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Año 3 No. 145 Semana del 13 al 19 de noviembre de 2011 De Polonia al Cielo, después de atravesar el mundo como Papa misionero; de las can- teras donde Carol Wojtyla picó piedras, mientras se preparaba clandestinamente para ser sacerdote; pasando por los incontables altares del orbe, donde presidió eucaristías para millares de personas en tantos países, hasta el gozo sin fin de la mi- sericordia del Padre Dios en el Cielo, Juan Pablo II hizo Amigos virtuales ¿amigos de verdad? Hay quien colecciona amigos. Amigos de toda clase. Pero, en nuestros días, ocurre con la amistad algo desconcertante. Con todos los avances en materia de las comunicaciones, en esta nuestra era digital, la era del internet, la amistad se ha desvir- tuado (virtualizado). Pienso en las redes sociales, llámense como se llamen. En estas redes, uno abre su cuenta, y puede dar de alta a cualquiera como “amigo”, y existen personas que llegan a acumular cientos o miles. Con ellos comparten fotos, videos, charlan (chatean). Pero en muchos casos no se conocen personalmente; y si se conocen, casi nunca coinciden por la vida. Son amigos virtuales, aunque tengan existencia personal, física, real. El semanario Alfa y Omega, del Arzobispado de Madrid Recomienda libro El amor, la muerte y el tiempo, Meditaciones en torno a la literatura y la fe, del Presbítero Potosino, Juan Jesús Priego Julien Green, Leon Tolstoi, Imre Kertész, Fannery O’Connor, Nadine Gordimer, Stefan Zweig, Isak Dinesen, y así muchos nombres más, y junto a esos nombres, sus obras, forman, en este libro, un mosaico de expe- riencia que remiten a realidades que son sustantivas de lo humano y de la presencia de Dios en la Historia. Útil para ayudarnos a leer entendiendo, y a entender lo leído. Un libro que nace de una experiencia pedagógica y que permite un diálogo fecundo con la vida.De reciente Publicación, editado por Editorial Ciudadela, este libro forma parte de la colección El Buey Mudo. Para saber más: www.elbueymudo.es un camino largo, de 86 años, prolífico de hijos espirituales. Fue uno de los Sucesores de Pedro Papa, por eso es difícil identificarse con él desde esta condición. Pero Papa, no quiere decir otra cosa que “papá”, por eso entiendo que son muchos los que pueden reconocerse en este hombre que luchó por su sueño po- niendo el cuerpo y el alma en el trabajo esencial de construir y sostener una fa- milia. En este caso se trata del sueño de la fe y la familia es la Iglesia. No digo que des- de el inicio Karol haya pensa- do en una familia tan grande como toda la Iglesia, pero el cuerpo, el alma, el corazón, la cabeza, las manos, fe- cundados de la fe en Jesús, le alcanzaron heroicamente para cargar la vida de la Iglesia de Cristo durante los últimos 27 años de su vida. Frente a este “padre”, en- tiendo que cabe la pregunta: En nuestro modo de llevar, de vivir la “paternidad” ¿pode- mos reconocernos real- mente en él? Cada uno tiene ya su imagen del hombre coherente que gobernó la Iglesia, del sacerdote, del pastor, del padre. Pero sí quiero hacerme y te hago la Carol Wojtyla, un hombre que luchó por su sueño pregunta ¿Cómo nos esta- mos haciendo cargo de la paternidad que nos toca?; ¿Cuál es hoy mi fruto, el tuyo, de la paternidad? Y en esto podemos con- frontarnos todos, casados y no casados, porque cuando hablo de la paternidad no es ciertamente aquella biológi- ca. Más corto o más largo el recorrido, ¿mi camino termi- na en el cielo, con el gozo de una paternidad plena? Padre de muchísimos, él continúa trabajando por sus hijos e hijas desde el cielo. Beato Juan Pablo II, ruega por nosotros. LA INVESTIGACIÓN EN TIEMPOS DE INTERNET Será útil, repasar la historia de cuatro descubrimientos o «inventiones» ocu- rridas en la Biblioteca Vaticana en los últimos años... 15 pág. 16

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Page 1: Edición 145

Año 3 No. 145 Semana del 13 al 19 de noviembre de 2011

De Polonia al Cielo, después de atravesar el mundo como Papa misionero; de las can-teras donde Carol Wojtyla picó piedras, mientras se preparaba clandestinamente para ser sacerdote; pasando por los incontables altares del orbe, donde presidió eucaristías para millares de personas en tantos países, hasta el gozo sin fin de la mi-sericordia del Padre Dios en el Cielo, Juan Pablo II hizo

Amigos virtuales¿amigos de verdad?

Hay quien colecciona amigos. Amigos de toda clase. Pero, en nuestros días, ocurre con la amistad algo desconcertante. Con todos los avances en materia

de las comunicaciones, en esta nuestra era digital, la era del internet, la amistad se ha desvir-tuado (virtualizado). Pienso en las redes sociales, llámense como se llamen. En estas redes, uno abre su cuenta, y puede dar de alta a cualquiera como “amigo”, y existen personas que

llegan a acumular cientos o miles. Con ellos comparten fotos, videos, charlan (chatean). Pero en muchos casos no se conocen personalmente; y si se conocen, casi nunca coinciden por

la vida. Son amigos virtuales, aunque tengan existencia personal, física, real.

El semanario Alfa y Omega, del Arzobispado de MadridRecomienda libro El amor, la muerte y el tiempo, Meditaciones en torno a la literatura y la fe, del Presbítero Potosino, Juan Jesús PriegoJulien Green, Leon Tolstoi, Imre Kertész, Fannery O’Connor, Nadine Gordimer, Stefan Zweig, Isak Dinesen, y así muchos nombres más, y junto a esos nombres, sus obras, forman, en este libro, un mosaico de expe-riencia que remiten a realidades que son sustantivas de lo humano y de la presencia de Dios en la Historia. Útil para ayudarnos a leer entendiendo, y a entender lo leído. Un libro que nace de una experiencia pedagógica y que permite un diálogo fecundo con la vida.De reciente Publicación, editado por Editorial Ciudadela, este libro forma parte de la colección El Buey Mudo.

Para saber más: www.elbueymudo.es

un camino largo, de 86 años, prolífico de hijos espirituales.Fue uno de los Sucesores de Pedro Papa, por eso es difícil identificarse con él desde esta condición. Pero Papa, no quiere decir otra cosa que “papá”, por eso entiendo que son muchos los que pueden reconocerse en este hombre que luchó por su sueño po-niendo el cuerpo y el alma en el trabajo esencial de construir y sostener una fa-milia. En este caso se trata del sueño de la fe y la familia es la Iglesia. No digo que des-de el inicio Karol haya pensa-do en una familia tan grande

como toda la Iglesia, pero el cuerpo, el alma, el corazón, la cabeza, las manos, fe-cundados de la fe en Jesús, le alcanzaron heroicamente para cargar la vida de la Iglesia de Cristo durante los últimos 27 años de su vida. Frente a este “padre”, en-tiendo que cabe la pregunta: En nuestro modo de llevar, de vivir la “paternidad” ¿pode-mos reconocernos real-mente en él? Cada uno tiene ya su imagen del hombre coherente que gobernó la Iglesia, del sacerdote, del pastor, del padre. Pero sí quiero hacerme y te hago la

Carol Wojtyla, un hombre que luchó por su sueño

pregunta ¿Cómo nos esta-mos haciendo cargo de la paternidad que nos toca?; ¿Cuál es hoy mi fruto, el tuyo, de la paternidad?Y en esto podemos con-frontarnos todos, casados y no casados, porque cuando hablo de la paternidad no es ciertamente aquella biológi-ca. Más corto o más largo el recorrido, ¿mi camino termi-na en el cielo, con el gozo de una paternidad plena?Padre de muchísimos, él continúa trabajando por sus hijos e hijas desde el cielo. Beato Juan Pablo II, ruega por nosotros.

LA INVESTIGACIÓN EN TIEMPOS DE INTERNETSerá útil, repasar la historia de cuatro descubrimientos o «inventiones» ocu-rridas en la Biblioteca Vaticana en los últimos años...

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Editorial

Q ueridos hermanos y hermanas:

Por Pacco Magaña

En el seno de la religión pagana de la antigua Grecia se produce una evolución muy significa-tiva: las oraciones, aunque siguen invocando la ayuda divina para obtener el favor celestial en todas las circunstancias de la vida diaria y para conseguir beneficios materiales, se orientan progresivamente hacia peticiones más desin-teresadas, que permiten al hombre creyente profundizar su relación con Dios y ser mejor. Por ejemplo, el gran filósofo Platón refiere una oración de su maestro, Sócrates, considerado con razón uno de los fundadores del pensa-miento occidental. Sócrates rezaba así: «Haz que yo sea bello por dentro; que yo considere rico a quien es sabio y que sólo posea el dine-ro que puede tomar y llevar el sabio. No pido más» (Opere I. Fedro 279c, trad. it. P. Pucci, Bari 1966). Quisiera ser sobre todo bello por dentro y sabio, y no rico de dinero.

En las excelsas obras maestras de la literatura de todos los tiempos que son las tragedias grie-gas, todavía hoy, después de veinticinco siglos, leídas, meditadas y representadas, se encuen-tran oraciones que expresan el deseo de co-nocer a Dios y de adorar su majestad. Una de ellas reza así: «Oh Zeus, soporte de la tierra y que sobre la tierra tienes tu asiento, ser inescru-table, quienquiera que tú seas —ya necesidad de la naturaleza o mente de los hombres—, a ti dirijo mis súplicas. Pues conduces todo lo mor-tal conforme a la justicia por caminos silencio-sos» (Eurípides, Las Troyanas, 884-886, trad. it. G. Mancini, en Preghiere dell’umanità, op. cit., p. 54). Dios permanece un poco oculto, y aún así el hombre conoce a este Dios desconocido y reza a aquel que guía los caminos de la tierra.

También entre los romanos, que constituyeron el gran imperio en el que nació y se difundió en gran parte el cristianismo en sus orígenes, la oración, aun asociada a una concepción utilita-rista y fundamentalmente vinculada a la petición de protección divina sobre la vida de la comuni-dad civil, se abre a veces a invocaciones admi-rables por el fervor de la piedad personal, que se transforma en alabanza y acción de gracias. Lo atestigua un autor del África romana del siglo II después de Cristo, Apuleyo. En sus escritos manifiesta la insatisfacción de los contemporá-neos respecto a la religión tradicional y el deseo de una relación más auténtica con Dios. En su

El Reinado de Dios

El hombre en oración

En el Evangelio de este domingo leemos la parábola de los talentos que habla acerca del Reino de los Cielos o lo que es lo mismo Reino de Dios. Nos dice san

Marcos que Jesús proclamaba al inicio de su ministerio: «Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a pro-clamar el Evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo, el Reino de Dios está cerca, arrepiéntanse y crean en la Bue-na Noticia» (1,14-15; Mt 4,23). San Marcos y san Mateo de-finen el anuncio de Jesús como Evangelio, una buena noticia. Los emperadores romanos llegaban también a las provincias conquistadas anunciando un evangelio, “la buena noticia del Cesar”, noticia que era muerte, destrucción, sometimiento, esclavitud, pobreza. El Evangelio de Jesús es diferente, es la excelente noticia de que Dios reina, de que Dios es sobera-no, de que Dios existe y está más cerca de los que sufren. El Reino del Padre ya está en medio de su pueblo. Jesús procla-ma dos imperativos, da dos órdenes respecto a quienes es-cuchan su Evangelio: Arrepentirse y creer. Según el contexto arrepentirse sería volverse a Dios, pero más adecua-do sería “entrar en el dinamismo de su Evangelio, de su Reinado”. Creer sería aceptar sin titubear el contenido de la Buena Nueva.

Pero, ¿qué es el Reino de Dios? ¿Cómo se ha interpretado en la historia de la Iglesia la palabra “Reino”? Basados en la interpretación que los Santos Padres han hecho de esta palabra clave podemos decir tres cosas: En primer lugar dice Orígenes, que el Reino de Dios es Jesús mismo. Él lo llama el autobasileia (autoreinado), es decir, como el reino en persona, no es un espacio de dominio como los reinos te-rrenales, sino que es Jesús mismo. Una segunda dimensión interpretativa sería como más mística; esta considera que el Reino de Dios se encuentra esencialmente en el interior del hombre. La idea es clara, el Reino de Dios no se encuentra en ningún mapa; no es un reino como los de este mundo, su lugar está en el interior de todo hombre y mujer. Allí crece y desde allí actúa. La tercera dimensión sería de carácter más eclesial y más histórica; el Reino de Dios y la Iglesia se rela-cionan entre sí de diversas maneras y establecen entre ellos una mayor o menor identificación. La Iglesia se convierte en la constructora del proyecto de Jesús en la historia.

Estas tres dimensiones las encontramos en los Evangelios. San Juan no utiliza la palabra reino, que es central en los sinópticos. ¿Por qué? Porque para san Juan Jesús es el Reino vivo, presente. Para san Juan el Reino de Dios camina, se mueve, crece en medio de la comunidad cristiana. Pre-senta la soberanía presente de Jesús, del Padre y del Es-píritu Santo. En los sinópticos el Reinado de Dios se clarifica con las parábolas del reino, como la semilla de mostaza, la levadura en la masa de harina (Mt 13,31-33), donde el reina-do de Dios empieza como algo insignificante, y poco a poco se da a conocer. Crece sin que nos demos cuenta. Empieza como desde lo interior y va creciendo. Aquí podemos decir que el reinado de Dios puede empezar en el hombre y la mu-jer; luego esto lo vemos reflejado en la Iglesia.

De manera que el Reino de Dios y su reinado no es una cosa sino una Persona, o más bien, una comunidad de Personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Iglesia como depositaria de la Semilla Divina, el Evangelio, debe de vivir y proclamar con valentía y regocijo los grandes valores de ese reinado de Dios, porque como cantan las Comunidades Eclesiales de Base, la Iglesia es semilla del Reino.

obra maestra, titulada Las metamorfosis, un creyente se dirige a una divinidad femenina con estas palabras: «Tú sí eres santa; tú eres en todo tiempo salvadora de la especie hu-mana; tú, en tu generosidad, prestas siempre ayuda a los mortales; tú ofreces a los mi-serables en dificultades el dulce afecto que puede tener una madre. Ni día, ni noche, ni instante alguno, por breve que sea, pasa sin que tú lo colmes de tus beneficios» (Apuleyo de Madaura, Metamorfosis IX, 25, trad. it. C. Annaratone, en Preghiere dell’umanità, op. cit., p. 79).

En ese mismo tiempo, el emperador Marco Aurelio —que también era filósofo pensador de la condición humana— afirma la nece-sidad de rezar para entablar una coope-ración provechosa entre acción divina y ac-ción humana. En su obra Recuerdos escribe: «¿Quién te ha dicho que los dioses no nos ayudan incluso en lo que depende de no-sotros? Comienza, por tanto, a rezarles y verás» (Dictionnaire de spiritualitè XII/2, col. 2213). Este consejo del emperador filósofo fue puesto en práctica efectivamente por innumerables generaciones de hombres an-tes de Cristo, demostrando así que la vida humana sin la oración, que abre nuestra existencia al misterio de Dios, queda privada de sentido y de referencia. De hecho, en toda oración se expresa siempre la verdad de la criatura humana, que por una parte experi-menta debilidad e indigencia, y por eso pide ayuda al cielo, y por otra está dotada de ex-traordinaria dignidad, porque, preparándose a acoger la Revelación divina, se descubre capaz de entrar en comunión con Dios.

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

NOVIEMBRE 13 DE 2011

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Apreciados lectores y lectoras:

DOS JÓVENES me visitaron para pedir mi apoyo a una campaña por la paz en México. Me sorprendió gratamente el entusiasmo que ponían al exponerme su proyecto. Seguí con interés su exposición. Tenían claridad de ideas, se sabían expresar y manifestaban con-vicción. Siempre me impresionan los jóvenes que están seriamente comprometidos en los grupos de pastoral juvenil.

Con alguna frecuencia, los adultos etiqueta-mos a los jóvenes de inmaduros, irrespon-sables, inestables, rebeldes, etc. Pocas veces vemos el lado positivo y valioso de la juventud. Como otras veces he dicho en este lugar, los adultos no entendemos a los jóvenes porque los juzgamos con criterios de nuestro pasado y ellos pertenecen al futuro. Nos desconcierta su audacia, su desbordada creatividad, y su dinamismo nos abruma. Es difícil darles segui-miento. Ellos viven de prisa. Lo que hoy está de moda, en sus gustos y expresiones, ma-ñana ya es obsoleto. Eso es lo propio de ellos. No son calculadores como los adultos. Imagi-nan, sueñan, proyectan y realizan…

La campaña juvenil se titula “REZA POR MÉXICO. La oración puede más que la vio-lencia”. Esta iniciativa nació de un grupo de jóvenes universitarios católicos comprometi-dos con México y con la Iglesia; jóvenes in-quietos y seriamente preocupados por la si-tuación actual del país. Ellos lo expresan así, con un lenguaje muy juvenil, libre y audaz: “La sociedad requiere un cambio, pero éste no debe ser por medio de la violencia. Como jóvenes católicos, queremos cambiar nuestra situación actual por medio de una intensa vida y campaña de oración y de una fuerte corriente de acción social. ¡Queremos cambiar a México! No vamos a quedarnos sentados esperando a que alguien más lo haga. La responsabilidad también cae en nosotros. Necesitamos actuar y vamos a cambiar el país. Nuestra arma es la oración y vamos a usarla cuantas veces sea necesario para tener nuestra tan anhelada paz. Como jóvenes, queremos unir al país por me-dio de la oración para vivir en el México que queremos: más honesto, con más fe y donde reine la paz”.

¿No les parece sorprendente que estos jóvenes pongan en la oración la base funda-mental para combatir el mal de la violencia y cambiar el rostro de México? En un mundo que se ha alejado de Dios, ¿no es asombrosa esta propuesta? A mí me entusiasma su fe juvenil en el poder de la oración. ¿Quién puede decir que esta campaña está fuera de su alcance? No faltará quien los considere ingenuos. A

ellos no les importa. Tienen su convicción y la expresan con fortaleza y esperanza. Otras per-sonas e instituciones podrán tener otros me-dios humanamente poderosos. Que los pon-gan en práctica. Todo suma para la paz.

Esta campaña es de los jóvenes para llegar a todos los jóvenes. Pretende conquistar los corazones de la juventud potosina, y lanzar un potente grito juvenil de paz por medio de la oración que despierte las conciencias ador-mecidas, que atraviese las nubes y llegue has-ta el corazón del Dios de la paz. Esta campaña pretende encender corazones jóvenes, y que éstos se encarguen de llevar la llama de la oración por la paz a toda la gente.

¿Qué tipo de oración proponen? Una bella y sencilla oración: tres Ave Marías. Una por la seguridad, otra por el fin de la corrupción y la tercera por la paz. En donde expongan su proyecto, ahí mismo invitarán a la gente a que rece con ellos, y que, después, lo hagan en las casas y familias.

Saben estos jóvenes que junto a la oración hay que desarrollar acciones sociales concre-tas que modifiquen y mejoren los comporta-mientos de los mexicanos para crear un clima propicio para la paz. Entre otras muchas ac-ciones, sugieren la cadena de favores, es decir, que en cada familia y fuera de ella se dé el intercambio de pequeños favores que cambien el modo de actuar egoísta e insen-sible; sugieren la limpieza, aseo y higiene de las comunidades y de las ciudades; piden decir no a la corrupción que es un proceso de pequeñas malas y tramposas obras; in-sisten en realizar labor social en escuelas, asilos y hospitales, llevando a esos lugares y ambientes la belleza del amor y de la sonrisa de los jóvenes. Esta campaña terminará con una marcha vigilia juvenil, cargada de alegría, de canto y de paz, hacia la Catedral, en donde se tendrá una Eucaristía por la paz y la seguri-dad pública en México.

¿Tendrá éxito la campaña REZA POR MÉXI-CO? Depende de que todos nosotros entre-mos en ella y la secundemos en nuestras fa-milias y grupos sociales y apostólicos. Esta campaña viene a fortalecer la que lanzó, des-de hace varios meses, la Comisión Diocesana de Pastoral Social.

“Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”.

+Luis, Arzobispo de S. Luis P.

NOVIEMBRE 13 DE 2011

Adolescentes y jóvenes

Las personas de 12 a 25 años de edad re-presentan la mayor parte de la población de América Latina y el Caribe. La Iglesia se pro-pone impulsar decididamente la pastoral de adolescentes y jóvenes para ayudarles a per-severar y crecer en la fe. Merecen los mejores esfuerzos de la Iglesia. Ellos y ellas no le temen al sacrificio, son capaces de entregar la vida por causas nobles y sufren mucho cuando no le encuentran sentido a sus vidas.

Las crisis familiares les afectan mucho, produ-cen en ellos profundas heridas, carencias afec-tivas y conflictos emocionales. También la baja calidad de la educación en muchos de nuestros países les perjudica al cerrarles oportunidades de vida digna.

Ante esta situación la Iglesia se propone varias líneas de acción pastoral:• Renovar la Opción preferencial por los jóvenes y adolescentes, favoreciendo que se encuentren con Jesucristo vivo, que los llama a seguirlo en su Iglesia. Este encuentro es in-dispensable para formar su personalidad y orientar su vocación hacia el matrimonio, la vida sacerdotal o religiosa.• Privilegiar procesos de formación en la fe mediante la oración, la reflexión de la Palabra de Dios y una catequesis atractiva y adecuada a sus circunstancias.• Formarlos en la Doctrina Social de la igle-sia, especialmente en la opción preferencial por los pobres, para que asuman el compromiso de cambiar las actuales estructuras sociales.• Ofrecerles capacitación para el trabajo y pro-mover trabajos conjuntos con los adultos y favorecer la participación en encuentros y jor-nadas juveniles diocesanas, nacionales y mun-diales.

Los adultos mayoresEn cuanto que son transmisores de la expe-riencia y sabiduría de sus vidas, son el futuro de la sociedad. Las familias y la sociedad en-tera estamos llamados a brindarles nuestra gratitud y respeto, aprendiendo de ellos y ellas. Ellos gastaron su vida por el bien de su familia y de su comunidad, ahora nos toca reconocerles con gratitud y acompañarlos en sus dolencias, en su soledad y la disminución de sus capaci-dades físicas. La Iglesia se compromete a brin-dar atención humana integral a los adultos ma-yores que no cuentan con la protección de sus familiares. Es necesario renovar las estructuras y capacitar a más agentes de pastoral para cumplir fielmente con este servicio de amor.

NOTA: Podemos ampliar estas motivaciones leyendo los párrafos 442-450 del Documento de Aparecida.

JESUCRISTO, VIDA NUEVA PARA TODOS

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Nuestra historia

Nació en Salinas, SLP, el 6 de enero de 1917, a penas habían transcu-

rrido 16 días de su nacimiento cuando fue bautizado en su parroquia, hoy Santuario de Nuestro Padre Jesús. Realizó sus estudios primarios en su tierra natal, pasando a realizar sus estudios en el Seminario Conciliar de San Luis Potosí, a partir del 19 de noviembre de 1930, sólo un año estudió en el Seminario Pontificio de Montezuma en Nuevo México, USA.

Eran tiempos difíciles los de la persecución cristera y así mis-mo, el período posrevolucionario los que lo acrisolaron durante toda su formación sacerdotal al joven Juan Antonio. Fue orde-nado Sacerdote por el Excmo. Sr. Arzobispo de Monterrey D. Guillermo Tritschler y Córdova en Saltillo, Coah., el 16 de noviembre de 1941.

Los primeros destinos del neosacerdote fueron: Vicario Coo-perador de Tierranueva, Vicario Cooperador en Rioverde el 2 de junio de 1942, después pasó a ser Vicario Cooperador en Santa María del Río desde el 14 de mayo de 1943. Nuevamente fue llamado a trabajar en la Parroquia de Rioverde. El 15 de enero de 1948 fue nombrado Cura Interino de Rayón, SLP, Después pasó a ser Cura Interino de Carbonera, hoy Villa Juárez, SLP, donde tuvo un especial cuidado en la evangelización de esta región: con obras de teatro y cursos bíblicos con Mons. Gui-llermo Dip y equipo misional. Aquí celebró sus 25° Aniversa-rio Sacerdotal y la llegada de la luz eléctrica con la que pudo continuar con mayor entusiasmo sus veladas culturales. Pasó escasos meses después de Párroco de San José Alburquerque, desde el 10 de mayo de 1966 fue nombrado Párroco de Villa de Reyes. Así mismo, Párroco de Charcas el 24 de noviembre de 1968. En el peregrinar de estas parroquias a pie, a caballo y en vehículo recorrió su territorio confiado con el amor y el celo de un verdadero pastor.

Recibió el nombramiento de Capellán del Templo de San José, hoy Santuario desde 1969 y durante 31 años realizó una im-portantísima labor pastoral y la obra material que le permitió mantener la solidez de dicho Templo: la torre presentaba un grave riesgo estructural al dañarse por el flujo vehicular que se tiene en la Avenida Universidad, decoró en sus inicios todo el Templo. En 1985 promovió la erección en Santuario de San José fomentando la devoción con los siete domingos, invi-tando grandes predicadores: Montejano, Dip y varios obispos. Dio particular impulso, con el apoyo de los ferrocarrileros y co-merciantes la devoción al Señor de los Trabajos, imagen que se venera en dicho Santuario.

No juzgues lo que no has vivido

Sr. Pbro. Juan Antonio Benítez García

Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz (primera parte)

No podemos evitar el hacer juicios. La actividad del pensamiento, se hace a base de los mismos.

La crítica es inevitable. Dicho de otra manera, el que piensa, lo hace for-

mulando juicios. Cuando llegamos a un lugar, lo primero que hacemos es pensar si es grande, pequeño, agra-dable, etc. Y eso es hacer un juicio. Cuando conozco a una

persona, algo pienso de ella, y lo hago por medio de juicios. Pero

lo que cuenta, es la calidad y la inten-ción con que hacemos la crítica.

Todo esto pone de manifiesto, que no podemos dejar de hacer juicios; evitarlo, es dejar de pensar. Y el hombre, cuando lucha por vivir, requiere del pensamiento. Aunque existen diferentes tipos de juicios. Hay los que acostumbran hacer juicios “a priori”. Éste tipo de juicios, se dan al hacer crítica, de lo que aún no se ha ex-perimentado; es hacer un juicio, de lo que no se ha vivido. Y quien hace este tipo de juicios, se equivoca con frecuencia, y termina siendo injusto. Los juicios “a priori”, son una crítica infundada. Porque se hacen, partiendo de un modo muy personal de pensar. Son juicios que se fundan en la lógica, y la vida tiene mucho de ilógico. Es crítica basada en conceptos, y no en vivencias. Y la vida real no se reduce a una teoría científica o racional. La existencia es mucho más que un concepto. Los hombres, podríamos evitar mucha frustración y sufrimiento inútil, y evitarlo a los demás, sino fuéramos tan precipitados al enjuiciar; si moderáramos esa ten-dencia, en querer determinar, lo que sucederá con nuestra vida o la de los demás. Solo la naturaleza esta determinada por sus leyes. En la vida humana no hay de-terminismos, en ella todo es posible, aún lo más absurdo. El hombre podría ser más generoso con su prójimo, sino fuera tan precipitado en juzgar al otro; si evitara juzgar, aquello que no le ha tocado vivir. De aquello que no forma parte de nuestra experiencia, es preferible callar; porque podemos condenar al inocente. Para emitir un juicio noble, hay que vivir lo que se juzga; de lo contrario, nuestros juicios serán injustos y hasta inhumanos. Pero en cuanto a la moral, hay que de-jarle a Dios el juicio. Solo él juzga rectamente, y con misericordia.

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Tal vez el título de este artículo sea un poco extraño, sin embargo es cierto. He escuchado tantos errores de la gente que se los atribuye a la Iglesia, y la Iglesia “ni en cuenta”. Por eso aquí

dejaré algunas cosas que alguna gente dice de lo que dice la Iglesia y la Iglesia no dice lo que dicen que dice… (Parece trabalenguas ¿ver-dad?). Bueno aquí comienzo:

Doña Angustias dice que no puede comulgar porque tiene un hijo en unión libre y viviendo con ella, y dice que así lo dice la Iglesia. Res-puesta: Doña Angustias, ya no le haga honor a su nombre y acérquese a comulgar, la Iglesia no dice eso, tal vez lo dijo alguna comadre despistada o algún padrecito de los que no estudia. Cada uno va a responder por sus pecados.

Don Cornelio dice, “que la Iglesia dice” que si puede ser padrino de bautismo aunque viva en unión libre, con tal que no vaya de madrina la pareja con quien vive. Perdone usted, don Cornelio, el requisito que sí pone la Iglesia es que los padrinos sean testimonio de fe ante el ahijado. El padrino o madrina de bautismo no es un adorno, porque si fueran sólo adorno de la celebración, pues mejor vayan a contratar a alguien de buen ver en una agencia de edecanes y modelos. Y usted en unión libre ¿Cómo va a dar testimonio de fe?

Doña Elsa Nitario, dice que el Padre le dio permiso de confesarse y comulgar, aunque viva en unión libre, solamente porque su hijo iba a hacer la primera comunión, y para que lo acompañe, y como lo dijo el padre, pues así lo acepta la Iglesia. Discúlpeme doña Elsa, el sacra-mento de la Confesión va unido íntimamente al de la Comunión, y por un “permiso” de un sacerdote no se puede cambiar toda la doctrina de la Iglesia. Ahora bien, el sacerdote es parte de la Iglesia, pero no es la Iglesia en pleno. Hay principios, normas, mandamientos, derecho canónico etc., que tenemos que seguir.

“La Iglesia dice que aunque estoy en unión libre, puedo acercarme a la confesión, pero no a la comunión, o al revés, que puedo acercarme a comulgar aunque no participe de la Confesión”. A usted Don Emo Roides, le doy la misma respuesta que a doña Elsa Nitario, pues eso tampoco dice la Iglesia.

Ya se me acabó el es-pacio de este artículo, sólo quiero que los lectores del presente, distingan en realidad, cuando dice la Iglesia una cosa, y cuando es fruto de tradiciones de antaño, ignorancia sa-cerdotal, o los chismes de Doña Soila Cerda, que es la más chismosa de la colonia.

Dice que dice la Iglesia

lo que no dicePor P. Kino

05

Queridos lectores:

Por el acontecimiento de las pasa-das ordenaciones, un amigo sa-cerdote me pidió que expusiera un tema, donde explique la diferencia entre los votos que hacen los reli-giosos, y las promesas que hacen los sacerdotes en el momento de su consagración.

Empecemos a definir lo que es un voto. Según el diccionario, “Voto, proviene de la palabra latina votum, que significa promesa que hace uno a Dios de ejecutar una cosa o abstenerse de ella. Votos monásti-cos, los tres votos de pobreza, casti-dad y obediencia, que se pronuncian al tomar el hábito religioso”.

Según el canon 1191 §1, “El voto, es decir, la promesa deliberada y li-bre hecha a Dios de un bien posible y mejor, debe cumplirse por la virtud de la religión”.

Legalmente hablando, tienen que cumplirse ciertos requisitos para que valgan los votos. Primero, el sujeto que emite los votos tiene que ser ca-paz, es decir que pueda hacer una deliberación clara y precisa de lo que quiere, sobre algo bueno, en este caso consagrarse a Dios.

Segundo, que se trate realmente de una promesa y no mero propósito o deseo, lo que implica en el religioso la intención de obligarse.

Diferencia entre votos religiosos y orden sacerdotal

Tercero, que la promesa se haga a Dios como Supremo Señor, se constituya en verdad un acto de re-ligión, es decir un ligamento o unión entre Dios y el consagrado.

Si hay vicios en el voto, no valen y se pueden anular, por ejemplo: que el sujeto no tenga la capacidad ju-rídica o el uso de razón para emitir un voto, un niño, un enfermo con capacidad diferente, un demente, etc. Que haya dolo, ignorancia, error, violencia, miedo grave. Hay quienes engañan al superior para obtener el voto a toda costa; se hacen pasar como personas idóneas en su vida y en su formación y resulta que no son aptos para la vida consagrada; o incluso de parte del superior que exige que el religioso se consagre aún en contra de su voluntad. O también hay quienes se sienten obligados a consagrarse porque en su casa quieren que haya un religio-so y no los pueden defraudar.

Todos estos vicios del consentimien-to, impiden al sujeto obrar con cono-cimiento o con libertad suficiente según el caso, y por consiguiente no valen los votos y pueden ser remiti-dos al Tribunal Eclesiástico para su estudio y declarar mediante un pro-ceso, la nulidad de los mismos.

Continuamos hasta la próxima.

(1a. parte)Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez [email protected]

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El envío Apostólico

El Señor Jesús antes de partir a la Casa del Padre, dejó un es-pecial mandato a sus discípu-

los: leer Mc 16, 15; Mt 28, 18-20; Hch 1,8. El mundo actual nos plantea a los cristianos un gran reto. Nos encon-tramos en una sociedad que vive de espaldas a Dios, encerrada en el dina-mismo suicida del egoísmo y la men-tira existencial como forma usual de vida. Un mundo esclavo de múltiples rupturas y contradicciones, donde la cultura de muerte, con su endiosa-miento del poder, del tener y del pla-cer desenfrenados, lo penetra todo. Un mundo en el que tantos y tantos corazones sufren la terrible angustia de sentirse viviendo en medio del de-sierto del sinsentido, de la soledad, del sufrimiento. Con todo y lo anterior, «algunas personas se acercan a la Iglesia esperando encontrar algo me-jor para su vida y a veces lo encuen-tran y a veces no” (cfr. PDP 58).Jesús resucitado envió a sus Após-toles al mundo para que fuesen tes-tigos de su resurrección y ofreciesen a todos los hombres el don de la con-versión, el perdón de los pecados y la paz de Dios. Les habló así: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Es-píritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 18-20). Antes de emprender la misión que Jesús les había encomendado, los Apóstoles, reunidos en Jerusalén, oraban con María, Madre de Jesús. Y

Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

ÁREA INTELECTUAL

aunque en la hora de la prueba habían abandonado a Jesús y se habían es-condido, asustados, el encuentro con el resucitado les reúne de nuevo. Ahora comprenden que, en Cristo re-sucitado, la muerte ha sido vencida de raíz, que ya lo antiguo ha pasado y ha comenzado la nueva creación. Esto es lo que están dispuestos a proclamar a todos los hombres y hasta los con-fines de la tierra.Los Apóstoles fundaron iglesias y pusieron al frente de las mismas a colaboradores suyos, para que les sucediesen en la tarea de consolidar la misión (que ellos mismos habían recibido de Cristo). De estas iglesias apostólicas, como brotes nuevos, han surgido las iglesias de todos los tiempos. Aunque han sido y son nu-merosísimas forman una sola Iglesia apostólica. La Iglesia de Jesucristo, a lo largo de los siglos, peregrina por la tierra al encuentro de su Señor que viene. La Iglesia de Jesucristo, a lo largo de los siglos, sabe que la luz y la fuerza del Espíritu Santo que Jesús le prometió, la mantiene paciente y fiel; aún en me-dio de las crisis internas, de las difi-cultades y persecuciones que experi-menta sin cesar.Es la hora de la misión. Ahora somos enviados. El cristiano es levadura que se pone en la harina. La vida cristia-na es una permanente misión sobre las huellas de Jesús, continuando lo que él hizo; vivir para Dios, construir su Reino, derribar la barrera de la di-visión, crear felicidad entre los hom-bres, vivir en el amor: “gratuitamente habéis recibido, dadlo gratuitamente” (Mt 10, 8).

Es la voz que habla en secreto, pero a veces grita muy fuerte.La conciencia nunca perdona la falta cometida,

y siempre nos dice su precio; su valor es la sangre de Cristo.Y nos dice matayotes mata toyeteton: vanidad de vanidades,

Kai panta matayoteta, y todo vanidad.Fuera de Dios todo es vanidad. Nuestra conciencia nos dice también,

eres la nada. Tus sentidos te hablan de lo que te rodean.

Tu conciencia te dice lo que tú eres. Te dice eres pecador, necesitas perdón.Si no manda nuestra fe y nuestra razón, mandan los sentidos

y esto es muy grave.Al hacer y obrar, no olvides lo que eres.

Procede siempre con ideas claras, voluntad firme y responsabilidad consciente.

Tu conciencia te dice: lo que tienes, lo tienes prestado, tu alma es una riqueza, cuídala mejor que cualquier otra riqueza.

Loado sea Dios.

La Conciencia

Antes de salirte, dame lo del

chivo/chibo (cibo)

Sin duda este tipo de palabras de-muestran la armonía que existe entre el hombre y los animales y reitera tam-

bién la historia que nos heredan los años y los romanos.

Se sabe que en los templos israelitas, los en-tonces sacerdotes ofrendaban como indulto a sus dioses, un chivo (ordinariamente), esto nos da a pensar que era el alimento más sa-grado, el animal que nos da vida, pues los dioses seguían satisfechos con esta clase de voto. Pero esta es una teoría muy corriente, más no menos interesante. Lo que si resulta

sugestivo es la relación entre la palabra del latín, cibo: cebar, alimentar, dar de comer; y chibo/chivo, para referirse al utilizar la mayor parte de las quincenas salariales, para adquirir alimento, para dar de comer. Darle a la pareja lo del chibo es, dejar la materia monetaria, para obtener la materia alimenticia.

Necesario es denotar que una de las reglas de pronunciación del latín al es-pañol, en cuanto a la unión de: ce, ci, cae, coe; es: che, chi, che, che. Es por ello que cibo, se pronuncia: chibo. El chibo quincenal.

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07

MADRID.- Más de 425.000 biblias han sido distribuidas entre jóvenes de todo el mundo, gracias a una edición especial para jóvenes lanzada por el instituto estadounidense Fe y Vida. La Biblia Católica para Jóvenes tiene un estilo creativo con breves oraciones, ilustraciones y resúmenes que facilitan su lectura. También ofrece recursos como preguntas y respuestas para hacer pensar a los jóvenes y la descarga de canciones. Desde que se publicó esta Biblia, el instituto Fe y Vida ha lanzado su pro-pio perfil en Facebook y Youtube para llegar a más personas.

CHILE.- ACI-Prensa pone a disposición de sus usuarios y del público en general un libro en formato PDF para la apologética, en el que se responde con claridad y precisión a los cuestionamientos más comunes de las sectas y los protestantes. Bajo el título “¿En donde dice la Bi-blia que…?” el P. Miguel Ángel Fuentes, sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado, responde en diez capítulos escritos con un lenguaje claro a cuestionamientos comunes de los protestantes como los relacionados a la Biblia, el uso de imágenes en la Iglesia Católica, el culto a la Virgen María, la Eucaristía y el fin del mundo.

MÉXICO.- Los Obispos de México llevaron a cabo, la semana pa-sada, la XCII Asamblea Plenaria con el tema de la educación desde la perspectiva evangelizadora de la Iglesia, donde abordó la misión educativa de la Iglesia hoy, un diagnóstico de la educación en México, y los nuevos retos educativos. Ante las informaciones que manifiestan que en esta Asamblea de los Obispos se ha consensuado la petición para que se enseñe religión en las escuelas, lo que implícitamente conllevaría una modificación al Artículo 3º Constitucional, el Episcopado Mexicano, ni se ha planteado, ni lo hará en el futuro, proponer una modificación de este tipo en la Constitución.

MÉXICO.- La Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexi-cano, comunica que Su Santidad Benedicto XVI se ha dignado nom-brar Obispo de la Prelatura de Huautla al Rev. P. José Armando Álva-rez Cano, Párroco de San Pedro, en Paracho, Michoacán. La noticia fue publicada en L’Osservatore Romano, en Roma, la tarde del jueves 03 de noviembre de 2011. Mons. Álvarez nació en Jiquilpan, Michoacán, el 30 de enero de 1960. Es el tercero de una familia de diez hermanos. Recibió la Ordenación Sacerdotal en la Catedral de Zamora de manos de Mons. J. Esaúl Robles J. el 8 de febrero de 1986.

MÉXICO.- El movimiento católico Jesús Salva a mi Familia realizó el 5 y 6 de este mes un congreso internacional con la finalidad de ofrecer una nueva perspectiva de vida a parejas con problemas y evitar el divorcio. El evento tuvo lugar en la Universidad Anáhuac del Norte y busca difundir los aspectos esenciales para luchar por la restauración de los matrimonios en crisis, principalmente a través de la conversión de los cónyuges para que exista una vivencia real del amor en el núcleo familiar. Claudia Ortiz, miembro de Jesús Salva a mi Familia, dijo que este grupo integra a hombres y mujeres católicos para “ofrendar nuestra orientación, oración, ayuno y amor a fin de salvar los matrimonios en crisis”.

SAN LUIS POTOSÍ.- En la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, tu-vimos la presencia de la VII Caravana de familiares de migrantes desapareci-dos, celebramos con ellos y ellas la Eucaristía y compartimos un desayuno. Son madres de familia procedentes de Honduras, Nicaragua y El Salva-dor. Estos hermanos y hermanas que con valentía evangélica vienen a hacernos sentir su dolor e incertidumbre por sus hijos y hermanos desa-parecidos vinieron a compartir con nosotros la esperanza de reencontrarlos con vida y salud. Que el Señor nos anime a todos para tener un corazón soli-dario con nuestros hermanos migrantes. A ellos también se dirige la Iglesia con la misión de comunicarles Vida y Esperanza.

Iglesia Universal

Iglesia en México

Escrito sobre las ruinas

-materiales y espiri-

tuales- de la Francia

revolucionaria El Genio del

Cristianismo está estruc-

turado en cuatro grandes

partes. Dogmas y Doctrinas

es la primera, donde junto

a una presentación de los

principales misterios que

sustentan al Cristianismo,

se trata de las pruebas

cosmológicas de la exis-

tencia de Dios, basadas

en las maravillas de la na-

turaleza. En Poética del

Cristianismo se inscriben

maravillosas páginas so-

bre la literatura universal.

La tercera es Bellas artes y Literatura, que junto a

la anterior, es en donde radica la razón de que se considere a nuestro

autor como iniciador del romanticismo. Culto, por último, es el título

de la cuarta parte, en la que sobresalen las hermosas páginas sobre

el Corpus Cristi, de altísima belleza.

El autor:

François-René de Chateubriand, vizconde de Chateaubriand, nació

en Saint Malo, Bretaña, en 1768. En 1791 hubo de exiliarse a Estados

Unidos, viaje que le inspiraría la creación de: Atala (1801) y René (1802).

Tras volver a su patria para enrolarse en el ejército realista fue herido

y se exilió de nuevo, en Londres,

durante siete años, donde pu-

blicó Ensayo sobre las revolucio-

nes (1897). De nuevo en Francia,

escribió El Genio del Cristianismo,

que le reportó extraordinaria fama

en todo el país. En 1830 se apartó

de la política y escribió sus Me-

morias de Ultratumba, que fueron

publicadas póstumamente. Murió

en París durante la revolución de

1848, siendo enterrado la isla de

Grand-Bé.

El genio del cristianismo

Los librosy sus autores

François René de ChateaubriandEditorial Ciudadela-El buey mudo

Madrid 2011

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La vida es una inversión

Sin lugar a dudas ante la escucha de esta parábola no podemos quedarnos es-táticos y aislados, ya que la esencia de

esta misma es una exhortación a la acción. Los hombres experimentamos cada vez nuevas realidades, las cuales exigen nuevas respues-tas. La pasividad no nos ayuda para saberlas responder.

El evangelio nos habla de talentos. Situándonos en el contexto de aquel tiempo, descubrimos que estos tienen un valor económico. El dueño de la hacienda confía en sus servidores. Por naturaleza nos es difícil confiar, sin embargo él confía ciegamente. El dueño de la hacienda, representa al mismo Dios que con confianza absoluta deposita parte de su sabiduría y de sus muchos dones en nosotros sus hijos.

La actitud de los servidores refleja nuestra propia actitud. La iniciativa del primer siervo es singular, ya que decide invertir el máximo según sus capacidades, así él podrá recibir más. El segundo actúa de manera similar. El que entregue menos no significa que hizo me-nos; antes bien, aun teniendo menos los supo aprovechar de manera correcta. Su actitud agrada al dueño de la hacienda que, al ver cómo ha invertido, le confía más.

El tener menos no es una limitante, antes bien motiva a la inversión. Los talentos represen-tan, ante todo, la diversidad de bendiciones y oportunidades que Dios nos da a cada uno. Hay quien ha recibido más, pero la cantidad no justifica la respuesta; es decir, el recibir menos, no resta la responsabilidad, aunque también es cierto que al que se le encomienda más, más se le exige.

El problema está en la actitud del tercer sier-vo, el cual si bien recibió menos, no quedaba exento de una respuesta fructífera. Por menos que sean nuestras capacidades, no pueden ser menos nuestros frutos. Los demás pueden ser un apoyo para el fructificar esos “talentos”, “debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses”. Oportunidades de saber aprovechar lo que tenemos hay muchas, pero el llevarlas a cabo es difícil, ya que nos exige salir de nuestras perezas para saber responder.

No podemos ser cristianos y mediocres a la vez. El cristiano por sólo pertenecer a Cristo, es prefiguración de perfección, que en palabras cristianas es símbolo de santidad. El temor, la pereza, el placer, nos pueden limitar para nuestro mismo bienestar y felicidad.

“El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor…” (Mt 25,14-18).

RETIRO DE ADVIENTO PARA CATEQUISTAS 2011

Domingo 27 de noviembre en la Casa de la Acción Católica

Horario:9:00 Llegada – inscripción – animación.9:30 Hora Santa (Pbro. Erasmo Valero)

10:30 Lonche (Lleva un lonche para compartir).11:15 Animación.

11:30 Tema: Jesucristo enviado del Padre, es el Primer misionero (Pbro. Darío Martín)

12:30 Ambientación – preparación a la Eucaristía.13:00 Eucaristía (Preside Pbro. Juan Martínez Vega)

Llega confesado para participar mejor en nuestro retiro

Es necesario descubrir los propios talentos, ser conscientes de lo que poseemos, lo cual deberá ser invertido como una semilla que se siembra: la cual también debe cuidarse, ser irrigada y fertilizada para que pueda producir frutos. No basta sin embargo identificar nuestros talentos, sino también identificar nuestras responsabili-dades..

Por otro lado, es fundamental entender que los “talentos” no están destinados para exhibirlos o volvernos egoístas, sino que deben capaci-tarnos para el servicio, la solidaridad y la dis-creción.

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En el Santuario del Señor de Burgos, Nuestro Señor del Saucito,

se tiene una bella escultura de fina talla del Beato Juan Pablo II, la

cual fue a bendecir nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, el

pasado 7 de septiembre del 2011. La escultura en gran formato es

obra del joven escultor, Agustín Hernández Anzaldo.

En solemne concelebración Eucarística, nuestro pastor, Mons. Luis Morales Reyes, le dio el último adiós al

Pbro. José Méndez Carranco, quien falleció el miércoles 2 de noviembre, por la madrugada, en la “Casa San Pablo”

a los casi 80 años de edad y 45 de Sacerdote.

El Pbro. Silvino González Martínez fue festejado por su Comunidad

Parroquial de San José Obrero y Santa María de Guadalupe en la

colonia de Valle Dorado, donde contó con la presencia del Obispo

Auxiliar de la Arquidiócesis de México, Mons. Andrés Vargas Peña,

quien lo felicitó por sus 25 años de entrega plena a Dios y a Su

Iglesia.La Misa de Acción de Gracias se llevó a cabo el pasado 28 de

octubre del 2011.El Pbro. Erasmo Valero Sánchez, también fue festejado por

la comunidad parroquial de donde él es originario, Portezuelos, co-

munidad muy cercana a Escalerillas, lugar en el que se celebró una

Misa de Acción de Gracias, en la que le predicó el Padre Benjamín

Moreno Aguirre, su amigo entrañable.

En el Fracc. Zacatecas , se llevó a cabo la tradicional fiesta patronal

en honor a San Judas Tadeo el 28 de octubre.

El padre Rafael Carrizales es el párroco encargado de este templo

quien con su feligresía y equipo base, prepararon todo para la Con-

celebración, la cual fue presidida por nuestro señor Arzobispo Luis

Morales Reyes, quien en primer lugar felicitó a todos por el creci-

miento de esta parroquia así como agradeció al Señor la oportunidad

de volver a estar en ese lugar.

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Por LCC Angélica Maldonado Morales

El lunes 31 de octubre se llevó a cabo en las instalaciones de la Acción Católica, el VIII En-cuentro Diocesano de Agentes de Pastoral

Social-Cáritas.

Entre las actividades que abarcó este encuentro en el que se reunieron más de 30 Parroquias de la Ar-quidiócesis Potosina, se llevó a cabo la conferencia magistral titulada: “Eucaristía y Caridad” impartida por el Obispo de la Diócesis de Matehuala, Mons. Lucas Martínez Lara. Posteriormente se tuvo una Hora Santa con cantos amenizados por las Dis-cípulas de Jesús. Fue el Padre Rubén Pérez Ortiz, quien funge como titular de la Comisión de Pasto-ral Social-Cáritas, el encargado de dar la bienvenida

a los presentes y presentó a los participantes del actual proyecto de Cáritas Parroquiales. Se realizó también una feria de los servicios sociales altruistas y humanitarios que ofrece la Pastoral Social-Cáritas pues muchos desconocen aún el amplio panorama de actividades que realiza esta Comisión.

El Pbro. Edmundo Moreno Gómez, impartió la Con-ferencia “El quehacer de la Comisión de Pastoral Social y Cáritas en la Pastoral Diocesana”.

La Lic. María de la Paz Cepeda de Flores, habló so-bre el “Relanzamiento de la Campaña permanente por la paz” y la Sra. Azucena Ramos de Madrigal, Coordinadora General de Cáritas, realizó la presen-

VIII Encuentro Diocesano de Agentes de Pastoral Social-Cáritas

tación del Taller Metodológico de estrategias para construir la paz”.

Después se celebró la Eucaristía, presidida por Mons. Lucas Martínez Lara, Posteriormente, los asistentes disfrutaron de una presentación musical dirigido por el Pbro. José de Jesús Ramírez Cor-tés, para finalmente compartir el pan y la sal en una sana convivencia en la que prevaleció la armonía y la amistad sincera entre todos los agentes de Pastoral Social-Cáritas a quienes el P. Rubén Pérez Ortiz en nombre de nuestra Arquidiócesis Potosina les agra-deció todo el apoyo incansable en favor de los más pobres entre los pobres, en quienes ven el rostro de Nuestro Señor Jesucristo.

La Parroquia de San Judas Tadeo del fraccionamiento Colorines, recibió el pasado martes 1 de noviembre a su nuevo Párroco, el Pbro. J. Mar-cos Manuel Segura Martínez, quien en emotiva Concelebración Eucarísti-

ca, presidida por nuestro Vicario General, Mons. Antonio Torres Herrera, tomó posesión como Párroco de dicho Templo, con todos los derechos, deberes y obligaciones que le competen con este nuevo nombramiento eclesiástico que le hizo nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes y que él, en señal de obediencia le respondió con un “sí” a esta tarea.El Padre Marcos Manuel recibió con una sonrisa bondadosa –que siempre le ha caracterizado-- de manos de nuestro Vicario General, las llaves del Sagrario y del Templo, así como el Evangeliario, el libro de los bautizados y los sellos Pa-rroquiales. La comundiad parroquial de San Judas Tadeo lo recibió con un espíritu lleno de alegría y sobre todo con un corazón muy dispuesto para apoyarlo, teniendo

presente que es un digno representante de Cristo en la Tierra, y sin duda, lo apoyarán sus nuevos fieles al igual que lo hicieron con su antecesor, el Pbro. Felipe González López.Cabe señalar que el Pbro. Marcos Manuel Segura Martínez renovó sus votos y promesas Sacerdotales, a la vez que renunció a Satanás y a todo tipo de peca-do, rezó el Credo y tocó el Evangeliario, comprometiéndose a velar por su nueva feligresía, cumpliendo con amor a Dios y a su Iglesia en esta nueva encomienda a la que también servirá al Dueño de nuestra vida.El Padre Marcos Manuel, era Párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en la comunidad Corte Primero, perteneciente al Municipio de Mexquitic.¡Felicidades Padre Marcos Manuel, enhobuena y le deseamos todo tipo de parabienes en su nuevo nombramiento!

Tomó Posesión de la Parroquia de San Judas Tadeo el Pbro. J. Marcos Manuel Segura Martínez

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NOVIEMBRE 13 DE 2011

El caminar de nuestra diócesis se ve marcado por distintos eventos, tales como: la erección de nuevas parro-

quias, la catequesis de los fieles que se acer-can a los sacramentos; y mucho más. Pero sin duda, son las fiestas patronales las que incentivan, dan nuevas energías a la comu-nidad que se encuentre de manteles largos. Como fue el caso de la comunidad parro-quial de la colonia Rancho Viejo II que es protegida bajo el amparo de nuestra Señora de los dolores, que por su festejo, ese do-lor , fue un gozo para la comunidad, pues se cumplió un año más de este caminar como iglesia con su párroco Álvaro.

En la solemne celebración el Arzobispo Luis Morales, invitó a repensar, y actuar nueva-mente cada día como iglesia, en el aspec-

to de la comunidad misionera, que seamos discípulos y misioneros en todas nuestras facetas como humanos, en la casa, escuela, familia. En esta fiesta, al-gunos jóvenes recibieron al Espíritu Santo en el sacramento de la confirmación, recibierron el perfume de Dios, la fragancia que no desaparece, explicó Don Luis Morales Reyes.

Es necesario entonces emprender al camino como discípulos, y creciendo en la vida cristiana, por medio del ejercicio y participación de los sacramentos.

Nuestra Señora de los Dolores, un dolor de gozo

Con mucha alegría se celebró la fiesta patronal en honor San Martín de Porres, Pa-

trono titular de la Parroquia ubicada en la colonia Satélite y que lleva el nombre de este religioso Dominico, llamado “Ángel de Lima” y “Apóstol de la Justicia Social”.

La solemne Concelebración Eu-carística fue presidida por nuestro Vicario General, Mons. Antonio To-rres Herrera, acompañado del Pá-rroco del recinto, Pbro. Felipe Gutiérrez Hernández y de otros sa-cerdotes que se unieron a esta mag-na festividad que se vivió en pleni-tud ya desde el novenario dedicado a San Martín de Porres, Santo que padeció cruel discriminación y hu-millaciones por ser mulato y que realizó humildemente las labores de enfermero, jardinero, cocinero y barrendero en el convento donde estaba, además de curar enfermos y caracterizarse por tener el don de la bilocación.En su homilía, Mons. Antonio Torres Herrera, indicó: “Háganle una prome-sa al Señor de que nunca faltarán a la misa dominical, que tratarán de conocerlo más, para poderlo amar

y para darlo a conocer, pues si no conocen a Jesús no lo pueden dar a conocer. Recuerden que en todas partes DEBEMOS SER TESTIGOS DE JESÚS, ya sea en el trabajo, en casa, con la familia, los amigos, en la calle, etc., en todo lugar debemos ser fieles testigos de Cristo Jesús, ése siempre será nuestro gran com-promiso”.“Invoquemos la gracia especial del Espíritu Santo que recibirán estos muchachos que voy a Confirmar, esta gracia que les dará el Sacra-mento de la Confirmación, hará que lo tengan a Jesús presente en todos los aspectos de su vida, para que renuncien a todo tipo de pecado, a todo tipo de división, egoísmos, envidias, rencores, para que en nuestro Movimientos Apostólicos no se dé ningún tipo de rivalidad o división”.Indicó nuestro Vicario General que debemos seguir las huellas evan-gélicas de San Martín de Porres, un hombre que vivió con suma hu-mildad y sencillez y --quien por cier-to--, también es considerado por la Iglesia Católica como un eficaz in-tercesor de los enfermos incurables.

Fiesta patronal en la parroquia de San Martín de Porres, Colonia Satélite

Por Luis Ricardo Guerrero Romero

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En el año 1264 un sacerdote italiano llamado Pedro de Praga, dudaba sobre el misterio de la presencia real de Cristo en la Eucaristía.

Acudió así en peregrinación a Roma para pedir so-bre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte. De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa ya que, cuando celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa Cristina, la Hos-tia Consagrada sangró manchando el Corporal de la Sangre de Cristo.

La Catedral de Orvieto y El Milagro Eucarístico

La noticia del prodigio llegó pronto al Papa Urbano IV, que se encontraba en Orvieto. (Orvieto es una ciudad italiana de la Umbría, muy pintoresca por es-tar anidada en la cima de una montaña). Hizo traer el corporal y, al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad de Corpus Christi. El mismo Papa Ur-bano IV encargó a Santo Tomás de Aquino la pre-paración de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de cantos e himnos para celebrar a Cristo Eucaristía.

Por Pbro. Efraín Moreno Aguirre

Corporal del milagro Eucarístico expuesto en un relicario

Fachada Principal Orvieto

La construcción de la Catedral se inició en 1290 con el objetivo de dar un lugar digno al corporal del mila-gro. Las obras se extendieron a lo largo de casi un siglo. Intervinieron el arquitecto y monje benedictino Fra Bevignate, 32 arquitectos más y alrededor de 200 escultores y pintores.

Esta Catedral es célebre por su bellísima fachada, la cual se vuelve resplandeciente en el atardecer por la rica ornamentación de sus mosaicos. No me-nos espectacular resulta su interior dividido en tres naves separadas por diez columnas y dos pilastras con preciosos capiteles. Entre sus varios atractivos, la Capilla de la Virgen de San Brizio, mas conocida como Capilla Nueva, es mundialmente famosa por los frescos que la decoran, obras de Luca Signorelli y el Beato Angélico.

La arquitectura de esta Catedral, sus colores y sus formas, son una permanente alabanza a Jesucristo Eucaristía. Desde este lugar se respira la belleza de Dios y se le bendice por la gran sensibilidad artística dada al ser humano.Detalle del fresco que recuerda el milagro de la eucaristía en Bolsena

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Amor humano

NOVIEMBRE 13 DE 2011 13

¿Qué es lo que amamos del ser que amamos? ¿Su belleza interior o

exterior, sus cualidades morales o físicas, su simpatía? Sin duda, todo esto amamos del ser que amamos, pero también algo más: su debilidad constitutiva, su finitud. Lo amamos porque es frágil, porque es mor-tal como nosotros, porque un día u otro, como todos, morirá.

El amor, por lo menos aquí en la tierra, sólo es posible entre iguales (como afirmaban los antiguos filósofos), es decir, entre mortales. ¿La razón? No soportaríamos que el otro, aquel o aquella a quien amamos sobre todo otra cosa, continuara alegremente en la vida sin nosotros y que nuestra muerte no le hiciera, por decir así, absolutamente nada.

¿Cómo sería el amor entre un mortal y un inmortal? Tal es la pregunta a la que trata de responder una nove-la que habría que colocar entre las más importantes y bellas del siglo XX: Todos los hombres son mortales de Simone de Beauvoir, la escritora francesa. En ella aparece Raymond Fosca, un hombre que ha bebido el elíxir de la vida y que ve morir a su primera esposa y a la segunda, a su primer hijo y al segundo; que ve morir, en fin, a todos los suyos. Sin embargo, pese a su superioridad, se siente solo. Su vida es como la de un viajero al que no le es permitido detenerse y se halla condenado a dejar atrás todos los paisajes que gravitan a su alrededor. Ahora bien, ¿cómo amar lo que se deja atrás? Para que un paisaje pueda ser ama-do, hay que haberlo recorrido y no solamente contemplado a través de la ventanilla de un vagón; es necesa-rio haberse detenido en él y haberlo visto, además, en compañía de al-guien, pues de lo contrario no sería lo que se dice un paisaje, sino pura geografía.

«¿Qué me importa un paisaje que no han podido reflejar unos ojos amados? –se pregunta François Mauriac en una página de su diario. Y añade-: El horizonte es más dulce si guarda aún la caricia de miradas extintas».Pero un inmortal no puede dete-nerse: él sigue adelante en el tiem-po, siempre adelante, dejando atrás rostros y juramentos.Es gracias a un diálogo con la novia de su segundo hijo, recientemente fallecido, que Fosca cae por fin en la cuenta de que por haber bebido el elíxir de la vida se ha excluido a sí mismo del amor. Si amar es dar la vida por aquello que se ama, él no la daría nunca por nada ni por na-die, pues morir era ya para él algo sencillamente imposible. No es que no deseara entregar su vida: es que, aunque quisiera, no podía. He aquí el diálogo del que hablo:«Fosca: Lo que te gustaba de An-toine (su hijo recién muerto), ¿no lo encuentras en mí?«Béatrice: No.«Fosca: Ya sé. Era hermoso, gene-roso, valiente y altivo. ¿No tengo yo ninguna de esas virtudes?«Béatrice: Aparentas tenerlas.«Fosca: Explícate.«Béatrice: Cuando Antoine se zam-bullía en un lago, cuando era el primero en lanzarse al asalto, yo lo admiraba porque arriesgaba su vida; pero tú, ¿qué representa tu coraje?«Fosca: Así pues, ¿nada de lo que yo haga, nada de lo que yo sea, puede tener valor a tus ojos porque soy inmortal?«Béatrice: Sí, así es... Escucha a esa mujer que canta. ¿Su canto sería tan conmovedor si no tuviera que morir?... Tu cuerpo me espanta. Es de otra especie.«Fosca: Es de carne, como el tuyo.«Béatrice: No. ¿No comprendes? No puedo soportar ser acariciada por unas manos que no se pudrirán jamás»...

El amor humano, contrariamente a lo que suele pensarse, no ama únicamente la grandeza: ama ante todo la pequeñez, la debilidad. «Nosotros sólo amamos ¡ay! lo que se va a morir», constata lleno de pesadumbre el filósofo André Comte-Sponville en Impromtus, uno de sus libros más bellos.

A Ulises, el héroe de La Odisea, la diosa Calypso le ofrece juventud eterna a cambio de su amor, pero él rechaza el don por preferir a la mortal Penélope: «Sé muy bien –le explica a la diosa- que por grande que sea su prudencia, Penélope no te puede igualar ni en hermosura ni en grandeza, pues sólo es una mor-tal, y tú jamás conocerás ni la vejez ni la muerte. Y, no obstante, el único afán que siento cada día es el de regresar a mi casa». A mi casa, con

ella: con esa pobre mujer que un día cerrará los ojos a la luz de este sol, a la oscuridad de esta noche. ¡Bien dicho, Ulises!

En todo amor verdadero hay siem-pre una pizca de compasión: se ama con intensidad precisamente porque esos seres que amamos pueden de-saparecer el día menos pensado, de un minuto al otro, del crepúsculo al alba.

Amaneció sin ella.Apenas si se mueve.

Recuerda (...)¡Qué fácil es la ausencia!

En estos versos de Jaime Sabines (1926-1999), acaso los más tristes de la literatura mexicana, está encerrado por entero el misterio del amor. Se ama con intensidad porque es demasiado fácil desaparecer. Si no fuésemos esos seres débiles y mortales que somos, no inspiraría-mos más que miedo. Es porque un día nuestros ojos se apagarán que nuestra mirada adquiere un valor extraordinario. La ternura que susci-tamos es la misma que suscitan las especies en peligro de extinción.

¿Cómo sería el amor entre un mortal y un inmortal?

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¿Héroes o facinerosos?Por Mtro. José Ricardo García López

En otros artículos hemos afir-mado que la actividad del es-cribano o notario es una de las

fuentes más importantes para el co-nocimiento detallado de los hechos que se entrelazan en una sociedad para formar la Historia.

Creemos que un ejemplo claro de es-tos hechos es el que ahora presenta-mos y que consigna en su protocolo de 1811 con el número 53 en las fojas 97 vuelta y 98 el Escribano Público de Cabildo Real Hacienda y Guerra Silvestre Suárez. Este protocolo se encuentra custodiado por el Archivo Histórico del Estado en la sección denominada Registro Público de la Propiedad y del Comercio. A conti-nuación ponemos a la consideración de los lectores la trascripción del men-cionado documento: “En la ciudad de San Luis Potosí, en seis de diciembre de mil ochocientos once años, ante don José María On-tañón, Alcalde Ordinario de Primer voto, y testigos instrumentales que al fin se nominarán, a más de los de asistencia, con quienes actúo por falta de escribano, compareció el Teniente de Dragones Provinciales de San Luis Don Manuel López, vecino del Mineral de Guadalcazar y residente en ella (a quien doy fe conozco) y dijo que por el presente en la mejor vía y forma que haya lugar en derecho cerciorado del que en el caso le compete, otorga que da y confiere todo su poder especial, cumplido, capaz y tan bastante cuanto se requiera más pueda y deba valer al Capitán Don Manuel de Abreu vecino de la ciudad de Zacatecas para que a nombre del otorgante y representando su propia persona, derechos, y accio-nes reales y personales, útiles, mixtos, directos y ejecutivos que en cual-quiera manera le toquen y pertenez-can, pueda comparecer y comparezca ante el juzgado que le convenga, de-mandando y recogiendo los efectos y demás que robaron los insurgentes Juan Briseño y Victoriano Córdova en la tienda del finado don Antonio Manuel López hermano del otorgante cuando en esta ciudad entró el Cau-dillo Yriarte. Haciendo en el particular cuantas gestiones, agencias y diligen-cias haría el otorgante presente siendo que para todo ello su anexo incidente y dependiente ha deliberado conferirle este poder amplio y sin limitación al-guna, con libre, franca y general ad-ministración, facultad de enjuiciar, ju-rar y sustituir, revocar los substitutos y nombrar a otros de nuevo que a to-dos releva en forma y haber por firme, valedero y subsistente cuanto en vir-tud del presente [poder] se operare,

obliga su persona y bienes presen-tes y futuros, sometiéndose con ellos al fuero y jurisdicción de los señores jueces y justicias de su Majestad que en sus causas y negocios puedan y deban conocer para que a lo dicho lo compelan y apremien por todo rigor de derecho y vía ejecutiva como por sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada. Renuncia su domicilio y vecindad Ley si convenerit con las demás de su favor. En cuyo testimo-nio así lo otorgó y firmó siendo testi-gos don Antonio González, don Anto-nio Vázquez y don Gregorio Sousa de esta vecindad. Doy Fe”.

Aparecen las firmas de José María Ontañón, Manuel López y las de Juan José Domínguez y José María Sousa. [estos dos últimos en su carácter de testigos de asistencia].

Cuando leímos este documento, al analizarlo detenidamente, surgieron varias interrogantes respecto de los protagonistas en esta escritura de poder, entre otras, las siguientes: ¿Juan Briseño y Victoriano Córdova profesaban tan grande amor a su pueblo que para liberarlo del yugo español se alistaron en las filas de Iriarte?, o por el contrario, ¿vieron en esta alianza la oportunidad de satis-facer su afán de aventuras y de lucro? ¿Eran conscientes de la talla moral de Iriarte o eran ingenuos? ¿Cuál fue la razón que los motivó a tomar las ar-mas?

Para sacar nuestras propias con-clusiones y acercarnos un poco a la realidad, tal vez sea necesario co-nocer más de cerca la forma de con-ducirse del tal Iriarte en la época de la Independencia.

Indudablemente que el caudillo que se menciona en este documento [Yriarte] se refiere a Rafael Iriarte porque, como vamos a ver más ade-lante, se inicia en la Insurgencia aquí en San Luis Potosí en octubre de 1810 y el documento trascrito es de diciem-bre de 1811. Este Iriarte antes del Grito de Dolores pertenecía como soldado a la brigada establecida aquí en San Luis Potosí. Al estallar la revolución se adhirió a ella logrando reunir en po-cos días un contingente numeroso y de fuerza considerable, si bien se ca-racterizaba por la desorganización, in-disciplina y turbulencia. Entonces, Iriarte, al parecer tenía el grado de Co-ronel, y se decía comisionado por Hi-dalgo a fin de insurreccionar a la gente. Estuvo también, en León, en cuya ciu-dad despojó de sus bienes a los espa-ñoles. Parece que los primeros pasos de Rafael Iriarte en la contienda inician al comienzo de octubre de 1810. De León pasó a Aguascalientes donde se fortaleció su posición debido a que en esa plaza todo el regimiento de Dra-gones de Nueva Galicia [cuerpo militar realista] pasó a engrosar las filas de Iriarte. Entretanto en San Luis Potosí fray Luis Herrera encabezó la rebelión el 10 de noviembre de 1810, sabedor Iriarte de esta situación ofreció re-fuerzos a fray Luis para tomar defini-tivamente la ciudad, Herrera declinó la oferta porque consideró que con las fuerzas que lo apoyaban era más que suficiente. Y efectivamente así fue pues inmediatamente tomó la plaza. Llegó luego Iriarte a San Luis cuan-do ya hacía más de un mes que los insurgentes eran dueños de la plaza. Iriarte para corresponder a las aten-ciones que recibió en San Luis Potosí, organizó un baile, a los que era muy afecto, en el que estuvieron presentes

Herrera, Villerías y Sevilla, es decir los principales promotores de la rebelión en esta ciudad. Iriarte consideró que este trío opacaba su fama y sin pen-sarlo dos veces ordenó a su gente que se les tendiera una emboscada a los legos Herrera y Villerías y al oficial Sevilla y Olmedo. Villerías que sospe-chaba aquella maniobra, logró huir, los otros dos fueron apresados aunque posteriormente recobraron la libertad por orden del propio Iriarte y no sólo recobraron la libertad sino que a He-rrera lo nombró mariscal de campo y a Sevilla y Olmedo lo ascendió a Co-ronel. Después de ser derrotados los insurgentes en Puente de Calderón, Hidalgo en su paso por Aguascalien-tes unió a su tropa a Rafael Iriarte y a sus hombres que ascendían a 1500 y les recogió los caudales que habían reunido en San Luis Potosí, que según algunos historiadores importaban la cantidad de 500 mil pesos. En la ha-cienda de Pabellón hicieron un alto para descansar y ahí fueron alcanza-dos por Allende que depuso del man-do a Hidalgo e Iriarte le causó una gran desconfianza y en realidad, esta desconfianza no era gratuita pues hay que recordar que no obstante que Iriarte llegó a ser oficial del ejército in-surgente y habiendo sido enjuiciado en Guadalajara juntamente con Hi-dalgo, Allende, Aldama y Mariano Ji-ménez éstos fueron fusilados y aquél, extrañamente fue puesto en libertad. Más aún, se dio un hecho que dio ori-gen a las hablillas del pueblo potosino puesto que Iriarte al tomar la ciudad, encontrándose en ella doña Francisca de la Gándara, esposa del Coronel Fé-lix María Calleja, aquél la tomó bajo su amparo y protección y a su vez Calleja tomó también bajo su amparo a la es-posa de Iriarte, de manera que llegó un momento en que ambos caudillos realizaron un intercambio de esposas de suerte que la vida marital de ambos volvió a la normalidad.

Esos son sólo algunos rasgos de la vida del Caudillo Yriarte o Iriarte que se menciona en la escritura de poder otorgada por Manuel López en nues-tra ciudad y como para muestra basta un botón, creemos que son suficien-tes elementos para hacer conjeturas a cerca de la intención de aquellos que se unieron a Iriarte a quien tanto historiadores liberales como conser-vadores califican como un traidor. Derivada de estas reflexiones formu-lamos la pregunta sobre los insurgen-tes Juan Briseño y Victoriano Córdova ¿Para usted estos individuos fueron héroes o facinerosos?

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NOVIEMBRE 13 DE 2011

Hace escasas dos semanas, celebramos todos los Santos y la conmemoración de los

Fieles Difuntos, y estos siguientes días nos están llevando a finalizar el año cristiano, aquellas en las que la Iglesia nos recuerda las realidades últimas de la existencia: los Novísi-mos, a la par que nos invita a fomen-tar la virtud de la esperanza. No-sotros los cristinos “Esperamos la resurrección y la vida eterna”, pero tristemente en muchos de nuestros círculos e incluso, según reflejan los datos de las encuestas sociológi-cas, en muchos países occiden-tales la gente no manifiesta mucho anhelo sobrenatural, es decir deseo del más allá de la muerte, antes al contrario se ha instalado en la finitud y no quiere saber nada de su cabeza para arriba, sino profesar el bien-estar, estado del que se desea hacer partícipe hasta los muertos.

Tal vez deseamos, creo que con mu-cha razón, que no se nos hable del más allá, sino sobre otras tantas co-sas, menos de eso. Creo que es más fácil asimilar el extraño y pagano “Halloween”, pero muerte, cielo, in-fierno, purgatorio y juicio… ni nom-brarlos, incluso apenas se citan con la claridad y extensión necesaria en la predicación del entierro o funeral, donde suele abundar más, eso sí, el elogio fúnebre y el consuelo de la fe-ligresía.

Así está el ambiente postmoderno en el que, visto el fracaso de las utopías mundanas, se ha conta-giado a la gente con una creciente desesperanza ambiental, cuando no, para compensar, con esotéricos similares de trascendencia.

“Llama la atención que, no pocos, de los que se declaran católicos, al tiempo que confiesan creer en Dios, afirman que no esperan que la vida tenga continuidad alguna más allá de la muerte. ¿Qué Dios es ése en quien dicen creer quienes piensan que no ha vencido la muerte y que es ella la que tiene la última palabra sobre la vida del ser humano? No es, ciertamente, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, el Dios vivo y ver-dadero”.

Ciertamente hay datos que muestran una escandalosa contradicción con la fe en el Dios cristiano y no deja de tener consecuencias para la pro-pia existencia terrena, efectos que van desde la pérdida del sentido de

¿Cómo es posible que en una Biblioteca frecuentada y visitada como la Vaticana, con una tradición de intensos estudios, de cualificadas investigaciones y de expertas prácticas biblioteca-

rias, se puedan producir descubrimientos como el del manuscrito de la Ética de Spinoza, en el centro de este encuentro? ¿Debemos, por ello, creer que la Biblioteca Vaticana no sabe lo que custodia o, en la dirección opuesta, sos-pechar que aún es depositaria de otros secretos, tal vez subversivos para la fe, ocultados a la mayoría de las personas, al estilo de un clima de las obras de Dan Brown? Me he encontrado con personas, no de escasa inteligencia, firmemente convencidas por ejemplo de que la Biblioteca Vaticana posee un enorme «enfer» de obras pornográficas; y entre las cartas que en un tiempo llegaban de vez en cuando a la Biblioteca, una de las más frecuentes era la de quienes buscaban en los fondos manuscritos vaticanos el original de una carta de Poncio Pilato a Tiberio a propósito de Jesús. Más allá de la broma y de la sonrisa, hechos como el del descubrimiento del manuscrito de la Ética pueden constituir la ocasión para reflexionar sobre lo que significa hoy bus-car y encontrar en las grandes bibliotecas de conservación (y en los archi-vos), para considerar su naturaleza y para superar algunos lugares comunes; pero también para preguntarse sobre la posibilidad en las investigaciones hu-manísticas del «descubrimiento», eventualidad a menudo contemplada sólo en el ámbito de las ciencias naturales. Será útil, por eso, repasar la historia de cuatro descubrimientos o «inventiones» ocurridas en la Biblioteca Vati-cana en los últimos años y que han suscitado cierta sensación. Recorrer las etapas y las modalidades, casi sin comentarios, nos permitirá probablemente responder a las preguntas iniciales. Los cuatro casos de descubrimientos entre los que se encuentra el ma-nuscrito de la Ética de Spinoza, por parte de Leen Spruit y Pina Totaro presen-tan características comunes. En el proceso de cada uno de ello, los elemen-tos para el descubrimiento desde hace tiempo eran sustancialmente conoci-dos, visibles, estaban ante los ojos de todos. Pero para hacerlos realmente significativos, para hacer que surgiera la chispa de la novedad y precisamente del descubrimiento, era necesario combinarlos juntamente, era preciso inter-pretarlos; en otras palabras, era necesario hacerlos elocuentes a través de una lectura inteligente. Para usar la antigua fórmula agustiniana, «accedit verbum ad elementum et fit sacramentum». La materia preexiste, está allí, al alcance de quien la quiera tratar; pero debe llegar una intervención externa, el «verbum», atento y consciente, para que el «elementum» se transforme en «sacramentum». Así, en la investigación sólo la inteligencia (en medida muy limitada, con la ayuda de la casualidad) puede llegar al descubrimiento de algo que a veces -como cuando en 1992 Michael McCormick descubrió centenares de notas tironianas y de glosas en latín y en alto-alemán entre las líneas de un celebérrimo manuscrito virgiliano tardo-antiguo de la Bibliote-caVaticana, el Virgilio Palatino (Pal. lat. 1631)- estaba ante los ojos de todos, casi como la carta robada de Edgar Allan Poe. En una época en que todos estamos menos habituados a buscar porque ya estamos viciados por la po-sibilidad del descubrimiento cómodo e inmediato, sin siquiera levantarnos de la silla y de nuestro escritorio, en la época de la meritoria y a veces utilísima Wikipedia y de los cada vez más poderosos motores de búsqueda (que en realidad son la muerte no sólo de la erudición sino también de la investigación tout court y la consagración del descubrimiento sin esfuerzo), los cuatro ca-sos de los recientes descubrimientos en la Biblioteca Vaticana nos enseñan la belleza, la necesidad, pero también las extraordinarias potencialidades de una investigación humilde y fatigosa, a menudo no realizada mediante «co-nexiones remotas» sino con la asidua presencia física en las bibliotecas (que por desgracia cada vez se visitan menos), entre las estanterías, tomando aún entre las manos inventarios de papel manuscritos o dactiloscritos.Así pues, volvamos a frecuentar las bibliotecas y los archivos; revisemos (si es posible) ritmos, exigencias y modalidades de la vida académica y de la for-mación universitaria; reservemos cada vez más tiempo a la presencia física, podríamos decir, a la militancia sobre el terreno, en los lugares de la memoria. Y entonces las bibliotecas y los archivos revelarán verdaderamente sus se-cretos, que no son los imaginados por Dan Brown, celosamente sustraídos al conocimiento de muchos por una restringida casta de sus iluminados deposi-tarios; sino que son, más sencillamente, los que se revelan al humilde y tenaz investigador que sepa aún leer, consultar, comparar y reflexionar.

la vida hasta el decaimiento de la solidaridad, pasando por la carencia de ilusión y el aumento del miedo a afrontar el futuro con decisiones duraderas. Toda una serie de caren-cias de valores necesarios incluso para superar las crisis sociales y económicas, a la par que da mues-tra de una dramática fragmentación vital: hechos polvo, nunca mejor dicho, aunque sin dejar de estar muy entretenidos y divertidos como muestra la banalización del final de la vida del ser humano trivializado, según uno de los flamante reportero que dieron cuenta de las fiestas de principio de mes, que era necesario promover por igual “las tradiciones” tanto como el día de muertos como el “Halloween”.

Con este panorama, nada tiene de extraño que la Iglesia se haya pro-puesto darle la vuelta, haciendo de la recuperación de la esperanza una tarea urgente y prioritaria en la Nue-va Evangelización o en todo caso para nuestra Iglesia en América La-tina: “La Misión Permanente”. Así lo promueve muchos en su encíclica “Spe salvi” del Papa Benedicto XVI, donde nos señala que “podemos solamente tratar de salir con nuestro pensamiento de la temporalidad a la que estamos sujetos y augurar de algún modo que la eternidad no sea un continuo sucederse de días del calendario, sino como el momento pleno de satisfacción, en el cual la totalidad nos abraza y nosotros abrazamos la totalidad. Sería el mo-mento del sumergirse en el océano del amor infinito, en el cual el tiem-po –el antes y el después– ya no existe. Podemos únicamente tratar de pensar que este momento es la vida en sentido pleno, sumergirse siempre de nuevo en la inmensidad del ser, a la vez que estamos desbor-dados simplemente por la alegría. En el Evangelio de Juan, Jesús lo expresa así: «Volveré a verlos y se alegrará su corazón y nadie les qui-tará la alegría» (16,22). Tenemos que pensar en esta línea si queremos entender el objetivo de la esperanza cristiana, qué es lo que esperamos de la fe, de nuestro ser con Cristo” (n.12).

En consecuencia, a los verdaderos creyentes toca hoy más que nunca seguir el consejo del primer Papa y “dar razón de nuestra esperanza” (1Pe 3,15) y recuperar la alegre y va-liente profesión del artículo final del Credo: “…y en la vida eterna.”.

La investigación en tiempos de internet

Instalados en la finitudL’Osservatore Romano

L’Osservatore Romano

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En la historia del cristianismo se han dado tantas situaciones en las que pareciera que éste llega a su fin en algunos países, incluso en un continente; guerras, persecuciones, violencia. Ante estas situaciones la

oración ha tenido un valor fundamental.

Europa se ha visto asediada en diferentes ocasiones por los musulmanes, quienes han querido borrar del continente la religión católica; ocuparon la península Ibérica durante setecientos años. Finalmente, en 1492 fueron expulsados, y todo comenzó con la imploración ante Nuestra Señora de Covadonga; en ese mismo año se descubre el Continente Americano y el catolicismo se extiende por toda América. Después, en 1571, los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo con el fin de atacar Europa; los reyes europeos, divididos, parecían no darse cuenta del peligro. En fin, el 7 de octubre de ese año se encuentra la flota cristiana, muy inferior en número, con los musulmanes, en el Golfo de Corinto, muy cerca de la ciudad Griega de Lepanto. Antes de entrar en combate los soldados cristianos se pusieron a rezar el Santo osario, lo mismo que el Papa, Pío V, en Roma. Al término de su rosario el Papa dijo: “La Santísima Virgen ha otorgado la victoria”. Efectivamente, algunas semanas después llegó la noticia de que los cristianos habían vencido a los musulmanes. El Papa Pío V instituyó el 7 de octubre, día de la victoria cristiana, en honor de La Santísima Virgen con la advocación de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a la letanía, Auxilio de los cristianos. El Papa Gregorio III cambió la fiesta a Nuestra Señora del Rosario.

Los musulmanes siguieron al acecho. El ejército turco invadió Europa desde el este y sitió Viena, capital de Austria: el Emperador, afligido, imploró el auxilio de Nuestra Señora del Rosario; el alivio llegó el día 12 de septiembre de 1683, fecha en que se conmemora el Santo Nombre de María, cuando el rey de Polonia llegó con un ejército que venció a los turcos.

Otro ejemplo de oración en tiempos de guerra: Durante la segunda guerra mundial el ejército alemán fue invadiendo los países europeos, menos Inglaterra. El Primer Ministro, Winston Churchill, al asumir el cargo en 1940 estableció un día Nacional de oración por la paz; pero además pidió a la nación que todas las noches a las nueve, antes de comenzar la emisión de noticias nacionales se guardara un minuto de silencio. Wellesley Tudor Pole, consejero de Churchill organizó una cadena de oración por la paz; cuentan quienes fueron testigos de esto que era impresionante ver que a determinada hora, en la calle o en el trabajo se detuvieran las personas, grandes y jóvenes, para orar. Se dice que el mismo Hitler llego a decir: “esta es el arma secreta más potente de Churchill”.

En Filipinas se sabe de varios casos en que los cristianos se han unido a una hora determinada para orar por la paz y la conservación de la fe católica. Hay otros ejemplos como el de Asís en el asedio de sarracenos al convento de Santa Clara.

Ante la situación de inseguridad que se vive en México, alguien ha propuesto que nos unamos en oración a las ocho de la noche para pedir por la paz. En la Arquidiócesis de San Luis Potosí se han repartido estampas de Nuestra Señora de Guadalupe con una oración en el reverso para pedir por la paz. Pidamos a la Madre del cielo por la paz en México, la Patria que ella ha rescatado.

Oremos por la paz. Si es a las ocho de la noche, será también un signo de solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que en ese momento oran por la paz. No permanezcamos indiferentes.

Ella nos trae la pazPor Pbro. Margarito de la Torre

Quien encuentra un amigo ha en-contrado un tesoro. Eso enseña la Biblia, pero esto también lo

enseñan los sabios de todos los tiem-pos. La amistad es uno de los pocos tesoros que logramos tener en esta vida. Un par de buenos amigos son los que contamos. Se trata de aquellos que están con nosotros en todo tiempo y en toda circunstancia. Ellos están en la en-fermedad, en la carencia, en las nece-sidades, en el gozo, en el triunfo. Ellos comparten con nosotros cada momen-to, de gloria o de desgracia.

Hay quien colecciona amigos. Amigos de toda clase. Pero, en nuestros días, ocurre con la amistad algo desconcer-tante. Con todos los avances en materia de las comunicaciones, en esta nuestra era digital, la era del internet, la amistad se ha desvirtuado (virtualizado). Pienso en las redes sociales, llámense como se llamen. En estas redes, uno abre su cuenta, y puede dar de alta a cualquiera como “amigo”, y existen personas que llegan a acumular cientos o miles. Con ellos comparten fotos, videos, charlan (chatean). Pero en muchos casos no se conocen personalmente; y si se cono-cen, casi nunca coinciden por la vida. Son amigos virtuales, aunque tengan existencia personal, física, real.

Pero, ¿de qué nos sirven los amigos virtuales? Con ellos no se cuenta en momentos de verdadera necesidad. De ellos no podemos sentir un fuerte abrazo, ni un apretón de manos. Con ellos se comparten solo cosas superfi-ciales. Pienso que ellos están fascina-dos por la popularidad en estas redes. Pero en verdad, solo cuentan con uno o dos amigos. O ninguno. Esto es cierto. Suele ocurrir que, como en nuestros días el tiempo es veloz, las ocupaciones y las preocupaciones de la vida nos im-piden frecuentar demasiado a los seres queridos. ¿Qué nos queda entonces? Solo las amistades virtuales. De lejos.

Es cierto que la tecnología nos acer-ca. Pero también nos aleja. Las redes nos ayudan a tener aquello que can-taba Roberto Carlos hace unos treinta años o más: “yo quiero tener un mi-llón de amigos…” pero no son amigos de verdad. Con los amigos podemos cantar, podemos salir de paseo, de compras, de reventón, podemos ir al fútbol, al estadio, a un concierto o a un antro. Con los amigos disfrutamos el cine, comentamos mil cosas, com-partimos tiempo real y vida real. Por ejemplo, cuando tenemos un cumplea-ños, hacemos una fiesta, recibimos re-galos, abrazos, felicitaciones, llamadas por teléfono. Los amigos virtuales nos mandan tarjetas virtuales, abrazos vir-tuales, pero estos no se sienten; nos felicitan, nos ponen en el muro virtual: “feliz cumple, pásatela bien”, pero eso no nos llega, no nos llena. Y no pueden comer el pastel ni bailar ni convivir con nosotros.

Amigos virtuales y amigos de verdad

Desgraciadamente estamos compar-tiendo un millón de soledades. En la red somos alguien, y fuera de ella, parece que no somos nada. Me miro al espejo y veo mi rostro virtual, mis manos vir-tuales, mis ojos virtuales: eso soy para mis muchos “amigos” de las redes. Y eso me asusta. Ahora mismo tengo que mandar este artículo que escribo con mis dedos virtuales, en mi laptop, y lo voy a enviar por correo digital, virtual. Esto lo estarán leyendo en unos cuan-tos días en el periódico de papel unas cuantas personas, y muchas otras en-contrarán esta misma información en la página web de la arquidiócesis. Lo estarán leyendo en una pantalla virtual, alguno quizá suba este archivo a su red social, para tratar de hacer conciencia en sus “amigos”. Después quien lea esto en internet buscará otras páginas de su agrado; bajará unas músicas o imágenes o videos, y se olvidará de mí y de estas cosas, porque la vida parece moverse en sentido virtual.

Y al mirarme en ese espejo y al escribir estas cosas me digo: soy un ser virtual, por lo menos en cuanto se refiere a las cosas que escribo y comparto. Pero luego siento hambre, me duele la cabe-za, tengo sed y digo a mi Dios: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Finalmente grito al ordenador: “todo está consumado”. Y es la hora de enviar esto por correo electrónico. Siento sueño, porque ya pasa de la me-dianoche. Y me digo otra vez: sí. Este soy yo. Un ser creado por Dios, por eso siento hambre y sed, por eso tengo sueño, por eso me duele la cabeza y por eso me canso. Y entonces me alegro de no ser un ser virtual digitalizado en las redes sociales. Etiquetado por mis “amigos”, pero lejos de ellos. Tomaré un cafecito, tal vez un analgésico, y me tumbaré a dormir. Ma-ñana muy temprano deberé ocuparme en mil tareas, y me dará gusto desper-tar siendo un ser humano. Y, aunque para quizá muchos yo sea también un amigo virtual de las redes sociales, me dará gusto encontrarme con unos cuantos o unos muchos que tal vez no sean amigos, pero que caminan, que sienten hambre y que pueden estrechar mi mano y beber un buen café con-migo algún día. Y que les podré decir en persona que Cristo murió por ellos, que “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”; y podré decirle también, “yo te absuelvo amigo”; “te devuelvo a la amistad con Cristo”; y además: “este es el cuerpo de Cristo”. Y me dará muchísimo gusto saber que no se trata de personas vir-tuales, porque podré escucharlos decir: “Amén”. Eso es todo, amigos.

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Evangelio según San Mateo 25, 14-30 Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue.El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un talento hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores.Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’.Se acercó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: ‘Señor, dos talentos me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’. Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y le dijo: ‘Se-ñor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo’.El señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso. Sabías que co-secho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene.Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación’ “.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

El Dios de la confianzaNuestra manera de enfrentar las cosas, depende de cómo las percibimos; nuestra manera de ver la vida, depende de cómo nos la han enseñado y como le hemos aprendido; con justa razón se dice: “Que cada quien habla como le fue en la fe-ria…” lo mismo sucede con nuestro concepto de Dios, de-pende mucho de cómo me lo hayan presentado, de que expe-riencia he vivido de Él, simplemente de cómo lo percibo en mi vida: hay quienes lo ven como un policía que está esperando que nos equivoquemos para sancionarnos; otros lo entienden como un Dios justiciero, vengativo, castigador; hay quienes lo ven como un amigo cercano, un compañero de camino; otros más lo entienden como el padre que nos da la vida, como el padre amoroso que cree y confía en nosotros…

Depende mucho de cómo concebimos a Dios para dar una respuesta a los dones y talentos que Él ha puesto en nuestras manos. Veamos el ejemplo del Evangelio de hoy, según las ca-pacidades de cada uno se entregan los talentos, y cada quien los hace rendir en la medida de su posibilidad, pero hay quien tiene miedo, quien descubre que Dios es un hombre exigente, que quiere cosechar lo que no ha sembrado y prefiere enterar el talento que el Señor le ha confiado.

La lección queda clara: quien ha sido perezoso y negligente no puede compartir la alegría de la presencia del Señor cuando regrese a casa; quienes hayan trabajado activamente los do-nes recibidos, quienes hayan sido diligentes con los regalos de Dios, entrarán a compartir la alegría del Reino.

Dicho sea de paz, que Dios nos ha confiado dones y talentos Él no ha puesto nunca en nuestras manos complejos, ni misterios; Dios es Señor reparte Dones y Espera Frutos, no exige frutos iguales a todos, porque los dones de cada uno tampoco son iguales; pero si exige a todos el mismo trabajo, la misma aten-ción y el mismo esfuerzo, porque el Reino de Dios no es para los ociosos, conformistas o perezosos.

Hoy es un buen día para reconocer la confianza que Dios tiene en nosotros, pues no ha confiado sus talentos, en un buen día para dar una respuesta: valiente, generosa y confiada plena-mente en que ha confiado antes en nosotros.

Palabra de Dios

“Señor, cinco talentos me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado”

Un cura se confiesa

Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

Alguien preguntó a un sacerdote del pueblo, -¿Por qué al sacerdote se le dice Cura? ¿Acaso es médico? No,

dijo el sacerdote, no soy médico, tampoco soy curandero, prosiguió. Entonces, ¿Qué es? Dijo el sacerdote: soy un profeta. Y lo soy no por méritos de mi persona sino por la gracia de Dios que me ha llamado y me ha constituido servidor y mensajero de las naciones.

Y, ¿Quién es un profeta? Un profeta es un elegido de Dios para su servicio en la Iglesia. ¿Es difícil ser profeta en el mundo de hoy? Hoy como ayer al igual que mañana, siem-pre será difícil ser profeta. Pues un profeta tiene como misión anunciar la Palabra de Dios, denunciar las idolatrías y todo cuanto se practique en contra de Dios, y también construye el Reino de Dios.

Pero eso ¿Qué quiere decir? -Que el sacer-dote como Cura tiene que dar la vida hasta perderla para poderla ganar en la vida ple-na. En cuanto pastor ha de procurar que su pueblo ame a Dios, y que lo glorifique; y tam-bién que ame al prójimo y lo santifique con su testimonio de fe.

-¿Qué es lo más difícil que ha encontrado en su ministerio? -Son tres cosas: una es que el hombre no quiere escuchar el anuncio de la

Por David Ezequiel Cruz Martínez Año de espiritualidad y pastoral

Palabra de Dios, también que el hombre no acepta los errores que comete y cuando se le corrige con demasiada facilidad pierde el control y la fe; pero sobre todo que el hom-bre, cuando el sacerdote quiere construir algo nuevo, no acepta el compromiso que le incumbe.

Por último, me puede decir ¿De qué otra for-ma me puedo dirigir a usted? -Señor cura, párroco, sacerdote, presbítero o padre, así me puede decir. La acción de curar, evoca más bien a la liberalidad y reconciliación de la acción del sacerdote como pastor, que es la paz. Es decir, constituir un sólo rebaño bajo un sólo pastor, Cristo.

El señor cura cerró su entrevista con una sonrisa en los labios, las manos abiertas y su cruz de sacerdote en alto.

Ama a tus sacerdotes, aprende de ellos lo que no sabes, vive de cerca su realidad y sa-brás cuál es el verdadero testimonio de un Cura. Pues lo que nos dice el sacerdote de su vida se pierde en la inmensidad de lo que la gente sabe y ve.

Antes de criticar a un sacerdote, ora por él.

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“Me postré consciente de mi nada,me levanté sacerdote para siempre”Santo Cura de Ars

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La semana pasada tuve la opor-tunidad de platicar con Rosita: mujer, 16 años, enferma, em-

barazada, vive con su concubino en casa de su suegra, sin trabajo fijo.

Le pregunté si su esposo la golpeaba. Muy segura de sí misma me respondió que no. ¿Él no es violento? Pregunté de nuevo. Para nada, a lo mucho de vez en cuando me empuja, una vez me pegó con la mano en la boca y mu-chas veces, cuando se enoja me pega en los brazos. ¿Y eso no es violen-cia? Le pregunté nuevamente. Pues yo no sabía que eso era violencia, yo me imaginé que usted me preguntaba por cosas graves, fuertes, cosas más peores.

La charla con Rosita siguió. Observé sus ojos hundidos en el piso, mientras su narración me recordó los estudios hechos sobre la violencia. Los espe-cialistas han señalado, entre otras ca-racterísticas, que te encuentras en una relación abusiva cuando el agresor:1. Te acusa de cualquier cosa sin mo-tivo. 2. Te dice que eres infiel o buena para nada. 3. Te humilla y critica en público o en privado.4. Te aleja de tu familia, de tus amigas o compañeros de trabajo.

Rosita reúne las cuatro características de una relación abusiva, pero la últi-ma me llamó fuertemente la atención, porque su esposo le ha prohibido visi-tar a su madre y a sus hermanas, no obstante que viven a una cuadra de distancia.

El aislamiento es un síntoma de una relación agresiva. Cualquier mujer puede hacer conciencia de que se está ejerciendo violencia sobre ella cuando el agresor poco a poco la va aislando, controla lo que hace, con quién se ve

Unas cachetadas nomás…

¿eso no es violencia?Por Lic. Ricardo Sánchez García. Prof. Filosofía Social y Política Seminario Mayor Diocesano

NOVIEMBRE 13 DE 2011

Otro signo de su amor filial a Santa María es su escudo pontifi-cio: sobre un fondo azul, una cruz amarilla, y bajo el madero horizontal derecho, una “M”, también amarilla, representando

a la Madre que estaba “al pie de la cruz”, donde -a decir de San Pablo- en Cristo estaba Dios reconciliando el mundo consigo. En su sorprendente sencillez, su escudo es, pues, una clara expresión de la importancia que el Santo Padre le reconoce a Santa María como eminente cooperadora en la obra de la reconciliación realizada por su Hijo.

Su escudo se alza ante todos como una perenne y silente profesión de un amor tierno y filial hacia la Madre del Señor Jesús, y a la vez, es una constante invitación a todos los hijos de la Iglesia para que reconozcamos su papel de cooperadora en la obra de la reconci-liación, así como su dinámica función maternal para con cada uno de nosotros. En efecto, “entregándose filialmente a María, el cristiano, como el apóstol Juan, “acoge entre sus cosas propias” a la Madre de Cristo y la introduce en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su “yo” humano y cristiano: “La acogió en su casa”. Así el cristiano, trata de entrar en el radio de acción de aquella “caridad materna”, con la que la Madre del Redentor “cuida de los hermanos de su Hijo”, “a cuya generación y educación coopera” según la medida del don, pro-pia de cada uno por la virtud del Espíritu de Cristo. Así se manifiesta también aquella maternidad según el espíritu, que ha llegado a ser la función de María a los pies de la Cruz y en el cenáculo”.

La profundización de la teología y de la devoción mariana -en fiel con-tinuidad con la ininterrumpida tradición católica- es una impronta muy especial de la persona y pontificado del Santo Padre.

El escudo pontificio de Juan Pablo II

y habla, a dónde va, qué hace. En re-sumen, paulatinamente la aleja de sus amigos y parientes.

El aislamiento frecuentemente logra romper toda comunicación. El agresor se sentirá más seguro y fuerte al te-ner total control sobre el espacio de la agredida. A ello le seguirá el control emocional. Un agresor continuamente humilla y hace sentir inútil y tonta a la víctima. Insulta, no respeta las ideas, deseos o necesidades del agredido.

El caso de Rosita lo hago visible en esta ocasión, pero se repite velada-mente en muchos de nuestros ho-gares. “La violencia intrafamiliar es una triste realidad en nuestra socie-dad y afecta principalmente a los ni-ños y mujeres, quiénes la permiten por cultura y por desconocimiento” muy acertadamente señala el 4º. Plan Diocesano de Pastoral.

Salir de una situación de violencia no es fácil, sin embargo, la experien-cia nos demuestra que las mujeres pueden liberarse ellas mismas cuando descubren sus propias fuerzas y bus-can la asistencia y acompañamiento.El Papa Juan Pablo II en su Carta a las Mujeres, nos da luz y nos responsabi-liza para involucrarnos en la solución del problema: “estoy convencido de que el secreto para recorrer libremente el camino del pleno respeto de la iden-tidad femenina no está solamente en la denuncia, aunque necesaria, de las discriminaciones y de las injusticias, sino también y sobre todo en un efi-caz e ilustrado proyecto de promo-ción, que contemple todos los ámbi-tos de la vida femenina, a partir de una renovada y universal toma de concien-cia de la dignidad de la mujer”.

Por cierto, estas palabras no podrá leerlas Rosita, porque no se llama así, porque no puede salir de su casa ni para ir a misa y porque además no sabe leer. Otro día hablaremos de la violencia institucional.

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Plaza El Pocito Av. Constituyentes Pte. 49 local 3(carr. Libre a Celaya)Querétaro, Qro. Tels. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94

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Homeopatia y productos naturales

¿Le duelen mucho las rodillas? ¿Le han dicho que el único tratamiento es la cirugía?El padecimiento en donde se desgasta el cartílago se llama artrosis

Aquí tenemos la solución a su problema hasta desaparecer esos dolores yregenerar (volver a formar) el cartílago. Con un tratamiento natural, ademásde curar osteoporosis, artritis y otros problemas de huesos y músculos.

El Seminario Guadalupano Josefino de San Luis Potosí, tiene el honor de invitarle a la

Jornada Académica y Cultural 2011, que se llevará a cabo los días

17 y 18 de noviembre, en el Aula Magna Pío IX,

de esta casa de formación.

Programa

Lunes 14 de noviembre5:00 Inauguración de la exposición

“La evangelización en San Luis Potosí”.Sede: Biblioteca

Jueves 17 de noviembre4:30-4:45 Bienvenida por el Rector Pbro. Lic. Erasmo Valero Sánchez.

4:45-5:05 El rito litúrgico en la cultura tenek. Una tradición inculturada.

Por el seminarista Anacleto Cruz Santiago.

5:05-5:45 Guillermo Dip Ramé: misionero de Yahvé y de la Iglesia. Por Dolores y María del Carmen Cabrero Romero.

5:45-6:05 Descanso

6:05-6:20 Presentación de la Schola Cantorum del Seminario Mayor.

6:20-7:05 Rafael Montejano y Aguiñaga, misión y vocación al servicio de la historiografía potosina.

Por Carlos Morán de la Rosa.

7:05-7:30 Presentación del libro: Aprendiendo a vivir de Benjamín Juárez Guerrero. Por el Pbro. Roger Méndez Jiménez.

Viernes 18 de noviembre4:30-5:50 FORO

La misión en San Luis Potosí: realidad, retos y compromisos.

1. Año de pastoral en el Santuario del Señor de Burgos. Por Alberto Cruz González.

2. Parroquia San Miguel Arcángel, Mexquitic de Carmona, SLP Por el Pbro. Odilón de la Rosa Orduño

3. Misioneras de la Caridad en San Luis Potosí. Por la Hna. María Guadalupe Gómez Castillo

Moderador: Ismael Nava

5:50-6:10 Descanso

6:10-6:20 Recital poético

6:20-7:00 Presentación del libro Río Paisano de Joaquín Antonio Peñalosa por el Pbro. Lic. Juan Jesús Priego Rivera

7:10 Misa

8:00 Brindis

CORONAS DE ADVIENTO 2011Se pueden adquirir en la oficina

de la Pastoral FamiliarGaleana 325, Centro

Tel. 812.05.64