e d i t o r i a l - ..:: departamento de psicomde etiqueta que se marcan como excluyentes para la...

54
DIRECTORIO Rector Dr. Heriberto Grijalva Monteverde Secretario General Académico Dr. Enrique Velázquez Contreras Secretaria General Administrativa M.E. Rosa Elena Trujillo Llanes Vicerrectora de la Unidad Regional Centro Dra. Armida Guadalupe García de León Peñúñur i Directora de la División de Ciencias Sociales Dra. Dora Elvia Enríquez Licón Jefe del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación M.A. Abelardo Domínguez Mejía Coordinadora del Programa de la Lic. En Ciencias de la Comunicación Mtra. Lizet Ontiveros Director de Vinculación y Difusión M.D.O. Manuel Ignacio Guerra Robles Revista Tópicos de la Comunicación Nueva época Director Ramsés Ramírez Comité Editorial Miembros de la Academia de Cultura y Comunicación

Upload: others

Post on 13-Mar-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

DIREC TORIO

Rector

Dr. Heriber to Grijalva Monteverde

Secretar io General Académico

Dr. Enrique Velázquez Contreras

Secretar ia General Administrativa

M.E. Rosa Elena Trujil lo Llanes

Vicerrectora de la Unidad Regional Centro

Dra. Armida Guadalupe García de León Peñúñur i

Directora de la Divis ión de Ciencias Sociales

Dra. Dora Elvia Enríquez Licón

Jefe del Depar tamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación

M.A. Abelardo Domínguez Mejía

Coordinadora del Programa de la Lic. En Ciencias de la Comunicación

Mtra. Lizet Ontiveros

Director de Vinculación y Difusión

M.D.O. Manuel Ignacio Guerra Robles

Revista Tópicos de la Comunicación

Nueva época

Director

Ramsés Ramírez

Comité Editor ial

Miembros de la Academia de Cultura y Comunicación

Page 2: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

E D I T O R I A L

Page 3: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Ensayo

Bitácora Periodística

Cursilería y gustos por los ritos sociales

en Hermosillo.

5

14Zoila Pablos Lugo

Maximino Aguilar Ochoa

Enrique Ramsés Ramírez Lozano

Entre el esfuerzo y el desempeño.

Cultura y comunicación.

La formación social y profesional

de los foto repor teros.

La nueva iniciativa Beltrones reedita

la Ley Televisa.

20

24

26

28

La Asociación Mundial de Periódicosconstata una caída de las ventasen occidente.

Los otros enemigos de los archivos.

Pilar Bonet

Jaime Varela Salazar

Reseña

Cuerpo y alma: herramientas del trabajo

etnográfico

32

Alber to Acevedo

Page 4: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Entrevista

Curiosidades

Crónica

36

José Abri l

Francisco Covarrubias B.

Francisco Covarrubias B.

Ayala Blanco y la crítica herética del

cine mexicano.

cicatrices imborrables: a 24 años del 19 de septiembre de 1985.

39

42

45

50

52

Pablo Gonzáles Casanova.Científico social y ex rec tor de la UNAM.

Entrevista con Loïc Wacquant. Pensamiento crítico y disolución de la doxa.

“Un fax del siglo I I I A.C.”

Amnesia revolucionaria

Jonathan Fi ldes BBC Ciencia

Page 5: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Dentro, como te plazca, afuera, según se acostumbre.L. A. Séneca (4 a,C, - 65 d. C. )

Cursilería y gustos en los ritos sociales de Hermosillo

¿El gusto ha sido un elemento indisociable en el desarrol lo de los r itos sociales?, ¿son los usos y costumbres de cada momento histór ico f i l tros por los que el gusto pasa?, ¿quiénes ser ían los “detentadores” de éste y por qué medios es asimilado y luego trans-mitido? ¿Es acaso relevante mantener cier tos estándares del l lamado “buen gusto” en el vestir, en el proceder, en el festejar? , ¿quién está facultado para discr iminar entre el buen y mal gusto, entre lo auténtico, or iginal y lo grotescamente imitado?

Lo cier to es que desde los anales de la histor ia “ los sujetos sociales se diferencian por las dist inciones que real izan – entre lo sabroso y lo insípido, lo bel lo y lo feo, lo dis-t inguido y lo vulgar – en las que se expresa o

se revela su posición. El anál is is de las rela-ciones entre los s istemas de encasi l lamiento (el gusto) y las condiciones de existencia ( la clase social) conducen a un anál is is social del cr iter io selectivo que es, inseparablemente, una descr ipción de las clases sociales y de los est i los de vida.” 1

A la luz de esta ref lexión se pueden ana-l izar los r itos sociales recreados por la clase media en Hermosi l lo, los cuales t ienden a ser una copia burda de la pretendida elegancia y exclusividad derrochada en los r itos practi-cados por la clase alta, es decir, sólo en apa-r iencia y, en algunos casos, considerados por los que se dicen conocedores de los proto-colos sociales y de las reglas de etiqueta: de mal gusto.

Zoila Pablos Lugo

Ensayo

Page 6: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

La manera en la que los diferentes eventos, reuniones o r itos sociales son organizados y desarrol lados desde el seno famil iar hacia su círculo de conocidos, amistades y famil iares más al legados, “. . . es una manifestación sim-bólica cuyo sentido y valor dependen tanto de los que la perciben como del que la pro -duce. . .” 2.

Para Bourdieu, la manera de uti l izar algu-nos bienes s imbólicos (en este caso duran-te el desarrol lo de los r itos, y en par t icular aquellos que están considerados como los atr ibutos por antonomasia de las famil ias de “buena cuna”) , proveen de contrastes ne -cesar ios que acreditan la per tenencia a las clases pr ivi legiadas y, por ende, hacen un uso indiscr iminado de las estrategias de dis-t inción, es decir, en palabras de Proust, del “ar te inf initamente var iado de marcar las dis-tancias” con respecto a las famil ias que for-man par te de círculos sociales de segunda y tercera categoría.

Lo que en el mundo del gusto se confronta como opuesto, son los dis ímiles modos de ad-quisición de la cultura por el niño en el seno de su famil ia y, prolongado por un aprendi-zaje escolar que lo presupone y per fecciona y que es de notarse hasta en “. . . la cosmética corporal, el vestido o la decoración domés-t ica, [ los cuales] constituyen otras tantas ocasiones de probar o de af irmar la posición ocupada en el espacio social como categoría que hay que tener o distancia que se debe mantener…” 3

La cursi ler ía se expresa también como par te de un rechazo a lo que se considera común y corr iente o de mal gusto, incluso evidenciándolo a par t ir de las r ígidas reglas de etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reser vamos el derecho de admisión) o de los comentarios recr iminatorios que se hacen “entre iguales” para hacer entrar en ra-zón a aquellos elementos del c írculo social que pudieran l legar a “desentonar ” : No en-t iendo cómo eso pudo gustar te.

Y es que “Lo que se capta mediante indi-cadores tales como el nivel de instrucción o el or igen social… o lo que se capta en la es-tructura de la relación que los une, son tam-bién modos de producción del habitus* cult i -

vado, pr incipios de diferencias no solo en las competencias adquir idas s ino también en las maneras de l levarlas a la práctica. . .”. 4

Ahora bien, la imitación de los elementos y momentos de cualquiera de los r itos sociales t iende, cuando se t iene la intención de hacer una copia f iel de aquéllos, a “… mostrar (de manera ar t i f ic iosa) un ref inamiento expresi-vo o sentimientos elevados” 5, mediante mo-dal idades dist intas de competencia cultural y de su uti l ización. Como si fuese una rea-l idad f ingida a veces de manera consciente y otras inconsciente de lo que nunca será a pesar de las expectativas aspiracionales en lo que puede l legar a ser incluso catalogada como un inventar io de cursi ler ías que, a su vez, es una práctica que “… se aprende, se enseña y se cult iva” 6.

Jaime Cruz Lar ios apunta también que la cursi ler ía puede ser cometida por cualquie -ra: v. gr. : amas de casa, trabajadores, depor-t istas, f iguras públicas, entre muchos, solo que “. . . a lgunos la viven como par te de su r i -tual cotidiano [al decorar su casa y carro o al vestirse y acicalarse para acudir a la jorna-da diar ia de trabajo] .” 7 ¡Cuánto más se hará presente en la dinámica de los r ituales que enmarcan los acontecimientos considerados como más relevantes en la vida de un ser hu-mano!

Para Cruz Lar ios, a la cursi ler ía la podemos encontrar en Sonora en todas las clases so -ciales y en sus eventos de mayor raigambre (como las Reinas de la vendimia y del Car-naval de Guaymas, el tradicional Bai le del Blanco y Negro, incluso en las festejos por el día de las madres**) , en los cuales se expresa espontánea y s inceramente el deseo de darle renombre a los apel l idos públicamente a tra-vés de tales acontecimientos recreados por exclusivos sectores de la comunidad sono-rense.

En la clase media sonorense, compuesta pr incipalmente por profesionistas, burócra-tas y microempresarios, “… están satisfechos con lo que t ienen, pero no de lo que verdade -ramente son, tratan por todos los medios de inventarse el abolengo de su apell ido, pues-to que siempre viven deseando aparentar los modos de vida de las clases superiores.” 8 Por ejemplo, ésta es precisamente la clase social

Page 7: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

que más sol icita su inclusión dentro de las páginas de sociales en los periódicos de la local idad y la que más busca emular el proto-colo alrededor de los r itos sociales.

Durante la década de los cuarenta en Her-mosi l lo, se toma un punto de referencia en relación a estos anhelos constantes de seme -janza con la clase “superior ”, con la redefini-ción de las áreas residenciales pr ivi legiadas en Hermosi l lo, donde, al mismo t iempo, se plagian las fachadas del común de las casas en las ciudades del suroeste nor teamericano y se uti l izan nuevos materiales como el la-dr i l lo y el bloque, desplazando así a las tra-dicionales casonas de adobe tan funcionales en cuestión del cl ima extremo. (Cfr. Méndez, Eloy. Ensambles Modernos. Rutas urbanas de la modernización hermosi l lense a f in de si -glo. El Colegio de Sonora, México, 1997) .

Los cronistas de sociales

y la cursilería

Uno de los of icios que han rescatado mejor el histor ial hermosi l lense de estas aparien-cias cubriendo eventos y cer támenes como Nuestra bel leza Sonora (anter iormente Se -

ñorita Sonora) , así como el de las Damas de Chantal , que reúne las f iestas de XV años de jóvenes provenientes de estratos medio-alto y alto en los escenarios y “escaparates” del Teatro al aire l ibre de la Sauceda y el Casi-no de Hermosi l lo, respectivamente, son sin duda los cronistas de sociales, ya que éstos “… sin darse cuenta reseñan lo elegante de ahora, que será lo cursi del mañana…” 9

. . . ayer a las 6 horas y 10 minutos de la tarde escr ibía el íncl ito y popular propietar io de la farmacia Cruz Roja en sus memorias que fel izmente es papá de 5 varoncitos y de 2 ni-ñas. Se trataba de que a esas horas su dig-na esposa la señora de… daba a luz un l indo bebé en su propia residencia … siendo el su-ceso por demás fel iz 10.

Se trata pues de una auténtica transfor-mación de lo real en f ict icio, de lo ordinario en ar t i f ic iosamente extraordinario, soste -niéndose en el f ingimiento, en las ostenta-ciones, en las falsas elegancias; buscando la dist inción a par t ir de un actuar t itubeante y maquil lado, producto de la inseguridad y la

Page 8: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

torpe ejecución de los denominados buenos modales, de la expectativa social que se s i -gue como burro a zanahoria, l imitado eterna-mente por las anteojeras de la sanción moral.

Elegante boda se efectuó hoy… constituyen-do el enlace una nota social de rel ieve… la genti l desposada lució con dist inción y ele -gancia una novísima creación del país veci-no… para celebrar este matr imonio se ofre -ció un lunch champagne en la residencia de la . . . 11

Elegante enlace. . . per tenecientes ambos a conocidas y dist inguidas famil ias de la so-ciedad hermosi l lense. . . e l acto fue suntuoso constituyendo en sí una relevante nota so -cial… 12

Cruz Lar ios cita a Raúl Fournier en su l ibro El cr istal con que se mira , cuando af irma que “… la cursi ler ía es una mentira de ser, una degradación de la real idad, una aberración del espír itu.” 13 y s in el afán de ser categóri-cos, se podría af irmar que esto pasa muy a menudo en los r ituales de las ceremonias re -l igiosas como de las recepciones en el caso de la boda como una “pasión enferma” (en opinión de Cruz Lar ios) , en que se busca el reconocimiento y se lucha ferozmente por alcanzar un espacio en el momento histór ico que les toca vivir.

La recepción fue todo un evento me -morable por su esplendidez y el gran júbilo que predominó. . . Desde la en-trada al casino el ornato era muy or i-ginal pues daba la impresión de un hermoso jardín con sus fuentes y sus bancas con enormes recipientes de f lores que al igual que la mesa de ho-nor y la de los invitados fueron arre -gladas a base de hojas de camelia y rosas por… 14

El fenómeno de la cursi ler ía está íntima-mente l igado al tradicional ismo, “… ya que la tradición es una fuerza que cohesiona… en relación con los valores culturales y mora-les”. 15. Por ejemplo, al invitar a gran cantidad de famil iares, amigos y hasta vecinos en el caso del r ito de la boda, se asegura un mayor

compromiso por par te de los novios, quie -nes hicieron un compromiso público en este paso trascendental para su vida, trascenden-tal porque la expectativa es muy clara: que perdure y vaya más al lá del r ito. Para el lo se buscan testigos de una comunidad que los conminará a permanecer unidos, ya que fue -ron par t ícipes de su juramento sagrado ante un altar al que toda la comunidad catól ica venera.

Un rayo de luna i luminó la faz radiante y bonita de… en la noche del f lor ido mes de mayo… más bri l lante que nunca lució Cate -dral trayendo remembranzas de su br i l lante pasado pues el altar estaba regiamente en-galanado sobre todo a la altura de las fami-l ias… grandes candelabros de cobre coloca-dos a desnivel en los escalones adornados con agapantos, fol lajes y cir ios destacaban inmensos helechos mientras que pedestales de bronce fueron instalados desde el umbral del templo. Mientras que a los lados de la apuesta pareja había otros dos grandes bú-caros pletóricos de f lores. . . radiantes y ple -nas de candor con sus vestidos en rosa tor-nasol. 16

O tro caso es el apadrinamiento en bauti-zos es otro caso que, amén de sus implicacio-nes que se suponen, eminentemente rel igio-sas, obedece también a un tradicional ismo a ultranza como un mecanismo cícl ico que permita mantener las conexiones necesarias para permanecer y hasta “escalar ” posiciones dentro del mismo círculo social perpetuán-dose en el parentesco polít ico (movil idad so -cial) , apar te del lazo sentimental que una a las dos famil ias” :

Los esposos. . . sol ic itaron de la manera más atenta a. . . así como a . . . fungir como padri-nos del bebé, los cuales aceptaron gustosos dicha petición y se comprometieron a velar por la recta formación de su nuevo ahijadi-to”. 17

Gusto y consumo: distinción

entre clases

Para anal izar el binomio gusto- consumo en los r itos sociales, es impor tante tomar en cuenta cuáles son los bienes que se han con-sumido en el los y el discurso que de esto

Page 9: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

emana, con lo que se pretende mantener un “sel lo único” que permita acceder, por medio del ingenio creativo, a la tan buscada or igi-nal idad.

Las famil ias que organizan r itos con el res-paldo de un nivel de preparación profesional alto, se dist inguen por su ”… dominio s imbó -l ico. . . de los pr incipios del gusto…” 18 lo que da como resultado que otras famil ias que han carecido de esta preparación institucional i-zada tengan que optar por la improvisación y la copia burda, quedando a expensas algu-nas veces, de un inminente escarnio público.

Las iniciat ivas de espontaneidad y natura-l idad en el desarrol lo de los r itos, se contra-ponen con el seguir al pie de la letra los ce -remoniales por par te de sus organizadores; lo cual t iene que ver con el modo de adquisi-ción de su capital cultural, que se manif iesta a su vez en el compor tamiento, las posturas, las prácticas convencional istas, sus costum-bres ordinarias y todo aquello que caiga, en palabras de Bourdieu, “…bajo la jur isdicción absoluta del gusto…”.

La percepción de los asistentes se hace pa-tente en el nivel de satisfacción o insatisfac-ción de sus expectativas frente al r i to (s i los ejecutantes se han apegado o no al proceso del ceremonial tradicional) , y es mediante la herencia cultural como las nuevas genera-ciones tratan de preser var aquellos s ímbolos y la valoración que se hace de los mismos por su uso social , los lugares comunes, los ade -manes, la prestancia y demás cuestiones que se consideran imperecederas, trascendenta-les, incluso que de cier to modo denotan el poder social de preser varlos en el t iempo, como aquella intuición básica de Durk heim a la que hace alusión Bourdieu:

Todo grupo t iende a dotarse de los medios precisos para perpetuarse más al lá de la f i -nitud de los agentes individuales en los que encarna.

Y el mismo Bourdieu apunta en este sen-t ido:

Por el lo, el grupo pone en funcionamiento todo un conjunto de mecanismos tales como la delegación, la representación y la s imbo-l ización que confieren ubicuidad y eterni-dad. 19

Los grupos humanos con alto nivel de se -lectividad para cuestiones del gusto, buscan el beneficio s imbólico que les apor ten aque -l los arquetipos sociales que han sido para-digma por generaciones y como par te del ordenamiento social de predecesores a suce -sores, hay una búsqueda de permanencia a través de mecanismos sociales como los r i -tuales y su s ignif icación colectiva con base en un sistema de estrategias or ientadas ha-cia la maximización del beneficio material y s imbólico.

Esta s ignif icación garantizará, en gran me -dida, la homogeneización operacional y es-tructural de ese orden social , con el objeto de que se socaven las posiciones discordan-tes a las convenciones y equipare la elección de los elementos y momentos del r ito, la de -coración, los plati l los que se han de ofrecer, el t ipo de vestimenta que se habrá de usar, entro otros, como producto de un largo pro-ceso de adquisición del aprendizaje famil iar y escolar contemplativo y práctico de los es-t i los de vida.

Page 10: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Hay que puntual izar también que no todos los momentos y elementos de los r itos t ienen un mismo peso en el desarrol lo del mismo, s ino que están jerarquizados a través de los s ímbolos y el fenómeno de la espacial idad (vid. supra) , y t iene que ver con que se per-mita omitir algunos pero que sea imperdo-nable que falten otros, o bien, que esos mo-mentos y elementos sean catalogados en el juego de los gustos y los disgustos, como ha sido el caso de la tanda húngara en la boda: aplaudida y disfrutada en las clases bajas, to -lerada en una clase media no tan pretenciosa y definit ivamente ausente en las famil ias de clase alta*.

Es dist intivo de una clase social , así como también del deseo de movil idad social hacia aquélla, el t ipo de lugares a donde se acude a adquir ir o rentar los bienes, o a sol icitar los ser vicios para real izar los r itos, de esa mane -ra, pueden jerarquizarse en lugares baratos, accesibles y exclusivos como es el caso del mercado popular, las t iendas depar tamenta-les y los negocios con más dist inción respec-t ivamente.

O tro de los aspectos dist intivos es el he -cho de sol icitar ser vicios de organizadores profesionales, o más bien de delegar las res-ponsabil idades entre los famil iares y cono-cidos más al legados. O tros indicadores de la imagen que se pretende dar, incluso de la que se quiere evitar dar, es el t ipo de comida ,y hasta la cantidad ofrecida como indicador de clase; además la trayectoria social , cate -goría socio-profesional de los padres o el lu-gar de residencia.

Se trata del est i lo global de consumo cul-tural de las personas, esos modos de adqui-sición que ref lejan sus preferencias, un con-junto de consumos tanto materiales como culturales por medio de los cuales se puede enjuiciar su gusto en la vestimenta, la comi-da, la música altamente apreciada o devalua-da por su per tenencia a un género superior o infer ior y la decoración. Estos obedecen tanto a una disposición innata como a una disposición cult ivada para elegir los y darles un uso social en el inmueble donde se desa-rrol le el evento.**

Y es que “…no existe herencia material que no sea a la vez una herencia cultural, y

los bienes materiales t ienen como función no sólo la de dar testimonio f ís ico de la an-t igüedad y continuidad de la famil ia y, por el lo, la de consagrar su identidad social , no disociable de la permanencia en el t iempo, s ino también la de contr ibuir prácticamente a su reproducción moral, es decir, a la trans-misión de valores, vir tudes y competencias que constituyen el fundamento de la legít i -ma per tenencia a las dinastías burguesas.” 20

Incluso puede integrarse a estos indicado -res el ethos sexual que marca Bourdieu como producto de la inter ior ización de la divis ión del trabajo entre los sexos, que t iene que ver con sanciones expresas en cuanto al t ipo de vestimenta requerida y la manera de condu-cirse en los r itos. Como el hecho de que la mujer sea la que “atienda” y el hombre es el que recibe tales atenciones, l imitándose a dir igir y ejecutar (sobre todo en las clases medias y bajas) , proyectando que “… cuanto más completa es su sumisión al modelo tra-dicional de la divis ión del trabajo entre los sexos. . . y más bajo están situadas en la jerar-quía social…” 21 es más tajante la diferencia-ción de roles, lo cual es mucho más velado en los estratos socioeconómicos altos cuidando así de “ las buenas maneras, la clase y el buen gusto”.

Aunque esta práctica t iene sus matices, ya que los intercambios entre los sexos y entre las generaciones, no deja nunca de obede -cer la lógica de los costos y beneficios: los costos que acarrea la trasgresión de la norma oficial y los beneficios de respetabil idad que asegura la obser vancia de la regla.

Los gustos, descr itos por Bourdieu como preferencias manifestadas, son

. . . la af irmación práctica de una diferencia in-evitable. No es por casual idad que, cuando t ie -nen que justi f icarse, se af irmen de manera ente -ramente negativa, por medio del rechazo de otros gustos (porque) en materia de gustos… toda de -terminación es negación… son ante todo disgus-tos. . . que producen una intolerancia visceral para los otros gustos, los gustos de los otros 22

La Sociología, af irma también el autor, en-foca el tema del gusto como una lucha que t iene lugar en el campo de la clase domi-nante y en el de la producción cultural, ya que sus pr incipales unidades de anál is is son

Page 11: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

los condicionamientos sociales asociados al entorno de los individuos y los grupos hu-manos, lo que, a su vez produce habitus* a través del cual se desarrol lan prácticas indi-viduales y colectivas, preser vando las expe -r iencias pasadas “. . . bajo la forma de principios de percepción, pensamiento y acción, (que) t ien-den, con mayor seguridad que todas las reglas formales y normas explícitas, a garantizar la con-formidad de las prácticas y su constancia a través del t iempo.” 23

Ahora bien, en el universo de los gustos pueden dist inguirse el gusto legít imo, el gusto medio y el gusto popular, los cuales generan a su vez prácticas enclasantes que pueden l legar a ennoblecer o a est igmatizar las manifestaciones evidentes del prestigio ostensible o del f i l isteísmo* ya que el gus-to constituye uno de los índices más seguros de la verdadera “nobleza”, en conceptos de Bourdieu.

Esta ser ie de clasif icaciones son en sí mis-mas producto de las normas y convenciones sociales que concurren para definir los l ími-tes del gusto, es decir, de lo que está “in” y lo que está “out ”, en términos más actuales,

que sin duda son consideraciones totalmen-te ambiguas y temporalmente mudables.

Las prácticas nobles, a diferencia de las vulgarizadas, dist ingue Bourdieu, son esen-cial istas y es ese mismo esencial ismo el que les insta a exigirse a s í mismas, es decir, a que estén a la altura de su esencia. “Este efecto es uno de los mecanismos que hace que, en las coyunturas de cr is is, los más pr ivi legia-dos, que siguen siendo los más apegados al antiguo estado del s istema, sean los más len-tos en comprender la necesidad de cambiar de estrategia y resulten víct imas de su pro -pio pr ivi legio. . .” en el caso, por ejemplo, de los “nobles” arruinados económicamente que no quieren actuar de forma discordante a su estatus, buscan la dist inción en el “consumo ostentativo”.

Esta forma de proceder en par t icular, esta dis-posición ante lo que Weber denomina “esti l iza-ción de la vida”, es decir, en la elección de ob -jetos, posturas y gestos en los s istemas r ituales, que es en donde se proyecta en suma, “… un es-t i lo como modo de representación, en el que se expresa el modo de percepción y de pensamiento propio de una época, de una clase o fracción de clase. . .” 24, este opus op eratum e l producto de

Page 12: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

aprendizajes adquir idos en el ámbito fami-l iar o escolar de la cultura legít ima, preten-ciosa o i legít ima.

Ante esta segregación de gustos encla-santes, se da comúnmente el fenómeno de la intolerancia estética, que se basa en supues-tos quebrantados de adhesión a los mismos valores e intereses, desacato que produce en las incl inaciones opuestas, la aversión por los est i los de vida diferentes que es, s in lu-gar a dudas, una de las barreras más fuer tes entre las clases, ya que cualquier otra forma de vivir se puede t i ldar de arbitrar ia cuando se considera que sólo la propia es la legít ima.

La moda en los ritos sociales

Jean Baudri l lard enfoca la cuestión de la moda en los r itos como par te de la innova-ción formal de los objetos, y lo relaciona con la discr iminación social , es decir, esta inno -vación, esta reactual ización permanente del pr ivi legio estético y cultural constituye una función social de discr iminación cultural con base en los cr iter ios del ideal social de las clases pr ivi legiadas. Al respecto Baudri l lard af irma que:

La pr ior idad de esta función sobre la función estética es legible en la moda, donde pue -den ser reactivadas a cada instante las for-mas más aberrantes y más arbitrar ias en el plano estético, con el sólo f in de proveer a un material s iempre nuevo de signos dist in-t ivos. 25

Para Baudri l lard, la moda, no ref leja una necesidad natural de cambio, s ino que el placer de renovar guardarropa, de mobil ia-r io, de automóvil , incluso de imagen f ís ica, “. . . v iene a sancionar psicológicamente coac-ciones de otro orden, de diferenciación so -cial y de prestigio. . .” 26, ya que los impactos de la moda se dan en mayor medida bajo los inf lujos de un proceso de movil idad social y económica.

Y es que el “. . . status social ascendente o descendente debe inscr ibirse en un f lujo y ref lujo continuo de los s ignos dist intivos. . . [ya que] todas las clases se hal lan asignadas al cambio, todas asumen como valor la nece -sidad de la moda, así como par ticipan del im-perativo universal de la movil idad social . . .” 27

En este ciclo dist intivo de la moda, los ob -jetos desempeñan el papel de exponentes del status social de los individuos, en este juego de la movil idad social en un momento histór ico, donde las herencias y los apel l idos de abolengo han sido avasal lados por la ini-ciat iva pr ivada de ascenso económico al so-cial . En este sentido, los objetos atestiguarán siempre a la vez una situación heredada pero también adquir ida en el curso de cualquier etapa de la vida.

Este opus op eratum , o pr incipio generador de las prácticas estéticas del hombre en so -ciedad, no será únicamente par te de un aná-l is is semiológico del mundo de los objetos, s ino que constituirán discr iminantes socia-

Page 13: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

1 BOURDIEU, Pierre.1988. La distinción Criterio y bases sociales del gusto . Taurus. España, p. 9.

2 El sentido práctico . Taurus Ediciones, España, 1991, p. 63.

3 Op. Cit . , p. 55.* Cada gusto son hábitus para Bordieu J . J . Sánchez de Horcajo, en La Cultura.

Reproducción o cambio (El análisis sociológico de P. Bourdieu). “El habitus es tanto el elemento generador de la práctica, como el factor primordial de la reproducción cultural o simbólica…” p. 87.

4 Ibid. , p. 55.5 CRUZ LARIOS, Jaime.1990. La cursilería

sonorense y cosas peores , en Colección Unísono No. 6, noviembre de 1990, Editorial UniSon, p.3.

6 Ibid.7 Ibid. , p. 4** En cuanto al día de las madres, hay una infinidad

de ejemplos de cursilería prosística, a continuación incluyo sólo dos:

La vida de una madre es todo un poema de exquisita sensibil idad y ternuras l lenas de amor y dolor; es un poema que contiene toda la belleza de la naturaleza con sus flores y sus pájaros, con su poesía y su prosa, con sus crepúsculos multicolores y tardes nebulosas. . .

En esta hermosa mañana del mes de mayo, cuando la brisa suave y perfumada acaricia vuestras cansadas frentes, cuando la esmeralda de las frondas encanta a vuestros ojos, y el agua del surtidor agrada vuestros oídos, celebramos con hondo regocijo, los niños y los maestros de esta escuela, la f iesta más hermosa y emotiva del año; fiesta única y grandiosa por ser universal; a la que invitamos a vosotras, muy estimadas madres para rendirles el homenaje de nuestra sin par grati tud.

Ambos son fragmentos de un discurso pronunciado el día de la madre por el director de la escuela o maestro autorizado en el festival respectivo.

8 Ibid. , p. 5.9 Ibid. , p.6.10 El Imparcial Sección Notas Diversas (Década de

los cuarenta, meses mayo, octubre, noviembre y diciembre). Año III , época I . Diario gráfico de la mañana “al servicio de Sonora”. Hermosillo, México.

11 Ibid.12 Ibid.13 Ibid.14 Ibid.15 CRUZ LARIOS, Jaime. La cursilería sonorense y

…”, pp. 5 y 6.16 El Imparcial Sección Notas Diversas (Década de

los cuarenta, meses mayo, octubre, noviembre y diciembre). Año III , época I . Diario gráfico de la mañana “al servicio de Sonora”. Hermosillo, México.

17 Ibid.18 Bourdieu, Pierre. La Distinción.. . . , p. 6519 Ibid. , p. 70* En algunos casos sólo quieren vivir esa experiencia

para sentirse “parte del folclor popular” en un afán netamente chusco.

** “… las diferencias de capital escolar se encuentran asociadas con diferencias importantes en los conocimientos y en las preferencias… p. 11.

20 Ibid. p. 75.21 Ibid. , p. 37.22 Ibid. , pp. 53 y 54.* El habitus para Bourdieu son Sistemas de

disposiciones duraderas y transferibles. . . predispuestas para funcionar. . como principios generadores y organizadores de prácticas y representaciones. . . colectivamente orquestadas.

23 Ibid. , p. 95.* BOURDIEU “De philist in: persona de gusto vulgar,

cerrada a las artes, a las letras y a las novedades…” El sentido práctico , p. 9.

24 BOURDIEU, El sentido práctico , p. 4825 BAUDRILLARD, Jean.1987. Crítica de la economía

polít ica del signo . Siglo Veintiuno Editores, 11ª edición, 1987, pp. 28 y29.

26 Ibid.27 Ibid. , p. 31.28 BORDIEU, Pierre. “La Distinción.. .”, p. 53.

Notas

L.C.C. Zoila Pablos Lugo

Programa Docente de Ciencias de la ComunicaciónDepar tamento de Psicología y

Ciencias de la ComunicaciónUniversidad de Sonora.

[email protected]

les, rasgos no sólo formalmente dist intos, s ino socialmente dist intivos, af irma Baudri-l lard.

La moda es. . .

“ también una expresión dist intiva de una po -sición privi legiada en el espacio social . . . [que] como toda especie de gusto, une y separa; al ser el producto de unos condicionamientos asociados a una clase par t icular de condiciones de existencia, une a todos los que son producto de condiciones semejantes, pero dist inguiéndolos de todos los demás y en lo que t ienen de más esencial, ya que el gusto es el pr incipio de todo lo que se t iene. . . de aquello por lo que uno se clasif ica y por lo que le clasif ican. .” 28

Page 14: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Entre el esfuerzo y el desempeño

M.S.C. Maximino Aguilar Ochoa

El presente trabajo es resultado de una con-vergencia de tres asuntos profesionales que desataron un conjunto de inquietudes en su ser vidor. Pr imero, la implantación de nuevo Plan de Estudios en la Licenciatura en Cien-cias de la Comunicación; Segundo, la crea-ción de la Academia de Cultura y Comunica-ción; y tercero, la incorporación al Doctorado en Educación en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), a través de los módulos tomados hasta ahora y que ponen en centro de interés los aspectos concretos de la educación superior, profesional izante y cultural que requerir ía evidenciar el egresa-do en comunicación bajo este eje.

Justificación del eje en cultura

y comunicación

Cultura y Comunicación forman un sintag-ma por demás problemático de acuerdo a las múlt iples y diversas manifestaciones y trans-formaciones que en el seno de la vida so -cial se están suscitando debido, entre otros

asuntos no tan evidentes, el fenómeno de la global ización que no se reduce únicamente al intercambio comercial entre naciones-estado-mercado del mundo (nueva reestruc-turación de empresas, transformación del contenido del trabajo, empleabil idad y cer-t i f icación) , s ino también los de carácter cul-tural 2; una sociedad de la información que si bien ha ido creciendo, las desigualdades de equipamiento tecnológico y educación en nuevas tecnologías de la comunicación e información contr ibuyen a resemantizar el carácter s imbólico de la producción, distr i -bución y consumo de mensajes 3.

Por lo que toca a la s ituación regional, estatal y local, son muy evidentes las reper-cusiones en el ámbito cultural,ya no sólo económico de estos fenómenos de transfor-mación; por lo que se requiere de inter ven-ción profesional por par te de quienes estu-dian, investigan y anal izan la comunicación y la cultura desde la perspectiva compleja de las nociones y la investigación científ ica: la Academia de Cultura y Comunicación 4.

Cultura y Comunicación

Primera par te 1

Ensayo

Page 15: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Así pues, el eje especial izante en cultura y comunicación se ha instituido como un área de interés para el profesionista que se apl i-cará con conocimiento teórico, conceptual y profesional al estudio de los fenómenos de transformación cultural ; con sensibi l idad metodológica en el diseño de instrumentos y ar tefactos para diagnosticar, apl icar, inter-venir, producir y evaluar la cultura local ; y con competencia (en términos generales, de investigación para asumir los retos cul-turales que el entorno cultural sugiere (aten-ción y gestión, pro-moción, animación, intercambio, adminis-tración, entre otros) , además de nuevas actitudes, cual idades personales y valores.

Las ciencias de la comunicación están atravesando por im-por tantes cambios que implican reno-vaciones de su saber como campo y objeto de estudio desde una perspectiva ref lexiva 5.Par t icularmente, la Universidad de Sono-ra ha sometido a un escrutinio institucional los l ineamientos del nuevo modelo educati-vo que aterr izó, entre otros rubros no menos impor tantes, en la implementación de Nuevo Plan de Estudios de la Licenciatura en Cien-cias de la Comunicación 2004-2.

Bajo esta transformación curr icular de nuestra Licenciatura, nace el proyecto de creación de la Academia de Cultura y Comu-nicación 6. Para su creación se inf ir ió que hay una necesidad de explorar la percepción y vinculación que t ienen los habitantes con su entorno terr itor ial , su grado de integración cultural y sus formas de sociabidad comuni-cativa (ecología de la comunicación) 7.

Para el lo fue muy prudente adoptar una perspectiva regional de los procesos de co -municación y cultura en la configuración y

medición de lo que entendemos por lo social (enfocar como principal objeto de estudio la dimensión sociocultural y comunicativa de la región en términos objetivos y subjetivos) . Jorge A. González 8 propone algo en este sen-t ido que para nuestro caso par t icular y adap-tación contextual, quedaría una definición de la s iguiente manera:

La vida social entendida de forma prag-mática y pro-vis ional, como un objeto de estudio. La ubicamos en la trama de las relaciones múltiples y complejas de las poblacio-nes humanas con todo su entorno social y noológico en devenir, es de -cir, sus ecolo-gías s imbólicas c o n f r o n t a d a s en diferen-tes momen-tos y procesos ( a d a p t a c i ó n , rechazo, auto

producción, adopción, interacción como auxi l iar o plataforma generativa) . Esto quie -re decir, que tenemos que hacer inclusivos todos hal lazgos posibles para tener de ma-nera complementaria, toda la información per tinente con miras a de construir el objeto de estudio en su complej idad.

Esto nos sol icita proyectar creativamen-te un sentido que puede difer ir del que se construye rutinar iamente en las interaccio -nes cotidianas. Reto por demás cotidiano en los centros de producción de conocimientos como lo son las universidades y sus dist intos órganos.

La posibi l idad de per f i lar un conjunto de casos ejemplares en el uso de técnicas de in-vestigación en sociedad, cultura y comunica-ción, se deben dar en el eje especial izante en cultura y comunicación 9. Suponemos que

Page 16: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

bajo las ref lexiones anter iores, incluidos los resultados, puede suscitar interés por infer ir de casos par t iculares la estructuración so-ciocultural : Configurar técnicas y nociones de forma original y con cr iter ios de alta ef i -ciencia y ef icacia; abriendo con todo lo ante -r ior, alternativas para explicar e interpretar las culturas contemporáneas.

En un futuro, esta-blecer como l íneas de investigación especí-f icas estos aspectos, c o m p l e m e n t á n d o l o s con investigaciones de otras áreas o discipl i -nas, que nos permitan reconfigurar la comple -j idad que representa la sociedad sonorense. Es decir, que con un co-nocimiento profundo y adecuado de la cultura y la comunicación po-dremos comprender y explicar el sentido so-cial contextos par t icu-lares de apl icación.

Dicho todo lo an-ter ior, podemos intuir que la propuesta de “academia de cultura y comunicación” inicia con una ser ie de ref lexiones, experiencias de trabajo y preguntas tendientes a responder y a generar l ineamientos relacionados con al-gunos procesos: ¿Qué entendemos por cultu-ra y comunicación?, ¿Cómo investigar la cul-tura y la comunicación?, ¿Cómo aprender de las experiencias de investigación?. Respon-der éstos y otros cuestionamientos centrales dentro de nuestro contexto nor teño especí-f ico, puede generar un cuerpo tan diverso de respuestas y posiciones explicativas, que de -ben de ser organizadas y s istematizadas con cier to orden para conformar una argumenta-ción que de fundamento a la propuesta.

La etapa de fundamentación de la pro-puesta es uno de los pr imeros pasos meto -dológicos que permitirá plantear las l íneas de investigación sobre la cultura y la comu-nicación, sobre la discipl ina de la práctica

científ ica, sobre los procesos didáctico-pe -dagógicos necesarios y la profesión de co-municación.

Vale decir que nos encontramos en esta etapa, en diálogo constante con los compa-ñeros académicos interesados y otros más que apor tan verdaderos insumos clave, pro-poniendo entradas y sal idas creativas para

darle sol idez a este momento.

El Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora que egresa del eje especial i -zante en cultura y comunicación, es un profesionista con per f i l 10 crea-t ivo, responsable, tolerante y com-prometido con el desarrol lo social de su comunidad, y capaz de iden-ti f icar, diagnos-t icar, planif icar, producir, inter ve -nir y evaluar los

procesos de comunicación cultural, así como generar conocimiento especial izado acerca de éstos en ámbito cultural a través de la uti-l ización de recursos s imbólico- discursivos, con base en elementos teórico-metodológi-cos y técnicos.

En éste sentido, el egresado en el eje de cultura y comunicación, además de poder identif icar y diagnosticar la dimensión co-municativa de los procesos culturales, sa-ber planear, proponer, producir estrategias comunicativas e inter venir y evaluar las es-trategias en el ámbito de la cultura regional. Será competente entre para:

Generar conocimiento comunicativo espe -cial izado desde las diferentes perspectivas teórico-metodológicas de la discipl ina en te -mas de cultura y comunicación. Para lo que se requiere, además de otras vir tudes, como-las s iguientes:

Page 17: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Ser pol i facéticos en capacidades ge -néricas que abar-quen diferentes dis-cipl inas.

Ser f lexibles ante la diversif icación y evolución del mundo sociocultural.

Estar preparados para la internaciona-l ización del merca-do laboral mediante una comprensión de diversas culturas y el dominio de otros idiomas.

Ser capaces de contr ibuir a la inno-vación y ser creati-vos.

Contar con una actitud posit iva para em-prender sus propios negocios y empresas.

Estar interesados en el aprendizaje duran-te toda la vida.

Ser capaces de trabajar en equipo.

Contar con capacidades de comunicación y sensibi l idad social .

Ser capaces de hacer frente a las incer t i -dumbres.

Estar animados de un espír itu de empresa social .

Estar dispuestos a asumir responsabil ida-des.

Contar con una formación sól ida en los co-nocimientos y capacidades generales.

Desarrol lar aptitudes para resolver pro-blemas en el ámbito de la cultura regional.

Las real izaciones profesionales del comu-nicólogo egresado en cultura y comunica-ción descr iben lo que el individuo debe lo-grar en situaciones de desempeño concretos. Expresa los resultados esperados que la per-sona debe ser capaz de demostrar para cum-plir con la intención de la unidad de com-petencia correspondiente. Expresa el nivel aceptable de la real ización profesional que

satisface los objeti-vos de las organiza-ciones de todo t ipo y debe permitir discr i-minar la “real ización profesional compe -tente” de la que no lo es. Sir ven como guía para la evolución de la competencia pro-fesional.

Es impor tante, es-tablecer esos cr ite -r ios para evaluar a los alumnos es un ejercicio vital y obl i-gado para quienes par t icipamos de la implementación del Plan de Estudios en el eje especial izante en cultura y comu-

nicación. Para el lo par to del momento eva-luativo como punto de comunicación entre maestro-alumno y contenidos que explicaré más abajo.

Aprobar el examen final

Había una interesante tradición en la eva-luación de los conocimientos alcanzados por el estudiante en los semestres superiores a par t ir del séptimo, que se real izaba por dos pruebas intermedias y una prueba f inal. De acuerdo a esto, las preocupaciones del estu-diante se centraban en “entrenarse” para “pa-sar ” los exámenes, independientemente de qué estrategias empleara para lograr lo y s in mediación alguna fuera de “ los contenidos” de la clase. Si el alumno asist ía regularmente a clase, tomaba notas, hacía preguntas, leía el/ los l ibros (o copias) , tenía una alta proba-bi l idad de pasar.

Estas estrategias se volvieron una bonita costumbre a tal punto que, algunos más ha-bi l idosos que otros no requerían ni asist ir a clases, ni comprar el l ibro o la copia y mucho menos tener notas de clase, bastaba con con-centrarse una o dos noches antes en “esos” contenidos que vendrían en los exámenes para lograr contestar los. Como resultado, el

Page 18: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

aprendizaje se vuelve ef ímero por no tener otra conexión más que con el instrumento de evaluación. Por lo que la “costumbre” se acentuó en las estrategias de ruta cr ít ica y s in mayor ref lexión que la cal i f icación que quedaba acentuada en actas.

La evaluación del desempeño con un en-foque de competencias es la que se l leva a cabo con relación a los cr iter ios de desempe -ño que se establecen en las normas, los cua-les nos ayudarán a determinar los resultados de aprendizaje, cr iter ios de evaluación, la cantidad y cal idad de las evidencias requeri-das para poder emitir los juicios de “compe -tente/ aún no competente”. Bajo este rubro, en todo sistema de evaluación se determina-r ían otras evaluaciones como las s iguientes:

La evaluación diagnóstica se hace al co-mienzo del proceso de enseñanza-apren-dizaje con el f in de adecuar este proceso a los conocimientos y experiencias previas de los alumnos y de cada uno de el los. Ésto nos ayuda a determinar necesidades de forma-ción específ icas.

La evaluación formativa: informa al alum-no acerca de la cal idad de su desempeño y su r itmo de avance hacia el logro de los resulta-dos de aprendizaje del curr iculum y la norma de competencia.

La evaluación sumativa o adit iva: se hace al f inal para determinar s i se ha alcanzado la competencia plasmada en un resultado de aprendizaje.

La evaluación f inal de competencias: de -termina si el alumno ha adquir ido los conoci-mientos y habil idades requeridos por los es-tándares, normas o cr iter ios de desempeño de un elemento o unidad de competencia.

La evaluación del proceso de enseñanza aprendizaje: retroal imenta el proceso de for-mación y todos los elementos que inter vie -nen en éste.

Autoevaluación: s ir ve para ref lexionar so-bre el propio desempeño, no impor ta s i son alumnos o profesores (ahora faci l i tadores) .

Atiendo a una definición práctica de la evaluación 11 que dist ingue un conjunto de obser vables susceptibles a ser apl icables al modelo competencial en el eje especial izan-

te en cultura y comunicación. En términos generales, la evaluación debe centrarse en aspectos del proceso de enseñaza aprendi-zaje, de la práctica docente, de la evaluación de los aprendizajes de los estudiantes y de la autoevaluación del estudiante como una mo -dal idad de evaluación de sus aprendizajes.

Explicitaré con algunos ejemplos esta de -f inición que no está acabada, pero nos pre -senta algunas ventajas para construir eviden-cia empír ica del desarrol lo de habil idades y destrezas para el profesional de la comuni-cación, con miras de or ientarnos hacia una nueva cultura evaluadora. La autoevaluación como enfoque central del aprendizaje del eje especial izante en cultura y comunicación tendría los s iguientes elementos que Rul Gar-gal lo ha l lamado “comunicación evaluativa” 12 que, integrada a los procesos de enseñanza y aprendizaje resulta en un factor de desarro -l lo profesional para el profesor y un recurso auto- constructivo para el estudiante y para el grupo- clase.

BibliografíaCastil lo Arredondo, Santiago. (2003). Vocabulario de

Evaluación Educativa . México: Pearson.Casti l lo Arredondo, Santiago & Cabrerizo Diago, Jesús.

(2006). Formación del profesorado en educación superior . Desarrollo curricular y evaluación. Volu-men II . México: Mc-Graw Hill .

Denis de Moraes (2007). (Coord.) . Sociedad mediatiza-da . España: Paidós.

Pacheco Arriquives, Martha Alicia; García Quijada,

Page 19: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

1 Este documento se presentó como ponencia en el III Congreso Internacional de Comunicación mass media, 12, 13 y 14 noviembre de 2008. Centro de las Artes, UNISON. Hermosillo, Sonora, Méx.

2 Este documento se presentó como ponencia en el III Congreso Internacional de Comunicación mass media, 12, 13 y 14 noviembre de 2008. Centro de las Artes, UNISON. Hermosillo, Sonora, Méx.

3 Atendemos al concepto de cultura dentro de la globalización de acuerdo a las ideas desarrolladas por John Tomlinson y ampliada en nuestro país por Gilberto Giménez como: “La organización social de significados interiorizados por los sujetos y los grupos sociales, y encarnados en formas simbólicas, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados”. Giménez Montiel , Gilberto. “¿Culturas híbridas en la frontera norte?”. En: Senderos del pensamiento social . México: Ediciones Coyoacán.

4 Una muy buena exposición amplia y didáctica de este hecho lo tenemos en Giménez Montiel , Gilberto. “Cultura, identidad y metropolitanismo”, en: Revista Mexicana de Sociología, 67. 3. 2005.

4 De reciente creación (febrero de 2007) y que es congruente con el Plan de Desarrollo Insti tucional

2005-2009, entre otros rubros 1.3 Apoyo a la formación integral del estudiante que su 3ª . Línea de acción: Reunir un equipo de trabajo interdisciplinario, conformado por especialistas académicos de la Insti tución, que se responsabilice del diseño e impartición de los contenidos educativos que tengan como propósito la formación integral del estudiante. pp. 100.

5 Reflexiones fundamentales de ello lo tenemos en Vasallo López, I . & Fuentes Navarro, R. (Comps.) . (2001). Comunicación, campo y objeto de estudio. Perspectivas reflexivas latinoamericanas. México: ITESO-UAA-U. de Col.-U. de G.

6 Aguilar Ochoa, M. (2004, diciembre). La academia de cultura y comunicación en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora. Ponencia presentada en el 1er. Encuentro Regional de Gestores y promotores Culturales. Insti tuto Sonorense de Cultura. Hermosillo, Sonora, Méx.

7 Aguilar Ochoa, M. (2003, noviembre). Calidad de vida en el ámbito comunicativo y sociocultural en Hermosillo, Sonora, Méx. Ponencia presentada en el Congreso “Calidad de vida y polít icas públicas en Sonora”. Universidad de Sonora, Méx.

8 González, J .A. (2003). Cultura(s) y ciber_cultur@..(s) . Incursiones no l ineales entre complejidad y comunicación. México Universidad Iberoamericana. p.19.

9 Seminarios metodológicos de comunicación y cultura I , II y III .

10 Entendido esto como el perfi l profesional y es el conjunto de “realizaciones profesionales, cri terios de realización y dominios” estructurados en unidades de competencia, los cuales expresan los logros, resultados, acciones o conocimientos esperados del individuo en situaciones de trabajo.

11 Casti l lo Arredondo, Santiago. (2003). Vocabulario de Evaluación Educativa. México: Pearson.

12 Rul i Gargallo, Jesús. (1995). La evaluación comunicativa, factor de desarrollo humano, organizativo y curricular: Valorar, medir y evaluar, en Aula de innovación educativa, Nº 39, 70-77. España.

Carmen Celina & Burgos Flores, Benjamín. (2007). Encuesta de apreciación estudiantil . México: Uni-versidad de Sonora.

Uribe Prado, Jesús Felipe. (2002). Desarrollo y valida-ción de escala de los cinco factores mexicanos de personalidad (5FM): selección de personal y éxito profesional. En Revista de la Universidad Cristóbal Colón. 15, 105-128. México: Universidad Cristóbal Colón.

Ibañes Bernal, Carlos. (2007). Metodología para la pla-neación de la educación superior. Una aproxima-ción desde la psicología interconductual. México: Universidad de Sonora.

Gilbert , Roger. (2000). ¿ Quién es bueno para enseñar?. Problemas de la formación de docentes. España: Gedisa.

León Mejía, Alma B. (2005). Estrategias para el desa-rrollo de la comunicación profesional . México: LI-MUSA.

Short , Katy G. y otros. (1999). El aprendizaje a través de la indagación . Docentes y alumnos diseñan jun-tos el currículo. España: Gedisa.

Estévez Nénninger, Ettuy Haydeé. (2002). Enseñar a aprender . Estrategias cognitivas. México: Paidós.

Ponde, Miriam. (2005). Cómo enseñar mejor . Técnicas de asesoramiento para docentes. México: Paidós.

Arguidín, Yolanda. (2005). Educación basada en compe-tencias . Nociones y antecedentes. México: Tril las.

Arguidín, Yolanda y Luna, María. (2006). Aprender a pensar leyendo bien . México: Paidós.

M.S.C. Maximino Aguilar Ochoa

Programa Docente de Ciencias de la ComunicaciónDepar tamento de Psicología y

Ciencias de la ComunicaciónUniversidad de Sonora.

[email protected]

Notas

Page 20: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

De la década de los ochentas a la fecha el per f i l profesional de los fotógrafos y los foto repor teros ha cambiado. Este cambio se de -sarrol ló en dos grandes etapas y or ientacio -nes. Por una par te, la ar t íst ica y, por otra, la documental y de registro de la real idad, que podemos conceptuar como académica.

La tradición académica se sustenta en el desarrol lo de una estética fotográfica, por el cuestionamiento del por qué y el para qué de la fotografía y su papel pol ít ico-social .

El salto de lo empír ico a lo académico (universitar io) no es casual ni obra de la es-tética fotográfica en sí misma. Las razones se encuentran entreveradas con la evolución de la industr ia y empresas editor iales en gene -ral, en par t icular, por el interés de los perió-dicos por incorporar a la fotografía como for-mación visual, aprovechando, por una par te, la fascinación que despier ta la imagen a los ojos del lector (espectador) , es decir, el alto valor comunicativo de la fotografía en las pá-ginas impresas.

Por otra par te, busca refuncional izar (aho-ra se dice modernizar) los periódicos de cara a la industr ia fotográfica y cinematográfi-ca, que desde sus or ígenes compitieron con

buenos resultados por los espectadores ( lec-tores) . Sin embargo, hoy en día es sabido que los pr incipales periódicos del planeta en-frentan ser ias cr is is, no sólo de credibi l idad, s ino económicas, en tanto que la industr ia cinematográfica goza de números negros en sus f inanzas.

Y huelga decir que es hasta cuando la práctica y conocimiento de la foto alcanza status de discipl ina, precisamente cuando en las universidades se reconoce su uti l idad en el desarrol lo de las ciencias sociales, natura-les y no naturales( como las nano ciencias) y su impor tancia social (tanto en el registro y representación de la real idad de las dist intas épocas desde su creación) .

La idea de MacLuhan de que los medios son extensiones de diversos sentidos, (así como el mar ti l lo lo es de la mano), hace de la foto un sinónimo de la real idad. Esta cual i -dad la convier te en una herramienta con alto grado de ef icacia y ef iciencia en el proceso de persuasión y disuasión, es decir, de cre -dibi l idad, que para los periódicos es funda-mental en la construcción de la opinión pú-bl ica, en lo que a lectores se ref iere.

Y como toda herramienta, dependiendo de quién la maneje, su potencial crece o se anula. Ésto nos indica que la formación aca-

Enrique Ramsés Ramírez Lozano

Ensayo

La formaciónsocialy profesionalde losfoto repor teros

Page 21: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

démica-profesional de los actuales foto re -por teros (gráf icos) , como se les l lamaba en mi t iempo, se haya incrementado como re -sultado de esa evolución o cambio de status, de oficio a ar te, y a discipl ina científ ica.

Desde Leonardo Davinci hasta ya entrado el s iglo XIX, la fotografía estuvo más asociada al ar te que a la ciencia, pese a que sus pr inci-pios se derivan de la investigación científ ica y tecnológica. Es hasta ya entrado el s iglo XX, cuando se vincula con conocimiento científ i -co y se admite en las aulas universitar ias, en la educación institucional izada, tanto como objeto de estudio, como herramienta de en-señanza.

Hoy en día, la mayoría de los fotógrafos y de foto repor teros t ienen o cuentan con estudios o cursos universitar ios, ésto es un indicador fehaciente de que la formación profesional del fotógrafo y de los foto pe -r iodistas se han incrementado y por ende la complej idad y ef icacia de sus imágenes tam-bién lo han hecho.

A lo largo del s iglo XX, el pensamiento cr ít ico sobre la fotografía ha abarcado las discusiones sobre su aceptación como for-ma ar t íst ica, los escr itos sobre su impacto en los medios ar t íst icos más tradicionales, el desarrol lo de su histor ia, y las recientes apor taciones de escr itores y ar t istas en la formulación de una teoría de la fotografía . Estos últ imos se inspiran en diversas corr ien-tes de pensamiento posmoderno e intentan deconstruir el modernismo en ar te, rempla-zar las grandes narraciones y formalismo por el discurso de los otros.

En la década de 1980, la ref lexiones sobre el ar te fotográfico se inspiraron en corr ien-tes f i losóficas e interdiscipl inar ias, como la fenomenología, la sociología, la cr ít ica l i te -rar ia , la semiótica, el mar xismo, el feminis-mo y el psicoanális is. La inf luencia de esas teorías sobre el mundo del ar te fotográfico, han entrañado una disolución de los l ímites entre discipl inas y, entre teoría y práctica.

El modernismo en fotografía , al igual que en pintura, busca una forma fotográfica “uni-versal”, la despolit ización del ar te, y un énfa-sis en la pureza y autonomía del medio como forma ar t íst ica.

La fotografía como medio ar tístico

moderno

La fotografía se adecua a una nueva vis ión del mundo, pero no sólo representaba una forma ar t íst ica accesible a las masas, s ino que también uti l izaba las últ imas tecnolo -gías científ icas. La corr iente europea del mo-dernismo fue con una base polít ica, mientras que la versión americana era apolít ica y en-fatizaba expresión del genio individual.

Después de 1937 Aaron Sisk inds y Harr y Cal lahan instauraron uno de los pr imeros programas universitar ios y tuvieron inf luen-cia sobre una generación de fotógrafos.

En los Estados Unidos, se produjo una di-vis ión en la pr imera par te del s iglo XX, entre la fotografía que destacaba el carácter social del medio y la obra que se adecuaba a la con-cepción purista de fotografía “ar t íst ica”. Los fotógrafos socialmente conscientes, como Lewis Hine, Walker Evans y mucho más tarde Rober t Frank , creyeron que el “ar te” residía en su capacidad para documentar el mundo cotidiano.

En la l ínea documental, el fotógrafo es un testigo y la fotografía es una crónica de la verdad empír ica. Desde la estética: es la re -f lexión sobre el ar te y la bel leza, se encuen-tra en las diferentes culturas y en diferentes periodos. La sofist icación f i losófica de tal ref lexión entre los antiguos gr iegos queda demostrada con las obras de Platón, en la poética de Ar istóteles y textos formadores

Page 22: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

para la tradición occidental. Esa tradición es incomparable con los niveles de la ref lexión china sobre la pintura.

Como grafismo funcional todo el conjunto de modos de representación que se basan en el uso del trazo, de la forma o de la trama; en otras palabras, el conjunto de imágenes que, sobre la super f icie del papel, componen un mensaje complementario del mensaje pr inci-pal que es el mensaje escr ito: un conjunto de letras y s ignos que se desarrol ló a lo largo de la l ínea para l lenar la super f icie de la página.

La página del l ibro, del periódico, de la re -vista o del catálogo es, en pr imer lugar, una super f icie plana colocada entre los ojos en la que se disponen, se combinan o colaboran dos mensajes dist intos, cada uno de los cua-les corresponde a un medio de comunicación diferente, separado: el texto y la imagen.

En ese sentido, la imagen, independien-temente de sus caracter íst icas, es un men-saje de dos dimensiones. Tanto es un trazo sobre papel, una fotografía con o s in trama, un conjunto de colores planos, un gráf ico o un esquema, un elemento de seducción o un elemento para el raciocinio: el ojo escudriña l ibremente por la hoja de papel, por la su-per f icie óptica que ésta define.

Con las fotografías el periódico se consti-tuye en un mensaje bimedia, en un mensaje que uti l iza dos modos totalmente diferentes de sensibi l idad visual, cada uno los cuales contiene un mensaje independiente que, se supone hacer coincidir con el otro, en una misma f inal idad: la de causar un impresión más o menos duradera en elector ; la de ga-rantizar la mejor o peor retención de cier to número de ideas en su conciencia, a través de un mensaje único, basado en la diversi-dad de dos canales. Este mensaje es el verda-dero protagonista del documento impreso.

La imagen, que se añade al texto, lo com-pleta, lo enriquece y lo amplif ica. Tomaremos de Moles el concepto de “iconicidad”, que se ref iere al grado de simil itud entre la imagen y el objeto que esta imagen representa. Al grado de real ismo de un dibujo lógicamente, lo que podría l lamarse el grado de mayor o menor del s igno icónico, se opone a la ico-nicidad.

A propósito de una representación en imá-genes, todos nos hacemos una idea intuit iva que compor ta cier to grado de complej idad. Esta caracter íst ica de la imagen nos invita formular una nueva dist inción según que las imágenes sean más simples o más complejas.

La pr imera diferencia entre s implicidad y complej idad se establece a par t ir del número de elementos presentes en cada imagen, s in embargo la dist inción entre las par tes ais la-das no siempre es así y en cualquier caso se trata de un juicio que efectúa la mirada.

La fascinación es aún un fenómeno com-plejo de la percepción, un fenómeno a me -nudo provocado, pero cuyos mecanismos to-davía no están suficientemente claros. Puede y desde la s imple atracción hasta el más per-fecto hechizo, pasando por la seducción y el encanto. Se trata de un estado que se consi-gue con bastante faci l idad a través de dife -rentes técnicas y hipnóticas.

Al hablar de la imagen se pueden estable -cer los s iguientes cr iter ios: iconicidad o nivel semejanza (o de abstracción ) entre modelo y su imagen.

Complej idad, o su inverso, s implicidad, que vienen dadas tanto por el número ele -mentos que integran la imagen como por su grado de desorden o de orden.

Normatividad o uso r iguroso de las leyes de cier tos códigos y reglas. . .

Universal idad, que es el carácter intem-poral de cier tos s ignos, imágenes y f iguras s imbólicas que han sido institucional izadas o arraigadas espontáneamente en grandes grupos sociales.

Historicidad o valor documental,

cultural y sociológico de cier tas

imágenes

Estética o carga comunicativa, que es un va-lor dir igido a la sensibi l idad sensit iva del es-pectador.

Fascinación o capacidad de retención de la mirada y de seducción que poseen cier tas imágenes.

Page 23: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

La universal idad es en sí misma uno de los caracteres retóricos de una imagen universal,es un elemento que se dir ige a to -dos los seres humanos o, a una mayoría de el los a través de signos o de símbolos que todos conocemos en presencia y cuya var ia-ción se reconoce.

La universal idad también se encuentra en el estómago, conseguido un gesto movi-miento con per f i l pueden ser universales.

Todas las formas de diseño aplican en un doble proceso: internamente, un desarrol lo creativo; externamente, un desarrol lo comu-nicacional

…. los procesos creativos y los procesos comunicativos cambian con el lo radicalmen-te a través del diseño.

Llamamos diseño de información a todos aquellos mensajes que son transmisores de contenidos complejos. Los diferenciamos así el diseño de identidad, el cual constituyó un modo de comunicación esencialmente es-quemático. . . e l diseño de información abar-ca, de hecho, todo conjunto de los recursos gráf icos en tanto que formas de lenguaje vi-sual, que son susceptibles de ser apl icados y combinados en la elaboración de toda clase de mensajes informacionales. La noción de información t iene aquí un sentido or iginal de novedad (por oposición a lo redundante o a lo ya sabido).

Imagen global

Se define la Imagen, culminando en el sen-t ido de representación mental. Y Global, en tanto que el resultado de la coordinación de las diferentes apl icaciones del diseño se es-tablece como mejor cr iter io integrador y a través de todos los medios de precisión o de imagen global que es la función del diseño total.

De esta menra los t ipos de imagen que re -sultan son: La imagen gráf ica, la constituye un subconjunto de las imágenes visuales ma-ter iales. Son imágenes de dos dimensiones, obtenidas por medios manuales técnicos.

La Imagen visual : es la forma material que reproduce las apariencias ópticas de las co-sas de la real idad. Aunque la imagen (en el

sentido platónico) es de naturaleza analógica modif icable (se parece a lo que se represen-ta) incluidos en sentido amplio de lo visual, f iguras y formas no f igurativas ni abstractas.

Imagen material . En circulo f is iología, la imagen es percibida por los sentidos en el mundo exter ior. Estas imágenes son formas con un alto grado de evocación de lo real. Son materiales porque existen en el mundo f ís ico de los objetos, ya que el las mismas son indisociables de su material idad.

Y f inalmente, la Imagen mental, que en psicología es el resultado de la imaginación en la memoria, de las percepciones externas, subjetivadas por el individuo de tal manera que el resultado del trabajo de los fotorepor-teros t iene mucho de imafginación.

BibliografíaAbraham Moles, Luc Janiszwski (1990) . Grafismo fun-

cional . Barcelona. Enciclopedia del Diseño, CEAC. Pág. 284

Joan Costa(1989).Imagen Global .2ª . ed. . Barcelona. En-ciclopedia del Diseño CEAC. Pág. 262

Michael Payne (2002). Diccionario de teoría crítica y es-tudios culturales . Barcelona, editorial Paidós. Pag. 755.

De la mota oreja, Ignacio (1998). Diccionario de comu-nicación audiovisual .México, editorial Tril las.Pag. 497.

Enrique Ramsés Ramírez Lozano

Programa Docente de Ciencias de la ComunicaciónDepar tamento de Psicología y

Ciencias de la ComunicaciónUniversidad de Sonora.

[email protected]

Page 24: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

La iniciat iva para reformar el ar t ículo 16 de la Ley Federal de Radio y Televisión que presentaron Manlio Fabio Beltrones y otros cuatro senadores del PRI , es un nuevo y des-fachatado intento para infr ingir los acuerdos de la Suprema Cor te de Justicia de la Nación acerca del régimen de concesiones para los medios electrónicos.

Con esa iniciat iva se pretende que las con-cesiones de radio o televisión sean renova-das a discreción del gobierno federal, s in que haya l ic itación pública de esas frecuencias.

En junio del año pasado, la Suprema Cor te enmendó las pr incipales modif icaciones que las cámaras de Diputados y Senadores ha-bían dispuesto en las leyes federales de Tele -comunicaciones, Radio y Televisión. Aquella reforma, conocida como Ley Televisa, otorga-ba a las empresas de radiodifusión una one -rosa colección de pr ivi legios, entre los que se encontraba el refrendo prácticamente au-tomático de las concesiones.

A diferencia de aquel régimen de prerro-gativas atentatorias del derecho que el Es-tado t iene sobre el espacio radioeléctr ico, la Suprema Cor te de Justicia de la Nación es-tableció que la renovación de concesiones tenía que estar supeditada a un concurso en donde fueran evaluados tanto el desempe -ño del concesionario como las propuestas de otros interesados en operar tales frecuen-cias.

El dictamen de la Cor te es inequívoco:

. . .para que el refrendo de una concesión y la preferencia que se otorgue a su t itular resulten apegados a la Ley Suprema, es menester que el t i -tular de la concesión, al término de la misma, com-pita nuevamente, en igualdad de circunstancias, con otros interesados, pues sólo así se garantiza el respeto a los pr incipios de igualdad, rectoría del Estado, planeación para imprimir dinamismo y crecimiento a la economía, dominio directo de la nación sobre cier tos bienes relevantes, entre el los, el espacio s ituado sobre el terr itor io nacio -nal y las vías generales de comunicación, prohibi-ción de monopolios y concentraciones contrar ias al interés público, uti l ización social de los bienes y administración ef iciente, ef icaz y honrada de los recursos del Estado, consagrados en los ar-t ículos 1, 25, 26, 27, 28 y 134 constitucionales. (SCJN, Engrose de la Acción de Inconstituciona-l idad 26/2006 aprobado por unanimidad el 6 de agosto de 2007, página 534) .

En contra de esa decisión, Beltrones y otros senadores pretenden que las conce -siones puedan prorrogarse s implemente a par t ir de una evaluación administrativa por par te de la Secretar ía de Comunicaciones y Transpor tes. Esa actitud contradice la postu-ra de la Cor te, que ha señalado que el t i tular de una concesión podría tener preferencia al momento del refrendo únicamente “cuando se presente un equil ibr io total o una igual-

Transgrede el dictamen de la Corte

La nueva iniciativa Beltrones reedita la

Ley Televisa

Page 25: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

dad absoluta entre var ios interesados en cuanto a su idoneidad y al cumplimiento de los requisitos exigidos para el otorgamiento de la concesión” (pág. 535) .

Los autores de la nueva y regresiva pro -puesta, plantean que la empresa beneficiar ia de la concesión pague una contraprestación por esa prórroga. Pero esa no es mas que una simulación porque además sugieren que para integrar ese pago se tome en cuenta el valor de los espacios que las estaciones de radio y televisión t ienen obligación de entregarle al Estado. Entre esos espacios, se encuentra el t iempo para propaganda de los par t idos po -l ít icos cuya gratuidad estableció la reforma constitucional de hace un año.

Así que, de prosperar la iniciat iva de Bel-trones, los empresarios de la televisión y la radio no solamente no pagarían por la reno-vación de sus concesiones. Además exist ir ía la posibi l idad de que el Estado tuviera que pagarles la diferencia entre los derechos por la prórroga y el monto de los t iempos esta-tales que hasta ahora han tenido que abrir para la difusión de mensajes institucionales y ahora, de los par t idos polít icos.

El retroceso jur ídico y pol ít ico que esa iniciat iva s ignif icar ía, tanto respecto de las decisiones de la Suprema Cor te como de la reforma constitucional en materia electoral, ser ía descomunal.

En vez de empeñarse en congraciarse con las televisoras y con las cadenas de radio más inf luyentes, Beltrones y el resto de los legisladores federales deberían cumplir con su obligación para actual izar, en beneficio de la sociedad, la estancada e insuficiente legislación para los medios de radiodifusión y las telecomunicaciones.

De acuerdo a lo anter iormente expuesto, la Asociación Mexicana del Derecho a la In-formación manif iesta:

1. Su total rechazo a la iniciat iva presen-tada por Beltrones y otros legisladores, y exhor ta al resto de los senadores, de todos los par t idos, a desecharla por obsecuente y regresiva.

2. Condenamos enérgicamente la grotes-ca distorsión que de los términos y cr iter ios establecidos por la SCJN en la sentencia so -

bre acción de inconstitucional idad 26/2006, hace la iniciat iva del Senador Beltrones al manipular y rasurar párrafos completos de la sentencia publicada el 20 de agosto de 2007 en el Diar io Oficial de la Federación. Un mí-nimo ejercicio comparativo entre ambos tex-tos, da cuenta del nivel de descaro polít ico en que incurren esos legisladores.

3. Hacemos un l lamado a todas las orga-nizaciones sociales – especialmente aquellas dedicadas a la comunicación y a la promo -ción y defensa de los derechos humanos- , a denunciar esta nueva intentona de despojo a la Nación, y a no permitir esta reedición de la ley televisa.

4. Sol icitamos respetuosamente a todas las escuelas y facultades de derecho y de co-municación social o periodismo de las Uni-versidades públicas y pr ivadas de nuestro país, a poner bajo anál is is de los programas escolares, la sentencia de la SCJN sobre la Ley Televisa, con el objeto de hacer una de -fensa informada sobre la necesidad de una nueva ley de radio, televisión y telecomuni-caciones para México.

5. Llamamos a los ex Senadores de la Re -pública que presentaron la acción de incons-t itucional idad en contra de la Ley Televisa a sal ir abier tamente en defensa de la histór i-ca batal la jur ídica emprendida en la SCJN y de la sentencia favorable que lograron junto con muchas organizaciones sociales que los acompañaron.

Desde ya, anunciamos nuestra decisión para acudir a todos los recursos legales e ins-t itucionales a los que podemos tener acceso los ciudadanos para oponernos a esa nueva e inopinada canonjía a las empresas de tele -vis ión y radio.

México D.F. , 3 de diciembre de 2008.

Por el Comité Direc tivo Nacional de AMEDI y su Consejo Consultivo: Javier Corral Jurado, Daniel

Contreras Henr y, Denise Dresser Guerra, Aleida Ca-lleja, Raúl Trejo Delarbre, Gabriel Sosa Plata, Bea-

triz Solís Leree, Agustín Pineda.

Page 26: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Las ventas de periódicos en el mundo au-mentaron l igeramente (0,56%) en 2005, gra-cias sobre todo a Asia (1,7%), donde están los mayores mercados (China e India) , pero descendieron en Europa y Estados Unidos un 0,24% y un 2,5%, respectivamente. Así cons-ta en el informe sobre las tendencias en la industr ia editor ial , presentado en Moscú por Timothy Balding, director general de la Aso -ciación Mundial de Periódicos ( WAN, en sus s iglas inglesas) . Esta entidad inició ayer, 5 de junio de 2006, su asamblea general anual por pr imera vez en la capital rusa, s imultánea-mente con el 13º Foro Mundial de Directores de periódicos.

La jornada se inició con una larga demora del presidente Vladímir Putin, que algunos atr ibuyeron a discrepancias entre la Adminis-tración presidencial rusa y los organizadores de la asamblea. Gavin O’Rei l ly, presidente de la WAN, tuvo que desmentir informaciones de un periódico moscovita, según el cual su discurso de aper tura fue suavizado para dar satisfacción a los responsables pol ít icos ru-sos.

No obstante, la tardanza de Putin en el palacio de Congresos del Kremlin, que en el pasado fue escenario de los grandes acon-tecimientos polít icos de la Unión Soviética, creó cier to ner viosismo y obligó a improvi-

La Asociación Mundial de Periódicos constata una caída

de las ventas en occidente

Pilar Bonet-Moscú El País-Sociedad -06-06-2006

La asamblea anual que se celebra en Moscú resalta el aumento de lectores en Internet

Page 27: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

sar cambios en el programa. Según medios de la WAN, el l íder ruso se habría retrasado para no herir las sensibi l idades del régimen de Teherán, lo que podía haber s ido el caso si hubiera estado presente en la sala cuando fue entregada la pluma de oro de la l iber tad al periodista iraní Ak bar Ganji , que por su ac-t itud cr ít ica ha pasado cinco años encarcela-do en su país.

Ya en presencia de Putin, O’Rei l ly no se mordió la lengua al acusar a las autoridades rusas de controlar y reprimir los medios de comunicación, además de instar al l íder del Kremlin a tomar medidas para garantizar un entorno apropiado para el desarrol lo de la l i -ber tad de prensa.

Putin no entró en polémicas, pero af irmó que Rusia había elegido la vía de la demo -cracia, negó que el Estado esté aumentando su presencia en los medios y sostuvo que, a pr incipio de los noventa del pasado siglo, la “dictadura del capital ol igárquico” había co-menzado a ser una amenaza para “ la l iber tad de prensa” en Rusia.

El informe sobre las tendencias en el mun-do confirmó que Internet goza de buena salud y que la difusión de la prensa escr ita de pago está estancada o desciende en los países occidentales. En la Unión Europea los diar ios de pago registraron una baja del 0,61% en 2005 y de un 5,26% en cinco años. En esta etapa pasaron de más de 86 mil lones de ejemplares a algo más de 81,5 mil lones. La difusión aumentó, s in embargo, un 1,34% en 2005, s i se t ienen en cuenta los diar ios gratuitos.

Siete países de la Unión Europa experi-mentaron incrementos de difusión en 2005,

s iendo el más alto el de Eslovenia, con casi un 20%. En la vieja Europa, Alemania, Fran-cia y España experimentaron descensos en la difusión de periódicos de un 2,5%, 1,6% y 0,94%, respectivamente. La prensa gratuita en España, a diferencia de la de pago, experi-mentó un verdadero auge, con un incremen-to de un 98,6% entre 2004 y 2005 (256,2% en cinco años) . En la difusión global de la pren-sa diar ia , la gratuita supone el 6%, porcenta-je que l lega a un 17%, cuando se trata de la difusión europea. A la hora de contabil izar diar ios gratuitos, Europa se l leva la palma con 99 t ítulos y un total de más de 18,6 mi-l lones de ejemplares.

En lo que se ref iere a las ventas de perió-dicos por mil habitantes, Japón, Noruega y Finlandia van a la cabeza, y Mozambique, Uganda y Armenia, a la cola. Por t iempo de -dicado a la lectura, los belgas l ideraban la clasif icación en 2004 con 54 minutos, y Espa-ña la remataba con 17 minutos.

El público de Internet, por otra par te, s i -guió aumentando al r i tmo del 8,71% en 2005 y del 200% en el últ imo lustro. Los ingresos publicitar ios en Internet subieron un 25% en 2005, el porcentaje más elevado de los últ i -mos cinco años y el número de sit ios de web periodíst icos durante el mismo ejercicio au-

Pilar Bonet Cardona, corresponsal de “El País” en Moscú. Licenciada en Lengua y Literatura Española

en la Universidad Central de Barcelona y Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de

Barcelona.

Page 28: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Los otros enemigos de los archivos

En el número 3 delBoletín “Expedientes Uni-versitar ios”, editado por el Depar tamentode Achivo Histór ico de la Universidad de Sono-ra, correspondiente a enero-junio del 2007, aparece el ar t ículo “Conser var para no res-taurar, restaurar para conser var ”, escr ito por la Maestra Pi lar Álvarez Vi l lagómez, exper ta en restauración y conser-vación de documentos, en donde aborda inte -resantes aspectos re -lacionados con los fac-tores que más inf luyen en la conser vación de archivos.

Descr ibe factores como la humedad, la temperatura, la luz y otros, que se clasif ican como agentes f ís icos, químicos, biológicos y geofís icos, todos el los muy impor tantes.

En este trabajo se intenta tocar algunos aspectos relacionados con el ar t ículo men-cionado anter iormente, con el objetivo de darle continuidad al tema e incentivar a los usuarios y público en general sobre el buen uso de los documentos de consulta que se encuentran en archivos y bibl iotecas.

Por un aspecto meramente práctico, aso-ciado con la cr ianza de los animales y con el aumento en la productividad de las co -sechas, el hombre buscó trascender y dejar memoria para sus descendientes. Fue cuan-do se inventó la escr itura y, por ende, los do -cumentos en los que se plasmaba y la nece -sidad de su conser vación.

Tal hecho surgió muy probablemente en el cercano oriente, asociado con un paso tras-

cendental en la histor ia de la humanidad: la con-versión de las pr imitivas sociedades nómadas, ca-zadoras y recolectoras de frutas, hacia una sociedad sedentar ia, conocedora in-cipiente de estas ventajas.

Los estudios arqueoló-gicos han demostrado que la escr itura surgió hace aproximadamente 5000 años, en la antigua Meso -potamia, como respuesta a las necesidades de una sociedad, la Sumeria, que se encontraba en plena re -volución urbana.

Este avance de la socie -dad se t iene documentado gracias a la con-ser vación de fragmentos de escr itura cunei-forme, plasmados en tabletas de arci l la , cuyo material de construcción ha aminorado su deter ioro.

La construcción del pr imer edif ic io dedi-cado al almacenamiento y conser vación de los archivos de lectura se debe al rey asir io Asurbanipal, en el s iglo VI I , A.C. , quien orde -nó edif icar lo en la ciudad de Nínive, cerca del r ío Tigr is, a unos k i lómetros de la actual c iudad de Mosul, en I rak . Construyó la bibl io-teca en su palacio y envío personal para en-contrar tabletas de arci l la con registro de to-dos los campos del conocimiento de aquella época.Se estima que la Bibl ioteca de Asurba-nipal tenía cerca de 1500 tabletas, cada una con 80 y hasta 200 l íneas de texto. La ciudad de Nínive y su bibl ioteca fueron destruidas en el año 621, A.C.

Jaime Varela Salazar

Page 29: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

La pr imera bibl iote -ca pública se estable -ció en la ciudad esta-do de Atenas, Grecia, en el año 330 A.C. En el mismo año se cons-truyó la famosa Bibl io-teca de Alejandría, en Egipto, que contenía 700 000 rol los de pa-piro con lo más selec-to de la l i teratura y la ciencia gr iegas. Fue incendiada por una turba de cr ist ianos en el año 640 D.C.

El conocimiento de estos acontecimientos se debe a la escr itura y a la conser vación de los documentos, que han permanecido, a pesar de estos OTROS ENEMIGOS:

La expoliación

Los documentos son otra de las víct imas de las guerras y del despojo con violencia, como en el caso de la Guerra de I rak , los sa-queadores destruyeron o robaron las obras de un legado cultural que se remonta a más de 8 milenios de antigüedad conser vadas en el museo arqueológico de I rak , funda-do en 1923. También la Bibl ioteca Nacio -nal, l lamada el Palacio de la Sabiduría, fue pasto de las l lamas y desaparecieron en el incendio impor tantes escr itos medievales, algunos de el los joyas irreemplazables de la l i teratura y la ciencia andalusíes, como el Canon de Medicina, de Avicena (s iglos X-XI) . Se perdió también el impor tante Poema de Gilgamesh, donde se relata el episodio del di luvio y la gran inundación que le s iguió.

Se calcula que fueron robadas cerca de 170 000 piezas, entre el las una colección de entre 80 000 y 100 000 tabl i l las de arci l la con textos de escr itura cuneiforme.

La Bibl ioteca Nacional, muchos de cuyos documentos ardieron ante la pasividad de los soldados nor teamericanos, contenía 421 000 l ibros de los cuales 4 412 eran ejem-plares s ingulares, incunables y manuscritos.

Entre el los se perdieron val iosas ediciones de El Corán.

Pese a que la Conven-ción de La Haya (Holan-da) , sede del Tr ibunal Internacional de Justi-cia, obl iga a los ejércitos ocupantes a proteger los bienes culturales del país conquistado, evi-tar el pi l laje e impedir la expor tación i legal de obras de ar te, el despre -cio por la salvaguarda del patr imonio cultural fue evidente. Este t ipo de saqueo se conoce como EXPOLIO.

Destrucción deliberada de l ibros y ar-chivos

Algunos l ibros y archivos también han sido destruidos con la intención de rehacerlos a conveniencia de un proyecto o de una ambi-ción. Tal es el caso de muchos documentos seudo- científ icos alemanes que trataban de justi f icar el holocausto y la superior idad de la raza ar ia .

También la estrategia azteca de Tlacaélel, quien con la censura como arma trató de bo-rrar de la memoria histór ica el or igen chichi-meca de los mexicas, puesto que el provenir de los “hombres perros” (tr ibu subdesarrol la-da que vagaba en el desier to) resultaba ver-gonzoso para un pueblo que se consideraba elegido de los dioses.

La rivalidad humana

O tro enemigo de la conser vación de docu-mentos es la debil idad humana, pr incipal-mente la r ival idad. Tal es el caso de las Bibl io-tecas de Alejandría y de Pérgamo. Ptolomeo, celoso del esplendor de la Bibl ioteca de Pér-gamo, suspendió la expor tación de papiro y en Pérgamo se tuvo que inventar el escr ibir sobre pieles (pergamino).

Page 30: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

O tra var iedad de este mismo tema es la pr isa por tener colecciones de gran presti-gio, que ha conducido a la fals i f icación de documentos ,s iendo uno de los casos más so -nados el del falso hal lazgo de un discurso de Demóstenes en la Bibl ioteca de Pérgamo. En real idad era un texto poco divulgado, pero ya editado en la Bibl ioteca de Alejandría.

Ambientes inadecuados

Un aspecto muy impor tante en los espacios dedicados a consulta de documentos es el ambiente que se genera por lo enrarecido del aire; la falta de venti lación por lo mal planeado de los proyectos de refr igeración y acondicionamiento de aire, ocasiona un am-biente que, poco a poco, se va l lenando de iones posit ivos, debido a la naturaleza de los materiales de fabricación de los documentos y de los edif ic ios que los albergan. Este es un aspecto del l lamado síndrome del edif ic io enfermo.

Está documentado que el respirar aire con exceso de iones posit ivos provoca dolor de cabeza, depresión, i r r itabi l idad, letargo, mi-graña, malestar general y enfermedades res-piratorias. Las fuentes naturales productoras de iones posit ivos son los elementos radiac-t ivos y los vientos procedentes de zonas se -cas, entre otras; mientras que de las fuentes ar t i f ic iales encontramos la contaminación atmosfér ica, el aire acondicionado, las f ibras s intéticas, pantal las de computadora y de te -levisión.

En cambio, una atmósfera cargada de io-nes negativos produce los s iguientes efectos: despeja la mente, faci l i ta la relajación, mejo-ra en las enfermedades respiratorias, aumen-ta la capacidad de reacción visual, disminuye la agresividad y la ansiedad, l impia el aire de polen, bacter ias, humo y polvo, entre otros.

Las fuentes naturales de iones negativos son el aire de las costas y de las montañas, la función clorofí l ica de las plantas, la forma-ción de pequeñas gotas de agua como en la l luvia, olas y cascadas.

Las fuentes ar t i f ic iales son los aparatos onizadotes que proporcionan un f lujo cons-tante de iones negativos, mediante efectos ya estudiados y comercial izados por empre -sas de reconocida honestidad y prestigio.

Un ambiente que tenga de 0 a 100 iones negativos por centímetro cúbico dif iculta la concentración y propicia el crecimiento de microorganismos patógenos, mientras que el que t iene más de 50 000 es un aire puro, est imulante y relajante. Los edif ic ios cerra-dos herméticamente con aire acondicionado y calefacción central t ienen cuando mucho 250 iones negativos por centímetro cúbico.

Es deseable que todo espacio destinado a consulta y lectura cuente con un generador de iones negativos, o una pequeña caída de agua, o una pecera, con un gran efecto an-t iestresante.

Los generadores de iones negativos se venden comercialmente y los hay, como ejemplo, algunos que consumen 16 watts de corr iente de 120 volt ios y purif ican 10 me -tros cúbicos de aire por minuto.

Page 31: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Falta un plan de contingencia

El plan de contingencias se elabora con el objetivo de que cada quien sepa lo que debe de hacer en caso de accidente, evitar el páni-co y daños mayores.

Falta un plan de prevenir accidentes

Se debe contar con un plan de prevención de accidentes, revisado y avalado por las au-tor idades competentes, con el objetivo de reducir al mínimo el r iesgo de un desagui-sado, pues suceden en el momento menos pre -visto y ante cualquier circunstancia, tal como ocurr ió con el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, l lama-do también Archivo General Central de Espa-ña, que después de “sobrevivir ” a la censura, a la guerra, al olvido y a la falta de presu-puesto, la travesura de un niño que jugaba con cer i l los el 11 de agosto de 1939, redujo a cenizas 2460 metros de estanter ía, provo-cando una enorme laguna en la histor iogra-f ía española.

Bibliografía consultadaBáez, F. (2004) Historia Universal de la Destrucción de

Libros. Debate-Arena AbiertaBoletín Expedientes Universitarios , No. 3, Universidad

de Sonora, enero-junio (2007)

Scientific American Inventions and Discoveries, ci tado por la Revista Muy Interesante , año XXV, No. 04, Abril 2008, pág. 90

Periódico Excelsior, 23 de abril del 2008-06-18Revista Historia , del National Geographic, Nos. 17, 18

y 19Revista Clío , año 2, No. 20, junio 2003, pág. 74Conocer la Ciencia , No. 1, marzo 2006, pág. 64Ionización, http:/ /www.electrostatics.com/bar-s.htmlVarela, J . et al . Introducción al Análisis de Riesgos ,

UNISON (2008).

Jaime Varela Salazar

Depar tamento de Ingeniería Química y MetalurgiaDivisión de Ingeniería de la Universidad de Sonora.

[email protected]

Page 32: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

En este l ibro resulta muy estimulante, la ex-posición de la estrategia de obser vación y anál is is social que va mucho más al lá de la descr ipción exhaustiva y densa de un uni-verso aparentemente exótico, es decir, la in-mersión etnográfica total en cuerpo y alma que l leva acabo el autor en un ámbito tan reconocido por sus f iguras s imbólicas más vis ibles y mediáticas, como Muhammad Ali o Jul io César Chávez pero, al mismo t iempo, tan desconocido en su real idad menos ideal i -zada y más mundana de los boxeadores anó -nimos en su ambiente cotidiano. Wacquant de -muestra que el est i lo meticuloso de ha-cer etnografía a par t ir de un punto de vista que se niega a separar a la antropología y a la sociología, no solamente es posible s ino altamente fecundo en los terrenos teórico, metodológico, narrativo y pedagógico. Su ejercicio etnográfico l leva como sel lo carac-ter íst ico el par t ir de una estrategia ref lexiva de producción de información y anál is is so-cial , que implica la necesaria adhesión par-t icular, personal y ét ica de quién lo l leva a cabo, y s imultáneamente el involucramiento carnal y corporal del mismo investigador en el universo bajo estudio. Entre las cuerdas es un l ibro que representa un ejemplo in s itu de un esti lo de hacer investigación etnográfica que se caracter iza, tanto por la inmersión sensorial , intelectual y corporal total del in-vestigador en el centro mismo del universo social que pretende estudiar, como por el compromiso cívico de quien l leva a cabo la indagación.

Como el t ítulo indica, se trata de un estu-dio refer ido al depor te del boxeo en un gim-nasio ubicado en el gueto negro del sur de la ciudad de Chicago. El tema así sugerido por

el t í tulo parecería propio de un especial is-ta en sociología del depor te y dir igido a co-legas de este campo académico y a quienes compar ten el gusto por el box, un oficio tan elogiado y condenado por igual. Sin embar-go, por sus cual idades, que aquí se reseñan brevemente, puede fascinar a cualquiera in-teresado en el conocimiento, uti l idad y pla-cer de lectura que proporcionan el ejercicio magistral de una Ciencia Social en acto.

Discípulo y colega del inf luyente soció-logo francés Pierre Bourdieu, el autor Loïc Wacquant no es especial ista en sociología del depor te y ni s iquiera era un conocedor del mundo del box, antes de su inmersión en el gimnasio. Loïc Wacquant es doctor en So-ciología por la Universidad de Chicago, in-vestigador en el Centre de Sociologie Euro -péenne en París y profesor de Sociología e investigador en la Universidad de Cal i fornia en Berkeley. Ha trabajado en temáticas que incluyen trabajos sobre la comparación de la marginación y la desigualdad urbana, la do-minación racial , los usos de la pol ít ica pe -nal y las instituciones carcelar ias como ins-trumentos de control de grupos miserables y desposeídos, los intelectuales y la pol ít i -ca de la razón en la era neoliberal y sobre la teoría social c lásica y contemporánea.

Aparentemente, entre los antecedentes intelectuales del autor y el tema del l ibro no hay conexión alguna; él mismo se descr ibe como un per fecto novato que nunca había tenido contacto con el mundo pugil íst ico.

Cuerpo y alma: herramientas

del trabajo etnográfico

Alber to Acevedo

Page 33: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Sin embargo, Entre las cuerdas comienza a atrapar la atención del lector cuando se sabe que el autor se sumerge durante tres años en el gimnasio del gueto negro de la ciudad de Chicago para entrenarse, junto a boxeadores amateurs y profesionales, en toda la gama de ejercicios f ís icos corporales y someterse a su r iguroso régimen discipl inar io. Su total compromiso a las exigencias del terreno bajo estudio, lo l leva a elaborar un diar io etnográ-f ico de casi 2300 páginas de notas de campo, así como el metódico registro y consignación de una gran var iedad de obser vaciones, en-trevistas y fotografías. Los datos e informa-ción recabada son representadas en el l ibro haciendo uso de tres est i los narrativos que van desde lo que podría ser una evocación al est i lo de Carlos Castaneda, al más clásico repor te sociológi-co, incluida la meti-culosa descr ipción etnográfica. Así , el cuerpo principal del l ibro está dividido en tres secciones, cada una de las cua-les se corresponde con dist intos pero estrechamente vin-culados formatos narrativos: el pr imer capítulo está de -dicado a un sól ido estudio sociológico que vincula el gim-nasio de boxeo con su contexto social y ecológico, el segundo es un informe genera-do por el of icio etnográfico que retrata con gran detal le una jornada boxíst ica y el últ i -mo es un breve pero estimulante ensayo de novela sociológica.

El pr imer capítulo, el más amplio de los tres, se t itula “La cal le y el R ing”, en él se examinan la trama de relaciones sociales y s imbólicas que se entrecruzan en el inter ior y alrededor del gimnasio, que es el lugar que conforma el núcleo y motor invisible de todo el universo pugil íst ico. El anál is is sociológi-co da cuenta de las condiciones de margina-l idad social en que sobreviven los habitantes del gueto negro, del desempleo masivo cró-

nico y persistente, de la est igmatización con que son vistos y relacionados los barr ios rele -gados como sit ios pel igrosos, donde la del in-cuencia y la violencia cotidiana en que viven los hacen lugares evitables. Presenta el pa-norama de -solador del tej ido social y urbano en que se encuentra el gueto negro de Chi-cago tras más de cincuenta años de continua degradación y segregación económica y ra-cial . Examina la relación dialéctica entre este ambiente y la experiencia de sus habitantes, donde el gimnasio emerge como un is lote de orden y vir tud que sir ve como refugio a las duras condiciones sociales de existencia, un espa- cio que posibi l i ta soñar con un futuro mejor alejado del destino estadíst ico que depara el gueto a sus habitantes en relación con las drogas, el cr imen, las pandil las, la

pr is ión y la muer te temprana. El pro-yecto se inspira en la caja de herra-mientas ref lexivas de Bourdieu, en es-pecial hace eco del postulado de que el orden social está inscr ito en nues-tros cuerpos y que aprende -mos por el cuerpo.

Si bien la etno-grafía juega un rol esencial en el pr i-mer capítulo, don-de la obser vación de campo, el aná-

l is is estructural y la ref lexión se refuerzan mutuamente, es en el segundo capítulo t itu-lado “Una noche en el estudio 104”, donde se expresa una narrativa propiamente etnográ-f ica. En el documento subyace el pr incipio, propio de este campo académico, de que la trayectoria heuríst ica de toda investigación de intención etnográfica s iempre plantea un viaje de iniciación, tanto si se trata de un uni-verso que por su cercanía es famil iar, como de los universos que por su lejanía s imbólica con nuestra experiencia nos resultan abso-lutamente desconocidos. El capítulo descr i-be minuciosamente una jornada de combate de boxeo, desde los preparativos del pesaje

Page 34: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

oficial a inicios de la mañana hasta el f in de los festejos nocturnos. La descr ipción cubre t iempos, espacios, acciones y personajes a través de una narrativa que logra captar y transmitir el s ignif icado y central idad que t iene el boxeo en la vida de los par t icipantes y en la vida del gueto.

La tercera par te es el re -lato paso a paso de la pre -paración, entrenamiento y debut en el r ing del mis-mo Wacquant al par t icipar en el pr incipal torneo de box amateur de la ciudad de Chicago: los Golden Gloves. Si el objeto de su estudio es la práctica del box la cual le ha exigido l legar a ser un boxeador a través de la práctica s in perder su mirada socioló-gica, en esta par te f inal, intenta borrar las huellas de la construcción socio-lógica conser vando sus resultados pr incipales. Así , la narración evoca to-do su entrenamiento para conver tirse en un practi-cante capaz en un mun-do social par t icular, junto con los aspectos subje -t ivos de la experiencia de subir al r ing y la carga mental, emocional y f ís ica que implica la pelea.

Wacquant af irma que su l ibro es un expe -r imento científ ico, porque par te del supues-to de que aprendemos con el cuerpo. Así sus hal lazgos son ejemplo del paralel ismo y con-cordancia pedagógica que se puede encon-trar entre el habitus pugil íst ico y el habitus etnográfico. El pr incipio práctico según el cual se aprende a boxear en la sala del gim-nasio no en los l ibros, es vál ido también para aprender a hacer etnografía según el est i lo del autor, pues su ejercicio requiere de una f irme adhesión personal y la implicación cor-poral del investigador en el universo que se estudia

Consecuentemente, su sugerencia es que el sociólogo debe someterse al fuego de la

acción in s i tu ; afanarse por adquir ir las com-petencias y apetencias necesarias que fun-cionan como catal izador del universo social considerado; tratar de situarse, en la medida de lo posible, apostando todo su organismo, sensibi l idad e inte -l igencia incorporada, en el núcleo mismo de la gama de fuerzas mate -

r iales y s imbólicas que pretende diseccio-nar.

Como se dice en el campo del of icio de la etnografía , que su curso de investigación no puede estar pre -determinado del todo y dada su aper tura a la opor tunidad del descubrimiento ca-sual, para este autor, el gimnasio de boxeo en el inicio de su in-vestigación no f igura-ba como un objeto de estudio sino como una ventana al gueto para, por medio de la obser-vación directa, anal i-zar la divis ión racial , las transformaciones sociales de los barr ios relegados y, sobre todo, decodif icar el

impacto de las pol ít icas neoliberales sobre las estrategias de vida de sus habitantes. En este proceso queda atrapado por el gimna-sio de boxeo que se convier te en un segundo objeto de estudio que amplía y profundiza el anál is is sociológico.

No obstante que el l ibro proporciona un caudal de posibi l idades estimulantes e inspi-radoras para el desarrol lo de una “sociología carnal”, así como la restitución del impor tan-te papel que juega la etnografía en el estudio de una real idad que no es vista ni desde arr i-ba ni desde lejos y de un trabajo conjunto de géneros normalmente separados: sociología, etnografía y novela, es necesario también elaborar algunas obser vaciones cr ít icas so-bre la edición traducida al español.

Del t itulo or iginal del l ibro, Corps et âme. Carnets ethnographiques d’un appren-

Page 35: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

t i boxeur, la edición en español no expresa con suficiente clar idad el s ignif icado y nú-cleo central del trabajo al sustituir “Cuerpo y alma”, traducción l i teral del t ítulo or iginal, por “Entre las cuerdas”. Con el lo no ref leja una de las propuestas centrales del autor que es retomar y restituir, en el anál is is socioló-gico, la dimensión carnal de la existencia. Wacquant trata de demostrar empír icamente la fecundidad de su enfo- que, que toma muy en ser io el hecho de que el agente social es, s imultáneamente, un ser de carne, ner vios y sentidos; un ser que sufre y que par t icipa ac-t ivamente, con todas las f ibras de su cuerpo y su corazón, en la construcción del univer-so social que lo ha creado a él . De manera s imilar, el subtítulo muti la una de las pala-bras claves del of icio etnográfico al enunciar “Cuadernos de un aprendiz de boxeador ”, en vez de, “Diar ios etnográficos de un aprendiz de boxeador ”, por omisión menoscaba el in-tenso e inmenso trabajo de campo que real i -za el autor en su investigación sobre el gim-nasio de box.

Además, en la edición en castel lano, aún más del icado resulta la traducción que se hace del “habitus pugil ist ique” de la edición francesa por la de “hábito pugil íst ico” pues el lo reduce y confunde la noción de habitus.

La noción de habitus, se encuentra muy le -jos del s ignif icado del término hábito. He -rramienta reelaborada por Pierre Bourdieu la noción de habitus encapsula un eidos, un sistema de esquemas lógicos y perceptivos; un ethos, un sistema de esquemas prácticos y axiológicos; y una hexis, una disposición corporal y gestual específ ica. Dicha noción descr ita en pocas palabras, alude a un con-cepto mediador que rompe con la dual idad ingenua del sentido común, que separa indi-viduo y sociedad porque logra captar diná-mica y dialécticamente la relación que existe entre la inter ior ización de la exter ior idad y la exter ior ización de la inter ior idad. Es decir, la manera como la sociedad es depositada en las personas en la forma de disposicio-nes perdurables; capacidades y tendencias entrenadas y estructuradas a pensar, sentir y actuar en situaciones determinadas de su entorno social , y ofrecer respuestas creati-vas a los constreñimientos y sol icitaciones de ese mismo entorno social .

Con todo y estos errores de la traducción, el estudio etnográfico de cuerpo y alma de Wacquant, ofrece una muestra de un intenso y br i l lante trabajo de la imaginación socioló -gica del s iglo XXI .@

Alber to Acevedo Hernández

Programa Docente de Ciencias de la ComunicaciónDepar tamento de Psicología y

Ciencias de la Comunicación.Universidad de Sonora.

[email protected]

Page 36: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Hace algunos años leí en el periódico Unomásuno una singular entrevista real izada a Jorge Ayala Blanco. La charla giraba en torno a su actividad como cr ít ico de cine, sus proyectos y, s i mal no recuerdo, a la aparición de lo que en ese entonces era su más reciente l ibro: La ef icacia del c ine mexicano (Ed. Gri jalbo, 1994) . Las declaraciones ofrecidas por el entrevistado fueron muchas y muy diversas, pero, aunque el t iempo transcurr ido es bastante, todavía recuerdo una en par t icular y con singular gracia. Ayala Blanco manifestaba sin más ni más: “Pref iero mil veces escr ibir un ensayo sobre Alfonso Zayas que sobre Marguerite Duras”. La declaración a s imple vista se antojaba una humorada, una ocurrencia provocadora, incluso me recordó a Andrés Caicedo, malogrado cr ít ico colombiano, injustamente olvidado por cier to, cuando comentaba, también en entrevistas, que “cada gusto es una aberración” o que prefer ía los gags de las comedias de Jerr y Lewis que cualquiera de las últ imas pel ículas de Pasol ini .

Pero el comentario de Ayala Blanco, al igual que los de Caicedo, no deben tomarse

tan a la l igera, como simples golpes de humor o provocación gratuita; por el contrar io, se trata de una auténtica declaración de pr incipios, de una saludable puesta en r idículo del acar tonamiento académico con el que se acostumbraba – y se acostumbra- a relacionar el of icio del cr ít ico, el ejercicio del anál is is c inematográfico y el de cualquier ar te o medio de comunicación; un golpe bajo, pues, contra la solemnidad y adocenamiento imperante en el campo de la ref lexión del quehacer f í lmico. Vaya, la frase en sí misma –El comediante alburero muy por encima de la Duras- traduce en palabras la posición que ha tenido- y s igue teniendo- Jorge Ayala Blanco a lo largo de su muy extenso camino como cr ít ico y ensayista.

Una posición herética, para entendernos mejor y manejarnos bajo los términos que el maestro ha escogido para su nueva entrega. Una Actitud herética como pocas en el ámbito de la cr ít ica en general que le permite obtener hal lazgos ahí donde el cr ít ico purista y amante del lugar común, por puro esnobismo o prejuicio cultural o académico, no se atreve a mirar. Actitud y

Ayala Blanco y la crítica

herética del cine mexicano

José Abril

Page 37: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

posición herética por descreer de los autores cinematográficos consagrados y los temas de siempre como únicos y exclusivos objetos de estudio. Herética, por consecuencia, su mirada que desconfía de esas divis iones la mayoría de las veces discr iminatorias y clasistas entre lo “ar t íst ico” y lo “popular ”, entre el “buen gusto” y el “mal gusto”; por ignorar, también, las muy rancias y convencionales etiquetas de “cine de ar te” y “cine comercial”. Herética, en suma, porque desde la vis ión escudriñadora de Ayala Blanco no hay exclusión: todo cabe y todo entra en su marco de ref lexión; todo y todos, pel ículas y autores, viejos y jóvenes, nacionales e internacionales, productos y subproductos son susceptibles de ser puestos en tela juicio, cuestionados, desacral izados, exaltados o vi l ipendiados.

Es esta actitud herética la que ha conver tido a Jorge Ayala Blanco en una de los autores más or iginales, polémicos e irreverentes de nuestro país. Para decir lo s imple y l lanamente, uno de los más interesantes. Muy lejos del convencional comentarista de cine, Ayala Blanco ha sido ante todo un insobornable ensayista heterodoxo, alejado siempre del formalismo académico y las concesiones of icial istas. Su esti lo es inconfundible y es su esti lo precisamente el que ha devuelto al género – el ensayo, el texto ref lexivo- esa naturaleza ar t íst ica a la que parecía negado. Ayala Blanco, pues, no sólo ha sido un gran teórico, un infatigable histor iador, también ha sido un gran escr itor y un maestro en el manejo de la palabra. El uso de la referencia cinéfi la , los juegos inter textuales, la descr ipción exhaustiva y detal lada en per fecta comunión con un lenguaje que casi s iempre bordea lo poético, el sentido lúdico de sus af irmaciones, sus a veces desconcer tantes neologismos, la uti l ización de per tinentes f iguras retóricas de enorme al iento sarcástico y, sobre todo, el uso de la i ronía, la broma demoledora, el humor más desarmante que dan cuerpo y forma a sus r igurosas argumentaciones, hacen de la lectura de sus textos -acuerdos o desacuerdos apar te - un verdadero ejercicio de placer igual o mayor al vis ionado de la pel ícula que ha sido motivo de tal despliegue verbal.

Para comprobarlo basta con sumergirse y dejarse l levar por la lectura del l ibro La herética del c ine mexicano (Ed. Planeta, 2005) . Y no sólo por éste, s ino por todos los l ibros que componen el paquete completo. La herética del c ine mexicano es la octava entrega, la octava par te del proyecto/estudio/investigación sobre el c ine nacional emprendida por Ayala Blanco desde 1968. Proyecto definido - y aquí nuevamente el uso lúdico de la palabra- como una suer te de abecedario, en la que cada letra ha s ido un concepto y por lo tanto una nueva perspectiva a través de la cual abordar la histor ia de nuestro cine en sus diferentes etapas: la A de aventura (1931-1967) / La B de búsqueda…(1968-1972) / La C de condición…(1972-1984) / la D de disolvencia…(1985-90s) / La E de ef icacia…(la segunda mitad de los 80s)/ La F de fugacidad…(1993-1998) / la G de grandeza…(finales de los 90s pr incipios del 2000)…

Page 38: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Y la H de herética. En esta ocasión el l ibro es un diagnóstico de la producción cinematográfica durante los ingratos años del foxismo; es un anál is is exhaustivo de las obras mayores, menores y mediocres que durante ese período pudieron real izarse aunque no necesariamente pudieron ver la luz mediante las muchas veces improbable exhibición/distr ibución; es elogio y escarnio de una cinematografía , la nuestra, que pese a todo, con cual idades y defectos, ha podido sobrevivir a duras penas y de forma accidentada; es un registro detal lado de la actividad cinematográfica toda en todos los formatos y géneros posibles aunque muy poco de –válgame la cacofonía- todo o prácticamente nada nos haya l legado ( largometraje o cor tometraje, pel ícula o video, f icción o documental, obras logradas o vergonzantes pel ículas fal l idas, pel ículas-evento o insól itos productos que sólo circularon a través de circuitos subterráneos o mediante la casi s iempre bienvenida pirater ía) .

La herética del c ine mexicano esta compuesta en su mayoría por textos inéditos que fueron concebidos exclusivamente para al imentar este trabajo. Pero, inéditas también pueden resultar para nosotros la mayor par te

de las pel ículas sobre las cuales se habla. Esto se debe principalmente, al grave problema de distr ibución y exhibición al que se enfrenta el c ine nacional, problema que se acentúa en terr itor ios como el nuestro donde la ofer ta de exhibición es mucho más estrecha. Esto, creo yo, no representa problema alguno. Los diferentes ensayos que dan cuerpo al trabajo se dejan leer bastante bien; además, como sugería en una ocasión José Fel ipe Coria, a veces es mejor leer la cr ít ica de Ayala Blanco que ver la pel ícula.

¿Leer la cr ít ica antes que o en lugar de la pel ícula? Parecerá una contradicción, pero con cr ít icos como Ayala Blanco el asunto funciona bastante bien.

Jorge Ayala Blanco. (2005). La herética del cine mexicano . Ed. Planeta, México. A 25 años del 19 de septiembre de 1985.

José Abril

Programa Docente de Ciencias de la Comunicación.Depar tamento de Psicología y Ciencias de la

ComunicaciónUniversidad de Sonora.

[email protected]

Page 39: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Los breves segundos de aquel temblor pare -cieron eternos. La osci lación y trepidación del inmueble, la danza mor tal de las pare -des, los fuer tes cruj idos de la estructura de seis pisos, el l lanto repentino y los alar idos de los vecinos, el ruido de los cr istales rotos, el c lamor subiendo desde la cal le, la crecien-te sensación de rotación y ver t igo, y la voz cercana de don Regino Arambula y Ceballos mi anfitr ión, en aquella fugaz vis ita al Distr i -to Federal, todo en conjunto, se volvió una fuer te opresión, un nudo en el pecho: la cer-teza de que nada de lo que había acontecido era ni debía ser real, brotó tan espontánea que como suele ocurr irnos en cier tos sueños, deseaba desper tar.

No supe como, ni por interseción de que mano poderosa, pero al cesar las violentas sacudidas, s i bien la vieja construcción per-manecía en pie inexplicablemente exenta de mayores daños se había incl inado pel igrosa-mente.hacia un lado.

Tambaleante, casi sonámbulo, al abando-nar mi improvisado refugio y el de mi joven esposa bajo el marco de una puer ta, todavía con el corazón a rebato y un presentimiento terr ible, corr í y me asome por una de las ventanas de aquel tercer nivel ; lo que alcan-ze a mirar fue una espesa cor t ina de polvo suspendida unos 15 metros sobre la panorá-mica de la Ciudad de México, en dirección a

la torre de la Secretar ía de Comunicaciones y Transpor tes. Más aún, no entendía todavía la dimensión de la tragedia.

No habia electr icidad, agua o ser vicio te -lefónico; el olor a gas saturó con rápidez el ambiente. Pero más aún el pánico de las personas que corr ían de un lado a otro s in rumbo por la cal le Guipuzcoa y las que sal ían apresuradas de nuestro edif ic io, fue lo que me permitió comenzar a comprender lo que había ocurr ido: active un pequeño radio de bater ías…apenas audible, y lo pr imero que escuche fue una voz insistente que af irmaba que la Capital del país pasaba por los mo-mentos más tr istes, más amargos y más des-dichados de su histor ia. Incredulo todavía opte por pensar que aquello no era verdad.

Un duro desper tar

Sin escuchar las adver tencias del padre de Edith El izabeth, en el sentido de que el de -par tamento ofrecía más seguridad y que no sal iera ni usara las escaleras, pues podían ve -nirse abajo de un momento a otro, al igual

Cicatrices imborrables

Francisco Covarrubias

Page 40: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

que muchas personas sal í y obser ve las con-diciones del inmueble ubicado en aquel pun-to cercano a la estación del metro Vi l la de Cor tez, a una cuadra de Tlalpan, en la colonia Niños Héroes. Edif ic io que me había alberga-do en mis t iempos de estudiante y en el que ahora habitaban mis suegros; se incl inó casi imperceptiblemente a cerca de un metro a su costado derecho, s in que faltara ninguna de sus par tes; yacía apoyado en el también i leso Hotel de enseguida.

Un poco más al lá , en la esquina, a unos 50 metros, ví la escena mas espantosa que to-davía a 24 años de distancia impacta mi co-razón y mi mente. Como en otra dimension o s i se prefiere enme -dio de una pesadil la , un inmueble de siete pisos se vino abajo unos instantes des-pués, convir t iendose en una gran tumba para 50 famil ias, l i te -ralmente aplastadas. No volvería a ver a muchos de mis ami-gos que ahí vivían.

Nunca podre ol-vidar a la madre de Ar turo, el mejor y más afectuoso de mis compañeros de estu-dios en la Universidad Autónoma Metropo-l itana, doblada sobre sus rodil las, con sus brazos extendidos al c ielo, en aquella esqui-na donde se quedó sin lagrimas. Su mirada extraviada en algun lugar de los escombros; sufr iendo los espasmos, forcejeos y gr itos de su hi jo debajo de las toneladas de concreto. No supe que decir le al l legar hasta el la ; so-lamente tome sus manos entre las mias; pero no pude hablar. Luego retorne sobre mis pa-sos, s in acer tar s iquiera a l lorar, tambalean-dome aún, como ebrio.

Al encuentro con la realidad

Esa misma tarde, emprendí a pie mi marcha hacia el centro de la ciudad que parecía haber s ido bombardeada o herida por un relámpa-go. En la Niños Héroes, la pandil la de los 400 se organizó a una velocidad sorprendente, en br igadas de rescate. En pocas horas era

tanta la cantidad de jóvenes y personas de todas las edades que se aprestó a salvar so -brevivientes que la pol icia y el ejército eran puestos a un lado, rebasados totalmente por el espir itu de sol idar idad, la capacidad de trabajo y la fuer te coordinación desplegada por los habitantes del barr io. Esa dinamica de los acontecimientos se repetir ía en todas las areas de la gran metropoli , mor talmente afectada por la fur ia ciega de la naturaleza.

Aturdido como por una descarga eléctr ica, y con un dolor en el pecho, confor tado a ratos por un mudo sol lozo, perdía por momentos el sentido de la real idad. Sin al iento, vague enajenado por las cal les, como quien f lo -

ta suspendido en medio de una ne -bl ina, s in desper-tar por completo; estupefacto, con los ojos desorbi-tados, disminuido en mis facultades, s in escuchar más que voces lejanas, s in poder hablar más que monosí la-bos, s in reaccionar de manera ade -cuada, conmocio-nado ante el crudo espectáculo de la muer te: en los tú-

neles de la desesperación abier tos bajo los escombros, los ancianos con las ver tebras quebradas, los niños con las costi l las destro -zadas, las mujeres embarazadas cruelmente atrapadas, los jóvenes con su vida rota, cer-cenada. Todos quienes inúti lmente espera-ron a ser sacados de los edif ic ios conver tidos en gigantescos sepulcros.

El Segundo temblor, que se registrar ia el mismo dia, a las 21:00 Horas, tan tremendo o más que el de esa mañana, me sorprendió muy cerca de la estacion del metro Pino Suá-rez. No había para donde correr, pues había edif ic ios derrumbados por doquier, en tan-to que los que no se habían derrumbado se estremecian como gelatina por todas par tes. Nuevamente me senti paral izado y bloquea-do emocionalmente.

Page 41: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Permanece intacta en mi conciencia, de manera s imilar a un carbón encendido, la imagen de un soldado quien un segundo an-tes fuer temente armado lucía soberbio, y un instante después de iniciado el movimiento telur ico gr itaba y l loraba desgarradoramente abrazando a la pr imer persona que l legó a tener a su alcance. Mucha gente hizo lo mis-mo, abrazó a los extraños como si se tratara de aferrarse a los seres más amados.

Esa noche cientos de personas nos refu-giamos en el atr io de una iglesia: ningúno queríamos dar un paso mas al la , por temor a otro temblor. Personalmente habia recorr ido ese dia cerca de 14 k i lometros, empleando unas 10 horas. No hubo cuadro de la ciudad donde no mirara escenas de desesperación, miedo, terror, muer te, y gente trastornada por la perdida de algun ser querido. Pero también escenas de sol idar idad, valentía y heroísmo.

A encender la luz de la conciencia

Tenia el proposito de l legar al dia s iguiente a las instalaciones de El Universal, ubicadas muy cerca de el Palacio de Bel las Ar tes, para uti l izar un “ Telex ” y enviar información a So-nora. Asi lo har ía: pocos dias antes habia f i rmado mi contrato para trabajar en una co-rresponsal ia periodíst ica de Guaymas. Como si fuera una cita predestinada l legue al D.F el dia anter ior al terremoto, a empacar mis maletas, renunciar a mi puesto en el Archivo General de la Nación y cerrar asi un capítulo de mi vida que duro siete años, al concluir mi l icenciatura y contraer nupcias aquel mes de enero de 1985.

Los subsiguientes cuatro días que perma-necí en la Ciudad de México comprobe hasta que punto una sociedad arrasada por la des-trucción que inesperadamente se desenca-dena, deja el egoísmo, las deformidades de sus juicios, y la descomposición de su carác-ter y su personalidad, para unirse, restau-rarse y sanar por mediación de una especie de poder invisible y milagroso que devuelve la capacidad de amar al prój imo como a s í mismo.

24 años después de los refer idos aconte -cimientos, es i r relevante precisar las ci fras de desaparecidos. Los vueltos a nacer aquel septiembre conocimos la dura lección: Cada mexicano que lo vivió despier ta a la vida, bendice cada mañana, t iene la opor tunidad de valorar más a sus semejantes y su famil ia . Encender la luz de su conciencia, s in esperar a que la destrucción de un nuevo temblor o huracán ni la rueda del orden social se vuelva en su contra. La mult itud puede ser sublime.

Francisco Covarrubias Baldenegro.

Programa Docente de Ciencias de la ComunicaciónDepar tamento de Psicología y

Ciencias de la Comunicación.Universidad de Sonora.

frank- [email protected]

Page 42: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

* Solución pacífica, sólo si el tribunal respeta la verdad

* El ejército no debe prestarse para la guerra contra el pueblo

* En la conciencia pública existe la idea generalizada de fraude elec toral, y por esta razón la exigencia de que se recuenten los votos es per fec tamente razonable. Los magistrados tienen la labor de hacer respetar el derecho y la democracia

El científ ico social Pablo González Casa-nova af irma: ante la idea general izada de fraude en la conciencia pública, la solución contra este “atentado y usurpación” del país “sólo será pacíf ica” s i el Tr ibunal Electoral del Poder Judicial de la Federación respeta el derecho, la democracia y la verdad. Esto, frente a un proyecto consistente “en una democracia de los pocos, con los pocos y para los pocos, pero que pretende haber ganado el voto de los muchos”.

El autor de La democracia en México, una de las obras clásicas de las ciencias sociales, advier te que no aceptar el recuento de los votos de la elección del 2 de jul io s ignif icar ía “una violencia muy grave en la que muchos de los que tomen cualquiera de esas decisiones, o que las han tomado, saben per fectamente bien que a esa violencia sucede la violencia

que ahora le están pidiendo que ejerza al jefe de Gobierno” del Distr ito Federal, Alejandro Encinas.

Represión en nombre del derecho

Aclara que son las fuerzas dominantes de r icos y poderosos las que exigen, “en nombre del derecho”, reprimir el plantón en el Paseo de la Reforma y las cal les aledañas al Zócalo de la ciudad de México, por lo que la responsabil idad de un pueblo maduro es darse cuenta de dicha pretensión para evitar cualquier violencia y anal izar la forma de continuar la resistencia pacíf ica s in afectar su propia fuerza. Aunque desde ahora - destaca- se debe pedir al Ejército Mexicano que “por ningún motivo acepte ser uti l izado para la guerra contra el pueblo”.

González Casanova recibe a La Jornada en su cubículo del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la que fue rector. Y ref lexiona sobre el momento que vive el país en el contexto electoral y las implicaciones sociales y pol ít icas de no respetar a la ciudadanía.

En pr incipio, precisa que existe un proyecto basado en la cultura de la mentira que dice ser “democrático”. Su propósito no sólo es persuadir, s ino buscar cómplices y bases de apoyo que crean “ las mentiras colosales que se lanzan en Televisa y en la prensa nacional

Pablo González Casanova

Científico social y ex rector de la UNAM

Entrevista

Page 43: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

e internacional”, con enorme habil idad para ocultarse a s í mismos el mundo en que viven.

Y así como sacan fotografías o imágenes en los canales televisivos en los que parece como si fueran unos cuantos los que piden el recuento voto por voto, de igual forma saben reducir “el número de votos y el número de manifestantes”, apunta.

Esto, agrega, forma par te de una “violencia contra la lógica” que desgraciadamente logra prender en algunas personas, aunque al mismo t iempo no todas creen lo que dichas fuerzas dominantes quieren. “Ahí están esos 2 mil lones de personas que son una muestra de la cantidad enorme de gente que se da cuenta de la gran mentira.”

Hoy, lo que prevalece en la conciencia pública de manera muy ser ia es que “aquí hay un fraude muy grande. Por el lo, la exigencia de que se haga un recuento de los votos es per fectamente razonable, aunque existan politólogos que sólo obser ven al mundo y a México a través de los canales televisivos y l leguen a la conclusión de que son unos pocos alborotadores, animados por un agitador -al que además le inventaron un programa de que iba a quitar a la gente su casa, sus hi jos, las escuelas- , cuando el proyecto de el los, abier tamente, s í es quitarnos el petróleo, la electr icidad y par te del terr itor io nacional”.

Sin embargo, estas fuerzas en las que “ las últ imas decisiones las toman los grandes empresarios” -al igual que el soberano en el s iglo XXVII- no se dan cuenta de que “no se puede hacer una democracia contra el pueblo y s in el pueblo, por más que se quiera”.

La guerra justa

-¿Cómo se puede defender la ciudadanía frente a los poderes empresariales-mediáticos?

-Ya estamos viendo cómo lo hace. Y al hacerlo, debe tener mucho cuidado de no dar excusas para que le hagan la guerra justa, porque desde la Edad Media existe algo que se l lama guerra justa y consiste en legit imar los actos de guerra. Tenemos que hacer todos los esfuerzos posibles para demostrar nuestra fuerza, s in legit imar una

guerra contra el pueblo. Además, hay que pedir desde ahora al Ejército Mexicano que por ningún motivo acepte ser uti l izado para la guerra contra el pueblo.

-Muchos medios de comunicación buscan l levar al l ímite esta situación con la finalidad de que se reprima el plantón en defensa del voto por voto.

-Y ahí viene la responsabil idad de un pueblo maduro, que estoy seguro que entenderá la necesidad de darse cuenta de estos problemas y anal izar la forma de hacer la resistencia pacíf ica, s in afectar su propia fuerza.

“ Yo no voy a decir cómo. El los t ienen mucha más experiencia en este terreno, pero seguramente ya están pensando en las dist intas formas para que siga viva la manifestación contra este atentado al país, de esta usurpación de la nación, procurando detener cualquier posición de violencia. Ser ía muy conveniente que esto ocurr iera lo más pronto posible para faci l i tar a todos el camino a una solución que sólo será pacíf ica s i el tr ibunal respeta el derecho, la democracia, la verdad.”

-¿Qué significaría la impunidad del delito elec toral en este momento?

-Una manifestación del carácter más antidemocrático que se pueda dar en un gobierno: burlarse del pueblo no sólo en el momento de las elecciones y después de éstas, s ino en los planteamientos del futuro de la nación, porque a ninguno de el los

Page 44: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

escapa que tendrá que hacer un gobierno fuer te, pero no en el sentido que dice Fel ipe Calderón, s ino a la fuerza y por la fuerza.

“Lo que pretenden hacer es algo que está forzando la lógica, el derecho, la democracia, y que nos l levará a pol ít icas altamente represivas, eso sí , en uso de la legal idad.”

González Casanova señala que lo anter ior implicar ía una situación “muy parecida a las democracias coloniales, como la que se está implantando en I rak ”. Y explica que también forma par te de un proyecto mundial en el que se dice: “ Ya impusimos la democracia, pero, ¿qué democracia es ésa en la que se l lama terror istas a quienes desesperados toman las armas cuando l lega un momento en que no logran obtener nada en sus negociaciones?”

Obser va que hoy día inclusive los grupos que no están de acuerdo con las elecciones real izan declaraciones en todo el país para exigir el respeto al sufragio. Por esta razón, insiste en que cualquier ciudadano, independientemente de la posición que tenga, s i de veras quiere ser f iel a los valores que dice respetar, como la verdad y el derecho, t iene que reconocer la necesidad de recontar los votos.

Recuerda que la democracia debe estar en las raíces de cualquier ejercicio de lo que se l lame poder para que éste tenga

un signif icado posit ivo y sea un poder del pueblo, con el pueblo y para el pueblo.

Actualmente, indica, este pr incipio fundamental de la democracia se ha olvidado y ha l legado a extremos “muy graves con el neoliberal ismo, en el que se par te de una mentira matr iz fundamental, consistente en que el mercado resolverá por s í solo los problemas de la humanidad”.

Bajo ese esquema en el que se hacen planes para cargar el pago de la deuda pública a los pobres y para que las fuerzas dominantes se queden con los energéticos, el agua, los terr itor ios, también se busca hacer una nueva geografía de México y de América Central. El Plan Puebla-Panamá es par te de ese objetivo, aler ta.

Al f inal izar su ref lexión, después de considerar “verdaderamente vergonzosas” las agresiones que han sufr ido Elena Poniatowsk a y Carlos Monsiváis, señala que vivimos un momento de transición histór ica muy fuer te, pero “hay que tener esperanza y optimismo”. Así que “no nos vengan a decir que las mentiras son verdad y que la violación del derecho es obrar de acuerdo con el derecho y que esto es una democracia”.

Periódico La Jornada. México.

Page 45: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

¿Qué es para usted el pensamiento crítico?

Se pueden atr ibuir dos acepciones al término “cr ít ica”. En pr imer lugar, una acepción que podría denominarse k antiana, que designa, en la l ínea del pensamiento del f i lósofo de Königsberg, el examen evaluativo de las categorías y formas de conocimiento con el f in de determinar su val idez y su valor cognit ivos; en segundo lugar, una acepción mar xiana, que se dir ige con las armas de la razón hacia la real idad sociohistór ica para sacar a la luz las formas ocultas de dominación y de explotación existentes, con el f in de hacer aparecer, en negativo, las alternativas que dichas formas formas obstruyen y excluyen (Max Hork heimer definía como la “teoría cr ít ica” aquella teoría que es a la vez explicativa, normativa, práctica y ref lexiva) . A mi juicio, el pensamiento cr ít ico más fructífero es el se s itúa en la confluencia de etas dos tradiciones y que, por tanto, une la cr ít ica epistemológica y la cr ít ica social , cuestionando de forma constante, activa y radical las formas establecidas de pensamiento y las formas establecidas de vida colectiva, el “sentido común” o la doxa ( incluida la doxa de la tradición cr ít ica) , y las relaciones sociales y pol ít icas tal como se establecen en un determinado momento en una sociedad dada.

Puede y debe exist ir una sinergia entre estas dos formas de cr ít ica, de tal modo que el cuestionamiento de la cr ít ica intelectual, la histor ia de los conceptos, el examen lógico de los términos, las tesis y las problemáticas, la genealogía social de los discursos, la arqueología de sus presupuestos culturales (todo aquello que el pr imer Foucault denominaba épistemè) nutran y acrecienten la fuerza de la cr ít ica institucional. El conocimiento de los determinantes sociales del pensamiento es indispensable para l iberar lo, en la medida de lo posible, de los

determinismos que pesan sobre él (al igual que sobre cualquier otra práctica social) y, por tanto, para hacerlo capaz de proyectarnos mentalmente más al lá del mundo tal como nos ha sido dado para poder así inventar otros futuros dist intos que el que está inscr ito en el orden de las cosas. Para decir lo brevemente, el pensamiento cr ít ico es aquel que nos proporciona a la vez los medios para pensar el mundo tal y como es y tal y como podría ser.

¿Qué influencia tiene el pensamiento crítico en la ac tualidad?

Arriesgándome a contradecirme me atrevería a decir que es a la vez extremadamente fuer te y terr iblemente débil . “Fuer te”, en el sentido de que nunca las capacidades teóricas y empír icas de comprensión del mundo han sido tan grandes como ahora, como pone muy bien de rel ieve la extraordinaria acumulación de saberes y de técnicas de obser vación en los campos más var iados,

Entrevista con Loïc Wacquant

Pensamiento crítico y Disolución de la DOXA

Page 46: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

desde la geografía a la histor ia, pasando por la antropología y las ciencias cognit ivas, s in hablar del f lorecimiento de los estudios l lamados humanistas, la f i losofía, el derecho, la l i teratura, etcétera. En todos los campos, s i se exceptúa desgraciadamente el caso de la economía y de la ciencia pol ít ica que siguen ampliamente encerradas en el tr iste papel de técnicas de legit imación del poder, se obser va que la voluntad de cuestionamiento cr ít ico está presente y es fecunda. No es una casual idad que Foucault y Bordieu sean los dos autores más citados y más uti l izados en el mundo de las ciencias sociales en la actual idad: ambos son pensadores cr ít icos y pensadores de las relaciones de poder. Y s i el feminismo, movimiento intelectual y pol ít ico cr ít ico en su mismo fundamento, ha conseguido renovar la investigación en los ámbitos más var iados, desde la estética a la arqueología, pasando por la cr iminología, es porque la ha vinculado a un proyecto concreto de transformación social y cultural.

Basta con leer los anál is is de las derivas mor tíferas de la racional idad producidas por Zygmunt Bauaman en Modernity and the Ho-locaust ; o los experimentos l i terar ios (em-pleo este oxímoron del iberadamente) a tra-

vés de los cuales José Saramago deconstruye el orden social en Ensayo sobre la ceguera ; a las teorías de la equidad y del desarrol lo económico en las que se unen el r igor cien-t í f ico y el compromiso moral del reciente premio Nobel Amar tya Sen en Development as Freedom ; así como la reseña que Nanc y Scheper-Hughes hace de las contradicciones del amor maternal en las favelas de Brasi l en Death without Weeping , o el retrato pe -netrante que hace Er ic Hobsbawm del s iglo XX en Age of Extremes ; o la epopeya de la noción de l iber tad, surgida a la sombra de la esclavitud, que traza Orlando Patterson en Slaver y and Social Death y Freedom in the Mak ing of Western Culture ; o también la anatomía de los mecanismos del poder tec-nocrático que real iza Pierre Bourdieu en La Noblesse d’État … De este modo, uno puede comprobar que el pensamiento cr ít ico está vivo, es productivo, está en pleno desarrol lo y progresa. Por otra par te, el pensamiento cr ít ico no se l imita únicamente a los inte -lectuales que desf i lan bajo su bandera, s ino que existen muchos investigadores, ar t istas y escr itores que contr ibuyen a al imentarlo independientemente, incluso, a pesar de sus compromisos polít icos y cívicos, cuando po-nen de manif iesto posibles hechos sociales

Page 47: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

colaterales que son ocultados, reprimidos o rechazados, pero que están bien presentes, en esbozo o en gestación, en la actual idad.

Si a esto se añade que nunca ha habido tantos investigadores en ciencias sociales, ni tantos intelectuales en un sentido amplio, como en nuestros días, que el nivel general de educación de la población aumenta sin cesar, que los sociólogos, por refer irme úni-camente a el los, nunca como ahora han sido tan inf luyentes en la esfera pública (s i se t ie -ne en cuenta el número de l ibros que venden, su presencia en los me -dios de comunicación, su par t icipación directa o indirecta en el debate polít ico) , surge la ten-tación de concluir que nunca la razón ha teni-do tantas posibi l idades de tr iunfar sobre la ar-bitrar iedad histór ica en los asuntos humanos. El éxito creciente que está teniendo en Fran-cia la colección “Rai-sons d’agir ”, que publi-ca l ibros r igurosos y al mismo t iempo breves y escr itos en un lenguaje accesible, sobre temas de interés cívico vital , es una buena prueba de que existe una am-plia demanda social de un pensamiento cr ít ico y que la ciencia social está preparada para responder a el la .

Y, s in embargo, este mismo pensamiento cr ít ico es terr iblemente débil , por una par-te, porque con demasiada frecuencia se deja encerrar y ahogar en el microcosmos univer-sitar io (algo par t icularmente evidente en Es-tados Unidos, donde la cr ít ica social funcio-na en el vacío y da vueltas sobre s í misma para terminar mordiéndose la cola, como un perro que se vuelve rabioso tras ser encerra-do en un vestíbulo) , y, por otra, porque en la actual idad se encuentra frente a una verda-dera mural la china simbólica formada por el discurso neoliberal y sus derivados, que han

invadido todas las esferas de la vida cultural y social , y porque debe hacer frente, además, a la concurrencia de un falso pensamiento cr ít ico que, bajo la apariencia de un lenguaje aparentemente progresista que se ref iere al “sujeto”, la “identidad”, el “mult icultural ismo”, la “diversidad” y la “mundial ización”, invita a la sumisión a las fuerzas del mundo y, con-cretamente, a las fuerzas del mercado. Sólo cuando la estructura de clases se osif ica y se polar iza, cuando la hipermovil idad del capi-tal proporciona a la burguesía transnacional

una capacidad de domi-nación sin precedentes, cuando las él ites dir i -gentes de las grandes potencias desmantelan de común acuerdo los disposit ivos de protec-ción social puestos en marcha tras más de un siglo de luchas salar ia-les, y cuando formas de pobreza que recuerdan que las existentes en el s iglo XIX surgen de nuevo y se extienden, los representantes de ese falso pensamiento cr ít ico hablan de “socie -dad fragmentada”, de “etnicidad”, de “convi-vencia”, de “diferencia”. Cuando más nos hace falta un anál is is histó-r ico y material ista s in concesiones, nos pro-ponen un cultural ismo l ight absorbido entera-

mente por las preocupaciones narcis istas del momento. En real idad, nunca el falso pensa-miento ni la falsa ciencia han sido también tan prol i jos y omnipresentes.

¿Cuáles son las principales formas que adopta este falso pensamiento?

En Estados Unidos adopta la forma de polic y research, que desempeña un papel pr incipal de parachoques y de escudo contra el pen-samiento cr ít ico y s ir ve, al mismo t iempo, como imagen de marca para ais lar el campo polít ico de cualquier investigación indepen-diente y radical sobre las pol ít icas públicas,

Page 48: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

tanto en su concepción como en sus impli-caciones. Cualquier investigador que quiera dir igirse a los responsables del Estado de -berá pasar obligatoriamente por este campo bastardo, superar ese “f i l tro anticontaminan-tes” y aceptar someterse a una censura se -vera que le obliga a la reformulación de su trabajo a recurr ir a categorías tecnocráticas que garanticen que su investigación no se anclará ni tendrá efectos sobre lo real. De hecho, los pol ít i -cos nor teamericanos únicamente invocan la investigación so-cial cuando va en el sentido que a el los les conviene; de otro modo, la dejan de lado, como hizo el presidente Cl inton cuando propuso su “reforma” de la ayuda social (es decir, cuan-do abolió el derecho a la ayuda social y lo reemplazó por la obl igación del salar io precario a través del workfare) , pese a que una ingente cantidad de estudios mostraba que esta medida su-ponía una regresión social que afectaba negativamente a los más desfavorecidos.

En Europa, se da el caso del periodismo sociológico, un género híbr ido practicado generalmente por gente que se dice univer-sitar ia pero que, en real idad, pasa su t iem-po escr ibiendo blocs de notas, editor iales y repor tajes apresurados, que va a la radio y a la televisión, y está en todas par tes para hablar de cualquier asunto de actual idad, incluso de aquello sobre lo que no t iene la menor competencia científ ica. Sus represen-tantes saltan de un “problema social” a otro, en función de la demanda de los medios de comunicación y de la demanda polít ica, s in plantearse nunca cómo ese problema se ha

constituido en fenómeno de preocupación y de inter vención, por quiénes y para qué. Ocupan ampliamente el poco espacio conce -dido por los periodistas a los investigadores, ya que cult ivan la vanidad de los periodistas al borrar la dist inción que existe entre vis ión mediática y vis ión científ ica: sus anál is is, que se basan en el mejor de los casos en trabajos

super f iciales (no t ie -nen t iempo para real i -zar trabajos ser ios, ya que el t iempo se lo pa-san en los medios de comunicación, en las comisiones of iciales y en las proximidades del poder) , se parecen mucho a los que hacen los propios periodis-tas; ¡se comprende así que estos últ imos los aprecien y agasajen!

Pero el pr incipal obstáculo para el pensamiento cr ít ico en la actual idad está en otra par te: en la formación de una verdadera “ I n t e r n a c i o n a l Neoliberal”, anclada en una red de think-tanks , cuyo centro es la costa este de Estados Unidos y que cuenta con el refuerzo de los grandes organismos

internacionales, tales como el Banco Mundial, la Comisión Europea, la Organización para la Cooperación y el Desarrol lo Económico (OCDE), la Organización Mundial del Comercio, etcétera. Esta “ Internacional) difunde a una velocidad exponencial los productos de la falsa ciencia, con el f in de legit imar mejor las pol ít icas socialmente reaccionarias puestas en marcha en todos los s it ios en la era del mercado tr iunfante. Intenté mostrar de esto en mi l ibro Las cárceles de la miser ia , haciendo referencia a la pol ít ica de “tolerancia cero” que se ha mundial izado en menos de una década bajo el impulso del Instituto Manhattan de Nueva York y de sus

Page 49: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

epígonos y “colaboradores” activos o pasivos en el extranjero; y en Los parias urbanos a propósito del pseudoconcepto de underclass, que sir ve en todos los países en los que es uti l izado para condenar a la víct ima, al poner en relación las nuevas formas de pobreza urbana con la supuesta emergencia de un nuevo grupo de pobreza urbana con la supuesta emergencia de un nuevo grupo de pobres disolutos y desorganizados. Pierre Bourdieu y yo mismo hemos intentado, en Las argucias de la razón impereal ista , esbozar las l íneas maestras de un anál is is cr ít ico del desarrol lo y de los efectos reales y s imbólicos de esta nueva vulgata planetar ia que nos presenta un mundo fabricado por las grandes multinacionales como el resultado últ imo de la histor ia, y la mercanti l ización de todas las cosas como la conquista más elevada de la humanidad. Esta vulgata resuena en todas las bocas, incluida las de los gobernantes e intelectuales, que se reclaman de izquierdas y se creen progresistas (a veces s inceramente) .

¿Cuál podría ser el papel del pensamiento crítico frente a la obscenidad de las insólitas desigualdades producidas por el nuevo capitalismo global?

Crear un rompeolas de resistencia frente a la destrucción que l leva a cabo el Moloch del mercado, comenzando por la destrucción del pensamiento y de todas las formas de expresión cultural amenazadas en la actual idad de muer te violenta por el imperativo del beneficio y la búsqueda desenfrenada del éxito basado en el marketing: piénsese que Hil lar y Cl inton cobró siete mil lones de dólares como adelanto por su l ibro y que Jack Wells, presidente director general de la General Electr ic, cobró, a su vez, nueve mil lones por el suyo. Son dos l ibros execrables, hechos por “escr itores fantasma”, en los cuales cada uno contará su vida: la una su vida de pr imera dama, y el otro su experiencia como magnate corporativo de alto vuelo, dos l ibros que Amazon.com venderá por toneladas, mientras que escr itores, poetas y jóvenes investigadores de talento no encuentran editor iales que les publiquen, pues todos los editores deben comparar sus porcentajes de beneficios anuales con los de los sectores de la televisión y del c ine, asimilados por los

grandes conglomerados culturales.

El pensamiento cr ít ico debe desmontar con celo y fuerza los lugares comunes, revelar los subter fugios, desenmascarar las mentiras, señalar las contradicciones lógicas y prácticas del discurso del “Rey Mercado” y del capital ismo tr iunfante, que se extiende por todas par tes con la fuerza del destino tras el brutal derrumbe de la estructura bipolar del mundo que tuvo lugar en 1989 y tras el agotamiento del proyecto social ista (y de su desarrol lo por gobiernos pretendidamente de izquierdas pero reconver tidos de hecho a la ideología l iberal) . E l pensamiento cr ít ico debe plantearse s in cesar la cuestión de los costes y los beneficios sociales de las pol ít icas de desregulación económica y de desmantelamiento social que se nos presentan en la actual idad como la vía segura hacia la prosperidad eterna y la fel ic idad suprema, bajo la égida de la “responsabil idad individual” – otro de los términos para nombrar la i r responsabil idad colectiva y el egoísmo del mercado-. Kar l Mar x se pronunciaba en su famosa “Car ta a Arnold Ruge” –publicada en la Rheinische Zeitung en 1844- a favor de una cr ít ica despiadada de todas las cosas existentes y a mí me parece que éste es un programa que está en plena actual idad. Nos encontramos así con la pr imera función histór ica del pensamiento cr ít ico, que consiste en ser vir de disolvente de la doxa, en poner continuamente en tela de juicio las evidencias y los marcos mismos del debate cívico, de tal suer te que se nos abra una posibi l idad de pensar el mundo en vez de ser pensados por él , de desmontar y de comprender sus engranajes y, por tanto, la posibi l idad de reapropiárnoslo tanto intelectual como materialmente.

Loïc Wacquant ( Francia,1960 ) ,sociólogo , especialista en sociología urbana , la pobreza

urbana , la desigualdad racial , el cuerpo , la teoría social y la etnografía .

Wacquant Ac tualmente es Profesor Asociado de Sociología e Investigación en el Earl Warren Legal

Institute, Universidad de California, Berkeley .

Page 50: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Una ser ie de textos escr itos por el f ís ico y matemático gr iego Arquímedes, una de las mentes más notables de la antigüedad, y que habían permanecido ocultos debajo de una ser ie de imágenes y textos fueron revelados por científ icos de EE.UU.

Uti l izando una técnica no destructiva co -nocida como f luorescencia de rayos X, los in-vestigadores de la Universidad de Stanford fueron capaces de escudriñar a través de es-tos añadidos para leer el texto que se encon-traba por debajo.

El pergamino fabricado con piel de cabra recoje detal les impor tantes del trabajo de Arquímedes, obra que es considerada como la base de la matemática moderna.

Entre los escr itos se hal la la única versión en gr iego que se conoce de su tratado “Sobre los Cuerpos Flotantes”, además de la pr imera copia que ha sobrevivido desde la antigüe -dad de su “ Teoría de los Cuerpos Mecánicos”.

En estos tratados, el matemático nacido en el s iglo I I I antes de Cristo l legó a desarro-l lar descr ipciones numéricas del mundo real.

“No hubo nadie como Arquímedes antes de él”, dice Wil l Noel, curador de manuscritos y l ibros raros del museo de ar te Walters, de Balt imore, y director del proyecto.

“Nada puede ser mejor que poder releer el trabajo de una de las f iguras más grandes de la civi l ización occidental”.

“La oc tava maravilla”

Poder descubrir los escr itos de Arquímedes presenta un gran reto para el equipo encar-gado de revelar estas imágenes.

Los textos or iginales fueron transcr itos al pergamino por un escr iba anónimo en el s i-glo X.

Tres s iglos más tarde un monje de Jerusa-lén l lamado Johannes Myronas recicló el ma-nuscr ito al hacer de él un pal impsesto (voz gr iega que signif ica borrado nuevamente) .

Para poder crear un pal impsesto se debe raspar el pergamino, de forma que se el imine el texto or iginal para que éste puede ser uti l izado una vez más.

Para confeccionar un l ibro con este material de segunda mano, el monje además cor tó las páginas a la mitad y las colocó de lado.

Noel considera el pal impsesto de Arquímedes como “ la octava maravi l la del mundo”.

“Uno nunca puede obtener tres textos provenientes de la antigüedad que han sido hechos pal impsestos juntos en un sólo l ibro”, di jo a la BBC. “Es algo de lo que no se ha oído antes”.

El monje rel lenó este papel reciclado con plegarias or todoxas gr iegas.

Luego, en el s iglo XX, se le agregaron imágenes rel igiosas real izadas en pintura dorada para resaltar el valor del tomo.

“Un fax del siglo II I a. C.”

Jonathan Fildes BBC Ciencia

Page 51: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

El resultado fue la casi total destrucción de los textos or iginales, dejando apenas algunos trazos de la t inta or iginal uti l izada por el escr iba del s iglo X.

Luz bril lante

Anteriormente el pal impsesto había s ido estudiado uti l izando var ias técnicas ópticas y digitales de la imagen, pero aún así mucho del texto permanecía escondido.

Los investigadores se volcaron a una nueva técnica conocida como f luorescencia de rayos X, con la que lograron revelar los detal les definit ivos de los escr itos.

En el caso del pal impsesto, esta técnica resultó bastante úti l , ya que la t inta or iginal para documentar el trabajo de Archímedes contenía hierro.

“Cuando los rayos X choca con un átomo de hierro emite una radiación caracter íst ica, que lo hace br i l lar ”, expl ica el doctor Uwe Bergman, del laboratorio de sincrotrón de la unidad de radiaciones de la Universidad de Stanford, donde se l leva a cabo el trabajo.

“Cuando haces un registro de este br i l lo se puede reconstruir la imagen de todo el hierro presente en el l ibro”.

Las palabras br i l lantes son mostradas en el monitor de un computador, dándole a los investigadores el pr imer vistazo al texto en alrededor de 800 años.

“Es como recibir un fax desde el s iglo I I I A.C.”, señala Noel. “Es un sentimiento sensacional”.

Cada una de las páginas toma unas 12 horas para ser reconstruída.

Por lo pronto, el equipo t iene hasta el 7 de agosto para escudriñar el pal impsesto, antes de que el laboratorio de sincrotrón sea apagado por mantenimiento.

Durante ese t iempo, el los esperan poder l legar a escanear entre unas 12 y 14 páginas.

Jonathan Fildes

Editor de Ciencia y Tecnología de BBC News.

Page 52: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

“ Tapados”, “amarrados” y “quemados”, pala-bras clave en la otrora polít ica del dedazo, s ignif icaron para aspirantes y suspirantes a ser ungidos y acceder a la “plenitud de la gracia” motivo de desesperada batal la sexenal por el poder. Mitad cavernícola y mitad esquizofrénica esa lucha tendió a conver tir la vida pública en especie de aquelarre de brujos y amadores de sí mismos, obsesionados en forma exclusiva por su éxito personal.

Afor tunadamente para tales l inajes de “al-quimistas”, en lugar de hospitales mentales se inventaron las l lamas del fuego purif icador de la democracia.

Los l lamados cachorros de la revolución aferrados al poder no soltar ían la ubre pública federal s ino después de 70 años y después de 80 años en Sonora, para dejar un legado a la muy mexicana Cultura Pol ít ica, expresada en embarazo y/o robo de urnas, fals i f icación de votos, “carrusel”, “ratón loco”, voto entamalado, operación “manitas”, entre otras l indezas. A la par que una añeja practica de corrupción basada en la idea de que en nuestro país quien no tranza no avanza: en ser vicios públicos del gobierno y par t iculares en 2008 se registraron 197 mil lones de actos deshonestos, equivalentes al robo de 27 mil mil lones de pesos, (Según el Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno, est imado

Amnesia Revolucionaria

Francisco Covarrubias

Hay árb oles cuyo fol laje no ampara a ningún avey se cono cen f lores cuyo p er fume a nadie l lega.

( José Alvarado)

Page 53: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

cada dos años por Transparencia Mexicana A.C.) .

Hoy, a casi 100 años del formidable esta-l l ido armado de 1910, una de las pr incipales conquistas sociales, el sufragio efectivo, al menos conduce a la necesidad de demostrar que se gana una votación “con el sudor de la frente”, sea para ocupar un curul, alcaldía, gubernatura o posición sindical, entre otros espacios institucionales, en vir tud de reglas más estr ictas, sucesivas reformas electorales y una obser vación más cr ít ica.

De revolucionarios a charlatanes

En la práctica, estrel las de cine, cantantes, boxeadores, verduleras del mercado, e incluso managers de antros, además de yupis e hi jos de papi , f iguran entre quienes se postulan candidatos a gobernar el país y/o diseñar sus leyes, s in contar a quienes ganan la elección gracias a su peculiar anatomía, parentesco o abultada cuenta bancaria. El resultado está a la vista: el 59% de los mexicanos, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Cultura Pol ít ica y

Prácticas Ciudadanas, 2008, af irma no creer en quienes buscan el favor de sus votos.

Y s i bien en el juego democrático esto se vale, asist imos a una aguda cr is is de representación social y pol ít ica que se acre -cienta cada vez más. La mala selección interna que se hace de los “mejores” hom-bres y mujeres, el predominio de una conciencia súbdita con todavía remi-niscencias parroquiales, junto con la amne -sia revolucionaria compar tida por t ir ios y tro-yanos, hace que México se pinte solo, y que la tan cacaraqueada revolución sea actualmente como el PLHINO…un verdadero cuento chino.

Eso sí , la pol ít ica no es or iginalmente, como ahora, una actividad predominantemente –no únicamente - de mercachif les o charlatanes. Mucho menos de personas corruptas, pusi lánimes o ratas de dos patas, pintadas de tres colores, dos o uno.

Page 54: E D I T O R I A L - ..:: Departamento de PSICOMde etiqueta que se marcan como excluyentes para la asistencia a eventos (como el consa-bido Nos reservamos el derecho de admisión) o

Revolufia, calzones de manta y cananas

Macondo, mít ica población que vivió Cien Años de Soledad, donde la gente enfermo gradualmente de amnesia, para no olvidar el s ignif icado or iginal de las palabras y las cosas –según relata el laureado Gabriel García Márquez- sus habitantes colgaron car teles explicativos por doquier. De modo similar, f i jar fechas para recordar por ejemplo que es en real idad el amor y la amistad, una noche de paz, un día de independencia, un día del niño, un día de la madre, etcétera, es la misma lógica en que se escogió el 20 de noviembre para recordar lo que fue y s ignif icó la cacaraqueada revolución mexicana.

En esa tesitura f i jar un día para recordar que cual es el sentido or iginal de la pol ít ica no ser ía nada descabellado: permitir ía at isbar que es el ar te de lograr el equil ibr io social , la gobernabil idad, la estabil idad, la armonía de intereses, el tr iunfo del dialogo, el consenso y la legit imidad (en síntesis, la búsqueda del bien común, según postula Aristóteles) .

Pero sucede que hoy existen muchos e incongruentes s ignif icados del término Revolución. Para unos es la s imple “bola” o “revolufia” ; para otros es el s imple “sufragio efectivo” y la “no reelección”. Unos terceros enfatizan lo de la reforma agrar ia y hay quienes exclusivamente la ref ieren a las grandes obras públicas, s in que falten los que consideran a la Revolución una lucha contra los viejos r icos para hacerse el los mismos nuevos r icos. Para Emmanuel Kant es una fuerza esencial y necesaria de la evolución.

Lejos, muy lejos de las ref inadas con-cepciones que hoy maneja la meritocracia pol ít ica que con gula se repar te rol l izos huesos, las harapientas tropas vi l l istas y zapatistas, ignorantes mayoritar iamente, analfabetas, protagonizaron aquella lu-cha armada que hizo saltar en pedazos estructuras de dominación al costo de una sangrienta carnicer ía humana que ofreció en la piedra de sacr i f ic ios a 2.5 mil lones de vidas humanas.

Paradójicamente, las pr incipales con-quistas de la revolución en buena medida ser ian negadas a los largo de los últ imos 99

años. Carranciada la revolución se antoja inúti l la sangre derramada. La recaída en vicios pol ít icos cult ivados y difundidos por mercachif les, y el “empobrecimiento inexplicable” de mil lones de mexicanos, así lo hace sospechar.

Gracias a la revolución, no obstante, surgió la lucrativa profesión de ser diputado, Senador, consejero del IFE, TRIFE, ministro de la Suprema Cor te, etcétera, y las mas de las veces, encumbrado miembro de alguna de las numerosísimas organizaciones polít icas que a lo largo del s iglo pasado y lo que va del presente se denominaron no sin rubor revolucionarias. Así como el lucrativo comercio de almas que operan l íderes vital ic ios y/o transaccionales entronizados en organizaciones s indicales tan blanqueadas como los sepulcros: corporativas, c l ientelares, famil iares, charras, entre otras.

Hoy lejos de las l íneas de fuego, de aquellos hombres vestidos con calzón de manta y l lenos de cananas y car tucheras, seguidos por mujeres de trenzas y rebozo, una nueva y no tan nueva generación de amnésicos, y de otros que no lo son, y de los que nunca siquiera montaron a cabal lo muchos polít icos y aprendices de hechiceros se consideran merecedores de pr ivi legios; aspiran y suspiran de perdida a ser subsecretar ios del secretar io, como dir ía en sus apuntes el icono del periodismo Don José Alvarado.

! Ojala! est imados lectores que como en otras tantas fechas que se conmemoran rel igiosamente año con año, como la del pasado 20 de noviembre, podamos saber qué rayos es lo que se celebró realmente. Las naciones que pierden su memoria están condenadas a repetir sus errores ¿O no? @

Francisco Covarrubias Baldenegro.

Programa Docente de Ciencias de la ComunicaciónDepar tamento de Psicología y

Ciencias de la Comunicación.Universidad de Sonora.

frank- [email protected]