“el hijo nos llama a seguirlo. caminamos juntos” · expresamos aquello que el señor nos anima...

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Novena Arquidiocesana 2018 “El hijo nos llama a seguirlo. Caminamos juntos” Índice I- Introducción II- Esquema de la novena a. Lema b. Oración de inicio c. Reflexión d. Texto Bíblico e. Para la Lectio Divina f. Preces g. Oración del XI Sínodo Arquidiocesano III- Los 9 días I-Introducción Estamos transitando un tiempo especial como Iglesia que peregrina en Córdoba: la realización del XI° Sínodo Arquidiocesano, en el marco del Cuarto plan corto del Camino Pastoral, dentro del Momento Comunitario. Este Sínodo es una gracia especial, que ante todo nos invita a estar disponibles y dóciles para reconocer juntos lo que el Señor nos quiere manifestar. Durante este año el lema que nos acompaña es: “El Hijo nos llama a seguirlo. Caminamos juntos”. Ahondar en la experiencia comunitaria del Dios Trinidad nos anima a escuchar el “llamado amoroso” de Jesús y renovarnos en el camino de discípulos misionero de su Reino. Este llamado siempre es personal y comunitario, y nos conforma como comunidad de testigos de su Amor. En el Nuevo Testamento el verbo “seguir” y la expresión “ir detrás de” aparecen con mucha frecuencia; y el seguimiento al que Jesús invita a sus discípulos es de una profunda radicalidad (Mc 8,34; Lc 9,57-62). El discípulo de Jesús en los evangelios sinópticos es el que sigue al Maestro por los caminos y se va uniendo espiritualmente a su persona, estilo de vida y causa (Mc 8,34; Mt 10,38; Lc 14, 27; Jn 12,26). El evangelio de Juan y los Hechos de los apóstoles se refieren al cristiano en general y la palabra camino y seguimiento significan maduración en la fe(Jn 1, 35-51; Hch 9,2; 19,9) (JESÚS SASTRE. El discernimiento vocacional. Apuntes para una pastoral juvenil, p. 69)

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Novena Arquidiocesana 2018

“El hijo nos llama a seguirlo. Caminamos juntos”

Índice

I- Introducción

II- Esquema de la novena

a. Lema

b. Oración de inicio

c. Reflexión

d. Texto Bíblico

e. Para la Lectio Divina

f. Preces

g. Oración del XI Sínodo Arquidiocesano

III- Los 9 días

I-Introducción

Estamos transitando un tiempo especial como Iglesia que peregrina en Córdoba: la realización del

XI° Sínodo Arquidiocesano, en el marco del Cuarto plan corto del Camino Pastoral, dentro del

Momento Comunitario. Este Sínodo es una gracia especial, que ante todo nos invita a estar

disponibles y dóciles para reconocer juntos lo que el Señor nos quiere manifestar.

Durante este año el lema que nos acompaña es: “El Hijo nos llama a seguirlo. Caminamos juntos”.

Ahondar en la experiencia comunitaria del Dios Trinidad nos anima a escuchar el “llamado

amoroso” de Jesús y renovarnos en el camino de discípulos misionero de su Reino. Este llamado

siempre es personal y comunitario, y nos conforma como comunidad de testigos de su Amor.

“En el Nuevo Testamento el verbo “seguir” y la expresión “ir detrás de” aparecen con mucha

frecuencia; y el seguimiento al que Jesús invita a sus discípulos es de una profunda radicalidad (Mc

8,34; Lc 9,57-62).

El discípulo de Jesús en los evangelios sinópticos es el que sigue al Maestro por los caminos y se va

uniendo espiritualmente a su persona, estilo de vida y causa (Mc 8,34; Mt 10,38; Lc 14, 27; Jn

12,26). El evangelio de Juan y los Hechos de los apóstoles se refieren al cristiano en general y la

palabra camino y seguimiento significan maduración en la fe” (Jn 1, 35-51; Hch 9,2; 19,9) (JESÚS

SASTRE. El discernimiento vocacional. Apuntes para una pastoral juvenil, p. 69)

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II-Esquema de la novena

a- Lema: Durante esta novena, proponemos un lema para cada día, que inspire la oración y las

intenciones. De esta manera podemos ampliar y diversificar a las comunidades en los diferentes

espacios y situaciones que nos involucran como Iglesia.

b- Oración de Inicio: Para este momento proponemos generar un espacio y un clima que permita

la escucha de la Palabra de Dios y el diálogo con los hermanos en comunidad:

● Preparamos el lugar.

● Nos ponemos en la presencia del Señor: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu

Santo”.

● Rezamos la Oración Inicial (es la misma para todos los días).

“Señor, ayúdanos a abrir el corazón a tu voz viva en la Biblia.

Infunde en nosotros la presencia de tu Espíritu.

Abre nuestro entendimiento, cambia nuestros puntos de vista,

sacúdenos de nuestras falsas seguridades.

Enséñanos a confiar sólo en tí y en tu Palabra.

Haznos discípulos humildes, aumenta nuestra capacidad de escucha,

mantennos atentos a las reflexiones de otros hermanos

y así caminar juntos.

Ayúdanos a descubrirte en los demás.”

Amén.

c- Reflexión: En este momento invitamos a escuchar algunos fragmentos de distintos documentos

o autores que nos sitúen frente a las diferentes temáticas propuestas.

d- Texto Bíblico: Este es el momento más importante para lo cual nos hemos preparado

anteriormente. Necesitamos disponertodos los sentidos para escuchar el querer y parecer de

Dios. Para lo cual: Proclamamos el texto de la Palabra de Dios (leído de manera pausada y si

consideramos oportuno lo podemos proclamar más de una vez).

e- Lectio Divina o lectura orante con la palabra: También proponemos un método para tratar de

escrutar lo que Dios mismo quiere decirnos.

Siempre corremos el riesgo de interpretar muy rápido su palabra haciendo decir al texto lo que

no dice: “Sacamos un texto de contexto y lo usamos de pretexto”. Para evitar caer en estos

riesgos, es que proponemos hacerle al texto las siguientes preguntas:

● ¿Qué dice el texto de la Palabra de Dios?

En este momento es importante releer el pasaje del evangelio, situarnos en la escena, en

los personajes que aparecen, las actitudes que surgen, los verbos empleados. Mirar los

detalles y compartir lo que cada uno va descubriendo. Nos situamos en una actitud

contemplativa, reconociendo los rasgos y detalles de la escena, sin juicios o pareceres a lo

que allí se nos presenta. Somos espectadores. Nos tomamos unos minutos para ello.

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● ¿Qué nos dice el texto?

Desde lo compartido en el primer momento nos situamos como parte de la escena, no sólo

espectadores. Nos dejamos iluminar e interpelar por la Palabra, por los personajes, las

actitudes presentes…

¿Qué me dice? ¿Qué nos dice como familia, iglesia, sociedad, esta Palabra?

● ¿Qué le decimos al Señor que nos ha hablado?

Damos una respuesta con nuestra oración de alabanza, petición, agradecimiento; y

expresamos aquello que el Señor nos anima a asumir como compromiso de respuesta.

f- Preces: Elevamos nuestras peticiones al Señor, confiándole las necesidades de los más débiles y

excluidos. Se pueden agregar peticiones particulares de cada comunidad.

g- Oración Final: Unidos a toda la Iglesia de Córdoba terminamos rezando la oración al XI

Sínodo Arquidiocesano.

Oración del XI Sínodo Arquidiocesano

Señor Jesús, tú que eres el Camino;

enséñanos a caminar juntos,

celebrando la gracia del undécimo Sínodo.

Concédenos escuchar, dialogar y discernir el proyecto del Padre.

Danos la valentía del testimonio y de la acción.

Ayúdanos a transformar lo que haya que cambiar.

Que tu Espíritu nos asista

para ser discípulos misioneros

y comunidades en salida hacia las periferias,

interpretando los signos de Dios en estos tiempos.

Que la Patrona de esta Arquidiócesis,

Nuestra Señora del Rosario del Milagro y San José Gabriel Brochero,

intercedan para que proclamemos el primer anuncio del Evangelio hoy en Córdoba

y seamos la Iglesia que, en este presente, Tú esperas de nosotros.

Amén.

III-Los 9 días

1. Lema: Nos llama a escuchar su voz… Caminamos desde La Palabra

2. Lema: Nos llama con otros… Caminamos en comunidad

3. Lema: Nos llama a descubrir el Reino de Dios… Caminamos integrando lo diferente

4. Lema: Nos llama a vivir el Reino de Dios… Caminamos en discernimiento y diálogo

5. Lema: Nos llama a anunciar el Reino de Dios… Caminamos bendiciendo

6. Lema: Nos llama a salir de nuestras zonas de confort… Caminamos esperanzados

7. Lema: Nos llama a seguir su camino… Caminamos con el testimonio de los santos

8. Lema: Nos llama a dar testimonio… Caminamos aportando positivamente a la sociedad

9. Lema: Nos llama a aprender de Él… Caminamos construyendo comunidades

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Primer día

Lema: Nos llama a escuchar su voz…

Caminamos desde La Palabra

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

La Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir. El Evangelio habla de una semilla que, una vez sembrada, crece por sí sola también cuando el agricultor duerme. La Iglesia debe aceptar esa libertad inaferrable de la Palabra, que es eficaz a su manera, y de formas muy diversas que suelen superar nuestras previsiones y romper nuestros esquemas. (EG 22) Por esto, es tan importante una “pastoral bíblica”, entendida como animación bíblica de la pastoral, que sea escuela de interpretación o conocimiento de la Palabra, de comunión con Jesús y de oración con la Palabra, y de una profunda evangelización inculturada o de proclamación de la Palabra. (Cfr. DA 248)

3. Texto Bíblico: Mateo 7, 24-27

“Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en

práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre

roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos

y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida

sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica,

puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.

Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y

sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande”.

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: La expresión «mis palabras» afirma claramente que Cristo no es una posibilidad para la inacción, no es el que salva en caso extremo sin obras, sino que abre el camino hacia la vida a aquel que practica la justicia; ayuda, pero ayuda a ése. Cristo da su gracia al practicante de la palabra. Toda ética de actitud que no esté dispuesta a dejarse evaluar en sus frutos queda descalificada por este final del sermón de la montaña. Se trata solo de la praxis, ésta es condición necesaria para la salvación. Esto es válido para la comunidad. Ser cristiano implica la práctica de los preceptos de Jesús. En esta práctica hay experiencias de gracia y de oración. Esto lo proclama el sermón de la montaña desde las bienaventuranzas hasta el final. De esta práctica depende la fidelidad en el camino discipular.

5. Preces: A cada petición respondemos: “Padre, escúchanos”

Por la Iglesia, para que tu Palabra nos anime a dar respuesta a los nuevos desafíos

que nos interpelan. Oremos...

Por el XI Sínodo Arquidiocesano, para que como Iglesia que peregrina en Córdoba

podamos tener un corazón dócil a tu voz. Oremos...

Por nuestros proyectos personales y pastorales, para que pongamos la confianza en

el Dios de la Vida. Oremos...

6. Oración Final

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Segundo día

Lema: Nos llama con otros…

Caminamos en comunidad

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

El mundo está lacerado por las guerras y la violencia, o herido por un difuso individualismo que divide a los seres humanos y los enfrenta unos contra otros en pos del propio bienestar. En diversos países resurgen enfrentamientos y viejas divisiones que se creían en parte superadas. A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pedirles especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que todos puedan admirar cómo se cuidan unos a otros, cómo se comparten aliento mutuamente y cómo se acompañan: «En esto reconocerán que son mis discípulos, en el amor que se tengan unos a otros» (Jn 13,35). Es lo que con tantos deseos pedía Jesús al Padre: «Que sean uno en nosotros […] para que el mundo crea» (Jn 17,21). ¡Atención a la tentación de la envidia! ¡Estamos en la misma barca y vamos hacia el mismo puerto! Pidamos la gracia de alegrarnos con los frutos ajenos, que son de todos. (EG 99)

3. Texto Bíblico: Juan 17, 21-23

“Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también

ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo

les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros

somos uno –yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el

mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me

amaste”.

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: A partir del pedido de Jesús que todos sean «uno» que constituye la

unión del Padre y el Hijo, la unidad de la comunidad creyente es juntamente comunión con

Dios y fidelidad al mandamiento del amor mutuo. Esta es la manera propia de Juan para

decir que el creyente es imagen de Dios: este parecido no se realiza más que cuando el

discípulo es él mismo relación de amor con sus hermanos.

Si la unidad de los discípulos es sin duda alguna, lo mismo que su santificación, la práctica

del mandamiento nuevo sigue estando orientada al reconocimiento por «todos» de la

presencia de Jesús en la fuente de la comunidad. Si Jesús pide la unidad de los discípulos en

Dios, es para que la luz pueda vencer toda oscuridad.

5. Preces: A cada petición respondemos: “Señor, fortalécenos como comunidad”

Para que siempre anhelemos y construyamos la unidad respetando e integrando la

diversidad. Oremos…

Para que gastemos nuestros esfuerzos en generar espacios de encuentro. Oremos…

Para que cada uno aporte generosamente sus dones para el beneficio de la

comunidad. Oremos…

6. Oración Final

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Tercer día

Lema: Nos llama a descubrir el Reino de Dios…

Caminamos integrando lo diferente

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

La fraternidad tiene raíces místicas y escondidas, pero su floración es uno de los signos más visibles y atractivos del Reino que va a venir. Una fraternidad florece cuando logra integrar poco a poco las diferencias, descubrir las semejanzas, entender que el viaje que lleva a cada uno a Dios no se logra rápidamente sino que depende de los procesos y el tiempo de cada uno de los que la conforman, para que todos ellos puedan participar en la experiencia comunitaria. (Cfr. AMEDEO CENCINI. La vida fraterna: comunión de santos y pecadores)

3. Texto Bíblico: Marcos 2, 15-17

“Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores

se sentaron a comer con él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo

seguían. Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con

pecadores y publicanos, decían a los discípulos: «¿Por qué come con

publicanos y pecadores?».Jesús, que había oído, les dijo: «No son los sanos

los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a

llamar a los justos, sino a los pecadores»”.

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: Como pecadores se consideraba, de manera especial, a los gentiles,

pero también a aquellos que, al igual que los gentiles, no observaban las reglas de la pureza.

El que aceptaba compartir la mesa con ellos también se hacía impuro. A los publicanos se

les podía agrupar con los gentiles (Mt 18, 17), pero también con las prostitutas (Mt 21, 31 ss).

Para Marcos, el relato constituye una continuación apropiada de la narración del poder de

perdonar los pecados. Al igual que perdona pecados, Jesús recibe a pecadores en su

comunidad. En la estructura dramática del evangelio crece tanto la muchedumbre de

discípulos como la animosidad de sus adversarios. A pesar suyo, el mensaje se abre camino,

como demuestra de forma evidente el banquete con publicanos y pecadores.

5. Preces: A cada petición respondemos: “Señor, inclúyenos en tu Reino”

Por todos los que por alguna razón se sienten excluidos de tu Iglesia. Oremos…

Por los que se encuentran sufriendo el dolor de la exclusión y la marginalidad en

nuestra sociedad. Oremos…

Por nuestras comunidades, para que seamos de puertas abiertas, integrando a todos

y atentos a los que más sufren. Oremos…

6. Oración Final

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Cuarto día

Lema: Nos llama a vivir el Reino de Dios…

Caminamos en discernimiento y diálogo

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

El griego Krino, Krinein y el latín cerno, cernere significan seleccionar, interpretar, criticar, decidir y reconocer; en todos estos significados está implícito el sentido de entrar hasta el fondo de las cuestiones importantes para comprenderlas y resolverlas adecuadamente. El discernimiento tiene en una primera aproximación dos momentos: el conocimiento crítico de la realidad y la toma de decisiones. La acción de discernir tiene que ver con el proceso humano de ver (conocer), juzgar (valorar), y actuar (comprometerse). La palabra de Dios es la referencia fundamental del discernimiento cristiano que nos hace descubrir el sentido de cada situación y circunstancia. (Cfr. JESÚS SASTRE. El discernimiento vocacional. Apuntes para una pastoral juvenil, p. 83)

3. Texto Bíblico: Mateo. 16, 1-4

“Los fariseos y los saduceos se acercaron a él y, para ponerlo a prueba, le

pidieron que les hiciera ver un signo del cielo. Él les respondió: «Al

atardecer, ustedes dicen: Va a hacer buen tiempo, porque el cielo está rojo

como el fuego. Y de madrugada, dicen: Hoy habrá tormenta, porque el cielo

está rojo oscuro. ¡De manera que saben interpretar el aspecto del cielo, pero

no los signos de los tiempos! Esta generación malvada y adúltera reclama un

signo, pero no se le dará otro signo que el de Jonás». Y en seguida los dejó y

se fue.”

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: Para la Iglesia y para los hombres la voz, los signos y las señales de los

tiempos llevan consigo la presencia de Dios. Desde la luz de la fe se puede escuchar en la

voz del tiempo la voz de Dios, y desde la luz de la fe se puede tomar conciencia de como el

mandamiento concreto del amor puede enfrentar las miserias de los hombres de hoy.

5. Preces: A cada petición respondemos: “Señor, enséñanos a discernir”

Para que en el XI Sínodo Arquidiocesano, desde un diálogo sincero, busquemos los

mejores caminos por dónde nos guía el Espíritu Santo. Oremos…

Para que podamos interpretar e iluminar, por medio de tu Palabra, los

acontecimientos de cada día a la luz de la fe. Oremos…

Para que muchos jóvenes puedan escuchar tu llamada y responder generosamente en

una vocación al servicio de los hermanos. Oremos…

6. Oración Final

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Quinto día

Lema: Nos llama a anunciar el Reino de Dios…

Caminamos bendiciendo

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

Quien quiera anunciar, primero debe estar dispuesto a dejarse conmover por la Palabra y a hacerla carne en su existencia concreta. De esta manera, el anuncio consistirá en esa actividad tan intensa y fecunda que es «comunicar a otros lo que uno ha contemplado». Por todo esto, antes de preparar concretamente lo que uno va a decir en el anuncio, primero tiene que aceptar ser herido por esa Palabra que herirá a los demás, porque es una Palabra viva y eficaz, que como una espada, «penetra hasta la división del alma y el espíritu, articulaciones y médula, y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón» (Hb 4,12).Esto tiene un valor pastoral. También en esta época la gente prefiere escuchar a los testigos: «tiene sed de autenticidad. Exige a los evangelizadores que le hablen de un Dios a quien ellos conocen y tratan familiarmente como si lo estuvieran viendo». (Cfr. EG 150)

3. Texto Bíblico: Lucas 17,11-19

“Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea.

Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se

detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: «¡Jesús, Maestro, ten

compasión de nosotros!». Al verlos, Jesús les dijo: «Vayan a presentarse a

los sacerdotes». Y en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al

comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se

arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un

samaritano. Jesús le dijo entonces: «¿Cómo, no quedaron purificados los

diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios,

sino este extranjero?». Y agregó: «Levántate y vete, tu fe te ha salvado»”.

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: Lo que tanto trató de realizar el evangelista san Lucas era distinguir el contraste entre el agradecimiento y la ingratitud. Para esto resalta el leproso que habiendo experimentado en sí mismo la curación de su enfermedad vuelve agradecido reconociendo a viva voz la acción de Dios. Esto seguramente es un testimonio que ha quedado en la retina de quienes antes lo vieron portar una enfermedad y hoy, sano, porta una alegría que conmueve. Por fin, esta experiencia de gratitud en el camino le da el premio distintivo de la palabra de Jesús: Tu fe te ha salvado. La experiencia de curación que lo llenó de gratitud hacia Dios fue el canal de su salvación.

5. Preces: A cada petición respondemos: “Que podamos anunciarte Señor”

Para que siempre haya discípulos misioneros dispuestos a un anuncio renovado de la

Buena Noticia. Oremos…

Para que cada uno de nosotros sepamos dar testimonio de tu presencia en nuestras

vidas. Oremos…

Para que no encontremos los medios y modos nuevos para compartir la belleza de la

vida que Vos nos traes. Oremos…

6. Oración Final

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Sexto día

Lema: Nos llama a salir de nuestras zonas de confort…

Caminamos esperanzados

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

En la Palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de «salida» que Dios quiere provocar en los creyentes. Abraham aceptó el llamado a salir hacia una tierra nueva (cf. Gn 12,1-3). Moisés escuchó el llamado de Dios: «Ve, yo te envío» (Ex 3,10), e hizo salir al pueblo hacia la tierra de la promesa (cf. Ex 3,17). A Jeremías le dijo: «Adondequiera que yo te envíe irás» (Jr 1,7). Hoy, en este «vayan» de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva «salida» misionera. Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio. (EG 20)

3. Texto Bíblico: Marcos 6,7-11

“Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre

los espíritus impuros.Y les ordenó que no llevaran para el camino más que

un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero;que fueran calzados con sandalias y

que no tuvieran dos túnicas. Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den

alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la

gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en

testimonio contra ellos».”

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: Muchas veces se ha comparado la pobreza del discípulo con las

renuncias que tiene que hacer el predicador. Esta renuncia de los discípulos tiene que verse

en conexión con el mensaje que deben proclamar y con el modo de ser y vivir de quien lo

envía. De esa manera el discípulo-misionero adquiere credibilidad a su predicación y da

testimonio de su confianza en Dios.

5. Preces: A cada petición respondemos:

“Señor, danos la valentía de la libertad para amar”

Para que saliendo de nuestras comodidades podamos llevar tu Palabra a los que

más lo necesitan. Oremos…

Para que sostengamos la esperanza de los que más sufren. Oremos…

Para que nunca nos falte tu gracia que nos anime a testimoniar la alegría de

evangelizar. Oremos…

6. Oración Final

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Séptimo día

Lema: Nos llama a seguir su camino…

Caminamos con el testimonio de los santos

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

Recientemente el Papa Francisco ha dicho que en la Iglesia, cada vocación (matrimonio, vida consagrada, sacerdocio) inicia con un encuentro con Jesús, que nos dona una alegría y una esperanza nueva. Es Jesús, por tanto, quien se hace presente en nuestro camino y nos pregunta: “¿Qué buscas?”. Y corresponde a nuestro discernimiento darle la respuesta correcta, para experimentar también nosotros alegría y esperanzas nuevas.Los santos no son cuerpos extraños a la sociedad. Formados por Jesús son piedras vivas de la Iglesia y de la sociedad. Ellos edifican la humanidad con su bondad y su incansable y creativa obra de caridad. Los santos difunden el bien y buscan detener el mal. Esto hicieron en sus vidas el Cura Brochero y la Madre Catalina inspirados por el Evangelio y sostenidos por la gracia divina y hoy justamente glorificados por la Iglesia. (Homilía del Cardenal Angelo Amato en la misa de beatificación de la Beata Madre Catalina)

3. Texto Bíblico: Mateo 16, 24-28

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «El que quiera venir detrás de mí, que

renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.Porque él que quiera

salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la

encontrará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su

vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del

hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces

pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. Les aseguro que algunos de los

que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando

venga en su Reino».”

Palabra de Dios.

4. Para la Lectio Divina: En el contexto de Mateo, el imperativo negarse a sí mismo,

probablemente, indique la decisión de no convertir el «deseo de salvar la vida» en el propio

principio vital, y abandonar el «punto de vista» del propio «yo». El texto parece sugerir la

importancia de renunciar a «ganar» bienes terrenos; esto lleva consigo la disposición a la

renuncia propia y aceptar el sufrimiento de esta decisión.

5. Preces: A cada petición respondemos: “Enséñanos a seguir el testimonio de los Santos”

● Para que nuestro camino de seguimiento se vea inspirado por la vida de los santos.

Oremos…

● Para que sepamos valorar la santidad a la que estamos llamados. Oremos…

● Para que reconozcamos y agradezcamos la vida de santidad de muchos hermanos

nuestros. Oremos…

6. Oración Final

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Octavo día

Lema: Nos llama a dar testimonio…

Caminamos aportando positivamente a la sociedad

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

El aporte de la Iglesia en el mundo actual es enorme. Nuestro dolor y nuestra vergüenza por los

pecados de algunos miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacernos olvidar a

cuántos cristianos que hoy dan su vida por amor: que ayudan a tanta gente a curarse o a morir

en paz en precarios hospitales, o acompañan personas esclavizadas por diversas adicciones en

los lugares más pobres de la tierra, o se desgastan en la educación de niños y jóvenes, o cuidan

ancianos abandonados por todos, o tratan de comunicar valores en ambientes hostiles, o se

entregan de muchas otras maneras que muestran ese inmenso amor a la humanidad que nos

ha inspirado el Dios hecho hombre. (Cfr. EG 76)

3. Texto Bíblico: Juan 15, 12-13

“Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he

amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”.

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: En este pasaje, uno de los más bellos de todo el evangelio, san Juan

nos muestra la medida del amor según el modo de Jesús: hasta la cruz. Un amor que se

hace servidor de los hombres hasta dar la vida.

La palabra “amigo” es la traducción del término griego Philoi “los amados”, que no excluye

a los enemigos, sino que también los hace parte del ofrecimiento. También leamos el

término amigo al modo del Antiguo Testamento, aquellos que tienen un vínculo personal

con Dios.

5. Preces: A cada petición respondemos:

“Ayúdanos, Señor, a ser peregrinos del cielo sin ser fugitivos del mundo”

Para que como Iglesia podamos dar respuesta a las realidades más acuciantes desde el

aporte de los diferentes carismas y vocaciones. Oremos…

Para que reconozcamos un llamado al amor de Dios en el hermano necesitado.

Oremos…

Para que, como Iglesia, no caigamos en la frialdad deshumanizante de la sociedad

actual. Oremos…

6. Oración Final

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Noveno día

Lema: Nos llama a aprender de Él…

Caminamos construyendo comunidades

1. Oración Inicial

2. Reflexión:

El proceso de construcción-reconstrucción de la fraternidad-comunión nos ayudará a sostener y

fortalecer el aspecto comunicacional: escucha atenta, capacidad de diálogo, respeto por la

diversidad, búsqueda de la verdad, etc.; y afianzar, renovar y profundizar los vínculos en la

familia, nuestras comunidades y la patria (comunicación de bienes, capacidad de trabajar con

otros, preocupación por el bien común, búsquedas de consensos, etc.). (Plan Pastoral

Arquidiocesano. Momento Comunitario 2014-2019)

3. Texto Bíblico: Marcos 3, 13-19

“Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron

hacia él, y Jesús instituyó a Doce para que estuvieran con él, y para

enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios. Así instituyó a

los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de

Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de

Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé,

Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas

Iscariote, el mismo que lo entregó.”

Palabra de Dios

4. Para la Lectio Divina: Al poner de relieve el círculo de los doce, Marcos pretendió recordar a

la comunidad algo que corría el peligro de ser olvidado. Los doce fueron llamados para

continuar la obra de Jesús y para garantizar la continuidad entre Jesús y el tiempo de la

Iglesia. Llega el momento de sostener a la comunidad entre todos con la predicación.

También es necesario saber expulsar a los demonios que atentan contra la vida de la

comunidad como la envidia, el rencor, los celos, etc.

5. Preces: A cada petición respondemos:

“Que podamos construir comunidades, Señor”

Para que sabiéndonos llamados, seamos dóciles a tu voluntad. Oremos…

Para que seamos constructores de diálogos y consensos. Oremos…

Para que aprendamos a soportar nuestras debilidades y límites. Oremos…

6. Oración Final