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I UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
Nº8 - Otoño del 2012
Mejor juntos · Viaje al País Vasco ·Final de curso memorable · A (sobre) Woody Allen con amor ·Asensio Juliá · Lo que se esconde bajo la alfombra
La revista dels Amics de la Nau Gran
02 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD
La flor de campanillapor Joaquín Granados
Gauguin y el viaje a lo exótico por Manuela García
Lo que se esconde bajo la alfombrapor Gloria Benito
Mejor juntosPor Sacramento Pinazo Hernandis
A (sobre) Woody Allen,con amor por Adolfo Bellido
Mezquisolitarios universos
Crónica de un final de curso memorable por Alfredo Domínguez Artal
Asensio Juliàpor Isabel Marqués
Viaje del coro al País Vascopor Elena Carpintero
EditorialSumario
pág.20 -
pág.14 -
pág.16 -
pág.12 -
pág.22-
pág.18-
pág.08-
pág.03-
pág.05-
pág.10-
Proyecto Generartepor Estanislao Giner
por Manuel Montalbán
1300 ejemplares editados. Impresos en Imprenta Rápida Llorens. Depósito legal nº V-5324-2008. ISSN 1889-6545.
¿Qué harían sentados alrededor de una mesa Gaugin,
Asensio Juliá, Lorenzo Silva, Woody Allen y J.M. Coet-
zee mientras escuchan la Coral Harmonia Polifònica?
No lo sabemos, pero en estas páginas podemos saber
algo más de ellos y de sus obras gracias al buen hacer
de nuestros colaboradores.
En este número publicamos los trabajos de Ma-
nuel Montalbán, Joaquín Granados y Estanislao Gi-
ner, ganadores de los concursos de Relato, Poesía y
Acción Social Intergeneracional que nuestra asocia-
ción otorgó en junio, en el acto de fin de curso, en el
Aula Magna de la Facultad de Medicina.
En Amigos de la Nau Gran seguimos trabajan-
do con los talleres, cada vez más numerosos y con
nuevas actividades puestas en marcha gracias al en-
tusiasmo de muchos asociados. En toda la organiza-
ción, que cuenta con el apoyo de nuestra Universitat
de València, colaboran desinteresadamente más de
50 personas.
Dentro del apartado de actividades en colabora-
ción con la Universidad tenemos que resaltar la que
se ha iniciado con la Facultad de Filología, Traduc-
ción y Comunicación. Tanto nuestro Grupo de Radio,
como el Taller de Audiovisual han sido acogidos por
dicha Facultad para emitir un programa de radio y un
proyecto audiovisual.
Informamos también nuestra participación en el
Congreso de Envejecimiento Activo y Solidaridad In-
tergeneracional que se celebrará durante los días 27,
28 y 29 de noviembre.
Al cierre de la edición de este número, recibimos
la triste noticia del fallecimiento de Prometeo Valero,
anterior presidente y fundador de la Asociación. Su
recuerdo y el cariño por su buen hacer perdurará mu-
cho tiempo entre nosotros.
Nº8- Otoño del 2012
Otoño’12
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Editorial
Crónica de un final de curso memorablePor Alfredo Domínguez Artal
Terminamos el curso pasado con una serie de actos
que representan muy bien lo que hace Amigos de la
Nau Gran: las ganas y el entusiasmo no están reñidos
con la edad biológica.
El día 31 de mayo, en el salón de actos de la Facul-
tad de Psicología se celebró un encuentro poético en
el que actuaron conjuntamente el grupo El Limonero
de Homero y varios componentes de los talleres de
Poesía y Valenciano de nuestra asociación. El acto fue
acompañado por las melodías del taller de Guitarra.
El 1 de junio se inau-
guró, con la presencia de
doña Ana Albert Balaguer,
concejala del Ayuntamien-
to de Valencia, y el Defen-
sor del Mayor, don José
Pelegrí, la exposición de las obras presentadas a los
concursos de Pintura y Fotografía junto a una peque-
ña muestra de la ganadora del año anterior, Rosa Gar-
cía Guillén.
El día 5, el taller de Teatro de nuestra asociación
ofreció en el colegio mayor Luis Vives la obra teatral
de Harold Pinter Escuela Nocturna. El salón, con lleno
total, aplaudió el buen trabajo de todo el equipo que
dirige Clemente.
El acto de fin de curso en el Aula Magna de la Facul-
tad de Medicina ha marcado un antes y un después.
El día 6 de junio, a modo de homenaje, festejamos el
bicentenario de la Constitución de 1812, La Pepa, al
tiempo que se fueron entregando los premios de los
concursos, cuyos ganadores fueron:
Pintura. El jurado formado por Blanca Pastor, Sil-
via Lerín, Rosa García y Lola Mateo como secretaria
acordó conceder:
1er premio, a Camino interior, de Enrique Bernet;
2º premio, a Merem 1, de Roberto Navarro; accésit, a
Línea, de Enrique Riutort; accésit, a Vadiello, de Mª
Carmen Satué.
Fotografía. El jurado formado por Áurea Ortiz, Mª
Luz Rodríguez, Francisco Gironés y Guillermo Esca-
lona como secretario
concedió los premios:
1er premio, a Retra-
to, de Diana Miró; 2º
premio, a Oro blanco,
de Amparo Martínez;
accésit, a Viernes, de José Catalá; accésit, a Mayores
1, de Manuel Marzal.
El jurado formado por Ignacio Carrión, Teresa To-
más, Amparo Paredes y Mª Jesús Montilla como se-
cretaria concedió los premios de:
Relato. 1er premio, a La flor de campanilla, de Joa-
quín Granados; 2º premio, a Urgencias, de Mª Car-
men Tomás.
Poesía. 1er premio, a Mezquisolitarios universos,
de Manuel Montalbán Herrero; 2º premio, a El camino
de regreso, de Matilde Cordón; accésit, a El cant de les
pedres, de Mª Creu Altabert.
La novedad de este año fue la entrega del primer
premio Acción Social Intergeneracional, patrocina-
“El día 6 de junio, a modo de ho-menaje, festejamos el bicentenario de la Constitución de 1812, La Pepa, al tiempo que se fueron entregando los premios de los concursos”
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do por la Fundación Cuadernos Rubio. El jurado for-
mado por los profesores de la Universitat de Valèn-
cia Antonio Ariño, Emilia Serra y Sacramento Pinazo
acordó otorgarlo al trabajo GENERARTE, presentado
por Estanislao Giner en nombre de la Junta Munici-
pal de Ruzafa y la Escuela de Artesanos.
Entre aplausos y sorpresas, en el Aula Magna de
Medicina resonaron las palabras de Fernando VII,
Leandro Fernández de Moratín, Lord Byron, el cura
de Algeciras, el duque del Infantado, Jovellanos, Rie-
go ... en las voces de Guillermo, Elvira, Bernabé, Glo-
ria, Jordi, Victoria, Joan, Diana, Carmen, Ana María,
María Teresa. En la pantalla brillaban las imágenes
ofrecidas por Jordi y Javier sobre un montaje de pelí-
culas y fotografías de los personajes representados.
Todo controlado por el guión y presencia de Marina
y Adolfo. El apunte musical vino de las cuerdas del
taller de Guitarra, que dirige Enrique, y las voces de
nuestra Coral Harmonia Polifònica bajo la dirección
de José Carlos. El taller de Audiovisual presentó, uni-
do al acto, su trabajo del curso, un corto con las acti-
vidades que Amigos de la Nau Gran ha llevado a cabo
durante todo el año.
Como expresión de agradecimiento se llevó a
cabo también un homenaje a personas vinculadas a
nuestra asociación desde los primeros tiempos y que
con su esfuerzo y dedicación desinteresada hacen
posible que nuestras actividades se lleven a cabo:
Prometeo Valero, Rogelio Cano, José Dasi, Encarna
Gómez y Pilar Moreno.
Nos honraron con su presencia el vicerrector de
Cultura de nuestra universidad, Antonio Ariño, Luis
Aparicio, secretario de la Facultad de Medicina, Ali-
cia Salvador, decana de la Facultad de Psicología,
Cristina Civera, directora de la Nau Gran, José Pe-
legrí, defensor del mayor en el Ayuntamiento de Va-
lencia y Javier Marco, director de la Fundación Cua-
dernos Rubio. Y como no podía ser de otro modo,
al final acompañamos las voces de nuestra Coral con
las estrofas del Gaudeamus Igitur.
El curso terminó, así como las clases, las confe-
rencias, el cineclub y los talleres, pero no las ganas
de seguir viviendo experiencias compartidas, como
fueron el atardecer en barca por La Albufera del día
siguiente y el viaje de fin de semana por tierras del
Maestrazgo.
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Como va siendo ya una estupenda costumbre, la Co-
ral Harmonia Polifònica emprende de nuevo el viaje
para demostrar a propios y extraños lo que ha traba-
jado este curso.
23 de junio. Ocho de la mañana. Hay menos ten-
sión para subir a los autobuses, ya no importa tanto
quien va a ser tu compañero. Todos nos conocemos.
El viaje es de seis días, del 23 al 28 de junio. El itine-
rario comprende Bilbao, Getxo, Portugalete, San Se-
bastián, Irún, San Juan de Luz, Biarritz, Hondarribia,
Bayonne…
El viaje estuvo amenizado por el repertorio com-
pleto del Dúo Dinámico… hasta Monreal, que fue la
primera parada ya en tierras de Aragón. Después se-
guimos hasta Logroño, donde comimos… A media
tarde llegamos a Sestao, que es una ciudad a pocos
kilómetros de Bilbao.
El hotel Naval de Sestao es una antigua nave en los
astilleros. Un poco lejos del pueblo, pero es muy tran-
quilo y moderno. Algunos salimos a explorar los alre-
dedores y nos enteramos de que eran fiestas. Así que
después de cenar nos aventuramos hasta la plaza del
pueblo, donde había botellón (aquí a las litronas las
llaman “txikis”). Sobre la una de la madrugada, vuelta
al hotel en la “zona residencial” de Sestao. A dormir.
24 de junio. El domingo, después de un desayuno,
salimos hacia Bilbao para visitar la ciudad y familia-
rizarnos con el público que nos va a oír en la basílica
de Begoña. La visita consistió en callejear por las zo-
nas más emblemáticas de Bilbo. Admiramos el espec-
tacular edificio del museo Guggenheim. ”El resultado
es una mole inmensa que combina diversos espacios
de forma asimétrica, en un innovador diseño. Una es-
pecie de antimonumento como símbolo de la activi-
dad de esa ciudad portuaria, que proporciona efectos
lumínicos nocturnos, al reflejarse en las aguas junto a
las que se alza, además de brillantez bajo el sol.”
Navegamos por la ría, desde donde vimos “el
puente más elegante que hay en Bilbao”. Sacamos
muchísimas fotos. Después fuimos a comer los mejo-
res pintxos de la región, nombre vasco de las tapas.
De vuelta, comida en el hotel Naval y rápidamente
nos ponemos el uniforme y nos dirigimos a la basílica
de Begoña para el concierto. La iglesia de Begoña es
acogedora. El templo se construyó en el S. XVI sobre
una ermita primitiva. Creyentes y agnósticos, todos,
encuentran aquí un ambiente de oración, serenidad
y paz.
Viaje del Coro al País Vasco Por Elena Carpintero
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Otoño’12
¡Cómo no…! ¡Éxito total de la actuación! A la sali-
da de la basílica, fotos y felicitaciones por parte de
acompañantes y público asistente. Y de nuestro dire,
José Carlos. Durante la cena… ¡qué algarabía! Y pron-
to a la cama, pues hay que salir temprano hacia Getxo
y Zarauz.
25 de junio. Zarauz se encuentra a unos 15 k de San
Sebastián. Fue fundada como villa en 1.237 por Fer-
nando III. Hasta el siglo XVI, los habitantes se dedica-
ban a la pesca y la fabricación de barcos. La leyenda
cuenta que en los astilleros de Zarauz se construyó la
primera nave que dio la vuelta al mundo, la nao Victo-
ria, comandada por Juan Sebastián Elcano.
La playa de Zarauz es la más extensa del País Vas-
co y una de las más largas del Cantábrico. La zona
próxima al paseo marítimo destacaba por la pre-
sencia de palacetes y viviendas construídas por la
alta burguesía durante
el siglo XIX. Llegada al
hotel Urdanibia Park de
Irún. Muy bonito. Distri-
bución de habitaciones,
ensayo en la buhardilla
del hotel, trasiego de si-
llas de un sitio para otro,
cena y a dormir.
26 de junio. Tenemos
que madrugar para visi-
tar San Sebastián y alrededores. A pocos kilómetros
de Francia, es también conocida como la Perla del
Océano, ciudad que en el siglo XIX fue elegida por la
reina María Cristina como residencia veraniega. Si-
gue siendo uno de los balnearios más elegantes y de
moda en España, aunque el turismo también ha llega-
do hasta ella. La Playa de la Concha es la mejor playa
de la ciudad. Aquí la arena es fina, el mar está limpio
y la ciudad está justo detrás de ti. En nuestra visita a
San Sebastián no podía faltar la subida hasta lo alto
del monte Igueldo, para disfrutar de sus magníficas
vistas de la ciudad y de la bahía.
Desde cualquier punto de la bahía se ve este her-
moso lugar, donde destaca su Torreón del siglo XVIII,
que lo preside. Tuvo la función de faro y actualmen-
te es un mirador. Desde lo alto, donde hicimos un
montón de fotografías, se puede distinguir el Peine
del Viento, una escultura de Eduardo Chillida, proba-
blemente su obra más importante y conocida, en un
extremo de la bahía de La Concha, al final de la playa
de Ondarreta. Está compuesto por tres esculturas de
acero, incrustadas en unas rocas, con unas salidas de
aire y agua que rompen contra las rocas y las escul-
turas. Después de comer, dispuestos para una nueva
actuación, esta vez en la catedral de San Sebastián.
La catedral es la más grande de Guipúzcoa, se cons-
truyó a finales del siglo XIX, de estilo neogótico, y
está inspirada en la hermosa catedral de Colonia. Allí,
en su magnífico altar, cantamos nuestro más florido
repertorio… desde Signore delle cime hasta nuestro
personal Cantares… Libres de responsabilidades, a
la salida del concierto, la alegría se desbordó. Como
recompensa, tuvimos una cena de lujo en un restau-
rante de Irún. Ya cansados volvimos al hotel, donde
algunos aún tuvieron ga-
nas de tomar copas.
Otros se fueron a dormir
directamente.
27 de junio. Desayu-
no en el hotel y salida
hacia…”La France”. Visi-
ta a San Juan de Luz y Bi-
arritz. Saint-Jean-de-Luz
es un puerto pesquero
en la costa vasca france-
sa y un centro turístico
famoso. La ciudad está situada al sur de Biarritz, que
también visitamos. Paseo en trenecito. Después de
comer en el hotel de Irún, visitamos Hondarribia. Por
la noche, después de la cena, reparto de pins y felici-
taciones de nuestro director Jose Carlos y regalo por
parte de los coralistas de unas camisetas a José Car-
los y a Alejandro, el pianista. Unos momentos de re-
lax en el jardín del hotel, intercambio de impresiones,
risas… algún que otro cigarrito, por los nervios.Y a
dormir.
28 de junio. Salida después del desayuno y vuelta
a Valencia. Comida en ruta, tipo picnic, servida por
el hotel.
Llegada a Valencia sobre las ocho de la tarde. Des-
pedidas, besos, abrazos.
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Prometeo Valero nos ha dejado el día 2 de noviembre, a los 77 años de edad, tras una enfermedad rápida y fatal. Fue uno de los principales impulsores de nuestra asociación desde sus comienzos y también de la Coral Harmonia Polifònica.
Los que trabajamos con él sabemos que era un hombre algo reservado. Y ejemplo de tal reserva es el sigilo con que, el año pasado, llevó la edición y publicación de un libro, Refranero político, que a modo de tratado renacentista, va desgranando a la sombra de sesenta refranes españoles los males que pueden emponzoñar a los políticos de nuestros tiempos.
Así en el refrán No me digas quién eres, tú lo dirás, Prometeo comenta:
“Diagnosticar un mal social sin añadir la manera de solucionarlo, sólo es literatura, y muchos de los proyectos políticos que se desechan por utópicos lo son por no encontrar un mediador que sepa canalizarlos”
Sin quererlo, él fue un honrado mediador para canalizar un buen proyecto dentro de nuestra Unversitat de València.
Prometeo Valero,in memoriam
por UNIDIVERSIEDAD
08 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
El Parlamento Europeo ha declarado el 2012 Año
Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad
Intergeneracional con el fin de concienciar a la
sociedad de la necesidad de envejecer de una forma
activa y saludable y crear una nueva cultura del
envejecimiento activo, basada en la relación entre
generaciones. Por ello, en su Decisión 940/2011/CE lo
expresó del siguiente modo:
· Sensibilizar a la sociedad sobre el valor de
envejecer y conseguir que el envejecimiento activo
sea una prioridad en las agendas políticas;
· Estimular el debate y desarrollar el aprendizaje
mutuo;
· Promover acciones que luchen contra la
discriminación por razón de edad, y se superen los
estereotipos relacionados con la edad;
· Ofrecer un marco para realizar acciones
concretas que posibiliten el desarrollo de soluciones,
políticas y estrategias innovadoras a largo plazo. Es
la primera vez que se realiza desde Europa un acto de
tal magnitud y esperamos que todas las propuestas
ayuden a cambiar la mentalidad y la gestión de los
diferentes Estados en pro de un envejecimiento
activo en Sociedades para Todas las Edades.
El envejecimiento activo es un recurso
fundamental para ayudar a las personas a alcanzar
Mejor Juntos
En el año del Envejecimiento Activo y la solidarida intergeneracional.
Por la Dra. Sacramento Pinazo Hernandis Cap
d’Iniciatives del Vicerectorat de Participació i
Projecció Territorial de la Universitat de València
“La participación social de las personas
mayores en todos los ámbitos de la vida,
sanitario, educativo, económico, tecnológico,
cultural y político constituye un eje fundamental
para su desarrollo, entendiendo participación
como la expresión autónoma de un conjunto
de decisiones que les afectan directa o
indirectamente”
(Conferencia Envejecimiento Activo y Saludable. Logroño, 29 y 30 de abril 2010)
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UNIdiVERSIeDAD 09
su potencial de calidad de vida, a encontrar el
significado de sus vidas y a participar en la sociedad
de acuerdo con sus capacidades, necesidades y
deseos. La OMS lo define como: “El proceso de
optimización de oportunidades para luchar por la
salud, por la participación activa en la vida y por la
seguridad de alcanzar calidad de vida cuando el ser
humano envejece”, y eso significa que hay muchas
formas de entender el envejecimiento activo, si bien
todas ellas hablan de salud, seguridad y participación
de un modo u otro. Participar no quiere decir acudir
en masa a un evento que se organiza desde fuera
de modo puntual; participar quiere decir estar
implicados de manera cotidiana y continua en la vida
cívica y comunitaria. ¿Por qué? Porque envejecemos
mejor si tomamos parte de forma activa en nuestro
proceso de envejecer. La participación de la que
hablamos es social, nos pone en relación con otras
personas y es activa porque nos implicamos para
hacer algo en relación a nuestro propio envejecer.
El llegar a la vejez con la mejor salud posible para
cada cual exige una responsabilidad de la persona
hacia el autocuidado/cuidado de su propia salud y la
implicación de otras personas cercanas que ayudan/
apoyan para que esto sea posible. Pero gozar de un
mínimo de protección es también imprescindible
para lograr el envejecimiento activo. Esa seguridad
tiene múltiples variables: seguridad jurídica y
económica, protección de derechos (derechos
fundamentales), garantizar las pensiones, las ayudas
médicas y socioasistenciales, seguridad frente al
entorno (supresión de barreras arquitectónicas),
protección del patrimonio familiar y creación de
recursos de promoción de la autonomía y de atención
a la dependencia.
Algunos retos a los que nos enfrentamos como
sociedad quedaron ya muy bien reflejados en el Libro
Blanco del Envejecimiento Activo, publicado en 2011:
- en cuanto a las Formas de Vida y Convivencia:
desarrollar modelos de convivencia basados en
mayores contactos personales y de las redes sociales,
incrementando el uso de las nuevas tecnologías y
fomentando las relaciones intergeneracionales.
- en lo referente a la Participación Social: se
reclama la promoción de políticas de participación
activa de los mayores en todos los ámbitos.
- acerca de la Educación: promover la educación a
lo largo de la vida.
- con respecto a la imagen de las personas
mayores: una actualización de su imagen en los
Medios de Comunicación y el desarrollo de programas
intergeneracionales.
Hay muchas entidades de mayores y expertos
que llevan trabajando desde hace años en estos
retos, velando por un cambio hacia un nuevo modelo
de envejecimiento activo e intergeneracional, un
modelo centrado en la persona mayor como actor
activo. Algunas de ellas se han unido este año
para celebrar conjuntamente en noviembre (27,
28 y 29) el I Congreso de Envejecimiento Activo y
Solidaridad Intergeneracional: la Asociación Amigos
de la Nau Gran; la Federació Valenciana d’Aules de
la Tercera Edat; la Asociación Senior Universitaria
de València; la Asociación Universitaria de Mayores
de La Florida; la Asociación de Profesores Jubilados
de la Universitat de València; así como la Oficina del
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Otoño’12
La descatalogación de El Coloso del corpus de la obra
de Goya que el Museo del Prado llevó a cabo en 2009,
tras 20 años de análisis y debates sin unanimidad por
parte de los expertos, hizo saltar a la palestra a un
pintor valenciano prácticamente desconocido para el
gran público. Porque, a pesar de que ahora la cartela
al pie del cuadro lo atribuye genéricamente a “un se-
guidor” de Francisco de Goya, entre los especialisas
que niegan la auotoría de éste, el nombre que con
más fundamento se ha barajado como probable cre-
ador de la famosa obra ha sido el de Asensio Julià.
Asensio JuliàPor Isabel Marqués
El náufrago
Defensor del Mayor del Ayuntamiento de Valencia y
la Unidad de Investigación “Intervención Psicosocial
en Envejecimiento” de la Facultad de Psicología de la
Universitat de València.
El Congreso ha sido organizado por la Fundación
Cuadernos Rubio. Tendrá diferentes sesiones para
tratar temas tan interesantes como: la solidaridad
intergeneracional y la participación social desde la
óptica de las personas mayores y de los profesionales,
sin dejar en el olvido algunos ejemplos de prácticas
innovadoras en la promoción del envejecimiento
activo.
¡Os esperamos!
Hablamos de uno de los pocos discípulos de Goya
del que tenemos constancia documental y, muy po-
siblemente, el predilecto del maestro. Una muestra
fehaciente del grado de amistad que llegó a unirles es
el hecho insólito de que Goya lo retratara en tres oca-
siones, añadiendo a los cuadros cariñosas dedicato-
rias (“Goya a su amigo Asensi” se lee en uno, pequeña
joya del Museo Thyssen de Madrid). Al parecer, su
primer encuentro fue en 1790, cuando Goya pasa tres
meses en Valencia para que su mujer tome los “ai-
res marinos”. Pero es ocho años más tarde cuando
vuelven a coincidir en Madrid, y está ampliamente
aceptado que Julià trabajó como ayudante del mae-
stro aragonés en la ejecución de los frescos de San
Antonio de la Florida.
Pero son escasos y confusos los datos biográficos
que tenemos de Asensio Julià. Sabemos que nace en
Valencia en el barrio marinero del Canyamelar y que
era apodado “el pescadoret”, seguramente porque
ésa era la profesión familiar. Pero entre los exper-
tos no hay acuerdo ni en la fecha de su nacimiento
(¿1760? ¿1767? ¿1748?) ni en otros aspectos de su vida
privada, como la posible anécdota de que a los 18
años se enrolara en una fragata para luchar contra los
piratas berberiscos del norte de África, de donde re-
gresó enfermo y sordo (otra afinidad con el maestro)
año y medio después. Sí está documentado su paso
por la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Va-
lencia, que le concede un primer premio de dibujo
en 1771. Posteriormente se traslada a Madrid, donde
“sabemos que nace en Valencia en el barrio marinero del Canyamelar
y que era apodado el pescadoret“
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD 11
continúa su formación con otro pintor valenciano,
Mariano Salvador Maella. Y entre Valencia y Madrid
transcurre siempre su vida. En su curriculum hay que
destacar que llegó a ser director de adorno de la es-
cuela La Merced de Madrid, dependiente de la Real
Academia de BB. AA. de San Fernando.
El Museo de Bellas Artes de Valencia nos ofrece
dos de sus óleos, dos inquietantes escenas: El náufra-
go y El ajusticiado, ambos de pequeño formato, como
la mayor parte de su obra, aunque muy diferentes de
sus habituales motivos costumbristas, alegóricos o
militares, si bien tan afines en factura, color y tema
a algunas obras de Goya que El ajusticiado le fue atri-
buido a éste a principios del siglo XX.
El náufrago, donado por el propio artista a la Aca-
demia de San Carlos en 1816, ha sido también cono-
cido como El contrabandista, Pirata atado a un árbol
o El bandolero, tan sugerente resulta esta figura. El
hombre, con los brazos a la espalda, utiliza la pierna
como fulcro para aprovechar toda su fuerza, no sabe-
mos si para librarse de las ataduras que lo amarran al
árbol (aunque no al tronco, como sería de suponer) o
para subir arrastrando por el acantilado algún cajón
semejante al que ya tiene a sus pies. Su cabellera se
mezcla con la barba en una única maraña oscura y
tupida que a duras penas nos permite adivinar sus
ojos y nariz mientras que la camisa desgarrada deja
al descubierto un hombro y parte del pecho velludo.
Su tenso cuerpo y el árbol se cruzan formando dos
potentes diagonales que tiran en direcciones opues-
tas aumentando la sensación de esfuerzo. Abajo, de
entre la bruma, sobresale una torre vigía.
El ajusticiado también está envuelto en misterio.
¿Es quizás un afrancesado? Por la bota que aún con-
serva podría tratarse de un militar de caballería. Pero
¿murió allí o fue ajusticiado en otro lugar y después
colgado? Y ¿por qué de la muñeca y no del cuello? Esa
postura parece alargar su cuerpo, que cae a plomo
en el centro de la escena. El cuello ha cedido, ya no
sostiene la cabeza, y su único ojo, apenas sugerido,
parece querer mirarse en el agua. La tela recia de la
casaca proporciona una extraña rigidez al brazo del
que pende y la camisa con jirones ensangrentados
conserva todavía restos de las que fueron elegantes
gorgueras y la puñeta, que asoma junto a las ligadu-
ras.
Ambos lienzos presentan notables semejanzas: la
dureza de las escenas, la distribución de volúmenes,
las pinceladas, esos troncos y ramas retorcidos, casi
gemelos, y el predominio del color sobre el dibujo,
que convierte en facciones unas borrosas manchas.
Son dos cuadros impactantes, aún más perturba-
dores al contemplarlos juntos.
El ajusticiado
“su primer encuentro fue en 1790, cuando Goya pasa tres meses en Valencia para que su mujer tome los “aires marinos”
12 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
cuando a los tres años viera Blancanieves y los siete
enanitos. El impacto fue tal que, como ocurre en su
Rosa púrpura del Cairo, quiso meterse en la pantalla
para acompañar a los personajes (animados) que en
ella veía.
Desde los 17 años actuó como humorista en
diversos locales, lo que le llevó a ser contratado por
la televisión. Autor de relatos y obras de teatro, di-
bujante, músico actuante en una banda de jazz como
clarinete, actor, guionista y director de cine, fue co-
nocido en España antes como actor que como reali-
zador. De todas maneras, en las primeras películas
que nos llegaron en su doble faceta actor-guionista
(¿Qué tal pussycat?, 1965, y la parodia sobre Bond,
Casino Royal, 1967) pasó totalmente desapercibido.
Tuvo que ser Sueños de seductor (1972), la que nos
llevó a fijarnos en su protagonista: un personaje ba-
jito, miope, charlatán y, junto a otras muchas cosas,
cinéfilo. La película, basada en una obra teatral suya,
no estaba dirigida por Allen sino por Herbert Ross.
Brillante filme que muestra a un personaje lindante
con Groucho Marx, desequilibrado, mordaz y perdi-
do en múltiples complejos. Curiosamente, lo que des-
conocíamos, Allen había realizado ya (e interpretado
y escrito) dos películas y remontado otra (1), más
A (Sobre) Woody Allen, con amor.
Por Adolfo Bellido
“La vocación de los políticos es hacer de cada
solución un problema.” W. Allen
Fiel a su propuesta de trabajo, Allen (77 años) nos
ofrece una nueva película anual, algo habitual desde
que en 1982 realizase a bergmaniana Comedía sexual
de una noche de verano. Ahora ha estrenado A Roma
con amor, que no es, ni de lejos, su mejor película.
Desde su medianía, al menos contiene detalles de in-
genio, al tiempo que ofrece otro de sus rendidos ho-
menajes a su querida Europa.
Un paseo por la ciudad de las siete colinas, me-
jor que el que dedicase a Barcelona en Vicky Christina
Barcelona pero muy inferior al parisino de Midnight
in Paris o al primero, de los tres, londinenses, Match
Point. Gran parte del resto de sus otras 48 películas
están dedicadas a mostrar su amor por Nueva York y
más concretamente sobre Manhattan.
Allen (de nombre Allan Stward Königborg),
nacido en Nueva York de una familia judía de ascen-
dencia ruso-austriaca, quedó enganchado por el cine
“las primeras películas que dirigió poseen un estimable
sentido humorístico con refe-rencias cinéfilas”
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD 13
aquellas en las que había intervenido como guionista
y/o actor.
Las primeras películas que dirigió poseen un
estimable sentido humorístico con referencias ciné-
filas. El problema es que esos filmes primerizos son
como borradores sin pulir. Con Annie Hall (1977), os-
car a la mejor película y guión, su cine va adquiriendo
madurez. Eso sí, reparte, de una a otra película, amo-
res por aquellos directores que admira: Bergman,
Fellini, Hitchcock... pero inscribiendo un personal to-
que. No es extraño que en Zelig, un falso documental,
se defina como un camaleón. Así, Misterioso asesinato
en Manhattan parte de La ventana indiscreta; Recuer-
dos, de Fellini 8 ½; Desmontando a Harry, de Fresas
salvajes; La rosa púrpura del Cairo, de El moderno
Sherlock Holmes y Dinero caído del cielo.
El ataque sobre Nueva York de septiembre de
2011 le lleva a perder la pureza por su querida ciu-
dad. Sus películas, entonces, no acaban de adquirir
la calidad anterior. Eso le lleva a marchar a Europa y
realizar una serie de películas en aquellas ciudades
que le atrapan. La última, sobre Roma.
El filme italiano, bastante desequilibrado, quie-
re ser un homenaje tanto a la ciudad como al cine
italiano de episodios. Después de su deslumbrante
parada en París, el filme dice poco. Uno de los episo-
dios, el del hombre vulgar convertido en noticia de
primera plana, es el mejor; otro, el del matrimonio
(en el que aparece Allen como actor) que desea co-
nocer al novio de su hija tiene una buena idea pero se
alarga demasiado; el tercero, con Penélope Cruz de
prostituta, no deja de ser una traslación de la prime-
ra película que Fellini dirigiera en solitario (El jeque
blanco) y el cuarto, el del hombre que intenta revivir,
con el recuerdo, sus años de juventud en Roma, es
malo y equivocado en la forma de estar contado. El
nexo de unión, un guardia de los que dirigen el trá-
fico, es un claro homenaje a Mastroianni, que en su
primera película como actor nterpretó un papel se-
mejante.
Está bien volvernos a encontrar anualmente
con Allen, pero preferimos películas mayores, sin que
se sienta obligado a realizar una cada año. Si sigue
así, sabremos que sólo una entre varias tendrá inte-
rés, aunque en todas ellas siga hablando de sus pro-
blemas sobre el sexo, la muerte, los psiquiatras, las
neuras. Unas obsesiones, las suyas, no muy distintas
de las de cualquier intelectual perdido en el mundo
actual.
(1) Su primer filme, Lily, la tigresa (1966), consistió en cambiarlos diálogos originales de una vulgar película asiática, con loque la convirtió en un filme distinto.
“el filme italiano, bastante desequilibrado, quiere ser un homenaje tanto a la ciudad como al cine italiano de epi-
sodios. Después de su deslum-brante parada en París, el fil-
me dice poco”
14 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
grupos afines por edades, jugaban a distintos juegos,
junto a un paso a nivel en el extremo de la calle. A
veces, cuando estaba abierta la barrera, los más
atrevidos aprovechaban un descuido de la mujer
guardabarrera para colarse en la playa de vías
muertas de la estación y jugar a tanques y aviones en
las garitas de guardafrenos de los vagones averiados,
que esperaban la oportunidad de ser reparados.
Una de aquellas tardes, un niño, nuevo en la
vecindad, observa a los otros que no le invitan a
participar en sus juegos. A su lado, sentada en el
tranco de una puerta, una niña se lamenta de que su
hermano y otros no la dejan jugar con ellos.
- Eres tonta ¿no ves que es un juego de niños?
–le dicen.
- A ti ¿tampoco te dejan jugar?
–le dice la niña al nuevo.
- No. No nos conocemos. Es la primera vez que
bajo a la calle.
La niña se desliza un poco en el tranco e invita
a sentarse al nuevo vecino. Todos tendrían edades
comprendidas entre siete y once años.
- Mi hermano y los otros no tardarán en cambiar
de juego y nos dirán que ya podemos jugar.
El chaval se sienta y le dice a la chica que no tiene
prisa, que ya habrá ocasión de jugar todos juntos.
- Niña, ¿cómo te llamas?
- Me llamo Magdalena. ¿Te gusta?
- Bueno, sí. Es como eso que venden en la
panadería.
- No, es por mi abuela. ¿Tú no tienes nombre?
- Sí. Me llamo Jaime, como mi abuelo.
Pasaron los días y, poco a poco, el nuevo se va
incorporando al grupo, participando con todos.
La niña se encargó de allanarle la entrada en aquel
círculo cerrado de su hermano y sus amigos, algo
Ganador del primer premio del Concurso de Narrativa 2012,
Era una calle tranquila en un pueblo
mayoritariamente agrícola. Por todas partes se
expandía el olor de todo lo que la madre tierra da
en cada época del año.
Aquella calle olía a campo: ajos tiernos,
cebollas… por lo almacenado en las casas de los
agricultores y a uva en las bodegas, en tiempo de
vendimia; y a pan recién hecho en horno de leña en
las mañanas.
En las tardes del verano, cuando ya se calmaban
los rigores del sol, la chiquillería salía y, formando
La flor de campanillaPor Joaquín Granados Gázquez
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD 15
mayores que ellos.
La inventiva de los chicos no tenía límites. Bastaba
con disponer de una caja de zapatos para montar una
función de cine o de teatro, con escenas de tarjetas
postales, fotos y todo aquello que pudiera asomarse
por la ventana abierta en la caja. Y la imaginación te
enseñaba las escenas de indios, caballería y poblados
del oeste o la maquinaria de guerra en los vagones
rotos de la estación cercana.
Cuando el tiempo lo permitía, se organizaban
excursiones a campos cercanos, donde se llevaban
algunas cosas para merendar –pocas, en tiempos
de racionamiento- y útiles para juegos (cuerda para
saltar, pelotas, palos para el juego de tala, etc.).
Magdalena se encargaba de invitar a su nuevo amigo.
En una vivienda con jardín, una enredadera de
campanillas azuladas, llamadas don Diego de día,
trepaba el muro y saltaba a la calle, salvando una
verja protegida con alambre de espino.
Un día, Magdalena, cogiendo de la mano a Jaime,
le dijo que si quería ser su novio, y ella sería su novia.
Él le dijo que sí. Y ella le pidió que le cogiera una
campanilla de la enredadera: la más bonita y fresca
que estaba en la parte más alta y fuera del alcance de
cualquiera.
El muro de obra resultaba alto para ellos y
Magdalena le ayudó hasta alcanzar y asirse de uno
de los barrotes.
Sobre el muro, asido a la reja con una mano, con
la otra le entregaba la flor, al mismo tiempo que, de
un salto, se dejaba caer al suelo. En la caída, no vio
la punta del alambre de espino que había junto al
barrote, oculta por una hoja.
En la fuente pública de la esquina, Magdalena le
hizo la primera cura de urgencia a la herida que Jaime
portaba en la palma de la mano, donde se une con el
dedo meñique.
- Lo siento. ¡Qué susto tengo! ¡Por mi culpa! ¡Corre,
vamos a tu casa para que te curen!...
- No te asustes, que ya se curará. ¿Ves?, sale poca
sangre…, casi nada. ¿Tienes la flor?...
- Sí, la guardaré en la caja de cromos, junto a mis
recuerdos.
Los días transcurrían. Escuela, juegos… La
herida de la mano cicatrizó, sin más consecuencias
que una pequeña cicatriz, para recuerdo
permanente de aquel episodio de su niñez.
El hermano de Magdalena, muy socarrón,
cuando quería enfadar a su hermana, le cantaba el
estribillo de la canción de Gilda, con una letra en
español inventada por la gente del lugar, pues el
inglés no lo entendía nadie:
“Amado mío, cómprame un bolso, de esos de
Gilda, de plexiglás”.
A Magdalena le disgustaba mucho que su
hermano hiciera burla a costa de su amigo y se
inventaba cualquier excusa para apartarlo de su
proximidad.
Pasados unos meses, otro traslado de residencia
por motivos laborales. Jaime debía de emprender
viaje a otra ciudad, junto a su familia, lejos de aquel
pueblo.
Han transcurrido años, muchos años y los
trenes siguen pasando por aquel paso a nivel. Lo
hacen despacio, por la proximidad de la estación.
Un viajero asomado a la ventanilla reconoce el
lugar, la calle y la casa. Tras los cristales de aquel
balcón, ¿quién vería el paso de este tren?
Una joven ha subido en la estación y se sitúa
junto a él para mirar por la ventanilla. El tren se
pone en movimiento.
- Cuando pasemos junto al paso a nivel, mi
madre se asomará al balcón para verme al pasar.
El viajero mira la cicatriz en la palma de su mano
y recuerda la flor de campanilla que Magdalena
guardaba en su caja de cromos.
16 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
Exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza, has-
ta el 13 de enero de 2013.
El año pasado la Tate Modern de Londres nos presen-
taba a un Gauguin decepcionado de su viaje a Tahití.
Había buscado la inocencia y la pureza de unas tie-
rras vírgenes y de sus habitantes y lo que realmente
encontró en los mares del Sur fueron mujeres cristia-
nizadas vestidas hasta el cuello y que iban a la iglesia
cada domingo. En esa exposición se le presentaba
como un artista sorprendentemente moderno y un
genio que buscaba los máximos beneficios y éxitos
en el mercado del arte. Según Belinda Thomson, co-
misaria de aquella exposición, “Gauguin fue un inco-
rregible e innovador manipulador de la verdad”. Noa
Noa, historias tahitianas, que Gauguin afirmó haber re-
cogido de una de sus amantes, habían sido copiadas
realmente del libro Voyage aux îles du Grand Océan,
de J.A. Moerenhout.
Resulta curioso saber que para Gauguin, de quien
pensamos que escapó a la Polinesia en busca de una
vida en armonía con la Naturaleza, este viaje fue en el
fondo una manera de aumentar sus ingresos vendien-
do sus cuadros a la alta sociedad francesa, propósito
que no consiguió puesto que murió arruinado y llegó
incluso a pensar en quitarse la vida: “Sin marchan-
te, sin nadie que sepa cómo hacer para asegurarme
el sustento diario, ¿en qué puede parar esto? No veo
otra salida que la muerte: ella me liberará de todo”.
Pero lo importante para el arte es que estos viajes en
busca del “noble salvaje” resultarían fundamentales
para su futuro artístico, puesto que le mostraron la
sensualidad y expresividad de los colores, que ad-
quirieron una enorme preponderancia dentro de su
obra.
Ahora, el Museo Thyssen nos presenta, en la que
será sin duda una de las grandes exposiciones de la
temporada, una visión de Paul Gauguin que recoge
los trabajos realizados por este artista en la Polinesia
y su influencia en las generaciones posteriores.
La exposición reúne un total de 111 obras, de las
cuales sólo 33 son de Gauguin, cedidas por museos y
colecciones de todo el mundo, para descubrirnos de
qué forma el viaje hacia mundos supuestamente más
auténticos produjo una transformación del lenguaje
Gauguin y el viaje a lo exótico Por Manuela García
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD 17
creativo y en qué medida esta experiencia condicio-
nó el arte moderno. La muestra, que toma como hilo
conductor la huida de Gauguin a Tahití, empieza con
el viaje como escape de la civilización, y como salto
atrás a los orígenes, al primitivismo.La comisaria de
la exposición, Paloma Alarcó, decía que Gauguin fue
“el primer viajero moderno, que lo abandona todo
en busca de un nuevo rumbo del arte”. Las sensuales
imágenes que creó allí se encuentran entre las más
reconocibles e influyentes del arte moderno. En el
inicio de la exposición vemos obras como Mata Mua
o Dos mujeres tahitianas y paisajes presentados jun-
to a la versión que de escenas similares pintó Char-
les Laval. La exposición arranca con una obra de De-
lacroix, uno de los primeros artistas que intuyó lo
exótico.
A continuación, la muestra nos introduce en las
exploraciones de artistas posteriores como Emil
Nolde, Henri Matisse, Wassily Kandinsky, Paul Klee o
August Macke, con el objetivo de dar a conocer la im-
pronta de Gauguin en los movimientos artísticos de
las primeras décadas del siglo XX, el expresionismo
alemán y el fauvismo francés, poniendo de manifies-
to cómo su figura se alza en creadora de un nuevo
canon exótico.
La exposición concluye con la estancia de Henri
Matisse en la Polinesia francesa en1930, donde coin-
cide con el director del cine expresionista alemán
F. W. Murnau, inmerso en aquellos momentos en el
rodaje de Tabú, película de la que Joaquin Vallet es-
cribió “Tabú aparece ante el espectador como la fu-
sión más coherente y admirable entre naturalismo y
romanticismo que el Arte haya producido”. Así como
Gauguin había planeado su viaje como un escape de
la civilización, Matisse lo proyectó como unas vaca-
ciones de placer para intentar salir de un periodo de
inquietud y desasosiego, aunque terminó convirtién-
dose en el punto de arranque de una nueva etapa ar-
tística de este pintor.
En la muestra también pueden verse postales co-
loniales, muy en boga a finales del XIX, con las que los
europeos se hacían una idea de cómo vivían los pue-
blos de Oceanía y que Gauguin utilizó en ocasiones
como ideas para sus obras.
El estilo de Gauguin se ha incluido dentro del lla-
mado “sintetismo”, que implica un cambio radical
con respecto al Impresionismo. En él se apuesta por
las áreas planas y sin matizar, dando una especial im-
portancia a los contornos, marcándolos. Lo que hay
que pintar es la idea que elabora el pintor, así como
sus sentimientos hacia el tema representado, en el
que se prima la pureza de las consideraciones estéti-
cas de la línea, el color y la forma.
18 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
Pongo por caso:
Sumido en mí, ahora me llega
un impago letal de la hipoteca. Encontrado
el eslabón perdido de un ancestro.
Mi puesto de trabajo evaporado. Contracción y colapso.
Recibos, amenazas. Porción de segundo infinitesimal.
La eclosión del Universo. Big Bang.
Una criatura abisal nueva acaba de ser descubierta.
Evolución sin luces ni taquígrafos. La gastritis que no cesa.
Y una tormenta solar se inicia atravesando
el sordo ruido elemental del infinito Espacio.
Tu hijo no quiere estudiar y cierra su libreta.
De todas formas, si puedes, le vas a comprar lo que desea.
Pequeñas odiseas. Hace tan sólo sesenta y cinco millones de años,
el último Tiranosaurio rex expiraba y no comprendía nada.
Una riña con tu pareja parece el fin del mundo.
¿Se viviría mejor en el Precámbrico?
Esta maldita tele no funciona y el partido a punto de empezar.
La ira que no cesa. Estalla una supernova
desparramando sin límites su luz y su energía.
Mezquisolitarios universosPor Manuel Montalbán
Primer premio concurso de Poesía 2012
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD 19
Tú, gastando la riqueza que no tienes.
Otros, acumulando la materia oscura. Se extiende
la ponzoña del miedo entre la gente.
Necios y dirigentes que dilapidan insolidariamente.
Crisis. Sociedad en plena expansión de su locura.
Mientras, un agujero negro de misterio
no deja salir ni la luz de sus adentros.
La naturaleza de esa luz, el espacio y el tiempo.
Tiembla un ser humano entre cartones y olvido.
¡Cuántas dimensiones, sensaciones y misterios!
La guerra voraz y el esqueleto de un niño.
Perdido tú en un dedal sin recovecos,
abotargas la conciencia, se licúa el tiempo:
un espacio curvo y perfecto
donde cuecen tus penitas a fuego lento.
Todo es origen. Todo es final.
Todo es extraño. Todo es normal,
en la porción finita infinitesimal
de nuestros mezquisolitarios
universos.
20 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
El director de las escuelas de artesanos, cuando
se le plantea la propuesta, la asume desde el primer
momento. Los órganos de decisión de la Junta de
Ruzafa y las escuelas aprueban realizar el proyecto
conjuntamente, y éste se pone en marcha definitiva-
mente en 2006.
En 2006 y 2008/2009 se llevan a cabo la primera y
la segunda ediciones de Generarte.
En 2012 ha tenido lugar la tercera. En todas ellas,
el proceso ha sido el mismo: se contacta con perso-
nas adultas, artistas amateurs o aficionados (a tra-
vés de las escuelas de artesanos, la Junta de Ruzafa,
las universidades populares o las aulas de la tercera
edad de FEVATED); y se selecciona a jóvenes que es-
tán cursando el bachillerato artístico (procedentes
del CEI de las Escuelas o del IES Fuente de S. Luis);
se les empareja a través de un cuestionario de afini-
dades; se les facilita el material que necesitarán y un
lugar donde trabajar conjuntamente, y se nombran
tutores que les guiarán en el proceso.
El resto depende de ellos. Elegirán tema, técnica,
establecerán pautas de trabajo, horarios, solventa-
El proyecto Generarte nace, aproximadamente, en
el año 2005. El técnico de cultura de la Junta Munici-
pal de Ruzafa, sin tener conocimiento previo de los
programas intergeneracionales, se plantea poner en
marcha una actividad, dentro del campo de las artes
plásticas, para comprobar si personas de diferentes
generaciones pueden trabajar y convivir o son in-
compatibles.
Se parte de una pregunta: ¿es posible que perso-
nas entre las que existe una diferencia de edad im-
portante, que no se conocen entre sí, cada uno con
su bagaje vital, su particular visión de la vida, pue-
dan trabajar en pareja durante unos meses? ¿Serán
capaces, durante ese tiempo, de ofrecer cosas el uno
al otro, de complementarse, de llegar a acuerdos, de
solventar los problemas que les vayan surgiendo?
El Proyecto GenerartePor Estanislao Giner
Premio Acción Social Intergeneracional 2012
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD 21
rán las dificultades. Tendrán discusiones, tomarán
acuerdos, escucharán al otro desde la experiencia, la
calma, la reflexión; le contagiarán el impulso, la ini-
ciativa, la vitalidad. Ese es, en definitiva, el objetivo
de Generarte: la relación que se establece entre dos
generaciones que trabajan juntas.
Y al final, nos muestran qué surge de todo ello. Y
nos lo cuentan.
Porque quienes estamos implicados en el pro-
yecto estamos deseando que, una vez finalizado, las
parejas nos cuenten su experiencia y nos enseñen el
resultado final. Los organizadores visitamos a las pa-
rejas mientras trabajan:así se comprende y se aprecia
este proyecto; cuando ves a jóvenes y mayores ha-
blando, probando, discutiendo, aplicando lo que han
decidido en el lienzo, la tabla, el collage, la fotografía,
ves la complicidad que surge después de un tiempo
trabajando juntos.
También hay que decir que no todo es siempre
de color de rosa, que hay parejas que tienen sus pro-
blemas, sus desencuentros. Es inevitable que en tres
ediciones, con 32 parejas y 64 participantes, alguna
no haya funcionado tan bien como las otras. Pero, a
pesar de todo, los participantes siempre nos dicen
que les resulta una experiencia muy enriquecedora.
Y como queremos que quede constancia de esa
experiencia, todas las ediciones han tenido un catálo-
go. En la primera editamos un DVD que recogía la gra-
bación del trabajo de las parejas y las fichas técnicas.
En la segunda, uno en papel en el que, además de la
obra, cada pareja nos resumía cómo había trabajado,
sus vivencias compartidas y el resultado.
En esta última edición hemos preferido hacer un
catálogo digital. No hay algo tangible, pero tenemos
mucho más material que puede incluirse: más infor-
mación sobre el proyecto y sus ediciones; muchas
fotos del proceso creativo, donde se puede apreciar
mejor la evolución del mismo; las opiniones de las
parejas de una manera más desarrollada; más docu-
mentos que se pueden utilizar y modificar utilizando
las nuevas tecnologías.
De hecho, se ha desarrollado una página web den-
tro de la del Ayuntamiento de Valencia, donde se in-
cluye, entre otras cosas, un montaje en el que puede
escucharse fragmentos de conversación entre las pa-
rejas, sincronizado con las fotografías de su trabajo,
el catálogo antes mencionado y enlaces con informa-
ción sobre las ediciones anteriores.
Queremos, además, que Generarte no se quede
parado entre ediciones, sino que los participantes, a
través de blogs, chats, etc., nos hablen de su expe-
riencia y compartan con los demás otras nuevas, de
las que hayan oído hablar. También queremos, en la
medida de lo posible, que las parejas visiten centros
de mayores, universidades populares, colegios, etc.
y que trasladen sus vivencias en Generarte. Y poder
iniciar nuevas ediciones.
22 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
de El lejano país de los estanques, Lorenzo Silva, tam-
bién premiado con el Nadal por El alquimista impa-
ciente en 2000, no ha dejado de deleitar a sus lectores
con las peripecias de este detective perteneciente al
cuerpo de investigación de la Guardia Civil, cuyo ca-
rácter y estilo se ajustan a los cánones del género.
Gran admirador de Raymond Chandler, cuya filiación
reconoce y reivindica, Silva crea un protagonista do-
tado de suficiente ironía y escepticismo para emular
la personalidad antiheroica del afamado Marlowe,
aunque dulcificando levemente su comportamiento
y los resultados de sus
investigaciones. Diga-
mos que Bevilacqua
recibe menos golpes y
acostumbra a resolver
los casos atrapando a
los malos, aunque lo
haga superando las di-
ficultades y obstáculos propios de su oficio. Así que
el lector percibe con claridad meridiana la injusticia
o el desorden moral en estas novelas que combinan
a la perfección la tensión y ritmo narrativos de la in-
triga policiaca con el relato social. Esperemos que no
defraude con la obra premiada y alcance o supere
el nivel de su anterior novela, La estrategia del agua,
donde el asesinato de Óscar Santa Cruz conduce a
la inmersión de los agentes en espacios urbanos y
psicológicos que ponen de manifiesto la corrupción
Se suele esconder lo que nos avergüenza, lo que no
queremos mostrar: la codicia, la corrupción, la hipo-
cresía, que nos permite parecer una cosa y ser otra.
Y sacar la basura oculta es lo que hace el brigada Be-
vilacqua, alias Vila, con la ayuda de la sargento Cha-
morro, cuando investigan
crímenes y delitos que a
su vez esconden otros
aún más graves, pues los
que los cometen, gente
perteneciente a las altas
esferas políticas y econó-
micas, gustan de perma-
necer en la sombra, moviendo los hilos, y también se
ocultan como la basura, mientras otros menos pode-
rosos pagan por sus crímenes. Claro que no siempre
ocurre así. Podemos seguir de nuevo la trayectoria
de estos dos personajes, nacidos de la imaginación
de Lorenzo Silva, en su novela La marca del meridia-
no, recién premiada con el Planeta, uno de los galar-
dones mejor pagados, y que pronto aparecerá en las
librerías para gozo y disfrute de los que somos adic-
tos a la novela negra. Desde 1998, con la publicación
Lo que se esconde bajo la alfombra…Por Gloria Benito
“el lector percibe con claridad me-ridiana la injusticia o el desorden moral en estas novelas que com-
binan a la perfección la tensión y ritmo narrativos de la intriga poli-
ciaca con el relato social”
Otoño’12
UNIdiVERSIeDAD 23
en el ámbito judicial en temas tan candentes como la
custodia de los hijos, la presencia de las mafias en la
distribución de la droga y la denuncia de la burbuja
inmobiliaria. Todo ello impregnado por la mención y
comentario de los libros sobre estrategia militar per-
tenecientes al muerto, una delicia filosófica cuyas im-
plicaciones permiten al sagaz detective profundizar
en el conocimiento del mundo interior de la víctima
como medio para encontrar a los culpables.
Otra forma muy distinta de mostrar lo que se oculta
es la de J.M Coetzee en su última novela, Verano. Con
el distanciamiento y contención propios de su estilo
completa la trilogía ini-
ciada en Infancia (1998)
y Juventud (2002) dando
cuenta de su personal y
ficticia biografía bajo el
subtítulo Escenas de una
vida de provincias. El escritor sudafricano, nacido en
1940 y premiado con el Nobel en 2002, es seguramen-
te uno de los narradores más sólidos de la literatura
contemporánea. Siempre innovador en lo que res-
pecta a las técnicas narrativas con las que constru-
ye sus relatos, el autor hace emerger a un J. Coetzee
ficcional cuya personalidad surge de la combinación
de fragmentos de diarios y cuadernos fragmentarios
de notas con entrevistas realizadas a personas que
le conocieron y que ofrecen su particular punto de
vista al biógrafo inglés que prepara un libro sobre el
escritor ya fallecido. Cuatro mujeres y un hombre cu-
yas voces convocan a un personaje blando, tímido,
sin garra ni energía para integrarse en ningún grupo
ni pertenecer a ninguna persona. Desde el comien-
zo percibimos la desubicación del escritor respecto
a los valores del mundo que le rodea. Su idealismo
adolescente contrasta con el pragmatismo cínico y
vital de las mujeres con las que se relaciona, tanto
con la joven Julia Frankel como con su prima Mar-
got o la brasileña Adriana, su frustrada obsesión
amorosa. Las tres coinciden en reseñar su distan-
ciamiento y frialdad, su no pertenencia a la Sudá-
frica de los años 70, su sentimiento de soledad e
intrusión en una sociedad y una nación ilegítima-
mente dominada por los blancos. Más amables son
los recuerdos de sus colegas de la universidad de
El Cabo, que insisten en su carácter antipolítico y
fatalista determinado por el sentimiento romántico
de una utopía inalcanzable. El adjetivo que mejor
le cuadra es el de “frío” tanto en lo personal como
en lo literario. En eso todos coinciden, aunque en
el aspecto familiar se insiste en la añoranza por la
pérdida de la infancia feliz y la melancolía de una
actitud adolescente. Y como suele ser habitual,
entreverado en las secuencias biográficas se arti-
cula un universo complejo y vasto en el que se su-
gieren todo tipo de temas que conforman un todo
coherente y analítico: reflexiones sobre la cultura,
el ambiente y la hipocresía de las élites blancas,
sobre el sexo y las lec-
turas femeninas, so-
bre las decadentes e
irritables relaciones
padre-hijo, sobre el
matrimonio y el adul-
terio, sobre el amor y, ¡cómo no!, sobre la literatura
y los libros. Además, se mencionan las actitudes de
los afrikaners, los cambios en la relación entre ne-
gros y blancos, los tiempos que se avecinan en un
mundo al que Coetzee no pertenece, en su perni-
ciosa e insistente “incomodidad social”. La soledad
del escritor y su alejamiento de todos los que no
comprenden que su ensimismamiento es la esencia
de su ser interior y lo que pervive en sus relatos.
En suma, un perfil muy humano, tanto como para
parecer a alguna de sus conocidas “un hombrecillo
sin importancia”. Toda una lección de literatura y
vida, pues como dice uno de los personajes a su
entrevistador: “¿cómo puede ser ese escritor suyo
un gran hombre cuando no era humano?”
“desde el comienzo percibimos la desubicación del escritor respecto a los valores del mun-do que le rodea”
24 UNIdiVERSIeDAD
Otoño’12
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