el amor en transferencia

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ensayo mal hecho en la licenciatura pero que tiene dos tres ideas no tan malas

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EL AMOR EN TRANSFERENCIA

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SAN LUIS POTOS

FACULTAD DE PSICOLOGA

TITULO: ENSAYO SOBRE LA TRASFERENCIA

DRA. LUCIANE LOSS JARDIMALUMNO: F. GALN JIMNEZ JAIME SEBASTIN

SAN LUIS POTOS, S.L.P. 08 de Mayo de 2007EL AMOR EN TRANSFERENCIA

INTRODUCCIN: Se hablar del amor, desde el punto de vista de Lacan en el seminario 8 acerca de la trasferencia, ms se abordar el tema desde la ptica de que el amor es algo aprendido por la condicin del ser humano de estr incompleto desde su nacimiento, es decir, un ser vivo que depende del otro para sobrevivir y por lo cul el amor se vive y se aprende.

DESARROLLO: Aqu se supone un trasfondo animal. El pequeo del hombre, como el pequeo animal durante cierto tiempo, est coaptado, durante los primeros pasos que da en el mundo de la vida, a ese acompaamiento materno que satura cierta necesidad primitiva. Sin embargo, lo est en mayor grado que cualquier otra especie dado el retraso de su desarrollo. Saben ustedes que se puede decir que el ser humano nace con rasgos fetalizados, es decir que corresponden a un nacimiento prematuro () Sea como fuere, la relacin nio-madre es para l tan fundamental que llega incluso a afirmar que, si se realiza de una manera feliz, slo por accidente podr haber perturbaciones. Este accidente bien puede ser la norma, pero no modifica la situacin, es un accidente respecto a la relacin considerada en su carcter esencial. Si hay satisfaccin, satisfaccin que es el deseo de esta relacin primaria, el primary love no tiene por qu aparecer. Nada aparece. Todo lo que de ese amor aparece es entonces sencillamente un obstculo a la situacin fundamental, relacin de a dos, cerrada. (Lacan, 1953)En aquel primer seminario Lacan nos hablaba acerca de este punto crucial en la vida del hombre, la importancia del Otro, la supervivencia que gracias a ese Otro se ha logrado. Este ser humano que nace fetalizado, incapaz de sobrevivir por si solo. Y el cul aprende la vida del Otro, y gracias a ese Otro, puede sobrevivir.

el yo (je) se constituye, en primer lugar, en una experiencia de lenguaje, en referencia al t y que lo hace en una relacin donde el otro le manifiesta... qu? rdenes, deseos, que l debe reconocer; rdenes y deseos de su padre, su madre, sus maestros, o bien de sus pares y camaradas. (Lacan, 1953)Bien lo deca Lacan en 1953 que el yo aparece como un sntoma, uno privilegiado en el interior del sujeto, pero a fin de cuenta el yo como una enfermedad mental del hombre. Enlazando con lo que se coment en un inicio, es esa carencia elemental del hombre, ese aprendizaje que el hombre ha tenido de su deseo, por lo cul ha sobrevivido, por lo cul tiene vida. Eso que ahora nombraremos como amor. De este amor, Lacan en el seminario 8, comienza partiendo de los Dilogos de Platon, por lo cul es importante rescatar de ah, ciertos dilogos cruciales, para ubicar las concepciones que vienen dentro del significante amor, con el cul comenzaremos a conducirnos. Fedro nos habla de Orfeo que fue al Hades con valenta a salvar su amor, ms al regresar se da cuenta que slo ha salvado un fantasma de la mujer que buscaba. Pausanias, nos habla de dos diosas Venus (diosa del amor), una de las cuales es del amor celestial, y la otra del amor popular. Ms adelante con referencia a estas dos versiones de Venus l afirma ser ms bello amar en pblico que en secreto y amar preferentemente a los bien nacidos y mejores aunque sean feos. Eryximaco habla de la armona, la cual dice se hace de discordancias. Aristofanes nos cuenta la mitologa del amor, nos narra una historia en donde el hombre era completo con espalda y pechos dispuestos en crculo. Del cul existan tres clases de hombres: uno varn por nacimiento engendrado por el sol. Otro hembra engendrado por la tierra, y otros de la luna (heterosexuales); ellos trataron de alcanzar a dios, el cul como castigo los cort por la mitad y amenaza con hacerlo de nuevo de repetirse la insolencia. Agatn nos habla de muchas cosas, pero es ms los cuestionamientos que se hace, los que nos llaman la atencin: Ansa el amor aquello que es objeto de amor o no? () Cundo ansa y ama lo ansiado y amado: cuando lo posee o no lo posee? (Platon, 1962)Scrates hablar, como el favorito de Platon y de Lacan. El comenzar a hablar de un amante y de un amado, los que van a la bsqueda de su otra mitad son precisamente los que aman (Platon, 1962)

Lacan nos dir que amor es dar lo que no se tiene. Ms esta falta tambin ha sido aprendida, vamos eso que se da y no se tiene es lo que se ha recibido. Quiero decir que este ser humano incompleto al nacer, ha sobrevivido por el Otro, y este Otro le ha enseado a ser. Este ser del otro en el deseo, pienso haberlo ya indicado suficientemente, no es en absoluto un sujeto. El eromens es, dira, eromenn, tambin ta paidika, en el plural neutro, se puede traducir: las cosas del nio amado. El otro propiamente, en tanto que es apuntado en el deseo, es apuntado he dicho, como objeto amado.

Qu quiere esto decir? es lo que podemos decirnos haber obviado en aqul que ya est demasiado lejos para que volvamos sobre nuestra debilidad, es efectivamente su calidad de objeto, quiero decir que esencialmente lo que ceba ese movimiento del cual se trata en el acceso que nos da al otro del amor, es ese deseo por el objeto amado, que es algo que, si se los he ilustrado, comparar la mano que se extiende para alcanzar la fruta cuando est madura, para atraer la rosa que se abri, para avivar el leo que se prende repentinamente.(Lacan, 1960)Este ser del otro en el deseo. Pero como es indicado, aquel que nos hizo sobrevivir, del cul aprendimos su falta (su deseo) en el cul hemos sido alienados, como lo informaba Lacn en el estadio del espejo, aquel ya es prescindible. Uno puede constituirse, pero partiendo desde esa mirada, desde la cul nos encontramos yo (je).(Lacan, 1966) Cortazar en Rayuela ilustraba un poco esto a lo que nos referimos en relacin al amor de pareja (ms no se limita al amor de pareja):

Amor mo, no te quiero por vos ni por m ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos ma, porque ests del otro lado, ah donde me invits a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo ms profundo de la posesin no ests en m, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cmo te gusta el verbo amar, con qu cursilera lo vas dejando caer sobre los platos y las sbanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jams Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pjaro, para vos la operacin del amor es tan sencilla, te curars antes que yo y eso que me quers como yo no te quiero. (Cortazar, 1975)El amor como ese puente que no se sostiene de un solo lado, pero que si comienza a construirse as, ese lado del amante que se dirige al amado, el amado oscila entre el ser y el tener, desconoce la causa por la cual es objeto de amor. (Rojas, 2002) Lacan nos sita diciendo que el amor va ms all de la apariencia, entramos en los terrenos de la metfora de la belleza, del hroe que se entrega al amor y que puede en una pulsin de muerte impulsado por este amor, realizar un acto bello con la entrega de su vida, an a pesar de que el hroe sepa su destino. Entonces se nos habla de la belleza desde el discurso de Diotimia, esta belleza que es lo bello en s Cmo el objeto que nos fue presentado primero como el soporte de lo bello se transforma en la transicin hacia lo bello. Como verdaderamente volviendo a nuestra terminologa se puede decir que esta definicin dialctica del amor, tal como es desarrollada por Ditima, va al encuentro de lo que hemos intentado definir como la funcin metonmica en el deseo.(Lacan, 1960)Vamos avanzando en la lectura hasta el punto del ser, del deseo, que para Lacan la personalidad es una mscara apoyada en el vaco(Nasio, 1996), una vez colocada la mscara guiar la visin del sujeto. El paso que hemos dado indica sin duda, suficientemente, que no es ms al nivel del tener como trmino de la mira donde nos encontramos, sino en aqul del ser, y tambin en este progreso, en esta ascesis, est en cuestin una transformacin, un devenir del sujeto, una identificacin ltima con este supremo amable, para decirlo todo, cuanto ms lejos el sujeto tiene su mira, ms derecho tiene a amarse, si as se puede decir, en su yo ideal; cuanto ms desea, tanto ms l mismo deviene deseable. (Lacan, 1960) Este supremo amable que es el Otro, este Otro del que hablamos desde un inicio, del que aprendimos y por el que sobrevivimos, este Otro que no es el sujeto, pero que le ha introyectado. Cul es mi deseo? Cul es mi posicin en la estructuracin imaginaria? Esta posicin slo puede concebirse en la medida en que haya un gua que est ms all de lo imaginario, a nivel del plano simblico, del intercambio legal, que slo puede encarnarse a travs del intercambio verbal entre los seres humanos. Ese gua que dirige al sujeto es el ideal del yo. (Lacan, 1953)

Esta bsqueda de deseo nos acerca al amor de trasferencia, esa posicin de agalma de objeto precioso, en que se coloca al analista, como Scrates en el banquete, cuando Alcibades le hace un elogio y quiere que Scrates lo regrese, y l se niega, pues a quien le corresponde elogiar no es a l. Es decir, Scrates no queda atrapado en el deseo de Alcibades, no se deja alienar por esta mirada. En el amor se ama al propio yo, al propio yo realizado a nivel imaginario.(Lacan, 1953)y es mediante la trasferencia que ese amor puede ser recuperado, ese propio yo. No es la belleza, ni la ascesis, ni la identificacin con Dios lo que desea Alcibades, sino ese objeto nico, ese algo que vio en Scrates y de lo que Scrates lo desva, porque Scrates sabe que no lo tiene. Pero Alcibades desea siempre lo mismo. Lo que busca en Agatn, no lo duden, es ese punto supremo preciso en que el sujeto es abolido en el fantasma, sus aglmata (Lacan, 1960)

Hasta aqu recorrimos el amor, hasta el amor del agalma, ese lugar que Scrates toma similar a lo que hace el analista, del que sabe que trabaja con el amor y que el amor tiene su agalma por si mismo, sin necesidad de Otro que lo desee.

Para el sujeto, la desinsercin de su relacin con el otro hace variar, espejear, oscilar, completar y des-completar la imagen de su yo. Se trata de que la perciba en su completitud, a la cual nunca tuvo acceso, para que pueda reconocer todas las etapas de su deseo, todos los objetos que aportaron a esa imagen su consistencia, su alimento, su encarnacin. Se trata de que el sujeto constituya mediante reposiciones e identificaciones sucesivas, la historia de su yo.()Semejante tcnica produce en el sujeto una relacin de espejismo imaginaria consigo mismo ms all de lo que le permiten obtener sus vivencias cotidianas. Tiende a crear artificialmente, en forma de espejismo, la condicin fundamental de toda Verliebtheit. (Lacan, 1953) CONCLUSIN: El Otro nos ha regresado su mirada, y en ella hemos crecido alienados, el ser humano que gracias a ese Otro ha sobrevivido, muchas veces ha quedado alienado en el deseo de aquel. Ms, la mirada del analista va ms all, es una mirada que nos acerca a nuestro deseo, pues no se posiciona en l. Es decir, la trasferencia del amor es encontrar esa mirada que busca lo que nuestra mirada, esa en la que el analista no se deja atrapar, ese moverse de lugar, para permitir al analizado encontrar su agalma. REFERENCIAS

Cortazar, J. (1975). Rayuela (18 ed.). Buenos Aires.

Lacan, J. (1953). Seminario 1.: Infobase Obras completas de Freud y Lacan. Disco hipertextos

Lacan, J. (1960). Seminario 8. En Obras completas de Freud y Lacan. Disco hipertextos

Lacan, J. (1966). Escritos 1. Mxico, D.F.: siglo veintiuno.

Nasio, J. (1996). Grandes psicoanalistas. Espaa.

Platon. (1962). Banquete (J. Garca, Trans.). Madrid.

Rojas, C. (2002). El amor de trasferencia y el eros platnico. Universidad Autnoma de San Luis Potos, San Luis Potos.