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Comunicación y música: mensajes, manifestaciones y negocios Universidad de La Laguna, diciembre de 2018

ISBN-13: 978-84-16458-93-6/ D.L.: TF-799-2018 / DOI del libro: 10.4185/cac144 Página | 802

Libro colectivo enlínea: http://www.revistalatinacs.org/18SLCS/libro-colectivo-2018.html

Economía Social-Solidaria y Periodismo para la Paz en la nueva prensa digital

española: el caso de La Marea

Tamer Al Najjar Trujillo – Universitat Jaume I – [email protected]

Resumen: En los últimos años, se ha observado una proliferación de nuevos

medios de comunicación, la mayoría de ellos nacidos en el ámbito de Internet,

en gran parte debido a las consecuencias de la crisis económico-financiera que

comenzó a finales de 2007 (Negreira y López, 2016: 327). Por un lado, esta

crisis económica ha destruido miles de puestos de trabajo en el ámbito del

Periodismo y la Comunicación (Asociación de la Prensa de Madrid, 2015: 93).

Por otro, esta situación económica ha abierto nuevos horizontes, todavía en

desarrollo y por descubrir, dentro de la empresa periodística: nuevos medios de

comunicación que se han constituido como proyectos periodísticos alternativos

e independientes, a través de otros modelos de financiación y con el objetivo

de realizar un periodismo riguroso, honesto y de calidad (Rius, 2014: 1473).

Como caso paradigmático destaca La Marea, fundada en 2012 como

cooperativa tras los fallidos intentos por refundar el periódico Público, y que en

2014 recibió el sello de Xarxa d’Economia Solidària que identifica y diferencia a

las organizaciones comprometidas con los principios de la Economía Social y

Solidaria.

El objetivo de este artículo es analizar, de manera aproximativa, de qué

manera se relacionan los principios económicos y de gestión de este medio de

comunicación con las alternativas al sistema económico neoliberal planteadas

desde los movimientos sociales, como la Economía Social y Solidaria

(Askunze, 2013: 108). Por otro lado, se estudian los principios editoriales y

periodísticos de La Marea en relación con las características del Periodismo

para la Paz (Arévalo Salinas, 2014: 67).

Palabras clave: Economía Social y Solidaria; Periodismo para la Paz; La

Marea; Prensa Digital; Medios alternativos

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1. Introducción

La presente investigación analiza, de forma aproximativa, los principios

editoriales, periodísticos y organizativos de La Marea (lamarea.com) en

relación con los valores de la Economía Social-Solidaria y del Periodismo para

la Paz. De esta manera, se podrá comprobar si este proyecto periodístico, que

nace como una propuesta alternativa a la prensa tradicional de referencia,

promueve otros modelos periodísticos, organizativos y de financiación.

En primer lugar, se abordan las principales problemáticas del sistema mediático

español, ya que se ha constatado el desarrollo de un modelo de periodismo

cercano a las élites económicas-políticas capaces de influir en las decisiones

editoriales (Reig, 2011), y que ha originado una crisis de legitimidad, de

credibilidad y ética en torno a los medios de comunicación tradicionales (Díaz

Nosty, 2011; Rius, 2014). Así pues, la independencia del periodismo y su

función social y de contrapoder se han visto comprometidas en los últimos

años, lo que se traduce en una falta de confianza por parte de los ciudadanos

respecto a las informaciones recibidas (Asociación de la Prensa de Madrid,

2015; 2016; 2017). De esta manera, se podrán entender las principales

razones de la fundación de nuevos medios de comunicación en España.

En segundo lugar, se tienen en cuenta los estudios desarrollados sobre la

Economía Social y Solidaria (Askunze, 2013) y el Periodismo para la Paz

(Arévalo Salinas, 2014) como base teórica para el análisis de la estructura

periodística, empresarial y organizativa de La Marea. Así pues, a partir de este

marco teórico se realiza una comparación entre los principios y las

características de este medio de comunicación con las características del

Periodismo para la Paz y la Economía Social-Solidaria. Es importante

mencionar que para esta investigación solo se ha tenido en cuenta la versión

web de La Marea (lamarea.com), de actualización diaria, ya que este medio

también cuenta con una revista mensual en papel. Es por ello que se califica

como “medio digital” a lo largo de este trabajo. Por lo tanto, la pregunta

principal de esta investigación es la siguiente:

- ¿Qué relación existe entre los valores de la Economía Social-Solidaria y del

Periodismo para la Paz con los principios de La Marea?





2. El sistema mediático español: publicidad, crisis de legitimidad y

nacimiento de nuevos medios

Para entender cómo y porqué han nacido nuevos medios de comunicación en

España a partir del año 2012, como La Marea, Eldiario.es o Infolibre.es, es

necesario analizar qué es lo que ha fallado en el sistema mediático español.

En primer lugar, en el terreno económico, durante mucho tiempo la publicidad

ha sido la fuente de financiación de los medios de comunicación tradicionales,

por lo que es necesario ver qué tendencia ha seguido en los últimos años, ya

que desde la industria de la comunicación se creyó que el mercado publicitario

crecería indefinidamente (Cagé, 2016: 50).

Según el informe de Infoadex 2018, la inversión publicitaria parece estar

recuperándose de la gran caída que comenzó en el año 2009, aumentado un

1,8% respecto al año anterior (Infoadex, 2018: 6). Sin embargo, es necesario

fijarse hacia dónde se está dirigiendo: más del 43% del total de la inversión

publicitaria de 2017, alrededor de 5 355 millones de euros, ha estado dirigida

hacia medios convencionales (prensa, radio, televisión e Internet). Este último

(Internet) consolida su segunda posición dentro de los medios convencionales

con un volumen de inversión publicitaria del 28%, una situación que se

mantiene desde 2012 (Maestro Espínola y otros, 2014: 174). Mientras tanto, los

diarios tradicionales en papel, en su conjunto, han visto caer los ingresos por

publicidad en más de un 13% respecto a 2015. Por lo tanto, la inversión en

medios digitales ha superado a la de medios impresos, que pone sobre la

mesa nuevas tendencias publicitarias:

“Internet, como medio, ofrece un crecimiento constante y, en

términos de participación de mercado, ha logrado mantenerse

estable, incluso durante los peores años de la crisis económica

(2007-2013). Este incremento obedece a un principio básico: los

anunciantes deben seguir siempre a la audiencia y, claro está, los

usuarios de la red son cada día más numerosos” (Maestro Espínola y

otros, 2014: 179).

Sin embargo, aunque la facturación total de los medios de comunicación ha

mostrado una tendencia de estabilidad en los últimos años, todavía no ha





alcanzado los niveles de 2011 (6 270 millones de euros), según datos del

Informe Anual de la Profesión Periodística 2016 (2016: 61).

En segundo lugar, en cuanto a la situación del mercado laboral de los medios

de comunicación, cabe destacar que en los grandes medios se ha parado la

destrucción de empleo, pero sus plantillas no crecen (Asociación de la Prensa

de Madrid, 2016: 26). Desde que comenzó la crisis económica más de seis mil

periodistas han perdido su puesto de trabajo (Serrano, 2014: 9). Según datos

del Informe Anual de la Profesión Periodística 2017, desde 2008 a 2011, en

plena crisis económica, se destruyeron más de 12 200 empleos en el entorno

de la comunicación en general (Asociación de la Prensa de Madrid, 2017: 24).

Diez años más tarde, el paro registrado de periodistas se sitúa, según datos del

Ministerio de Empleo e Industria, en 7 137 profesionales de la información, una

cifra inferior a la registrada en el año 2011: 9 937 periodistas (Asociación de la

Prensa de Madrid, 2011: 16). Sin embargo, mientras que la crisis económica

motivó el cierre de al menos 375 medios, desde 2008 a 2015 aparecieron 411

nuevos medios, de los cuales más del 70% eran digitales (Asociación de la

Prensa de Madrid, 2015: 93). En este sentido cabe destacar la desaparición del

diario en papel Público en 2012, que motivó que los periodistas despedidos

emprendieran nuevos caminos periodísticos.

En tercer lugar, junto a estos datos, se evidencian otros problemas dentro de la

profesión periodística: la falta de independencia y la gratuidad de la información

(Reig, 2011: 297). Respecto a la independencia periodística, el Center for

Media Pluralism and Media Freedom 2016 alerta en su informe Media Pluralism

Monitor 2016 de la injerencia de los poderes políticos en los medios de

comunicación de titularidad pública españoles, otorgando un valor de “riesgo

alto” (83%) en el indicador “Independencia del gobierno y financiación de los

medios de titularidad pública” (European University Institute, 2016: 6).

Hay que comprender, también, que estas influencias políticas y económicas se

insertan en una estructura mediática que está basada en un sistema de

empresa capitalista donde el que más acciones posee es el que más poder de

decisión posee, además de depender en exceso del sistema bancario que

puede llegar a condicionar la toma de decisiones económicas y de contenidos:





“En el relato de los accionistas y sus movimientos podría parecer que

la presencia de la gran banca no es tan predominante, pero sí existe

su influencia. Si observamos la situación financiera de los grupos,

comprobamos que éstos requieren apoyos bancarios

impresionantes, en muchos casos deben cientos de millones cuyas

fechas de devolución a los bancos que les prestaron ya han vencido

y, por tanto, les imponen condiciones y exigencia de todo tipo”

(Serrano, 2010: 31).

Estos aspectos permiten comprender que ciertos medios y periodistas sean

acríticos a las estructuras de poder, ya que su viabilidad depende de varios

factores externos:

“Junto a su colapso empresarial, los grandes medios ya han

demostrado que son acríticos y que siguen incondicionalmente al

poder. La aparente pluralidad y el debate que creemos percibir en

ellos es una farsa: para los asuntos relevantes el consenso es

absoluto, y la discusión se circunscribe a lo intrascendente y dentro

del pensamiento dominante” (Serrano, 2014: 11).

De esta manera, se pueden entender las bajas valoraciones en términos de

confianza de las informaciones recibidas por parte de los ciudadanos. En 2017,

según datos de la Asociación de la Prensa de Madrid, los encuestados

otorgaron un 5,5 sobre 10 en cuanto a la confianza en la información que

reciben a través de los medios de comunicación (Asociación de la Prensa de

Madrid, 2017: 40). Está situación también ha sido corroborada por el Pew

Research Center en su informe In Western Europe, Public Attitudes Toward

News Media More Divided by Populist Views Than Left-Right Ideology (2018).

El estudio demuestra que España es uno de los países europeos donde menos

confianza existe hacia los medios de comunicación, ya que se sitúa en el 31%,

frente al 67% de los Países Bajos (Pew Research Center, 2018: 8). Por otro

lado, los propios periodistas califican la independencia con la que realizan su

trabajo, con un 4,4 sobre 10, lo que demuestra que la propia profesión pone en

evidencia su principal valor. También, los periodistas encuestados reflejan

como primera preocupación de la profesión periodística su precariedad laboral

y su mala retribución, que los sitúa en una posición de debilidad para hacer

frente a los abusos del poder (Asociación de la Prensa de Madrid, 2017: 35).





Así pues, lo relatado anteriormente hace entender que el periodismo vive una

crisis de credibilidad (Díaz Nosty, 2011: 101; 2013: 14), que comenzó con una

pérdida de calidad periodística a partir los años 70 cuando comienzan a

conformarse los primeros conglomerados mediáticos a favor del máximo

beneficio (García Santamaría, 2016: 841). Es decir, el desarrollo de contenidos

superfluos, faltos de ética periodística y descontextualizados, además de la

cercanía de los medios con las estructuras de poder, han puesto en peligro el

valor fundamental de contrapoder del periodismo, que mancha su legitimidad y

reputación a nivel social.

De esta manera, por todo lo comentado anteriormente, se puede comprender

el surgimiento de nuevos medios de comunicación en España como

consecuencia de varios aspectos relevantes que han sido comentados. En

primer lugar, la crisis de credibilidad, legitimidad y ética (Rius, 2014: 1467) que

sufren los medios convencionales ha propiciado el nacimiento de nuevos

proyectos informativos que afirman realizar otro tipo de periodismo. En

segundo lugar, la crisis económica ha motivado la expulsión de periodistas de

medios convencionales que han ido creando sus propios proyectos

informativos (Negreira y López, 2016: 327). En tercer lugar, el desarrollo del

15M y de otros movimientos sociales se ha tornado fundamental para el

desarrollo de nuevos medios (Arévalo Salinas y López Ferrández, 2015: 15;

Arévalo Salinas y Farné, 2012: 17; Arévalo Salinas e Iranzo, 2014: 1138; 54;

Hernández Merayo y otros, 2013: 63), ya que han visibilizado que el cambio

social es posible, también en términos comunicativos.

3. La Economía Social y Solidaria: principales características

Se puede entender la Economía Social y Solidaria como una alternativa al

sistema capitalista donde la economía es un medio, y no un fin, al servicio de

las personas. Es decir, “al servicio del desarrollo personal y comunitario, como

instrumento que contribuya a la mejora de la calidad de vida de las personas y

de su entorno social” (Askunze, 2013: 99). Así, la Economía Social y Solidaria

da respuesta a la necesidad de poner en marcha alternativas a un sistema

neoliberal, ya que “su voracidad no tiene límites” (Ramonet, 2009: 74).





Por lo tanto, no solo se trata de un cambio desde una mirada académica, sino

que, además, se ponen en práctica nuevas formas de producción,

comercialización o consumo donde se priman las necesidades humanas, la

toma de decisiones de forma democrática y el compromiso con el medio social

y natural (Som Comerç Just i Banca Ètica, 2017) frente a las dinámicas

capitalistas:

“La Economía Solidaria nace del tronco común de la Economía

Social, y supone un intento de repensar las relaciones económicas

desde unos parámetros diferentes. Frente a la lógica del capital, la

mercantilización creciente de las esferas públicas y privadas, y la

búsqueda de máximo beneficio, la Economía Solidaria persigue

construir relaciones de producción, distribución, consumo y

financiación basadas en la justicia, cooperación, la reciprocidad y la

ayuda mutua. Frente al capital y su acumulación, la Economía

Solidaria pone a las personas y su trabajo en el centro del sistema

económico, otorgando a los mercados un papel instrumental siempre

al servicio del bienestar de todas las personas y de la reproducción

de la vida en el planeta” (Pérez de Mendiguren y otros, 2013: 13).

De esta manera, la Economía Social y Solidaria se viene desarrollando como

un movimiento social que genera pensamientos y prácticas alternativas desde

los años 70 cuando se escenificó la falta de capacidad dinamizadora de los

Estados: la falta de empleo provocó que comenzaran a surgir proyectos

económicos de autoempleo para satisfacer necesidades que el sistema

económico neoliberal no podía cubrir, teniendo en cuenta el respeto al

medioambiente, la cooperación, la democratización y la responsabilidad

(Askunze, 2013: 105).

Así, tras la llegada de la crisis económica-financiera del año 2008, la Economía

Social y Solidaria ha resurgido con fuerza al volver a demostrar que el sistema

neoliberal capitalista no responde a las necesidades de los pueblos ni las

personas. En consecuencia, cuando nos referimos a este tipo de Economía

estamos hablando en realidad de principios éticos dentro de los procesos

económicos que se recogen en la Carta de Principios de la Economía Solidaria,





que configuran un nuevo modelo de organización económico (Red de Redes

de Economía Alternativa y Solidaria, 2001: 1-13):

1. Principio de equidad: reconocerse como iguales en derechos y

posibilidades para construir una sociedad más justa.

2. Principio de trabajo: considerar al trabajo como un elemento clave en la

calidad de vida recuperando la dimensión humana, social, política, económica y

cultural.

3. Principio de sostenibilidad ambiental: no se puede desligar la actividad

económica de la naturaleza. Es necesario reducir la huella ecológica e integrar

la sostenibilidad ambiental en las acciones económicas.

4. Principio de cooperación: en contrapartida el modelo competitivo, se

busca la cooperación entre entidades privadas y públicas. Así, se fomenta el

trabajo cooperativo basado en la toma de decisiones conjuntas que garanticen

la máxima horizontalidad posible.

5. Principio “sin fines lucrativos”: no solo se tiene en cuenta el balance final

de obtención de beneficios monetarios a toda costa, sino, también, los

aspectos sociales, medioambientales, culturales y participativos: el beneficio

integral.

6. Principio de compromiso con el entorno: el desarrollo local y comunitario

adquiere una gran importancia, transitando continuamente entre lo micro y lo

macro, lo local y lo global.

Sin embargo, lo que aquí se pretende es ver de qué manera se traducen o se

ponen en práctica estos principios a través de la gestión empresarial,

específicamente en el ámbito de los medios de comunicación. No se trata de

obviar la rentabilidad y sostenibilidad financiera, sino de colocar a las personas

en el centro de la actividad para hacer frente a “la máxima empresarial

capitalista que señala la maximización de beneficios como su objetivo principal,

obviando las posibles consecuencias nocivas sobre las propias personas

trabajadoras, así como sobre el entorno social y medioambiental” (Askunze,

2013: 107). En consecuencia, los valores que deberían regir las acciones

empresariales, también en los medios, y que son recogidos en esta

investigación, son los siguientes (Askunze, 2013: 108):





- Un compromiso con la generación de empleos en condiciones

dignas.

- Fomento, en su gestión, de la autonomía, la participación, la

corresponsabilidad y la actividad cooperativa.

- Desarrollo de políticas y medidas de fomento de la igualdad de

oportunidades entre trabajadores y trabajadoras.

- Establecimiento de escalas salariales justas y proporcionales.

- Promoción de la sostenibilidad medioambiental.

- Desarrollo de actividades empresariales sin ánimo de lucro,

donde no existe reparto de beneficios entre accionistas, sino que de

haberlos se reinvierten en la creación de nuevos empleos, la mejora

de su estructura y el apoyo a otros proyectos sociales.

- Fomento de la inserción socio-laboral de personas con

especiales dificultades de acceso al mercado laboral.

De esta manera, las características básicas de la Economía Social y Solidaria

permitirían a los medios que se definen como alternativos e independientes no

solo lograr una sostenibilidad económica, sino, además, poder lograr una

independencia efectiva de los poderes económico-financieros. Se conseguiría,

así, equilibrar la búsqueda de la sostenibilidad económica con la creación de

contenidos de calidad, profundidad y rigor que, como se ha comentado, los

medios convencionales han dejado de lado para priorizar la búsqueda de

beneficios.

Además, la E.S.S. unida a estos nuevos medios puede dignificar la profesión

periodística: mejores sueldos e igualdad salarial, aspectos degradados en los

últimos años (European University Institute, 2016: 4). Sin embargo, de lo que

se trata es de que estas nuevas estructuras económicas de los medios vayan

de la mano de contenidos periodísticos que incorporen otros parámetros para

realizar una transformación en la construcción noticiosa. No solo basta con

desarrollar nuevas estructuras mediáticas, sino, además, que eso se traduzca

en contenidos independientes, rigurosos, contextualizados y que sean capaces

de fomentar la construcción culturas de paz (Martínez Guzmán, 2005: 39). En

definitiva, medios de comunicación que tengan en cuenta los parámetros del

Periodismo para la Paz en sus rutinas periodísticas.





4. El Periodismo para la Paz: nuevos parámetros en la construcción

noticiosa

En este apartado se expondrán las principales características del Periodismo

para la Paz y que permitirá entender su relación con el medio estudiado: La

Marea.

Para entender la conceptualización del Periodismo de Paz debemos

remontarnos a 1965 cuando Johan Galtung y Mari Holmboe Ruge publican el

artículo “The Structure of Foreign News” en la revista Journal of Peace

Research. En el texto los autores evidencian que las noticias sobre violencia y

hechos negativos son más frecuentes que la paz y los hechos positivos tras el

análisis de cuatro diarios noruegos (Galtung y Ruge, 1965: 82). Para Galtung

(1998) el Periodismo de Paz está ligado a la transformación y resolución de los

conflictos, donde se tiene en cuenta la voz de las víctimas (Espinar y

Hernández, 2012: 177):

“El periodismo de paz supone, así, un desafío al periodismo de

guerra, en la medida en que centra su foco de atención en la

contextualización y los procesos de largo plazo y, especialmente, en

la diversificación de temas y fuentes de información, buscando de

forma activa aquellas voces que representan opciones de resolución

pacífica del conflicto” (Espinar y Hernández, 2012: 177).

Las investigaciones sobre el Periodismo de paz se han seguido desarrollando

por diversos autores a partir de las aportaciones de Johan Galtung, sobre todo

por sus estudiantes Annabel McGoldrick y Jake Lynch que han definido el

Periodismo de Paz como:

“Peace Journalism (PJ) uses conflict analysis and transformation to

update the concept of balance, fairness and accuracy in reporting.

The PJ approach provides a new road map tracing the connections

between journalists, their sources, the stories they cover and the

consequences of their reporting – the ethics of journalistic

intervention” (McGoldrick y Lynch, 2000: 5).

En este sentido, cabe destacar las aportaciones del investigador Alex Iván

Arévalo Salinas (2014) quien ha propuesto una nueva caracterización sobre el

Periodismo para la Paz entendido como un modelo alternativo de periodismo





que contrarreste la decadencia periodística que se ha desarrollado en los

últimos años, como se ha explicado a lo largo de este capítulo. Por lo tanto, a

raíz de las aportaciones desarrolladas en Arévalo Salinas (2014) se puede

entender el Periodismo para la Paz como un modelo periodístico ético para

recuperar la función social del periodismo dentro de un contexto de

concentración mediática donde se ha priorizado la búsqueda del beneficio

empresarial (a través de estrategias neoliberales) por encima de la calidad en

los procesos de construcción noticiosa.

Así, una de las principales características del Periodismo para la Paz debe ser

la superación de la objetividad como barrera en temas sociales y situaciones

de injusticia, es decir, el periodista debe mostrar un compromiso ético y de

respaldo frente a violaciones de Derechos Humanos o situaciones de

exclusión. Por otro lado, este periodismo para la paz no solo tiene que estar

enfocado en la denuncia de las injusticias, sino, además, en la “inclusión de

contenidos positivos en la cobertura mediática” (Arévalo Salinas, 2014: 72). Por

ello, es tan importante que se acepte su carácter interdisciplinar: “la posibilidad

de acercarnos a él desde distintos campos de estudio” (Espinar y Hernández,

2012: 180).

Por tanto, aportar una visión amplia y plural también debe ser uno de los

objetivos fundamentales dentro de este periodismo para la paz. Es aquí donde

juega un papel esencial la selección de temas y las fuentes periodísticas

(Arévalo Salinas, 2014: 73). Por un lado, la inclusión de un mayor de temas

permitirá visibilizar aquellos hechos noticiosos que hasta ahora se han

silenciado y que tienen importancia para el conjunto de la sociedad. Es decir, lo

que se pretende es que los textos periodísticos sean más diversos. Por otro

lado, el análisis de las fuentes nos permitirá saber si realmente existe un

enfoque incluyente dentro de las noticias. Es por ello que desde el Periodismo

para la paz debe haber un equilibrio entre fuentes sociales y políticas:

“Un medio de comunicación que presente un enfoque de paz deberá

presentar un elevado porcentaje y cantidad de fuentes de actores

que tradicionalmente mantienen una posición marginal en la

configuración de las noticias. Con la incorporación de nuevas fuentes





se contribuye a dinamizar el debate público” (Arévalo Salinas, 2014:

73).

Así pues, hasta ahora nos hemos encontrado con un periodismo

descontextualizado y superficial. De esta manera, otro criterio a tener en cuenta

del periodismo para la paz debe ser la contextualización (Arévalo Salinas,

2014: 74), esto es, realizar una cobertura mediática en profundidad: “tiene que

centrarse en descubrir la causa de la enfermedad, y no en detallar el síntoma”

(Arévalo Salinas, 2014: 74).

5. La Marea: la cooperativa aterriza en la industria periodística

Tras los fallidos intentos por refundar el periódico Público y su final cierre, nace

en 2012 La Marea, fundada por antiguos periodistas del extinto periódico en

papel Público. Así, en su fundación se puede encontrar una de las primeras

diferencias con el modelo tradicional de empresa periodística: este proyecto se

financia gracias a una campaña de microcenazgo popular con la que se

obtienen más de 30.000 euros para pujar por Público, aunque finalmente, tras

el concurso de acreedores, los periodistas no logran comprar la cabecera. Por

eso, La Marea forma parte de la cooperativa MásPúblico, editora de este

medio, para recordar la historia de su nacimiento.

De esta manera, esta empresa cooperativa pertenece en un 75% a sus propios

trabajadores y un 25% a sus socios que pagan al año en torno a mil euros

(Fabregat, 2014: 26). Sus ingresos proceden mayoritariamente de las

suscripciones (56,3%), venta de revistas (28%) y publicidad (7,2%) (La Marea,

2018a: web). Así, según este medio de comunicación, se consigue una

“independencia periodística” de los poderes económicos, ya que los contenidos

los deciden únicamente los periodistas: “por un lado está esa independencia de

los grandes poderes, que son los que luego piden cuentas y condicionan; y, por

otro lado, está una estructura democrática, horizontal, plural en la que los

lectores son propietarios del medio” (Ayllón, 2015: 56). Es cierto, que parte de

los ingresos proviene de la publicidad, pero el medio cuenta con un código

ético publicitario para no contradecir sus principios editoriales:

“No aceptamos anuncios de bancos que ejecutan desahucios, de

empresas que invierten en armas ni de multinacionales que no





respetan los derechos laborales. Tampoco aceptamos publicidad

sexista o racista. La otra pata del código ético publicitario garantiza

que nunca haremos pasar por información los contenidos

promocionales” (La Marea, 2018b: web).

Es por ello que este medio de comunicación no pretende hacer frente a los

grandes grupos mediáticos ni maximizar beneficios: busca la rentabilidad

económica para ofrecer contenidos especializados a través del análisis y la

investigación periodística (Ayllón, 2013: 57).

Sin embargo, después de seis años de su fundación, todavía La Marea no es

sostenible. Según el último informe anual, aunque los ingresos aumentaron en

todas las partidas (alcanzando los 240 000 euros), los gastos también se

incrementaron, por lo que en 2017 este medio de comunicación perdió 39.000

euros. Según este medio, los ingresos por publicidad aumentaron en el último

año un 61%, “sin hacer la más mínima concesión al código ético que fue

aprobado por la asamblea de socios y socias de la cooperativa MásPúblico y

que nos impide aceptar anuncios que no concuerdan con nuestros principios

editoriales” (La Marea, 2018a: web). En la web de La Marea se puede

encontrar una relación de empresas u organizaciones que se han anunciado a

través de este medio: Facua, Unicef, Ayuntamiento de Madrid, Medicusmundi,

Amnistía Internacional, entre otras. Por otro lado, la mayor parte de los gastos

van destinados a los salarios de la plantilla (40%) y otros colaboradores. En la

actualidad, la plantilla de La Marea cuenta con seis trabajadores: tres

cooperativitas y tres contratados (La Marea, 2018a: web).

Este tipo de modelo de negocio, donde la publicidad tiene un menor peso,

limita los beneficios e incrementa la independencia, ya que, por ejemplo,

Eldiario.es prevé que en 2018 los ingresos totales sean de 5 743 409€, donde

la publicidad es la primera partida de ingresos (1 811 440 euros).

6. ¿Cómo se relaciona la Economía Social-Solidaria y el Periodismo para

la Paz con los principios de La Marea?

En este apartado se expondrán las similitudes encontradas entre los valores y

principios de la Economía Social y Solidaria, la gestión y valores de La Marea y

los principios del Periodismo para la Paz.





En primer lugar, tanto la Economía Social y Solidaria como La Marea se

desarrollan, en parte, a raíz de la crisis económica de 2008, aunque es cierto

que la E.S.S. ya se había planteado mucho tiempo antes. Sin embargo, como

se ha comentado, la crisis económica deja entrever las debilidades de un

sistema neoliberal que no tiene en cuenta las necesidades humanas. Así, al

igual que la Economía Social y Solidaria busca proponer alternativas al sistema

capitalista, los nuevos medios, en este caso La Marea, nacen al albor de una

crisis económica que mostró la debilidad de un sistema de ingresos basado en

la publicidad. Una crisis que no solo es económica, sino del periodismo

convencional en general (Fabregat, 2014: 23), como se ha comentado. Por lo

tanto, se trata de construir nuevos medios de comunicación con valores

periodísticos y empresariales distintos.

De esta manera, los valores editoriales de La Marea son los siguientes:

“La asamblea de socios y socias ha acordado seguir estos principios

editoriales: la libertad, la igualdad, la laicidad, la defensa de lo

público, la soberanía de los pueblos, la economía justa, la

regeneración democrática y la denuncia de la ilegitimidad de la

monarquía, la memoria histórica, la cultura libre, el trabajo y la

vivienda dignos y el respeto por el medio ambiente” (La Marea,

2018a: web).

Unos valores que están en sintonía con los principios de la Economía Social y

Solidaria, que ya se han mencionado. Precisamente hay tres formas jurídicas

características de la E.S.S.: la cooperativa, la asociación y las fundaciones

(Askunze, 2013: 109). El caso que aquí nos atañe, La Marea, se insertaría en

el primer caso. Según se puede leer en su página web, “cualquier persona

física que cumpla el procedimiento fijado por los Estatutos de la cooperativa

puede formar parte de la misma. El capital social obligatorio mínimo para ser

socio usuario es de 500 euros, que pueden abonarse a lo largo de 12 meses

tras una primera entrada de 125 euros” (La Marea, 2018: web).

Para sintetizar las similitudes encontradas entre los valores de la Economía

Social y Solidaria y las formas de organización de La Marea, se ha realizado la

siguiente tabla:





Tabla 1. Relación entre la Economía Social-Solidaria y La Marea

ECONOMÍA SOCIAL Y

SOLIDARIA LA MAREA

Su objetivo es dar

alternativas al modelo

capitalista neoliberal a

partir de la crisis de 2008

Se trata de un medio que nace tras la crisis

económica- financiera y del periodismo

convencional. La intención es crear células

informativas interconectadas.

Generación de empleos

dignos

Poca creación de empleo, pero de calidad.

Tres trabajadores son socios cooperativistas

y los otros tres tienen contrato indefinido y

salario según convenio. El 40% de los

gastos va destinado a salarios. Sin

embargo, las pérdidas operativas de 2017

han afectado al cobro de nóminas: “los

socios trabajadores propusieron cobrar

buena parte de sus nóminas de 2017 a lo

largo de 2018 para compensar los gastos de

la cooperativa” (La Marea, 2018a: web).

Fomento, en su gestión, de

la autonomía, la

participación, la

corresponsabilidad y la

actividad cooperativa

Tiene una estructura horizontal y

asamblearia. El 75% de la empresa es de

los trabajadores. Cada socio usuario tiene

un voto, independientemente del dinero

desembolsado. La Marea está abierta a

cualquier persona que desee convertirse en

copropietaria del medio.

El 7% de los ingresos proviene de la

publicidad, lo que disminuye la presión de

los anunciantes.

La toma de decisiones se realiza a través de

tres órganos de representación: la

Asamblea General, el Consejo Rector y el





Interventor.

Desarrollo de políticas y

medidas de fomento de la

igualdad de oportunidades

entre trabajadores y

trabajadoras

Hay una igualdad entre el número de

trabajadores y trabajadoras en plantilla,

aunque no se especifica una perspectiva de

género.

Establecimiento de escalas

salariales justas y

proporcionales

En cuanto a las colaboraciones externas, se

paga más en comparación a otros medios,

según el medio.

Promoción de la

sostenibilidad

medioambiental

Se especifica en los principios editoriales,

aunque no existe una explicación detallada.

Desarrollo de actividades

empresariales sin ánimo de

lucro, donde no existe

reparto de beneficios entre

accionistas

El lucro no es el objetivo, sino la calidad en

los contenidos y el pago de los salarios de

plantilla. Se prioriza la construcción de

personas y sociedades libres.

Por todo lo anteriormente nombrado, La Marea (editada por la cooperativa

MásPúblico) recibió en 2014 el sello de la Xarxa d’Economia Solidària que

identifica y diferencia las organizaciones comprometidas con los principios de la

economía social y solidaria. De esta manera, el reconocimiento destaca el

respeto de la organización empresarial en seis aspectos: democracia, igualdad,

compromiso ambiental, compromiso social, calidad laboral y calidad profesional

(La Marea, 2017: web). Un ejemplo más que confirma la relación existente

entre los principios de la Economía Social-Solidaria, y el proyecto periodístico

de La Marea, a través de su principio editorial de “economía justa”.

Por otro lado, en cuanto a la relación entre los principios periodísticos y

editoriales de La Marea con las características del Periodismo para la Paz, es

pertinente comentar que el propio medio afirma que “apostamos por

el periodismo riguroso y comprometido, los reportajes en profundidad y la

cultura” (La Marea, 2018b: web). Es decir, este principio se relaciona





directamente con alguna de las características del Periodismo para la Paz que

se han comentado en epígrafes anteriores. En la siguiente tabla se sintetizan

las similitudes encontradas entre las características del Periodismo para la Paz

y los principios editoriales y periodísticos de La Marea.

Tabla 2. Relación entre el Periodismo para la Paz y La Marea

Criterios del

Periodismo para

la Paz

Características

específicas La Marea

Denuncia activa

de las injusticias

Transparencia en la

subjetividad.

Posicionamiento

claro ante

violaciones de

DDHH

• Se trata de un Periodismo

hecho por periodistas,

“comprometido y riguroso”.

• Precisamente pueden hablar

de cualquier tema dado su

“independencia real”.

• Sentido crítico de la

información, que sirve para la

transformación social.

• Proyecto “#PorTodas”: a través

del crowfunding se pretende

poner en marcha crear un

proyecto periodístico con

perspectiva de género sobre

las 55 mujeres asesinadas en

España en 2014 reconocidas

oficialmente. Se pretende ir

más allá de la noticia del

asesinato: “Pero ¿qué sucede

después? ¿Por qué rara vez

sabemos qué condena se le

impuso al asesino?

¿Recibieron las hijas o hijos de





la víctima algún tipo de ayuda?

¿Aumentó el Ayuntamiento el

presupuesto para proteger a

las mujeres amenazadas de su

municipio?” (Goteo, 2018:

web).

Visibilizar

noticias positivas

Equilibrio de hechos

positivos y

negativos

• La Marea y Oxfam Intermón ha

puesto en marcha una web

para informar sobre la violencia

machista en el que se incluye

un enfoque positivo: “vale la

pena narrar sus historias de

superación. Cuando una mujer

deja atrás una situación de

maltrato y se ha recuperado,

puede ser un testimonio muy

útil para ayudar a otras a tomar

conciencia del problema y

empoderarse” (Oxfam y La

Marea, 2017: web).

Enfoque

incluyente y

diverso en la

selección de los

temas y las

fuentes

periodísticas

Diversidad en la

selección de

fuentes de actores

sociales como

ONGD o

movimientos

sociales.

Informaciones sobre

los problemas

estructurales.

• Se trata de un medio donde el

reportaje y el análisis juegan un

papel fundamental.

• Algunos de los temas

desarrollados son: Terrorismo,

violencia de género, educación,

Cataluña, crisis económica,

TTIP.

• Además, los periodistas están

en constante evolución a través

de la realización de talleres.





Contextualización

Se aporta

información que

permita comprender

los acontecimientos.

La calidad de la

información es lo

esencial.

• La revista mensual dedicada a

un tema específico permite un

nivel de profundización y un

análisis mayor.

• No se pelea por la última hora,

sino por la construcción

esmerada de la noticia.

Por otro lado, es importante mencionar que La Marea ha recibido dos Premios

Enfoque por su compromiso social, un reconocimiento impulsado por la

Coordinadora de ONG para el Desarrollo, el grupo de investigación Desarrollo

Social y Paz de la Universitat Jaume I y el grupo de Comunicación y Cambio

social de la Universidad Carlos III de Madrid (Barranquero y otros, 2014: 58):

“Tienen por objeto reconocer la labor de periodistas, medios de

comunicación y programas/secciones que, en el contexto español,

suponen un ejemplo de calidad periodística (“enfocados”) o de

práctica inadecuada (“desenfocados”) en la cobertura de temas

relacionados con los derechos fundamentales, la justicia social, la

equidad de género y el cuidado del medioambiente” (La Marea,

2017: web).

7. Conclusiones

A partir del desarrollo de este trabajo se desarrollan las siguientes

conclusiones. En primer lugar, se han expuesto las principales dificultades a las

que se enfrenta el sistema mediático español, que ha atravesado en los últimos

años varias crisis: económica, ética y de credibilidad. Así, la crisis económica

de 2008 ha traído consigo sufrimiento humano, pero a la vez, nuevos

horizontes para los medios de comunicación fundados por los propios

periodistas. De esta manera, se puede entender el nacimiento de nuevos

medios de comunicación a partir del año 2012, que han implementado otras

lógicas de funcionamiento influenciados por los valores del 15M: mayor

horizontalidad en la toma de decisiones, independencia de los poderes

económico-políticos a través de otras estructuras económicas, y un





compromiso con la realización de un periodismo riguroso. Así pues, se ha

evidenciado la necesidad de poner en marcha nuevas alternativas a los

modelos periodísticos dominantes, ya que su funcionamiento ha sido errado.

Por ello, en segundo lugar, se ha puesto en valor las características de la

Economía Social-Solidaria y del Periodismo para la Paz para la transformación

de los valores económicos y periodísticos dentro de los sistemas mediáticos.

Un periodismo comprometido con los Derechos Humanos basado en la ética y

la responsabilidad social, que pasa por el desarrollo de nuevas formas de

organización empresarial que hagan posible la independencia real frente a los

poderes públicos.

Así pues, como caso paradigmático, se han analizado los valores y principios

de La Marea (lamarea.com) en relación con las características de la Economía

Social y Solidaria y del Periodismo para la Paz. Es importante mencionar que

este medio, al estar editado por la cooperativa MásPúblico, reúne varias

características de la Economía Social y Solidaria: mayor horizontalidad

empresarial, diversidad en sus fuentes de ingresos (menos peso de la

publicidad), se pone en valor la importancia del capital humano y la

maximización de beneficios no es la principal prioridad. Es por ello, que este

medio de comunicación puede afirmar su “independencia periodística” y el

compromiso con la realización de un periodismo “comprometido y riguroso”. Es

decir, nuevas formas de organización y financiación se relacionan de manera

directa con un desarrollo de un periodismo de calidad. En este caso también se

ha evidenciado que La Marea, a través de sus principios y prácticas

periodística se relaciona con los requisitos de un Periodismo para la Paz,

entendido como una propuesta ética que ayude a la transformación social y

que pueda ayudar a la regeneración periodística.

Sin embargo, tal y como se ha comentado, la fragilidad de las cuentas de este

medio, pone entredicho la sostenibilidad de este medio, que puede repercutir,

como ha sido el caso, en el pago de los salarios. Es decir, la dificultad de

instaurar nuevos modelos de organización y de financiación radica en lograr

ser sostenible, donde la publicidad juega un papel mínimo, a la vez que se





desarrollan contenidos periodísticos de profundidad (con mayores costes) con

una independencia real.

Por tanto, aunque en este trabajo se ha realizado un análisis aproximativo

teniendo en cuenta las características de la Economía Social-Solidaria y del

Periodismo para la Paz, es necesario realizar estudios más profundos sobre los

diversos contenidos de los autodefinidos como medios independientes y

alternativos que se han creado en los últimos años. Por otro lado, se torna vital

seguir profundizando en nuevos modelos de negocio que sean capaces de

incorporar nuevos valores económicos, alternativos a los sistemas dominantes,

que logren una sostenibilidad financiera, pero que, a su vez, sea posible

desarrollar una independencia periodística real.

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