economia petroleo 1411 upel derliana
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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO“LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA”
PROGRAMA DE PROFESIONALIZACIÓNPARA DOCENTES EN SERVICIO
EXTENSIÓN CORO
ECONOMÍA VENEZOLANA
Santa Ana de Coro, Noviembre de 2012
INTRODUCCIÓN
El petróleo es una de las sólidas fuentes productivas que posee
Venezuela, ya que casi un siglo de explotación le ha permitido obtener una
ingente cantidad de divisas, que además de ubicar las reservas
internacionales entre las primeras del continente, mantiene en
funcionamiento el resto del aparato productivo, así como el gasto público
nacional.
Asimismo, la explotación petrolera ha hecho de Venezuela uno de los
países líderes en el mundo, porque además de notables incrementos y
mejoras en la infraestructura nacional, en los últimos años se han hecho
importantes aportes e intercambios comerciales con otros países, por
ejemplo, Cuba, Nicaragua, Bolivia, entre otros, lo que se ha traducido a
mejoras de las áreas productivas y sociales de estas naciones.
Por consiguiente, la explotación y refinación petrolera es un negocio de
carácter global y de inmensa importancia estratégica política y económica
para Venezuela, siendo el eje fundamental sobre el cual giran las
expectativas futuras de la sociedad venezolana, motivo suficiente para
convertir este tema en el punto principal del presente trabajo.
ECONOMÍA VENEZOLANA
La actividad petrolera nacional tiene más de un siglo, es decir, no se
trata de un ámbito donde los errores o problemas que surjan obedezcan a la
falta de experiencia. Específicamente, la explotación petrolera en el país,
según la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo (2006), se inició el
24 de agosto de 1865, cuando le fue concedida al Sr. Camilo Farrand, por el
presidente constitucional del Estado Zulia, Gral. Jorge Sutherland, la primera
concesión petrolera por el término de 10 años, y al año siguiente, para el 2
de febrero de 1866 se otorgaba a Manuel Olavarría en el oriente del país,
una concesión con una duración de 25 años.
Sin embargo, la explotación petrolera como negocio de exportación
comienza a gran escala el 17 de agosto de 1917 cuando empieza a operar la
refinería de San Lorenzo, la primera con tecnología moderna de esa época,
perteneciente a la Caribbean Petroleum Company, ubicada en las márgenes
del Lago de Maracaibo y en las cercanías del campo Mene Grande, desde
donde se produce la primera exportación de petróleo del estado Zulia.
Por consiguiente, es desde 1917, con Gómez como Presidente, que se
inicia el control extranjero sobre el petróleo venezolano, hasta 1960, bajo la
presidencia de Rómulo Betancourt, cuando se crea por Decreto la
Corporación Venezolana de Petróleo (CVP), creándose así en el país la
propia empresa petrolera estatal, creada para cubrir las diferentes fases de
la industria petrolera: La exploración, explotación, refinación, transporte de
hidrocarburos y la compra-venta de los mismos a nivel nacional e
internacional. Constituyéndose esto, según la Sociedad Venezolana de
Ingenieros de Petróleo (2006), en un hito decisivo para el control definitivo de
la industria petrolera venezolana por parte del Estado.
HISTORIA
EVOLUCIÓN DURANTE EL SIGLO XX
Hasta bien entrado el siglo veinte, la economía venezolana tenía su
eje en la producción agropecuaria. Para el año 1920, el papel que jugaba la
producción petrolera era mínimo. Los principales productos de exportación
eran el café, el ganado vacuno, el azúcar, papelón, tabaco, balatá, cueros de
res y caucho. Pero por otro lado el año de 1920 constituye un punto de
inflexión en la economía de exportación venezolana, a partir de entonces, las
exportaciones agrícolas disminuirán exponencialmente en detrimento de las
exportaciones petroleras.
Con la expansión petrolera vino el abandono del campo, debido a que
la producción agrícola estaba primordialmente en manos de muy pocos
terratenientes que ofrecían salarios minúsculos para las pésimas condiciones
de vida que brindaba el campo. Por lo tanto no podían competir con los
salarios que ofrecían las empresas petroleras en sus concesiones. El
abandono del campo inundo al mercado de trabajo con un crecimiento
abrumador de la oferta de trabajo.
La renta per cápita de Venezuela a principios de siglo era
notablemente inferior a la de los países de Sur América como (Argentina,
Chile, Uruguay), e incluso era inferior a la de países geográfica y
demográficamente comparables como Perú y Colombia.
A partir de 1925, gracias a la explotación del petróleo a gran escala
Venezuela había superado la renta per cápita de Perú y Colombia, y a partir
de 1945 experimentó un vertiginoso crecimiento que haría de Venezuela el
país de América Latina de mayor renta per cápita. Entre 1950 y 1990
Venezuela siguió siendo el país de América Latina con mayor renta per
cápita, aunque a partir de 1980 esta empezó a disminuir. En los últimos
años, la renta per cápita ha vuelto a aumentar gracias al alza del precio del
petróleo.
SITUACIÓN ACTUAL (2001 EN ADELANTE)
En 2001, el crecimiento del Producto interno bruto o PIB fue del 3,4%.
Un aumento significativo de los precios internacionales del petróleo permitió
recuperar la economía de una fuerte recesión sufrida durante el año 1999.
Sin embargo, un sector no petrolero relativamente débil, una alta fuga de
capitales y una caída temporal en los precios del petróleo evitó que la
recuperación fuera mayor.
A principios de 2003 se estableció un control de cambio, de un
esquema con tasa de cambio libre flotando en bandas a un esquema de
precio fijo controlado por el gobierno, haciendo al
bolívar depreciarse considerablemente.
En el año 2003, como consecuencia de la grave inestabilidad política,
diversos conflictos sociales y la paralización de actividades de la principal
empresa estatal petrolera PDVSA, la economía venezolana tuvo una
estrepitosa caída de su PIB del 7,7%.
Desde el 6 de febrero de 2003, el gobierno venezolano ha establecido
un control de cambio en la compra/venta de divisas extranjeras. El control
cambiario ha sido supervisado por la institución gubernamental CADIVI, e
inicialmente estableció el cambio de 1.600 bolívares por dólar para la venta.
El 3 de marzo de 2005 se devaluó la moneda frente al dólar, pasando el
cambio oficial de 1.920 a 2.150 bolívares por dólar.
Durante el año 2004 Venezuela experimentó un crecimiento del
17,9 % en su PIB (unos de los más altos del mundo según cifras oficiales y
del FMI), así se recuperó de las caídas anteriores, aunado a la realización
del Referéndum Revocatorio Presidencial con el triunfo del presidente
Chávez con el 60% de los votos, el ambiente político se mejoró y afectó
positivamente a la economía. La inversión social del gobierno mediante las
llamadas "misiones" en los campos educativos, alimenticios y de salud,
lograron incrementar la calidad de vida de los ciudadanos con más bajos
recursos (37% de la población).
En 2005 Venezuela presentó un balance ampliamente positivo en sus
cuentas externas (31.000 millones de dólares) ya que las exportaciones
alcanzaron un récord histórico de 56.000 millones de dólares, representado
el tercer lugar en importancia en América Latina detrás de México y Brasil.
En tanto las importaciones totalizaron 25.000 millones de dólares. Además
las reservas internacionales alcanzaron casi los 30.000 millones de dólares.20
Venezuela concluyó el 2005 con un crecimiento de la economía del
9,4% del Producto Interno Bruto, ubicándose en el primer lugar entre los
países del continente por segundo año consecutivo. Además en 2005
Venezuela registró la inflación más baja de los últimos 7 años cayendo hasta
un 8,9% según cifras del Banco Central de Venezuela y de la CEPAL.
Finalmente en 2005 las reservas internacionales sumaron 30.311 millones de
dólares.
Según el informe Anual del Banco Central de Venezuela durante 2006,
el PIB venezolano tuvo un incremento del 10,3%.Ese año el sector no
petrolero de la economía tuvo un incremento anual de 11,4%. Las
actividades no petroleras con mayor crecimiento fueron: instituciones
financieras y de seguros (37%), construcción (29,5%), comunicaciones
(23,5%), comercio y servicios de reparación (18,6%) y servicios comunitarios,
sociales y personales (14,8%). La actividad manufacturera por su parte
registró un aumento de 10% y las reservas internacionales alcanzaron la cifra
récord de 37.299 millones de dólares.
El 7 de marzo de 2007 el Gobierno de Venezuela anunció un proceso
de reconversión monetaria, que será llamado mientras dure la
transición Bolívar Fuerte. Su emisión es controlada por el Banco Central de
Venezuela, ente que estableció un cambio de 2,15 bolívares fuertes
por dólar, lo que supone dividir entre mil (correr tres ceros a la izquierda) el
bolívar que circula desde 1879. La nueva escala monetaria venezolana fue
aprobada formalmente el 6 de marzo de 2007 con la publicación en
la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 38.638 por
iniciativa del Presidente Venezolano Hugo Chávez con la intención de reducir
estéticamente la inflación y facilitar el sistema de pagos nacionales
adecuándose a los estándares internacionales respecto a las cifras y el
número de billetes que debería portar cada persona.
En el 2007, Venezuela alcanzó la mayor tasa de inflación anual
en Latinoamérica (22,5%), muy por arriba de la meta gubernamental de
11%. El gobierno venezolano había emprendido una serie de medidas para
frenar la inflación, como la disminución del Impuesto al Valor Agregado (IVA)
de 16% a 14%, y luego a 11%, y actualmente a 9%, así como la emisión del
ya mencionado bolívar fuerte.
En 2007 en su informe Panorama social de América Latina de ese
mismo año, la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe reconoció que Venezuela entre 2002 y 2006, disminuyó en ese
período sus tasa de pobreza en 18,4% e indigencia en 12,3%, pasando de
una pobreza de 48,2% y una indigencia de 22,2% en 2002, a 37,9% y 15,9%
respectivamente en 2005 y a 30,2 y 9,9% respectivamente en 2006.
Al cierre del año 2007 y según las cifras reportadas por el Banco
Central (BCV) la Economía Venezolana tuvo un crecimiento de
8,4% impulsado por la expansión de la inversión y del consumo, con lo que
se llegó a 17 trimestres de crecimiento consecutivo del PIB desde finales de
2003, registrándose desde ese mismo periodo un crecimiento interanual
promedio de 11,8%, el consumo registro la tasa de variación más alta desde
1997, al crecer 18,7%, Los sectores o actividades económicas que
registraron el mayor crecimiento fueron comunicaciones (21,7%), actividad
financiera y seguros (20,6%), construcción (10,2%), y actividad
manufacturera (7,5%). El sector público no petrolero creció 15,7% y el
privado no petrolero 8,2%.
En 2008 el crecimiento del PIB fue de 4.8%, la caída de los precios del
petróleo están afectando el gasto público, principal impulso del reciente
crecimiento económico del país. Según cifras oficiales, la inflación
acumulada anual fue de 30.9%, la más alta en la región por segunda vez
consecutiva. El 94% de las exportaciones venezolanas fueron de petróleo y
productos relacionados con esta industria. En el 2010, Venezuela registró la
mayor inflación anual de la región por quinto año consecutivo.
A inicios de 2009, el Ministro de Finanzas Alí Rodríguez estimó un
crecimiento de 6%, pero las Naciones Unidas predijeron una expansión de la
economía de 3%. Rodríguez también anunció una inflación estimada de
15%, pero otros analistas lo contradijeron, colocando la inflación entre 28% y
35%. A finales de agosto, el Ministro Rodríguez repasó sus cifras, estimando
ahora una inflación anual de 26% y un crecimiento del PIB cercano al
1%. Sin embargo, el PIB venezolano experimentó finalmente una caída de
3.3% así como una inflación anual acumulada de 25.1%.
El presupuesto nacional fue calculado estimando el ingreso de
60 dólares estadounidenses por barril de petróleo, pero a finales de marzo se
reformuló a 40 USD, para adaptarse a la caída de los precios del petróleo. A
inicios de 2010, el Ministro de Finanzas Jorge Giordani estimó un crecimiento
de 0.5%, pero diversos bancos calcularon una caída de entre 1.7% y 3%. A
mediados de abril, el FMI estimó que Venezuela continuaría en recesión en
el 2010, con una caída de 2.6%, y responsabilizó a la crisis energética de
2009-2010.
Finalmente, el PIB cayó 1.4%, dentro del contexto regional, Venezuela
queda detrás del resto de Latinoamérica y el Caribe, que experimentó en
promedio un crecimiento de 6%. Luego de la crisis de 2008, Venezuela sería
la única nación petrolera y una de las dos naciones americanas aún en
recesión en 2010. La otra nación es Haití, que a inicios de año experimentó
un devastador terremoto.
Para expertos de la CEPAL, la crisis energética, y la caída en la
exportación de petróleo venezolano son una de las razones de que
Venezuela siga en crisis. El gobierno venezolano ha culpado a la lenta
recuperación económica mundial de alargar la crisis, así como a la reducción
de las cuotas de producción petrolera dictadas por la OPEP.42 De acuerdo a
la oposición venezolana, las políticas del presidente Chávez para intentar
aplicar el socialismo del siglo XXI están llevando "la economía a la ruina".
El gobierno venezolano también pronosticó una inflación acumulada
de 26% para todo el 2010, pero el ex-director del Banco Central de
Venezuela, Domingo Maza Zavala, aseguró que la misma no bajaría de 35
puntos porcentuales. Aunque la inflación anual estuvo cerca de los
pronósticos gubernamentales, 26.9%, sigue siendo la más alta de la región,
por quinto año consecutivo.
A PARTIR DE 2011
A finales de 2010 Venezuela volvió a registrar crecimiento con
0,6%, en el primer trimestre de 2011 el país creció en un 4,5%. Mientras que
para segundo semestre de ese mismo año promedio 3,6%. En el tercer
trimestre registro según cifras del Banco central un crecimiento superior al
4,2%.
Venezuela en el 2011 experimentó un crecimiento de 4% de su PIB.
Todos los sectores de la economía evidenciaron un alza. El PIB no petrolero
subió 4,3% y el petrolero 0,6%. Las inversiones en el país crecieron 1% en
2011 y rompe con dos años seguidos de caídas. Venezuela sigue teniendo la
inflación más alta del continente los precios de los bienes y servicios
subieron 27,6%, un poco más que en 2010 cuando fue 27,2%. Los productos
que más se encarecieron fueron los alimentos con una inflación de 33,9%.
Sin embargo, a pesar de una inflación relativamente alta, Venezuela conoce
uno de los patrones más constantes del continente en este sentido, y
algunos analistas internacionales afirman que las estrategias económicas de
los venezolanos se adaptan a una inflación anual de alrededor de 25% desde
hace décadas, sin que esta alta cifra influya necesariamente de modo
negativo en su bienestar.
Las exportaciones venezolanas al exterior, principalmente petróleo,
subió 42,8% en 2011, luego de una drástica caída el año pasado de 12,9%.
En total, Venezuela exportó mercancías por un total de $93.896 millones.
Logrando así una balanza comercial excedentaria entre exportación-
importación. La compra de bienes desde otros países se incrementó 18%, al
cerrar el año 2011 con un monto de $45.615 millones.
Las reservas internacionales del país cerraron el año en $29.899
millones al último día del año 2011, la cifra es $433 millones menor al cierre
de 2010. El informe del presidente del BCV, señala que por la vía de Cadivi
se liquidaron $35.394 millones en todo el año. En tanto, a través del Sitme se
negoció un total de $8.777 millones durante 2011.
VALORACIÓN DEL PETROLEO
Después de un largo proceso de toma de conciencia acerca de la
necesidad de Venezuela de asumir el control de su industria petrolera, el 1
de enero de 1976 el entonces presidente de la República, en su primer
mandato, Carlos Andrés Pérez, proclamó ante el pozo “Zumaque – 1” la
nacionalización de la misma. El año anterior, el 29 de agosto, el propio
presidente Pérez le había puesto el ejecútese a la ley que reservaba al
estado la industria y el comercio de los hidrocarburos.
Por consiguiente, sería en la fecha señalada, con la promulgación de la
Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los
Hidrocarburos, y específicamente, a partir del primero de enero de 1976,
cuando la industria petrolera venezolana pasa a ser en su totalidad
propiedad de la nación. Cabe señalar que este fue un proceso donde primó
lo jurídico sin llegarse a presentar medidas extremas ni traumatizantes, con
las indemnizaciones correspondientes a las empresas transnacionales como
compensación por sus bienes en el país.
En tal sentido, en 1975 Pérez anuncia la creación de petróleos de
Venezuela y con el tiempo esta empresa tendría a su cargo las
responsabilidades absolutas de coordinar, supervisar y controlar las
actividades de las empresas operadoras, De acuerdo con Sequera (2004), se
inició con el nombre de PETROVEN, y posteriormente sería llamada PDVSA,
instalándose simbólicamente el 2 de septiembre de 1975, e inicia así el
primer negocio globalizado venezolano.
En otras palabras, la creación de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en
1975 se produce con la finalidad de dar cumplimiento y ejecución a las
políticas que en materia de hidrocarburos dicte el Ejecutivo Nacional por
órgano del Ministerio de Energía y Minas y empezó a desempeñarse como
empresa matriz de la Nación el primero de enero de 1976 al concluir el
proceso de reversión de las concesiones petroleras.
RENTISMO PETROLERO
En Venezuela, los ingresos fiscales petroleros han mantenido un ritmo
sostenido de crecimiento desde los años veinte del siglo XX y, ya en 1930, la
nación pagó la totalidad de su deuda externa contraída durante la guerra de
independencia y todo el siglo XIX. Pese a una legislación de hidrocarburos a
todas luces lesiva a los intereses nacionales, la renta petrolera se incrementó
sostenidamente al calor del aumento de la producción del petróleo, más no
así de los precios, renglón éste manipulado a su antojo por las empresas
transnacionales, que manejaban todas las variables de este negocio:
exploración, producción, distribución, comercialización, impuestos, regalías.
Era tal el descaro que, durante todo el régimen de Juan Vicente
Gómez -1908 - 1935, los gringos, anglo holandeses y estadounidenses,
redactaron todos los instrumentos legales que rigieron la industria petrolera
venezolana y manejaron a su discreción los precios de referencia y de
realización, una forma de esquilmar a la nación. A partir de 1922, fluyeron al
país decenas de compañías petroleras en busca del rico mineral, apetecido
por el mundo industrializado que crecía a ritmos nunca conocidos bajo el
impulso de la energía proporcionada por este hidrocarburo.
Así, al difundirse por todo el país la noticia, miles de venezolanos
abandonaron sus ocupaciones agrarias habituales por la búsqueda de
oportunidades de trabajo en la naciente industria petrolera. En consecuencia,
el campo venezolano, hasta entonces productor suficiente de toda la
alimentación requerida por la población nacional, con excedentes
sustanciales para la exportación, empezó a despoblarse con el fenómeno
conocido como “éxodo campesino”.
Se entiende por Renta Petrolera Venezolana al pago o remuneración
obtenida por el Estado venezolano por la explotación económica del recurso.
Las variables que convergen para la determinación de la renta petrolera,
tales como la cuantía de la explotación del recurso petrolero, están en
concordancia con los acuerdos a que lleguen el propietario y el arrendatario
o contratista. La renta petrolera es captada por el Estado a través de bonos,
regalías e impuestos.
En Venezuela, durante 2008, se adoptó además el impuesto a las
ganancias súbitas, aquéllas provenientes de los ingresos obtenidos al
superar el precio del barril de petróleo los 70 dólares.
En el caso de la Regalía, ésta es definida como un tributo debido al
Estado por el derecho de explotación, a manera de compensación por el
agotamiento de los depósitos de hidrocarburos, así lo expresa el catedrático
y escritor petrolero venezolano Aníbal Martínez, aunque todavía hoy continúa
el debate de si la Regalía es o no un impuesto. La Ley de Hidrocarburos
vigente en Venezuela establece una separación entre Regalía e impuestos.
Es así como el artículo 44, sobre la Regalía, señala: “De los volúmenes de
hidrocarburos extraídos de cualquier yacimiento, el Estado tiene derecho a
una participación de treinta por ciento (30%).
Secularmente se ha acusado a los gobiernos democráticos de
mantener una política de sostenimiento de una Venezuela Rentista, es decir,
dependiente exclusivamente de los proventos de la explotación minera, es
decir, somos un país que vive a expensas de los ingresos petroleros en lugar
del trabajo productivo en las más diversas áreas de la agricultura y de la
industria.
Economistas como Maxim Ross se han rasgado las vestiduras en
defensa del aprovechamiento máximo de la renta petrolera, invertir más y
más en este negocio y minimizar inversiones en la agroindustria; otros, por
su parte, claman por la denominada “Siembra Petrolera” esgrimida desde los
años treinta del siglo pasado por Alberto Adriani y Arturo Uslar Pietri. Y es
que Venezuela ha devenido en Estado Rentista por razones muy poderosas:
1) El petrolero es el mejor negocio del mundo; sus fabulosas ganancias
permiten al Estado hacerle frente a toda clase de gastos. 2) Políticas por
parte de los sucesivos gobiernos, desde 1908 cuando asumió J. V. Gómez,
de espaldas a la necesidad imperiosa de diseñar y ejecutar políticas
orientadas a la “Siembra Petrolera”, es decir, revertir una parte sustancial de
los ingresos a la diversificación de la economía venezolana. 3) El “éxodo
campesino”, que redujo significativamente la población rural -de un 80% en
los años treinta del siglo XX, a 11,40% en 2001- lo cual llevó a contraer de
manera escandalosa la producción agropecuaria.
Urge, en consecuencia, diversificar la economía venezolana; desarrollar
aguas abajo la industria petrolera y petroquímica; formar el contingente de
técnicos, profesionales y toda clase de trabajadores que impulsen el
desarrollo agroindustrial; darle el impulso necesario, sin escatimar recursos,
a la investigación científica y tecnológica.
Se debe reconocer que la etapa de nacionalización petrolera iniciada en
Venezuela en la década de los setenta representó la bonanza económica
para el país y con ello el surgimiento de nuevas élites y dirigencia. Se inició
la etapa de las importaciones. Se habló de “sembrar el petróleo”, frase
acuñada por el intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri. Sin embargo,
recordando el viernes negro de 1982, cuando el dólar pasa la histórica
barrera de los 4,20 Bs., se puede asumir que los petrodoláres nunca han
sido invertidos de una forma tal que representé la construcción de una sólida
estructura económica nacional.
El fracaso de Venezuela después de la nacionalización del petróleo no
tomó por sorpresa a Arturo Uslar Pietri, un intelectual y a veces político que
había estado opinando desde 1936 que Venezuela tenía que sembrar el
petróleo, tal como lo hizo Alaska en la década de los setenta, a través de
empresas indígenas y del Fondo Permanente y como también lo hizo
Noruega con un fondo similar en 1996.
Ese importante fracaso fue nuevo para Venezuela, ya que durante
décadas antes de la nacionalización del petróleo, era una sociedad y una
economía abierta y gozaba de las mejores tasas de crecimiento económico y
baja inflación en el mundo, no sólo en Latinoamérica, sino en el mundo.
Para 1976 la clase media Venezolana había crecido hasta construir casi
una tercera parte de la población, convirtiéndose junto a la clase alta y
dirigencial en entidades mantenidas por el rentismo petrolero.
INTERVENCIONISMO DEL ESTADO
El todo constitucional venezolano garantiza la plenitud del derecho de
libertad económica, pero también establece una posible modulación por los
poderes públicos sin que preceda la derivada habilitación constitucional y
legal reconocimiento de que, el sistema económico del mercado consagrado
por la constitución, admite y propicia la actuación de los poderes públicos en
el ámbito económico, eso posibilita la validación de forma de actuación por
los poderes públicos tales como: planificación estatal, lo que no es de una
naturaleza intrínseca. No es que en materia de mercado no pueda actuar
como un periodo cualquiera, estamos más bien ante la situación donde el
estado interviene en el propio mecanismo del mercado para definir las
relaciones que de otra manera seria resuelta conforme al funcionamiento de
la libre oferta y demanda de los bienes y servicios.
Admitiendo de esta manera soluciones diferenciadores que sean
posibles, porque como se vio, a diferencia del sistema económico
centralmente planificado donde la iniciativa privada está excluida o cuando
menos relegada a un papel meramente accidental, las situaciones
económicas fundados en la noción del mercado permite una versatilidad
degradaciones respecto a la intervención pública en la actividad económica.
La constitución no asume la actuación de los poderes públicos en lo
económico por lo contrario los remplaza reiteradamente a lo largo de un
dispositivo para modular los actividades económicas.
MODALIDADES DE LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA
ECONOMÍA.
Existen dos niveles de intervención de los poderes públicos en el que
hacer económico. En primer lugar un nivel de elevación del mercado
caracterizado por el ejercicio de una actividad que propone una investidura
con poderes de "Imperium" y en un segundo lugar un nivel de participación
en el mercado de condiciones de igualdad frente a los privados.
La nacionalización petrolera ha producido un debate sobre la
orientación que deben tener las divisas generadas, planteándose cuatro
opciones básicas: Uno, crear fondos de inversión de manera similar como lo
hicieron Noruega y Alaska; dos, utilizar los ingresos para crear una industria
petrolera fuerte que invierta en otras áreas y otros países, es decir,
transnacionalizar a PDVSA; y tres, emplear los recursos para satisfacer
necesidades sociales de la población e invertir sólo lo necesario para
mantener operativa la industria.
Hoy en día continúa la diatriba sobre el destino de los recursos
petroleros pero ha prevalecido el apuntalamiento del gasto público, puesto
que la renta petrolera ha desempeñado un papel de primer orden en el
ingreso para financiar los diversos proyectos nacionales que han
estructurado las elites políticas y económicas del país; De allí que con
petrodólares se hayan logrado satisfacer diversas necesidades que presenta
el país en su diversos campos y áreas, pero esto también ha producido una
economía monoproductiva sujeta a los vaivenes del consumo petrolero de
las grandes naciones.
Casi cuarenta años han transcurrido de esta etapa de nacionalización y
aún se buscan formulas que garanticen la sana inversión de los dólares que
ingresan por la explotación del petróleo, lo que sí es una constante es el
intervencionismo estatal y en este sentido ha habido marchas y retrocesos
hacia procesos de apertura y nacionalización, De allí que no sorprende que
ahora se busque un camino intermedio con un nuevo proceso de apertura
petrolera como el que se produce con la cesión de campos petroleros en el
oriente del país y la faja petrolífera del Orinoco a petroleras de países como
Ecuador, Brasil, Argentina, entre otros, planteando que si se produce de
manera conjunta y pagando regalías justas no es vender la soberanía.
CRISIS DEL MODELO ECONÓMICO
Fue en la década de los 70 cuando el mundo tomó conciencia de su
dependencia hacia el petróleo. Fue en ese momento cuando surgió la
primera crisis en la que el petróleo era utilizado como arma política, ya que
fue el detonante de la Guerra del Yom Kippur. La ayuda estadounidense a
Israel provocó un embargo de crudo árabe. No sólo supuso un incremento en
los precios de los combustibles y por tanto de la mayor parte de los
productos y servicios en Occidente, sino que llevó al ciudadano normal a
entender que la energía realmente no le pertenecía. El precio, por lo tanto, se
disparó.
Ante esa situación, los gobiernos occidentales aplicaron medidas hasta
entonces reservadas a los periodos de guerra, como la limitación en el uso
de coches, limitación de velocidad de carreteras, etc. Pero, sin duda, la
consecuencia más dura fue la crisis económica que se desató tras la subida
de los precios de los combustibles.
La repercusión del consumo masivo de petróleo no es tan sólo industrial
y económica, sino también política. Desde que el petróleo se volvió
indispensable, el peso político y económico de los países productores crece
en la misma proporción que sus reservas. Occidente intenta por todos los
medios conseguir estabilidad en dichos países para garantizar el suministro
fluido.
Precisamente, la alta inestabilidad política está provocada, en último
término, por la condición de esos países de proveedores de petróleo. Así,
Irán fue durante mucho tiempo un aliado especialmente interesante de
Occidente, a pesar de los problemas internos. Pero el triunfo de la revolución
trajo un sistema totalmente contrario, enfrentado a EE.UU., de forma que se
desencadenó otro pánico en el mercado mundial del petróleo. La caída del
Sha dio lugar a otra escalada de precios del barril. Para complicar aún más la
situación, se desató la guerra entre Irak e Irán, que convulsionó aún más a
los mercados internacionales.
La nacionalización de la industria petrolera en Venezuela refleja una
lucha de bandos ideológicos y políticos, en la que se presentan dos posturas
demasiado extremas para atender a alcanzar un consenso nacional que
derive en una posición definida de la inversión o gasto de los recursos
derivados del negocio petrolero. Por ejemplo, no falta quienes vean la actual
política petrolera como una decisión equivocada al destinar una gran parte
de las divisas a cubrir demandas sociales, porque esto estaría
menoscabando la eficiencia organizacional.
Específicamente, González (2008) señala que “la preponderancia del
petróleo venezolano en la escena mundial ha disminuido de manera
importante durante los últimos años, debido, entre otras cosas, al
desmejoramiento observado en algunas actividades claves del negocio
petrolero, por parte de Petróleos de Venezuela (PDVSA)” (p. 1) El analista
argumenta que ahora existe una deficiente actividad exploratoria,
indispensable para frenar la disminución acelerada que experimentan las
reservas de petróleo mediano, liviano y condensado, que son los más
comerciales en el mercado, lo que sin duda dibuja un signo preocupante para
el futuro de la industria petrolera nacional.
La razón de esta deficiencia de inversión en áreas claves de la industria
sería principalmente porque a la estatal petrolera se le han asignado un sin
número de actividades sociales, tan diversas como la fabricación de
artefactos eléctricos y la distribución de alimentos, esto a través de un Fondo
para el Desarrollo Económico y social del país (FONDESPA). González
(2008considera que estos actos “son negativos porque son recursos
económicos que necesita PDVSA para mantener y aumentar la producción”
(p. 3); no obstante, podría generarse una duda en cuanto que sucedería con
la educación y la salud en el país si estos ingresos petroleros no fueran
invertidos.
CONCLUSIÓN
Venezuela a través del tiempo se ha ido consolidando como una
potencia energética, y así lo demuestran sus reservas probadas de petróleo
de 297 mil millones de barriles, demostrando así lo favorable que ha sido la
nacionalización petrolera y la valoración de este recurso como parte
fundamental de la economía nacional.
El prestigio de Venezuela como potencia petrolera es actualmente
mundialmente reconocido, ocupando el primer lugar en reservas probadas de
petróleo, dejando atrás a Arabia Saudita, pues para finales del año 2011 las
reservas probadas de crudo en suelo venezolano se ubicaron en 296.500
millones de barriles, lo que representa 18% de los recursos
mundiales, mientras que las de Arabia Saudita se calcularon en 265.400
millones (16%).
Sin embargo, se debe reconocer que la economía venezolana se
encuentra atada a la producción petrolera, puesto que hasta ahora se han
incrementado las importaciones, convirtiéndose en un país monoproductor
importador. En otras palabras, se ha hecho altamente influenciable ante los
vaivenes del precio del petróleo y el funcionamiento del aparato productivo
nacional se ha acoplado a la renta petrolera.
Por otro lado, se ha intentado cubrir parte del gasto público con
impuestos, esto de acuerdo a las inmensas cantidades obtenidas en los
últimos años, pero las posibilidades en este camino apuntarían hacia un país
con impuestos por todo y para todos, una empresa petrolera robusta, y una
población que reclamaría mejores servicios por lo que está pagando.
BIBLIOGRAFÍA
González C. D. (2008) Políticas para la industria petrolera venezolana.
Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales [Documento en
línea] Disponible: http://library.fes.de/pdf-files/bueros/caracas/05555.pdf
[Consulta: 2012, febrero 29]
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los Andes. Mérida.
Sequera, A. (2004) Agenda del petróleo en Venezuela Alfa Grupo Editorial
Caracas
Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo (2006) [Documento en línea]
Disponible: http://www.svip.org/files/Hitos_IPPCN.pdf [Consulta: 2012,
febrero 29]
ANEXOS
Anexo Nº1
Mapa del petróleo
Anexo Nº 2
Petróleos de Venezuela
Anexo Nº 3
Flujo Comercial del Petróleo