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Page 1: Editorial - Congregatio Passionis Jesu Christi · 22 No me atrevo a pedir mucho Gema Sáez 24 El regalo de la vida Mari Jose Laña 25 Ilusión en el supermercado Alberto López Echevarrieta
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Editorial

SUMARIO

3 EditorialMario Melgosa

5 Carta a los Reyes MagosEnrique Ordiales

8 Lo dice la ciencia Clemente Sobrado

10 Democracia, tolerancia... M. Melgosa

12 La fraternidadMensaje del Papa

14 Cásate y sé sumiso J. Sáenz de Buruaga

16 La ley cristiana Sanxao

17 Las siete fuentes de la vidaMario M.

21 ¿Escuela sin religión? Jesús Prieto

22 No me atrevo a pedir muchoGema Sáez

24 El regalo de la vidaMari Jose Laña

25 Ilusión en el supermercadoAlberto López Echevarrieta

26 La iniciativa GlencreeJosé A. López Egaña

28 Vida Ascendente-Bizian Gora Pedro Mª Zalbide

30 GaliciaRosendo Díaz

32 EuskeraJoxemari Arzalluz

33 Martzel Andrinua

34 Virutas

La justicia secuestrada

adie pone al zorro guardián de un gallinero,ni al lobo lo viste de cordero para guiar el re-baño. Se imaginarán por qué lo digo. Ya selo he adelantado en el título. Además está

en la boca del pueblo. Hasta las abuelas ju-gando a la brisca lo comentan resignadas.Que si la cosa no revienta es por la vida quelas hizo fuertes para aguantar lo que sea. Yqué vas a hacer después de escuchar el últi-mo telediario. Y lo que no te cuenta...

“No hay justicia” está en boca de todos.¡Qué buen olfato tiene el pueblo! Aunque adestiempo; después que se llevaron su voto.

A propósito del olfato para la justicia,¿qué les pasa a los jueces? ¿No huelen a losgrandes ladrones y estafadores? ¿Quién hainfectado la magistratura? Los abogados ad-vierten a sus clientes que las probabilidadesde ganar el juicio cuentan, y mucho, según eljuez que les toque en suerte. De entrada, es-tamos ante la inseguridad jurídica de que auno le hagan justicia. Y de salida, la habilidadde los abogados, incluida la destreza paramentir y engañar. Desconozco si en la carrerade abogacía hay alguna asignatura que lesprepare para estas habilidades.

Que la justicia es igual para todos (delrey al carbonero) es una milonga. Un bufetede abogados estudiosos de las leyes y sustrampas para sortearlas o tenderlas, y habi-

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Mario Melgosa

Editorial

Enrique Ordialestuados a los pasadizos de los juzgados, lleva las deaplastar al inocente al entrar en litigio con un indefen-so, acompañado de un abogado de prestado. No esdifícil acertar la quiniela sobre el resultado, si el juezno es mucho juez y con buen olfato. Faltaría a la ver-dad y al honor del gremio si dijera que todos son así;los hay íntegros, sufridos y admirables.

No me vale ya la venda en los ojos simbolizan-do al administrador de justicia que debe proceder conimparcialidad. Hoy es preferible mirar a ciertos tipos defrente y con el rabillo del ojo para cazar en algún gui-ño frecuente entre estas gentes. Y tratándose de lapandemia de la corrupción que todos padecemos,¿dónde guardan lo robado? ¡Que lo devuelvan! grita elpueblo con buen juicio.

Y los partidos en trapicheo impenitente nom-brando a jueces para hacerse sus “amigos” en “la co-sa” de la justicia. Una de las injusticias recientes másgraves, que tantas lágrimas ha arrancado hasta ladesesperación de las familias han sido los desahucios.Injusticia, mentira, cinismo… Hemos visto con impo-tencia y rabia cómo desde el poder político, económi-co, han engordado sus cuentas, mientras asfixiaban alempresario hasta arruinarlo. Vista gorda de Haciendapor años a deudas millonarias de impagos de los equi-pos de fútbol y ni un año de indulgencia para una fa-milia obrera en apuros. Hay quienes desde el poderroban, y pagan los menesterosos; las ganancias seprivatizan mientras se socializan las pérdidas.

Todo “modelo de sociedad” y toda aspiración a una“sociedad modelo” han de tener claridad sobre elpuesto que ocupa el ser humano en su diseño.

“Las generaciones porvenir no van a com-prender que, pasadosmás de dos milenios deestablecer metas ciertasa un nuevo humanismo,todavía haya pobreza,hambre, desarraigo yexclusión, es decir, elimperio de la injusticiavigente”.

Cardenal Maradiaga

principio no les hacía caso y me hacía elremolón. ¿Qué pueden unos simples rumo-res contra lo que dicen mis padres y los sa-cerdotes? Pero poco a poco esos rumoresfueron creciendo hasta que llegué a saberla verdad. ¿La verdad? ¡Hay tantas verda-des! La verdad no me desilusionó mucho,pues ya había prendido dentro de mí el en-canto de esa noche mágica y, con los años,intenté que prendiera en el corazón de mishijos. ¡Ah, esos años en los que hacíamosnosotros de reyes intentando transmitirleslo mejor de nuestra infancia, y la ilusión quebrillaba en sus ojos se nos contagiaba yvolvía a envolvernos! Y todo eso, ¡gracias avosotros! Aunque no tengáis nombre, aun-que no seáis tres, aunque no existáis, por-que la verdad es que seguís siendo sem-bradores de sueños y esperanzas.

Hoy, con muchos años encima, sin hi-jos pequeños y, por ahora, sin nietos, sigosoñando con nuevos “juguetes”. Bueno, notan nuevos, porque siempre han estadoahí, aunque no les he prestado muchaatención. Ahora los llaman interactivos, deesos que no van en una sola dirección, si-no que recibes y a la vez das: amor, com-pañía, solidaridad, servicio, fidelidad, ho-nestidad… Y dicen que mientras más viejoeres (sí, ¡viejo!, nada de eufemismos), másnecesidades de esos juguetes tienes. Esuna vuelta a la infancia, quizás por eso hevuelto a creer en vosotros, magos-majoscon vuestra chistera llena de ilusiones.

Los hermanos de antaño, espías de“Reyes” con premeditación y nocturnidad,

Carta a los Reyes MagosNostalgias de un viejo sentimental.

“Volverán las oscuras golondrinas....pero aquellas que... aquellas, no volverán”.

ueridos Reyes Magos:¡Ya estáis aquí de nuevo! ¡Cuántasilusiones renovadas! ¡Cuántas nue-

vas! Cuando yo era pequeño creía en vo-sotros. Vuestro día era la guinda de las fies-tas de Navidad. ¡Nos invitabais a soñar… ya la vez, vuestra espera, no nos dejaba dor-mir! Mis hermanos y yo intentábamos com-batir el sueño a ver si os sorprendíamos enla chimenea o en los balcones. ¡Qué ner-vios! Llegábamos a turnarnos para hacer laguardia, pero al final el vigilante de turno,casi siempre yo, caía rendido en brazos deMorfeo, momento en que vosotros aprove-chabais para dejarnos los regalos. Por lamañana, antes de salir el sol, nos desper-taba el grito de mi hermana mayor, la másmadrugadora: ¡ahí va, la muñeca que habíapedido! Y todos acudíamos corriendo a verqué nos habíais dejado. Gracias Melchor,gracias Gaspar, gracias Baltasar.

El día siguiente, es decir el vuestro,era festivo e íbamos a misa con algunos denuestros juguetes a rastras. En el evange-lio se hablaba de unos magos, pero no nosenterábamos porque era en latín. Luego, elsacerdote en el sermón hablaba maravillasde vosotros y os nombraba por vuestro pro-pio nombre. Eso bastaba para ratificar loque nuestros padres nos decían y entreunos y otros os conocí de oídas y, de algu-na forma, os puse un rostro. Melchor blan-co, Gaspar indio o achinado y Baltasar ne-gro. ¿Sois realmente así?

Más tarde, pero siendo aún niño, oí ru-mores de que vosotros erais los padres. Al

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La revista REDENCIÓN nuncafue pensada como ganancia.Gracias a vosotros, suscrip-tores, y al trabajo desintere-sado de los colaboradores,se ha podido mantener hastaahora. Pero ya no se puedenajustar las cuentas; y el re-sultado es negativo.

4 Haciendo números, no po-demos continuar así. Poreso hemos pensado una so-lución viable:

4 bajaremos el precio, 10euros al año (hasta ahorahan sido 12);

4 bajaremos el número deejemplares al año (será bi-mensual: seis números alaño en lugar de 10).

4 A fin de año os diremoscómo nos han ido las cosas.

Gracias por vuestra cola-boración y confianza.

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mos creyendo, amando y adorando a eseNiño sobre el que se ha posado vuestra es-trella. ¡Ah! ¡La estrella! Tanto tiempo bus-cándola en el cielo y resulta que hace másde 2.000 años que está aquí, a ras de sue-lo, en una familia unida por navidad, en unacomunidad que entona villancicos intentan-do imitar al coro de ángeles de Belén, en unalbergue para personas sin hogar...

Por no creer en vosotros hemos co-metido vuestros mismos errores, buscandola estrella en el firmamento y cayendo des-lumbrados por esas que están colgadasestos días de las fachadas de los grandesalmacenes, que relucen cual palacio deHerodes. Vosotros fuisteis quienes nos in-dicasteis el verdadero camino, el del pese-bre, el del pobre, el de toda persona con al-guna carencia. ¡Ah! Torpes y tardos decorazón, que seguimos buscando por Pas-cua entre los muertos al que ha resucitadoy, por Navidad, entre los ricos y los pode-rosos al que había de venir como uno másde nosotros, con el que nos cruzamos to-dos los días. ¿Quién nos avisará en sue-ños para no repetir los mismos errores?

SÍ, QUERIDOS REYES MAGOS,AHORA, YA VIEJO,

VUELVO A CREER EN VOSOTROS.

Mateo es el único evangelista que hablade vosotros. No os llama reyes, sino ma-gos, quizás porque como reyes podemoslos padres suplantaros más fácilmente quecomo magos sembradores de ilusiones…

Tampoco habla Mateo de tres magos,quizás porque realmente, y gracias a Dios,sois multitud, tantos como personas debuena voluntad. Tampoco cita Mateo vues-tros nombres. Cosas de ese evangelista,parco en palabras, pero rico en sugerir en-

estamos por ahí, dispersos por el mundo,habiendo creado cada uno su propia célulafamiliar. Ya nos reunimos pocas veces, pe-ro cuando lo hacemos recordamos aque-llos momentos en los que fuimos cómplicesen mil y un juegos y mil y un secretos, enlos que, sin darnos cuenta, fuimos tejiendoun entramado de lazos afectivos al que lla-mamos fraternidad. Eran tiempos de penu-ria, que nosotros no sentíamos. La alegríapor unas cuantas canicas o una pelota degoma que nos dejabais en el salón de casaduraba más allá que las propias canicas,pronto rotas o perdidas en los juegos, oque la pelota, pinchada o deshinchada porla furia de nuestras patadas.

PETICIONES

Sí, ya sé que no os puedo pedir que vuel-van aquellos tiempos. No es bueno pedircosas imposibles. Me contentaría con quelas siguientes generaciones sigan tejiendoy, si hace falta, remendando, esos lazos deamor y de amistad, que hacen al mundomás humano… y más divino; que no sepierda ese don precioso de la fraternidad,la familiaridad o la amistad. Sea esa pues,mi primera y única petición.

DÓNDE VOLVIÓ A LUCIR LA ESTRELLA

Para eso hay que seguir creyendo en vo-sotros; y no es nada fácil en un mundo do-minado por la ciencia, la técnica o el inte-rés, seguir creyendo. Ya sé que os da igual,que lo que vosotros queréis es que siga-

laces con el Antiguo Testamento y los pro-fetas.

¿Sabéis lo que sobre vosotros dicenlos estudiosos? Que aparecéis por prime-ra vez allá por el siglo V. ¡Yo ni siquierahabía nacido! También dicen que vosotrosrepresentáis realmente a todas las nacio-nes, es decir a todos los hombres de cual-quier rincón del mundo, que somos invita-dos a participar de ese Salvadorprometido a los judíos. Por eso os puso latradición caras de europeo, asiático y afri-cano, los tres continentes hasta entoncesconocidos.

También dicen que vuestra historiaestaba ya anunciada por el profeta Isaíasen su capítulo 60, que habla la luz de laestrella y de reyes: ¡Arriba, resplandece,que ha llegado tu luz! Caminarán las na-ciones a tu luz y los reyes al resplandor detu alborada. Alza los ojos y mira: todos sereúnen y vienen a ti…/… llevando oro eincienso…/… hijos de extranjeros cons-truirán tus muros y sus reyes se pondrána tu servicio. Abiertas estarán sus puertasde continuo: ni de día ni de noche se ce-rrarán para dejar entrar en ti las riquezasde las naciones, traídas por sus reyes.

¡Ah! Isaías, ese loco enamorado,poe-ta del futuro, que corre por valles ycollados anunciado al Mesías, gritandopaz y sembrando esperanza e ilusiones.Igual que vosotros. Él anticipando el futu-ro, vo-sotros mostrando el presente. Gra-cias, Reyes Magos, por mostrarnos a Je-sús, el verdadero regalo del cielo. Yo mequedo meditando qué querrá decir eso deque sus puertas estarán abiertas de día yde noche…

Os quiero, ya lo sabéis. ¡Hace tantotiempo que os he cogido cariño!

AJUSTES AJUSTES A LA BAJAA LA BAJA

SUSCRIPTORES

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Clemente Sobrado - Desde Limalo dice la ciencia

odos conocemos ese refrán deque “a cualquier cosa llamamoschocolate”. Con perdón de los in-

telectuales, hoy también se dice “ciencia”a cualquier cosa. ¡Con qué facilidad deci-mos “científicamente demostrado”!

NO TODO ES CIENCIA

No todo lo que se dice como ciencia escientífico. Hoy son muchos los que secreen científicos, sobre todo cuando setrata de atacar algún punto de la religión.Y no siempre esas cuatro ideas quehemos leído, y no siempre digerido, sonrealmente científicas. La ciencia es mu-cho más seria.

Y en todo caso, tampoco la ciencia loes todo. La ciencia se va haciendo. Laciencia, como las demás cosas, tiene to-do un proceso. Pensemos en el desarro-llo de las matemáticas. Nuestra culturaha tratado de eliminar la fe y a Dios y seha hecho esclava del saber humano. Lareligión no tiene por qué explicarlo todo.Y también el conocimiento religioso tienesu proceso. De la teología que yo estudiéhasta hoy, mucho ha avanzado el conoci-miento de la religión.

HERMANAS QUE SE COMPLEMENTAN

No es necesario oponer fe y ciencia, niciencia y fe. Yo las veo como dos herma-nas que mutuamente se complementan.

Alguien me envió un correo electrónico con esta anécdota sobre LouisPasteur y la existencia de Dios. Hecho ocurrido, según dicen en 1892, y di-cen que es parte de una de sus biografías.

“Un señor de unos 70 años viajaba en el tren, teniendo a su lado a un jo-ven universitario que leía su libro de Ciencias. El caballero, a su vez, leíaun libro de portada negra. Fue cuando el joven percibió que se trataba dela Biblia y que estaba abierta en el Evangelio de Marcos.

Sin mucha ceremonia, el muchacho interrumpió la lectura del viejo yle preguntó:- Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?

. Sí, mas no es un libro de cuentos, es la Palabra de Dios. ¿Estoyequivocado?- Pero claro que lo está. Creo que usted señor debería estudiar HistoriaUniversal. Vería que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100años, mostró la miopía de la religión. Solamente personas sin cultura toda-vía creen que Dios hizo el mundo en 6 días. Usted señor debería conocerun poco más lo que nuestros científicos dicen de todo eso.

. Y... ¿es eso mismo lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?- Bien, como voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de ex-plicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle materialcientífico por correo con la máxima urgencia.

El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió cuidadosamente elbolsillo derecho de su bolso y le dio su tarjeta al muchacho. Cuando ésteleyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una ameba. Enla tarjeta decía:

Profesor Doctor Louis PasteurDirector General del Instituto de Investigaciones Científicas

Universidad Nacional de Francia‘Un poco de Ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima’.

La ciencia ayuda a comprender mejor lafe. Y la fe ayuda aportando nuevas lucesa la ciencia.

Basta que alguien diga que “estácientíficamente demostrado”, para queechemos por la borda la fe. Y el caso esque negando “científicamente” termina-mos “haciendo un acto de fe en la cien-cia”. No hemos suprimido la fe, sencilla-mente hemos suplantado el objeto de lafe. Creemos y nos fiamos en el piloto quenos lleva a diez mil metros de altura. Nosfiamos del cirujano que nos va a operar.Nos fiamos de los brazos de nuestra ma-dre. No fiamos del amigo. Y lo más curio-so “nos fiamos de la ciencia”.

Y no son precisamente los científicosde verdad, los que menosprecian a Dios.Ahí está Pasteur, a quien citamos. Y na-da menos que Einstein, que no era prac-ticante, escribe: “El hombre encuentra aDios detrás de cada puerta que la ciencialogra abrir”. No es la ciencia la que le cie-rra las puertas a Dios, sino que detrás decada puerta de la ciencia, el hombre seencuentra con Dios.

ARMONÍA Y NO PELEAS

No se trata de negar la ciencia. Tampo-co de negar la fe. ¿No lograríamos másarmonizando una y otra? La ciencia esimportante, pero en su campo. La fe esimportante, pero en el suyo. Y juntas “fe

T ilustrada” pueden facilitar el camino de lavida. En la vida no avanzamos excluyen-do, sino incluyendo. Y, sobre todo, la ver-dadera madurez de la persona será

aquella que une saber y creer. Porque adonde no llega el saber, puede llegar elcreer. El creer no niega el saber; ¿porqué el saber ha de negar el creer?

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uizá sea una vieja manía, pero de pe-queño me gustaba destripar los ju-guetes, descubrir sus secretos y sus

trucos. Quizás mostraba así mi tendenciaa analizar las cosas. Luego he advertidoque cada vez es más necesario habituarseal discernimiento, para que no nos den ga-to por liebre. Y esto es más urgente enépocas donde lo que se cotiza y está en al-za es la apariencia, la frase brillante, laimagen de portada, el primer impacto.

Sobre el timo de las palabras ya he es-crito más de una vez. Por ejemplo: demo-cracia es una palabra en alza (nos llena-mos la boca con ella), pero muy paletodebe ser uno para no advertir las corrup-ciones que nos han metido y lo que se hacolado envuelto en esta bandera conquis-tada con tantas lágrimas por los pueblos.Hasta en la legalidad puede ser uno co-rrupto. Bastaría ser un experto o contarcon un astuto equipo de abogados paracolarse impunemente entre las grietas quedejan las leyes.

TOLERANTES O PASOTAS

Pienso que la tolerancia, como la libertad,es fruto de un trabajo personal que requie-re una ascesis y mucho esfuerzo para nocaer en lamentables engaños. La idolatríay falsificación de la libertad es campar porla vida a mis anchas, o hacer lo que me dala gana sin principios ni normas ni nadaque me traiga a mandamiento. La idolatríao falsificación de la tolerancia puede servaciar de principios la convivencia, las per-sonas: la ruina de valores. Al decir esto séque me meto en un terreno peligroso, llenotambién de ambigüedades porque, en de-

eso la tolerancia requiere recorrer previa osimultáneamente el camino de la justicia.

Resultaría blasfemo que el PrimerMundo pidiera a los países pobres quesubyuga, tolerancia con sus leyes de mer-cado. La tolerancia es una actitud de res-peto hacia el hombre, no de complicidadcon el mal.

Por eso decir que uno es tolerante ointolerante todavía es decir nada. Lo im-portante es saber lo que uno entiende ypractica bajo esos epígrafes. Las palabrastienen también su historia, y muchas de

1.- “Todo parece imposible hasta que sehace”.2.- "La mayor gloria no es nunca caer,sino levantarse siempre".3.- “La Educación es el arma más pode-rosa para cambiar el mundo”.4.- "No es valiente aquel que no tienemiedo, sino el que sabe conquistarlo".5.- “Es muy fácil romper y destruir. Loshéroes son aquellos que hacen la paz yconstruyen".6.- "No es mi costumbre usar las pala-bras a la ligera. Si 27 años en prisiónnos enseñaron algo, fue a usar el silen-cio de la soledad para hacernos enten-der qué tan valiosas son las palabras ycómo los discursos impactan la formaen que las personas viven y mueren".

7.- "Todos pueden superar sus circuns-tancias y alcanzar el éxito si están dedi-cados y apasionados por lo que hacen".8.- “La democracia exige respetar los de-rechos políticos de las minorías”.9.- “Una nación no debe juzgarse por có-mo trata a sus ciudadanos con mejor po-sición, sino por cómo trata a los que tie-nen poco o nada”.10.- "Nadie nace odiando a otra personapor el color de su piel, o su origen, o sureligión. La gente tiene que aprender aodiar, y si ellos pueden aprender a odiar,también se les puede enseñar a amar. Elamor llega de forma más natural al cora-zón humano que su contrario”.

Mandela también pensaba que la pobre-za "no es natural", sino que está creadapor los seres humanos, por lo que erra-dicarla "no es un acto de caridad, sinoun acto de justicia". Además, afirmabaque "la acción de las masas tiene la ca-pacidad de derrocar gobiernos".

ellas ya no significan lo que fueron; peroson rentablemente aprovechadas por losastutos o empleadas para mantener undiscurso vacío.

Mal año sería el que estrenamos si ennombre de la tolerancia vaciáramos nues-tras vidas de principios, aceptáramos contoda naturalidad el mal o hiciéramos quetodos los gatos fueran pardos.

El juego de las palabras es un viejoarte inflado de sofismas, para medro delos astutos y en detrimento de los incau-tos.

Son incontables las frases que Nelson Mandeladejó como legado y que en pocas líneas explicanpor qué se levantó como un líder mundial.

10 de sus mejores reflexiones.

fensa de unos valores, con demasiada fre-cuencia hemos quebrado el más funda-mental: el derecho a la vida, la eliminacióndel otro. También en nombre de “nuestro”derecho o protegidos por el “derecho” quenos hemos otorgado.

No pocas veces se llama tolerancia ala dejadez y al pasotismo. Recuerdo esacanción que pide “un corazón grande paraamar y fuerte para luchar”. Es impensableamar si un corazón fuerte para la lucha,porque el amor digno de este nombre ten-drá que superar muchas batallas.

EL TOLERANTE ESUN HOMBRE DE PRINCIPIOS

Ésta pudiera ser una nota para distinguira un hombre tolerante de verdad. El tole-rante es capaz de morir por unos valores;pero sabe respetar a quien no los compar-te. Incluso combate por ellos, y sufre. Peroes una lucha desde la solidaridad, nacidadel aprecio al hombre; jamás dirigida haciala anulación del otro o a dominarlo. Es unhombre hecho de paciencia y mansedum-bre. Sabe distinguir los colores, llamar alas cosas por su nombre. Por eso el tole-rante sabrá denunciar y oponerse.

Por tolerante me opondré a que cual-quier interesado o desaprensivo enarbolela bandera de la libertad y contamine los rí-os o el ambiente, o arrase los valores de laconciencia de nuestros hijos.

LA JUSTICIA Y TOLERANCIA

La tolerancia puede ocultar la misma mal-dad que el libre comercio, puede alzarsecomo bandera de un derecho que amparela conducta injusta de los poderosos. Por

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Democracia, tolerancia, justicia y “otras cosas”M. Melgosa

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“En éste, mi primer MENSAJE PARA LAJORNADA MUNDIAL DE LA PAZ, deseo a to-dos, a las personas y a los pueblos, una vi-da llena de alegría y de esperanza.

El corazón de todo hombre y de to-da mujer alberga en su interior el deseode una vida plena, de la que forma parteun anhelo indeleble de fraternidad, quenos invita a la comunión con los otros, enlos que encontramos no enemigos o con-trincantes, sino hermanos a los que acogery querer.

De hecho, la fraternidad es una di-mensión esencial del hombre, que esun ser relacional. La viva conciencia deeste carácter relacional nos lleva a ver y atratar a cada persona como una verdaderahermana y un verdadero hermano; sin ella,es imposible la construcción de una socie-dad justa, de una paz estable y duradera.Es necesario recordar que normalmente lafraternidad se empieza a aprender en elseno de la familia, sobre todo gracias a lasresponsabilidades complementarias de ca-da uno de sus miembros, en particular delpadre y de la madre.

La familia es la fuente de toda fra-ternidad, y por eso es también el funda-mento y el camino primordial para lapaz, pues, por vocación, debería contagiaral mundo con su amor.

El número cada vez mayor de inter-dependencias y de comunicacionesque se entrecruzan en nuestro plane-ta hace más palpable la concienciade que todas las naciones de la tierraforman una unidad y comparten undestino común.

En los dinamismos de la historia, apesar de la diversidad de etnias, socieda-des y culturas, vemos sembrada la voca-ción de formar una comunidad compuestade hermanos que se acogen recíproca-mente y se preocupan los unos de losotros. Sin embargo, a menudo los hechos,en un mundo caracterizado por la "globa-lización de la indiferencia", que poco a po-co nos "habitúa" al sufrimiento del otro,cerrándonos en nosotros mismos, contra-dicen y desmienten esa vocación.

En muchas partes del mundo, conti-nuamente se lesionan gravemente los de-rechos humanos fundamentales, sobre to-do el derecho a la vida y a la libertadreligiosa. El trágico fenómeno de la trata deseres humanos, con cuya vida y desespe-ración especulan personas sin escrúpulos,representa un ejemplo inquietante.

A las guerras hechas de enfrenta-mientos armados se suman otras guerrasmenos visibles, pero no menos crueles,que se combaten en el campo económico

y financiero con medios igualmente des-tructivos de vidas, de familias y empresas.

La globalización, como ha afirmadoBenedicto XVI, nos acerca a los de-más, pero no nos hace hermanos.Además, las numerosas situacionesde desigualdad, de pobreza y de in-justicia revelan no sólo una profundafalta de fraternidad, sino también laausencia de una cultura de la solida-ridad.

Las nuevas ideologías, caracteriza-das por un difuso individualismo, egocen-trismo y consumismo materialista, debili-tan los lazos sociales, fomentando esamentalidad del "descarte", que lleva aldesprecio y al abandono de los más débi-les, de cuantos son considerados "inúti-les". Así la convivencia humana se parececada vez más a un mero “do ut des” prag-mático y egoísta.

Al mismo tiempo, es claro que tampo-co las éticas contemporáneas son capa-ces de generar vínculos auténticos de fra-ternidad, ya que una fraternidad privadade la referencia a un Padre común, comofundamento último, no logra subsistir.

Una verdadera fraternidad entre loshombres supone y requiere una paterni-dad trascendente. A partir del reconoci-miento de esta paternidad, se consolida lafraternidad, es decir, ese hacerse «próji-mo» que se preocupa por el otro”.

El desarrollo de este mensaje a las per-sonas y al mundo, La fraternidad, funda-mento y camino para la paz, lo va expo-niendo con su lenguaje claro, amigable y

realista en estos puntos.«¿Dónde está tu hermano?» (Gn4,9).«Y todos ustedes son hermanos» (Mt23,8).La fraternidad, fundamento y camino pa-ra la paz..La fraternidad, premisa para vencer lapobreza..El redescubrimiento de la fraternidad enla economía..La fraternidad extingue la guerra..La corrupción y el crimen organizado seoponen a la fraternidad..La fraternidad ayuda a proteger y a culti-var la naturaleza.

La fraternidad tiene necesidad de serdescubierta, amada, experimentada,anunciada y testimoniada.

Pero sólo el amor dado por Diosnos permite acoger y vivir plenamentela fraternidad. El necesario realismode la política y de la economía no pue-de reducirse a un tecnicismo privadode ideales, que ignora la dimensióntrascendente del hombre.

Cuando falta esta apertura a Dios,toda actividad humana se vuelve máspobre y las personas quedan reduci-das a objetos de explotación. Solo siaceptan moverse en el amplio espacioasegurado por esta apertura a Aquelque ama a cada hombre y a cada mu-jer, la política y la economía consegui-rán estructurarse sobre la base de unauténtico espíritu de caridad fraternay podrán ser instrumento eficaz dedesarrollo humano integral y de paz.

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO EN LA47 JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ, 1 DE ENERO DE 2014.

Su palabra clave: la Fraternidad. Con buen sentido pedagógico recoge elpapa Francisco pensamientos y frases que nos ha expresado en otras oca-siones y conviene mantenerla activas en el recuerdo. Son palabras libres.Un buen diagnóstico para un mundo solidario.

La Fraternidad, Fundamento y Camino para la Paz

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libertad; el libre habla de amor; y el queama jamás hará de su vida lo que quiere;sea o no el más fuerte, el más sabio o elmás adinerado, jamás tendrá esclavos.Hay una frase de Abraham Lincoln paraguardarla en la memoria: “Del mismo modoque no sería un esclavo, tampoco sería unamo”. Y otra para los que sólo buscan titu-lares: La demagogia es la capacidad devestir las ideas menores con las palabrasmayores.

LA AMBIGÜEDADDE LAS PALABRAS MÁS BELLAS

La referencia social y cultural hacia el ma-rido como cabeza no hace ninguna alusióna dominio, sino que ahí mismo queda acla-rado su papel de siervo al estilo de Cristoque, cabeza de la Iglesia, se entregó a símismo. Lean la cita completa para descu-brir la riqueza del texto de san Pablo.

Hay que ser muy libre, muy grande ymuy fuerte para amar de verdad, con ver-dadero amor, y decir “pase lo que pase, lopasaré contigo”.

Estamos acostumbrados a interpretarlas relaciones humanas en categorías je-rárquicas de dominio y sometimiento: el je-fe, los superiores-subalternos, señores yesclavos… Todo esto lo tacha el evangeliopara decirnos “a nadie llaméis padre, elmayor entre vosotros sea el servidor de to-dos”.

______________

La autora complementa el tema con un se-gundo libro: 'CÁSATE Y DA LA VIDA POR ELLA'.

NOMBRAR LA SOGAEN CASA DEL AHORCADO

e agrandado la “o” no para arreglar unroto, sino para facilitar la lectura aojos irritados o posibles miopías. Hay

una frase que, a bote pronto, crea sarpulli-dos y encona los ánimos en un pis-pas.Eso pasó con el libro de Constanza Miria-no “Cásate y sé sumisa”. ¡Vaya la que searmó! Salieron los tanques a la calle y to-das las baterías de los medios en defensade la libertad de la mujer, sumisa y aplas-tada por el poder bestial o refinado del ma-cho, en siglos y culturas.

El libro vino a nombrar la soga en ca-sa del ahorcado. Por una vez se unieronlos partidos para defenestrar el libro, recla-mando su retirada. Hasta la ministra AnaMato, del PP, sacó pecho y medallas endefensa del ataque que el libro suponía ala libertad de la mujer trabajosamente ad-quirida en el último siglo.

BIENVENIDA LIBERTADBienvenida la libertad para la mujer y pa-ra el hombre, para las casadas/os, pobresy ricos, negros/as y blancos/as, rusos/as,chinos/as. Disculpen el destrozo de la gra-mática que acabo de hacer a favor de laaclaración masculino y femenino, por lassuspicacias de género.

Y luego, en ausencia del razonamien-to, la carraca de siempre, los tópicos: queel libro iba a la reconquista del matrimoniotradicional, que la Iglesia retrógrada y ma-chista, que san Pablo, un resentido…

CÁSATE Y SÉ SUMISA

Hablar de sumisión hoy causa sarpulli-dos. “Hago de mi vida lo que quiero” es elgrito modernista, el alarido de la conductamás egoísta e involucionista; quien ama,jamás lo dirá. Hay una palabra que apuntapor ahí para entender el tema en direccióncontraria: “me has cautivado”, dice el ama-do. Es la paradoja humana. Es ser huma-no, hombre o mujer, crece en la entrega. Lasoledad le crece al hombre o a la mujercuando cada uno se repliega en sí mismo.El evangelio recoge esta experiencia y laproclama: “Cristo se sometió hasta lamuerte y una muerte de cruz por salvar asus hermanos”.

LA ROÑA DE LA SUMISIÓN

La palabra “sumisión”, en sus formas ver-bales someter, sometido, tiene mucha roñahistórica: pueblos sometidos, hombres so-metidos, mujeres sometidas, señores y es-clavos, dominadores y dominados… “Ha-go de mi vida lo que quiero” nos pone en laderiva hacia el dominio de los fuertes sobrelos más débiles (la historia lo atestigua). Lasumisión que el texto paulino pide a lasmujeres es el mismo que pide a los mari-dos, y aún con más apremio. Leamos elrenglón anterior, que nos reclama: “sed su-misos unos a otros”. Luego apunta a la mu-jer, y de seguido le dice al marido cómo se-rá la relación con su esposa: hasta dar lavida por ella, como Cristo. Aquí no hay elmenor atisbo de dominio del uno sobre elotro, de estar por encima del otro. Nadie hade salir ganando a costa del otro, porqueaún siendo diferentes, son uno. La historia

nos dice también (en todos los niveles) quelas diferencias con amor nos unen, nos fe-cundan; que las diferencias sin amor o en-frentadas, nos empobrecen.

UN TEMA DE RABIOSA ACTUALIDADA JUZGAR POR LOS RESULTADOS

En esta clave he leído yo el libro. Y paraque el hombre no se quede al margen delo que puede enriquecer su lectura, he re-levado la “a” de espos-a, por la “o” de es-pos-o. Por la cantidad de detalles que laautora anota, es un libro que solo una mu-jer atenta, y una madre, lo ha podido escri-bir. Jamás un hombre, y menos un clérigo.

Yo al menos, que me gusta descubrirlo bueno de los otros, me he enriquecidoentre otras cosas, ampliando mi juicio so-bre este tema, un tema de actualidad, li-bertad y sumisión, que necesita ser critica-do para que nadie nos dé gato por liebre.Éste es el núcleo del texto paulino: “Sedsumisos unos a otros en el temor de Cris-to”. Todo lo que se diga después ha de serel desarrollo.

Podemos aclararlo con las palabrasde la consagración de la misa: “Éste es micuerpo que se entrega, mi sangre derra-mada, para que tengáis vida”. Es el amorque se hace sirviente, siervo. Son las pala-bras más bellas que un hombre o una mu-jer pueden decir y escuchar. Es la parado-ja humana y evangélica que, entregándosepor amor, uno adquiere su grandeza máxi-ma y libertad. Estamos exactamente en lasantípodas de esa frase libertaria “hago demi vida lo que quiero”: el esclavo habla de

Cásate y sé sumisO Cualquiera que haya leído detenidamente a san Pablo puede adver-tir que Pablo es un acérrimo defensor de la libertad e igualdad entrelos hombres: “Por la fe en Jesucristo ya no hay judío ni griego,ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer...”. Gálatas 3, 27-28

HH

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La ley cristiana tiene un nombre:Jesús

Sanxao

CELEBRAR(102)(102)

CULTURA YCULTURA Y VIDAVIDA

CELEBRAR

a ley tiene mala prensa. Lo mismo que la obediencia...La ley, para Israel, no es un conjunto de órdenes, de mandamientos. Es la palabra,una palabra cariñosa como una sonrisa de mujer que responde al amor, ruda como

la del jefe de un equipo que distribuye la tarea común, precisa como la del guía que indi-ca la única ruta por donde es posible escalar la cumbre. Y esa palabra -¡Shema, Is-rael!=¡Escucha, Israel! no dice otra cosa sino: “Yo te amo...¿Y tú?”.

Obedecer, como recuerda su etimología, (ob-audire), es ponerse frente al que interpelapara escucharle, es disponerse con todo el ser a acoger su palabra, para que resonando ennuestro corazón haga brotar en nosotros una respuesta que venga de todo nuestro ser. Eneste sentido, el diálogo de dos amantes es mutua “obediencia”.

Es esencial recordar esto para acoger estas “oraciones de obediencia” y compren-der cómo aquellos creyentes pudieron cantar la ley con tal ternura. Así lo hace, por ejem-plo, todo el salmo 119 (118), el más largo del Salterio, que está presente en todas susHoras intermedias. ¡176 versículos! 176 veces para decir una sola cosa: “¡Señor, amo tuley!”. 22 estrofas: tantas como las letras del alfabeto hebreo. Y en cada uno de los ochoversículos aparece uno de los ocho nombres de la ley: ley, precepto, mandato, voluntad,promesa... etc. Este salmo, que es preferible rezar por pequeños trozos, parece hechizarcon su cantinela. Lo mismo que el enamorado repite sin cesar a su amada el mismo amorbajo mil formas, también el salmista se muestra incansable en decir a Dios que lo ama, aese Dios que se le ha hecho cercano en su palabra: “Tú, Señor, estás cerca...” (v. 151).

Así entendido, a los cristianos nos resulta ahora fácil rezar este salmo. Para noso-tros, la ley se ha convertido en alguien, en Jesucristo mismo, Palabra de Dios depositadaen nuestros corazones por el Espíritu. Y estas antiguas palabras pueden ayudarnos a re-petir la pasión que él, Jesús, nos inspira.

En este diálogo amoroso entre Dios que habla y el fiel que escucha, es útil buscar las imá-genes y expresiones que presentan a Dios (la ley es Dios cercano, que viene de su boca, quees su enseñanza..., pero sigue siendo misterio), y las que presentan al hombre con su acti-tud (que está vuelto hacia Dios: escudriña, medita, ama, estudia... la ley; que obedece, ca-mina, busca... y que ha de volver a Dios, porque en el pasado pecó).

El cristiano puede recitar este salmo sustituyendo ley por Jesús, la Palabra de Diospuesta en nuestros corazones por el Espíritu, ese Jesús que es “camino, verdad y vida”.

L

Un beso puede resucitarmey encender la fiesta en el corazón.

on frecuencia comienzo conesta pregunta, cuando toco el

tema de los sacramentos en los en-cuentros prematrimoniales. Es unapregunta pedagógica y aclaratoriade muchas cosas. Y para facilitarlesel acertijo, bajo a su terreno:

.¿qué es, que significa o para qué es un beso?

Las respuestas no varían mu-cho: “es una expresión de amor”, “esun regalo”, “significa que nos hemosreconciliado, después de un enfa-do”, “gratitud, unión...”

Luego bromeamos con el ritualde los besos y lo que se ve o seoculta: hay besos de verdad, que

¿EN QUÉ SE PARECEN LOS SACRAMENTOS A UN BESO?

C

Mario M.

Las siete fuentes de la vida

Las siete fuentes de la vida

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cramento”, comoquien adminis-

tra una medici-na, el perdón.etc.; ni de re-cibir un rito,sino de cele-

brar y participaren un sacramen-

to. Celebrar los sa-cramentos es meterse

con alma y cuerpo en ellos. Unopuede estar en una fiesta de mirón(¡pobre cosa!); o como aparcado enun encuentro de amigos. Pronto ter-minará por aburrirse.

Cuando pregunto a las pare-jas cuál es su mayor temor anteel matrimonio, va creciendo el por-centaje que responde: la rutina. Poraquí anda el tema: la rutina arruinala fiesta.

florecen del corazón, yhay besos fingidos, porcumplir, rutinarios, au-sentes o traidores.La calidad va pordentro. Hay besosapasionados, poroficio, que care-cen de un gramode amor; y besosmuy sencillos quecomunican el al-ma.

El ritual es la forma;el contenido es la graciaque reporta. Pero el amor yla gracia -que pertenecen almisterio de la persona- reclaman un

ritual para expresarse, pa-ra celebrarlo, para la

fiesta. Yo necesito de-cirte a través delcuerpo que te amo,que te perdono,que te recibo, queme entrego... Elalma de las perso-nas se expresasacramentalmen-te. Toda la vida tie-

ne una estructurasacramental.

Y así el beso es memo-ria actualizada del amor, y

es palabra de futuro que recla-ma y refuerza el compromiso.

encuentro del hombre con las cosas,con las situaciones, con los otroshombres y mujeres, con Dios.

Por eso el lenguaje sacramentalestá cargado de signos que es im-portante conocer de dónde vienen ya dónde nos remiten. Por eso es unlenguaje que evoca y sugiere, queautoimplica y forma y modifica laconducta humana.

Para quien ama las cosas, lahistoria, las personas tienen otro en-canto. En esto revierte la experien-cia de Dios. Y a esto remite la cele-bración de los sacramentos.

La mentalidad funcional, téc-nica y pragmática suscita una fuer-te crítica contra los ritos, comosi fuera un elemento superfluo.Pero esa misma crítica ha provo-cado en el hombre y la mujer de hoy,niños, jóvenes o adultos, la necesi-dad de la celebración ritual en todoslos órdenes, encuentros gratuitos,recuperación de símbolos: necesita-mos celebrar para vivir.

Los sacramentos celebran losmomentos álgidos de la vida. Poreso encierran una gran densidad hu-mana.

NO SE PUEDE VIVIR SIN RITUALES

ada grupo humano tiene sussignos, sus ritos y sus fiestas

(ritos de fin y principio de año, fies-tas, conmemoraciones...) La comu-nidad cristiana tienen los suyos; nose puede vivir sin sacramentos, sinritos. Hoy están en alza los ritualessacros y profanos (el botellón perte-nece a un rito fin de semana de mu-chos jóvenes).

Debido a muchas causas, hahabido una depreciación de lo ritualen la Iglesia (carencia de verdad, de

interioridad, expresiones rutinarias yaburridas, olvido de la fiesta...)

Lo importante en esto no es “loritual”, sino la historia que este ritualrecuerda y actualiza, la vida que re-crea y la fiesta que despierta. Por-que si un sacramento -desde el bau-tismo a la penitencia o a la unción delos enfermos- no despierta fiesta, al-go lo está falseando (que como enlos besos, también los sacramentospueden ser hipócritas, cumplidores,vacíos o ausentes).

¿QUÉ SON LOS SACRAMENTOS?

a historia los ha llamado miste-rios, signos, símbolos. Cada

una de estas palabras tiene variossignificados; y todas se complemen-

tan. La estructura del lenguaje sa-cramental no es argumentativa, sinonarrativa. No pretende persuadir, si-no celebrar y contar la historia del

C

L

onviene recu-perar el len-

guaje y aparcarpara siemprepalabras yad e s t e r r a d a sque, por rutina,suelen estar aúnen boca de mu-chos, clérigos inclui-dos: “función religiosa”(propia de funcionarios; o nos re-cuerda el cine o el teatro, dondeunos actúan y otros miran); “cere-monia religiosa” (nos recuerda algoestudiado, que se cumple, con esca-so contenido, p.e “hizo la ceremoniade besarle”).

La palabra a recuperar es “cele-bración”. Conviene añadir que laspalabras no son inocentes. Ya no sedebe hablar de “administrar un sa-

¿QUÉ ES CELEBRAR?

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acompañando

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acompañando

acompañando

Jesús Prieto

¿Escuela sin religión?

Mi compañero profesor me trajo el ejemplo de uno de sus alumnos, Iván: el muchachose declaró ateo al comenzar el curso, pero le pidió asistir a sus clases de religión. Sa-

có la mejor nota de la clase. De entrada, no se imaginaba siquiera lo que era la religión. Te-nía esa vaga y desfigurada idea que ofrecen los medios de comunicación. Se interesó porel tema como asignatura, y comprendió que ignorar el fenómeno religioso es privarse de mu-chas claves para entrar en la historia, en la cultura, en la antropología, en la sicología y entodas las ciencias humanas. El muchacho distinguió muy bien entre la asignatura de religióno el saber, y la fe, que afecta a toda la persona en sus convicciones y valores (y que se eva-lúa fundamentalmente por las obras, como apunta en su carta el apóstol Santiago). Su pro-fesor le pareció tan honrado intelectualmente que Iván está hoy dando pasos para recu-perar y ejercer su condición de cristiano y liberar de tantos engaños a sus mejores compa-ñeros.

Sólo desde la ignorancia o desde mentes reaccionarias (que generalmente son men-tes bloqueadas por sus propios dogmas ideológicos, políticos, religiosos o anti-religiosos)entiendo yo esa oposición a la religión como asignatura evaluable.

La evaluación es elemental, es un principio de realismo, entre otras cosas, para incen-tivar a profesores y alumnos, para que no decaigan los esfuerzos y para premiar la dedicación.Es un control de calidad. Sin evaluación estamos en el todo vale, o todo puede pasar.

¿SE PUEDE ENTONCES APRENDER RELIGIÓN? Pues claro. Siempre y cuando nos centremosen el nivel correspondiente del aprendizaje, los conocimientos objetivos razonados de un fe-nómeno humano universal. Hoy se estudian la historia y la filosofía de la religión, la feno-menología y la antropología de la religión, la ética propositiva de las religiones; saberes to-dos que engrandecen a una generación y a la sociedad, tengan las creencias que tengan. Yes que una característica del sentido común es distinguir para no confundir. ¿O es que loque se intenta es precisamente confundir?

No hace falta ser creyente para defender con coherencia la religión en la escuela y enlos demás centros de formación. Ni siquiera es preciso recurrir a la Constitución Española oa los Acuerdos España-Santa Sede, dos instancias que no hacen más que explicitar las con-sideraciones anteriores, consideraciones que son previas a cualquier declaración.

Cuando en la formación integral de las personas y de las sociedades prescindimos defactores elementales, corremos el riesgo de tocar un piano al que le faltan la mitad de las te-clas.

n la celebracióntodo sucede a

través de una riquezade símbolos y ritos.

El símbolo expresa,une, refiere, hace pre-sente, realiza aquelloa lo que alude.

La celebración sacramental noes simplemente una celebración in-terhumana, sino humano-divina. In-terviene Dios, ante quien se celebra,por quien se celebra; interviene laIglesia (la comunidad), en cuantomediadora y animadora de la cele-bración; y el creyente, capaz de darsentido y de festejar la vida en el ho-rizonte de la fe.

La incorporación de nuevosmiembros por el bautismo; la confir-

mación en la fe de losjóvenes que son ungi-dos por el Espíritu pa-ra el testimonio y laprofecía, cuando des-piertan a una vidaadulta; la unción delos enfermos, comoaliento y gracia para

soportar la crisis que la enfermedadconlleva; el perdón, cuando uno hafallado, celebrando la bondad deDios; la ordenación de nuevos servi-dores de la comunidad cristiana, launión matrimonial del hombre y lamujer; la celebración eucarística conacontecimientos personales y comu-nitarios de una gran densidad huma-na que se reflejan en esa maravillo-sa expresión de gracia de los sietesacramentos de la Iglesia, las SieteFuentes de Vida.

LA CELEBRACIÓN ES EL CONTRAPUNTODE LA VIDA ORDINARIA

E

Dios no es alcanzado directamente en sí mismo,sino en el mundo y en las cosas del mundo. La misma materia es para el

creyente sacramental, porque es portadora de Dios.Cuando las cosas empiezan a dar voces, surge el edificio sacramental.

Los sacramentos son.signos o símbolos de la fe,.signos o símbolos de Cristo,.signos o símbolos de la nueva alianza,.signos o símbolos comprometedores,.signos o símbolos de la Iglesia,.signos o símbolos de libertad y liberación.La raíz profunda de la crisis sacramental es

la ausencia de experiencias fundamentales de fe y vida cristiana.

Nota: En próximos números expondremos la riqueza de cada uno de los siete sacramentos,como fuentes de vida.

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Gema Sáez

LOR, aquella niña que conoció a Ma-ría en el parque un verano diferente,en el que por diversas circunstan-

cias ninguna de las dos pudo salir de vaca-ciones fuera de su ciudad, como habían he-cho otros años, seguía aceptando su durarealidad sin entenderla. Las dos se hicierongrandes amigas, compartiendo banco ycharlas muchas tardes de verano.

Su amistad continuó en otoño y llegó elinvierno, con sus tardes cortas y frías y si-guieron viéndose y tratándose como unaabuela y su nieta. Parecía que se conocie-ran de toda la vida.

Los padres de Flor habían tenido quecambiar totalmente de vida, cuando el pa-dre se quedó sin trabajo. Flor tuvo quecambiar de colegio y prescindir de muchascosas que antes le parecían innatas a su vi-da. María, su abuela adoptiva, de vez encuando con alguna excusa le hacía algúnregalito, siempre cosas útiles, como carpe-tas o cuadernos, calcetines o bufandas, co-sas que se iban estropeando y que la pre-caria economía familiar no podía reponer.

Mientras María estuvo tan mal con laneumonía, la madre de Flor le sirvió degran ayuda. Al volver del hospital a casa,entró a trabajar para ella unas horas. Asíiban tirando, cuando al padre le propusieronun proyecto en el extranjero. Lo hablaron y

No me atrevo a pedir mucho a los Reyes Magos

entre todos decidieron con mucha tristezaque tenía que aceptar, ya que sus posibili-dades se agotaban.

Las circunstancias cambiantes iban alte-rando su día a día. El padre se fue a traba-jar a otro país y las tres mujeres decidieronvivir juntas en casa de María. La casa eraenorme y en ella tenían mucho espacio. Deesta manera pudieron poner la casa fami-liar en alquiler para sufragar todos esosgastos fijos que pesaban como una losa yque se habían comido sus ahorros. Tal vezsi a su padre le iba bien en su nueva aven-tura profesional ellas podrían algún díaacompañarle. Con esta idea se consolabanmutuamente. El tiempo lo diría.

E l invierno iba extendiendo su mantoblanco y sus cielos grises, se acercabanunas fechas muy difíciles, casi innombra-bles para aquellos a los que les falta algu-na persona querida. Son días de nostalgiay de recuerdos que traen a la mente tiem-pos mejores. Nadie en esa casa se atrevíaa hacer planes, ni menús para esos días.Se presentaban días muy tristes.

Y como el tiempo sigue su curso impara-ble, llegaron las temidas Navidades y lastres mujeres se esforzaban en representaralgo que no sentían. La madre de Flor

echaba en falta a su marido. Para Maríaera la primera Navidad como viuda y paraFlor era todo nuevo y diferente; familianueva, casa nueva, colegio nuevo. A pesarde todo comieron su turrón, intentaron can-tar villancicos y brindaron porque vinierantiempos mejores. Pensando las unas enlas otras, todas hicieron un gran esfuerzopor parecer felices, aunque luego cadauna, en la soledad de su habitación, lloródesconsoladamente.

Las líneas estaban ocupadas pero al fi-nal Flor consiguió, el día de Navidad, co-municar con su padre. Ella tenía que ser laprimera en hablar, luego le pasaría el telé-fono a su madre. Todo estaba bien, erapronto para valorar el sacrificio como posi-tivo, acababa prácticamente de aterrizar enel nuevo empleo. El padre sabía que lashabía dejado bien, sobre todo porque esta-ban juntas, apoyándose las unas en lasotras, él no importaba, había sido peor eltiempo que había pasado sin trabajar, bus-cando empleo. Esa situación le deprimiómucho.

E l fin de año lo pasaron viendo la televi-sión, después de una cena sencilla. A Florle hacía ilusión aguantar hasta altas horasdespierta. Al día siguiente hablaron de nue-vo con su padre, él les daba ánimo y lesllenaba de esperanza en un futuro mejor.–Todo va a ir mejor a partir de ahora- dijo.

Los días siguientes que Flor todavía es-taba de vacaciones aprovecharon para sa-

lir y ver la animación y decoración navide-ña de las calles. Faltaba sólo que llegaranlos Reyes Magos. Flor sabía que no esta-ban los tiempos para pedir nada. Pero Ma-ría quiso mantener viva la ilusión y le dijo aFlor que escribiera la carta a los Reyes yla echara al correo. Flor escribió que no seatrevía a pedir mucho, pero puestos a pe-dir, sólo pediría un imposible: ver a su pa-dre.

E l día 6 de Enero se levantó y allí teníaalgunos regalitos sencillos; unos dulces,gomas de pelo, un libro y unas entradaspara el cine. Se sintió de lo más feliz yaque no esperaba nada. En ese momentose solidarizó con todos los niños del mun-do que estaban en sus mismas circunstan-cias o todavía peor.

Su madre insistió en que tenían que ha-blar con su padre antes de la comida y lellamaron. Flor le contó los regalitos que ha-bía tenido, pero que lo que ella había pedi-do en el fondo de su corazón era ver a supadre. Él le dijo: tu deseo se ha cumplido,ábreme la puerta y sal a darme un abrazo.Salió corriendo entre sorprendida e incré-dula y al ver a su padre se fundió en ungran abrazo con él. -Dale las gracias a Ma-ría, tu abuela adoptiva por haber hecho re-alidad este encuentro, le dijo. Flor y Maríase besaron y abrazaron, ambas sabíanque aquel encuentro casual en el parquehabía cambiado sus vidas.

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El regalo de la vidaEl regalo de la vidaMari Jose Laña

“La vida siempre se abre paso. El Tifón Haiyán se hallevado por delante las ilusiones de muchos, pero las ma-dres filipinas siguen peleando por sacar a sus pequeñosadelante”

Ésta es una de las imágenes que se asomó a mi ordenador aquellos díasen los que el tifón de Filipinas era noticia en los medios de comunicacióny en los periódicos, y después de contemplarla un rato largo quise guar-darla, porque me parecía un canto a la vida, una invitación clara a creeren la vida, a esperar en la vida, en medio de tantas situaciones de muer-te que amenazan hoy nuestra existencia y la de esta Tierra nuestra.

Y ahora que estamos estrenando este año 2014, me parece bonito re-galaros esta imagen y las palabras que la acompañan: “La vida siemprese abre paso”, porque siempre nos hace bien recordar que la vida es unregalo delicado que tenemos que cuidar y, a veces, perdidos entre otrasmuchas cosas y preocupaciones, nos olvidamos de lo fundamental, de lasuerte de estar vivos y poder ver, oír, tocar, ayudar…

Sí, me encanta recordar de vez en cuando aquella canción tan bonita deVioleta Parra: “Gracias a la vida, que me ha dado tanto…”

Pues ojalá que a lo largo de este año, cada nuevo día valoremos y cele-bremos el regalo de la vida. Ojalá que defendamos y cuidemos la vida co-mo la madre de la imagen cuida a su hijo recién nacido, tan pequeño yvulnerable.

Esta mañana me he fijado en un personaje al que veo todos los días, pero al que

nunca le había prestado atención.Es un mendigo que suele estar sen-tado a la puerta de un supermerca-do. Tiene consigo todos sus ense-res, que se deben reducir a unabrigo, que por viejo y raído lopudo haber usado cualquier sol-dado de Napoleón, y una cajade zapatos abierta a cualquier li-mosna que se le pueda dar.

He preguntado por él a quienes se mue-ven por la zona y todos apuntan a que setrata de una persona enferma –su delga-dez no es producto de hambre- que, porprincipios, se niega a pernoctar en los al-bergues municipales. Se considera unhombre libre y posiblemente así seguiráhasta el fin de sus días. No es viejo. Yo di-ría que anda por los 40 años. Visto lo vis-to, físicamente no está en condiciones pa-ra trabajar. Una panadería próxima lefacilita el desayuno de cada día en formade bollo de mantequilla por eso de que lepuede alimentar más, y al mediodía se nu-tre gracias a los yogures que le distraenlas empleadas del supermercado y al bo-cadillo que le baja alguna vecina.

Estoy seguro de que ustedes conocentambién a indigentes como éste. Desgra-

ciadamente cada vez hay más,con un grado de libertad mayor omenor en virtud de las necesida-des familiares que hay detrás deesa vida. Pero éste me ha llama-do la atención porque ocupa supostrado diario leyendo libros. Elde hoy era lo que comúnmentese llama “tocho”. Vamos, unaedición de bolsillo con muchaspáginas. No he acertado a verel título, pero a fe que debe ser

interesante, porque el hombre lodegusta con auténtica fruición.

Cuando ya lo había dejado atrás he pen-sado en el detalle de la lectura. Posible-mente sea una persona culta que, por dis-tintas circunstancias, ha optado pormendigar y se hace con cualquier ejem-plar que encuentra en la basura. O posi-blemente sean sus propios donantesquienes le faciliten esos libros que siem-pre tenemos en casa estorbando despuésde hacerlos leído. Me he preguntado:¿Qué tipo de literatura le gustará? ¿Serántemas de evasión los que le entretendránmientras dice eso de “que Dios se lo pa-gue” cada vez que tintinea una monedaen la caja de cartón? ¿O aspectos épicosde la historia, donde los que ganan se im-ponen bárbaramente a los sometidos?

¿Qué valoración hará de esas vidas que

Alberto López Echevarrieta

Foto: Reuters

ILUSION

AL BORDE DEL SUPERMERCADO7

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UNA VÍA HACIA LA RECONCILIACIÓN

GLENCREE demuestra que la memo-ria actualizada de las víctimas es unasemilla de reconciliación, un germende salvación (Galo Bilbao)

lo largo de cinco años, con ETA en plenadinámica violenta, tres grupos de vícti-

mas de violencia de inspiración política de di-ferente procedencia, fueron capaces de convi-vir y compartir emociones a lo largo dediversos encuentros a caballo entre las locali-dades de Glencree en Irlanda y Murua enEuskadi, pasando por Santa María de Maveen Palencia. Variedad y diversidad, tanto des-de la perspectiva sociopolítica de las víctimascomo desde la procedencia del rayo violentoque colmó de terror e injusticia sus vidas y re-laciones, y todo ello en un contexto social muycomplicado. ¿Cómo pudo ser posible tal mila-gro en medio de las sombras? He aquí algu-nas claves.

En primer lugar las veintisiete víctimas in-volucradas fueron capaces de aceptar la par-ticipación en un proceso, si no improvisado sícondicionado totalmente a la voluntad de losparticipantes; por lo tanto, debía construirsepaso a paso, día a día, sin tener asegurado elfinal. En ese proceso eran condiciones nece-sarias un diálogo continuo, muy difícil a lo lar-go de días de convivencia en medio del se-creto y la confidencialidad, puesto que cual-quier filtración pública hubiera dado al trastecon el proceso.

Cabe imaginar por un momento el encuen-tro. Personas que se desconocen entre ellas,con historias, vivencias e ideologías muy dis-tintas, sentadas de pronto en una mesa, uni-das únicamente por una voluntad interior de

dar pasos hacia la normalización de suspropias vidas. Los ojos mirando hacia nin-guna parte, las mentes bullendo en una tor-menta de sensaciones y sentimientos. Tan-tas sacudidas interiores como interlocuto-res presentes. Miedos: miedo al entorno,miedo a entrar en la culpabilización del otro,temor a odiar, miedo a sentirse odiado; ten-sión, dificultad. Únicamente esa pequeñaluz de voluntad, esa necesidad de salir deun agujero tan profundo mantiene la reu-nión. Es una apuesta de generosidad en elvacío.

Se inicia la conversación, cada personarelata a trompicones su terrible experienciacon pudor, con temor. Poco a poco las mi-radas se alinean y surge la chispa. De pron-to, personas tan distintas, experiencias tanvariadamente dolorosas se escuchan, seatienden. Todos los relatos tienen un fondocomún, el sufrimiento. Y el sufrimiento delotro o de la otra es creíble y merece com-pasión. Y desde la compasión, poco a po-co, se va extendiendo la comprensión deque el otro es casi como uno mismo. Y esoune, crea corrientes de empatía, superado-ras de temores y prejuicios.

La comprensión desemboca en simpatía.No se trata de debatir sobre suelos o te-chos éticos; no se pretende convencer anadie de las verdades personales. Másbien se trata de compartir relatos diferen-tes, complementando y ampliando la ver-dad. El valor de esos testimonios de la vic-timación compartida, y en esa mismamedida comprendidos y asentidos, eliminaprejuicios, quita vendas. Todos los partíci-

LA INICIATIVA GLENCREE: CONSTRUYENDO LA PAZ

pes de la mesa se reconocen en el relatodel otro. Aumenta la libertad personal y cre-ce el diálogo. La impresión humanizante demiradas sinceras, de frente, sin esas mochi-las que hacen ver en el otro un represen-tante de la otra trinchera, supera recelos, in-vita a la confianza, supera barreras deincomprensión. ¿Qué puede haber más só-lido que la compasión compartida?

Quienes compartieron generosamentemesas de convivencia en Glencree, en Mu-rúa o en Palencia son una luz de esperanzapara una sociedad todavía demasiado atrin-cherada o adormecida, desde que hace unpoco más de un año proclamaron pública-mente sus experiencias vivificantes, sin ne-cesidad de renunciar a sus condiciones ide-ológicas o políticas. La presencia habitualde estas personas en foros de reflexión tes-timoniando sus experiencias permite abrirventanas de esperanza, vías hacia esa re-conciliación tan necesaria entre nosotros.

Glencree fue a comienzos del S. XX uncampamento militar del ejército de ocupa-ción británico. Luego, un hospital militar pa-ra pilotos alemanes derribados en la Se-gunda Guerra Mundial. Más tarde, unorfanato para niños. En la actualidad uncentro de búsqueda de caminos hacia lapaz, un símbolo muy valioso

José Antonio López Egaña

a menudo salen en el papel couchénadando en la abundancia y dándosela vida padre sin tenerle en cuenta nia él ni a cuantos como él difícilmentese levantan del rincón diario? ¿Estaráal corriente de las injusticias socialesque hay a nuestro alrededor, de losapretones que tienen que hacer lasfamilias para sacar adelante elmes…?

Nunca se me hubiera ocurrido pen-sar que un mendigo que todos los dí-as, a mi paso, me saluda con un “ho-la”, posiblemente de cebo, me iba aproducir esta sensación y estas refle-xiones. ¿Y si agradece más un libroque la limosna que le das? Posible-mente no, aunque tiene su itinerariomarcado y nadie le quita el portal delcajero automático para pasar la no-che. El suyo, a diferencia de otros, esgrande, holgado y hace esquina.¿Qué más puede pedir?

Por eso mañana me voy a detenerjunto a él y discretamente le voy apreguntar por estas cuestiones. Le in-vitaré a un buen bocadillo y de pasole elegiré un buen libro para quedar ala altura de las circunstancias y ha-cerle feliz durante un tiempo. A fin decuentas, la lectura proporciona mu-cha compañía y libertad para ser deotra manera y ser más. Tal vez seaeso lo que busca este mendigo en loslibros.

AA

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“Al Dios que alegra mi juventud”

Vida Ascendente -- Bizian Gora

Pedro Mª Zalbide,Consiliario Nacional de Vida Ascendente

n nuestra Iglesia existen unsinnúmero de movimientosapostólicos que trabajan en

diversos campos de la pastoral ycon personas de diferentes eda-des, tratando de llevar a sus vidasel mensaje de Jesús: se trabajacon el mundo de la marginación;

se remedia,en lo posible,el problemade la pobre-za; se atien-de a quienesse dedican ala docencia;proliferan lasca teques is

parroquiales, donde se forman ni-ños, jóvenes y adultos, preparán-dolos para la recepción de los di-versos sacramentos… Y tambiénse trabaja (y ahí es donde queríallegar) con las personas mayores.Uno de estos lleva el nombre deVida Ascendente-Bizian Gora, mo-vimiento al que pertenezco desdehace dos décadas.

El movimiento nació en Francia,en 1952. En varias parroquias delos alrededores de París comenza-ron a reunirse pequeños grupos depersonas para orar y profundizaren la exigencia de su fe. Orienta-dos y alentados por monseñorCourbe, obispo auxiliar de París,esta práctica fue extendiéndose enotras parroquias de Francia. Y en1962, año de la apertura del Con-cilio Vaticano II, el movimiento fueaprobado por el episcopado fran-cés con la denominación de “VIEMONTANTE”. Luego, fue expan-sionándose de manera espectacularpor todo el mundo, y en la actuali-dad está implantado en más de 50países de los cinco continentes.

Vida Ascendente-Bizian Gora sedefine como “un movimiento ecle-sial de apostolado seglar de perso-nas jubiladas y mayores”. Y des-cansa sobre tres pilares fun-damentales: “espiritualidad”, “amis-tad” y “apostolado”. Estos tres pila-res básicos se corresponden con

los tres momentos de nuestra fe enla Buena Noticia: aceptarla (espiri-tualidad), compartirla (amistad) ypropagarla (apostolado). Se tratade tres opilares que poseen idénti-ca importancia y deben ser cultiva-dos armónicamente y al unísono.

Adentrándonos ya “hasta la coci-na” del mundo de los mayores,confieso que mi mayor satisfaccióncomo sacerdote ha sido conocer afondo a toda esta gente buena dela que me veo rodeado. Mirad, laspersonas mayores son como “el te-soro escondido en el campo”, alque solo admiramos cuando lodescubrimos. Entre los valores queadornan al mayor, pueden enume-rarse la experiencia, la sabiduría, laserenidad temblona, la alegría y latristeza en constante alternancia,los recuerdos, la sensata “jerarquíade valores” que marca la pauta desus pasos… A todos estos encan-tos de la persona mayor, el beatoJuan Pablo II los bautizó con elnombre de “carismas del atardecerde la vida”.

Como contrapunto, el cúmulo deaños reporta al mayor una serie decarencias inevitables: la disminu-ción progresiva de sus facultades(físicas y síquicas), el sentimientode soledad, la marginación deriva-

da de su condición de no producti-vo, la frustración al constatar la es-casa –o nula- fe de sus hijos y nie-tos…

Pero a los mayores les quedanaún arrestos y voluntad para adivi-nar y abordar las maravillosas posi-bilidades que tienen todavía: pue-den visitar enfermos, acompañar alos que se encuentran solos, ense-ñar a rezar a sus nietos, hacerle lascompras a algún imposibilitado... y,sobre todo, amar, que eso estásiempre al alcance de cualquiera yprovoca sonrisas por fuera y gozopor dentro.

Pues bien, los grupos de Vida As-cendente-Bizian Gora se reúnenperiódicamente y, en sus encuen-tros, se comunican, intercambianimpresiones, vivencias, experien-cias, alegrías y tristezas, agobios ycansancios… Ponen “en marcha”sus valores, asumen sus limitacio-nes y estiran al máximo sus posibi-lidades. Y todo ello, a la sombra deDios, arropados con su fuerza irre-sistible. El “libro de texto” de nues-tro movimiento es el evangelio, alque recurrimos constantementetratando de descubrir cómo haríaJesús las mismas cosas que hace-mos nosotros; convencidos, claro,de que las haría mejor.

E

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GALICIA

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Rosendo Díaz

O MÁXICO FEITIZODE VENTOSA

TRÁTASE dunha igrexiña románica, edificada entreos séculos XII e XIII, que ten coñecido varias mo-dificacións ao longo da súa historia, sobre todonestes dous fitos cronolóxicos: 1) a construción dosepulcro e a chegada dos baldaquinos coas co-rrespondentes esculturas (foron traídas doutro lu-gar); 2) e logo unhas obras de ampliación (sécu-lo XIX) acaban eliminando os baldaquinos, que secolocan linealmente ao longo das paredes, igual caas esculturas que os coroaban; recóbrense de calesas paredes, posiblemente por mor dalgunhapeste ou praga infecciosa, como a tuberculose, porexemplo.

QUEDAN numerosas incógnitas por aclarar sobre otesouro de Ventosa, comezando pola data da súaorixe. Non faltan estudosos que o sitúan no séculoXVI; porén os traballos técnicos que se realizaronlevan á conclusión de que as esculturas foron la-bradas no XIV, cando a epidemia da peste negraalcanza o seu máximo nivel, e trasladadas a Ven-tosa, quizais no XV. Os baldaquinos resgardabaninicialmente os altares de dúas Virxes; sobre elas,escenas bíblicas do Primeiro e do Segundo Tes-tamento. Despois ubicábanse os mártires; por últi-mo, o arcanxo Miguel e a Virxe María, as dúas fi-guras máis importantes do Xuízo Final.

O “MISTERIOSO” sepulcro debeu de se construirpara gardar o corpo dun relixioso, Lope de Vento-sa, talvez, que ben puidese ser o abade do lugar e

- O modesto temploparroquial de SanXiao de Ventosa, al-dea do interior daGaliza, con menos de200 habitantes, nomunicipio ponteve-drés de Agolada, gar-da un valioso tesouroartístico que non to-das as catedrais te-ñen: un pantocrátor,os baldaquinos e ou-tras figuras talladasen pedra (“Gallaeciapetrea”: Compostela,2012), ademais depinturas murais e unmisterioso sepulcromonumental.

- Os traballos de res-tauración deste tem-plo remataban o ano2003; dende aquelaa igrexa de Ventosaconverteuse nun lu-gar de obrigada visitapara “buscadores”.

coengo da catedral Compostela:por iso porta mitra e cáliz.

Outros historiadores sosteñena teoría de que este sepulcro foi la-brado para dúas diferentes perso-as, e ningunha delas sería o aba-de Lope.

Do que non cabe dubidar é deque o conxunto escultórico e pictó-rico que rodea o mausoleo é domáis completo que existe en Gali-za: hai figuras (os dez Apóstolos, oPantocrátor, Anxos músicos) quelembran o Pórtico da Gloria, emesmo se fala de que poderíandeberse ao bo facer escultóricodun discípulo do Mestre Mateo.

Nestas terras feiticeiras abun-dan petróglifos, mámoas e grava-dos rupestres, que delatan a pre-senza de comunidades humanasentre dous mil e tres mil anos a. C.

Rodeados polo monte Farelo,vixía insomne da comarca, e próxi-mos ao nacemento do río Ulla, osCotos de Ventosa constituían un

fogar axeitado para aqueles anter-gos de noso que nos deixaron ta-mén varios túmulos dolménicos…Os gravados máis recurrentes sonos círculos concéntricos e as “ca-zoletas” (“coviñas”), posibles sím-bolos de aras sacrificiais, e mesmoalgún tipo de calendario astronó-mico…

DESCUBRÍUSE un sepulcro antro-pomórfico, labrado en granito, pro-bablemente de orixe sueva. Outradas xoias da bisbarra é a ponte doséculo X, que unía a xurisdición deVentosa coas Terras do Deza; cru-za o río Arnego e marca hoxe o lin-deiro municipal entre Agolada eLalín, no antigo Camiño Real queía de Santiago a Ourense; pontesuxeita ao pagamento do Portáde-go, o histórico imposto romano quegravaba o paso das mercadorías eque, en tempos medievais, cobra-ría o arcebispado compostelán: oencanto das centenarias pedrasdos arcos romanos, a contemplarcomo foxe, impávido e implacable,o río-tempo (“Fugit irreparabiletempus”)…”En fuga irrevocablehuye la hora; / pero aquélla el me-jor cálculo cuenta / que en la lec-ción y estudios nos mejora” .(F. Quevedo).

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Gu gara antxinakoakkristinau katolikoakitxuraz benetakoak.Entzun zer dinon Aita Santu danFrantzisko Erromakoak:“Betoz bai santu laikoak,Jesusen antz-antzekoak;andra ta gizonezkoak.

Ez da behar sotanarikgitxiago mantilarik,izan al da hori barik...Gure etxean edo auzoanez al da santu-santarik?Ez da txiste ez bromarik,nik ez daukat zalantzarik:ez al dogu izan amarik?

Pertsona zerbitzaria,behartsuen pozkaria;hori bai dala saria!Laikoak izan ziran munduanJesus ta ama Maria;Laiko santu ugariaFrantziskoren guraria:posible dan miraria!

Gogo beroz jainkozaleta hurkoaren maitaleetxe, eleiz ta kale.Erreinuaren alde dihardumunduan jo ta dale;umore izan, nahiz aje,ez deutsu egingo kale,hau santua da ta bale!

Sinismenaren argira santuak testigu dira,ez dagoz gora begira.Espirituak bialtzen dituAita Jaunaren mahastiragizartearen erdira,Jesukristoren distira;badira batzuk sikira!

Irabazteko nahimenata sufritzeko kemena,hau da biderik onena.Sarri gogora ekarri fedezJesukristoren izena.Oraindik ez da azkena,zuk izan itxaropena,zeurea da garaipena.

Zu zara argi munduanta gatza bizimoduan,lagun behar dan lekuan.Kristau laikoa, ekin adorezzeure ekintza santuaneta euki seguruanzure izena zeruandago santu-liburuan.

Kristinau laiko normalak,Jainkoarekin leialak,hurkoarekin formalak.Etxe ta kale irribarrez tahartuemonak zabalak,nahiz sarri izan makalakjarrerak samur apalak;horra santu mundialak!

Kristinau santu laikoakgeure etxe, auzokoakgeure lagunartekoak.Jainkoa lagun, euren arteangeu sartzeko modukoak:ez pekaturik bakoak,bai ahalegindutakoak,gainerakoa Jainkoak.

Barriketak barriketa,badakigu errezeta,hobe balego beteta...Egi bihurtu daigun Frantziskokegin dauan ameseta:argitu zure kopetaalkar lepotik kolpeta:Laikoa, hori dok eta!

32Difuntos

Agradecidos

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Joxemari Arzalluz

eliza eta dirua

Martzel Andrinua

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7

6

5

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Doinua: “Ikusten duzu”

A Coruña - Pilar FragaCarballiño - Pilar Estévez RodríguezVitoria - Tomás Ruiz de Saracho Sestao - Javier Ignacio Santallana

Alegia - Miren Murua MuruaBilbao - Ángel Prieto Prieto

erri guztietan ez da gertatzen, zorionez, herri edo elizbarruti gutxi batzuetan gerta-tzen dena. Baina gauzak diren bezala esatea eta jendeari egia jakinaraztea, ustedut, gure eginkizunetako nagusi bat dela. Ez da zuzena Ebanjelioaren zoriontasu-

nak aldarrikatu eta pekatua eta gaizkia ezkutatzeaHiru adibide jarriko ditut: Ez da justiziazkoa 5 miloiko aurrekontua onartu eta 31 miloixautzea katedral bat konpontzen. Hala gertatu da Alemaniako Limburgoko Elizbarru-tian. Noski, Erromako Gotzain Frantziskok “ospa hemendik” esan dio gotzain horri.Ez da justiziazkoa Granadako Elizbarrutiak 19 miloi gastatzeamaisu-eskola edo magisteritzako eskola bat eraikitzeko. Noski, di-ru-etxe edo banku bati dirua eskatu behar izan du Elizbarrutiak.25 urtetako zortzea izango du Elizbarrutiak. Nola hitz egin pobree-taz, lan gabezian daudenetaz, krisiaz…? Baina beste hau ere esan dezadan. Era guztietako erakundeakparean jarri eta Eliza da diruarekin zintzotasun haundienaz joka-tzen duena. Elizarengan konfiantza osoa jartzen du herritarrak -na-hiz fede gabea izan-, bai baitaki behartsuei diruz lagundu beharzaien orduan, Elizak zuzen eta leial entregatuko duela diru hori.Caritas, Esku Elkartuak, eta elizaren eta erlijiosoen hainbat GKEk(Gobernuz Kanpoko Erakudeak) dira Gobernuei estuasun eta la-rritasun ikaragarrietatik herritar asko salbatu dituzten elizaren babesean muxu truk aridiren erakundeetariko batzuk. Eta zuzentasuna edo justizia eskatzen dut elizari buruzko berriak emateko idatzi edoesan behar den bakoi-tzean.

H

ERROMAKO AITA FRANTZISKOK SANTU LAIKOAK NAHI DITU

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. “Solo sentimos los males públicos cuando afectan a nuestros interesesparticulares” (Tito Livio). “Todo lo que tiene un valor puede tener un precio” (Jacinto Benavente). “Bendito el hombre que, no teniendo nada que decir, se abstiene dedemostrárnoslo con palabras” (George Eliot). “Las ideas se encienden unas con otras como las chispas eléctricas”(Johann J. Engel) . La felicidad se halla en la conciencia que de ella tenemos” (GeorgeSand). “Las promesas que hicieron ayer los políticos son los impuestos dehoy” (Willian I. Mackenzie). “Ningún actor existe hasta que su director le mira” (Gael G. Bernal). “El amor a la libertad es amor al prójimo, el amor al poder es amor a sí mismo” (William Hazlitt). “Lo bueno de ser una celebridad es que, cuando la gente se aburrecontigo, piensa que la culpa es suya” (Henry Kissinger). “La sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos, co-mo todos los padres que no educan a los suyos” (Concepción Arenal). “De igual modo que la perla se forma en la oscuridad de su concha,así madura en la tumba toda fama verdaderamente preciosa” (WalterSavage). “A veces es suficiente que dirijas una mirada cordial a un niño pobre odesgraciado, con el deseo de ayudarle, y realizarás una amorosa acción;tal vez esa mirada serenará un corazón envuelto en tinieblas” (G. vonLeyner)

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