el evangelio del reino de dios. capítulos 1-7

EL EVANGELIO DEL REINO DE

DIOS

Una muy simple descripción de las

innumerables riquezas que Dios, Señor y

Cristo, ha dejado a todos sus hijos.

ES HORA DE

SALIR DE

LA PRISIÓN

DE

OSCURIDAD

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Este libro puede ser distribuido gratuitamente, de forma

electrónica o impresa. Este libro no puede ser vendido, ni

incluido en paquetes con otros artículos que sean vendidos o

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referencia a una parte del texto o a todo el libro, debe incluirse

el nombre completo del libro y el autor del libro.

Henry Padilla Londoño, Estocolmo, Suecia 2011

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TITULO


EL EVANGELIO

DEL

REINO DE DIOS

Autor

Henry Padilla Londoño




Estocolmo, Suecia, 2010


TITULO


Agradecimientos

Bendito es el Señor, que por medio de Su Espíritu

Santo nos permite ser parte de Su obra, en

medio de los tiempos. Toda Gloria, Poder y el

Reino son tuyos, Señor.



TITULO


Prólogo

Este libro no se ha terminado de escribir. Será

publicado en Internet, capítulo por capítulo, de

acuerdo a la dirección que el Señor ha puesto en

mi corazón. Acabo de terminar el capítulo tres, y

creo que lo mejor es dejar en las manos del

Señor y de todos ustedes el texto de este libro.

Así que he puesto una nota de libre copia y

reproducción del libro en la página 2. Cualquier

error que ustedes encuentren en el libro es del

autor, si hay algo digno de ser alabado, algo

digno de ser nombrado, es del Señor, y la gloria

sea dada a él.

Acabo de terminar el capítulo cinco, realmente

disfrute escribiendo este capítulo, es bueno

sentir la mano de Dios sobre uno, llevándolo a

hacer una obra que tú mismo no sabes hasta

donde va a llegar, pero así es mejor, porque la

honra es realmente de él y para él. Gracias

Señor por tu maravillosa gracia sobre mi vida.




A medida que avanzó en la escritura de este

texto, mi alma clama por la misericordia de Dios,

pido a Dios en el nombre de mi Señor Cristo,

Jesús, lleve estas palabras para bendición. Con

temor y temblor escribo estas líneas, pero

también en fe, porque sé que el Señor me ha

llamado a hacerlo así. El Capítulo 6 y 7 tocan de

forma leve los fundamentos del Reino de Dios,

profundas verdades que el Espíritu revelara cada

vez más claro a nuestros corazones. Bendito el

Señor, que llevara a todo aquel que de corazón

le busca, a ver estas maravillas, y a resplandecer

con fuerza en el corazón de todos sus hijos.


TITULO





Contenido

Introducción 12

I Cárceles 31

II El mundo Espiritual 73

III La Palabra de Dios 95

IV El Hombre y la Santificación 129

V La Verdad os hará Libres 150

VI Fundamentos del Reino de Dios 175

VII Fundamentos del Reino de Dios II 208


TITULO




EL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS


Introduccio n

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me

ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas

nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de

corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos

apertura de la cárcel

Isaías 61:1

on estas palabras, Isaías 61:1, Jesús en

Nazaret, un día sábado revela a todos sus

oyentes, la misión que el Padre le ha

encomendado, la obra que viene a hacer.

Este libro es para todo aquel que cree que aún

existen riquezas inexploradas en el Reino de

Dios, a la cual apenas hemos soñado, y otras no

las llegamos a imaginar. Y cuando hablo de

riquezas, no me refiero a oro o plata, a casas y

riquezas en este mundo, me refiero a las

riquezas que perduran, a las riquezas que aun

después de haber dejado este mundo, serán

C


LIBROS DEL REINO DE DIOS INTRODUCCIÓN

13


nuestras, porque las hemos obtenido en el

Reino de Dios y para el Reino.

Dios nos ha dejado a todos los que creemos en Jesús,

innumerable riquezas en todas las áreas de la vida.

Te has preguntado por qué, estas riquezas están

escondidas, como lejanas, en la mayoría de nosotros.

¿Qué impide en nuestras vidas recibir, ver, y usar estas

riquezas?

En los últimos años, se ha levantado un grupo de

doctrinas, que hablan acerca de la prosperidad

económica para el creyente en Cristo, de las

“aparentes posibilidades” que tendrá todo

creyente, que aplique unas formas de pensar o

de hablar. Este libro no se refiere a ninguna de

estas doctrinas, ni creo que le sean

convenientes a nadie escucharlas.

Vamos a adentrarnos en el mundo del Reino de

Dios, donde a través de la Palabra de Dios

exploraremos, verdaderas riquezas dejadas a

todos los hijos de Dios.





Mas después que Juan fue encarcelado,

Jesús vino a Galilea predicando el

evangelio del reino de Dios, diciendo: El

tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios

se ha acercado: Arrepentíos, y creed el

evangelio. Marcos 1:14-15

Lo primero que quiero dejar como una base, que

iremos desarrollando a través de todo el libro, y

es que el evangelio que predicamos, es el

evangelio del Reino de Dios, esto lo dice la

Palabra, dejamos entonces como un principio,

que existe un Reino de Dios, y lo que

predicamos son las “buenas nuevas” de este

Reino.

Y yendo, predicad, diciendo: El reino

de los cielos se ha acercado.

Mateo 10:7

Que nos ha librado de la potestad de

las tinieblas, y trasladado al reino de

su amado Hijo



15


Colosenses 1:13

Esto, mi estimado lector, es muy importante que

empecemos a meditar en ello, puesto que en

muchas ocasiones, los cristianos se ven como

queriendo llegar a algún sitio lejano, a algo

prometido, pero aún lejano, pero este Reino de

Dios se ha hecho cercano, ha llegado a nosotros

y hemos sido trasladados a este Reino por la

gracia de Dios.

Has sido redimido del poder de las tinieblas, ya las

tinieblas no tienen poder sobre tu vida, no por tú propia

santidad, sino porque tú estás ahora en el Reino de Dios

y en este Reino, las tinieblas no tienen potestad.

Estabas en el reino de las tinieblas a causa de tu pecado,

era tu pecado, y no otra cosa, lo que de forma justa ante

la ley, te mantenía preso en el poder de las tinieblas.





Si partimos de la base de un Reino de Dios, de

que hemos sido trasladados a este Reino, por la

gracia de Dios, podemos decir entonces

hermanos, que estamos en el Reino de Dios, que

nos movemos en ese Reino, que ya estamos ahí.

Esto es de vital importancia entenderlo si

queremos seguir adelante con lo que este libro

trata, quiero que por un momento el lector

medite en esta verdad, si usted ya ha recibido a

Jesús en su corazón como señor y salvador,

usted ya ha sido trasladado a este Reino, esto es

lo que la palabra nos dice, como leímos en

Colosenses 1:13. El versículo catorce nos habla

de la redención y del perdón de pecados, la

redención tiene que ver con que hemos sido

librados de la potestad de las tinieblas,

rescatados, por el pago de un precio fuimos

sacados del poder de las tinieblas y fuimos

trasladados al Reino de Cristo. Debemos verlo

como la compra de un esclavo, que estaba en

una condición de total condena y derrota, de

dolor y muerte, de oscuridad, y otro lo compra

pagando un precio por él, y sin él merecerlo,



17


sólo por gracia y lo traslada a su Reino. Ese

alguien, ese que nos compra, es Jesús. El

versículo catorce nos habla de redención y de

perdón de pecados. Todo esto que el esclavo

recibe, no lo merece, debemos estar claros en

esto, este esclavo, que somos cada uno de

nosotros, estaba justamente esclavizado, a

causa del pecado, y por esto no podía ver el

Reino de Dios, ni entrar en el Reino de Dios.

Lo que no debemos pensar

Aquí se comente el primer

error de percepción de

muchos de nosotros, en que

llegamos a creer que

estábamos injustamente

esclavizados por el poder de

las tinieblas, y que Jesús nos

sacó de esa injusticia y nos

trajo a lo que merecíamos.





Ser redimidos del poder de las tinieblas, significa, que

hemos sido rescatados, que hemos sido comprados, por

precio, el Señor tuvo que pagar un precio, porque

nuestro pecado nos hacía esclavos. Pero el perdón de

pecados es completo y total, él te perdona por amor a ti,

no puedes hacer nada para merecerlo.

¡La única forma de entrar al Reino de Dios, es sin

pecado!

Esta percepción, y esta forma de pensar son

erróneas, y empieza a crear una fortaleza en tu

corazón, que se levanta en tu contra, para que

no puedas ver el Reino de Dios. Entonces lo

segundo que dejaremos asentado en esta base

que estamos formando, es que estábamos

justamente presos, a causa de nuestro pecado, y

que por la misericordia de Dios, por su gracia y

su amor, él nos redimió de la potestad de las

tinieblas y nos dio perdón de pecados.

Es de vital importancia, que el lector en

este punto, entienda que era su propio

pecado lo que lo mantenía preso, en el

poder de las tinieblas, y que por Gracia,



19


por un regalo de amor de Dios, fue

comprado por precio y trasladado al Reino

de Cristo.

No busque más el Reino de Dios,

porque si tú has recibido a Cristo en

tu corazón, tú ya fuiste trasladado al

Reino de Dios, ya estás en él.

En este punto del libro, estamos de acuerdo en

que nuestro pecado, nos tenía esclavos en el

poder de las tinieblas, que hemos sido

comprados por precio, y trasladados al Reino de

Cristo. Notemos algo, que hasta ahora, lo

habíamos pasado por alto. Así como existe un

Reino de Cristo, existen unas tinieblas. Yo sé que

esto es evidente para todos, pero en ocasiones

pasamos por alto las cosas más evidentes.





Existe un Reino de Dios y un poder de las tinieblas en el

cual todos estábamos antes de ser salvos

Existe una potestad de las tinieblas.

También nos dice la Palabra que las tinieblas

tienen una potestad, un poder, que puede ser

ejercido sobre las personas, así como era

ejercido sobre nosotros, cuando éramos

esclavos. Ahora, por favor, invito al lector a

meditar por un momento, ¿si cuando usted era

no creyente, y no conocía a Cristo, usted en

algún momento fue consciente de que era

esclavo de un poder, de un poder maligno, que

en la Biblia se le llama poder de las tinieblas?

La mayoría sé que responderán que no, no eran

conscientes de esto, puesto que no se creía en

esto. Otros, como los que estaban en lo oculto, y

hechicerías, sabían que existía un poder, y

muchos de ellos no sabían de qué lado se

encontraban realmente. Y otros, que sabían de

este reino de las tinieblas, sabían del Reino de

Dios, y aun así luchaban, porque nunca



21


conocieron a Cristo, pero en cuanto lo conocen,

dejan todo y se entregan a la Luz. Este último

grupo es muy pequeño, pero gracias a Dios, la

misericordia de Dios, nos alcanza a todos, a

todos.

En todos los casos, existe un factor común, no

conocíamos a Cristo, ni el poder del Señor,

mucho menos su amor y misericordia.

Estábamos ciegos, como palpando en la

oscuridad, diciendo conocer, sin ver, enseñando,

en nuestra ignorancia, hablando de lo que no

veíamos. Quiero enumerar algunas de las

características del Reino de Dios, en el cual

estamos, en el cual nos movemos, el lector debe

leer estos versículos y verse a sí mismo en

medio de esto que la Palabra nos dice:

1. Se experimenta en el Espíritu Santo

“Porque el reino de Dios no es comida ni

bebida; sino justicia, y paz, y gozo en el

Espíritu Santo.” Romanos 14:17





2. Como el versículo anterior nos lo dice, no

es comida ni bebida. Pero es Justicia, Paz

y Gozo. Conceptos nuevos que son

introducidos en este nuevo Reino y que

antes no conocíamos.

3. Porque el reino de Dios no consiste en

palabras, sino en poder. 1 Co 4:20

Es necesario entender hermanos, que en el

Reino de Dios, habita Dios, y en las tinieblas

ejerce poder Satanás, veamos muy ligeramente,

sin entrar en detalle, las palabras que el Señor le

dice a Saulo cuando cae del caballo, al

encontrarse directamente con Jesús en el

camino, estas palabras son directamente de

Jesús:

“para que abras sus ojos a fin de que

se vuelvan de la oscuridad a la luz, y

del dominio de Satanás a Dios, para

que reciban, por la fe en mí, el



23


perdón de pecados y herencia entre

los que han sido santificados.”

Hechos 26:18

El Señor, lo envía a abrir los ojos de los gentiles

a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz.

Cuando el Espíritu del Señor revela a nuestro

corazón, nuestra impureza, nuestra necesidad

de Salvación y nos muestra a Cristo, entonces,

podemos, si creemos, recibir la salvación, por

medio de la fe en Jesús. Mientras esta obra del

Espíritu no sea hecha en nuestros corazones,

estaremos en oscuridad, y sin poder llegar a

recibir esta verdad que ha transformado

nuestras vidas. Pero… el Espíritu Santo, no

puede obrar, si no se le ha predicado a la

persona la Palabra de Dios, el Espíritu Santo,

obra por medio de la Palabra de Dios, da

convencimiento de pecado, de justicia y de

juicio, de tal forma que la persona busca la

salvación. Por esta razón debemos predicar la





palabra de Dios, a toda hora, no sólo nuestros

mensajes, sino la Palabra de Dios, que es el

apoyo, la espada del Espíritu Santo, para dividir

el alma y el Espíritu, y traer la persona a la

salvación.

Esto que sucede al principio, y ya es un

maravilloso milagro, el nuevo nacimiento, es

sólo el primer paso en la transformación

completa. Hemos leído que:

"Mas la senda de los justos es como

la luz de la aurora, Que va en

aumento hasta que el día es

perfecto." Pro 4:18

En el momento del nuevo nacimiento, somos

trasladados al Reino de Cristo, y recibimos

perdón de pecados, este es el comienzo de

nuestro día, la luz de la mañana nace en



25


nuestros corazones, y las tinieblas empiezan a

dejar el alma que está siendo transformada.

Pero esto no es algo automático, que suceda

simplemente con dejarse ahí, esperando a ver

qué pasa. La mayoría de nosotros, empezamos a

asistir a una congregación, a orar, y a leer la

Palabra. Estos tres punto son esenciales, pero

también, sólo una parte de lo que debemos

hacer.

Para que el Espíritu del Señor pueda seguir

obrando en nosotros, y esa luz, pueda seguir

aumentando en poder y claridad, debemos

continuar leyendo la Palabra de Dios, debemos

creerla, como lo hicimos cuando llegamos a la

Salvación. La Palabra de Dios, es la mayor

riqueza dejada a los hombres, en ella se describe

en detalle las riquezas a las que tú, como

miembro de la familia de Dios, ahora tienes

derecho.

Otra riqueza comparable a la Palabra de Dios, y

que siempre están en común acuerdo, es el





Espíritu Santo. El Espíritu Santo viene a habitar

en el corazón del creyente en cuanto una

persona recibe a Jesús como su Salvador, esta

persona recibe al Espíritu de Dios, que viene a

morar en su espíritu.

"Mas el Consolador, el Espíritu

Santo, al cual el Padre enviará en mi

nombre, él os enseñará todas las

cosas, y os recordará todas las cosas

que os he dicho."

Jn 14:26

"Mas vosotros no estáis en la carne,

sino en el espíritu, si es que el

Espíritu de Dios mora en vosotros. Y

si alguno no tiene el Espíritu de

Cristo, el tal no es de él."

Romanos 8:9



27


"¿No sabéis que sois templo de Dios,

y que el Espíritu de Dios mora en

vosotros?"

1Co 3:16

"pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga

sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda

Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."

Hechos 1:8

El Espíritu Santo, es entonces, lo primero que

recibimos, cuando creemos realmente en Cristo.

Es importante que el lector, se pregunte: ¿si

realmente cree en la salvación de Jesús, si cree

en la muerte substitutoria de Jesús? quiero

decir, que Jesús, el Cristo, murió en tu lugar. Tu

deberías haber muerto por tus pecados, pero el

tomo tú lugar, y pago el precio de tu pecado, ¿si

además cree que Jesús resucito de entre los





muertos al tercer día? Estos dos puntos son la

entrada, la puerta al Reino de Dios y además la

base de la vida eterna. Nótese, por favor, que

digo la base, no son todo, pero sin estos dos

puntos básicos de fe, no puedes heredar la vida

eterna.

Todos sabemos, que una vez que recibimos la

Salvación, nuestros pensamientos continúan,

nuestra mente no es transformada

inmediatamente, nuestra antigua forma de vivir

empieza a ser un lastre, ya que ahora "vemos"

que existe una mejor forma de vivir, una forma

"santa" de vivir, que en nada se asemeja a

nuestra forma de vivir, y empezamos a anhelar

ser transformados, liberados de todas esas cosas

que antes hacíamos, y ahora llegamos a odiar.

Uno de los mayores problemas de todo

cristiano, sobre todo del que ha vivido una vida

desenfrenada en el pecado, y que recibe la

Salvación, es aprender a ver las cosas desde un

nuevo punto de vista. Esta parte muchas veces,



29


no se trabaja, o se hace muy poco, y

empezamos a "evaluar" el Reino de Dios con

nuestra mente carnal, con los hábitos y

pensamientos de la mente natural.

De ahí, vienen expresiones, como:

¡Tengo que dar lo mejor mío para Dios!

¡Yo debo hacer la voluntad de Dios!

¡Dios bendíceme para sacar adelante este proyecto!

¡Con la ayuda de Dios lo lograre!

¡Tengo que recibir la unción, para hacer la voluntad de

Dios!

Y muchas otras, y es mi intención demostrar,

que quien dice esto, está ciego aún, no ve

claramente el Reino de Dios. Espero que en este

punto, muchos no tiren el libro contra el piso, y

profieran algo en mi contra, no mis hermanos,

les doy un anticipo, lo que Dios quiere para

nosotros es mucho más de lo que estas frases

dicen, lo que Dios nos ha dado en Cristo, hace





que estas frases parezcan pecaminosas y

contaminadas de mente carnal.


LIBROS DEL REINO DE DIOS CÁRCELES

31


Cá rceles

"Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente

libres." Juan 8:36

e querido llamar a este capítulo

cárceles, porque creo que muchos de

nosotros, y en esto me incluyo yo,

vivimos en cárceles en muchas áreas de nuestra

vida, cárceles que hemos aprendido a querer,

nos hemos acostumbrado a ellas, y vivimos

ahora "cómodamente" en ellas. Esto no sería

problema, si alguien quiere vivir como se le

antoje, el problema está en que haciendo esto,

estamos dejando de lado los tesoros que Dios

nos ha dado, estamos limitándonos a nuestras

mentes carnales, y no hacemos la obra de Dios,

como el Señor quiere que lo hagamos. En otras

palabras, esta forma de vivir y de pensar es

H




pecado, porque atentan contra la libertad, no

sólo la tuya, sino de la de todo aquel, que de

alguna forma pudo recibir bendición a través

tuyo.

Cárceles, la mayoría de los cristianos estamos en

algún tipo de cárcel, cárceles heredadas,

cárceles adquiridas, cárceles que hemos querido

tener y luego vivimos en ellas, cárceles de

oscuridad y dolor.

Alguien dirá en este punto:

¿Pero cómo se atreve, si Jesús

vino a darnos libertad?

Exacto, eso mismo digo yo, como nos atrevemos

a seguir en esta situación, si Jesús nos vino a dar

libertad.

Este capítulo va a ser un poco doloroso para

muchos, pero es necesario que lo veamos ahora,

es la única forma de empezar a vislumbrar "con

todos los santos cuál sea la anchura y la longitud



33


y la profundidad y la altura, Y conocer el amor

de Cristo, que excede á todo conocimiento, para

que seáis llenos de toda la plenitud de Dios." Ef

3:18 - 3:18

En el momento de ser salvos, ya hemos sido

trasladados al Reino de Dios, pero seguimos

viviendo en nuestro cuerpo carnal y nuestra

mente carnal aún no ha sido santificada, sigue

pensando como antes. Esta es la razón, por la

que no podemos ver todo lo que ya es nuestro,

todo lo que Dios ya nos ha dejado en herencia

en Cristo Jesús.

"Alumbrando los ojos de vuestro

entendimiento, para que sepáis cuál

sea la esperanza de su vocación, y

cuáles las riquezas de la gloria de su

herencia en los santos"

Efe 1:18




Podríamos decir que es similar a un niño, que es

rescatado de la muerte y la soledad, sacado de

sus captores, que lo tenían secuestrado, y han

matado a sus padres, este niño, ha crecido como

esclavo, como un esclavo de las tinieblas, está

acostumbrado a robar, a luchar, a luchar con sus

fuerzas, para lograr todos sus objetivos, este es

el mundo en que él se mueve. A este niño, lo

rescata un hombre bueno, lo compra por precio,

y lo lleva a vivir con él, quita sus vestiduras

sucias y lo baña, sacando toda la mugre de su

cuerpo, (esto es el perdón de pecados y la

redención), y lo lleva a vivir a su castillo, a su

hogar, (este es el Reino de Dios). En este nuevo

hogar, existen innumerables riquezas, que el

hombre bueno ha acumulado por muchos años,

y que ahora quiere compartir con este niño que

el adopta y lo hace Su hijo.

Notemos que el niño en este punto de nuestro

ejemplo, ya ha sido rescatado, ya ha sido

limpiado, y trasladado a su nuevo hogar, pero el



35


todavía piensa como esclavo, y todavía no ve a

este hombre bueno como su padre, para él es

sólo un buen golpe de la fortuna, que uso a este

hombre bueno para cambiar su miseria.

El niño de nuestro ejemplo, cuando va a comer,

seguramente, esperará y querrá comer con los

animales, o con los sirvientes si es muy atrevido,

lo hará así, porque él se atreve, no porque

entienda que él es ahora el heredero.

"Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo,

que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de

Dios."

Juan 3:3

Es importante que el lector, piense por un

momento en este ejemplo, ¿cómo cree usted

que este niño va a pensar? ¿Podrá pensar

diferente, si él está acostumbrado a pensar de

una forma, lo dejara sólo porque ha sido

trasladado a otro sitio?




Ahora, para lo que nos concierne a nosotros, me

tocara dejar este ejemplo, por ahora, porque se

queda corto, no alcanza a mostrar la diferencia

entre lo que nos pasa a nosotros y lo que le paso

a este niño esclavo, lo que nos pasa a nosotros

es aún mayor, porque nosotros no sólo somos

trasladados a otro Reino, y se nos perdonan

todos los pecados, sino que nosotros "nacimos

de nuevo", somos renacidos de Dios, el nuevo

hombre en nosotros, no es de este mundo, es

de Dios, es de arriba, no somos del mundo,

somos hechos a la imagen de Dios.

"Porque si fuimos plantados

juntamente en él á la semejanza de

su muerte, así también lo seremos á

la de su resurrección:

Sabiendo esto, que nuestro viejo

hombre juntamente fue crucificado

con él, para que el cuerpo del



37


pecado sea deshecho, á fin de que

no sirvamos más al pecado."

Romanos 6:5-6

"Pues habéis nacido de nuevo, no de

una simiente corruptible, sino de una

que es incorruptible, es decir,

mediante la palabra de Dios que vive

y permanece."

1Pe 1:23

Todos los que hemos creído en la muerte

substitutoria de Jesús en la cruz, que cuando el

moría, moría por mis pecados, en donde yo me

veo allí, en la cruz juntamente con Cristo, él

muere por "todo" lo que soy, digo entonces,

todos nosotros, somos puestos en su muerte y

también resucitamos juntamente con Cristo,

somos sacados a nueva vida. Cuando Cristo




resucita, saca nuestra vida a la luz, y la vida que

ahora vivimos es la vida de la resurrección.

Es necesario detenernos aquí. Por favor, debes

hacerte la siguiente pregunta:

Pensemos por un momento, tú quizás eras

modelo, o ingeniero, o ama de casa, o plomero,

o estudiante, o simplemente eras una persona

sin querer mirar ninguno de esos títulos. Quizás

habías pensado cosas "humanamente" buenas,

o habías ayudado a alguien, quizás hasta habías

dado tu comida y la habías compartido con el

hambriento, o habías ayudado al débil y lo has

fortalecido. ¿Era eso pecado?, por favor,

piénsenlo en este momento, ¿consideran

ustedes que eso era pecado?

¿Por qué parte tuya le toco morir a Jesús? En otras palabras:

¿Había algo de tu ser antiguo, que fuera digno de no ir a la cruz, por lo cual Cristo

no tuviera que morir?



39


“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es

nacido del Espíritu, espíritu es.” Juan 3:6

¿Había alguna parte de tu ser, por lo cual Cristo no necesitara morir, había algo

bueno en ti?

Muchos aquí dirán, NO, yo era bueno, a mi

forma, pero lo era. Otro dirá, NO, yo era bueno

en eso, pero tenía otros pecados chicos por ahí,

por eso necesite salvación. Otro quizás que no

vea nada de lo bueno que haya hecho, diría, si

yo hubiera sido así, nunca hubiera necesitado

salvación. Y yo les digo, hermanos, todas estas

respuestas son incorrectas, todo eso que

hacíamos era pecado, pecado sucio y

aborrecible.

¿Pero cómo puede decir eso,

dirá alguien, si yo ayudo al

hambriento es pecado?




Si lo que haces, no lo haces en Dios y de Dios,

entonces es pecado, aunque tenga apariencia de

bondad.

Mis hermanos, en el Reino de Dios, las cosas no

se juzgan por lo externo, si no que siempre

debes preguntarte esto:

Si su origen es Dios, es Cristo, entonces es

bueno. Todo lo otro es pecado, y procede del

mal.

La carne y la sangre, no pueden heredar el Reino

de Dios, ni producir nada bueno, la carne es de

este mundo, y Cristo es de arriba, no es de este

mundo.

Si quieres que tus obras permanezcan, tienes

que hacerlas en Cristo, y para Cristo, todo lo

¿Cuál es su origen?

La carne y la sangre, no pueden heredar el Reino de Dios, ni producir nada bueno, la carne es de este mundo, y Cristo es de arriba, no es de este

mundo.



41


otro, lo quemara el fuego. A la carne le gusta

aprender nuevas cosas, aun quiere intentar ser

buena, ella es especialista en eso, si alguien cree

que ser bueno es cumplir un conjunto de reglas,

y obligarse a pensar así, está muy equivocado.

Está perdiendo su tiempo, y su esfuerzo. Nadie

puede ser bueno, si no es nacido de Dios, y hace

sus obras en Cristo y para Cristo. Todo lo que

viene de Dios es bueno, todo lo otro es pecado.

Lo que debemos recordar

Esto es crucial entenderlo para

poder continuar en tu desarrolló,

sólo Dios es bueno, y TU NUNCA

VAS A PODER APRENDER A SER

BUENO, SÓLO SE ES BUENO POR

NATURALEZA




CON NADA.

Todo tu ser debe MORIR, completamente, lo

que tú consideras dones son CÁRCELES,

Espero que todos hayamos llegado a la luz en nuestros corazones, que todo nuestro ser, las

partes que para el mundo son buenas, y las otras también, todo nuestro ser, tenía que morir juntamente con cristo, porque todo esto es

pecado. Y este es el comienzo de las Cárceles, dejamos áreas de nuestra vida sin llevar a la

cruz, áreas que nos han servido durante nuestra vida, y no queremos deshacernos de ellas, porque las consideramos importantes, aun

llegamos a pensar que con esas áreas vamos a glorificar a Dios, pero a Dios no lo Glorifica la carne o la sangre, el que lo alaba tiene que hacerlo en Espíritu y en Verdad. No puedes

ofrecer tu don carnal a Dios, porque entonces él te mostrará la cruz, allí debe estar ese don, en la

cruz, porque es pecado, y Cristo pago por nuestros pecados.

¿Pero hermano, dirá alguien, entonces con que nos vamos a quedar?



43


limitaciones para poder recibir las maravillas

que Dios tiene preparadas para ti.

"y se vistan del nuevo hombre, el

cual, en la semejanza de Dios, ha

sido creado en la justicia y santidad

de la verdad."

Efe 4:24

"y se han vestido del nuevo hombre,

el cual se va renovando hacia un

verdadero conocimiento, conforme a

la imagen de Aquél que lo creó."

Col 3:10

Este proceso de "revestirse" del nuevo hombre,

lleva tiempo, es algo que se hace

voluntariamente, no es automático, TÚ tienes

que empezar esta obra.




Ahora veamos como Pablo, en uno de muchos

apartes que habla de este tema, lo dice

claramente:

¿Cómo crucificamos al hombre viejo, qué tenemos que

hacer?

Mas lejos esté de mí gloriarme, sino

en la cruz de nuestro Señor

Jesucristo, por el cual el mundo me

es crucificado á mí, y yo al mundo.

Porque en Cristo Jesús, ni la

circuncisión vale nada, ni la

incircuncisión, sino la nueva criatura.

Y todos los que anduvieren conforme

á esta regla, paz sobre ellos, y

misericordia, y sobre el Israel de

Dios. Gal 6:14-16

Pues los que son de Cristo Jesús han

crucificado la carne con sus pasiones

y deseos.



45


Gal 5:24

¿Cómo sucede esto?, ha sido la pregunta, cuando exponía este tema ante unos hermanos del grupo de célula, Veamos unos versículos de la carta a los romanos, que nos pueden ayudar en esto, aunque no son los únicos versículos que tratan el tema:

"Porque los que viven conforme a la

carne, ponen la mente en las cosas

de la carne, pero los que viven

conforme al Espíritu, en las cosas del

Espíritu." Romanos 8:5

Debemos poner nuestra mente en las cosas del Espíritu, rechazar activamente pensar en las




cosas de la carne. La palabra que aquí se traduce como "poner", la podemos entender como "ir detrás de", "seguir", en todos los casos denota acción, algo que nosotros hacemos activamente, si ponemos nuestros pensamientos en las cosas de la carne, vivimos conforme a la carne.

Porque los que viven conforme a la carne, ponen la

mente en las cosas de la carne, pero los que viven

conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.

Es importante hermanos que entendamos lo que se nos está diciendo aquí, ya teníamos por base que hemos sido trasladados al Reino de Cristo, estamos en ese Reino, pero… aun en el Reino de Cristo, y a causa de nuestra mente natural y nuestro cuerpo carnal, podemos movernos en la carne y de esta forma no nos movemos de acuerdo al Espíritu. Cuando nacemos de nuevo, ocurre algo realmente excepcional en nosotros, somos nacidos de Dios, recibimos la naturaleza de Dios y somos adoptados como hijos de Dios, hechos a la imagen y semejanza de Dios, todo este tesoro es puesto en un vaso de barro, o más claro, de carne y de este mundo. El hombre renacido de



47


Dios, por la fe en Cristo, puede moverse de dos diferentes formas, o a través de la carne, sus pensamientos antiguos, sus deseos de la carne, sus temores, sus angustias, sus capacidades naturales, todo lo que es del hombre natural “bueno” o malo, pertenece a la carne. O a través del Espíritu, guiado por el Espíritu de Dios que ahora mora en su espíritu. Es importante entender que esto no es algo automático, algunos piensan que como son hijos de Dios, sus pensamientos de una manera sobrenatural deben cambiar. NO, aunque el cambio es una obra del Espíritu Santo, es una obra en conjunto con la voluntad de la persona, y este cambio primero se producirá en el alma.

IMPORTANTE La diferencia se decide de acuerdo con lo que

pensamos, en lo que ponemos nuestra voluntad. Lo hacemos en nuestros propios pensamientos o

al contrario rechazamos activamente estos antiguos pensamientos y nos empezamos a

llenar de los pensamientos de Dios, que están escritos en la Palabra de Dios.




Hay un dicho popular que lo podríamos cambiar de la siguiente forma:

“Dime en que piensas y te diré quién eres.” Una nota de advertencia, nadie puede pensar en las cosas del Espíritu, si no tiene el Espíritu de Dios, es imposible, es como nadar en un río, donde no hay agua. Por esta razón aunque el mundo quiera imitar las cosas del Espíritu, nunca podrán producir vida, porque la Vida es Cristo. Continuemos con el versículo seis:

"Porque la mente puesta en la carne

es muerte, pero la mente puesta en

el Espíritu es vida y paz."

Romanos 8:6

La mente puesta en la carne es muerte. Si tú has nacido de nuevo y empiezas a pensar en las cosas de la carne, y no te arrepientes, y crees que ya tienes la salvación comprada, la Palabra te dice NO, si tú pones tu mente en la carne morirás, y ahora será eternamente. Porque no has sido rescatado para vivir según el mundo, sino según Cristo.



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Detállese que la Palabra habla de la muerte para el nacido de nuevo, porque el que no es nacido de nuevo, no puede pensar en las cosas del Espíritu, le es imposible, porque la carne es carne y el Espíritu, espíritu es. Mis hermanos estas palabras de Pablo, e inspiradas por Espíritu Santo están dirigidas a los nacidos de nuevo, no a los no creyentes, ellos primero tienen que entrar por la puerta del Reino de Dios, a decir Cristo, Cristo es la puerta al Reino de Dios y vamos a ver en este libro, que Cristo es también el Reino de Dios, pero esto lo veremos paso a paso. Ahora, la segunda parte del versículo, nos dice que la mente puesta en las cosas del Espíritu es Vida y Paz. Si quieres ser lleno de la Vida de Dios, tienes que pensar en las cosas de Dios.

¿Cómo? Muchas veces esto produce dolor a la carne, pero produce Vida, la Vida de Dios, y otra cosa muy importante Paz. Esta Paz de que nos habla aquí, no es la paz del mundo, de la paz entre los países, o de la paz en la mente, de estar




tranquilo, va mucho más allá, es la Paz de Dios, la Paz de saber que soy hijo de Dios, lleno de su Espíritu, que todo está bien porque él está por mí, es la Paz que da Cristo, que ni aun la muerte puede turbar, porque la muerte ya ha sido vencida, es la Paz de la vida eterna, la Paz que nada ni nadie puede turbar, porque no depende de mí, me ha sido dada por Cristo, y estoy rodeado de ella.

¡Cuán bienaventurado es el hombre

que no anda en el consejo de los

impíos, Ni se detiene en el camino de

los pecadores, Ni se sienta en la silla

de los escarnecedores, Sino que en

IMPORTANTE En la Palabra de Dios está revelado su corazón, ahí puedes encontrar la mente de Dios expuesta al hombre. No les estoy diciendo simplemente

que debemos leer la Biblia, porque muchas veces leemos pero olvidamos al momento, la palabra

nos dice que debemos poner nuestra mente, meditar, comer la palabra y hacerla viva en

nosotros, de tal forma que produzca transformación.



51


la ley del SEÑOR está su deleite, Y en

Su ley medita de día y de noche!

Será como árbol plantado junto a

corrientes de agua, Que da su fruto

a su tiempo Y su hoja no se

marchita; En todo lo que hace,

prospera.

Salmo 1:1-3

Veamos el versículo siete:

"La mente puesta en la carne es

enemiga de Dios, porque no se

sujeta a la Ley de Dios, pues ni

siquiera puede hacerlo,"

Romanos 8:7

Si ponemos nuestra mente en las cosas de la carne, nos declaramos enemigos de Dios, esto




somos, lo dice la Palabra. La carne no se puede sujetar a Dios, ni a la ley perfecta de la libertad, porque la carne es de abajo, y la libertad es de arriba, porque la carne es diabólica, y Cristo es Santo. Muchos en la historia han intentado sujetar su carne, para enseñarle a ser mejor, algunos la han llegado a dominar a un grado alto, encerrándose en monasterios, o en templos, queriendo golpear la carne y queriendo enseñarle a ser mejor. Pero esto no es posible, la carne es de este mundo, sólo uno que haya nacido de Dios, es como Dios, tiene su naturaleza. Aquí muchos alzaran su voz, y dirán, hermano, usted está diciendo que somos dioses, o que somos como Dios, Dios está arriba nosotros somos de abajo. Ese pensamiento es de la carne, quiere tener apariencia de piedad, pero es diabólico, porque la Palabra nos enseña que tenemos su naturaleza, somos hechos hijos de Dios. Jesús mismo lo explico de esta forma:

"Para que todos sean uno. Como tú,

oh Padre, estás en mí y yo en ti, que

también ellos estén en nosotros,



53


para que el mundo crea que tú me

enviaste."

Juan 17:21

¿Cómo va el mundo a creer, si predicamos un evangelio de acuerdo a la forma de la carne, si no aceptamos nuestra naturaleza, y nos movemos en los pensamientos de la carne? No se trata de hacernos igual a Dios, es que él nos ha hecho de su naturaleza, nos ha hecho uno con Él, no somos fuera de Él, no nos movemos fuera de Él, si esto hacemos, no estamos sembrando para el Reino de Dios, sino para la carne. Hay mucho que hablar de esto, pero lo haremos más tarde, por ahora sigamos con el versículo ocho:

"y los que están en la carne no

pueden agradar a Dios. "




Romanos 8:8

Está claro, que si nos movemos en la carne, no podemos agradar a Dios, sólo un detalle, fijémonos en la palabra "están", si nosotros pensamos en las obras de carne, si hablamos sus obras y pensamientos, si miramos sus hechos, podemos decir que estamos en la carne. Y da tristeza, pero muchos nacidos de nuevo, están en la carne, prontos a morir, porque siguen los deseos de la carne y no los del Espíritu.

"Sin embargo, ustedes no están en la

carne sino en el Espíritu, si en verdad

el Espíritu de Dios habita en ustedes.

Pero si alguien no tiene el Espíritu de

Cristo, el tal no es de El " Romanos

8:9



55


Pero nosotros estamos en el Espíritu, y pensamos en las cosas del Espíritu, si ahora estas palabras han despertado en ti el celo por Dios, Gloria a Dios, y arrepintámonos de las obras muertas, de pensamientos vanos y muertos, aunque parezcan muy dignos, sino tienen su origen en Cristo, son de este mundo, y son dignos de muerte. Y empecemos, con todo nuestro corazón a pensar en las cosas del Espíritu y a andar en el Espíritu. Noten el termino, andar en el Espíritu, no es que andemos sobre ÉL, NO, es que somos guiados por ÉL. ¿Quién tiene al Espíritu de Dios?, sino aquel que ha creído en el Hijo de Dios. Una aclaración, tener al Espíritu, es una forma de hablar, pero nunca vamos a tenerlo, como nosotros acostumbramos tener una cosa, o alguna cosa, simplemente decimos así, para indicar que el Espíritu de Dios nos habita, nos llena de su presencia, de sus ideas, de su amor, el mora en nosotros, y antes de nosotros "usarlo", nosotros somos guiados por ÉL, somos uno con ÉL.




"Y si Cristo está en ustedes, aunque

el cuerpo esté muerto a causa del

pecado, sin embargo, el espíritu está

vivo (es vida) a causa de la justicia."

Romanos 8:10

Me gusta mucho la forma como el Espíritu Santo, cambia la Palabra aquí, y en vez de usar Espíritu, usa Cristo, porque Cristo habita en nosotros, por el Espíritu Santo, Cristo habita en nosotros, y aunque el cuerpo este muerto a causa del pecado, porque la redención del cuerpo, llegara sólo hasta que recibamos nuestros cuerpos transformados y a la semejanza de Jesús, pero el espíritu nuestro vive a causa de la justicia, ¿de cuál justicia?, de la justicia que es por la fe en Cristo Jesús. Amén.

"Pero si el Espíritu de Aquél que

resucitó a Jesús de entre los muertos



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habita en ustedes, el mismo que

resucitó a Cristo Jesús de entre los

muertos, también dará vida a sus

cuerpos mortales por medio de Su

Espíritu que habita en ustedes."

Romanos 8:11

Si tenemos esta promesa, hermanos, no tememos ni a la muerte, nada nos puede apartar del amor de Dios, porque el Espíritu de Dios nos levantara un día, de la misma forma que resucito a Cristo, así lo hará con nosotros. Muchos piensan que se ha esperado mucho para la segunda venida del Señor, pero el hombre que más haya esperado, habrá esperado cien años, a lo máximo, y luego descansa, va al paraíso, hasta que un día la trompeta suene, y el Espíritu nos levante de entre los muertos. Pero esta cifra es una exageración en la mayoría de los casos, algunos han llegado a esperarlo realmente sólo algunos años. Entonces hermanos, realmente es corto el tiempo de espera, y pronto nos veremos con ÉL,




muy pronto, porque cuando el tiempo de nuestra partida llegue, entonces, el Señor vendrá al próximo momento, porque aunque hayan pasado cien o mil años más, para la persona que ya partió, sólo habrá pasado un instante, y estará frente a frente con el Señor, por eso hermanos es tan importante que estemos atentos, porque no sabemos el día o de su venida o de nuestra partida, y entonces debemos estar listos.

"Así que, hermanos, somos

deudores, no a la carne, para vivir

conforme a la carne. "

Romanos 8:12

Entonces mi hermano, ¿a quién le debes tu libertad, a la carne o a Cristo? A Cristo y somos deudores a Cristo, tenemos una deuda de amor con el Señor del cielo.

"Porque si vivís conforme a la carne,

habréis de morir; pero si por el



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Espíritu hacéis morir las obras de la

carne, viviréis. " Romanos 8:13

Este versículo es muy interesante, porque es la primer vez que la Palabra nos dice que las obras de la carne se pueden hacer morir, o esas obras que nos atormentan, que quieren pegarse a nosotros como un chicle viejo, que se pega a la mano, estas obras de la carne se pueden hacer morir, ¿Cómo? Por el Espíritu, pensando en las cosas del Espíritu, dejándonos guiar por el Espíritu, entonces, veremos hermanos algo fantástico, poco a poco, estas obras ya no tiene poder en nosotros, y empezamos a superarlas, y no sólo a superarlas, sino que ahora tomamos poder sobre ellas, y las podemos desenmascarar, y adquirimos autoridad sobre ellas, sacándolas del medio, y dando la Gloria a Dios, trayendo el Reino de Dios, a todo el que nos rodea.




Los hijos de Dios, nosotros, los que creemos en su nombre, somos los que somos guiados por el Espíritu de Dios. Amén.

"Porque todos los que son guiados

por el Espíritu de Dios, los tales son

hijos de Dios."

Romanos 8:14

"Pues ustedes no han recibido un

espíritu de esclavitud para volver

otra vez al temor, sino que han

recibido un espíritu de adopción

como hijos, por el cual clamamos:

"¡Abba, Padre!" Romanos 8:15

El nuevo espíritu que nos ha sido dado, que es habitado por el Espíritu Santo, es un espíritu en libertad, libre de pecado y contaminación de este mundo, libre de toda mancha, es limpio y sin mancha, y si vivimos por el Espíritu, no debemos volver al temor, la esclavitud nos traía



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temor, temor a la muerte, temor en esa vida que vivíamos, que no tenía sentido, ni objetivo alguno, vivíamos para intentar hacer lo mejor posible, en el mejor de los casos, como si nos hubiéramos montado en un tren, que no sabíamos para donde iba, ni de dónde venía, era una existencia temporal, vivir para sacar lo mejor de cada minuto, o algunos vivir para sufrir, porque sus situaciones no eran las mejores, vivíamos sujetos a nuestras pasiones y sentimientos, nuestro mundo era el mundo de las pasiones, deseos y pensamientos, que de alguna forma lográbamos experimentar, y si era una sensación nueva, entonces era un logro. EL mundo se ha humanizado, pero esto que digo debe entenderse bien, ¿humanizado en que aspecto? En que se han dictado leyes, se ha llegado a alcanzar una conciencia común, y la necesidad global de tener leyes que rigen las sociedades y las personas, y se han dictado estas leyes, basados en la experiencia de los sentidos y en la historia vivida. Leyes que tienden a exaltar el YO, que hasta este momento es aceptado, un YO que debe acomodarse un cien




por ciento a las sociedades donde el individuo vive, por ejemplo en el país que vivo actualmente, es prohibido hablar de Cristo en hospitales, en Bibliotecas, en todo sitio gubernamental, porque, según ellos, se debe respetar a las creencias de los demás. Así también, en las escuelas es prohibido, hablar de un Salvador, de una fe, pero en todo caso es legal y obligatorio enseñar de la evolución, la religión del estado para algunas cosas, y digo religión, porque toca tener un alto grado de fe en sus teorías, puesto que muchas de ellas no son probadas, ni mucho menos, casi en su totalidad, comienzan por el conocido “Hace millones de millones de años”, como un cuento para niños. Y es en esta sociedad que vivimos y nos movemos, si tú lees este libro, es muy probable que seas creyente en Cristo como tú salvador personal. Te pido por un momento, que hagas un alto en el camino, mira a tu alrededor, mira las personas, mira lo que hacen, mírate a ti mismo. ¿Por qué ellos no pueden ver la luz de Cristo?, ¿Qué es lo que les impide creer?, vas a encontrar varias respuestas, y seguramente algunas que yo no he visto, pero en la mayoría



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de los casos, si tú hablas con ellos, te dirán de su cultura, sus planes, de el ansia que tienen de ser aceptados por otros, y muchas otras respuestas. Casi todas las personas se ocupan del momento y de lo que quisieran hacer para vivir mejor en esta vida, al decir mejor, me refiero a tener dinero, y una tranquilidad económica y de salud que les permita disfrutar sus vidas. La felicidad es igual a poder disfrutar, así se valora en casi toda sociedad actual. Si alguno de ellos, de los que ahora has mirado, llega al conocimiento de la verdad, conoce y recibe a Jesús, su vida es transformada, y mucho de lo que ya hemos hablado, comienza a pasar en la vida de esta persona. Pero… ¿cambiara todos sus pensamientos al momento, porque ahora conoce al Señor?, ¿En tu Iglesia, lo hacen?, ¿Llegan al Señor, y lo dejan todo por seguir al Señor?, la respuesta lamentablemente es NO. No lo hicimos al momento, nos ha llevado un proceso, un tiempo, en el mejor de los casos, pero lamentablemente en algunos casos, todas estas cosas de la vida pasada nunca dejaran la persona, porque la persona las ve como de ella,




como algo muy importante en su vida, y se aferra a ellas con toda su fuerza.

"No améis al mundo, ni las cosas

que están en el mundo. Si alguno

ama al mundo, el amor del Padre no

está en él." 1Jn 2:15

Estas palabras de Juan, Apóstol, nos llegan a este tiempo, y golpean con fuerza las bases de nuestra sociedad. Si queremos ser libres de las cárceles en que nos encontrábamos, esa antigua forma de vivir y de pensar, esos temores, esas dudas, esa falta de sentido, debemos dejar que la Palabra nos inunde, y además debemos renunciar activamente a la antigua manera de pensar y de vivir.

Para algunos, estas preguntas que hoy dejo escritas aquí, van a empezar a ser un tema de meditar de cada día, porque va a venir un despertar, ahora empiezas a valorar de acuerdo a una escala diferente, empiezas a ver de acuerdo al Espíritu de Dios. Entonces se hará



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palpable, la necesidad de llevar lo que ahora tienes a otros, que están en prisiones de oscuridad, llevarles la Palabra de Dios, para que el Espíritu Santo pueda obrar en sus corazones y la luz de Cristo un día resplandezca en sus vidas.

A medida que empieces a avanzar en este camino, vas a encontrar una respuesta, la solución a este problema, la solución a esta sociedad, y NO es empezar una revolución, o crear una sociedad alterna, la solución es CRISTO. Cristo debe llegar a cada corazón, entonces entendemos, que ahora vemos, lo que vemos, porque Cristo brilla en nuestros corazones, que en Cristo estamos, y es Él, el que hace las obras en nosotros, que ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. No digo esto en pretensión, sino en debilidad, porque cuando yo soy débil, Él es fuerte en mí. Mis hermanos, el YO debe morir, y debe dar paso a Cristo en nosotros, la esperanza de Gloria, y es esta gloria en nosotros, la que cambiara el mundo, la que transformara a todos los que estén a nuestro alrededor.




Nuestra sociedad, presenta un desafío extraordinario, con todas estas ideologías, y con el avance del humanismo, en todas las aéreas de la sociedad, y el enfrentamiento de la política a la fe cristiana. Actualmente, se están introduciendo diferentes doctrinas en las Iglesias, que en vez de traer libertad a los que las escuchan, traen más cárceles, más prisiones, más cadenas a sus vidas. No digo que la culpa sea totalmente de quien las predica, porque el que escucha tiene la opción de creerla o no, y como es un tiempo de comodidad, en donde no queremos hacer nada que nos lleve trabajo, queremos recibir todo ya listo, que no sea sino apretar un botón, o levantar una mano y decir amén, o leerme un libro con las últimas revelaciones, y no nos preocupamos por leer la Palabra de Dios, por meditar en ella, esto hace que muchos estén adhiriéndose a estas doctrinas, y separándose cada vez mas de Dios y de Cristo.



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No es mi intención señalar cuales doctrinas, creo que cada uno de nosotros, debe leer la Palabra, y orar, y darse cuenta, porque si esto no se hace estas en peligro de muerte.

Quiero por un momento hablar, de una de estos pensamientos, que al introducirse, crea un debilitamiento en las personas, y se quedan en una actitud de espera, es el destino. Muchos creen que existe un destino, algo a lo que ya estábamos destinados y que eso vendrá, querámoslo o no. Esto hace que muchos reciben al Señor, y se quedan ahí, esperando que el destino los golpee en la cabeza, y les diga, mira voltea a la izquierda que por ahí es. Cuando la Palabra dice:

"También en El hemos obtenido

herencia, habiendo sido

predestinados según el propósito de

Aquél que obra todas las cosas




conforme al consejo de Su

voluntad," Efe 1:11

Muchos, interpretan, que habíamos sido predestinados a ser Salvos o algo así. Pero eso no es lo que dice la Palabra, leamos con cuidado: ¡habiendo sido predestinados según el propósito!, el propósito de Dios es salvar a todos, sin excepción, no sólo a algunos escogidos, a todos, (1 Ti 2:4), y según ese propósito nos predestino, como pueblo, a que fuéramos salvos y recibiéramos la herencia, no nos predestino como individuos, sino como un pueblo, como un plan que se prepara y se dice: Voy a salvar a este pueblo, y prepara lugar para todos, pero no predestina a individuos, ni prepara sus destinos. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, SI, eso es diferente a que me dicte un destino, del cual yo no puedo hacer nada por salirme o entrar en él. Dios anhela que le escuchemos, y cuando lo hacemos y obedecemos, él pone en marcha su plan para con nosotros, para con cada uno en particular. El plan de Dios, es diferente al destino, el



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diccionario de María Moliner, define destino como:

"Supuesta fuerza o causa a la que se atribuye la determinación de manera inexorable de todo lo que ha de ocurrir"

No existe un destino, la escritura no enseña de un destino, pero si enseña de un plan de Dios. La principal diferencia, es que un plan requiere de alguien que lo ejecute, si el que ejecuta el plan, no lo hace bien, el plan falla. Dios ha tenido un propósito desde la eternidad con el hombre, después de la caída del hombre, se creó un plan, para llegar a ese propósito. El punto central del plan de Dios es Cristo, y es así como el mismo descendió y llevo a cabo esta parte, haciéndolo a la perfección. Hay otras partes del plan, que aún no se han ejecutado, están por llegar, tienen un tiempo, y una forma de ejecución, Él mismo se ocupa de que todo sea ejecutado a la perfección. Por ejemplo leemos de Jesús:




"Mas venido el cumplimiento del

tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de

mujer, hecho súbdito á la ley," Gal

4:4

Vemos como una parte de ese plan es ejecutado, por Dios que envía su Hijo. Cuando Jesús mismo anuncio el evangelio en Galilea dijo:

"El tiempo se ha cumplido," decía, "y

el reino de Dios se ha acercado;

arrepiéntanse y crean en el

evangelio." Mar 1:15

Otra vez, el tiempo se ha cumplido, ya era el tiempo. Dios tiene un propósito, llevar muchos hijos a la Gloria, cuando el hombre cayó en pecado, Dios creó un plan, que cumple ese propósito, la Voluntad de Dios es que todos los hombres sean salvos, y prepara una salvación para todos. La grandeza del Señor y su eterno



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poder, le lleva a decir su propósito, y hasta su plan desde el principio, y aunque se opongan, el mismo se encarga de que todo llegue a cumplimiento. Lo que es del Señor, no podemos mirarlo desde nuestro punto de vista, nosotros vemos lo que hasta ahora podemos ver en la Luz de Cristo, vivimos como máximo ciento veinte años y morimos, tenemos un cuerpo físico que está en un sitio, el Señor es Omnisciente, Omnipresente, Todopoderoso, y no tiene tiempo. Todo esto lo digo, para que entendamos, que tu destino está en tu mano, es un regalo de Dios para ti, si tú quieres creerle a Dios y vivir, entonces te alinearas con el Plan de Dios, y el Señor empezara a formar su plan, un maravilloso plan para ti de parte de él. Pero si tu escoges alejarte y hacer otra cosa con tu vida, él no te obligara, tú tienes la vida y la muerte en tu mano, debemos escoger la vida.



LIBROS DEL REINO DE DIOS EL MUNDO ESPIRITUAL

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El mundo Espirituál

"Dios es espíritu..." Juan 4:24

n el capítulo anterior vimos que existen

cárceles, razonamientos antiguos en las

que estamos presos, que no nos permiten

ver la Verdad, ni palpar la libertad que el Señor

ha ganado para nosotros. La biblia dice al

respecto:

“Destruyendo especulaciones y todo

razonamiento altivo que se levanta

contra el conocimiento de Dios, y

poniendo todo pensamiento en

cautiverio a la obediencia de Cristo”

2Co 10:5

E




En este capítulo quiero hablar acerca de otra

área, de mayor importancia, que mantiene

también presos a muchos, y que se hace

palpable después de recibir la Salvación, el

mundo Espiritual.

Cuando empezamos nuestro andar en Cristo, el

mundo espiritual es algo muy subjetivo, que les

creemos a los pastores que nos predican, pero

no podemos definirlo de ninguna forma.

Algunos, traemos algunas malas enseñanzas de

antiguo, nos habían enseñado a creer en

espantos, y en cuentos de brujas, como diría

alguien en mi tierra. ¿Pero qué es esto

realmente?

Lo primero que debes hacer, es dejar todas tus

antiguas enseñanzas al respecto, todas están

completamente erradas. ¿Cómo lo sé? Porque la

verdad la encontraras únicamente en Cristo. Y

dejando todo atrás, vamos a ver a la luz de la

Palabra de Dios acerca del mundo Espiritual.



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Estas palabras las dice el mismo Señor Jesús.

Dios es espíritu y tú sólo podrás acercarte a Él en

espíritu. Sólo un espíritu vivo podrá acercarse a

Dios, podrá verlo, podrá saber de él. Dios no

acepta alabanza, ni honra de la carne. Por más

que la carne se esfuerce y lo haga muy bonito,

nunca podrá darle alabanza a Dios, ni tampoco

le agrada al Señor.

"Dios es espíritu..."

Juan 4:24

“Dios es espíritu, y los que le adoran

deben adorarle en espíritu y en

verdad.” Juan 4:24




¿Pero… que quiere decir este versículo con

adorar en el espíritu?

Recordemos que vimos que debemos ser

guiados por el Espíritu de Dios. Debemos andar

en el Espíritu. Si andamos en la carne no

podemos adorar al Señor, ni verlo, ni palparlo.

Esto es un concepto, que sólo vamos a empezar

a vislumbrar, en su significado completo, al final

del libro, lo iremos tratando a través de todo el

libro, y espero que quede más claro al final. Por

ahora dejamos como base que existe un mundo

espiritual, en el que Dios habita.

Muchos, al principio, queremos explicar el

espíritu como una energía, o una fuerza que

hace algo. De esta forma, ponemos el mundo

espiritual bajo el material, diciendo que el

mundo espiritual es sólo algo, por ahora

desconocido, pero al fin una fuerza que se

puede usar. Pero la verdad es que el mundo

material fue creado del mundo espiritual.



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“Por la palabra del SEÑOR fueron

hechos los cielos, y todo su ejército

por el aliento de su boca.”

Salmo 33:6

Este es uno de muchos versículos en la Biblia,

que enseñan que Dios, Espíritu, creo todas las

cosas por Su Palabra. La única forma de empezar

a adentrarnos en el Reino de Dios, es por medio

de la fe. La fe, es una confianza, una seguridad

en el Señor, en Su Palabra.

Esta será una de tus primeras decisiones en el

Reino de Dios, pero es de vital importancia.

Nota que digo, decidirte, porque esto es algo

que uno tiene que hacer. El Espíritu Santo te va

ayudar en el camino, pero tú debes tomar esta

decisión. Esta decisión no es tan simple como

algunos piensan, de quizás sólo decir, “si, yo

creo” no es suficiente.




El mundo actual y su sistema de cosas, está

regido por parámetros completamente opuestos

a la Palabra de Dios. Decidir creerle a Dios, es

también decidir salir del mundo y de su sistema.

Al decir, salir del mundo y de su sistema, no

quiero decir mudarnos a otro planeta, o quizás

escondernos en alguna cueva, NO, pero

debemos empezar a vivir por los fundamentos

que Dios nos da, y esto incluirá en muchos

casos, tener que ir en completa oposición al que

el 90% de personas tiene por actual dirección.

Veamos algunos ejemplos:

El mundo dice que el hombre proviene de

la evolución de las especies. La palabra de

Dios enseña que Dios creo al hombre a su

imagen y semejanza, no evoluciono, fue

creado como hombre (Gen 1:27).

El mundo dice que la vida, es obtener una

felicidad temporal, brindada por algunos

Tienes que decidirte a creerle a la Palabra de Dios.



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efectos materiales y por algunas

sensaciones, si en el mundo se obtiene

esto, entonces se dice que esa persona es

feliz. Dios dice que la vida es Cristo, y en

Cristo está todo lo nuestro (Juan 14:6, Fil

4:19).

El mundo dice que hay muchas religiones

(dioses), cada cual debe escoger la que

más le convenga. La Palabra enseña que

hay un sólo Dios, y sólo en él hay

salvación ( 1 Ti 2:5)

El mundo enseña que el universo procede

de una gran explosión “hace millones y

millones de años”. La Biblia enseña que el

universo fue creado por la Palabra de Dios

(Gen 2:4, Ex 20:11, Isa 48:13).

El mundo dice que está correcto el tener

relaciones sexuales entre dos hombres o

dos mujeres. La Palabra de Dios enseña

que sólo se debe tener relaciones

sexuales dentro del matrimonio, entre un

hombre y una mujer ( Romanos 1:27, Ex




22:19, Lev 18:22, Lev 20:13, 1 Ti 1:10, 1

Co 7:10, Heb 13:4).

Como se ve, lo que Dios quiere de nosotros, es

la vida, nuestra vida. Dios quiere enseñarnos a

vivir de otra forma, una forma desconocida para

nosotros antes. Creerle a Dios, te implicara

poner tu vida por lo que crees. Y con esto no

estoy diciendo que te vayan a matar, digo que

debes dejar todo lo antiguo y empezar a vivir de

acuerdo a lo que Dios enseña.

"En verdad, en verdad os digo que si

el grano de trigo no cae en tierra y

muere, queda él sólo; pero si muere,

produce mucho fruto.

El que ama su vida la pierde; y el que

aborrece su vida en este mundo, la

conservará para vida eterna.

Si alguno me sirve, que me siga; y

donde yo estoy, allí también estará

mi servidor; si alguno me sirve, el

Padre lo honrará."



81


Juan 12:24-26

Quizás en este momento, tengas algo de

confusión, y estés pensando que debes empezar

a vivir de acuerdo a un conjunto de leyes e

intentar guardarlas todas, para así, agradar a

Dios. Pero pensar esto es también

completamente erróneo. Sería volverse a meter

a las obras de la carne e intentar agradar a Dios

por el propio esfuerzo. Y esto NO es lo que Dios

quiere.

En el mundo espiritual, y en el Reino de Dios

existe sola una forma de agradar a Dios, por

medio de la FE. Sólo tienes un camino por

delante, es un camino fascinante, lleno de

maravillas, es el camino de la FE.

“Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que recompensa a los que Lo buscan.”

Hebreos 11:6




“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la

fe…”

Pero aún este concepto, de fe, ha sido

tergiversado en el mundo, se cree que fe es

tener un convencimiento en su pensamiento lo

suficientemente fuerte como para crear algo. El

mundo empieza a descubrir que existe algo más

allá, en el mundo espiritual, y quieren

alcanzarlo, pero sin creer en el Salvador, sin

dejar el pecado. Alcanzar el mundo del espíritu

con la carne y esto es imposible. Lo que están

logrando es mezclarse en un mundo espiritual

de maldad, que los está atrayendo cada vez

más. Te diré algo que te va a sonar drástico,

pero es cierto. El mundo no puede tener fe,

porque la fe viene de Cristo, sólo recibiendo al

Señor como Salvador y Señor una persona

puede recibir la FE. Veámoslo en la Palabra:

“puestos los ojos en Jesús, el autor y

consumador de la fe…”. Heb 12:2



83


Nota como la Palabra dice que el autor de la fe

es Jesús. La fe es más que creer, es una

seguridad. Yo diría que el creer, es el primer

paso para llegar a la fe. El creer implica algo de

fe, es cierto. Cuando una persona está en el

mundo sin Dios, y sin Cristo, y el Espíritu Santo

empieza a obrar en ella, convenciéndola de

pecado, luego la trae a la Palabra de Dios. La

Palabra de Dios, leída o predicada, tiene el

poder, para producir fe en el oyente. El

arrepentimiento y este pequeño grano de fe es

la que nos trae a Cristo, y en Cristo recibimos

Salvación, Redención, Justicia y además

recibimos fe.

La obra de la fe en Cristo

En Cristo recibimos Salvación,

Redención, Justicia y además

recibimos fe.




No pienses de la fe como un convencimiento en

tu mente, porque estarás muy equivocado.

Quiero que veamos un ejemplo: Piensa en un

buen amigo, alguien en el que tu confías en un

cien por ciento, alguien cerca de ti, puede ser tu

mamá, o tu papá, o un hermano, o un buen

amigo. Si tú vas en un camino con esta persona

y llegaras a tropezar y a caer, puedes estar

seguro de que esta persona te ayudaría, te

levantaría, y te cuidaría. Nadie te lo tiene que

decir, tú sabes que es así. No necesitas verlo, lo

sabes. Bueno, similar es la fe.

La fe es una confianza en Dios, un descanso, una

seguridad que Dios te sostiene en Su mano. Él te

ama, el cuidara de ti. Esta seguridad, te trae paz,

que ni la misma muerte te puede mover de ahí,

porque sabes que Dios es tu buen amigo. Bueno,

esto es la FE.

La fe no se mide por la cantidad de cosas que

recibe o hace. La fe es. Jesús lo explico, cuando

sus discípulos le pidieron que les aumentara la

fe, él les dijo que aún una fe tan pequeña como



85


una grano de mostaza podría mover montes.

Porque la fe no se mide, la fe es.

“Y Él les dijo: Por vuestra poca fe;

porque en verdad os digo que si

tenéis fe como un grano de mostaza,

diréis a este monte: "Pásate de aquí

allá", y se pasará; y nada os será

imposible.”

Mat 17:20

En la mayoría de versiones al español, se

traduce aquí “Por vuestra poca fe”, pero lo que

el original dice realmente es: “Por vuestra

incredulidad”. La Biblia de King James traduce

“Because of your unbelief”.

La fe viene del mundo espiritual, y necesita un

hombre nacido de Dios para poder reposar en

él. Jesús es el Autor y el consumador de la fe, él

la creo, y el la llevo a efecto. Todas las cosas las

hizo por la Palabra y la fe. Él dijo y fue hecho.




Cuando Jesús estuvo en el mundo, llego a orar

por ti y por mí, sin habernos visto, pero ya sabía

que un día creeríamos, él dijo:

Mas no ruego sólo por éstos, sino

también por los que han de creer en

mí por la palabra de ellos, para que

todos sean uno. Como tú, oh Padre,

estás en mí y yo en ti, que también

ellos estén en nosotros, para que el

mundo crea que tú me enviaste.

Juan 17:20-21

"...que da vida a los muertos y llama a las cosas que no

son, como si fueran" Romanos 4:17

No se trata de convencerse a sí mismo de algo que uno quiere que ocurra, o de alguna fuerza secreta que Dios da a algunos. La fe como hemos visto, viene de Dios, él es el autor de ella, y habita en el corazón renacido. La fe, hermanos, no obra independiente de Dios, sino que obramos en él, y para él. En los versículos anteriores, el Señor ora para que seamos uno, uno en espíritu, uno en Cristo. El Padre en



87


Cristo, y Cristo en nosotros, y así el Padre en nosotros, para hacer la voluntad del Padre en el nombre de Cristo. Es un obrar juntamente con Dios, es hacer las obras de Dios, que él ha preparado para nosotros, no para que nos gloriemos nosotros, sino para que el mundo conozca que Cristo es el enviado de Dios, el Salvador del mundo. Las obras de la fe sólo tienen un propósito, dar a conocer a Cristo al mundo. Hemos pasado muchas cosas muy importantes un poco rápido, pero las iremos viendo paso a paso. Por ahora es importante que te deshagas de todo pensamiento antiguo respecto a la fe, y tomes lo que está en la Palabra de Dios, que la fe viene de Cristo, y es dada a todo el nacido de nuevo para hacer las obras de Dios.

"pero éstas se han escrito para que

creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo

de Dios; y para que al creer, tengáis

vida en su nombre."

Juan 20:31




"Porque en el evangelio la justicia de

Dios se revela por fe y para fe; como

está escrito: MAS EL JUSTO POR LA

FE VIVIRÁ."

Romanos 1:17

La fe, es un tema central en el Evangelio del

Reino de Dios, que por supuesto sólo puedo

exponer lo poco que he aprendido al respecto,

pero cada uno de nosotros debemos aprender

primero de nuestro maestro, Cristo Jesús, por

medio del Espíritu Santo. Seguramente ya el

lector vislumbra que la fe es más que una

confianza. Aunque es un buen comienzo, la fe es

mucho más que eso.

Les pido que mediten por unos momentos

acerca de nuestra fe, no piensen en la fe como

un término, sino en la fe de cada uno. Lo que

estamos creyendo.



89


Cuando meditamos en ella, la mayoría de

nosotros, también veremos otras áreas,

sabemos que creemos, pero existen áreas de

nuestra vida, que nos avergüenzan, porque en

esas áreas vemos que no obramos de acuerdo a

la fe. Es como si fuéramos en un bote remando

con una mano y en la otra mano llevamos un

salvavidas. ¿Saben que pasa cuando uno rema

con sólo una mano, por sólo un lado del bote?

Exacto, muchos lo pensaron y lo dijeron, el bote

empieza a avanzar en círculos. Prácticamente

no se mueve del sitio. Y navegamos y

navegamos y como que no avanzamos.

Queremos partir, servirle a Dios, pero como que

no pasa nada, nos esforzamos, hemos intentado

dejar todo atrás, y miramos fijamente ese

horizonte adonde queremos llegar, y… seguimos

en el mismo sitio. Si queremos avanzar

necesitamos las dos manos, pero… en la otra

mano llevamos el salvavidas, ¿y si nos

ahogamos? No, no te avergüences, esta

pregunta la hemos hecho todos en alguna




ocasión. ¿Si me despego del todo y no resulta?

Recuerdan lo que dijimos acerca de la fe, una

confianza completa, si muero sirviendo al Señor

que así sea.

De la fe que hablo en este punto, no es la fe que

se necesita para ser salvo, no aquí hablo de la fe

del que ya ha nacido de nuevo, y ahora está en

una disyuntiva: ¿Cómo servir al Señor? ¿Qué

debo hacer, dejarlo todo e irme a otro país a

servir al Señor? Si esto llegas a hacer en este

punto, te estás apresurando, todavía no

llegamos a ese punto, pero primero tienes que

palpar la verdadera fe. La fe de que hablo aquí,

deja su seguridad en las manos de Dios, y

aprende a descansar en él. El Señor tiene

cuidado de nosotros, en el sitio en donde estoy,

en mi escuela, en mi trabajo, en todas partes,

Dios es mi Señor y él tiene cuidado de mí, ya no

llevo un salvavidas, porque ahora camino sobre

las aguas.

"Salmo de David. El SEÑOR es mi luz

y mi salvación; ¿a quién temeré? El



91


SEÑOR es la fortaleza de mi vida;

¿de quién tendré temor?"

Salmo 27:1

"Porque sol y escudo es el SEÑOR

Dios; gracia y gloria da el SEÑOR;

nada bueno niega a los que andan

en integridad."

Salmo 84:11

"Levántate, resplandece, porque ha

llegado tu luz y la gloria del SEÑOR

ha amanecido sobre ti. Porque he

aquí, tinieblas cubrirán la tierra y

densa oscuridad los pueblos; pero

sobre ti amanecerá el SEÑOR, y

sobre ti aparecerá su gloria."

Isa 60:1-2




Mi hermano, lo primero que debes hacer

después de nacer de nuevo, es conocer al Señor,

palparlo, gustar su bondad, gustar su poder,

amarlo, llagar a amarlo con todo tu ser,

entonces, mi hermano, conocerás la fe. Los

versículos de Isaías, lo expresan de una manera

maravillosa: "Levántate, resplandece, porque ha

llegado tu luz”, tu luz ha llegado, Cristo ahora

mora en ti, y debes empezar a resplandecer

porque el mora en ti, la luz de los hombres

alumbra desde tu interior. Deja que esa luz te

inunde, deja que la luz de Cristo llene cada área

de tu vida, conócelo como tú Señor,

profundízate en esta declaración, hasta que

entiendas que es llamar al Señor, Señor.

Amalo, hasta que llegues a amarlo más que a tu

propia vida. ¿Cómo? Preguntaras, ¿Cómo hacer

eso? ¿Dónde dictan un curso de conocer a Dios?

Ama al Señor, hasta que llegues a amarlo más que a tu propia vida.



93


El único maestro que te lo puede mostrar, y que

te lo puede enseñar, es el Espíritu de Verdad. El

Espíritu Santo, ha sido enviado por Cristo, para

dar testimonio de él, y convencer al mundo de

pecado, de justicia y de juicio. Él es nuestro

ayudador, y habita en nosotros, los que creemos

en Cristo, y nos enseña todas las cosas. El

Espíritu Santo tiene una herramienta esencial

para hacer su obra en el creyente, él usa la

Palabra de Dios. La Palabra de Dios en manos

del Espíritu Santo, es como una espada muy

afilada, que usa para empezar a derribar

argumentos, sistemas de pensar antiguos, usa

esta espada para romper ligaduras en tu

espíritu, para traer luz a áreas de tu vida que

están en oscuridad, para traer a Cristo a tu vida,

y que Él reine completamente en ti. Este será el

tema de nuestro próximo capítulo, “La Palabra

de Dios”.

Hay mucho más que hablar acerca del mundo

espiritual, pero lo iremos viendo en diferentes

capítulos.




95


Lá Pálábrá de Dios

ESTAD, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos

hizo libres, y no volváis otra vez á ser presos en el yugo

de servidumbre. Gal 5:1

ntes de comenzar este capítulo quiero

hacer una advertencia a todo el lector

de estas páginas. Este libro es escrito

para ayudar a todo hermano que cree en Cristo

Jesús como su Señor y Salvador, en el camino de

la fe. El verdadero trabajo, lo hará cada uno, por

medio de su entrega, su amor, su fidelidad, su

humildad, su amor a los hermanos, su amor

dentro de la Iglesia. Ruego al Señor, que el guié

mis palabras, para que escriba sólo lo que es de

edificación. No recomiendo a nadie leer este o

cualquier otro libro, para llenarse de

conocimiento, dejando de lado la instrucción del

Espíritu Santo. Si tú sabes en tu corazón que el

A




Señor ahora está trabajando en ti en otras áreas

de tu vida, puedes dejar de lado estas líneas, y

vuelves a ellas cuando así lo consideres

necesario. Esto que acabo de escribir, podría

decir, es el resumen de este capítulo, lo cual

debemos recordar continuamente:

Pero antes de adentrarnos, en la mayor riqueza

dada a los hombres, vamos a intentar dejar

asentadas algunas bases. Lo primero es que

quiero que cada uno se haga esta pregunta:

¿Qué es la Palabra de Dios para mí?

Repasa la pregunta otra vez, lo que quiero que

cada uno responda no es la definición escolar de

la Palabra de Dios, sino lo que la Palabra de Dios

es para cada uno de nosotros.

Esta pregunta debería uno hacerla en diferentes

ocasiones en su vida cristiana y meditar en su

Obedece a la Palabra de Dios



97


respuesta. El lector vera como su respuesta

cambiara con la experiencia en Cristo.

Pero quizás alguno se pregunte:

¿Qué valides tiene lo que yo pienso respecto a

algo?

Una gran parte de lo que ahora entendemos,

como por ejemplo: lo que es Dios, lo que el

Señor ha hecho por nosotros, lo que significa el

Reino de Dios, y en general casi todo en el Reino

de Dios, se verá afectado por la percepción

propia que cada uno tenga. No que la verdad

cambie de acuerdo al lector, NO, pero lo que

uno alcanza a entender en su alma, es lo que se

refleja en la vida diaria.

Por esta razón, este conocimiento, que lo vamos

a llamar, conocimiento de Dios, ira en aumento,

no que la verdad cambie, pero tu luz, lo que tú

ves ira cambiando, estará cada vez más cerca de

la verdad, que es Cristo. Y Al final llegaremos a

una medida igual de amor y luz a la de nuestro




Señor, porque esta es su voluntad. Y al final

hermanos, el alma dejara de poner obstáculos, y

se someterá por completo a la Voluntad de Dios,

no teniendo pensamientos propios, no tomando

decisiones propias, sino en todo esperando y

escuchando del dador de la vida, siendo uno en

perfección con el Señor. Pero esto sólo llegara

cuando el Señor mismo lo forme en nosotros.

Pareciera que estoy hablando en círculos, pero

no es así, la verdad es que todo en el Reino de

Dios, todo en la Palabra de Dios, apunta a un

solo punto, Cristo.

"Mas la senda de los justos es como

la luz de la aurora, que va

aumentando en resplandor hasta

que es pleno día." Pro 4:18

"Entonces nacerá tu luz como el

alba, y tu salud se dejará ver presto;

é irá tu justicia delante de ti, y la



99


gloria de Jehová será tu

retaguardia."

Isa 58:8

El conocimiento de Dios, no es sólo tener un

conocimiento teórico acerca del Reino de Dios.

Existen muchos hermanos, que por razones de

la vida no han podido leer muchos libros,

digamos que ninguno, pero tienen un gran

conocimiento de Dios, porque la fuente de este

conocimiento, de esta luz, es la Palabra de Dios.

Y en este punto volvemos a nuestra pregunta:

¿Qué significa la Palabra de Dios para el lector?

En muchas ocasiones la primera respuesta es: La

Palabra de Dios es la Biblia. Otros dirán: La

fuente de la vida, o el legado de Dios al hombre.

Pero les digo que estas respuestas sólo son un

diez por ciento de lo que realmente es la Palabra




de Dios. Estoy convencido, que el Señor,

levantara maestros dentro de la Iglesia, que

desempolvaran verdades eternas acerca de la

Palabra de Dios, y las traerán a todo el cuerpo y

todos nos gozaremos con las maravillas de la

Palabra de Dios.

(Acerca de la Biblia en Internet: La versión de la

Biblia que más uso es las Sagradas escrituras

versión Antigua, esta versión se puede descargar

libre en Internet, no tiene derechos de copia, y es

conocida en la mayoría de programas de la

Biblia como SEVA. A quien le interese, uso dos

aplicaciones diferentes: Davar3 y e-Sword,

ambas versiones se pueden conseguir gratis en

Internet.)

Empecemos por escuchar al Apóstol Juan:

En el principio ya era la Palabra, y

aquel que es la Palabra era con el

Dios, y la Palabra era Dios.

Juan 1:1." Isa 58:8



101


Juan empieza su evangelio, con estas

maravillosas palabras. De entrada recibimos un

plato bastante fuerte, algunos pasamos años,

antes de poder captar el significado de estas

palabras. Por ahora quiero que el lector medite

en este versículo. Antes de todo, ya era la

Palabra, no tiene principio ni fin, como en este

mundo todas las cosas. No es una creación, no

tiene un comienzo, es antes de todo, ya era en

el principio con Dios, y esta Palabra era Dios.

Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que

también vosotros tengáis comunión con nosotros: y

nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y

con su Hijo Jesucristo. 1 Juan 1:3

El lector no lo debe entender como que eran

dos dioses, siempre intentamos explicarlo todo

de acuerdo a lo que vemos o escuchamos, pero

aquí estamos hablando de Dios. Notemos algo,

la Palabra era CON Dios, y la Palabra ERA Dios.

Un sólo Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,

Un Dios. Para dar un poco de claridad acerca de




la trinidad, quiero poner un ejemplo (téngase en

cuenta que es sólo un ejemplo y no todo es

similar a lo que se quiere explicar): Los que ya

hemos andado un poco en Cristo sabemos que

el ser humano está compuesto de espíritu, alma

y cuerpo. Los tres forman la persona. Si una

persona toma una decisión, los tres participan

de esa decisión, los tres están al tanto al mismo

tiempo, los tres llevan los frutos o las

consecuencias. No podemos decir: Mi alma

tomo la decisión y ahora que lleve las

consecuencias. Esto no es posible, porque es

una sola persona. A dónde va el cuerpo, también

ira el alma y el espíritu, los tres comparten una

sola vida en armonía perfecta. Este ejemplo

tiene sus limitaciones, estamos hablando de la

divinidad, pero es una buena forma de ver como

tres son uno y son tres.

Como Juan lo explica la Palabra de Dios es Dios.

Y en este punto haremos la primera diferencia,

existe la Palabra escrita de Dios y la Palabra viva

de Dios. La Palabra escrita de Dios es también



103


conocida como la Biblia y se le refiere también

como las escrituras. Y la Palabra viva de Dios es

toda la esencia de Dios, es la Vida, es Dios. Las

escrituras han sido traducidas a muchos

idiomas, en muchas diferentes versiones. Han

sido escritas por hombres, y en su original fue

inspirada por Dios.

Que sea inspirada por Dios, significa que salió de

Dios y fue dada a uno o a varios hombres, los

cuales la escribieron en el idioma que ellos

tenían. En el antigua testamento la mayor parte

fue el hebreo, y el arameo, y en el nuevo

testamente la mayor parte fue en el griego. En

algunas ocasiones, fue recopilada por hombres

dedicados al cuidado exclusivamente de estos

pergaminos. Durante toda su vida, aprendían el

idioma y de forma verbal aprendían de sus

maestros lo que ellos veían como la

interpretación. Pero lo escrito no es la

interpretación, sino lo que Dios dijo. También se

recopilan en las escrituras sucesos históricos y

eventos de la época. Por esta razón el que lee la




escritura, debe aprender a diferenciar entre lo

que es un suceso histórico, con posibles

referencias a lo que una persona dijo, y lo que es

la Palabra que Dios dice, veremos más de este

tema más adelante. Dios dio al pueblo de Israel,

el cuidado de las escrituras hasta el tiempo de

Cristo. Formo en ellos un celo profundo por

hacer este trabajo, el cual lo han hecho a la

perfección, aun hasta el día de hoy. Las palabras

que Dios ha usado, en su orden original tienen

un valor, así como también la interpretación. Lo

uno y lo otro se guardan juntamente. Si

pensamos que Dios es infinitamente sabio,

perfecto en todos sus caminos, entenderemos

porque cada palabra debe ser guardada con

respeto y temor, y escudriñada con gran

dedicación y temor delante de Él. Algunos miran

a la ligera esta parte, y valoran sólo la

interpretación, pero el que ama a Dios,

entenderá que todo lo que proviene de él es

bueno, y digno de ser alabado, y escudriñado

con reverencia.



105


"Empero más fácil cosa es pasar el

cielo y la tierra, que frustrarse un

tilde de la ley" Lucas 16:17

"Mas la palabra del Señor

permanece perpetuamente. Y esta

es la palabra que por el evangelio os

ha sido anunciada" 1Pe 1:25

Las escrituras usadas por el pueblo de Dios, los

que creemos en Cristo como Señor y Salvador,

tiene 66 libros, 39 en el antiguo testamento y 27

en el nuevo testamento. En la mayoría de Biblias

traducidas al español, se dice antiguo

testamento al antiguo pacto (lo llamaremos AT)

y nuevo testamento al nuevo pacto (lo

llamaremos NT). Un total de 31103 versículos

(23145 en el AT y 7958 en el NT), con algunas

diferencias, dependiendo de la versión que se

use, veremos más de esto un poco después.




En nuestra primera parte, nos adentraremos un

poco en las escrituras, la Palabra escrita de Dios,

pero el lector debe recordar que la Palabra de

Dios se refiere a la escritura, así como a la

Palabra viva de Dios, veremos que la una y la

otra concuerdan, y que las escrituras dan

testimonio de la Palabra viva de Dios.

Tenemos que necesariamente hablar de las

diferentes traducciones de las escrituras, pero

un estudio completo del tema se sale del asunto

de este libro, y si el lector está empezando su

caminar en Cristo, también le recomiendo que

deje este estudio para unos años más tarde,

cuando las bellezas del empezar a caminar en

Cristo ya resplandezcan en su corazón, entonces

un tema así, será mejor entendido.

Como el lector ya entenderá, las escrituras son

de vital importancia para llegar a conocer a Dios,

en ellas recibimos las palabras dadas a nuestros

antepasados, a los primeros en andar en fe, así

como las palabras de Jesús, el Cristo, y el

testimonio del Espíritu Santo dado a los



107


Apóstoles y siervos del Señor. Es entonces las

escrituras, como una carta de Dios en el tiempo,

dejada al hijo amado, para guiarlo en el camino

a su verdadero destino.

Porque las cosas que antes fueron

escritas, para nuestra enseñanza

fueron escritas; para que por la

paciencia, y por la consolación de las

Escrituras, tengamos esperanza.

Romanos 15:4

Y estas cosas les acontecieron en

figura; y son escritas para nuestra

admonición, en quienes los fines de

los siglos han parado.

1Co 10:11




Toda Escritura es inspirada

divinamente y útil para enseñar,

para redargüir, para corregir, para

instituir en justicia,

2Ti 3:16

Para que el hombre de Dios sea

perfecto, enteramente instruido

para toda buena obra. 2Ti 3:17

Estos versículos bíblicos que acabo de referir,

deben ser leídos y meditados. Si es posible

búsquense en la Biblia y léase todo el contexto,

esto dará una mayor comprensión de lo que

estamos hablando. Otra aclaración, en estos

tiempos existen muchos tipos de meditación,

diferentes filosofías y religiones ofrecen

diferentes tipos de meditación. Cuando yo me

refiero a meditar la Palabra, quiero decir

pensarla, leer el versículo en cuestión y pensar



109


que quiere ese versículo decirme a mí, en mi

vida:

¿Afecta este versículo mi vida?

¿Quiere Dios decirme algo con el versículo

que he leído?

Esto es meditar en la palabra de Dios. Todo otro

tipo de meditación, no es aconsejable, este tipo

de enseñanzas lindan con el ocultismo y es

mejor alejarse de ellas.

Hablábamos que las escrituras son de vital

importancia, las escrituras han sido un pilar en la

conservación del evangelio puro, y sin

modificación que el Señor nos ha dejado. Por

esta razón es de vital importancia la

conservación completa y cuidadosa de cada una

de las palabras de la escritura. No podemos

quitarle, ni añadirle, porque al hacerlo así,

estaríamos alterado el mensaje que nuestros

hijos y los hijos de nuestros hijos recibirían, así

como estaríamos creyendo a otro evangelio.




Y si alguno quitare de las palabras

del libro de esta profecía, Dios

quitará su parte del libro de la vida,

y de la santa ciudad, y de las cosas

que están escritas en este libro.

Apoc 22:19

Como antes hemos dicho, también

ahora decimos otra vez: Si alguno os

anunciare otro evangelio del que

habéis recibido, sea anatema.

Gal 1:9

Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual,

sin engaño, para que por ella crezcáis en salud:

1 Pedro 2:2

En el versículo anterior la palabra anatema,

quiere decir “maldecido”, “excomulgado”.

Aunque es permitido tener su propia



111


comprensión de las escrituras, es de vital

importancia que la fuente sea pura, sea lo más

cercano posible al original dado por Dios.

Nuestra comprensión de la Palabra de Dios

puede ayudar a muchos, pero todos sin

excepción deben verificar y comprobar lo dicho

en las escrituras, y aprender directamente de la

fuente.

No se debe tomar la lectura de las escrituras

como la lectura de cualquier otro libro.

Debemos leer las escrituras en compañía del

Espíritu Santo, dejándonos enseñar por Él lo que

quiere decir la escritura. Cuando lees las

escrituras de esta forma, tu fe se activa, y con

seguridad, Dios hablara a tu vida y serás

edificado en el espíritu.

Pero si alguien leyera una escritura adulterada, a

la que se le han cambiado las palabras, para

acomodarla a lo que se quiere que la persona

entienda, entonces la persona que lea esta

palabra no podrá ser enseñada por el Espíritu




Santo en la palabra en cuestión. Seguramente el

Espíritu Santo obrara en la persona, si la persona

es sincera en su búsqueda, el Espíritu Santo

llevara la persona a buscar una escritura no

adulterada. Desgraciadamente algunos se han

quedado en este punto, y no logran vencer este

espíritu de error y engaño que hay en una falsa

escritura, y son llevados cautivos a diferentes

religiones, en donde no se recibe la libertad de

Cristo, sino que se lleva a la persona a quedar

presa de diferentes leyes, a creer en cosas de

hombres que en nada aprovechan, y sus almas

se pierden en la oscuridad.

Algunas de la falsas escrituras que el lector debe

evitar, son la biblia de los Testigos de Jehová y

los libros y enseñanzas de los mormones. Hay

muchas otras, pero creo que estas dos son las

más extendidas.

El lector quizá se esté haciendo una pregunta en

este momento:



113


¿Y porque he de creerle a usted?

No debe hacerlo, es mi respuesta directa, no me

crea a mí, créale a Dios. Busque a Dios de forma

sincera, busque su Palabra y él se dejara

encontrar, y entonces usted mismo sabrá si lo

que le digo es cierto o no.

Pedid, y se os dará; buscad, y

hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Porque cualquiera que pide, recibe; y

el que busca, halla; y al que llama, se

abrirá.

Mat 7:7-8

Entonces me invocaréis, é iréis y

oraréis á mí, y yo os oiré: Y me




buscaréis y hallaréis, porque me

buscaréis de todo vuestro corazón.

Jer 29:12-13

Y que esta respuesta te sirva para el resto de tu

caminar en Cristo, debes creerle a Dios. Con

esto no digo que le faltes al respeto a tus

pastores o a tus maestros, NO, pero que

escudriñes la palabra, si ellos son buenos

maestros y pastores, se alegraran de que tú

estés escudriñando a ver si todo lo que dicen

está en las escrituras. Tu maestro es Cristo, a él

debes escuchar. No pienses que estoy diciendo

que no necesitas de una congregación, no digo

eso, es más, te digo, necesitas de una

congregación, debes estar en una congregación

y debes respetar a las autoridades de esa

congregación, pero tú maestro al final debe ser

Cristo.



115


En un capitulo posterior, veremos un poco más

profundo algunos cambios que han introducido

en algunas versiones de la Biblia y lo que yo creo

es su intención al hacerlo. Por ahora quiero que

nos concentremos en la Palabra de Dios y en las

escrituras no adulteradas. Es muy difícil

encontrar una versión que uno pueda decir, esta

versión es veraz el cien por ciento, por esta

razón en cuanto te sea posible usa dos versiones

en diferentes idiomas. Las que yo más uso son la

Reina Valera de 1960 y la versión en Inglés 1769

King James. Algunas versiones modernas

ofrecen un idioma más moderno, pero

lamentablemente con el idioma se han

introducido cambios que deben ser desechados.

Yo sé que esto despertara tu curiosidad, pero un

poco de paciencia, más tarde nos adentraremos

en esto.

La Palabra de Dios, es entonces la expresión de

Dios, la esencia completa y perfecta de Dios. La

Palabra de Dios, no es algo que uno pueda

tener, o poseer, la Palabra de Dios habita en el




corazón renovado y lavado en la sangre de

Cristo. Las escrituras no adulteradas, son un

testigo fiel de la Palabra de Dios. Es importante

entender que Dios no recibe testimonio de

nadie, puesto que nadie le vio primero, sino que

no habiendo otro mayor, el dio testimonio de sí

mismo en las escrituras, y su testimonio es

Verdadero. Esta es la razón por la que sólo un

hijo de Dios puede dar testimonio de Dios.

Y aquella Palabra fue hecha carne, y

habitó entre nosotros; y vimos su

gloria, gloria como del Unigénito del

Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan 1:14

La Palabra eterna de Dios tomo forma de

hombre y habito entre nosotros, su nombre es

Jesús. ÉL es la Palabra de Dios. Cristo es la

Palabra de Dios que tomó forma de hombre. Las

escrituras, todas hablan de él, dan testimonio de

él. Desde el primer versículo de la creación, las



117


escrituras hablan de Cristo, y por Cristo han sido

creadas todas las cosas. Hasta el último

versículo de la escritura, todo apunta a un solo

punto, Cristo, nuestro Salvador. Te digo algo que

iremos trabajando durante todo el libro: Cristo

es el todo, fuera de él no hay nada, y en él

somos y en él vivimos. Hablo de todo el que ha

nacido de nuevo, de todo el que ha sido lavado

en la sangre del cordero y ahora vive una vida de

la resurrección. Tú dirás: ¿y todo lo demás?

Toda tiniebla ha sido ya juzgada y dejara de ser.

Todo lo que es pecado ha sido ya juzgado y

condenado. Para siempre dejara de ser.

Sólo lo que está en Cristo permanecerá para

siempre. Él es el todo, en el han sido creadas

todas las cosas. Si tú no estás en Cristo, te

puedo decir con seguridad, estás muerto y

pronto vas a dejar de ser para siempre. Pero si

tu estas en Cristo, entonces vives para Dios, y tu

parte está con el Eterno, y para siempre te

recrearas con Cristo, en Cristo.




No intento confundirte, estoy siendo lo más

claro que puedo, pero ten paciencia, todo lo vas

a entender a su tiempo.

Porque en él vivimos, y nos

movemos, y somos; como también

algunos de vuestros poetas dijeron:

Porque linaje de éste somos

también.

Hechos 17:28

Porque contigo está el manantial de

la vida: En tu luz veremos la luz.

Salmo 36:9

Porque por él fueron criadas todas

las cosas que están en los cielos, y

que están en la tierra, visibles é

invisibles; sean tronos, sean

dominios, sean principados, sean



119


potestades; todo fue criado por él y

para él. Y él es antes de todas las

cosas, y por él todas las cosas

subsisten: Col 1:16-17

Algo que ya hemos visto, es que es necesario

nacer de Dios para poder ver el Reino de Dios. Al

final de los tiempos, no se preguntara:

¿Tú a que iglesia fuiste?, o ¿Quién fue tu

pastor?, o algo parecido, la pregunta será:

Jehová contará cuando se

escribieren los pueblos: Este nació

allí. (Selah.)

Salmo 87:6

¿Dónde naciste?




¿Has amado de tal forma que sientes que te

pierdes en tus sentimientos, que naufragas en

una violenta tormenta si estas lejos de la

persona amada? Bueno, algo parecido, pero

multiplicado por cien, es lo que llegaras a sentir

por Dios, por Cristo, si empiezas a buscarlo en su

Palabra. Búscalo con el corazón, usa las

escrituras, pero deja que Él te hable al corazón,

deja que el saque todo lo tuyo, y deléitate con lo

de él. No leas las escrituras como leyendo un

libro, deléitate con ellas, gózate escuchando de

sus labios las maravillas que él ha preparado

para los que le aman. Que las escrituras y la

Palabra de Dios, sean la fuente de tu luz, que

ellas enseñen y guíen tus pasos. Tomemos por

ejemplo este versículo que ya vimos:

Porque contigo está el manantial de

la vida: En tu luz veremos la luz.

Salmo 36:9



121


¿Qué importancia tiene este versículo para tu

vida?

Quizás hasta ahora pensabas que tu vida estaba

en la cantidad de años, o en la riqueza que

tienes, o en la sabiduría. Pero la escritura dice:

Con Dios está el manantial de la vida. Ahora si

escuchas la Palabra de Dios, entonces sabrás

que esta vida del mundo no tiene sentido si no

es con Cristo, porque con él está la vida. Sabrás

que nada tiene sentido si no lo hacemos para él

y en él. Puesto que de él viene la vida. Si dejas

que la Palabra de Dios te hable, entonces tu vida

empezara a transformarse por un solo versículo

de la escritura, usado por la Palabra de Dios para

darte vida. Además dice que en la Luz de Dios,

veremos la Luz. Y esto es lo que venimos

diciendo ya hace un rato, Cristo es la Luz de los

hombres, y solamente si estas bajo su luz, si has

sido puesto en la cruz juntamente con él, y estas

bajo la luz de Cristo, solamente entonces podrás

ver la luz, la verdadera luz. Y cuando ves esta




luz, tus ojos serán abiertos, y veras por primera

vez. Deja que la Palabra de Dios te hable al

corazón, y se obediente cuando te hable, y

vendrá bendición sobre tu vida, y te deleitaras

con los tesoros del Reino de Dios.

Porque la palabra de Dios es viva y

eficaz, y más penetrante que toda

espada de dos filos: y que alcanza

hasta partir el alma, y aun el

espíritu, y las coyunturas y tuétanos,

y discierne los pensamientos y las

intenciones del corazón.

Hebreos 4:12

Le pido al lector, dedique unos minutos a

meditar en este versículo, vamos a empezar a

introducirnos en la escritura de otra forma que

quizás no habías hecho antes. Puesto que ahora

sabemos que la escritura ha sido inspirada por

Dios, sabemos que la escritura da testimonio de

la Palabra viva de Dios, podemos de una forma



123


completa confiar en ella. Y con esa confianza y

seguridad, vamos a adentrarnos a escudriñar

este versículo, esto lo puedes tomar como

ejemplo para hacerlo después con otras lecturas

de la escritura.

“Porque la palabra de Dios es viva”

Este es el inicio del versículo, lo primero es la

palabra Porque, que también podemos traducir

como “así que” o en lenguaje común “Puesto

que”, es una afirmación de lo que viene. Lo que

viene es “La Palabra de Dios es viva”. Pensemos

en esto, no podemos decir esto de ningún libro,

que un libro sea vivo, eso no es lo que nos dice

aquí. Lo que refiere aquí es a la Palabra que sale

de Dios, lo expresado por Dios, la esencia de

Dios, es viva. No debemos pensar en la Palabra

de Dios, como las palabras de un hombre, que

habla sin saber bien lo que habla, que dice “yo

haré” y no hace, que no tiene poder en sí mismo

para hacer nada. La Palabra de Dios ha formado

todo, lo visible y lo invisible para nosotros, lo




físico y lo espiritual, todo fue formado por la

Palabra. En el Hijo de Dios, en Cristo, habita la

plenitud de la Palabra de Dios, el Padre todo lo

hace por el Hijo, y sin el Hijo no hace nada.

Porque el Padre ama al Hijo, y le

muestra todas las cosas que él hace;

y mayores obras que éstas le

mostrará, de suerte que vosotros os

maravilléis.

Juan 5:20

El Padre ama al Hijo, y todas las

cosas dio en su mano.

Juan 3:35

Es muy importante que le des la dimensión

adecuada a la Palabra de Dios desde ahora, si

tardamos en comprender lo que es la Palabra de

Dios, tardaremos en poder movernos con



125


libertad en el Reino de Dios, nos costara creer

algunas cosas y nuestro andar en Cristo será

limitado por nuestra incredulidad.

La mayoría de las personas, buscamos un

sentido en la vida, hemos buscado la felicidad,

buscamos entender porque vivimos. Otras

personas, a consecuencia de su andar en el

mundo, tienen un vacío en su interior, un vacío

que los lleva a intentar llenarlo con diferentes

cosas, drogas, sexo, dinero, trabajo, etc, etc. Por

la misericordia de Dios llegamos a la cruz, a

nuestro salvador, y confesamos nuestros

pecados, recibimos perdón, somos revestidos de

Cristo, somos bautizados, y empezamos a

congregarnos. El vacío que teníamos ahora es

llenado por Cristo, pero en nosotros se empieza

a desarrollar una lucha, una guerra interna, que

antes no teníamos pero que ahora nos

atormenta, y no sabemos si lo que hicimos está

bien, o ¿qué es lo que está pasando?




Una parte de nosotros quiere servir a Dios, con

nuestro hombre interior lo queremos servir,

pero nuestra carne pareciera que ha despertado

celosa y furiosa, y nos hace la guerra

constantemente. Y no sólo la carne, sino los

deseos del alma, la voluntad del alma, batallan

activamente contra la nueva criatura. Entonces

mis amados hermanos, comienza uno de los

trabajos del Espíritu Santo en nuestras vidas: La

Santificación.

Pero volvamos a nuestro versículo, y veremos

como todo esto que acabo de decir está unido:

“y más penetrante que toda espada de dos filos:

y que alcanza hasta partir el alma, y aun el

espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne

los pensamientos y las intenciones del corazón.”

La primera parte del versículo ya la vimos, ahora

vamos a intentar explicar esta otra parte. La

Palabra de Dios, dice la escritura, es más

cortante, penetrante, que una espada de dos

filos. Este trabajo de Santificación, que efectúa



127


el Espíritu de Verdad, consiste en separar el

alma y el espíritu, en hacer diferencia entre lo

uno y lo otro, lo que es del espíritu y lo que es

del alma, y el Espíritu usa un solo instrumento

para esto: La Palabra de Dios. Esta batalla que se

inicia en el nacido de Dios, llevara al final, la

salvación del alma. Por favor, nótese que digo la

salvación del alma, el espíritu ya ha sido

renacido, pero el alma tiene que ser

transformada, y esta obra se conoce en la

escritura como la santificación. Santificación y

Santidad, no son la misma cosa. Y esta obra de

santificación, también afectara el cuerpo, que

tendrá ahora que sujetarse a un nuevo Señor.

Por esto es de vital importancia, que la Palabra

de Dios, ósea, la escritura traída viva a tu

corazón, con fe, que la Palabra de Dios more

abundantemente en tu corazón. Que en todo

empiece a buscar un consejo del Señor, lee la

escritura, medita en la Palabra, ora al Señor,

pídele sabiduría, pídele que revele su voluntad a

tu corazón. Atrévete a creerle a Dios, atrevete a




ser un instrumento que Dios pueda usar, un

instrumento que esté dispuesto a dejar su vida

en el campo que Dios así le pida. Atrévete a

transformar tu vida, acomódate a Dios, y él se

acercara a ti.

Una explicación de esto que ocurre en el

hombre renacido de Dios, de la santificación, y

del hombre como hijo de Dios (me refiero al

creyente, hombre, mujer, niño, niña) será el

objetivo de nuestro próximo capítulo.

Por ultimo quiero nombrar, que sólo hemos

visto lo más superficial acerca de la Palabra,

pero una mejor explicación te la puede dar el

Espíritu del Señor, pregúntale a él, y él te

responderá.



129


EL hombre y Lá Sántificácio n

reo que este versículo de Hebreos 4:12,

deberíamos escribirlo y tenerlo enfrente

nuestro por algún tiempo, a la verdad,

este versículo será actual el resto de nuestros

días. Pero esto no lo digo para desanimar, al

contrario, el camino que estamos caminando, es

un camino lleno de vida, de novedades, de

sorpresas. Dios te llevara a descubrir cosas que

nunca habías imaginado, hay partes de ti, que tú

nunca habías sospechado, y que Dios las sacara

a la luz, y te maravillaras y adorarás a Dios en el

nombre de Jesús. Lo que desde ahora debes

pensar de ti, es que hay uno mayor que tú, que

C




te ama, y Él es tu Señor, él te transformara y

hará de ti un siervo(a), que le sirva en Santidad.

No te maravilles de esto que te digo, porque

cosas insospechadas veras, si crees en Dios. Dios

no depende de ti, como algunos predican,

porque escucha con atención, DIOS YA LO HIZO

TODO POR TI.

Tu Salvación no está en el futuro, lo que tú eres

en Cristo, ya lo eres si te atreves a creer.

Levántate, siervo de Dios, alza tu rostro, y mira

al que te rescato, y anda en fe, no en vista,

busca de todo tu corazón a Dios.

Uno de los grandes obstáculos de todo siervo de

Dios, es primero llegar a creer que Dios quiere

usarlo, y segundo intentar convencer a todo el

mundo de lo que ni aun el mismo cree.

Y… ¿Por qué no puede creer, la persona nacida

de nuevo, que él pueda llegar ser usado por

Dios?

Porque le cree más a su mente antigua, a su

hombre viejo, como lo llama la escritura, porque



131


sigue viviendo en el pasado. Porque en algunos

casos, no puede creer que Dios le haya

perdonado todo lo que hizo, sin él haber pagado

nada. Voy a tomar algunos ejemplos, pero no

piensen que tomo ejemplos exagerados, porque

les digo, yo mismo creo que he llegado más

abajo que todo lo que ahora voy a exponer.

Un hombre que ha robado, que desde que se

acuerda, ha confiado en su astucia, ha engañado

a quien ha podido, cuando lo hacía y todo le

resultaba bien, pensaba que estaba mejorando.

Este hombre fuma, bebe alcohol, fornica, y

piensa de él mismo que es un hombre bueno,

que en nada es peor que los demás. Muchas

veces piensa que la vida lo ha tratado

injustamente. Cuando el pierde, o es engañado,

entonces su ira lo enloquece, y quisiera matar al

que tal hizo. Este hombre llega a conocer la

Salvación, a través de alguna predicación, el

Espíritu Santo le da convicción de pecado y de la

necesidad del Salvador. Se acerca a Jesús y pide

perdón, es un perdón sincero.




Como ya todos sabemos, Jesús no echa fuera a

nadie que venga a él con corazón sincero, Jesús

lo perdona, lava sus pecados, lo viste de él, de

Cristo, le da sanidad a su vida y lo pone entre

hermanos para que lo amen y él ame también.

Como lo hemos posiblemente experimentado,

estos casos, son miles, miles de ellos. Estos

hermanos, como yo fui uno de ellos, no somos

completamente transformados en todo desde el

principio automáticamente. Nuestro espíritu

nace de nuevo, pero empieza la batalla de

nuestra vida. Nuestra manera de pensar sigue

ahí, los deseos de la carne, en la mayor parte de

las veces sigue ahí. Digo la mayor parte de la

veces, porque también se dé casos, en donde de

una forma milagrosa, la persona deja un hábito

que ha tenido por muchos años, y lo deja de un

día para otro, porque Dios hace esta obra en él.

Pero todas estas cosas que quedan del hombre

antiguo, empiezan a ser para nosotros un lastre,

algo que arrastramos y nos avergüenza y no

sabemos dónde, ni como botarlo.



133


No esperes que te descubra algún versículo

secreto que hará mágicamente que esto

desaparezca. Si, existen versículos claves, que

tienen que ser revelados al corazón y por medio

de la fe obtendrás tu libertad. Todo en el Reino

de Dios, se obtiene por fe y para fe.

Pero como poco a poco lo vamos entendiendo,

la fe no es un convencimiento mental de alguna

frase, la fe es la actitud de poner la vida en la

Palabra de Dios. La fe debe llevar acción en tu

vida, pareciera contradictorio pero no es así.

Empero teniendo el mismo espíritu

de fe, conforme á lo que está escrito:

Creí, por lo cual también hablé:

nosotros también creemos, por lo

cual también hablamos;

2 Corintios 4:13

Leamos con detenimiento lo que dice la

escritura, dice: “nosotros también creemos”, ¿A




quién se refiere? ¿Crees tú en Jesús? ¿Crees tú

en la Palabra de Dios? Si es así entonces esta

escritura se refiere al que cree, si tú crees que

Jesús resucito de los muertos, si crees que el

mismo Espíritu que estaba en Cristo, ahora

habita en ti, porque has sido lavado por la

sangre de Cristo, si el Espíritu Santo mora en ti,

entonces este versículo habla de ti. Y que dice el

versículo: Empero teniendo el mismo espíritu de

fe, conforme á lo que está escrito: Creí, por lo

cual también hablé:

Teniendo el mismo espíritu que el Señor tenía,

conforme a la escritura, a la cual nosotros

creemos, por eso creemos, por lo cual también

hablamos. Importante notar que esta fe esta

basada en la escritura, según el Espíritu Santo, y

además lleva a obrar, a hablar de acuerdo a la

fe.

La fe pone la vida de su poseedor en la Palabra

de Dios, por medio del Espíritu Santo, y lleva a la

persona a obrar de acuerdo a la fe. No podemos

solamente declarar lo que la fe cree, la fe que



135


declaramos tiene que estar basada en la

escritura y además sustentada por el Espíritu

Santo, y además, nos lleva a obrar de acuerdo a

lo que creemos. Veamos un ejemplo:

Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si

eres tú, mándame que vaya a ti

sobre las aguas.

Y El dijo: Ven. Y descendiendo Pedro

de la barca, caminó sobre las aguas,

y fue hacia Jesús.

Mat 14:28 - 29

Este es un muy conocido pasaje bíblico. Aquí

tenemos a Pedro, que ve venir a su maestro

caminando sobre las aguas. Pedro se llena de

miedo junto con los otros discípulos. Jesús

entonces los reconforta y ayuda con sus

palabras: “Tened ánimo, soy yo; no temáis.”,

observemos que Jesús mismo les dice que no




teman. Pedro entonces toma valor de su

flaqueza y grita: “Señor, si eres tú, mándame

que vaya a ti sobre las aguas”. La frase en sí, va

cargada de fe, no a cualquiera se le dice esto,

sólo a alguien que sabemos tiene todo el poder

y puede hacerlo nos atreveríamos a decírselo.

Podríamos decir que es el primer paso de la fe:

Clama a Dios

La fe llevo a Pedro a clamar, en medio de su

miedo y de lo extraña que la situación parecía,

Pedro clama al Señor, pidiendo algo que sabe el

Señor lo puede hacer, porque “si eres tú”, es

como si dijera, un fantasma no me puede hacer

andar sobre las aguas, ni una aparición, pero

Jesús… Él si me puede hacer andar sobre las

aguas. Notemos algo, la fe reconoce a Dios

como poderoso, la fe sabe que Dios le puede

dar lo que pide.

También notemos algo, lo extraño de lo que

Pedro pide, ¡él quiere andar sobre las aguas!

Todos sabemos, que si estamos en medio de un



137


mar embravecido, en alta mar, e intentamos

salir del bote, aun para nadar, existe el peligro

de… morir. Lo que Pedro pide, también lo ha

llevado a poner toda su vida en su fe, está

dispuesto a poner su vida en su fe. Por favor, no

pensemos, ¡que bravo ese Pedro! ¡Cuánto

arrojo! ¡Cuánta valentía! Porque no hay nada de

eso, recordemos que estaban gritando de

miedo. Y esto quiero recalcarlo, la fe no tiene

nada que ver con los sentimientos. Y poco a

poco empezaremos de nuevo a adentrarnos en

Hebreos 4:12, cuando se habita con La Palabra

de Dios, ella es cortante como una espada de

dos filos, y divide, separa lo que es del alma y lo

que es del espíritu. Existen sentimientos del

alma, y existen estados del espíritu, tienen

alguna semejanza, pero no son lo mismo.

Cuando estábamos en el mundo, el alma y el

espíritu se habían unido en uno solo, y el

hombre sin Cristo, es gobernado por los deseos

y sentimientos del alma, así como por los deseos

de la carne. Su espíritu esta muero para Dios y




es un esclavo completo de estos deseos del

alma y de la carne. Nos adentraremos en esto

en seguida, por ahora vamos a terminar nuestro

ejemplo. El miedo de Pedro, estaba en su alma,

gritaba de miedo, su alma gritaba de miedo,

pero su Espíritu rugió como un poderoso león,

he hizo una de las exclamaciones que han

quedado en la historia, como una de las

mayores declaraciones de FE.

Mándame que vaya a ti sobre las aguas

El miedo de su alma, calló al momento, se sujetó

a la voluntad del Espíritu, que tomo el control de

la situación. Recordemos esto, esto podríamos

decir es el resumen de este capítulo. La fe, que

obra, que lleva a poner su vida, que habita en el

espíritu, que se basa en la Palabra de Dios, y

espera atenta la respuesta del Señor de Señores:

Ven

El espíritu embravecido en FE de Pedro, recibió

al momento la Palabra del Señor, Ven, y la tomo

y obro de acuerdo. Me imagino la cara de los



139


otros discípulos, pasaban de susto, al terror, y

ahora creo que deberían estar entrando en

pánico. Porque la fe sólo puede ser entendida

por la FE. ¡Se va a ahogar! Seguro que gritaron, o

algo parecido. Pedro comienza su caminar como

un león, el Señor seguramente se había

detenido en su caminar, y estaba esperando a

Pedro. Recordemos que Pedro está caminando

sobre la Palabra que el Señor le acaba de dar:

Ven. La Palabra del Señor dada a Pedro, no

perdía su fuerza, o dependía de Pedro, o era

válida si él creía, NO, la Palabra que el señor le

había dado ya había salido y era firme y

verdadera.

Pero lo que le paso a Pedro, nos ha pasado a

muchos de nosotros, comenzamos por el

Espíritu, andamos sobre la Palabra que

recibimos, nos deleitamos en su Palabra, pero

poco a poco empezamos a escuchar nuestro

viejo hombre, y dejamos de andar por el Espíritu

y empezamos a movernos por la carne y el alma.




Pero viendo la fuerza del viento tuvo

miedo, y empezando a hundirse

gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame!

Mat 14:30

Notemos algo, Pedro ya tenía miedo antes, pero

por un momento se movió por el Espíritu,

basado en la Palabra, y la FE lo llevo a poner su

vida. Pero ahora puso al lado esa fe y escucho el

temor de su alma, el miedo de su carne. Y en

este mundo, si intentamos andar sobre las

aguas, nos hundiremos, y si no sabemos nadar

nos vamos a ahogar. Porque si nos movemos de

acuerdo a este mundo, estamos sujetos a las

leyes del mundo, pero si nos movemos por el

Espíritu, estamos sujetos a las leyes del Espíritu.

¡Señor Sálvanos!

Volvamos a nuestro primer ejemplo, al hombre

que ha robado, y pecado en todo, y recibe a

Jesús sinceramente. Como ya lo vimos en los

anteriores capítulos, la persona que cree en



141


Jesús como su salvador, ósea, que Jesús murió

por él, que cuando Jesús moría, estaba

muriendo también por sus pecados, y que Jesús

resucito al tercer día, y que cuando resucito la

vida de Jesús, es ahora nuestra vida, si alguien

cree en esto, esta persona ha nacido de nuevo,

es una nueva criatura, nacida de Dios, ósea, que

tiene la misma naturaleza espiritual de Dios y es

un hijo de Dios. Pero esta persona, que ahora

tiene ese león espiritual dentro de él, es un

pequeño ratoncillo por fuera. Por fuera, vemos

en nuestros miembros como si estuvieran

vendidos al pecado, que quieren seguir

pecando, en algunos casos, de forma

equivocada, lleva a las personas a encerrarse en

conventos y monasterios, o a atormentar su

cuerpo, algunos otros hacen largas penitencias,

para intentar sacar ese pecado que pareciera

que ahora se aferra como una bestia a su presa.

¿Qué haremos? ¡Miserable de nosotros!

Esta fue mi situación por algunos años,

realmente quería servir a Dios, pero en mi carne




veía otra ley, una que me llevaba a pensar lo

antiguo, me avergonzaba, oraba fuertemente

para que Dios me quitara esos pensamientos,

esa forma de sentir, esa forma de ser, todo, la

verdad que llegue a la conclusión que nada

había bueno que mereciera quedar vivo en mí.

Hasta que un día, el Señor en su misericordia,

revelo un versículo a mi vida:

“sabiendo esto, que nuestro viejo

hombre fue crucificado con Él, para

que nuestro cuerpo de pecado fuera

destruido, a fin de que ya no seamos

esclavos del pecado; “

Romanos 6:6

Cuando la luz de este versículo, resplandeció en

mi corazón, entonces entendí que había estado

cargando un muerto todo este tiempo.

Te pregunto: ¿Cómo tienes seguridad de tu

Salvación? Seguramente responderás porque la

escritura lo dice así, y porque el Espíritu del



143


Señor lo ha grabado en tu corazón. Bien, de la

misma forma mira ahora lo que dice esta

escritura:

Sabiendo esto

Ósea, algo que debemos dar por cierto:

Que nuestro viejo hombre fue crucificado con El

Que el viejo hombre fue crucificado con Él, ósea

que si tú dices que tu viejo hombre aún está vivo

en ti, estas llamando falsa a la escritura, porque

la escritura dice que el viejo hombre FUE

crucificado juntamente con Cristo, y lo que has

estado cargando es un muerto, un cuerpo

muerto, que Satanás ha usado para hacerte

creer que el pecado aún mora en ti. Pero… ¿Cuál

es la razón de que Dios hace esto?

Para que nuestro cuerpo de pecado fuera

destruido

Tu viejo hombre es crucificado juntamente con

Cristo, para que el cuerpo que estaba vendido al




pecado, que obedecía a la ley del pecado, fuera

destruido. Piénsalo bien, si tu como yo, por

algunos años, has estado luchando con el

pecado que creías moraba en ti, la verdad es

esta: Has estado luchando con un cuerpo

muerto, has estado luchando con un bulto

muerto, que nunca podrás vencer porque ya

está muerto. Por favor medita en estas

palabras, relee la escritura, pídele a Dios que

revele esta escritura a tu corazón, no pases de

estas líneas sin antes entender esta verdad.

Ahora quizás viene la pregunta de alguien: ¿Se

acabara automáticamente el deseo del pecado

en mí, si entiendo esta verdad? La respuesta es

NO, pero el poder que el pecado tenía en ti se

acabara por completo, en cuanto entiendas esto

en tu corazón, y ahora podrás salir victorioso

cada vez que seas tentado. Vuelvo a repetir,

entender esto, no es repetírselo muchas veces,

tienes que entender que Jesús murió por todo

tu pecado, no sólo por el fruto del pecado, sino

que el Señor corta la raíz del mal, el cuerpo del

pecado.



145


El Pecado que uno comete, cuando está en el

mundo, es el fruto del cuerpo de pecado, que ha

nacido en pecado, y vive en pecado, por esta

razón, todo lo que produce este cuerpo de

pecado es pecado. Esta es la razón de que es

necesario nacer de nuevo, todo el ser del

hombre es pecado, de naturaleza pecado, y sus

frutos son pecados. Cuando tú hiciste pecado,

cometiste adulterio, o mentiste, ese es el fruto

del cuerpo de pecado que eras tú. Si Cristo sólo

quitara los pecados, pero dejara el cuerpo de

pecado, volveríamos a la misma situación.

Porque el cuerpo de pecado, sólo puede dar un

fruto, pecado. Pero Cristo perdona tus pecados

y quita el cuerpo de pecado, clavándolo en la

cruz. El cuerpo de pecado, muere juntamente

con cristo. Por esto dice la escritura:

Al que no conoció pecado, le hizo

pecado por nosotros, para que

fuéramos hechos justicia de Dios en

El.




2Co 5:21

Cristo fue hecho pecado por nosotros, para

hacernos a nosotros la justicia de Dios en Cristo.

Cristo no sólo saca del medio el fruto del

pecado, sino que la raíz del pecado, el cuerpo

del pecado lo clava en la cruz y muere

juntamente con él. Si creemos la escritura,

entonces sabemos que somos libres del cuerpo

de pecado y hemos sido hechos la justicia de

Dios en Cristo. Yo sé que me he profundizado un

poco, pero es necesario que lo hagamos, tan

pronto como esta luz resplandezca en tu

corazón, podrás empezar a andar en el Espíritu.

El problema del recién convertido a la fe, es

llevar estas verdades a su corazón y vivirlas.

Todas las cosas ya te han sido dadas, pero no las

podemos vivir, si no las usamos por fe, para fe, y

en el Espíritu del Señor. ¿Te atreves a poner tu

vida por lo que crees? Por favor no vayan a decir

que yo quiero un grupo de kamikazes, NO,



147


recuerda, todo tienes que hacerlo en el Espíritu

del Señor, por FE y para FE.

Ahora, ¿Qué tiene todo esto que ver con la

SANTIFICACIÓN?

La santificación, es el proceso por el cual el

Espíritu Santo, trae a Cristo a cada área de tu

vida, lo hace apoyado en la Palabra de Dios y

usando siempre la FE del creyente. Algunos ven

la santificación como el apartarse del mundo,

para vivir para Dios, pero yo diría que es revelar

a Cristo al hombre, para que el hombre lleve a

Cristo al mundo. La santificación no hace nada

nuevo, sólo toma de lo que ya ha hecho Cristo y

lo trae al corazón del hombre. A medida que el

hombre rinde su voluntad, y todo lo que él cree

que es, y recibe lo que Dios dice que es, la

persona es santificada.

Santifícalos en tu verdad: tu palabra

es verdad.

Juan 17:17




Recuerda que el Espíritu de Verdad usa tu FE

para santificarte. De acuerdo a tu fe en la

Palabra, el Espíritu Santo podrá santificarte en

diferentes áreas de tu vida.

Una cosa más, recuerda que el Maestro es el

Señor, él sabe que parte tuya él quiere trabajar,

no necesitas decirle tú en donde él debe

hacerlo. Él es el Señor, nosotros lo siervos, el

dispone y nosotros debemos obedecer. Una

gran parte del trabajo de santificación, está en

áreas del alma y del cuerpo que tienen que ser

rendidas a la Voluntad de Dios. Y en casi el cien

por ciento de los casos, Dios usara su cuerpo en

la tierra, su Iglesia, para llevar a cabo esta

santificación. Esta parte quizás no les guste a

muchos, pero será estudio de un capitulo

posterior. Si tú no quieres pertenecer a una

Iglesia local, si no quieres sujetarte a nadie,

entonces nunca serás santificado en muchas

áreas de tu vida, y corres el peligro de ser

engañado y perder tu vida eterna. Dios usa los



149


ministerios dentro de su cuerpo, para la

santificación, para la edificación de sus hijos. Si

tú dices que tú quieres decidir donde estar,

entonces el Señor no es tu pastor, tú eres tú

propio pastor. Porque si eres oveja del Señor,

estarás donde él te ponga. Ahora recuerda que

digo, donde ÉL te ponga. Aprende a escuchar la

voz del Espíritu del Señor, y obedécelo. El Señor

te hablara por la escritura, pero también a

través de hermanos, a los cuales Dios les dará

palabra para ti. Nos adentraremos más en este

tema en otro capítulo.




Lá verdád os hárá libres

i has llegado a este capítulo, y has seguido

sinceramente el texto, ahora ya estás en el

camino de la verdad, tu Padre, mi Padre, te

está enseñando todas las cosas, y el cuidara de

ti, y te llevara a cumplir su buen propósito.

Ahora ya no necesitas que nadie te enseñe,

porque el Espíritu de Verdad mora en ti, y él te

enseñara todas las cosas. Con esto no digo que

no debas escuchar a nadie, lo que digo es que tu

maestro es el Señor, cuando alguien hablare de

él, él te hará saber lo que hay en esas palabras

para ti, y revelara a tu corazón la luz de la

verdad. El Señor es tu maestro, pero debes

escuchar a tus pastores de la Iglesia, a los

hermanos que enseñan, pero ahora el mismo

S



151


"y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres."

Juan 8:32

Señor despertara tu oído, y escucharas con oído

de sabios, entenderás cosas que aun los que las

están diciendo, dirán: Eso yo no lo sabía. Porque

el Señor nos enseña cuando en humildad y

mansedumbre, nos sometemos a Él.

Este capítulo lo quiero dedicar a dos simples

verdades, pero son quizás las más profundas de

todas, dos verdades que transformaran tu vida y

transformaran al mundo. Como ya sabemos el

eje principal del evangelio es Cristo, Cristo que

murió por nosotros, por nuestros pecados, y

resucito para darnos una nueva vida. Este es el

eje central, sin esto todo sería en vano. Pero hay

dos verdades que sólo se dejan ver, después que

has pasado por la cruz, después que has

empezado a saborear la nueva vida. Estas

verdades han transformado mi vida, me han

sacado de situaciones realmente muy malas,

cuando he sentido que todos me han dejado,




que he fracasado, que yo mismo le he faltado a

Dios, cuando no ha habido nadie a mi lado, y he

estado al borde del abismo, estas verdades han

sido mi ayuda, mi sustento, ellas me han

levantado me han traído a parajes hermosos,

que nunca pensé que existieran. Estas verdades

transformaran tu vida, son sólo seis palabras,

pero te aseguro, te faltara vida para poder llegar

a conocer su profundidad, su hermosura. La

primera de seguro la has escuchado muchas

veces, pero… ¿Entiendes lo que has escuchado?

Dios te ama

Esta es la primer verdad, que de seguro ya

habrás escuchado, pero que también estoy

seguro aun no captas todo su significado.

Porque este amor de Dios es realmente de otro

mundo, no es de este mundo, se sale de toda

comprensión humana, no tiene lógica, no se



153


puede entender. Detente en estas líneas, y

medita en esto:

¿Qué significa para mi vida que Dios me ame?

Me siento muy pequeño al querer explicar esto

con mis palabras, yo sé que el Señor llevara a

cada uno que lea estas líneas a saborear el amor

de Dios, a palpar cada vez más esta maravillosa

verdad. Podría decir, que Dios, el Rey soberano,

el auto de todo lo que vemos y de lo que no

vemos, Dios, el Todopoderoso, el que no tiene

tiempo, el que todo lo sabe, el Rey eterno, el

Creador de los cielos y la tierra, y seguramente

todos pueden seguir enumerando maravillas

acerca de nuestro Dios, Él, me ama. Él me ama,

no con un amor condicional, o con medida, no

por lo que yo he hecho, o por lo que no he

hecho, no por ser Colombiano o Chileno, no

porque yo sienta bonito o quizás no tan bonito,

Él me ama, con amor sincero, verdadero, sin

tiempo, sin medida, Él me ama de tal forma que

envió a Su único Hijo por mí. Y Él no espero a




que yo se lo pidiera, o a que yo clamara primero,

o quizás a que aprendiera, Él lo hizo antes de

que yo hubiera nacido. Desde antes de nacer me

amo, me amo como yo no lo entiendo, está

dispuesto a dar mundos por mí, me amo de tal

manera que estando yo en la más terrible

oscuridad, en penumbras que muchos de

ustedes no se imaginan, donde nadie se atrevía

a llegar, donde sólo las sombras del mal

llegaban, allí, donde sólo la muerte lo rodea a

uno, donde hacer el mal es la comida de cada

día, de allí me tomo y me saco, y sin yo pedirlo

siquiera me amo. Ese es mi Dios, poderoso

Señor, buen Señor.

El amor de Dios no tiene límites, no hay sitio

donde él no pueda llegar, no hay pecado que él

no pueda perdonar, piensa en esto mi querido

lector, y recordemos otra vez las palabras de

Jesús:

"Y la Verdad os hará libres."

Juan 8:32



155


Lleva esta verdad a tu corazón, grábala con el

fuego del Espíritu Santo, y te aseguro, nunca

más serás el mismo. ¿Qué o quién puede

separarte ahora de nuestro Señor? ¿Quién es

mayor que él que pueda detenerlo? NO HAY

NADIE QUE PUEDA DETENER EL AMOR DE DIOS.

Y te voy a decir un secreto, que a mí me costó

tiempo entenderlo:

Ni siquiera tú, puedes apartarte del amor de

Dios.

Yo pensaba que yo con mi forma de ser, con la

vida que había llevado, con el río embravecido

de sentimientos encontrados en mi alma, podría

alejar al Señor. Pero Él ha sido como un

poderoso gigante, me ha tomado en su mano y

no me suelta, aunque yo le he faltado algunas

veces. Él no me ha dejado sin enseñanza, pero

no me suelta, me tiene tomado del corazón, y

cuando esto entendí, me entregue por completo

a su cuidado.




Hay algo que debemos entender, Dios es más

grande que nosotros. Él ve más allá que

nosotros, él puede mucho más que lo que

nosotros podemos hacer, él AMA más que lo

que nosotros podemos entender. El Amor de

Dios, es como un inmenso y hermoso mar, en el

cual nos movemos cuando tenemos a Cristo en

nuestras vidas. En este amor nos movemos, en

este amor somos, y fuera de este amor no

podemos hacer nada. El amor de Dios es Cristo

dado a los hombres, el amor de Dios, es el don

de Dios.

Si llegas a estar en situaciones en donde

pareciera que no hay salida, en situaciones

donde aún peligra tu vida, en cualquier

situación, recuerda esto mi amado hermano, y

"porque el amor de Dios ha sido derramado en

nuestros corazones por medio del Espíritu Santo

que nos fue dado."

Romanos 5:5



157


esta verdad traerá una luz a tu corazón, que aún

la muerte huira de ti. Dios te ama. Le doy gracias

a mi Señor, porque su amor no se puede medir

en este mundo, no se puede ver con los ojos de

la carne, no se puede sentir con los sentimientos

de la carne, el amor de Dios no es de este

mundo. Quizás alguien está pensando que si se

puede sentir, y si, tú lo sientes, sólo porque has

nacido de nuevo, y es tu espíritu renacido,

habitado por el Espíritu Santo que con todo su

ser te grita, Dios me ama.

El Amor de Dios nos transforma, es este amor

que ha sido derramado en nuestros corazones:

El amor de Dios mora en nosotros, si hemos

nacido de nuevo, si hemos nacido de Dios y

tenemos el Espíritu de Dios morando en

nosotros. Los hombres no pueden dar Gloria a

nuestro Señor, porque él no recibe esta gloria,

pero todo aquél que tenga el amor de Dios

morando en él, dará Gloria a Dios.




"Pero en todas estas cosas somos

más que vencedores por medio de

aquel que nos amó. Porque estoy

convencido de que ni la muerte, ni la

vida, ni ángeles, ni principados, ni lo

presente, ni lo por venir, ni los

poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni

ninguna otra cosa creada nos podrá

separar del amor de Dios que es en

Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos" 8:37-39

"No recibo gloria de los hombres;

pero os conozco, que no tenéis el

amor de Dios en vosotros."

Juan 5:41 - 42

El amor de Dios, no es algo que podamos usar,

sino que él amor de Dios nos usa a nosotros,



159


cuando andamos en el Espíritu, el amor de Dios

nos lleva en obras, que él ha preparado para

nosotros, y esas obras dan la gloria a Dios. El

amor de Dios, es la sustancia que sostiene todas

las cosas en el Reino de Dios, es el amor de Dios

el que nos lleva a dar frutos para el Reino de los

cielos, nota que no digo que nosotros

producimos los frutos, sino que el amor de Dios

los produce en nosotros. De la misma forma que

un árbol de naranjo, si está en buena tierra,

junto a fuentes de agua, no tiene porque

esforzarse para dar fruto, porque el árbol da

fruto de sí mismo, es su naturaleza, de la misma

forma los hijos de Dios que están fundados en la

Palabra viva de Dios, que están junto a las aguas

de Cristo, darán frutos de sí mismo, sin

esforzarse, el árbol dará fruto a su tiempo.

Recuerdan lo que una vez dijo el Señor:

"Un árbol bueno no puede producir

frutos malos, ni un árbol malo

producir frutos buenos." Mat 7:18




El Señor explica que el árbol da fruto por sí

mismo, un árbol bueno dará frutos buenos y un

árbol malo dará frutos malos, recuerda esto: NO

TIENES QUE ESFORZARTE POR DAR FRUTOS,

ESFUÉRZATE POR ESTAR EN BUENA TIERRA, POR

ESTAR CERCA DEL AGUA DE LA VIDA, POR

OBEDECER SU PALABRA, Y TU FRUTO VENDRÁ

DE SI MISMO. Yo sé que esto que digo moverá a

muchos, que piensan que tienen que ir a

producir frutos para el Reino de Dios, pero es la

Palabra la que lo enseña: Es tu naturaleza, la que

lleva fruto, o eres de Dios, y produces los frutos

del Reino de Dios, o eres de este mundo y

produces los frutos del mundo.

"Así será mi palabra que sale de mi

boca: no volverá á mí vacía, antes

hará lo que yo quiero, y será

prosperada en aquello para que la

envié." Isa 55:11

El señor en Isaías, lo explica así, que toda

palabra que sale de su boca llevara el fruto que



161


él quiere. Si tu estas en la palabra de Dios,

permaneces en ella, vives en ella, la palabra de

Dios llevara fruto en ti, y ese fruto será una

fuente de vida para otros, que tomaran de los

frutos de la palabra de Dios en ti.

"El que cree en mí, como ha dicho la

Escritura: "De lo más profundo de su

ser brotarán ríos de agua viva."

Juan 7:38

No podemos nosotros producir estos ríos de

agua viva, pero el que mora en nosotros, la

fuente de la vida, él es un manantial de agua de

vida, que fluye a través de nosotros, pero no

tenemos que esforzarnos, el agua corre, cuando

estamos en su presencia, hacemos su voluntad,

estamos junto a la fuente de agua y bebemos de

ella. No digo con esto, que ahora todo el mundo

deje de hacer cosas para el Señor, deje de

ayudar en la Iglesia, y que todos se queden en la

contemplación, NO. Digo que si queremos llevar




fruto, la fuente de la vida tiene que llevar fruto

en nosotros, tenemos que comer sus palabras,

vivirlas, creerlas, dejar que ellas nos formen, que

tomen el control de nuestras vidas. Que Cristo

este en nosotros, y nosotros en Cristo, y de esta

forma, sin falta, llevaremos fruto para el Reino

de los cielos. El amor de Dios llevara fruto en

nosotros.

eguramente más de una persona en este

momento, se debe estar preguntando, cual

puede ser la segunda verdad de que hable al

principio, que podía transformar su vida. Bueno,

esta segunda verdad, es igualmente poderosa,

pero no ha sido igualmente predicada, aunque

muchas veces se sobreentiende, creo que no

hemos llegado a ver a su plenitud la dimensión

de esta verdad.

Dios es Bueno

S



163


Esta es una maravillosa verdad, que intento

repetirla muy a menudo, para recordar lo que

hasta ahora entiendo de ella. Dios es bueno,

¿Qué significa esto? ¿En que afecta esto mi

vida? Primero tendré que entender que es ser

bueno. Veamos algunos versículos de la

escritura, que nos empezaran a dar luz respecto

de este tema:

"Bueno y recto es el SEÑOR; por

tanto, El muestra a los pecadores el

camino."

Salmos 25:8

"Probad y ved que el SEÑOR es

bueno. ¡Cuán bienaventurado es el

hombre que en Él se refugia!"

Salmos 34:8




"Voluntariamente sacrificaré á ti;

Alabaré tu nombre, oh Jehová,

porque es bueno."

Salmos 54:6

Ser bueno, es una cualidad que sólo existe en

Dios, sólo Dios es bueno. La bondad fluye de él,

la bondad es una de sus cualidades, así como ser

Eterno, Todopoderoso, él es Bueno. Es su

naturaleza, no hay maldad en él, ni sombra de

iniquidad. Si pensamos en esta cualidad de Dios,

llega a ser más abstracta aún que el amor,

porque aunque el amor tiene la misma

naturaleza divina, el amor es algo que cuando

recibimos nos inunda y afecta todo nuestro ser,

lleva una respuesta de parte nuestra al

momento, toca cada fibra de nuestro ser. La

bondad de Dios, está por todas partes, pero no

es de la misma forma palpable, muchas veces

pasamos por alto su bondad, no la notamos.

Aunque estoy convencido que el amor y la

bondad de Dios están íntimamente ligadas,



165


nosotros las vemos como dos independientes. El

amor de Dios lo podemos empezar a sentir aun

antes de llegar a la cruz, es el amor de Dios que

nos trae a la cruz. La bondad de Dios, aunque

está presente antes de la cruz, es por ella

también que llegamos a la cruz, no la podemos

palpar hasta que no tenemos a Cristo en

nuestros corazones. Para poder entender que

Dios es bueno, tenemos que entender que en

Dios no hay sombra de iniquidad, que él nunca

peca, que nunca ha pecado, que todo lo que él

hace es bueno, no sólo para una persona, sino

que es bueno para todos, es bueno.

"Toda buena dádiva y todo don

perfecto es de lo alto, que desciende

del Padre de las luces, en el cual no

hay mudanza, ni sombra de

variación."

Santiago 1:17




Es muy importante que no humanicemos la

bondad de Dios, quiero decir, no podemos saber

que es bueno, porque sólo él es bueno, y sólo en

él nosotros somos buenos. La bondad de Dios,

está íntimamente ligada a la Justicia de Dios y a

la Verdad. Todos hemos escuchado alguna vez

expresiones como:

“¿Si Dios es bueno como pudo parar esto…?”

“¿Si Dios es bueno por qué tanta hambre en el

mundo?

Al decir esto, estamos diciendo que nosotros

sabemos lo que es bueno, y que Dios debería

haber hecho lo que nosotros pensamos que es

bueno.

O simplemente sentimos rabia, porque no

podemos entender algo que paso, y lo

consideramos injusto, malo.

Pero recuerda esta Verdad: Dios es bueno.

Mateo 19:17



167


Esta verdad vendrá en tu ayuda en momentos

muy críticos, cuando no entendemos nada de lo

que pasa, cuando parece que todo está al revés,

entonces recuerda: Dios es bueno. No

intentemos humanizar lo que es bueno, el

mundo intenta explicar la bondad como la

norma actual de la sociedad, pero la verdad es

que el mundo no tiene ni idea de que es ser

bueno. Por esta razón, en las religiones, donde

se busca el culto al alma y al yo, se busca ser

bueno según los términos del mundo. Ser bueno

según el mundo tiene gran aceptación, esto es

lo que el mundo dice necesitar, personas que se

rijan por sus normas, que acepten toda

ideología, que por ejemplo, amen al niño tanto

como para no instruirlo en la fe cristiana, para

no irrespetar su persona. Esto es lo que el

mundo dice, y esto está muy ligado al

humanismo.

Sólo Dios es bueno, esto es un axioma, que

Jesús, lo dijo. Alguno dirá, ¿Entonces Jesús no

era bueno? Si, porque su naturaleza no era de




este mundo, él era Dios hecho carne, La Palabra

eterna de Dios que vino a este mundo a traernos

la luz. Él lo explico en diferentes formas, entre

ellas, decía:

"Y decídales: Vosotros sois de abajo,

yo soy de arriba; vosotros sois de

este mundo, yo no soy de este

mundo."

Juan 8:23

"Jesús entonces les dijo: Si vuestro

padre fuera Dios, ciertamente me

amaríais: porque yo de Dios he

salido, y he venido; que no he venido

de mí mismo, mas él me envió."

Juan 8:42



169


Pero entonces cabe la pregunta: ¿Por qué

entonces Jesús le dijo así al muchacho que vino

a decirle maestro bueno? Mateo 19:16 La razón

es que el muchacho no quería decir lo que decía,

estaba solamente adulando a un hombre que él

había escuchado era muy sabio, pero en su

corazón no conocía a Jesús como el Hijo de Dios,

como el Señor, como Dios en forma de hombre,

para él sólo era un maestro mas, por esta razón

Jesús le dice:

¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno

sino uno, es á saber, Dios.

Si este muchacho hubiera sabido quien era

Jesús, y le hubiera respondido:

“Señor, yo sé que sólo Dios es bueno, por esto

te llamo bueno, porque sé que has salido de

Dios, porque sé que eres la luz de los hombres,

Dios hecho hombre, Tú eres el Cristo, el

Salvador del mundo, porque conozco que en ti

habita la plenitud de la deidad” entonces con

mucha seguridad este muchacho habría recibido




de Jesús la bendición de su vida, y como a Pedro

una vez, cuando este le dice: “Tú eres el Cristo.”

Marcos 8:29, y Jesús entonces lo bendijo, de la

misma forma este muchacho habría sido

bendecido. Por esto el Señor también explico

que él no recibe gloria de los hombres, (Juan

5:41), piensa en esto, quien puede decir esto,

sino sólo el Señor, el Hijo de Dios que vino de

arriba, no de este mundo, no de esta naturaleza,

a salvar al mundo. Y muy seguramente ya ves

claro que nadie puede ser bueno por obras, no

se es bueno por lo que se hace, la verdad es que

solamente se es bueno por naturaleza, por

nacimiento, solamente naciendo de Dios se es

bueno, y el que ha nacido de Dios es bueno, no

por sus obras, sino porque es bueno por

naturaleza. Recuerdas las palabras del Señor:

"En verdad les digo que entre los

nacidos de mujer no se ha levantado

nadie mayor que Juan el Bautista;

sin embargo, el más pequeño en el

reino de los cielos es mayor que él."



171


Mateo 11:11

Bueno, la explicación es esta, que Juan fue un

hombre, el más grande entre los nacidos de

mujer, ósea entre todos nosotros, él era el

mayor por sus obras, por su sinceridad en

guardar la ley, en buscar a Dios, él era el Elías

que se había anunciado, pero… cualquiera de

nosotros es mayor que él, porque nosotros

somos nacidos de Dios, no somos mayores por

nuestras obras, somos mayores por nacimiento.

No te pido que entiendas esto, te pido que le

creas a las escrituras, pero tú preguntaras ¿Por

qué es esto importante?

Es muy importante que tú sepas en tu corazón,

quien es tu Padre, de donde eres tú, que sepas

que no eres de este mundo, venimos de Dios,

somos nacidos de Dios, y vamos a Dios. No

vivimos para este mundo, no vivimos de

acuerdo a este mundo, no vivimos por obras, ni

para hacernos buenos por lo que hacemos. YA




SOMOS BUENOS por naturaleza, las obras son el

fruto de nuestra naturaleza, no al contrario,

querer producir lo bueno por los frutos. Si

sabemos de dónde somos, sabremos también

como tenemos que movernos, y a quien acudir.

Si tú sabes realmente que el dueño del universo,

el dueño del oro y la plata, y de todo lo que ves,

mora en ti, ¿dirás que eres pobre? Si tú sabes,

que el eterno, el que nunca enferma, que vive

para siempre, que todo lo puede, mora en ti,

¿dirás que eres enfermo?

Ahora estas empezando a vislumbrar los

verdaderos tesoros del Reino de los cielos, este

es el Reino de los cielos, es Dios morando en

nosotros, es compartir su naturaleza, es ser uno

con él, es hacer todo en él y para él, es que todo

lo del Señor es nuestro y todo lo nuestro del

Señor, es ser extranjero en esta tierra, este es el

Reino de Dios.

Hay tantas otras cosas que escribir de esto, que

se podrían llenar libros y estantes con libros de

estos temas, pero no necesito decirte nada,



173


porque el Señor de Señores, el Autor de la vida

mora en ti, y él te enseñara todas las cosas.

¿A quién le vas a creer, a Dios o a tus

sentimientos?

¿A quién le vas a creer, a Dios o a tu cuerpo?

¿A quién le vas a creer, a nuestro Dios o al

maligno?

Que en su fe haya cordura mis hermanos, no les

digo que sí están tomando algún medicamento

lo dejen de tomar, o que hagan alguna cosa

extrema. Les digo que es hora de pararnos y

tomar estas riquezas, del Reino de Dios, pero

cada uno lo haga de acuerdo a su fe. Tienes fe

para dejar de tomar medicinas y ser sano por

Cristo, bendecido seas. Pero si no tienes esta fe,

no te dejes vencer, ejercita tu fe, empieza a

caminar el camino de la fe, no esperes que esta

fe llegue de repente, tienes que tu cultivarla,

poco a poco, leyendo la palabra, creyendo en lo

poco para que en lo mucho seas puesto. ¿Te

dejaras vencer? Levántate, vamos, créele a Dios,




camina de a poco, pero camina, no te quedes

quieto, el Espíritu Santo estará a tu lado

ayudándote, esforzándote. Es hora de dejar

atrás lo que te ha estado atando, y empezar a

andar por fe.

He disfrutado mucho escribiendo este capítulo,

sobre todo porque siento la dirección fuerte del

Espíritu Santo que me ayuda, es como si

estuviera mirando por mi hombro, como si me

diera un pequeño empujón cuando he querido

para de escribir. Los bendigo mis hermanos, a

todo aquel que le crea a Dios, que quiera vivir

por la Palabra de Dios, y que tenga el Reino de

Dios en él, ósea Cristo en nosotros. En el

próximo capítulo nos adentraremos ya de lleno

en el Reino de Dios.



175


Fundámentos del Reino de Dios

"Porque el reino de Dios no es

comida ni bebida, sino justicia y paz

y gozo en el Espíritu Santo."

Romanos 14:17

Los tesoros del Reino de Dios, son revelados a

nuestros corazones por el Espíritu Santo, que

nos habita cuando hemos sido lavados por la

sangre de Cristo, cuando hemos recibido la

nueva vida. Entonces, el Espíritu de Verdad,

empezara a traer luz a nuestro espíritu, y de




nuestro espíritu todo nuestro ser será lleno de

luz, con la verdad que sólo el Señor puede dar.

Ya hemos visto los fundamentos, pero los

hemos visto más como un recordatorio, porque

todo aquel que ande en el Espíritu del Señor, ya

sabe estas cosas. No debes pensar, que

alcanzaras las revelaciones por medio del

estudio sistemático de la Palabra, de esa forma

alcanzaras conocimiento teórico, pero la

revelación de la Palabra, te la da el Señor

mismo, cuando lees su Palabra, la pones por

obra, permites que ella tome el control de tu

vida.

“Que el Dios del Señor nuestro

Jesucristo, el Padre de gloria, os dé

espíritu de sabiduría y de revelación

para su conocimiento;”

Efesios 1:17



177


La Palabra de Dios es el buen fundamento en

que debe estar basada tu vida, no sólo las

escrituras, sino las escrituras reveladas a tu

corazón, la Palabra de Dios viva a tú corazón.

Esto lo explico mas como una advertencia, para

que no vayas a intentar ganar conocimiento y

dejar de lado la verdad revelada a tu vida, la

Vida de Dios dada a tu corazón por medio de la

Palabra de Dios.

Como ya lo dije en el capítulo anterior, el Reino

de Dios, es Cristo en nosotros.

“Que el reino de Dios no es comida

ni bebida, sino justicia y paz y gozo

por el Espíritu Santo.”

Romanos 14:17

El Reino de Dios es justicia, paz y gozo en el

Espíritu Santo. En nuestra antigua vida estas

palabras hubieran tenido muy poco significado,

lo que más nos interesaba era obtener una




solvencia económica buena, tener una vida

tranquila, o quizás disfrutar mucho de placeres u

otras cosas que ya hemos dejado atrás. Pero aún

ahora estas palabras pueden sonar muy

abstractas, son como algo intangible que

sabemos están en alguna parte pero como que

no podemos tocar.

Como lo vimos muy rápidamente antes, en

Cristo ya tenemos todas las cosas, ya todo lo del

Padre es nuestro y lo nuestro del Padre. En el

podemos hacer también todas las cosas que

nuestro maestro hizo, y lo hacemos todo para la

Gloria de nuestro Señor. Pero esto no es el eje

central de lo que predicamos, esto no es el eje

del evangelio. No cambiamos las enseñanzas de

Cristo, para adaptarlas a nuestras creencias, sino

que dejamos que el Espíritu Santo nos moldee

para ser semejantes a Cristo.

Pero tampoco nos enfrascamos en discusiones

doctrinales, sino que seguimos al Señor, vamos

a donde él va, escuchamos su voz y

obedecemos.



179


No son los que han defendido a Dios los que

hacen su voluntad, sino los que lo escuchan y

obedecen, alguien dijo una vez: “Dios no

necesita hombres que lo defiendan, sino que lo

obedezcan” y en esto estoy de acuerdo.

La justicia de Dios, es la condena del pecado en

la carne, cuando Cristo murió en la cruz,

entonces Dios obro justicia de acuerdo a la ley,

porque estaba escrito,

"El alma que pecare, esa morirá"

Ezequiel 18:20

Y en Cristo todos los que hemos creído en él

morimos juntamente con él. La justicia de Dios,

es entonces real en Cristo que murió por

nosotros, y la obtenemos nosotros por la fe,

cuando creemos que Cristo murió por nosotros,

entonces todos morimos. Pero de la misma

forma que morimos en Cristo, recibimos vida en




su resurrección. La justicia de Dios es entonces

muerte al pecado, pero vida por la fe.

Sin la muerte vicaria de Cristo por nosotros, la

justicia de Dios, nunca se hubiera cumplido en

nosotros, porque en nosotros reinaba el pecado.

“Entre los cuales todos nosotros

también vivimos en otro tiempo en

los deseos de nuestra carne,

haciendo la voluntad de la carne y

de los pensamientos; y éramos por

naturaleza hijos de ira, también

como los demás.” Efesios 2:3

Dios da muerte al pecado en la carne en Cristo, y

nos da vida juntamente con él en la

resurrección. Esta es la Justicia de Dios en

nosotros.

“Porque lo que era imposible á la

ley, por cuanto era débil por la

carne, Dios enviando á su Hijo en

semejanza de carne de pecado, y á



181


causa del pecado, condenó al

pecado en la carne; “

Romanos 8:3

Podemos entonces decir que somos justos

delante de Dios, en Cristo. Y todo el que diga

que nos es justo en Cristo, entonces no está en

él. Esta Justicia, no es sólo una palabra. Similar a

un preso que ha pagado su condena, y que

ahora ante la ley es justo, de la misma forma

nosotros ahora somos justos delante de Dios.

Cuando alguien en el mundo no ha violado la

ley, se dice que es un hombre bueno, que puede

vivir en paz, y recibe todos los derechos y

deberes de un hombre libre. De la misma forma,

pero más aún, nosotros, cuando somos justos en

Cristo, somos hechos libres, y podemos recibir

todo los derechos del Hijo de Dios, así como

tenemos la misma vestidura que el Hijo, porque

somos Justos ante Dios. La justicia que por

medio de Cristo recibimos, nos da entrada




directa al Padre, cosa que antes no podíamos

hacer a causa de nuestra naturaleza y a causa de

nuestro pecado.

Nadie que no sea justo, podrá nunca entrar al

Reino de los cielos, porque el reino de los cielos,

son el Reino de Dios, y Dios no habita donde

habita pecado. En el Reino de Dios, no hay

pecado, ni la sombra alguna de pecado, y todo

el que entra al reino de los cielos tiene que estar

sin pecado.

Nosotros ya estamos en el Reino de los cielos, ya

vivimos en este Reino, porque hemos sido

trasladados a este Reino por Cristo, el Señor.

“Que nos ha librado de la potestad

de las tinieblas, y trasladado al reino

de su amado Hijo;”

Colosenses 1:13

La justicia de Dios, es revelada por el Espíritu

Santo a nuestros corazones, y es esta justicia la



183


que nos da una seguridad de que somos hijos de

Dios. Podemos decir que la justicia de Dios en

nosotros, son la vestidura blanca con la cual nos

presentamos delante de Dios, la vestidura

blanca, son el recubrimiento de Cristo en

nosotros, de modo que después de haber nacido

de nuevo, somos cubiertos de Cristo, delante de

Dios, delante del cielo, y delante de todo el

mundo espiritual.

Esto quizás no lo puedes ver con tus ojos

naturales, pero es revelado por el Espíritu Santo

al corazón del creyente, que por medio de la fe

se apropia de esta verdad y la trae hasta el alma,

y hasta su inteligencia natural. El proceso de

traer hasta el alma y el cuerpo, la justicia que

nos es dada en Cristo, y con la cual somos

revestidos, este proceso se le llama Justificación.

Nótese que la justificación no es posible realizar

sin fe, puesto que la fe es la que se apropia de

esta verdad espiritual y la trae al alma y a la

mente natural y así al cuerpo.




“Así que, de la manera que por un

delito vino la culpa á todos los

hombres para condenación, así por

una justicia vino la gracia á todos los

hombres para justificación de vida. “

Romanos 5:18

Notemos algo, la justicia de Dios ya es en

nosotros completa, puesto que creemos en la

obra de Cristo, y su obra es completa, su justicia

nos es contada a nosotros. Pero es traída a

todas las áreas del alma y del cuerpo a través de

la fe, a decir la justificación.

Veamos algunos versículos a la luz de esta

revelación:

Bienaventurados los que tienen

hambre y sed de justicia: porque

ellos serán hartos. Mateo 5:6



185


La palabra aquí traducida como justicia es

dikaiosune (G1343 en la concordancia strong

que de ahora en adelante citaremos como

Strong cuando lo necesitemos), que es mejor

traducida justificación, ahora leamos de nuevo

el versículo a la luz de esto:

BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE

JUSTIFICACIÓN, O SEA LOS QUE ANHELAN TRAER LA

JUSTICIA DE DIOS, O SEA CRISTO EN NOSOTROS, A SUS

VIDAS.

Leamos otra vez:

BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE

TRAER LA JUSTICIA DE DIOS, A CRISTO, A SUS VIDAS,

PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS.

Veamos otro versículo:

Bienaventurados los que padecen

persecución por causa de la justicia:

porque de ellos es el reino de los

cielos. Mateo 5:10

O sea:




BIENAVENTURADOS LOS QUE PADECEN PERSECUCIÓN

POR CAUSA DE TRAER LA JUSTICIA DE DIOS A SUS VIDAS,

O SEA A CRISTO A SUS VIDAS, PORQUE DE ELLOS ES EL

REINO DE LOS CIELOS.

Esto que acabo de escribir es una interpretación,

pero se debe conservar la palabra escrita en su

estado original, porque aun esta interpretación

el Señor le dará cada vez más luz, porque sólo él

tiene la Verdad absoluta, y debemos confiar en

él para traernos esa luz a nuestros corazones. Te

comparto lo que el Señor me ha dado, pero es la

escritura la que debe ser escudriñada,

juntamente con el Espíritu del Señor.

La Justificación y la Santificación están muy

unidas, pero no son la misma cosa, la

justificación trae la justicia de Dios, o sea Cristo,

por medio de la fe a todas las áreas del alma y el

cuerpo, y el proceso voluntario de presentar el

alma y el cuerpo como esclavos de esta justicia,

es lo que se conoce como Santificación.

Podríamos decir que la Santificación viene

después de la justificación, por medio de la fe



187


traemos a Cristo a nuestros corazones, somos

revestidos de Cristo por medio de la fe y la

escritura, y cuando voluntariamente

presentamos todo nuestro ser a esta justicia

entonces somos Santificados.

La Santificación en nuestras vidas, trae una obra

externa, una obra visible a todo nuestro

entorno, porque la santificación hace que la

mente y el alma sean recubiertas de Cristo, la

persona que está siendo santificada, empieza a

hablar de otra forma, empieza a cambiar

notablemente, porque ahora trae la justicia de

Dios a todo su ser. Esta obra es realizada más

por medio de la fe y del Espíritu Santo.

“Hablo en términos humanos, por

causa de la debilidad de su carne.

Porque de la manera que ustedes

presentaron sus miembros como

esclavos a la impureza y a la

iniquidad, para iniquidad, así ahora




presenten sus miembros como

esclavos a la justicia, para

santificación.”

Romanos 6:19

“Pero ahora, habiendo sido

libertados del pecado y hechos

siervos de Dios, tienen por su fruto la

santificación, y como resultado la

vida eterna.“ Romanos 6:22

“Pero por obra Suya están ustedes

en Cristo Jesús, el cual se hizo para

nosotros sabiduría de Dios, y

justificación, santificación y

redención, para que, tal como está

escrito: "EL QUE SE GLORIA, QUE SE

GLORÍE EN EL SEÑOR."

1Co 1:30-31



189


Notemos que es la Santificación la que tiene que

ver directamente con la obra de la justicia, la

justicia es traída por fe, y la santidad es

ejecutada en esa justicia. Podríamos decir que la

Santificación en nosotros, obra la justicia de

Dios, que ha sido traída por medio de la

justificación a nuestros corazones. Yo sé que ha

sido un grupo de términos, algo complicados,

pero son necesarios que los podamos

diferenciar, puesto que en la escritura son

tratados frecuentemente, por esta razón

debemos adentrarnos en estos temas. Si

podemos ya entender lo que es la justificación y

la santificación, lo que la justicia de Dios y la

Santidad de Dios, entonces diremos Gloria a

Dios, porque empezamos a ver las maravillas

que el Padre había reservado para nosotros

desde antes de la fundación del mundo.

También el Espíritu del Señor no empezara a

mostrar áreas de nuestra vida que tienen que

empezar a cambiar de acuerdo a esta verdad,

nuestra forma de hablar debe cambiar, nuestra




forma de pensar debe también cambiar, y todo

nuestro ser debe recibir esta luz.

Si estamos en la luz de las escrituras respecto a

estos temas, entenderemos que ya no podemos

llamarnos injustos, puesto que hemos sido

hechos justos en Cristo, entenderemos que ya

no podemos hacer pecado ni practicar el

pecado, porque tenemos que ser Santificados, o

sea presentar voluntariamente nuestros cuerpos

y alma a la justicia que ha sido traída por medio

de la fe a nuestros corazones.

Notemos algo, en ningún momento la escritura

nos ha dicho que necesitamos hacer obras para

ser santos, esto sería como querer producir el

Espíritu por medio de la carne. Primero

conocemos que Cristo murió por nosotros, que

resucito, esta es la Sabiduría de Dios, luego

nacemos de nuevo y somos hechos justos y

santos delante de Dios y de todos, por medio de

la fe traemos esta verdad a nuestras vidas, esto

es la justificación, y entonces presentamos



191


voluntariamente nuestro cuerpo y alma a esta

justicia, esto es la Santificación.

Pero por obra Suya están ustedes en

Cristo Jesús, el cual se hizo para

nosotros sabiduría de Dios, y

justificación, santificación y

redención, 1Co 1:30

Veamos rápidamente la última palabra de este

versículo, redención. Sabemos que hemos sido

redimidos, salvos, por medio de su sangre.

“En el cual tenemos redención por su

sangre, la remisión de pecados por

las riquezas de su gracia,”

Efesios 1:7

¿De qué somos redimidos? Del pecado,

¿Significa esto que la redención es sólo el

perdón de pecados? La redención que el Señor

hace en nosotros, va mucho más allá que sólo el




perdón de pecados, tenemos que entender que

el pecado es la transgresión de la ley.

“Cualquiera que hace pecado,

traspasa también la ley; y el pecado

es transgresión de la Ley. “

1 Juan 3:4

Esta es la ley que fue dada a Moisés, y escrita en

piedra. La transgresión de esta ley es lo que se

conoce como pecado. Algunas veces se quiere

explicar el pecado como no hacer la voluntad de

Dios, pero esto realmente no lo podemos llamar

así, el pecado bíblicamente hablando, es la

desobediencia de la ley. Tranquilamente

podemos decir que todo aquel que viva por la

ley está en pecado. Puesto que es imposible

para la carne sujetarse a la ley, porque la ley es

espiritual, y lo que era bueno en sí, produjo en

nosotros la muerte, a través del conocimiento

de la ley.



193


Cristo nos redime de la maldición de la Ley

(Gálatas 3:13). Quiere decir que nosotros ya no

vivimos por la ley, ya no estamos sujetos a la ley.

Todo el que este sujeto a la ley estará sujeto al

pecado, porque el poder de la ley es el pecado.

Yo sé que esto puede mover a algunos, que

intentan agradar a Dios, intentando guardar la

ley, pero la escritura dice que si esto haces,

estas bajo la maldición de la ley, y si tú no

guardas toda la ley, entonces esta maldición es

sobre ti. Y sabemos que nadie puede guardar

toda la ley, porque la carne es de naturaleza de

pecado, y su fruto es pecado.

Nótese que el pecado está muerto sin la ley. Si

alguien no conoce a Dios y no conoce la ley, no

le podemos traer la ley para acercarlo a Dios, lo

que estamos haciendo es trayendo la muerte a

esa persona.

"Porque hasta la ley, el pecado

estaba en el mundo; pero no se

imputa pecado no habiendo ley."




Romanos 5:13

No digo que una persona que no conoce a Dios y

no conoce la ley este vivo para Dios, NO. Su

naturaleza sigue siendo la de Adán, la naturaleza

del pecado, pero él en si no tiene conocimiento

de pecado, porque no conoce la ley. Decirle a

una persona que no conoce a Dios, “mira no

blasfemes, que eso es pecado”, en nada lo

acercara a Dios, lo único que estas tratando

hacer es comunicarle la ley, a la cual ni tú

mismo, si realmente estas en la gracia, ni tú

mismo estas sujeto a ella.

Lo único que puede acercar a una persona a

Dios es Cristo, no hay otro camino. Sólo Cristo

puede traer esa persona a la vida, y la vida nada

tiene que ver con la ley.

La redención entonces nos redime de la ley. Ya

no estamos sujetos a ella, y la parte nuestra que

era de naturaleza pecado, y que en algunos de

nosotros conocía la ley y estaba sujeta a la



195


muerte, esa naturaleza ha muerto juntamente

con Cristo. Cristo la llevo en la cruz. Luego no

hay nada en nosotros que este sujeto a la ley. El

pecado ya no tiene entonces ningún poder en

nosotros, ¿y saben mis hermanos, el pecado por

quien era usado para someternos? Exacto, por

la muerte. La muerte usaba el pecado como su

aguijón, pero ahora la muerte YA NO TIENE

PODER EN NOSOTROS. Recuerdas estas

palabras:

"Porque ésta es la voluntad de Mi

Padre: que todo aquél que ve al Hijo

y cree en El, tenga vida eterna, y Yo

mismo lo resucitaré en el día final."

Juan 6:40

Esta es la vida eterna, Cristo en nosotros. Ya no

sujetos a la ley, sino a su GRACIA. La gracia es

entonces, el don de Dios, es por decirlo así, la

nueva norma por la cual vivimos.




La gracia, es todo lo que tú ahora eres, o sea

Cristo en nosotros, ahora eres Justo, Santo, y

Redimido, todo porque estas completamente

revestido de Cristo. Y esto no es una obra tuya,

esto lo digo para algunos que piensan, que si

ellos no creen lo suficientemente fuerte en esto,

esto no se hará realidad en ellos, NO, tú ya has

sido revestido de Cristo, esto es un don de Dios,

no tienes que esforzarte en esto, tu fe en Cristo

Jesús como tú salvador, te da entrada y derecho

a todo esto.

Piensa en esto, no intentamos guardar la ley,

sino que traemos la justicia de Dios a nuestros

corazones por la fe, y voluntariamente hacemos

esta justicia en nuestros cuerpos y alma, y

cumplimos así toda la ley, pero no como

cumpliendo la ley, sino porque la fe en Cristo y

nuestra santificación nos lleva a cumplir la ley y

aún más. Si vives por la ley, vas a morir, a caer

de la gracia. Si vives por le fe en Cristo, vivirás.

Esta es la parte que ahora se cumple en

nosotros de la redención, ya no vivimos por la



197


ley, ahora vivimos por la gracia, hemos sido

hechos redimidos del pecado, pero más aún,

hemos sido hecho sujetos, esclavos, de la gracia.

El que vive por la gracia, vive en el Reino de

Dios, el que vive por la ley está muerto.

Nuestra completa redención se cumplirá,

cuando todo nuestro ser, espíritu, alma y

cuerpo, sea llevado a su presencia, sea

transformado a la semejanza de Cristo, entonces

podemos decir completamente, muerte donde

está tu aguijón, o sea el pecado. Esto se

cumplirá cuando seamos resucitados o

transformados y llevados con el Señor, para

estar siempre con él.

Volvamos un poco a lo que acabamos de

explicar, si el pecado es transgresión de la ley, y

nosotros hemos sido redimidos de la maldición

de la ley, y no estamos sujetos a la ley, ¿Quiere

decir esto que no podemos pecar? La escritura

enseña:




Si confesamos nuestros pecados, Él

es fiel y justo para perdonarnos los

pecados y para limpiarnos de toda

maldad (iniquidad).

1Juan 1:9

¿Cómo dice la escritura que podemos pecar si ya

no estamos sujetos a la ley?

No estamos sujetos a la ley de ordenanzas, dada

a Moisés, ya no vivimos por ellas, ni esta ley

tiene poder en nosotros. Pero estamos sujetos a

una ley mayor, la ley del amor, la ley de la

gracia, la cual Jesús la explico así:

"Un mandamiento nuevo les doy:

'que se amen los unos a los otros;'

que como Yo los he amado, así

también se amen los unos a los

otros. En esto conocerán todos que

son Mis discípulos, si se tienen amor

los unos a los otros."



199


Juan 13:34-35

Notemos las palabras usadas por el Señor: Un

mandamiento nuevo, y lo nuevo viene a

reemplazar lo antiguo, la ley a la cual estamos

sujetos es la ley del amor. Pero esto no es como

algunas veces el mundo lo quiere usar, intentan

usar la palabra amor para llevar a cabo sus

propósitos. Yo les digo, nadie que no tenga a

Cristo en su corazón, como Señor y Salvador,

puede llegar a amar. El amor no es un

sentimiento bonito, una palabra dulce, o una

mirada dulce, el amor no tiene nada que ver con

eso. El amor es Dios, el amor tomo forma de

hombre en Jesús, el Cristo, el amor es la luz de

los hombres, y es la Palabra del Señor, el amor

sufrió hasta la muerte por ti y por mí, el amor

bajo a las partes más profundas y aun allí

predico de la Salvación, el amor resucito al

tercer día y nos tomó a todos los que creemos

en Cristo, y nos dio vida juntamente con él. El

amor es el que lleva mi naturaleza de este




mundo a la cruz, el amor es el que me lleva a la

muerte para que vea la vida, el amor es el que

lleva a misioneros y predicadores a dar sus vidas

por el evangelio, el amor es que ha llevado a

miles a sufrir torturas y vejaciones por causa del

nombre Glorioso de nuestro Señor, y podría

seguir enumerando acerca del amor, del amor

que el mundo no conoce, pero que sólo habita

con el Señor y con todo aquel que ama a Jesús.

No se dejen engañar con palabrerías huecas,

usadas por hombres corruptos, que quieren usar

el amor para sus propios intereses. El amor nos

debe llevar a sujetarnos a nuestros pastores de

la Iglesia local, el amor nos debe llevar a orar

por ellos, a bendecirlos, el amor nos lleva a

morir a todo lo nuestro, aún esa forma de

pensar, esa forma de pensar que dice es injusto,

o no saben lo que yo sé, o cualquier otra cosa

nacida de nuestra forma carnal de pensar, el

amor nos lleva a renunciar a esto y aún sin

entenderlo, vamos a los pies del Señor y

dejamos todo delante de él. Él tiene cuidado de



201


nosotros, Él no necesita que nadie le enseñe, Él

sabe mejor que nosotros mismos lo que

necesitamos.

El amor, se palpa por la fe, obra por la fe, y la fe

obra por el amor, de tal forma que no buscamos

lo nuestro, sino lo que es del Señor.

Alguien podría decir, ¡muéstrenos a alguien que

haya amado de esa forma! Mira a Jesús, imítalo

a Él, como él es, así debemos ser nosotros. No

puedes tener su testimonio en tu corazón, si no

crees sus palabras, no puedes oír su voz, si no le

crees al Espíritu Santo. Pero yo sé que si le

crees, que le amas y que tu oración ahora es:

Quiero conocerte, quiero amarte con todo mi

ser, que tu vivas en mí, y llevar a todas partes a

Cristo en mí. Quiero morir a todos mis

sentimientos, mis propios pensamientos, mis

propios sueños, mi propia voluntad, y para que

tú, Señor Jesús, llenes cada área de mi ser, de mi

espíritu, alma y cuerpo. Si tu oración es algo




similar, entonces estas en buen camino, eres

discípulo de Jesús, mi hermano.

Pero vimos sólo una parte de la ley del amor, la

otra parte es aún más importante, es la más

importante, yo sé que todos ustedes ya la

saben:

RESPONDIENDO ÉL, DIJO: "AMARAS AL

SEÑOR TU DIOS CON TODO TU

CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y

CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA

TU MENTE, Y A TU PRÓJIMO COMO

A TI MISMO." LUCAS 10:27

Lucas recoge los dos mandamientos de la ley del

amor, el primero es amaras al Señor tu Dios con

todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda

tu fuerza, y con toda tu mente. Esta es la ley a la

que estamos sujetos los hijos de Dios, el Señor

lo dice de una forma precisa, ama a Dios con

todo tu ser, con el espíritu (corazón), el alma, y



203


el cuerpo. Ama a Dios ante todo, este es el gran

mandamiento y el primero.

Nadie que no haya nacido de nuevo puede amar

a Dios, algunos piensan que aman a Dios,

cuando hacen sus ritos, y se flagelan sus

cuerpos, o hacen cosas en lo oculto, según ellos

para agradar a Dios, pero no es al verdadero

Dios al que ellos adoran. El que no tiene a Jesús

en su corazón y ha nacido de nuevo, y piensa

que adora a Dios, el tal adora demonios. Y aquí

quiero dejar en claro que no es como se está

intentando predicar en algunas sectas y

religiones, que es un solo Dios pero diferentes

formas de llegar a Él. NO, sólo hay un camino, y

todo aquel que no ama al hijo y lo adora, adora

los demonios. Aquí están por ejemplo los

musulmanes, los budistas, los humanistas y toda

religión que dice adorar a Dios, pero que no

creen en Jesús, todos ellos adoran los demonios.

“Y sabemos que el Hijo de Dios ha

venido y nos ha dado entendimiento




a fin de que conozcamos a Aquél que

es verdadero; y nosotros estamos en

Aquél que es verdadero, en Su Hijo

Jesucristo. Este es el verdadero Dios

y la vida eterna.”

1Juan 5:20

“En esto ustedes conocen el Espíritu

de Dios: todo espíritu que confiesa

que Jesucristo ha venido en carne, es

de Dios. Y todo espíritu que no

confiesa a Jesús, no es de Dios, y

éste es el espíritu del anticristo, del

cual ustedes han oído que viene, y

que ahora ya está en el mundo.“

1Juan 4:2-3

La imagen completa y perfecta de Dios es Jesús,

el Cristo, todo aquel que ve a Jesús, ve al Padre,

y todo aquel que rechaza a Jesús, como la

imagen completa de Dios, rechaza al Padre. Pero



205


realmente todos los que dicen buscar a Dios, no

lo aman, sino lo aborrecen, aborrecen la luz, y

por eso no quieren venir a la luz, para que se

vea que sus obras son hechas en Dios.

“Porque todo aquel que hace lo

malo, aborrece a la luz y no viene a

la luz, para que sus obras no sean

redargüidas. “

Juan 3:20

No se dejen engañar, todo el que no honra al

Hijo, no honra al Padre. No es posible, honrar a

Dios, sino a través de Cristo. Hay una corriente

poderosa en este momento, que está

seduciendo a muchos a la mentira, se llama el

humanismo. El humanismo, tiene una apariencia

de bondad, pero niega en todo a Dios y a Cristo.

El Humanismo dice no necesitar un Salvador, el

humanismo ha centrado al mismo hombre como

dios. Usan palabras sacadas de la Biblia, las

acomodan a sus enseñanzas, pero son una




enseñanza diabólica, proveniente de un espíritu

de maldad, que está muy ligado al anticristo.

Hablan de Jesús como de un hombre bueno, que

quiso ayudar a la gente, usan su nombre para

engañar a las almas, pero niegan a Jesús como el

Hijo de Dios, como Dios hecho hombre.

Debemos alejarnos de todo este tipo de

enseñanzas. Porque dañan la verdadera doctrina

del evangelio.

Para amar a Dios, tienes que conocerlo a Él, no

imaginártelo como tú crees que él es, tienes que

ir bajo sus términos, no bajo tus términos, tienes

que respetar su decisión y voluntad y no querer

tu decirle a Dios como hacer las cosas.

Como un fundamento, debes tener la escritura,

la escritura no adulterada, debes estudiarla,

escudriñarla, amarla, preguntarle al Espíritu

Santo que te dé luz en las escrituras, que te

enseñe. Aférrate con todas tus fuerzas a este

fundamento, porque de él mana la vida.



207


Es entonces a esta ley a la que estamos sujetos,

y faltar a esta ley, también se le llama pecado. El

pecado del hijo de Dios, es faltar a esta ley, no a

las leyes escritas en piedra, sino a la ley que ha

sido escrita en nuestros corazones. Por eso está

escrito:

“… Todo lo que no procede de fe, es

pecado.”

Romanos 14:23

Realmente hemos hecho una carrera meteórica

a través de las bases del Reino de Dios, los libros

de Gálatas y romanos en la Biblia, te darán más

luz al respecto de estos temas.

En los capítulos posteriores nos adentraremos

en dos grandes fundamentos del Reino de Dios,

la Paz y el Gozo, bendiciones hermanos.




Fundámentos del Reino de Dios II

emos estado viendo muy rápidamente

algunos fundamentos, bases inmovibles

del Reino de Dios, como lo son la Fe, la

Justicia de Dios, la Justificación, la Santidad de

Dios, la santificación, y también vimos

rápidamente la redención. Seguramente ya

todos podemos claramente distinguir que todos

estos fundamentos se encuentran en Cristo. Ya

empezamos a ver claramente que todo en el

Reino, todo fundamento, toda riqueza, está en

Cristo, y en Cristo quiere decir nos pertenece a

nosotros. Porque todo lo que está en Cristo, nos

ha sido dado a nosotros, esta es la voluntad del

H



209


Padre, que todas las cosas, nos pertenezcan en

Cristo, y que todo lo nuestro este solamente en

Cristo.

Cristo es todo lo nuestro, fuera de Cristo no

tenemos nada, y fuera de Él, está la muerte y la

oscuridad. Todas las cosas han sido creadas para

Él, y por Él, todo, no solo lo que vemos, sino lo

que no vemos, lo que está en el cielo y en la

tierra, TODO, al Padre le plació crear todo en

Cristo y que Él sea la cabeza, el principal en

todo, que todo en el cielo y en la tierra,

encuentre su completo en él, y todo lo que no

sea hallado en él dejara de ser para siempre.

No pienses en estas palabras como unas

palabras bonitas, para alabar a Cristo, son

mucho más que eso, son Verdad, piensa en ellas

como la verdad que tiene que abrirse camino en

tu corazón, hasta que un día entendamos,

“NADA SOY FUERA DE MI SEÑOR”

Esta revelación, cuando empieza a alumbrar con

fuerza en tu corazón, dejara ver una parte del




Reino, que hasta ahora ha estado oculto, a decir

la PAZ y el GOZO.

"Todas las cosas por él fueron

hechas; y sin él nada de lo que es

hecho, fue hecho."

Juan 1:3

"Porque por él fueron criadas todas

las cosas que están en los cielos, y

que están en la tierra, visibles é

invisibles; sean tronos, sean

dominios, sean principados, sean

potestades; todo fue criado por él y

para él. Y él es antes de todas las

cosas, y por él todas las cosas

subsisten: Y él es la cabeza del

cuerpo que es la iglesia; él que es el

principio, el primogénito de los

muertos, para que en todo tenga el

primado. Por cuanto agradó al



211


Padre que en él habitase toda

plenitud,"

Colosenses 1:16-19

Dios, habiendo hablado muchas

veces y de muchas maneras en otro

tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros tiempos(en estos

días) nos ha hablado por el Hijo, al

cual constituyó por heredero de

todo, por el cual asimismo hizo los

siglos; el cual siendo el resplandor de

su gloria, y la misma imagen de su

sustancia, y sustentando todas las

cosas con la palabra de su potencia,

habiendo hecho la purgación de

nuestros pecados por sí mismo, se

sentó a la diestra de la majestad en

las alturas,

Hebreos 1:1 - 3




No puedo marcar lo suficiente, la importancia

que esta revelación tiene para nosotros, y para

poder continuar el camino en el Reino de Dios, si

esta revelación no está en tu corazón, no podrás

ver las maravillas que están por delante. Los

versículos que nombro aquí, son solo unos

pocos, de todos los que nos pueden ayudar en

una de las más importantes revelaciones en el

Reino de Dios. Que en Cristo hemos sido

reconciliados con Dios, que en Cristo no solo

nosotros, sino todas las cosas han sido

reconciliadas con Dios, y que en Cristo todo

subsiste. Que en Cristo están todas las cosas que

permanecerán, y que no hay nada fuera de él. Si

tú no estás en Cristo, estás muerto y dejaras de

ser para siempre. La carta a los Colosenses

recoge estas palabras que resumen esta

maravillosa Verdad:

Y él es antes de todas las cosas, y

todas las cosas consisten por él; y él

es la cabeza, del cuerpo de la Iglesia,

principio y primogénito de entre los



213


muertos, para que en todo tenga el

primado.

Por cuanto agradó al Padre que en

él habitase toda plenitud, y por él

reconciliar todas las cosas a sí

mismo pacificando por la sangre de

su madero,(cruz) así lo que está en

la tierra como lo que está en los

cielos. A vosotros también, que erais

en otro tiempo extraños y enemigos

de ánimo en malas obras, ahora

empero os ha reconciliado en el

cuerpo de su carne por medio de la

muerte, para haceros santos, y sin

mancha, e irreprensibles delante de

él;

Colosenses 1:17 - 22

Particularmente, a mí no me costaba creer esto,

pero al principio no captaba bien esta verdad en

que me afectaba, pensaba que se refería solo a




Cristo, y yo me veía salvo por él, pero todavía no

veía que yo estaba en él, y que ya no era yo,

sino él, y solo él. Cuando estas palabras

empezaron a tocar la puerta de mi corazón,

entonces vi mi maldad, aún después de haber

pasado por la cruz. Maldad porque había

querido tantas veces agradar yo a Dios. Yo había

querido trabajar, servirlo, honrarlo. Y al hacerlo,

dejaba de lado a aquel que por mi había muerto,

al Señor, al único perfecto, al único al cual Dios

recibe plenamente, a Cristo. Hasta que empecé

a navegar en el mar llamado Cristo, y morí a mí

mismo, ahora ya no quería yo agradarlo, ya no

quería yo servirlo, ahora era solo el Señor, y el

en mí, y era como él quería, lo que él quería,

ahora era uno en el señor, porque yo ya no

exista. Ya no tenía que esforzarme, ahora todo

era mío, y todo lo mío era de Cristo, ahora podía

estar en PAZ, ya no había absolutamente nada

que me podía sacar de cristo, HABÍA LLEGADO a

lo que tanto había estado buscando, CRISTO.

Espero que me entiendan, es más que saber que

soy salvo, que he sido rescatado, es más que



215


saber que ahora comparto la naturaleza de Dios,

que he nacido de nuevo, es… es como llegar a

casa. Es Paz, es la paz de Dios, en Cristo, que ya

nadie te podrá quitar, porque ya no depende de

ti, ya nada depende de ti.

Esta verdad realmente contrastara con la vida

natural que tenemos que seguir llevando, y que

debemos vivir, agradando al Señor. Es como salir

de un mundo de amor y paz, y de repente verme

jalado a un mundo diferente, que no diría real,

porque el mundo real para mi es Cristo.

La paz de Dios no tiene lógica, no se puede

entender, se vive, se lleva en tu corazón. Isaías

lo expresa de una manera clara y hermosa,

veámoslo:

“Hasta que sobre nosotros sea

derramado espíritu de lo alto, y el

desierto se torne en campo labrado;

y el campo labrado sea estimado por

bosque. Y habitará el juicio en el

desierto, y en el campo labrado




asentará la justicia. Y el efecto de la

justicia será paz; y la labor de

justicia, reposo y seguridad para

siempre. Y mi pueblo habitará en

morada de paz: y en habitaciones

seguras, y en refrigerios de reposo.”

Isaías 32:15 - 18

Bendito es el Señor, que por Su Santo Espíritu

reveló aún 700 años antes de Cristo, a sus

profetas, verdades eternas, del Reino de los

cielos. Leamos con detenimiento, y veremos

como lo dice con gran claridad, todo lo que

hasta ahora hemos estado estudiando.

1. “hasta que sobre nosotros sea derramado

espíritu de lo alto”, esta verdad es solo

para los nacidos de nuevo, los redimidos

del Señor.

2. “y el desierto se torne en campo labrado;

y el campo labrado sea estimado por

bosque.”, eso éramos antes de llegar a



217


Cristo, desierto, donde no había nada,

solo sequedad y muerte, nosotros, ese

desierto primero, es convertido en campo

labrado, somos campo de labranza del

Espíritu del Señor, y nos riega con su

Palabra, y pone en nosotros su semilla, y

nos limpia de toda maleza, hasta que

crece el fruto, y el campo labrado se

convierte en un bosque. Lleno de toda

clase de frutos, agradables a Dios.

3. “Y habitará el juicio en el desierto, y en el

campo labrado asentará la justicia.”, el

juicio es el que nos lleva a la cruz, salimos

del desierto, pasamos por la cruz y

llegamos a la justicia de Dios, que es

Cristo, y por la justificación traemos esta

verdad a nuestro corazón, al campo

labrado, es allí donde esta verdad debe

habitar.

4. “Y el efecto de la justicia será paz; y la

labor de justicia, reposo y seguridad para

siempre.”, y este versículo en el que nos




estamos concentrando ahora, el efecto de

esta justicia que traemos a nuestro

corazón, o sea Cristo, el efecto de esto es

la PAZ. Cristo en nosotros, produce la PAZ

de Dios, la verdad de la justificación, debe

permanecer en nosotros, y entonces

tendremos como fruto la paz. Si

meditamos en los versículos que vimos al

principio en colosenses, y permanecemos

en Cristo, trayendo la justicia de Dios a

nuestros corazones, esto producirá la paz

de Dios como su fruto. La paz de Dios, no

es algo que tú puedas crear, o imaginarte,

o aprender, es un fruto de la justicia de

Dios en tu corazón.

La segunda parte de este versículo toca

algo que hasta ahora vamos a entrar a

ver, y es el reposo de Dios. El fruto de la

justicia de Dios en tu corazón es la Paz de

Dios en tu corazón, y el efecto, o sea, lo

que se ve y afecta a todo lo que está en tu

entorno, será el reposo y la seguridad. Al



219


decir el efecto de todo tu entorno, no me

refiero solamente a lo que otros puedan

ver, sino más a lo que tú mismo vas a ver

en tu entorno, cuando tienes la paz de

Dios en tu corazón. Voy a volver a este

versículo más tarde, pero por ahora

continuemos con el último versículo de

los que escogimos de Isaías.

5. “Y mi pueblo habitará en morada de paz:

y en habitaciones seguras, y en refrigerios

de reposo.” La voluntad de Dios, es que

estemos en esta paz y en este reposo,

esta es Su voluntad. El no estar en la Paz

de Dios, y en el reposo de Dios, es no

haber aceptado la obra completa de

Cristo, porque él debe ser el todo en

nosotros, y él es nuestra PAZ y nuestro

reposo. Ya he explicado, que estas no son

solo palabras para aprender y repetir, son

el fruto de la justicia de Dios en mi

corazón, o sea Cristo, y el efecto de esta

justicia, es el reposo.




Como podemos ver, estos temas han estado

desde siempre en el corazón de Dios, no son

algo nuevo, es el plan de Dios para todos, no

solo para nosotros que hemos alcanzado los

últimos tiempos, sino para todos, en todos los

tiempos, en todas partes. Pero nosotros que

hemos alcanzado estos tiempos, que tenemos el

testimonio de Cristo, que hemos leído la Palabra

del testimonio de los Apóstoles, que hemos

gustado nosotros mismos las riquezas del Reino

de Dios, nosotros podemos por anticipado,

empezar a gustar de las delicias venideras, a

través de Su Santo Espíritu. Todo lo que hasta

ahora hemos visto como un fundamento en el

Reino de Dios, es algo que no es temporal, es

eterno, y estos fundamentos que encontramos

ahora serán para siempre. Nosotros recibimos la

“arras de la herencia” pero lo que viene es aún

mejor.

“En el cual esperasteis también

vosotros en oyendo la palabra de

verdad, el evangelio de vuestra



221


salud: en el cual también desde que

creísteis, fuisteis sellados con el

Espíritu Santo de la promesa, Que es

las arras de nuestra herencia, para

la redención de la posesión

adquirida para alabanza de su

gloria.”

Efesios 1:13 - 14

Desde el punto de vista de Dios, estas cosas ya

son, ya son Si y Amen, desde que él las dijo, ya

existen, porque él dice y existe. Él llama las

cosas que no se ven, como si fueran, porque de

él es todo el poder, y lo que él dice está ya

hecho. Por esta razón, Cristo, no es sólo para

este tiempo, o para el tiempo después de su

muerte, los que murieron antes de que el Señor

se manifestara en la tierra, ellos murieron en la

promesa, la promesa de que vendría un

Salvador, y esa promesa es tan cierta y real,

como lo es para nosotros creer en las Palabras




de los Apóstoles, o como lo fue para los

contemporáneos de Jesús, verlo con sus propios

ojos. Esto, aunque no lo podríamos llamar un

fundamento, es algo que siempre se cumple en

el Reino de Dios, las cosas del Reino son eternas,

no tienen tiempo, porque subsisten en Cristo y

son para Cristo.

En nuestra vida diaria, estos tesoros del Reino,

nos llevaran a vivir de otra forma, en la medida

que estas verdades empiecen a penetrar todo

nuestro ser, y nosotros voluntariamente

vayamos a la Santificación, la justicia de Dios en

nosotros, Cristo, transformara nuestra forma de

pensar, de sentir, de vivir. La Paz de Dios, que

no es una paz de este mundo, empezara a

inundar nuestras vidas, y poco a poco

empezaremos a buscar otras cosas. Es un error

intentar “entender lógicamente” estas

verdades, y de esta forma intentar crear un

cambio en nosotros. El cambio vendrá como un

fruto, primero en el espíritu, luego en el alma, y

después llegara a todo nuestro ser. Pero no



223


debes ni siquiera juzgarte a ti mismo, porque ya

no eres propio, ya lo que ahora crees que es tu

vida, no es tuya, es de Dios, y él es tu dueño,

solo él tiene derecho a juzgarte, luego tú mismo

debes desistir de esto.

“Más ahora, librados del pecado, y

hechos siervos á Dios, tenéis por

vuestro fruto la santificación, y por

fin la vida eterna.”

Romanos 6:22

Volvamos a esta idea por un momento, “Todo

en el Reino de Dios es ETERNO”, no cambia con

el tiempo, la Palabra de Dios sostiene todas las

cosas en el Reino de Dios, y sabemos que su

Palabra es inmutable, de la misma forma Jesús,

el Cristo, es el mismo ayer, hoy y para siempre.

“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y

por los siglos.”

Hebreos 13:8




El tiempo es un factor que pertenece a este

mundo, en el Reino de Dios no existe el tiempo,

véanse las siguientes referencias bíblicas, estas

son solo unas pocas de las muchas que existen

en la Palabra (Romanos 16:26, 2Corintios 4:17,

Efesios 3:11, 2Tesalonosences 2:16, 1Timoteo

1:17), aunque muchas veces creemos entender

esto, es muy importante que realmente

captemos esta revelación, porque es clave para

poder entender lo que viene.

Si en el Reino de Dios todo es eterno, y yo he

sido trasladado al reino de Dios, esto quiere

decir que yo soy eterno si estoy en Cristo.

“Más ahora, librados del pecado, y

hechos siervos á Dios, tenéis por

vuestro fruto la santificación, y por

fin la vida eterna.”

Romanos 6:22

Porque de tal manera amó Dios al

mundo, que dio a su Hijo unigénito,



225


para que todo aquel que cree en El,

no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:16

Esta empero es la vida eterna: que

te conozcan el único Dios verdadero,

y al que enviaste, Jesús, el Cristo.

Juan 17:3

Léanse cuidadosamente los versículos

anteriores. La Palabra, el mismo Jesús, nos

enseña que si creemos en él, tenemos vida

eterna. Debemos ser cuidadosos como

entendemos, hay verdaderos tesoros, que en

oportunidades los pasamos de largo por el

simple hecho de no ser cuidadosos. Esta vida

eterna que nos habla en estos versículos, no es

solo una vida para siempre, sino que es la vida

de Dios. Porque, ¿Para qué vivir eternamente,

sino es junto al Señor?, pero gracias a Dios, por

Jesús, el Cristo, nuestra vida. Otro detalle de




vital importancia aquí, es que dice el que en mi

cree, o sea el que cree en Jesús, el Cristo. Creer

en Jesús el Cristo, no es saber “de qué hubo un

hombre llamado Jesús, que parece que lo

mataron en una cruz”, o quizás “Si yo creo, pero

déjenme vivir mi vida”, o “si yo creo, pero eso

fue pasado, ahora estamos en otro tiempo” o

algo por estilo. En este momento del libro, ya no

estamos en esa situación, yo sé que si has

seguido el texto de este libro, entonces debes

tener una fe firme en Cristo, sabes en tu

corazón, que Jesús murió por tus pecados, sabes

que el resucito al tercer día para darte la nueva

vida, sabes que ahora vives y te mueves en el

Reino de los cielos, y estas descubriendo todas

las riquezas del Reino, no porque las leas aquí,

sino que el Espíritu Santo te revela a tu corazón

estas verdades. Creer es estar en Cristo, es estar

en él y él en nosotros.

Pero, aquí quiero volver por un momento a un

tema abierto que deje en los primeros capítulos,

se trata de la Palabra adulterada. La Palabra de



227


Dios, está siendo atacada por diferentes fuerzas,

de forma sistemática y solapada, intentan borrar

puntos clave del evangelio, y de esta forma

dejar a las generaciones venideras, y aun a esta

generación sin los fundamentos del Reino, a

decir la Palabra de Dios. Uno de estos ataques,

va directamente contra el nombre del Señor. En

las versiones modernas de la Reina Valera, La

Biblia de las Américas, Nueva Biblia

Latinoamericana de Hoy, La versión en Sueco

llamada Svenska Folk Bibeln, y en si toda

versión basada en los textos de Hort and

Wescott, y aquí me refiero exclusivamente al

Nuevo Testamento, en estas versiones se ha

cambiado muchos textos dando otro significado.

Wescott y Hort terminaron su trabajo a finales

de 1800, y estaba basado en algunos textos

encontrados de “forma casual” por Tischendorf

en el monasterio de St Katarinas, este texto se

conoce como codex Sinaiticus. Dio la

“casualidad” de que estos textos encajaban más




en la forma de creer de la religión católica, estos

textos se conocen como el Texto Critico.

Los textos que nosotros reconocemos como los

legítimos están basados en el Textus Receptus

(Texto recibido) basado principalmente en el

texto bizantino. Esto es solo un pequeño

paréntesis, para dejar en claro que existen dos

corrientes, una está basada en los textos

críticos, aquí están todas las traducciones

modernas con solo contadas excepciones y la

otra basada en los textos recibidos de la Iglesia

primitiva aquí están la King James (no la

traducción moderna), la Reina Valera de 1960, la

traducción de la Biblia en Sueco de 1907.

Vamos directamente a algunos ejemplos, de

cómo se está atacando la Palabra:

Juan 6:47

(KJV) Verily, verily, I say unto you,

He that believeth on me hath

everlasting life.



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(LBLA) En verdad, en verdad os

digo: el que cree, tiene vida eterna.

(SRV) De cierto, de cierto os digo: El

que cree en mí, tiene vida eterna.

Los textos de KJV y SRV concuerdan con el Texto

recibido, el texto de LBLA concuerda con el

Texto crítico. Nótese que en el texto crítico le

quitan: “en mí” que directamente es una

relación a creer en Cristo, y lo dejan de la forma

más general, que se adapta a las creencias

modernas, en que solo basta creer, no importa

en que, solo creer. Esto es una aberración de la

Explicación: KJV = King James Version, LBLA = La Biblia de las

Americas, SRV = 1909 Reina Valera. No aparece el texto de la Reina

Valera de 1960 por tener derechos de copia, pero confirme en su

Biblia.




escritura, una falta gravísima, que no creo sea

cometida por descuido. Este error es

consecuente en varios versículos:

Mat 8:29

(KJV) And, behold, they cried out,

saying, What have we to do with

thee, Jesus, thou Son of God? art

thou come hither to torment us

before the time?

(LBLA) Y gritaron, diciendo: ¿Qué

tenemos que ver contigo, Hijo de

Dios? ¿Has venido aquí para

atormentarnos antes del tiempo?

(SRV) Y he aquí clamaron, diciendo:

¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de

Dios? ¿has venido acá á molestarnos

antes de tiempo?

Se borra el nombre de Jesús en LBLA.



231


Mat 19:17

(KJV) And he said unto him, Why

callest thou me good? there is none

good but one, that is, God: but if

thou wilt enter into life, keep the

commandments.

(LBLA) Y El le dijo: ¿Por qué me

preguntas acerca de lo bueno? Sólo

Uno es bueno; pero si deseas entrar

en la vida, guarda los

mandamientos.

(SRV) Y él le dijo: ¿Por qué me

llamas bueno? Ninguno es bueno

sino uno, es á saber, Dios: y si

quieres entrar en la vida, guarda los

mandamientos.

Se borra la palabra Dios en LBLA.




Juan 6:69

(KJV) And we believe and are sure

that thou art that Christ, the Son of

the living God.

(LBLA) Y nosotros hemos creído y

conocido que tú eres el Santo de

Dios.

(SRV) Y nosotros creemos y

conocemos que tú eres el Cristo, el

Hijo de Dios viviente.

Es importante, mi querido hermano, que no

tomes esto para discusiones, y pierdas así tu

paz. Esto lo incluyo en este capítulo, porque

considero que es importante que estemos

Se cambia totalmente el significado, en todas las

traducciones del texto crítico. (LBLA)



233


alertas ante estos ataques que se hacen a la

Palabra de Dios, la mejor defensa será guardar

la Palabra sin alteración, enseñar a los tuyos a

guardar la Palabra, a amarla, a buscar con

sinceridad a Dios, a amar a Cristo, a recibir el

testimonio del Espíritu Santo, y a guardar tu paz.

Esto es parte de la paz del Señor, que aunque

nos movemos en tormentas, nada nos podrá

arrebatar de Su mano, porque somos uno con

él. Está atento, seamos prudentes como

serpientes y mansos como palomas (Mateo

10:16). El tiempo ha avanzado mucho, y las

tinieblas están entrando en todas partes, pero

nosotros, los que amamos al Señor, le seguimos

a él, a Jesús, no nos movemos de acuerdo a los

hombres, sino de acuerdo al Espíritu de Dios.

Existen más de cinco mil cambios a la Palabra,

que se han introducido en las versiones

modernas, cambios atacando el nombre del

Señor, la divinidad de Cristo, cambios

defendiendo el homosexualismo, la creencia en

otros dioses, cambios de enseñanzas de la sana




doctrina. Pero no debes basar tu fe, en un

profundo conocimiento de la Palabra, no me

mal entiendas, digo que el conocimiento de

Palabra y la revelación de ella al corazón van de

la mano. Lo uno y lo otro debe ir juntos, para

que tu conocimiento sea real, que puedas decir,

“hablo lo que he visto y lo que he oído cerca de

mi Padre”, y es eso lo que yo escribo aquí. No

que haya alcanzado la perfección, porque aún

estoy en el camino, pero mi Padre, mi Dios, mi

Redentor y Salvador, es tan real para mí, como

mi propia vida. Un día dejare esta tierra, y él me

llevara, y estaré para siempre con él, ese es mi

destino final. Pero le doy gracias y gloria, porque

estando en la más inmunda podredumbre, el me

saco de allí, me limpio, me dio vida, y me amo. Y

ahora vivo para conocerlo, para amarlo y hacer

su voluntad. No esperes encontrar en mi alguien

perfecto, mira a Cristo, él es perfecto, yo solo

soy uno más de los miles de miles que el Señor

ha redimido y ha Salvado. Hablo con tanta

audacia, no porque sea algo en mí mismo, sino

porque él es, y yo soy en él. Esta es Su voluntad,



235


que lo conozcamos, que lleguemos a ver cara a

cara las maravillas que él nos ha dejado, y que

un día digamos:

“Para que todos sean una cosa;

como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,

que también ellos sean en nosotros

una cosa: para que el mundo crea

que tú me enviaste. “

Juan 17:21

Porque haciendo esto, mis hermanos, el mundo

conocerá que es Cristo el enviado de Dios, la

respuesta de Dios a la necesidad del hombre, la

respuesta de Dios a la muerte, al pecado, al

sufrimiento, a la enfermedad, a la corrupción,

Cristo es la respuesta de Dios.

Esto es el tema de otro capítulo, pero desde ya

debemos pensar en esto, ¿Somos uno con

Cristo, uno en Dios?




La paz de Dios es entonces el mar apacible

creado por la Justicia de Dios, y a todo el que

navega por esas aguas lo lleva el viento del

reposo y la seguridad. La paz de Dios te lleva a

descansar de tus propias obras, ha ya no obrar

más tú, y descansar. Pero el descanso de Dios,

obra la voluntad de Dios, no quedamos

infructuosos, hacemos su Voluntad, pero ahora

no nosotros, sino el Señor en nosotros. Yo sé

que esta parte cuesta entenderla, porque

muchos aspiran trabajar y hacer muchas cosas

para Dios, pero les digo todas las obras que

vengan del hombre son obras de la carne, de

este mundo, demoniacas. Con estas palabras no

estoy condenando a nadie, y que nadie condene

a nadie, porque tenemos un Señor y un

Salvador, y de él es todo el juicio. Si hemos

hecho mal, gracias a Dios, tenemos la

oportunidad de arrepentirnos y pedir perdón, y

empezar de nuevo, esta vez haciéndolo bien, no

nosotros, sino él en nosotros. Yo mismo, he

hecho muchas veces cosas equivocadas, que

luego me doy cuenta, voy a mi Señor y le pido



237


me perdone, le pido que me ayude a no volver a

caer en lo mismo, le pido que deshaga todo lo

malo, y que él que es poderoso, lleve todo para

bien. Y en cuanto puedo, pido perdón a los

implicados, les confieso lo que me he dado

cuenta que está mal, y sigo adelante. Gloria a

Dios por el perdón, por el arrepentimiento que

el Señor crea en nosotros, son dones de la gracia

de Dios.

Pero quedarnos en el Juicio a otros, o aún a

nosotros mismos, es dejar de lado la gracia del

Señor. Si no podemos creer que otra persona

que ha errado, o tú mismo, que la gracia del

Señor pueda llegar a esa persona, que pueda

arrepentirse y volver a la libertad de Cristo,

entonces estamos muy duros de corazón y de

seguro ninguna de estas palabras encontrara

cabida en este momento en tu corazón. De la

misma forma que ha aumentado la cantidad de

enseñanzas malsanas, torciendo la Palabra, de la

misma forma se han creado grupos diciendo que

son defensores de la Verdad, que juzgan a miles




de personas, sin importarles que todos hemos

sido rescatados por el Señor. Unos tuercen la

Palabra para su propio beneficio, y otros lanzan

juicios duros, sin importarles a quien dañan. Si

tú has sido puesto en autoridad en tu Iglesia,

tienes el derecho y el deber de enseñar y

advertir a tus hermanos. Pero si no es así, ¿Por

qué lo haces? Y si dices que estas en autoridad,

espero que no sea solamente para juzgar, sino

que tu trabajo, tu amor, tu dedicación por la

obra de Dios, muestren tu llamamiento. Yo no

me atrevo a juzgar a nadie, lo que escribo lo

hago porque se del Señor, que él quiere que lo

haga, pero si quieres no escuchar, eres libre de

hacerlo. Cada cual dará cuentas ante el Señor, y

no ante otros, y el que este seguro mire que no

caiga. Hablo esto ahora, porque tiene mucho

que ver con la Paz en Cristo, la Paz que el Señor

nos da, no juzga a nadie, sino que antes esta

sobre el fundamento eterno de gracia.

La paz os dejo, mi paz os doy: no

como el mundo la da, yo os la doy.



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No se turbe vuestro corazón, ni

tenga miedo.

Juan 14:27

La paz que el Señor nos da, no tiene nada que

ver con la paz de este mundo. La paz del Señor

se recibe pasando por la cruz y la resurrección,

trayendo la justificación a nuestros corazones,

para que la justicia de Dios, Cristo, habite en

nuestros corazones, y esta justicia dará como

fruto la Paz de Cristo. La paz de Cristo, quita

todo castigo, toda muerte, toda enfermedad, es

un estado de bendición, bajo la bendita mano

de Dios. La Paz de Cristo alcanza el cielo, y ha

descendido hasta lo más profundo de la tierra,

sacando de allí a personas como yo, pero su Paz

me alcanzo, me beso y me dio vida.

Hermano mío, no bases tu fe en tu

conocimiento, basa tu fe en tu amor por Cristo,

en tu relación continua con el Padre. La lectura

de la Palabra de Dios, te llevara a sitios




maravillosos del Reino de Dios, pero si estos

sitios no son revelados por el Espíritu Santo,

será como ver una película, la veras, pero como

de lejos, sin poder palpar lo que ves.


el evangelio del reino de dios. capítulos 1-7

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