el diaconado
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MANAUL PARA EL QUE QUIERE SER DIACONOTRANSCRIPT
MANUAL PRACTICO DEL
MINISTERIO DEL
DIACONADO Autor: Angelo de Freitas
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INDICE. Página.
INTRODUCCIÓN 3
I . El Ministerio del Diaconado 5
1 . Sus origenes 6
2 . Requisitos bíblicos para ser diácono 14
II . Las actividades espirituales del diacono 16
1.Actividades espirituales obligatorias 17
2.Actividades espirituales "facultativas" 28
III Las actividades materiales del diácono 30
1.Actividades materiales primarias 31
2.Actividades materiales secundarias 41
IV . Formatos sugeridos 54
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INTRODUCCIÓN.
El presente trabajo, ha sido elaborado para brindar ayuda práctica en la actividad de
todo aquél siervo de Dios, que ha tenido el honroso llamado al servicio en la casa de
oración y en toda función relacionada con la misma.
La brevedad del documento, no resta importancia a la inmensa actividad bíblica que
está reservada para el diácono, luego, cabe advertir que este documento sólo tendrá
utilidad en las congregaciones en las que el Diaconado sea considerado un
Ministerio Bíblico y no un mero cargo o servicio que pueda ser eliminado por
religiosidad. Asimismo, significará para muchos el inicio orientador, de algunas de
las más importantes actividades que requieren de la atención de un siervo de Dios, y
que por necesidades más imperiosas, el pastor general y su cuerpo de pastores no
puedan atender de inmediato.
Por cuestiones propias de toda obra, este documento se dividirá en cuatro partes, a
saber:
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• El Ministerio del Diaconado.
• Las actividades espirituales del diácono.
• Las actividades materiales del diácono.
• Formatos sugeridos.
Finalmente, debe aclararse que los casos que se ilustran en este documento, no
constituyen la generalidad de lo que ocurre en las Iglesias Evangélicas, como
tampoco particularizan a una congregación determinada, pero sí serán de utilidad
para demostrar el valor del Ministerio del Diaconado.
Dios bendiga este documento, e inspire con su Santo Espíritu a otros siervos, para
que escriban sus experiencias y recomendaciones en el ejercicio del Diaconado.
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I - EL MINISTERIO DEL DIACONADO
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1 . SUS ORIGENES
Será breve este punto, ya que la finalidad de la obra no está dirigida a examinar
aspectos teológicos sobre el Diaconado.
Al respecto, también será necesario considerar que la palabra Diácono, tiene su
primera cabida a partir del Nuevo Pacto instaurado por el Mesías, ya que no se
encuentra base bíblica anterior, aunque la función en sí misma (que no es otra que el
servicio), la podemos encontrar en toda la Escritura.
La palabra Diácono, tiene origen griego (1) y denota concretamente la actividad que
desarrollaba un sirviente, de ahí que entendamos que el diácono es el que sirve al
Señor.
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(1) diáconos (diaconos). Según Vine, denota a un siervo que presta un servicio por voluntad
propia.
La primera cita bíblica en la que se usa la palabra diácono en su concepto original,
la encontramos en el Evangelio según Lucas, Capítulo 8, versos 1 al 13, en donde se
relata que Jesús estaba con sus Apóstoles, pero además habían algunas mujeres
como María Magdalena de la que el Señor había librado de siete demonios, Juana
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mujer de Chuza intendente de Herodes, Susana y muchas otras que le servían
(diácono) con sus bienes.
La segunda expresión del término Diácono, la encontramos en mismo libro,
Capítulo 22, verso 27, y es utilizada por nuestro Señor y Salvador, el cual
expresamente señala que él vino para servir (diácono) y no para ser servido, por lo
que ejemplo de los fieles será tener en cuenta como aspecto fundamental del
servicio, el ejercido por el Salvador, quien es el Diácono por excelencia.
La tercera ocasión en que se utiliza la palabra Diácono, la encontramos en el libro
de los Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, versos 1 al 6, en donde se narra la
necesidad de contar con siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo
y de sabiduría, para que sirvieran (diácono).
Aquí es necesario abrir un especial paréntesis, ya que el texto en cita,
probablemente ha sido desestimado a lo largo del tiempo, y poco se ha reflexionado
acerca de la importancia de la actividad que los Apóstoles dejaron encargada en
otras personas a las que ahora conocemos como los primeros diáconos.
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Para observar mejor dicho encargo, debemos recurrir al evangelio narrado por los
cuatro distintos escritores, los cuales asumen la misma posición en el sentido de que
fue el Verbo Encarnado, quien escogió a doce personas, mismas que preparó para
ejercer un Ministerio concreto, el cual ha sido recogido como la Gran Comisión de
ir por todo el mundo y hacer discípulos, a los cuales enseñarían todas las cosas que
el Maestro había mostrado, así como las que el propio Espíritu Santo habría de
presentar.
Es importante destacar que de todo lo que los Apóstoles habían sido encargados,
fueron dos las cuestiones que ellos dejaron de hacer, esto, para terminar con la
murmuración que surgiera de parte de los griegos en contra de los hebreos, a
quienes les atribuían el estar desestimando a sus viudas en la distribución diaria. De
ahí, que los Apóstoles encargaron a la congregación, que eligieran de entre ellos
mismos, a siete varones que se encargaran de dos aspectos, el primero consistente
en servir las mesas y el segundo, no menos importante, que era el de atender a las
viudas.
Servir las mesas, aparentemente se reduce a la circunstancia de preparar los
elementos de la Cena del Señor, pero no es así solamente.
Para aclarar el punto, observemos tres casos reales:
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Primer caso: El surgimiento de un cierto problema entre dos congregaciones de
distinta denominación evangélica en el Estado de Puebla, originada por supuestas
afirmaciones que aparentemente habían hecho los pastores principales, había
llegado hasta la Municipalidad y con ello, el eventual enfrentamiento entre
cristianos, lo que con seguridad contristaría al Espíritu Santo. Ante esa situación, el
Señor quiso que el Ministerio del Diaconado sirviera la “mesa de antecedentes,
proposiciones y soluciones vinculados con el problema”, para que los pastores y sus
congregaciones adoptaran la mejor decisión. La reunión, se vistió de la presencia
del Eterno, al concluir la reunión con la aprobación de una campaña evangélica
conjunta entre las dos distintas congregaciones inicialmente en disputa.
Segundo caso: Minutos antes de pasar al área en donde se llevaría a cabo el hermoso
recordatorio de la Cena del Señor, el Eterno quiso utilizar el Ministerio del
Diaconado, para servir la mesa entre dos Siervos del Señor que durante un corto
tiempo se habían dejado de hablar por distintas circunstancias, se dijo que no se
podía ministrar a la Iglesia, hasta en tanto ambos Siervos dirimieran sus
controversias y mediara el perdón mutuo, gracias a Dios, ambos Siervos fueron
tocados por el Espíritu Santo y con lágrimas en los ojos se volvieron a amar. La
Iglesia no supo lo ocurrido, pero el Esposo ciertamente se alegró.
Tercer caso: Durante la celebración de un culto dominical, se vio la necesidad de
reunir al Cuerpo de Diáconos y Pastores adjuntos, porque existían más de diez casos
que no se habían resuelto y que por su importancia, era necesario resolver; en todos
los asuntos pendientes, quiso el Eterno utilizar el Ministerio del Diaconado, para
servir la mesa de discusiones, entre la que se encontraba la necesidad de
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dar solución a un problema vinculado con la compraventa de un automóvil, misma
que dos Siervos habían celebrado tiempo atrás, y que trajo como resultado el
encarcelamiento de uno de ellos, pero ahora, existía la expectativa de que el otro, o
ambos, pisaran la cárcel. Gracias a Dios, ambos entendieron lo impropio de su
conducta y tres días después, aquellos Siervos se vieron libertados de la esclavitud a
la que se habían sujetado imprudentemente.
Los casos narrados, arrojaron la experiencia de advertir que el Señor tiene dispuesta
una comida incomparable para los comensales, llámense Pastores, Iglesia o
Ministros en sus diversas funciones, los cuales, gracias a la Sangre del Cordero,
merecen de tan distinguido trato, pero que por circunstancias especiales, se requiere
de un servidor que se ocupe de la mesa, y así, los comensales degusten las viandas
preparadas por el único y sabio Dios del universo, el cual es digno de toda honra y
gloria.
La segunda función escogida por los Apóstoles, fue la de atender a las viudas.
Como todos sabemos, y de acuerdo con las leyes de nuestro país, una persona puede
tener alguno de los tres tipos de estado civil:
• Soltera.
• Casada.
• Viuda.
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Es cierto que ese el orden en que lo describe la ley del hombre, pero mayor aun lo es
la ley de Dios, en la que se establecen las mismas formas del estado civil de las
personas, siendo la mejor la segunda, pues a menos que se tenga el don de
continencia, a las personas solteras (sin límite de edad) y a las viudas menores de
sesenta años, el Apóstol Pablo recomendó casarse (1ª de Corintios 7: 8 y 9; 1ª de
Timoteo 5: 9 y 14).
Así las cosas, es innegable que una persona no debe casarse sin que previamente
haya sido soltera, ya que bíblicamente no son de aceptarse las segundas nupcias,
más que las que se llevarán a cabo con el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo; asimismo, no puede una persona ser viuda sin haber estado casada antes, ya
que no es dable consentir con el amasiato, el adulterio o la fornicación.
La Biblia muestra que las viudas descritas en el Antiguo Testamento llevaban una
ropa especial (Génesis 38: 14, 19).
Por su parte, Jesús lanzó condena en contra de aquellos que se aprovechan de los
recursos de las viudas (Marcos 12: 40).
En consecuencia, es el Apóstol Pablo quien recoge las enseñanzas del Antiguo
Testamento y lo dicho por el Señor Jesús, para entonces describir en la primera carta
dirigida a Timoteo, Capítulo 5, versos 1 al 16, qué persona debe ser considerada
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como viuda, y como tal, atendida por los Diáconos en la distribución diaria (Hechos
6:1), para que no se grave de más a la Iglesia (verso 16).
Los requisitos sin los cuales no es bíblicamente posible considerar obligatoria la
ayuda a una viuda (verso 3), son:
• Que haya quedado sin hijos o nietos (verso 4).
• Que haya muerto su marido y está sola (verso 5).
• Que se sepa que espera en Dios (verso 5).
• Que se sepa que es mujer de oración (verso 5).
• Que no está entregada a los placeres (verso 6).
• Que sea irreprensible (verso 7).
• Que no sea menor de sesenta años cumplidos (verso 9).
• Que haya tenido un solo marido (verso 9).
• Que tenga testimonio de buenas obras (verso 10).
• Que se sepa si ha criado hijos o no (verso 10).
• Que haya practicado la hospitalidad (verso 10).
• Que se sepa que honra a los escogidos (verso 10).
• Que haya socorrido a los afligidos (verso 10).
• Que haya practicado toda buena obra (verso 10).
• Que no sea ociosa (verso 13).
• Que no ande de casa en casa (verso 13).
• Que no sea chismosa (verso 13).
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En caso de que no se satisfaga uno solo de estos requisitos, no debe ser considerada
viuda con cargo a la Iglesia, ni responsabilidad de los Diáconos.
Antes de cerrar el paréntesis abierto al principio, podemos considerar que las viudas
que no reúnan tales características podrían recibir alguna ayuda económica o de
sustento, en caso de que así lo estimen prudente los líderes de las congregaciones
evangélicas, pero ello dependerá de la posibilidad económica que en concepto de
ayuda social dispongan las mismas. Asimismo, debemos considerar que lejos de
imponer una serie de requisitos para desestimar a las viudas, el Espíritu Santo quiere
que los Diáconos conozcan todo lo relativo a las viudas, para que así estén en
posibilidad de enseñar a la congregación a cuidar sabiamente del dinero de Dios.
Cerrado el paréntesis, resta decir que así como la primera actividad del Señor Jesús
fue la de escoger y nombrar Apóstoles, el primer Ministerio de la Iglesia fue el de
escoger Diáconos a los que los Apóstoles habrían de imponer manos para un fin
específico.
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2 . REQUISITOS BÍBLICOS PARA SER DIÁCONO.
Sobre este aspecto, la única forma que sabemos correcta para precisar los requisitos
que habrán de solicitarse a las personas (hombres o mujeres) que habrán de formar
parte del Ministerio del Diaconado de la Iglesia, son los que señala la Biblia, por lo
que será menester acudir al texto sagrado en las partes en que se hace referencia al
tema.
• Que sirvan como lo hizo el Señor Jesús (Lucas 22:27).
• Que las designe la congregación (Hechos 6:2 y 3).
• Que acepten la cantidad de nombramientos (Hechos 6: 3).
• Que tengan buen testimonio (Hechos 6:3).
• Que sean llenas del Espíritu Santo (Hechos 6:3).
• Que sean llenas de sabiduría (Hechos 6:3 y Proverbios 1:7).
• Que estén dispuestas a servir (Hechos 6:3).
• Que permitan ser elegidas por la congregación (Hechos 6:6).
• Que tenga humildad para ser presentadas (Hechos 6: 6).
• Que permitan la imposición de manos (Hechos 6:6).
• Que sean honestas (1ª Timoteo 3:8 y 11).
• Que no sean hipócritas (1ª Timoteo 3:8).
• Que sean sobrias (1ª Timoteo 3:8 y 11).
• Que no codicien ganancias deshonestas (1ª Timoteo 3:8).
• Que conozcan la palabra de Dios (1ª Timoteo 3:8).
• Que permitan ser sujetadas a prueba (1ª Timoteo 3:10).
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• Que sean irreprensibles (1ª Timoteo 3:10).
• Que no sean calumniadoras (1ª Timoteo 3:11).
• Que sean fieles (1ª Timoteo 3:11).
• Que se hayan casado una sola vez (1ª Timoteo 3:12).
• Que gobiernen bien a sus hijos y en sus casas (1ª Timoteo 3:12).
• Que anhelen ganar para sí un grado honroso (1ª Timoteo 3:13).
• Que anhelen ganar confianza en la fe (1ª Timoteo 3:13).
• Que sepan conducirse en la casa de Dios (1ª Timoteo 3:15).
• Que conozcan el misterio de la piedad (1ª Timoteo 3:16).
Además de estos requisitos bíblicos, podría quedar a buena estima de la
congregación, el solicitar algún otro requisito razonable, como podría ser:
Que sea bautizado (a).
Que sea miembro activo y pleno de la Iglesia.
Que concluya algún curso mínimo de preparación espiritual.
Que diezme.
Que honre a sus padres.
Que concluya algún curso mínimo de preparación escolar.
Que tenga trabajo honrado.
Que tenga cierta edad.
Que haya cumplido con el servicio militar.
Etcétera.
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II. LAS ACTIVIDADES ESPIRITUALES DEL DIACONO
Existen dos tipos de actividades espirituales que desarrolla el Diácono, ya que no
puede esperarse menos de alguien lleno del Espíritu Santo y de Sabiduría.
Para demostrar que el Diácono o la Diaconisa deben cumplir con algunas
actividades espirituales, bastará con observar que durante todo el tiempo que dure
en el servicio ministerial, tal persona demostrará que ha sido apta para el
Diaconado, por lo que a esta parte de actividades le llamaremos obligatoria; en tanto
que a la segunda parte, la llamaremos opcional o facultativa y estará vinculada con
la identificación de alguna de las actividades que desarrollaron los Diáconos
Esteban y Felipe.
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1. LAS ACTIVIDADES ESPIRITUALES OBLIGATORIAS
Que sirvan como lo hizo el Señor Jesús (Lucas 22:27). Qué importante y tan grande
misión realizó el Señor Jesús, tanta fidelidad y amor incomparable de él, cuánto
sacrificio tuvo, que fue capaz de llegar hasta el Calvario, sufrir la muerte en la cruz
y tomar el lugar de otros. Hasta qué grado puede llegar ese sacrificio, que lo hizo
renunciar a su reino para vivir entre pecadores, pero sin pecar. El Señor fue,
definitivamente, el que tuvo compasión por las almas perdidas. Así debe ser la
persona que ejerce el Diaconado, capaz de darse por otros. Él vio almas necesitadas
de Dios y no sólo personas perdidas en sus propias concupiscencias. Nunca dejó de
servir a Dios, aun cuando ello le significó desprecio por parte del mundo. El Señor
vio por su pueblo, así como por aquellos que habrían de ser salvos por Él.
Siguiendo el ejemplo de servicio que nos dejó Jesús, todo aquél que quiere ejercer el
Diaconado, debe hacerlo para Dios y nunca pensando en agradar al hombre
Que las busque la congregación (Hechos 6:2 y 3). Este requisito es de suma
importancia, ya que encierra una de las más valiosas oportunidades que tiene la
Iglesia, para indicar a sus líderes. Recordemos que los Apóstoles pidieron a la
congregación que buscara entre su seno, a siete varones; esto enseña (para todo
tiempo), que el Pastor como líder puede indicar quién podría pertenecer o no al
cuerpo de Diáconos. No es el propio candidato el que se auto nombra, sino que es la
Iglesia en su Pleno (reunión de los miembros de la Directiva), la que habrá de
buscar entre sus miembros a la persona que la Iglesia misma quiere que
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sea su Diácono, luego, como corresponde a la Iglesia decidir en qué persona
depositará su confianza para que “ponga la mesa” o “atienda a sus viudas”, ello
llevará por necesidad obligada, a advertir que entonces la Iglesia también habrá de
sujetarse a esas personas por convicción y no por imposición. Por tanto,
reflexionemos en que al decidir quién podría ser Diácono, estamos depositando
confianza en que el trabajo y el ministerio será llevado a buen término.
Ilustremos lo anterior, con un hipotético diálogo:
Primer personaje: "- Hermano, fui designado para organizar la comida que se celebrara después de
una reunión importante de mis jefes, ¿podría usted convencer al cuerpo de Diáconos de su Iglesia
para que sirviera las mesas?".
Segundo personaje: "-¡Oiga!, lo que ocurre en su trabajo no es de tipo espiritual, ni
es una Iglesia, ni es un culto, por lo que es absurdo que me pregunte algo cuya
respuesta evidente es NO".
Primer personaje: "- Por favor perdóneme, yo no sabía que la labor de los Diáconos era sólo
espiritual, y si le pedí el favor, fue porque he visto que en la Iglesia a la que usted asiste, los
Diáconos son los meseros, los cuida coches, los saca borrachos, los que limpian los baños, etcétera.
Sin embargo, para desculparme, le ruego que los convenza para que tan pronto terminen su culto del
domingo, asistan a mi casa para que yo personalmente les sirva de comer.
Segundo personaje: "- Eso no será posible, porque al término del culto dominical,
los diáconos tienen que barrer el templo, limpiar las sillas, apagar las luces, cerrar
el lugar, llevar a algunas hermanas a sus casas, etcétera."
¿Qué impresionante escena; con cuál de los dos personajes hipotéticos se identifica
usted?.
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Espero que con ninguno, porque si para usted los Diáconos son todo lo que pensaba
el primer personaje, créame que estás equivocado, como también lo estará, si usted
cree que los Diáconos fueron llamados para hacer las labores a las que concluyó el
segundo personaje.
Que acepten la cantidad de nombramientos (Hechos 6: 3). Esto es demasiado
sencillo para ser tomado en cuenta por muchas congregaciones, pero en realidad es
de lo más difícil de cumplir, LA PLANEACION.
¿Cómo se imagina usted que los Apóstoles decidieron que serían siete, y no menos
o más diáconos?.
La única respuesta creíble, es que esa era la cantidad de personas que se necesitaban
en la labor apostólica desarrollada hasta ese momento, porque los Apóstoles ya
habían analizado la situación, conocían que con ese número de personas se podría
atender en la distribución diaria, y porque sabían que los siete que serían escogidos,
no sentirían una pesada carga, sino una alegrísima ocupación ministerial.
Concientes de esas circunstancias, la Iglesia primitiva tomó la decisión y los
Apóstoles impusieron manos.
La Iglesia actual, debe desarrollar un programa adecuado de trabajo para el
Diaconado, para que los escogidos tampoco sientan una pesada carga, sino una
alegrísima ocupación.
Que tengan buen testimonio (Hechos 6:3). Seguramente la mejor forma de explicar
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este punto, consista en hacer la diferenciación entre, lo que significa un testigo y un
testimonio.
Por lo primero, entendemos que a alguien le consta un hecho y por lo segundo, que
existe constancia evidente de que así es. Luego, no se trata de presentar testigos que
avalen un dicho, sino que, sin que exista necesidad de testigos, se puede probar el
hecho en si mismo; por tanto, el testimonio es la evidencia de que la persona es
precisamente lo que se espera de ella.
Cuando se tiene un testimonio de que una persona ha aceptado al Señor Jesús como
Señor y Salvador de su vida, la vida misma de la persona lo demuestra, no sólo por
sus cualidades morales o éticas, sino porque, sin necesidad de probarlo, se ve que
Jesús actúa a través de la persona, y ello sólo se acredita cuando el Espíritu Santo da
el testimonio a nuestro Espíritu. El testimonio, pues, no lo da la persona en sí
misma, ni su familia, ni la congregación, ni la comunidad, sino el Espíritu Santo.
Que sean llenos del Espíritu Santo (Hechos 6:3). Sin entrar en problemas
doctrinales, teológicos o religiosos acerca de lo que debe entenderse por llenura,
podemos decir que la característica que se busca es la notoria presencia del Espíritu
Santo en la vida de la persona, la cual contará con la manifestación del Espíritu
Santo, con los dones del mismo, y con el llamado a servir. Las personas, pues, que
sean llamadas al Diaconado respirarán y destilarán ante ellos mismos y cualquier
persona las obras del Espíritu Santo, las cuales son contrarias a las obras de la carne
descritas en Gálatas 5:19 al 21, esto es, que contarán con el fruto del Espíritu Santo
a que se refiere Gálatas 5:22 y 23.
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Por tanto, no podrán ser Diáconos los adúlteros, fornicarios, inmundos, lascivos,
idólatras, hechiceros, rijosos, pleitistas, celosos, iracundos, contenciosos,
discentistas, o herejes; sino sólo los que demuestren gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe mansedumbre y templanza.
Que sean llenos de sabiduría (Hechos 6:3 y Proverbios 1:7). Es verdad que los
Diáconos deben ser sabios, pero recordemos que hay dos tipos de sabiduría, la
humana y la divina; por tanto, los Diáconos tendrán ante todo, temor de Dios, esto
es, además del reverente respecto hacia Dios, la conciencia de que él es el Señor, el
Creador del universo, el único y sabio Dios, el que permanece para siempre, el
Todopoderoso, el Padre eterno, el Buen Pastor.
Que estén dispuestos a servir (Hechos 6:3). Con la conciencia de que los Diáconos
tendrán conocimiento de lo que hizo nuestro Señor y Salvador, además deberán
tener la disposición para servir, esto es, el ánimo de hacerlo con amor. No es posible
cumplir con un ministerio, si no hemos tomado la decisión de servir, de hacer lo que
el Señor nos pida, de llegar al extremo de ocupar cualquiera de los cargos o
actividades, aun las menos vistosas, con tal de servir para él y sólo para él, a pesar
de la eventual crítica, a pesar de la posible incomprensión de los demás, a pesar del
cansancio natural de las largas horas en los trabajos de que se trate, pues el Señor
los llamara fieles en lo poco, pero grandes en su reino.
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Que permitan ser indicadas por la congregación (Hechos 6:6). La cercanía con el
pastor de la congregación es necesaria por parte del candidato al Diaconado, pero es
igualmente importante la cercanía con la Iglesia, pues el Diácono fue llamado para
servir a la iglesia.
Que tengan humildad para ser presentados (Hechos 6: 6). ¿Un examen impone
nerviosismo?, desde luego que sí, pero cuando seas presentados ante la
congregación para ser calificado como aspirantes para un Ministerio, este seguro de
que el Espíritu te sostendrá pues fiel es el que nos llama y fiel es el que lo hará (1ª
Tesalonisenses 5:24).
Pensemos que somos llamados para servir al Señor, por lo que él nos enseñará cómo
trabajar, cómo servir, cómo ministrar, cómo amar a la Iglesia, como respetarla.
La Iglesia primitiva presentó a siete varones, y lo hizo por sus nombres, luego, los
Apóstoles hicieron lo suyo, pero a esas personas también las conocían por su
nombre, de modo que agradó a los Apóstoles que escogieran a aquellos que
conocían perfectamente y que sabían que respetarían a la Iglesia, y que no la
tratarían en forma distinta a la que el mismo Señor lo haría, esto es, con amor.
Que permitan la imposición de manos (Hechos 6:6). Ha escuchado alguna vez que
alguien pregunte ¿yo, dejarme imponer las manos por tal persona?, bueno, pues al
respecto debo decirle que con esa pregunta, estamos cuestionamos la decisión de
Dios mismo, el cual ha decidido poner al frente de la congregación a un siervo.
Aquí, debemos recordar que los Pastores son personas escogidas y puestas por Dios
mismo, a los cuales nos debemos sujetar, porque ellos velan por la
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salvación de nuestras almas (Juan 15:16; Efesios 4:11; Hebreos 13:17), de modo
que aquél que no reconoce a un Pastor, como puesto por Dios, no ha conocido al
que lo designó como tal, esto es, no ha conocido a Dios. Esto es así, porque Jesús
mismo fue puesto por Dios y en su momento no lo reconocieron, porque los que no
lo reconocieron no habían conocido a Dios realmente (Juan 14:7 y 15:21).
Ahora bien, los siguientes requisitos, que también son Bíblicos, son denominados
como recomendaciones paulinas, porque fue el Apóstol Pablo el que las señaló y
seguramente fue así, porque el Apóstol vio la necesidad de que los posteriores
Diáconos no estaban cumpliendo eficazmente el encargo delegado. Tales requisitos
no pueden ser considerados como un agregado a los exigidos por los primeros
Apóstoles, sino el señalamiento de lo que desde el principio cumplieron los siete
Diáconos iniciales:
Que sean honestos (1ª Timoteo 3:8 y 11). Para nuestro tiempo, la palabra correcta
sería honrado, ya que ese es el significado de la palabra honesto en griego (semnos).
Actualmente entendemos la frase “soy honesto”, como sinónimo de “soy sincero”,
pero una persona sincera puede cometer una serie de barbaridades sin darse cuenta,
y esa persona bien podría decir que se conduce de esa forma porque es sincera.
Qué desagradable es ver personas que bajo el escudo de la sinceridad han dañado
tantos corazones. A veces las frases “discúlpame pero te tengo que decir que hueles
horrible...”, “como soy sincero debo decirte que me caes mal...”, etcétera.
En cambio, cuando una persona nos dice los errores en los que hemos incurrido,
pero lo hace de tal forma y con tales palabras que, además de darle la
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razón también cambiamos nuestra conducta, entonces decimos “qué persona tan
decente...”.
Consideremos que la Biblia ha sido dada por Dios a traves de una persona tan
decente como lo es el Espíritu Santo y cuando una persona está entre las garras de
diablo porque se droga, comete delitos, y por lo tanto está lleno de suciedad y
porquería, entonces viene el Espíritu Santo y le dice que Dios quiere compartir con
ella, la belleza y santidad de su presencia. Esto es decencia, esto es honestidad.
Que no sean hipócritas (1ª Timoteo 3:8). La palabra "hipócrita" viene del griego
jupokrites que designaba a un actor que salía al escenario con una máscara.
Conviene que los Diáconos conozcan del origen de algunas palabras, porque de esa
forma sabrán conducirse como sabios y no como necios entre el pueblo de Dios.
Una persona es hipócrita, porque es una persona a la que sólo se le puede confiar
poco, es una persona a la que sólo se le puede creer poco, es una persona a la que
sólo se le puede respetar poco, etcétera.
La expresión “ninguno tenga en poco tu juventud...” (1ª Timoteo 4:12), es una
invitación a que el crédito que ha logrado obtener Timoteo nunca vaya a menguar, y
para convencernos de que así es la idea el Apóstol Pablo, veamos que al inicio de
ese capítulo, el Apóstol condena a los hipócritas (1ª Timoteo 4:2).
Que sean sobrios (1ª Timoteo 3:8 y 11). Aquí seré lo suficientemente breve para
convencer que el Diácono debe ser abstemio, porque si éste es un
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verdadero siervo de Dios, siempre estará en servicio. Porque sirven en el templo
(Levítico 10:9); porque han hecho voto de servicio (Números 6:3); porque fueron
ofrecidos desde antes de nacer (Jueces 13:4 y 14).
Que no codicien ganancias deshonestas (1ª Timoteo 3:8).Porque escrito está que su
casa será avergonzada (Habacuc 2:9-11).
Que conozcan la palabra de Dios (1ª Timoteo 3:8). Qué necesidad tan grande existe
de conocer la palabra de Dios, pues está escrito “Mi pueblo fue destruido, porque le
faltó conocimiento...” (Oseas 4:6).
Que permitan ser sujetados a prueba (1ª Timoteo 3:10).La prueba a la que se refiere
el Apóstol Pablo, es la prueba de la fe, la cual, produce alegría, alabanza, gloria y
honra para que se manifieste el Señor Jesús en nuestras vidas (1ª Pedro 1:6-9).
Que sean irreprensibles (1ª Timoteo 3:10). Esto es, que no exista la posibilidad de
que alguien los reprenda, los cuestione, los rebata o los amoneste por cuanto a que
son hijos de Dios (Lucas 1:6; 1ª Corintios 1:8; Filipenses 1:10, 2:15, 3:6;
Colosenses 1:22; 1ª Tesalonisenses 3:13, 5:23; 2ª Pedro 3:14).
Que no sean calumniadores (1ª Timoteo 3:11). Cuántas veces se comete en las
Iglesias el delito de la calumnia por los hijos del diablo, pero eso no puede ser
atribuido a los Diáconos, porque los que sirven están a servicio de aquel que es
Santo.
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Que sean fieles (1ª Timoteo 3:11).La fidelidad no puede estar fuera de la vida de los
Diáconos, porque el Espíritu dijo “se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la
vida” (Apocalipsis 2:10).
Que se hayan casado una sola vez (1ª Timoteo 3:12). ¿No es acaso el matrimonio la
base de la sociedad?. ¿No es acaso el matrimonio tan santo que por eso dejara el
hombre a su padre y as u madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne?
(Génesis 2:24). ¿Cómo entender que dentro de la voluntad ideal, o la permisiva de
Dios, él ha querido destinar para el hombre a la ayuda idónea?. Tener una sola
mujer, es precisamente ser marido de una sola mujer, por tanto, no es factible que
un Diácono pueda ser una persona que tenga a otras mujeres, porque de ser así no
tendrá ninguna autoridad para aconsejar aquellos que están en esta situación. No nos
engañemos, sólo el que ha sabido llevar un buenmatrimonio es el único capaz de
recomendarlo.
Que gobiernen bien a sus hijos y en sus casas (1ª Timoteo 3:12). El gobierno en casa
es el más difícil, por tanto, no podemos velar por los hijos de Dios si no hemos
sabido ser sacerdotes en nuestra familia. Es en el seno familiar en donde se nos
conoce tal y como realmente somos, y ellos, los hijos, son el reflejo de lo que somos
y cómo nos comportamos.
Angelo De Freitas
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Que anhelen ganar para sí un grado honroso (1ª Timoteo 3:13). El deseo de ser
Diácono, refleja la disposición de servir a Dios y no tener nada de que
avergonzarnos, porque sabemos que nuestras vidas son vasos de honra para la
Gloria de nuestro Dios (Romanos 9:22-26).
Que anhelen ganar confianza en la fe (1ª Timoteo 3:13). Un hombre sin fe, es un
hombre sin Dios, es pues la fe la plasmada en Hebreos 11:1, la que concedió lugares
especiales a los grandes hombres de la Biblia y sólo por la fe entendemos que
nuestro Dios es el creador del universo (Hebreos 11:2 y 3).
Que sepan conducirse en la casa de Dios (1ª Timoteo 3:15). ¿Cómo sabremos que
nuestra conducta es correcta en la casa de Dios?, bueno, solo lo sabremos si estamos
convencidos de que Dios está presente en todo momento en el templo porque está
escrito “Más el Señor está en su santo templo, calle delante de él toda la tierra”
(Salmos 11:4 y Habacuc 2:20).
Que conozcan el misterio de la piedad (1ª Timoteo 3:16).
“Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en Gloria.”
Amén.
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2. ACTIVIDADES ESPIRITUALES "FACULTATIVAS"
Estas actividades están vinculadas con la identificación de alguna de las
actividades que desarrollaron los Diáconos Esteban y Felipe.
Aquí es necesario tomar en cuenta que la vida de estos dos Diáconos, revela la
facultad delegada de Dios a personas que, sin ser pastores o sacerdotes,
tuvieron la autoridad para realizar dos cosas importantísimas y que son: la
predicación mediante la realización de grandes prodigios y señales entre el
pueblo y el bautismo.
Esteban era un hombre lleno de gracia y de poder (Hechos 6:8), predicaba (Hechos
6:10), cuando hablaba de las cosas de Dios, su rostro se transformaba de forma
angelical (Hechos 6:15).
Por su parte, Felipe también predicaba y enseñaba (Hechos 8:35).
Además, Felipe bautizaba (Hechos 8:38). Aquí conviene reflexionar que Felipe
había sido llamado a ser Diácono, pero también era un exepcional evangelista y fue
llevado para bautizar a aquél “Etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los
etíopes”. Por último, hemos de decir que todas estas cuestiones que hemos conocido
como requisitos para ser Diácono, sí son actividades espirituales que deben realizar
los que pertenecen al Cuerpo de Diáconos, pero NO las entendamos como
cuestiones que se ejecuten después de entrar al cuerpo, sino como actividades que
nos han llevado a pertenecer a ese cuerpo y que por estar acostumbrados a hacerlas,
debemos llevarlas a cabo hasta que sea otro el Ministerio que debamos realizar por
Angelo De Freitas
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cuanto a que seamos llamados a ello.
Recordemos que el Diaconado fue adoptado para ejecutar trabajos que hacían los
mismos Apóstoles, y que cumplidos los mismos, el Espíritu Santo dotó a los
Diáconos de dones para llevar a cabo actividades para el engrandecimiento de la
obra de Dios.
Ahora, cada vez que vea usted a un hermano Diácono, o usted mismo sea parte de
ese admirable cuerpo Ministerial, de gracias a Dios por tener en su Iglesia, hombres
ejemplares, siervos de prestigio, auxiliares en el desempeño de actividades
ministeriales, y cuando los vea, tenga en mente que son:
Varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría (Hechos 6:3), a
los cuales deben ser llamados por su nombre (Hechos 6:5), a quienes se les han
impuesto las manos (Hechos 6:6), que ellos colaboran para que crezca la obra de
Dios y aumente el número de los discípulos (Hechos 6:7).
Angelo De Freitas
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III - ACTIVIDADES MATERIALES DEL DIÁCONO
Estas actividades materiales, implican también el que se cumplan con las
espirituales, pero como debemos adoptar un orden que permita cumplir unas y otras,
entonces dividiremos en dos partes las actividades materiales, siendo las primeras
“Actividades Materiales Primarias”, y a las segundas, las llamaremos “Actividades
Materiales Secundarias”, en la inteligencia de que en ambos casos, no existe
jerarquía alguna, sino que la aludida clasificación sólo responde a la necesidad de
tener un orden establecido.
Angelo De Freitas
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1. ACTIVIDADES MATERIALES PRIMARIAS.
Es difícil que un Cuerpo de Diáconos funcione adecuadamente, si desde el inicio no
se ha organizado en forma debida, y aunque para ello es indispensable contar con la
experiencia de haber pertenecido a un Ministerio tan precioso, recordemos que es el
Espíritu Santo el que nos dirige a toda buena obra.
Ahora bien, en el desarrollo de este apartado, todas y cada uno de los
planteamientos que se hagan, son sugerencias de cómo podemos organizar un
Cuerpo de Diáconos y sus actividades, por lo que se buscará responder a la
pregunta: ¿He sido nombrado Diácono, y ahora qué hago?.
Como primer e indiscutible aspecto en la formación del Cuerpo de Diáconos, es
necesario seguir los lineamientos Bíblicos en la designación de los primeros
Diáconos, por tanto, la Biblia será el primer auxilio en la preparación de los
Diáconos, en tanto que el presente manual (y algún otro del que se tenga noticia),
será el segundo elemento con el que contemos para dicha formación, ya que en
ambos textos encontraremos las bases fundamentales de preparación, y en su
conjunto, serán las normas que deberán ser tomadas en cuenta por toda aquella
persona que tenga el encargo de formar dicho Ministerio en servicio de la Iglesia a
la que se pertenece.
En consecuencia, iniciemos la formación de los que habrán de obtener un grado
honroso en la Iglesia.
CONVOCATORIA. De acuerdo con la escritura, los Apóstoles convocaron a la
congregación para resolver los problemas que se suscitaron al servir las mesas y la
atención a las viudas.
En esa virtud, se recomienda que sea el Pastor principal de la congregación el que,
de manera escrita o personal, haga del conocimiento público de la
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congregación, acerca de que existe la necesidad de formar el Cuerpo de Diáconos, o
en caso de que ya exista ese Ministerio, comunicará la necesidad de nombrar algún
número determinado de Diáconos.
En esa convocatoria, el Pastor principal habrá de precisar quienes serán los
miembros de la Iglesia que formarán la Comisión Calificadora para la Selección de
Diáconos, e indicará todos y cada uno de los pasos a seguir, hasta llegar a la
formación del Cuerpo de Diáconos, por tanto, es innegable que el Pastor Principal
ya contará con un Manual, que como el presente, le permita la formación o
integración de dicho Ministerio. Asimismo, elaborará y dará a conocer el calendario
de actividades que comprenderá los siguientes aspectos: Quiénes serán los
miembros de la Iglesia que formará la Comisión Calificadora para la Selección de
Diáconos; la forma de la propia convocatoria; cómo serán seleccionados los
candidatos al servicio; qué solicitud deberán presentar, así como los documentos
que soportarán la solicitud; la duración del curso que habrán de recibir y aprobar los
seleccionados; la presentación de los candidatos al Diaconado; la programación del
culto especial en el que se les impondrán manos, ya sea como candidatos a prueba, o
como Diáconos en servicio; cuándo será la Primera Reunión de los Candidatos
Aprobados en el Curso para Diáconos, y fecha en que los candidatos aprobados en
el Curso, presentarán el Programa de Trabajo del Ministerio de los Diáconos de la
Iglesia.
A) COMISIÓN CALIFICADORA PARA LA SELECCIÓN DE DIACONOS.
Es recomendable que esta Comisión la integren miembros de la Iglesia que estén en
comunión plena, esto, de acuerdo con los lineamientos del Acta Constitutiva de la
congregación de que se trate, entre los que serán considerados: El Pastor principal,
Pastores adjuntos, Diáconos Ordenados, líderes de diferentes ministerios, o sea el
Cuerpo Ejecutivo de la iglesia. Finalmente, se sugiere que en todos los casos que
resuelva dicha Comisión, las decisiones se adopten por unanimidad, y que se
registren sus actuaciones en un libro destinado para ello.
B) SELECCIÓN DE CANDIDATOS AL DIACONADO.
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La selección podrá ser de acuerdo con cualquiera de las formas siguientes:
PRIMERA. Mediante la selección que haga el Pleno de la Iglesia, ya que es común
que en la selección de un miembro de la Iglesia para ocupar un cargo, alguno de los
miembros presentes haga la propuesta concreta, luego (salvo que el miembro
propuesto decline la propuesta), otro de los miembros presentes secundará la
propuesta, y finalmente, los candidatos secundados serán elegidos mediante el
sufragio (abierto o secreto), que hagan los miembros de la Iglesia que tengan
derecho de voz y voto, para que finalmente y bajo escrutinio público, se haga la
declaratoria de los candidatos seleccionados.
SEGUNDA. Es opcional que los candidatos seleccionados, hayan sido propuestos
por los líderes de la Iglesia, los cuales, de alguna forma representan a la
congregación.
TERCERA. Es el Pastor principal o éste en compañía de los demás pastores o
líderes de la Iglesia, los que seleccionan a los candidatos.
C) PRESENTACION DE SOLICITUDES. Los candidatos seleccionados,
presentarán una solicitud de ingreso al Cuerpo de Diáconos que ya esté formado o
esté en vías de formación, en la inteligencia de que tal solicitud será elaborada por
el Pastor principal de la Iglesia, y contendrá a manera de preguntas concretas y
sencillas, si el candidato de que se trate, reúne o no los requisitos bíblicos para ser
considerado Diácono (se propone usar el Formato I).
A esta solicitud, se anexarán cuando menos los siguientes documentos: Original y
copia de Acta de Nacimiento del candidato, del cónyuge, y de los hijos; original y
copia del Acta de matrimonio respectiva; original actualizada y copia de la misma,
de la Credencial de elector del candidato y su cónyuge; original y copia de la
Cartilla del Servicio Militar Nacional, actualizada, del candidato si éste es varón, y,
dos fotografías tipo credencial del candidato.
D) CURSO PARA DIACONOS. La conformación del presente Manual, permite
ser impartido de manera efectiva, en un total de doce horas, esto, tomando en cuenta
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las necesidades de la Iglesia, así como las particulares de los candidatos al
Diaconado.
Asimismo, se ve la necesidad de que el Manual y lo aprendido en el curso, se
materialice en la presentación de dos talleres de cuatro horas cada uno, en los
cuales, los candidatos habrán de practicar algunas actividades derivadas del Manual
como podría ser la elaboración de trabajos prácticos a elección del encargado de
impartir el curso.
E) CALENDARIO DE ACTIVIDADES. La siguiente programación de
actividades sólo constituye un ejemplo de las fechas y horarios, por lo que podrá ser
modificado de acuerdo a las necesidades y programas de la Iglesia de que se trate:
ENERO
Domingo L M M J V Sabado
1 2 3 4 5
7 8 9 10 11 12 6
Convocatoria para la
selección del Cuerpo.
14 15 16 17 18 19 13
Convocatoria para la
selección del Cuerpo.
21 22 23 24 25 26 20
Trámite y registro de
solicitudes para la
integración del Cuerpo.
28 29 30 31 27
Anuncio de inicio del
Curso para Diáconos
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FEBRERO
D L M M J V Sabado
1 2
Curso para
Diáconos
(dos horas).
3 4 5 6 7 8 9
Curso para
Diáconos
(dos horas).
10 11 12 13 14 15 16
Curso para
Diáconos
(dos horas).
17 18 19 20 21 22 23
Curso para
Diáconos
(dos horas).
24 25 26 27 28
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MARZO
D L M M J V S
1 2
Curso
para Diáconos
(dos horas).
3 4 5 6 7 8 9
Curso
para Diáconos
(dos horas).
10 11 12 13 14 15 16
Taller
para Diáconos
(cuatro horas).
17 18 19 20 21 22 23
Taller
para Diáconos
(cuatro horas).
24 25 26 27 28 29 30
Reunión de la
Comisión Calificadora
para la Selección de
Diáconos.
31
Presentación
pública de
candidatos.
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ABRIL
D L M M J V Sábado
1 2 3 4 5 6
Primera reunión
de candidatos
aprobados en el
Curso.
7 8 9 10 11 12 13
Segunda reunión
de candidatos
aprobados en el
Curso.
14 15 16 17 18 19 20
Tercera reunión
de candidatos
aprobados en el
Curso.
21 22 23 24 25 26 27
Cuarta reunión
de candidatos
aprobados en el
Curso.
28 29 30
Programa
del Ministerio
de Diáconos.
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F) LINEAMIENTOS PARA LA COMISION DE SELECCIÓN DE
CANDIDATOS AL CURSO PARA DIÁCONOS. Esta Comisión habrá de tomar
en cuenta al momento de hacer la selección de los candidatos al curso para
Diáconos, cuando menos lo siguiente:
• Presentación de la solicitud correspondiente.
• Documentación y fotografías presentadas.
• Verificación de que el candidato está en plena comunión.
• Determinación del número de candidatos que recibirán el curso.
G) LINEAMIENTOS PARA LA COMISION DE SELECCIÓN DE
CANDIDATOS APROBADOS EN EL CURSO PARA DIÁCONOS. Se sugiere
que los lineamientos que esta Comisión habrá de seguir para calificar a los
candidatos que recibieron el curso para Diáconos, mismos que deberán aprobar con
un mínimo de 95%, será la siguiente:
• Asistencia al curso 20%
• Participación en el curso 30%
• Taller 1 10%
• Taller 2 10%
• Examen del curso 30%
• Total 100%
Finalmente, la Comisión dará a conocer, con aprobación del Pastor principal y de la
Iglesia, el tiempo de duración del periodo de prueba a la que se sujetarán los
candidatos al Diaconado. El periodo prudente para ello, podría ser entre seis meses
o un año, contados a partir de la presentación de los candidatos que aprobaron el
Curso para Diáconos.
H) PRESENTACION DE CANDIDATOS APROBADOS EN EL CURSO
PARA DIACONOS. Es de sugerirse que en un culto especial, se den a conocer los
nombres de los candidatos aprobados en el Curso para Diáconos, los cuales,
Angelo De Freitas
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iniciarán el periodo de prueba y sin durante tal periodo resultan ser irreprensible,
sean ordenados como Diáconos de la Iglesia.
El orden del culto que se sugiere, es el siguiente:
• Oración.
• Alabanza.
• Predicación alusiva al Diaconado.
• Presentación de candidatos aprobados en el Curso.
• Oración especial por los candidatos.
• Participación especial de los candidatos aprobados.
• Despedida.
• Anuncios.
I) PRIMERA REUNION DE LOS CANDIDATOS APROBADOS EN EL
CURSO PARA DIÁCONOS. Es esta la primera de las cuatro reuniones que
habrán de celebrar los candidatos aprobados en el Curso para Diáconos, antes de
presentar a la Iglesia el Programa de actividades que desarrollarán en los meses o
año siguientes, por tanto, se sugiere que se tome en cuenta la presencia del Pastor de
la Iglesia, o algún Pastor Asociado, pero éste deberá conocer todos y cada uno de
los planes de la Iglesia a fin de que no se tomen acuerdos que de inicio podrían ser
cambiados.
Al efecto, se sugiere iniciar con un orden del día, el cual irá cambiando en la medida
en que se tomen las decisiones respectivas, por lo que se sugiere la adopción, en su
medida, del siguiente:
ORDEN DEL DIA:
• Oración.
• Selección de un moderador.
• Elaboración de la lista de los candidatos aprobados.
• Selección de un Secretario de Actas y su duración.
• Selección de un Presidente y su duración.
• Lectura de asuntos pendientes.
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• Discusión y en su caso aprobación sobre asuntos pendientes.
• Lectura de asuntos nuevos.
• Discusión y en su caso aprobación sobre asuntos nuevos.
• Oración de despedida.
• Convivencia.
En las subsecuentes reuniones se podrá seguir el siguiente:
ORDEN DEL DIA:
• Oración.
• Lectura de asuntos pendientes.
• Discusión y en su caso aprobación sobre asuntos pendientes.
• Lectura de asuntos nuevos.
• Discusión y en su caso aprobación sobre asuntos nuevos.
• Oración de despedida.
• Convivencia.
J) PROGRAMA DE TRABAJO DEL MINISTERIO DE DIÁCONOS DE LA
IGLESIA. El programa de trabajo que se presentará para la aprobación del Pastor,
líderes e Iglesia, se reflejará en un calendario pormenorizado de dichas actividades,
procurando que se cumpla en sus términos, pero sujeto a los cambios que se
requieran.
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2 . ACTIVIDADES MATERIALES SECUNDARIAS.
Como ya se indicó, estas actividades no responden a un orden jerárquico, sino al
método que se adopta en el presente Manual para Diáconos, y que se van a
distinguir porque partirán de la necesidad evidente de dar respuesta efectiva a las
necesidades materiales y algunas de tipo espiritual de la Iglesia a la que se servirá.
Asimismo, debe advertirse que serán tantas las actividades por cumplir, que sería
agobiante que un solo Diácono las realizara, de modo que será conveniente
identificar las necesidades por satisfacer, pero además que estén vinculadas con el
Diaconado, y en seguida, elaborar una programación sencilla, pero equilibrada de la
mejor manera de llevar a cabo todas y cada una de las actividades programadas.
En seguimiento de ese orden, se sugiere tomar en cuenta la siguiente lista de
actividades materiales a desarrollar por parte de los candidatos aprobados (y en su
caso los Diáconos ordenados), las cuales deben llevarse a cabo sin descuidar la vida
y edificación de la familia. Entre las necesidades más frecuentes en la Iglesia,
mismas que no son las únicas, las podemos distinguir fácilmente en los cuatro
grandes grupos siguientes:
• La Cena del Señor.
• El Cuidado de las viudas.
• El Orden en los cultos
• El Mantenimiento del edificio y áreas relacionadas .
LA CENA DEL SEÑOR
Ministrar la Cena del Señor, impone satisfacer la necesidad que tiene la Iglesia en su
conjunto, de recordar el hermoso y efectivo sacrificio que hiciera el Señor Jesús, al
derramar su preciosa sangre, por muchos (Mateo 20:28), cumpliendo de esa forma
Angelo De Freitas
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con la voluntad del Padre al mostrar su infinito amor, consignado en el Evangelio
según San Juan, Capítulo 3, verso 16.
Asimismo, impone satisfacer la necesidad de la Iglesia, esposa del Cordero
(Apocalipsis 19:7 y 21:9), en el sentido de celebrar la Cena instituida por el propio
Señor Jesús, pues lleva implícito el anuncio de su segunda venida a esta tierra (1ª
Corintios 11:26).
Por otra parte, existe un orden Bíblico para celebrar la Cena del Señor, de modo que
debemos ser muy cautelosos en leer con detenimiento el pasaje narrado por el
Apóstol Pablo, en su Primera Carta a los Corintios, Capítulo 11, versos 17 al 34, ya
que en ese pasaje se nos advierte que no debemos tomar a la ligera la Cena del
Señor, y que así como todos nos esperamos para comer, debemos hacer lo mismo al
momento de participar en la Cena del Señor.
De acuerdo con lo anterior, advirtamos que en la celebración de la Cena del Señor,
existen dos momentos importantes: la preparación y la celebración.
LA PREPARACIÓN. Desde el momento en que se anuncia la fecha de celebración
de la Cena del Señor, la Iglesia debe prepararse para participar en ese acto sublime.
Ello implica que cada uno de los miembros de la Iglesia, sin importar cargo alguno,
y de manera personal, habrá de ponerse a cuentas con nuestro Dios, con un corazón
realmente contrito y humillado.
Asimismo, el pastor de la Iglesia deberá hacer lo mismo, mediante una lectura afin,
de modo que llegado el momento, todos los reunidos permanezcan expectantes y
contagien su anhelo a los inconversos.
Por su parte, al tratarse de una acto tan especial, pues constituye una de las
ordenanzas del Señor Jesús, los Diáconos deberán estar listos y dispuestos para
ayudar en el momento de la repartición del "pan" y del "vino". Ahora bien, es
necesario escoger a los elementos de la Santa Cena.
La selección del pan. Es innegable que en la institución de la Cena del Señor, se
comió pan sin levadura, porque como verdadero judío, el Maestro y sus discípulos
celebraban la Fiesta de la Pascua, pero no siempre es posible encontrar tal material.
Pese a lo anterior, conviene precisar que si la congregación no dispone
Angelo De Freitas
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de los medios para celebrar la Cena con pan sin levadura, ello no impide celebrar
Bíblicamente la Cena del Señor. Una sugerencia práctica, sería comprar de “ese tipo
de galletas” que además de ser económicas, tienen en su celofán el sello
característico que asegura al comprador que en la elaboración del producto no se
utilizó levadura. Pero estas son cuestiones que tienen en su raíz un legalismo que no
raras veces dañan a la congregación.
La selección del vino. No ocuparemos mucho espacio en este punto que se ha
prestado a controversia por desconocedores de la Palabra de Dios, así que basta
decir que lo más recomendable es seleccionar un jugo de uva que no contenga
alcohol, porque si todos somos real sacerdocio (1ª Pedro 2:9), no es lícito beber
vino.
La selección de las copas. Las copas o vasos que se utilizarán en ese acto tan
solemne, pueden variar según el gusto que tenga la congregación y pueden
adquirirlos en las distintas librerías cristianas, aunque no debe negarse que los vasos
o copas de vidrio son más higiénicos que otros.
Lo único recomendable, es que sean más que suficientes en cuanto a su cantidad,
esto es, que si se tiene registro de los miembros de la Iglesia, deberá tomarse en
cuenta su número y adquirir una mayor cantidad, ya que sería desordenado buscar
vasos o copas en el momento de la celebración, para que todos participen, o que
algunos miembros de la congregación tengan que abstenerse de participar de ese
elemento.
La limpieza de los vasos o copas, deberá realizarse un día antes de la celebración de
la Cena del Señor y al concluir el culto respectivo.
La selección de manteles. Es recomendable contar con manteles de distinto tamaño,
pero del mismo color, los cuales se ocuparán para cubrir los elementos, antes y
después de la celebración. La limpieza de los manteles deberá ser excepcional y los
mismos deberán ser guardados en un espacio libre de polvo, pero en todos los casos,
se verificará que están limpios cuando menos tres días antes del acto a celebrar.
La selección de la mesa y su espacio. Algunos templos, cuentan con un lugar
determinado exclusivamente para depositar los elementos, pero en donde no exista,
es recomendable disponer de una mesa sencilla que pueda ser cubierta
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con un mantel; la mesa deberá ser lo suficientemente espaciosa como para
acomodar los elementos en forma ordenada.
Selección del lavamanos, jabón y toallas. En pocas congregaciones se acostumbra
contar con un lava manos al momento previo del acto solemne, por lo que, en su
caso, se aconseja que el lava manos sea lo suficientemente espacioso para que las
manos puedan ser lavadas y que se cuente con la proporción adecuada de agua
limpia, a fin de que el pastor use agua limpia por separado.
LA CELEBRACIÓN. El Pastor oficiante hará invitación a quienes se deleitarán en
la Cena del Señor, y los exhortará como reza la escritura para que cada uno se
examine a sí mismo y no atraiga juicio para sí (1ª Corintios 11:29).
La repartición de los elementos. Se hace invitación a quienes participarán de la
Cena del Señor, y es posible concentrar a tales participantes en un área concreta,
que puede ser la inmediata a la plataforma en donde se encuentra el púlpito. Sin
embargo, no todos los templos cuentan con el espacio suficiente para ello, de modo
que en los templos en los que el espacio es más reducido, será necesario despejar el
o los pasillos que conducen a las áreas de bancas o sillas en donde se encuentran los
participantes, lo que se puede lograr si el Pastor oficiante solicita con cortesía que se
despejen dichos pasillos.
Por su parte, se sugiere que el pastor permanezca al frente de la congregación, en
espera del silencio absoluto que debe guardar la congregación y que solicitará el
Pastor oficiante.
Enseguida, se sugiere que el Pastor oficiante entregue a los Diáconos y pastores
asociados, las charolas en las que se encuentran los elementos de la Cena del Señor,
para que éstos procedan al repartimiento del pan, primeramente, y luego el vino.
Repartidos los elementos a la congregación, los Diáconos esperarán todos juntos en
determinado lugar, para luego dirigirse en forma solemne hasta la mesa del servicio
en la que depositarán las charolas, y habrán de permanecer junto a los demás
Pastores.
Acto seguido, los Pastores y los Diáconos tomaran las charolas para enseguida
repartir los elementos entre ellos.
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La celebración en sí misma. Hasta este momento, se ha logrado guardar orden
absoluto en el templo y comenzará el periodo máximo de la Institución de la Cena
del Señor.
Para ello, el Pastor oficiante cogerá el pan y dará gracias a Dios por la oportunidad
que tenemos de recordar la muerte del Señor Jesús 1ª Corintios 11:23).
Después de haber dado gracias, partirá el pan y hará alusión: al momento en que el
Señor Jesús celebró la pascua; que después de haber cenado, tomó el pan y dio
gracias; que luego lo partió y dijo “Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de mí” (1ª Corintios 11:24); dicho lo
anterior, el Pastor oficiante dirá algo parecido con “pueden comer el pan”, momento
en que toda la congregación, como un solo cuerpo, llevará el pan a la boca y
comerá, evitando de esa forma el desorden en que incurría la Iglesia de Corinto, en
la cual se cometía el error de comer el pan sin esperarse unos a otros (1ª Corintios
11:21 y 33).
Asimismo (1ª Corintios 11:25) el Pastor oficiante tomará la copa y dará gracias a
Dios por la oportunidad que tenemos de anunciar el regreso del Señor Jesús.
Después de haber dado gracias, levantará la copa y hará alusión al momento en que
el Señor Jesús tomó la copa y dijo “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, haced
esto todas las veces que la bebiereis en memoria de mí” (1ª Corintios 11:25); dicho
lo anterior, el Pastor oficiante dirá algo como “pueden tomar el vino”, momento en
que toda la congregación, como un solo cuerpo, llevará la copa a la boca y beberá,
evitando de esa forma el desorden en que incurría la Iglesia de Corinto, en la cual se
cometía el error de comer el pan sin esperarse unos a otros (1ª Corintios 11:21 y 33).
Concluido lo anterior, el Pastor oficiante invitará a toda la congregación a orar y
después entonar un himno de alegría, momento en que los Diáconos pasarán a
recoger las copas de entre la congregación.
EL CUIDADO DE LAS VIUDAS.
Si la Iglesia siente carga por las hermanas viudas, contamos ya con una forma de
identificar a las Viudas, que como dice el Apóstol Pablo “realmente lo son”, de
modo que será fácil tomarlas en cuenta. Para ello, elaboramos un breve
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formato que será el primer auxiliar en la elaboración de una lista de Viudas (1ª
Timoteo 5:9) a las que podemos atender (Formato II).
EL ORDEN EN LOS CULTOS.
Con independencia del orden que cada una de las congregaciones evangélicas
adopte en la celebración de los cultos a nuestro Dios, en este Manual se tratará de
establecer una mínima medida de los aspectos que el Diácono debe observar, por lo
que a manera de ejemplo citaremos los siguientes cuatro puntos:
• Puntualidad.
• Imagen.
• Previsión.
• Diligencia.
PUNTUALIDAD. La puntualidad es principio de orden, de modo que deberá
cuidarse que los cultos tengan inicio en punto de la hora marcada, ya que la Iglesia
está a la vista de los vecinos del lugar, los cuales observan detenidamente nuestro
comportamiento, así que tendrán un gran mérito las congregaciones que en forma
efectiva celebran sus actividades con puntualidad. Y esto es así, porque la escritura
enseña que toda la creación anhela expectante la manifestación de los hijos de Dios
(Romanos 8:19).
Ahora bien, observemos la singularidad de aquellos cultos programados con motivo
de agradecimiento personal de los miembros de la Iglesia, como serían, a manera de
ejemplo, los relativos la celebración de XV años, bodas, renovación de votos
matrimoniales, etcétera.
Generalmente, estos cultos inician hasta una hora después de la que se ha acordado
con el Pastor, ya que regularmente surgen eventualidades que generalmente
atienden a la falta de previsión de los solicitantes de dichos cultos, e incluso, se
llega al extremo de insertar en la invitación una hora de inicio, respecto de la que se
sabe de ante mano que no se cumplirá, lo que sumado a la propia consideración de
los invitados, quienes ya saben que esos cultos inician hasta una hora
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después de la marcada en la invitación, provocan un verdadero caos para quienes
“han tenido el atrevimiento de llegar temprano”; y todo ello, puede resumirse en la
palabra DESORDEN.
Como se advierte, la puntualidad constituye el requisito indispensable en todo
cristiano, y de manera especial, los Diáconos deben fomentarla no sólo en los cultos
de agradecimiento personal como los indicados, sino además en todos y cada uno de
los cultos que se celebren, porque en todo lo que se haga, el sí, siempre debe ser sí
(Santiago 5:12).
La puntualidad que se sigue en las cosas de Dios, es muy diferente a la que estamos
acostumbrados, de modo que para lograr que el culto de que se trate, inicie al punto
de la hora, se necesita que todo lo relacionado con dicho culto, esté listo y nada
falte. Pongamos un ejemplo:
El culto de domingo por la mañana, está programado para iniciar a las 10:00 a. m.;
el Pastor, Diáconos, líderes, músicos, y toda la congregación, han llegado
exactamente a las 9:30 a. m., ¿esto es puntualidad?.
La respuesta es sencilla, pero se requiere habilidad para contestarla, pues como las
puertas del templo no se abren solas, ni los instrumentos se afinan por sí mismos,
como tampoco se prende la consola de sonidos, ni se encienden los micrófonos
automáticamente, ni las bancas se autolimpian, etcétera; entonces, queremos
suponer que todos y cada uno de los que están relacionados con esas cuestiones, han
tomado las providencias adecuadas y por ello la respuesta tan sencilla a la pregunta
formulada será SI.
Ser puntuales, significa algo más que cumplir un horario, porque si con puntualidad
hacemos toda la preparación de lo que implicarán las actividades propias del culto a
nuestro Dios, entonces seremos bien vistos a los ojos de Él y a los ojos de los
demás.
Como se advierte, sólo siendo verdaderamente puntuales podemos agradar a Dios,
de modo que debemos seguir las instrucciones Bíblicas a que hace referencia el
Apóstol Pablo cuando nos recuerda que si habremos de presidir en un culto, lo
hagamos con solicitud (Romanos 12:8).
Angelo De Freitas
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IMAGEN. El Diácono, no puede llegar al extremo de considerar que se debe vestir
humildemente o con lujo, porque ambos son extremos que no se desean, sino que
debe buscarse un punto medio que ponga a los Diáconos como iguales al momento
de servir.
Es suficiente estar de acuerdo en que la imagen del Diácono, además de ser la que
Dios quiere ante sus ojos, también conlleve a lograr una imagen de la congregación,
por lo que una ropa más formal será lo suficiente. También en algunas
congregaciones se estila que los Diáconos porten un gafete que los particulariza y
permite que propios y extraños se acerquen con confianza a ellos, para el
planteamiento de cualquier cuestión, y en ellos estará la canalización sabia de tales
planteamientos.
Por otra parte, si bien es cierto que los Diáconos son ejemplo para sus familias, no
por ello se puede llegar al extremo de obligar a la esposa e hijos, a que también
sirvan en la misma medida, porque el llamamiento es personal y no familiar, en
cuya virtud, será el Diácono el que habrá de educar a su familia en el diligente
servicio que él presta, para que en su caso, su familia también llegue a anhelar servir
como tal.
Asimismo, el Diácono no puede llegar a ser el “policía de la Iglesia”, porque esa
imagen no es la que el Espíritu Santo quiso darle. Hemos visto en múltiples
ocasiones, que el Diácono se separa por completo del culto y se dedica a vigilar a la
congregación, para luego reprocharle actitudes impropias. Como sugerencia para
evitar tales situaciones, el Diácono puede lanzar mano de su imagen y testimonio
como ejemplo de comportamiento en los cultos, esto, para que la congregación deje
de asumir comportamientos indeseables.
Si el Diácono está en servicio en determinado culto, deberá evitar sentarse hasta
adelante, porque la necesidad de cuidar el orden en el culto, le exige una ubicación
que le permita movimiento libre, pero sin interrumpir la atención de los presentes.
En casi todos los cultos, el Pastor que preside requiere atender una gran variedad de
cuestiones que lo podrían distraer de su actividad principal en ese momento, como
lo es la exposición de la Palabra de Dios, por tanto, es recomendable que se designe
un Diácono en concreto, que esté pendiente de todo aquello que al Pastor
Angelo De Freitas
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se le ofrezca u observe que requiere de atención; este Diácono, cuidará de todos los
encargos del pastor a la hora del culto, lo que evidenciará la imagen real del Cuerpo
de Diáconos, que no es otra que realizar actividades que por alguna razón el Pastor
no puede atender en ese momento.
PREVISION. Un buen Cuerpo de Diáconos, siempre será previsor, de modo que en
cualquiera de los cultos, habrá tomado las medidas necesarias para verificar o hacer
por sí mismo, las actividades necesarias para la oportuna celebración del culto de
que se trate.
El Diácono, pues, habrá de verificar que las sillas o bancas estén limpias y hayan
sido colocadas en el orden correspondiente, que las flores estén puestas en el lugar
adecuado, que existan suficientes ejemplares de la Biblia para prestar a las visitas
(en congregaciones que tengan tal costumbre), etcétera.
En los días de lluvia, ocurre que se va la luz, por lo que hay que preparar el
generador. Por otra parte, se tendrá cuidado de las áreas alternas que se utilizan
como salones de clase, cuneros, oficinas, estacionamientos, etcétera, ya que el culto
no sólo importa la que ocurra en la nave principal, sino que para su efectiva
celebración, las áreas alternas también deberán ser supervisadas previamente.
Un punto especial de consideración, merece la atención que debe darse a los baños.
Será pertinente y previsor, que en el área de baños, se supervise la limpieza, que
exista agua suficiente, que haya jabón, papel, toallas, bote de basura y un botiquín
de primeros auxilios, cuando menos.
En cuanto al estacionamiento, hagamos memoria del ejemplo que se propuso en este
Manual, para destacar que los Diáconos no son cuida coches, pero sí estimemos que
los congregantes estarán tranquilos si saben que alguien supervisa sus vehículos y
les avisarán si algo ocurre con los mismos.
Finalmente, pero eso sí de mucha importancia, lo constituye el servicio previsor en
la realización de los cultos en los que habrá bautismos, ya que con gran regularidad,
los que habrán de ser bautizados no llevan toallas para cubrirse al salir del agua; por
Angelo De Freitas
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tanto, conviene prever la existencia de toallas o batas bautismales para su atención,
así como para el que bautiza.
DILIGENCIA. Son muchas las necesidades que surgen al momento de celebrarse
un culto, por tanto, debemos tomar en cuenta el programa del mismo, para saber de
antemano lo que podría surgir.
La presentación de niños, escuela dominical, profecía, testimonios, etcétera, en los
cuales, el Diácono estará vigilante para proveer lo necesario en caso de que así se
requiera.
Exposición de la Palabra de Dios, en la cual, el Predicador tal vez necesite de un
vaso con agua para aclarar la garganta, un pañuelo, etcétera.
Ofrendas, en este periodo es indispensable prever que para seguridad de todos, el
dinero recolectado deba ser contado en un lugar seguro y de acceso restringido.
Asimismo, es posible que algunos miembros de la congregación no cuenten con
vehículo, pero que por amor al Señor quieran participar hasta el final de los cultos,
por ello, es recomendable contar con hermanos que poseen algún tipo de transporte
colectivo y que estén dispuestos a llevar lo más cerca que se pueda de sus
respectivos domicilios a tales miembros, de modo que para nadie sea una carga, los
Diáconos podrían hablar con hermanos que acepten el encargo y a los cuales se les
proporcione alguna ayuda significativa como para comprar gasolina, etc.
La visitación constituye un importante servicio Ministerial, ya que en forma regular,
en cada visita que se haga a los hogares de los miembros de la Iglesia, se hace
oración, se entonan cantos y se exhorta con la Palabra. Aquí, se recomienda que los
Diáconos eviten al máximo ser una carga para las familias, no llegando para visitar
en momentos de la comida por ejemplo. Finalmente, recordemos que la actitud
diligente deberá ser encaminada para el adecuado servicio al Señor.
EL MANTENIMIENTO DEL EDIFICIO Y ÁREAS RELACIONADAS.
De manera intencional, el presente tema se ha dejado como último aspecto a tratar,
ya que en el concepto de los autores del Manual, el mantenimiento del edificio y sus
áreas relacionadas, no debería formar parte del Ministerio de los
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Diáconos, pues si además de todas y cada una de las anteriores actividades ya
analizadas (que sí forman parte de ese Ministerio), les imponemos la presente carga,
es innegable que sólo podrían llevar a cabo con eficiencia, las primeras o esta
última, aunque no ignoramos que los materiales para una construcción espiritual,
son el los metales pesados como lo es “el oro del carácter y la gloria divinos, la
plata de su obra redentora: estos son los materiales que él estima” Watchman Nee.
Además, es incuestionable que el mantenimiento del edificio y sus áreas
relacionadas, constituiría todo un Ministerio compuesto por artífices aptos en las
distintas cuestiones que implican la conservación y mantenimiento de un inmueble,
de modo que en caso de que en las congregaciones se opte por asignar a los
Diáconos tal mantenimiento, es recomendable que de manera concreta se nombre a
un solo Diácono que se encargue de esos menesteres, con la ayuda, desde luego, de
personas dedicadas a la construcción o que conozcan de la misma.
En todo caso, también es recomendable que el Diácono designado conozca de
aspectos de construcción y mantenimiento de inmuebles, que tenga aptitud y
facultad de contratar, supervisar y cubrir los honorarios respectivos por los trabajos
que se realicen, para lo cual, un sencillo formato de gastos de conservación puede
ser útil para llevar los gastos erogados, sin que ello constituya el manejo de dinero,
sino que el Diácono se limite a solicitar de la Tesorería y con la aprobación del
Pastor principal, las cantidades que se necesiten, entregando asimismo a dicha
Tesorería los comprobantes respectivos.
De igual forma, siempre habrá de recordarse que toda actividad que realice el
cuerpo de Diáconos, estará sujeta a previa autorización y conocimiento del Pastor
General o, en caso de ausencia del mismo, del pastor encargado de la Iglesia.
Por otra parte, conviene recomendar que para la adecuada prestación del servicio en
este rubro, bien podría realizarse una sencilla identificación de las áreas que deberán
supervisarse y cuáles son los aspectos de cada una de ellas que deben atenderse, por
lo que es de sugerirse la siguiente:
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IDENTIFICACIÓN DE LAS ÁREAS QUE REQUIEREN
MANTENIMIENTO.
• Nave principal.
• Oficinas.
• Salones alternos.
• Patios de servicio.
• Baños.
• Fachadas.
En todas y cada una de las áreas señaladas, se requiere de una supervisión
permanente, para estar en aptitud de identificar con oportunidad las necesidades que
surjan y así reparar lo más pronto posible aquéllas áreas y lograr un mantenimiento
eficaz del edificio y sus áreas relacionadas.
También se sugiere contar con formatos sencillos que puedan utilizar los Diáconos
al momento de practicar la supervisión aludida, en los cuales baste poner una marca
en el punto revisado y al final del formato un espacio suficiente para anotar alguna
observación. Aquí, únicamente serán señaladas las áreas importantes y en los
formatos respectivos, se precisarán los puntos específicos que deberán supervisarse
en cada una de las áreas.
NAVE PRINCIPAL (FORMATO III). Los aspectos que deben revisarse en esta
área son, entre otros, los siguientes: Altar, puertas, ventanas, muros, piso, mobiliario
y techo.
OFICINAS (FORMATO III). Los aspectos que deben revisarse en esta área son,
entre otros, los siguientes: Puertas, ventanas, muros, piso, mobiliario, techo.
SALONES ALTERNOS (FORMATO III). Los aspectos que deben revisarse en
esta área son, entre otros, los siguientes: Puertas, ventanas, muros, piso, mobiliario,
techo.
PATIOS DE SERVICIO (FORMATO III). Los aspectos que deben revisarse en
Angelo De Freitas
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esta área son, entre otros, los siguientes: Puertas, ventanas, muros, piso, mobiliario,
techo.
BAÑOS (FORMATO III). Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre
otros, los siguientes: Puertas, ventanas, muros, piso, mobiliario, techo.
FACHADAS (FORMATO III). Los aspectos que deben revisarse en esta área son,
entre otros, los siguientes: Anuncios, rejas, muros, pisos, mobiliario, banqueta.
SERVICIOS COMUNES A LAS AREAS SUPERVISADAS (FORMATO IV).
Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre otros, los siguientes: Agua,
luz, teléfono, gas, pintura.
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IV. FORMATOS SUGERIDOS
FORMATO I
SOLICITUD PARA SER CONSIDERADO CANDIDATO AL DIACONADO.
Por favor lea con cuidado las siguientes preguntas, corrobore en su Biblia las
lecturas indicadas y luego conteste con honestidad (en caso de necesitar hojas para
responder, solicítelas de inmediato). Gracias.
1. ¿Está usted dispuesto a servir como lo hizo el Señor Jesús (Lucas 22:27)?.
2. ¿Está usted dispuesto a que sea la congregación la que decida nombrarlo Diácono
(Hechos 6:2, 3 y 6)?.
3. ¿Está usted dispuesto a aceptar que se posponga su nombramiento, si otros
hermanos ajustan el número de Diáconos que se requieren (Hechos 6: 3)?.
4. ¿Está dispuesto a que sea verificado su testimonio (Hechos 6:3)?.
5. ¿Se considera lleno del Espíritu Santo (Hechos 6:3)?.
6. ¿Se considera usted lleno de sabiduría (Hechos 6:3 y Proverbios 1:7)?.
7. ¿Está usted dispuesto a servir en la congregación en las tareas que se le
encomienden, aun las más humildes (Hechos 6:3)?.
8. ¿Está usted dispuesto a ser presentado públicamente y ante la congregación como
candidato al Diaconado (Hechos 6: 6)?.
9. ¿Está usted dispuesto a que, de ser considerado candidato al Diaconado, se le
impongan manos sin cuestionar quién lo hace (Hechos 6:6)?.
10. ¿Su honestidad tiene algún límite (1ª Timoteo 3:8 y 11)?.
11. ¿Está dispuesto a que se pregunte a su familia si es usted de un solo ánimo (1ª
Timoteo 3:8)?.
12. ¿Tiene usted afición por alguna bebida (1ª Timoteo 3:8 y 11)?.
13. ¿Tiene usted algún negocio que pueda impedirle ser Diácono (1ª Timoteo 3:8)?.
14. ¿Cuál es su grado de conocimiento de la Biblia (1ª Timoteo 3:8)?.
15. ¿Está dispuesto a sujetarse a un período de tiempo determinado antes de ser
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nombrado Diácono, y en su caso, a aceptar que pudiera no ser nombrado Diácono si
no es hallado irreprensible (1ª Timoteo 3:10).
16. ¿Está dispuesto a comportarse con ética ministerial y guardar las confesiones
que se le pudieran hacer (1ª Timoteo 3:11)?.
17. ¿Está usted dispuesto a diezmar de sus ingresos y a ser fiel a la Iglesia y a sus
líderes (1ª Timoteo 3:11)?.
18. ¿cuántas veces se ha casado usted por la ley civil y cuántas por la Iglesia (1ª
Timoteo 3:12)?.
19. ¿Su cónyuge e hijos son salvos (1ª Timoteo 3:12)?.
20. ¿Considera que ser Diácono es un grado honroso (1ª Timoteo 3:13)?.
21. ¿Desea usted distinguirle como persona de fe (1ª Timoteo 3:13)?.
22. ¿Alguna ocasión se ha comportado en forma impropia en la casa de Dios (1ª
Timoteo 3:15)?.
23 ¿ Cuál es para usted el misterio de la piedad (1ª Timoteo 3:16)?.
24. ¿Es usted bautizado por inmersión (Mateo 3:13-17)?.
25. ¿Es usted miembro activo y pleno de la Iglesia (Hebreos 10:24 y 25)?.
26. ¿Cuenta con algún grado de preparación ministerial, o en su caso, estaría
dispuesto a recibirla antes de ser designado Diácono (Oseas 4:6).
27. ¿Cómo ha honrado usted a sus padres (Exodo 20:12 y Mateo 15:4).
28. ¿Cuál es su principal fuente de ingresos (1ª Tes. 4:11 y 12).
29. ¿Cree usted que se encuentra en la mejor edad para ser considerado Diácono (1ª
Timoteo 4:12)?.
30. ¿Ha cumplido usted con las leyes mexicanas como buen ciudadano(Romanos
13:1-7)?.
Nombre del candidato al Ministerio:___________________________.
Recibió cuestionario:___________________.
Entregó cuestionario:__________________.
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FORMATO II.
CUESTIONARIO PARA FORMAR PARTE DE LA LISTA DE VIUDAS.
Por favor lea con cuidado las siguientes preguntas, corrobore en su Biblia las
lecturas indicadas y luego con toda honestidad subraye o marque con una X, sólo los
requisitos que usted reúne para ser tomados en cuenta (en caso de que alguna persona
haya auxiliado a la interesada para llenar la solicitud, por favor escriba su nombre
completo y datos que permitan comunicarse con usted). Gracias.
1. Soy una mujer que ha quedado sin hijos o nietos (verso 4).
2. Mi marido ha muerto y estoy sola (verso 5).
3. Soy una mujer que únicamente espera en Dios (verso 5).
4. Soy una mujer de oración (verso 5).
5. No estoy entregada a los placeres del mundo (verso 6).
6. Soy una mujer irreprensible (verso 7).
7. No soy menor de sesenta años cumplidos (verso 9).
8. En la vida, sólo he tenido un solo marido (verso 9).
9. Tengo testimonio de buenas obras (verso 10).
10. He criado hijos (verso 10).
11. He practicado la hospitalidad (verso 10).
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12. He sabido honrar a los escogidos (verso 10).
13. He socorrido a los afligidos (verso 10).
14. He practicado toda buena obra (verso 10).
15. No soy ociosa (verso 13).
16. No ando de casa en casa (verso 13).
17. No soy chismosa (verso 13).
Nombre de la interesada:_________________________.
Recibió cuestionario:___________________.
Entregó cuestionario:__________________.
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FORMATO III.
SUPERVICION DE AREAS DE MANTENIMIENTO.
Marque con X el área supervisada, seleccionando el punto específico en que se
encuentra dicha área.
NAVE PRINCIPAL.
ALTAR.
Alfombra: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Piso: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Contactos de luz: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Bautisterio: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Escaleras: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
PUERTAS.
Puerta principal: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Puertas secundarias: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
VENTANAS.
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MUROS.
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Página 58
Adornos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Contactos de luz: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
PISO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MOBILIARIO.
Adornos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
TECHO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Grietas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
OFICINAS.
Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre otros, los siguientes:
PUERTAS.
Puerta: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
VENTANAS.
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
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Página 59
MUROS.
Adornos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Contactos de luz: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
PISO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MOBILIARIO.
Adornos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
TECHO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Grietas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
SALONES ALTERNOS.
Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre otros, los siguientes:
PUERTAS.
Puerta: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
VENTANAS.
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
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Página 60
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MUROS.
Adornos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Contactos de luz: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
PISO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MOBILIARIO.
Adornos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
TECHO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Grietas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
PATIOS DE SERVICIO.
Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre otros, los siguientes:
PISO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MOBILIARIO.
Botes: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Macetas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
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Página 61
BAÑOS.
Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre otros, los siguientes:
PUERTAS.
Puerta: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
VENTANAS.
Herrería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Vidrios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Chapas y seguros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MUROS.
Adornos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Contactos de luz: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
PISO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
MOBILIARIO.
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pintura: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Anuncios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
TECHO.
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Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Grietas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
FACHADAS.
Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre otros, los siguientes:
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Grietas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Anuncios: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Rejas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Muros: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Pisos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Botes: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Banqueta: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Aseo: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
ESTACIONAMIENTO.
Los aspectos que deben revisarse en esta área son, entre otros, los siguientes:
Acabado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Líneas de división: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
OBSERVACIONES:__________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_______________________________________.
SUPERVISÓR:___________________________________.
FECHA:_______________________________________.
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FORMATO IV.
SERVICIOS COMUNES A LAS AREAS SUPERVISADAS.
AGUA.
Cisterna: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Tubería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Llaves: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
LUZ.
Cableado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Focos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Contactos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
TELEFONOS.
Cableado: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Contactos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
GAS.
Tubería: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Llaves: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Tanques: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
PINTURA.
Nave principal: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Oficinas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Salones alternos: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Patios de servicio: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Baños: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
Fachadas: mal ( ) bien ( ) excelente ( ).
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OBSERVACIONES:__________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_______________________________________.
SUPERVISOR:___________________________________.
FECHA:_______________________________________.
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