El día que Lio se cansó de hacer goles

Leandro Rojas

AYUDANTES DE CAMPO

Adrián DanieleAgustina BianchiniAlejandro GrandoAlejandro PanzaAndrea Bugnone

Ariel RissoClaudia PantanoEvelyn QuerciaFamilia Alonso

Familia BrescianiFamilia CarneroFamilia Conti

Familia FigosecoFamilia FlemattiFamilia MartínezFamilia PalmieriFamilia RiboldiFamilia SopranziFamilia Suárez

Federico CastagnaFederico Marchione

Fernando SainzFranco Carlos Grando

Gabriel GiriGerardo ScoccoGonzalo OrdunaHernán ValenzaJorge Lardizabal Julián Serafini

Julieta RetamosoLuciano BonettoManuel CasellasMarcela RiboldiMaría LevinsteinMatías Jurisich

Matías PaolinelliMaximiliano Sónego

Melisa GiraudiPablo Rulli

Pablo SimoniPaula Romero

Ricardo CraveroSebastián RojasVicky Álvarez

Virginia Álvarez

ÍNDICE

PRÓLOGO 5NOSTALGIA AL RAS DEL PISO 7ATRACCIÓN HECHA PELOTA 11CUANDO ELLA YA NO ESTÉ 13UN BAILARÍN ASESINO 17ALGUNAS MAÑANAS DE DICIEMBRE 21ESO ES TUYO 25SIEMPRE ME GUSTÓ JUGAR PARA LOS MENOS 29ORGULLO DIJO PRESENTE 35ESTILO BARÇA 37EUFORIA EN 360 39EL FIN DE LA ERA GUARDIOLA 43UN DÍA LIO SE CANSÓ DE HACER GOLES 45EL ENCUENTRO PERFECTO 55Y LE QUEDA POR SER MUCHO MÁS 57TUVE QUE BUSCAR EL VIDEO 61PERO TE TRAJO A VOS 63PINTADO ROJO Y NEGRO 67ESAS LOCAS IDEAS DE MONO 69200 FOTOS 71SI PASA LA BARRERA ES GOL 75CUANDO ENERO ASOMA 85EN EL LUGAR CORRECTO 87SIEMPRE DEPENDE DE NOSOTROS 91COMO NUBES QUE SE CRUZAN 93OBJETIVOS BIEN DELIMITADOS 97

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PRÓLOGO

El libro que tenés en mano es una selección de cuatro años de escritos en www.3paracrear.wordpress.com Ese espacio fue destinado a depositar la mayoría de mis sensaciones futboleras Ese espacio no sería nada sin mis cómplices Federico Castagna y Matías Paolinelli Ambos me acompañaron en cada publicación y fueron fundamenta-les para que la pelota nunca deje de rodar ¡La platea se pone de pie!

Más de cincuenta familias aportaron en idea me para que este sueño se haga realidad Pero además de los aportes, durante los 55 días de recaudación, estas personas saltaron y cantaron hasta que el árbitro pitó el final del partido Cada vez que la cancha vibraba con su aliento, yo sentía que mi equipo tenía un plus, un jugador más Y esa es una de las más grandes sensaciones para un equipo de fútbol

Escribo el prólogo que tantas veces imaginé Éste iniciará un ca-mino lleno de anécdotas, amigos, festejos, añoranzas y sentimientos alrededor del fútbol En estos relatos el corazón acompaña las rimas y las articulaciones Entre líneas, no hay jugadores que pasen des-apercibidos, no hay hinchadas sin color, no hay clubes sin raíces, ni camisetas sin historias, o equipos sin destinos No hay forma de separarlos, no puedo concebirlos de otra manera

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Una vez escuché a Quique Pesoa1 decir algo así: “me levanto todos los días sabiendo que la guerra grande ya la perdimos, soy consciente de ello… no obstante, estoy dispuesto a librar cada uno de esos días pequeñas batallas, ínfimas, escuetas… y siento que con cada una de ellas genero grietas Grietas por donde asoma un rayo de luz”

Desde ese día, escribo tratando de que mis textos sean generadores de grietas Y que, a través de ellas, alguien se ilumine con palabras que hablen de un fútbol de familias, con valores, de sueños, de hé-roes que juegan por la gloria, por el barrio, por los colores y por erigir la camiseta y el club por encima de cualquier circunstancia o adversidad

1 Quique Pesoa: Periodista y locutor argentino.

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NOSTALGIA AL RAS DEL PISO

Nostalgia es la sensación de pena o tristeza que siente alguien al estar lejos de su hogar, de los suyos, o al recordar algo querido

Si tengo que escribir, casi sin pensar, nostalgia me transmiten los pies descalzos rozando el césped húmedo de una de las últimas tar-des de verano Pies descalzos que hace instantes se deshicieron de la presión que le propiciaban unas ojotas y pisan una, dos y tres veces antes de encontrarse con el balón Lo toman suave y delicadamen-te para no apresurar el movimiento, lo levantan casi adecuándose al peso y al contacto de varias semanas sin hacerlo A la derecha mi hermano observa la ceremonia, sus ojos serenos y comprensi-vos acompañan mi empeine y el impacto hacia un cielo atardecido “¡Qué ganas!”, le suelto, y me dispongo a bajarla mientras él mur-mura entendiendo mi pesar

Si me tomo unos minutos, nostalgia me dan todos y cada uno de los centenares de partidos que se juegan alrededor del mundo Los sigo, los acompaño, los estudio, los veo en totalidad, en resúmenes y en sintonía con otras actividades que pasan a ser secundarias cuando hay una bola rodando Estoy alrededor, encima de ellos, acercán-dome constantemente a todo lo que gira o envuelve al fútbol, pero no estoy dentro Podré arrimarme al protagonista, podre compartir

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y comentar con él, aprender de sus vivencias, podrá inspirarme los mejores versos, emocionar mis actos y mis decisiones, pero nunca será un compadre Lo entenderé como persona, nos igualará una anécdota, nos unirá una vivencia, pero jamás seremos pares

Si me siento y me dejo llevar, nostalgia hay en cada escrito que se fue despertando Que fue pidiendo un lugar, en un tiempo y en un sitio determinado, y enmarcado en circunstancias y acontecimien-tos propios del momento En cada uno de ellos hay un sueño roto, hay una gambeta escondida, hay una ilusión quebrada, hay un caño que no pasó, hay partidos que no jugué, hay campeonatos que no peleé, hay rivales contra los que no pude chocar

En estos escritos aparecen los goles que no convertí y las asisten-cias que no di por soltarla antes o entregarla corta, remontadas que no se gestaron o hinchadas que no podré gozar por un triunfo sobre la hora Hay un corazón que late con la misma intensidad, sí, pero con menos pulsaciones por minuto Hay un olor a vestuario que se impregna y me transporta a otras épocas, a esas mágicas épocas

Si me estiro y me adueño del silencio tratando de entrelazar los conceptos, estás en los rostros de mis compañeros de equipo: amigos de la escuela, hermanos en la cancha y compinches del crecimiento, de nuestro crecimiento Juntos a cada hora, en cada lugar y en va-rias actividades, pero fieles a lo que más disfrutábamos, preparados para jugarlo donde sea, grandes improvisadores de arcos e incan-sablemente capacitados para aguantar hasta que la tarde oscurezca al punto de que el balón se pierda entre los desniveles, y el rival se confunda con tu compañero

Si cierro los ojos para hilvanar ideas y pasiones, la nostalgia me lleva a papá: en él reposa todo lo que deseo y lo que advierto, lo que pasa y lo que nunca sucede, lo que quiero demostrar y lo que apunto a desarrollar, lo que no pude conservar y lo que se me escapó

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de las manos En él se asientan los mayores goces y los llantos más profundos, lo que pretendo ser y lo que no debo repetir, lo que me intriga, lo que me llena, lo que me saca, lo que me quiebra Porque cada cosa que toca mi viejo es fútbol, todo lo que respira es fútbol y todo lo que yo hice y hago en mi vida, es para el fútbol

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ATRACCIÓN HECHA PELOTA

Una cosa es ir a correr alrededor del parque y otra muy distinta es salir a jugar con la pelota Y no importa que seamos dos La pelota te transforma, te transporta, te despierta aquellos anhelos de niño por esquivar árboles, raíces y personas Gambetear los charcos de la lluvia anterior, y las ramas secas que dificultan el traslado El vértigo por desmarcarse del aire y ocupar otros espacios vacíos La posibi-lidad de recibir en corto, en medio y en largo Jugar de primera o controlar con una y pegarle con la otra Inventar sobre la marcha, interpretar, improvisar y estimular al otro

¡La pelota tiene un imán gigante! Siempre está buscando al cuer-po, necesita sentirse viva, despegar, salir de una cara interna e intuir que va a picar con rosca, para que el otro la domine Encontrarse con un empeine que lleva la fuerza justa para que el receptor la mate Desprenderse de un tres dedos para exigir la posición del que la pide, del que la espera La pelota se siente útil si hay un par de locos que la disfrutan

La pelota recuerda Sabe que estuvo ahí en otra oportunidad, es consciente de la superficie, del clima, de las adversidades del terre-no, de la fuerza con que fue impactada, de las capacidades de los intérpretes, de los peligros que habitan en la calle y de la luz que

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afecta a los jugadores Cada uno de estos factores la modifican, la condicionan, la afectan

La pelota te une Dos personas con costumbres diferentes, creen-cias varias, con ideas compartidas y muchos sueños por cumplir Ella te unifica, te guía, te aferra, te enlaza, te invade de pasión y permite la abstracción: del tiempo, espacio, y del cansancio La pe-lota te traslada a ese pueblo donde te criaste, a esas canchas donde comenzaste, y a esos grupos que hoy extrañás tanto

¿Qué sería de la amistad sin la pelota? Sin la sensación de volver a ella Pues en su andar se abre la puerta para salir a jugar, con los de siempre, con los eternos, con los que tirar una pared representa más que un abrazo, meter una asistencia significa más que un beso, y abalanzarse en un gol simboliza más que cualquier sentimiento

A los amigos, la pelota y nada más

Por disfrutar el viaje. Simplemente Chucho

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CUANDO ELLA YA NO ESTÉ

Cuando ella ya no esté, pasarán los días y no los distinguiré,estaré sentado y observaré desde otro lugar,mis sueños tendrán otros anhelos,y obtendré alegrías desde otro cantar

Cuando ella ya no esté,repartiré sus besos en algunos queridos,esparciré abrazos a esos que no había pensado,llamaré a otros que había desplazadoy encontraré estímulos donde nunca hubiese imaginado

Cuando ella ya no esté,los aromas quedarán flotando,y las canciones dirán otras cosas,aquellos aires no modificarán mi percepcióny el verde será objeto sólo de devoción

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Cuando ella ya no esté,mi cuerpo no sentirá lo mismo:mi corazón no latirá con tanto ritmo,serán otras las cosquillas de mi panza,cuando mi espalda se queje, tendrá que ubicarse mejor,y sufriré como nunca mirando el reloj

Cuando ella ya no esté,no encontraré razones,inventaré otras excusas,marginaré mis virtudes,y emergerán cientos de dudas

Cuando ella ya no estéserán estaciones de cambios,de encontrar nuevos rumbos,de pensar nuevas metas,de saber que queda tiempopara crecer en otros ámbitos

Cuando ella ya no esté,habré tomado una decisión,la dejaré, la iré olvidando,seré otro tipo, seré alguien más Seré feliz ¿seré feliz?

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Ojalá siempre estés a mi lado,ojalá siempre me elijas de nuevo,ojalá vayas, y siempre vuelvas hacia mí,porque la pelota siempre busca al jugador,y el jugador sin la pelota,es un ser vivo sin amor

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UN BAILARÍN ASESINO

“La fiera te espera agazapada. Es como un caníbal desarreglado que se encorva para amortiguar el impacto, para recepcionar el balón, para estudiar a la víctima. Una vez que encuentra el sitio, que tiene el dominio y advierte el paso, explota hacia delante y ya no hay vuelta atrás”.

Quizás sean pocas las situaciones frente a las que uno se puede quedar sin palabras: las desgracias, una enfermedad o la muerte También frente a un amor, de esos que nos marcan y nos arrastran a los imposibles, y nos llevan atónitos por la vida Nos pasa con los sentimientos en general Queremos plasmarlos en pocos términos, pero es inútil pues éstos se sienten, no se explican No es necesario intelectualizarlos Así pues, es probable que en este texto me quede sin ideas No porque no las tenga, ni porque me trabe o me cueste definirlas, sino porque las voy a gastar a todas y no voy a guardarme ninguna

Nació en marzo de 1980 Arrancó en Gremio y comenzó a llamar la atención de los analistas, de los desentendidos y de los profesionales Empezó a definir partidos, a destellar cuando parecía apagado Le bastaban sólo una o dos jugadas para ser diferente del

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resto Se consagró en el Campeonato de Río Grande do Sul en el 99 convirtiendo 15 goles en 14 partidos A principios de 2001 lo ficha París Saint–Germain No es su mejor etapa: sufre el dominio del millonario Lyon, tiene problemas con un técnico y no está lo suficientemente maduro para ser un jugador constante Así y todo, se las arregla para regalar arte puro y joyas que están grabadas en los ojos de cada futbolero

Es campeón del mundo con su selección en Corea – Japón 2002 Allí jugó cinco de los siete partidos y convirtió dos goles Vale remarcar que ya había ganado un Mundial Sub-17 en 1997 y la Copa América con la mayor en 1999

En junio del 2003, por 30 millones de euros, llegó a Barcelona El lugar donde tantos brasileños han tenido sus mejores etapas futbolísticas Nombrar a Romario, Ronaldo y Rivaldo parece más que suficiente para que la cabeza se estimule recordando goles y festejos, para que el paladar se regocije entero buscando aquellos gestos técnicos que logran dar a este deporte un sabor único Pisó Barcelona y su sonrisa, su forma y su carisma pasaron a la primera plana Las publicidades y las ventas se multiplicaron, y a todo ese amor hecho números él le devolvió fútbol Con chiches, goles y títulos Siempre bailando, siempre contento

En la campaña 2003/04 marcó 15 goles en 32 partidos: Barça fue subcampeón de Valencia En la 2004/05 metió 9 en 35 y su equipo fue campeón luego de seis temporadas de sequía Pero sin dudas fue la temporada 2005/06 la que lo erigirá como figura absoluta En la Copa Confederaciones de Alemania marcó tres goles, uno de ellos en la final, cuando el Scratch bailó a Argentina por 4 a 1 Fue bicampeón de la Liga de las Estrellas con 17 goles en 29 partidos Ganó la copa Joan Gamper, la Supercopa de España y por supuesto levantó la Orejona en París contra el Arsenal de Thierry

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Henry, marcando siete goles en esa competición Coronó el año con el premio FIFA World Player (ya lo había obtenido en 2004) y con el Balón de Oro (otorgado por la revista France Football)

Un socio: Silvinho Un intérprete: Deco Un sueño: Messi En los videos de esa temporada brillante emerge la sensación

de que era imparable Iker Casillas levantando sus brazos en señal de fastidio, de impotencia, son la prueba cabal de su despliegue indomable Físicamente estaba un escalón por encima del resto Lúcido, sumamente agresivo y muy guapo para bancarse las duras embestidas de los defensores, y repartir cuando hiciese falta

A partir de la salida del Barça, lo que sigue en la carrera del Gaúcho no es relevante en números ni en títulos Muchas salidas, mucha prensa en contra, varios kilos de más, diferencias con el técnico, su traspaso a Milán y la promesa de levantar el nivel La vuelta al fútbol de su país, Flamengo y Atlético Mineiro… Pero si de algo estoy seguro, es que hasta el último día que pise un campo de juego, y aunque las cosas no marchen de la mejor manera, él será fiel a su modo, su gracia y su contagio Mirar un partido donde juegue Ronaldinho promete algo en cualquier momento, no se sabe cuándo, no se imagina uno dónde, pero sabemos que puede pasar

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ALGUNAS MAÑANAS DE DICIEMBRE

Ciertamente hay competiciones, fechas, horarios, lugares y perso-nas que se asocian inevitablemente Y esto tiene que ver con cientos de decenas de circunstancias y acontecimientos que se entrelazan para que en la vida sucedan cosas mágicas En mi caso, la Copa Intercontinental, en diciembre, a las siete de la mañana, en Carlos Pellegrini (Santa Fe) y con mi viejo, se encuadran dentro de los momentos inolvidables

Sus manos despertándome para que no me pierda nada, cum-pliendo con mi pedido para poder compartir cada instante de esa fecha patria Él, en cueros y descalzo, con la pava preparada y los primeros mates ya cebados hace rato, lo cual me hace intuir que ha estado mirando una película en la cocina o algún resumen de goles de alguna liga del mundo Intuición al margen, me alegra tanto que cumpla con mi pedido, que voy pronto al baño y regreso para la presentación de los equipos

El partido empieza en el televisor de mi habitación Desde mi cama yo puedo mantener mis lagañas, los cabellos revueltos y mis pies calientes Mi viejo tiene todo lo que necesita: se sienta cerca mío, el mate nos acompaña, y el partido arranca con un volumen sobrio por respeto a los otros familiares

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Cuando falten cinco para el entre tiempo, yo tendré que ir mo-viéndome, cambiarme y calzarme, porque en el descanso el partido sigue en el televisor del club Nos movemos en el parate para tener tiempo de abrir las puertas y ventanas, y de preparar la segunda tanda de mates Allí empezarán a caer amigos y proveedores Cada uno traerá su pálpito, su análisis y su favorito, y lo mejor de estos intercambios es sentir que mi viejo y yo tenemos ventaja ante cada posición, y respuesta a todas las dudas Porque lo vimos todo, desde el principio y en cada detalle Sabemos las alineaciones, conocemos las ausencias, los suplentes, recordamos las llegadas y cada detalle del primer tiempo, y de lo que va del segundo El pueblo entero se va despertando y los dormidos van apareciendo Nosotros somos como enviados especiales, conocemos todo y no nos guardamos nada A cada uno que llega, le informamos con lujo de detalle lo que se ha perdido

El alargue es el momento exacto para despachar viajantes que si-guen su marcha y para encarar la tercera pava de mates Es mi turno de prepararla y cambiar la yerba para mejorar el gusto Mi viejo me encarga esta tarea mientras repone algún cajón de soda o de gaseosa, o lava los últimos vasos de la noche anterior Para mí, es la mejor de las tareas que se me puede asignar, porque yo sé lo que significa el mate para él, (y aunque aún no comparto esa pasión) he visto como lo mira, lo disfruta y cuantas veces acude a él durante el día Poder prepararle el mate a mi papá es un regalo, un mimo

Una vez que el partido termina en empate, todo es una batalla contra el esfuerzo, el cansancio y los errores Y no hay nada que yo desee más que el cotejo se defina por penales El show es mi viejo: él se esmerará por caracterizar y definir a cada ejecutante desde que deja la mitad de la cancha hasta que impacte el balón Recordará sus acciones en el partido, remarcará si tiene alguna molestia, coin-cidirá con ciertas apreciaciones del periodista de turno, lo imitará a

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tiempo real y, al fin, vaticinará la potencia y el lugar de la ejecución y la reacción del arquero Así con cada uno de los penales Y eso, para mí, es como un partido paralelo, una obra maestra presentada en exclusiva para un público acotado, selectivo Y lleva consigo los gestos, las puteadas, los gritos y las sonrisas de un padre que sabe que le regala una monería a su hijo y que disfruta de estar con él esa mañana de diciembre

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ESO ES TUYO

¿A dónde apuntar cuando tenés que hablar de algo que nadie quie-re oír? ¿Sobre qué enfoque trabajar para aquello que duele al lector, incluso mucho más de lo que cualquier derrota me haya dolido a mí? ¿Para dónde encauzar el sufrimiento de saber que durante un año más, los vestidos de rojinegro caerán como buitres sobre la ca-rroña? Imagino que será propicio pensar como hincha de Central…

Se me acumulan imágenes de dirigentes y otros personajes oscuros saqueando al club de Arroyito Las transferencias de varios pibes con futuro y los negociados que siempre perjudican al club Alguna vez, los barras instalados en el predio de Baigorria, decidiendo so-bre los movimientos de las inferiores La sucesión de derrotas que determinaron la salida de Cuffaro Russo en ese último torneo de primera Las lesiones crónicas, las malas decisiones con la pelota en los pies, los goles errados o la falta de jerarquía en ambas áreas La presencia de Mostaza Merlo, los malos manejos del Chulo Rivoira, los 69 puntos del equipo de Pizzi, el arranque errático con Miguel Russo y los rulos/barba de Bracamonte Si yo fuera hincha de Cen-tral, buscaría sostenerme de otras cosas

Imagino quedándome con la alegría de esperar ansioso aquellos encuentros sonoros y festivos El fervor popular de arrimarse can-

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tando y aplaudiendo al gigante, y ese roce incómodo y a la vez com-prensible de avanzar por cada uno de los escalones de cemento para llegar a que te impacten las luces y el aliento te envuelva, y te lleve a otro nivel El verde césped metiéndose en un suspiro y en busca de la serenidad de ver correr el balón en pies de los Guerreros Au-riazules La voz del estadio marcando el compás de cada uno de los integrantes elegidos por el DT de turno El delirio magnífico al nombrar a aquél que el público ama, al ídolo, al futuro crack o al goleador

Y la explosión: quedarte con la explosión de cientos de miles de papeles que se elevan en busca del gesto más espectacular de nuestro fútbol Perderte en los versos pegadizos de esa canción que a medi-da que se va repitiendo una y otra vez, se siente más profunda, se impone ante las publicidades y desciende recién cuando el arquero canalla enfila hacia su arco Para entremezclarse con un aplauso res-petuoso y cálido, casi protector hacia el guardameta que intentará evitar que los intereses de esos miles que ahora aplauden, no se de-rrumben detrás de una derrota

Quedarte con todo eso: con la previa, que empieza el día anterior en una salida, en un encuentro, que se debate entre un buen vino, un café o un mate Previa que se extiende al almuerzo del medio día, que te invade con el audio de una radio anunciante de cada movi-miento, detalle o circunstancia Las estadísticas, las camisetas, las lesiones, lo probable, las rachas, los últimos registros, los análisis, las risas, la ansiedad La sorpresa y las ganas generando una lágrima que se recargó de tensión y decidió caer como muestra de amor, como presagio de tarde mágica

Quedarte con la posibilidad de revalidar cada fin de semana tu pa-sión y ese sentimiento tan mágico Sabiendo que uno siempre regre-sa adonde pertenece, y donde merece Quedarte abrazado a tus seres queridos, disfrutar de compartir esa fiesta con cada uno de ellos

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Porque eso…eso no te lo roba nadie, eso no te lo quita ni el tiem-po, ni el descenso, ni ningún dirigente Eso es tuyo Está tallado ahí, en ese sitio tan selectivo y sensible que se llama corazón Se talló por genética, por convicción o por contagio Se talló con esfuerzo, con sangre y con lágrimas, se talló para que nada ni nadie lo pisotee Para que nada ni nadie lo pueda borrar Para que nada ni nadie lo pueda entender

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SIEMPRE ME GUSTÓ JUGAR PARA LOS MENOS

Fui entrando en las provocaciones Me dejé llevar por los gestos burlones, por cada una de las expresiones de alegría y las emanacio-nes de libertad y plenitud Fui cayendo en su juego: me miraban de reojo, como incitándome a demostrar mis cualidades o a confirmar que no podía jugar ni con tierra Empecé a sentir un fuego interno: primero, porque el balcón que tiene acá Juanjo no tiene un árbol que haga sombra y, segundo, porque el cuerpo es como que te hace el precalentamiento solo, se va moviendo por si tiene que picar y rematar en la primera

Era un verde parejo y completo (desde aquí arriba) Tenía unos quince de largo hasta el primer arbusto que hacía de palo y del otro lado una mancha de tierra marcaba los límites del campo y daba lugar a dos bultos de remeras y ojotas Eran unos diez de ancho que cortaban en un caminito de cemento de un lado y al final de una pronunciada loma del otro La loma no era un dato menor, era sin dudas la atracción principal: hacia donde se elevaba era dos metros más alta que el nivel de la cancha, generando una sensación de tsunami de césped que venía a jugar con vos

Jugar contra la loma era como tirar una pared, pero en vez de hacerla rebotar la hacías correr por allí y aparecías por el otro lado,

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como recepcionando algo que habías lanzado al aire para despla-zarte más liviano, para viajar suelto y sin preocupaciones, sabiendo que te la ibas a encontrar una vez que tu carrera superara al rival Yo había estado estudiando los movimientos, del relieve y de los rivales, tuve unos minutos de análisis para saber cómo se movía cada uno de ellos y cuáles eran los efectos en cada sector del acontecimiento geográfico

Ese día, en la ciudad de Santa Fe, despierto 9 30 para desayunar Juan trabajaba y Mari había salido hacia la facultad Un poco de televisión en la cocina, mientras ojeo mi nuevo libro de Borges Hacía calor en ese ambiente por lo que me prendo el aire y voy a parar al living Me estoy acomodando en la computadora, leyendo algún blog y escuchando a Víctor Hugo, cuando siento el bullicio del impacto de un empeine De inmediato me incorporo y al son de mi movimiento la radio se corta (casualidad eterna para algunos, capricho del destino para otros) y el silencio me permite evidenciar la presencia de un picado Ahí nomás, me arrimo lentamente a la ventana y así puedo advertir la preparación del pleito y la división de los equipos

¡Me mudé en un santiamén al balcón! Lo primero que hice fue contar los actores: eran ocho, cuatro contra cuatro Era cortito y por abajo, tal como me gusta, estaba ideal para entrar Faltaba un largo rato para que retorne mi amigo de su trabajo y hacía un par de semanas que no tenía el placer de tocar el balón Pero los números pares no son amigos de los desconocidos y encima el nivel era parejo (no había ningún rengo limitado, gordito lento o tronco entusiasta al cual podías mandar hacia el otro bando para equilibrar) y aún, si así no lo fuera, se hace bastante complicado inmiscuirse cuando los jugadores están justos Busqué un vaso de agua, tomé prestada una gorra del perchero y me dispuse a observar a los ricos comiendo caviar

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Creo que vale la pena recordar que hacía demasiado calor La noche anterior en la casa de la novia de Juan, escuché en el noticiero que la máxima iba a llegar a 36°, y como no soy un creyente de los servicios meteorológicos, mientras estaba en el balcón recordaba y maldecía aquel atosigador pronóstico También, antes de que les cuente lo que hice, quiero que sepan que yo soy muy cagón (como dice mi amigo Diego) para las manos, fundamentalmente, y para las vacunas o jerin-gas (pero no es momento de profundizar en ese miedo recurrente)

Entonces me encontré ahí, transpirando sin sentido, sólo y sin amigos, y sin sentir el placer de juntarme con la redonda, de encon-trarla sobre la línea y dominarla, de evidenciar al rival y engatusarlo con un amague sutil De encarar pegado a la raya e ir esquivando muñecos, de arrojarme porque me picó mal y trabar con el alma, de reponerme victorioso y definir contra un palo y gozar a medio San-ta Fe por la escapada, por la guapeada y el buen fútbol que define partidos y gana campeonatos

Siempre me gustó jugar para los menos, para el que tenga menos jugadores o capacidades Hacer la diferencia, ponerme el equipo al hombro, correr por el que falta y disfrutar de las remontadas, del acoplamiento para que no se note la desventaja y transformar un simple triunfo en una gran hazaña Recuerdo cuando de chico me tocaba dividir o entraba en algún partido, siempre quería tener a los menos hábiles, los que menos idea tenían, los que todos desechaban yo los quería al lado Quizás para acrecentar mi figura, quizás para tener más control de juego, quizás por el simple egoísmo de tocar y tocar más que nadie la pelota Más que seguro que lo hacía para adjudicarme las revelaciones, para potenciar las pocas virtudes de los míos y ridiculizar a los más fuertes y talentosos Por eso, cuando pisé el césped del parque que da al balcón de mi amigo Juan José, fui claro y conciso: “Vos, el de pelito largo, pasá para ellos Nosotros jugamos con uno menos”

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Al primero que atendí fue al de camiseta blanca Lo había estado observando que se la tiraba de crack y tenía muy pocos fundamen-tos para hacerlo Lo crucé cuando intentó desbordarme por izquier-da, noté que estaba desacomodado y le puse firme el cuerpo cuando ya había soltado el centro: se desparramó ahí donde comienza la loma y soltó una puteada mientras se encontraba con el piso y mi equipo salía de contraataque vertiginosamente

El morocho de pantalón verde manejaba la contra nuestra, ellos se fueron cerrando atrás mientras nos arrimábamos a su arco sin pasar el balón En un zarpazo mi compañero pierde la bocha y los rivales remontan el corto campo para ponerse arriba en el marcador: 1 a 0

El de pantalón verde, que habiendo perdido la pelota se quedó estancado arriba, giró para vernos y soltó como suelta un gran co-nocedor: “loco, a ver si se mueven, denme opciones” La verdad es que yo no sé que pensé en ese momento, pero mientras él terminaba de recriminarnos le metí un tortazo mano abierta (entre la oreja izquierda y el cuello) y le dije: “¡cerrá el pico, morfón, y empezá a correr cuando la perdés!”

Fue un momento difícil, hubo un silencio como de desconoci-miento y desconcierto, que se fue transformando en respeto y cre-dibilidad a medida que yo me dispuse a sacar de abajo como si nada hubiera ocurrido Esta vez conduje yo, encaré por la derecha, me saqué a uno de encima y le metí firme casi sin avisar o dar señal del movimiento: 1 a 1 pasional Salí corriendo embravecido, pegué un salto con puño apretado y gesticulé cual demente mientras desafo-radamente gritaba el empate

En la espera del retorno del esférico (que había salido de los lí-mites de la plaza), noté que el de remera blanca, que arrastré en la primera jugada, me estaba mirando “¡¿Qué te pasa zapato?! Le solté mientras me arrimaba inflado de coraje Y el flaco dudó, pero no

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estaba muy seguro ni hasta de qué dudar, entonces, alterado y tem-bloroso resopló un: «nada», lleno de miedo y escalofríos

Me fui agrandando con el correr de los minutos Me la empezaron a dar más mis compañeros y les costaba plantarse a los rivales Los cinco goles los hice yo El último fue el más lindo: lateral desde la loma, me la sacan al pecho y cuando me vienen a marcar, con el mismo movimiento de recepción dejo desairado al que me inten-taba tomar Una vez superado le pongo el antebrazo en la cara y me planto firme para que su cuerpo lo sienta La adelanto con el empeine y antes de que me cruce el segundo adversario, juego una pared a la derecha Con un leve salto cruzo al que quiso interceptar mi avance mientras ubico mi hombro izquierdo en su pecho Mi compañero espera un segundo y cuando ve que me libré de marca, me la devuelve en una señal de entendimiento del juego, de creencia en mis posibilidades y virtudes Quedé mano a mano con otros dos monigotes que se habían cerrado sobre el diminuto arco que confor-ma el débil tronco de un árbol y una remera amarilla y gris

Ambos retrocedían desordenadamente Desorientados ante la po-sibilidad de gambeta, pase o definición Las formas en que cayeron derrotados fueron particulares: uno se dio la cabeza contra el palo mientras el otro trastabillaba por el roce de sus propias rodillas Y fue ahí, entre esos dos cuerpos rendidos ante la sensación de inferio-ridad Fue en ese instante que la piqué suave y levemente

Me dejé llevar por la locura Subí la loma mientras mis compañe-ros me querían abrazar como quien quiere alcanzar la gloria, como quien desespera por el ídolo de las figuritas, del póster que viene en El Gráfico y de Fútbol de Primera Los eludí a cada uno de ellos para que mi recorrido terminara en un salto símbolo de la potencia y estéticamente impecable Me envolví en el aire como una pluma y entre el sutil movimiento de mis cabellos al compás de la perfecta

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inclinación de mi cuerpo y al sonar de palmas (de compañeros y atónitos rivales) eregí un grito de gol pellegrinense que hizo estruen-do en la húmeda Santa Fe

Estaba descalzo, en cueros y con una maya marrón prestada Pen-sándolo bien, bajar era una imprudencia, pero: “¿Cómo podría per-derme semejante oportunidad?, ¿cómo esquivarte si podemos esqui-var juntos?, ¿cómo salgo de acá si mi amigo no me dejó la llave?”

Y fue así que no pude, porque estaba alto para saltar desde el balcón Y la verdad que mejor que Juan se olvidó de dejarla porque pobre gente, no sé que hubiera pasado si bajaba Porque uno no sabe cómo va a reaccionar al acontecimiento (ni yo, ni ellos), por ahí ni había onda y los pibes no me dejaban entrar, por ahí no me salía ninguna y era un empate en cero horrible Así que lo mejor fue quedarse acá arriba Y pensándolo bien, ¡hacía mucho calor para jugar un fútbol en Santa Fe!

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ORGULLO DIJO PRESENTE

Obviamente no la filmé Pasa la mayoría de las veces Como con las mascotas, que cuando hay visita y nosotros queremos que hagan su gracia, por razones que jamás entenderemos, ellas no la realizan Y somos los dueños los que quedamos como ridículos o mentirosos Estas jugadas son iguales, son tan únicas que se presentan ante nosotros como flashes y no te dan tregua ni chance para atinar a nada Uno sólo puede balbucear así, medio entrecortado, mientras se va parando, manejando las ansias de las manos, y a posteriori siempre quedará el lamento

Yo no sabría decir exactamente dónde agarró la pelota Como tiendo a exagerar, y dado que la inmortalidad de estas jugadas reside en acrecentar el número de rivales o la cantidad de metros que separan al jugador del arco rival, vamos a decir que quitó la pelota tres o cuatro metros atrás de la línea de la mitad de la cancha, en el centro del campo, donde debía estar, donde todo le caía para que el juego comenzara a gestarse

Ahí, después de dominarla y ponerla al servicio del resto, empezó a construir una de esas máximas tan futboleras y tan espontáneas para todos los que aman y entienden de qué se trata esto Cuando se tejen situaciones como estas, el silencio se adueña del momento

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y las palabras no responden o no se atreven a salir Cuando culmina aquel intento fallido tendemos a afirmar que eso merecía ser gol

Arriesgó, adelantó la bola, tocó y pasó, volvió a tocar y se mostró otra vez Enganchó hacia afuera y se le fue un tanto larga, casi llegando al borde del área Parecía que la superficie húmeda y maltrecha terminaba con el intento, pero llegó una vez más y volvió a enganchar, esta vez hacia adentro Tal vez el remate, fuese al arco o afuera, ya le aseguraba el reconocimiento Se sentía que la gente estaba esperando la terminación de aquella obra para aplaudir semejante esfuerzo Pero no, no le pegó de zurda sino que la volvió a empujar hacia adentro, como un equilibrista que camina sobre la línea blanca del área grande Ahí, en el corazón de la misma, le hundió el pie derecho para cucharearla y que el enganche termine con esa aventura

Seguramente el marcador central no dudó ni un instante, interrumpió la jugada, despejó lejos y rearmó su defensa luego de la embestida Pero ahí, mientras la pelota cruzaba el cielo hacia el otro campo, entre los aplausos, comentarios, risas y el fastidio entremezclados, ese marcador central sabía que eso merecía ser gol Y entre un chori y una coca, sentado en un tablón con las personas que lo aman, como yo, un entrerriano dijo: “¡Que jugada se mandó ese colorado!” Y orgullo dijo presente

A una de las pocas personas que me hace llorar de alegría. Gracias Turbo

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ESTILO BARÇA

¿Por cuántos aspectos un equipo pasa a ser el mejor?Por la forma, la estructura, los intérpretes, el técnico, los triunfos,

los títulos Por los rivales que ha superado Por la constancia y la pertenencia Por los abrazos en cada gol Por la humildad, la entrega y la gloria Por el astro gigantesco que reescribió la historia de este deporte

Agradezcamos haber vivido en la época en que brilló este Barce-lona En el futuro, estaremos encargados de transmitir, a las próxi-mas generaciones, sobre estas épicas aventuras de un extraterrestre zurdo, que un día decidió bajar a la tierra del fútbol y destronar a los reyes de ese deporte, e imponer todas sus marcas a fuerza de un fútbol silencioso y exaltador Y de demostrarnos que los sueños no tienen límites

De un conjunto formado con tiempo, trabajo y dedicación En un mundo donde los plazos y los proyectos son efímeros, Barça pensó y planificó cada movimiento y decisión, para que los seres humanos nunca olvidásemos Catalunya

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EUFORIA EN 360

Entre el 16 de marzo y el 3 de abril de 2011, los dos mejores equipos de esta década jugaron cuatro partidos repletos de todos los condimentos posibles para definir el destino de tres torneos distintos. En 20 días la pelota rodó en un sentido distinto al del resto del fútbol. Allí, durante 360 minutos el público no hizo más que aplaudir cada una de estas batallas tan opuestas y fundamentales para la culminación de cada uno de los campeonatos.

03/05 Barcelona 1 - 1 Real Madrid Champions ( Semifinal )27/04 Real Madrid 0 - 2 Barcelona Champions ( Semifinal )20/04 Barcelona 0 - 1 Real Madrid Copa del Rey ( Final )16/04 Real Madrid 1 - 1 Barcelona La Liga ( Fecha 32 )

Estábamos ahí, trabando con Pepe, Alonso y Khedira en el em-pate por la Liga Saltando inútilmente con Adriano para evitar que Ronaldo impactara la pelota en la final de la Copa del Rey Atónitos en el instante en que Sergio Bousquet se la dio mansa para que Lio disponga y haga de ella lo que él quisiese hacer, ahí cuando el Ber-nabéu ardía por Champions League

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Estos fueron los 360 minutos más importantes desde lo futbolís-tico Se encontraron los dos mejores de la década Cada uno con sus virtudes, sus potencias y sus ídolos Cada uno con sus políticas, sus modos y sentimientos Cada color vistió su estadio y cada choque fue impredecible Ganó el fútbol

¿Cómo no escribir algo de estos choques que me mantuvieron tan pendiente? La tensión de las especulaciones previas, las historias, los planteos y las posibilidades Mourinho y sus discursos Sus intentos por desviar la atención, sus arremetidas verbales contra los jugado-res, el técnico y la filosofía rival Habló de arbitrajes, se preguntó ¿por qué?, y no encontró el ¿cómo? Discutió con la prensa, se quejó ante la Federación, pero nunca tuvo la culpa, nunca falló: o lo roba-ron o lo perdieron sus jugadores, pero él nunca equivocó el camino, demoró un cambio, o fue inferior

En estos duelos históricos, el orgullo tiene un apellido: Maschera-no Tiempo antes de pasar al blaugrana, mientras jugaba en bajo ni-vel en Liverpool, Laporta anunciaba el interés por el jefecito, mien-tras Guardiola sólo pedía a Cesc El sistema era cada vez más pulido, Busquets maravillaba a todos por su ubicación y simpleza, y todo indicaba que el capitán argentino pasaría más minutos en el banco o en la platea que en el corto y húmedo césped de Camp Nou Nada de eso ocurrió Fue marcando su terreno, fue encontrando su lugar Trabajó y luchó como si fuese un canterano más Y cuando más compleja se puso la eliminatoria, saltó al campo y defendió a ese grupo y a ese entrenador que hoy lo considera una joya

La grandeza se encuentra en pequeños gestos, uno la percibe así de repente, se manifiesta a cuentagotas pero entrega halos de luz que iluminan a los seres que la emanan La grandeza en el fútbol es tener un talento y explotarlo en servicio del conjunto, es ponerlo a disposición cuando el resto lo necesite, es obrar pensando en el

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otro, en el de al lado Es sentir que sos parte de algo maravilloso llamado equipo La grandeza en el fútbol es picar al primer palo para anticipar un centro, y al ver la pelota cruzar entre las piernas del arquero, correr desesperado para abrazar a un amigo que está afuera Grandeza es acoplarse a ese cúmulo de cuerpos que trabaja-ron por un mismo objetivo durante mucho tiempo Es dedicar con los brazos arriba y los dedos de punta hacia al cielo, ese amor eterno que nos ilumina todos los días de nuestras vidas La grandeza es…simplemente Messi

Hoy queda un día para completar 360 minutos de una serie muy ruidosa Quedan quizás, los 90 más importantes Pero tengo la sen-sación de que nada de lo que pase mañana va a poder opacar el brillo que le dio este equipo al mundo del fútbol

Nadie podrá quitarme la mueca de felicidad al encontrar paredes y gambetas allí donde es imposible construirlas Seguiré exprimiendo los calificativos y disfrutando de cada partitura sinfónica Podré tal vez estar un poco más triste si pasan los de blanco, pero estoy seguro de que el próximo fin de semana la alegría explotará nuevamente Porque cada video que atesoro de este equipo me ha marcado una época, y me ha regalado los más gratos sueños, sueños de fútbol

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EL FIN DE LA ERA GUARDIOLA

Como cuando un familiar cruza una barrera en la vida: concre-ta un sueño, alcanza una meta, traspasa una prueba, consigue un logro, supera un duelo o entiende un proceso Como cuando algo que varios pensamos que es relativo, se convierte en absoluto Como cuando sabemos que una historia llega a su fin, pero aún hasta el último día queremos disfrutarla… así se fue despedido Josep Guar-diola del Camp Nou

Ni Champions League, ni Liga BBVA El Barcelona no tiene títu-lo para festejar en la temporada 2011/12 Las situaciones del fútbol han querido que el mejor equipo de la historia, sólo tenga una final de Copa del Rey por jugar Pero el aire del estadio Culé se estremece ante la necesidad de agradecimiento por todo lo recibido en estas cuatro temporadas y por algo que probablemente nunca volverá a verse

Alrededor de Pep, su estilo y sus equipos, el mundo del fútbol tiene hoy una referencia, un modelo a imitar Y no hablo de jugar igual que el Barça, sino tan sólo de la oportunidad de inventar, de intentar, de animarse, de pensar que se puede y de vivir por ello Pero el Guardiolismo no termina ahí: la posibilidad de recuperar la humildad en la palabra y en los hechos, el respeto por el otro El

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entendimiento del fútbol como juego y la seguridad de que la vida sigue después de una derrota El club y la camiseta por encima de los nombres, la unión por causas justas y humanas, y esa cultura por educar sin fronteras

Todo eso, alrededor del fútbol, en este mismo fútbol, en este mis-mo siglo y en este mismo mundo Contagiando y expandiendo ra-yos de luz, generando grietas y entregando el corazón en cada pase

Ese día en su despedida, contra el sufrido Español, su jugador em-blema le regaló cuatro goles y un partido maravillosamente mágico Además de un abrazo fraternal con el que concluyó la velada, y al que se le sumó toda la plantilla y las palmas del Camp Nou

Años atrás, en una visita a Zaragoza, Guardiola charlaba con un plateista mientras el partido se desarrollaba El local jugaba mejor y el panorama se complicaba Pero apareció Messi e inventó tres golazos de la nada Pep volvió a arrimarse al plateista y le confesó al oído: “Si no fuera por él, yo estaría dirigiendo en la segunda di-visión”

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UN DÍA LIO SE CANSÓ DE HACER GOLES

Fue un 1º de agosto de 2014 Imposible de olvidar Fecha y mo-mento, cúlmines para la historia y los historiadores de fútbol Ese día, al igual que cada uno de los días de su vida desde que pisa una cancha de verde césped, Lionel Messi rompió los esquemas

Con sus inyecciones de crecimiento, con su bajo perfil, con su desconexión de la realidad fuera de las canchas, con su expulsión tempranera en el debut con la selección, por su amistad y enten-dimiento con Eto`o, Ronaldinho, Pedro, Xavi, Iniesta y Ribery en su Barça, y posteriormente con Agüero, Di María e Higuaín en la selección; por sus récords, por su versatilidad, por su gambeta, por su emulación constante al hito más grande del siglo XX; por su control en velocidad, por la capacidad de superarse, retransformarse y reinventarse una y otra vez en un período tan corto de carrera Ese primer día de agosto de 2014, frente a los ojos de su potenciador, deslizó su postura indeclinable:

—“Pep, quiero jugar de volante central” Recién llegado de Buenos Aires después de haber obtenido y festeja-

do fervientemente el título mundial con Argentina, sin pasar por Ro-sario, arribó a Barcelona con papá Jorge, llamó a su técnico multicam-peón para gestionar el encuentro, y le comunicó sus ansias de cambiar de posición y de revolucionar, una vez más, el fútbol internacional

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Guardiola, además de tomarse tal declaración de manera muy seria, intentó primero descubrir los porqués, ya que, en conversa-ciones previas, Pep no había denotado instintos por empezar a re-troceder en el campo, o muestras de incomodidad para con algunos compañeros, mucho menos indisciplina o desgano por el deporte o la posición: de hecho, en ese final de temporada, Barça fue el que más partidos jugó y Lio fue el jugador con más minutos en cancha, rompió el récord de asistencias en la segunda parte de una liga (al-canzó 22 pases de gol en 17 partidos, y entrando en dos de ellos en el segundo tiempo), y además marcó en la ida y en la vuelta de las semis de la Champions: contra el Madrid (dos en el Bernabeu y dos en el Camp Nou, para un maravilloso global de 6 a 4), y el gol del triunfo, en el alargue de la final de la Orejona, en San Siro, contra el Gran Milan, de Pastore y Pato, en una tremenda pero agotadora batalla que se cerró con el tanto del zurdo al minuto 118

Además, después de todo eso vino el Mundial en Brasil Siete par-tidos completos, ya que Argentina cayó en su segunda presentación contra la revelación egipciana en un gran 3 a 2 (donde convirtió el segundo descuento), por lo que los de Sabella debieron enfrentar a México con todas sus figuras para asegurar la clasificación Allí Lionel brindó un show de tres asistencias increíbles, y pegó dos tiros en los palos, en la misma jugada Pero lo mejor de Messi estuvo de octavos para adelante

De ahí en adelante manejó los hilos de un planteo agresivo de Para-guay: esperó, administró, asistió a Higuaín y luego marcó sobre el fi-nal para derrotar 2 a 0 a los dirigidos por Francisco Arce En cuartos de final se lució frente a sus compañeros de filarmónica Aniquiló to-das las posibilidades de posesión de balón del campeón en Sudáfrica España lo sufrió y lo lloró en un primer tiempo demoledor, con un 3 a 0 tan contundente y tan envidiable que hasta Iker Casillas aplaudió la tercera conquista del diez de la selección argentina

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En semifinal, Egipto, la venganza, la otra parte de la historia, la que Lionel Messi no estaba dispuesto a que le arrebaten, la que entendía que sólo los grandes estaban deparados a escribir Partido histórico para los mundiales modernos, cuatro goles de Egipto a cuatro goles de Messi, y definición por penales donde el diez definió cruzado, fuerte y arriba el quinto penal, para el delirio de un Mara-caná repleto de argentinos

De la final, decir que se jugó como tal, decir que 24 de los 25 jugadores que disputaron cada balón como si fuera el último ese día en el Morumbí, es diferenciar que hubo uno que trató cada toque y cada opción como si fuera la primera de su carrera

Cerrado, aguerrido en cada sector y en cada disputa individual, así se planteó Sin embargo, él parecía concebido dentro de una burbuja, elevado, como si hubiera puesto ese infierno carioca en off. Fue eligiendo y aprovechando los dos balones que agarró (al final de cada etapa) y los convirtió en grito sagrado Ya con el tiempo de alargue, y con un Dani Álves sacado luego del penal sobre Angelito Di María, el jugador más grande de la historia del fútbol marcó su tercer gol, con sus rivales fuera del campo y sus compañeros deliran-do en la mitad de la cancha El árbitro señaló hacia arriba y hacia el centro para que la carrera humana hasta el diez sea aún más maravi-llosa, más espectacular y más única que cualquier otra definición en la vida de los mundiales

Todo esto pasó y pesó sobre la decisión de Guardiola mientras escuchaba los argumentos de su niño mimado, de la joya entre joyas que le había tocado dirigir El técnico sólo repreguntó cuando creyó sumamente conveniente, pero las palabras de Lionel estaban claras y sostenidas por bloques de lucidez y de actitud demasiado sólidos como para tomarlos a la ligera, más allá de que, lo que el astro argentino estaba planteando, sonara para el resto de los mortales como una locura absoluta e irrisoria

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Esa misma tarde, por pedido del jugador, las autoridades de Bar-celona convocaron a una conferencia de prensa donde el presidente, el técnico y el goleador se reunieron, no para responder preguntas sino para que el argentino expresara su sentir:

—“La vida de un jugador es tomar decisiones dentro y fuera de la cancha Constantemente estamos expuestos ante el mundo: cuando elegimos una opción dentro del campo, o incluso fuera del mismo, al declarar, gastar el dinero o frecuentar algún sitio Hoy me siento aquí con el presidente de la institución de la que soy hincha, hijo y a la que día tras día intento devolverle todo lo que me dio como persona y lo que me hizo crecer como jugador Hoy también me acompaña el mister que mejor ha entendido lo que necesito para ser feliz dentro y fuera de la cancha Por este club, y por el señor Guardiola, he logrado una parte importante de los objetivos de mi carrera como jugador Pero ante ellos, confieso que me he cansado de meter goles, que me ha desgastado ese lugar del campo, y que a partir de la siguiente temporada voy a luchar la posición de juego de mediocentro”

Si alguien en esa sala hubiese reído y girado en el piso tomán-dose la panza, podría haber pasado totalmente desapercibido ante semejante confesión y posterior murmullo general Los balbuceos se entremezclaron con el agradecimiento sencillo de Lionel y el movi-miento de los tres personajes sobre el escenario Después, todo fue caos, todo fue conjeturas Por primera vez, Messi sonaba arrogante, falto de humildad, fuera de sí Esa fue la primera y última conferen-cia de Lionel post Mundial

Desapareció del mundo comercial Se desligó de sus compromisos con las marcas que lo patrocinaban y se dedicó a trabajar para su equipo y en su nueva posición Las conjeturas periodísticas iban de un polo al otro: desde la pérdida de valores hacia el grupo y hacia el hincha, hasta las teorías comparativas de él con su técnico De-

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cían que quería imitarlo, sentir lo que el mister desde ese lugar del campo Otros hablaban de rebeldía, un poco tardía pero normal viniendo de un chico que prácticamente no había tenido lugar para los berrinches Todo había sucedido en su juventud, demasiado pro-fesional, demasiado perfecto, y era factible que en algún momento algo detonara dentro suyo

Finalmente, los cambios de look acrecentaron la idea del calco hacia Pep: botines negros dejando de lado los colores, las insignias y los detalles personales Y por supuesto el corte de pelo y la barba generaron más polémicas, además de las bromas lógicas por parte del grupo de jugadores que, aún entre tantos cambios, siguieron respetándolo y eligiéndolo como capitán Se habló de un viraje es-piritual, de mujeres que influyeron en sus decisiones, de algún dis-tanciamiento entre sus padres, y hasta de lavado de cerebro de parte de Javier Zanetti durante la Copa América 2011

Messi quería convertirse a los 27 años en un humilde, servicial, prolijo y decente volante central Y todo un plantel debía adaptarse al cambio Pero la filosofía Guardiola estaba antes que cualquier jugador, incluso Lionel Los primeros cuatro partidos de la tempo-rada 2014/15 tuvieron al crack argentino en el banco de suplentes Sin minutos en cancha y con una afición desbordada, pidiéndolo a gritos, coreando su nombre tras cada gol catalán Porque sí, el Barça podía ganar todos y cada uno de los encuentros, y Agüero adaptarse rápido a la necesidad de su nuevo equipo convirtiendo varios goles, pero el Barça sin Messi ya no sonaba igual

Con muchos entrenamientos encima las capacidades del argen-tino se acrecentaron Esta nueva posición requería toda una recon-versión de conceptos, de movilidad, de utilidad para un grupo que venía de ganar todo y mucho más, y que, a pesar de todos sus logros, mantenía el hambre por crecer, progresar y seguir ganando Fue en la fecha 5 de la temporada 2014/15 de la Liga Española, un sábado

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30 de agosto, en un Estadio Camp Nou tan repleto como en cada partido de la última majestuosa década, Lionel Messi debutó como mediocentro con la mítica número 4 en la espalda

Todo lo que se habló en la previa, la conferencia de Pep explicando las posibilidades de que se diera, los entrenamientos, las ausencias, la afición, los nervios, la ansiedad, todo eso fue nada al momento del ingreso del equipo: el mundo entero acompañó cada paso de la alineación, siguieron uno a uno los nombres y sus números, aplau-dieron el ingreso sobriamente hasta la llegada del último en la fila, y ahí, en ese instante, el público explotó La televisión se quedó aferrada a su rostro, sus rasgos, sus gestos, su número, sus botines y el saludo con cada uno de sus rivales El planeta fútbol pensó que estaba por ver algo que jamás creyó presenciar Y una vez más, como cada vez que tocó la pelota desde que llegó a Barcelona, Lionel Messi generó esa sensación de que algo bueno podía ocurrir cuando él estaba en la cancha

Entonces, ese día tan único, tan nuevo, tan misteriosamente con-cebido, se generó algo más Ese Barça seguía reinventándose y el fútbol disfrutaba de ello Ahí, detrás de los delanteros blaugranas, cuando el árbitro dio la orden del inicio, Messi recibió la pelota y, sin mirar, le dio salida a Dani Alves y a una nueva partitura sinfó-nica

Lo que vino después de eso y antes del partido con el Real Ma-drid, fueron los análisis, las críticas y las charlas de café, eternas discusiones de gusto por un equipo que seguía monopolizando el balón, las circunstancias y los tiempos pero que había perdido a su goleador, al goleador (en promedios) más importante de la historia de Europa De la ausencia de la chispa, de una química distinta, de caprichos de un jugador, de falta de respeto por el club Todas idas y venidas de las que Lionel y el grupo siempre se mantuvieron

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al margen Ese equipo se había venido preparando durante más de veinte años Tenía más que una filosofía de juego implantada, tenía una idea de vida, de ser, de pensar y de sentir Estaba preparado para entrar en la historia por cómo jugaba, sentía y vivía

Lionel había absorbido las mañas de la posición Entendía cuándo llevar al equipo y cuándo no Hablaba, organizaba, distribuía y ele-gía por dónde y para dónde había que jugar según la circunstancia, el tiempo y el espacio Pero la atracción era otra: porque Lio podía pararse en la posición que quisiera, retrasarse, aislarse, avanzar has-ta tres cuartos, realizar todos los relevos de maravilla, pero en su esencia tenía la gambeta Entonces, cada dos por tres, y luego de 15 o 20 pases consecutivos cuando el Barça intentaba por un lado, cambiaba de frente y probaba por el otro, la pelota le llegaba al pie, él retrasaba su contacto y explotaba hacia adelante Eliminaba a uno o dos rivales y luego asistía, era profundo, incisivo, y entonces el equipo mutaba Se transformaban los rostros y las posturas de sus compañeros y contrarios, y obviamente, luego de abrir esos huecos, se gestaba una ocasión de gol

Quizás todo el mundo esperaba que ocurriera lo que ocurrió Mu-chos dicen que fue bastante obvio, otros hablaron de un reflejo na-tural, hay quienes lo atribuyeron a una decisión divina Se habló de manifestaciones de fe, de creencia, de constelaciones y estrellas que se alinearon para que el Universo fuera testigo Supongo que las co-sas pasan a medida que uno las va sintiendo, y que el corazón puede contra cualquier obstáculo, contra el más razonable, contra el más lógico, o contra el más fundamentado y estratégicamente ideado Y el fútbol y la vida tienen mucho que ver con eso

Barcelona ganó partidos, marcó tendencia, superó rivales, goleó Agüero se ensambló a la idea, los mediocampistas se entendieron a la perfección, Alves siguió pasando al ataque, Pedro siguió crecien-

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do, pero Messi no volvió a marcar un gol, ni por Champions, ni por Copa del Rey, ni por Liga No estaba en sus planes Ni siquiera re-mató una vez al arco en más de 30 partidos Se preocupaba por otras cuestiones, y fue encontrando respuestas, anímicas y futbolísticas, para justificar su decisión, para conseguir resultados y cumplir una meta más, una de las tantas que el fútbol, su humildad y brillantez le habían permitido concretar

Pero en el Bernabéu… algo atentó contra la decisión del genio blaugrana

Real Madrid se vio 3 goles arriba Dos de Di María y uno de Higuaín, a los 5, 7 y 15 minutos de un primer tiempo histórico e inconcebible para la última década del derby español Tres ráfagas, tres puñales profundos Contundencia pura ¡Así gana el Madrid!

Después de muchos años el equipo blanco fracasaba en liga, per-día partidos increíbles, tenía rendimientos irregulares y marchaba cuarto en la tabla de posiciones, a 13 puntos de un tradicional Bar-ça La derrota dolía para los catalanes y brindaba un alivio único para los madridistas

En 16 minutos de partido, Barcelona sacó del medio aquel 28 de octubre El Real esperó la envestida, se replegó confiado de sus ex-tremos, de la velocidad para contragolpear y de la desesperación de un rival herido El conjunto culé estiró la telaraña y empezó a tejer Se fue haciendo ancho, dominó la pelota, buscó, tocó de primera, tiró diagonales, metió dos o tres cambios de frente y pegó dos tiros en los palos Los minutos comenzaron a esfumarse y el Barça no encontraba las maneras para descontar: desborde por derecha y un centro que cruzó toda el área chica Un tiro libre que se fue cerca al minuto 48 Se moría la primera parte Xavi e Iniesta, uno, dos y más toques, cambio de frente para Pedro, control seguro y mano a mano contra el lateral izquierdo

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Hasta ahí, todo muy lógico, todo espectacularmente pensado y trabajado, todas y cada una de las acciones mencionadas respondie-ron a una idea, a un ritmo, a una intención Todo estuvo calculado y hecho a medida

Pedro controló ese cambio de frente y jugó por afuera para el compañero que le pasaba por detrás, de memoria, sin mirarlo El pase pareció irse largo ante un campo humedecido por una llovizna constante, pero antes de que la bocha cruce la última línea Lionel Messi la pellizcó con su botín zurdo, se acomodó sobre la línea, amagó con cuerpo, gesto y grito que iba a centrar, y le metió un puntazo arriba que Casillas alcanzó a rozar, que pegó en el segundo palo y se murió en manos del Kun cuando la bola yacía dentro del arco

Messi giró y corrió rápido hacia la mitad de la cancha como todos sus compañeros, nadie lo fue a abrazar mientras él miraba al cielo con sus manos arriba Cuando llegó al centro del campo se levantó las medias, aplaudió dos veces, y lo miró a Guardiola No había tiempo para decir nada, estaban perdiendo por dos

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EL ENCUENTRO PERFECTO

Sé que naciste para mí Para iluminarme, estimularme, enseñarme y aliviar mis tristezas, mis pesares y mi camino Y lo sé desde que te vi por primera vez, aunque no recuerdo bien el día ni el lugar, no sé qué dije cuando te tuve en frente, no se si podía decir mucho, no creo

Es simple la razón aunque es complejo que lo entiendas, pero no puedo sacarte de mi cabeza: estás en el espejo por la mañana al despertar, en el desayuno para conversar; mientras trabajo y en el almuerzo; invadís la televisión o te veo correr libre por algún oasis verde Cuando descanso y cuando estoy cansado, cuando puedo tenerte y cuando debo soltarte

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Cuando el sol va cayendo, a la hora de cenar y en mis largas madrugadas enviciadas por jugar

Estás en mis anhelos, futuros e ideales

A veces quiero llevarte conmigo y compartirte, pues me siento afortunado de poder rozarte en cualquier sitio, de acariciarte suave y lento, y de soñar con sensaciones conjuntas

El tiempo te ha ido desinflando, las arrugas adueñándose de tus gajos…Te veo apartada, en un rincón solitario…Como si ya estuvieras exhausta Te acercas aquí, como buscando alivio Te propongo una tregua, un bullicio de estadio, un destello de arte, un instante de amor y el encuentro perfecto: la pelota y el jugador

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Y LE QUEDA POR SER MUCHO MÁS

Mi viejo es una muchedumbre de aromas, sonidos e imágenes Un inmenso cúmulo de sensaciones que aprehenden mis sentidos y no me abandonan sin hacerme recordar, resaltar o evidenciar su presencia

Mi viejo está en el sabor a tierra mojada que te impacta en ese minuto y medio que precede a las primeras gotas de una lluvia de septiembre

Mi viejo es mate A la mañana, bien temprano para arrancar Al mediodía, por donde lo lleve el pueblo Antes de la siesta acompañando una novela Después de la siesta con un partido de Europa Llegada la tarde, previo al entrenamiento Y en cada madrugada con el resumen de fútbol, la repetición de algún partido o con alguna película

Mi viejo está en las alegrías y penas de la vida, con toda la crudeza de Mario Álvarez Quiroga y ese cassette que arrojaba estrofas sobre la ambigüedad de amar a alguien aún estando casado Estrofas que jamás olvidaré y que me emocionan cada vez que las escucho

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Mi viejo es crema Hinds por doquier, encontrándole el lugar a las cantidades que escapaban de ese particular frasco rosado, el olor tan único que se impregna con un beso y se percibe en un abrazo

Mi viejo tiene el piso brillando a las ocho de la mañana después de atender a 700 personas, muestra siempre impecables sus helechos, mantiene la tradición de un cardenal, tres perros y dos por tres algún perdido que adopta con casa, comida y trabajo

Mi viejo le ha dado pan a alguno que no tenía dientes y después le dio dientes para que lo pueda disfrutar Siempre ha encontrado la forma de brindar todo eso que a él no le pudieron dar, siempre está inventando el momento y el lugar

Mi viejo encaja en cada espacio del club, refugiado en sus salones, resplandeciendo en su magnífico parque y eternizado en las canchas Pensaba yo que la mitad de su vida se la dedicó a los andares y sueños pintados de rojo y negro Pensé mal, pues empezó a vivir el día que conoció San Martín

Mi viejo es enero en la piel, es el relinche de un bagual, es un gran payador troteando al andar, canciones que van queriendo serenatear, ¡Jesús María cantará!

Mi viejo lleva un Cristo en su cuello Cuando no tiene los billetes sueltos en cualquier bolsillo, los guarda en el cielo raso Cuando las cosas no se hacen como él quiere, viene una brava disgusta Cuando camina, siempre lleva su familia delante Cuando tiene un lápiz siluetea un caballo, un cardenal o una rosa Cuando se hace tarde empieza a cabecear, y cuando empieza a cabecear puede seguir haciendo muchas cosas más

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Si lo ves así, de lejos, si te dejás guiar por sus acciones, por sus bromas, por sus maneras, seguro pensarás que es un loco fanático Si te arrimás y te lo presentan, si lo empezás a observar detenidamente y si le seguís los gestos y comprendés sus modos, seguro pensarás que es un loco fanático

Ha sido colectivero, pillo, rápido y tremendo e insaciable jugador de fútbol Un perfeccionista, un nostálgico, un romántico en breves gestos y un gastronómico asombroso Carnicero y estudiante, varias veces, de sexto grado También un técnico corajudo y ganador Un padre fantástico, un hermano ideal, un amigo genial, un ser humano lleno de errores y un luchador por siempre querer un poquito más Ha sido risas y llanto, ha sido varias cosas más… pero es y será un buen tipo, y le queda por ser mucho más

TE AMAMOS PAPÁ.

Franco, Seba y Leo

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TUVE QUE BUSCAR EL VIDEO

Tuve que buscar el video Sentarme a ver de qué se trataba La emoción estaba ahí, no había ido a ningún sitio Descansaba atenta aguardando el estímulo justo para recordar la majestuosidad que gira alrededor de una gran idea

El video muestra dos equipos Uno de los nuevos grandes del fút-bol argentino Campeón, clasificado a las copas, sólido, afianzado y visitante Y otro sufrido, venido a menos Un local repleto de pibes que se criaron en las malas y con el descenso en el lomo Lanús y Huracán Dos realidades distintas

El video me atrapa igual, de la misma forma que me tuvo aquella tarde noche de abril del 2009 Prendido al televisor y aferrado a la sensación de que ese grupo era cosa sería De que el fútbol se había reinventado y ya nadie podría borrar esa huella

¡Era un Huracán veloz, atrevido y frontal! Tenía clase, frescura, presión, contundencia y solidez Sus intenciones bien claras y la cuota justa de carisma, desfachatez y precisión Seis meses brillantes, sintetizados en resumen de cuatro minutos

Las imágenes y el audio lo dicen todo Comentarista y relator van explicando lo que los rostros y las palmas de los hinchas locales no pueden expresar Tantas generaciones de hinchas sufridos, luchando

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el ascenso y perseguidos por los promedios Por tantos planteles, errores y derrotas consecutivas Están ahí, en este video, queriendo que el partido nunca termine

Matías De Federico agarra la pelota luego de un quite de Gastón Esmerado a José Sand, a sólo unos metros del área del Globo Una vez que toma el balón, en su carrera nunca dejará de acelerar Al llegar a la mitad del campo, oprimido por la línea del lateral y la presión del delantero y un defensor, tirará un caño y dejará esta-queados a sus marcadores Enfilará derecho al arco Desestabilizará a dos defensores más y le pegará tres dedos provocando la tapada de un arquero que, cuando ataja sabe, que esa jugada debía terminar en gol, y que nada podrá hacer para evitar el delirio de un pueblo quemero. Javier Pastore empujará a la red y abrazará a su endiablado socio, por la jugada que construyó

En el video hay una mujer que se toma la cara La cámara se queda con ella, unos seis segundos La encuentra en la tribuna Tal vez no fue un gran hallazgo, tal vez había muchas mujeres en cualquiera de esas tribunas tomándose la cara Y seguramente muchas de ellas hicieron el mismo gesto: flexiona sus rodillas tapándose el rostro, se vuelve a erguir con los cabellos desarmados y la vista turbia, ida, desenfrenada Le brota un suspiro desde el pecho dejándola sin aire, y le sale apretar los dientes, abrir la boca y respirar profundo No sabe si negarlo, si racionalizarlo, si cantar, si putear al aire, si agrade-cer a Dios o recordar a algún ser querido

Quizá muchos de los que estaban allí esa noche en el Tomás Ducó vivieron algo similar La verdad es que no lo sé Pero sí estoy seguro de que ningún hincha de Huracán va a olvidar ese estilo, ese juego y esa sensación de volver a ser grandes una vez más

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PERO TE TRAJO A VOS

El viejo se sienta despacio entre la almohada y el doblado de sá-banas y frazada Cuando cuelga los pies ya sabe que estará fresco Mantiene los ojos entre abiertos mientras su espalda le avisa que la noche ha sido larga y los sueños (que no recordará hasta después del almuerzo) le han generado una mala posición que lo atormentará hasta la tarde Se calza rápido la pantufla derecha pero reniega más en encontrar la izquierda Aguanta en la cama: tiene unos minutos para que su panza se acomode y su cabeza se ubique en espacio y tiempo Arranca La radio ya está prendida (es un movimiento sim-ple de brazo derecho, automático e indispensable, ese audio es el motor del día), cruza al baño, pero primero levanta la persiana, deja que entre la luz y un chiflete le confirma que estará más fresco de lo que pensaba en un principio

Una vez que la pava está puesta continúa iluminando de luz na-tural los rincones de su casa Hace ya tiempo que la ventanita que está junto a la puerta del patio no se puede abrir Se ha trabado lo suficiente como para que, en esa posición (incómoda para sus años), sea imposible abrirla El viejo tararea una antigua canción mien-tras escucha las noticias Tiene esa asombrosa capacidad de simular desatención con otra actividad, pero en realidad está muy metido en

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lo que ocurre en su ciudad y en el país De pronto, la radio anuncia un espectáculo, le pone hora y lugar, y comienza una rápida pero certera distribución de protagonistas El tarareo se detiene y el viejo analiza cada uno de los datos como si fueran la clave secreta que habilita el ingreso a los archivos de un servicio de inteligencia

Fiel a su estilo puntilloso y delicado, prepara y da inicio a su ritual Cada paso se cumple en forma y tiempo, cada momento se sabo-rea esperando el ansioso reencuentro entre los labios y la bombilla Pasaron ya varias horas desde que tomó por última vez Por ende la confluencia se disfruta aún más El de la tarde, aunque sabroso y único, no tiene el mismo sabor que el de la mañana Entre mate y mate continúa tarareando Ya no escucha las noticias, una idea lo atraviesa Y mientras observa a su amada le suelta estas palabras:

—¡Yo sé que no soy lo que creías vieja! Aunque estés acá a mi lado, aunque hayas sido fiel durante décadas, siento que vos esperabas más de mí Yo le puse el alma para que no ocurriese Me esforcé y traté de cambiar las cosas, pero ésta es mi esencia Es lo que soy Uno puede luchar y triunfar en cientos de batallas en la vida, pero ante su propia biología… ¡Nunca va a vencer!

¡Cómo nos cambió el tiempo vieja! Anduvimos juntos, conocí tus mañas, tus maneras, tus vaivenes, tus idas y vueltas Te hablo y no puedo dejar de mirarte ¡Qué hermosa estás!, estás en todos los sitios y en las reuniones, y trato de no ser denso con la gente, ¡pero no puedo no hablar de vos! Y esto me pasó siempre y me va a seguir pasando

Ayer miraba las fotos y los videos ¡Qué hermoso Francia, qué luna de miel, qué sitio más único para celebrar esta unión! ¡Estás idéntica en las fotos!, salís siempre bien vos Yo he cambiado un tanto más Allí recién empezábamos, estábamos radiantes y creíamos que nos comíamos el mundo Y miraba las fotos y pensaba que hoy me gus-

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taría tener más espacio para tus cosas, saber preguntarte, estar en tu mundo Un poco nos alejamos Supongo que es normal después de tantos años, pero estoy haciendo el esfuerzo, trato de generar grietas y huecos para vos, ¡espero que te des cuenta vieja!

¡Qué bueno que me aceptes! Yo me banco tus errores también, eso que no me gusta, las cosas que me fastidian Es amor, ya lo sé No hay otra forma de nombrarlo Pero viste que parece que suena a poco ¡Es amor!, ¿viste?, como que la gente se lo atribuye a tantas cosas Como cuando hablan de amigos, no le dan el sentido o la fuerza que tiene la palabra Ya sé que lo que importa es lo que yo siento cuando lo digo Ya sé, no me hagas caso, es medio temprano

¡Y me acuerdo del primer día que te vi!, ¿te acordás? nos conoci-mos por mi papá, él nos presentó Casi como que él te entregó en mis brazos, me abrió los ojos, me dio esta posibilidad tan maravillo-sa No te miento si te digo que recuerdo cada detalle: fue una tarde lluviosa, de finales de febrero, llegó de su trabajo y te traía consigo Se secaron y mientras papá tomaba un verde le explicaba a mamá de tu presencia Después de las justificaciones se me arrimó (estaba él más nervioso que nosotros dos), fue un encuentro nuevo, algo tímido como toda primera vez y, aunque no lo creas, hasta recuerdo qué te dije, cómo vestías, tus colores, tu piel y ese abrazo mágico, silencioso y eterno que nos dimos sin saber

¡Nada es casualidad vieja!, porque papá podría haber bajado con cualquier cosa esa tarde lluviosa de finales de febrero: podría haber traído cientos de regalos, algo más barato, algo más útil, tranquila-mente podría haberme comprado ropa o comida para la familia, y no tener que andar explicándole a mi madre por qué me compró una pelota ¡Pero te trajo a vos vieja!, y mis días ya nunca fueron los mismos

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PINTADO ROJO Y NEGRO

En la provincia de Santa Fe, hacia el centro oeste de la bota, existe una localidad llamada Carlos Pellegrini Ahí, en ese pueblo, es local el club de mis amores San Martín El equipo rojinegro, su parque, su gente, los amigos y sus colores han sido más que la inspiración de esta cuestión de escribir Han sido las razones fundamentales de que hoy mi libro esté en tus manos Ahí, en ese predio, alrededor de esa cancha, en el bar y en los viajes futboleros radica mucho de lo que soy, lo que siento y lo que amo.

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ESAS LOCAS IDEAS DE MONO

Hay personas a las que yo jamás podré agradecerles todo lo que me han dado e inspirado. Nunca me he cansado de repetir sus discursos, argumentos y principios. Jamás he sentido tanto orgullo de ser hincha de un equipo que juegue de una manera tan sana, atrevida e inteligente. Hay personas que alteran la historia de un club y, Adrián Daniele, ha marcado a San Martín para el resto de la eternidad.

¿Cómo se gesta un lider? Implantando una idea, un mensaje, una filosofía de vida Trabajando en ella todos los días, manteniendo su estructura, creyendo en sus medios, y transmitiendo el afecto por la misma El creer fervientemente en algo es la única manera de atraer un cúmulo de energías y voluntades que colaboren para lograrlo y se alineen para conseguirlo

¿Cuándo podemos hablar de un referente? Cuando jugadores, di-rigentes e hinchas repiten su discurso Cuando todos pensamos y sentimos como él nos enseñó a hacerlo Cuando empezamos a ver qué cosas son buenas para el club y cuáles no lo son

¿Cómo se gana alguien el título de señor? Respetando valores, sentimientos y principios Entregando su palabra a aquellos que

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más la necesitan, y cumpliendo con cada promesa realizada Rega-lando un abrazo, repartiendo besos, escuchando problemas y ofre-ciendo respuestas

¿Cómo se transforma un conocido en amigo? Supongo que con el paso del tiempo Uno le va tomando cariño Comparte la sobre mesa, la cancha, el vestuario, muchos mates, una comida, un café, una charla, las risas y el llanto Se van sumando los momentos, uno tras otro, día tras día, hasta que te das cuenta de que ese conocido está marcado a fuego en vos Apodo, nombre y apellido se instauran para siempre, y su confianza se torna fundamental

¿Cuándo se genera un ídolo? Cuando se te pega una canción Cuando ésta se transforma en un himno Cuando pasan años, frus-traciones, logros y planteles, y la canción queda aferrada a la piel en ese memorable: “olé, olé… olé, olé, ola, con estos huevos no nos ganan nunca más”

¿Por qué se caracteriza un buen tipo? Por ser sincero, franco y natural Por no tener caretas, ni enredos Por ser lo que es y no más de lo que debe ser

Adrián mono Daniele, por conducirnos a la obtención de nuestro décimo título, todos los que alguna vez te consideramos líder, re-ferente, señor, amigo, ídolo o buen tipo queremos agradecerte por llevarnos a alcanzar ese gran logro deportivo Por priorizar esta ins-titución y defenderla dentro y fuera de la cancha Por convencer a este puñado de jugadores de que sí se podía, y convertirnos en tu segunda casa futbolística

Gracias por dejar que tu corazón se tiña de dos colores que no son de tu agrado en tu Rosario Central Gracias por ser parte de nuestra familia

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200 FOTOS

Hay 200 fotos Las paso de izquierda a derecha y al revés Las miro sólo, y con el grupito de atrás del arco Las miro con Equi Giardina y Pablito Rulli mientras volvemos Se las obsequio a mi mujer cuan-do llego a Rosario Hago zoom en varias quedándome en los encua-dres Disfruto de las sonrisas y de muchas manos sobre hombros ajenos En todas está el parque Los rollos, el humo, la tribuna, los árboles, la pileta, el frente, la canchita mediana, los pinos, la rural, los vestuarios, la tormenta, el sol y la pasión La pasión como fondo y como figura, como actor principal y en su máxima expresión

La cámara registra 200 fotos Muchas retratan la antítesis de la explosión: las primeras son las fotos pactadas, la del plantel entero, la que va para la historia, pues retrata la conjunción de un grupo Esta foto demuestra, que llegamos hasta acá, gracias al esfuerzo de más de 15 jugadores

200 fotos Los ingresos, los árbitros, las banderas colgadas, los her-manos Lasso cerca del área grande, la banda del parque preparada Gaspar Driussi, Fer Ferrero y Miguel Gorosito pidiéndome una, las chicas de siempre (las del rincón del buffet, las que mantienen vivo el face de San Martín), la platea llenándose, la barra llegando a su popular, la gente en los rincones, acomodándose las tensiones, el cuerpo y preparando el espíritu

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Una vez dentro de la cancha me inclino para retratar el ingreso Saco tres, diez, quince fotos de los jugadores entrando y el fondo siempre es distinto, el cielo se torna rojo, luego negro, se mezcla el gris, aparece un codo de la platea, nuestro banco de suplentes, y se cruza una lágrima Se me va la profesión a la mierda Quiero saltar y gritar pero pierdo el foco Nacho me llama, tiene un bebé en brazos Saco la del equipo, el color del cielo sigue mutando y por un mo-mento siento que estamos solos, que todo ese fondo de dos colores flota con el viento y hace que nadie vea a la gente de Sastre Y ellos se quedan mudos, atónitos ante semejante recibimiento

Estoy agachado de nuevo, se demora mi salida Manzana pica hacia un costado y vuelva mirando de frente para un instante her-moso Saco tres así El humo sigue ahí, es protagonista Parece un infierno imposible de apagar Me pongo de pie, sé que tengo que salir pero antes me llevo un regalo: Ricardo Cravero, que siempre anda haciendo lo correcto, estaba pateando tarritos de humo para afuera La cámara aún está prendida, la corro a un costado para no dañarla y recibir su abrazo

Después de eso hay un vacío La cámara permanece apagada du-rante noventa minutos Varios me lo van a recriminar, pero mi res-puesta y mi gesto harán que entiendan la imposibilidad de vivir y retratar una jugada en una final

Marca 200 fotos No se enciende apenas termina el partido Hay demasiada adrenalina Hay muchos abrazos que dar, realidades que gritar, hay una camiseta que tenía que revolear, un hermano y un padre con los que me fundí y otro hermano al que le tuve que avisar a gritos y por celular que algo bueno había pasado Después de eso la calma, pasajera, pero la suficiente como para recuperar el pulso y seguir sacando fotos desde la platea: la gente de la popu, la furia del Dicky, Figoseco padre e hijo En la cancha nuestros jugadores

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empuñados y sin tocar el piso, Cachilo, Miguel, El Mono, Rodrigo Denhoff con la espalda al aire Nuestro Presidente ahí, en el césped, entre ellos Pablo Simoni, Gustavo Paris, y saltos, y más saltos

De a ratos canto, de a ratos lloro De a ratos trabajo para el anua-rio, de a ratos pierdo la cordura Salivo un poco para afuera Pienso en Sebastián y su rodilla Pienso en mi vieja, en las rifas que vendió para el club y la cantidad de sábados que dedicó a las inferiores Vuelvo y me abrazo como loco con la Toti Lell y el Rolly Cegna que no me encontraba En el tumulto lo encuentro a Edgar que está como yo: tiene mi cara, mi sonrisa, mi locura Mientras voy visuali-zando rostros escucho que Mauro Pereyra me grita: “Por fin Leito” o “Por fin cabeza” (dos formas de recordarme, muy habituales en él)

Miro lo que escribo y pienso que a partir de acá, hay 100 fotos más Hay un video esperando a los jugadores En él, hay poco pulso, mucho ruido y más movimiento Estamos ahí, aguardando en la salida de los vestuarios La cámara no se apaga, no se queda quieta Hay voces entrecortadas, carcomidas, mezcladas entre lágrimas y tensión Gritamos sin sentido, a veces no seguimos la letra ni el ritmo Algunos dicen: “dale rojo” y al mismo tiempo otro grupo canta: “ole, olé, olé…” y otros aclaran lo del domingo y que cueste lo que cueste Yo giro en el medio de ese cúmulo de personas A ve-ces canto una parte de una y un pedacito de la otra La cámara sigue prendida como a cincuenta centímetros de mi cabeza, hasta donde me llegan los brazos, hasta donde me deja el cansancio

Miro lo que escribo otra vez y pienso que no lo tengo que publi-car, que será bueno guardar el texto para el anuario 2011 Pero me contradigo enseguida Es en vano, pues aunque falta el partido en El Expreso, estoy seguro de quien nos guía y quienes nos defienden Me brota el orgullo de criarme y crecer donde y con quienes lo hice Y aunque no se sabe si se juega jueves o domingo, de tarde o de

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noche, si tengo claro lo que va a hacer mi equipo cuando Pezzota de comienzo a la final Así que mejor no guardar palabras y dejar que el fútbol fluya

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SI PASA LA BARRERA ES GOL

A mí, la verdad es que ¡el negro me da miedo! Y es algo que siento ahora, aquí sentado en este balcón del hospital, abrazado al bande-rín que me llevé a la pasada cuando lo retirábamos a Fede Acá, un poco sucio y un poco atónito, con el negro observándome desde el pasillo… les confieso que me asusta Y no siempre fue así, porque en un principio me caía bien Matías Matías es el negro Y es un negro bueno, amante del fútbol, pasional; fuimos juntos a ver uno de los partidos del triangular, el que ganó San Lorenzo… lo vimos en su casa, más que bien, muy buena onda

Pero con esto de la brujería ya no sé qué pensar Digo, no sé, se me ocurre que el loco imagina que mis textos tienen que ver con este desenlace increíble Que lo que comentó en el blog se cumplió No sé, pero hay algo en su mirada que en algún punto me incrimina, me culpa, me señala Y lo peor es que me está haciendo dudar, lo peor es que sus ojos me pesan, los siento, como si no pudiera esca-par a la responsabilidad de ser la causa de semejante disparate

Si lo trato de organizar en mi cabeza, no puedo Hay una suma de circunstancias que se han acoplado tan rápido y tan espontánea-mente que han perdido temporalidad Ya no recuerdo qué ocurrió primero y qué le siguió Pasaron tantas cosas en tres días que uno no

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sabe ni que día es hoy y hasta siento que soy yo el que está recostado e inconsciente

Me paro para observar la cama y Fede sigue ahí Sus ojos descan-san en paz, no tiene marcas, ni rasguños, pero sigue en transe

Todo esto arrancó el jueves, aunque es obvio que se ha ido gestan-do desde hace tiempo, podría decir semanas y siento que me quedo corto, entonces arriesgo a decir meses, pero aparento exageración La verdad es que lo mejor hubiera sido suspender el partido pero Racing no se iba a perder esta oportunidad histórica de sepultar a su eterno rival

Lo primero fue la cancelación de los pases: por cuestiones internas, por cruces políticos la AFA le canceló las compras y los préstamos a Independiente, y así ni Tuzzio ni Gavilán o Pepe Moreno podrían formar parte del encuentro Esto fue el jueves bien temprano Por la mañana se accidentan Mareque y Molina, que habían pasado a buscar a Caracoche y a Di Gregorio (que no tenían el auto ya que se lo habían remolcado el día anterior) Por suerte no fue nada grave y los pibes salieron casi ilesos, pero el médico recomendó reposo absoluto durante una semana

Pero esa mañana del jueves iba a ser larga: los que más sufrieron fueron patito Rodriguez y Vittor, los engatusaron unos tipos vía ce-lular, los estaban esperando a unas cuadras de la casa de Sergio y los secuestraron Ya están bien los pibes, no les pasó nada, nunca los maltrataron, no sufrieron hambre y ni bien terminó el partido los largaron Susto para la familia y, obviamente, todo obra de algún matón de La Guardia Imperial

El martes, en el físico, se desgarró Depetris y el miércoles Pusineri se contracturó el aductor derecho jugando tennis – fútbol (pero esas dos desgracias no me las atribuyo, si es que me tengo que atribuir algo) Ya no contaban ni con Bocchino (Pubalgia repentina) ni con

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Rodríguez (descompensación estomacal) La tarde del viernes también fue más que movidita: a las 15 30

llegó la noticia de la venta del Kun: ¡parece que en la transferencia al Atlético lavaron guita como loco! Un tema de armas o drogas, no sé bien, esas cosas nunca se saben Saldo: Comparada termina detenido, las obras del estadio se paralizan, y los encargados de la causa rastrean la utilidad que Independiente le había dado a ese di-nero; compras totales o parciales de los pases de Toti Ríos y Federico Higuaín La FIFA inhabilita al volante y al delantero por tiempo indeterminado y multa al club con 400 000 euros

Lo que más sorprendió fue la reacción de la gente Mientras los de Racing empezaron a festejar a destiempo, los de Independiente fueron entrando en un torbellino de confusión y desolación Una parcialidad acostumbrada a las derrotas, rachas negativas, lesiones, brujerías y todas las calamidades posibles Nadie salió a reclamar, nadie se encadenó al estadio buscando una tregua, piedad o algún tipo de postergación De repente y en menos de dos días se cance-laron las cuotas de más de 15 000 socios, por teléfono y personal-mente, sin gritar, sin llorar Sin violencia de por medio se fueron apartando y dejaron aislados a ese pequeño y castigado grupo de jugadores de cara al partido más importante del año

Supongo que Pepe Santoro habrá dormido muy poco durante esos tristes días No había dado declaraciones, al igual que los jugadores Y amaneció el viernes con dos noticias estremecedoras La primera era un informe que provenía de la Confederación Sudamericana de fútbol, donde se prohibía la participación de cualquier jugador que integrara las categorías de cuarta y quinta división del club atlético Independiente durante todo febrero y marzo del 2009, por compro-bado caso de soborno en el torneo de verano que esas dos categorías, más la sexta, habían jugado en la ciudad de Asunción de Paraguay

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El segundo baldazo de agua fría para el deprimido técnico, fue la incomprensible ausencia de Churín y Mancuello Según se pudo investigar, compartían la concentración y se habían hecho muy ín-timos La prensa rosa deslizó que en la habitación había una tarjeta en forma de corazón que al abrirse decía: “felizmente juntos” Hasta el día de hoy la incertidumbre nos invade a todos

Obviamente ese tarde no hubo entrenamiento, ni relax, ni rege-nerativo, ni nada Se encerraron en el hotel, perseguidos por un pe-riodismo respetuoso de una situación exageradamente descabellada, y esperaron que llegara el sábado casi como temerosos de salir al mundo A sabiendas de que el destino confabulaba con sus logros, sus metas y que tenía preparado un final caótico

El sábado por la mañana Viola es obligado a abandonar la con-centración Su representante estaba involucrado en el caso del Kun y no quería arriesgar su reputación y su patrimonio Apretados por barras bravas que trabajan para estos buitres, el joven tuvo que dejar a sus compañeros de lado, por el bien de su salud y la de su familia

Y acá es donde yo no entiendo más nada En realidad hace rato que no entiendo, pero me pregunto: ¿en qué estaba pensando San-toro cuando habilitó a todos los socios nacidos entre 1983 y 1985 (o a los pocos que quedaban) para formar parte del banco de su-plentes contra Racing? La AFA le permitió esta desprolijidad casi como burlándose de la situación y de sus urgencias Para algunos, un llamado al sufrimiento y a la tortura…para Federico Castagna, un mensaje celestial

Y lo tuvimos que acompañar casi sobre la hora Nos llevó el viejo de Fede En las inmediaciones del estadio se apreciaba la diferencia de público Era todo de Racing, 45 000 personas Independiente había empezado a vender entradas el miércoles pero la deserción se hizo pública en www.quenoshaganocho.com.ar, una página que

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habilitaron los ex socios, y adonde subían videos de los hinchas del rojo rompiendo los tickets para el clásico y también algunos carnets Además, se colgaban ofensas y maldiciones de todo tipo y hasta se habilitó un sector donde posaban con la pilcha de su nuevo club

Estoy sentado a sus pies La doctora aseguró que en poco tiempo despierta Recuerdo que la última vez que me vio a los ojos está-bamos en el portón que cruzan sólo la gente del estadio, prensa y jugadores Presentó su identificación ante el guardia, se abrió la reja y me sonrió No había dicho ni una palabra durante el viaje, nosotros tampoco Cualquier comentario, idea o concepto sonaba tan descabellado que no hacía falta emitirlo Yo recuerdo que casi le sugiero algo, pero lo miré y no pude Estaba sentado en el lugar de acompañante, ya tenía las canilleras puestas Lo había vendado el negro porque él no paraba de temblar cuando se enteró del anuncio y viajó así, listo y armado para enfrentar ese destino que había cas-tigado a su amado club

En el arco por suerte estuvo Assmann Línea de cuatro con Morei-ra, Gioda, Puertas y Fredes (pues no había otro) En el medio el ne-gro Ledesma, Centurión y el Rolfi Montenegro Arriba tres puntas: Gandín, Sosa y Nuñez No era malo el equipo Bueno, era el mismo que hacía rato se caía a pedazos Y al margen de que anímicamente estaban destruidos, no había recambio y eso era mucho peor

El banco de suplentes fue Gabbarini, Castagna y otros tres en la misma situación que Fede Obviamente no recuerdo sus nombres En la platea del Rojo estábamos el padre de mi amigo, el negro y yo Con unas cien personas más, supongo que familiares o algún otro fanático que, o no les daba la edad o no les daba la cara como para animarse a pisar el césped

El partido fue un castigo infernal, el mejor primer tiempo de Racing en muchos años Jugaron por afuera, desbordaron todo el

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tiempo (por izquierda y por derecha), apretaron los primeros 35 minutos y le pegaron dos tiros en los palos A los 20`Castromán se metió en el área, lo gambeteó a Assmann y la tiró por arriba En los últimos 5 del primer tiempo la Academia aguantó la bocha La movieron de un lado al otro, bajó el: ¡ole, ole, ole!, y después de 24 pases seguidos un centro de Leandro González terminó en la cabeza de Ramírez y fue el 1 a 0 Sobre la hora, cuando más duele, cuando más cuesta digerir

En la jugada del gol, mientras todos volvían al centro del campo, el arquero del Rojo lo revisaba a Moreira que estaba en el piso por un choque que no alcancé a evidenciar Los médicos lo asistieron, pidieron la camilla y el cambio era obligado El árbitro, en señal de respeto a esa histórica camiseta colorada, marcó el final de los primeros 45 minutos y los jugadores se retiraron en medio de una algarabía racinguista, total y absoluta

La doctora se arrima nuevamente a la habitación y repite que es-temos cerca En cualquier momento reaccionará y es necesario que reconozca un rostro El padre de Fede fue a hacer todos los trámites y a llamar por teléfono El negro se apoya en el marco de la ventana Sus ojos piden y piensan lo mismo, pero él trata de disimularlo con una leve y falsa sonrisa

Yo creía que Moreira volvía, hasta pensé que podían jugar con uno menos ¡Qué irresponsabilidad más grande! Santoro ni los habían probado Aunque es cierto, todo estaba perdido a esa altura

Hay una parte de esta historia que jamás voy a olvidar El árbitro pitó para marcar un cambio, los jugadores giraron para observar la mitad de la cancha El línea llegó en alargue hasta el cartel luminoso y ahí, con la 38 en la espalda, estaba Federico esperando la orden No estoy seguro si repiqueteaba conscientemente o los nervios le hacían redoblar sus rodillas y la espalda El bullicio era ensordecedor

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y la voz del estadio anunció el cambio casi con temor y con absoluto desconocimiento: —Se retira Moreira e ingresa Castagna Hizo un pique corto hasta el lateral derecho que tenía que cuidar y enseguida se le arrimó Gioda El central lo agarró del cuello, le soltó unas pala-bras y lo sacudió dos veces como estimulando sus sentidos

Sufrió como nunca Lo encararon todo el tiempo, le ganaron la mayoría de las veces Le hacían el uno-dos, el dos-tres y todas las que se imaginen Racing desbordó mucho por la izquierda, princi-palmente cuando subía García ¡Lo tenía alquilado!, le amagaba y salía, le metió dos caños y siempre terminó bien las jugadas

Pero el destino le reservó una pequeña venganza, una trepada má-gica, un momento sublime Y aprovechando que los delanteros y mediocampistas de la Academia andaban torcidos para el arco, y que Assmann estaba inspiradísimo, se dejó tentar por la locura

Iban como 30 minutos (el tiempo pasaba tan lento y los jugadores de Racing tan rápido, que la verdad es que yo estaba desorientado) Franco Sosa tenía la pelota en posición de cuatro y cambiaba de frente para Lucero, que acomodaba el cuerpo y se disponía a recibir La iba a parar de pecho mientras García ya le empezaba a pasar Cuando arqueó el cuerpo y la bola empezaba a bajar, Federico Cas-tagna saltó y, un poco con el hombro y otro poco con la oreja, se llevó el balón para el campo rival Higuaín había ido a presionar y salió rápido del off side para recepcionar el anticipo Fede lo enten-dió y se la sacó cortita al pie

El tiempo podría haberse detenido ahí El mundo haberse termi-nado ese mismo instante Y él podría haberle contado a sus nietos que le pegaron un peludo terrible durante 30 minutos, pero que una vez les ganó, anticipó y entregó simple mientras recuperaba su po-sición y dejaba que los jugadores de primera definieran la historia Nadie lo iba a culpar, todos lo iban a entender

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Pero no, se animó un poquito más y mientras caminaba por la lí-nea de Matías Martínez, que era el último, e Higuaín era presionado por tres rivales, Federico Castagna metió un pique hacia la gloria El delantero de Independiente se la devolvió rápido, casi por instinto y se llevó una patada tremenda que fue acreedora de amarilla al detenerse la acción

La pelota llevaba un efecto que permitió que la jugada se fuera ce-rrando hacia el área grande La bola picó una, dos y tres veces hasta que Fede se dispuso a dominarla

Peppino fue el que lo cerró Casi a la misma altura, pero por la derecha de Fede volvía García en busca de su posición Todo a gran velocidad, hasta Fede iba a otro ritmo y fue por la impaciencia que mi amigo la adelantó demasiado y, en el afán de recuperarla, se esti-ró y la bocha le quedó atrás Ya encerrado por sus marcadores, hizo el último intento para que la defensa no saliera simple y le puso el talón del pie izquierdo Ambos defensores se lo llevaron por delante Fue un foul doble, el árbitro no sabía a quién amonestar: encaró con la tarjeta y, cuando estaba llegando (lleno de dudas), le puso la cartulina a Gonzalo García Segunda para él y tarjeta roja para el atormentador lateral

Pepe Santoro se puso de pie en el banco (hacía rato que estaba resignado) Federico Castagna se levantó del piso mientras Monte-negro y Gandín lo abrazaban como cuando un niño abraza a Papá Noel en sus sueños Mientras lo atendían a Higuaín, el diez del Rojo acomodó la bola y detuvo la marcha de Castagna, que emprendía la retirada a la zona defensiva Mi amigo lo miró fijo, habrá pensado que estaba loco El capitán del Club Atlético Independiente de Ave-llaneda lo ubicó a su costado mientras tomaba carrera Lo posicionó al nivel de un socio, que discute sobre cómo y dónde mandar el envío

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Desde que Federico se desmayó después de esa jugada, desde que el negro me mira con esos ojos llenos de desconfianza, desde que estamos en este hospital hace no sé ya cuanto tiempo, y rememoro este relato lleno de imposibles, no hay otra cosa que desearía más que poder escuchar las palabras del Rolfi antes de ese tiro libre:

—“Me dijo que le pegue yo…que si pasaba la barrera era gol…que Campagnuolo no se iba a mover del palo”

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CUANDO ENERO ASOMA

Sí, es cierto que uno se enamora en el verano Y es más propicio conquistar o a dejarse llevar por las marañas del amor, allí cuando las temperaturas son más altas Cuando el tiempo corre más lento y parecen ser más largos los días se siente la ausencia del sustento, la base en la que se apoyan todas las satisfacciones, deseos y descargas En verano, falta el fútbol

En vivo, en orden, en sincronía con las demás actividades y situa-ciones Englobando acontecimientos, personas y momentos Fal-ta en los viernes de asado con amigos, en los sábados de picadas y mates, entristece los domingos sin previa, cancha, ni fútbol de primera Faltan la mayoría de las copas, los martes y miércoles de Champions, también los jueves de UEFA, y obvio sus respectivos resúmenes Faltan programas que las desglosen y producciones con conteos y las curiosidades

Para aliviar la ausencia aparecen los viejos clásicos y los partidos ilustres, como también las biografías (repetidas y nuevas) de gran-des jugadores, y otros no tan grandes que suman con anécdotas y agregan condimentos Están los especiales de campeonatos y goles, y por supuesto los que contienen lo mejor y lo peor (de este año, del pasado y de los cinco o seis anteriores), con lo gracioso y lo particu-lar, con lo curioso y lo espectacular

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Cuando enero asoma los duelos ingleses nos mantienen tan des-piertos como confundidos: uno nunca sabe si son por liga o Curling Cup, en que altura va la F A o cómo y cuándo se juega el Replay O en qué se diferencian las dos copas

Y el cuerpo mismo se extraña ante el esbozo inevitable de algún comentario sobre el Dakar, el manejo de las estadísticas de los tenis-tas argentinos que sigue girando por el mundo, e incluso al deslizar datos específicos de algún enfrentamiento de vedettes que andan por Carlos Paz

Con este espacio por satisfacer, en este vacío por llenar, la inter liga mexicana y los resúmenes de Mayor League Soccer cobran ma-yor relevancia de la que se merecen Y resulta frustrante escuchar a los estudiosos de fútbol ahí cuando enero asoma: el circo es más grande y sigue siendo igual de ciego, pero los datos y la información hablan de supuestos pases y posibles llegadas No hay polémicas, ni ping pong, no hay análisis ni comparación

Ansioso de que lleguen esos obsoletos partidos veraniegos, dedica-dos a emblandecer las cargas musculares de jugadores en pretempo-rada y, funcionales para jóvenes apariciones que buscan convencer a su entrenador de una posibilidad futura Espero enérgico el pun-tapié de octavos de la orejona, suspiro por el Clausura y la Liberta-dores, y anhelo los encuentros que eliminan rivales para el próximo Mundial

Cuando enero asoma los días son todos iguales Las previas co-bran otros significados, los amigos y compañeros de trabajo apues-tan y especulan de otras maneras… y la razón… como pocas veces, le gana a la pasión

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EN EL LUGAR CORRECTO

David se baja del auto Sus botines aún siguen ajustados aunque las medias ya están a la altura de las canillas Abre el baúl, saca su campera y su mochila, pero antes de cerrar pregunta si es necesario que él se lleve una de las pelotas Zacarías contesta que no, que no hay problema Entonces cierra suave, y le da dos golpecitos al baúl, al mismo tiempo que suena la bocina despidiéndolo

David enfila las seis cuadras que le restan para llegar a su hogar En el camino manda un mensaje que dice: “Metí un gol especta-cular Un abrazo, te quiero papá” También llama a un amigo para consultarle cómo está y aprovechar para compartir los detalles de una gran tarde futbolera Pero más allá de la utilización de su celular David piensa, mientras escribe y recrea la jugada, que no existe otro ámbito de su vida, no hay espacio ni actividad en donde se sienta más a gusto que con esa camiseta color lila puesta

Su cabeza trabaja pensando que durante los años de facultad co-noció a mucha gente fabulosa: compartió charlas, realizó trabajos, estudió grupalmente y aprendió de estas interacciones Pero pocas veces se sintió íntegro, completo y pleno En la facultad, David siempre fue un estudiante de seis o siete, pero de esos estudiantes que para llegar a esas notas debía esforzarse muchísimo, dejar de

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lado muchas actividades que le resultaban placenteras y ocupar su tiempo con decenas de textos y autores En ese ámbito, siempre fue uno más, y sólo en ocasiones sintió que se distinguía

Abre la puerta de su casa Camina por el pasillo hasta que se en-cuentra con el recibimiento afectuoso de su perro Se presta a mi-marlo unos segundos y se acomoda en el patio para sacarse los bo-tines Sabe que está sólo, por eso no se apresura a entrar y prefiere quedarse allí y quitarse la ropa sucia mientras estira un poco los músculos

Mientras va elongando recuerda que desde que llegó a la ciudad no ha parado de trabajar Pero ahí, en los ámbitos laborales que ha tenido, David siempre fue el intelectual, el que hablaba complejo, el que analizaba desde otro ángulo, el que reclamaba y veía cosas que el resto no se molestaba Ese que tenía lecturas profundas para los oídos de los que lo escuchaban

Estira los brazos hacia arriba Su amigo Diego siempre le dice que estire brazos y espalda para luego no lidiar con los dolores Mien-tras tanto piensa que ni en la facultad ni en sus trabajos ha podido encontrar la plenitud, aunque no está muy seguro de tener que bus-carla ahí, y tampoco está tan disconforme con las enseñanzas que le han dado cada uno de estos espacios De hecho, tiene buenos amigos de ambos lugares y comparte con ellos cuestiones diferentes Pero en el fondo y a medida que las vendas van terminando de des-enrollarse, siente que hoy forma parte de algo distinto

Hoy David convirtió su primer gol en un equipo amateur de fút-bol Hay algo de especial en su relación con el gol: siempre fue su debilidad y casi asignatura pendiente El resto del juego cree enten-derlo conceptualmente, pero se rinde ante los grandes del gol, los admira, los envidia En su gol, en principio, no hay grito de euforia, no hay gesticulación ni baile premeditado Al convertirlo, sus ojos

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sólo buscan a una persona Antes de que la pelota se cuele por enci-ma del arquero él ya sabe donde muere el gol, y se siente privilegiado de que su gol pueda descansar ahí Entonces gira y lo encuentra, lo señala y lo ve saltar una y otra vez, perdido en el aire mientras se acerca con los lentes puestos, y ni David ni su hermano lo dudan en ninguno instante, el gol descansa en ese abrazo

Hoy David convirtió su primer gol en equipo amateur de fútbol De un grupo de 25 ya hay 15 que no faltan casi nunca, que se reúnen a comer asados, que se escriben y comparten comentarios y sensaciones, que se empiezan a conocer los gestos, las caras y las mañas Pero mientras entra al baño, para quitarse las marcas de la derrota que acaban de sufrir, siente que encontró un lugar donde da lo mismo si es zurdo o derecho, si hace preguntas interesantes o tiene respuestas insulsas, donde aprende de los demás, donde no importa la calificación individual, ya que es imposible salvarse sólo Y que únicamente se siente íntegro cuando juegan en equipo y to-dos lo pueden disfrutar igual que él

Para David, ser parte de un equipo hoy es estar en el lugar correcto

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SIEMPRE DEPENDE DE NOSOTROS

Siempre tenés la decisión adonde quiera que estés Cualquiera sea el cargo o posición Tu elección es parte de un camino,es una pieza que encontraste y que tenés que ubicar Es un amague, un grito, un salto, un estirón o un cambio de frente Un método, una estrategia, una buena patada, una interrupción o un quite Es una amarilla necesaria, un abrazo Sacarla con los puños o embolsarla,pasar o rematar, ir al piso o esperar bien plantado Un toque cortito o un bochazo largo Ser vertical u horizontal Jugar con la cabeza o con el corazón Una roja, un fair play, el cuidarse, el cuidarnos Ese instante de luz o hasta de ceguera ¡Siempre depende de nosotros!

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Cuando un compañero esté caído,cuando nos toque salir,mientras calentás para entrar,cuando pensás que tenés razón,cuando sentís que te equivocaste,siempre hay algo antes: una idea

Una idea que se formó de vos, del 11, del goleador y del profe,en la que estuvo de acuerdo el 3, el rústico y el lateral derecho Con la que asintieron el cinco y el carrilero por izquierda,y lo siguieron el 15 y aquellos que pelean en reserva El ocho pensó que era bueno formar parte,también el 12, el caudillo, el 13 y el hábil El que duerme la jugada, el que siempre va para adelante y el número 1

Un grupo Un corazón, uno solo Un latido, un ritmo, una cantidad de pulsaciones Una meta, un objetivo, la gloria o el prestigio Una copa, un sentido, un misterio por develar o una duda por extirpar Llamalo como quieras,ponele el rótulo que gustes Puede sonar distinto,pero defendemos lo mismo

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COMO NUBES QUE SE CRUZAN

Sueño que estás en tu área Es una pelota parada para ellos La bocha los pasa a todos y la dejas correr con el movimiento de tu cuerpo para meter un arranque mientras observas adonde la podes entregar La acomodás con el borde interno de tu pie derecho la bola cambia su efecto y queda mansa a tu disposición Una vez que la tenés controlada, la tocás dos veces con el empeine para poder despegar con más fuerza

En el mismo sueño, desde donde lo estoy viendo, mientras reco-rres la línea del lateral, todo el banco de suplentes se pone de pie Víctimas de los nervios quizás, creyentes de la ocasión tal vez o sim-plemente para hacer uso de ese lugar privilegiado Algunos te alien-tan, otros te explican lo que debés hacer, varios hacen silencio para poder apreciar mejor Pero todo eso, vos, ni lo ves ni lo escuchás Yo sí, porque es mi sueño, porque estoy ahí, no sé bien adónde, pero lo veo todo muy claro

Sueño que te tiran desde atrás Es el que estaba al rebote Tenía la orden de cortar la jugada, por eso te entra tan mal Te gritan: “¡te llegan!” Escuchás, y saltás justo Trastabillas y se te va un poco larga La verdad es que yo creí que la perdías acá El lateral izquierdo se aviva y se adelanta para quitarte la pelota y la ilusión, es claramente

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para él, vos todavía te estabas acomodando en el aire Es tan simple el quite que, éste lateral, mira a quién se la puede dar y aliviana la velocidad para realizar el envío

¡Lo trabás con los dos pies! Ponés los empeines para abajo y metés las piernas de costado en el aire, como para que no haya chance de que te cobren falta Igual, la hinchada de ellos grita: “¡Faul!”, y des-pués lo re putean al árbitro y a su tía y a su mamá Todo en cuatro segundos Fuiste fuerte, se sintió como el rugido de un tigre El lateral patea y rebota en el mismo movimiento, gira en el aire y cae de espalda Mientras te pasa por arriba yo pienso en lo orgulloso que se siente el hincha ante tremenda demostración de coraje Y no soy el único que lo piensa, porque como es mi sueño yo también puedo escuchar los pensamientos del resto, de los rivales y los nuestros

Mientras el defensor gira por encima tuyo, desde el suelo, encon-trás la pelota ¿Viste que a veces cuando trabás o cuando saltás a cabecear te cuesta visualizarla rápido? Vos la encontrás enseguida La bola pica una y dos veces hasta que te reponés y la encaminás hacia adonde querés

La jugás por afuera, pues te viene pasando el cuatro La tirás justa: ni muy larga, ni abierta, ni corta, fue justa Y pienso en este sueño que podrías haberte quedado ahí, y escuchar todos los aplausos y observar el delirio y la definición de nuestro nueve o del enganche que entraba por izquierda Pero vos nunca lo dudás, y entre los ma-notazos con el cinco de ellos, tomás impulso y picás al vacío

Sueño que el cuatro nuestro duda Son tantas las opciones que ni él mismo sabe a quién darle el título de figura, la medalla del ídolo, la plaqueta del distinguido Y yo sé que el cuatro duda porque a esa altura yo todavía manejo el sueño, y siento que el pase no es claro, y la ter-minación se demora demasiado De repente, nuestro lateral derecho se decide: la tira firme y al primer palo para que la empuje el nueve…

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En el sueño el enganche entra sólo por atrás y el único defensor de ellos se juega a que la bocha va a ir al primero, por eso le pone el cuerpo y desacomoda a nuestro goleador Son instantes ínfimos… y yo no se dónde estoy parado en estos segundos decisivos, por que viste que los sueños son raros y uno a veces pierde cosas en el ca-mino Hay como momentos de extravío, o digamos, como nubes que se cruzan y te tapan ciertas cosas que vos no podes recordar Y creo que por ahí pasó una nube, en ese momento perdí la visión, y cuando la recuperé, vi que el dos de ellos lo mueve a nuestro nueve Y entre ese roce… aparece un botín blanco… metés la punta, y gritamos gol

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OBJETIVOS BIEN DELIMITADOS

Ya estaba todo estudiado Había que repasar Era cuestión de orga-nizar el resto de los días, dividirlos de modo tal que las cantidades de información de cada unidad pudieran pulirse de la mejor manera

El cronograma estaba bien pensado: jueves 10, unidad uno y dos; viernes 11, unidades tres y cuatro; sábado 12, unidades cinco y seis; domingo 13, unidades siete y ocho; y lunes 14, unidad nueve Todo estaba articulado, diagramado de un modo infalible Las actividades extras, los descansos, las horas para cada momento y temática, y el oasis del lunes a las 21hs: un punto de meditación, un encuentro crucial, llamémosle la más pertinente bibliografía optativa, que en esta caso se convertía en obligatoria

Objetivo: rendir el último examen de una carrera que ha dado tantas satisfacciones, influido abruptamente en las maneras de pen-sar, sentir y vivir los días como profesional, pero fundamentalmente como persona Rendir ese último examen genera una situación más que especial, más que comprometedora Implica prestancia de tu cuerpo y de los que te acompañan diariamente, de los que com-parten las horas y los procesos con vos, de los que te quieren y te bancan los silencios y las locuras

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Unión traía 9 partidos invicto: con seis triunfos y tres empates Venía de ganarle 3 a 0 en Santa Fe a Boca Unidos y jugaba con la presión de un Atlético Rafaela que ya estaba en la punta y espera-ba ansioso una caída tatengue El lunes14 de marzo en Córdoba, Instituto (el equipo con la valla menos vencida) recibía a Unión y buscaba tumbarlo para prenderse en la conversación

Ese día, sólo me restaba repasar la última unidad Esto era en lo único que yo pensaba Y lo digo, y casi no lo creo Por todo lo que significa para mí esa camiseta Por el momento, por el juego, por los jugadores y la institución en sí misma Porque para Unión, la única salvación era el ASCENSO Todo lo que forjó en estos años, su plantel, su organización, sus instalaciones, sus actividades, sus re-formas, sus dirigentes y su filosofía de trabajo, estaban desbordando las posibilidades que te brindaba el Nacional B

Pero ese día, mi cabeza tenía una sola meta: Metodología de la Investigación en Comunicación

Y viste que cuando venís en racha todo el mundo te quiere voltear, todos te van a prepotear, intentarán llevarte por delante, acobardarte, minimizar tus habilidades Y además sos visitante, no rendís igual, no te lleva el cántico de tu gente, ni conoces la cancha y sus detalles Por suerte te toca convertir rápido, y ahora jugar a lo que más te gusta, defender cerca de tu arco y explotar de contragolpe Pero el tiempo corre lento cuando vos necesitás ascender imperiosamente, las agujas son eternas un lunes por la noche, y el partido se prolonga y la alegría se hace rogar

Ese martes 15 de marzo, llegué a la facultad a las 9 de la mañana Por mi apellido me senté frente al profesor recién a las 11 15 Estuve conversando y desarrollando aquello por lo que tanto había traba-jado y luego de 20 minutos, el tipo se dignó y abrevió el nombre de la materia, puso la fecha, firmó, y le agregó un seis a mi libreta Y yo

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no sé en qué pensaba antes y qué pensé en ese momento, pero mien-tras me levantaba, agradecía y cargaba con mis cosas, mientras me arrimaba a la puerta y salía a un pasillo en el que me aguardaban al-gunos extraños expectantes, sentí que el segundo tiempo terminaba, que éramos punteros y se me ocurrió susurrar: “VAMO`UNIÓN CARAJO”