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3STAFF

DIRECCIÓN GENERAL:Fernando Gómez

COORDINACIÓN GENERALVerónica Rodrigues Coelho

REDACCIÓNClaudia Pereyra

SISTEMASDamian Liberman

ADMINISTRACIÓNJuan Carlos Bagnasco

DISEÑO E IMAGENCecilia Iglesias

FOTOGRAFÍAFito Keller

DISTRIBUCIÓNAdrián Nicastro

IMPRENTAZuma Gráfi ca

Dirección:Belgrano 634 P.8 Of. QCapital FederalTel: 4331-8763Mail: [email protected]

RPNews es una publicación propiedad de FERNANDO GOMEZ. Prohibida la reproducción total o parcial del material publicado sin la expresa au-torización de la dirección. Los artículos fi rmados no refl ejan necesariamente la opinión de la dirección.

STAFF

EDITORIAL

RESPONSABILIDAD PROFESIONAL

Dr. Fernando GómezDIRECTOR - EDITOR

Estimados lectores,

En esta primera edición del 2012 deseamos transmitirles nuestro objetivo de encarar un período de crecimiento para nuestra revista.

Nos sentimos actores principales del proceso del avance que está transitando la Responsabilidad Pro-fesional en la actualidad, tanto en la Argentina como en el mundo.

Esperamos que ustedes se sientan tan protagonistas como nosotros de este proceso.

Continuar comprometidos con nuestra tarea de informar respecto de los temas más destacados de la responsabilidad profesional, por eso en esta edición podrán encontrar un interesante informe, con el análisis de reconocidos especialistas, acerca de los Errores de Diagnóstico y de qué manera enfrentan este tipo de problemáticas los profesionales de la salud.

Además, a nivel internacional descubrirán noticias acerca de la mala praxis médica de Estados Unidos en nuestra sección PIAANewsbrief, y también una nota acerca de la Responsabilidad Profesional en Uruguay y cómo encaran estas cuestiones en el país vecino (hoy especialmente muy preocupados por el caso de los “enfermeros asesinos”).

Estoy seguro encontrarán interesante la nota sobre Responsabilidad Profesional de los Escribanos (quienes se estima ocupan el segundo puesto, después de los médicos, en enfrentar la mayor cantidad de reclamos por “mala praxis”).

Con esta edición de RPNEWS llega a sus manos también la 6º entrega (y ante último fascículo) del libro El poder de la comunicación, y un informe de los Nuevos Profesionales de la Educación a donde podrán conocer sobre el primer y único profesorado de pedagogía Waldorf en el país.

Para completar un contenido tan intenso en material, les presentamos el primer Suplemento sobre Medio Ambiente, en este número el a cargo de la Cámara Argentina de Aseguradores de Riesgo Ambiental (CAARA), presentando un tema que está muy en boga en la actualidad, siendo el cuidado del medio ambiente responsabilidad que nos atañe a todos y cada uno de nosotros.

Lo único que me queda por decir es como siempre, GRACIAS por su continuo apoyo y aporte.

Hasta la próxima!

SUMARIO

JURISPRUDENCIA COMENTADA - Polémica condena a directores

Fue en el año 2007. En la Cámara Laboral, jueces tomaron la polémica determinación de condenar a directores de una empresa, a indemnizar un despido. Se trató de la causa Fernández, Lidia Haydee c/ Stagno Vicente Félix y otros S/ despido.

RESPONSABILIDAD MEDICA EN URUGUAY

TODOS SOMOS RESPONSABLES

PIAA Newsbrief

Nuevamente le acercamos a nuestros lectores un resumen de las noticias y novedades del “PIAA Newsbrief”, el Newsletter de la Physician Insurers Association of America que RPNews tiene el privilegio de recibir.

La Contaminación del Aire, Control, Prevención y Soluciones

6.

8.

10.

PENSAMIENTOS RESPONSABLES

NUEVOS PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN

17.

15.

5

EL PODER DE LA COMUNICACIÓN Pedir permiso, dar gracias, decir lo siento, imtentar no errar

Septima entrega de los fascículos coleccionables del libro “El Poder de laComunicación” basado en el libro “Healing Words. The power of apology inmedicine” de Michael Woods.

19.

SUMARIO

SUMARIO. . .

SUPLEMENTO

RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ESCRIBANORESPONSABILIDAD CIVIL DEL ESCRIBANO

35.

29.

ERROR DE DIAGNOSTICO¿FALSO POSITIVO? ¿ERRORES DE INTERPRETACION?

El 4 de enero de 2012 la Presidenta Cristina Fernández fue ope-rada de un cáncer en la tiroides. Luego de la intervención se confi rmó que había un “error de diagnóstico” según informaron fuentes ofi ciales. El “falso positivo” comunicado por la Unidad Médica Presidencial levantó la polémica y a partir de allí, se comenzó a debatir sobre verdadero o falso en una batalla mediáti-ca que sólo generó la posibilidad del desprestigio de la medicina argentina.

23.

Acerca de la Fe de conocimiento. Su derogación y su reemplazo por la llamada “fe de identifi cación” en el actual Código Civil argentino.

6

JURISPRUDENCIA COMENTADA

Por Claudia Pereyra [email protected]

Polémica condena a directores

La Cámara Laboral les ordenó a los directores de una empresa a pagar la indemnización que le co-rrespondía a un empleado que se encontraba contratado en ¨negro¨, pese a que éste había desistido del reclamo contra la sociedad. Así ha-bilitó la demanda directa contra los socios de una fi rma sin necesidad de accionar primero a la compañía. Este fallo generó fuertes críticas.

En los últimos tiempos y utilizando la fi gura de la SOLIDARIDAD, la justicia hizo extensiva la condena por despidos a personas distintas de los empleadores directos.

En este fallo la cámara laboral fue más allá y condenó a los directores de una empresa a indemnizar el despido de un trabajador a pesar de que éste había desistido de su reclamo contra la empresa.

Se trató de una empleada que inició una demanda contra la em-

presa para la cual trabajaba, sin estar registrada, y recibiendo sus pagos en “negro”, decide extender el reclamo en forma solidaria con-tra los administradores de la socie-dad demandada. Luego desistió de llevar adelante acciones contra la empresa empleadora porque la misma se presentó en concurso preventivo y continuó su reclamo exclusivamente contra los direc-tores de la empleadora.

La sentencia generó preocupación en las empresas porque da vía libre a los trabajadores, que al recurrir a esta doctrina, podrían consoli-darse, y por lo tanto, sería posible obtener condenas contra los direc-tores sin necesidad de demandar a su empleadora directa o lo que en materia comercial llamaríamos “correr el velo societario y poder tener acceso directo a las perso-nas físicas”.El pago de una parte del salario en “negro” por parte de la empresa,

responde a una conducta típica de fraude laboral y previsional, ya que su objeto es disminuir en forma ilegítima el efecto del salario nor-mal en las prestaciones comple-mentarias o indemnizatorias y en los aportes al sistema de seguri-dad social.

El Tribunal consideró que quedó demostrado que se organizaron y concretaron maniobras, que no solo estaban dirigidas a incumplir obligaciones contractuales, sino, además a causar lesiones en el patrimonio de los trabajadores, en sus derechos previsionales y en defraudar el sistema previsional.Los integrantes del Tribunal agregan: ¨ La responsabilidad del presidente de la sociedad anóni-ma, no parece discutible, pues sin duda instrumentó la actividad so-cietaria hacia la realización de ac-tos destinados a defraudar, dañar o perjudicar a terceros¨.

Fue en el año 2007. En la Cámara Laboral, jueces tomaron la polémica determinación de condenar a directores de una empresa, a indemnizar un des-pido. Se trató de la causa Fernández, Lidia Haydee c/ Stagno Vicente Félix y otros S/ despido.

7

Para justificar la extensión de res-ponsabilidad a los administradores pese a no haberse decretado la condena de la empleadora directa, los jueces entienden que la soli-daridad pasiva establecida por las normas laborales y comerciales, deben interpretarse según el có-digo civil.

En el artículo 705 del código civil, se dispone que el acreedor puede exigir el pago de la deuda por ente-ro, contra todos los deudores soli-darios en conjunto o contra cual-quiera de ellos. Así se hizo en un principio y se declaró insolvente.

El juez de primera instancia, a-doptó la solución que consiste en una condena recaída contra la empleadora donde constaten los incumplimientos atribuidos, habili-taría el análisis de la situación de los administradores.

La sentencia se aparta del prece-dente que la corte suprema dictó en la causa ¨Palomeque ¨ (2003), en el que se discutió el alcance de la responsabilidad de los socios y di-rectores ante un caso de deficien-cia en la registración laboral.

El Alto Tribunal consideró en esa causa que la responsabilidad soli-daria de los socios y administra-dores societarios debía conside-rarse excepcional, restrictiva y solo reservada a aquellos supuestos en que la sociedad se constituía ficticia y fraudulenta para violar derechos de terceros.

La mayoría de los especialistas esperan que la corte dicte un pro-nunciamiento que establezca en el corto plazo los alcances de la res-ponsabilidad.

EL TRIBUNAL RESOLVIÓ:

Hacer lugar a la demanda entablada por Lidia Haydee Fernández contra Vicente Félix Stagno y Antonio Al-fredo Vitale y condenar a es-tos últimos a pagar 248.235 pesos más intereses fijados, imponer las costas de am-bas instancias a los deman-dados vencidos y regular honorarios de los letrados y demás intervinientes. En cuanto a los pagos en “ne-gro”, quedarán sujetos a dis-tintas resoluciones y leyes que se pronunciarán en la etapa procesal.

8

Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte cuestiona la legitimidad del testi-monio de peritos pagados. El es-tudio fue publicado en la edición del mes de agosto de la revis-ta American Journal of Roent-genology. En él, se encontraron opiniones encontradas entre los radiólogos que participaban co-mo peritos y los que no conocían la historia clínica y sólo se basa-ban en la observación de las ra-diografías para su diagnóstico.

Un equipo de investigadores al mando de Richard Semelka, MD, profesor de radiología de la Fa-cultad de Medicina de la Univer-sidad de Carolina del Norte en Chapel Hill descubrió que 31 ra-diólogos que analizaron las mis-mas tomografías computadas que habían sido usadas en un caso de responsabilidad médica no coincidieron con las conclu-siones de los peritos pagos que participaron en el juicio. “Este es-tudio demuestra una falla intrín-

seca en el actual sistema médico legal que afecta específicamen-te a los radiólogos,” es la conclu-sión del estudio. Estos resultados cuestionan los actuales métodos para determinar el nivel de cuida-dos necesarios en juicios, es de-cir, la participación de los peritos pagos. Los resultados obtenidos indican que los radiólogos que no conocen la historia clínica ni el caso en sí pueden resultar mucho más objetivos al evaluar casos le-gales.”.

La Corte Suprema de Missouri recientemente dictaminó que los registros médicos privilegiados no podrán ser presentados en jui-cio sin autorización, incluso cuan-do resultaran relevantes para la

causa. Esta decisión fue tomada durante un juicio por homicidio culposo, donde se estableció que no se obligaría a un hombre acu-sado de homicidio sin premedita-ción a presentar su historia clínica

personal como medio de prueba. La decisión fue unánime, y la Jue-za Patricia Breckenridge escribió que la confidencialidad médico-paciente prevalece.

En la última década algunas clí-nicas y hospitales han puesto en funcionamiento un servicio de cuidados para pacientes por vía telefónica, y los resultados obte-nidos resultaron muy positivos. Según un nuevo estudio publica-do en el periódico de la Asocia-ción Médica de Estados Unidos (American Medical Association), los pacientes con cáncer que re-cibieron asistencia telefónica por parte de enfermeros regularmen-te y que respondieron encuestas telefónicas grabadas mostraron

mejorías mucho más notables que aquellos pacientes que no lo hicieron. Los investigadores hicie-ron un seguimiento de 400 casos de pacientes oncológicos en tra-tamiento durante un período de 12 meses. Se formaron dos grupos de pacientes: a uno de los gru-pos se les proporcionó acceso a la asistencia telefónica, específi-camente en relación a sus dolen-cias y problemas de depresión. El segundo grupo no recibió ningún tipo de cuidados adicionales. El grupo que recibió asesoramien-

to telefónico experimentó una no-table mejoría en relación a esos síntomas. Los resultados obteni-dos en otros programas basados en el asesoramiento y ayuda tele-fónica a enfermos también fueron sumamente positivos. Un estudio británico sobre madres jóvenes con depresión postparto demos-tró que aquellas madres que re-cibieron apoyo y asesoramiento por vía telefónica experimentaron mejorías mucho más significati-vas que las que recibieron sólo el asesoramiento en la clínica.

Cuestionamientos a la participación de peritos en los casos de responsabilidad médica

Corte Suprema de Missouri: La confidencialidad médico-paciente debe ser respetada aún en juicio

Los pacientes que reciben asesoramiento médico telefónico obtienen mejores resultados en sus tratamientos

Newsbrief

11 11

TODOS SOMOS RESPONSABLES

La Contaminación del Aire, Control, Prevención y Soluciones

En las grandes ciudades, la conta-minación del aire es consecuencia principalmente de los escapes de gases y partículas en suspensión del parque automotor, de las industrias y de los aparatos domésticos de ca-lefacción. Un 80% del monóxido de carbono (C0) y un 40% de los óxidos de nitrógeno (NOx) e hidrocarburos emitidos proceden de la combustión de la gasolina vehicular. Más de un 80% del dióxido de azufre (SO2), un 50% de los óxidos de nitrógeno (NOx), y de un 30 a un 40% de las partículas en suspensión emitidos de las centrales eléctricas que que-man combustibles fósiles, las calde-ras industriales y las calefacciones. Otras fuentes de contaminación importantes en las megaciudades son la siderurgia y las acerías, las fundiciones de cinc, plomo y cobre las incineradoras municipales, las

refi nerías de petróleo, las fábricas de cemento y las fábricas de ácido nítrico y sulfúrico. Las sustancias liberadas por estas acciones antropogénicas contri-buyen a la contaminación de la at-mosfera siendo perjudiciales para la vida y la salud tanto del ser humano como de animales y plantas, es decir de nuestro medioambiente.

Sin embargo, la contaminación aé-rea puede prevenirse, mediante el empleo de tecnologías más lim-pias, que utilizan materiales biode-gradables o no tóxicos; a través del reciclaje, utilizando los desperdicios para generar nuevos productos y también, sustituyendo el consumo de productos que generen contami-nación durante su elaboración y uso por productos más amigables con el ambiente.

Para controlar la contaminación aé-rea surge en 1970, en los Estados Unidos, la Ley de Aire Limpio cuyas enmiendas dieron paso a la creación de la Agencia de Protección Am-biental (EPA). La EPA tiene autoridad para establecer y hacer cumplir las normas de contaminación atmosfé-rica y establecer las normas de emi-sión para las nuevas fábricas y re-ducir los contaminantes industriales peligrosos. Esta agencia regula los niveles de varios contaminantes del aire como: partículas en suspensión, gases, y trazas metálicas. Todos los estados están obligados a cumplir los niveles establecidos por la EPA referentes a la “calidad del aire am-biental” mediante la regulación de las emisiones de diversos contami-nantes procedentes de fuentes fi jas (las centrales eléctricas, incineradoras, precipitadores electrostáticos, etc.).

MEDIO AMBIENTE:

12

Esta ley también establece que los fabricantes de automóviles deben instalar controles de escape o desa-rrollar motores menos contaminan-tes, de esta manera la ley no solo controla sino que también previene de la contaminación.

En 1977, La Ley de Aire Limpio, en su forma enmendada, autorizó a la EPA aplicar normas más estrictas para regular la contaminación del aire e imponer mas sanciones, en caso de incumplimiento de dichas normas. El resultado de esta ley conllevo a un progreso limitado en la reducción de algunos de los contaminantes más importantes del aire como son: dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3), partículas totales en suspensión y plomo (Pb).

Una de las soluciones más satis-factorias a largo plazo para reducir la contaminación del aire es sin lugar a dudas, la eliminación de los combustibles fósiles. A tal fin varios países de Europa, Estados Unidos, Japón y Brasil fomentan el desarro-llo de fuentes alternativas de ener-gía, así como de diferentes tipos de motores de transporte (electricidad o biodiesel).

En 1992, 150 naciones firmaron un tratado sobre el calentamiento glo-bal en las Naciones Unidas patroci-nada por la cumbre sobre el medio ambiente en Río de Janeiro. La con-ferencia de las Naciones Unidas so-bre el Cambio Climático, celebrada en Kyoto, Japón, en 1997, produjo un acuerdo internacional para luchar contra el calentamiento global por reducir drásticamente las emisiones de gases industriales. Cabe notar que Estados Unidos abandonó el tratado en el 2001, se-ñalando que estaba en contra de los intereses de los EE.UU

En síntesis todos somos responsa-bles de mantener un atmosfera mas limpia, menos contaminada.

El Estado debe establecer le-1. yes y controlar su cumplimiento ya que el bienestar de todos los ciudadanos es una responsabi-lidad del Estado. La población en general, los 2. ciudadanos. La mayor concien-

tización de los seres humanos respecto del cuidado del me-dio ambiente es el camino más apropiado para preservar nues-tro planeta.

Algunas pautas simples que permi-ten evitar y/o reducir la contamina-ción aérea son:

No utilizar productos que contengan contaminantes, como CFC (desodo-rantes en aerosol), gasolina con plo-mo, etc.

Cambiar las lamparitas de luz tradi-cionales por otras de bajo consumo (compactas fluorescentes, o LED’s). Estas consumen 60% menos elec-tricidad que una lamparita tradicio-nal, con lo que este cambio reduciría la emisión de dióxido de carbono (CO2) en 140 kilos al año.

Reducir el uso del vehículo propio. En caso de ser necesario, revisar periódicamente la combustión del motor del automóvil para evitar la producción de gases tóxicos.

Evitar de ser posible el uso del auto-móvil. Caminar, ir en bicicleta, com-partir el vehículo y/o usar el trans-porte público.

Emplear combustibles adecuados para la calefacción doméstica e in-dustrial.

No quemar basura., hojas, etc.

Emplear alternativas menos conta-minantes como abonos orgánicos en lugar de los sintéticos. Transfor-mar los desechos urbanos orgáni-cos en abono.

Controlar biológicamente las plagas, evitar el uso de insecticidas, herbi-cidas y otras sustancias tóxicas, debiéndose alertar obligatoriamente al usuario sobre los efectos contami-nantes y letales de las mismas.

Reciclar el papel. La fabricación de papel reciclado consume entre 70% y 90% menos energía y evita que continúe la deforestación mundial.

Sembrar árboles y colaborar en el mantenimiento de las áreas verdes!!!!

Los árboles eliminan dióxido de car-bono (CO2).

13 13

El hombre debe aprender que el medioambiente no es algo que pueda manejar según su voluntad, como parte del mismo para tener una vida mejor debe INTEGRARSE.

Deborah R, Tasat es Doctora en BiologÍa Celular y Molecular de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Formó parte del staff de investi-gadores del Departamento de Radiobiología de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)y del Instituto de Biología y Medicina Ex-perimental ( IByME)y fue docente de la UBA hasta 1986. En1987 fue invitada por la Universidad de Colorado Springs, Co, USA y en 1990 se trasladó a la ciudad de Boston para incorporarse como staff al De-partamento de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. En 2000 regresó al país como directora del Laboratorio de Biología Celular del Pulmón del Centro de Estudios en Salud y Medioambiente de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). En 2007 fue convocada a formar parte del comité cientí-fico del Programa Interuniversitario de la Universidad de Buenos Ai-res para el Cambio Climático (PIUBACC). Además, actualmente es directora del Laboratorio de Monitoreo Ambiental del Centro Lincoln College y Profesora Asociada de la UNSAM y la UBA dictando clases de grado y de post grado.

El tema central de su investigación es el impacto de las partículas aéreas en suspensión sobre el sistema cardiorespiratorio reflejando claramente su interés por el medioambiente y la salud de la po-blación. La Dra. Tasat ha publicado sus trabajos en revistas científicas y en libros nacionales e internacionales, ha ganado varios premios y ha sido invitada como conferencista en diversos congresos y reu-niones científicas.

15

Señalamos 1985 como el año de quiebre en el tema responsabili-dad médica en Uruguay. Antes de esa fecha, el problema -se puede decir- era inexistente. Desde en-tonces el crecimiento en el número de demandas ha sido vertiginoso. Los médicos no estaban sufi ciente-mente preparados para enfrentar esta nueva problemática que viven casi a diario. Las causas son segu-ramente multifactoriales. El deterioro de la relación médico-paciente, el factor institucional (burocracia, autorizaciones, lista de medica-mentos, feriados quirúrgicos), pa-cientes cada vez más exigentes y a veces excesivamente empodera-dos por leyes de relaciones de consumo (en Uruguay Ley 17.250 de julio de 2000) son simplemente algunos de ellos.

Nuestro Código Civil -cuyo texto se remonta a fi nes del siglo XIX con mínimas actualizaciones- fi ja la prescripción de la responsabilidad contractual (institucional) en veinte años, mientras la extracontractual (médico) en cuatro. La nueva ley

17.250 –que pretende aplicar un número cada vez mayor de ma-gistrados- establece (artículo 38) la prescripción de la acción en cuatro años (desde que el demandante tuvo o debería haber tenido cono-cimiento del daño) mientras que el derecho se extinguirá transcurri-dos diez años de la fi nalización de la prestación del servicio causante del daño.

Mediante la Citación en Garantía, las instituciones logran involucrar al médico –que no ha sido code-mandado- y lo arrastran dentro de la responsabilidad contractual. El artículo 51 de nuestro Código General del Proceso establece “El demandado, en el plazo para con-testar y sin perjuicio de hacerlo, podrá solicitar el emplazamiento de un tercero o de aquél respecto al cual considera que la controver-sia es común o a quien la senten-cia puede afectar. El emplazado no podrá objetar la procedencia de su emplazamiento y deberá compare-cer, tendrá los mismos derechos, deberes y cargas del demandado”.

En el momento actual –aproxi-madamente- un 15% de nuestras demandas, son por citaciones en garantía.

Hemos cumplido cinco años desde el inicio de las actividades de SAIP-Cooperativa y, a pesar de la exce-siva lentitud de nuestro Poder Ju-dicial, podemos presentar algunos resultados. Tenemos actualmente 5.500 afi liados en todo el país. La enorme mayoría son médicos (88%), el resto corresponde a o-dontólogos, practicantes de me-dicina, instrumentistas y parteras.

Durante este período (5 años) he-mos tenido 209 afi liados demanda-dos (aproximadamente 40 por año).

Las cinco especialidades más demandadas han sido Ginecoto-cología, Traumatología, Cirugía General, Oftalmología y Cirugía Plástica.

Hemos logrado cerrar 40 (19%) de estos procesos, 9 por Sentencias Interlocutorias favorables, 16 por

URUGUAYRESPONSABILIDAD MÉDICA EN

16

Sentencias Defi nitivas absolutorias (7 de Primera Instancia, 7 de Tribu-nal de Apelaciones y 2 de la Supre-ma Corte de Justicia), 1 Sentencia Defi nitiva condenatoria de un Tri-bunal de Apelaciones. Los otros 14 casos se culminaron mediante acuerdos transaccionales.

Estamos convencidos que -me-diante un sistema auto gestionado que brinda atención personali-zada y multidisciplinaria- hemos aportado una herramienta de gran utilidad para enfrentar este verda-

dero fl agelo que se ha instalado en la atención médica de nuestros días. Seguimos comprometidos con tareas educativas hacia el in-terior de los gremios y sociedades científi cas, aportando visiones que la actual formación curricular del médico no brinda. Esperamos que -en plazo breve- la implementación y mejoramiento de los llamados Métodos Alternativos de Resolu-ción de Confl ictos (MARC) permi-tan encaminar estas controversias hacia senderos más efectivos y componedores.

Dr. Alberto M. Piñ[email protected]

Presidente del Consejo Directivo de SAIP-Cooperativa.

17

En el marco de las nuevas pedagogías los profesionales apuntan a educar chicos desde otras visiones y con prioridades diferentes. Estas nuevas ideas ayudarán a forjar futuros adultos más comprometidos. El pensar, el mundo anímico y el hacer serán las tres esferas que busquen armonizarse constantemente. De este trabajo interno y auto formante surge un ser verdaderamente libre, capaz de realizar cambios importantes en sí mismo y en la sociedad que también lo constituye

PENSAMIENTOS RESPONSABLES

Rudolf Steiner, el creador de la pe-dagogía Waldorf, nació en Austria, en 1861, en el seno de una humilde familia ferroviaria. Desde pequeño mostró una prodigiosa sensibilidad e inteligencia, que maduraron armo-niosamente en el entorno agreste de bosques y montañas del pueblo de su infancia. Estudió en la Univer-sidad de Viena. Allí cursó biología, química, física y matemática, y pa-ralelamente fi losofía y literatura. Se doctoró en fi losofía en la Universi-dad de Rostock.

“La profesora Mariana Leunda, di-rectora y creadora de las carreras y del profesorado de pedagogía Wal-dorf estuvo con RPNews y afi rmó lo siguiente respecto a este nuevo pro-yecto del primer profesorado Wal-dorf en la Argentina.” “Los adultos contribuimos diaria-mente para que un niño pueda ser un niño porque si lo logra será un verdadero adulto libre, capaz de promover cambios en el mundo. Ser un buen padre, madre, maestro o

terapeuta, signifi ca aprender a auto educarnos durante toda la vida para educar. Educar es una forma silen-ciosa de curar y prevenir. Formarnos nos prepara para adquirir el derecho sagrado de estar frente a los niños. Nos formamos e intentamos com-pletar la formación que ya tenemos buscando el equilibrio entre nuestro pensar, nuestro mundo emocional y nuestra voluntad, ya que ésta es la manera en que vamos a trabajar luego con nuestros alumnos, hijos o pacientes”.

NUEVOS PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN

18 PENSAMIENTOS RESPONSABLES

Respecto del Instituto comentó: “En el profesorado trabajamos estas cuestiones conociendo a fondo las etapas evolutivas del ser humano según los estudios de Rudolf Steiner, procurando partir del entusiasmo y el deseo de aprender a través de una pedagogía y arte terapéutico vivos, y aplicando las didácticas y recur-sos adecuados y específicos para cada momento. Nuestras carreras contemplan el curriculum de 4 años exigido por el Estado que garantiza los contenidos oficiales obligatorios y además nutren la formación con otras visiones filosóficas y pedagó-gicas, profundizando especialmente desde la Pedagogía Waldorf, organi-zando la cursada de manera com-patible con la formación integral y vivencial buscada”.

Además, la docente afirmó que “Rudolf Steiner, en uno de sus pri-meros libros, La Filosofía de la Liber-tad, aborda un problema fundamen-tal de la vida anímica del hombre; si éste, como ser dotado de voluntad, puede llegar a ser realmente libre. Rompió con muchos de los mol-des existentes en los ámbitos de las ciencias naturales y espirituales, especialmente con su espiritualidad orientada a aquello práctico y diario. Impulsó una multitud de iniciativas culturales en los campos de la pe-dagogía, la agricultura y la medicina, en la sociología y en las ciencias de la naturaleza y la cultura. Sus ideas y su trabajo crearon nueva conciencia y sobre ésta trabajamos en nuestro campo formativo, además de incluir el conocimiento de otras tendencias. Estos recursos para generar nueva conciencia se aplican por medio del arte como herramienta formativa de un sano pensar, sentir y actuar del desarrollo de los órganos de percep-ción de lo espiritual en el niño y en los adultos. Arte que incluye la pala-

bra, la pintura desde la perspectiva goetheana, la música y los ritmos a través del canto, de la flauta y otros instrumentos, las labores con fieltro, lanas y otros materiales nobles; la euritmia y la gimnasia Bothmer para crecer desde el movimiento armoni-zante”.

Para concluir la nota la profesio-nal de la educación confirmó que, “nuestra formación incluye el arte nuevo, el arte de lo social. El alum-no aprende desde la autogestión, las prácticas sociales, y la práctica pedagógica tanto en escuelas Wal-dorf como en escuelas públicas. El mundo necesita de adultos sensi-bles a esta llamada hacia una forma diferente, capaces de transformarse para transformar, de gestarse para gestar con otros, de encontrarse para encontrar”.

Por Veronica Rodrigues [email protected]

La pedagogía Waldorf nació

como respuesta a una necesi-

dad social. Propone y abarca

didácticas específicas basa-

das en un profundo conoci-

miento del hombre como ser

tripartito: el pensar, el mundo

anímico y el hacer; tres esfe-

ras que buscan armonizarse

constantemente. De este tra-

bajo interno y auto formante

surge un ser verdaderamente

libre, capaz de actuar cambios

importantes en sí mismo y en

la sociedad que también lo

constituye

DATOS DE CONTACTODirección: La Paz 953 – Martínez - Pcia. de Bs. As.Teléfonos: 4717- 0834 de 8 a 12 hs. / 4836-0323 de 13 a 17 hs.E-mail: [email protected]

Pedir permiso, dar gracias, decir lo siento, intentar no errar

6fascículo

Editorial Dunken

“El Poder de la Comunicación” basado en el

libro “Healing Words. The power of apology in

medicine” de Michael Woods, MD, es el primer

libro editado en la Argentina sobre la prevención

y la responsabilidad profesional médica, y que

relata la experiencia estadounidense.

Cada capítulo esta comentado por prestigiosos

médicos y abogados argentinos

CONTINÚA DE LA EDICIÓN ANTERIOR

El sentirse apenado

Cuando expresamos nuestra pena le comunicamos al paciente que reconocemos su ansiedad, su dolor, o su miedo; y que además nos sentimos mal por todo eso. Cuando estamos frente a un resultado inesperado (haya sido consecuencia de un error o no), podríamos expresar nuestro pesar en una forma simple, como por ejemplo:

Realmente me apena que haya sucedido todo esto. Sé que no es lo que ninguno de nosotros esperaba o deseaba, y quisiera que supiera que siento muchísimo todo lo que le está pasando.

Este diálogo debería tener lugar inmediatamente después de que se descubre la complicación. Permite que la relación comience a sanar. Más adelante pueden darse todos los detalles y el remedio, una vez que se haya tenido el tiempo para evaluar la situación por completo. Habiendo dicho esto, estos últimos dos pasos no deben posponerse por demasiado tiempo o corremos el riesgo de que el paciente y/o su familia sientan que la disculpa fue incompleta.

La responsabilidad

Es este uno de los pasos del pedir perdón que mantiene despiertos por las noches a los aseguradores, los administradores de servicios de salud, a los “risk managers” y a los médicos mismos. Implica relatar exactamente todo lo que se sabe sobre la situación en cuestión. Tenga en claro que asumir la responsabilidad no implica necesariamente reconocer que se ha cometido un error. A continuación les ejemplifi co una declaración de responsabilidad:

Soy responsable por su salud y voy a averiguar qué fue lo que sucedió. Si es posible, también por qué fue que sucedió. Lo mantendré informado sobre todo lo que averigüe, y cómo esta infor-mación podrá utilizarse para pre-venir errores en el futuro. En este punto, realmente no estoy seguro

de que hubiera obrado de manera diferente, pero tengo la intención de investigar esto en profundidad.

Estas declaraciones son más efectivas cuando se hacen en la primera persona del singular: “Yo”, que en la primera persona del plural: “Nosotros”. En el ejemplo anterior, pruebe sustituir el “yo” por “nosotros” y notará cómo se despersonaliza el mensaje, y eso dá la impresión de que el médico está tratando de evadir respon-sabilidad:

Somos responsables por su salud y vamos a averiguar qué fue lo que sucedió. Si es posible, también por qué fue que sucedió. Lo man-tendremos informado sobre todo lo que averigüemos, y cómo esta información podrá utilizarse para prevenir errores en el futuro. En este punto, realmente no esta-mos seguros de que hubiéramos obrado de manera diferente, pero tenemos la intención de investigar esto en profundidad.

Por supuesto, existen situa-ciones en las cuales el médico es quién causa el problema, directa o indirectamente. No me estoy refi riendo a complicaciones debidas a la incompetencia del médico, las cuales no están en consideración en el presente libro, sino a los errores “honestos” como consecuencia de fallas en la comunicación, errores técni-cos como consecuencia de la fatiga o de recursos limitados, o las situaciones más allá del control del médico, como puede ser una reacción idiosincrática a un medicamento o aberraciones anatómicas inesperadas. Pero aún en estas situaciones, el médico inició el tratamiento. Sin importar qué tan imposible era preveer la complicación, el médico debe asumir la responsabilidad.

En el caso de que el daño o re-sultado inesperado fuera causado por el médico, se podría decir lo siguiente:

Soy responsable por su salud y por este lamentable resultado. La reacción a esta droga que ha sufrido ya había sido informada, pero es muy poco corriente. Estoy estudiando el caso para ver si su reacción podría haber sido an-ticipada. En este punto, no estoy seguro de que hubiera obrado de manera diferente, pero lo manten-dré informado sobre todo lo que vaya averiguando.

El remedioUnas disculpas auténticas de-berían incluír una oferta de indem-nización, un remedio que corrija el error y/o impida que se vuelva a cometer. Por supuesto que “remedio”o indemnización son términos “aterrorizante” en este contexto. Nos enfrenta al fantas-ma de los arreglos extrajudiciales de más de seis cifras, o al de un juicio. Pero el hecho de enfrentar en forma directa los resultados desafortunados y de manejarlos con sensibilidad va esfumando la ira, que es el combustible que enciende la hoguera de las más increíbles demandas judiciales.

Gallagher identifi ca tres preguntas principales que son las que los pacientes desean se les respon-dan después de un resultado imprevisto:

¿Qué medidas se están • tomando para corregir el pro-blema que tengo ahora?¿Cómo se verá afectada mi • salud en el corto y mediano plazo?¿Deberé hacerme responsa-• ble por el costo de este error o complicación?

Cada una de estas preguntas demuestran la necesidad que tiene el paciente de recibir una compensación. Las primeras dos preguntas pueden responderse de la siguiente manera:

Personalmente, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para comprender cómo y por qué sucedió esto, y lo mantendré al tanto de lo que averigüe. Mientras tanto, he dado orden de que se le suministren antibióticos que serán de gran ayuda. Aunque aún es de-masiado pronto para saberlo, creo que esto no tendrá consecuencias a largo plazo para su salud – pero eso lo verifi caré con algunos análi-sis clínicos que le mandaré realizar en una o dos semanas. Quiero que sepa que este problema se suscitó debido a un error de comunicación, y ya estoy tomando todas las medidas necesarias para que este tipo de errores jamás vuelva a suceder.

Pero esta declaración no especi-fi ca quién se va a hacer cargo de los gastos ocasionados por este error o complicación. Este aspecto del problema puede convertirse en un tema muy caro y esca-broso, pero no tiene porqué serlo. Cuando un paciente sabe que sus

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gastos inmediatos serán cubier-tos, su interés en buscar revancha a través de una demanda por daños disminuye. Tanto el hospital como el médico pueden renunciar a sus honorarios por los servi-cios prestados, pueden absorver los gastos de los tratamientos médicos subsiguientes y también pagar por los inconvenientes que sufrieron e paciente y su familia. Más adelante explicaré cómo fue que las COPIC Companies, un grupo asegurador por mala praxis médica, ha utilizado este enfoque con gran éxito.

TRAzAR UN PLAN y MANEjAR LOS TIEMPOS

Las disculpas deben ofrecerse tan pronto se toma conocimiento del error, infracción o resultado ines-perado. Las demoras en la comu-nicación hace que los pacientes y las familias sospechen que algo está mal.

Aún así, los médicos nunca de-berían actuar precipitadamente, sin haber pensado el asunto cuida-dosamente ni haberse preparado. Incluso cuando el médico hubiera establecido una buena relación y un diálogo fluído con el paciente, si se ofrece una disculpa pobre o mal formulada la relación puede verse deteriorada, especialmente en el caso de situaciones críticas.

Engel recomienda tener en cuenta seis aspectos antes de ofrecer una disculpa, para evitar hacerlo mal o en forma poco efectiva. Cinco de estos aspectos resultan relevantes para la profesión médica:

Debe admitirse lo que le ha 1. sucedido al paciente.Debe analizarse las ramifi-2. caciones de las acciones o inacciones que fueron causa o llevaron al problema.Debe observar la situación 3. desde el punto de vista del paciente y tratar de entender lo que puede estar sintiendo (enojo, temor, ansiedad, dolor, etc.).Debe autoperdonarse por su 4. participación (real o percibida) en el incidente.Debe planear y preparar su 5. disculpa.

El médico es quien debería marcar el tenor de la conversación desde el comienzo. Para hacerlo efec-tivamente, su lenguaje corporal debe estar sincronizado con sus palabras y su tono de voz. Imagine

a un médico parado frente a la cama de un hospital con sus brazos cruzados y ofreciendo una disculpa mientras mira de a ratos por la ventana u observa el televisor. No sólo parecería una disculpa totalmente falsa, sino que podría enojar aún más al paciente o su familia. Las disculpas deben ofrecerse con humildad. El médico debería sentarse en la cama con el paciente o en una silla a distancia de contacto y debe mantener un contacto visual adecuado.Disculparse por obligación: el remordimiento a pedido

Una disculpa por obligación es la que se ofrece como respuesta a una solicitud, o una determinada política o a una órden. En general, existen tres grupos que pueden solicitar una disculpa por parte del médico: el paciente, la familia del paciente, o el administrador de la organización sanitaria. (debería aquí agregar que personalmente he visto a una o dos enfermeras exigirle al médico que se disculpe con la familia de un paciente). Cuando un hospital, clínica o administrador de seguros exige se presente una disculpa es general-mente debido a que han recibido alguna queja, la cual les preocupa por la posibilidad de la exposición.

El consejo más importante que le puedo dar a un colega ante esta situación es que no responda de inmediato. Una orden para que se ofrezca una disculpa puede sen-tirse como una emboscada, es-pecialmente si el médico no tenía noción alguna de lo que estaba sucediendo. Eviten las respuestas apresuradas y a la defensiva. Si necesita tiempo para preparar una respuesta, solicítelo:

Veo que está enojado. Me gustaría tomarme unos minutos para refle-xionar sobre mi desempeño y cómo éste nos ha llevado a la presente situación. Permítame pensar sobre el asunto para que pueda darle una respuesta pensada y precisa a sus preocupaciones y así pueda ofrecer una disculpa adecuada.

Precaución: Si utiliza este tipo de planteo y le dice al paciente o la familia que regresará en unos minutos, debe mantener su promesa. No regrese después de veinte minutos o media hora. Probablemente estén pendientes del reloj, y su tardanza podrá ser considerada una nueva violación a su confianza. Puede ser todo lo que necesiten para llamar a un abogado.

Por lo que he podido observar, no es un único incidente lo que dispara la presentación de una demanda, sino pequeñas viola-ciones a la confianza y faltas de sensibilidad repetidas, que fueron toleradas hasta la proverbial última gota que rebalsó el vaso. En otras palabras, un paciente que se en-cuentra en su consultorio, iracun-do y exigiéndole una disculpa, es un paciente que probablemente se ha sentido insatisfecho por algún tiempo. Finalmente se encuen-tra dejando salir su frustración y su ira acumuladas por lo que parece ser un incidente de poca importancia. Los médicos pueden evitar estas situaciones si tratan a sus pacientes con honestidad y respeto en todo momento, lo que incluye disculparse cada vez que fuera necesario en vez de esperar a hacerlo cuando finalmente se lo exigen.

Entonces, ¿qué sucede si usted se toma el tiempo para analizar la situación y simplemente no puede comprender la razón por la cual el paciente o su familia están eno-jados? ¿Qué sucede si no sabe por qué se le está exigiendo una disculpa? Sea honesto:

Les agradezco el tiempo que me han dado para analizar el asunto. Comprendo que están enoja-dos, pero realmente me apena y avergüenza reconocer que no llego a comprender el porqué de su enojo. Les ruego me ayuden a comprender su punto de vista, de manera que pueda subsanar las cosas con ustedes y a la vez ase-gurarme de no volver a cometer el mismo error otra vez.

En esta situación el médico no sólo reconoce la desilusión del paciente, sino que además le pide su ayuda para compren-der la situación. Este modelo también introduce el paso de la “reparación” del proceso de pedir perdón [...de manera que pueda subsanar las cosas con ustedes y a la vez asegurarme de no volver a cometer el mismo error otra vez...], lo que contribuirá a calmar a la parte agraviada.

Continúa en la próxima ediCión

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El 4 de enero de 2012 la Presidente Cristina Fernández fue operada de un cáncer en la tiroides. Luego de la intervención se confirmó que había un “error de diag-nóstico” según informaron fuentes oficiales. El “falso positivo” comunicado por la Unidad Médica Presidencial levantó la polémica y a partir de allí, se comenzó a debatir sobre verdadero o falso en una batalla mediática que sólo generó la posibilidad del desprestigio de la medicina argentina.

¿FALSO POSITIVO? ¿ERRORES DE INTERPRETACION?

Los médicos desempeñan una de las labores que mayor conside-ración y respeto generan en nuestra sociedad, el cuidado de la salud y el bienestar de sus pacientes. A pe-sar de su conocimiento acerca de la anatomía humana y sus patologías, en ocasiones cometen errores, pu-diendo estos resultar o no extrema-damente peligrosos para aquellas personas que depositaron en ellos su propia vida.

Uno de los errores más comunes en el mundo de las prácticas pro-fesionales de la salud (hasta en un

40% de los casos), son los fallos de diagnóstico, precisamente porque pueden darse en cualquier disci-plina médica existente. Los mismos pueden ser causados por la falta de cuidado por parte del médico a car-go, al no llevar a cabo éste un análi-sis con la debida profundidad sobre el estado de salud del paciente, en ocasiones apresurándose a dar un diagnóstico que fi nalmente no es el que se corresponde con el ver-dadero estado de dicho paciente. En estos casos es cuando se puede hablar de negligencia médica por fallo de diagnóstico.

Sin embargo, en ocasiones no es el profesional el que se equivoca, sino que al informar el resultado de un estudio hay errores de interpret-ación por parte del paciente e inclu-so, dicho paciente no realiza todas las consultas pertinentes. Luego de lo expuesto nos avocamos a uno de los casos más relevantes y polémicos de los últimos tiempos en el país, el diagnóstico e interven-ción realizada a Cristina Fernández el pasado 4 de enero en el Hospital Austral.

ERROR DE DIAGNOSTICO

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Transcripción del comunicado que descartó el diagnóstico inicialmente informado a Cristina Fernández:

“La Unidad Médica Presidencial tiene la satisfacción de comunicar que el equipo del Hospi-tal Austral encabezado por el doctor Pedro Saco, jefe del Departamento de Cirugía; el doc-tor Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna, y el doctor Eduardo Schnit-zler, director médico, informa que el estudio histopatológico defi nitivo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula tiroides de la presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, pero descartó la presencia de células cancerígenas, modifi -cando el diagnóstico inicial de la punción.

“La histología defi nitiva fue informada como ‘adenomas foliculares’. De acuerdo a este favora-ble diagnóstico, el equipo considera que el tratamiento quirúrgico realizado es sufi ciente, no siendo necesario la administración de yodo radiactivo.

“La Presidenta de la Nación descansó normalmente y se encuentra en óptimo estado general. En base a todo este informe, el equipo médico interviniente ha autorizado el alta de la doctora Cristina Fernández de Kirchner. Firman el doctor Luis Buonomo y el doctor Marcelo Ballesteros de la Unidad Médica Presidencial”.

El primer diagnóstico que se dio a conocer públicamente el 22 de dici-embre de 2011 por fuentes ofi ciales del Gobierno Nacional, fue un “car-cinoma papilar en la tiroides”, que luego de la operación se transformó en otro diferente, “se constataron los nódulos conocidos en el lóbulo derecho, así como la presencia de un nódulo palpable en el lóbulo iz-quierdo”, según afi rmaron a través de un comunicado el cirujano Pedro Saco y el director médico, Eduardo Schnitzler, ambos dirigentes del Austral.

Debido a trascendidos y publica-ciones varias que circularon entre los medios de prensa, cuatro días

después de la operación el gobierno difundió el estudio que confi rmó que Cristina no tenía cáncer a través de la Unidad Médica Presidencial integrada por los doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros. En el comunicado los profesionales ex-plicaron que el caso de la presidente está dentro del 2 por ciento de las estadísticas de “falso positivo”, que sólo puede verifi carse una vez ex-traído el órgano.

En medicina el “falso positivo” es un error por el cual al realizar una prueba complementaria (un análisis de sangre por ejemplo) su resultado indica una enfermedad, cuando en realidad no la hay.

A raíz de este diagnóstico post-ope-ratorio y la comunicación del “falso positivo”, se pudo afi rmar que en este caso no hubo negligencia médica y que aunque se realicen varias pruebas y se consulte a pro-fesionales específi cos en la materia antes de efectuar una intervención, como toda ciencia no exacta, puede haber un mínimo de duda que se confi rma o no durante la operación del paciente.

Por otra parte, no se puede dejar de lado el hecho de que al ser la Presidenta una persona pública, los tiempos y las formas de comunicar lo sucedido públicamente no fueron iguales que con cualquier otra per-sona no conocida.

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El Doctor Fernando Mariona, aboga-do especialista en riesgo médico (American Hospital Association); Director – Gerente de Siniestros y Asuntos Legales de TPC, Compa-ñía de Seguros S.A. ; miembro de la Comisión Directiva del ITAES (In-stituto Técnico para la Evaluación de Establecimientos de Salud); do-cente de la Fundación Barceló, la Universidad Abierta Interamericana; disertante en más de 200 Con-gresos y Seminarios Nacionales y Extranjeros sobre Derecho de Se-guros, Gestión de Riesgos y Seguri-dad del Paciente y Responsabilidad Profesional Médica, nos comentó lo siguiente:

“La cuestión del mal denominado caso del “falso positivo”, relacio-nado con la operación de la tiroides de la paciente Cristina Fernández de Kirchner, fue un verdadero caso tes-tigo, que debería servir de ejemplo paradigmático para todos para el futuro. La bienvenida diferencia en el diagnóstico entre la punción pre quirúrgica y la histopatología post quirúrgica, seguidas de las expli-caciones en cuanto a la certeza de uno y otro estudio, así como las es-tadísticas que la comunidad médica siempre nos hace conocer, ponen en evidencia algunas cuestiones de enorme importancia, las que pese a lo repetidas, cuando llega el mo-mento del análisis que realizan los jueces y el periodismo, no siem-pre - cada vez menos - son tenidas en consideración. En efecto, la me-dicina no es una ciencia exacta, la información completa y adecuada al paciente no solo es un derecho de éste, sino un acto médico, y la noti-cia de las posibilidades diagnósticas de los exámenes complementarios - de ser convenientemente explica-dos por adelantado por los médicos - deberían ser un motivo de festejo para quien es anoticiado, y no toma-do como un error inexcusable para quien lo brinda, o el incumplimiento de una obligación de resultado, pues la ciencia jurídica así prefi era defi nirlo. Las profusas explicaciones dadas por profesionales de recono-cida valía - después que las cosas ocurrieron - siempre deberían ser

tomadas en consideración y no en forma excepcional. Es decir, en-tender cómo funciona el sistema. Sin embargo, los Tribunales reciben anualmente innumerables acciones legales, en las que se reclaman in-gentes sumas de dinero, por no es-tar enfermo, por no haber sido expli-cado qué quiere decir “compatible”, y lamentablemente, darle curso”.

Por su parte el Dr. Juan Carlos Fe-rrería, médico; residencia en medici-na interna; especialista en Nefrolo-gía y Medio Interno; especialista en Medicina Legal; Médico Legista consultor de responsabilidad pro-fesional en TPC Cia. de Seguros; Médico Legista de la Dirección de Asuntos Jurídicos del Hospital Ga-rrahan le respondió a RPNews acer-ca del tema en cuestión.

Dr. Fernando G. Mariona

Dr. Juan Carlos Ferrería

PALABRAS DE LOS PROFESIONALES

COMUNICADO DEL HOSPITAL AUSTRAL

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RPN: ¿Qué es el falso positivo?

jCF: A mi entender no es aplicable al caso que nos ocupa la denomi-nación de ‘falso positivo’. Da lugar a equívocos y recomiendo no em-plearlo. De hecho, el informe de un diagnóstico citológico o histológico sobre el que se me pregunta, no se informa como ‘positivo’ o ‘negativo’, y en este caso, correctamente, no

fue así informado.La confusión terminológica ocurre por comparar, analógica y equivo-cadamente, protocolos de labora-torio, en donde el resultado de la reacción con la que se pretende detectar alguna sustancia u organ-ismo biológicos da resultado ‘posi-tivo’ o ‘negativo’ o ‘indeterminado’ y así se informa. Estas palabras, en este último caso, están señalando estrictamente el resultado de la prueba realizada, la que si se efec-tuó de acuerdo a los pasos del pro-tocolo, no está sujeta a interpret-ación alguna por parte de quien la instrumenta: ‘positivo’ es la presen-cia de lo investigado, ‘negativo’ su ausencia e ‘indeterminado’ cuando el resultado de la prueba no tiene la intensidad necesaria (de color, de precipitación, de radioactividad, etc.) para ‘determinar’ si es lo prim-

ero o lo segundo.

En el estudio citológico que se me ad-juntó, los resultados no se miden ni se denominan de esa manera, ya que se trata de un procedimiento en el que el especialista observa y describe una muestra biológica y sobre la base de ello formule un diagnóstico.

En un informe histo y/o citológico los especialistas –en este caso inter-

vinieron al menos dos- describen lo que observan en la muestra remitida y basados en las características en-contradas y de acuerdo a su propia percepción, conocimiento y expe-riencia, formulan un diagnóstico. En este caso –en la mayoría- se agrega el califi cativo ‘compatible con’ tal diagnóstico. Con dicho califi cativo se informa justamente que el estu-dio no es ni ‘positivo’ ni ‘negativo’ ni ‘indeterminado’, sino que está su-jeto a lo observado y analizado. No se hace una reacción de laboratorio, se efectúa un diagnóstico cito o his-tológico que puede dar una gama de resultados, a veces numerosos. Por ello, si comparamos, en los pro-tocolos de análisis bioquímicos, por ejemplo, no se emite un diagnóstico como en los cito y/o histológicos.

Otra diferencia a tener en cuenta es que en los análisis de laborato-rio los “resultados” son positivos o negativos. En cito o histología se habla de diagnóstico que depende de las características que observa un especialista y la interpretación que de ellas hace. Por tal motivo yo acuerdo con los que consideran que es una obligación de medios. En anatomía patológica hablar de

El pasado 22 de diciembre, durante la realización de estudios médicos de control de rutina efectuados a la señora presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, se detectó la existencia de un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la glándula tiroides.

Debido a ello, en el día de hoy se efectuaron los estudios específi cos y se constató la ausen-cia de compromiso de los ganglios linfáticos y la inexistencia de metástasis. Se concluye que la localización de la enfermedad se halla circunscripta a la mencionada glándula. Para el tratamiento de la misma, se realizará una intervención quirúrgica.

Habiéndose completado durante esta jornada la realización de los estudios prequirúrgicos correspondientes, se programó la intervención para el miércoles 4 de enero en el Hospital Austral, con un tiempo probable de internación de 72 horas y de convalecencia de 20 días.

Dicha intervención estará a cargo del doctor Pedro Saco y equipo. El mencionado profesional se desempeña como Jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Austral y como jefe de Servicio de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología “Dr. Angel H. Roffo” de la Universidad de Buenos Aires.

Firma: Doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, de la Unidad Médica Presidencial.

El comunicado ofi cial de la Unidad Médica Presidencial

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falsos positivos o negativos lejos de ayudar, confunde.RPN: ¿Qué opinión le merece lo sucedido con la forma en que se efectuó el caso de la intervención a la Presidenta Cristina Fernán-dez de Kirchner?

jCF: De lo conocido públicamente del caso –informe citológico y co-municado del Hospital Austral- me merece la opinión que se actuó con profesionalismo y siguiendo en un todo la ‘lex artis’ de las especiali-dades que intervinieron. RPN: ¿Para usted hubo negligen-cia por parte de los profesionales que operaron a la Presidenta?

jCF: Sólo no hubo negligencia (actuar con descuido); tampoco impericia (desconocimiento de lo que debe saberse) o imprudencia (actuar de más de lo aconsejado o exponer a riesgo mayor que lo necesario). Lo antedicho fue ava-lado públicamente por especialistas reconocidos y, mediante solicitada de prensa, la Sociedad Argentina de Cirugía de Cabeza y Cuello.

RPN: ¿Está de acuerdo con la forma en que se llevó adelante el procedimiento de comunicación del caso? ¿Por qué?

jCF: Sólo podría contestar, desde mi profesión, la forma en que se comunicó e informó el caso a la paciente para que pueda dar su consentimiento con autonomía de su voluntad, para la realización en su persona de los procedimientos médicos y/o quirúrgicos recomen-dados. Desconozco como se llevó adelante este procedimiento. RPN: ¿Qué seguros de respon-sabilidad deberían tener los pro-fesionales que están a cargo de la salud y bienestar de una figura pública?

jCF: Desconozco si existe la cober-tura de este riesgo. Por otro lado, salvo en el caso de los médicos de cabecera de una figura pública, cualquier especialista podría estar a cargo sin que al solicitar una póliza

pueda preverlo.Además, el médico especialista en peritaje agregó: “Recurro siempre al diccionario, que permite acla-rar algunas dudas del lenguaje, sin perder de vista los usos y costum-bres de determinados colectivos o comunidades.

COMPATIBLE: Que tiene aptitud o capacidad para estar, ocurrir, o de-sarrollarse junto con otro u otros. A veces se construye con un comple-mento anteponiendo la preposición ‘con’: tu solución es compatible con nuestro modo de trabajar. La obser-vación y descripción citológicas son compatibles con carcinoma.

También puede ayudar a la com-prensión de la forma elegida para formular un texto, los sinónimos de

la palabra en cuestión.

Algunos de los sinónimos de COM-PATIBLE: coincidente, compagina-ble, acomodable, armonizable, concordante, similar, concomitante, semejante”.

Para concluir esta nota citaremos una frase que escribió el Doctor Adrián R. Cameron, médico es-pecialista de Cirugía de Cabeza y Cuello del Hospital Británico, para el Diario La Nación.

“Un falso positivo no es ni un des-prestigio ni un fracaso de la me-dicina argentina. Todo estudio diag-nóstico tiene su índice de falsos positivos, ningún estudio es 100 % categórico. Por lo tanto, situaciones como la vivida son posibles, aunque

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La llamada “fe de conocimiento” consiste en el ámbito notarial, tal como se ha sostenido en la XXII Jor-nada Notarial Argentina (Rosario, 17 al 19 de octubre de 1991), en la con-vicción del escribano respecto de la identidad de los comparecientes del acto que autoriza. Este tema es uno de los que mayores inconvenientes ha provocado en materia de respon-sabilidad civil notarial mientras el instituto estuvo vigente en el Código Civil; sin embargo, la sanción de la Ley 26140 del año 2006 ha modifi -cado los arts. 1001 y 1002 CC, pro-vocando su desaparición del ámbito notarial. Por ende, efectuaremos a continuación un análisis de la llama-da fe de conocimiento antes y des-

pués de modifi cación del Código Civil introducida por la Ley 26140.

Antes de la reforma de la Ley 26140

Tal como lo apreciaremos en el cuadro comparativo que expondremos más abajo, en su redacción original esta-blecía el art. 1001 CC que “el escriba-no debe dar fe de que conoce a los otorgantes”. Al respecto, es de desta-car, que una de las acepciones de la palabra conocido en el Diccionario de la Real Academia Española es “perso-na con quien se tiene trato o comuni-cación, pero no amistad”. Como bien lo señala PONDE, el conocimiento era una forma válida de identifi car e indi-

vidualizar a las personas en épocas antiguas pero que resulta inefi caz en las grandes urbes. Su razón de ser se explicaba en la sociedad de mediados del siglo pasado, en donde todos se conocían o tenían vinculaciones co-munes, máxime cuando no se poseían los medios técnicos de identifi cación que hoy ofrecen tantas seguridades.

En tal sentido, si nos aferramos al sentido semántico del término, era un despropósito que se insistiera en que los escribanos debían dar fe de cono-cer a quien ven por primera y –quizás- única vez en sus vidas. Lo más lógico, pues, como lo recogió la reforma de la Ley 26140 que luego veremos, es que se estableciera como obligación

RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ESCRIBANOAcerca de la Fe de conocimiento. Su derogación y su reemplazo por la llamada “fe de identificación” en el actual Código Civil argentino.

Dr. Carlos A. Calvo Costa Profesor-abogado especialista

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de los notarios la de dar tan solo fe de la identificación de los compare-cientes.

Asimismo, la letra del art. 1002 del CC, establecía que “si el escribano no conociere las partes, éstas pue-den justificar ante él su identidad personal con dos testigos que el escribano conozca, poniendo en su escritura su nombre y residencia, y dando fe que los conoce”.

Como bien lo destaca VÉLEZ SÁRS-FIELD en la nota a dicha norma, la fuente de ella es la Ley 2da. (erró-neamente se ha transcrito como Ley 1ra.), Título 23, Libro 10 de la Reco-pilación española. Ella, claro está, se remonta al siglo XVI reconociendo a su vez como antecedente a la “Prag-mática de Alcalá” otorgada por la reina Isabel La Católica en 1503.Obviamente que a la época de la sanción del Código Civil argentino VÉLEZ SÁRSFIELD no pudo llegar a predecir que la identidad de las per-

sonas pasaría a ser una función del Estado Nacional y que se expedirían documentos de identidad para to-dos los ciudadanos de la República, en los cuales se tomarían fotografías y también impresiones dactiloscópi-cas de las personas documentadas. Basta como muestra de ello apreciar la forma en que establece nuestro Código Civil la prueba del nacimien-to de las personas (arts. 79 a 88).

La Ley 17671/68 (Ley de Identifica-ción, Registro y Clasificación del Po-tencial Humano Nacional), estableció que la identificación de las personas le corresponde al Registro Nacional de las Personas mediante un legajo de identificación con un número fijo (arts. 2 y 7), el que emitirá un Docu-mento Nacional de Identidad (D.N.I.) donde constará “su fecha de naci-miento, fotografía, impresiones dac-tiloscópicas, descripción de señas físicas y datos individuales” (art. 9). El art. 13, a su vez, determina que la exhibición del Documento Nacional

de Identidad será obligatoria en to-das aquellas circunstancias en que sea necesario probar la identidad de las personas, sin que pueda ser su-plido por ningún otro documento de identidad, cualquiera fuere su natu-raleza y origen.

Es importante mencionar que, en la actualidad, la justificación de la identidad de las personas mediante la exhibición de documentos tiene favorable acogida en los sistemas legislativos más modernos del mun-do, tales como Suiza, Austria, Espa-ña, Francia, Portugal, Grecia, Brasil, Luxemburgo, etcétera.

Tal como podemos apreciar, este artículo 1002 CC –tal como estaba redactado antes de la reforma de la Ley 26140- si bien mantiene los testigos de conocimiento admitía al documento de identidad como me-dio supletorio, para acreditar la iden-tidad de los comparecientes.

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Pero no obstante ello, con anteriori-dad a la reforma citada, se sostenía tanto en la doctrina como en la ju-risprudencia que el juicio de certeza que se exigía al notario no se cum-plía con la sola exhibición del docu-mento de identidad, ni ésto tampoco será suficiente para que el escribano dé fe de conocimiento (conf. con-clusión 15 de las Primeras Jorna-das Sanjuaninas de Derecho Civil; también en este sentido: BUERES). Pero, claro está, la exhibición de di-cho documento constituía un medio de sideral importancia a los fines de la formación del juicio de certeza del notario que celebra el acto.

Es decir, en contraposición a la po-sibilidad que la dación de fe del no-tario se cumpliera únicamente con la fría apreciación de un documento de identidad, se establecía que el lla-mado juicio de certeza debía consis-tir más bien en la convicción racional que adquiriera el escribano de la identidad de las partes, consideran-do para ello todas las circunstancias concurrentes en el acto (presenta-ción del compareciente por persona allegada al escribano, constatación y confrontación de la edad que denota la persona asistente al acto notarial y la que figura en el documento de identidad, apreciación de los rasgos fisonómicos que surgen de la foto-grafía del documento, cotejo de fir-mas, etcétera). Por ende, incumbía al notario determinar la elección de las herramientas por las cuales de-bía llegar a la certeza de la identidad del otorgante con todos los medios que tuviera a su alcance, efectuando para ello un libre procedimiento inte-lectivo que le permitiera escoger los elementos de juicio que considere apropiados a tal fin.Asimismo, se establecía que la obli-gación de dar fe de conocimiento que tenían a su cargo los escribanos es un deber de resultado (BUERES, BUSTAMANTE ALSINA, LLOVERAS DE RESK, TRIGO REPRESAS, LÓ-PEZ MESA), puesto que se compro-metían a identificar al interesado. En tal sentido, se sostenía que la fe pú-blica notarial es asentimiento de ver-dad y certeza dada por el escribano

en el ámbito de su función respecto de personas y cosas que actúan en el negocio jurídico. La identificación de la parte interviniente en el acto notarial, no es más que un acto emi-nentemente subjetivo del notario, que debe adquirir por sí mismo para llegar a formar su convicción de que el firmante es quien debe y dice ser. Solamente el cumplimiento acabado de ello, permitirá el otorgamiento de un instrumento válido en cuanto a las formalidades legales que el escriba-no debe observar como autorizante del acto notarial; caso contrario, la omisión o el cumplimiento defec-tuoso de tal obligación conspirará contra la seguridad jurídica del acto celebrado y especialmente contra la eficacia del negocio en cuanto a su validez como tal.

Luego de la reforma de la Ley 26140

En una reciente reforma del Código Civil (introducida por la Ley 26140, sancionada el 30/08/06, promulgada el 15/09/06 y publicada el 20/09/06), se ha atenuado esta obligación a cargo de los escribanos, puesto que el actual art. 1002 CC, determina que “La identidad de los comparecientes deberá justificarse por cualquiera de los siguientes medios: a) Por afir-mación del conocimiento por parte del escribano; b) Por declaración de dos testigos, que deberán ser de conocimiento del escribano y serán responsables de la identificación; y c) Por exhibición que se hiciere al escribano de documento idóneo. En este caso, se deberá individualizar el documento y agregar al protocolo reproducción certificada de sus par-tes pertinentes”. Al respecto, de-bemos mencionar que esta refor-ma nos parece apropiada, porque aún cuando el antiguo texto del art. 1002 CC establecía que “el escriba-no debe dar fe de que conoce a los otorgantes” la tarea de los notarios se limitaba solamente a dar fe sobre la identidad de las partes compare-cientes en el acto ante él celebrado. Con la actual redacción del Código Civil a través de la reforma de la ley

26140, ha desaparecido formalmen-te la fe de conocimiento como deber de los notarios de registro, quedan-do limitado su deber en este ámbito a la fe de identificación.

Resta por decir qué se debe enten-der por documento idóneo como menciona el art. 1102 CC:

La Ley 17671/68 del Registro • Nacional de las Personas con-sagra al Documento Nacional de Identidad (DNI) como el do-cumento oficial de todos los ciudadanos (art. 13). Sin embar-go, destaca en su art. 57 que también tendrán validez, para mayores de dieciocho años (ar-gentinos): a) Libreta de Enrola-miento; b) Libreta Cívica. Para argentinos menores de diecio-cho años y extranjeros de toda edad: c) Cédula de Identidad otorgada por la Policía Federal Argentina; d) Cédula de Identi-dad otorgada por las direccio-nes de registros civiles y/o del Estado Civil y Capacidad de las Personas; e) Cédula de Identi-dad otorgada por las policías de provincias o territorio nacional; f) Los que otorgue el Registro Nacional de las Personas con carácter provisional y cuya no-menclatura se determinará en la reglamentación. Todos ellos, pues, deben ser considerados documentos idóneos.

La Academia Nacional del No-• tariado Argentino, se ha expe-dido también al respecto, y ha manifestado que son docu-mentos idóneos los menciona-dos en los artículos 13 y 57 de la ley 17.671, sin perjuicio del supuesto de los extranjeros no residentes, respecto de los cua-les es el pasaporte. Además, también deberán considerarse documentos idóneos los indi-cados en la Resolución 75/96 del MERCOSUR (documentos indicados por los países miem-bros del Mercado Común).

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Texto anterior a la reforma de la Ley 26140 Texto actual (luego de la reforma de la Ley 26140)

La escritura pública debe expresar la naturaleza del acto, su objeto, los nombres y apellidos de las personas que la otorguen, si son ma-yores de edad, su estado de familia, su domicilio o vecindad, el lugar, día, mes y año en que fuesen firmadas, que puede serlo cualquier día, aunque sea domingo o feriado, o de fiesta religiosa. El escribano debe dar fe de que conoce a los otorgantes, y concluida la escri-tura debe leerla a las partes, salvando al final de ella, de su puño y letra, lo que se haya escrito entre renglones, y las testaduras que se hubiesen hecho. Si alguna de las partes no sabe firmar debe hacerlo a su nombre otra persona que no sea de los testigos del instrumento. La escritura hecha así con todas las condiciones, cláusulas, plazos, las cantidades que se entreguen en presencia del escribano, desig-nadas en letras y no en números, debe ser firmada por los interesados y autorizada al final por el escribano. Cuando el escribano o cualquiera de las partes, lo juzgue pertinente, podrá requerir la presencia y firma de dos testigos instrumentales. En este caso, aquél deberá hacer constar en el cuerpo de la escritura, el nombre y residencia de los mismos.

La escritura pública debe expresar la naturaleza del acto, su objeto, los nombres y apellidos de las personas que la otorguen, si son ma-yores de edad, su estado de familia, su domicilio, o vecindad, el lugar, día, mes y año en que fuesen firmadas, que puede serlo cualquier día, aunque sea domingo o feriado, o de fiesta religiosa. El escriba-no, concluida la escritura, debe leerla a las partes, salvando al final de ella, de su puño y letra, lo que se haya escrito entre renglones y las testaduras que se hubiesen hecho. Si alguna de las partes no sabe firmar debe hacerlo a su nombre otra persona que no sea de los testigos del instrumento. La escritura hecha así con todas las condiciones, cláusulas, plazos, las cantidades que se entreguen en presencia del escribano, designadas en letras y no en números, debe ser firmada por los interesados y autorizada al final por el escribano. Cuando el escribano o cualquiera de las partes lo juzgue pertinente, podrá requerir la presencia y firma de dos testigos instrumentales. En este caso, aquél deberá hacer constar en el cuerpo de la escritura el nombre y residencia de los mismos.

Art. 1001 del Código Civil

Modificación: se elimina la frase que establece que el escribano debe dar fe de conocimiento.

Texto anterior a la reforma de la Ley 26140 Texto actual (luego de la reforma de la Ley 26140)

Si el escribano no conociere las partes, éstas pueden justificar ante él su identidad personal con dos testigos que el escribano conozca, poniendo en la escritura sus nombres y residencia, y dando fe que los conoce.

La identidad de los comparecientes deberá justificarse por cualquiera de los siguientes medios:

a) Por afirmación del conocimiento por parte del escribano;

b) Por declaración de dos testigos, que deberán ser de conocimiento del escribano y serán responsables de la identificación;

c) Por exhibición que se hiciere al escribano de documento idóneo. En este caso, se deberá individualizar el documento y agregar al pro-tocolo reproducción certificada de sus partes pertinentes.

Art. 1002 del Código Civil

Modificación: el texto cambia totalmente, bastando ahora la exhibición de documento idóneo para justificar la identidad de los comparecientes en el acto notarial.

Cuadros comparativos de las modificaciones introducidas por la Ley 26.140 a los artículos 1001 y 1002 CC

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Las magnitudes que arroja el daño ambiental provocado por el propio hombre en el mundo son apabullantes. De allí que todo esfuerzo dirigido a evitarlo y a paliar sus efec-tos y reducir su acción depredadora sean fundamentales para el futuro de la humanidad. A eso apunta la susten-tabilidad ambiental.

Por caso, un estudio desarrollado por la Iniciativa de Na-ciones Unidas sobre Principios de Inversión Responsa-ble (UNPRI, por sus siglas en inglés) reveló que las 3000 mayores empresas por capitalización bursátil del mundo provocaron en 2008 daños ambientales mediante su ac-cionar productivo equivalentes a 6,6 billones (millones de millones) de dólares, el 11% del Producto Bruto Mundial. Por su parte la Unión Europea estimó recientemente que los 27 países que la integran ahorrarían en salud y en re-mediación ambiental 50.000 millones de euros al año si aplicaran bien las normas medioambientales que rigen en la región.

Argentina con su legislación de base –Constitución Nacio-nal, leyes y reglamentaciones nacionales que constituyen presupuestos mínimos- es un país aventajado en miras del cuidado medioambiental, pero el complejo de toma de decisiones a nivel local y la falta de concientización gene-ral, torna aún di� cultoso o ralentiza el cumplimiento de obligaciones que harían más sustentable a los procesos productivos, en los que se genera gran parte de esos da-ños.

La regulación del Seguro Ambiental Obligatorio (SAO) -instrumento incorporado al derecho positivo argenti-no a través del art. 22 de en la Ley General de Ambiente N° 25675, y su reglamentación en el orden nacional-, adoptada en unas pocas pero importantes jurisdicciones, contienen fundamentos absolutamente apuntados a la sustentabilidad medioambiental de la producción. Dos principios maestros rigen el espíritu de esta norma: 1) El Principio 16 de la Declaración de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992) desarrollada bajo el auspicio de la Or-ganización de Naciones Unidas (ONU): “quien contamina, paga”, el cual está contemplado también en el Artículo 41 de la Constitución Nacional (“el daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley”) y en la citada Ley 25.675 (Principio de

responsabilidad. Art. 4º). 2) El asegurado en este sistema es el Estado (nacional, provincial o municipal), dado que las garantías extendidas por las aseguradoras se re� eren a la recomposición del daño al ambiente (bien de titulari-dad de la comunidad, afectado por siniestros producidos por las actividades desarrolladas por los tomadores de las pólizas).

El primer punto es el que ha inspirado el lema inicial del SAO: “Más que un deber, una responsabilidad”. Nadie de� nió mejor este criterio que el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Ricardo Lorenzetti, cuando en su discurso en el lanzamiento del SAO, en 2008, dijo que los instrumentos jurídicos, tratados internacionales, reformas constitucionales y leyes sobre la materia ambiental que se estaban difundiendo en el mundo, “al incorporar obli-gaciones, principalmente la obligación de prevención del daño ambiental, la de recomposición y el resarcimiento, generan algo importante que aquí está muy claramente de� nido, que es la noción de riesgo. Las que antes eran externalidades negativas que pagaba la sociedad –denotó el magistrado-, comienzan a través de estas obligaciones a internalizarse”.

Luego, en el segundo punto, se advierte con más detalle cómo, para la contratación de la póliza, se requiere la rea-lización de un estudio previo, denominado Situación Am-biental Inicial (SAI), que opera como un resguardo para el asegurador, pero fundamentalmente constituye un paso sustancial para determinar la existencia de contaminación actual o su producción más adelante. Esto permite que la empresa en cuestión adopte mejores técnicas productivas o reconvierta procesos industriales, de ser necesario.

De tal forma, mediante el andamiaje legal y la acción del SAI, se contribuye a la reducción inmediata del pasivo am-biental y al cese de la acción perturbadora del ambiente, liberándose al Estado, en el mejor de los casos, de cumplir el papel del “bobo” que asume –en rigor, lo hacen los con-tribuyentes- los costos de la recomposición de los daños provocados por particulares. Esto es así cuando el Estado se encarga; pero, peor aún, ¿qué ocurre cuando el daño queda sin recomponer, como en aquellos casos donde las empresas cierran y se van, dejando las cosas tal cual?

Hay todavía amplios sectores que prefi eren al “Estado bobo”

Por Jorge E. Furlan

Presidente de la Cámara Argentina de Aseguradoras de Riesgo Ambiental

Lo integran quienes niegan la existencia del Seguro Ambien-tal Obligatorio (SAO), instrumento operativo desde el año 2008, que garantiza el cumplimiento de la obligación de re-componer los daños ambientales que producen, tal como lo establece la Constitución Nacional en su Art. 41

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Contaminando

Los casos son miles y miles, muchos de ellos de enorme magnitud y gravedad para la salud de toda forma de vida, humana, animal y vegetal, y los ecosistemas. Valga hacer un repaso de algunos de ellos, difundidos periodística-mente, señalando que en la mayoría de las provincias que se mencionan, el SAO todavía no está siendo exigido, por mora en las normas complementarias.

Por ejemplo, hace pocos días se informó que en Santa Cruz hay unos 8000 pozos petroleros inactivos, abandonados o fuera de servicio sin el más mínimo control ambiental. Para más detalles: en un cateo de aproximadamente 1700 pi-letas de pozos petroleros del norte de la provincia quedó demostrado que 95 % están afectadas, es decir no fueron saneadas.

El � scal general de Tucumán, Antonio Gustavo Gómez, anunció a su vez que iba a denunciar ante la Comisión In-teramericana de Derechos humanos un caso de contami-nación ocurrido en Abrapampa, Jujuy, donde el 82 por ciento de los chicos sufrieron contaminación con plomo que deriva en graves discapacidades mentales, a raíz de que un campo de residuos de plomo que había sido ins-talado en el medio de la ciudad fue abandonado por la empresa después de quebrar y nadie más se había ocu-pado del caso.

Precisamente en el norte del país se vive actualmente un verdadero desastre ambiental derivado de los desechos industriales que se arrojan en el curso de agua que nace en Salta con el nombre de Río Salí, atraviesa la provincia de Tucumán y de allí se dirige a Santiago del Estero, donde pasa a llamarse Dulce.

La grave contaminación de la Cuenca Salí-Dulce, especial-mente en el Embalse de Río Hondo, amenaza convertirse en una verdadera catástrofe ambiental como la que cons-tituye la de la Cuenca Matanza Riachuelo, que afecta pro-fundamente a millones de habitantes en el área metro-politana bonaerense y que dio lugar a una intervención histórica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que produjo un fallo ejemplar y tomó a su cargo el programa de saneamiento y la � scalización del cese de la contami-nación, que, por cierto, demandará años.

La situación en el norte derivó en la formación de una cau-sa en el juzgado federal de Santiago del Estero mientras que en Tucumán continúa su curso el trámite judicial en el Juzgado Federal Nº 2 quien ya ha imputado a tres em-presarios tucumanos. En ninguna de estas provincias aún se exige a las empresas el SAO por cuanto esta garantía de � nanciamiento de recomposición del daño ambiental todavía no fue adoptada en el orden local.

La causa en Santiago del Estero fue abierta por la denun-cia de un � scal contra 15 ingenios, cinco citrícolas, una pa-pelera, una minera y una empresa de servicios de agua a las que el funcionario judicial acusó de arrojar desechos industriales al curso de agua. La provincia de Santiago del Estero se ha presentado como querellante, en defensa del derecho de sus habitantes a residir en un ambiente sano. El curso de agua es el principal a� uente del Embalse de las Termas de Rio Hondo, cuyo lago frontal registra elevadísi-mos niveles de contaminación.

Por esta situación, tanto la provincia de Santiago del Estero como el Parlamento del NOA presentaron un amparo ante la Corte Suprema, para pedir la intervención del máximo órgano judicial del país, tal como lo hizo en el caso de la Cuenca Matanza Riachuelo.

Otros casos que tuvieron difusión periodística nacional ocurrieron en las provincias de Córdoba y San Luis, en las que tampoco han sido dictadas las normas complemen-tarias para poner en práctica la exigibilidad del SAO, de acuerdo a lo contemplado en la Ley General de Ambiente 25675.De más está decir que de haber sido exigido el SAO en todas esas provincias,, las empresas hubieran sido res-ponsables de la recomposición del daño al ambiente o, en su defecto, las aseguradoras hubiesen tenido que poner en práctica las garantías.

La provincia de Córdoba se comprometió a afrontar el costo de los trabajos de mitigación y saneamiento ambien-tal de la Reserva Natural Vaquerías, de 400 hectáreas, en la localidad de Valle Hermoso, propiedad de la Universidad Nacional de Córdoba, que resultó afectada por el accionar de una empresa que tuvo a su cargo la obra del camino El

Cuadrado, ruta E-57, que une las Sierras Chicas con el valle de Punilla, que comenzó en el año 2005. El costo de las obras de remediación, aún no concluidas, fue estimado en medios de prensa en alrededor de 20 millones de pesos. En otro caso, también en Córdoba, el Concejo de Represen-tantes de la ciudad de Villa Carlos Paz pidió a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que concrete la “resti-tución ambiental” del ex yacimiento de uranio del cerro Los Gigantes, cercano a esa ciudad. La mayor preocupación es porque las instalaciones de lo que fue la mina, que dejó de funcionar en 1989, se emplazan en un área protegida, y en el marco de la cuenca hídrica del Río San Antonio que de-riva aguas de las sierras al lago San Roque. Según organis-mos ecologistas, quedaron alrededor de cuatro millones de toneladas de residuos de uranio en la zona.

En San Luis, a su vez, a raíz del vuelco de un camión cis-terna de una empresa privada cargado con combustible, el contenido se derramó y contaminó las aguas del arroyo San Vicente, en el camino montañoso hacia Quines. Las tareas para el saneamiento del arroyo fueron realizadas por técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y personal de “San Luis Solidario” (programa del Gobierno de esa Pro-vincia), esto es, con recursos provinciales.

La negación

Estos casos, que son unos poquísimos ejemplos entre miles que ocurren a diario, muestran que si bien en la Argentina se ha avanzado de forma importante desde que entró en vigencia el SAO –fue aprobado en agosto de 2008-, aún hay morosidad en la toma de decisión política y en el pro-ceso de regulación consecuente en muchas jurisdicciones, así como no se ha asumido plenamente el espíritu de in-ternalizar los costos de dañar el ambiente y que aún exis-ten sectores resistentes que niegan la existencia de este seguro u observan al instrumento vigente con un criterio erróneo y egoísta (“no trans� ere el riesgo”).

Valga en este caso conocer algunas posiciones difundi-

das públicamente por diversos actores de la producción. Por ejemplo, en una reciente jornada sobre Minería y Me-dioambiente organizada en la provincia de La Rioja por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), el empresario minero Julián Patricio Rooney, a� rmó que “no hay” seguros ambientales en el mercado nacional. En el mismo ámbito el ex secretario de Minería y Medioambiente de la Rioja, Ing. Abel Horacio Nonino, fue más lejos aún: sostuvo que “no hay empresas aseguradoras que ofrezcan seguro am-biental porque el riesgo es difícil de medir”. Por su parte el Ing. Jorge Eduardo Romero, especializado en geología del petróleo, ex director de Minería de la provincia, en con-tradicción con el espíritu de la internalización, a� rmó que para las empresas el seguro ambiental “no es negocio, ya que es un gasto seguro que hay que hacer” y que “es más negocio pagar las multas establecidas que realizar la inver-sión para remediar. Lo único que hacen es forestación y no control de contaminación”.

Las principales petroleras que operan en Chubut también incurrieron en el ejercicio de negación cuando en una re-ciente reunión con funcionarios de la provincia a� rmaron que no existe en el mercado una póliza de seguro ambien-tal que se adapte a los requisitos de la legislación, dado que no hay forma de evaluar correctamente el riesgo.

Son unos pocos ejemplos entre tantos, mientras, en sentido opuesto, en el ámbito jurisdiccional de la Administración de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), organismo interjurisdiccional que controla el área más densamente contaminada del país, con miles de industrias y millones de habitantes, se realiza una tarea plausible, merced a la supervisión de un juez federal designado por la Corte Su-prema y una administración laboriosa, que apuntan a ga-rantizar aquello otro que también establece el artículo 41 de la Constitución Nacional: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preser-varlo”.