Download - Vampiro s Cine
-
8/17/2019 Vampiro s Cine
1/4
Vampiros en el cineReview by: MANUEL QUINTOEl Ciervo, Año 42, No. 502 (ENERO 1993), pp. 39-41Published by: El Ciervo 96, S.A.Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40820093 .
Accessed: 04/09/2014 13:45
Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at .
http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
.JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of
content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms
of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].
.
El Ciervo 96, S.A. is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to El Ciervo.
http://www.jstor.org
This content downloaded from 148.206.159.132 on Thu, 4 Sep 2014 13:45:06 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions
http://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=ciervohttp://www.jstor.org/stable/40820093?origin=JSTOR-pdfhttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/stable/40820093?origin=JSTOR-pdfhttp://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=ciervo
-
8/17/2019 Vampiro s Cine
2/4
C
ríticos
y C
riterios
Cine
MANUEL QUINTO
Vampiros
en el cine
en 1897 un
antiguo
funcio-
nariodublinés lamado Abraham to-
ker,
representante
artístico
y amigo
del
afamado
actor de teatro
Henry
rving, u-
blicó
su novela Drácula
en Archibald ons-
table and Co. de
Westminster,
ada
hacía
presagiar
que
desde
aquella
fecha inicial
el libronunca
dejaría
de
reimprimirse
da-
ría
lugar
a uno de los mitos más extraor-
dinarios
del
género
de la literatura el cine
fantásticos. Mediante
una
ingeniosa
es-
tructura
compuesta
por
fragmentos
de
diarios,
correspondencia y
recortes de
pe-
riódicos
-elementos narrativos
ue
tomó
de
La
piedra
lunarde
Wilkie
Collins-,
Sto-
ker
presenta
la historia del
pasante
de
abogado JohnatanHarker, ue se traslada
a Transilvania
para ponerse
en contacto
con
el futuro
omprador
de una
propiedad
en Purfleet
y
así entra en el mundo vam-
pírico
del conde
Drácula
y
sus tres ansio-
sas
pupilas.
Tras no
pocos
peligros,
vuel-
ve
a
encontrarse
con el diabólico ser en
la
propia
Inglaterra.
Allí
iente la
angustia
de
ver como su
novia,
Lucy
Westenra,
s ata-
cada
y
sufre un debilitamiento
rogresivo,
que
sólo
puede paliarse
con continuas
transfusiones
de
sangre.
Varios
persona-
jes amigos,
entre
os
que
destacan el
Dr.
Seward,
director e
un manicomio ercano
y,
sobre
todo,
el médico
holandés Abra-
ham
Van
Helsing, "experto
en
enferme-
dades
oscuras",
logran
neutralizar al
monstruo,
persiguiéndolo
hasta hacerle
buscar
refugio
de nuevo en tierras
tran-
silvanas,
en
donde
consiguen
reducirle
cenizas.
Drácula es un
personaje
de fic-
ción,
aunque
su nombre
vaya
asociado
al
del
príncipe
Vlad
V
Draculea de
Valaquia
(1431-1476),
conocido
por"Tepes",
o
sea,
"el
Empalador", ue
ha
pasado
a la historia
por
su
despiadada
crueldad.
Las
referencias a
vampiros
se
encuen-
tran
ya
en
leyendas y
tradiciones
que
se
remontan
los cuentos de Las
mil
y
una
noches,
las criaturas conocidas
como "lé-
mures" en la
mitología greco-latina,
los
cuentos fantasmagóricoschinos y los ín-
cubos
y
súcubos de la Edad
Media cristia-
na. Pero el
personaje
del
vampiro
como
transgresor,
perteneciente
a la
nobleza,
muerto
viviente
y
criaturanocturna
depre-
El
actor
Gary
Oldman
en
Drácula
Película con
implicaciones
eróticas
y
religiosas
dadora es una
plasmación
del
romanticis-
mo
y
un
epígono
de la novela
gótica
ingle-
sa.
El
primer
relato en el
que aparece
es
precisamente
en
El
vampiro,
scrito
por
John
Polidori,
médico
y
secretario de Lord
Byron,
urante
as
famosas veladas de
Vi-
lla
Deodati,
cerca del
lago
Lemán,
en ve-
rano de
1
81 6 -en el mismo
ugary
ocasión
en
que
Mary Shelley
escribiera su Fran-
kenstein.El siniestro Lord Ruthwen iene
muchos
rasgos que
le
asemejan
a
GeorgeGordon
Byron,
inclusose
creyó
que,
en
parte,
el texto había sido escrito
por
él,
lo
que
se
apresuró
a desmentir n una carta
enviada
al Journalde
Paris en
1819.
Tomándolo como modelo
evidente,
Tho-
mas Preskett
Priest
1
publicó
en
1847
una
novela señalizada
bajo
el título
eneral
de
Varney,
l
vampiro,
n la
que
se funden
las tradiciones
propias
de la novela
gótica
al estilo
Lewis, Maturin,
Walpole
o Radcliff
con los
relatos
por
entregas
que
el
auge
de la
prensa popularizó
a mediados del
siglo
pasado.
No
obstante,
no fue hasta la
aparición
de
Carmilla,
riginal
el también
irlandés Sheridan
LeFanu,
cuando
pode-
mos hablar con propiedad de un antece-
dente inmediato. Esta novela
breve,
con-
tenida en la colección
"In
a
glass darkly",
nos cuenta los terribles hechos
que
en-
volvieron Mircalla de Karnstein
y
de la
extraña
fascinación
que
ejerce
sobre una
inocente castellana de
Estiria,
hasta
que
se descubre
que
se
trata de una
vampira
ligada
a una
antigua
familia,
uyos
com-
ponentes
se hallan
sepultados
en un ce-
menterio
próximo.
A
estas alturas
resultan
ya
evidentes as
connotaciones sexuales
que
la
figura
del
conde Drácula
comporta,
además
de su
morboso interés derivado de su
inmorta-
lidad,
su
poder
seductor
y
del
germen
de
corrupción que
entraña en una sociedad
tan estricta omo la victoriana.Drácula es
el
Mal,
las
fuerzas
oscuras,
los deseos
in-
satisfechos,
siempre
al borde del
peligro
supremo
de la condenación. No es
nada
extraño
que
su
imagen
calara hondo en
la
cultura
udeo-cristiana,
n unos
momentos
en los
que imponía
un modelo de
sociedad
basada en el colonialismo
y
en el
capital.
Así,
era inevitable
ue
el cine se
apropiara
del
personaje
-como
ya
lo había hecho el
teatro
a
partir
de
1820,
con el francés
Charles
Nodier-,
y
directores
ue
van des-
de el
expresionista
Murnau hasta los más
descarados
cultivadores de la serie
B,
como
Roger
Corman o
Jesús
Franco,
sin-
tieran a atracción de recreartoda la pa-
rafernália
rótico-sacrílega
que
rodea al
Señor de la Noche.
Repasemos
ahora las
principales pelí-
culas de
vampiros
desde
los
tiempos
del
Enero
93
/
El Ciervo
-
39
This content downloaded from 148.206.159.132 on Thu, 4 Sep 2014 13:45:06 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions
http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
-
8/17/2019 Vampiro s Cine
3/4
cine
ilente
astanuestros
ías,
dvirtien-
do
que,
n
ocasiones,
o
as
citamos
or
su calidad
originalidad,
ino
por
o
que
representaron
n la evoluciónel
género
en unmomentoeterminado.
1913. Thevampire,ortometrajenglés
que pasa por
erel
primer
cer-
camientouténticol tema. a ac-
ción ranscurre
n a
ndia,
n don-
de dos hombreson tacados
or
una
vampiraue
se convierten
serpiente.
1922.
Nosferatu,
e
F.W.
Murnau.ntro-
duciendo
ambios n la
historia,
Murnauntentóurlar
osderechos
de la viuda e Stoker. in mbar-
go,
dosde estos
ambios an
ue-
dado como ciertos:
a
figura
e-
pelente
y
retorcida el conde
Orlock
el tema el sacrificioe
la
mujer
ara
retener
l
vampiro
su ladohasta a salida el ol.En
1979,
Werner
erzog
izo na e-
gunda
ersión,
onfiando Klaus
Kinskil
papel rincipal,ue
en a
cintamuda
había
orrido
cargo
del misterioso
ax chrenk.
1931.
Vampyr
e Cari
Th.
Dreyer,
am-
bién
onocida
or
La
bruja
am-
piro
El
extraño
iaje
de David
Gray,
s una de las más
claras
muestrase la
preeminencia
e a
sugestión
e las
imágenes
obre
la coherencia
e la narración.as
escenas n as
que
el
protagonista
sueña
con su
propio
ntierro,
a
muerteeldoctor
epultado
n a
harina elmolino el
plano
el i-
niestro
arquero
n un
gris
ma-
necer on cine n estado
puro
y
han ervido e
inspiración
mul-
titud e otros utores.
1931.
Drácula,
e Tod
Browning.
ri-
mera
daptación
onfesa fiel e
la novela e
Stoker,
roducidaor
la Universalontandoon a
pre-
sencia el ctor
úngaro
ela Lu-
gosi,
dado
que
Lon
Chaney,
quien
n
principio
badestinadol
trabajo,
cababa de fallecer e
cáncer e
garganta.
1958.
Drácula,
e TerenceFisher. a
productora
nglesa
ammerilms
compró
os
derechos e la Uni-
versal
ara
arunnuevo
epaso
sus mitos el
terror,
sta vez en
color conmayornfasis n as-
pectos
róticosviolentos
ue
n-
tes habían enido
ue quedar
li-
minados.
El
actor
de
origen
aristocráticotaliano
hristopher
Lee
propone
tra ueva isión el
personaje:
lto,
efinadoseduc-
tor,
unque apaz
de darrienda
suelta unafuria estial.
1
60. La máscara el
demonio,
e Mario
Bava,
unfilme e
múltiplesuge-
rencias
poderosompacto
isual,
que
mezcla lementose Poe con
brujería
reencarnaciones,
la vez
que
eleva a la
inglesa
Barbara
Steele la
categoría
e
actriz
mí-
tica n el
género.
1
67
El
baile e os
vampiros,
e
Roman
Polanski,
induda
lguna
a
mejor
parodia
e este
ipo
e
filmes,on
impagables
ntervencionese un
vampiro
udío
y
de otro
homose-
xual
y
scenas
mpactantes,
omo
la de los
nvitados la fiesta inal
saliendo e sus tumbas estidos
con us
mejores
arapos.
1
71 Le
rouge
ux
èvres,
e
Harry
ü-
mel. na erdadera xtraña
oya,
que parte
e la
eyenda
e
la
con-
desa
Bathory
ara
urdir na en-
volventerama e
seducción,
nel
marco e
unaciudad e
Ostende
con cos
mariembadianos.
quí,
a
criatura
apaz
de
despertar
rági-
cos sentimientos
mbiguos
s
Delphineeyrig.
1979.
Drácula,
e John adham. adie
hubiera
postado
i n
éntimo
or
el director
e cosas comoFiebre
del ábado
noche,
i
por
un
ctor
tan
elamidoomo rank
angella,
pero,
o
que
son as
cosas,
u ver-
siónde la historiael Gran
Vam-
piro
s
magnífica,poyándose
n
unromántico
uión
e
W.D.
Rich-
ter
ue
concentraoda aacción n
Inglaterra,
partir
e a
legada
el
barco e
Drácula las costas er-
canas a Carfax.
/BI EdhORJAR
Af>wT/vdo77/^nftOS^Tf
'SAL TERREE/
~-»&
'
NOVEDADES
V^555* '^^^L^^' '' '
'^s^'V
x'^^^L^^'
í^sS^' '' '
'^ '' '0^^ ' '' '
' w Ä '' 'y&¿2^^'
''
T3S§è^^'w*>*
40
-
El
Ciervo
/
Enero 93
This content downloaded from 148.206.159.132 on Thu, 4 Sep 2014 13:45:06 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions
http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
-
8/17/2019 Vampiro s Cine
4/4
1983.
El
ansia,
de
Tony
Scott. Una
pelí-
cula de
diseño,
en la
que
Tony
re-
mite su hermano
Ridley
n cuan-
to al tratamiento e la luz. Catherine
Deneuve
y
David Bowie son dos
amantes a los
que
la
ingestión
de
sangre
humana les
permite
ivirn
perpetua
juventud,
hasta
que
él
comienza a notar os síntomas de
una
grave
decadencia. Scott hace
remontar as fuentes del mito los
tiempos
gipcios y
os entronca on
los ritualesdel culto a los muertos.
1992.
Drácula,
de Ford
Coppola,
que
in-
tegra
el mito on su eco
histórico,
al hacer
que
Vlad Draculea se con-
vierta n
vampiro
n el
siglo
xvi,
consecuencia de un
pacto
con el
Diablo
y
después
del suicidiode su
amada Elisabetha.
En el Londres
del
xix
encontrará
de nuevo a su
enamorada en los rasgos de Mina
Murray.
eslumbrante
n cuanto a
su
concepción plástica
y
echando
mano a los recursos tradicionales
para
el
trucaje -espejos y
efectos
de la cámara
en
lugar
de la tec-
nología
electrónica-,
Coppola
nos
sumerge
desde una
perspectiva
madura
en todas las
implicacio-
nes,
tanto róticas como
religiosas
del tema.
(1
Según
últimas
nvestigaciones
l
respec-
to,
parece que
el autor s James Malcom
Rymer
(1
81
4-1
881
.
Así o
recoge
Alan
Ryan
n su com-
pilación
The
Penguin
Book of
Vampire
Stories
(New
York 1987 -London
1988-).
Música
JORDI MALUQUER
La
ópera
estatal
de
Budapest
por
Barcelona,
a las
puertas
del
otoño,
la
compañía
de la
Ópera
Es-
tatal de
Budapest para
ofrecer dos
pro-
gramas.
El
primero
on dos
óperas
del si-
glo
xx
-Bartok
y Vajda- y
el otro con
una
de las menos
populares
de Verdi,/Lom-
bardi. Fue en este
segundo
título
n
donde
se hizo la evidencia.
La escena
era
pobre,
los cantantes me-
diocres,
a
orquesta
bastante
buena,
el coro
limitado.
os movimientos
stereotipados,
poco
libres. Un olor a
rancio,
a
resigna-
ción,
a
fotografía
eñida de
amarillo,
on-
tribuyeron
nmediatamente a darnos la
sensación de
que
estábamos veinte años
atrás.
Con toda su buena fe
y
poniendo
todas
las
ganas
nos devolvieron
repito
el
decorado,
el
estilo,
os materiales- a la
re-
presentación
de
óperas
en
período
de
postguerra.
De pronto e hizo palpable el porqué las
corrientes temerosas
de una
interpreta-
ción
amplia
del Concilio Vaticano
II,
apos-
taron consciente o
subconscientemente
por
la
figura
de Karol
Woityla.
Con toda
I
Lombardi la
prima
rociata
Una
ópera poco
conocida de Verdi
naturalidad
retrocedieron
uarenta
años.
Con un
repertorio
ocial moderno -Bar-
tok,
Vajda-,
nos daba -Verdi- lo de
siem-
pre,
y
aún de una manera
arqueológica.
La música -la fe- excelente. La manera
de
comunicarla,
ancia. El
comportamiento
antiguo.
Posiblemente el
espíritu
orrecto
pero
mal
interpretado.
No
llega,
no co-
munica. Por eso el dramático dato de la
encuesta
realizada
en Madrid
entre
1
000
sacerdotes. Han respondido 380. El 73,9
por
ciento de esos 380 está en favorde la
ordenación de la
mujer.
El
celibato
opcio-
nal lo admiten en un
91,4
por
ciento. El
51
6
por
ciento
se identifican on la
Iglesia
institucional
,
n
cambio,
un
72,6
por
cien-
to es desfavorable al
pontificado
e Juan
Pablo
II.
Los atrasados de
quince
años -los
que
lloramos a muertede Pablo
VI
y
asistimos
esperanzados
al
aliento
de
transparencia
de Juan Pablo
I-
comprendemos
el freno
al concilio
que
con toda la buena fe
(con-
tada
la santidad
personal,
sin
duda)
ha rea-
lizado undesfasado de Cracovia
que,
como
los desfasados de Budapest, nos han de-
vuelto
una manera
rígida
ue
propone
nor-
mas más
que
modelos,
lejos
del
perfume
más
antiguo
ún,
pero
más
puro,
de la
pri-
mera
Iglesia
de
los
apóstoles.
Y
que
como
/
Lombardi
parece responder
al título om-
pleto
de la
ópera que
se llama
/
Lombardi
a la
prima
crociata.
Televisión
J.
L
SÁNCHEZ
NORIEGA
Democracia
del mando
audiencias
mandan;
el
mejor
di-
rector
general
de la
televisión más
ideal
puede
tener hermosas ideas
y mag-
níficos
profesionales
a su
lado,
que
si el
público
le vuelve la cara...
no tiene más
remedio
que
dimitir.
l
mercado "libre"
puede
muy
bien acabar con la
calidad, o,
simplemente,
con
cualquier pretensión
artística o
cultural,
omo se
ha visto en
Francia,
donde
han
suprimido
un
espacio
dedicado
al
libro,
por
más
que,
¡cielos ,
haya
habido
protestas
de
personalidades,
instituciones
y
hasta
políticos.
Lo más
la-
mentable de ese mercado "libre"no son
esas
supresiones,
sino el encumbramiento
de la
estupidez
de
concursos,
culebrones
y
chacharas de
plato
sin
sentido
alguno.
Pero la televisión
es tan democrática
que
programa
o
que
la
gente
vota con el man-
do a
distancia,
unque
haya
emisiones
que
no se
sometan a las
urnas,
como la om-
nipresente publicidad.
Pero ésta
financia
la
propia posibilidad
de
elegir.
Sin
embargo,
quiero
creer
que,
tras el
estreno de la
pluralidad
elevisiva,
hemos
superado (?)
la fiebre del
concurso
y
del
culebrón.
Es
decir,
hay
una
cierta recu-
peración
en
la,
no
ya
calidad,
sino
simple-
mente dignidadde los espacios de tele-
visión. Esta
recuperación
está siendo
posible
por
la vuelta a una
televisión de
estrellas.
El
disparo
de salida
fueron os
fichajes
millonariosde
la refundaciónde
Antena 3. Es
decir,
al
margen
de los
con-
tenidos de
cada
programa,hay
necesidad
de ver
espacios
donde el atractivo
sté en
la estrella.
Ésta/éste
puede poseer
como
bagaje
curricular as más
variadas
profe-
siones:
periodistas Mercedes
Milá,
Jesús
Hermida),
caricatos
(Pedro
Ruiz,
Alfonso
Arús),
deportistas
(López
Iturriaga),
re-
sentadores
(Pepe
Navarro),
folclóricas
(Lola Flores),
humoristas
Martes
y
Trece),
cocineros
(Arguiñano),
antantes
(Raffae-
lla Carra, BertínOsborne, Manolo Esco-
bar)
y
hasta
magos
(Juan Tamariz);
el úni-
co
requisito
es su
popularidad (la
cual,
como se
sabe,
consiste en salir en
tele-
visión)
alimentada
por
la
simpatía,
la te-
Enero 93
I
El
Ciervo
-
41
This content downloaded from 148.206.159.132 on Thu, 4 Sep 2014 13:45:06 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions
http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp