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ECOMUSEOS Y PAISAJES CULTURALES
Proyecto de Ecomuseo en la localidad de
Colonia Benítez, Chaco.
Lic. Fabio Javier Echarri
Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura
Universidad Nacional del Nordeste
Salta 240. Resistencia, Chaco. Argentina.
Cel: 3624603458
E.Mail: [email protected]
Palabras Clave:
Ecomuseos - Paisajes Culturales - Gestión
RESUMEN
Los componentes de un paisaje cultural son: la naturaleza, la acción humana sobre la misma y una
actividad de tipo funcional que puede relacionarse con la economía, estilo de vida, creencias, etc. La
localidad de Colonia Benítez -Chaco- constituye un paisaje cultural integral. Fue fundada en 1882 y
presenta una fisonomía particular: distintos ambientes diferenciados que sintetizan los espacios
geográficos del Chaco húmedo. Los habitantes se adaptaron al paisaje y desarrollaron actividades
económicas y sociales en relación con el mismo, basando su producción en la agricultura, ganadería y
explotación maderera.
Los ecomuseos constituyen una alternativa económica y social de explotación que generan fuentes de
trabajo, espacios culturales y ambientales protegidos, y zonas de atracción turística y recreativa.
La conciencia conservacionista de la población es importante, pero en los últimos años ha habido un
avance de la actividad inmobiliaria para la construcción de viviendas de fin de semana para ciudadanos de
Resistencia. Se avanzó entonces con la ocupación de espacios naturales, se abrieron nuevas calles, se
aumentara en forma alarmante el tránsito, se rellenaran terrenos que constituían desagües naturales, etc.
Por ello, entendemos que la creación de un ecomuseo será importante para generar conciencia en los
habitantes del lugar –los permanentes y los de „fines de semana‟-, sobre la necesidad de preservar el
valioso paisaje cultural de la localidad, al mismo tiempo que generará nuevas fuentes de trabajo y
actividades culturales, y pondrá a Colonia Benítez en el mapa museológico argentino.
En este trabajo describimos la localidad y sus paisajes culturales, exponemos los motivos por los cuales
sostenemos que la creación de un ecomuseo es una alternativa viable para preservarlos y fijamos los
objetivos institucionales para una gestión eficiente que conjugue la iniciativa estatal –provincial y
municipal- con la participación ciudadana, para contribuir a afianzar y consolidar la identidad de su
gente.
ABSTRACT
The components of a cultural landscape are: nature, human action and the same functional type activity
that may be related to the economy, lifestyle, beliefs, etc. The town of Colonia Benítez Province of Chaco
is an integral cultural landscape. It was founded in 1882 and has an unusual appearance: different
environments that synthesize different geographical areas of the humid Chaco. The people adapted to the
landscape and developed economic and social activities in connection therewith, basing its production in
agriculture, livestock and logging.
Ecomuseums constitute an alternative economic and social exploitation that generate jobs, cultural and
environmental protected areas and areas of tourist and recreational attraction.
The conservation consciousness of the population is important, but in recent years there has been an
improvement in housing activity for housing construction weekend for citizens of Resistance. He then
advanced to the occupation of natural spaces, new streets were opened, an alarming increase in traffic,
land constituting natural drains are refills, etc.. Therefore, we understand that creating an eco-museum
will be important to raise awareness among the inhabitants of the permanent-the place and weeks ends on
the need to preserve the rich cultural landscape of the town, while will generate new jobs and cultural
activities, and shall Colonia Benítez in Argentine museum map.
In this paper we describe the town and its cultural landscapes, we set out the reasons why we argue that
the creation of an eco-museum is an alternative to preserve and set corporate goals for efficient
management that combines the state-provincial and municipal initiative with citizen participation, to help
strengthen and consolidate the identity of its people.
Fotografía N° 1. Calle principal de Colonia Benítez.
1. Introducción
“La reconciliación con el patrimonio integral, su conservación y usufructo, es una
responsabilidad compartida entre
el museo y la comunidad en que se inserta”
Manifiesto de Santa Cruz, Brasil, 2000.
Un paisaje cultural es la consecuencia de la acción del hombre en un territorio determinado al
que indefectiblemente altera de algún modo, y que se relacionan con la economía, forma de vida,
creencias, costumbres, etc.
Entendemos que la localidad de Colonia Benítez en la provincia del Chaco constituye un paisaje
cultural en su conjunto: fue fundada en 1882, se establecieron allí criollos e inmigrantes
franceses que se dedicaron a la agricultura, comercio, artes, ciencias y magisterio, se desarrolló
la agricultura y ganadería, se explotó la madera y se crearon algunas fábricas de azúcar, alcohol
y otros productos. Además, presenta una fisonomía natural particular que aun es conservada en
su estado primitivo y que es necesario proteger.
Para ello, en este trabajo planteamos un proyecto de creación de un ecomuseo, como una
alternativa para la protección y gestión de ese paisaje cultural. Éstos nacieron en la década de
1970 en Francia, basados en la idea de utilizar el „paisaje como una sala‟, tal como lo propuso su
creador, George Henri Riviere1: son „un espejo, donde la población se contempla para
reconocerse, donde busca la explicación del territorio en el que está enraizada… Un espejo que
la población ofrece a sus huéspedes para hacerse entender mejor, en el respeto de su trabajo, de
sus formas de comportamiento y de su intimidad. El hombre es allí interpretado en relación a su
ámbito natural…‟. Son además, una alternativa económica y social de explotación que permiten
generar fuentes de trabajo, espacios culturales y ambientales protegidos, y zonas de atracción
turística y recreativa.
Para justificar esta propuesta, utilizamos bibliografía general y específica, pero también -y
fundamentalmente-, nos basamos en el trabajo de campo realizado en el propio terreno.
Definimos los ecomuseos, justificamos la creación de estas instituciones en el Chaco como una
alternativa de crecimiento y desarrollo económico y socio-cultural y de protección de paisajes
culturales, nos referimos a la historia de la localidad de Colonia Benítez y su conciencia
ambiental, y establecemos la misión y objetivos necesarios que debería tener el ecomuseo a
crearse.
Estamos convencidos de que es necesario preservar el patrimonio cultural y natural del Chaco a
través de acciones concretas, que sirvan para transmitir a las generaciones futuras los valores y
costumbres que le son propias y forman parte de la identidad de un pueblo.
2. Ecomuseos: definición y ejemplos
“El ecomuseo es un instrumento para el desarrollo regional
en que el trabajo es ejercido en colaboración entre la
población local y las instituciones públicas.”
George Henri Riviere
Riviere sostenía que un ecomuseo es un „instrumento que el poder político y la población
conciben, fabrican y explotan conjuntamente‟. Respecto del poder político, se refiere a los
gobiernos -sean estos locales, regionales o nacionales-, y son los que aportarían: 1- los recursos
humanos que le otorguen profesionalismo; y 2- los económicos, con obras de infraestructura,
salarios y presupuesto indispensable para el normal funcionamiento de la institución. Por su
parte, la población interviene con su conocimiento e idiosincrasia, mostrando su propia historia
transmitida a través de generaciones y afianzando de esta forma su identidad como pueblo.
Esta conjugación se da en su propio medio, uniendo al hombre con la naturaleza, que se puede
encontrar tanto en su estado salvaje y primitivo como transformada para satisfacer sus
necesidades.
1 Riviere, George Henri (1993). La Museología. Madrid: Akal.
Agrega que el ecomuseo es un laboratorio que contribuye al estudio de la población y su
entorno, un conservatorio que favorece la preservación del patrimonio cultural y natural, y una
escuela que asocia a la población y la incita a tomar conciencia de lo que posee y que es
necesario conservar para el futuro.
El surgimiento de esa idea se inició cuando en 1967 se crearon los Parques Naturales Regionales
en el norte de Francia, que agrupaban a varios municipios deprimidos económicamente, y a los
que se aportaría un presupuesto interesante a efectos de contribuir a mejorar el desarrollo de los
mismos a través de actividades culturales. La idea de Riviere consistía en reconstruir espacios tal
y como fueron en determinados momentos históricos, pero relacionando al hombre con la
naturaleza del lugar (Hubert, 1980).
En forma concreta, su nacimiento se produjo en las ciudades Le Creusot y Montçeau-les-Mines,
ubicadas en la Borgoña francesa, al Norte del país, donde la actividad económica había
disminuido considerablemente debido a la reconversión industrial de la época de posguerra. La
explotación de las minas de carbón y la siderurgia en la otrora región industrial, estaban
ocasionando desempleo y la consecuente migración de su población hacia otras zonas con
mejores expectativas.
Esta situación hizo pensar en la idea de recuperar espacios industriales abandonados y crear un
museo que preserve la historia de la región y de sus habitantes, y el medio en que vivían,
involucrando a éstos en el nuevo proyecto.
Nació así „L'écomusée de la Creusot-Montçeau-les-Mines‟, manejado en forma conjunta por un
grupo de especialistas en museos y por los habitantes de la región. Se concibe entonces una
nueva idea de museo, a través de la utilización del „paisaje como una sala‟. La idea pronto se
expandió por toda Europa.
El proyecto estuvo dirigido por Marcel Evrard y con la colaboración de Hugues de Varine-
Bohan y George Henry Riviere, quienes trabajaron mancomunadamente los habitantes de los
pueblos y zonas urbanas, empresas de la región, investigadores y museólogos en el rescate de un
patrimonio tangible e intangible que los identifica y que consideran que deben preservar.
Otro ejemplo que podemos citar es el ecomuseo el de Bergslagen en Suecia, ubicado en el centro
del país y al Oeste de Estocolmo, que comenzó a gestarse en la década de 1980, nucleando a
siete municipios: Ludvika, Smedjebacken, Fagersta, Norberg, Skinnskatteberg, Surahammar y
Halstammar, con una superficie de 750 kilómetros cuadrados. Este ecomuseo carece de paredes
y techos como un museo tradicional, pero posee en el sitio definido un total de 49 espacios
históricos que se conservan: viviendas de trabajadores, talleres y fábricas, centrales de energía,
fraguas, fundiciones, hornos, rutas de transporte terrestres y acuáticas. Y está emplazado en un
paisaje natural definido y protegido, en cuyo esfuerzo trabajan los habitantes del lugar.
3. Ecomuseos como instrumentos de gestión de paisajes culturales en el Chaco
El museo como instrumento cultural debe transitar caminos de vinculación más estrecha con el
medio social en el que está emplazado. Eso es algo que entendemos que debe ocurrir en la
museología chaqueña, distante de las políticas museológicas de otras provincias argentinas y a
años luz de lo que ocurre en algunas regiones del mundo.
De los museos que funcionan en la Provincia, están aquellos que por su tipología mantendrán su
estilo acotado, ajustado a determinados cánones museográficos. Los museos históricos, en
contraste, por su marcada impronta social, tienen posibilidad de desenvolver su trabajo tomando
como objetos de la investigación a los protagonistas de la historia contemporánea en el territorio
de influencia, vinculando esa historia en formación, con la heredada. Este criterio originaría los
ecomuseos.
Por definición, un museo es una institución permanente, sin fines de lucro, que colecciona,
investiga, conserva y difunde bienes patrimoniales de origen natural o cultural. El ecomuseo
responde a la misma definición general pero su interés no se concentra en el pasado prestigioso
de una comunidad, sino que también le interesa investigar lo cotidiano y simple del pasado y el
presente de ella. Lo que podría resultar intrascendente a los ojos del historiador clásico, en este
tipo de museo importa porque, en el conjunto de actividades de los protagonistas sociales,
radican datos que ayudan a definir la identidad de esa comunidad. A su vez, este museo puede
verse enriquecido con toda la información que el medio natural característico esté en situación de
incorporar a la „ficha técnica‟ de la comunidad.
Por su parte, un paisaje cultural resulta de la acción de diversos tipos de actividades del hombre
en un territorio determinado, y los componentes que lo identifican son: la naturaleza, la acción
humana sobre la misma -que conlleva indefectiblemente alguna forma de alteración-, y una
actividad de tipo funcional que puede relacionarse con la economía, estilo de vida, creencias, etc.
Indudablemente, y aunque existe legislación propia en distintos países que adopta definiciones
propias y establece categorías para identificarlos -basados en conceptos expresados por
UNESCO-, el término es abarcativo.
En el Chaco existen localidades que constituyen por sí mismas paisajes culturales según la
definición que hemos expresado, y que reúnen las condiciones para crear en ellas ecomuseos que
podrían constituir una forma adecuada para gestionarlos y preservarlos. Sólo a modo de ejemplo,
podemos citar: 1- Misión Nueva Pompeya: con sitios históricos dentro y fuera del ejido
Fotografía N° 2. Museo Casa y Jardín ‘Augusto Schulz’.
municipal, con el edificio misional que es Monumento Histórico Nacional, con una población
con una idiosincrasia particular, con una economía deprimida que requiere de propuestas
productivas, con mano de obra disponible y con la posibilidad de ser incluida en un circuito
turístico provincial; 2- Isla de Cerrito: un territorio de 12 mil hectáreas próximo a la capital del
Chaco – Resistencia – y de la capital de la vecina provincia de Corrientes, con singulares
sistemas naturales – definidos por los hidroperíodos que influyen en los ecosistemas -, y una
historia relacionada con las acciones bélicas de la Guerra de la Tripla Alianza y con la Colonia
Asilo de Dermatosos „Maximiliano Aberastury‟ – destinada al tratamiento de enfermos del Mal
de Hansen -; 3- Las Palmas: localidad distante a 65 kilómetros de Resistencia, que nació en 1880
con la instalación de la Compañía Las Palmas del Chaco Austral S.A., emprendimiento agro-
industrial de tal envergadura que imprimió características propias de carácter socio-cultural tan
fuertes que aun hoy subsisten, después de más de más de dos décadas del cese por completo de
su funcionamiento. 4- Colonia Benítez: un pintoresco pueblo a 17 kilómetros de la ciudad de
Resistencia, que mantiene su economía primaria, pero que cuenta con todos los servicios
esenciales – agua corriente, electricidad, policía, escuelas, hospital, etc.-. Donde además existe
una importante conciencia ecológica de parte de sus pobladores por haber vivido y desarrollado
allí su labor científica el reconocido botánico Dr. Augusto Schulz. Así es que sus pobladores
reconocen la localidad como Capital Botánica del Chaco. Por otra parte el pueblo se ha tornado
en los últimos años como lugar de hábitat de ciudadanos de la capital provincial que buscan
descanso y la preservación del medio ambiente.
Son estas opciones sólo casos testigos de paisajes culturales que pueden ser gestionados a través
de ecomuseos. En el Chaco existen muchos más: Puerto Tirol, La Escondida, Fontana con las
fábricas de tanino, etc.
Dijo Riviere que el ecomuseo es „un espejo en el que la población se mira, para reconocerse en
él, donde busca la explicación del territorio al que está unido… un espejo en que esa población
presenta a sus huéspedes, para hacerse comprender mejor, en el respeto a su trabajo, sus
comportamientos, su intimidad.‟ Y otro pionero en este tipo de propuesta, Hughes de Varine-
Bohan, se preguntaba: „¿Un ecomuseo es una nueva variedad en el mundo de los museos? ¿Es
una excusa para nuestra incapacidad de transformar instituciones perimidas?‟. Tal vez sea
cierto y se presente como una excusa. Pero es una excusa válida. Sobre todo cuando pensamos
en preservación de nuestro medio, en el desarrollo sostenible, en fuentes de trabajo y
reactivación económica
4. Ecomuseo de Colonia Benítez
4.a. Origen e historia del pueblo
El indígena, habitante desde hace más de cinco mil años en el extenso territorio chaqueño, no
permitió la incursión de sus tierras por parte del hombre blanco.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el Gobierno Nacional pretendía ocupar los territorios
inexplorados del país como lo eran la Patagonia y el Chaco, por una razón geo-estratégica y
económica. El final de la guerra de la Triple Alianza, y la orientación de la política
socio-económica argentina, contribuirían al poblamiento definitivo del Chaco Austral.
A fines del siglo XIX se fundaron pueblos y colonias a una distancia relativamente corta de la
capital. Estos primeros asentamientos humanos fueron los siguientes: Resistencia (1878),
Barranqueras (1880), Las Palmas (1880), Colonia Benitez (1882), Presidencia Roca (1884),
Puerto Bermejo (1884), La Sabana (1887), General Vedia (1888), Basail (1888), Margarita
Belén (1882), Tirol (1900) y La Verde (1901). Para 1895, el territorio contaba entonces con un
total de 10.422 habitantes.
La explotación forestal contribuyó al incremento poblacional, que para 1914 nos da una
cantidad de 46.274 habitantes. Seis años más tarde, la cifra alcanzaría una cantidad de 60.564.
Los siguientes censos arrojan cifras realmente significativas. El de 1934, confirma una
población de 214.160 habitantes, que indica un crecimiento del 253,6% en 14 años. Por su
parte, el Censo Nacional de 1947, nos da un total de 430.555 habitantes. Para el último censo,
llevado a cabo en 2001, la población chaqueña se acerca a cifra del millón de habitantes.
La fecha exacta de creación de Colonia Benítez no está perfectamente determinada, pero algunos
autores la datan hacia 1882, aunque la documentación fehaciente se hace efectiva para 1888,
cuando en la Oficina de Tierras y Colonias se escrituran las tierras a nombre de Manuel Benítez,
que luego cedería las mismas a su hermano Félix, con una extensión en principio indeterminada
Fotografía N° 3. Antiguo puente sobre el río Tragadero.
que rondaría las 30 mil hectáreas.
En el cultivo del algodón, que se transformaría en la principal actividad económica del Chaco a
partir de la década de 1930, el Dr. Benítez fue un pionero, ya que trajo desde Buenos Aires las
primeras semillas a la zona para 1901, y promovió el cultivo en la región.
En referencia a la inmigración, es dable tener en cuenta que arribaron al lugar, entre 1887 y
1888, los primeros inmigrantes procedentes de Francia, a quienes se les atribuye un importante
bagaje cultural y preparación intelectual. Se dedicaron a la agricultura, pero también montaron
pequeñas industrias mecánicas, el comercio, las artes y ciencias, y ejercieron el magisterio. Es
decir, fue una inmigración altamente calificada. Entre los apellidos más conocidos podemos citar
a Pourcel, Lions, Bouvier, Mitoire, Chenou, Parayre, Cassan, Serén, Marimon, Sartou, Gallac,
Picq, Douchard, Latapié, Plión, Massot, Cayré, etc. Ya para 1888 fundaron la primera escuela de
instrucción primaria oficial, y existían maestros privados: Gastón Maris y Víctor Maris. (Peressi,
2000).
Para 1908, el entonces Gobernador del Territorio Nacional del Chaco, Dr. Martín Goitia, fundó
una Escuela de Agricultura para implementar cultivos tropicales. Fue la única en el nordeste en
ese momento, pero por falta de fondos el estado nacional la cerró durante la 1° Guerra Mundial,
transformándose en Estación Experimental, que desarrolló un vivero para la producción de
árboles frutales con notable éxito.
También se desarrolló la explotación forestal, sobretodo la del quebracho colorado, alentada por
la instalación de fábricas de tanino en el territorio.
Para 1912 funcionaban dos desmotadoras de algodón, pertenecientes José Alsina y Rodolfo
Gabardini. Estas trabajaban repartiéndole semillas a los colonos y éstos se comprometía a
vender su producción a las fábricas.
En 1893 existía un ingenio azucarero que poseía una extensión de tierras de unos 30 km.
cuadrados, con bosques nativos y tierras cultivables. La producción de la fábrica se transportaba
por el Río Tragadero hasta el Puerto de Barranqueras. Para 1909 el ingenio tenía 400 hectáreas
de cultivo de caña, además de la producción que se compraba a los colonos. Se fabricaba azúcar,
alcohol y otros derivados.
Las fábricas comenzaron a entrar en período crítico a partir de la década del ‟20, pero en la
colonia se continúa con la producción primaria hasta la actualidad. Peressi sostiene: „Colonia
Benítez constituye un modelo de colonia agrícola, fundada por iniciativa particular, donde se
vive claramente una etapa de auge y luego una lenta decadencia, motivada por la falta de
ferrocarril y malas administraciones, que llevan a la colonia a un estado vegetativo y luego a la
despoblación‟.
Sin embargo este estado de cosas se ha estado revirtiendo en los últimos años. Vecinos de la
ciudad de Resistencia han encontrado en Colonia Benítez una alternativa para vivir en
tranquilidad y contacto con la naturaleza, con conciencia ecologista que transmite al poblador
local.
Fotografía N°5. Vista de Colonia Benítez. En: https://www.google.com.ar/maps
Barrios privados
Planta Urbana
Urbana
Río Tragadero
Ruta Nacional N° 11
A Resistencia
La declaratoria como Patrimonio Cultural de la Provincia del Chaco a la casa donde residiera
por muchas décadas el científico Augusto Schulz, y la inauguración del Museo – Casa “Augusto
Schulz” en ese espacio en septiembre de 2003, abrió un nuevo camino de posibilidades para
crear conciencia en la población sobre mantener a resguardo los bienes culturales y naturales de
la localidad.
4.b. El paisaje cultural de Colonia Benítez
Como expresáramos, un paisaje cultural resulta de la acción de diversos tipos de actividades del
hombre en un territorio determinado.
Entendemos que la localidad de Colonia Benítez en la provincia del Chaco constituye un paisaje
cultural en su conjunto. Ésta presenta características propias que la diferencias de otros
conglomerados urbanos del Chaco. Se ubica en el Departamento 1° de Mayo, en el Este de la
provincia, y cuenta en su planta urbana con una población de poco más de 2200 habitantes según
el censo de 2010 -poco más de 3500 tomando su zona de influencia-, habiendo incrementado el
número de acuerdo con los dos censos realizados precedentemente: 719 en 1991 y 1928 en
2001.2
Posee tres escuelas públicas: primara, secundaria y un anexo del Centro Educativa de Nivel
Terciario N°51 donde se dicta la Tecnicatura Superior en Gestión de la Producción
Agropecuaria. Además cuenta con policía, centro de salud, servicio de agua potable y energía
eléctrica, iglesia, Museo-Casa y Jardín „Augusto Schulz‟ que depende del Instituto de Cultura
de la Provincia del Chaco, y la Estación Experimental Agropecuaria del Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria. El Barrio San Pedro Pescador, ubicado a la izquierda del puente
interprovincial Chaco-Corrientes sobre el río Paraná, declarado Patrimonio Cultural del Chaco
por sus características propias y estilo de vida de su gente relacionada a la pesca tradicional,
depende de su municipio.
Tiene una fisonomía geográfica particular. En su ejido municipal y zonas aledañas presenta
distintos ambientes naturales diferenciados que sintetizan los espacios geográficos del Chaco.
Así, nos encontramos con selvas con vegetación arbórea de monte alto, bosques en galería,
zonas de esteros y cañadas, y sectores de monte ralo con presencia de cactus y arbustos
espinosos. Este paisaje puede encontrarse sintetizado en la Reserva Nacional Estricta „Colonia
Benítez‟, ubicada dentro de la Estación Experimental Agropecuaria. Es un predio de 7 hectáreas,
creado en 1965 por el botánico Augusto Schulz, que si bien es pequeño, no ha sido modificado
para conservar los ambientes típicos del Chaco húmedo.
2 Datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -INDEC- En: www.censo2010.indec.gov.ar.
Río Tragadero
Fotografía N° 6. Cementerio.
A través de los años, los habitantes se adaptaron al paisaje y desarrollaron sus actividades
económicas y sociales en relación con el mismo, basando su producción en la agricultura,
ganadería y explotación maderera, actividades que siguen realizándose en la actualidad.
El pueblo presenta valiosos testimonios históricos insertos en la naturaleza del lugar, tales como
el centenario puente de quebracho que atraviesa el río Tragadero, el antiguo cementerio, la Casa
Museo y Jardín „Augusto Schulz‟ donde viviera éste internacionalmente reconocido botánico, las
viejas viviendas de estilos eclécticos de principios del siglo XX, etc., que deben ser incluidos en
un circuito turístico-cultural y formar parte del guión museológico del ecomuseo propuesto en el
presente trabajo, como también las chacras y granjas productoras que abastecen el consumo local
de productos primarios y venden el excedente en Resistencia, y el barrio San Pedro Pescador.
De esta forma, creemos que en Colonia Benítez se conjugan todas las categorizaciones de
paisajes culturales definidas por la UNESCO3: el paisaje que fue creado por el hombre por
razones estéticas y que se observa en sus plazas, parques y jardines públicos y privados; el
paisaje evolutivo como resultado de la acción socio-económica del hombre sobre la naturaleza –
y que se dan tanto el fósil como el activo-; y el paisaje cultural asociado, pues se mantienen las
connotaciones culturales que se sumaron al componente natural y le otorgan identidad a la
comunidad.
Si bien la conciencia conservacionista –natural y cultural- en la localidad de Colonia Benítez es
importante en comparación a otros pueblos y ciudades del Chaco, también es cierto que en los
3 http://www.unesco.org
Fotografía N° 7. Ingreso a la sede del INTA.
últimos años ha habido un avance de la actividad inmobiliaria que ofrece terrenos a bajos precios
en barrios cerrados, para la construcción de viviendas de fin de semana para los ciudadanos de
Resistencia. Esto hizo que se avanzara con la ocupación de espacios naturales, se abrieran
nuevas calles, se aumentara en forma alarmante el tránsito, se rellanaran terrenos que constituían
desagües naturales, etc.
Por ello, entendemos que la creación de un ecomuseo será importante para generar conciencia en
los habitantes del lugar –los permanentes y los de „fines de semana‟-, sobre la necesidad de
preservar el valioso paisaje cultural de la localidad, al mismo tiempo que generará nuevas
fuentes de trabajo y actividades culturales, y pondrá a Colonia Benítez en el mapa museológico
argentino.
4.c. Misión y objetivos del ecomuseo
En el II Encuentro Internacional de Ecomuseos y la IX reunión del ICOFOM LAM, realizado en
Santa Cruz, Río de Janeiro, Brasil en 2000, se discutió la relación de los ecomuseos y museos
comunitarios y la llamada Agenda 21. Allí surgió un documento conocido como „Manifiesto de
Santa Cruz‟, en el cual se sostiene que „los ecomuseos y museos comunitarios son y deben ser
agentes activos para la participación y relación de la comunidad con su patrimonio integral‟ y
„la reconciliación con el patrimonio integral, su conservación y usufructo, es una
responsabilidad compartida entre el museo y la comunidad en que se inserta‟.4
El mismo documento recomienda: que los ecomuseos trabajen en cooperación con los Consejos
Locales de la Tierra y Agenda 21; que todos los museos contemplen la participación de la
comunidad en la que se encuentran y realicen programas de desarrollo sustentable; que estas
instituciones deben ser reconocidas como mediadores entre la sociedad y los organismos
gubernamentales de todos los niveles.
Además, en este II Encuentro se ratificó y adhirió a la Agenda para la Acción que emanara de la
Cumbre Hemisférica de Museos de las Américas „Museos y comunidades sostenibles‟ realizada
en San José de Costa Rica en 1998. En las conclusiones del mismo se sostuvo que los museos
son instituciones que deben contribuir a la preservación del patrimonio cultural y natural. Para
ello es necesario que los museos mejoren y profundicen la relación que mantienen con las
comunidades donde se encuentran, capaciten y profesionalicen a sus trabajadores, ejecuten
acciones para apoyar el desarrollo sostenible, realicen proyectos que promuevan los recursos
propios de la comunidad, y cumplan el rol que les compete como agentes de educación. Respecto
del patrimonio cultural, sostuvieron que los museos deben comprometerse con la sociedad en el
cuidado del mismo y trabajar conjuntamente en la valorización y preservación de la historia
local.5
Por ello consideramos que un Ecomuseo es la institución ideal para llevar adelante los principios
y conclusiones emanadas en estos manifiestos y declaraciones, como instrumento para la
salvaguarda del paisaje cultural de la localidad de Colonia Benítez. Proponemos la creación del
mismo, que tendrá la misión y objetivos que mencionamos a continuación:
MISIÓN:
El ecomuseo de Colonia Benítez tendrá la misión de conservar, rescatar, revalorizar y difundir
los valores culturales -tangibles e intangibles- y naturales de la localidad y su zona de influencia,
que constituyen un paisaje cultural que forma parte de la idiosincrasia e identidad de su pueblo.
OBJETIVOS:
Declarar a Colonia Benítez, tanto su zona urbana como rural, Patrimonio Cultural y
Natural de la Provincia del Chaco y Reserva Natural, en el marco de las distintas leyes
en vigencia - Ley N°3911, Ley N°5556, Ley N°6201, Ley N°6255, etc. -.
4 http://www.oocities.org/emuseoros/Docs/manifiesto_santacruz.htm
Realizar acciones educativas de concientización sobre la necesidad de preservar el
paisaje cultural de Colonia Benítez en las escuelas primarias y secundarias de la
localidad y entre la población en general.
Fomentar la adhesión de los habitantes del pueblo al proyecto para lograr su
participación efectiva.
Conformar equipos de trabajo interdisciplinarios de profesionales especializados en
gestión cultural y ambiental, museología, patrimonio cultural e historia, y los habitantes
del lugar que aportarán el saber popular y la experiencia de vida en la zona.
Implementar un sistema de gestión en consonancia con las características de la población
local, propendiendo al mantenimiento del ecosistema y protección de espacios verdes.
Jerarquizar y poner en valor los sitios históricos-culturales de la localidad.
Diagramar un circuito turístico cultural - natural en la zona para que pueda recibir
visitantes locales, nacionales y extranjeros.
Dotar al Ecomuseo de Colonia Benítez de personal profesional y especializado en un
todo de acuerdo con la Ley N°6201 de Museos de la Provincia del Chaco, y del
presupuesto necesario para un correcto y eficiente funcionamiento.
Fomentar a través de este Ecomuseo la conciencia ecologista en toda la Provincia del
Chaco mediante la aplicación de un programa de Educación Ambiental, con proyectos en
coherencia con las singularidades de la localidad y su área de influencia.
Lograr el compromiso efectivo de participación en este proyecto de las autoridades
municipales y provinciales, como también de organismos nacionales con asiento en la
región, como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria -INTA-, Gendarmería
Nacional, Prefectura Naval Argentina, etc.
5 http://www.ilam.org/ILAMDOC/resultados/01.html
5. Reflexiones finales
La localidad de Colonia Benítez constituye un paisaje cultural integral según las definiciones
dadas por UNESCO. Posee sitios históricos de gran valor para la historia local y para la
provincia en general, y un ambiente rico en flora y fauna que sintetiza las características del
Chaco húmedo.
Durante su historia, desde la fundación a fines del siglo XIX hasta la actualidad, la población ha
ido configurando ese paisaje, que forma parte de su identidad, y que sebe ser conservado para las
generaciones futuras.
Sin embargo, hoy existen condiciones que ameritan estar alertas, como la creación de barrios
privados en su zona de influencia, construcción de nuevas viviendas, la deforestación de espacios
vírgenes, el incremento de una población de „fines de semana‟, aumento de visitantes
ocasionales, etc.
Para preservar y gestionar este paisaje cultural hemos propuesto la creación de un ecomuseo,
entendiendo que esta institución, con los atributos que le son propios, una buena gestión y la
provisión de los recursos técnicos y económicos necesarios, se constituiría en el vehículo ideal
para lograrlo; algo ya probado en otros países del mundo y que debería servirnos de ejemplo.
La idiosincrasia particular del habitante de la localidad, su conciencia de la propia historia, su
preocupación por el cuidado de su ambiente, y la certeza de que un ecomuseo será bien recibido
por la población, entendiendo que el mismo también creará fuentes de trabajo y favorecerá la
economía local, son algunos de los elementos que nos permiten estar convencidos de la
viabilidad de este emprendimiento. Y confiamos que el éxito de esta experiencia pueda traer
aparejado un efecto multiplicador para otros pueblos chaqueños, donde la preservación de su
paisaje cultural y su estilo de vida tradicional -que es su referente identitario-, se mantenga vivo
para las futuras generaciones.
Bibliografía y fuentes consultadas:
1- Echarri, Fabio Javier. (2003). Ecomuseos: una alternativa económica y social para el Chaco.
En: Revista Chaqueña, Diario Norte. Resistencia, Chaco.
2- http://www.censo2010.indec.gov.ar
3- https://www.google.com.ar/maps
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