el cine como discurso de la resistencia

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El cine como discurso de denuncia. Análisis del documental “Historia de un documento” Emiliano Raya Aguiar El presente trabajo pretende realizar un análisis, utilizando algunas de las herramientas metodológicas revisadas en clase, del documental franco-mexicano “México 68. Historia de un documento” de Oscar Menéndez. La intención es demostrar como el cine al entrar en contacto con el movimiento democrático-estudiantil, se convirtió en un medio de denuncia política, situación que no se había suscitado en otros movimientos sociales que antecedieron al 68. Con esto pretendemos responder a la pregunta de ¿qué ha dicho el cine del movimiento del 68? Pocas etapas de la historia de la humanidad han sido tan dinámicas y han estado tan identificadas con la noción del cambio como el siglo XX. Desde su arranque, con la Revolución Rusa, y los sucesos que dieron lugar a la Primera Guerra Mundial la inestabilidad y la velocidad de los cambios han constituido el común denominador, 1 y México no ha sido la excepción. Desde los albores del siglo, con el estallido de la Revolución Mexicana, hasta finales de la centuria, con el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el país se ha visto sumido en múltiples conflictos sociales desencadenados por diversos factores. 1968, y el movimiento democrático-estudiantil de ese año, es uno de estos períodos que han quedado gravados en la memoria nacional y que sea erigido como uno de los mitos movilizadores más fuertes, para comprobar esto sólo es necesario asistir a una de las marchas anuales que se realizan en diferentes puntos del territorio nacional en memoria del 2 de octubre, que son acompañadas al grito “2 de octubre no se olvida”. El año del 1968 entonces como un parteaguas en la historia reciente del país. Muchos le otorgan una gran relevancia debido a que consideran que en esa fecha se dio la irrupción de la sociedad civil en diversos puntos del globo, sin importar el signo político de los gobiernos o los niveles de desarrollo económico. Juan Ramón de La Fuente se refiere al 68, como el parteaguas de la historia nacional y mundial: “Los 68”, fueron varios y uno sólo: Berkeley, París, Praga, México. Con los jóvenes de las clases medias emergentes y universitarias como ariete, las sociedades emprendieron la reivindicación de sus demandas democráticas y confrontaron el autoritarismo de los regímenes de la posguerra, en algunos casos con funestas consecuencias. En nuestro 68, México se preparaba para recibir a los atletas que participarían en la 1 Estrada, Gerardo, en La era de la discrepancia. Arte y Cultura en México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2006, p. 10

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Ensayo escolar en el que se discute la función del cine como un mecanismos de resistencia por parte de grupos subalternos o contrahegemónicos

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El cine como discurso de denuncia. Anlisis del documental Historia de un documentoEmiliano Raya Aguiar

El presente trabajo pretende realizar un anlisis, utilizando algunas de las herramientas metodolgicas revisadas en clase, del documental franco-mexicano Mxico 68. Historia de un documento de Oscar Menndez. La intencin es demostrar como el cine al entrar en contacto con el movimiento democrtico-estudiantil, se convirti en un medio de denuncia poltica, situacin que no se haba suscitado en otros movimientos sociales que antecedieron al 68. Con esto pretendemos responder a la pregunta de qu ha dicho el cine del movimiento del 68?

Pocas etapas de la historia de la humanidad han sido tan dinmicas y han estado tan identificadas con la nocin del cambio como el siglo XX. Desde su arranque, con la Revolucin Rusa, y los sucesos que dieron lugar a la Primera Guerra Mundial la inestabilidad y la velocidad de los cambios han constituido el comn denominador,[footnoteRef:2]y Mxico no ha sido la excepcin. Desde los albores del siglo, con el estallido de la Revolucin Mexicana, hasta finales de la centuria, con el levantamiento armado del Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional, el pas se ha visto sumido en mltiples conflictos sociales desencadenados por diversos factores. 1968, y el movimiento democrtico-estudiantil de ese ao, es uno de estos perodos que han quedado gravados en la memoria nacional y que sea erigido como uno de los mitos movilizadores ms fuertes, para comprobar esto slo es necesario asistir a una de las marchas anuales que se realizan en diferentes puntos del territorio nacional en memoria del 2 de octubre, que son acompaadas al grito 2 de octubre no se olvida. [2: Estrada, Gerardo, en La era de la discrepancia. Arte y Cultura en Mxico, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2006, p. 10]

El ao del 1968 entonces como un parteaguas en la historia reciente del pas. Muchos le otorgan una gran relevancia debido a que consideran que en esa fecha se dio la irrupcin de la sociedad civil en diversos puntos del globo, sin importar el signo poltico de los gobiernos o los niveles de desarrollo econmico. Juan Ramn de La Fuente se refiere al 68, como el parteaguas de la historia nacional y mundial: Los 68, fueron varios y uno slo: Berkeley, Pars, Praga, Mxico. Con los jvenes de las clases medias emergentes y universitarias como ariete, las sociedades emprendieron la reivindicacin de sus demandas democrticas y confrontaron el autoritarismo de los regmenes de la posguerra, en algunos casos con funestas consecuencias. En nuestro 68, Mxico se preparaba para recibir a los atletas que participaran en la primera Olimpiada organizada por un pas subdesarrollado. Paradjicamente, en un mundo donde los actores sociales se encontraban cada vez ms enfrentados, se les llam Los juegos de la Paz. Mientras tanto, en las calles se gestaba el Movimiento Estudiantil cuyas demandas democrticas pondran en jaque la autoridad y legitimidad del rgimen posrevolucionario.[footnoteRef:3] El 68 es pues, en este caso, un ao en el que Mxico la juventud mexicana alz la voz para exigir los derechos de todo el pueblo. [3: De la Fuente, Juan Ramn, en La era de la discrepancia. Arte y Cultura en Mxico, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2006, p. 8]

Para otros, como Rolando Cordera Campos, la envergadura del 68 radica en la capacidad que tuvo de volverse un espacio de integracin de miles de voces de la juventud mexicana y que logr demostrar que los diferentes vicios del rgimen prista no tenan por qu ser inamovibles, ni tolerados.El movimiento relata Cordera Campos tuvo la enorme significacin de volverse, sin previo aviso, un gran foro de expresin de una conciencia cvica que, si bien incipiente, reclamaba derechos cvicos, rechazaba al autoritarismo, la corrupcin y la impunidad, aspectos que solan darse por inconmovibles en la vida pblica mexicana. Estas exigencias tenan un indudable carcter poltico, pero pronto lo trascendieron para conformar un severo reclamo tico.[footnoteRef:4] [4: Cordera Campos, Rolando, A 45 aos: significado y actualizacin del movimiento, en Otras voces y otros ecos del 68, Salvador Martnez Della Rocca (Compilador), Gobierno del Distrito Federal, Mxico, 2013, p. 62]

As pues, para el autor, entre las riquezas del movimiento puede ubicarse el hecho de que se trat de una movilizacin colectiva en la cual, por primera vez en el Mxico moderno y cada vez ms urbano, se dieron cita no slo los jvenes estudiante de los niveles medio superior y superior, sino varias generaciones de mexicanos, profesionistas, comerciantes, amas de casa o empleados. Fue al calor de la protesta y el movimiento estudiantil que estas capas empezaron a descubrir la calle como un espacio creativo, no slo para las diferentes expresiones ideolgicas o polticas, sino la ms variadas convergencias de grupos y personas identificados por el reclamo de libertad poltica, ante un sistema que cada vez era menos capaz de prestar odo a las necesidades de expresin de amplias capas sociales.[footnoteRef:5] [5: Idem.]

Sin embargo, para un grupo no reducido, el 68 es tambin un parteaguas cultural potenciado por el desarrollo sin parangn de la ciencia y la tecnologa, como lo explica Gerardo Estrada: Uno de los aspectos que evolucion ms rpidamente fue la tecnologa, con la expansin del telfono y el cinematgrafo; las investigaciones de Einstein y el consecuente desarrollo de la energa nuclear; con la radio, la televisin y el crecimiento de las telecomunicaciones; con los viajes espaciales y los asombrosos adelantos en materia de prevencin y curacin de enfermedades. Pero quiz lo ms notable sea que los cambios tecnolgicos nunca antes en la historia haban llegado tan pronto a los ciudadanos comunes y corrientes, ni alterado su visin del mundo y su vida cotidiana [][footnoteRef:6] Mxico continua Estrada por supuesto, no fue ajeno a dichas transformaciones; hubimos de reconocernos como miembros de la comunidad universal y, curiosamente, el movimiento social que marc esa poca, el estudiantil, fue seguramente el primer movimiento internacional que trascendi fronteras polticas, sociales, ideolgicas y religiosas, para expresarse en regiones tan diferentes econmica y culturalmente como Nueva Dheli o Berln.[footnoteRef:7] [6: Estrada, Gerardo, Ob. Cit., p. 10] [7: Idem.]

Al iniciarse 1968, la ciudad de Mxico tiene siete millones de habitantes, segn la proyeccin del censo de 1960. Pero narra Jorge Volpi la megalpolis an no cobra conciencia de sus dimensiones, apenas comienza a reconocer sus problemas y los desafos de la modernidad [] Ya hay supermercados, desde luego, pero ahora la televisin comienza a llenar todos los hogares. Por primera vez en la historia de la humanidad es posible conocer lo que sucede en otra parte del mundo casi de inmediato; ver las noticias significa estar unido con una sociedad cuyos lmites no se conocen. Hace apenas cuatro aos, la Olimpiada de Tokio fue televisada por primera vez (en blanco y negro), pero la de Mxico constituir el verdadero paradigma de la alianza entre espectculo y tecnologa.[footnoteRef:8] [8: Volpi, Jorge, La imaginacin y el Poder. Una historia intelectual de 1968, Mxico, Era, 1998, p.]

Pero en contra partida al desarrollo tecnolgico, el sistema poltico mexicano, se encontraba en una de sus peores crisis de legitimidad y con un de sus facetas ms represivas, situacin que fungi como detonante de la exigencia de democracia, estandarte del movimiento. Gabriel Careaga lo explica as:La crisis del sistema poltico mexicano revel el estancamiento del crecimiento y desarrollo econmico, la retrica y el vaco de la poltica mexicana, los lugares comunes y la demagogia del PRI. Revel tambin las injusticias y el autoritarismo; la corrupcin y la dependencia creciente del capital extranjero por parte de la burguesa ms reaccionaria y sectaria: Los relativos xitos expone Careaga citando a Vctor Flores de nuestro crecimiento, en el aspecto cuantitativo, y la estabilidad en lo poltico durante las ltimas dcadas, estn lejos de haber impedido la concentracin de la propiedad y la riqueza. Antes al contrario, la han reforzado con dosis variables de violencia y represin aplicadas por el aparato del Estado. En definitiva, Mxico es una prueba ms de que toda economa regida por la ley del valor genera la acumulacin concentrada del capital, y de que inclusive el Estado moviliza recursos para reforzar esa tendencia. As, la estructura desigual y desequilibrada de nuestra economa, con base tambin en la penetracin y dependencia imperialista, ha motivado la concentracin del poder econmico, origen y raz de la concentracin del poder poltico. Esa concentracin del poder y la riqueza provoc la rebelda del sector ms sensible de la clase media: los estudiantes, ya que la falta de informacin poltica, el monopolio de un solo partido, la absoluta carencia de posibilidades de discusin de los problemas pblicos, hicieron, en todo estos aos, que la poltica fuera slo el chisme, la calumnia y la represin. Por eso las demandas de los estudiantes fueron la necesidad de la democratizacin del sistema poltico, ya que, como resultado de esas graves contradicciones, desequilibrios, desigualdades y autoritarismo de la sociedad mexicana, el estudiante universitario no tiene expectativas reales de participacin concreta, en trminos polticos y sociales, en la cerrada y monoltica sociedad mexicana de hoy.[footnoteRef:9] [9: Careaga, Gabriel, Careaga, Gabriel, Mitos y Fantasas de la clase media en Mxico, Ediciones Oceano, Mxico, segunda edicin, 1984, p. 140-141]

El movimiento estudiantil, rompe con la hasta entonces tradicional forma de protestar de los diferentes sectores que levantaban sus demandas a partir de sus reivindicaciones ms inmediatas y gremialistas. El 68 es dice Careaga un movimiento social, es decir, una accin dirigida por grupos sociales particulares para conseguir el control del cambio social. Tiene objetivos y sentido poltico que deben ser comprendidos; por tanto, no se realiza el movimiento estudiantil a partir de la crisis de la organizacin universitaria sino partiendo de los conflictos y contradicciones de la sociedad, de su sistema social y poltico.[footnoteRef:10] Este nuevo grupo social es la clase media mexicana de la cual eran descendientes los estudiantes universitarios, o al menos, pretendan engrosar las filas de este grupo social. [10: Ibd., p.134]

Pero bajo qu elementos objetivos se puede decir que el estudiantado universitario perteneca a la clase media mexicana?De inicio podemos retomar las ideas de Severo Iglesias, quien el 3 de octubre, un da despus del la matanza que pone fin al movimiento, define al estudiante universitario as: El estudiantado es un sector social que no puede ser presionado econmicamente, no participa directamente en la produccin sino que forma parte de los trabajadores intelectuales. Esa es la gran ventaja de que disfruta, pero esa es tambin su gran desventaja puesto que tampoco puede presionar en ese sentido a la nacin (no se le puede correr del trabajo, aplicarle clausula de exclusin; negarle el riego, la tierra, etc.; pero tampoco puede cambiar las fuerzas que integran el eje de la poltica nacional).[footnoteRef:11] [11: Iglesias, Severo, Estudiantes y Universidad. A 30 aos del 68, Morelia, Instituto Michoacano de Ciencias de la Educacin, 1998, p. 23]

En 1969, la Gaceta Universitaria aportaba datos sobre cules son las actividades o profesiones de las personas que sostienen a los alumnos de la universidad: agentes de ventas 2.9%, campesinos 2.85%, comerciantes 19.3%, empleados 36.61%, empresarios 0.08%, funcionarios 0.92%, industriales 2.12%, militares 1.43%, obreros 14.67%, profesionistas 15.7%, propietarios 2.54%, jubilados 1.63%. Como se puede observar, el 76.82% del alumnado procede de la clase media, mientras el 17.52% de obreros y campesinos. Esta composicin no es diferente a la de 1964, cinco aos antes.[footnoteRef:12] [12: Careaga, Gabriel Ob. Cit., p.143]

Desde esta perspectiva queda claro que los estudiantes no pertenecen al proletariado, ni se conciben, ya que en ese entonces Severo Iglesias era un estudiante activista del movimiento, como tal por el lugar que ocupa dentro del proceso productivo, sin embargo, no est exento de verse en la necesidad de vender su fuerza de trabajo, aunque su labor es social y econmicamente mejor reconocida que un trabajador manual. Este es justamente uno de los problemas que surgen durante los aos finales de la dcada de los 60s, la imposibilidad de la universidad de garantizar la movilidad social. Al respecto Careaga asegura: El universitario es un intelectual que se ve de pronto despojado de sus oropeles tradicionales y se descubre, al igual que un milln de semejantes, proletariado y, sin embargo, diferente al proletariado y, para remate, sin ningn asiento social concreto. El mecanismo que le ha llevado a la universidad igual que llev a sus padres, no le garantiza, a diferencia de a stos, una salida, puesto que no puede haber sitio seguro para tantos universitarios. Hoy es un hecho indiscutible que la gran mayora de los poseedores de ttulos universitarios ya no van a ser patrones de empresa, ni van a ejercer profesiones liberales, ni siquiera van a ser agentes directos de los empresario con funciones directivas. Su papel ser mucho ms modesto: asalariado de la industria; sern absorbidos por la gran masa de los asalariados; en su condicin quedaran expuestos a todos sus riesgos inherentes como el del paro total o parcial y el de la arbitrariedad de las retribuciones.[footnoteRef:13] [13: Ibd., p. 141]

El problema radicaba en que la nueva clase media como la denomina Careaga, a diferencia de las dems clases sociales mexicanas, excepto de la burguesa, pudiera considerarse la ms beneficiada por la poltica de desarrollo social que se institucionaliz como consecuencia de la Revolucin Mexicana. La clase media, hasta cierto punto poseedora de todas las comodidades y practicante de un consumo conspicuo creciente, o por lo menos intentando imitar a las clases altas de la metrpoli, est a punto de verse detenida en ese desarrollo, a partir del momento en que sea ms importante beneficiar a otros sectores, como el de campesinos y obreros, dentro de una poltica real de un estado desequilibrado y contradictorio como es el mexicano. La burguesa es la nica que nunca se sacrificar a s misma. De all los suelos de la nueva clase media que, deseosa de tener ms cosas, pero no solamente bienes sociales, sino tambin culturales, empez a partir de 1968 a fermentar un descontento, porque por primera vez, en muchos aos de existencia social, se sinti marginada. Y sus sueos: un departamento en una colonia decente, con las comodidades de la poca, sus libros y sus buenos autos, y sus viajes y un trabajo no enajenante, empezaron a frustrarse, cuando se dieron o empezaron a darse cuenta de que el ttulo universitario no aseguraba de por s, xito social y econmico.[footnoteRef:14] [14: Ibd., p. 142]

De esta forma, ante el surgimiento de nuevos actores sociales en pugna (la clase media) surge con ella nuevas consignas y nuevas formas de manifestarse, de expresar sus ideas y de relacionarse con otros sectores populares. El cine se convierte entonces en uno de las herramientas de comunicacin predilectas del movimiento por sus mltiples condiciones, pero adems porque arrancar la cmara de su entorno natural y sacarla a las calles a filmar las protestas, les permite utilizar un elemento considerado exclusivo de las lites dominantes y ponerlo al servicio de otros intereses.

El Cine y la denuncia como forma de resistencia

De inicio nos gustara decir que entendemos al cine como la expresin de otra historicidad, sustentadaen modalidades de expresin propias, otro rgimen referencial, queinvolucra formas narrativas que dan lugar a una calidad sin precedentesde la fuerza referencial de la imagen. As, la constitucin narrativa de lacomposicin flmica como montaje, entendido como articulacin serialde momentos del "acto cinematogrfico", le permite al cine explorarotras facetas del mostrar, otro rgimen testimonial, otra exploracin delas evidencias histricas que emergen del archivo y de las otras fuentesque permiten el atisbo de "lo pasado".[footnoteRef:15] [15: Mier Garza, Raymundo, Imagen, Relato y Registro. El cine y las alternativas de la historiografa, en Historia y Grafa, Universidad Iberoamericana, ao 20, nm. 39, julio-diciembre 2012,p. 13]

Pero para entender el papel que jug, y juega, el cine en el movimiento de 1968, es tambin necesario tener algunos elementos del contexto social en el que se producen, al menos las primeras pelculas o documentales del movimiento, elementos que, a nuestro entender, marcan la forma en que el cine se relacionar con el 68. As pues en necesario como lo expusiera Diego Rivera, entender que el artista es siempre la expresin del pueblo dentro del cual trabaja.[footnoteRef:16] [16: De la Fuente, Juan Ramn Ob., Cit., p. 8]

1968 marca el violento final de una etapa de relativa tolerancia a la experimentacin cultural de las clases medias intelectuales mexicanas que no ponan en cuestin la hegemona del antiguo rgimen, y a las que se les concedieron libertades extraordinarias en comparacin al resto de la poblacin. De hecho, adems de la persecucin poltica misma, la crisis de 1968 marc el inicio de una etapa de represin cultural, centrada especialmente en las manifestaciones de contracultura juvenil que el rgimen identific con el desafo de los estudiantes al autoritarismo.[footnoteRef:17] [17: Debroise, Olivier, Cuauhtmoc Medina, Genealoga de una exposicin, en La era de la discrepancia. Arte y Cultura en Mxico, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2006, p. 21 ]

lvaro Vzquez en el libro La era de la discrepancia, narra la forma en que el cine se convirti desde el inicio del movimiento en un elemento fundamental para las actividades de difusin y propaganda: A propsito de las intenciones de Alfredo Joskowicz, y de un grupo de estudiantes del Centro de Estudios Cinematogrficos (CUEC) de la UNAM, de filmar un documental mediante una serie de entrevistas a alumnos de diversas facultades en les que se les hacan varias preguntas sobre los problemas de la universidad o el dilogo entre autoridades y estudiantes, as como su opinin respecto al posible uso de la violencia por parte del estudiantado para hacer valer sus demandas, lvaro Vzquez Mantecn que EL estallido del Movimiento Estudiantil el mes de julio suspendi la filmacin del documental, y la mayora de los integrantes del equipo de rodaje comenzaron a trabajar en la documentacin del movimiento. Las entrevistas ponen de manifiesto que an antes del surgimiento de la movilizacin estudiantil haba entre los estudiantes de cine de la UNAM un inters por la poltica que comenzaba a desplazar temas como el existencialismo, el cine de autor y la Nueva Ola francesa. La protesta fungi como catalizador de ese inters, pero sobre todo, como aprendizaje intensivo de una estrategia de comunicacin artstica. Al estallar la huelga, los estudiantes del CUEC tomaron las instalaciones de la escuela. Designaron a Leobardo Lpez Arretche como representante ante el Consejo General de Huelga (CNH) y se hizo un primer reparto de tareas. El CUEC se constituy como un equipo cuya funcin era la documentacin del movimiento [] La asamblea de la escuela tom la decisin de no filmar discursos de lderes, sino documentar la manera en que se articulaba el movimiento con el pueblo [] Hubo otros proyectos flmicos vinculados con el Movimiento Estudiantil que no estuvieron directamente relacionados con el trabajo de las brigadas escolares. Ral Kamffer document el Mural Efmero pintado por los integrantes del Saln Independiente sobre las lminas que cubran la estatua mutilada del expresidente Miguel Alemn en la explanada de Ciudad Universitaria. Oscar Mndez film una especie de noticiario, nete pueblo, del cual se sacaron varias copias pagadas por el CNH para asegurar una distribucin ms amplia. Con estas pelculas los estudiantes pretendan informar a la poblacin de las causas y objetivos del movimiento en un contexto en que los medios masivos de informacin estaban controlados por el gobierno [] Lo que los estudiantes intentaban era romper el cerco que la censura del gobierno de Daz Ordaz haba tenido en torno al movimiento. Apostaron a la elocuencia de las imgenes para contradecir las impugnaciones que les haca el rgimen en la prensa y los medios masivos de comunicacin [] Aunque las pelculas producidas en torno al Movimiento Estudiantil no consiguieron llegar a grandes pblicos ni salir de mbitos restringidos como la audiencia universitaria organizada en cineclubes, fue notable la transformacin que operaron en la produccin independiente de fines de los sesenta..[footnoteRef:18] [18: Vzquez Mantecn, lvaro, La visualidad del 68, en La era de la discrepancia. Arte y Cultura en Mxico, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2006, p. 34-35]

Esto demuestra que el cine y el movimiento del 68 estuvieron ligados de manera ntima desde el inicio del primero. As pues, el cine cumpli el papel, desde el momento en que iniciaron las primeras producciones entorno a las manifestaciones de 1968, de un denunciante. Si bien en un inicio sirvi como un vnculo propagandstico que pretenda explicar las causas y condiciones del movimiento as como estrechar los lazos de ste con el pueblo, en las etapas posteriores, una vez finalizado el movimiento con la masacre, el cine se convirti en un elemento de denuncia ante la represin, el enmudecimiento y censura del gobierno, pero adems ha servido como mecanismo para evitar el olvido histrico.

Super-8. La cmara transgresora

Un elemento comnmente relegado en el estudio del fenmeno cinematogrfico es el del elemento tcnico productor de las imgenes: la cmara. Este problema ha sido relegado muchas veces al espacio de la historia de la tecnologa que slo hace uso del para un mero estudio descriptivo de la transformacin tecnolgica que han sufrido las cmaras de cine o de video. Creemos pues esencial el destinar algunas reflexiones a la produccin tcnica de los objetos que, como en este caso, producen nuestro objeto de estudio, entendiendo la importancia que estos objetos y su estudio tienen respecto al impacto en las sociedades, en las relaciones cotidianas de existencia dentro de una civilizacin dada, as como las determinaciones recprocas de estos dos.[footnoteRef:19] [19: Jaulin, Robert (compilador), A modo de introduccin, en Juegos y Juguetes. Ensayos de etnotecnologa, Mxico, Siglo XXI, Mxico, 1984, p. 7]

La necesidad de entender cmo son vividos los objetos, a qu otras necesidades, a parte de las funcionales dan satisfaccin, cules son las estructuras mentales que se traslapan con las estructuras funcionales, como preguntara Baudrillard, en qu sistema cultural, infra o transcultural, se funda su cotidianidad[footnoteRef:20], son esenciales para entender Por qu el cine cumple un papel fundamental dentro del movimiento estudiantil del 68? As pues la descripcin del sistema de los objetos tiene que ir acompaada de una crtica de la ideologa prctica del sistema. Como dira Baudrillard, en el nivel tecnolgico no ha contradiccin: slo hay sentido.[footnoteRef:21] [20: Baudrillard, Jean, El sistema de los objetos, Mxico, Siglo XX, (1969) 2003, p. 2] [21: Ibd., p. 9]

El hombre moderno ya no siente en el fondo la necesidad de sus objetos, que lo nico que tiene que hacer es operar entre ellos como tcnico inteligente de las comunicaciones. Es necesario que todo comunique.[footnoteRef:22] Es decir los objetos sirven para comunicar algo. En esto la cmara se convierte en uno de los objetos predilectos de las sociedades del siglo XX. No slo sirve para demostrar el poder adquisitivo de una clase, sino su esencia es justamente el comunicar la forma en que esta lite se recrea, se divierte, vive. [22: Ibd., p. 27-29]

Podramos afirmar, desde esta perspectiva, que la cmara cumple una funcin similar al espejo de Baudrillard. Representa en su papel ideolgico la abundancia, es un objeto rico, en el que la prctica de la persona burguesa encuentra el privilegio de multiplicar su apariencia y de jugar con sus bienes.[footnoteRef:23] [23: Ibd., p. 21]

As pues la cmara es un dispositivo electrnico que cumple la funcin social de otorgar status a su propietario. Desde sus inicios ste dispositivo tcnico era utilizado por los miembros de las familias acomodadas para su recreo y diversin, pero utilizado adems para dejar constancia de su vida, de sus formas de relacin, de sus ritos, y convertirse de esta forma en el mecanismo de comunicacin de lo que debera ser la vida moderna, difundiendo de manera masiva, el estilo de vida de las lites de inicios del siglo XX, como el estilo de vida por excelencia.Con el desarrollo de la tecnologa la posibilidad de producir cmaras de manera masiva y de poder abaratar los costos de stas posibilit su consumo por miembros de clases menos privilegiadas, pero no dej de ser un elemento ideolgico que se dedicaba a demostrar las virtudes del sistema. Pero en el caso del 68 el uso de las cmaras flmicas encuentra todo un nuevo significado. La cmara debe ser utilizada no para el esparcimiento y la diversin, no para mostrar las bondades del sistema, sino para desnudarlo, para mostrar su crudeza, la realidad, as la cmara se convierte en un elemento de lucha, una herramienta para la denuncia poltica. Las cmaras Super-8 fueron las encargadas de cambiar la historia trazada por sus antecesoras. El formato de 8mm fue desarrollado por Kodak en los 30 para ofrecerle al pblico una opcin ms casera y barata que el estndar de la industria en ese entonces, el 16mm. Es decir, fueron los primeros en ofrecer una cmara "pro-sumer" mucho antes de que los mercadlogos inventaran ese trmino que combina "professional" con "consumer". No obstante que la cmara de 8mm era ms econmica que la profesional de 16 mm, lo cierto es que estaba destinada a una poblacin econmicamente acomodada para que esta pudiera filmar sus reuniones familiares o eventos sociales. Ya en los aos sesentas, la misma empresa lanz al mercado la cmara Super-8. Quiz lo ms sobresaliente del Super-8 y la razn de su popularidad inmediata, es que la pelcula vena en cartuchos que podan ser reemplazados con muchsima facilidad y rapidez. Ya no era necesario hilar la pelcula directamente al mecanismo de la cmara. [footnoteRef:24] Por su tamao, comodidad y fcil manejo, esta fue la cmara predilecta de los jvenes cineastas activistas del 68. [24: http://www.cinepremiere.com.mx/27463-8-milimetros.html ]

Historia de un Documento

Ficha Tcnica:Ttulo original:Histoire d'un document /Historia de un documentoDireccin:scar MenndezGuionista:Rodolfo AlcarazFotografa:scar MenndezEdicin:Janine MartinMsica original:Edgardo CantnPas de produccin:Francia, MxicoAo:1971Formato:16 mm, 8 mm. B/N.Duracin:43 min.

Historia de un Documento es un documental de 49 minutos de duracin que presenta testimonios, imgenes originales de la represin del movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968 en la ciudad de Mxico y tomas, captadas clandestinamente con una cmara de sper ocho milmetros en 1970, de participantes del movimiento encarcelados por el Estado en la prisin preventiva de Lecumberri. En 1970, huyendo de la represin ejercida contra los militantes del 68, Oscar Menndez y Rodolfo Alcaraz se trasladaron a Europa con el material flmico del movimiento estudiantil en busca de productores para realizar la pelcula. A principios de 1971, la Radio y Televisin Francesa (O.R.T.F.) acept el proyecto de los mexicanos, quienes trabajaron durante casi un ao, tiempo que dur la post-produccin del film con la promesa de la O.R.T.F. de que al terminar, se proyectara en la red de televisin europea. Pero, segn explic Menndez, la intervencin directa del gobierno de Luis Echeverra lvarez impidi que fuera cumplida la promesa de transmitirla en la televisin europea. Su primera exhibicin en Mxico ocurri 33 aos despus, en noviembre de 2004, en el V Foro Internacional sobre las Nuevas Tendencias del Documental. Menndez, realiz en junio de 1968 el trabajo de media hora nete pueblo, primera de varias producciones que ha dedicado al movimiento estudiantil de 1968 y que las ha presentado en distintas formas y ediciones, en salas universitarias o privadas y a travs de los formatos domsticos de video y DVD: Dos de octubre, aqu Mxico (1968-1970, 55 minutos); 1968: En memoria de Jos Revueltas (1978, 50 minutos); Mxico 68: a 25 aos (1992, 72 minutos) y Mxico 68-98 (1998) han sido sucesivas aproximaciones, algunas de ellas puestas al da, a los registros documentales que capt originalmente en 1968. Para entender el film es necesario realizar, a manera de introduccin, un anlisis a macronivel con la finalidad de entender el argumento central de ste, y cmo, para expresarlo, utiliza una serie de mecanismos tcnicos y discursivos para darle fuerza a sus posiciones. En 1970 comenz la filmacin clandestina dentro de la Crcel Preventiva de la Ciudad de Mxico, otrora conocida como Lecumberri. El resultado de este ejercicio de filmacin, asegura el narrador de la pelcula, es una denuncia de los presos polticos, filmados por ellos mismos.Es importante resaltar que scar Menndez no hace un trabajo de investigacin, no pretende hacer un recuento de lo acaecido en el 2 de octubre de 1968, ni en todos los meses que dura el movimiento. Menndez crea un documento de denuncia, un texto que pretende contradecir, debatir, oponerse al discurso oficial manejado por el gobierno mexicano. As pues, desde el inicio de la cinta, esta tiene un marcado carcter militante. La cmara se vuelve un medio ms de propaganda. Conscientes del poder del cine como medio de comunicacin, aseguran, la situacin nos obliga a filmar sobre y por los prisioneros polticos, porque era necesario que ellos se manifestaran ante el pueblo de Mxico, y el cine nos pareca el modo ms eficaz. En otra toma la voz en off del narrador dice: los medios de comunicacin haban reducido al silencio a los presos del 68 y por eso haba que hacer esta pelcula. Tenamos que arrancarle a la prisin la voz y la imagen de esos hombres estudiantes, obreros, investigadores empleados, profesores, campesinos, sindicalistas que luchaban por su independencia para poder ejercer una verdadera democracia. De igual forma es de resaltar el idioma del documental. A pesar de ser un documental mexicano, dirigido, escrito y realizado por mexicanos, el idioma original es francs. El contexto antes presentado sirve para explicar este rasgo, sin embargo, este hecho tambin delimita los recursos tcnicos y el guin. El documental, como una denuncia, est destinado para un pblico europeo, principalmente francs, quien ha sido bombardeado por la propaganda oficial del gobierno mexicano, gobierno que se ha esforzado por presentar una cara totalmente opuesta a la que denuncia el film. La estrategia argumentativa del film est centrada en marcar las dicotomas. Campo/ciudad; gobierno/sociedad; medios de comunicacin/propaganda poltica; libertad/crcel; democracia/autoritarismo; movimientos populares/represin. Para lograr esto, realiza un constate juego de tomas. Si una escena es un close-up de los rostros de los campesinos en lucha, la anterior es una toma de las siluetas o perfiles de agentes armados detonando armas de fuego; la siguiente, por correspondencia, son los cuerpos inertes de hombres y mujeres manchados en sangre. Este mismo trabajo se mantiene constante alrededor de todo el film; si aparece un estudiante, un obrero o un campesino, le sigue, en la siguiente toma, la siguiente escena, o el siguiente fotograma, un polica o un militar. Si bien, toda la pelcula tiene como tema central la denuncia de los presos polticos mexicanos, y este argumento recorrer en diferentes momentos toda la pelcula, esta se puede dividir en dos niveles con los que el autor juega constantemente para darle fuerza a su argumento. Por un lado, explica las vicisitudes que implic el realizar un proyecto filmado por presos polticos dentro de la crcel, problemas que fueron desde responder a quines y cuntos presos deban filmar? hasta cmo introducir la cmara sin ser detectados? Iniciamos el plan trabajando con un reducido grupo de militantes al exterior y luego decidimos hacer contacto con los compaeros presos. Para introducir la cmara y los materiales, fueron necesarias algunas pruebas para poder burlar la seguridad hasta que por fin lleg el momento de introducir una cmara Super-8, explica el narrador.Desde el inicio de esta primera parte, la cmara pretende tomar elementos distintivos de una crcel: las rejas, los muros altos, los celadores, las torres de vigilancia, destaca una maceta que gira descontrolada y en la que se alcanza a la leer la palabra presos (ver imagen 1). Esta constante evocacin a la situacin de los activistas sociales se mantendr a lo largo de la grabacin, resaltando la injusticia y la falta de libertad.Por otro lado, en un segundo nivel del documental se explica el contexto social en el que se inserta el mismo, tratando de responder a la pregunta, por qu hay presos polticos en Mxico? Para esto el autor no recurre a un recuento pormenorizado de los conflictos sociales de los aos 60s, ms bien, centra el lente en tres: los movimiento campesinos (ms en concreto el asesinato de Rubn Jaramillo); los movimientos de trabajadores (de ferrocarrileros y de profesores principalmente); y el movimiento estudiantil, a quien le reconoce que, a pesar de su falta de eficacia, su presencia fue constante dentro de las luchas populares. ste ltimo, principalmente el movimiento del 68, ocupar el grueso de la atencin del realizador. En el inicio de esta segunda parte, la voz del narrador describe las condiciones demogrficas, sociales y culturales que hacen a la Ciudad de Mxico la metrpoli por excelencia del pas mientras el lente de la cmara acompaa la narracin con algunas tomas de conglomeraciones urbanas, edificio y amplias avenidas transitadas por mltiples automviles; acto seguido, el paisaje urbano es cortado de tajo para proyectar un paisaje rural. Grandes y escarpadas montaas sustituyen el asfalto. Pero el elemento central de las siguientes escenas, son los campesinos y los obreros movilizados. Por ejemplo, en una escenas la cmara, en close-up (recurso que es bastante utilizado a lo largo del film), recorre las caras de obreros ferrocarrileros en lucha, caras de rasgos ms bien hoscos, duros inexpresivos; la siguiente toma es el close-up de la macana de un polica que golpea quedamente su pierna; segundos despus la cmara realiza un tilt-up desde la macana hasta el rostro del polica, un rostro con una sonrisa (la pelcula marca los extremos en todos niveles). La toma es cortada y en la siguiente aparece un plano a ras de suelo en el que un grupo de granaderos estn golpeando a los manifestantes. A la hora de abordar los sucesos del 68, el film explica de manera breve el desarrollo cronolgico de los sucesos. Para resaltar los hechos, Menndez hace uso de recursos tcnicos como los planos dentro de las manifestaciones, con esto la cmara da la impresin al espectador de ser un miembro ms en las movilizaciones. La cmara pierde entonces su rasgo de objetividad, no filma para destacar algo, filma para denunciar algo, porque ella es parte del movimiento, por lo tanto es su deber trabajar para ste. Bajo esta misma lgica, dentro del documental hay un constante uso de close-up (desde el mdium close-up hasta el big close-up) as como de zoom-in a las caras de los manifestantes. Este recurso es utilizado para personificar a los activistas. As dejan de ser una cifra, una idea abstracta, inmaterial, para convertirse en hombres, mujeres y nios de carne y hueso, que ren, gritan, se sorprenden; la gran masa social-popular que se manifiesta adquiere un rostro, un rostro que sensibiliza al espectador. Estos recursos resaltan durante la narracin del 2 de octubre, la mayora de las tomas enfocan los rostros, pero, adems, manteniendo esta dicotoma argumentativa, el autor juega con los rostros antes y despus de la masacre. En una escena, aparece el rostro de un nio, volteando al cielo, al mismo tiempo, el narrador describe las dos bengalas que surcaron el cielo antes de los disparos. La cara del nio es de sorpresa, emocin. La siguiente tiene como fondo sonoro los disparos y a la multitud que corre para protegerse. El plano se corta y aparece un zoom-out de la cara ensangrentada e inerte del infante.Atendiendo a lo expresado en un inicio, la necesidad de entender a quin est dirigido el documental, nos centraremos en una escena que es bastante llamativa. Recapitulando: Historia de un Documento es un discurso de denuncia poltica en contra de las actitudes represivas del gobierno mexicano frente a los activistas polticos contrarios al rgimen. Esta idea de un Mxico con un gobierno que garantizaba los derechos y libertades democrticas es una de las imgenes ms difundidas y aceptadas en el exterior. Por lo tanto, el documental pretende romper con el cerco meditico impuesto.La escena en cuestin demuestra la necesidad del realizador de conectarse con un pblico extranjero. Despus de relatar la masacre, de tomar los rostros de los muertos (ver imagen 2). El documental cambia de toma drsticamente. Ahora, en la pantalla aparece el entonces presidente de la Repblica, Gustavo Daz Ordaz (ver imagen 3), dando el discurso de inauguracin de los Juegos Olmpicos de Mxico 1968, los, curiosamente, llamados Juegos Olmpicos por la Paz. Es de resaltar que en ninguna otra toma se aprecia algn funcionario pblico o algn miembro de la alta burocracia gubernamental, slo el nombre de Luis Echeverra aparece dos veces en todo el documental, sin embargo, nunca aparece su rostro, su figura. Esta es la nica toma en la que aparece un personaje del gobierno, y no cualquier personaje, es el mximo representante de la poltica mexicana. Pero, su participacin no es utilizada bajo el concepto de derecho de rplica. Daz Ordaz no est ah para rebatir los argumentos del documental, est ah para demostrar la incongruencia entre su discurso y sus acciones. As toman relacin las dos escenas: despus de asesinar estudiantes, el presidente inaugura los Juegos Olmpicos dedicados a la paz. sa es la imagen que tanto se haban esforzado en el gobierno por mantener en el exterior: El gobierno de Mxico es un gobierno que trabaja por la paz. Ese es el argumento al que se opone el film: El gobierno de Mxico es un gobierno que encarcela y asesina.En su participacin Daz Ordaz aparece en un mdium close-up, tomado desde un ngulo inferior, haciendo a la figura del presidente ms grande e imponente. La participacin del expresidente es breve, su discurso: 12 de octubre de 1968, declaro inaugurados los Juegos Olmpicos de Mxico. Las siguientes tomas son aspectos de la inauguracin; el despliegue de globos y 10 mil palomas blancas (smbolo de la paz) y el encendido del pebetero olmpico. La toma se corta y es remplazada por un close-up del piso de la crcel en el que se lee, escrito con letras rojas, Aqu Mxico, (ver imagen 4) la voz de Daz Ordaz, resuena como eco de fondo repitiendo MxicoMxico, de pronto un brazo annimo lanza un brochazo enrgico contra la leyenda. La cmara en un movimiento de tilt-up recorre los muros de la prisin hasta detenerse en los barrotes que obstaculizan la vista al cielo, acto seguido la cmara se detiene en un posicin totalmente vertical apuntando hacia arriba y con un movimiento de panning gira. Eso es Mxico, la desesperacin, el encierro. A manera de conclusin podemos decir que el cine ha servido como uno de los elementos de denuncia ms importantes en lo que respecta al movimiento del 68. Esto ha definido la forma en que la sociedad ha recreado, en la memoria colectiva, los hechos acontecidos en el otoo de 1968. Esta caracterstica se vio potenciada por las condiciones tecnolgicas que permitieron la popularizacin y masificacin de la cmara (y de proyectores) como de los elementos humanos, estudiantes universitarios con conocimientos bsicos en el manejo de la cmara pero, adems, con conocimientos de elementos estticos que pudieran potenciar el impacto del film dentro de la sociedad. Todo esto dio como resultado la implementacin de una herramienta de denuncia y agitacin que hasta ese momento era desconocida por los activistas y militantes de los diferentes movimientos sociales. As pues, el 68 no slo es un parteaguas dentro de la historia nacional por las caractersticas de los actores sociales o lo amplio de sus demandas, es tambin un punto de ruptura en la forma en que se difundieron las ideas mediante el uso de nuevos elementos tcnicos, como la cmara Super-8 que, al entrar en contacto con otros sectores diferentes a los que originalmente fue destina, se dedico a dejar registro de una realidad que haba sido ocultada o ignorada por las lites gobernantes.

Imagen 1

Imagen 2

Imagen 3

Imagen 4

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