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Revista Electrnica de Ciencias Sociales y Educacin. ISSN: 2343-6441
http://www.revista-humanartes.webnode.es Instrucciones para Artculos: Modelo de Artculo para la Revista Electrnica de Ciencias Sociales y Educacin,
HumanArtes.p. 3. Presentacin: Maximino Valerio, p.7 Artculos:
El tringulo: anomala lingstica hispana desde lo didctico. Elizardo Velsquez, p. 8
Formacin para una praxis educativa emancipadora desde la geohistoria. Al Marcano, p. 17
La investigacin y el pensar. Jess Olivero, p. 28 El uso de la cartografa geohistrica como medio de participacin pedaggica.
Jess Prez, p. 41 Crnicas de la concupiscencia: una alternativa otra de vivir la historia venezolana.
Liz Carolina Acua, p. 53 Admisin en educacin universitaria: una realidad multifactorial. Jess Berbn, p.
61 El arte de poetizar los nmex0os entre la universidad y el otro. Isaura Montao,
p.80 Democracia participativa: hacia una nueva comprensin de la filosofa poltica de
la educacin venezolana. Mara Fernanda Calzadilla, p. 95 Formacin de s: una posibilidad lectora en Amenodoro Urdaneta. Maira Sol, p.
119 Brbaro Rivas: algunas observaciones de su vida y obra. Luis F. Castillo, p. 126 La naturaleza y el conocimiento en el contexto sudamericano desde la
sustentabilidad ambiental: un recorrido histrico. Miriam Marcano, p. 138
RReevviissttaa EElleeccttrrnniiccaa ddee CCiieenncciiaass SSoocciiaalleess yy
EEdduuccaacciinn.. AAoo 33,, NN 66,, eenneerroo jjuunniioo 22001155
Universidad Pedaggica Experimental Libertador. Instituto Pedaggico de
Maturn, Profesor Antonio Lira Alcal Subdireccin de Investigacin y
Postgrado. Departamento de Humanidades y Artes. Centro de Investigaciones
Histricas Dr. Jess R. Zambrano
http://www.revista-humanartes.webnode.es/ -
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HHuummaannAArrtteess RReevviissttaa EElleeccttrrnniiccaa ddee CCiieenncciiaass SSoocciiaalleess yy EEdduuccaacciinn..
PPeerriiooddiicciiddaadd SSeemmeessttrraall..
DDeeppssiittoo LLeeggaall:: 2200112222MMOO44113311
ISSN: 2343-6441
DDiirreeccttoorr:: MMaaxxiimmiinnoo VVaalleerriioo
UUnniivveerrssiiddaadd PPeeddaaggggiiccaa EExxppeerriimmeennttaall LLiibbeerrttaaddoorr
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HHuummaannAArrtteess.. RReevviissttaa EElleeccttrrnniiccaa ddee CCiieenncciiaass SSoocciiaalleess yy EEdduuccaacciinn AAoo 33,, NN 66,, eenneerroo jjuunniioo 22001155,, pppp:: 33--55
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Normas Generales 10 Enviar textos (artculos de investigacin, ensayos, reseas,
proyectos) de ciencias sociales) siguiendo el modelo que se
incorpora al final de estas Normas Generales. 20 El Consejo de Redaccin no procesar arbitrajes para textos que: a)
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en las ciencias sociales y la educacin; c) contengan secciones de
textos que no pertenezcan al autor (o a los autores); d) no sigan el
modelo que se incorpora al final de estas Normas Generales; e) lo
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ser presentado con las debidas referencias, siguiendo las normas
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40 Se aceptar un artculo de autor o autora, por ao. 50 Alguna duda: por favor escribir a [email protected]
TTULO DEL TEXTO PARA LA REVISTA ELECTRNICA
HUMARTES
Nombre y Apellido del primer autor[*]
Departamento o Institucin, Universidad
Ciudad, Pas
direccin de correo electrnico
Nombre y Apellido del segundo autor[**]
Departamento o Institucin, Universidad
Ciudad, Pas
direccin de correo electrnico
Resumen
Este documento es un modelo que proporciona a los autores las instrucciones necesarias para
preparar sus textos para esta Revista. Los artculos deben estar escritos en espaol. Deben
incluir un resumen en espaol de no ms de 200 palabras, y un resumen en ingls de longitud
similar, donde queden claramente incorporados: tema del artculo, propsito, aspectos que se
desarrollan, importancia y conclusin general.
Palabras claves: Palabra clave 1, Palabra clave 2, Palabra clave 3, Palabra clave 4, Palabra
clave 5.
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Abstract
This document is a sample that provides the guidelines and format required for preparing and
submitting your paper to this journal. The paper must be written in Spanish. All papers must
include an abstract in English of no more than 200 words. Also, an abstract in Spanish of no
more than 200 words must be included, which are clearly identified: subject of the article,
purpose, aspects that are developed, importance and general conclusion.
Keywords: Keyword 1, Keyword 2, Keyword 3, Keyword 4, Keyword 5.
Introduccin
Iniciar el artculo con una Introduccin, para incorporar: descripcin del tema a
ser desarrollado, antecedentes histricos y tericos, objetivo de la investigacin,
importancia. Al final de sta, describir el contenido de las otras secciones.
Tamao y Cantidad de Pginas
El tamao de papel a utilizar es carta. Los mrgenes deben ser: superior e
inferior: 3 cm.; izquierdo y derecho: 4 cm. Las pginas no deben estar
numeradas ni tener encabezados pies de pginas. Cada artculo tendr un
mnimo de 6 pginas escritas a un espacio y no debe exceder de 20.
Tipo y Tamao de Letra
Los artculos deben estar escritos en procesador de texto (word) usando letra
Times New Roman de 12 puntos. El ttulo del trabajo, los autores y los ttulos
de las secciones y subsecciones usan el mismo tipo de letras pero de diferentes
estilos y tamaos, tal como se indican en este modelo.
Ttulo del trabajo y autores
El ttulo del trabajo, que refleja el tema central de la exposicin, debe estar en
negrita, 14 puntos. El nombre de los autores en negrita, 12 puntos; la direccin
de afiliacin y el correo electrnico de los autores (en un mximo de 3) en letra
de tamao 12 puntos. Todos estos datos deben estar centrados.
Referencias y notas al pie
Para indicar las referencias, se utilizarn las normas APA. Para notas de
ampliaciones, sugerencias, aclaratorias, etc., en el texto se incluirn nmeros
entre corchetes (por ejemplo [1]
). Al final del artculo, colocar la lista numerada
ordenada segn su aparicin en el texto, como se ejemplifica al final de este
documento.
Secciones
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El ttulo de cada seccin debe estar en negrita en Times New Roman 12 puntos,
centrado, con letras maysculas iniciales.
Subsecciones
El ttulo de cada subseccin debe estar alineado a izquierda, en Times New
Roman, en negritas cursivas de 12 puntos y la primera letra en mayscula.
Subsubsecciones
Los ttulos de las subsubsecciones deben estar alineados a izquierda, en Times
New Roman, cursiva de 12 puntos y la primera letra en mayscula.
Figuras y Tablas
Las figuras grficos, y las tablas se deben insertar en el texto en la ubicacin
apropiada.
Las figuras y los grficos deben estar subtitulados con un nmero consecutivo y
un texto breve descriptivo.
Las tablas deben tener un ttulo que las preceda con un nmero consecutivo y
un texto breve descriptivo.
Los subttulos de las figuras y los ttulos de las tablas deben estar centrados y
escritos en Times New Roman de 10 puntos.
Las figuras y las tablas deben estar centradas.
Conclusiones
Finalizar el artculo con las conclusiones. Se desprenden del desarrollo del
trabajo y dan cuenta de los hallazgos relevantes que corresponden a cada
seccin del texto.
Notas al pie [*] Incorporar sntesis curricular. Extensin mxima: cinco (5) lneas. [**] Incorporar sntesis curricular. Extensin mxima: cinco (5) lneas. [1] Se presenta el texto necesario en Times New Roman de 10 puntos. [2] Se presenta el texto necesario en Times New Roman de 10 puntos.
Referencias
Birgin, A., Dussel, I., Duschatzky, S., y Tiramonti, G. (comp.). (1998). La
formacin docente. Cultura, escuela y poltica. Debates y Experiencias.
Buenos Aires: Troquel
Briceo, Miguel. (1998). La necesidad del filosofar y la formacin (bildung);
Revista Apuntes Filosficos, N 12, pp. 141-159.
Bfalo, Enzo del, (1992). Individuo, mercado y utopa. Caracas: Monte vila
Editores Latinoamericana.
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HHuummaannAArrtteess.. RReevviissttaa EElleeccttrrnniiccaa ddee CCiieenncciiaass SSoocciiaalleess yy EEdduuccaacciinn AAoo 33,, NN 66,, eenneerroo jjuunniioo 22001155,, pp:: 77 wwwwww..rreevviissttaa--hhuummaannaarrtteess..wweebbnnooddee..eess
Presentacin
EL NMERO 6
Maximino Valerio Universidad Pedaggica Experimental Libertador
Maturn, Venezuela
Respetables lectoras y lectoras de HumanArtes, arribamos al nmero 6 de
vuestra Revista, remontando escenarios de dificultades. Por ello, agradecidos de
una super demostrada constancia y sobrada paciencia, nos permitimos dar
cabida a producciones intelectuales que recibimos hasta el pasado mes de abril.
Las que recibimos en mayo y hasta finales de septiembre, estarn disponibles
para el pblico en el nmero 7, correspondiente a los meses de julio-diciembre
2015. Y ya esperamos, gracias a Uds., regularizar los procesos, propios de una
hermosa tarea como esta.
En este nmero, mantenemos la diversidad temtica, siempre en el marco de las
ciencias sociales sociales y la educacin, campos privilegiados de nuestra
atencin. Investigadoras e investigadoras en pleno desarrollo, voces de dilatada
experiencia se dan cita en este nmero, con una excelente representacin de
diversas instituciones de formacin de Venezuela y particularmente del oriente,
tierra de sueos y esperanzas.
Confiando en Uds:
A sus rdenes.
Y
Nuestros mejores deseos.
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HHuummaannAArrtteess.. RReevviissttaa EElleeccttrrnniiccaa ddee CCiieenncciiaass SSoocciiaalleess yy EEdduuccaacciinn AAoo 33,, NN 66,, eenneerroo jjuunniioo 22001155,, pppp:: 77--1166
wwwwww..rreevviissttaa--hhuummaannaarrtteess..wweebbnnooddee..eess Recibido: 4/7/2014
Aprobado: 11/11/2014
EL TRINGULO: ANOMALA LINGSTICA HISPANA
DESDE LO DIDCTICO
Elizardo Velsquez Universidad de Oriente (Repblica Bolivariana de Venezuela)
Resumen La enseanza y el aprendizaje de la matemtica son procesos de suma importancia en el
desarrollo de la humanidad. Por ello, sometemos al debate el tema relativo a la fundamentacin
matemtica sobre la denominacin del objeto conocido como tringulo o trgono a las figuras
planas rectilneas trilaterales, en contraposicin con el de triltero, nombre con el que el
investigador tambin denota a dicha figura. En s, el propsito principal de esta investigacin es
el de proponer otra va para facilitar en la educacin bsica el aprendizaje del tringulo, trmino
al que consideramos en este artculo como anomala lingstica hispana desde la didctica
inicial. La investigacin la realizamos partiendo en lo metodolgico desde una perspectiva
hermenutica y vivencial, cristalizada desde la investigacin documental de trabajos realizados
de traductores de la obra: Elementos de geometra de Euclides, continuando la revisin hasta obras de autores de nuestro tiempo, as como tambin de la propia experiencia del investigador,
mediante un recorrido autoetnogrfico. Esta propuesta didctica, podra ser instrumentada en
nuestro pas en un nuevo currculum, con un diseo instruccional que permita guiar el
aprendizaje desde lo ms simple a lo ms complejo, lo que posibilitara el mejoramiento de los
ndices acadmicos de nuestros estudiantes. Palabras clave: tringulo, triltero, trgono, didctica de la matemtica, educacin bsica.
Abstract
The mathematics teaching and learning are high important processes in the development of the
humanity. Therefore, we submit the issue to debate the subject of mathematical foundation
about the name of the object known as triangle or trigon as trilateral rectilinear plane figures, in
contrast of trilateral (masculine noun), name by which the researcher also denotes such figure.
So the main purpose of this research is to propose another way to facilitate the basic education
learning of the triangle, a term that we consider in this article as Hispanic linguistic anomaly
from the initial teaching. The research was conducted based on the methodology of a
hermeneutic and existential perspective, crystallized from documentary research of the work done by translators of the book "Elements of geometry" by Euclid, continuing the review of
authors works of our times, as well as the experience of the researcher, through an
autoethnographic journey. This methodological approach could be instrumented in our country
in a new curriculum, with an instructional design guide that allows learning from simple to
complex, which would enable the improvement of academic levels of our students. Keywords: triangle, trilateral, trigon, teaching mathematics, basic education.
mailto:[email protected] -
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Introduccin
La matemtica es confusa y difcil de aprender, segn la opinin de muchos
estudiantes en todo el mundo. Qu hace que las matemticas sean confusas?
Algunos autores, entre los que citamos a Gonzlez (1997), han considerado que
ello se debe a que en la formacin de los profesores de matemticas existe un
divorcio entre la formacin didctico-pedaggica y la formacin en la disciplina
correspondiente. Es decir, no hay vnculo en las instituciones acadmicas entre
el qu ensear y el cmo ensear, lo cual se hace evidente dado el desarrollo de
cursos aislados entre el conocimiento de la matemtica y el de su didctica. Por
otra parte, tambin se soslaya el cmo aprende la gente.
El asunto que sometemos al debate es el relativo a la fundamentacin
matemtica sobre la denominacin del objeto tringulo, el cual perdi en alguna
parte del tiempo su concepcin primaria de figura trilateral, denominacin dada
por Euclides, uno de los matemticos ms ledos de la humanidad, a las figuras
planas rectilneas de tres lados, adjetivacin que dio precisamente antes de
considerarla con el trmino equivalente de tringulo. La prdida de la
denominacin adjetivada del objeto, que en esta investigacin su sustantivacin
es considerada como bsica, la vemos como una posibilidad de causar
confusin en la enseanza primaria; y, por supuesto tambin, en su aprendizaje.
En este sentido, lo que perseguimos no es el cambio de nombre de la palabra
tringulo. Lo que se desea es recuperar, principalmente en la enseanza inicial,
el trmino original de figura trilateral (triltero), en lugar de su equivalente
tringulo, quedando ste postergado para su posterior enseanza.
En el subsistema de educacin bsica de la Repblica Bolivariana de
Venezuela, el tema relativo a los tringulos es uno de los primeros que se
imparte en la enseanza de la geometra. Como se sabe, los tringulos son
objetos matemticos ontolgicamente indefinibles, pero de acercamiento
posible por medio de representaciones a una definicin prctica. Sin embargo,
maestros y maestras definen a los tringulos como polgonos de tres lados,
siguiendo la vigente acepcin de la definicin dada por el Diccionario de la
Real Academia Espaola (DRAE) del 2001. En este sentido, observamos la
presencia de cierta anomala lingstica, enmarcada dentro de la dimensin
semntica de la palabra, la cual literalmente se entiende como objeto de tres
ngulos.
Las medidas de longitudes de lados y amplitudes de ngulos son necesarias en
la vida cotidiana. Es posible medir longitudes de ciertos elementos o cosas de
inters personal, bien sea para medir directamente, por ejemplo, la estatura de
las personas, el largo de una mesa, el ancho de una tabla, lo cual se hace de
forma simple y directa con un instrumento calibrado para medir longitudes,
como por ejemplo una cinta mtrica. Sin embargo, la dificultad se incrementa
cuando se desea realizar mediciones de superficies planas y volmenes de
cuerpos de estructura regular, los cuales se realizan tambin, pero de forma
indirecta, con la misma cinta utilizada para medir longitudes As, es posible
medir, de forma indirecta, las superficies planas de las figuras, tales como las
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triangulares de un techo, las rectangulares de una pared, entre otras; e incluso,
las volumtricas espaciales de ciertos cuerpos, tal como por ejemplo, los
volmenes de los tanques de almacenamiento de agua tipo cisterna, ya sean de
forma cilndrica o paralelepipdica. Para un estudio posterior quedaran
relegadas las medidas de aquellas figuras y cuerpos contorneados por curvas
regulares e irregulares debido al incremento mayor de la complejidad de sus
medidas,
Ahora bien, la tarea de medir amplitudes de ngulos parece ser una cosa fcil en
buena parte de nosotros los adultos, puesto que se sabe que ello es posible
hacerlo con instrumentos diseados para ello, como por ejemplo el sencillo til
escolar conocido con el nombre de transportador. La dificultad de realizar
medidas con este instrumento se basa por un lado en que las medidas son
bidimensionales y no unidimensionales como la de la simple regla de medir
longitudes. Por otra parte, las mediciones de ngulos se pueden realizar
inicialmente utilizando un sistema numrico llamado sexagesimal, el cual es
poco conocido por los estudiantes del subsistema de educacin bsica, en
contraposicin con el sistema decimal utilizado para medir longitudes, cuyos
rudimentos son conocidos por los estudiantes, incluso momentos antes de
ingresar por primera vez a los institutos de educacin bsica.
Dos Palabras para Denominar al mismo Objeto Matemtico:
Tringulo y Trgono
Para el Diccionario de La Real Academia Espaola (2001), las palabras
tringulo y trgono, tienen las siguientes acepciones:
Tringulo (del latn trianglus): 1) adjetivo: de forma de tringulo,
2) masculino: polgono de tres lados; y, 3) masculino: instrumento
musical que consiste en una varilla metlica doblada en forma
triangular y suspendida de un cordn, la cual se hace sonar
golpendola con otra varilla tambin de metal.
Trgono (del latn trignus, y ste del griego ): 1) masculino: conjunto de tres signos del Zodiaco equidistantes entre
s, 2) masculino: tringulo (figura formada por tres lneas que se
cortan); y, 3) masculino: radio de los signos.
En geometra, las figuras planas compuestas por una secuencia finita de
segmentos rectos consecutivos continuos no alineados se denominan polgonos.
Sin embargo, aunque el significado etimolgico de polgono sea el de una
figura geomtrica de muchos ngulos, controvertidamente los polgonos son
conocidos actualmente por el nmero de sus lados, y no por el de sus ngulos o
el de sus vrtices, de all que la Real Academia Espaola signifique, por un
lado, al sustantivo tringulo como polgono de tres lados, y, por otro, trgono
como el equivalente de tringulo, figura formada por tres lneas que se cortan.
Otras posibilidades para denominar al objeto matemtico en referencia pudieran
ser las de: Trivrtice o Triltero. Sin embargo, en la revisin realizada en el
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DRAE (ob. Cit.) no aparecen registradas ambas palabras.
Anomala Lingstica Hispana Producto de la Denominacin Inicial
del Objeto Matemtico Tringulo en la Didctica
En Educacin, la didctica de las matemticas debe tener como principio bsico
el inicio del estudio de los objetos matemticos y sus conceptos, partiendo
desde la fundamentacin natural de las cosas ms simples hacia las ms
complejas (Comenio, 1998). El propsito de ello es el de evolucionar el
conocimiento a ensear, partiendo desde lo ms fcil hacia lo ms difcil. Uno
de los factores que inciden en la apropiacin de un concepto son las
experiencias y los conocimientos previos que el sujeto tiene del mundo.
Como problematizacin del nombre de tringulo, voy a relatar lo que me
sucedi en la poca de los aos sesenta cuando estudiaba la primaria en el
colegio Anbal Lrez de la poblacin de El Espinal en el estado Nueva
Esparta. En aquel entonces, a los maestros les alcanzaba el tiempo para ensear
la geometra porque, posiblemente, las clases eran trabajadas en dos turnos
(maana y tarde). An recuerdo vivamente los momentos cuando elaborbamos
figuras y objetos geomtricos regulares y concretos bajo la tutela de nuestros
padres y maestros; y no, como sucede ahora en nuestro tiempo que los temas
geomtricos son escasamente tratados, bien sea porque, entre otras
consideraciones, estn en el currculo ubicados al final (despus de la enseanza
de los nmeros y sus operaciones), o porque los maestros tienen poco
conocimiento del tema, no le dan la importancia debida, laboran en un solo
turno o no vinculan la realidad con el conocimiento geomtrico. En mi caso,
sucedi que varias veces fui castigado por no saber el nombre de las figuras
planas de cuatro lados (en aquel entonces, los castigos eran permitidos). Hoy
les aseguro que el dilema se me presentaba porque a las figuras de tres lados,
cuando el maestro discurra sobre ellas (siguiendo la receta aprendida) las
denominaba tringulos; a las de cuatro lados, cuadrilteros; a las de cinco lados,
pentgonos,..., y as sigue siendo hasta ahora! Evidentemente, hoy les
aseguro que la msica de las palabras resultaba disonante en mis odos ante tal
anomala lingstica hispana, vista desde lo didctico, puesto que impeda la
grabacin de esos nombres tan dispares en mi memoria, en atencin a la
inexistencia, por un lado, de las secuencias naturales de los prefijos, ya sean
latinos o griegos, y, por otro, de la diversidad de uso de las races de las
palabras, con significaciones totalmente distintas.
Desde ese entonces, y tal como ha venido ocurriendo hasta ahora, en el proceso
de aprendizaje del concepto del objeto tringulo, el saber institucional y el
enseado han estado en conjuncin y han permanecido prcticamente
invariables en el tiempo. La didctica de las matemticas, como nueva ciencia,
ha venido a llenar un vaco investigativo en la tetraloga fenomnica docente-
estudiante-saberes-contexto, que considera a la ciencia matemtica como
producto humano en evolucin.
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Las Mediciones de Lados y ngulos de Tringulos
Los tringulos son clasificados de acuerdo, por un lado, a las longitudes de sus
lados y, por otro, de acuerdo a la amplitud de sus ngulos interiores (Tomo I de
Los Elementos de Euclides en Fitzpatrick, R., 2007). Por el tamao de sus
lados, se clasifican en equilteros (tres lados iguales), issceles (dos lados
iguales y el otro diferente) y escalenos (tres lados diferentes). Por la amplitud
de sus ngulos se clasifican en acutngulos (si sus tres ngulos son menores de
90 sexagesimales), rectngulos (si alguno de sus tres ngulos es igual a 90) y
obtusngulos (si alguno de sus tres ngulos es mayor de 90). Tambin existe
una clasificacin compartida entre ambas, es decir, por la longitud de sus lados
y por la amplitud de sus ngulos, que no vamos a detallar en este tratado.
La medicin de longitudes es una actividad de uso corriente en el hogar, en la
escuela, en el campo, as como en cualquier otro escenario que los humanos
consideren en sus prcticas de vida. En el Artculo 8 de la Ley de Metrologa
vigente (Reforma del 26-11-2007 -Decreto N 5.693- publicada en la Gaceta
Oficial de la Repblica Bolivariana de Venezuela, nmero 38.819, en fecha 27
de noviembre del 2007), se establece la obligatoriedad de la enseanza del
Sistema Legal de Unidades de Medida en los institutos decentes de educacin
bsica y diversificada, as como su uso y aplicacin lo ser para la educacin
superior. En el Artculo 6 de la referida ley, queda establecido que en todo el
territorio nacional regir como el Sistema Legal de Unidades de Medida el
Sistema Internacional de Unidades (SI), adoptado por la Conferencia General
de Pesas y Medidas. En dicha conferencia se fij como unidad bsica de
medicin de longitud al metro lineal (m), siendo la primera de las siete (7)
magnitudes bsicas del SI. De igual manera, qued establecida la medicin de
ngulos planos mediante la unidad derivada Radin (rad).
Por consiguiente, la medicin de las longitudes de los lados de los tringulos se
realiza con instrumentos de escala lineal, la cual presenta divisiones de la
unidad fundamental de longitud en el SI (metro). Esta unidad bsica tiene
mltiplos y submltiplos, que se expresan mediante prefijos. Para medir la
amplitud de un ngulo plano, usualmente se utiliza en el espacio escolar un
instrumento llamado transportador, que permite realizar la medicin en grados
sexagesimales. En este sentido, se tiene una equivalencia entre radianes, que es
la unidad de medida en el SI, y los grados sexagesimales, la cual viene dada por
la frmula: . Es de hacer notar que los grados
sexagesimales y los radianes son dos sistemas diferentes para medir ngulos.
Por lo tanto, en el trabajo didctico de la ciencia matemtica, y tomando en
consideracin lo expresado por Comenio (1998), en el sentido de manejar la
enseanza partiendo de las cosas ms sencillas, consideramos entonces que es
necesario realizar en primer lugar, en la formacin educativa inicial, el estudio
y comprensin de la medicin unidimensional de objetos de la cotidianidad. En
el caso de los tringulos, su aprendizaje se iniciara realizando las medidas de
las longitudes de los lados, en unidades y subunidades del metro lineal (sistema
de base 10). Posteriormente, se recomienda realizar la medicin bidimensional
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de la amplitud de los ngulos internos de los tringulos, lo cual se hace en
grados sexagesimales (sistema de base 60); y, finalmente, esta medicin sera
realizada en radianes, con la complejidad del nmero irracional pi.
Gnesis de la Denominacin del Tringulo
La antigua civilizacin griega es la que nos ha legado los primeros escritos que
se tienen sobre el tema relativo a los tringulos. En esta cultura sobresale la
famosa obra de Euclides: Los Elementos, por ser la ms rigurosa, la de mayor
completitud y la ms leda en los estudios de la geometra. Dicha obra,
compuesta por un total conocido de trece tomos, resume el conocimiento
geomtrico de aquella poca. De ella, vamos a comentar algunos detalles de
precisin sobre la fundamentacin que daba Euclides al objeto tringulo. En el
libro primero, Euclides hace una exposicin detallada, siguiendo un orden
jerrquico, de las primeras 23 definiciones geomtricas, de las cuales vamos a
mostrar a continuacin, por ser de inters en este artculo, lo expresado en las
distinguidas con los nmeros 19, 20 y 21, que hemos extrado del texto de
Fitzpatrick (2007).
1 Las figuras rectilneas son aquellas que estn compuestas por lneas
rectas: figura trilateral la que est constituida por tres lneas rectas,
cuadrilateral por cuatro, y multilateral por ms de cuatro.
2 Sobre las figuras trilaterales: un tringulo equiltero es aquel que tiene tres lados iguales, un tringulo issceles es aquel que tiene slo dos
lados iguales, y un tringulo escaleno es aquel que tiene sus tres lados
desiguales.
3 Ms adelante, de las figuras trilaterales: un tringulo rectngulo es aquel que tiene un ngulo recto, un tringulo obtusngulo es aquel que tiene
un ngulo obtuso, y un tringulo acutngulo es aquel que tiene sus tres
ngulos agudos.
De lo anteriormente expuesto, se deduce que Euclides fue enftico al asumir
como nombre primario a las figuras trilaterales, por delante del nombre de
tringulo. As mismo, cuando clasifica a los tringulos lo hace inicialmente en
funcin de la longitud de sus lados y, posteriormente, en funcin de la amplitud
de sus ngulos. Por tal razn, se infiere que Euclides le da ms complejidad al
tamao de los ngulos que a la dimensin de los lados.
Gnesis de la Denominacin Sustantiva de la Palabra Triltero
La idea de nombrar a los tringulos, equivalentemente, con la denominacin de
trilteros, se me ocurri durante la realizacin de una ponencia en la vigsima
quinta edicin de las Jornadas Venezolanas de Matemticas, que se llevaron a
efecto en las instalaciones de la Universidad de Oriente, realizada en la ciudad
de Cuman, del 26 al 29 de Marzo de 2012. En ese entonces, en momentos
cuando el profesor Andrs Hernndez, catedrtico de la Universidad Simn
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Bolvar, realizaba la explicacin del tema El Plegado del Papel para la
Enseanza de la Geometra, anot en mi agenda lo difcil que sera para los
estudiantes de primaria la comprensin de las palabras, y muy en particular, la
referida a la figura geomtrica tringulo. Terminada la ponencia, llegado el
momento de las preguntas, es all donde hago la observacin de la posibilidad
de bautizar a los tringulos con el nombre de trilteros.
Posteriormente, despus del destello de la idea, comenc a investigar la
posibilidad de la pertinencia del nombre triltero. Busqu el trmino en el
diccionario de La Real Academia Espaola y obtuve como resultado lo
siguiente: 1. adj. De tres lados. De all observamos que el DRAE le asigna una
nica significacin, considerndolo solamente como adjetivo, es decir, no lo
considera como forma sustantiva.
Es conveniente aclarar a la comunidad matemtica que en este tratado no se
pretende ofrecer los resultados de una investigacin de los mecanismos
psicolgicos de aprendizaje de los estudiantes (invito por ello a su realizacin)
sobre la adquisicin del concepto del objeto matemtico llamado hasta ahora
tringulo o trgono, o, quizs ms adelante, con la denominacin propuesta de
triltero. Lo que se busca es someter al debate el trmino, de manera tal de
posibilitar que la palabra triltero sea admitida como sustantivo en el DRAE,
como equivalente a los trminos tringulo y trgono, en caso de considerarla til
en la adquisicin y evolucin del concepto respectivo, tanto en los espacios de
la didctica de las matemticas como en los cotidianos.
Es en esta situacin que coincidimos con el punto de vista de Chevallard
(1991), en lo relativo a su teora antropolgica de lo didctico, que posiciona al
ser humano como elemento central en la investigacin, la enseanza y el
aprendizaje de la matemtica en relacin con la evolucin del saber de esa
ciencia en el marco de los cambios sociales. En tal sentido, situamos el
fenmeno de la didctica de las matemticas en la parte antropolgica de dicha
ciencia, para compartir con su historia, su epistemologa y su ontologa un
mismo objeto de estudio: nacimiento, desarrollo, madurez, utilizacin y
difusin crtica del saber matemtico.
De lo que se trata en este artculo es de proponer y generar un nuevo nombre
para las figuras planas de tres lados, que promueva la generacin de aprendizaje
de las mismas mediante una nueva forma de relacionarlas con las figuras de
ms de tres lados. Este planteamiento lo hacemos, en consonancia con la
propuesta de Gergen (1989), cuando afirma que el cientfico social debe
inventar trminos con libertad, para que presente conceptos nuevos sin temor a
la verificacin emprica. Las formas de conocimiento sociohistricas que se han
mantenido hegemnicamente por miles de aos, en este periodo del mundo
deben ser de-construidas para beneficio del nuevo ser humano.
A Modo de Propuesta Didctica
En resumen, presento en este trabajo documental algunas ideas que podran
servir como aporte para la mejora en la didctica del tema referido a la
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enseanza-aprendizaje de las figuras geomtricas, en los grados y etapas del
nivel de la educacin primaria correspondiente. Evidentemente, luego de ser
considerada su dimensin terica, su factibilidad prctica y su pertinencia, esta
propuesta didctica podra ser instrumentada en un nuevo currculum, con un
diseo instruccional que permita su revisin en todos los aspectos posibles de
ser evaluados en el sistema educativo. Concretamente, los aportes son los
siguientes:
1 Las figuras geomtricas planas son comnmente denominadas as: las de tres lados, tringulos (significado literal: tres ngulos); las de cuatro
lados, cuadrilteros (significado literal: cuatro lados); las de cinco lados,
pentgonos (significado literal: cinco ngulos) Se sugieren en la
didctica inicial (primera etapa del nivel de educacin primaria) los
nombres de trilteros, cuadrilteros, pentalteros, , multilteros, (se
trabajara gradualmente la medicin de longitudes de lados de primero a
tercer grado, de acuerdo a la evolucin del bloque de nmeros), de
manera de mantener los criterios de uniformidad y de analogas en la
clasificacin, la correspondencia de significado literal de los trminos
utilizados para la mejor comprensin de los mismos y el uso de medidas
segn las bases numricas conocidas. Tal planteamiento, permitira
mejorar el discurso, al hacerlo ms difano, puesto que el joven
estudiante, por simple induccin, podra generar en su mente los
nombres compuestos de las figuras multilaterales, si ya tiene bajo su
conocimiento el nombre de la raz de la palabra y la de los prefijos
griegos y latinos; y, al mismo tiempo, trabajar la parte ms sencilla de
medir, la cual es la longitud de los lados. Adems, sta es una medida
unidimensional, efectuada con el sistema numrico de base decimal, con
aproximacin racional.
2 Continuando la labor didctica en la siguiente etapa del nivel de educacin primaria (grados del cuarto al sexto), a las figuras
geomtricas planas se les podra llamar segn el nmero de ngulos
internos que posean. De aqu los nombres de tringulos o trgonos,
tetrgonos, pentgonos, , polgonos. Se mantiene la claridad del
discurso. Se incrementa la complejidad al manejar una medida
bidimensional de ngulos y un sistema numrico de base sexagesimal,
con aproximacin racional.
3 Ms adelante, conocidas las figuras geomtricas, tanto por el nombre de sus lados como por el de sus ngulos, se dejara para la primera etapa
del nivel de educacin media (del primer ao hasta el tercero), el
estudio de dichas figuras con una complejidad an mayor a la
mencionada en el punto anterior, que se traduce por la medicin
bidimensional de ngulos, efectuada con el sistema numrico de base
decimal, teniendo como valor un mltiplo del nmero irracional pi ().
Referencias
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Chevallard, Y. (1999). El anlisis de las prcticas docentes en la teora
antropolgica de lo didctico. Revista Recherches en Didactique des
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17
HHuummaannAArrtteess.. RReevviissttaa EElleeccttrrnniiccaa ddee CCiieenncciiaass SSoocciiaalleess yy EEdduuccaacciinn AAoo 33,, NN 66,, eenneerroo jjuunniioo 22001155,, pppp:: 1177--2277
wwwwww..rreevviissttaa--hhuummaannaarrtteess..wweebbnnooddee..eess Recibido: 9/7/2014
Aprobado: 13/10/2014
FORMACIN PARA UNA PRAXIS EDUCATIVA
EMANCIPADORA DESDE LA GEOHISTORIA Y EL
TRABAJO CREADOR
Al Marcano [*]
Docente en Funcin Supervisora
Colectivo Municipal N 11 San Antonio del Golfo, Municipio Meja.
Estado Sucre, Venezuela
Resumen
La educacin est pensada como un acto humano, por ello el Estado venezolano avanza hacia la
calidad educativa, en este presente donde la contradiccin Imperio-Nacin se agudiza entre
Venezuela Bolivariana y el Imperio Estadounidense. Es imperativo entonces desarrollar
prcticas formativas que contribuyan a la cimentacin de una praxis educativa emancipadora,
abriendo posibilidades de libertad e independencia partiendo del insurgir simbitico educacin-
geohistoria-trabajo creador como claves para transformar y elevar la calidad de la educacin.
Aportar nociones epistmicas formativas que permitan la concienciacin partiendo de las
dinmicas espaciales locales y regionales geohistricas, a travs de una praxis educativa emancipadora-transformadora de la realidad, estructurante de una nacin libre, soberana,
laboriosa e independiente es responsabilidad y reto docente indefectible. En la dialctica
materialista el campo educativo para elevar su calidad encuentra un punto de inflexin al
posibilitar con una educacin formativa la transformacin de la realidad a travs de su
comprensin elevando los niveles de conciencia y capacidad productiva de quien forma y es
formado. En el marco de dicha contradiccin esto es insoslayable para Venezuela, pues la
educacin por su definicin humana e ideolgica debe contribuir a la arquitectura de una patria
bolivariana, socialista: emancipada cultural, poltica y econmicamente a lo nuestro americano. Palabras claves: Simbiosis Educacin-Geohistoria-Trabajo Creador, Formacin,
Transformacin, Praxis Educativa Emancipadora, Calidad Educativa.
Abstract
Education is conceived as a human act, so the Venezuelan State advances to the quality of
education in this present where the Empire-Nation sharpens contradiction between Venezuela
and the Bolivarian American Empire. It is imperative then develops educational practices that
contribute to the foundation of an emancipatory educational praxis, opening up possibilities for
freedom and independence based on the symbiotic insurgir geohistory-education-job creator as
key to transform and improve the quality of education. Provide training epistemic notions for
awareness building on the local and regional geo-historical spatial dynamics, through an
emancipatory-transformative educational praxis of reality, structuring of a free, sovereign, and
independent laborious is unfailing teaching responsibility and challenge. In the materialist
mailto:[email protected] -
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dialectic Education to raise standards is a turning point to allow a formative education
transformation of reality through their understanding by raising levels of awareness and
capacity of those who shape and is formed. As part of this contradiction that is unavoidable for
Venezuela, as education for their human and ideological definition should contribute to the
architecture of a Bolivarian socialist fatherland: cultural, politically and economically to our
American emancipated. Keywords: Symbiosis Education-Job Creator-Geohistory, Training, Transformation,
Emancipatory Praxis Educational, Educational Quality.
los intentos de transformar eficazmente nuestro
mundo en tal o cual
aspecto especfico se
ven expuestos de
inmediato a la aplastante
fuerza de lo existente y
parecen estar
condenados a la
impotencia. Es posible
que quien quiera
transformar slo pueda
hacerlo en la medida en
que convierta esta
misma impotencia, junto
con su propia
impotencia, en un
momento de lo que
piensa y quiz tambin
de lo que hace.
Theodor W. Adorno.
El Estado interviene, por derecho propio en la
organizacin de la
Educacin del pas, y orienta, segn su doctrina poltica
esa educacin.
Prieto Figueroa.
La educacin venezolana histricamente ha sido rubricada en su devenir
pedaggico, terico, acadmico y hasta epistemolgico por patrones forneos
respondiendo a los intereses polticos, culturales y econmicos de las clases
dominantes. Desde la colonia hasta finales del Siglo XX esa fue la tendencia.
Solo en los tiempos del Scrates de Caracas, Simn Rodrguez (Siglo XIX), se
intent con sus postulados e ideas dar una visin original y autnoma a la
educacin; sentenciaba Rodrguez (1975:343): La Amrica espaola es
original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales los
medios de fundar uno y otro. Inventamos o erramos (Revista de Pedagoga.
1992:15).
Hoy en la Venezuela Bolivariana los antecedentes de una educacin que
responda a los lineamientos del ideal clsico de racionalidad en conexin con
el estatus quo del capital (fraguado desde los inicios de la Venezuela
democrtica representativa), contrasta con la realidad histrica nacional
reciente, con sus avances y retrocesos para la transformacin y emancipacin
de los pueblos; encarnando una lucha en el campo epistmico con sus matices
socioeconmicos, ideolgicos y polticos cuyo marco educativo presente es la
Educacin Bolivariana y Robinsoniana. En estos escenarios sin duda renace la
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necesidad del debate, retos y una crtica abierta. Renacen los encuentros y
desencuentros, las diatribas ideolgicas y polticas, las posturas acadmicas
especializadas y subjetividades educativas particulares protagonizan las escenas
epistmicas, econmicas, polticas e ideolgicas de la praxis educativa en su
ejecutoria. Y bien pertinente es que la educacin venezolana sea un espacio de
dilogo y crtica, en la bsqueda de su calidad agitando lo que yace esttico en
tanto entendiendo la crtica como el movimiento de deslegitimacin de lo
dado, con toda la carga de riesgo y posibilidad que ello implica. La crtica
erosiona, desnaturaliza, borra las falsas neutralizaciones, remueve lo
sedimentado (Tllez. 2009:16) [1]
En el tejido de la discusin en el escenario educativo que se debate en este
presente en la espacialidad nacional venezolana (a propsito del devenir de la
calidad de la Educacin Bolivariana, entendida sta como creacin humana
formativa para la emancipacin) consideramos siempre debe existir el espacio
para la crtica y la invencin, que es el espacio para las posibilidades y los retos
por-venir. Sobre este magma de debates y retos abre paso la consulta nacional
por la calidad educativa aperturada democrticamente por el gobierno
bolivariano a travs del Ministerio del Poder Popular para la Educacin.
En este contexto del debate pensamos que la formacin devenida de una praxis
educativa emancipadora es el camino hacia el inventarnos, en singularidad y en
comunin, y esta comunin est en el pueblo, en los barrios, en las aldeas, en
las urbanizaciones, y la llamamos comunidad regional geohistrica o regin
geohistrica; de tal modo que ya los propios presupuestos de la
emancipacin, de la que depende una sociedad libre, vienen determinados por
la falta de libertad de la sociedad (Adorno.1998:117). Y eso ha ocurrido en
nuestros contextos, por cuanto se ha invisibilizado desde la educacin al sujeto
geohistrico latinoamericano, nacional, regional y local, y se ha invisibilizado
nuestra propia tierra, nuestro propio territorio, nuestro propio terruo.
La emancipacin tal como es catalogada por Theodor Adorno, ha de ser
ontolgica, poltica, econmica y socialmente abarcante, entendida como
condicin humana no acabada, dialctica en su dinmica, nunca es acabada en
su finitud por el contrario es posible alcanzar grados de emancipacin en sus
mltiples determinaciones cada vez ms profundos y permanentes, que solo
cobra sentido pleno con la potenciacin de la existencia misma del Ser.
Es pertinente esta digresin territorial: Cuba al igual que las naciones de otros
pases que con sus luchas histricas han desterrado las fuerzas colonizadoras y
neo-colonizadoras del capitalismo, por ejemplo, se podra decir es una Estado
Emancipado que en el fragor de la contradiccin imperio - nacin est siempre
en la bsqueda de grados superlativos de emancipacin. As como tambin en
continuidad histrica en este presente presente durante los ltimos 15 aos a
travs de su Revolucin Bolivariana, Venezuela deja su impronta en la
bsqueda y construccin de originales niveles y estadios de emancipacin. Ha
de ser entonces, s y solo s entendida la emancipacin no como una
categora esttica, sino, dinmica, como algo en formacin y no como algo que
ya es. (Adorno 1998: 124).
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Esta bsqueda de originales niveles y estadios de emancipacin se refleja en
los esfuerzos por construir e implementar un modelo de sistema educativo, el
Sistema Educativo Bolivariano (SEB), respondiendo a las necesidades de una
educacin en y para el trabajo creador, original, contextualizada,
transformadora, de nuevos modos de produccin del saber con la participacin,
el protagonismo y la consulta (ejemplo la Constituyente Educativa iniciada en
1999 o la Consulta sobre la Calidad Educativa en 2014). Un proceso
revolucionario necesita de una revolucin educativa. Formulamos esta
afirmacin, ya que antes de 1999 y durante todo un perodo de debate extendido
hasta el 2014, con una etapa intermedia muy dinmica durante el 2002-2007
(establecimiento de la Educacin Bolivariana) en Venezuela, los modelos
educativos eran calco y copia de experiencias ya fracasadas en otras latitudes.
La Ley Orgnica de Educacin de 1980 y todo el Estado Docente eran reflejo
de una poltica educativa cuya expresin neoliberal la constituy la
tendencia privatizadora y de exclusin (Armado Rojas. 2007:89),
respondiendo a las directrices del Banco Mundial y a la tendencia globalizadora
del capitalismo; esta ley sustentaba e implementaba teoras educativas
descontextualizadas de nuestra realidad, con frmulas curriculares sin
vinculacin alguna con las diferentes regiones, sus pobladores y quehaceres
productivos.
Los planes, proyectos y programas respondan a un gobierno centralista, cuya
representacin educativa era el entonces parcamente denominado Ministerio de
Educacin (ME), de donde se emanaban las directrices (Reformas Educativas)
pensadas desde la capital de la repblica sin mediacin alguna o consulta con
las regiones y su gente, sin pertinencia con su historicidad y economas
tradicionales locales. Su carcter era predominantemente homogeneizador, sin
tomar en cuenta lo regional, mucho menos las singularidades de los contextos
espaciales y de quienes lo habitaban, constituyndose todo esto en caldo de
cultivo para la implantacin de modelos y teoras educativas ajenas a la realidad
y necesidades temporo-espaciales de Venezuela.
Por ello valoramos los esfuerzos por rescatar lo humano y la participacin de
las subjetividades en la contextualizacin del curriculum en lo relativo al SEB,
sin dejar de reconocer sus debilidades y la resistencia que se le impone
limitando su avance y calidad. En estos esfuerzos por una nueva concepcin
educativa y la puesta en escena de su necesaria calidad forjadora de conciencia
histrica y del trabajo creador, se inscribe desde su perspectiva geohistrica,
esta discursiva con la idea de formacin de posibilidades para la emancipacin,
como reto en esta epocalidad
La conciencia histrica de quien forma y es formado con base en la
investigacin de su realidad socioeconmica y poltica desde la simbiosis
educacin geohistoria trabajo creador teniendo como contexto la Regin
Geohistrica, permitira que desde los espacios de educabilidad podamos
posesionarnos del saber como vehculo para la toma y elevacin de la
conciencia crtica, y con ello la posibilidad de accin poltica formativa para la
organizacin y participacin en cada espacio de nuestras realidades para
-
21
transformarla y transformarnos ejerciendo el trabajo como un acto de creacin,
teniendo como punto de apoyo la idea particular que expresamos en Formacin
Para Una Praxis Educativa Emancipadora en imbricacin recproca a las
categoras Geohistoria-Trabajo y todas las nociones que se desprenden o son
intrnsecas a ellas como por ejemplo localidad geohistrica, regin geohistrica,
sujeto geohistrico, enfoque geohistrico [2]
, produccin y reproduccin
geohistrica de la vida material y espiritual.
La formacin en simbiosis Educacin - Geohistoria -Trabajo Creador ha de
contar con todos los elementos constitutivos de una praxis educativa
contextualizada con adecuacin en las regiones geohistricas, donde los
elementos copartcipes caractersticos de toda praxis educativa: Objetivos de la
Educacin, Participantes, los Contenidos Programticos y la Metodologa desde
nuestra mirada, articulados a la accin educativa formativa para la
transformacin, la emancipacin, sern permeados por las categoras
geohistricas y sus formas interpretativas: Tiempo, Espacio, Hombre
(Sincrona, Diacrona, Antropa). Circunscritas e impulsoras de una praxis
creativa de alternativas posibles, impulsoras de una praxis educativa
emancipadora devenida de una educacin inclusiva, desneocolonizada,
valoradora de las tradiciones, de las prcticas productivas originarias, de los
saberes artesanales, cotidianos y ancestrales, social, envolvente e
interdisciplinaria y transversalizada por las dinmicas espaciales locales
geohistricas transcendiendo lo desplegado hasta la actualidad. Educacin que
tal como lo considera Salazar:
No se limita a que todos sepan que tienen acceso sino que se
deber proporcionar los medios y hacer uso de ellos para
hacer efectivo lo dispuesto. Con ello se deja sin lugar a la
demagogia y al populismo. Se trata de un planteamiento que
remite a la igualdad y la equidad, lo que llamaramos
inclusin social. Su carcter es pblico y, de este modo,
social, para proporcionar la educacin a un pueblo que ha
alcanzado su independencia. (2012: 58)
Este argumento de Salazar cobra pertinencia en una educacin para la
emancipacin con originalidad, para y en las regiones geohistricas, la cual
debe ser envolvente en los medios para ser aplicada y abarcante para quienes
integran y conviven en estos espacios, es decir el sujeto geohistrico que con su
trabajo creador satisface sus necesidades.
Esta educacin que forma mediante una praxis emancipadora, como aspecto de
su calidad, debe ser inclusiva, no slo desde la cuantificacin estadstica o
guarismo para satisfacer una demanda censitaria. Su carcter inclusivo rebasa
toda intencin cuantitativa para alcanzar la cualitatividad que ha de romper con
patrones heternomos y en encuentro humano dialctico de alteridad, incluir al
otro que en conjunto somos nosotros relacionados en fraterna armona con el
medio natural que proporciona los recursos para la produccin y reproduccin
de la vida material y espiritual en las regiones geohistricas.
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22
Identificarn entonces a nuestra simbiosis educacin geohistoria trabajo
creador para la formacin educativa emancipadora como claves para la
transformacin y la calidad de la educacin los siguientes elementos
caracterizadores: Localidades y Regiones Geohistricas, Propsitos de la
Educacin, los Sujetos Geohistricos para la Formacin y en Formacin, los
Saberes Programticos, la Metodologa, la Temporalidad, la Espacialidad, las
Subjetividades Geohistricas y el Trabajo Emancipador.
La intencin de una formacin para una praxis educativa emancipadora en
simbiosis educacin - geohistoria - trabajo creador a desarrollarse en y desde
los contextos microlocales, microregionales de las regiones geohistricas lleva
introyectado, como propuesta educativa, estrategias innovadoras que respondan
a las necesidades e intereses formativos del sujeto geohistrico de las diferentes
espacialidades y sus dinmicas espaciales conformantes de las regiones
geohistricas. Los saberes pertinentes en este contexto educativo estarn
trasversalizados por la contextualizacin y experiencialidad vivencial de sus
actores regionales donde su formacin, debe estar en lo fundamental articulada
al ser humano con sentimientos de amor, querencias propias y hacia el otro. De
querencias y encuentros con su entorno bio-espacial e indudablemente con una
visin poltica que sea de nuevo cuo en lo referente a una concepcin de vida
histricamente cimentada en la originalidad, el trabajo fecundo y la libertad; la
cual debe rebasar la colonizacin incubada por sistemas culturales y
econmicos de explotacin, dependencia y sometimiento ajustados a la lgica
capitalista. Un cuestionamiento sera pertinente en el contexto de nuestro
debate: Podemos reinventarnos como venezolanos en trminos educativos y
formativos desde un nuevo orden poltico como lo es el socialismo bolivariano?
El reto primario y necesario es librar creativos combates educativos para la
construccin de una Venezuela no copiada de otras latitudes sino inventada
como cultura y humanidad geohistrica desde lo propio Inventamos o
erramos como ese magno llamado del maestro Simn Rodrguez.
Este accionar de invencin formativa para una praxis educativa emancipadora
ha de tener como horizonte programtico la contextualizacin de los saberes
partiendo de lo microlocal, relacionado en ejercicio envolvente y de
reciprocidad con lo microregional, regional, nacional y mundial donde los
factores econmico productivos, sociales, polticos, antropolgicos, la
ancestralidad y la cotidianidad permeen la formacin para la transformacin de
los espacios geohistricos, partiendo de sus realidades concretas dando as
pertinencia a la perspectiva epistemolgica aqu pretendida, con la mirada hacia
el enfoque geohistrico tal como lo establece la Ley Orgnica de Educacin en
su artculo 15 numeral 3 y a la educacin y el trabajo como procesos
fundamentales para alcanzar los fines del estado delineados en el Artculo N
3 de la CRBV.
La formacin para una praxis educativa emancipadora en simbiosis
educacin - geohistoria - trabajo creador por-venir para dar cuerpo a la calidad
educativa debe constituirse en un proceso epistmico de desarrollo educativo
formativo-concienciador con posibilidad de transformacin, en constante
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redimensionamiento terico-prctico de su deconstruccin y construccin. En
este sentido es importante trasladar la posibilidad de emancipacin a las
relaciones concretas de formacin. (Adorno. 1998:123), respondiendo a la
dinmica temporoespacial de las realidades vitales tanto regionales,
microregionales como microlocales concatenadas a la realidad nacional e
internacional; lo que implica el establecimiento per se en el proceso educativo
de vasos comunicantes con el objetivo, propsitos y los fines (carcter
Teleolgico) de la educacin, con los intereses del discente y un elevado nivel
de conciencia del docente, con los saberes artesanales y ancestrales, los
mtodos y formas de resolver la vida, con la cotidianidad humana geohistrica:
ciudadana y comunal. Vale decir que La teora refleja un clima inherente a la
vida prctica de los sujetos que intervienen socialmente la realidad. (Lrez.
2012:51)
Asumir una teora educativa en simbiosis geohistrica en y
para el trabajo creador, permitira una apertura para que las
prcticas educativas formativas con posibilidad de
transformacin se abran a la multilinealidad de las realidades
temporoespaciales y que los educandos, educadores y
miembros de la comunidad en general narren sus geohistorias
y se vean en los significados aprendidos, en las realidades
continuamente transformadas, emancipadas en sus vivencias
caracterizadas por la integracin y la segmentacin social que
constituyen los aspectos que singularizan su cotidianidad de
vida en su espacialidad geohistrica. La dimensin poltica
educativa geohistrica permitira contribuir a identificar la
trama entre la voluntad del hombre, su naturaleza, su poder,
su ontologa y los rasgos de animalidad racional. Para una vez
formado transformar su realidad para emanciparse y
emancipndose dialcticamente mantener en el tiempo su
independencia conquistada. (Lrez. 2012:106)[3]
El dilogo simbitico entre educacin, geohistoria y el trabajo creador,
declarativo de una intencionalidad formativa como reto para incidir en la
transformacin y calidad de la educacin, partiendo de nuestra propia
experiencia como docente en la Regin Geohistrica Cariacana[4]
y la de sus
actores en cada microlocalidad (La Soledad, El Zamuro, Maturincito, Petare,
Girintal, Campoma, Guacarapo, El Pen, Caigire, Manicuare, Salazar,
entre muchas otras) participantes de una educacin que muy a pesar de los
esfuerzos generados por el presente proceso poltico bolivariano venezolano, no
ha fundado los saberes transformadores necesarios para la emancipacin en su
espacialidad; por tanto menos an ha posibilitado la inclusin sistmicamente
de los saberes cotidianos de vida y para la vida en accin creativa por sus
subjetividades geohistricas ciudadanas.[5]
Este dilogo cobra en el trabajo, en
lo geohistrico y lo formativo musculatura como estrategia de fuerza para
repensar el hecho educativo como reto e instancia tico-poltica, hecho en
donde la dinmica escolar, acadmica, pedaggica y didctica respondan a los
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24
intereses y necesidades de los sujetos en franca dinmica geohistrica; lo que
implica pensar y hacer de la patria una escuela de formacin, una escuela de
formacin frtil en lo poltico y econmico, repensada desnuda al debate y la
confrontacin creativa para fructificar sin manipulacin en la emancipacin e
independencia del Ser. Ya nos dice Simn Rodrguez, la Escuela debe ser
poltica tambin, pero sin pretextos ni disfraces (1975: t. 1, p. 234).
La escuela se implica como espacio de comunidad y la comunidad como
espacio de educabilidad, convencidos de encontrar a travs de su impronta su
reinvencin como seres humanos en libertad material y espiritual; es decir
desde los contextos cotidianos y el modo de vida de los actores de nuestras
realidades geohistricas comunitarias, para apostar a la construccin de nuevos
senderos para la educacin venezolana a travs de una posible formacin para
una praxis educativa emancipadora en simbiosis educacin-geohistoria-trabajo
creador. Estos trazados insurgentes apuntan a que docente-discente-comunidad
de las regiones geohistricas innoven en cuanto a las condiciones tericas,
epistemolgicas y formativas para desarrollar una praxis educativa
transformadora, de emancipacin, de trabajo creador emancipatorio, de
construccin libertaria, de posibilidades de vida con humanidad, de vida en
libertad. En este sentido, si de calidad se trata, recalcamos, es vital trasladar
la posibilidad de emancipacin a las relaciones concretas de formacin.
(Adorno. 1998:123). Esto implica calidad, pero inmersa en un proceso de
transformacin, y no la rgida e instrumental concepcin de calidad proveniente
de los contextos empresariales y que es bandera de la educacin en los pases
capitalistas desarrollados, que slo ven como meta de la educacin la
profesionalizacin, capacitacin y especializacin de mano de obra para el
mercado en su ms expresiva determinacin: oferta y demanda laboral para la
obtencin de ganancias a travs de su explotacin.
El asumir esta premisa implica un compromiso de gran calado y de retos por-
venir en la innovacin, en la deconstruccin, reconstruccin y construccin de
una nueva visin de lo educativo con calidad donde la geohistoria, el enfoque
geohistrico, el trabajo creador, la praxis educativa y la formacin configuren
un clima cultural e ideolgico y poltico para una educacin de nuevos signos
en estos tiempos de retos venezolanos, donde la legitimidad educativa y el
Estado Docente que la sustentan cobren cuerpo prctico dando cuenta de las
trasformaciones que las dinmicas espaciales demandan a travs de las
palabras, voces y haceres de los sujetos geohistricos en formacin y los
sujetos geohistricos para la formacin, a ser reclamadas con su participacin y
el protagonismo ciudadano, con sus conciencias elevadas en armona
subversiva contra los paradigmas educativos impuestos por el ideal clsico de
racionalidad, por la modernidad misma que sustenta un sistema ideolgico a
travs de lo educativo para la sumisin, la dependencia y el trabajo explotador.
La geohistoria en esta relacin simbitica, tal como lo plantea Caraballo
(2014), de manera interdisciplinar, entonces:
... no puede convertirse en una nueva disciplina o ciencia
social moderna, no puede ser una nueva forma de
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representacin de lo social, apoyada en la fuerza de la unidad
paradigmtica, sino convertirse en estrategia autnoma para
pensar la realidad y estrategia para la formacin en manos del
maestro, es decir, instrumento para una accin de poder que
integre pensamiento-pasin y realidad. [6]
En correspondencia el trabajo ser concebido y realizado deslastrado de la
concepcin capitalista centrada en la generacin de plusvala. ste debe asumir,
desde lo local, regional, nacional y nuestro americano su esencia originaria
como hecho social, como accin dignificadora del Ser, como accin de los
pueblos para vivir, como accin creadora forjadora de la condicin humana.
Como hecho social emancipando, catapultando la animalidad irracional a la
humanidad que somos y estamos construyendo hoy.
Hilvanando signos emancipatorios en el hacer, vivir y ser de la fuerza
dicotmica saber - poder en y por el sujeto geohistrico, edificando historicidad
emancipada de su realidad espacial microlocal, microregional, regional. Signos
de relacin nocional entre la geohistoria-educacin-formacin-trabajo y la
significacin de poder revolucionario desde la formacin transformadora a
travs de una praxis educativa emancipadora implcita en esta relacin
epistmica interdisciplinar educacin-geohistoria-trabajo creador. La praxis
educativa con calidad en el campo de las regiones geohistricas es en esencia
una apuesta militante y revolucionaria. Al respecto nos dice Foucault:
No pensis que haya que estar triste para ser un militante, aun
cuando lo que se combata sea abominable. Es la conexin
entre el deseo y la realidad (y no su retirada hacia las formas
de la representacin) lo que posee fuerza revolucionaria.
(Citado por Caraballo, 2014)
Esta educacin en busca de la calidad y de retos por-venir a travs de la
simbiosis educacin geohistoria-trabajo creador amerita de un sujeto
geohistrico en formacin y de un sujeto geohistrico para la formacin
integral, comprometido con la humanidad, con su humanidad, con la necesidad
de Hacer para Saber Vivir y llegar a Ser. Ambos dialogando con una educacin
excitante en la bsqueda de la integralidad del Continuo Humano, tal como
tambin lo plantea Armando Rojas (2007), haciendo para saber vivir y llegar a
ser. A decir de Nicolescu (1996:96), Una educacin viable slo puede ser una
educacin integral del hombre, (). Una educacin que se dirige a la totalidad
abierta del ser humano y no a uno solo de sus componentes.
Consideramos conclusivamente el contenido de esta discursiva es un reto por-
venir que sabremos confrontar sin atajos en nuestro devenir educativo y poltico
revolucionario, de eso estamos esperanzadoramente convencidos. Por ello
apostamos en esta epocalidad al insurgir de una educacin de calidad de nuevo
tipo en tanto es trans-formacin y reto permanente, en una praxis educativa de
calidad de nuevo tipo, en una formacin de calidad sustentada en y para el
trabajo creador; apostamos a la geohistoria y al enfoque geohistrico
permeando dialcticamente las subjetividades y todas las ramas curriculares del
saber. Ya que el hecho educativo amerita de permanente transformacin y
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deliberacin crtica y autocrtica desde el pueblo mismo y su dinmica espacial
comunitaria local y regional transversalizada por la escuela. En tal sentido
seguimos concluyendo con palabras de Paulo Freire (1999:94): Al fin y al
cabo, el espacio pedaggico es un texto para ser constantemente ledo,
interpretado, escrito y reescrito, por tanto de dilogo fructfero.
Para finalizar sentenciamos: no es fortuito que todo sujeto geohistrico para la
formacin y en formacin est felizmente condenado al debate, a la consulta, a
las transformaciones curriculares constantes, a los retos y al pensamiento que
convoque la creacin, la autonoma y la originalidad; pues slo as y con el
compromiso concienciado lograremos inventarnos una Educacin Bolivariana
realmente revolucionaria alternando con la emancipacin del pueblo y con
defender y mantener su independencia alcanzada.
Notas [*]Profesor en Cs. Sociales, Mencin: Historia (1986) UPEL-IPM. TSU en RR.II (1994)
IUTAJS. Especialista en Andragoga (1991) URU. Magister en Educacin, Mencin Enseanza
de la Geohistoria (2011) UPEL-IPM. Participante y Ponente en eventos nacionales e
internacionales relacionados con la educacin. Profesor contratado en UPEL-IMPM
Anzotegui, I.U.T.A.J.S Barcelona-Anzotegui, UDO Cuman, UNESR Extensin Cuman.
Lnea de investigacin: EducacinGeohistoria e Investigacin Geohistrica Regional. En la
actualidad: Docente VI en Funcin Supervisora, Desarrollo Tesis Doctoral en Educacin UPEL-
IPM. [1]Esta consideracin que Tllez formula sobre la crtica ha de ser introyectada con seriedad en
los espacios educativos desde lo ontolgico y poltico, abriendo posibilidades formativas para la transformacin. [2] Para profundizar sobre esta nocin epistmica que adems es parte del Estado Docente
(Formar ciudadanos y ciudadanas a partir del enfoque geohistrico LOE. 2009:18),
sugerimos la lectura del Libro El Enfoque Geohistrico de Ramn Tovar (1986). [3] Las cursivas en esta cita del Dr. Ronald Lrez Romero, tomada del libro titulado Dilemas
en la Construccin de una Teora Educativa, son agregadas por el autor de este artculo con la
finalidad de dar sentido y referencia directa al tema tratado. En ningn momento se pretende
distorsionar o tergiversar la idea original de su autor. [4] La Regin Geohistrica Cariacana es un espacio del estado Sucre conformada por los cinco
municipios que circundan el Golfo de Cariaco: Sucre, Bolvar, Meja, Ribero y Cruz Salmern
Acosta, sta est integrada por regiones, microregiones y microlocalidades determinadas por las dinmicas espaciales generadas en su accionar humano cotidiano de vida de mar y de montaa.
Para mayor referencia al respecto remitimos a nuestro lector al trabajo de tesis de maestra
Cuando la Palabra le da Vida al Golfo de Cariaco. Una Aproximacin Geohistrica (UPEL-
IPM) de nuestra autora en donde proponemos y sustentamos la conformacin de esta regin
geohistrica. [5] Afirmamos: Tal premisa se encuentra presente en toda regin geohistrica declarada,
definida por las caractersticas del sistema educativo venezolano en su devenir en el marco de la
realidad democrtica representativa y la relativamente reciente realidad democrtica
participativa y protagnica. [6] Conferencia dictada por el Dr. Nelson Caraballo. (2014). Geohistoria y Ciudadana. Pensar
en la Educacin Venezolana. En el marco del encuentro pedaggico Pensar la Educacin
Venezolana desde el Enfoque Geohistrico: Lmites y Posibilidades para una Formacin de S. Ateneo Luis Mariano Rivera de Carpano, 20 y 21 de febrero.
Referencias
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Venezolana. En el marco del encuentro pedaggico Pensar la Educacin
Venezolana desde el Enfoque Geohistrico: Lmites y Posibilidades para
una Formacin de S. Conferencia dictada en el Ateneo Luis Mariano
Rivera de Carpano, 20 y 21 de febrero.
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HHuummaannAArrtteess.. RReevviissttaa EElleeccttrrnniiccaa ddee CCiieenncciiaass SSoocciiaalleess yy EEdduuccaacciinn AAoo 33,, NN 66,, eenneerroo jjuunniioo 22001155,, pppp:: 2288--4400
wwwwww..rreevviissttaa--hhuummaannaarrtteess..wweebbnnooddee..eess Recibido: 11/07/2014
Aprobado: 3/9/2014
LA INVESTIGACION Y EL PENSAR
Jess Olivero
Resumen El presente texto plantea la necesidad de replantear los modos de pensar y asumir la
investigacin. Tiene como propsito esencial dos cuestiones puntuales: primero, develar e impugnar las inconveniencias de la habitual lgica que histricamente ha dictaminado un modo
de hacer investigacin fundamentado en criterios de objetividad; segundo, presentar una visin
argumentada de la posibilidad de pensar y asumir la investigacin de otro modo, un modo en el
que no se anule , sino que se le garantice cabida a algo que consideramos debe ser insoslayable
en toda investigacin, el pensar, entendido este como interrogacin profunda y critico reflexiva
del problema-objeto, como interrogacin que hermenuticamente interpreta, pero no para el
mero entendimiento, sino para a partir de all construir una visin propia de quien investiga, en
relacin a lo investigado. La importancia de esta pequea propuesta estriba su envite a
replantear el sentido de la investigacin, a asumir esta desde una intencin que ms que
entender y asimilar, se interese en interrogue para producir visiones, concepciones.
Palabras Claves: investigacin, pensar, conocimiento, fecundidad, subjetividad
Abstract The present text poses the need to reconsider the way to think and to assume the research. It has the essential purpose two detailed issues: first, to unveil and to challenge the incomuniencias of
habitual logic which it has historically stated a way to do research based in criterion of
objectivity. Second, to present a view argues about the possibility of thinking and to assume the
research of other way, a way in which doesnt repress, but in which it guarantees capacity to
something that we consider it should be unavoidable in all research, thinking. Understand it like
question that hermeneutically interprets, but to the mere understanding, but to begin from there,
to build researchers own view in relation to the investigated. The importance of this short
proposal rest on in its invite to restate sense of the investigation, to assume that, from an
intention than more to understand and to assimilate, it interests in interrogating to produce
views and conceptions.
Key Words: research, to think, knowledge, productiveness, subjectivity
Introduccin
Histricamente la investigacin ha estado dictaminada por la racionalidad del
mtodo cientfico, y atravesada por la ilusin de objetividad. Cuestiones que
atentan contra la posibilidad de un pensar libre, autonmico, creativo,
interrogativo. En razn, a ello el escrito que ahora presentamos se concreta a
plantear la necesidad de repensar los modos de asumir la investigacin y
proponer algunos horizontes tericos desde dnde es posible asumrseles. Para
el orden expositivo del mismo, hemos planteado tres ngulos de reflexin:
mailto:[email protected] -
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Investigacin y el cultivo del Pensar, La Investigacin Fundamentada en un
Pensar Fecundador y La Investigacin Fundamentada en un Pensar de Efectos
Cognitivos y Subjetivos. El primero reclama la perentoria necesidad de que la
investigacin le d cabida al arte de pensar. El segundo apuesta a estilos de
investigaciones, que no solo descubran, describan y verifiquen el conocimiento,
sino que en relacin reflexiva con el problema-objeto den cabida a su
fecundidad, un conocimiento fecundo es un conocimiento que marca la otredad
con respecto a lo que se aborda. El tercero planta la propuesta de
investigaciones, cuya discursividad tengan efectos subjetivos de formacin,
tanto en el investigador que las produce, como en los individuos lectores que
tengan la oportunidad de relacionarse intelectualmente con ellas.
Investigacin y Cultivo del Pensar
Relacionado con la investigacin y el desempeo de su prctica, hay un asunto
temtico especfico que, a nuestro modo de ver merece especial atencin y que
constituye la inquietud que llev a que nos planteramos este ngulo de
reflexin. Nos referimos a la necesaria e inexcusable afinidad que,
consideramos, debe existir entre estas dos entidades intelectuales. El investigar
y el pensar conjugan la ms importante y comn fuente de conocimientos,
saberes, pensamientos, subjetividades, incluso modos y/o estilos de vida. Es
fundamental que en el imperioso arte de producir conocimientos se tenga en
consideracin, se asuma y no se soslaye, que es clave y hasta vital para esta
tarea, garantizar que el investigar y el pensar vallan siempre de la mano.
Estamos perfectamente de acuerdo con Pealver, cuando propone apostar en
trminos hpicos a una llave ganadora: investigar y pensar [1]. Es irrefutable la
pertinencia de concebir y asumir la investigacin como nocin y praxis
indisolublemente ligada a la nocin y la prctica del pensar. Creemos que si
esto no se asume de este modo el investigador y su prctica investigativa
dejaran mucho que desear. De tal modo que uno de los desafos fundamentales
de todo investigador serio y comprometido ticamente con el arte que lo ocupa,
es el esfuerzo por garantizar que la investigacin no quede hurfana de
pensamiento. Sin pretender ser deterministas, nos permitimos aseverar que el
cumplimiento o incumplimiento de este desafo, declarara respectivamente la
fecundidad o la infecundidad de cualquier investigacin.
La humanidad necesita cada vez ms de conocimientos pertinentes,
significativos, juiciosos, fecundos, ticos; conocimientos que tengan sentido e
importancia para las prcticas y mundos de vida. Tipo de conocimientos que es
imposible verlo brotar si en las investigaciones que realizamos no le damos
cabida al arte de pensar, al cultivo del pensamiento. Consideramos prudente
apostar a ese tipo de conocimientos porque de qu valdra la constitucin de
un sinfn de conocimientos, si no tienen ninguna significacin ni sentido para
la humanidad? Ello trivializa la investigacin, hace de ella prctica intil e
injustificada que se agota en banalidades. Esto es algo que se puede hacer
extensivo a la escuela misma como centro privilegiado de educacin;
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preguntamos a educadores y a investigadores vale la pena que la escuela se
agote en el abordaje de conocimientos innecesarios para la vida? Qu sentido
tiene que un investigador desperdicie su tiempo en investigaciones
descontextualizadas de las necesidades vitales y de formacin de la humanidad?
De estas interrogantes se desprende una pregunta obligatoria para todos
nosotros qu es lo necesario y que no lo es, qu es lo pertinente y qu no lo es,
qu es lo tico y qu no lo es, qu es lo qu vale y lo qu no vale la pena para el
mundo de vida y para la educacin de los seres humanos? Determinar esto solo
es posible a travs del pensar, porque demanda juicio, percepcin, visin,
concepcin Acaso no es a travs del pensar -de virtudes intelectuales como la
percepcin, la reflexin, la interrogacin, el juicio- que podemos develar la
pertinencia o impertinencia, lo significativo y lo trivial, el sentido y el sin
sentido, la vigencia y el desfase, la fecundidad y la esterilidad de eso que
llamamos conocimiento, saber, pensamiento, subjetividad? A caso no es a
travs del pensar, y solo a travs del pensar, que podemos irrumpir en
emergencias de pensamientos/otros, de sensibilidades/otras, de mundos de
vida/otros? Claro nos referimos a un pensar que no tiene nada que ver con el
pensar positivo, el cual es imposibilititador de lo otro y posibilitador de lo
mismo, sino mas bien a un pensar que interroga, interpreta no solo para
comprender, sino comprender para a partir de all constituir otras horizontes,
otras posibilidades en razn a eso que se piensa.
Desafortunadamente, la prctica investigativa y el pensar no siempre van de la
mano. Ms lamentable todava, son prricas las experiencias en que la
investigacin es acompaada por la generosa caballerosidad del pensamiento.
Incalculable volumen de textos resultantes de innumerables investigaciones,
rebosan bibliotecas y circulan en descomunales proporciones a travs de la red
de internet. Vivimos un momento epocal en el que la explosin y el volumen
de los conocimientos parecieran no tener lmites [2]. E aqu la gran pregunta
del asunto; cunto de esa hipertextualidad, de ese, prcticamente
inconmensurable, volumen -impreso y digital- de conocimientos ha pasado por
la lupa interpeladora y reflexiva del pensar? Consideramos que es esta una
buena pregunta para la reflexin, y tal vez ruidosa para muchos investigadores
de oficio.
El vaco de pensamiento que tradicionalmente y de manera preponderante ha
estigmatizado y estigmatiza an en nuestros das la prctica investigativa, tiene
su razn de ser. Obedece a una concepcin instalada, un modo tipificado de
pensar, entender, conceptualizar y asumir en la praxis el pensar y la
investigacin misma. Lgica, cuya prevalencia se ha impuesto a lo largo de
muchos aos y que, hoy por hoy, muchos centros del saber en el mundo
inclusive los ms prestigiosos y renombrados- son fieles reservorios
conservatistas de ese tipo de racionalidad intelectual, de esa lgica de
representacin cognitiva que en lugar de desarrollar el pensar lo anestesia, lo
imposibilita, le niega su espacio, al entenderlo como voluntad de verdad, como
relacin objetivista con la existencia. Ha sido esta una manera de entender y
asumir la nocin de pensamiento, que ha dado lugar a toda una tradicin que
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deja imaginar que no puede existir conocimiento sin cientificidad, es la lgica
positiva del conocimiento, esa desde la que empecinadamente se ha pretendido
la separacin sujeto-objeto, esa que considera que el objeto se explica.
Es necesario renunciar a ese tipo de racionalidad intelectual, a ese modo de
entender y asumir la produccin de conocimientos. No es lo vetusto de la
misma lo que nos motiva a declarar la necesidad de su abandono, es la lgica
que la rige, esa que en el acto de produccin de conocimientos impone intereses
meramente cognitivos y desvirta toda postura subjetiva referente al campo
problemtico que se aborda. Es conveniente que se apueste a modalidades
intelectuales/otras, desde las que emprender la prctica investigativa implique
cultivo del pensar y concepcin del conocimiento, como modo fecundo y
pertinente de produccin y enunciacin de significados y saberes. Esta
posibilidad implica un desafo interesante sobre el cual queremos enfatizar y
apostar, nos referimos a el reto de repensar la nocin de conocimiento misma y
asumirla de modo distinto a como se ha venido asumiendo desde posturas
intelectuales que han considerado y en muchos casos siguen considerando esta
nocin como la representacin meramente conceptual y objetiva del objeto de
estudio. Esto es fundamental y determinante para la manera de emprender la
prctica investigadora. El modo de entender el significado de la nocin de
conocimiento juega un papel significativo y decisivo en la definicin de las
modalidades y/o racionalidades de investigacin. El conocimiento es producto
de la investigacin y a su vez algo cuyo significado, cuyo modo de
entendrsele, condiciona el sentido de la misma. Si asumimos que
conocimiento es algo objetivo, entonces los modos de investigar asumirn en su
prctica, mecanismos y estilos objetivistas; existira la posibilidad de que la
intencin no ira ms all del mero inters de descubrir y demostrar la
objetividad del conocimiento en torno a tal o cual objeto, por lo menos as lo
establece la normatividad que rige esta racionalidad intelectual. La
investigacin en este caso estara condicionada por la lgica de lo que Foucault,
M. en algunos de sus escritos, ha denominado voluntad de verdad.
Ahora, si entendemos el conocimiento como algo que se concibe, como algo
que tiene una natalidad, que es fecundado, constituido reflexivamente por quien
investiga. Como lo que brota de la insoslayable relacin reflexivo-interpeladora
con el campo-objeto que se aborda, entonces la intencin de la investigacin,
su estilo y manera de abordaje de los objetos y enunciacin de los s