u oscurece el entendimiento de la realidad.
En el transcurso del primer capitulo pudimos constatar que el desarrollo del valor
moral en individuo es adquirida de una forma compleja puesto que el hombre es
un ser cambiante con diferentes ideologías, cultura, educación, que lo hacen
distinguirse entre las persona.
Las diferencias que caracteriza al individuo son causadas por diversos factores
que influyen en su conducta originándose algunas de ellas en el seno familiar,
instituciones educativas, como de los diversos grupos sociales con los que
interactúan, por los que es importante abordarlo el siguiente capitulo.
CAPÍTULO II
EL PAPEL DE LA FAMILIA Y LA ESCUELA
EN LA FORMACIÓN DE VALORES
En el presente capítulo se analiza la función formativa del sujeto de la
familia y escuela, considerando de la familia es la primer institución en la que el
hombre comienza a moldear su conducta para vivir en sociedad; esta acción es
contribuida por la escuela cuando el individuo está en edad de ingresar al primer
nivel educativo, espacio en donde el ser humano ve favorecida su formación
intelectual, física y moral.
Estas dos instituciones consideramos son el medio más eficientes para la
formación de los valores, además son principales fuerzas impulsoras del
desarrollo humano, por lo tanto existe la necesidad de orientarla con un sentido
objetivo para el lograr cambios inadecuados que aquejan a la sociedad por
ejemplo la pérdida de valores, dichos cambios deben ser reflexionados de una
manera constructiva sobre la realidad actual, “de la educación se espera todo,
incluso milagros, suele decir el docente. Desde que la familia, en función a la
complejidad social tiene que auxiliarse de la escuela para alcanzar la formación
integral del individuo” (León, 2003:45). Según Kant (1781), la finalidad de la
educación consiste en desarrollar en cada individuo toda la perfección que cabe
dentro de sus posibilidades.
La familia y la escuela comparten un objetivo común, la formación integral y
armónica del niño a lo largo de las distintos períodos del desarrollo humano y del
proceso educativo, estas dos instituciones de socialización aportan en gran
medida los elementos necesarios al individuo para integrarse en la sociedad.
Indiscutiblemente, estos sistemas de influencias necesitan orientarse a un sentido
claro para garantizar la estabilidad y el equilibrio para una formación en valores,
para lograr estos cambios es preciso que la familia y la escuela cumplan la
función educativa.
De acuerdo con Domínguez (1996), la familia y la escuela son agentes básicos
en la socialización del hombre y los espacios socioeducativos casi únicos en esta
etapa de la educación infantil, desde esta consideración es claro los objetivos que
ambas instituciones se proponen y confluyen en el deseo de lograr que los
individuos alcancen un desarrollo pleno.
2.1 EL PAPEL DE LA FAMILIA EN LA FORMACIÓN DE VALORES
Partiendo de la idea de Durkheim (1973), se puede entender que la familia
es la base de la estructura social en la que se edifica el sistema político,
económico y cultural, y es en ella donde por primera vez el individuo recibe sus
primeros patrones de conductas, la cual lo demostrará en el transcurso de su
desarrollo como persona activa en la sociedad.
En el transcurso de nuestra vida aprendemos que no sólo la escuela educa, sino
también lo hace la familia, institución que por excelencia debe formar a las
personas. Por ello es importante que los hábitos, actitudes y valores se fomenten
en los hijos para ayudarles a entender mejor el mundo en que viven.”Los padres
y las madres de familia mediante su enseñanza y ejemplos, son los primeros
responsables de la formación de sus hijos, ya que influyen fuertemente en la visión
que estos tienen del mundo” (Crefal, 2000:1).
Los seres humanos nos relacionamos unos con otros, tenemos necesidades de
alimentación y cuidados que en nuestros primeros años son atendidos por los
adultos con quienes vivimos. También nos es indispensables comunicarnos con
otra persona, ser aceptados y amados y saber que pertenecemos a uno o varios
grupos. Esto es importante para dar un significado y un valor a nuestra vida, así
como para saber que tenemos un lugar en el mundo. Todo esto se obtiene
inicialmente en la familia.
Una familia es un grupo de personas que tiene lazos de parentesco, costumbres y
hábitos comunes. Cuando viven bajo un mismo techo, comparten formas de
entender al mundo, afectos, alegrías, tristezas, logros, fracaso, preocupaciones y
recursos económicos, a la vez tareas y responsabilidades como dar alimentos,
vestido y cuidados a las personas, particularmente a los menores, a los adultos
mayores y a los miembros de la familia con alguna discapacidad, educar a los
niños y a las niñas, ayudar a que sus integrantes sientan seguridad confianza
tranquilidad y valor como seres humanos, enseñar conceptos y prácticas que los
ayudarán a ser hombres o ser mujer, así como a relacionarse respetuosamente
con todas las personas, y transformar o mantener las costumbres y los hábitos de
la cultura y de la sociedad a la que pertenece
“La familia es un grupo donde los mayores tienen funciones importantes que
cumplir para ayudar a que los menores se hagan de conocimientos y cualidades
que lo fortalezcan en el camino por la vida” (Crefal, 2000:18).
La circunstancia en la que se desenvuelve una familia influye de una manera muy
importante en la formación de sus integrantes. Pero lo más decisivo son las
conductas y las pautas que se marquen para cumplir con las responsabilidades
que tiene con los hijos.
Todas las familias requieren en algún momento hacer algún ajuste y adaptarse a
las nuevas demandas, cambiar sus formas de relación, o bien organizar
participación de las generaciones que conviven en ellas. ”Para algunas familias la
vida puede ser más complicada que para otras, mientras que unas los problemas
se resuelven con facilidad, y por lo general las relaciones son mas tranquilas
respetuosas y armoniosas, en otras hay mayor dificultad para resolver sus
necesidades o comunicar sus ideas y deseos” (Crefal, 2000:8).
La primera institución educativa del niño es su propia familia cuya influencia será decisiva aun en los primeros años de su juventud. En muchos aspectos la función educadora del hogar es más fuerte que la de la misma escuela. La responsabilidad de los padres de familia en la educación de los hijos empieza de su nacimiento por ello se va haciendo más clara, más precisa la exigencia de que debe haber una íntima coordinación entre el hogar y la escuela para obtener los mejores resultados en la vida del educando. Es aquí donde tanto los padres de familia, como los maestros tienen que realizar actividades cívica de acercamiento entre una y otra institución para fomentar y reforzar los valores morales (Rubio 1967:58).
Históricamente la familia ha desempeñado un papel muy importante en la
educación del hombre, puesto que es la primera institución con la que el individuo
hace su primer contacto social, recibiendo una enseñanza de cómo actuar y
comportarse en ella, con el fin de prepararlo para la convivencia en la sociedad .
Los primeros valores morales que el hombre recibe son trasmitidos en el seno
familiar y es ahí donde se empieza a edificar su personalidad que va a manifestar
a lo largo de su vida, sin embargo, al llegar a la escuela es donde se puede
reforzar los valores y modificar sus actitudes incorrectas.
La preparación educativa que tengan los padres de familia es muy importante en
la formación del individuo ya que de este modo la familia contribuye a formar
personas valiosas para el bien de la sociedad.
Además es importante en los primeros años de vida del ser humano, puesto que
el niño en su desarrollo cognitivo tiene diferentes tipos de aprendizaje
manifestándose como una esponja donde adsorbe toda enseñanza que se le
inculca en su vida cotidiana provenientes de sus padres estas enseñanzas
pueden ser conductas, lenguaje, costumbres, etc. por lo tanto “ los padres deben
ser tomados en cuenta en las estrategias educativas en la enseñanza de los
valores morales, no hay que olvidar que en el ámbito de los valores, es en el
núcleo familiar donde se inicia el aprendizaje de los valores fundamentales”(León,
2003:61).
Tomando que la familia es la primera institución donde el hombre comienza su
formación y es importante que la educación que reciba sea la más adecuada para
construir un verdadero hombre de bien, y que los integrantes de la familia estén
comprometidos en inculcar buenos valores que contribuirán a que el individuo se
desarrolle como persona en cualquier ámbito de la sociedad.
2. 1.1 LA FAMILIA COMO INSTITUCIÓN SOCIALIZADORA
“La familia es un elemento vivo porque cada uno de sus elementos
interaccionan entre sí. Es un grupo primario se entiende como el conjunto de
personas que mantienen entre sí relaciones directas sobre la base de los lazos de
parentesco y de vivienda común” (Pulido, 2002:57).
Para sobrevivir, los seres humanos han necesitado la ayuda de las generaciones
anteriores durante un período de tiempo relativamente largo. Este hecho ha
llevado a todas las sociedades a organizarse en torno a grupos de personas que
generalmente conocemos bajo el nombre de familia. Dado la extensa cantidad de
modalidades que los diferentes grupos humanos han inventado para organizar su
convivencia, definir con absoluta concreción y validez que es la familia resulta una
tarea imposible.
Es conveniente utilizar la expresión de Tejada (1985), denominándolo estructuras
familiares para destacar, además, el hecho de que la familia ha conocido formas
organizativas muy distintas según el tipo de sociedad y el momento histórico.
Pero, independientemente de cuál sea su estructura la forma de las relaciones de
parentesco, de las costumbres matrimoniales, del tipo de control de la conducta
sexual o de la realización de cualquier otra función, la familia cumple con el
cometido de mantener y socializar al niño, al mismo tiempo que contribuye a
mantener el control social, constituyéndose en el primer agente de socialización, y
no sólo por ser el primero en actuar, sino fundamentalmente por el carácter
cualitativo de su influencia.
“La posición del padre o la madre es la de quien, sin ningún prejuicio o
disminución de su autoridad, humildemente, acepta el papel de enorme
importancia de asesor del hijo o de la hija, y de la tomas de la decisión que el va
a tener” (Freire, 1997:103).
En la fase infantil el ser humano comienza su integración social, y es en la familia
donde se aprende determinados comportamientos relativos a las formas de comer,
dormir, buscar abrigo, sentir, amar, comunicarse, sentarse, saludar, divertirse, reír,
gesticular, lavarse, jugar, vestirse, educar a los niños y, por otro, interioriza
creencias, valores, normas y técnicas de conducta, una estructura social
determinada, un modelo de conducta donde el sujeto aprende lo que está bien y lo
que está mal hecho.
Este rol fundamental permite comprender porqué las relaciones familiares que
pertenecen a un ámbito de intimidad, nunca han sido consideradas un asunto
privado y siempre han estado sometidas a un rígido control social. En nombre de
la trascendencia social que tiene la procreación y la educación de los hijos otras
instituciones sociales han ejercido un riguroso intervencionismo sobre la familia.
A todo esto hay que agregar que, en este grupo primario las relaciones que se
establecen entre los miembros involucran a cada individuo en su totalidad no sólo
a uno u otro aspecto de su personalidad. En la familia se produce, por tanto, un
aprendizaje y una interiorización profundamente emocional que la convierten en la
fuente de las influencias determinantes a las que el individuo está sometido en
todas las sociedades.
La familia es un modelo en el cual se va construyendo formas de conductas, es
por ello que está a cargo de una gran responsabilidad que es la de trasmitir a las
siguientes generaciones los valores que en ella giran, puesto que los harán
comportarse de una manera responsables y conscientes de sus actos en la
sociedad.
Los padres y otros adultos desempeñan sin duda alguna, un papel principal en la
temprana formación de normas morales, tanto por sus administraciones de
recompensas y castigos como por su modelado. Sin embargo, Piaget (1932),
reconoció que los intercambios sociales como los que efectúan en las pandillas,
en los juegos, proyectos, discusiones y en los debates, ejercen una influencia
fundamental en el desarrollo moral del individuo. Y al explicar el desarrollo
cognitivo sostuvo que el proceso de socialización es un medio de reducción del
egocentrismo del hombre. La socialización estimula al individuo y le permite
considerar las situaciones desde el punto de vista de otra persona.
Los fundamentos tradicionales, históricos, sociológicos y jurídicos de la familia
hacen resaltar la importancia que tiene la organización familiar como base, fuerza
creadora, ímpetu vital y papel destacado de la sociedad. Quizás pueda en un
momento determinado no existir una nacionalidad, pero los grupos familiares
jamás pueden faltar como antecedente y cimiento de la propia sociedad.
La familia como una institución educativa cumple un importante papel en la
educación del alumno, sin embargo es la escuela la que tiene obligación de
educar de una manera sistemática y formal, por lo que es importante abordar a
esta y su función educativa en la sociedad.
2.2 LA ESCUELA Y SU FUNCIÓN EDUCATIVA
Según López (2001) La escuela o su término tiene su origen en el
vocabulario griego donde ocupaban la sigla ocio para referirse a la voz schole que
quiere decir ocupación, estudio. De allí surgió la palabra escuela, nombre que se
dio a esta institución por las actividades que promueve.
La escuela se ha considerado como el lugar más apropiado para la formación en
valores o para reforzar lo que se realiza en seno familiar, o de la experiencia
diaria que se le presenta en sociedad. Además es un medio de socialización y de
convivencia, es decir, ante las presiones y obligaciones de la vida grupal, aprende
a armonizarse y a comportarse como otros en su grupo o cultura, obteniendo una
satisfacción dentro de él mismo, permitiéndole de manera fácil interactuar con los
que lo rodean ya sea fuera o dentro de una institución.
La escuela como espacio formal de la educación, cumple con muchas funciones
como la de propiciar un espacio de integración de individuos provenientes de
diferentes clases sociales, responder a la demanda social de capacitación y
desarrollo de habilidades necesarias para el aparato productivo del estado, y a las
diversas expectativas que cada sector social genera en relación con esta
instancia, “en nuestra sociedad las escuelas no son únicamente unas empresas
de servicio a favor de intereses privados concernientes a la formación y a la
promoción de los individuos, sino que han de servir también a unos intereses
públicos, tales como el de cuidar la unidad cultural”(Quintana,1998:236).
Ahora bien en cuanto a la escuela la consideramos como una organización
laboral que se caracteriza por lo organizativo, burocrático, sus normas, y su
sistema de roles desempeñados por profesores y alumnos que se diferencian de
las relaciones interpersonales del espacio familiar. ”La familia como la escuela se
reconoce como un espacio importante para la formación valoral. Sin embargo, es
la escuela que permite trabajar de una manera intencionada y sistemáticas con
ello” (Schmelkes, 1997:8).
Cabe mencionar que hoy en día se critica a la institución escolar por no incorporar
la formación valoral en sus actividades. No se incorporan con la misma
importancia los aspectos valóricos y formativos que los aspectos cognoscitivos,
por lo cual “no está orientada a desarrollar en los sujetos una conciencia moral
comprometida con la dignidad esencial de las personas ni con la verdadera
interacción democrática” (Ibídem, 1997:9).
El hombre tiene que aprehender a vivir sin conflictos dentro de la sociedad a la
que pertenece, tiene que aprehender nuevas formas de convivencia social,
enfrentar determinadas situaciones de poder, donde se reproducen diversas
tareas institucionales durante los años escolares que cursa el alumno, situación
que es propicia y útil y se puede aprovechar para poder pensar, reflexionar,
batallar, y dialogar en torno a los valores morales de manera menos complicada o
desordenada o bien de manera sistemática.
Es necesario que las vivencias en la escuela, se complemente con la experiencia
de la participación en actividades que tengan impacto en la sociedad, en esta línea
la escuela entendida como un organismo dinámico, de cambio y trasformación en
la conducta de los alumno, debe asumir la responsabilidad de formar en valores a
las nuevas generaciones como el respeto, igualdad, tolerancia y honestidad las
cuales actuaran en la sociedad de acuerdo como hayan sido formadas. Además,
se debe cuidar a la hora de transmitir los valores al alumno, ya que está en juego
su formación personal y es allí el momento en donde se debe concientizar al
individuo para una formación como persona de bien.
Al respecto se persigue dentro del ámbito educativo, el desarrollo de una
conciencia personal y la buena elección de valores universalmente válidos, en el
que los alumno puedan formar una conciencia ética que les permita adquirir
actitudes y comportamientos basados en el respeto a los demás, al igual en la
comprensión de la ética de los derechos humanos y la paz.
Es por ello la importancia de contar con un espacio adecuado y pertinente que
nos facilite el trabajo en valores y de la inculcación de los mismos. Es necesario
hacer de la escuela una comunidad justa y democrática, en donde todos los
alumnos tengan las mismas oportunidades, derechos y obligaciones, en donde
alumno y el padre de familia o profesor puedan comprometerse en un proceso de
cooperación, que les permita construir una escuela abierta al diálogo y por
consiguiente en otros contextos (familia, grupos de amigos, trabajo), que impactan
en la vida social.
Los intentos del hombre por el estudio de la formación de los valores morales en
el ámbito educativo han sido diversos, partiendo de la época antigua. Pero hoy en
día es cuando más se necesita de esta formación, puesto que nuestra sociedad se
ve cuartada por los grandes problemas sociales como es la drogadicción,
violencia, prostitución, injusticia, delincuencia, conflictos políticos, religiosos y
problemas económicos que agobian a la humanidad, y ponen en riesgo no sólo el
respeto por la dignidad de todo ser humano sino la vida misma.
Ante lo escrito podemos afirmar, que los valores nunca han estado alejados de la
humanidad como hoy en día, se critica a la institución escolar por no incorporar la
formación valoral en sus actividades. No se incorporan con la misma importancia
los aspectos valóricos y formativos que los aspectos cognoscitivos, por lo cual “no
está orientada a desarrollar en los sujetos una conciencia moral comprometida con
la dignidad esencial de las personas ni con la verdadera interacción democrática”
(Schmelkes, 1997:9).
Hoy en día en siglo XXI la sociedad se encuentra tan necesitada de estos
valores, es por ello que se requiere que la educación conlleva una profunda
formación en valores para el desarrollo humano y que éste tenga conciencia de
responsabilidad en cuanto a su relación y convivencia armónica con todo lo que
le rodea.
De acuerdo con lo que estamos viviendo en nuestra actualidad por falta de los
valores morales es necesario un cambio inminente en las acciones educativas
para que generen conocimientos, y promuevan la ejecución de nuevas estrategias,
métodos y técnicas novedosas que complementen y fortalezcan una verdadera
formación sistemática e integral de la sociedad, de modo que surjan sujetos,
profesionistas y políticos verdaderamente responsables y sensibles a los
problemas que enfrenta la sociedad , persiguiendo los intereses humanos.
La formación de los valores comienza por un aprendizaje social, deseando que
luego culmine en la aplicación consciente de esos valores, y se adopten todos
aquellos valores que se considere necesarios para la convivencia social.
Para nosotros todo sistema educativo postula de manera implícita o explícitamente
un modelo de moral. En México el currículum de educación básica y en los
niveles de educación superior se debe incluir la enseñanza y el aprendizaje de los
valores como un tema importante para apoyar la formación integral de los niños y
niñas así mejorar cada día la educación en valores morales.
Al respecto se persigue dentro del ámbito educativo, el desarrollo de una
conciencia personal y la buena elección de valores universalmente válidos, en el
que los alumno puedan formar una conciencia ética que les permita adquirir
actitudes y comportamientos basados en el respeto a los demás, al igual en la
comprensión de la ética de los derechos humanos y la paz.
La formación de los valores habrá de considerarse aquellos valores morales que
la sociedad ha llegado a formularse, en tanto que se conocen como universales,
o como valores compartidos, valores que la declaran como derechos humanos y
que podrían resumirse en dos sentidos: el respeto a la dignidad de cada persona
y la búsqueda continua de la justicia. La escuela habrá de tener un compromiso,
deberá defender y trasmitir los valores, ya que los valores permiten entender y
enfrentar los conflictos, buscar la manera de resolverlos de forma no violenta.
En síntesis, la escuela debe formar en valores conllevando a los alumnos a
reflexionar en torno a ellos y a practicarlos, en particular en lo que se refiere la
escuela mexicana, ésta se sustenta en la necesidad de asumir valores de
respeto a los demás , aprecio a la dignidad humana , libertad , justicia, igualdad,
solidaridad, responsabilidad, tolerancia y honestidad.
Según Schemaderer (1978), los valores se hallan presentes en la educación por
dos razones. Por un lado forman parte de los contenidos culturales que el
educador ha de proporcionar al educando a fin de capacitarlo para vivir; y por otro
lado, el propio educador necesita de valores como premisa racional para su
actividad pedagógica.
“La escuela debe estar orientada hacia el porvenir, poner en el presente y sobre
todo, en el futuro, considerando el pasado como una lección; debe organizar el
trabajo educativo de la manera más eficaz, sirviéndose de los métodos y formas
de acción que respondan a un verdadero progreso”(Jimenez,1978:7).
En la escuela se va a obtener un aprendizaje pero este se requiere del cuidado de
un agente inteligente sabedor de su materia ahí entra en juego el papel del
profesor, cuya función no esté encaminado sólo en el acto de enseñar, sino que
debe ser un sujeto capaz de hacer del hombre un ser social, con un sentido
humanitario y con valores bien cimentados como por ejemplo el respeto, igualdad,
equidad, solidaridad, entre otros. Para crear buenos valores y dejar las malas
acciones, debemos contrarrestar aquellos valores negativos, potenciar y trabajar
aquéllos que alentarán el desarrollo de nuestra persona.
Se considera “que si la escuela no forma valoralmente deja de cumplir la
importante función socializadora” (Tirado, 1994:146). La función socializadora de
la escuela implica reconocimiento y valoración ante la sociedad, también esto
implica formar para participar y ejercer el juicio crítico, como capacitar a los
alumnos para que tengan iniciativa de formular propuestas llevándolos a niveles
de complejidad creciente, esto sobre todo es cierto. “si consideramos que la
escuela actúa en paralelo con otros agentes socializadores, en ocasiones mucho
más potentes en cuanto tales que la propia escuela” (Teresco, 1992:34).
Se considera que si la escuela no forma valoralmente o lo hace en forma oculta no
será capaz de desarrollar al ser humano de manera integral. Se acepta cada vez
ampliamente que es necesario atender los aspectos que constituyen
analíticamente, al ser humano: el cognoscitivo, el afectivo y el psicomotor y que en
cualquier proceso educativo que desatienda alguno de estos aspectos, o que
enfatice uno por encima de los demás, resultará en un desarrollo desequilibrado
del ser humano.
Las relaciones sociales que suscitan en el espacio áulico forman una parte de la
personalidad del individuo, es por ella que la persona a cargo de la educación de
los alumnos debe cumplir su papel como un agente integrador de los individuos
haciéndolos participar sin importar las procedencias de los alumnos incluyendo
raza, religión, o clase social por lo que resulta importante desarrollar el siguiente
tema.
2.3 EL PAPEL DOCENTE EN LA FORMACIÓN DE VALORES
Enseñar, hoy día significa motivar e involucrar a los estudiantes en un
proceso de construcción y reconstrucción de sus propios conocimientos,
habilidades, actitudes, afectos, formas de comportamiento y valores. Es hacer que
vivan y sientan que la ciencia es una actividad humana y no un conjunto de
conocimientos que deben aprender de memoria. La mayoría de las corrientes
pedagógicas contemporáneas abogan por un cambio conceptual en la educación,
que generalmente consiste en mover el centro de atención de la enseñanza al
aprendizaje, en conceptualizar la actividad de estudio del alumno, considerando
que el profesor debe actuar como orientador, facilitador o mediador del
aprendizaje del estudiante. En nuestra opinión, el cambio conceptual en la
educación requiere necesariamente de una nueva concepción de la enseñanza,
del papel del profesor en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Según Tristá, (1985), El profesor, es el sujeto que enseña, que tiene a su cargo la
dirección del proceso de enseñanza aprendizaje, en tanto debe planificar,
organizar, regular, controlar y corregir el aprendizaje del alumno y su propia
actividad. Reyes (1999) afirma que el profesor debe estar en constante
interacción y comunicación con sus alumnos, con sus colegas y con el resto de la
comunidad de la institución donde labora. Se debe concebir como una
personalidad íntegra, relacionada con el contexto social en que se desempeña
como tal.
La comunicación que el docente entable con todo aquello que se relacione en su
labor educativa es de suma importancia en la enseñanza de los valores, ya que a
través de ella se va conociendo las características de los individuos que tiene a
cargo. Lo que diferencia al proceso de enseñanza aprendizaje de otros procesos,
es que lo que se transforma no es un objeto material inanimado, sino un ser
humano, una persona que se modifica a sí misma con la ayuda de otras personas
más capaces, especialmente con la guía, orientación y mediación del profesor. Es
por ello que el objeto de la actividad del profesor no es exactamente el alumno,
sino la dirección de su aprendizaje; pero para que dicha dirección sea eficiente, el
profesor debe concebir al alumno como una personalidad plena que con su ayuda
construye y reconstruye sus conocimientos, habilidades, hábitos, afectos,
actitudes, formas de comportamiento y sus valores.
Unas de las cualidades que debe poseer el docente dentro de su labor son los
motivos e intereses que lo impulsan a desarrollar su actividad y éstas pueden ser
de diversas índoles como el formar sujetos con virtudes, ser reconocido como un
ser con grandes valores. Cuando el profesor ama la labor que desempeña, siente
la necesidad interna de elevar la efectividad del proceso de enseñanza
aprendizaje, de motivar a sus alumnos por el aprendizaje de la materia que
imparte, y de contribuir al crecimiento personal de cada uno de ellos. Sin embargo,
si los motivos son extrínsecos, ajenos a la esencia del proceso que dirige, con
frecuencia el profesor limita su labor fundamentalmente a la simple transmisión de
los contenidos de la materia.
Las insuficiencias en la personalidad del estudiante en gran medida están
condicionadas a dicho facilismo pedagógico que consiste en una disminución de
las exigencias docentes, como la selección de tareas o ejercicios que no requieren
estrategias intelectuales complejas; dar al alumno facilidades adicionales
excesivas para que apruebe las materias; la enseñanza que sólo persigue la
reproducción de los contenidos por el alumno, que no le plantea situaciones que
hagan necesaria su iniciativa y creatividad. De acuerdo con González (1995),
estas cuestiones alientan el facilismo en el aprendizaje, generando en el
estudiante un rechazo hacia todo aquello que se le dificulta y requiera un
esfuerzo, por lo que a su vez atentan contra el desarrollo de sus cualidades
volitivas y de valores, tales como el sentido de la responsabilidad, la perseverancia
y la tenacidad ante las tareas.
Para la elaboración de un proyecto de educación en valores, el factor
determinante para su buena función es el ambiente que el docente propicie en el
aula; el ambiente se va generando en la forma del cómo va desarrollando su
metodología de trabajo, la metodología es la que va a permitir que el alumno
construya su autoestima y su escala de valores. En esta distribución es el
facilitador, promotor del conocimiento, fija y controla las actividades y tiempos en
el salón de clases distribuye privilegios y sanciones; incumbe a los alumnos en
esta relación para recibir los contenidos y subordinase a las disposiciones de él.
Para que el docente esté convencido de la necesidad de hacer modificaciones en
la planeación didáctica y su práctica educativa, dedicarle tiempo, esfuerzo y
creatividad a la educación en valores, se precisa que en la institución se viva un
proceso de análisis de la finalidades de la educación a corto, mediano y largo
plazo hará que se adquiera una mayor claridad acerca de los objetivos y
propósitos de la educación en general.
“El docente necesita ser arte de la necesidades y no un mero tornillo en el
engranaje también necesita reconocerse, como parte esencial del proceso
educativo del ciudadano y asumir esto como la finalidad de la educación escolar a
partir de la constitución del país” (Guerrero, 1998:81).
Para que el docente pueda transmitir una educación en valores debe tener una
congruencia entre la vida personal y la vida profesional, que es una condición
indispensables para trabajar en los valores al mencionar que la parte más difícil
“es la dividir los valores que forman parte del componente educativo” (Palacio,
1995:10).
Para que el docente pueda transmitir una educación en valores debe tener una congruencia entre la vida personal y la vida profesional, que es una condición indispensables para trabajar en los valores al mencionar que la parte más difícil “es la dividir los valores que forman parte del componente educativo” (Palacio, 1995:10).
Para que el docente considere los valores en su metodología de trabajo, debe
dejar a un lado su papel tradicionalista y ser un integrante más de un equipo de
aprendizaje, de tal manera que el proceso gire en torno a los intereses y
necesidades de los educandos, con la disposición de aprender de otros individuos,
sometiéndose a críticas provenientes de ambas direcciones, también debe de
aplicar estrategias de aprendizajes en trasmisión de conocimientos buscando
favorecer la autonomía del alumno. El docente es uno de los elementos importante
en la educación, puesto que él tiene las herramientas de trabajo para intensificar y
modificar los valores que trae el alumno del seno familiar.
El educador tiene sin duda, una responsabilidad pública, por su labor que ejerce
dentro de una institución. Su trabajo consiste en trasmitir conocimientos y una
forma de vida que contribuya las bases para que el hombre al que se está
educando no sólo pueda llegar a desenvolverse bien en la sociedad que les
tocará vivir sino que puedan contribuir a mejorar esa sociedad.
El desarrollo moral del individuo tiene muchas implicaciones para los profesores
en general, para la interacción profesor-alumno en particular el conocimiento de
los componentes cognitivos, conductual y emocional del desarrollo moral debe
servir a un profesor de herramienta para incluir sobre las conductas de los
alumnos.
Mientras que existen teorías sobre componentes cognitivos del desarrollo moral,
se sabe menos sobre la líneas evolutivas características de los componentes
conductual y emocional del desarrollo moral. No obstante, existen suficientes
datos que indican que los profesores pueden hacer mucho para fomentar el
desarrollo moral independientemente de la edad de los estudiantes.
En esta distribución el maestro es el transmisor del conocimiento, fija y controla las
actividades de tiempos en el salón de clases distribuye privilegios y sanciones;
incumbe a los alumnos en esta relación a recibir los contenidos y acatarse a
ciertas normas que ejecuta en el que hacer docente.
El hombre en el transcurso de la vida adquiere los valores a través de una
educación, ésta es impartida por las dos instituciones educativas que tienen una
gran responsabilidad en la sociedad que es la de formar a seres humanos con
valores morales básicos que de una manera satisfaga sus necesidades, no
obstante cooperar para el desarrollo de la comunidad a la que pertenece,
desempeñando en el los valores morales adquiridos; siendo importantes
abordarlos de una mas profunda en el siguiente capítulo.
CAPÍTULO III
VALORES MORALES BÁSICOS PARA LA FORMACIÓN DEL SER HUMANO
El valor moral es una virtud que hace del hombre un verdadero ser humano,
que lo identifica de las demás personas por su forma de actuar y comportarse, es
por ello importante que la educación que se recibe desde la familia y la escuela
estén enfocado a una formación en valores, el respeto, la honestidad y la
prudencia puesto que son prioritarios para que se pueda dar una convivencia
social y armónica en los seres humanos.
Este capitulo se abordaran los valores morales antes mencionados, analizando la
forma en el docente trasmite y practica los valores con los alumnos en el espacio
áulico. De acuerdo con Llergo (2001), la sociedad la conformamos los seres
humanos, donde los valores son cultivados y proyectados de diferentes formas
dependiendo el grupo o lugar en el que se encuentre.
“Filósofos griegos consideraban el valor como una virtud del hombre, según la corriente aristotélica propone que el fin del
hombre es la felicidad y esta sólo se puede alcanzar en el perfeccionamiento a sí mismo, en la medida que desarrolla sus capacidades y habilidades será más perfecto, y estará más realizado. El hombre está compuesto por cuerpo y el alma y debe desarrollar ambos no obstante el cuerpo es algo que comparte con los animales, en cambio el alma y especialmente la actividad intelectual es algo propiamente humano” (Balderas, 2002:88).
El valor moral es una virtud que hace del hombre un verdadero ser humano, que lo
identifica de las demás personas por su forma de actuar y comportarse, es por ello
importante que la educación que se recibe desde la familia y la escuela estén
enfocado a una formación en valores, el respeto, la honestidad y la prudencia
entre otros. De acuerdo con Llergo (2001), la sociedad la conformamos los seres
humanos, donde los valores son cultivados y proyectados de diferentes formas
dependiendo el grupo o lugar en el que se encuentre.
A continuación se hará referencia de algunos valores morales que a nuestro juicio
consideramos como fundamentales para la formación del ser humano. Además
para sustentar nuestra investigación sobre los valores morales y corroborar los
planteamientos teóricos, se aplicó como instrumento principal la observación,
acompañada de la entrevista a alumnos de primer grado y al docente a cargo de
este grupo de la Escuela Primaria Valentín Gómez Farías; en el que se hará
mención en el desarrollo del capitulo.
3.1 EL RESPETO
“El respeto es el trato interpersonal apoyado en el reconocimiento de la
dignidad humana” (Llergo, 2001:170). Este valor se hace extensivo al trato con
los demás, se reconoce en uno mismo, para los demás se puede catalogar como
un derecho, dándole a cada quién su valor. “El respeto es, o debiera ser, la
obligación de un individuo hacia otro, de reconocimiento y aceptación de sus
cualidades personales y comunitarias” (León, 2003:100).
De acuerdo con Llergo (2001), el valor del respeto tiene tres dimensiones: el
respeto por uno mismo que consiste en tratar nuestra propia vida como algo muy
valioso; el respeto por los demás que es tratar a todos los seres humanos como
iguales a nosotros, aunque con algunos no haya mucha afinidad; y respeto por
nuestro entorno busca evitar la crueldad hacia los animales, cuidar el equilibrio
ecológico, propiciar un ambiente material y humano, sano y agradable.
Los alumnos que observamos muestran poco respeto entre sus compañeros
puesto que no tienen un conocimiento teórico y actitudinal de esto, sin embargo, el
docente en sus actividades fomenta el respeto no teniendo mucho éxito en la
enseñanza, inferimos que es por la etapa de desarrollo cognitivo en la que se
encuentran como la educación que recibe en sus hogares, puesto que la mayoría
de los alumnos son de bajos recursos económicos provenientes de familias
disfuncionales como padres que muestran poco interés en la educación de sus
hijos.
El valor del respeto en uno mismo debe ejercerse mostrando aprecio y cuidado
por todo lo que nos rodea, demostrando así que el hombre es digno de respetar y
ser respetado. Debemos cultivar el respeto en uno mismo para construir una
sociedad llena de fraternidad, en busca de un bien social. El respeto en primera
estancia debe estar enfocado al cuidado de nuestro cuerpo, no realizar acciones
que puedan representar un daño personal; es aquí donde la integridad tiene que
ser lo más valioso y con esto demostrar el respeto hacia uno mismo y así gozar
para así poder gozar de tu bienestar físico y mental. El “respeto significa
responsabilidad hacia uno mismo y esto a la vez significa ser libre” (Kant citado en
Heidegger; 2000: 169).
De acuerdo con Heidegger (2000) y retomando a Kant, el sentimiento moral es el
respeto. En el respeto debe hacerse patente en la conciencia moral de sí mismo,
la persona moral que es la auténtica personalidad del hombre: esto es también la
honestidad, con uno mismo y con los demás.
La importancia de respetar a los demás consiste en reconocer que son personas,
y forman parte de nuestro mundo por ejemplo nuestras familias, amigos, maestros,
vecinos entre otros; cada uno de estos grupos sociales en el que el individuo
interactúa cotidianamente necesita mostrar este valor que es de suma importancia
para poder convivir en armonía, y que como ser humano debemos hacer fomentar.
Dentro del salón de clases los alumnos no muestran respeto entre compañeros ya
que los niños más grandes golpean a los más pequeños y se roban sus
materiales escolares o dinero, en algunas ocasiones el docente se cansa de ver
estos actos se altera y comienza a pegarles con una regla tratando de que se
tranquilicen y no lo vuelvan hacer perdiéndoles así el respeto.
El respeto debe manifestarse en uno mismo, cuidando de su integridad física y
demostrando que este valor está listo para postergarse hacia la sociedad, incluso
en la propia naturaleza que hoy en día por falta de respeto y conciencia se
realizan actos que perjudican y alteran nuestro medio ambiente, siendo el ser
humano el más perjudicado.
Una forma de demostrar el respeto a la naturaleza es cuidando el agua, aire y
suelo elementos importantes para la sobrevivencia del hombre y su medio natural.
Para mantener vivo nuestro planeta es necesario que nosotros como
responsables del mismo, contribuyamos a las acciones de reforestación, para
que la tierra no sufra desequilibrios ecológicos y desastres naturales (huracanes y
terremotos), contribuyendo así al desarrollo sustentable.
El respetar nuestra naturaleza nos proporcionará una vida mejor, para que la
humanidad pueda vivir con seguridad y abundancia.
Así, el hombre estará construyendo una vida mejor para las generaciones futuras
basada en los valores de la educación que establezcan una vinculación con la
naturaleza y así mejorar la calidad de vida.
“El valor del respeto es el trato interpersonal apoyado en el reconocimiento de que toda persona tiene la misma dignidad y, por eso, es sujeto de derechos humanos. Todos los hombre nos debemos mutuamente respeto, porque no hay ningún ser humano que no aventaje a otro ser humano en alguna cualidad” (Llergo, 2001:56).
El respeto se impulsa cuando se sabe admitir las diferencias y cualidades en lo
demás, tratando de ayudar a superar sus defectos que puedan ser físicos e
intelectuales en su persona, que en la realidad es difícil de lograr, pues lo común
es rechazar lo distinto a nosotros, puesto que se requiere cierto grado de
madurez para descubrir y no envidiar las cualidades de nuestros semejantes.
Bajo las ideas de Likona (1995), el respeto hace posible un desarrollo personal
saludable, mejorando las relaciones interpersonales con actitudes de servicio y
cuidado de los demás, y promoviendo una sociedad humana y democrática que
admita las relaciones interpersonales, para un mundo justo y pacífico que
garantice el fomentar los valores humanos según las capacidades físicas e
intelectuales.
Hans discípulo de Heidegger (2000), considera que: basta el respeto a la ley moral
si éste no viene acompañado del sentimiento por la responsabilidad que vincula
este sujeto a este objeto y nos hará actuar por su causa, en efecto la
responsabilidad está en el poder que se tiene de causar un daño, o un beneficio
de todo aquello que se encuentra en el campo de la acción. La palabra
responsabilidad significa responder o asumir las consecuencias de los actos y
solamente se entiende en el sentido de interpretar la libertad como poder respetar
o no respetar aquello que es valioso. A ese sentimiento de responsabilidad, y no a
la responsabilidad formal y vacía de todo agente por su acto, es la que nos
referimos cuando hablamos de la ética, hoy necesaria.
Si el sentido de responsabilidad se fundamenta más en el cumplimiento del deber
por temor al castigo, entonces la responsabilidad no sería un verdadero
compromiso; el verdadero compromiso es siempre moral y por lo tanto voluntario
porque está en función del aprecio y respeto de aquello de lo que es responsable.
Lo contrario de la responsabilidad es la irresponsabilidad. “El jugador que se juega
su fortuna en el casino actúa con ligereza; y si la fortuna no es suya sino de otro,
actúa de manera criminal; pero si es padre de familia, entonces actúa
irresponsablemente aún en el caso de que su fortuna sea indiscutiblemente suya,
y esto con independencia de que gane o pierda.” (Hans J.; 1995:165).
El ejemplo es claro y nos dice que el ejercicio del poder sin la observancia del
deber constituye una ruptura de esa relación de fidelidad que es la
responsabilidad. La educación es uno de los medios más efectivos para la
formación del individuo, es por ello que tiene la responsabilidad de ver qué tipo de
educación hay que dar al hombre para su formación y su buen desempeño en la
sociedad.
Dentro de sus contenidos debe estar presente la inculcación de valores, que hoy
en día se ha estado perdiendo en cada una de las instituciones y sociedad. El
valor del respeto debe ser tomado en cuenta como uno de los principales valores
a enseñar en las instituciones. El enseñar el valor del respeto según Llergo (2001),
hará posible una convivencia humana cordial, y todo conflicto que se presente en
cualquier ambiente social se resolverá de manera amistosa, sobre todo cuando
alguna persona es hostil o agresiva.
Para concluir debe hacerse referencia que para fomentar el valor del respeto en el
individuo, se debe tomar en cuenta dos grandes instituciones educativas que son
la familia y la escuela que serán la médula principal para lograr en el individuo
obtenga una excelente formación, y a la vez hacer de él un hombre de bien, para
fundamentar lo que hemos venido hablando en las observaciones realizadas nos
percatamos de que algunos padres de familia tienen esa función de contribuir con
la institución, ya que a la hora de salir de clase ellos van a recoger a sus hijos a la
escuela y se percatan del el comportamiento de ellos, es ahí donde se dan cuenta
de las conductas deseadas y no deseadas, y donde el docente en conjunto con
la familia deben trabajar para lograr estos cambios, y sacar adelante a la
educación.
3.2 HONESTIDAD
“La honestidad es la manifestación veraz del ser personal” Llergo
(2001:168). Y un elemento de gran importancia en el ser humano porque una
persona honesta y agradable, se distingue en su forma de ser y quien es honesto
es bondadoso, amable, correcto, y siempre acepta sus errores; sus sentimientos
son puros y transparentes, su buena autoestima lo ayuda a ser mejor cada día, y
no aparenta lo que no es, lo que proyecta a los demás es real.
La honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y lo que se hace, conducta que se observa hacia los demás y se exige a cada quien lo que es debido. La honestidad contribuye a que la persona equilibre de manera objetiva el modo de manifestar la intimidad y sepa poner en su justo medio el sentimiento natural de pudor y vergüenza, queda origen a la privacidad y la capacidad de compartir lo íntimo, sobre todo con personas afines. Una persona honesta es en ecuánime y centrada, aprecia los talentos que posee sin exagerarlo ni empequeñecerlo. Este fruto se adorna con el porte exterior, el modo de hablar, de vestir, de tratar a los demás y el comportamiento social. La honestidad está estrechamente vinculada con las virtudes de la sinceridad y la sencillez (Llergo, 2001:40).
Para ser honesto es importante ser sincero con uno mismo, fiel con quienes
convivimos o tratamos. Ser honesto es tener un comportamiento adecuado,
correcto, justo y desinteresado. Si podemos hacer un listado de las cualidades que
nos gustaría ver o mejor aún poseer, seguramente diremos que la honestidad
garantiza confianza, seguridad, responsabilidad, confidencia, lealtad e integridad
para todo ser humano que lo hacen ser una persona integra en la sociedad.
Dentro de la institución Valentín Gómez Farías se observó que el valor de la
honestidad se hace presente en todo el personal que ahí labora, ya que si algún
niño pierde su dinero u otro objeto pasan en cada salón para encontrar al dueño
dando así un ejemplo del verdadero valor de la honestidad, al respecto con los
niños dentro del salón no existe este valor por que en muchas ocasiones se
perdió dinero y nunca fueron honestos en aceptar quien lo hizo o devolver el
objeto perdido .
Siendo honesto se tiene el reconocimiento de los demás, porque el interior y el
exterior son el reflejo el uno del otro. No existen contradicciones entre los
pensamientos, palabras o acciones. Esta integración te proporciona claridad y
ejemplo a los demás; ser interiormente de una forma y exteriormente de otra,
ocasiona daño y conflictos, porque no se puede estar cerca de los demás ni los
demás querrán estar cerca de una persona que no es confiable o digna de
confianza, el valor de la honestidad es visible en cada acción que se realiza. Tal
valor no es reflejado por los alumnos debido a que su nivel intelectual no alcanzan
a comprender el verdadero valor de la honestidad.
Cuando se vive con honestidad, hay cercanía y cariño; sin estos principios la
sociedad no puede interactuar armónicamente, esto significa nunca hacer un mal
uso de lo que se nos confía, por ejemplo, usar los recursos de manera adecuada
para las necesidades básicas, pues los recursos bien utilizados crean bienestar y
se multiplican.
La persona comprometida con el desarrollo y el progreso de su vida personal
como social mantiene una actitud honesta como un principio para construir un
mundo de paz, sin desperdicios y con más esplendor; los individuos que muestran
este valor son personas consciente de la realidad social en la que vivimos
actualmente la verdad es el valor originario, un requisito para la madurez del fruto
de la honestidad. En este florecen las buenas ideas, la honestidad surge de la
idea que se tiene de uno mismo inscrita en el valor de la intimidad y de la que se
tiene de los demás, para compartir y resguardarse en ellos, gracias al valor de la
comunicabilidad. La honestidad surge del valor originario que vuelca su savia en
el fruto llamado verdad.
Cuando el hombre se vuelve honesto se dice que es un ser agradable, es
bondadoso y correcto en su persona sin embargo ser honesto implica que el
hombre tenga la capacidad de discernir entre las acciones bunas y malas entre la
sociedad, es ahí donde la escuela cumple un papel muy importante en la
educación, instruyendo al individuo en formar actitudes que lo distinga de los
demás dentro del ámbito social en el que se encuentra, porque toda decisión
tomada en su que hacer cotidiano no sólo estará tomando en cuenta sus interese
sino lo de una sociedad en conjunto.
3.4 LA PRUDENCIA
“La prudencia proviene del latín pre videre que significa ver antes, tener
visión; lleva a adelantarse a los acontecimientos, medir las acciones y las
consecuencias (Llergo, 2001:114).
La prudencia como virtud moral lleva a la persona a encauzarse para tomar
postura, a actuar o no actuar según las consecuencias y finalmente a encauzar a
los demás. Nos ayuda a fijar objetivos ambiciosos pero realistas, y a elegir en
todas las circunstancias, los mejores medios.
La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden
producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto
en cualquier circunstancia. La prudencia en su forma operativa es un puntal para
actuar con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida.
Prosiguiendo con las ideas de Llergo (2001) podemos decir que la prudencia
consigue la aplicación de la inteligencia para una correcta actuación. Y que es una
virtud intelectual que no realiza por sí misma acciones morales.
Sin embargo, también es virtud moral porque exige y determina la reactitud del
desear, querer y obrar. Es tan discreta que pasa inadvertida ante nuestros ojos.
Nos admiramos de las personas que habitualmente toman decisiones acertadas,
dando la impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y con éxito todo lo que
se proponen; conservan la calma aún en las situaciones más difíciles, percibimos
su comprensión hacia todas las personas y jamás ofenden o pierden la
compostura.
”La prudencia indica el justo medio, y varía según las personas y las
circunstancias, motivo por el cual la virtud es personal, no se puede estandarizar”
(Llergo, 2001:106).
Haciendo énfasis en la cita de Llergo podemos decir que tal aportación es
acertada, ya que la prudencia en el individuo va a variar según su
comportamiento.
El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera
en que nos conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más trabajo nos
cuesta es reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia, la gran mayoría
de nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el trato con las personas o
formar opinión, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor, una
percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada
información.
La falta de prudencia siempre tendrá consecuencias a todos los niveles,
personales y colectivas, según sea el caso. Es importante tomar en cuenta que
todas nuestras acciones estén encaminadas a salvaguardar la integridad de los
demás en primera instancia, como símbolo del respeto que debemos a todos los
seres humanos.
El valor de La prudencia en el salón de clases se puede apreciar de manera vaga
en los alumnos puesto que ellos no lo ejercen en todas las situaciones que se le
presentan en sus actividades académicas, puesto que se comportan inquietos y
espontáneos no mostrando ser prudentes en la manera de dirigirse al docente
respecto a las dudas ,preguntas o acciones dentro del aula, haciendo énfasis que
las niñas muestran ser mas prudentes en su conducta será por la diferencia de
genero que las mujeres son mas sumisas por la educación que reciben en el seno
familiar.
Para logar la honestidad en el niño es importante la participación de maestros y
padres de familia ¿por qué es importante esta participación? son quienes están
más en contacto con él, y son los que conocen las actitudes y aptitudes del niño,
al unir estas dos fuerzas se logras que el niño comience a poner en práctica este
valor que es de primordial en la formación del hombre.
El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, la
persona prudente muchas veces ha vagado, pero ha tenido la habilidad de
reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe rectificar, pedir
perdón y solicitar consejo. La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de
generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura,
perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos.
Se dice que una persona honesta posee cualidades como la de reconocer que se
equívoco y trata de rectificar su error sin embargo cuando individuo comete un
acto inadecuado es difícil que reconozca por iniciativa propia ese error por temor
al de ser rechazado por los demás.
Para cimentar la prudencia es importante que la educación como agente
socializadora tome muy en cuenta este tipo de valor para lograr en el ser humano
un ser capaz de actuar de manera eficaz con todos los seres que lo rodean.
3.4 TOLERANCIA
De acuerdo con Abbagnano (982), la defensa de la tolerancia10 surgió
históricamente entre el conflicto de una iglesia mayoritaria y sus disidentes. En el
Siglo XVI se habló por primera vez de tolerar a los equivocados en cuestiones de
fe. El principio de tolerancia fue establecido en gran medida por el grupo italiano
de reformistas dirigidos por Fausto Sozzini que en 1574 rechazaron la doctrina de
la Trinidad (doctrina religiosa católica que basa en la creencia de tres dioses en
uno solo), fueron los fundadores de la corriente reformista llamada unitarismo.
“Bajo la idea de guerra y la idea de esfuerzo subyace la noción de tolerancia, Por
un humanismo herético” (Sahel, 1993:16). “La tolerancia es la virtud moral y cívica 10 Tolerancia: Cualidad del individuo que lo hace responder a los estímulos violentos o contradictorios con flexibilidad, paciencia y autocontrol, aun cuando se contrapongan a su propio esquema de valores o creencia (Lira 2003: 1893).
que consiste en permitir la realización de acciones, preferencias y creencias
aunque no sean consideradas como lícitas, sin embargo, no son impedidas por la
autoridad con poder de impedir” (Savater1990:30).
La tolerancia es saber respetar a las demás personas en su entorno, es decir en
su forma de pensar, de ver las cosas, de sentir y es también saber discernir en
forma cordial en lo que uno no está de acuerdo con los demás esto es la
tolerancia respeto con igualdad sin distinciones de ningún tipo.
Para Amuchástegui (1998), cuando alguien llama intolerante a otra persona es
porque reconoce que la tolerancia es buena, en este sentido es reconocer que la
tolerancia no significa “aceptar todo”, el individuo que es tolerante se antepone a
la intolerancia y asume el compromiso a favor de la tolerancia.
“La consideración de la tolerancia como un valor se inserta necesariamente en una concepción moral determinada que obliga a ser intolerante en ocasiones determinadas, siendo la noción de derechos humanos el elemento definitivo en la fijación de las ocasiones en las que uno debe ser intolerante” (amuchastegui, 1998:58).
Según Voltaire (1948), la tolerancia es patrimonio de humanidad, ya que a través
de ella, facilita la convivencia con diferente grupos sociales e ideológicas, es la
libertad de acto es decir, un ejercicio concreto, intelectual y moral. Por ello quien
tolera lo debe hacer, aun manteniendo la convicción de que sus creencias son
verdaderas o superiores valorativamente a las del otro, no obstante, tiene que
respetar por amor de su libertad, la tolerancia implica ciertamente respeto al otro.
El respeto incondicional a los demás y a sus ideas, se promueve como el bien
positivo de manera favorable, pero no es el único bien.
“La tolerancia es un término muy cuestionado en la actualidad y suelen entenderse como sinónimo de respeto. Esto es totalmente falso. Generalmente se dice que es una actitud de flexibilidad y autocontrol como repuesta a estímulos que se contradice, se opone e incluso, violentan los valores y creencias de un individuo o grupos” (león, 2003:101).
Raphael (1988), fundamenta que la tolerancia se basa en el respeto a la persona
como agente moral. Claro está que la tolerancia es un caso más estricto y
exigente de tal respeto, pues supone ejercerlo incluso cuando los fines o actitudes
de los otros merezcan una desaprobación moral. Los límites de la tolerancia como
el desacuerdo parecen coincidir con los límites de la moral, cuyo principio
normativo es el respeto al otro, de modo que cabría concluir que sólo se está
obligado a tolerar lo que está moralmente permitido. Pero, de ser así, se destruye
el sentido de la tolerancia por hecho de no estar de acuerdo con una misma
ideología, que implica, como se ha mostrado, que haya de por medio una
desaprobación moral.
La tolerancia es un compromiso radical con la democracia y los derechos del
hombre. Esto se da en la medida en que nosotros seamos coherentes y
consecuentes con tales derechos, preservando un límite constitutivo de la misma
tolerancia.
La tolerancia es un valor moral de gran importancia en la educación en los
individuos del nivel básico, y primordialmente en el primer grado de educacion
primaria puesto que es aquí empieza la segunda fase de socialización secundaria
donde va aprender una serie de conocimientos enfocados a la lecto escritura y a la
adquisición de valores y actitudes que lo harán u individuo consiente de la realidad
social.
En esta etapa de evolutiva (niñez), la tolerancia es aplicada por el docente en el
aula y en sus estrategias de aprendizaje, sin embargo, el grupo observado es muy
numeroso hablando pedagógicamente donde la enseñanza tiene sus
complicaciones ya que se cae en la repetición de actividades ocasionando que el
docente comience con agresiones verbales como físicas a sus alumnos en la
trasmisión de estos conocimientos brindados , en lo que respecta a los discentes
muestran ser tolerantes entre ellos puesto que trabajan en equipos y sacan
adelantes sus actividades no recurriendo a las agresiones fiscas, aunque cabe
mencionar que en algunas ocasiones discuten por la forma de trabajar.
La educación tiene el gran compromiso de formar en valores como la tolerancia,
ya que es un valor de gran índole para la sociedad que contribuirá a formar
sujetos capaces de involucrarse en una humanidad multicultural en la que se vive
y en donde surgen cambios a la los que debe enfrentar con responsabilidad,
acatándose a las nuevas normas que se establezcan en los diferente grupos
sociales en las que se desenvuelve.
El valor de la tolerancia en cada institución debe ser fomentado de una manera
objetiva para cultivar satisfacciones de felicidad, en nuestra familia, vecino,
amigos y de nuestra comunidad en general. Cultivar valores de tolerancia nos
convierte en un modelo de persona digna a imitar y de seguir su ejemplo. He aquí
se vera el reflejo de la educación formal.
En esta labor se requiere de un trabajo en conjunto donde participen todas las
personas involucradas en el proceso educativo, donde no sólo se instruya de
manera intelectual si no de actitudinal, puesto que la práctica de los valores hacen
que estos perduren en la sociedad.
La sociedad como grupo de seres humanos con diversas culturas donde se
convive, se participa y se interactúa diariamente, deben establecerse con la
práctica de los valores positivos, los cuales se enseñan en la familia y se
complementan en la escuela siendo reflejados en la sociedad, desde una
dimensión práctica porque este último espacio cumple la función de ubicar a
cada individuo en relaciones sociales que exigen la exteriorización de los valores.
Esto sucede en toda naturaleza social, pero el hombre de manera autónoma e
intencionada debe alcanzar su plenitud humana, mediante el diálogo y la práctica
valoral que harán posible la amistad, la comprensión, el amor, el respeto, la
ayuda mutua y relaciones interpersonales armoniosas que permiten desarrollar un
espíritu bondadoso dejando por un lado las complejidades y adversidades
negativas como: el egoísmo, la envidia y la superioridad personal.
Afortunadamente los valores morales han prevalecido desde la antigüedad
sirviendo como guía para los individuos formando en ellos actitudes positivas que
lleven a lograr armonía social y conciencia valorativa.
De acuerdo a nuestras observaciones realizadas en la escuela primaria Dr.
Valentín Gómez Farías, en el primer grado, grupo único; logramos constatar que
se da un espacio y disponibilidad para modificar las actitudes negativas
procedentes de la enseñanza familiar, ésta se ve reflejada en la estrategia de
enseñanzas y actividades aplicadas por el docente mostrando coherencia con lo
que enseña y actúa en el proceso de enseñanza – aprendizaje, es importante
trasmitir valores al mismo tiempo en que se instruye al alumno llegando así a una
formación integral del individuo donde adquiera cualidades que lo hagan capaz de
integrarse a la sociedad de manera sencilla.
Estos valores morales como la tolerancia, prudencia, honestidad, respeto, hacen
del trabajo docente un intercambio de conocimiento de manera recíproca con los
alumnos obteniendo ambas partes sus objetivos académicos como conductuales
con el fin de lograr una trasformación en la sociedad.
En el grupo de alumnos de la escuela observada, nos percatamos de que
fomentan en el alumno el valor del respeto y la honestidad, realizando actos que
sirvan como ejemplos en el alumno (devolver objetos perdidos), estos actos en el
los alumnos de primer grado es de gran ayuda para reforzar cada uno de los
valores que se están formando en él.
El docente es otro agente que promueve la participación de los valores respeto,
honestidad, prudencia y tolerancia, evidentes en sus actividades diarias con
acciones que fomenten los valores morales, mostrando interés y compromiso
profesional por lograr que sus alumnos actúen de manera positiva, los alumnos
son amistosos, algunos inquietos y rebeldes pero atentos a la hora de clases
siempre y cuando el docente busque la forma de atraer su atención.
El trabajo docente es un factor clave en la educación en valores ya que depende
de su dedicación y esfuerzo el éxito de formación académica de los alumnos no
obstante el docente que está a cargo del primer grado ratifica su compromiso
social brindando un tiempo extraescolar a sus educandos con el fin de lograr la
transformación de sus dicentes para un bien común.
La organización que existe dentro de esta institución es otro de los factores
importante con los que cuenta la escuela, mantienen una organización adecuada
y en sus actividades demuestran actitudes como el valor del respeto, honestidad,
prudencia en estos valores son captados por los niños a través de la convivencia
que tienen sus maestros.
Ante esto, confirmamos que la escuela y el papel que desempeñe el docente, en
especial en el nivel primaria, resulta ser el espacio idóneo para fomentar los
valores morales y construir en cada niño y niña ideas y actitudes positivas que
permitan no sólo la satisfacción y enriquecimiento de la vida personal, sino
también la estabilidad y desarrollo de nuestras sociedades.
La escuela como institución formal de la educación cumple la función de educar a
las nuevas generaciones contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los
individuos, sin embargo esta educación debe ser complementada con la
enseñanza de los valores morales ya que a través de ello se podrá formar una
sociedad justa donde el ser humano pueda desenvolverse de una manera plena
acatándose a las normas impuestas por el hombre, respetando creencias y
ideologías de los diversos grupos sociales en los que pueda participar en el
transcurso de su vida social.
La educación de los valores morales que se enseñan en la escuela Valentín
Gómez Farías y hablando específicamente en el primer grado único de esta
institución educativa deben ser trasmitidos en la teoría como en la práctica dentro
y fuera dela escuela, para hacer con el modelado una herramienta de la
enseñanza que cause impacto en las conductas de los individuos de cierta etapa
educativa puesto que los alumnos adsorben como una esponja todo los
comportamientos de los adultos.
CONCLUSIONES
Con base a esta investigación realizada, se llega a la conclusión de que
educar en valores es una tarea fundamental e indispensable de llevar a cabo los
primeros años de vida del ser humano, no olvidando el importante papel de la
familia como primera institución formadora; seguida por la escuela como el
espacio idóneo para reforzar los valores inculcados en el seno familiar.
La tarea de educar en valores debe ser insoslayable para la conformación de una
sociedad cuya convivencia humana sea armónica, de respeto, honestidad, justicia,
tolerancia. Todo esto se logrará con el serio compromiso de las personas que se
encuentran involucradas en el proceso de formación del ser humano; en el ámbito
educativo corresponde al docente quien debe estar comprometido con la
educación, con la sociedad y consigo mismo, además debe estar consciente del
importante papel que desempeña no sólo como transmisor de conocimiento sino
como modelo que los alumnos toman como ejemplo para ejecutar sus propias
acciones.
En la escuela primaria federal Dr. Valentín Gómez Farías, particularmente en el
primer grado, se pudo constatar que existe el espacio y personal adecuado para
fomentar los valores morales, desarrollando los contenidos con actividades que
permitan la formación en valores. En este nivel el tema de los valores no es una
materia curricular, sin embargo, la enseñanza de los valores morales si está
presente, no como una mera transmisión de conocimientos, sino en la práctica de
los mismos, que a través de las interacciones, modelados, estrategias de
enseñanza el docente fomenta con los alumnos. La práctica de los valores
consideramos permitirá crear así una la sociedad equitativa, respetuosa y
tolerante.
Nuestro mundo sin valores morales puede convertirse en un mundo sin hogar, en
el que los seres humanos vivan de manera insatisfactoria sintiéndose como seres
incompletos, ausentes de actitudes positivas que le faciliten comprender el medio
en el que viven.
Los valores ayudan a condicionar el mundo y hacerlo habitable
lleno de justicia, libertad, honestidad, respeto, prudencia y tolerancia, que hacen a
nuestro mundo habitable y humano, hacen de él un mundo en el que vale la pena
vivir. Es por ello que los valores morales valen por sí mismos y debemos
practicarlos a diario en el seno de nuestra familia, en nuestro vecindario, en
nuestro trabajo, en nuestra comunidad, en nuestro país.
Para reforzar nuestro trabajo y haciendo un análisis de nuestra investigación
consideramos que es primordial formar al sujeto en los primeros años de vida ya
que aquí es el principio de una educación, donde el individuo comienza a obtener
sus primeros conocimientos formales y sobre todo comienza a moldearse ciertos
comportamientos adquiridos en la etapa inicial (preescolar).
Entonces formar sujetos con respeto, honestidad, prudencia y tolerancia hay que
incidir que es importante fomentarlo en los primeros años de educación básica
puesto que en esta etapa se edifica una parte de la personalidad del individuo
siendo vulnerable la influencia de las dos instituciones educativas mas importante
de la sociedad que son la familia y la escuela quienes educan en las primeros
años de vida en el individuo de una manera cercana.
SUGERENCIAS
Las sugerencias que se presentan a continuación es con el fin de lograr el
fomento y práctica de los valores morales en la educación de nivel primaria,
otorgando algunas alternativas para alcanzar una educación en valores y no solo
mejorar al alumno como ser humano, sino también su rol en la familia y en la
sociedad en general.
Se sugiere que los padres de familia como principales responsables de la
formación del individuo, fomenten actitudes responsables, buenos hábitos y
principios aceptables en la sociedad, siendo esta formación reforzada en la
escuela.
Que la familia y la escuela como principales instituciones formadoras, fomenten
los valores morales como principio básico para la convivencia social armónica con
la personas y el entorno natural que los rodea, esto mediante el ejemplo o
práctica de los mismos, toda vez que los valores no pueden ser enseñados como
contenidos.
Que la escuela tome muy en cuenta dentro de sus objetivos brindar a la sociedad
una educación no sólo en el desarrollo intelectual del individuo, sino también
formar personas íntegras con actitudes y aptitudes, que logren diferenciarse de
los demás a través de acciones llena de valor, aprendiendo a convivir de manera
armónica respetando el medio ambiente, la cultura e ideología de los demás.
Que los docentes fomenten los valores morales aplicando estrategias didácticas,
como juegos, trabajo en equipos, donde del alumno participe y ponga en práctica
los valores.
Enfatizamos, no hay mejor enseñanza de los valores morales que la práctica de
éstos. El respeto, la honestidad y la tolerancia deben enseñarse en todo los
niveles educativos haciendo énfasis en la educación básica y principalmente en el
primer grado de primaria.
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