el aparato respiratorio emerson
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función, partes y cuidados del aparato respiratorio.TRANSCRIPT
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Universidad Nacional Experimental
“Francisco de Miranda” Año 2014. N° 1 Vol. I
Editorial
EMYKA
Nuestro cuerpo nos hace diferentes,
Los sentidos nos sensibilizan
Pero la música nos UNE.
Protocolo.
Que importante es conocernos,
Sentir el aire que respiramos
Y poder disfrutarlo cada día.
¡Oh Señor!
Que no se detenga nuestro andar,
Para continuar disfrutando
Las cosas maravillosas de la vida
Índice
5 Partes del aparato Respiratorio
6 Boca
7 Laringe 8 Tráquea
9 Pulmones
5 Aparato Respiratorio
Los pulmones, dos
vísceras situadas en la
caja torácica, a ambos
lados del corazón, son el
órgano central del proceso
respiratorio tienen unos
26cm de altura por 15cm
de diámetro, y una
capacidad de 1600cm,
siendo mayor el pulmón
derecho que el izquierdo.
Su forma es la de un cono
truncado. Se dividen en
lóbulos por unas
incisiones o cisuras: tres
lóbulos en el derecho y
dos en el izquierdo.
Cada pulmón está
recubierto por una
membrana doble, la
pleura, que evita que los
pulmones se dañen con el
roce de las costillas y
otros huesos de la caja
torácica durante los
movimientos respiratorios. La estructura básica del pulmón es el lobulillo pulmonar, que consta
de un bronquiolo que se ramifica y termina en una pequeñas dilataciones, los alveolos
pulmonares, agrupados en forma de espesos racimos. Cada uno de los alveolos, unos 300
millones en total, está rodeado por una fina red de capilares sanguíneos que realizan la función
esencial del pulmón: la hematosis u oxigenación de la sangre venosa.
Una vez hemos tomado los alimentos y, por medio de todo el proceso
digestivo, los hemos transformado y transportado, a través de la sangre, a
todos los rincones de nuestro organismo, con lo que éste se ha dotado así de
materia prima de “combustible”, el cuerpo humano necesita la energía
suficiente para poner en movimiento toda su compleja máquina.
Es a través de la captación del oxígeno que se encuentra en el aire que el
cuerpo puede ponerse en marcha y generar todo el caudal de fuerza
necesaria para que su motor no se pare en ningún momento. Todo esto se
realiza a través de la respiración.
Todo lo que afecte la cantidad de oxigeno que necesitamos, a la calidad del
aire que inspiramos y a ritmo de nuestra respiración será preciso tratarlo
con sumo cuidado, puesto que de ellos depende muy directamente el
perfecto funcionamiento de nuestro motor.
Inspirar y espirar, un buen secreto de la
higiene.
Si inspiras por la nariz y espiras por la boca, estas
utilizando directamente los conductos de la
respiración. De ésta forma contribuyes a mantener
el buen funcionamiento de los pulmones y de tu
cuerpo en general. Para una buena higiene de las
vías respiratorias, se deben realizar inspiraciones
profundas por la nariz porque así se humedece,
calienta y purifica el aire. Por la boca se espira el
dióxido de carbono. Puedes contribuir al buen
estado de tus vías respiratorias con la práctica
frecuente de ejercicios físicos, preferentemente
aire libre.
Al practicar deporte, los pulmones necesitan más
entrada de aire e intervienen otros músculos
inspiratorios además del diafragma.
Los ejercicios respiratorios favorecen el
fortalecimiento de los músculos principales que
intervienen en la respiración al desarrollar la
ventilación pulmonar, con lo que también se
facilita la entrada de aire a los pulmones en una
inspiración normal.
Tratar de evitar los lugares cerrados o mal
ventilados es también una forma de contribuir a la
buena higiene de las vías respiratorias.
Agua contra el hipo.
Tenemos hipo cuando el diafragma se contrae
bruscamente y se cierra la apertura de las
cuerdas vocales (glotis). Éstas contracciones las
pueden producir los llamados “ataques de risa”,
la ingestión de alimentos muy fríos o muy
calientes, y una inspiración excesiva de aire,
entre otras causas. Cuando se cierra la glotis,
ésta produce un sonido al ser golpeada por el
aire que espiramos.
El hipo suele limitarse a contracciones aisladas,
que se repiten a intervalos cada vez mayores de
tiempo hasta que desaparecen. Podemos mitigar
las contracciones bebiendo agua a pequeños
sorbos, conteniendo la respiración unos
instantes o realizando varias inspiraciones
profundas. En algunos casos si el hipo es muy
prolongado se puede llegar a dañar el diafragma,
el principal musculo de la respiración.