el libro de jubileos

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LIBRO DE LOS JUBILEOS (Parte I de IV) Traducción de la versión etiópica -Introducción y Caps. I al XI- INTRODUCCION  El Libro de los Jubileos es una de las más importantes obras pseudoepigráficas del Antiguo Testamento, tanto por su extensión relativa como por su coherente contenido.  El rasgo, muy propio de esta obra, de presentarse como una revelación efectuada por encargo divino y en primera persona por un ángel «de la faz», o «divina presencia»- a Moisés en el monte Sinaí. Aquél le hace depositario de las tablas de la Ley y, a la vez, de profecías completas  sobre las gracias y desgracias que alcanzarían a Israel.  El Libro de los Jubileos ha recibido también otras denominaciones , fácilmente explicables por  su contenido, como la de «Pequeñ o Gé nesi s» «Apocal i psi s de M oi sé , «Test amen to de M oi sé , « L i br o de l as H i j as de Adán» y «Vi da de A dán» , a l as que hay qu e añ adir, por supuesto, l a de la versión eti ópica, M ashafa Ku fale, « Libro de la di str i buci ón (de los días de la ley... , etc.)>> , que podría muy bien ser la original. Su autor es anónimo como en todo este tipo de obras .  Entre los manuscritos del Mar Muerto se han encontrado catorce fragmentos hebreos de varias copias de Jub. Jub refleja el ideario básico de la comunidad  esenia en el puesto supremo y validez eterna de la ley, en el afán por mantener a Israel apartado de la impureza e idolatría gentiles e incluso en la adopción del calendario solar. Hay que reconocer, sin embargo, que otras ideas básicas de la comunidad de Qumrán no aparecen en  Jub, quizá debido a su propósito de insistir sólo en los dos primeros libros  del Pentateuco.  En resumen, pues, el autor de Jub es probablemente un sacerdote, anónimo, con un ideario básicamente esenio, pero que no forma parte estrictamente de esa comunidad, por ser un «protoesenio» o un miembro independiente de ella.   Esto nos lleva de la mano a la cuestión de la fecha de redacción y unidad de composición de  Jub.  Davenport, quien, basándose en un minucioso análisis del carácter escatológico central de la obra, concluye que no pertenece a un solo autor, sino a varios, -considerando en su composición tres fases sucesivas: a) el discurso del ángel, orientado a la enseñanza y legitimación de la Torá, que debe proceder del período inicial macabeo anterior a las guerras (finales del siglo III o comienzos del II a. C.); b) segunda edición escatológica, que refleja las tribulaciones de la lucha contra los monarcas seléucidas originadas por las culpas de Israel, pero mitigadas por la fe y esperanza en el triunfo final, cuyo contexto más apropiado son las guerras macabeas (166-160 a. C.), y c) redacción final, inspirada en la temática del santuario  como centro de Israel, que se inclina a situar en Qumrán durante los reinados de Simón y Juan  Hircano (140-104 a. C.). Debemos señalar, sin embargo, que el conjunto del libro ofrece una robusta impresión de unidad, sin fisuras ni soluciones de continuidad. El último editor, por tanto, debió de elaborar y remodelar el conjunto de la obra.

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  • LIBRO

    DE LOS JUBILEOS (Parte I de IV) Traduccin de la versin etipica

    -Introduccin y Caps. I al XI-

    INTRODUCCION El Libro de los Jubileos es una de las ms importantes obras pseudoepigrficas del Antiguo

    Testamento, tanto por su extensin relativa como por su coherente contenido.

    El rasgo, muy propio de esta obra, de presentarse como una revelacin efectuada por encargo

    divino y en primera persona por un ngel de la faz, o divina presencia- a Moiss en el

    monte Sina. Aqul le hace depositario de las tablas de la Ley y, a la vez, de profecas completas

    sobre las gracias y desgracias que alcanzaran a Israel.

    El Libro de los Jubileos ha recibido tambin otras denominaciones , fcilmente explicables por

    su contenido, como la de Pequeo Gnesis Apocalipsis de Moiss, Testamento de

    Moiss, Libro de las Hijas de Adn y Vida de Adn , a las que hay que aadir, por

    supuesto, la de la versin etipica, Mashafa Kufale, Libro de la distribucin (de los das de la

    ley... , etc.)>>, que podra muy bien ser la original.

    Su autor es annimo como en todo este tipo de obras.

    Entre los manuscritos del Mar Muerto se han encontrado catorce fragmentos hebreos de varias

    copias de Jub. Jub refleja el ideario bsico de la comunidad

    esenia en el puesto supremo y validez eterna de la ley, en el afn por mantener a Israel apartado

    de la impureza e idolatra gentiles e incluso en la adopcin del calendario solar. Hay que

    reconocer, sin embargo, que otras ideas bsicas de la comunidad de Qumrn no aparecen en

    Jub, quiz debido a su propsito de insistir slo en los dos primeros libros

    del Pentateuco.

    En resumen, pues, el autor de Jub es probablemente un sacerdote, annimo, con un ideario

    bsicamente esenio, pero que no forma parte estrictamente de esa comunidad, por ser un

    protoesenio o un miembro independiente de ella.

    Esto nos lleva de la mano a la cuestin de la fecha de redaccin y unidad de composicin de

    Jub.

    Davenport, quien, basndose en un minucioso anlisis del carcter escatolgico central de la

    obra, concluye que no pertenece a un solo autor, sino a varios, -considerando en su composicin

    tres fases sucesivas: a) el discurso del ngel, orientado a la enseanza y legitimacin de la Tor,

    que debe proceder del perodo inicial macabeo anterior a las guerras (finales del siglo III o

    comienzos del II a. C.); b) segunda edicin escatolgica, que refleja las tribulaciones de la lucha

    contra los monarcas selucidas originadas por las culpas de Israel, pero mitigadas por la fe y

    esperanza en el triunfo final, cuyo contexto ms apropiado son las guerras macabeas (166-160

    a. C.), y c) redaccin final, inspirada en la temtica del santuario

    como centro de Israel, que se inclina a situar en Qumrn durante los reinados de Simn y Juan

    Hircano (140-104 a. C.). Debemos sealar, sin embargo, que el conjunto del libro ofrece una

    robusta impresin de unidad, sin fisuras ni soluciones de continuidad. El ltimo editor, por

    tanto, debi de elaborar y remodelar el conjunto de la obra.

  • TEXTO DE

    EL LIBRO DE LOS JUBILEOS

    (MASHAFA KUFALE)

    Estas son las palabras de la distribucin de los das de la ley y el testimonio de los hechos en los

    aos, sus septenarios y sus jubileos, en todos los aos del mundo, tal como lo comunic el Seor

    a Moiss en el monte Sina, cuando subi a recibir las tablas de piedra de la ley y los

    mandamientos

    por orden del Seor, segn le dijo: Sube a la cima del monte.

    1 1 En el ao primero del xodo de los hijos de Israel de Egipto, en el tercer mes, el diecisis de este mes, habl el Seor a Moiss:

    -Sube al monte, donde yo estoy, y te dar dos tablas de piedra con la ley y los mandamientos,

    que ensears tal como los he escrito.

    2 Subi Moiss al monte del Seor, y su gloria se asent sobre el Sina, y una nube lo cubri por

    seis das. 3 Al sptimo da, el Seor llam desde la nube a Moiss, que vio la gloria del Seor

    como fuego ardiente en la cima del monte. 4 Moiss permaneci en el monte cuarenta das y

    cuarenta noches, y el Seor le mostr lo pasado y lo futuro de la distribucin de todos los das de

    la ley y la revelacin. 5 Dijo:

    Apostasa de Israel

    -Presta atencin a todo lo que voy a decirte en este monte y escrbelo en un libro, para que vean

    sus generaciones que no les perdonar el mal que hicieren, descuidando la norma que establezco

    hoy entre t y yo, por siempre, en el monte Sina. 6 Ocurrir, cuando les llegue cualquier castigo,

    que estas palabras darn testimonio contra ellos, y caern en la cuenta de que yo soy ms justo

    que ellos en todas sus leyes y acciones, y que he sido con ellos fiel. 7 T copia estas palabras que

    hoy te comunico, pues conozco su contumacia y dura cerviz desde antes de traerlos a la tierra

    que promet a sus padres, Abrahn, Isaac y Jacob, cuando dije:

    A vuestra descendencia dar una tierra que mana leche y miel; comern,

    se hartarn, 8 y se volvern a dioses falsos, que no los salvarn de ninguna tribulacin: igase

    esta revelacin como testimonio contra ellos.

    9 Olvidarn todos mis mandamientos, todo lo que les ordeno; se irn tras los gentiles, sus

    abominaciones e ignominias, darn culto a sus dioses que les servirn de escndalo, tribulacin,

    dolor y aagaza. 10 Muchos perecern, sern cogidos y caern en manos del enemigo, pues

    abandonaron mi ley y mis mandamientos, las festividades de mi alianza, mis Shabat, mis

    santuarios, que me consagr entre ellos, mi. tabernculo y mi templo, el que me santifiqu en la

    tierra para poner mi nombre sobre l permanentemente. 11 Se harn tmulos, bosques sagrados e

    dolos, adorando vanamente cada cual al suyo, sacrificando sus hijos a los demonios y a todas

  • las falsas obras de sus corazones.

    12 Enviare a ellos testigos para exhortar1os, pero no escucharn e incluso los matarn.

    Perseguirn a los que estudien la ley, la abolirn toda y pasarn a obrar mal ante mis ojos. 13 Yo

    les ocultar mi rostro, entregndos a manos de los gentiles para ser esclavizados, presos y

    devoralos, y los echar de la tierra de Israel, dispersndolos entre las naciones. 14 Olvidarn toda

    mi ley, mis mandamientos y mi legislacin, equivocando el novilunio, el sbado, la festividad, el

    jubileo y la norma. 15 Entonces se volvern a m de entre las naciones con todo su corazn, todo

    su espritu y toda su fuerza; los congregar de entre todas ellas, y me rogarn que

    vaya a su encuentro. Cuando me busquen con todo su corazn y todo su espritu, yo les mostrar

    una salvacin plena en la justicia. 16 Los convertir en vstago recto con todo mi corazn y todo

    mi espritu, y vendrn a ser bendicin y no maldicin, cabeza y no cola. 17 Construir mi

    templo, y morar entre ellos; ser su Dios, y ellos sern mi pueblo verdadera y justamente. 18 No

    los abandonar ni repudiar, pues yo soy el Seor, su Dios.

    Intercesin de Moiss

    19 Entonces Moiss cay de bruces y or as:

    -Seor y Dios mo, no dejes a tu pueblo y heredad seguir el extravo de sus corazones, ni los

    entregues a manos de sus enemigos gentiles, que los sojuzguen y hagan pecar contra ti. 20

    Alcese, Seor, tu misericordia sobre tu pueblo, y crales un espritu recto; no los rija el espritu

    de Beliar, para acusarlos luego ante ti, apartndolos de todo sendero justo de modo que perezcan

    ante tu faz. 21 Ellos son tu pueblo y heredad que has librado con tu gran poder de manos de los

    egipcios. Crales un corazn puro y un espritu santo, para que no tropiecen en sus pecados

    desdeahora por siempre.

    22 Respondi el Seor a Moiss:

    -Yo conozco la terquedad de su pensamiento y su dura cerviz: no escucharn para conocer su

    pecado y los de sus padres. 23 Pero luego se volvern a m con toda rectitud, todo corazn y todo

    espritu. Cortar el prepucio de sus corazones y los de su descendencia, y les crear un espritu

    santo, purificndolos para que no se aparten de m desde ese da por siempre. 24 Su alma me

    seguir a m y todos mis mandamientos, que sern restaurados entre ellos: yo ser su padre, y

    ellos, mis hijos. 25 Sern llamados todos hijos de Dios vivo, y sabrn todos los ngeles y

    espritus

    que ellos son mis hijos, y yo, su padre recto y justo y que los am. 26 T escribe todas las

    palabras que hoy te comunico en este monte, lo pasado y lo venidero, con la distribucin de los

    das de la ley y la revelacin y de los septenarios de los jubileos hasta siempre, hasta que yo

    descienda y more con ellos por todos los siglos de los siglos.

    El ngel escribe la ley para Moiss

    27 Dijo entonces al ngel de la faz:

    -Escribe a Moiss (lo ocurrido) desde el principio de la creacin hasta que me construyan mi

    templo entre ellos por los siglos de los siglos y se muestre el Senor a los ojos de todos y sepan

  • que yo soy el Dios de Israel, padre de todos los hijos de Jacob, rey eterno en el monte Sin y

    sean Sin y Jerusaln santos.

    29 Y el ngel de la faz, que marchaba ante los tabernculos de Israel tom las tablas de la

    distribucin de los aos desde la creacin las de la ley y la revelacin por septenarios y jubileos,

    segn cada ao, en todo el cmputo anual de los jubileos, desde el da de la creacin hasta que se

    renueven los cielos y la tierra y toda su estructura de acuerdo con las potencias celestiales, hasta

    que se. cree el templo del Seor en Jerusaln, en el monte Sion, y todas las luminarias se

    renueven para remedio, salvacin y bendicin de todos los elegidos de Israel, y sea as desde ese

    da por siempre en la tierra.

    La creacin

    2 1Dijo el ngel de la faz a Moiss, por orden del Seor: -Escribe toda la narracin de la creacin: cmo en seis das termin el Seor Dios toda su obra y

    lo que haba creado, cmo descans el da sptimo, santificndolo por toda la eternidad y

    establecindolo como seal de toda su obra.

    2 En el primer da cre el cielo superior, la tierra, las aguas, todos los espiritus que ante el sirven,

    los ngeles de la faz, los ngeles santos, los del viento de fuego, los ngeles de la atmsfera

    respirable, los ngeles del viento de niebla, de tiniebla, granizo, nieve y escarcha, los ngeles del

    trueno y los relmpagos, los ngeles de los vientos de hielo y calor, de invierno, primavera,

    verano y otoo, y todos los vientos de la obra de cielos y tierra, los abismos, la tiniebla [el

    atardecer y la noche], la luz, la aurora y el crepsculo, que l prepar con la sabidura de su

    corazn.

    3 Entonces vimos su obra, y lo bendijimos y alabamos en su presencia a causa de toda ella, pues

    haba hecho siete grandes obras en el primer da.

    4 En el segundo da hizo el firmamento entre aguas, dividindose stas en aquel da: la mitad

    subi a lo alto, y la otra mitad descendi bajo el firmamento, sobre la superficie de la tierra. Slo

    esta obra hizo en el segundo da.

    5 En el tercer da dijo a las aguas:

    -Trasldense de la superficie de toda la tierra a un lugar, y mustrese la tierra firme.

    6 As lo hicieron, tal como les orden. Se retiraron de la faz de la tierra a un lugar, fuera de este

    firmamento, de modo que apareci la tierra firme. 7 En aquel da cre todos los mares en cada

    lugar de confluencia, todos los ros y cursos de agua en los montes y en toda la tierra, todos los

    estanques y todo el roco, las semillas para la siembra y todo lo que germina, los rboles frutales,

    los bosques y el Jardn del Edn de las delicias y todo: estas cuatro grandes obras hizo en el da

    tercero.

    8 En el cuarto da hizo el sol, la luna y las estrellas. Los coloc en la bveda celeste para que

    iluminaran toda la tierra, gobernaran el da y la noche, y separaran la tiniebla y la luz. 9 El Seor

    puso el sol sobre la tierra como gran seal de das, semanas, meses, festividades, aos,

    septenarios, jubileos y todas las estaciones. 10 Separa la luz de la tiniebla y es la salud por la que

    prospera cuanto germina y crece sobre la tierra. Estas tres especies hizo en el da cuarto.

  • 11 En el da quinto cre los grandes cetceos en los abismos acuticos, pues stos fueron los

    primeros seres carnales hechos por sus manos, los peces y cuanto se mueve en el agua y todo lo

    que vuela: las aves y todas sus especies. 12 El sol sali sobre ellos para su salud y sobre cuanto

    haba en la tierra, cuanto de ella germinaba, todos los rboles frutales y todo ser carnal. Estas tres

    especies hizo el quinto da.

    13 El da sexto hizo todas las bestias terrestres, todos los animales y reptiles 14 y, despus de

    todo esto, hizo al hombre. Varn y mujer los hizo, dndoles poder sobre cuanto hay en la tierra y

    en los mares, sobre los voltiles, sobre toda bestia, animal y reptil: sobre toda la tierra y sobre

    todos stos le dio poder. Estas cuatro especies hizo en el da sexto, 15 alcanzando un total de

    veintids especies. 16 Acab su obra el da sexto, todo lo que hay en los cielos y la tierra, en los

    mares y los abismos, en la luz y la tiniebla y en todo.

    Institucin del sbado

    17 El Seor nos dio como gran seal el da del sbado, para que trabajemos durante seis das y

    descansemos el sptimo de todo trabajo. 18 A todos los ngeles de la faz y a todos los ngeles

    santos, estas dos grandes clases, nos orden que descansramos con l en el cielo y la tierra, 19 y

    nos dijo:

    -Me escoger un pueblo entre todos los pueblos. Tambin ellos observarn el sbado, los

    consagrar como mi pueblo y los bendecir. Como santifiqu el da del sbado, as me los

    santificar y bendecir; sern mi pueblo, y yo ser su Dios. 20 He escogido a la estirpe de Jacob

    de cuantos he visto, y me lo he designado como hijo primognito, santificndomelo por toda la

    eternidad: les ensear el sbado, para que en l descansen de todo trabajo.

    21 Ese da lo cre el Seor como seal para que tambin ellos descansen con nosotros en el da

    sptimo. Que coman, beban y bendigan al que cre todo, as como bendijo y santific para s a

    un pueblo que sobresale por encima de todos los pueblos, para que observe el sbado juntamente

    con nosotros. 22 y su voluntad dispuso que ascendiera buen aroma aceptable ante l siempre.

    23 Veintids patriarcas hay de Adn a Jacob, y veintids especies de obras fueron hechas hasta

    el da sptimo: ste es bendito y santo, y aqul tambin es bendito y santo. Uno y otro existen

    para santidad y bendicin, 24 y a ste le fue dado ser santificado y bendito como lo fue el

    sptimo

    da en todos los das benditos y santos de la revelacin y ley primera.

    25 El Seor cre los cielos y la tierra, y todo lo que cre lo realiz en seis das, e hizo el da

    sptimo santo para toda su obra. Por eso orden que todo el que en l haga cualquier trabajo

    muera, y quien lo profane muera ciertamente.

    26 Ordena t a los hijos de Israel que guarden este da, santificndolo y no haciendo en l ningn

    trabajo; que no lo profanen, pues es ms santo que todos los dems das. 27 Todo el que lo

    mancille muera sin remedio. Quien haga en l cualquier trabajo muera por siempre, de modo que

    los hijos de Israel guarden este da por todas sus generaciones y no sean desarraigados de la

    tierra, pues es un da santo y bendito. 28 Todo hombre que lo guarde y descanse en l de todo

    trabajo ser siempre santo y bendito como nosotros. 29 Comunica a los hijos de Israel la

  • sentencia sobre este da: que descansen en l y no lo descuiden por error de sus corazones no sea

    que se hagan en l acciones que no deban ser, obrando en l conforme a su propia voluntad. Que

    no preparen en l nada que vayan a comer o beber, ni saquen agua, ni metan o saquen cualquier

    objeto transportable por sus puertas que ellos no hubiesen dejado preparado para hacer en sus

    moradas el da sexto. 30 No metan ni saquen nada de casa a casa en ese da, pues es ms santo y

    bendito que todos los das jubilares.

    En l descansamos en los cielos desde antes de que se enseara a todo mortal en la tierra a

    descansar en l. 31 El Creador de todo bendijo el sbado, pero no santific a todo pueblo y

    nacin con su observancia, sino slo a Israel: slo a l lo dio para que coman, beban y descansen

    sobre la tierra. 32 El Creador de todo dispuso este da para bendicin.

    santidad y gloria, entre todos los das. 33 Esta ley y revelacin fue dada a los hijos de Israel

    como ley eterna para todas sus generaciones.

    3 1 En los seis das de la segunda semana llevamos a Adn, por orden del Seor, todas las bestias, animales, aves, reptiles y seres acuticos, segn sus especies y formas. En el primer da,

    a las bestias; a los animales, en el segundo; a las aves, en el tercero; a todos los reptiles, en el

    cuarto a los seres acuticos, en el quinto. 2 Adn dio nombre a cada uno: tal como los llam, as

    fue su nombre. 3 En estos cinco das estuvo viendo Adn que todos ellos, toda especie de la

    tierra, eran macho y hembra, mientras l estaba solo y no hallaba compaero semejante a l que

    le ayudase. 4 El Seor nos dijo:

    Creacin de Eva. Purificaciones de la mujer

    -No es bueno que est el hombre solo: hagmosle un auxiliar como l.

    5 Y el Seor nuestro Dios, le infundi un sopor, de manera que se durmi. Tom para formar a la

    mujer uno de sus huesos. Y as lo hizo:

    aquella costilla es el origen de la mujer. Y arregl con carne su lugar tras formar a la mujer.

    6 El Seor despert a Adn de su sueo. Este se levant, en el da sexto, y Dios le trajo su mujer.

    Adn la vi y exclam:

    -Esto es, pues, hueso de mi hueso y carne de mi carne: sta ser llamada hembra, pues de hombre

    fue tomada. 7 Por esto sern el hombre y la mujer uno; por esto dejar el hombre a su padre y a

    su madre, se unir a la mujer, y sern una sola carne.

    8 En la primera semana fue creado Adn y la costilla que habra de ser su mujer; en la segunda

    semana se la mostr: por eso se dio orden de guardar una semana por varn, y dos por hembra,

    en la impureza de ellas.

    9 Cuando Adn hubo pasado cuarenta das en la tierra donde fue creado, lo llevamos al Jardn del

    Edn, para que lo labrara y guardara, y a su mujer, a los ochenta das, tras los cuales entr en el

    Jardn del Edn.

    Por esto se escribi un mandamiento en las tablas celestiales sobre la parturienta: Si da a luz un

    varn, permanecer en su impureza una semana, los siete das primeros, y treinta y tres das

    luego en sangre de purificacin, sin tocar nada sagrado, ni entrar en el templo, hasta que se

    cumplan estos das por varn. 11 Y por hembra, permanecer en su impureza dos semanas, los

  • catorce primeros das, y sesenta y seis das luego en sangre de purificacin, siendo el total

    ochenta das. 12 Tras cumplir estos ochenta das la hicimos entrar en el Jardn del Edn, pues es

    ms santo que toda la tierra, y todos los rboles en l plantados son santos.

    13 Por eso se fij a la que pare varn y hembra su norma de estos das:

    -No toque nada sagrado ni entre en el templo hasta cumplirse estos das por el varn y por la

    hembra. 14 Esta es la ley y revelacin que fue escrita a los hijos de Israel: gurdenla

    perpetuamente.

    El Paraso

    15 Durante el primer septenario del primer jubileo estuvieron Adn y su mujer en el Jardn del

    Edn, labrando y guardndolo, pues le dimos labor y le ensebamos a hacer cuanto es propio

    del trabajo. 16 Estuvo trabajando desnudo, sin darse cuenta ni avergonzarse, guardando el jardn

    de las aves, las bestias y los animales, recogiendo sus frutos, comiendo y dejando un resto para l

    y su mujer: dejaba lo que haba de guardarse.

    La tentacin

    17 Al final de los siete aos que pas all, siete aos exactos, el diecisiete del segundo mes, lleg

    la serpiente, se acerc a la mujer y le dijo:

    -El Seor os ha ordenado no comer ningn fruto de los rboles del jardn?

    18 Ella respondi:

    -De todos los frutos de los rboles del jardn nos ha dicho el Seor:

    Comed; pero del fruto del rbol que est en medio del jardn nos ha dicho: No comis, ni lo

    toquis, no sea que muris.

    19 Dijo la serpiente a la mujer:

    -No es que vayis a morir, sino que sabe el Seor que, el da en que comis de l, se os abrirn

    los ojos y seris como dioses, conociendo el bien y el mal.

    20 Viendo la mujer que el rbol era placentero y agradable a la vista, y sus frutos buenos de

    comer, tom de ellos y comi. 21 Luego cubri sus partes verendas con hojas tempranas de

    higuera y dio a Adn, que comi, abrindosele los ojos y viendo que estaba desnudo. 22 Cogi,

    entonces, hojas de higuera y, cosindoselas, se hizo un ceidor y cubri sus vergenzas.

    23 El Seor maldijo a la serpiente y se enoj con ella perpetuamente.

    Tambin se enoj contra la mujer, pues haba escuchado la voz de la serpiente y comido. Le dijo:

    24 -Ciertamente multiplicar tus dolores y congojas: con dolor parirs hijos, de tu marido

    dependers, y l te gobernar.

    25 y a Adn le dijo:

    -Porque has escuchado la voz de tu mujer y has comido de este rbol, del que te orden no

    comer, ser maldita la tierra por tu causa, producindote espinas y abrojos. Y comers tu pan con

    el sudor de tu rostro, hasta que vuelvas a la tierra de donde fuiste tomado, pues tierra eres y a la

    tierra volvers.

  • Expulsin del Edn

    26 Luego les hizo vestidos de piel, se los puso y los ech del Jardn del Edn. 27 Y el da en que

    sali del Jardn, ofreci Adn un buen aroma, aroma de incienso, glbano, mirra y nardo, por la

    maana cuando sala el sol, el da en que cubri sus vergenzas. 28 En aquel da quedaron mudas

    las bocas de todas las bestias, animales, pjaros, sabandijas y reptiles, pues hablaban todos, unos

    con otros, en un mismo lenguaje e idioma.

    29 Dios expuls del Jardn del Edn a todo mortal que all haba: todos fueron dispersados, segn

    sus especies y naturaleza, hacia e11ugar que se les haba creado. 30 Pero slo a Adn permiti

    cubrir sus vergenzas entre todas las bestias y animales. 31 Por eso fue ordenado en las tablas

    celestiales a cuantos conocen el temor de la ley que cubran sus vergenzas y no se descubran,

    como hacen los gentiles. 32 A primeros del cuarto mes salieron Adn y su mujer del Jardn del

    Edn y moraron en la tierra de Elda, su pas de origen. 33 Adn puso a su mujer el nombre de

    Eva. 34 No tuvieron hijos durante el primer jubileo, tras el cua1 1a conoci. 35 Y l trabajaba la

    tierra como haba aprendido en el Jardn del Edn.

    Can y Abel

    4 1 En el tercer septenario del segundo jubileo, pari Eva a Can, y en el cuarto a Abel, y en el quinto a su hija Awan. 2 A comienzos del tercer jubileo, Can mat a Abe1, porque Dios

    aceptaba la ofrenda de sus manos, pero no su sacrificio. 3 Lo mat en el campo, y su sangre

    clam de la tierra al cielo, quejndose por el muerto. 4 El Seor reprendi a Can a causa de

    Abel, por haberlo matado. Lo hizo errante sobre la tierra a causa de la sangre de su hermano y lo

    maldijo. 5 Por eso se escribi en las tablas celestiales: Maldito sea quien hiera a otro con

    maldad. Y dijeron cuantos lo vieron y oyeron: As sea; y el hombre que lo vea y no lo diga,

    sea tambin maldito. 6 Por eso vamos a comunicar al Seor, nuestro Dios, todo pecado que

    haya en el cielo y la tierra, en luz y tiniebla, y en todo. 7 Adn y su mujer estuvieron en duelo

    por Abel cuatro septenarios. Pero al cuarto ao del quinto septenario se alegraron, y conoci

    nuevamente a su mujer, que le pari un hijo al que puso de nombre Set, pues dijo: Nos ha

    suscitado el Seor otra semilla sobre la tierra, en lugar de Abel, ya que lo mat Can. 8 En el

    sexto septenario engendro a su hija Azura. 9 Can tom por mujer a su hermana Awan, que le

    pari a Henoc al final del cuarto jubileo. En el ao primero del primer septenario del quinto

    jubileo se construyeron casas en la tierra, y Can construy una ciudad a la que dio el nombre de

    su hijo Henoc.

    Otros hijos de Adn y Eva

    10 Adn conoci a Eva, su mujer, que le pari todava nueve hijos.

    11 En el quinto septenario del quinto jubileo tom Set a su hermana Azura como mujer, y en el

    cuarto le pari a Ens. 12 Este fue el primero en invocar el nombre de Dios sobre la tierra. 13 En

    el sptimo jubileo, en el tercer septenario, tom Ens a su hermana Noam por mujer, la cual le

    pari un hijo en el ao tercero del quinto septenario, al que llam Cainn. 14 Al concluir el

    octavo jubileo, Cainn tom por mujer a su hermana Mualet, que le pari un hijo en el noveno

  • jubileo, en el primer septenario, en el tercer ao, al cual llam Malaleel. 15 En el segundo

    septenario dcimo jubileo, Malaleel tom por mujer suya a Dina, hija de Baraquiel, prima suya.

    Esta le pari un hijo en el tercer septenario, en el ao sexto, al que llam de nombre Jared, pues

    en sus das bajaron los ngeles del Seor a la tierra, los llamados custodios, a ensear al

    gnero humano a hacer leyes y justicia sobre la tierra.

    16 En el jubileo undcimo, en el cuarto septenario, Jared tom por esposa a una mujer llamada

    Baraca, hija de Rasuel, prima suya, quien le pari un hijo en el quinto septenario, en el ao

    cuarto, del jubileo, al que puso de nombre Henoc. 17 Este fue el primero del gnero humano

    nacido sobre la tierra que aprendi la escritura, la doctrina y la sabidura, y escribi en un libro

    las seales del cielo, segn el orden de sus meses, para que conocieran los hombres las

    estaciones de los aos, segn su orden, por sus meses. 18 El fue el primero que escribi una

    revelacin y dio testimonio al gnero humano en la estirpe terrenal. Narr los septenarios de los

    jubileos, dio a conocer los das de los aos, estableci los meses y refiri las semanas de aos,

    como le mostramos. 19 Vio en visin nocturna, en sueo, lo acontecido y lo que suceder, y qu

    ocurrir al gnero humano en sus generaciones hasta el da del juicio. Vio y conoci todo, y

    escribi su testimonio, dejndolo como tal sobre la tierra para todo el gnero humano y sus

    generaciones. 20 Y en el duodcimo jubileo, en su sptimo septenario, tom por esposa a una

    mujer llamada Edni, hija de Daniel, su prima, que en el ao sexto, en este septenario, le pari un

    hijo, al que llam Matusaln.

    Henoc

    21 Henoc estuvo con los ngeles del Seor seis aos jubilares. Ellos le mostraron cuanto hay en

    la tierra, en los cielos y el poder del sol, y lo onescribi todo. 22 Exhort a los custodios que

    haban prevaricado con las hijas de los hombres, pues haban comenzado a unirse con las hijas de

    la tierra, cometiendo abominacin, y dio testimonio contra todos ellos.

    23 Fue elevado de entre los hijos del gnero humano, y lo enviamos al Jardn del Edn para

    gloria y honor. Y all esta, escribiendo sentencia y juicio eternos y toda la maldad de los hijos de

    los hombres.24 Por ello hizo el Seor llegar el agua del diluvio sobre toda la tierra del Edn,

    pues all fue puesto l como seal y para que diera testimonio contra todos los hijos de los

    hombres, narrando todas sus acciones hasta el da del juicio.

    25 Y l quem aromas del templo, agradables al Seor, en el monte meridional.

    26 Pues cuatro sitios en la tierra son del Seor: el Jardn del Edn, el monte oriental, este monte

    en que ests hoy, el monte Sina, y el monte Sin, que ser santificado en la nueva. creacin para

    santidad de la tierra. A causa de ste ser santificada la tierra de toda iniquidad e Impureza para

    siempre.

    Muerte de Adn y Can

    27 En el jubileo decimocuarto tom Matusaln por esposa a Edna, hija de Ezrael, su prima, en el

    tercer septenario, en el ao primero de aqul, y engendr un hijo al que llam Lamec. 28 En el

    Jubileo decimoquinto, en el tercer septenario, tom por esposa Lamec, a una mujer llamada

  • Betenos, hija de Baraquiel, su prima. Esta le pari un hijo en este septenario, al que llam No,

    pues se dijo: Este me consolar de todo mi pesar y todo mi trabajo, as como de la tlerra que

    maldijo el Senor~.

    29 Al concluir el jubileo decimonono, en el sptimo septenario, en el ao sexto, muri Adn y lo

    sepultaron todos sus hijos en la tierra de su origen.

    El fue el primero que recibi sepultura en la tierra, 30 faltndole setenta aos para los mil, pues

    mil aos son como un da en la revelacin celestial. Por eso se escribi acerca del rbol de la

    ciencia: En el da en que comis de l, moriris; por eso no cumpli los aos de este da, pues

    en l muri.

    31 Un ao tras l, al concluir este jubileo, muri Can. Le cay su casa encima, y pereci en ella

    muerto por sus piedras, pues con piedra haba asesinado a Abel, y con piedra fue muerto en justa

    sentencia. 32 Por eso se legisl en las tablas celestiales: Con el instrumento con que matare un

    hombre a otro, sea muerto, y como lo hubiere herido, as harn con l. 33 Y en el jubileo

    vigsimo quinto, tom No por esposa a una mujer de nombre Emzara, hija de Baraquiel, su

    prima, en el ao primero del quinto septenario. En el ao tercero le pari a Sem, en el quinto a

    Cam y en el ao primero del sexto septenario le pari a Jafet.

    Corrupcin de la creacin y anuncio del castigo

    5 1 Cuando los hijos de los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra y tuvieron hijas, vieron los ngeles del Seor, en un ao de este jubileo, que eran hermosas de

    aspecto. Tomaron por mujeres a las que eligieron entre ellas, y les parieron hijos, que fueron los

    gigantes.

    2 Creci entonces la iniquidad sobre la tierra, y todos los mortales corrompieron su conducta,

    desde los hombres hasta los animales, bestias, aves y reptiles. Todos corrompieron su conducta y

    norma, empezaron a devorarse mutuamente, creci la iniquidad sobre la tierra y los

    pensamientos conscientes de todos los hijos de los hombres eran malvados siempre.

    3 Mir entonces el Seor a la tierra, y he aqu que todo estaba corrompido, que todo mortal haba

    desviado su norma, y que todos cuantos haba en la tierra hacan mal ante sus ojos. 4 Y dijo:

    -Destruir al hombre y a todos los mortales sobre la faz de la tierra que cre.

    5 Slo No hall gracia ante los ojos del Seor. 6 Se enoj sobremanera con los ngeles que

    haba enviado a la tierra, despojndolos de todo su poder, y nos orden atarlos en los abismos de

    la tierra, donde estn presos y abandonados. 7 Y contra sus hijos eman sentencia de herirlos con

    espada y hacerlos desaparecer de bajo el cielo. 8 Dijo:

    -No permanecer mi espritu sobre los hombres eternamente, pues. carne son: sean sus das

    ciento veinte aos. 9 y envi entre ellos su espada para que se matasen unos a otros.

    Este comenz a matar a aqul, hasta que todos cayeron por la espada y desaparecieron de la

    tierra 10 a la vista de sus padres, quienes fueron encarcelados luego en los abismos de la tierra

    hasta el gran da del juicio, para que sea firme la sentencia contra todos los que corrompieron su

    conducta y sus acciones ante el Seor. 11 A todos los barri de su lugar, y no qued uno de ellos

    a quien no condenara por su maldad. 12 Hizo para toda su obra una nueva y justa creacin, para

  • que no prevaricaran nunca y fueran justos, cada uno en su especie, por siempre. 13 El juicio de

    todos qued establecido y escrito en las tablas celestiales, sin injusticia: a cuantos transgredieran

    la conducta que les haba sido asignado seguir les qued escrita la sentencia, a cada naturaleza y

    a cada especie. 14 Nada hay en los cielos y en la tierra, en la luz y en la tiniebla, en el seol, el

    abismo y lo oscuro, cuyo juicio no est establecido, escrito y grabado.

    15 Hay sentencia acerca de todo, pequeo y grande; lo grande segn su magnitud, y lo pequeo

    segn su pequeez: juzgar a cada uno segn su conducta. 16 No es l aceptador de personas ni

    ansioso de regalos: si falla, ejecuta la sentencia a cualquiera. Aunque le ofrezcan cuanto hay en

    la tierra, no aceptar cohecho, ni har acepcin de personas, ni recibir nada de su mano, pues es

    justo juez. 17 A los hijos de Israel les ha sido escrito y establecido que, si vuelven a l con

    justicia, les perdonar toda su culpa y absolver de todos sus pecados; 18 escrito y establecido

    est que tendr misericordia de cuantos se arrepientan de todos sus errores una vez al ao.

    El diluvio

    19 De cuantos haban corrompido su conducta y juicio antes del diluvio no acept ms que a

    No. Lo acept por sus hijos, a los que salv de las aguas del diluvio por l; justo era aquel

    corazn en todo su proceder respecto a lo que le fue ordenado, y nada transgredi que le

    estuviera establecido. 20 Dijo el Seor que destruira cuanto haba sobre el suelo, desde el

    hombre hasta los animales y bestias, aves del cielo y reptiles, 21 y mand a No que se hiciera

    un arca para salvarlo de las aguas del diluvio. 22 No la construy segn le orden, en el jubileo

    vigsimo sptimo, en el quinto septenario, en el quinto ao. 23 Y entr en ella en el ao sexto, en

    el segundo mes, a primeros de este mes: hasta el diecisis estuvieron entrando l y cuanto le

    hicimos meter en el arca, y el Seor la cerr por fuera el diecisiete por la tarde. 24 Abri el Seor

    las siete cataratas del cielo y las bocas de las fuentes del gran abismo en nmero de siete bocas.

    25 Comenzaron las cataratas a soltar agua desde el cielo,cuarenta das y cuarenta noches, y

    tambin las fuentes del abismo hicieron subir agua desde abajo, hasta llenarse todo el mundo de

    lquido. 26 El agua creci sobre la tierra, elevndose quince codos por encima de todos los altos

    montes. El arca se elev tambin sobre la tierra y flotaba sobre la faz de las aguas.

    27 El agua permaneci sobre la faz de la tierra cinco meses, que son ciento cincuenta das, 28 y

    el arca fue a parar sobre la cima del Lubar, uno de los montes Ararat. 29 En el cuarto mes se

    cerraron las fuentes del gran abismo, y las cataratas del cielo quedaron retenidas; a comienzos

    del sptimo mes, se abrieron todas las bocas de las simas de la tierra, y el agua comenz a

    descender al abismo inferior. 30 A primeros del dcimo mes aparecieron las cimas de los

    montes, y a primeros del primer mes apareci la tierra. 31 Las aguas se secaron sobre la tierra en

    el quinto septenario, en su ao sptimo; el diecisiete del segundo mes se sec la tierra, 32 y en el

    veintisiete, abri el arca y sac de su interior a las bestias, animales, pjaros y reptiles.

    Alianza de Dios con No

    6 1 A primeros del tercer mes, sali del arca y construy un altar en aquel monte. 2 Mostrndose sobre la tierra, tom un cabrito y expi con su sangre todo el pecado de la tierra,

  • pues haba perecido cuanto en ella hubo, salvo lo que estaba en el arca con No. 3 Ofreci la

    grasa sobre el altar y, tomando un buey, un cordero, una oveja, cabritos, sal, trtolas y

    palominos, ofreci un holocausto en el altar. Ech sobre ello una ofrenda de masa harincea con

    aceite, hizo una libacin de vino y derram encima de todo incienso, haciendo elevarse un buen

    aroma, grato ante el Seor.

    4 Aspir el Seor el buen aroma e hizo con l un pacto para que no hubiera sobre la tierra diluvio

    que la destruyese:

    -En todos los das de la tierra no faltar sementera y mies, fro y calor, verano e invierno; el da y

    la noche no cambiarn su norma ni faltarn jams. 5 Creced y multiplicaos en la tierra, aumentad

    en nmero y servidle de bendicin. Os har temidos y terribles a cuantos hay en ella y en el mar.

    6 Os otorgo todas las bestias, los animales voltiles, rptiles de la tierra y los peces en las aguas,

    todos, como alimento. Tambin os concedo las verduras: comed de todo. 7 Pero no comis carne

    con espritu, con sangre, pues la vida de todo ser carnal est en la sangre, no sea que se os

    demande vuestra sangre con vuestra vida. De mano de cualquier hombre, de mano de todos

    reclamar la sangre humana. 8 Todo el que derrame sangre de hombre, por mano de hombre ser

    su sangre derramada, pues a su imagen hizo el Seor a Adn. 9 Creced vosotros y multiplicaos

    sobre la tierra.

    10 No y sus hijos juraron no comer sangre alguna de ningn ser carnal, e hizo pacto eterno ante

    el Seor Dios para siempre en este mes. 11 Por eso te ha dicho: Hars t tambin un pacto con

    los hijos de Israel este mes en el monte, con juramento, y derramars sobre ellos sangre por

    todas las palabras de la alianza que ha concluido el Seor con ellos para siempre. 12 Escrito os

    queda este testimonio, para que lo guardis siempre:

    No comis nunca sangre de bestia, animal o ave en todos los das de la tierra. Quien comiere

    sangre de bestia, animal o ave en todos los das de la tierra ser arrancado de ella, l y su

    descendencia. 13 Ordena t a los hijos de Israel que no coman sangre, para que permanezca

    siempre su nombre y descendencia ante el Seor vuestro Dios. 14 Esta ley no tiene trmino de

    das, pues es perpetua: gurdenla por todas las generaciones, para que rueguen por s con sangre,

    ante el altar, cada da; al tiempo delamanecer y del atardecer implorarn siempre ante el Seor

    que la observen y no sean desarraigados.

    Fiesta de las Semanas

    15 Dio a No y sus hijos una seal de que no habra otro diluvio sobre la tierra: 16 puso un arco

    en las nubes como seal de pacto eterno de que no habra ya nunca ms diluvio sobre la tierra

    para destruirla. 17 Por eso qued establecido y escrito en las tablas celestiales que celebraran la

    festividad de las Semanas en este mes, una vez al ao, para renovar la alianza todos los aos. 18

    Toda esta festividad se vena celebrando en los cielos desde el da de la creacin hasta los das de

    No, durante veintisis jubileos y cinco septenarios, y No y sus hijos la guardaron por siete

    jubileos y un septenario. Cuando muri No, sus hijos la violaron, hasta los das de Abrahn, y

    coman sangre. 19 Pero Abrahn la guard, al igual que Isaac y Jacob y sus hijos hasta tus das,

    en los cuales la descuidaron los hijos de Israel hasta que se la renov en este monte. 20 Ordena t

  • tambin a los hijos de Israel que guarden esta festividad en todas sus generaciones.

    Es un mandamiento para ellos: un da al ao en este mes celebrarn esta fiesta. 21 Es festividad

    de semanas y de primicias. Es doble y de dos clases esta fiesta, cuya celebracin ha de realizarse

    segn est escrito y grabado. 22 Pues he dispuesto en el libro de la ley primera que te escrib que

    la celebres en su fecha, un da al ao. Tambin te especifiqu su ofrenda, para que los hijos de

    Israel recuerden esta fiesta y la guarden siempre en este mes, un da cada ao.

    Novilunios y divisin del ao

    23 El primero del primer mes, del cuarto, del sptimo y del dcimo son das memorables, das de

    estacin en las cuatro partes del ao: escritos y regulados estn para testimonio eterno. :24 No

    los adopt como fiestas para las generaciones futuras, pues ellos le sirvieron de memorial.

    25 A primeros del primer mes, le fue ordenado que hiciera el arca; en l se sec la tierra, abri el

    arca y vio tierra. 26 A primeros del cuarto mes se cerr la boca de las profundidades del abismo

    inferior; a primeros del sptimo se abrieron todas las bocas de las profundidades de la tierra y

    comenzaron las aguas a bajar a su interior, 27 y a primeros del dcimo se vieron las cimas de los

    montes, y se alegr No. 28 Por eso se los instituy como fiestas memorables para siempre, y as

    estn establecidas 29 y las registran en las tablas celestiales. Cada trece semanas, una fiesta, y su

    conmemoracin pasa de unas semanas a otras, de las primeras a las segundas, de las segundas a

    las terceras y de las terceras a las cuartas; 30 el total de los das de esta regla son cincuenta y dos

    semanas, todas las cuales hacen un ao completo. 31 As se inscribi y fij en las tablas

    celestiales, sin pasarse de un ao a otro. 32 Ordena t a los hijos de Israel que guarden los aos

    por este cmputo: 364 das el ao completo, y que no alteren las fechas de sus das y sus

    festividades, pues todo les acontece segn su testimonio: no pasen un da ni alteren festividad. 33

    Si infringen esto y no las celebran segn se les orden, alterarn todas las fechas, y los aos

    quedarn tambin desajustados: tanto estaciones como aos se alterarn y transgredirn su

    norma. 34 Entonces todos los hijos de Israel errarn y no hallarn el curso de los aos,

    descuidarn el novilunio, la estacin y el sbado, y equivocarn la norma de los aos.

    35 Pues yo s, y desde ahora te lo hago saber, y no por cuenta propia, pues ante m est el libro

    escrito y establecida est en las tablas celestiales la distribucin de los das, que olvidarn las

    festividades de la alianza y seguirn, con las fiestas de los gentiles, sus errores y su insipiencia.

    36 Habr quienes observen el aspecto de la luna; pero sta vara las estaciones y se adelanta a los

    aos, en cada uno diez das. 37 Por eso tendrn aos que estarn alterados y harn infausto el da

    de revelacin e inmundo el de festividad, y los confundirn todos, los das santos como

    impuros, y los impuros como santos, pues equivocarn los meses, las semanas, las festividades y

    los jubileos. 38 Por eso yo te ordeno y te conjuro que los exhortes, pues tras tu muerte tus hijos

    se corrompern, no computando aos de slo 364 das, con lo que equivocarn el novilunio, la

    estacin, las semanas y las festividades, y comern la sangre de toda carne.

    No y la vid. Hijos de No

    7 1 En el sptimo septenario de este jubileo, en su primer ao, plant No una vid en el monte

  • donde se haba posado el arca, llamado Lubar, uno de los montes Ararat. Dio fruto al cuarto ao,

    lo vendimi ese ao en el mes sptimo y lo guard. 2 Hizo de ello mosto, lo puso en una vasija y

    lo conserv hasta el quinto ao, hasta el primero del primer mes.

    3 Celebr ese da de festividad con regocijo e hizo un holocausto al Seor de una ternera, un

    carnero, siete ovejas aales y un cabrito en expiacin por s y por sus hijos. 4 Primero aparej el

    cabrito, echando parte de su sangre sobre la carne del altar que haba levantado. Coloc toda la

    grasa en el altar en el que ofreca el holocausto al Seor y aadi la carne de la ternera, el

    carnero y las ovejas. 5 Puso encima masa con aceite, luego derram vino en el fuego que haba

    encendido sobre el altar y ech incienso encima, levantando un buen aroma agradable ante el

    Seor, su Dios. 6 Regocijse y bebi de este vino l y sus hijos con gozo.

    7 Era por la tarde; entr embriagado en su tienda, se acost y se durmi, mostrando su desnudez

    mientras estaba dormido. 8 Cam vio a su padre, No, desnudo y, saliendo, se lo dijo a sus

    hermanos. 9 Entonces Sem tom su vestido. Se levantaron l y Jafet, se pusieron el vestido sobre

    los hombros, se dieron la vuelta y cubrieron las vergenzas de su padre, con el rostro hacia atrs.

    10 No se despert del vino, se enter de cuanto haba hecho su hijo menor y lo maldijo as:

    -Maldito Canan, siervo sea, sujeto a sus hermanos.

    11 y bendijo a Sem:

    -Sea bendito el Seor, Dios de Sem, y sea Canan su siervo. 12 D holgura el Seor a Jafet; more

    el Seor en la morada de Sem, y sea Canan su siervo.

    13 Supo Cam que su padre haba maldecido a su hijo menor y se ofendi con l, pues haba

    maldecido a su hijo. Se separaron de su padre l y sus hijos -Cus, Misraim, Fut y Canan-, 14 y

    se construy una ciudad a la que dio el nombre de su mujer, Nahlatmehoc. 15 Jafet, al verlo, tuvo

    celos de su hermano y construy l tambin una ciudad a la que dio el nombre de su mujer,

    Adatnese. 16 Pero Sem se qued con su padre, No, junto al cual construy una ciudad en el

    monte, a la que dio asimismo el nombre de su mujer, Sedacatlebab. 17 Estas tres ciudades

    estaban cerca del monte Lubar: Sedacatlebab, ante la falda oriental; Nahlatmehoc, al sur, y

    Adatnese, al oeste.

    18 Estos son los hijos de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, que naci dos aos despus del diluvio, Lud

    y Aram. 19 Y los hijos de Jafet son: Gomer, Magog, Madai, Javn, Tubal, Mosoc y Tirs. Estos

    son los hijos de No.

    Preceptos de No

    20 En el jubileo vigsimo octavo, No comenz a dar a los hijos de sus hijos normas y

    mandamientos y toda la legislacin que conoca, exhortando a sus hijos a hacer justicia, cubrir

    las vergenzas de su carne, bendecir a su Creador, honrar padre y madre, amarse unos a otros y

    preservarse de fornicacin, impureza y toda iniquidad.

    21 -Por estas tres causas ha ocurrido el diluvio sobre la tierra, por la fornicacin que cometieron

    los custodios con las hijas de los hombres, contra lo que se les haba ordenado. Tomaron por

    mujeres a cuantas escogieron entre ellas, cometiendo la primera impureza, 22 y tuvieron hijos

    gigantes, todos ellos descomunales, que se devoraban unos a otros: un titn mataba a un gigante,

  • un gigante mataba a un jayn, ste al gnero humano, y los hombres, unos a otros. 23 Todos

    pasaron a cometer iniquidad y derramar mucha sangre, llenndose la tierra de maldad. 24 Luego

    pecaron con todas las bestias, aves, reptiles y sabandijas, derramndose mucha sangre sobre la

    tierra, pues el pensamiento y la voluntad de los hombres conceban error y maldad

    constantemente. 25 El Seor destruy todo de la faz de la tierra a causa de sus malas acciones y

    por la sangre derramada en ella, 26 y quedamos nosotros, mis hijos, yo y cuantos entraron con

    nosotros en el arca. Mas he aqu que veo ante m vuestras acciones, que no os conducs

    justamente, pues habis comenzado a seguir camino de corrupcin, apartndoos uno del otro

    teniendo celos mutuos, y que no vais a estar juntos, hijos mos, cada uno con su hermano. 27 Veo

    que los demonios han comenzado a seduciros, a vosotros y a vuestros hijos, y temo por vosotros

    que, tras mi muerte, derramis sangre humana en la tierra y desaparezcis tambin de su faz. 28

    Pues todo el que derrame sangre de cualquier hombre y todo el que coma sangre de cualquier

    carne, desaparecer de la tierra. 29 No quedar ningn hombre que coma sangre o la derrame

    sobre la tierra, ni permanecer su descendencia y posteridad viva bajo el cielo, sino que ir al

    seol y bajar al lugar de castigo; a la tiniebla del abismo sern relegados todos con mala muerte.

    30 No aparezca sobre vosotros nada de sangre en el da que degollis cualquier bestia, animal o

    voltil sobre la tierra; haced expiacin por vuestro espritu cubriendo la sangre derramada sobre

    la faz de la tierra. 31 No seis como los que comen con sangre; evitad que se coma sangre en

    vuestra presencia.

    Cubrid la sangre, pues as me ha sido ordenado exhortaros, a vosotros, a vuestros hijos y a todos

    los hombres. 32 No comis el espritu con la carne, no sea que sea reclamada la sangre de vuestra

    vida y la derrame cualquier ser carnal sobre la tierra. 33 La tierra no se ha de purificar de la

    sangre que se derrame sobre ella; slo se purificar para siempre con la sangre

    del que la derram.

    34 As, pues, hijos mos, od y cumplid la ley y la justicia, para que con justicia seis

    implantados en toda la tierra y se eleve vuestra gloria ante mi Dios, que me salv de las aguas del

    diluvio. 3S Os iris y construiris ciudades, y en ellas cultivaris toda clase de plantas sobre la

    tierra y rboles frutales . 36 Los tres primeros aos ser tal el fruto, que no se cosechar nada

    comestible. En el cuarto ser sagrado el fruto y ofreceris sus primicias, agradables al Seor

    Altsimo, que cre los cielos, la tierra y todo. Haris igualmente ofrenda generosa de las

    primicias de la uva y el olivo, que se recibirn en el altar del Seor. El resto de lo que se reciba,

    cmanlo los servidores del templo del Seor ante el altar. 37 En el quinto ao, permitidlo en

    justicia y rectitud, siendo vosotros justos y recto todo vuestro cultivo. 38 As lo orden Henoc, su

    padre, a nuestro padre Matusaln, su hijo, y ste al suyo, Lamec, quien me transmiti cuanto a su

    vez

    le ordenaron sus padres. 39 Y yo os ordeno, hijos mos, como orden Henoc a su hijo en los

    primeros jubileos, cuando l viva en la sptima generacin: orden y exhort a su hijo y a los

    hijos de sus hijos hasta el da de su muerte.

    Descendientes de Sem

  • 8 1 En el jubileo vigsimo nono, en el primer septenario, a su comienzo, tom Arfaxad por esposa una mujer llamada Rasuaya, hija de Susn, hija de Elam, y le pari un hijo en el tercer

    ao de este septenario, al que puso por nombre Cainn. 2 El nio creci, su padre le ense la

    escritura, y fue a buscarse lugar donde hacerse una ciudad. 3 Hall antiguas escrituras grabadas

    en la roca, cuyo contenido ley y tradujo, y con ellas se extravi, porque all estaban las

    enseanzas de los custodios, en las que explicaban la adivinacin por el sol, la luna y las estrellas

    de todas las constelaciones del cielo. 4 Y lo escribi, pero no habl de ello, pues temi

    mencionarlo a No, no se enojara con l por este motivo. 5 En el jubileo trigsimo, en el segundo

    septenario, en su primer ao, tom una mujer llamada Melca, hija de Madai, hijo de Jafet, quien

    en el ao cuarto

    le pari un hijo al que llam Sela, pues se dijo: Ciertamente he sido enviado . 6 Creci Sela y

    tom por esposa una mujer de nombre Muak, hija de Kesed, hermano de su padre, en el jubileo

    trigsimo primero, en el quinto septenario, en su primer ao. 7 Le pari un hijo en el quinto ao,

    al que puso de nombre Hber, el cual tom una mujer de nombre Azura, hija de Nemrod, en el

    jubileo trigsimo segundo, en el sptimo septenario, en su ao tercero. 8 En el sexto ao le pari

    un hijo, al que llam Fleg, pues en la poca en que naci comenzaron los hijos de No a

    repartirse la tierra, por lo que le llam de nombre Fleg.

    No divide la tierra

    9 Se dividieron la tierra malamente entre ellos y se lo dijeron a No.

    10 Esto fue a comienzos del jubileo trigsimo tercero. Dividieron la tierra en tres partes, para

    Sem, Cam y Jafet, a cada uno su heredad, en el ao primero del primer septenario, estando

    presente uno de nosotros, enviado para ello. 11 Llam No a sus hijos, y ellos se le acercaron

    con los suyos. Distribuy la tierra a suertes, que sacaron sus tres hijos; tendieron sus manos y

    tomaron los escritos del seno de su padre, No.

    Herencia de Sem

    12 Sali en el escrito de la suerte de Sem el centro de la tierra --que habra de tomar como

    heredad suya y de sus hijos por siempre-, desde la mitad del monte Rafa, desde la

    desembocadura del ro Tanais, siguiendo su lote por el occidente por la mitad de este ro, hasta

    acercarse a las aguas del abismo por donde fluye su caudal, el cual vierte sus aguas en la laguna

    Metica, y de ah al ocano: todo lo que quedaba al norte era de Jafet, y lo que quedaba hacia el

    sur, de Sem. 13 Continuaba luego hasta acercarse a Cerasus, que est en la orilla del golfo que

    mira al sur, 14 y segua su lote por el ocano, en lnea recta hasta acercarse al occidente del golfo

    que mira al sur, llamado golfo del Mar de Egipto. 15 Desde aqu se desva hacia el sur, hacia la

    boca del ocano, en las orillas de sus aguas.

    De all procede hacia occidente, a Afara, y sigue hasta acercarse a las aguas del ro Gihn, hasta

    la ribera sur de este ro. 16 Y sigue hacia oriente, hasta acercarse al Jardn del Edn por su parte

    meridional. Contina por el este de toda la tierra del Edn, abarcando todo el oriente,

    volvindose luego a occidente y llegando a acercarse al oriente del monte llamado Rafa, y

  • descendiendo hacia las mrgenes de la desembocadura del ro Tanais.

    17 Este fue el lote que sali en suerte a Sem y sus hijos como propiedad perpetua por

    generaciones hasta siempre. 18 Y No se alegr por haberle tocado este lote a Sem y sus hijos,

    recordando las palabras profticas que l mismo haba pronunciado: Bendito sea el Seor, Dios

    de Sem, y more el Seor en la morada de Sem. 19 Pues saba que el Jardn del Edn, santo de

    los santos y morada del Seor, el monte Sina en el desierto y el monte Sin en el ombligo de la

    tierra, los tres uno frente al otro, haban sido creados santos. 20 Bendijo al Dios supremo, que

    haba puesto en su boca las palabras del Seor, 21 y supo que le haba tocado un lote bendito a

    Sem y a sus hijos por siempre: toda la tierra del Edn, del mar Eritreo, todas las regiones de

    oriente, la India, Bactria y sus montes, toda la tierra de Basor, la del Lbano, las islas de Caftor,

    todo el monte de Sennaar, Armenia, el monte Asur septentrional, toda la tierra de Elam, Asur,

    Babel, Susiana, Media, todos los montes Ararat, todo el litoral marino al otro lado del monte

    Asur, hacia el norte: una tierra bendita y extensa, donde todo es ptimo.

    Herencia de Cam

    22 A Cam sali el segundo lote, ms all del Gihn hacia el sur, a la derecha del Paraso. Va al

    sur, por todos los montes de fuego, y se dirige a occidente, hacia el mar Atel, y sigue hacia

    occidente hasta acercarse al mar de Mauk, adonde baja todo lo que no perece. 23 Alcanza al

    norte la orilla de Gdir y llega a las orillas del mar, en la ribera del ocano, hasta acercarse al ro

    Gihn, y sigue el ro hasta acercarse a la derecha del Jardn del Edn. 24 Esta fue la tierra que

    sali a Cam en suerte, para poseerla permanentemente l y sus hijos por sus generaciones hasta

    siempre.

    Herencia de Jafet

    25 A Jafet le toc el tercer lote: ms all del ro Tanais hacia el norte de su desembocadura y,

    yendo hacia el nordeste, toda la regin de Gog y toda la regin al este. 26 Yendo hacia el norte,

    se extiende hasta los montes de Qilt y hasta el mar de Mauk y llega, por el oriente de Gdir, hasta

    el lado de las aguas del mar. 27 Contina hasta acercarse al occidente de Fara, vuelve hacia

    Aferag, y se dirige a oriente hacia las aguas de la laguna Metica. 28 Procede luego hacia el lado

    del ro Tanais por el nordeste, hasta acercarse a la orilla de sus aguas, hacia el monte Rafa, y

    tuerce al norte. 29 Esta es la tierra que sali en suerte a Jafet y sus hijos como heredad perpetua

    para l y sus hijos por sus generaciones hasta siempre: cinco grandes islas y gran tierra en el

    norte, 30 aunque fra, mientras que la tierra de Cam es trrida. La de Sem, por el contrario, no es

    ni trrida ni glida, sino templada en el calor y el fro.

    Subdivisin de la tierra

    entre los descendientes de Sem, Cam y Jafet

    9 1 Cam reparti la tierra entre sus hijos, saliendo el primer lote a Cus en oriente, su occidente a Misraim, el occidente de ste a Fut, y el de ste a Canan, al oeste del mar.

    2 Tambin Sem reparti entre sus hijos, saliendo el primer lote a Elam y sus hijos, al oriente del

  • ro Tigris, hasta acercarse por el este a toda la tierra de la India y Bactria, las aguas de Dedn,

    todos los montes de Mabri y Elam, toda la tierra de Susiana, y todo lo que est en manos de

    Farnacio hasta el mar Eritreo, y el ro Tanais. 3 A Asur le sali el segundo lote: toda la tierra de

    Asur y Nnive, Sennaar, hasta cerca de la India, subiendo por el Tigris. 4 A Arfaxad le toc el

    tercer lote: toda la tierra de la regin de los caldeos, al oriente del Eufrates, cerca del mar Eritreo,

    y todas las aguas del desierto hasta cerca del golfo que mira a Egipto, toda la tierra del Lbano,

    Saner y Armenia, hasta cerca del Eufrates.

    5 A Aram le toc en suerte el cuarto lote: toda la tierra de Mesopotamia, entre el Tigris y el

    Eufrates, al norte de los caldeos, hasta cerca del monte de Asur y la tierra de Ararat. 6 Ya Lud le

    sali el quinto lote: el monte de Asur y todo lo suyo, hasta acercarse al ocano y aproximarse al

    oriente de su hermano Asur.

    7 Y tambin Jafet dividi la tierra de su heredad entre sus hijos, 8 saliendo el primer lote a

    Gomer, hacia el nordeste hasta el ro Tanais. En el norte correspondi a Magog toda la tierra

    interior septentrional hasta acercarse a la laguna Metica. 9 A Madai le sali en suerte poseer

    desde el occidente de sus dos hermanos hasta las islas y sus orillas. 10 A Javn le toc el cuarto

    lote: toda la isla y las islas que hay hacia la parte de Lud.

    11 A Tubal sali el quinto lote: desde el entrante que se aproxima a la parte del lote de Lud,

    hasta otro entrante que est al lado de un tercero.

    12 A Mosoc le toc el sexto lote: toda la orilla del tercer entrante hasta acercarse al oriente de

    Gdir. 13 Y a Tirs le sali el sptimo lote: cuatro grandes islas en medio del mar, que se acercan

    al lote de Cam y a las islas de Kamaturi de los hijos de Arfaxad; esto fue lo que el sorteo le

    depar

    como heredad.

    14 As repartieron su tierra los hijos de No a sus hijos, ante su padre, No, que los conjur a

    todos con una maldicin; maldijo a cualquiera de ellos que quisiera poseer lote que no le hubiese

    salido en el sorteo. 15 Y todos dijeron: Amn. Sea para ellos y sus hijos en perpetuidad hasta

    el

    da del juicio, en que los juzgar el Seor Dios con espada y fuego por toda su impureza, por los

    yerros con los que llenaron la tierra de prevaricacin, impureza, fornicacin y pecado.

    Los demonios seducen a los descendientes de No

    10 1 En el tercer septenario de este jubileo comenzaron los demonios impuros a seducir a los nietos de No, hacindolos enloquecer y perderse. 2 Se llegaron los hijos a su padre, No, y le

    hablaron de los demonios que seducan, extraviaban y mataban a sus nietos. 3 Or as No

    ante el Seor, su Dios:

    -Dios de los espritus que estn en toda carne, que tuviste misericordia de m, me salvaste con

    mis hijos de las aguas del diluvio sin permitir que pereciera, como ocurri con los hijos de

    perdicin. Grande es tu compasin por m, y magnfica tu misericordia sobre mi persona; elvese

    tu compasin sobre tus hijos, no tengan potestad sobre ellos los malos espritus, para que no los

    extirpen de la tierra. 4 T me has bendecido a m y a mis hijos, para que crezcamos, nos

  • multipliquemos y llenemos la tierra; 5 t sabes cmo obraron en mis das tus custodios, padres

    de estos espritus. A estos espritus que estn ahora en vida encirralos tambin y sujtalos en

    lugar de suplicio; no destruyan a los hijos de tu siervo, Dios mo, pues son perversos y para

    destruir fueron creados; 6 no tengan poder sobre el espritu de los vivos, pues slo t conoces su

    sentencia, y no tengan licencia contra los hijos de los justos, desde ahora para siempre.

    7 Entonces el Seor, nuestro Dios, nos orden apresar a todos. 8 Pero lleg Mastema, prncipe de

    los espritus, y dijo:

    -Seor Creador, djame algunos de ellos que me obedezcan y hagan cuanto les mande, pues si no

    me quedan algunos de ellos no podr ejercer la autoridad que quiera en los hijos de los hombres,

    pues dignos son de destruccin y ruina, a mi arbitrio, ya que es grande su maldad.

    9 Orden Dios entonces que quedara con Mastema una dcima parte, y que las otras nueve

    descendieran al lugar de suplicio. 10 A uno de nosotros dijo que enseramos a No toda su

    medicina, pues saba que no se conduciran rectamente ni procuraran justicia. 11 Obramos segn

    su palabra: a todos los malos que hacan dao los encarcelamos en el lugar de suplicio, pero

    dejamos a una dcima parte para que sirvieran a Satans sobre la tierra. 12 Y comunicamos a

    No los remedios de las enfermedades, juntamente con sus engaos, para que curase con las

    plantas de la tierra. 13 No escribi todo como se lo enseamos en un libro, con todas las clases

    de medicina, y los malos espritus quedaron sin acceso a los hijos de No. 14 Este dio todo lo

    que haba escrito a su hijo mayor, Sem, pues lo amaba ms que a todos sus hijos.

    Muerte de No

    15 No se durmi con sus padres y fue sepultado en el monte Lubar, en tierra de Ararat. 16

    Haba cumplido en su vida novecientos cincuenta aos, es decir, diecinueve jubileos, dos

    septenarios y cinco aos. 17 Excedi en vida sobre la tierra, a causa de la plenitud de su justicia,

    a todos los hijos de los hombres, salvo Henoc, pues su cometido es dar testimonio a las

    generaciones del mundo para relatar todas las acciones de cada generacin hasta el da del juicio.

    La torre de Babel

    18 En el primer ao del segundo septenario del jubileo trigsimo tercero, Fleg tom una mujer,

    llamada Lebana, hija de Sennaar. Esta le pari un hijo, en el ao cuarto de este jubileo, al que

    puso de nombre Reu, pues se dijo: Los hijos de los hombres han sido malos: han concebido el

    perverso pensamiento de construirse una ciudad y una torre en .la tierra de Sennaar. 19 En

    efecto, haban emigrado de la tierra de Ararat a oriente, a Sennaar, y por aquel tiempo

    construyeron la ciudad y la torre, mientras decan: Subamos por ella al cielo. 20 Comenzaron a

    construir y, en el cuarto septenario, cocan al fuego ladrillos que luego utilizaban como piedras.

    El cemento con que las unan era asfalto que brotaba del mar y de unos pozos de agua en la tierra

    de Sennaar. 21 Los constructores tardaron unos cuarenta y tres aos: la altura fue de 5.433 codos

    y dos palmos; la anchura, unos doscientos tres ladrillos, cada uno de una altura de un tercio de s

    propio, la extensin de un muro, trece estadios, y la del otro, treinta. 22 y nos dijo el Seor,

    nuestro Dios:

  • -He aqu que son un solo pueblo y han comenzado a trabajar a una, y ya no cesarn. Ea, bajemos

    y confundamos sus lenguas, que no se entiendan unos a otros, y se dispersen por ciudades y

    naciones, de manera que no tengan plan comn hasta el da del juicio.

    23 Descendi el Seor, y nosotros con l, a ver la ciudad y la torre que haban construido los

    hijos de los hombres. 24 Mezcl todas las voces de su lengua, no entendindose ya unos con

    otros y dejando la construccin de la ciudad y la torre. 25 Por eso se llam Babel toda la tierra de

    Sennaar, pues all confundi el Seor todas las lenguas de los hijos de los hombres, y desde all

    se dispersaron por todas sus ciudades, segn sus lenguas y naciones. 16 El Seor envi un gran

    viento a la torre, que la tir por tierra; su emplazamiento estaba entre Asur y Babel, en el pas de

    Sennaar, al que dio el nombre de ruina.

    Canan en Palestina

    27 En el cuarto septenario, en el primer ao, a su comienzo, en el jubileo trigsimo cuarto, se

    dispersaron desde el pas de Sennaar. 2ll Cam y sus hijos se fueron a la tierra que tenan

    asignada, que les haba tocado como lote la tierra del sur. 29 Vio Canan que la tierra desde el

    Lbano hasta la desembocadura del Nilo era muy buena y no se fue a la tierra de su heredad, al

    occidente del mar, sino que permaneci en la franja costera al mar limitada por el Lbano al

    oriente y al occidente por el Jordn.

    30 Le dijeron Cam, su padre, y sus hermanos, Cus y Misraim:

    -Te quedas en una tierra que no es tuya, que no nos sali en suerte? No hagas tal, pues si lo

    haces t y tus hijos caeris por tierra, seris malditos por esta sedicin. Por medio de una

    sedicin os quedasteis, y en una sedicin caern tus hijos: sers desarraigado por siempre.

    31 No te quedes en la morada de Sem, pues a l y a sus hijos les toc en suerte. 32 Maldito eres y

    sers entre todos los hijos de No por la maldicin que establecimos con juramento ante el juez

    santo y ante No, nuestro padre.

    33 Pero no los escuch, y se quedaron en la tierra del Lbano, desde Emat hasta la entrada a

    Egipto, l y sus hijos hasta este da. 34 Por eso se llam esa tierra Canan. 35 En cambio, ]afet y

    sus hijos fueron hacia occidente y moraron en la tierra de su lote. Y vio Madai la tierra del mar y

    no le agrad. Tras rogar a Elam, Asur y Arfaxad, hermanos de su mujer, se qued en la tierra de

    los medos, cerca de sus cuados, hasta este da.

    Llam a su residencia y a la de sus hijos Media, por el nombre de Madai padre de stos.

    Nueva corrupcin del gnero humano

    11 1 En el jubileo trigsimo quinto, en el tercer septenario, en el primer ao, Reu tom una mujer de nombre Ora, hija de Ur, hijo de Kesed, que le pari un hijo, al que llam Sarug, en el

    sptimo ao de este septenario de este jubileo. 2 Los hijos de No comenzaron a combatirse,

    hacerse prisioneros, matarse entre hermanos y derramar sangre humana sobre la tierra; a comer

    sangre, construir ciudades fortificadas, murallas y torres y a erigir a un hombre al frente de la

    nacin. Instituyeron as la primera monarqua y promovieron la guerra de una nacin contra otra,

    de pueblos contra pueblos y de ciudad contra ciudad. Todos hacan mal, posean armas y

  • enseaban a sus hijos la guerra, comenzaron a someter ciudades y comerciar con esclavos.

    3 Ur, hijo de Kesed, construy Ur de los caldeos, a la que dio su nombre y el de su padre. 4 Se

    fabricaron estatuas de fundicin, y adoraba cada uno a sus dolos metlicos. Comenzaron a hacer

    esculturas e imgenes Impuras, y los malos espritus los ayudaban inducindoles a cometer

    pecado e impureza. 5 El prncipe Mastema se esforzaba en hacer todo esto y enviaba a los otros

    espritus que haban sido puestos bajo su mano para cometer toda clase de extravo, pecado e

    iniquidad: destruir, arruinar y derramar sangre sobre la tierra. 6 Por eso se dio a Sarug su

    nombre, pues todos se haban puesto a cometer toda clase de pecado. 7 Creci y mor

    en Ur de los caldeos, cerca del padre de la madre de su mujer, y adoraba dolos. Tom una mujer

    para s en el jubileo trigsimo sexto, en el quinto septenario, en su primer ao, de nombre Melka,

    hija de Kaber, hermano de su padre. 8 Esta le pari a Nacor en el primer ao de este septenario,

    quien creci y mor en Ur de los caldeos, ensendole su padre los estudios de los caldeos sobre

    augurios y adivinacin por las constelaciones celestiales. 9 Luego, en el jubileo trigsimo

    sptimo, en el sexto septenario, en su primer ao, tom para s una mujer llamada Jesc, hija de

    Nestag,

    caldea, 10 que le pari a Tare en el ao sptimo de este septenario.

    11 El prncipe Mastema envi cuervos y aves a comerse la semilla que se plantaba en la tierra,

    para destruirla, para robar al gnero humano su esfuerzo: sin cultivar semilla, la cosechaban los

    cuervos de la faz de la tierra. 12 Por eso le puso su padre el nombre de Tare, pues los cuervos y

    las aves los reducan a la miseria, comindose su sementera. 13 Los aos comenzaron a ser

    infructferos a causa de las aves, que se coman incluso todos los frutos de los rboles en los

    bosques: a duras penas pudieron salvar un poco de todo el producto de la tierra en aquel tiempo.

    14 En el jubileo trigsimo nono, en el segundo septenario, en su primer ao, tom Tare por

    esposa a una mujer, de nombre Edna, hija de Abrn y de su ta.

    15 Y en el ao sptimo de este septenario, le pari un hijo, al que puso de nombre Abrn, como

    el padre de su madre, pues haba muerto antes de de que concibiese su hija.

    Historia de Abrahn

    16 El nio comenz a conocer el error de la tierra, cmo todos erraban tras esculturas y

    abominacin. Su padre le ense la escritura cuando tena dos septenarios, y se separ de su

    padre para no adorar dolos con l.

    17 Comenz a orar al Creador de todo, para que lo salvase del error de los hombres y no le

    tocase en suerte errar tras impureza y abominacin.

    18 Lleg la poca de la sementera en el pas, y salieron todos juntos a guardar sus simientes de

    los cuervos. Abrn sali con los dems, siendo entonces un nio de catorce aos. 19 Una nube de

    cuervos vino a comerse la simiente, y Abrn corri hacia ellos, antes de que bajaran a tierra. Les

    grit as antes de que se posaran a comerse la simiente:

    -No bajis, volveos al sitio de donde salisteis. y dieron la vuelta. 20 Aquel da se volvieron

    setenta nubes de cuervos, no quedando ni uno en todos los campos donde estuvo Abrn. 21

    Cuantos estaban con l en los campos, vean que gritaba y que los cuervos se volvan, por lo cual

  • adquiri gran fama en toda la tierra de Caldea. 22 Fueron a l en este ao todos los que

    sembraban, y los estuvo acompaando hasta terminar la sementera. Sembraron sus tierras,

    cosecharon aquel ao

    alimento suficiente y comieron hasta hartarse.

    23 En el ao primero del quinto septenario, Abrn ense a los carpinteros que hacan aperos

    para el ganado a hacer un instrumento delante del bastidor sobre la tierra, para echar por l la

    semilla. Esta bajaba dentro de l a su surco y se ocultaba en tierra, no teniendo ya que temer a

    los cuervos. 24 Hicieron as en todos los bastidores de arado por encima de la tierra; sembraron y

    labraron los campos como les orden Abrn y ya no tuvieron que temer a las aves.

    LIBRO

    DE LOS JUBILEOS (Parte II de IV)

    Traduccin de la versin etipica

    -Caps. XII al XXIII -

    Abrahn lucha contra la idolatra

    12 1 En el sexto septenario, en su sptimo ao, dijo Abrn a Tare: -Padre.

    Este respondi:

    -Heme aqu, hijo mo.

    2 Prosigui Abrn:

    -Qu auxilio y utilidad nos reportan estos dolos que adoras y ante los que te prosternas? 3 No

    tienen espritu, ya que son mudez y extravo de la mente. No los adores. 4 Adora al Dios del cielo,

    que hace bajar el roco y la lluvia sobre la tierra. El hace todo en ella, ha creado todo con su voz, y

    de l procede toda vida. 5 Por qu adoris a quienes carecen de espritu y son obra de manos?

    Los llevis sobre vuestros hombros, sin que os proporcionen ms ayuda que la gran prdida de los

    que los hacen y el extravo de las mentes de los que los adoran! No los adoris.

    6 Respondi su padre:

    -Yo tambin lo s, hijo mo; pero qu puedo hacer con este pueblo que me ordena servirlos? 7 Si

    les digo la verdad, me matarn, pues sus espritus estn apegados a su adoracin y alabanza.

    Cllate, hijo mo, no sea que te maten.

    8 Abrn dijo lo mismo a sus dos hermanos, que se enojaron con l y

    se call.

    9 En el jubileo cuadragsimo, en el segundo septenario, en el sptimo ao, tom Abrn por esposa

    a una mujer llamada Sora, hija de su padre. 10 Su hermano Arn tom tambin mujer en el ao

    tercero del tercer septenario, que le pari un hijo en el ao sptimo de este septenario, al que llam

    Lot. 11 Tambin su hermano Nacor tom mujer. 12 En el ao treinta y dos de la vida de Abrn, es

    decir, a sus cuatro septenarios y cuatro aos fue de noche y quem el templo de los dolos con

  • cuanto haba dentro, sin que nadie lo supiera. 13 Fueron ellos de noche y quisieron salvar a sus

    dioses del fuego. 14 Arn se lanz a salvarlos: se prendi fuego y ardi en el incendio, muriendo en

    Ur de los caldeos ante su padre, Tare, y all lo sepultaron. 15 Entonces Tare sali de Ur de los

    caldeos con sus hijos para ir a la tierra del Lbano y al pas de Canan y se estableci en Harrn.

    Abrn mor con su padre, Tare, en Harrn durante dos septenarios.

    Dios se revela a Abrahn

    16 En el sexto septenario, en su ao quinto, Abrn se qued de noche, a comienzos del sptimo

    mes, a observar los astros desde la tarde a la maana y ver cul sera el curso del ao con respecto

    a lluvias. Estaba l solo, sentado, observando, 17 cuando sinti en su corazn una voz que le dijo:

    Todas las constelaciones de los astros, del sol y la luna estn en manos del Seor, por qu las

    he de estudiar? 18 Si quiere, har llover maana y tarde, y si lo desea, no dejar caer nada: todo

    est en su mano. 19 y or aquella noche as:

    -Dios mo, Dios Altsimo, slo t eres Dios para m. T has creado todo, y obra de tus manos es

    cuanto existe. Yo te he elegido a ti como mi divinidad. 20 Slvame de los malos espritus que

    dominan los pensamientos de los hombres; no me descarren de ti, Dios mo, y haz que mi

    descendencia y yo no erremos nunca desde ahora por siempre.

    21 Aadi:

    -Debo volver a Ur de los caldeos, quienes me buscan para que vuelva a ellos, o bien permanecer

    aqu, en este lugar? Indica el camino recto a tu siervo, para que lo siga y no camine en el extravo

    de mi mente, Dios mo.

    22 Al terminar de hablar y de orar, Dios le envi su palabra por medio de m:

    -Ven de tu tierra, de tu linaje y de la casa de tu padre a la tierra que te mostrar, y te har un pueblo

    grande y numeroso. 23 Te bendecir y engrandecer tu nombre; sers bendito en la tierra, y por ti

    sern benditos todos los pueblos de la tierra. A los que te bendigan, bendecir; a los que te

    maldigan, maldecir. 24 Ser tu Dios y el de tus hijos, nietos y toda tu descendencia. No temas

    desde ahora en adelante para siempre: yo soy tu Dios.

    25 y me dijo el Seor Dios: Abrele la boca y los odos, que entienda y hable la lengua clara, pues

    haba cesado de ser la lengua de los hombres desde el da de la confusin. 26 Le abr la boca, los

    odos y los labios y comenc a hablar con l en hebreo, la lengua de la creacin. 27 Tom Abrn los

    libros de sus padres, que estaban escritos en hebreo, los recopi y comenz a aprenderlos desde

    entonces. Yo le explicaba todo lo que le era inaccesible, y los aprendi en los seis meses

    invernales.

    28 En el ao sptimo del sexto septenario habl Abrn con su padre y le comunic que se iba de

    Harrn para ir a la tierra de Canan, a verla y volver a l. 29 Le dijo su padre, Tare:

    -Ve en paz. Que el Dios eterno gue tu camino; el Seor est contigo, te guarde de todo mal y te

    conceda compasin, misericordia y gracia ante quienes te vean; no te sojuzguen todos los hombres

    hacindote mal.

    Ve en paz, 30 y si ves una tierra grata a tus ojos para morar en ella, ven y llvame a tu lado. Llvate

    contigo a Lot, hijo de tu hermano Arn, como hijo tuyo, y que el Seor est contigo. 31 Deja a tu

    hermano Nacor conmigo, hasta que vuelvas con bien y vayamos todos juntos contigo.

    Viaje de Abrahn: Canan y Egipto

    13 1 Abrn parti de Harrn hacia la tierra de Canan, llevndose a su mujer, Sara, y a Lot, hijo de su hermano Arn. Lleg al pas de Siria, marcho hasta Siqun y se detuvo junto a una alta

  • encina. 2 Observ que la tierra era agradable sobremanera, desde la entrada de Emat hasta donde

    est la alta encina. 3 Le dijo el Seor:

    -A ti y a tu descendencia dar esta tierra. 4 Construy un altar all y ofreci en l un holocausto al

    Seor, que se le haba revelado. 5 Luego parti al monte que tiene Betel a occidente y Hai a

    oriente, y plant all su tienda. 6 Vio que la tierra era muy extensa y buena; brotaba en ella de todo:

    vides, higueras, granados, robles, encinas, terebintos, olivos, cedros, cipreses y palmeras; haba

    toda clase de rboles silvestres y agua en los montes. 7 Bendijo a Dios, que lo haba sacado de Ur

    de los caldeos y trado a esta tierra. 8 Fue el ao primero del sptimo septenario, al comienzo del

    primer mes, cuando construy por primera vez el altar en este monte e invoc el nombre de Dios

    con estas palabras: T eres mi Dios, Dios eterno. 9 Y ofreci sobre el altar un holocausto al

    Seor, para que estuviese con l y no lo abandonase en todos los das de su vida.

    10 Partiendo de all fue al sur y lleg a Hebrn, que habia sido construido entonces, y all

    permaneci dos aos. Fue luego a tierras del sur, a Balot, y hubo hambre en la tierra. 11 Entonces

    Abrn fue a Egipto, en el ao tercero del septenario, y vivi all cinco aos antes de que le fuese

    arrebatada su mujer. 12 Tanis de Egipto haba sido construida entonces, siete aos despus de

    Hebrn. 13 Luego, cuando el faran arrebat su mujer, Sora, a Abrn, el Seor lanz sobre aqul y

    toda su casa un castigo terrible, a causa de Sora, mujer de Abrn. 14 Este fue honrado con la

    posesin de muchas ovejas, vacas, asnos, caballos, camellos, siervos y esclavas, mucha plata y

    mucho oro, y tambin su sobrino Lot tuvo posesiones. 15 El faran devolvi a Abrn su mujer, Sora,

    y lo hizo salir de suelo egipcio. Se fue Abrn al lugar donde haba plantado antes su tienda, al lugar

    del altar que tiene Hai a oriente y Betel a occidente, y bendijo al Seor, su Dios, que lo hizo volver

    con bien.

    Ataque de Codorlahomor a Sodoma. Cautividad de Lot

    16 En el jubileo cuadragsimo primero, en el tercer ao del primer septenario, volvi Abrn a este

    lugar y ofreci en l un holocausto, invocando el nombre del Seor: T, Seor, Dios Altsimo, eres

    mi Dios por los siglos de los siglos. 17 Luego, en el ao cuarto de este septenario, se separ de l

    Lot, y mor en Sodoma. Los hombres de esta ciudad eran muy pecadores, 18 y Abrn se doli de

    corazn, porque se haba separado de l su sobrino, ya que no tena hijos. 19 Fue este ao cuando

    Lot fue hecho cautivo. El Seor dijo a Abrn, despus de separarse de l su sobrino,

    en el ao cuarto de este septenario:

    -Alza tus ojos, desde donde ests hacia el norte, sur, este y oeste 20 pues toda la tierra que veas te

    la dar a ti y a tu posteridad perpetuamente y har tu descendencia como las arenas del mar.

    Aunque alguien pudiera contar sus arenas, no as tu descendencia. 21 Levntate, camina por la

    tierra a lo largo y a lo ancho y mrala toda, pues a tu descendencia la dar.

    Abrn fue a Hebrn y mor all. 22 Ese ao llegaron Codorlahomor, rey de Elam; Amrafel, rey de

    Sennaar; Arioc, rey de Larsa, y Tadal, rey de gentiles, y mataron al rey de Gomorra. El rey de

    Sodoma se dio a la fuga, cayendo muchos heridos en el valle de Siddim, en el Mar Muerto.

    21 Capturaron Sodoma, Adma y Sebom, apoderndose tambin de Lot sobrino de Abrn, con

    todas sus posesiones, y fueron hasta Dan. 24 Lleg un fugitivo y cont a Abrn que su sobrino

    haba sido tomado cautivo. 25 Entonces moviliz a los siervos de su casa ... [sobre Abrn y su

    descendencia los diezmos de las primicias del Seor, pues el Seor haba establecido como norma

    perpetua que lo dieran a los sacerdotes que le servan, para que lo poseyeran perpetuamente. 26

    Esta ley no tiene lmite de tiempo, pues est establecido para siempre que den al Seor los diezmos

    de todo: cereales, vino, aceite, bovinos y ovinos; 27 todo esto fue

    concedido a sus sacerdotes para comer y beber en regocijo ante l]. 28 Lleg a l el rey de Sodoma

  • y, prosternndose, dijo:

    -Seor nuestro, Abrn, haznos gracia de las personas que has liberado, mas sea tuyo el botn.

    29 Le respondi Abrn:

    -Ante Dios Altsimo juro no tomar ni un cardel, ni una correa de zapato de cuanto es tuyo, no vayas

    a decir: Yo enriquec a Abrn sino slo el sustento de los siervos y la parte de los hombres que

    fueron conmigo, Aner, Escol y Mambr: ellos tomarn su parte.

    Promesa de Dios a Abrahn

    14 1 Despus de esto, en el ao cuarto de este septenario, al comienzo del tercer mes, habl el Seor a Abrn en sueos:

    -No temas, Abrn, porque yo soy tu protector; tu recompensa ser muy grande.

    2 Respondi:

    -Seor, Seor, qu me vas a dar, cuando sigo sin hijos? El hijo de Maseq, el hijo de mi esclava,

    Damasco Eliezer, me heredar, pues a m no me has dado descendencia.

    3 El Seor aadi:

    -No te heredar ste, sino que de tus entraas saldr el que te herede.

    4 Lo sac afuera y le dijo:

    -Mira al cielo y contempla las estrellas, si puedes contarlas.

    5 Mir al cielo y contempl las estrellas.

    Le dijo Dios:

    -As ser tu descendencia.

    6 Confi Abrn en Dios, y se le reput en su haber como acto de justicia.

    7 Le habl otra vez:

    -Yo soy el Seor que te saqu de Ur de los caldeos para darte la tierra de Canan en posesin

    perpetua; yo ser tu Dios y el de tu descendencia.

    8 Respondi Abrn:

    -Seor, Seor, cmo sabr que heredar?

    9 Le dijo:

    -Toma un becerro de tres aos, un cabrito de tres, una oveja de tres, una trtola y una paloma. . .

    10 Tom todo esto a mediados de mes, mientras estaba en la encina de Mambr que est cerca de

    Hebrn. 11 Construy all un altar y degoll todo aquello derramando la sangre sobre el altar.

    Dividi todo en mitades, que coloc unas frente a otras, pero sin despedazar las aves. 12

    Descendan aves a las presas, pero Abrn las repela y no les dejaba tocar nada. 13 Cuando se

    puso el sol, invadi a Abrn un gran estupor, y lo sobrecogi un oscuro terror. Una voz le dijo:

    -Has de saber que tu descendencia emigrar a tierra extraa, y los sojuzgarn y atormentarn

    cuatrocientos aos. 14 Pero yo castigar al pueblo al que sirvan, y despus saldrn de all con

    muchas posesiones; 15 t irs en paz adonde estn tus padres y sers sepultado con buena vejez.

    16 En la cuarta generacin volvern aqu, pues no habr acabado el pecado

    de los amorreos hasta entonces.

    17 Se despert de su sueo y se levant cuando se haba puesto ya el sol. Aparecieron entonces

    una llamarada y un horno humeante, y una llama de fuego pas por las presas.

    Alianza de Dios con Abrahn

    18 En aquel da hizo el Seor la alianza con Abrn. Le dijo:

    -Dar a tu descendencia esta tierra, desde el Nilo hasta el gran ro Eufrates, el cineo, el ceneceo, el

  • cadmoneo, el fereceo, Rafam, el heveo, el amorreo, el cananeo, el gergeseo y el jebuseo.

    19 Termin aquel da, y Abrn hizo el holocausto de las presas, las aves, su ofrenda de frutos y

    libacin, y lo consumi todo el fuego. 20 En aquel da hicimos alianza con Abrn, como la que

    habamos hecho en este mes con No: Abrn renov su festividad y norma perpetuamente.

    21 Abrn se alegr y comunic esto a su mujer, Sora, confiando en que tendra descendencia; pero

    ella no para.

    Nacimiento de Ismael

    22 Sora aconsej a su marido, Abrn:

    -Ve a Agar, mi sierva egipcia, tal vez pueda darte descendencia de ella.

    23 Abrn escuch las palabras de su mujer, Sora, que le dijo:

    -Hazlo.

    Tom, pues, Sora a Agar, su sierva egipcia, y se la dio como mujer a su marido, Abrn. 24 El fue a

    ella, que concibi y le pari un hijo, al que llam Ismael, en el ao quinto de este septenario, que

    era el ao ochenta y seis de la vida de Abrn.

    La fiesta de las primicias. La circuncisin

    15 1 En el ao quinto del cuarto septenario de este jubileo, a mediados del tercer mes, hizo Abrn la fiesta de las primicias de la recoleccin del trigo. 2 Hizo una nueva ofrenda adems de la

    ofrenda del grano a1 Seor: un novillo, un carnero y una oveja en el altar como holocaustos del

    Seor, e hizo holocausto de la ofrenda y libacin sobre el altar, junto con incienso. 3 El Seor se

    apareci a Abrn y le dijo:

    -Yo soy Dios omnipotente, seme agradable y s perfecto; 4 establecer mi alianza entre t y yo y te

    har crecer mucho.

    5 Abrn cay de bruces, y el Seor le habl:

    -He aqu mi norma contigo: te har padre de muchos pueblos, 7 y ya no te llamars Abrn. Desde

    ahora y por siempre tu nombre ser Abrahn, pues te he constituido padre de muchas naciones, 8

    engrandecindote mucho y dndote naciones: de ti saldrn reyes. 9 Otorgo ml alianza a ti y a tu

    posteridad por siempre, como norma perpetua, para ser tu Dios y el de tu descendencia; 10 (a ti y a

    tu descendencia dar ) la tierra a la que emigraste, el suelo de Canan, que poseers

    perpetuamente, y yo ser vuestro Dios.

    11 Aadi el Seor a Abrahn:

    -Guardad mi alianza, t y tu descendencia. Circuncidad a todos vuestros varones cortando vuestros

    prepucios; sea seal perpetua de mi ley entre vosotros y yo. 12 A los ocho das de nacido,

    circuncidad a .todo varn en vuestra estirpe, hijo de la casa o comprado por oro, tambin a los hijos

    de extranjeros que adquiris que no sean de vuestra descendencia:

    13 sea circuncidado el hijo de tu casa y el adquirido por oro. Quede mi alianza en vuestra carne

    como norma eterna. 14 Todo varn incircunciso, cuyo prepucio no sea circuncidado al octavo da,

    sea persona excluida de su estirpe, pues habr quebrantado mi alianza.

    15 Volvi a hablar el Seor a Abrahn:

    No llames ya a tu mujer Sora, pues. su nombre ser Sara. 16 La bendecir y te dar de ella un hijo,

    al que bendecir. Se convertir en pueblo, del que saldrn reyes de naciones.

    Dios anuncia el nacimiento de Isaac

    17 Abrahn cay de bruces, se regocij y dijo en su corazn: Podr un centenario engendrar un

  • hijo, y Sara, que tiene noventa aos, parir?.

    18 Dijo Abrahn al Seor:

    -Bueno sera que viviese Ismael ante ti.

    19 Respondi el Seor:

    -Sea; pero tambin Sara te parir un hijo, al que llamars Isaac:

    con l y con su descendencia har mi alianza perpetua. 20 En cuanto a Ismael, tambin te he

    escuchado. Lo bendecir, har crecer y multiplicar mucho: engendrar doce prncipes, y lo pondr

    al frente de un gran pueblo.

    21 Pero har mi alianza con Isaac, que te parir Sara por estos das el

    prximo ao. 22 El Seor termin de hablar con l, y ascendi de su lado. 23 Abrahn hizo como le

    dijo el Seor: tom a su hijo Ismael y a todos los nacidos en su casa, as como a los adquiridos por

    oro, y circuncid la carne de losmiembros de todos los varones que haba en su casa. 24 En aquel

    mismo da fue circuncidado Abrahn; todos los hombres de su casa tanto los nacidos en ella como

    los adquiridos por oro, hijos de extraos fueron circuncidados con l. 25 Esta es ley perpetua para

    todas las generaciones; no hay circuncisin temporal, ni cabe pasar un solo da de los ocho, pues

    es norma establecida eternamente y escrita en las tablas celestiales. 26 Todo

    nacido a quien no se corte la carne del miembro en el octavo da no ser hijo de la ley que el Seor

    pact con Abrahn, sino hijo de corrupcin; en l no estar la seal de pertenencia al Seor. Est

    destinado a la ruina y a desaparecer de la tierra y a ser desarraigado de ella, pues habr violado la

    alianza con el Seor. 27 Todos los ngeles de la faz y todos los ngeles santos tienen esta

    naturaleza desde el da de su creacin; a la vista de los ngeles de la faz y de los ngeles santos

    santific a Israel para que estuviera con l y con sus santos ngeles. 28 Ordena t a los hijos de

    Israel que guarden la seal de esta alianza para siempre como norma perpetua,

    para que no sean desarraigados de la tierra. 29 Este mandato queda establecido como seal de

    alianza para que lo observen perpetuamente todos los hijos de Israel. 30 El Seor no ha acercado a

    s a Ismael, sus hijos y hermanos, ni a Esa, ni los ha elegido por ser hijos de Abrahn; los conoci,

    pero ha elegido a Israel para que sea su pueblo, 31 lo ha santificado y congregado entre todos los

    humanos. Muchos son los gentiles y muchas naciones hay, todas suyas, sobre las cuales dio poder

    a los espritus para apartalas de l, 32 pero sobre Israel no dio poder a ningn ngel ni espritu,

    pues l solo es su soberano. El los guarda y reclama de manos de sus ngeles y sus espritus y de

    manos de cualquier sbdito suyo; l los guarda y los bendice para que sean suyos y l sea suyo

    desde ahora y por siempre. 33 Ahora te dir que los hijos de Isr