el mundo de la il libros - asociación cultural...
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LIBROS
A ño 11j l Trimestre 1997 •jai A.C.H. Caracas
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U L j f * A f r i c a ! A L E M A N IA
EDITADAPOR
ASOCIACION CULTURAL HUMBOLDT
ENCARACAS
N iñ a * y n iñ o *
del maíz
ANTHONY BROWN E S
K i n g K o n g
EL MUNDO DE LA IL N I N O
r e v i s t a E n c cv e n - t r o s1 9 9 7
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Contenido
El mundo de... A n
i n e t t e S c h r o e d e r ^
i p a I d i
G i s e l a S t o t t e l e ........................ §8Historia de la Ilustración de libros para niños en Alemania desde la II Guerra M undial hasta hoy
p r e c h t ................................. 61y el libro álbum
Editorial
El desarrollo de la ilustración en los libros para niños; ha cobrado un auge importante en los últimos años. A pesar de que históricamente el género in fan til vino acompañado de imágenes y ha mantenido esta relación desde sus comienzos, no es sino recientemente cuando la ilustración se vuelve un o ficio amplio y plural.
Una gran cantidad de técnicas se han ido incorporando a este arte, un sólido grupo de profesionales se ha dedicado en todo el mundo a la ilustración infantil, numerosas propuestas y nuevas lecturas de los libros se han desarrollado a pa rtir de las imágenes.
El desarrollo editorial de los países del norte, su larga trayectoria y una dilatada tradición en los métodos reprográficos, les han perm itido hoy en día tener un extenso patrimonio de ilustraciones infantiles.
Por otro lado, un espíritu renovador, sometido a un proceso de búsqueda, orienta los parámetros de este arte en los países latinoamericanos como Venezuela. Impulsados por este común deseo, de nutrirnos y compartir las experiencias del dibujo, la imagen, la plástica y el color, hemos querido materializar en este número de la revista Encuentros, las propuestas presentadas por los ilustradores invitados al Seminario Internacional de Ilustración, organizado por el Banco del Libro.
Un recorrido heterogéneo, donde la creatividad, la complementaridad de códigos, la interpretación y el diseño, son sólo parte de un mundo de imágenes que nos ofrece la posibilidad de desarrollar en los niños la sensibilidad artística y humana.
Hartmut BecherLa literatura infantil
Asesor:Dr. Rolf WalterComisión Consultiva:_______________________Prof. Isbelia Sequera Tamayo Lic. Luisa Castillo
C oncepción e d ito r ia l y redacción:Asociación Cultural Hum boldt y Banco del Libro
Coordinación con autores y transcripción:Otilia Acosta
Edición a cargo de:Fanuel Diaz, Brenda Bellorín y María Cecilia Silva-Díaz
Traducciones:__________________________________Brenda Bellorín, Fanuel Díaz, Elena Iribarren y Asociación Cultural Hum boldt
D is e ñ o ^ Producción gráfica:Preámbulo C.A.
D irección en V enezuela :Asociación Cultural Hum boldt Apartado 60501 Chacao Tel. 52.64.45 Fax: (02) 525621
El seminario Internacional "Él mundo de la ilustración" fue organizado en mayo de 1996 por el Banco del Libro, La Fundación Centro Cultural Consolidado y la Asociación Cultural Humboldt, con la colaboración de British Council, Editorial Melhoramentos, Embajada de Brasil, Embajada de Costa Rica y e f Fondo de Cultura Económica.
La reproducción de artículos publicados en esta revista es posible con previa autorización de la redacción. Encuentros no se responsabiliza por el contenido de los artículos firmados por sus autores. Encuentros se reserva el derecho sobre las correcciones que requieran los textos. Encuentros pide disculpas por errores de ortografía o traducción que puedan tener los textos. Estos corresponden al hecho de que decidimos darle prioridad a la puntualidad de la publicación. Hacemos el intento por corregirlo todo, pero a veces el "diablillo" de la imprenta juega con nosotros.
Distribución en la R.F. Alemania, cortesía de la Embajada de Venezuela en Alemania Depósito Legal: pp 87-0228
PVP: Bs. 600.-Suscripción anual: Bs.2.200.- Elnzelheft: DM 6.- Jahresabonnement: DM 20.-
Para la pub licac ión de avisos com unicarse con: Otilia A c o s ta ___
Contraportada: Bs. 250.000.- Página completa: Bs. 160.000.- Media página: Bs. 85.000.- Un cuarto de página: Bs. 45.000.-
PERSONALIA
Dr. Hartmut BecherNuevo Director Gerente de la A.C.H.
En nuestro pasado número y en esta misma sección despedíamos a Henning Schroedter-Albers, Director-Gerente de nuestra Institución por casi seis años y dábamos la bienvenida al nuevo Director de la Asociación Cultural Humboldt, Dr. Hartmut Becher quien llegó a Venezuela el pasado mes de septiembre.
Nacido en Freiburg-Breisgau, Alemania, el 28 de agosto de 1945, casado y tiene tres hijos. Cursó estudios de Filología Románica y de Historia en las Universidades de Erlangen-Nürnberg, Besançon (Francia) y Freiburg-Breisgau y obtiene el Doctorado en Historia en la Universidad de Freiburg.
Desde 1980 se encuentra al servicio del Goethe-lnstitut, primero en Alemania y más tarde en Francia, Argentina y Brasil. Llega el Dr.Becher a Venezuela proveniente de este último país donde ejerció la dirección del Goethe-lnstitut de Porto Alegre desde 1990 hasta 1996.
En reciente entrevista se le preguntaba, si le había parecido difícil el cambio de Brasil a Venezuela, a lo cual respondió que: "no en lo absoluto"; ya que su esposa es argentina y en su familia aparte del alemán, todos hablan español, de modo que en relación al idioma, no han tenido ningún problema de adaptación. Agregaba: "...a decir verdad llegamos llenos de curiosidad y con muchas ganas de conocer un país sobre el cual se dicen maravillas en el mundo entero".
Respondiendo a otra pregunta sobre que diferencia encontraría al dirigir la Asociación Cultural Humbodlt, contesta: "Pienso que en lo referente a los objetivos no existe ninguna. Como en todas partes del mundo nuestro objetivo fundamental es promover el intercambio cultural entre nuestros pueblos. La diferencia radica en la estructura jurídica y administrativa de la Institución, en el caso particular de la Asociación Cultural Humboldt, existe una estrecha colaboración por parte de los socios venezolanos. A mi entender, esto es altamente positivo puesto que permite realizar un trabajo enriquecido por el intercambio de ideas".
Con relación a los objetivos para los próximos años piensa: "...continuar una relación fructífera de cooperación entre el Goethe-lnstitut y la Asociación Cultural Humboldt, así como la realización de un trabajo productivo basado en el diálogo con toda la comunidad, poniendo en práctica ideas y sugerencias de nuestros amigos venezolanos".
Habiendo comenzado nuestro trabajo con el Dr. Becher, reiteramos nuestras palabras de bienvenida y el apoyo por parte de los miembros de la A.C.H., con la seguridad de que hará una extraordinaria labor en Venezuela.
Eduardo Guinand Baldó
■ Anthony Browne, nacido en Inglaterra hace 50 años, ha logrado con
|S us libros álbum lo que pocos autoresdlustadores alcanzan: cautivar por
| igual al público adulto, al especialista y al infantil. Sus libros hanleido
I merecedores de la medalla Kate Greenaway en dos ocasiones y Ta can- | ¡d id a tu ra al premio Andersen. Además ha ganado con personajes como
¡W illy ; la simpatía de muchos nipos que le escriben con frecuencia.| En sus historias e ilustracionesfeonviven lo humorístico con el mundo
1 íntimo de sus personajes; laltécnica realista con elementos surrealistas
i para el lector atento; anim aos antropom órficos con seres humanos que „ 1 se com portan como animales; gorilascon ruda apariencia pero de tier- I
1 nos sentimientos; niños sumisos y miedosos con niños dominantes y I
| buscapleitos... >,
f En este m undo de contrastes, los protagonistas — casi siempre niños 1
L (Ana, Rosa), animales que se com portan como niños (Willy) o
1 mujeres opacadas (la señora De la C erdaH - hacen el titán ico '¡es fue rzo de sobrellevar el desamor, la indiferencia, la
| soledad, los celos, el aburrim iento y otros problemas.
¡!; Para ellos Browne siem pre arroja una esperanza. J M I Los personajes sufren de los con tra tiem pos
i prop ios de la co tid ian idad , pero su
| m undo está lleno de e lem entos
¡su rre a les : m uebles que se transfo rm an . . r v r - .u - yzi
¡ e n animales a lo Dalí, ventanas y hom -
| bres voladores q ;. i‘ reí uerdan c¡ M .u jr itte ; :G
y. Los e lem entos decora: /os uyuu.m a levar el V j
¡ h i lo de la narración. El papel tapiz, la selec- | 1 | ;■'jv y-;).
| ción de co or, som bras v .iq e re n u -.. . r m m n !,: ®
| repetic ión de patrono , fin ía les y b ,v o te s , c on- W ■" w ..p : ; 7
n tribuyen a ri'crear que siente el p io tagom sia y sjbzq-;dóy;n |
| cóm o se desenvuelve en su viaje épico
¡T a n to en El hbro de los urdos, orno v Cum/i/os, 3® j
■ to d o sc> transfo rm a en el espacio K iu > . ( u n tó m e - , § 'f j
• a las m utaciones de los hom bw s oe ia f czni a De ¡a H
Coida van ocurriendo, todas la . rosas en la rasa, | | t
desde el papel tapiz lia ,ta los m ,mos ¡nte-iuntor.-s,
• van adqu iriendo el co lo r rosado y fo -m a de cerdo. « ̂ f| Los sen tim ien tos de angustia v /o /o b ra de José ¡sai
se van m an ifes tando on el zoo m o rfism o del m ob W ¡ ' ^ " Ji liario, de la casa, asi com o tam b ién , en los ind i-
cios — cuadros y fo togra fías de m atern idades-— que .;'GLóDA
| an tic ipan cuál cam bio es el que le anunc ió papá.
¡L a madrastra de Hansel y Gretel, en lugar de proyectar
| s u propia sombra, proyecta una con sombrero de bruja; V y h - y / v?B detrás de la cabeza del padre en Zoológico aparecen ■ w :.s ' :>.iC;y
■ unos cachitos para representar su ma! temperamento. En ; j
B Gorila, como en muchos otros de sus libros, los cuadros ;:SShGS;c s í ll■ aparecen trastocados, hay una Mona Lisa gorila, un afiche d e | |
I Chaplin gorila, en lugar de Superrman hay un Superponía y v f S w . .
J u n a estatua de La Libertad con facciones de primate. Las alu- 1 | ¡ ,,y
Jsiones a la historia del arte y a la cultura mediática también bm J|■ son empleadas por el autor con el fin de transm itir lo que acón-
B tece a sus personajes: en el encuentro de Ana con Gorila, todas
| estas referencias cambiadas parecen naturales, pues es lo que más
■ desea la niña. i■¡N in g ú n elemento introducido por el autor es casual. Todos cumplen con |
J e l propósito de Browge: brindarle al lector la posibilidad de encontrar, a l
■ cada paso algo distinto en cada lectura. I
4 /A r~¡ h~t o n y B r o \/\s n e
Cuando com encé a escrib ir y a ilu s tra r para
niños, imaginé que sería só lo o tro o fic io más
antes de con ve rtirm e en lo que yo había desea
do: ser un verdadero artista. Sin embargo, ahora
después de 20 años y 30 libros, sigo haciendo libros
ilustrados. Me he dado cuenta de que lo que real
m ente am o es la relación en tre imágenes, palabras y
niños. Pienso que uno de los aspectos más negativos
de la educación, al m enos de la británica, es la m anera cóm o los
adultos subestiman la so rp renden te capacidad de observación
que tienen los niños. Les hacen sen tir que crecer, m adurar y
convertirse en seres educados significa de jar de lado las imá
genes y acudir a las palabras. Esta es una de las razones p o r las
cuales Ing laterra es una nación visualm ente “ ile trada” .
En 1976 hice mi p r im e r lib ro, A Través del espejo m ágico. En
aquel entonces no tenía ¡dea de lo que estaba haciendo. El con
cep to surg ió de m i in terés p o r la p in tu ra surrealista y en par
ticu la r p o r la de René M agritte . Es un buen e jem plo de la peor
manera de hacer un lib ro álbum. Había d ibu jado al menos la
m itad de las imágenes antes de haber pensado en la h is to
ria que las uniera. La o tra manera más desacertada de
hacer un lib ro álbum es lo con tra rio : pensar p rim e ro una h is to
ria e ir trabajando luego las ilustraciones. He aprendido desde
entonces que la evolución de un lib ro álbum, al menos para mí,
se asemeja a la film ación de una película: palabras e imágenes
deben desarro llarse a la vez.
La h is to ria es m uy sencilla: un niño que está ab u rrid o pasa a
un espejo y en tra en un m undo a lte rna tivo, y el lec
to r lo acompaña m ientras ve algunas imágenes tras
tocadas: un hom bre invisible, una pandilla de ratones
ham brientos persiguiendo a un gato a terrado, un
pe rro que saca a pasear a un hom bre , y aquí vemos
una p in tu ra de una p in tu ra de una pintura.
En m uchos aspectos es un lib ro insatis factorio pero
s ien to que algunas de las imágenes están bien. D e hecho,
el lib ro no ha dejado de im p rim irse y venderse. Sigue siendo
popu la r en tre los niños. Y me p e rm itió e x p lo ra r y de lim ita r
mi te rre n o para libros posterio res.
C uando se me o cu rre una idea y la d iscu to p o r p rim era vez
con m i ed ito ra , Julia McRae, puedo saber lo que ella pien
sa p o r su grado de entusiasmo. Nunca me dice: “ N o me
r e v i s t a E n c lj e n - t r o s1 9 9 7
gusta esta idea” o “ pienso que no funcionará” . Pero
puedo in tu ir que algo no está del to d o bien si ella no se
m uestra tan entusiasta com o en el pasado. Fue en una de
estas ocasiones, luego de haberle m ostrado un idea que
no estaba del to d o lista, cuando ella me preguntó si había
un cuen to de hadas que recordara de mi infancia y yo le
dije que “ Hansel y G re te l” . Me fui a casa y p in té esta
imagen. En alguna etapa tuve que haber tom ado la
decisión de presentar a los personajes en ropa de la
época actual. Pero no recuerdo haber pensado que p o r
haberla acercado a nuestros tiem pos la haría una h is to
ria más relevante para los niños de hoy. Sim plem ente el
resu ltado fue éste. Julia McRae estaba escandalizada pero
me d ijo que siguiera adelante.
Este lib ro m arcó un cam bio de d irecc ión para mí; quizá
porque fue el p r im e r lib ro que ¡lustraba sin haberlo
escrito . Me sentí m ucho más vu lnera
ble (que es lo que siem pre me pasa
cuando ilu s tro un te x to de o tra pe r
sona). Pensé que só lo sería juzgado
com o ilustrador. De m odo que me
volví más consciente con este libro.
D ecidí cóm o iba a desarro lla rlo antes
de comenzar. N o quería hacer un lib ro
bon ito , pues éste no es un cuento bonito ,
y muchas de las o tras versiones de
“ Hansel y G re te l” que había v is to se es
cenificaban en bosques herm osos con
campesinos de lindos tra jes y con cabañas
de in te rio re s muy acogedores, aun tra tá n
dose de un cuento de pobreza abyecta.
También decidí que iba a haber c ie rtos
temas visuales en el lib ro : ba rro tes de
jaulas y pájaros, así que en la página de
títu lo in tro du je estas dos ideas juntas.
La p rim era vez que paseaban p o r el bos
que, Hansel se detiene y deja caer p ied ri-
tas en el camino. Su padre lo regaña.
Hansel se excusa d ic iendo que se está
despidiendo de su paloma que está sobre
la chimenea. Más adelante, en el cuento,
los pájaros se com en el sendero de migas
de pan.
Q, n t: ht o n y & r o V'V'
m
Luego, cuando están perd idos en el bosque, se encuen
tran con un pájaro blanco muy herm oso, y es este
m ism o pájaro el que los conduce a la casita de galleta.
A l final un pato blanco los lleva sobrevo lando el agua
para regresar a casa.
En la p rim era página del lib ro in tro du je la imagen de los
barrotes, que m uestra la cabaña del leñador; los á rbo
les detrás de la casa están pintados de m anera que
parecen barras de metal.
A qu í hay barras en las sillas, rayas en el vestido de G re te l, en la
camisa de Hansel y del padre. Hasta la muñeca que está boca abajo
en suelo tiene un vestido rayado. Imágenes de vuelo y fuga son
sugeridas p o r la vaga som bra de un pájaro en el techo de la casa,
y en la pantalla del te lev iso r en blanco y negro que la m adrastra
m ira fijam ente. En este lib ro u tilicé p o r p rim era vez un recurso
que se ha vue lto muy frecuente en mis libros: la referencia a una
p in tu ra conocida. En este caso, “ La luz del m undo” del p in to r
d Holm an H unt. U tilizo este recurso en d is tin tos libros p o r varias
| razones: puede a p o rta r un com en ta rio pa rticu la r al te x to o puede
p e rm it ir p ro fund izar en la com prensión de las diversos niveles de
la narración a aquellos que reconozcan la “ referencia” . O puede
ser s im plem ente chiste. He m ostrado el cuadro en tonos sepia
que refleja la habitación desteñida y tr is to n a donde los personajes
llevan una existencia igualm ente tr is te y áspera.“ La luz del m undo”
apenas puede verse en esta casa anclada en m ed io del bosque, en este am
biente desesperanzador, donde me pareció que una rep roducc ión a c o lo r de
esta p in tu ra se habría v is to com o una burla.
Hay más sugerencias de barras en la funda rayada y en el copete de la cama.
Hansel está atrapado d e n tro de la casa y no puede salir a recoger p iedritas
blancas. La pue rta está abarro tada y los árboles ya se han vue lto to ta lm e n te
m etálicos.Y p o r supuesto, está lite ra lm ente encerrado en una jaula p o r la bruja.
El te rc e r tem a visual que quise in tro d u c ir en esta h is to ria fue la idea de la
transfo rm ación .T ra té de sugerir aquí que la m adrastra, a los o jos de los niños,
es la misma persona que la bruja. Así que la som bra detrás de ella, al ser tom a
da en con junción con el espacio en tre las cortinas, crea la imagen de una bruja.
Esta fo rm a oscura y triangu la r está repetida en la aguja de la iglesia y en la som
bra que se proyecta sobre el arm ario ; hasta la ra tonera es un triángu lo negro.
A lgo sospechoso se ocu lta encima del escaparate.
revista E n c l/ e n t r o s
1 9 9 7C
Q uería subrayar esta conexión en tre la
m adrastra y la bru ja cuando Hansel y
G re te l logran regresar p o r p rim era vez
del bosque. Así que la m os tré asomada
p o r la ventana, con el re fle jo del bosque
en el trasfondo. La p rim era vez que ve
mos a la bruja está en la misma posición,
o tra vez con aquel triángu lo negro.
Más transform aciones: la som bra de la
mano de la bru ja se conv ie rte en una ser
p iente cuando está tocando el dedo de la
mano de Hansel para revisar si ha engor
dado lo suficiente para ser com ido.
La ilustrac ión más difícil de p in ta r fue el regreso final a casa,
cuando la m adrastra ya ha m ue rto .T ra té de d ibu jar y p in ta r
esta escena de distintas maneras. Q uise m o s tra r la expresión
de felicidad en las caras de los niños m ientras volvían a casa.
Pero no im portaba cóm o dibu jara sus miradas, parecía exa
gerado, parecía un encuadre está tico en una
película muda. Siempre que em piezo a in tensi
ficar la em oción, sobre to d o en las caras de los
niños, acabo siendo demasiado enfático y so-
breactuado. De m odo que la solución a la que
eventualm ente llegué fue la de no de jar ver
ningún ros tro , só lo m ostra rlos tod os juntos
com o si unidos, fo rm aran un so lo ser, un solo
cuerpo. Hay un re to ñ o crec iendo en la maceta
y el cuadro titu la d o “ La isla de los m ue rto s ” del p in to r A rn o ld
Bocklin cuelga de la pared; ambos detalles ofrecen un com en
ta r io sobre un te x to final parco.
A lgunos años antes de realizar mi lib ro Gorila, trabajé com o
diseñador de tarje tas de fe lic itac ión y p in
té esta ta rje ta de cumpleaños. Me encan
taban los contrastes — grande y pequeño,
du ro y blando, rud o y t ie rn o — . Esto me
s irv ió de inspiración para el libro.
“ King Kong” , una de mis películas favo
ritas, fue o tra influencia en Gorila. De
m odo que había dos ¡deas que confluían,
un gorila m acho necesitado del consuelo
8 r~t ~t f~t o r~i 3/ B r o iv n e
de un o s ito de peluche y el am o r de un m ons
tru o te rro r íf ic o p o r una m u je r joven.
Gorila se publicó en Ing laterra en 1983 y sigue
siendo uno de mis favoritos. Es la h is to ria de
Ana, una niña que ama a los gorilas, y de la re lación con su distante,
m uy ocupado y casi ausente padre. Para su cumpleaños, él p ro m e
te regalarle un gorila pero A na se decepciona po rque es só lo un
gorila de peluche, al que ella descarta ju n to con el res to de sus ju
guetes. En la noche, el gorila de juguete se transfo rm a en lo que
podría ser un gorila de verdad, o su padre, o un sueño; o tal vez en
lo que ella quisiera que fuese su padre.
C on la cabeza del go rila en la baranda y con la transfo rm ación de
“ La Mona Lisa” quise re fo rza r la
obsesión de A na p o r los gorilas
y tam bién hacerle un guiño al
le c to r: aun para los jóvenes lec
to res que no estén fam iliariza
dos con la ob ra de D aV inc i.
También creo que esto da pie a
o tra posib ilidad: si A na está tan
ensimismada v tan rodeada físi
cam ente d e las estas imáge
nes de gorilas, ¿no estarem os
v iendo acaso su prop ia p royec
ción de esta imagen en las pare
des? Reconocem os a “ La Mona
Lisa” , y más adelante en el lib ro
a “ La m adre de W h is tle r ” p o r sí
mismas, pero de hecho las ve
mos (porque así las he p intado)
a la imagen de su obsesión, que
después de tod o , es suficiente
m ente fu e rte com o para trans
fo rm a r a un go rila de juguete en
la figura del padre afectuoso.
La ilustrac ión del desayuno u ti
liza un lenguaje visual para con
ta r una pa rte de la h is to ria que
las palabras no dicen. Algunas
veces hablo sobre este aspecto
de mi traba jo com o si yo estu
v ie ra calculando, planificando
to d o el tiem po. Pero en este
caso, con toda honestidad, no
puedo re c o rd a r cuán to fue
p ro d u c to del inconscien te y
cuánto fue de liberado. C on
tras té las dos escenas: Ana con su padre en el desayuno,y más ade
lante en la noche cuando Ana y G o rila com en jun tos en un café.
Intentaba m os tra r aspectos de la re lación en tre Ana y su padre, y
en tre Ana y G orila , que las palabras no expresaban. Así que exa
geré las perspectiva para ensanchar la brecha en tre los dos.
r e v i s t a n tr r o s1 9 9 7
Escogí una vista desde abajo, que obliga a
ver al padre hacia arriba, para dem ostra r
que él está a la cabeza de la jerarquía
familiar. U tilicé form as geom étricas: cua
dros, triángulos, esquinas duras y ángulos
agudos.Todo luce ordenado, fr ío y clínico,
com o la relación en tre ellos. U tilicé to
nos de azul, blanco y gris — colores
fríos— en to d o m enos en la figura de
Ana. Todas las superficies son lisas y
duras, sin tex tu ra . N o hay com ida a la
v ista y el padre de A na estudia el
periód ico , que fo rm a una barrera lite ra l y
m etafórica en tre los dos.
En el restaurante tenem os un pun to de
vista similar, pe ro he aplanado la perspec
tiva para que G o rila esté más cerca de
noso tros y de Ana. Cada superfic ie tiene
tex tu ra . U no se puede im aginar sensa
ciones con las cosas, tocarlas, saborearlas y olerías. Casi nada
es geom étrico . Los co lores son ro jos cálidos, am arillos, ocres
y m arrones; la mesa está rep leta de comidas apetitosas, y
G o rila com e una banana m ientras m ira d irectam ente a Ana.
El te x to dice así:
Ana dijo : “ Tengo ham bre” . “ Bueno — dijo G o rila— com am os
algo” .
La ilustrac ión nos dice m ucho más.
La idea para W illy el T ím ido v ino princ ipa lm ente de dos
fuentes. Una era, hasta c ie r to punto, mi propia infancia. Pasé
m ucho tiem p o con m i herm ano jugando rugby, c ricke t, fú tbo l,
tennis y boxeo. Mi herm ano es casi dos años m ayor que yo,
y además era más grande, fu e rte y rápido, pero com o la d ife
rencia de edad en tre noso tros no era grande, yo tra taba de
c o m p e tir con él. A unque nunca lograba alcanzarlo, ¡en nada!
Recuerdo haber o ído en una ocasión a un escrito r, G eoffrey
M oorehouse, hablar en la rad io acerca de un viaje que hizo a
través del des ie rto de Sahara. Se le acabó la com ida y el agua,
estaba a k ilóm e tros de cua lquier lugar y en verdad llegó a
pensar que iba a m orir. En la entrevista, le preguntaban
si esta experiencia lo había cambiado, y el d ijo que
sí: ahora cuando camina p o r una calle congestiona
da y alguien se trop ieza con él ya no pide perdón.
W illy sí lo hace. Cada vez que alguien se trop ieza
con él, d ice :“ Ay, pe rdó n” . Cuando la pandilla de
gorilas lo in tim ida y lo golpea, él pide perdón.
Lo llaman “ W illy el T ím id o ” y él od ia ese so
b renom bre. Una noche, m ientras leía su revista
de com iquitas en casa, v io un anuncio...
/A n tr h~i o r~t y B r o w rt e
NO SEAS UN
W illy manda a ped ir el curso, sale a tro ta r, hace ejercic ios espe
ciales, se pone a dieta, va a clases de aeróbicos y de fis icocu ltu ris -
mo. Com ienza a levantar pesas, se
más y más grande. A h o ra se
inflado con su
Yo era un pobre flaco huesudo y debilucho,con un tórax sumido. AHORA... puedo dar órdenes a.otros...MIRARLOS de arriba a abajo... imponerme a todos...HABLARLES FUERTE... levantar objetos pesados... hacerme R-E-S-P-E-T-A-R ¿QUIERES TENER... brazos con músculos fuertes... piernas que nunca se cansan...' un tórax enorme... un extenso guardarropa... una personalidad magnética?
ENVÍA ESTE ANUNCIO POR CORREO, AHORA MISMO
v pone
f pasea p o r las calles
i au toestim a recién adquirida y ve a la
V pandilla de gorilas m etiéndose con
M illie . A l verlo , ellos echan a corre r. La
recom pensa de W illy es un beso
pegostoso.
A l final, W illy le pide perdón al poste
de luz, y nos damos cuenta de que
to d o ha sido un truco , una ilusión, y
que en esencia ,W illy seguirá siendo el
mismo.
W illy el T ím ido es en verdad un lib ro
con un lado serio, pero quise presen
ta r lo de m anera liviana y d ivertida. En
mis lib ros an te rio res, había utilizado
lím ites bastante estric tos para las ilus
traciones. Tendían a estar de n tro de ca
jas, una caja pequeña a la página izquierda
con algo de te x to , y una ilustrac ión grande
a la derecha. C on W illy quise usar m uchos
diseños de página — secuencias de ilus tra
ciones, ilustraciones circulares, ilustraciones
sangradas, ilustraciones enmarcadas, partes que daban la im presión de haber
sido recortadas de una revista— y distintas técnicas — acuarelas, gouache, t in
tas y lápices de cera— para m antener una atm ósfera liviana.
Muchos niños se identifican con W illy . Es un pequeño chim pancé en un m undo
lleno de grandes gorilas, y creo que esto representa un aspecto inhe rente a la
infancia: el te n e r que c rece r en un m undo o rien ta do hacia los adultos. Sienten
empatia hacia W illy , quien es som etido p o r los demás de una manera que les
es familiar. Ellos viven subord inados a las órdenes de sus
padres, herm anos mayores, m aestros y o tro s adultos con
autoridad. Recibo más cartas de niños sobre W illy que de
todos mis o tro s libros jun tos. Parece que tiene algo que dec ir
a personas de todas las edades. M i carta favo rita es la de
B re tt, en Austra lia , dirig ida no a mí sino a W illy :
“ Q u e rid o W illy : N o tienes que ser grande y fue rte , sola
m ente fíjate p o r donde caminas.”
El libro de los cerdos es d is tin to a tod os mis o tro s libros. Es
más sencillo y quizás más d idáctico pero, al igual que W illy ,
toca un tem a serio con hum or. El señor De La C erda y sus dos hijos tra tan a
la señora D e La C erda tan mal que un día, cuando regresan a casa de un tra
bajo m uy im p o rta n te y de una escuela m uy im p ortan te , encuentran una nota
suya que dice: “ Son unos cerdos” .
se transfo rm an en cerdos y la casa se conv ie rte en un chiquero.
Luego, la señora De La Cerda regresa a casa y ellos p rom eten cambiar. Parece
que lo han hecho, pe ro a p ro p ó s ito he querido dejar un final ambiguo que es
tam bién un chiste.
Supongo que este lib ro se relaciona con mi prop ia infancia, aunque la señora
De La Cerda se parece m ucho más a mi madre de lo que el señor D e La C erda
se parecía a mi padre, que para la época era un hom bre bastante p ro
gresista. C om encé el lib ro aproxim adam ente tres años antes de
haberlo te rm inado. O rig ina lm en te , era un cuen to bastante
pesado y m ora lizante. Había p in tado cabezas de cerdos
de manera realista sobre cuerpos humanos tam bién
realistas, lo cual resultaba grotesco. N o había desa
rro lla d o la imaginería recu rren te de los cerdos
y el final era pro fundam ente depresivo. La
señora De La C erda se iba una segunda
vez para siem pre. N o estaba ve r
daderam en te consc ien te de
estas fallas; só lo sabía que algo
no estaba funcionando bien.
Así que abandoné la ¡dea,
engaveté el lib ro y seguí con
o tro proyecto. M ucho tiem po
después abrí la gaveta y m iré el
Libro de los cerdos. Inm edia
tam ente supe qué era lo que estaba
mal. El estilo p ic tó r ico tenía que ser más
ligero y m enos realista, faltaban muchas
pistas porcinas y el final tenía que ser
hum orís tico . Esto con firm a algo que
había sabido desde hace m ucho
tiem po, que muchas de las deci
siones que to m o son a nivel incons
ciente, casi instintivo.
v i s t a E n1 9 9 7
C L J G n - t r o s ] j
1 2 n t: ht o rt y & r o uv n e
D ecidí u tiliza r muchos estilos en el lib ro : para el
señor D e La Cerda y sus hijos, un tra ta m ie n to más
ligero y d ive rtido , que se pareciera más a la ilus
trac iones tradic ionales de los libros álbumes y
para el m undo de la señora De La Cerda, un esti
lo más opaco y realista.
Nuevam ente usé una referencia p ic tó rica para
c o n ta r parte de la h istoria . El re tra to de “ El señor
y la señora A nd rew s” , de G ainsborough, cuelga
sobre la repisa de la chim enea donde la señora De
La C erda deja la nota d ic iendo a su fam ilia que se
ha ido. U tilicé el cuadro para antic iparm e a la na
rrac ión: la silueta vacía de la señora A ndrew s es ind ic io de la próx im a
ausencia de la señora De La Cerda. D e m odo que, con este com en ta rio
acerca de la esposa ausente (aquella que debería estar ahí ya que vemos el
espacio que ocupaba), el cuadro en la ilustrac ión es el p rim e ro en con ta r
lo que pasa en la h istoria , aun antes que el te x to .
D e todos los lib ros que he publicado, Las aventuras de Alicia en el Pais
de las Maravillas es el que me ha hecho sen tir más vu l
nerable. N o só lo porque estaba ilustrando un te x to ajeno,
sino porque tam bién estaba ¡lustrando uno de los m ejores
libros jamás escrito para niños. Había sido ilustrado m ara
villosam ente p o r John Tenniel la p rim era vez y la mayoría
de la gente piensa en Alicia en el País de la Maravillas a
través de sus imágenes o las de Disney.También sabía que
había sido ilus trado más de cien veces.
Me encontraba en un m om en to en que el lib ro que había
tra ta d o de com enzar aún no estaba definido. Mi ed ito ra
sug irió que tal vez había un te x to más largo que podía ¡lus
tra r, algo que no fuera un lib ro álbum de 32 páginas. H izo
varias recom endaciones a las que no atendí. Alicia en el
País de las Maravillas era el lib ro que quería hacer, en
pa rte porque era un lib ro que recordaba muy claram ente
de mi prop ia infancia y en pa rte p o r su naturaleza surrea
lista. Pensé que la idea de A lic ia encontrándose con el su
rrea lism o sería una com binación perfecta.
U no de los problem as principales era cóm o hacer para no
estar influenciado p o r la imaginería de Tenniel. Para el
S om brere ro, tra té de dar un vuelco a la imagen de Tenniel
al reem plazar su som bre ro de copa po r m uchos som
bre ros d is tin tos. Y para sugerir su locura, dividí su cara en
dos: una m itad con tenta y la o tra tr is te . Para mi sorpresa
me en teré — después de la publicación del lib ro — que un
con tem poráneo de C a rro ll le había escrito d ic iéndo le que
parecía que las dos m itades de su cara pertenecían a dos
personas distintas.
revista E n c L J G n t i r o s 1
En la fiesta del té y a lo largo de to d o el lib ro quise seguir
el t ip o de juego al que jugaba Lewis C arro ll.
Traté de darle al le c to r una partic ipación activa en cada
ilustrac ión , de m odo que hay ilustraciones-acertijos, así
com o ilustraciones para en con tra r las diferencias, imá
genes escondidas, guiños con imágenes que u tilicé para
tra ta r de re fle ja r los juegos de palabras de C arro ll.
La duquesa de Tenniel es com o siem pre me imaginé una
duquesa. Ha influenciado la m anera com o m uchos la han
re tra ta do desde entonces. Traté de darle la vuelta pen
sando en la duquesa: en lo qué era y en cóm o era. Si ella
tenía un bebé que se transform aba en cerdo, ¿qué era ella
entonces? Así que tra té de m o s tra r su lado porcino, el
lazo que usa en el pe lo parece una orejas de cerdo y los
o rific ios de su nariz evocan un hocico. Ella está vestida de
rosado y hay salchichas en el delantal del cocinero.
Una de las últim as ilustraciones que p inté fue la caída de
A lic ia p o r la m adriguera del conejo. A las o tras ilus tra
ciones las traba jé paralelam ente a la h is to ria y esta era
una escena tem prana que había evitado, en parte porque
las palabras la describían m uy bien, y en pa rte porque
tenía m iedo de in tentarla . Luego se me hizo evidente que
hacía falta una ilustrac ión aquí. A estas alturas estaba tan
inm erso en el País de las Maravillas, que cuando hice un
boce to prelim inar, d ibu jé a A lic ia com o iba a ser, y dibujé
los estantes, pero no sabía que iba a ve r en ellos. Luego,
cuando pintaba la ilustrac ión final, com encé en la parte de
arriba de la ilustrac ión y fui bajando, com o aquel h ilo
verde, co locando en los estantes cua lquier cosa que me
viniese a la m ente, pero eran cosas que tenían alguna
re lación con la h is to ria aunque pareciera una relación
ilógica, un t ip o de lógica onírica.
Hay imágenes que se relacionan vagamente con la h is to
ria: una llave, una te te ra , un cochino, un poco de queso, un naipe, som breros y peces.
A lic ia tra ta de reco rda r sus lecciones de geografía, pero no logra hacerlo bien, com o
en un sueño, así que usé un mapa que habían hecho los surrealistas en los años 30.
Ellos red ibu ja ron el m undo y cada país era del tam año que reflejaba su im portanc ia
d e n tro del m ov im ien to surrealista. Ing laterra en realidad no aparece, no existe.
Después de que el lib ro se había publicado, me entevistaron p o r te lé fono para un
pe rió d ico y el pe riod is ta me habló de cóm o yo había p in tado tan ingeniosam ente el
cone jo blanco en la portada.Yo no sabía de qué estaba hablando, así que fui y busqué
el libro. “ M ire el re fle jo en el agua” . Y, efectivam ente, tenía razón. O jalá que a mí se
me hubiese ocu rrido .
Q uizá muy significativam ente, mi p ró x im o lib ro se llam ó El túnel. La inspiración para
esta h is to ria no era Lewis C a rro ll, sino una com binación de dos cosas: estaba pla
neando un lib ro de cuentos de hadas y había hecho una investigación considerable
sobre el tema. Pero no me sentía de to d o lis to para em barcarm e en un p royec to tan
am bicioso.
D e niño, yo jugaba con mi herm ano en un túnel a te rra d o r y extrem adam ente pe li
groso. Ya adultos, habíamos conversado acerca de nuestros recuerdos de este túnel
y p o r p rim era vez, reconocim os cuán asustados habíamos estado. La h is to ria es la de
dos herm anos que no se llevan bien y que pelean to d o el tiem po. A m bos descubren
i; I j 4 r~t -t f~t o n y ES r o uv n
La h is to ria con tinúa en la guarda final. A l com ienzo del lib ro , la
guarda presenta a mano izquierda un papel tapiz con m otivos f lo
rales y un lib ro de cuentos de hadas, ambos de los cuales llegamos
a asociar con la niña. A mano derecha está el m uro de ladrillos
pelados.
Vemos aquí que el lib ro y la pe lo ta se han jun tado y es fascinante
ver cóm o los niños explican p o r qué pien
san que esto ha sucedido, lo cual me lleva a
m ostrarles que aquello que parece de la
d rillo , tras una m irada muy m eticulosa, es
tam bién papel tapiz. Luego discutim os las
im plicaciones de este sim bolism o. Me asom
bra constantem ente la manera cóm o m u
chos adultos subestiman a los niños. Ellos
son más capaces de lo que pensamos.
“ El jueves en la mañana, a las diez y cuarto , José Kaf n o tó algo
ex traño en la te te ra ” . Cam bios es un lib ro inusual d e n tro de mi
traba jo . A n te rio rm e n te había hecho muchos libros donde pasa
ban cosas raras en el segundo plano. Pero en esta ocasión yo
quería que las cosas extrañas cobraran vida para conve rtirse en
historias propias.
Com encé a m anejar la idea de la transic ión: algo m ecánico de
esquinas duras (com o una te te ra e léctrica) se transfo rm aría en
algo real, pe ludo y de sangre caliente (un gato). Pasé m ucho tie m
po tra tan do de pensar en una h is to ria que no fuera s im plem ente
una fantasía.“ Un n iño so lo en casa ve muchas cosas extrañas, pero
era to d o un sueño, o su imaginación” . Esto se había hecho demasi
adas veces antes, incluyendo en mi lib ro A través del espejo m ági
co. Estuve hablando con unos amigos que tenían una hija de 8
años, Ana, a quien qu ie ro mucho. La madre había salido en estado
y cuando llevaron a la niña a su resto ran te favo rito para con ta rle
la noticia , ella irru m p ió en llan to y estuvo inconsolable duran te
m ucho tiem po, de hecho, hasta el m om ento en que nació el
bebé. Esto me sug irió po r qué el n iño de la h is to ria
estaría tan obsesionado con la idea del cambio.
N o rm a lm e n te hago un story-board cuando co
m ienzo a traba ja r en un libro, que luego u tilizo
com o maqueta para d iscu tir con Julia. Con
Cambios, no podía hacer esto, porque sabía
que to d o iba a cambiar. Tenía c la ro cóm o
comenzaba la h is to ria y sabía cóm o te rm i
naría, pero no sabía qué pasaría de un
ex tre m o al o tro . La h is to ria tendría
que evo lucionar a medida que pintaba
cada imagen; cada imagen me sugeriría
qué pasaría a continuación. Parecía
arriesgado pero com o resu ltado fue
m uy em ocionante traba ja r en este lluro.
José m ira a lrededor de la casa para ve r si
es la misma.
un túnel, en el cual se adentran na tura l
m ente. Hay elem entos de la herm ana y el
herm ano en ellos dos, y sospecho que en
tod os noso tros tam bién.
El lib ro comienza: “ Había una vez un her
mano y una hermana que no se parecían
en nada” . Esta frase nos m ete inm ediata
m ente en un m undo de cuentos de hadas,
pero uno que no compagina con las imá
genes de estos niños urbanos. Hace m u
chos años me entrev is taron en la te levis ión, y la p rim era pregunta fu e :“ Me doy cuen
ta de que Ud. pinta m uchos m uros de ladrillos en sus libros. ¿Quisiera hablarnos de su significado?
Después de 12 años y 17 libros, aquí está mi p rim era pared de ladrillos significativa.
Este lib ro está lleno de pistas. Es una celebración a las pistas, com enzando con estos
dos este reo tipos sexuales; sus diferencias y semejanzas, y los m otivos s im bólicos que aparecen detrás de ellos.
C uando la niña está tem blando en su cama ju n to a su lib ro de cuentos de hadas, su
herm ano en tra con una máscara de lobo al cuarto . Éste está lleno de imaginería pe r
tu rba do ra alusiva a los cuentos de hadas.
Su m adre los manda afuera para que jueguen juntos, pe ro el n iño no qu ie re que su
herm ana lo siga. En una p rim era im presión, esta escena parece cotidiana, pero en ve r
dad está llena de pistas: imágenes sugerentes en el graffitti y en tre la basura, y unas fo r
mas detrás del n iño que reflejan su prop ia fo rm a y la de un túnel. El niño se encuen
tra con un túne l m is te rioso y sin pensarlo en tra en él. La niña está ate rrada pero p re
viendo que algo te rr ib le le ha pasado a su herm ano, se da cuenta de que debe seguirlo a través del túnel.
Y así los este reotipos de los cuentos de hadas se inv ierten . Es la niña la que abandona
su lib ro para enfrentarse con sus m iedos y convertirse en una heroína fue rte .
Emerge del túne l hacia un bosque tranq u ilo que se transfo rm a en el
bosque oscuro de los cuentos de hadas. O bviam ente , algunas de la imá
genes de esta ilustrac ión fueron planeadas: el lobo en el árbol a la
derecha que ya habíamos visto en el cu a rto de la niña, la casa de pan de
especies que alude a la lámpara en su mesa de noche. Pero otras me
fue ron sugeridas p o r la manera com o las acuarelas se corrían en tre ellas
para con vertirse en accidentes afortunados. Hasta hay una cabeza de
gorila saliendo del pie del árbol detrás de la niña.
“ C uando se d io cuenta de que ya no podía c o rre r más, llegó a un claro
en el bosque. Había una figura, inm óvil, com o una piedra.”
La niña abraza a la figura y su herm ano pe trificado vuelve a la vida.Todo
aquí es transfo rm ación. A m edida que la p iedra se conv ie rte en carne
tib ia y que su herm ano se vo ltea hacia ella, el c ie lo sepia se vuelve azul,
la gram a c o lo r gris sucio se vuelve verde fresco y el c írcu lo de piedras se
con v ie rte en flores.
1 ¡C
1 Q> >A n -t H n yr r o uv n
■ M uchos de ustedes reconocerán la habitación de Van Gogh;
la cama, la silla, la posición de la ventana y la colocación de
los cuadros en las paredes, son iguales. Pero com o éste es el
cua rto de José, he sugerido su afición p o r E.T. y p o r las cosas
ex tra te rre s tres . El cie lo n o c tu rno es la conexión en tre estas
cua tro imágenes, y la qu in ta es “ La noche estre llada” de Van
Gogh. C o m o cuadro de n tro de un cuadro, este viene a ser
algo así com o la firm a del a rtis ta que sirve de fuente para la
escena. Es mi t r ib u to a Van Gogh.
“ Esa mañana su papá había ido a recoger a su mamá. A ntes
de irse le había d icho a José que las cosas iban a cambiar. ¿Era
esto lo que él había querido decir?”
A quí u tilizo o tra referencia a la p in tura , “ La m adonna con
n iño ” , de Rafael, para dar o tro ind ic io acerca de lo que se
tra ta esta h istoria . La ilustración en la página con tra ria mues
tra una fo to enmarcada de la familia, madre, padre y José. El
mensaje que transm iten estas dos imágenes puede ser v is to
p o r el lector, pero pasa desapercib ido que José está, con
razón, echando una m irada atenta a los muebles.
Incluí muchas pistas y alusiones en el lib ro acerca de lo que
en realidad estaba sucediendo. Así que la pantalla del te le v i
s o r m uestra un huevo rosado de cuclillo , un pájaro que siem
pre pone sus huevos en los nidos de o tro s pájaros; luego, la d im inu ta madre g o rrió n
que alim enta el cuc lillo gigantesco, ha echado a los demás polluelos del nido.
Después hay un cerdo en el re tra to de la familia encima del televisor.
José sale afuera para ve r si allí las cosas andan bien. A l com ienzo, aparentan esta r
lo, pe ro la pe lo ta de fú tbo l se conv ie rte en un huevo, que al abrirse, deja salir una
cigüeña, o tro sím bolo del nacim iento. A l final del lib ro to d o es revelado a los que
pueden ver...
“ Ho la mi am or — le d ijo su mamá— ...esta es tu herm ana” .
Había querido hacer una h is to ria sobre un
zoo lóg ico desde hacía m ucho tiem po, desde que
escribí G oriL t La ilustrac ión de aquel lib ro , un
chimpancé lite ra lm ente atrapado en la página,
daba una im presión d is tin ta a las demás, y sentía
que ésta am eritaba o tro lib ro para ella sola.
Parte de la idea para Z oo lóg ico viene de algo
que había hecho cuando estaba en la Escuela de
A rte . Para mi p royec to final, había estudiado el
com p ortam ien to de los animales y había hecho
una serie de dibujos y cuadros utilizando citas de
zoólogos conductistas, ilustrándolas con ejem
plos de com p o rtam ien to humano. La leyenda de
imagen era: “ La expresión del lazo social m asculino
es el resu ltado de hacer ciertas cosas juntas, com o p o r
ejem plo, cazar” .
Q uise escrib ir Z oo lóg ico desde el pun to de vista de un
niño y m o s tra r que no existen tantas diferencias, en tre
los animales y noso tros, com o nos gustaría pensar.
M ostré mis ideas sobre el lib ro a mi h ijo y él escrib ió en p rim era persona un te x to largo
sobre un paseo al zoo lógico. A dapté esta pieza y se c o n v ir t ió en el pun to de partida para
el te x to final. La h is to ria es la del re c o rr id o que una fam ilia bastante típ ica hace p o r el
zoo lóg ico . A l in ic io los niños están em ocionados, pero el trá fico se tranca en el cam ino y
el padre se vuelve cada vez más insoportab le y vergonzoso, lo que nos indica que el paseo
se quedará c o r to ante las expectativas. U tilicé dos estilos d is tin tos en este libro: este
enfoque ligero y b rillan te para los humanos que se animalizan, pequeñas ilustraciones en
m edio de espacios grandes, en con tras te con un estilo realista y pesado para los animales
que se encuentran presos d e n tro de un m arco grueso y negro. La casa de los elefantes es
hedionda, y el elefante só lo “ esconde la cara en una esquina” . Jirafas estiran los cuellos
para asomarse más allá de los m uros de ladrillo , y un oso po lar se ve “ rea lm ente estúp i
do, cam inando de un lado al o t r o ” .
En la jaula, el tig re camina a lo largo de una de las rejas, se
devuelve y se regresa a hacer lo m ism o.T raté de sugerir la
sensación de este andar p in tando un pedazo de grama
cu b ie rto de malezas detrás del animal, con la fo rm a de un
tig re cam inando en sen tido opuesto.
M ientras tan to , los niños qu ieren choco la te y con la ayuda
de unas nubes “ cóm plices” el padre revela m ucho más de sí
m ism o de que lo quisiera revelar. Más adelante, cuando
ordenan su alm uerzo, se les pide nuevamente que tengan
paciencia. Com ienzan los golpes, las patadas, la lucha: Papá
los regaña y luego se disuelve mecánicam ente en una risa
desaforada con uno de sus p rop ios chistes. En la tienda de
regalos, los niños com pran y se ponen una cachuchas de
m onos, lo cual s irve de pre lud io a la visita a la jaula de los
m andriles que luchan.“ Me recuerdan a alguien” dice Mamá.
“ ¿No puede im aginar a quién?”
¡ JB >A n -t hi o r~i y B r o w n e
Para el m om en to en que nuestra fam ilia había llegado al
orangután, se había fo rm ad o una m uchedum bre. Enfrentados a la
inercia bru ta del animal, la gente golpea el v id r io y grita, pero la
c ria tu ra los ignora.
Finalmente, cara a cara con el gorila , papá hace una im itación de
King Kong que es francam ente vergonzosa. En m edio de los
preparativos para el regreso a casa, (la m e jo r parte del día, según
papá) mamá reflexiona: “ C re o que el zoo lóg ico no es un buen
lugar para los animales. C re o que es para la gente” . N o quería
que la h is to ria te rm ina ra con una nota tan desoladora, así queq-
uise m os tra r que el niño comenzaba a com prender lo que había
v is to aquel día.
C o m o dije an te rio rm e n te , para mí hacer un lib ro ¡lustrado es
com o p lan ificar una película. De manera que
cuando se me o c u rr ió tra n s fo rm a r una película
en un lib ro ilustrado, me pareció que el p roce
so era una progresión natural. “ K ing Kong” ha
sido una de mis películas favoritas desde que la
vi en la Escuela de A r te hace m uchos años. La
m ostra ro n ju n to a “ La Bella y la Bestia” de
Cocteau y “ La Edad de O ro ” , un film surrealista
de Buñuel y Dalí. Esto sucedió hace ta n to tie m
po que las tres películas se confunden en m i
m em oria. A ho ra me parece que “ King Kong” es
una versión surrealista de “ Bella y la Bestia” .
Aunque “ King Kong” fue hecha con el m ero fin
de en tre tener, sin p re te nd e r ser arte , es en
muchas maneras una declaración tan personal
com o cua lquier cosa de Bergman o Fellini.
Yo estaba consciente de que algunas personas
decían que yo presentaba a los padres de ma
nera negativa en mis lib ros y, sin embargo, m i
padre había llevado una vida c o rta pero fascinante. Este proyecto , el de
Kinq Kong, me entusiasmaba y com encé a ju n ta r recuerdos de mi padre.
N o puedo reco rda r cóm o sucedió, pero en algún m om ento, en m edio del
proceso, King Kong apareció y se h izo cargo. N o fue sino hasta que te rm in é
el lib ro , pensando en la dedicatoria , cuando vi la relación en tre los dos.
Los gorilas han estado presentes en m uchos de mis libros y en el pasado
he tra tad o de exp lica r mi fascinación p o r ellos com parándo los con mi
padre. El era un hom bre grande y yo era un niño pequeño. El era fu e rte y
a tlé tico , un héroe de la guerra y pasó gran parte de su vida traba jando para
el e jé rc ito . N os impulsaba, a mí y a m i herm ano, para que jugáram os rugby y para que boxeáram os. Pero tam bién tenía un tem pe ram en to a rtís tico y
sensible, p o r lo que pasaba largos ra tos con noso tros dibu jando y escri
biendo poemas. Es esa naturaleza dual de King Kong la que me atrae: la
bestia a te rra do ra que en realidad es una cria tu ra bella y gentil.
Los recuerdos de la m ue rte de mi
padre resuenan en mí com o la caída
de King Kong desde el Empire State
Building. De m anera que, aun cuan
do la h is to ria de un gigantesco g o ri
la que a te rro riza al pueblo de una
pequeña isla en el O céano Ind ico puede aparecer m uy lejana a la
experiencia de un n iño que crece en el n o rte de Inglaterra, el lib ro
es m ucho más personal de lo que podría parecer.
A ntes de abandonar el tem a de los gorilas y p o r qué son tan re
currentes en mi traba jo , hay o tra explicación. Una vez, un niño me
hizo la pregunta inevitable: “ ¿Por qué pintas tan tos gorilas en tus
libros?” y yo se la devolví: “ ¿Por qué crees tú que
lo hago?” . El niño pensó un ra to y luego me dijo:
“ C re o que es porque los gorilas son com o tus
libros. A l p rincip io , los d ibujos parecen norm ales,
pero cuando uno m ira atentam ente, se da cuenta
de que no lo son. Cuando uno m ira a los gorilas
parecen personas, mas no lo son.” C ie rtam en te , yo
no podría haberlo d icho mejor.
El proceso de escrib ir e ilu s tra r un lib ro álbum, no
es el m ism o de escrib ir un cuento c o r to y luego
añadir algunas ilustraciones para hacerlo más in te
resante. Y tam poco es el de hacer una secuencia
de ilustraciones y luego pensar en las palabras que
podrian acompañarla para hacer la h is to ria más
clara para el lector.
El proceso comienza para mí con un storyboard: 32 rectángulos llenos de indescifrables garabatos, que
no son ni palabras, ni im ágenes.Transform ar “ King
Kong” de película a lib ro álbum fue un proceso
no tablem ente similar.
Mi versión de Alicia en el País de las Maravillas
tenía 44 ilustraciones y ahora me gustaría que
hubiese ten ido el doble. Me propuse que esto no
me pasaría con King Kong y decidí que hubiese una
ilustrac ión p o r cada página. Q uería que el lib ro
fuera algo a m edio cam ino en tre un lib ro álbum y una novela ilus tra
da. Me imagino que recordaba esa etapa transic ional que exp e ri
m enté com o niño en la que se esperaba que yo leyera libros p ro
piam ente tales, es decir, libros sin ilustraciones. Pienso que habría
d is fru tado leyendo un lib ro com o King Kong.
/A r~i ~t ti o rt y & r o w n e
Había v is to la película muchas veces en v ideo y
com encé a verla nuevamente una y o tra vez con
un cuaderno en una mano y el co n tro l re m o to
en la o tra . Congelaba la imagen en c ie rto s m o
m entos claves y algunas de estas imágenes fue
ron la base para las ilustraciones finales. Más o
m enos a esta altura, decidí que el lib ro tendría
96 páginas, y com encé a escrib ir el te x to . A l
com ienzo, deb ido a las referencias que la pelícu
la hace a “ La Bella y la Bestia” , in ten té escrib ir
en el es tilo característico de los cuentos de
hadas, com o lo había hecho en El túnel, pero
p ro n to estuvo c la ro que esa aproxim ación no
resultaría. De m anera que decidí adaptar el
te x to de una novela basada en la película y pu
blicada en 1932.
La pa rte que más me disgusta del p roceso de
¡lustrar, es p repa ra r una maqueta para m o s tra r
la a m i ed ito r. He estado trabajando ta n to tie m
po con Julia que ú ltim am ente mis maquetas han
llegado a ser sum am ente vagas; ella entiende
cóm o me cohíbe p ro d u c ir cosas demasiado
acabadas. Pero con King Kong fue d ife rente .
Puesto que el lib ro era tan largo, había tantas
ilustraciones y la tram a era ta n to más com pleja
que la de un lib ro álbum c o rrie n te , la m aqueta tenía que ser trabajada cuida
dosam ente. A unque no d is fru té el p roceso en absoluto, haberle dedicado
tan to tiem p o a la m aqueta y haber resue lto con anticipación m uchos p ro
blemas técn icos, me ayudó a m antenerm e cue rdo cuando trabajaba en los
in term inables artes finales.
La imaginería de la película fue muy inspiradora, pe ro muchas de mis ilus
trac iones no están basadas d irec tam ente en las imágenes de la película.Jean
H a rlo w y G inger Rogers fue ron consideradas para el ro l de A nn D a rro w y
p o r varias razones no quería usar a Fay W ray, de manera que pasé muchas
horas in fructuosas — al igual que C ari Denham — buscando el ro s tro de
Bella. N unca lo encon tré , de m anera que decidí c o n tra ta r a M arilyn M onroe .
En cuanto a Kong m ismo, no tenía sen tido hacerlo parecer un m ode lo ani
mado, pero pa rte de la fuerza del film surge del hecho de que él tiene ca
racterísticas casi humanas y que obviam ente no es só lo un gorila , de mane
ra que tra té de p in ta rlo de una m anera más realista, m ientras in tentaba al
m ism o tie m p o m antener sus a tribu tos humanos.
Los efectos especiales en la película fue ron revo lucionarios, pe ro no se les
p e rm itió que opacaran a la película. El le n to com ienzo en Nueva Y ork
duran te la depresión es lo sufic ien tem ente realista com o para convencer
nos de la ve ros im ilitud de los hechos, y entonces la transic ión de lo c o ti
diano al absurdo es casi im percep tib le . Parte de la em oción de hacer un
lib ro álbum es que las ilustraciones hagan al menos la m itad del traba jo y a
veces dejarlas que cuenten o tra h is to ria o
un ángulo d ife ren te de la h istoria . En el
len to in ic io del lib ro in tenté , a través del
uso de detalles significativos, com enzar
antes esta transic ión . Puesto que só lo tenía
81 imágenes para con ta r el cuento, cada
ilustrac ión debía re u n ir más in fo rm ación
que cua lquier pa rte de la película.
Fue el lib ro más extenuante en el que he
traba jado jamás. 81 ilustraciones en 18
meses parecían un m ara tón y me fue muy
difíc il m an tene r cada una de ellas del
m ism o nivel. Por un largo tiem p o después
de te rm in a r King Kong, no soportaba ve r el
resultado. O diaba lo que había hecho. A m enudo tengo esta reacción al te rm i
nar un libro... esta vez fue la peor.
El problem a era que había pasado ta n to tie m p o traba jando en las ilustraciones
que só lo podía ve r las fallas.Trataba de ve r las ilustraciones a través de un espe
jo, o patas arriba, o acercarm e sigilosam ente para sorprenderlas. C ua lqu ier cosa
para in te n ta r verlas con una m irada fresca. Rara vez me resultó.
W illy el M ago es mi ú ltim o lib ro y es el cu a rto en lo que ha llegado a ser una
serie. Después de te rm in a r cada uno, siem pre digo: “ Éste es el ú ltim o. Ya no
tengo nada más que dec ir de W illy ” . Pero me sigue apareciendo fu rtivam e n te y
no puedo de tenerlo ; estoy traba jando en un nuevo W illy .
Siempre había qu e rido hacer un lib ro sobre fú tbo l y tam bién
quería hacer un lib ro sobre superstic iones. C om binando estas
dos ideas y agregando a W illy , fue com o surg ió el libro.
Trata del am or de W illy p o r el fú tbo l. El prob lem a es que no tiene
zapatos de fú tbo l y nunca lo eligen para fo rm a r parte del equipo.
Una tarde, regresando a casa,W illy ve una figura fantasmal que usa
un atuendo anticuado de futbo lista , com o el que usaba su papá.
Juegan jun tos en silencio y entonces el ex trañ o m is te rioso le da
sus zapatos de fú tbo l a W illy y desaparece.
Teniendo cuidado de no pisar ninguna hueco en la acera, W illy
lleva las botas a casa.
He sido superstic ioso toda mi vida. N o me re fie ro a las supersti
ciones convencionales, sino las que yo m ism o invento. W illy el
M ago puede ser o no un buen lib ro , pero más o menos me ha
curado de mis supersticiones.
W illy sube lentam ente las escaleras, con tando cada peldaño
(dieciséis), se lava m uy bien las manos y la cara, se cepilla los
dientes durante cua tro m inutos exactos, se pone la pijama, la
parte de arriba p r im e ro con los cua tro botones abotonados,
hace pipí y se m ete a la cama.
(T iene que estar m e tido en la cama antes de que la poceta te r
m ine de bajar, porque ¿qué podría pasarle si no lo logra?) Todas
^22 / ) t / ; < > r i y B r o u v n ei 1 jgi
las mañanas W illy rep ite estas acciones,
pero en reversa.
W illy descubre en la p róx im a práctica
que puede jugar b rillan tem ente con las
botas y es elegido para el p ró x im o juego.
Todos los días se pone las botas y prac
tica; todas las noches busca sin é x ito al
m is te rioso extraño. W illy está convenci
do de que sus botas son mágicas.
La noche antes del juego, W illy cum ple
con su ru tina nocturna , pero duerm e
muy mal. D esp ie rta tarde , sale co rrie n d o
de la casa o lv idando su ru tina obsesiva
y... ¡sus botas!
Sin embargo, W illy juega m aravillosa
m ente con unas botas prestadas y anota
el gol de la v ic to ria .
Más tarde , cam ino a casa,W illy piensa en
las botas y en el ex traño , y sonríe.
A l c o n tra r io de los o tro s lib ros de W illy que son re la tiva
m ente d irectos, éste está lleno de claves visuales. Las claves
que han llegado a ser fundam entales en mi trabajo: claves
acerca de la verdadera naturaleza de W illy , claves acerca de
las botas y claves acerca del extraño. | K
la alemana Binette Schroeder, aunque más conocida
iísycom o ilustradora, es también autora de libros para niños, j r ^ Desde 1969, algunas veces sola, otras en colaboración
¡f\Wcon su esposo, Peter Nickl, y en ocasiones por encargo,
ÍA como en los de Michael Ende, ha publicado <•’ r s
■ , más de veinte libros traducidos a 19 idiomas en ,
22 países y ganadores de diversos premios y "'■reconocim ientos como la Manzana de oro de
jé-¿.Bratislava, Los mejores del Banco del Libro y la selección “ del New York Times Book Review.
j* *S u s libros, tanto las reinterpretaclones de los clásicos ("La
- bella y la Bestia" de Mme. Le Prince de Beaumont, "El rey;
rana" de los hermanos Grimm o Las aventuras del barón', f i& Munchausen) como los de su propias creación, poseen un
J u s e llo característico que los hace muy distinto a los demás./u-..Algunos críticos señalan ese "sello" como su tendencia
A V-hacia el surrealismo, sin embargo, su trabajo no se reduce1
fct?a imágenes oníricas. Binette crea un espado, una especie!
S É d e jardín cerrado en el que los personajes gravitan.' ;Este jardín se parece al de las Hespérldes; está lleno dd
i * ‘exóticos árboles frutales y posee un equi-.V _ / V - librio precario. Es además, un ambienten i f - .
-•(■inquieto y perfecto custodiado por "mons-A®, /Y truos", lechuzas y otros seres de la no-
’ '■;,che. El jardín —muchas veces simplifi-
cado a la figura del manzano o del ~ * V' - '• iy cerezo, o la de sus frutos— sugiere eL’̂ V / 'q a f c d
equilibrio o desequilibrio (tensión) de l a * '* ;■• 4 p * historia.
, - En la primera Imagen del libro EL rey rana, fc ^ jÉ fP tjla esfera se repite múltiples veces — la g ||lu n a , los árboles y las pelotas— para
^■ in d ic a r cuán armonioso y tranquilo es ese jardín como espacio resguardado y protegi- J
‘ .--do. Pero esta .perfección se resquebraja „
fácilmente: la pelota de la princesa cae al £• ' agua y de pronto ya nada es igual. Tiene *
... ■ entonces un animal-novio (la rana) que la f
obliga a abandonar la niñez y el seno
, familiar. En las escenas siguientes la pelota aparece en el piso al igual que
■ las cerezas.wjÉLo mismo ocurre en Ratatatam. El jardín es tan cerrado, que hay muros con''
.'Ac alambres de.púas, que no permiten la entrada al "Versalles manierista", comí
V-.Iflamingos, pavos reales, cupidos y por supuesto, muchos manzanos. Todo elt
: j \ equilibrio se viene abajo cuando Ratatatam la locomotora diminuta — ¡nvitadol
'J . ñoco deseable— penetra el espacio custodiado: los árboles aparecen deshoja-l
. -dos, las aves desplumadas, la dueña del jardín despeinada y muchas uvasy m an-|
zanas por el piso.En La Bella y la Bestia, el jardín definti va mente está custodiado por lechuzas, y s i
•¿«entra un intruso, como el papá, de la Bella, las cosas se salen de su lugar, los per-|
SSasonajes se pasean ingrávidos y el techo del castillo flota en el jardín encantado. 0
Este recurso del jardín.cómo espacio itinerante, se acompaña de elementos pro-J
S |p io s del teatro, como el vestuario de los personajes -siempre inspirados en algu-j
H n a época: medieval, renacentista y neoclásica-, y las expresiones exageradas"
H jp ro p ia s de ese género. Pero, sobre todo ,el uso del color como recurso expre-,,
H ls lo n ls ta : Sus ilustraciones en acuarelas y guache, suelen fijarse en ciertos colores;
K d e l círculo cromático, como el morado, el verde, el azul y el gris.
El re y rana
síüoísih
24 B i n e -t -t e S c H r o e c J e r
N o sé cuántos de ustedes conocen el
cuento de “ El rey rana” . Aquellos que
lo conozcan deben haberse dado
cuenta de que la in tro du cc ión de este
cuen to es la más herm osa que haya
pod ido escribirse: “ En tiem pos pasa
dos, en los que el desear todavía servía
para algo, vivía un rey cuyas hijas eran
todas hermosas, pero la pequeña era
tan herm osa que el m ism o sol, que ha
v is to tantas cosas, se maravillaba cada
vez que sus rayos le daban en la cara” .
Desde que era m uy niña m i cuento
p re fe rid o era éste precisamente: “ El
rey rana” . Una y o tra vez m i m adre
tenía que leérm elo y nadie sabía m e jo r
que ella cóm o en tona r las pequeñas
oraciones y versos llenos de ritm o .
A ún hoy en día sigo oyendo su voz:
“ H ija del rey, la más pequeña, ábrem e” .
Mi decisión de ilu s tra r “ El rey rana”
surg ió espontáneam ente en 1985. Por
aquel entonces yo sentía una gran
a tracción p o r los cuentos de animales
que se conv ie rten en principes. Adem ás el tem a de la m etam orfos is ha
sido m uy im p o rtan te a lo largo de m i vida. En un princ ip io , hubiese q u e ri
do ilu s tra r a “ La Bella y la Bestia” , y se lo propuse a la ed ito ria l Nord-Süd.
Ellos rechazaron mi o fe rta , debido a que ya existían numerosas ediciones
de este cuento en el mercado. C o m o a lte rnativa propuse sin pensarlo al
“ El rey rana” y la ed ito ria l aceptó. A h o ra bien, al re lee r el cuen to después
de tan to tiem p o quedé extasiada p o r su belleza lite raria , la cual no pude
captar cuando era niña. Los herm anos G rim m de hecho crea ron una v e r
dadera joya de prosa rom ántica de un cuento m uy sencillo. C on el m ayor
entusiasm o me dediqué a este nuevo traba jo , sin sospechar que me a tra
paría p o r tres años de m i vida. “ El rey rana” es, además de “ C aperucita
Roja” , “ Hánsel y G re te l” , “ Blancanieves” y “ La Bella D u rm ie n te ” , uno de
los cuentos más fam osos de los herm anos G rim m . Sin em bargo, “ El rey
rana” es en com paración con los demás cuentos, el que m enos ha sido
o b je to de ilustraciones. En aquel entonces yo desconocía los m otivos que
había para ello.
Hubiese p re fe rido em pezar inm ediatam ente, pe ro todavía estaba traba
jando exhaustivam ente en “ La Bella y la Bestia” , que ¡lustraba para W a lke r
Books en Londres. Así que preparé ráp idam ente, sin pensarlo m ucho, un
storyboard para Nod-Süd. En realidad só lo se tra taba de e laborar unos
bosquejos no muy exigentes. Cada vez que veo ese storyboard me siento
más convencida de que solam ente elegí — tal vez inconscientem ente—
las escenas “ fáciles” y quizás las más conocidas: la princesa jugando en el
bosque con la bola de o ro , o llo rando en la fuente; la rana sacándole la
revista r~t -t r o1 9 9 7
esfera del agua; el ep isodio de la mesa; en fin, las escenas más conocidas.
C o m o m uchos o tro s ilustradores, había evitado las más difíciles. Las
claves en la h is to ria com o p o r ejem plo, el cuadro donde la princesa lanza
la rana co n tra la pared, o cuando la rana se transfo rm a en príncipe. Sin
embargo, sí había inc lu ido la escena en la cama y la de Enrique de H ie rro .
Cuando te rm in é el traba jo de
“ La Bella y la Bestia” , me
dediqué nuevamente a analizar
detalladam ente “ El rey rana” ,
hasta que poco a poco fui
desarro llando un nuevo con
cepto. Me dediqué du ran te
m ucho tiem p o a la escena del
pozo. Me fue m uy difícil e leg ir
una de las cua tro posibilidades
de ilustrac ión y se me presen
ta ron los siguientes dilemas:
¿Debía ilus tra r cuando la bola
cae d irec tam ente al pozo? o
¿Debía m os tra r más bien la
salida o m e jo r la entrada de la
rana al agua? o ta l vez
¿M ostrar a la rana nadando
con la bola en la boca? Una
sola y única escena me parecía
aburrida . Hubiese p re fe rid o
p in ta rlas todas juntas, una
detrás de la o tra . Entonces se
me o c u rr ió de jar ro d a r sim
p lem en te los c u a tro m o v i
m ientos de escena en fo rm a
de cinem atogram a o en fo rm a de cómics. Esta d ivisión t ip o c ine
m atográfica la utilicé luego en tres imágenes más: en la imagen de las
escaleras, en la del lanzam iento de la rana co n tra la pared (que quería
conec ta r con la transfo rm ación) y la escena en la cama (después del
desencantam iento). Q uería un tra ta m ie n to cuidadoso del acercam iento
en tre el príncipe y la princesa hasta que yacen juntos, com placidos en la
cama. D e esta segunda concepción, só lo quedaron los p rim eros esque
mas t ip o cómics, las demás imágenes cam biaron to ta lm en te .
Un storyboard no puede ser más que una p rim era aproxim ación para
re te n e r ideas. D u ran te el traba jo uno va desarro llando una dinámica
propia que lo aleja o lo acerca — a veces más, a veces menos— a las
prim eras ¡deas que uno tenía del concep to general. A través de los años
he aprendido que hay que dejarle a esta dinámica propia c ie rto grado de
libertad y que hay que con fia r en ella.
C om encé con la escena del pozo. A “ La Bella y la Bestia” la ubiqué en
la época del renacim iento , “ El rey rana”
m e lo imaginé en un estilo rococó . Pero ya
el p rim e r in te n to no fue satisfactorio. La
p rincesa ro c o c ó no ten ía nada de
inocente. Por el c o n tra rio , se me había
con ve rtid o en una coqueta incorreg ib le y
experim entada dama de la C o r te de Luis
XV. ¡A que llo debió ser para mí una adver
tencia! Pero hasta este pun to todavía
estaba muy despreocupada y com encé sin
m uchos do lo res de cabeza, desde el p rin
cipio. Esta vez me decidí p o r un estilo que
re u n ie ra e lem e n tos de l m ed ioevo,
renacim ien to e im perio .T odo esto porque
le quería po ne r a la princesa su clásica
coron ita , lo cual no era m uy viable en el
estilo roco có que u tilicé al princip io . Con
gran entusiasm o dibujé el pozo, la rana y
to d o el en to rno . Pero cuando me dedica
ba al ro s tro de la princesa, el traba jo avan
zaba con m uchos trop iezos. Siempre d ibu
jaba, borraba y empezaba de nuevo. La
princesa parecía estar em brujada, sim ple
m ente no podía dibujarla: quedaba muy
vieja o muy fea.
Poco a poco fui desarro llando un resen
t im ie n to inexplicable en su con tra ; hasta
que un día este personaje me pareció tan
an tipá tico que tuve que in te rru m p ir el traba jo de la escena del pozo.Tom é
un nuevo im pulso empecé con la escena de la lanzada a la pared. La exp re
sión de asco en el ro s tro de la princesa me causaba mucha gracia, ya que de
alguna manera coincidía perfectam ente con m i estado de án im o en aquel
m om ento , de hecho esta imagen fue la única que quedó igual hasta la cu lm i
nación del libro. Pero aún así tam poco me sentía muy bien con esta imagen
y no avanzaba com o quería. Incluso volví a re tro c e d e r con m iedo ante la ¡dea
de la transfo rm ación de la rana en príncipe. Entonces in te rrum p í defin itiva
m ente el traba jo p o r un año. Por lo v is to había pe rd ido el acceso a la prince
sa, a la rana y en general a to d o el cuento l.
Por un largo tiem p o no tuve muy cla ro rea lm ente qué era lo que me había
obstaculizado el trabajo. H oy en día, sé que lo que pasa es que las personas
y las d iferentes escenas de este cuen to son con trad ic to rias , y en c ie rta ma
nera fatales. C uando era una niña veía el cuen to de una manera sum am ente
ingenua.Todo tenía su orden mágico. Aún el in te n to de m atar a la rana me
p ro du jo pá lp itos de corazón, porque sabía que estaba asegurado un final
feliz. Un n iño no re flexiona m ucho sobre estos puntos.Y así el cuen to quedó
almacenado en m i m em oria de una m anera positiva.
revista E n c i m e n - t r o s \1 9 9 7
En el m om e n to que tuve que hacer las ilustraciones tom é
inm ed ia tam ente p a rtid o p o r la rana y el príncipe .
Mantenía siem pre la imagen de “ la pobre rana” , aunque
ésta se p o rta ra mal. U no no re flex iona m ucho sobre el
punto de que se vale de un vil chantaje para logra r su
meta. La m ora l parece favorecerle: ¡lo p ro m e tid o debe
cum plirse! La princesa en cam bio me parecía banal, ir re
sponsable y sin carácter, hasta incluso llegué a verla com o
un pequeño m on s tru o lleno de maldad. ¡Realmente
merecía c o m p a rtir la cama con una rana húmeda!
Sentí una gran repulsión hacia la princesa y una amiga, al
escuchar sobre mis p rim eros in ten tos fallidos de d ibu jar
la, me confesó espontáneam ente:“ ¡Por D ios no te sientas
tan mal! ¡Yo tam bién o d io a ese t ip o de jovencitas! ¡Y
creém e que conozco a ese t ip o de m ujeres m uy bien!
P rim ero dejan caer la bola de o ro en el pozo, luego se
ponen a ch illa r ho rro ro sam en te hasta que aparece la
pobre rana p o r allí. Entonces le p rom eten el cie lo para
que les consiga la bola y cuando ya han conseguido lo que
querían, arro jan a la pobre rana con tra la pared. Luego esa
rana se transfo rm a en un herm oso príncipe azul y se van
con él bien lejos en un he rm oso carruaje . ¡Ves así de justa es la v ida!” .
M aurice Sendak tam bién parece haber d icho :“ O d io a esa m u je r” y de verdad eso
es lo que se siente cuando uno observa sus ilustraciones de “ El rey rana” .
Sin embargo, cuando uno rea lm ente se de tiene a observar, el asunto no resulta
nada fácil. A m edida que iba investigando más sobre el cuento, más sospechosa se
me tornaba la figura del rey-padre. Su co m p o rta m ie n to no supera en lo absoluto
al de su hija. ¿Qué clase de padre es ése que só lo p o r su v isión obstinada de jus
tic ia se aferra a que su pequeña hija duerm a con una rana, só lo porque ésta se ve
involucrada en una to n ta h is to ria p ro d u c to de su inm adurez infantil? ¡Un padre
así es un m onstruo !
A brup tam ente , me distancié del rey y empecé poco a poco a encariñarm e con la
princesa. Entonces fue cuando me di cuenta de que la rana era rea lm ente tan
desagradable que no era precisam ente un caballero: ¡Ya hemos ten id o el gusto de
conoce r esos hom bres! ¡Se le cae a uno algo y ellos lo recogen y só lo p o r eso ya
pre tenden c o m p a rtir la mesa y la cama con uno! Y si a uno no le gusta, entonces
lo in tentan con chantajes. ¡Esos hom bres- ranas! C on esa clase de tipos no hay
o tra salida: ¡la única rea lm ente es lanzarlos con tra la pared!” A l igual que en la
película de Kurosawa “ Rashom on” me paseé p o r todos los roles de los pe rso
najes involucrados, tod os tenían su lado oscu ro y su lado brillante; la princesa
cambiaba de acuerdo con el crista l con que se le miraba. El ún ico personaje ca
riñoso y positivo de toda la h is to ria es Enrique de H ie rro . Sin embargo, éste sólo
S c f - t r o e c / G
partic ipa al final del cuen to y no fo rm a
pa rte arm ónica de la tram a inicial.
Todas estas posibilidades, los diversos
puntos de vista, plantean un sinfín de
in te rrog an te s . ¿Qué edad tie n e la
princesa? ¿Es todavía una niña? o ¿Es ya
una m u je r que pe rm aneció m ucho
tie m p o atrapada en una niñez p ro lo n
gada? ¿Posee todavía la inocencia infan
til? ¿Será rea lm ente crue l y sin carácter,
tal com o parece ser a p rim era vista? ¿Y
cóm o debía m os tra r a la rana, que
p r im e ro se m uestra se rv il, sumisa,
después es exigente y chantajista y
fina lm e n te se tra n s fo rm a en un
príncipe? ¿Y qué clase de príncipe es
éste que se ocu lta detrás de una figura
de rana? ¿Podía acaso ve r al rey com o
un ser bondadoso? ¿No debía juzgarlo
críticam ente, com o una figura m ons
truosa y autoritaria? ¿O acaso debía
ironizarlo? Y el qu e rido Enrique, m e
nospreciado p o r casi todos los ilus tra
dores, quienes lo m ostraban de espal
das o m uy pequeño en algún rincón al final del cuadro, o si no lo ignoraban p o r
com pleto.Yo, em pero, quise m os tra rlo en to d o su esplendor. ¿Pero era acaso
un espíritu bueno sin edad, o un ángel? ¿O un s irv ien te afe rrado a su fide li
dad al rey duran te toda su vida y envejecido en este proceso?
C on m ucho d o lo r descubrí que existen cuentos herm osísim os, m uy ricos
en el lenguaje narra tivo , pe ro a los que sus ilustradores no les han
prestado la debida atención. C o m p re n d e r esta verdad, sig
n ificó para mí un gran re to . N o quería que todos
mis sacrificios fueran en vano y de p ro n to me
sentí locam ente decidida a no de jarm e am e
d re n ta r p o r ninguna de las escenas difíciles.
Todo lo con tra rio , ahora quería saberlo todo .
Así que me sumergí de lleno, después de una
pausa de un año en el trabajo, allí donde precisa
m ente lo había in te rrum p ido , en la m etam orfosis.
Esta debería convertirse en una especie de rep re
sentación de la h is to ria evo lu tiva del hom bre. Lo
logré y tam bién logré la segunda parte de la trans
fo rm ación en la siguiente página al lado de la p rince
sa y tam bién con el príncipe desencantado.
r e v i s t a E n e o1 9 9 7
n -t r o s 2 9 .
Dibujaba com o si estuviera poseída p o r alguna fuerza extraña. Surgía un cuadro
tras o tro . Pero seguía dándole vueltas al ro s tro de la princesa. La dibujaba muy
pequeña, de cue rpo en tero , o si no de espaldas, o de perfil. A veces la cortaba
de la c in tu ra para abajo, hasta que al final me estancaba nuevamente cuanto tenía
que m o s tra r el ro s tro de la princesa a gran escala en las escenas que así lo
exigían com o la del pozo, la de la cena y la de la portada.
En ese m om e n to empecé a in teresarm e en la manera com o mis colegas habían
resue lto este asunto. Busqué antiguas ediciones de “ El rey rana” y en libros de
lite ra tu ra de educación media. De estos ú ltim os en con tré muchos, porque es
m ucho lo que se ha escrito y se sigue escrib iendo sobre este cuento. Sobre to d o
la psicología se ha in teresado m uchísm o p o r el príncipe-rana. N o hay ningún
aspecto del m ism o que no haya sido o b je to de estudio, en especial el aspecto
e ró tic o que encierra.
La mayoría de los iustradores más fam osos del rom antic ism o y de las épocas
siguientes ignoraron este cuen to y en el m e jo r de los casos só lo le dedicaron
una o dos imágenes. La mayoría de las ilustraciones de “ El rey rana” que se en
cuentran son dibujos individuales en com p i
laciones o antologías de cuentos. Estas re
presentaciones se lim itan, p o r lo general, a
dos escenas, la del pozo y la de la alcoba, ésta
ú ltim a casi siem pre representada de una ma
nera muy simple con la rana sentada a los
pies de la princesa. D e vez en cuando tam
bién se puede en con tra r ilustrada la escena
final con el carruaje. Las escenas p ro b lem á ti
cas de ilustrar, d ifíc ilm ente se encontraban
en las antologías. Por lo general las encon tré
en ediciones individuales y en un pliego
ilustrado.
Este pliego fue elaborado p o r O tto Speckter
( 18 0 7 -18 7 1), ilu s tra d o r alemán fam oso del
siglo pasado quien e laboró una ilustrac ión
genial de “ El rey rana” . Este pliego (el N °
I93 ) fue elaborado en M unich y apareció en
el año de I857. El ilu s tra d o r presenta cada
escena con precis ión extrem a e impregnada
de am or; no se om ite nada, ni siquiera la m al
vada bruja que hechizó a la rana, quien
aparece en relieve sobre la ventana de la
alcoba. (Esta es la única bruja que he v is to en
las ilustraciones de “ El rey rana” ). Speckter
representa a la princesa com o a una m ujer-
niña con rasgos casi infantiles. Desconozco,
/ n e T -t e S c ht r o
Es para mí un inm enso placer con tra d e c ir categóricam ente lo anterio r. A qu í no se
tra ta del decoro de la “ mañana después” sino, si acaso, se tra ta de un “ m inu to
antes” . N o so tro s nos convertim os en testigos de la m etam orfosis, que queda ocu l
ta para un observador superficial gracias a la ta lentosa fo rm a de Speckter de d ir i
g ir la energía de la luz. La rana acaba de ser lanzada p o r la princesa al m arco de re
cho de la ventana. Esta se acurruca ahí com o un pequeño ser d iabó lico de N o tre
Dame, adherida a la colum na, en la som bra del cuarto . Por el con tra rio , en la luz se
encuentra la joven pareja y el anca elevado de la rana. Si observam os cuidadosa
m ente la parte en som bra, podem os descub rir cóm o la rana con la o tra pierna
em puja hacia afuera la parte trasera del príncipe hacia la princesa. Ambas ancas
estiradas en posic ión casi com o si se tra ta ra de una pa rtu rien ta . ¿Muerte y naci
m iento? ¿Muerte y boda? ¿M uerte y vida com o trama? ¿Es que acaso tra tó aquí
Speckter de burla rse de sus observadores burgueses? Esta escena, para aquella
época, es una representación fuera de lo com ún, valiente, in te ligen tem ente escon
dida y asegurada en la abundancia que sobrepasa los bordes del pliego ilustrado.
aparte del traba jo de Speckter, a alguien
que haya sido capaz de representar
com o él con ta n to ta len to , precis ión y
sensibilidad esta fase de transic ión en la
vida de una joven muchacha. La rana es
un personaje ho rro ro sam en te grande y
obeso, que aun en el pozo se consume
de a m o r y casi inm ediatam ente pone sus
ancas en la puerta del castillo y exige su
p lato y se rv ille ta para colocársela al
cue llo y sentarse a la mesa con el rey, sin
pe rde rlo de vista con o jos extrem ada
m ente críticos. En este m om ento el rey
no es el patriarca bonachón que siempre
verem os después, sino que se presenta
amenazante y com prendem os p o r qué la
princesa le tem e tan to a su furia. Real
m ente encantadora es la ú ltim a escena
m ostrada al fon do y en una dim ensión
muy pequeña donde aparecen el p rín
cipe y la princesa acaramelados, senta
dos muy jun tos d e n tro del carruaje
semejante a una cama celestial y d ir i
g iendo tie rnam en te sus miradas hacia
atrás, preocupados p o r el fie l Enrique,
quien aparece dibu jado de espalda.
La escena de la alcoba es extrao rd inaria ,
p o r no dec ir excitante. Lutz R óhrich la
cita en su lib ro con la frase: “ A tré v e te a
besar a la rana en la mañana después” , y
op inó al resp ec to :“ A raíz del de co ro de
esta escena, se puede deducir, p o r qué
o tro s autores han prescind ido de “ El rey
revista E n c c j e r i - t r o s1 9 9 7
La edición individual de W a lte r
Crane es la p rim era en la h is to ria
de la ilustrac ión del cuento de “ El
rey rana” y ha sido desde siem pre
para mí la más bella. Esta fue ed ita
da en 1874 p o r G eorge Routledge
en Londres. C rane v iv ió de I845 a
1945 y desde el pun to de vista esti
lís tico se ubica en tre los p re rra -
faelistas y el m odern ism o.
La imagen en el pozo m uestra una
princesa que no es una joven
muchacha, sino más bien una joven
m u je r reflexiva. A C rane le encan
taban las pequeñas alusiones y
citas, éstas se encuentran en todos
sus cuadros y tam bién en el relieve
del banco de piedra. La imagen de
Paris tra tan do de alcanzar la man
zana, hace alusión a la rana que
devuelve la bola dorada.
La rana, en la p rim era y segunda
imágenes, es sobre to d o un ser
sumiso que inspira lástima y que
luego en el cuadro doble de la gran
mesa se conv ie rte en un com
pañero té tr ic o y com ilón , m ientras
que la princesa se nos m uestra
com o una joven madre al final de sus fuerzas ante tres to rtu ra n te s niños.
La fo rm a en que aparece representado el rey com o un ser sabio, jus to — que a pesar
de toda su dureza es bueno, incluso ligeram ente d ive rtid o — tiene una dim ensión
griega semejante a la del padre Zeus. Por c ie rto , ésta es la representación más con
v incente de la figura positiva del padre que pude encontrar. Este cuadro es com ple
tam ente r ic o en detalles irón icos y d ive rtidos. Q u ie ro hacer hincapié en el halcón
que im ita el m ov im ien to amenazante de la mano del rey, con la que m uestra que la
s ituación no es tan grave com o parece. La serv idum bre haciendo m orisquetas y la
graciosa sociedad cortesana subrayan este aspecto. El mantel o frece una alusión muy
especial. A qu í C rane cita una canción de su p r im e r lib ro ilustrado La ópera del bebé
y escribe Ye Frogs W ooing. Esta es la h is to ria de una rana que qu iere conqu is tar a
una ra ton c ita .A I final el pa to se com e a la rana y el gato se com e a la ra toncita .
Lo rea lm ente sensacional en W a lte r C rane es la narración del in te n to de dar m uerte
a la rana y el de la m etam orfosis. C rane es uno de los poquísim os artistas que se
dedicó seriam ente a la investigación de este tem a. El representó esta escena (no hay
que o lv ida r que nos encon tram os aquí en m itad de la era v ic toriana) de manera real
S c f i r o e c / e r
m ente grandiosa e im presionante. C o m o si él
fue ra el fundador de esa trad ic ión inglesa, tom a
elem entos, más o m enos del cómics (cuando vi
p o r p rim era vez esta ilustración, ya había desa
rro llad o mi concep to del “ Edelcom ic” y la con
cepción de C rane me re fo rzó la idea que ya me
había planteado).
El qu in to y ú ltim o cuadro es el del carruaje. A l fiel
Enrique se le acababa de reventar una banda de
h ie rro del corazón y rueda sobre el asfalto baña
do en rosas. C rane nos m uestra un Enrique juve
nil con facciones que dem uestran la alegría de un
espíritu bueno, rodeado de ángeles, quienes vesti
dos con elegantes tra jes de jinetes se encuentran
sentados en los cua tro caballos. En tod a la imagen
se rep ite un escudo com o sím bolo de la fidelidad
y el am or: un corazón con tres líneas cruzadas,
rodeadas de tres llamas flameantes. Corazones
p o r todas partes: en el collar, en los brazos, en la
capa del jinete , en los arreos de los caballos.
Ranas en los escudos y hasta un renacuajo en una
bandera. W a lte r C rane ilu s tró este cuento po r
segunda vez en blanco y negro para una colección
de cuentos de los herm anos G rim m que se pu
blicó en 1886.
El ilu s trad o r inglés A r th u r Rackham (1867-1939)
es o tro de m is favoritos. Sus ilustraciones para los
cuentos de los herm anos G rim m se publicaron en
1900. C onocía estas ilustraciones desde niña a
través de mi abuelo y aprendí a amarlas incondic ionalm ente. De “ El rey rana” sólo d ibu jó
la escena del pozo. Este d ibu jo con tiene para mí una magia incom parable y hasta ahora a
mi en tender no ha pod ido ser superada p o r ningún o tro ilustrador.
Enrst Lieberm ann (1869-1960) tam bién e laboró una ilustrac ión de “ El rey rana” , en 1980
en una ed ic ión individual para la serie “ El lib ro ilus trado alemán” de la ed ito ria l Josef Schoz
de Mainz. Lieberm ann es un ilu s tra d o r brillante, sus imágenes son claras y convincentes y
todavía ligadas al m odern ism o. La princesa no posee nada de adorable ni de inocente. Se
nos m uestra más bien com o una joven insípida, com o salida de la canción de los
N ibelungos. La mesa del com e do r fue dibujada con m ucho am or p o r el detalle, el rey, sin
embargo, aparece inm erso en los ya conocidos clichés de la figura de un rey. El lanzam iento
de la rana con tra la pared está ilustrado desde un ángulo excepcional, la d ivisión del espa
c io está concebida de una manera em ocionante: la princesa m antiene una posición c o r
poral corvada, expresando rechazo, ubicada en el cen tro y la rana aparece pegada to ta l
m ente hacia la pa rte izquierda del bo rde del cuadro. Vale la pena m encionar la fo rm a en
que Lieberm ann p in tó al fie l Enrique, con una vestim enta y con un som bre ro puntiagudo
que recuerda a un mago. En ninguna o tra pa rte he v is to d ibu jado de manera de tan o r ig i
nal al fie l Enrique.
revista E n c u e r i - t r o s1 9 9 7
La ilustrac ión del príncipe-rana de Fernande Biegler la descubrí en el lib ro
principal de Heinz titu la d o M i pajarito con el anillo roto. O rig ina lm en te
proviene de la serie de A n tó n aparecida en Leipzig titu lada “Jardín de cuen
to s ". (N o he pod ido en con tra r los datos curricu la res de Fernande Biebler,
sin embargo, no me sorp rendería que pe rtenec iera al ám b ito lingüístico
francés, el nom bre y su concep to estilís tico confirm an esta hipótesis). La
escena de la alcoba es encantadoram ente atrevida, frívo la y e ró tica . Real
m ente una joya.
Unos 20 años más tarde , Josef Hegenbarth ( 18 8 4 -1962) ilu s tró los cuentos
de los herm anos G rim m que se publicaron después de su m ue rte en el año
de I969 p o r la ed ito ria l Insel de Leipzig. Para el cuen to de “ El rey rana”
d ibu jó una escena de la m etam orfos is dinámica y dram ática. En la caída del
príncipe se refleja un proceso de transfo rm ación in te rn o do lo roso . Un
d ibu jo de gran m ov im ien to y con una ex trao rd ina ria calidad artística.
Michael Foreman nació en I938 y publicó The Brothers G rim m Popular
Folk Tales en el año de 1978 con V íc to r G olancz en Londres. Este lib ro con
tiene una sola ilustrac ión de “ El rey rana” : la escena de la alcoba. Esta esce
na está representada con un m atiz sugestivo y amenazante: la cobija
cubre casi to d o el cue rpo de la princesa que se encuentra escondida
en el ú ltim o rincón izqu ie rdo del cuadro, el rey-rana luce aquí conve rtido
en un ser verdaderam ente repugnante y lu jurioso.
Todavía podem os no m bra r a muchos o tro s ilustradores en esta área
com o a los artistas alemanes Eugen N apo león N euru the r, Paul G ro t
Johann, Herm ann Vogel, E rnst Liebermann, O t to Ubbe lohde, Paul Hey,
B rünhild Schlotter, A lfred Zacharias, W e rn e r K lem ke, K a trin Brandt.
También, a artistas extran je ros com o Edward W e h n e rt, N oye Smith, Ruth
H ü rlim a nn .A n to ne lla Bolliger-Savelli, Pauline Ellison o Raymond Briggs. Incluso
existen encantadoras variantes en fo rm a de parodias com o las de W ilh e lm
Busch y Janosch, y gran cantidad de tiras cómicas. Para fina lizar só lo qu ie ro
contarles cóm o p o r fin encon tré mi p rop io cam ino hacia la realización del
príncipe rana. En realidad, no creo m ucho en la psicologización de los cuen
tos, pe ro un lib ro esc rito p o r un psicólogo y te rapeu ta de parejas, me
s irv ió de entrada a este cuen to y me hizo posible p o r fin crear una
re lación in te rna con los protagonistas. El lib ro se titu la El rey
rana, te am o cuando te necesito de Hans Jellouschek, ed i
tado en I985 p o r la ed ito ria l K reuz de Z ürich . Les
recom iendo am pliam ente la lectu ra de este libro.
Jellouschek atendía cada vez más parejas en su consul
to r io , las cuales p o r su es truc tu ra personal le reco rda
ban al rey rana, y es así com o se
^"34 B / n & t t e S c f i r o e c / e rP
dedicó un buen día a analizar este cuento y a
in teg ra rlo en su traba jo te rapéu tico . N o es fácil
resum ir en pocas palabras el con ten ido de este
lib ro escrito de una manera m uy vivaz y des
crip tiva, sin caer en teorías psicológicas. Sin
em bargo tra ta ré de resum irles el lib ro lo más
brevem ente posible.
Para Jellouschek hay en tre las m ujeres el tip o
mujer-princesa. Son esas princesitas que nece
sitan de la au toridad ex trem a del padre-rey; ya
que esto les pe rm ite jugar el papel de la peque
ña am orosa, alegre y obed ien te niña. En este
cuadro está el hom bre-rana, atrapado “ en el
pozo ” p o r la superfue rte , siem pre exigente
m adre-bru ja , y que só lo es aceptado p o r ella
cuando perm anece en la posición de consola
d o r y dispuesto a ayudar. (A l respecto es bue
no aclarar que la bru ja representa en el cuen
to la experiencia negativa de lo fem enino; el
pozo y el bosque son sím bolos de lo m aterno).
Tanto la princesa com o la rana tienen una estruc tu ra básica
s im ilar y ambos tienen buenas razones para invo lucrarse en una
relación de amor-ayuda. La princesa tra ta de escapar del círcu
lo del padre, la rana qu iere librarse del des tie rro de la bruja, del
pozo y ambos buscan amor. Las princesas buscan am o r pero
só lo consiguen ayuda, porque las ranas nunca han aprendido a
amar. Las ranas además no buscan am or de pareja, porque
nunca lo han experim entado, más bien buscan el am o r m a te r
nal. Sin embargo, las princesas no están preparadas para b rindar
am or m aternal, porque ellas mismas todavía están atrapadas en
su papel de niñas pequeñas. En vista de que la rana no consigue
lo que quiere com ienza a chantajear a la princesa, al final hasta
consigue el respaldo de la au toridad del padre. La solución para
esta situación es só lo posib le con un acto aclarador y una
vivencia liberadora. La princesa se tiene que revelar con tra el
padre y la rana para po de r encon tra rse a sí misma, para así li
berarse ella y libe ra r a la rana del cam biante yugo familiar.
Yo tam bién rom pí el yugo, de repen te empecé a com prender a
mis héroes para con tinua r sus acciones y pude sen tir com o
ellos. Sólo entonces com prendí que necesitaba establecer rela
ciones claras con las figuras que representaba.Tengo que am ar
las o p o r lo menos com prenderlas, si qu ie ro que mis ilus tra
ciones sean convincentes. En este sentido, no im p o rta si son
bellas o feas, malas o buenas, inte ligentes o tontas...
Poco a poco com encé a qu e re r a la pequeña princesa y sus facciones em pezaron a to m a r
form a. Fue un proceso largo que se p ro longó p o r to d o un año. Sólo un poco antes de te r
m inar el libro, apareció p o r fin la carita de la princesa de una manera tan espontánea que
nadie hubiese cre ído jamás todos los inconvenientes que tuve para lograrlo.
Anthony Browm. :
rey rana
iy Browne, King Kong
r e v i s t a E n c: tu e r~i t r o s1 9 9 7
Sí
c i g aFITTIPALDI
La ¡lustradora brasileña Ciga Flttlpaldl, arquitecta de profesión y especializada en artes plásticas, ha
encaminado su carrera por una vía bastante inu
sual: rescata la tradición oral de las
distintas etnlas del Brasil y de otras
culturas para los niños.
Sus libros son el producto de un estu
dio minucioso y riguroso, digno de un
antropólogo. Primero pasa un tiempo
con los miembros de la comunidad que desea representar y sólo después
de la experiencia, de haber convivido con ellos, de haber fijado cómo es su
Iconografía, sus colores, su "filosofía
de vida", procede a adaptar los mitos
e historias. Hecho ésto, comienza a
trabajar en las Ilustraciones.
Este trabajo, exhaustivo, no produce ilustraciones realistas, como podría
pensarse, mas sí Ilustraciones que
reflejan la idiosincrasia del pueblo
retratado. En sus pinturas, no sólo es captado ese
tiempo y espacio primordial en el que transcurren
los mitos, sino también los colores vibrantes de la flora y fauna del Amazonas, y un conjunto de imá
genes visuales y casi auditivas que permite al lector
imaginar el ritmo de los tambores, los ruidos nocturnos y la humedad de la selva.
La serle "Morená" de mitos Indígenas, junto con sus cuentos Bichos de África son sus trabajos más conocidos. Los primeros, llenos de colores vivos, tex
turas y movimiento recrean mitos de los indios boro-
ros y los namblquara, entre otros. Cada uno de los
libros de esta colección, está además acompañado de viñetas a línea que señalan la vida cotidiana de la
comunidad. Los segundos, tal como su nombre lo
sugiere, son cuentos africanos ilustrados en colores planos, sin perspectiva ni volumen. Los dioses y
demás personajes son puestos sobre fondos colori
dos y muy llamativos para renovar las típicas pin
turas del continente africano.Estos trabajos, que conjugan arte e investigación,
han sido exhibidos en televisión, afiches y videos.
Sus libros han sido seleccionados por la Biblioteca
Internacional de la Juventud y la sección brasileña
de IBBY los ha galardonado en varias ocasiones. Este año fue nominada al premio Andersen.
d i q: a F' i tr -t i p> 3 / cf i
Estoy m uy agradecida p o r la o p o rtun ida d de estar tan feliz aquí.
Me siento una persona m uy brasileña y p o r eso voy a com en
zar hablando de cóm o en tiendo mi país, ya que noso tros, los
brasileños, som os un pueblo fascinado desde siem pre p o r la
prop ia identidad.Y voy a a apoyarm e en algunos planteam ientos
fo rm ulados p o r el an tro pó log o brasileño Darcy R ibeiro.
Para mí, ser brasileño es m ucho más sen tim ien to que concien
cia. N os cuesta m ucho saber qué significa eso y p o r eso siem
pre estamos preguntándonos qué som os com o pueblo fina l
m ente. D ice R ibeiro:
“ El m estizaje de carne y el p ro fundo mestizaje esp iritua l de tan
tas con tribuc iones étnicas, acabó consolidando un pueblo y una
cu ltu ra pa rticu lares” .
Y la increíble diversidad am biental, d is tribu ida en regiones so-
c iocultu ra les tam bién m uy diversas, en la h is to ria y
fo rm a de adaptación humana, am plió las tonalidades
de esta cu ltu ra nacional en construcc ión.
En m uchos aspectos som os diferentes de los o tro s
países de A m érica Latina, hispanoam ericanos, a pesar
de coincidencias h istóricas.
Para abo rda r eso de una fo rm a más personal basta,
para mí, re co rd a r que la c o rte portuguesa, huida e
instalada en Brasil, ansiosa p o r el estatus de estar
rodeada de artistas, p o r no d isponer en Portugal de un
Velásquez, tuvo que re c u r r ir a los franceses. D e este
m odo, el a rte que com enzó a p roduc irse en ese am
biente m estizo, resu ltado de la famosa “ M isión Fran
cesa” en Brasil resu ltó , en referencia a los reg istros de
las poblaciones indígeneas, m uy e x trañ o y fuera de
con tex to . Ese lenguaje visual ba rroco -surrea lis ta era
más bien una expresión francesa de ese nuevo m undo
fo rja do p o r portugueses, indios y negros en su mayo
ría. C o m o lo expone el an tropó logo :
“ Brasil ha acogido m ultitudes de inm igrantes europeos y asiáti
cos. En su mayoría ellos fue ron asim ilados y abrasileñados” .
N o so tro s adoram os el fú tbo l y lo juntam os con
la cerveza: ésas son nuestras pasiones na
cionales.
“ Nuestras maneras están tom adas de muchas
gentes. Somos un pueblo de m uchos pueblos,
muchas humanidades” .
Tal vez sea esta la razón p o r la que estamos
siem pre buscando nuestra propia identidad. Por
eso m ism o es tan difícil expresar de una manera
significativa para los o tro s países del m undo lo
que de nuestra experiencia cu ltu ra l es universal.
Por o tro lado, en mi m anera de enfocar este
asunto, es exactam ente en esa ausencia de una
r e v i s t a E r~ t c l j & n t r o s1 9 9 7
clara identidad y en la diversidad de form as com o se
manifiesta, donde está nuestra belleza.
En todas las cosas que me to c ó v iv ir y en las cuales
busqué una expresión visual, encon tré profundas rela
ciones con mis sentim ientos, pensamientos, deseos y
expectativas infantiles.
Teniendo desde pequeña un tem pe ram en to inqu ieto,
muchas de esas pasiones infantiles encon tra ron un
buen abrigo en las situaciones de viajes, de estar del
lado de afuera, p rocurando o tros . Luego cuando tuve
suficiente independencia, com encé a v ia jar p o r el in te
r io r de mi país. Empecé a sum erg irm e lentam ente en
este enorm e caldero cu ltu ra l que es Brasil.
D e allí fu i pescando cuentos trad ic ionales de raíz
europea que fueron asim ilados y re inventados p o r el
im aginario popular, com o una versión de “ El Sastre-
c ilio va lien te” de G rim m , que en Brasil pasó a ser el
“ Sapatero va lien te” o “ Mata sete” . Para este pe rso
naje, la imagen de un re ino se confunde con la de las
grande haciendas latifundistas del no roeste brasileño;
debe en fren ta r en la categoría de “ fieras” , bichos sal
vajes com o la onza. Los m onstruos ya no son exactam ente los dragones
europeos sino más bien m odelos sim ilares que corresponden a ser
pientes trop ica les com o las sucuris y las anacondas; la belleza de la
princesa, a despecho de una piel inm aculadam ente alba, se tiñe de un
c o lo r m ulato, mestizo.
C uentos am erind ios, p roducidos p o r el encuen tro de tres razas en la
Am azonia, com o esta versión de B o to Tucuxi, o D on Juan de los Ríos
amazónicos, m estizo seduc to r de las m ujeres ribereñas.
Estos lib ros estaban destinados a jóvenes en tre 11 y 14 años, a p rox i
madamente. Entonces para recrearlos en mi p ropia versión, escogí los
cuentos en que pudiera traba ja r con sen tim ientos de idealismo, aventu
ra, duda, indecisión, rebeldía a lo establecido, sensualidad y afirm ación
sexual. Me entregué al lenguaje de las artes visuales populares, en espe
cial al de los grabados del nordeste , que son una versión abrasileñada
de los grabados medievales europeos, y tam bién a las configura
ciones escénicas de las fiestas populares y sus ob je tos típ icos. Todo
e llo lo com plem enté con las vivencias de los viajes, cosas vistas, con
versadas e imaginadas en sus ambientes.
En m edio del cam ino en con tré esta mujer, aTereza Bicuda, una person
casi bruja, única en el re p e r to r io brasileño, a quien, con la ayuda del
C e n tro de Investigación de A r te Popular de la Universidad Federal de
Guayana,tuve el placer de sacar de nuestro caldero cu ltu ra l para in c o r
po ra rla al fo lc lo re brasileño.
88 C /' f a F i t * i p 3 / d /
Tereza Bicuda nació, crec ió y se o lv idó en
Guayana, tre in ta o cuarenta años atrás en el
de sconoc ido y m is te r io so ce n tro -o e s te
brasileño de Guimaraes Rosa, donde estaba
en terrada com o personaje. Fue fru to de la
imaginación de los que allá fue ron en el
pasado, a sacar oro . Una m u je r cuya riqueza
imaginada era in o p o rtu n a y d e sp ro po r
cionada en relación con el am biente social
de la región, pero que refle ja las luchas po r
el o ro y el poder.
A pesar de su in fin ita maldad, muchas veces
a través de ella, podem os aprender alguna
cosa sobre lo que significa ser mujer. Tam
bién me in teresé p o r las artes triba les a fri
canas que m elancólicam ente se enraizaron en Brasil y a través
de su energía, densidad de con ten idos y v igo r estético, p ro
du je ron nuevas expresiones en todas las form as de creación
artística.
Sin embargo, me parecía que estas fuerzas vitales no habían
encon trado espacios igualm ente vitales en los libros para
niños en Brasil, así que quise hacer un in tento .
N o fue fácil po rque me encon tré con un m undo dulce y a te r
ra d o r al m ism o tiem po. Pero fina lm ente, pensé, así es tam bién
el m undo de los niños.
Muchas personas me preguntan p o r qué mis diseños son tan
planos, sin ninguna profundidad de perspectiva. Siento que
tengo una visión de afuera, una visión de superfic ie sobre un
un iverso de creaciones que no son mías, pero de las cuales qu ie ro ser partícipe po r
la experiencia humana que ellas tienen. Una superfic ie a la cual me ap rox im o sensi
b lem ente, donde descubro lenguajes, significados.
Es com o ve r la co rteza de un m undo, in te n ta r toca rlo , sen tir sus climas, sus tu rb u le n
cias, y experim enta rlos en mi p ro p io m undo in te rio r.
“ Ver la piel p intada del planeta” es algo que aprendí a p a r tir de las magistrales p in
turas corpora les de los indios y de las representaciones gráficas que ellos hacen de
su am biente natural y cu ltu ra l. D e una fo rm a general, los niños hasta los ocho o nueve
años tam bién utilizan configuraciones planas para rep resentar y expresar sus v iven
cias. Por o tro lado, m uchos artistas com o M iró , alcanzaron grandes profundidades en
la cu ltu ra y el espíritu a través de lo plano. De esta manera, varios puentes pueden ser
constru idos a p a r tir de la decisión de to m a r este pa rtido , este cam ino gráfico.
Mis diseños tam bién son m uy coreográficos. Me gusta hacerlos bailar, y ahí está o tra
manifestación de una expectativa infantil. En el caso de los diseños para A frica, c o n ti
nente tan rítm ico , musical y danzante, esta in tención queda aún más clara.
D e todos los tem as que fui escogiendo, el que más me encanta y apasiona es el de las
m itologías indígenas. Para realizar este traba jo em prendí una búsqueda bib liográfica de
an tropo log ía brasileña, consulté especialistas en el área, educadores de escuelas indi-
r ev i s t a E n c o e r~t t r o s §01 9 9 7
genas,“ sertan istas” . Investigué los iconos visuales
de cada cu ltu ra abordada y princ ipa lm ente in ten
té , s iem pre que fue posible, o ír indiv iduos de esas
cultu ras narrando sus historias.
Pero, de tod o , lo que más me valió fue haber v iv i
do una tem porada en tre los indios nambiquara,
en sus aldeas. Esta vivencia a lim entó la investigación, la imaginación y
to d o cuanto necesité usar para c o n s tru ir una traducc ión poética del
m ito a mi lengua, que fuese accesible a la mentalidad in fantil y que
in te rfir iese m ínim am ente en la estruc tu ra orig inal de esas creaciones,
para no aprisionarlas.
Para acentuar los valores universales de esos m itos-poem as indíge
nas, voy a usar algunas palabras de Levi-Strauss:
“ Los m itos son al m ism o tie m p o historias contadas y esque
mas de una lógica fantástica que un hom bre crea para reso l
ver problem as que se presentan sobre planos diferentes. (...)
El m ito coloca y utiliza, en su lógica estruc tu ra l, conoc im ien
tos adqu iridos y cristalizados a lo largo de la experien ic ia
humana en diversos campos com o la botánica, la zoología, la
astronom ía y la medicina. Él narra la experiencia vital de una d e te r
minada cu ltu ra y expresa, sobre to d o , una fo rm a de pensam iento” .
Una parte fundam ental de mi traba jo está relacionada con la selec
ción de las h istorias, d e n tro de un re p e rto r io inm enso y riquís im o, ya
que en el te r r ito r io brasileño encon tram os p o r lo m enos I20 id io
mas indígenas d is tin tos. C om encé p o r escoger culturas de distintas
raíces, adaptadas en am bientes diversos, d e n tro de un c o n te x to gene
ral amazónico, en cuanto región socio-am biental. Muchas culturas
de jaron de ser abordadas en esta selección, p o r los lím ites que un
proyec to ed ito ria l de esta naturaleza tiene que confrontar.
Más allá de eso, gran pa rte de estos m itos, en princ ip io , no se pueden
adaptar a libros infantiles. Un gran volum en de in fo rm ación a n tro p o
lógica tendría que ser aportado para log ra r la com prensión de los
cuentos.Ya había decid ido que un puente en tre cultu ras indígenas y
no indígenas, el cual pre tendía constru ir, tendría com o c im ien to el
a rte verbal y visual, mas no la antropología.
Term iné p o r escoger m itos en que la belleza estética de las imágenes
lite rarias evocadas, que expusieran diferentes form as de pensar y
so luc iona r problem as inherentes al ser humano: la existencia en este
mundo, el am o r conyugal, el ce lo am oroso, la m uerte , el traba jo y la
holgazanería, el am o r filial y la separación m aterna (entendida com o
autonom ía para la vida), paz y guerra, etc.
Toda traducc ión o versión incluye pérdidas semánticas y poéticas. En
el caso de los m itos las pérdidas son mayores porque son eventos de
transm isión ora l que integran un con ju n to enorm e de lenguajes
expresivos, gestuales, escénicos, musicales, en las voces de sus dife
rentes narradores.
4̂® C i <; a F i -t *■ / p a / <d /
Hay narraciones en las que la platea se ve envue lto po r el na rrad o r de historias. Esto
puede suceder en la noche, a lrededo r del fuego de la maloca, o en pleno día, en el patio
y hasta en el transcu rso de una expedición de caza o pesca, andando p o r la maleza.
Situaciones de transm is ión de conoc im ien tos pueden se r más form ales e igualmente
rituales, pero tam bién perm ean la vida cotid iana con mucha naturalidad. Un con tado r
de h istorias se apropia de ese de term inado m om en to y lo utiliza a favor de la na
rrac ión: detalles del am biente, ob je tos de la cu ltu ra m aterial, ru idos
ex te rn os y las manifestaciones de los oyentes, to d o puede ser trans fo r
mado en in s trum en to expresivo para con ta r un cuento.
Es p o r ese m o tivo que yo creo que pa rtic ip a r en una rueda de cuen
tos en las aldeas, o s im plem ente o írlos , o v e r c o n ta r las h istorias, no
im p o rta el lugar, es una experiencia valiosa para quien busca supe
ra r las pérdidas de una traducción.
C uando hice estos libros, hace 12 ó I 3 años, en aquel de term inado
m om e n to del Brasil, tuve la in tención de co loca r la cuestión indígena
en plural: la diversidad de culturas fren te a la imagen este reotipada del
ind io en sus representaciones genéricas, muchas veces preconcebidas.
También escogí un abordaje que privilegiase el escudriñam ien
to cu ltu ra l en la cons trucc ión de las imágenes, abandonan
do las tendencias m ístico-fantásticas, que só lo realzarían
el aspecto e x ó tic o de estos pueblos. D e jando de lado
la descripción natura lista y la representación realista
que ya se venía haciendo, desde la M isión Francesa.
Voy a te rm in a r m ostrando los diseños que aprendí a hacer
con la experiencia gráfica de los indios yanom am i, que tienen
una pa rte de su población en Venezuela. Su re p e rto r io tra d i
cional está lim itado a puntos y líneas rectas esparcidas, si
nuosas y discontinuas. Cuando surg ió la op o rtun ida d de
realizar la expresión gráfica sobre papel, los yanomami
lo h ic ie ron con ta l intensidad y de fo rm a tan in tegrada a su m odo de vida que
la visión resu ltan te reveló un estilo original. Según ellos m ismos dicen respec
to a sus reg istros, más allá de la in tenciones figurativas y representativas, ex
presan los d ife rentes “ estados de ser” . D ife rentes estados de energía vital
que se manifiestan en todos los seres vivos y se extienden igualm ente a los
m inerales y a las ocurrencias climáticas y geográficas del am biente donde
estuvieren, en cuanto seres humanos.
A través de estos diseños-conceptos, los yanom am i han sido
los m ejores pro fesores de a rte que he logrado encon
t ra r hasta este m om ento.
La ¡lustradora costarricense, Vicky Ramos, recibió una fdSnación artística especializada en libros para niños y jóvenes, que ha utilizato ampliamente en su trabajo como ¡lustradora de libros, revistas y periodi?«. Ha publicado cerca de unos diez libros (Mo, Almófar, Los geranios y El color de los sueños,
han sido bien acogidos por la crítica, de los cuales Mo fue para formar parte de la Li^ta-de Honor de IBBY.
de Vlcky Ramos parecefiseguir Ja escuela muralista mexicana. Tal como Diego Rivera, sus persOTÍajes son autóctonos, muy definidos:
reflejan tanto una realidad social, como una cultura. Estos retratos, j i o obstante, también vienen enmarcados en un
fondo rrrftico-sagrado, como en Mo, en el que el segundoifjlano es un escenario lleno de
— símbSIos y melancolía.1 De'Sie el punto de vista técnico, se muestra '¡g ilm e n te diestra para
ilustrar a lápiz cbíjio a color. Sea cual sea la técnica que^eJija, siempre
logra la captación p s ico lò g ic h e sus personajes y es en ello en lo-que
_ reside su fuerza expresiva
V I C K Y
RAMOS
' j í g \S i c k y FZ a m o s
Trabajo en una ed ito ria l m edio tiem po, porque el o tro tiem p o p re fie ro
m anejarlo sola en mi estudio , un estud io bastante pequeño.
Probablem ente si trabajara tiem p o com p le to en una ed ito ria l o alguna
empresa, hace ra to hubiese dejado de d ibu ja r y estaría haciendo cua lquier o tra cosa,
com o con tes ta r el te lé fono o vendiendo los libros. Esto lo digo en pa rte porque, la edi
to r ia l para la cual traba jo en C osta Rica es una de las pocas que se dedica a la p ro
ducción de libros de te x to , así com o libros instituc ionales de c o rte educativo, d idácti
co y o tro tip o de proyectos.
Por estas razones y p o r mi función com o d irec to ra de a rte , pasan días en que no puedo
d ibu ja r pues además de revisar el traba jo de o tro s colegas, debo dar o rien ta c ión en
cuanto al proceso de ed ic ión y seguim iento de la im presión, que a veces no es lo que
más se disfru ta . Pero esta es mi realidad y la de o tro s ilustradores de m i país. A veces
tengo la o p o rtun ida d de llevarm e un buen lib ro para traba ja r en la tranquilidad de mi
estudio, o dedico unas horas a la semana
a la p in tu ra en fo rm a to s grandes, lo que
se ha con ve rtid o en un resp iro para no
asfixiarse en una ru tina que puede ser
“ estresante” o que puede dar al tras te
con la evolución del traba jo creativo. Es
tos años de traba jo me han ido enseñan
do a balancear los espacios, el tiem p o y
las necesidades del cue rpo y del espíritu.
Q u ie ro hablarles ahora un poco del con
te x to del que vengo, ya que ha sido deci
sivo en lo que hago actualm ente.
A lre d e d o r de 1978, en C osta Rica p rá c ti
cam ente no se conocía el té rm in o ilus
tra c ió n de libros para niños; se encon tra
ba en un pe ríodo no só lo de estanca
m ien to sino de virginidad.
Para los que iniciábamos estudios de pin
tu ra en la Universidad de C osta Rica, la
carre ra novedosa era la de A rte s G rá fi
cas, pero vista com o una carre ra muy téc
nica. Sobre ilustrac ión se hablaba poco,
era enfocada más bien hacia el campo
pub lic ita rio , bastante árida en su con
ten ido conceptual, casi p rim itiva . N o s o
tro s veníamos a ser com o los “ conejillos
de indias” , pero tenía que darse de esta fo rm a. Algunas veces aparecía un
p in to r que aisladamente ilustraba un lib ro pero siem pre consideraba el o fi
c io com o un a rte m enor.
Más o m enos en la m isma época se creó, en el pe rió d ico de m ayor c ircu
lación, un sup lem ento infantil. Éste era lo que más podría acercarse a una
lite ra tu ra para niños.
•1•#
r n' Qk mL l Para sue rte mía, la d irec to ra de la revista me conocía y quiso experim en
ta r conm igo. Yo estaba muy joven, recién salida de la secundaria, no tenía
absolutam ente nada de experiencia ni conciencia del campo en el que esta
ba entrando. Por supuesto, el traba jo era casi g ra tu ito , pero yo más bien me
consideraba afortunada de te n e r esta op o rtun idad . Este p royec to se vo lv ió
para mí una obsesión: una revista de 8 páginas todas ¡lustradas, tam año pe
riód ico , esto implicaba un traba jo m ín im o de 8 horas diarias, incluyendo
sábados y dom ingos para salir a tiem po.
La tecnología de im presión a c o lo r todavía era antigua — separaciones ma
nuales de c o lo r a cua tro tin tas en tod os los d ibu jos— .V iéndo lo desde aquí,
ahora, me parece im posible. C re o que me di cuenta de que algo en mí no
estaba bien, era casi masoquismo, casi locura, pe ro el resu ltado fue in te re
sante. Cada día había que experim en ta r una técnica, un estilo para no abu
r r i r al público ni a mí misma. A la gente le com enzó a llam ar la atención.
“ Z u rq u í” (nom bre del sup lem ento) em pezó a llenar un espacio en cada
casa y en cada niño, quienes ahora, quince años después, me cuentan com o
adu lto lo que significaba para ellos. Estas op in iones me im pulsaron a seguir
experim entando .
Empecé a darm e cuenta desde entonces de que el traba jo que estaba
haciendo era masivo, era im portan te , me absorbía to d o mi tiem p o casi toda
mi vida. De jé de lado muchas distracciones propias de mi edad, y con to d o
el p rec io que eso significaba asumí un com prom iso . Se fue perfilando algo
que gustaba a los niños y a los adultos, de acuerdo a las exigencias del
m ed io en esa época. El sup lem ento provocaba inquietudes en el público
in fantil que escribía, se interesaba, se estaba abriendo un m undo de pe r
sonajes e h istorias sacadas de su m ism o en to rno , que pensaban, se vestían,
actuaban y vivían com o ellos. C on un estilo que no era del to d o fantástico
ni realista, un estilo m edio sencillo, en un am biente que casi no conocía de
su prop ia semilla.
La necesidad nos fue acercando cada vez más a la lite ra tu ra , que tam bién
atravesaba una especie de sueño de “ Bella D u rm ie n te ” . Había escrito res
preocupados, tra tan do de hacer una lite ra tu ra que rom p ie ra el esquema
trad ic iona l del “ íto” y del d im inutivo.
Casi sin percatarm os empezamos a acercarnos tod os a un estilo prop io , y
de esta m anera a p a rtir de los 80 surge la gran necesidad de hacer lib ros
para niños de una m anera m enos casual.
¿Queríamos libros? Sí, pe ro m uy sencillos, con ilus tra
ciones a línea, a una tin ta y que no le qu itaran p ro tago
nismo al te x to ni en su fo rm a ni en su fondo.
Para este entonces me había encon trado con otras
personas con las mismas inquietudes de ilus tra r
lib ros para niños: Hugo Díaz, un m aestro de
la caricatura que ya había experim enta
do com o ¡lus trado r de libros con bue
nos resu ltados; Félix A rb u ro la , di-
‘ "” 4 4 \S i c k y F t a m o s
señador gráfico que exp erim e n tó du
ran te un tiem p o con libros y luego se
dedicó a la p intura ; G eorg ina García, d i
señadora gráfica tam bién con muchas
inquietudes de experim en ta r con lib ros de
niños, y A lva ro Borrasé, diseñador gráfico
con un es tilo novedoso y m oderno que no
existía hasta entonces para los niños.
Había dos o tres ed ito ria les dispuestas a
publicar lib ros ilustrados, era un lu jo que no
se podían dar todas. N o so tros , conscientes
de ello, procurábam os ser m uy considera
dos, se nos pagaba lo que se pudiera (casi
que hasta la fecha), y tra tábam os de hacer
ilustraciones que no “ rom p ie ra n ” demasiado
porque se co rría el riesgo de que no fueran
aceptadas y el lib ro no tuv ie ra una buena
acogida. Las posibilidades creativas de n o
so tros en ese m om ento eran muy lim itadas,
to d o el c o n te x to se prestaba para que el
lib ro que se producía apenas cum plie ra las
necesidades. Acom pañado a esto había que
¡lustra r libros y proyectos m uy didácticos y
cuadrados para aprovechar al m áxim o lo
que se “ invertía ” en nuestro trabajo. Esto lo
para que nos ubiquem os de n tro de las
lim itaciones del m edio que enfrentábam os
entonces. Sin embargo, e llo no obsta
cu lizó la evolución de nuestro traba jo , un
poco lenta pero con paso firm e.
D e esta manera, pudim os hacer lib ros en estas circunstancias que no eran una ma
ravilla pe ro que para noso tros han sido valiosos, porque se generó una conciencia
de traba jo en equipo y de necesidad de superarse en el cam po ed ito ria l. H ubo
respuestas de la gente, se estaba abriendo cam ino y esa ha sido la pa rte más resca-
tab le. Para lo g ra rlo hemos ten ido que arm arnos de paciencia y am o r po r el traba
jo, casi sin darnos cuenta ha surg ido una mística y una ética.
H em os te n id o que aprender a ser perseverantes y a reco no ce r los ac ie rtos y
desaciertos; a ve r cada lib ro com o una aventura que ap o rte algo al proceso de
desarro llo ed ito ria l.
U n iendo esfuerzos, a lrededo r de 1985, com enzam os a buscar maneras de hacer
ilustraciones aunque fuese a dos tintas, o a una tin ta pero con posibilidades de
in tro d u c ir técnicas com o textu ras, grises, traba jo a lápiz.
Entre lib ros m uy sencillos para co lo re a r apareció la ed ito ria l Farben, con ganas de
p ro b a r cosas nuevas y especializarse en lib ros para niños. Esta ed ito ria l consideró
la posib ilidad de hacer un lib ro a to d o co lor, que sería un boom com o presentación.
C o m o hom enaje a to d a una vida dedicada a los niños, se seleccionó un te x to de
una au to ra m uy conocida; un te x to bastante com ple jo , con una tram a más bien de
r ev i s t a E n c lj e n - t r o s1 9 9 7
c o rte psicológico y me saqué el prem io.
C uando com encé a ilu s tra r el te x to tuve
que leerlo c inco veces para asim ilarlo, no
estaba lista para tan to , to d o v ino de
y realicé unas ilustraciones técn icam ente
m uy elaboradas, con m ucho detalle, pe ro que no
aportaban nada nuevo al lib ro . Tanto el te x to
com o las ilustraciones d ieron com o resu ltado
una cantidad de libros en una bodega sin m o
verse, y com o consecuencia tuv im os que regresar
a la vieja idea de libros a una tin ta .
Así surg ieron lib ros com o Q uerem os jugar del
joven e s c rito r C arlos Rubio. En este p royecto
traba jé las ilustraciones en lápiz negro con sepa
ración de c o lo r manual para dos tintas, o sea,
negro más un c o lo r: un traba jo de mucha
cación. El resu ltado para mí fue
satisfactorio, sin embargo, para el equipo eso sig
n ificó un logro y en m ed io de to d o los libros
seguían siendo sencillos.
El g rupo pequeño de ilustradores se deshizo y
só lo quedamos dos personas que seguíamos en la
lucha a pesar de to d o , A lva ro Borrasé y yo.
A lva ro p o r su cuenta tam bién experim entaba con
un lib ro p o r aquí o tro p o r allá, y en m ed io de las
d ificultades y sin p roponérse lo com enzam os a
fo rm a r un equipo de trabajo.
Justo p o r esa época, a la au to ra Lara Ríos, p rem io
Nacional de L ite ra tu ra entonces, se le o c u rr ió
e scrib ir sobre los indígenas cabécar de Costa
Rica. Escribió una novela que t itu ló M o, que en
cabécar significa “ niebla” . Lara com b inó un realis
m o mágico con idealización; buscaba in te resa r a
los niños de la ciudad p o r la cu ltu ra indígena de una manera amena.
C osta Rica tiene una población indígena m uy reducida y está lejos del Valle
C entra l. Hay niños y adultos de la ciudad que desconocen casi to d o sobre los
indígenas. C on una novela com o ésta, los niños podían te n e r un acercam iento a
cóm o viven, cóm o se visten, cóm o son sus viviendas, cuál es su dios, cóm o sien
ten y utilizan los recursos naturales los cabécares. C on m o tivo del V cen tenario
del D escubrim iento , Lara se to m ó la tarea de investigar y fue con A lva ro Borrasé
a una reserva indígena; conviv ie ron con ellos p o r unos días. M ientras ella escribía,
A lva ro tom aba notas y apuntes para in ic ia r su traba jo de ilustración. Yo sólo
observaba y procuraba m antenerm e al margen. Una vez in iciado este proceso
in tu í que la com binación de A lvaro , Lara y el tem a iba a te n e r dificultades. Por
4G \/ i c l< y /? a m o s
problem as circunstanciales ambos esperaban algo d ife ren te del traba jo del
o tro , y esto generó dificultades. D ebo confesar que yo en mis adentros
había hojeado el lib ro y tenía varias ideas de cóm o so luc iona r algunos
aspectos, pe ro no podía dec irlo ab iertam ente para no com p lica r la
situación, pero de p ro n to el asunto se defin ió y en cosa de una semana
A lva ro con su honestidad característica habló conm igo y a los días yo esta
ba com enzando a ilu s tra r este proyecto.
C onfieso que tenía m iedo porque no ten ía ninguna experiencia en asuntos
indígenas; sentía que estaba vio lando algo que no me pertenecía. Estaba
in ten tando in te rp re ta r una cu ltu ra d ife ren te y decidí hacerlo honestam ente
com o yo me sin tie ra m ejor, sin p re te nd e r pensar com o indígena. A l p rinc i
p io me preocupaba qué pensarían ellos de este traba jo y así c o rr ie ro n seis
meses de traba jo constante, consultas con libros, fotografías, médicos sukias
(chamán indígena que cura con plantas y ritua les) y an tropó logos. Cuando
Lara y yo nos sentam os a ve r las ilustraciones de los ú ltim os capítulos, éstas
se habían desconectado en gran m edida del te x to . Entonces yo me p reo
cupé bastante porque ya estaban listas y eran bastante complejas y
elaboradas com o para hacerles cambios. Lara con esa actitud
siem pre positiva y abierta, se las llevó para su casa y con base en
lo que v io en ellas le hizo c ie rto s ajustes a su novela.
Estas ilustraciones decid im os trabajarlas en tin ta p o r muchas
razones:
• N o queríam os hacer un nuevo expe rim en to técn ico y des
cu idar aspectos de conten ido,
i \ • El blanco y el negro le im prim en un carácte r de dram a
tism o a la gráfica.
\ ’ La idea tam bién era rep resentar de manera sobria y más
o menos realista la fo rm a austera en que viven los indíge
nas.
Este traba jo lo d is fru té muchísim o, era de suma im p o rtan
cia que el es tilo de las ilustraciones se aproxim ara al realis
m o mágico porque era la m anera com o me sentía m e jo r
trabajándolas. A través del realism o, re tra té la fisonom ía de
los indígenas, su m anera de vestir, su vivienda y a través del
aspecto mágico su relig ión, su visión de la vida y de la
m uerte . A lo largo de to d o el lib ro aparecen grecas que
unen una ilustración con o tra y representan las raíces de
esta cu ltu ra. Estos diseños los saqué de los m otivos deco
rativos precolom binos.
M o tenía que ser una realidad po rque M o representa una
joven que debe ro m p e r esquemas de su m edio, que quiere
superarse, que tiene inquietudes y no pe rm ite que le co rten
las alas.
Después de esta novela, tuve la op o rtun ida d de enfren
ta rm e a o tro lib ro : Pedro y su teatrino maravilloso, de
r ev i s t a E n c cj e rt - t r o s 47̂1 9 9 7
nuevo, Carlos Rubio e n tró p o r
la puerta con o tra sorpresa y se
ganó el p rem io Nacional de L ite
ra tu ra para N iños con esta obra
llena de m ovim ien to .
Acababa de salir de M o, de una
ilus trac ió n casi realista, llena de
detalles, con un con ten ido fue rte en imá
genes, y llega Pedro y su teatrino m aravi
lloso, un lib ro de cuentos llenos de hum or,
de poesía y juego. Pedro es el t i t ir i te ro que
cuenta cuentos en cua lquier rincón y que va
hilvanando un poco de aquí y allá h istorias
diversas.Así com encé a experim en ta r o tro esti
lo to ta lm e n te d ife ren te , espontáneo. El lib ro me
llevó de la mano despreocupadam ente en tre texturas,
fotocopias, trazos de lápiz, tin ta chorreada, y así, fue ron
surg iendo ilustraciones con o tro r itm o , jus to lo que yo necesitaba
después de Mo.
El año de I993 marca un salto para nosotros: la posibilidad de hacer
lib ros a co lor, el su rg im iento de nuevos ilustradores com o Isabel Fargas
y Ana Luisa Núñez, la apertu ra de nuevos ho rizon tes en libros para niños,
que surgen del entusiasm o y apoyo de la esc rito ra Mabel M orv illo .
A l año siguiente se me presenta un p royec to ed ito ria l sobre los niños
indígenas de A m érica C entra l, auspiciado p o r la UN ESCO : Niñas y niños
del maiz, un panoram a que com bina cuentos, juegos y una sección
an tropo lóg ica de cada región. Me co rre spo nd ió la ilustrac ión de to d o el
tex to . El traba jo de docum entación fue esencial para este traba jo ya que
debía ser precisa en destacar las diferencias culturales.
La ilustrac ión debía ser sencilla, la traba jé en tonos muy suaves y con
detalles inacabados. En ciertas partes quise m antener una suavidad del
to n o el lib ro ; de transparencia que no cansara.
Me o c u rr ió algo in teresante, cuando ya pude p roba r el co lor, empecé a
va lo ra r el negro y el gris, y entonces los com biné. En el lib ro se alternan
dos páginas en c o lo r y cua tro en negro y gris. C om biné tam bién un esti
lo realista, casi fo tog rá fico con diseños artesanales, y d ibu jos estilizados de
c o rte fantástico.
Después de Niñas y niños del maiz, com ienzo a ilu s tra r un lib ro para
niños muy pequeños: Un tobogán en una burbuja de Mabel M o rv illo , senci
llo, lleno de música y hum or.
A qu í com biné tam bién el blanco y negro con el c o lo r en páginas alternas,
me d ive rtí haciéndolo com o me d ivertía y d isfrutaba de niña cuando m ira
ba libros con ilustraciones que todavía conservo.
Trabajé la técnica del lápiz con tin tas aguadas, co lores fue rtes y p o r
prim era vez traba jo los fondos. El m ov im ien to juega un ro l im p o rtan te en
w 48 \S i c k y /? a m o s
estas ilustraciones y la inco rpo rac ión de detalles s im bólicos que
estim ulan la observación en el le c to r y algunas in terpre tac iones.
S iempre pienso que los libros ilustrados dejaron una semilla en mi
espíritu de niña, un deseo de qu e re r en tra r en esos m undos mágicos.
Para mí fue de lic ioso escuchar a A n th o n y Brow ne, a B inette
Schroeder, e n tra r en su m undo com o nos lo pe rm itie ro n ; co m p a rtir
con Jorge Blanco su hum or, su experiencia. D is fru té enorm em ente
escuchando a Luis Garay de quien, com o “ casi paisana” , me siento
orgullosa com o si fuera yo misma. He d is fru tado de un ta lle r con Ci?a
F ittipa ld i com o si fuéram os amigas de siem pre, he aprendido de sus
in te rp re tac iones de o tras culturas, he com prend ido que el m undo de
la ilustrac ión no te rm ina de exp lo rarse, es una aventura infinita.
Y he llegado a la conclusión de que nos falta m ucho p o r aprender.
C ons idero que en mi país, si tuviese que calificar el desarro llo de la
ilustrac ión de libros en escala del I al 10, d iría que vamos p o r el 2 ó
el 3 pero vamos p o r buen camino. M i experiencia ju n to con la de mis
colegas que seguimos siendo no más de seis, y las ed ito ria les no más
de tres y los libros para niños no más de uno p o r año.
Pero es el in ic io de una aventura que qu ie ro
c o m p a rtir con ustedes, porque ahora viene
lo más d u ro y es que podam os tam bién los
ilustradores con ta r nuestras propias h is to
ria. Para eso todavía falta, pero p rim ero
debem os conso lida r a la ilustrac ión com o
pro fesión respetable que se defienda p o r sus
p rop ios m éritos . Espero que le toque a
generación este salto, y si no, p o r lo menos
que le dem os un impulso.
r e v i s t a E n c c / e n t r o s1 9 9 7
49
Nació en Granada, Nicaragua en 1965. Realizó estudios en la Academia de Bellas Artes de Granada y en 1983 se trasladó a Costa Rica, donde hizo estudios de ingeniería industrial en la Universidad Autónoma de Centro América. Más adelante viajó a Canadá, donde reside actualmente. Desde 1991 se ha dedicado a la ilustración de libros infantiles y ha participado en diferentes exposiciones individuales y colectivas en Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Estados Unidos y Canadá. Su primer libro, A Handfull of Seeds, ha sido traducido este año por Ediciones Ekaré como Un puñado de semillas.Recientemente publicó en Canadá una antología de cuentos latinoamericanos titulada Jade & Iron. En proceso de publicación se encuentran José y Big Enough."M i obra ha sido influida por el pintor francés Paul Cezanne y el muralista Diego Rivera. Esto es debido a que mis ilustraciones son
simples y tranquilas. En ellas todo está inspirado en la realidad de mi pueblo, como el resto de los países de Latinoamérica; es tiempo de darles a los niños del mundo algo diferente que desconocen desde temprana edad."Estos comentarios del ilustrador revelan las coordenadas de su trabajo plástico. Por un lado, las formas geométricas y el equilibrio triangular de las composiciones denotan la marca de los intentos precubistas de Cezanne. La línea demarca ciertos ejes donde la verticalidad y la horizontalidad se muestran como patrones, o bien estructuran las perspectivas en el espacio.Por otro lado, la corporeidad de las figuras como detenidas, a modo de instantánea, y el carácter social de los cuadros, recuerdan el trabajo de Rivera. También asumido en la capacidad para reflejar hondura psicológica en los rostros y postura, así como el sabor latinoamericano a través del manejo de ciertos iconos como el maíz, el frijol, el chile, los utensilios de cocina, las cestas, las marcas y el entorno de los personajes.Su técnica incorpora la textura mediante el uso de tramas en plumilla sobre las acuarelas, que se ven suavizadas por una especie de velo negro. Una sensación de pintura y grabado, concede una apariencia distinta a estas ilustraciones.
L U I S
G AR AY
i - c j i s G a r & y
Yo nunca pensé en ilu s tra r lib ros para niños;
no era esa mi idea pe ro las cosas suceden p o r
accidente. Un día obsequié unas de mis p in
turas a un gran amigo y alguien más vio ese
cuadro, tuve la sue rte de que esa persona era
un ed itor. El me llam ó y m e o frec ió ilu s tra r un
lib ro infantil. Yo no sabía si aceptar o no y al
final lo to m é com o un re to , ya que yo soy a r
tis ta plástico y no me consideraba ilustrador.
La idea de la h is to ria fue m uy ten ta do ra ya que
refleja el choque en tre dos culturas: la angloa
mericana y la nuestra. Adem ás era toda mi
experiencia vivida desde que dejé mi país para
v iv ir en el ex ilio p o r un pe ríodo de 9 años.
O tra de las cosas que pasan en to d o el p roce
so de ilu s tra r un lib ro , es pensar constan te
m ente en la h is to ria y en lo que está suce
diendo. N o todas las ideas vienen a la misma
vez, siem pre traba jo lo más fácil, o m e jo r d icho
las prim eras ideas y así con fo rm e vienen las
demás ideas las voy desarro llando. Pienso que
para mí es bueno traba ja r las ilustraciones
sim ultáneam ente, ya que esto me ayuda o me
tra d u c ir e lem entos que tal vez no se me o c u
rren desde un com ienzo. El resu ltado del lib ro fue excelente y la
experiencia me gustó, porque tuve la op o rtun ida d de in tro d u c ir
muchas cosas de Latinoam érica.
Seguidamente me o frec ie ron ilu s tra r un nuevo lib ro para Unicef,
fue algo sorp renden te para mí, po rque estaban buscando el
ilu s tra d o r aprop iado para esta h isto ria . El t ítu lo del lib ro es Un
puñado de semillas, el cual está publicado p o r Ediciones Ekaré.
A cerca de este lib ro he rec ib ido algunas críticas y en tre todas hay
una que me llam ó la atención. El c rítico d ijo que mis ilustraciones
presentaban una in trigante com binación de grabado y p in tura , y
en realidad me preocupo p o r darles ese acabado.Yo vengo de un
país donde existe la m e jo r escuela de tin ta en Latinoam érica y
siem pre fui apasionado p o r ella hasta que com encé a trabajarla.
Mi técnica, basada en el trazo co rtad o y el punto, es m uy fácil
pe ro tediosa, pues requiere de mucha paciencia. U no de mis
p ropós itos es hacer que mis ilustraciones sean diferentes las unas
de las otras. Parto de que lo que plasmo en mis ilustraciones es
muy tr is te , pero yo encuentro mucha belleza estética en los ele
m entos que u tilizo para la con form ación de las ilustraciones.
N o tra to de en con tra r una so lución a
través de mis pinturas, sino s im plem en
te hum anizar y a p o rta r un g ran ito de
arena. Tal vez algún día algún n iño al
c rece r sienta la necesidad de ayudar a
nuestros niños.
Hay dos cosas que qu ie ro com unicarles
y son contrariedades que cuando uno
las llega a entender, la vida se vuelve
más simple. Para mí la oscuridad es más
clara que la luz, p o r lo que en la oscu ri
dad encuentro absoluta claridad. La segunda, es que para ser un buen
a rtis ta hay que aprender a s im p lifica r ya que lo más com p le jo es
log ra r la simplicidad.
Finalmente qu ie ro hablarles un poco de mi más reciente p roducción
Hierro y Jade. En este lib ro tuve unas experiencias muy bonitas, las
cuales me h ic ieron aprender constantem ente.
C uando mi ed ito ra me en tregó las h istorias del lib ro , la p rim era p re
gunta que le hice fue si había alguna de Nicaragua. Esto lo hice porque
creo que es muy im p o rta n te que nos ayudemos, que aprendam os a
te n e r conciencia, puesto que es la única fo rm a en que podem os salir
adelante. La h is to ria se me concedió, pero a través del proceso
sucedieron algunas cosas com o la necesidad de cam biar el am biente
de la h is to ria para vo lverla un poco más latina y o lv idarnos de los
reyes y princesas. C re o que existen m uchos ilustradores que hacen
eso y pienso que está bien, ya que a los niños no se les puede p riva r
de la fantasía.
§g J <=>
J O R G E Desde hace mucho tiempo, Jorge I A Blanco se dedica al dibujo, al di-
l _ I N > - ✓ seño gráfico y a la escultura. Es muy conocido por su labor como ilustrador
para el Museo de los Niños, pero sobre todo
por sus dibujos humorísticos y por su perso
naje, El Náufrago.
Con pocas líneas y sin necesidad de hacer un gran despliegue técnico, Jorge Blanco logra
en sus ilustraciones — mediante el uso de colores cálidos y de mucho humor— captar la
atención de los niños.
Loss personajes de sus libros, siempre infan
tiles y muy sonrientes, invitan al lector a revi
sar los libros de información de una manera distinta; invitan a verlos como un objeto
divertido y entretenido. En Cocinar es un luego muy sabroso, son sus pequeños e
impacientes cocineros y los colores vivos, los que configuran el plano lúdico del
libro. Igualmente sucede en ¿Qué es la electricidad?, ganador de Los
mejores del Banco del Libro.
revista E n c cj e n - t r o s1 9 9 7
j U B l L A U M S B U r r
K r fprid>t:
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S i n b bie, b ie id> b a m a l« e r fre u t ;
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3u>«t lieg id> micb f i j t l i d ) frifiren ,
S i e ja n fte n m ir b d slu f) b a« ^ )a a r ;
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Historia de la Ilustración de libros para niños en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy
G I S E L A
S T O T T E L E
§4 g / s i* / . 1 s t (> t t t- / t‘
en con tra r una gran variedad de libros
para niños y jóvenes, ta n to en alemán
com o en inglés, francés y español.
También se puede en con tra r to d o lo
re lacionado con los nuevos medios
audiovisuales com o son los discos
com pactos, videos y C D -R om s.
En Alem ania, en las ciudades
con una pob lac ión m e
diana, de 30 a 50 m il habi
tantes, existe po r lo menos
una librería con una sección
dedicada especialm ente a
los lib ros infantiles. A qu í se
pueden encon tra r m ateria
les para todos los gustos y a
d iferentes precios una gran
variedad de libros álbum, libros infan
tiles, lib ros de iniciación a la lec
tu ra , cuentos de hadas, lib ros de
leyendas, lib ros in fo rm ativos y
lib ros de bolsillo.
Las lib re rías generales y
especializadas son las p r in
cipales consum idoras de li
bros para niños y jóvenes.
Las grandes casas d is tr ib u i
doras juegan un papel muy
im p o rtan te en este negocio,
porque cuentan con un stock perm a
nente de títu los de diversas e d ito r ia
les y pueden despachar los pedidos en
24 horas. Para c ita r un ejem plo, la
empresa Koch N e ff & O ttin g e r en
S tu ttga rt tiene a la disposición en sus
alm acenes ap rox im a da m en te unos
250.000 títu los d iferentes. Esta em
presa cuenta además con su p ro p io
tra n sp o rte para la entrega de los
lib ros . D ia ria m e n te se despachan
libros a 1.500 ciudades en Alem ania,
sin im p o rta r si están al n o rte ,al sur, al
Ilustración de libros infantiles producidos en Alemania
Me com place m ucho po de r estar
aquí en Caracas, en especial p o r
que este es mi p r im e r viaje a esta
región y tam bién a este herm oso
con tinente .
Desde hace 20 años traba jo com o
ed ito ra de lib ros álbum, princ ipa l
m en te para la casa e d ito r ia l
Ravensburger. Nací en el suroeste de Alem ania, específica
m ente en la ciudad de Ravensburg, ciudad a la que debe su
nom bre la m encionada ed ito ria l (creada desde hace más de
I 10 años). La ciudad de Ravensburg queda cerca del Lago de
Constanza, de Suiza y A ustria . A pesar de encon tra rse a
gran distancia de ciudades centra les com o M unich y
F rankfu rt, se ha hecho famosa a lrededo r del m undo gracias
al im p o rta n te papel que ha jugado su casa ed ito ria l.
En A lem ania al igual que en Francia, Holanda, Suiza, A us tria y
o tro s países vecinos, existe una industria de lib ros infantiles
a ltam ente desarrollada. Estos países cuentan con muchos
autores e ilustradores que se dedican específicamente a la
producc ión de este t ip o de libros. Ellos ejercen una p ro fe
sión rentable de la cual ob tienen sus ingresos, sobre to d o
cuando se dedican a d ic ta r charlas o conferencias en las
d ife rentes escuelas o bibliotecas.
Cabe destacar que el m ercado de lib ros de los países de
habla alemana constituye una unidad de mercado. En estos
países existe libertad de com petencia; los lib ros alemanes se
d istribuyen en A us tria y en Suiza de la misma m anera com o
los lib ros de estos países se d istribuyen en Alem ania. Así
m ism o sucede con los ilustradores y au tores im portan tes,
quienes son reconocidos en toda la región de habla alemana.
En Z u r ic h .p o r ejem plo, existe desde hace 25 años la L ibrería
de Libros Infantiles, una lib rería enorm e, en la que se puede
r ev i s t a E n c cj e n t r o s1 9 9 7
oeste o al este del país. Muchas librerías están utilizando
sistemas com putarizados de pedidos. M ediante este sis
tem a se pueden localizar en el m o n ito r del com pu tador
todos los títu los disponibles y se puede saber en un ins
tan te , cuáles libros se pueden ped ir a la d is tr ibu ido ra y
cuáles d irectam ente a la ed ito ria l. C uando se solicitan
los lib ros d irec tam ente a las casas ed ito ria les resulta
más económ ico, pero se requ iere un poco más
de tiem p o para rec ib ir la mercancía.
En A lem ania existen aproxim adam ente I00 ca
sas ed ito ria les que se dedican exclusivam ente a
libros para niños y jóvenes. En este a rtícu lo sólo
haré referencia a algunos libros y au tores de es
tas casas, sin m encionar los lib ros p roducidos a
gran escala para ser vendidos en kioskos, super
m ercados o grandes tiendas p o r departam entos.
En A lem ania se publican cada año a lrededo r de
4.500 títu lo s d ife rentes de lib ros para niños. Esto
representa más o menos 10% de la p roducción
to ta l de libros del país. En los ú ltim os años las
ed ito ria les de lib ros infantiles han aum entado
considerab lem ente la o fe rta de este t ip o de
libros. En cuanto a la calidad tam bién han ido
evo lucionando considerab lem ente, alcanzando
altos niveles. Esto ha generado una fu e rte com
petencia. C onstan tem en te salen al m ercado
nuevos tipos de lib ros y nuevas series; sin
embargo, tam bién cabe destacar que en la actua
lidad se nota un c ie rto descenso.
Libros infantiles
Si m iram os re trospectivam ente el p ro longado
desarro llo de la cu ltu ra de libros infantiles en los países de habla
alemana, debem os a d m itir que para con oce r la trad ic ió n de estos
lib ros en A lem ania, se debe re c u rr ir a los grandes clásicos, com o
p o r e jem plo, Hanschenschule (La escuela de Juancito), de F ritz
Koch-G oetha ( 1924); W urzelkinder (Los hijos de las raíces), de
Sibylle von O lfe rs ( 1907); Hanschen in Blaubeerwald (Juancito en
el cam po de las grosellas), de la suiza Elsa Beskow; Die Geschichte
von Babar (Las historias de Babar), de Jean de Brunhoff; así com o
S truww elpeter (Pedro Melenas), son considerados libros clásicos
que todavía se siguen editando. En la lite ra tu ra infantil podem os
m encionar títu los com o Die Márchen der Brüder Grim m (Los cuen
tos de los herm anos G rim m ); las h isto rias de Erich Kástner Emil
und die Detektive (Emil y el de tective) o Heidi, de Johanna Spyri.
Desarrollo histórico de los libros infantiles
después de la Segunda Guerra Mundial
Después de la Segunda G uerra M undial, es
dec ir hace 50 años, tuvo que p roduc irse en
casi todos los ám bitos del acon tece r nacional
un nuevo com ienzo. En este m om ento , qu i
siera hacer alusión a Jella Lepman, quien orga
nizó inm ediatam ente después de la guerra en
una A lem ania to ta lm e n te destru ida, una expo
sición con más de I00 libros internacionales,
lo cual para aquel entonces significó em pren
de r una empresa que requería de m ucho valor.
En I947 fundó la B ib lio teca In ternacional de la
Juventud de M unich: la co lección de libros
infantiles más grande del m undo. Esta b ib lio te
ca ha serv ido de s itio de traba jo y consulta
para becarios de m uchos países, quienes han
pod ido d is fru ta r de estas instalaciones y de
excelentes fuentes bibliográficas para desarro
llar sus proyectos de investigación.
Después de I945 la reconstrucc ión de A lem a
nia fue una empresa com ún. Sin em bargo con
la división de A lem ania en dos países, con o b je
tivos po líticos bien diferenciados, y con el le
van tam iento del M uro de Berlín en 19 6 1, el
desarro llo de la lite ra tu ra in fantil to m ó cam i
nos opuestos.
De esta época tem prana, podem os m encionar
algunos ejem plos de la A lem ania O rien ta l:
W e rn e r K lem ke, ¡lus trado r con un do m in io de
una gran diversidad de estilos, quien e laboró
las ilustraciones para los cuentos de los he r
manos G rim m .
En I958 apareció en el m ercado el fam oso li
b ro ilustrado Peter und der W o lf (Pedro y el
lobo) de Franz Haackens, quien con una técn i
ca poco com ún, log ró con tra s ta r el blanco y el
negro en relación con pocos colores. Este li
b ro se e d itó p o r m edio de licencias a lrededo r
del mundo.
Klaus Ensikat, uno de los ¡lustradores más con oc i
dos en A lem ania hoy en día, de m os tró desde sus
in icios un gran ta len to . Sus dibujos, enmarcados en
el siglo X IX , expresan hum or, p ro fund idad y sobre
to d o una gran precis ión en los detalles que de
m uestra la excelente m inuciosidad de este a rtis ta
para ilu s tra r el tem a de un libro. Este m ism o año,
su ob ra com ple ta fue galardonada con el p rem io
A lem án de L ite ra tu ra Juvenil [N o ta del e d ito r:
Ensikat rec ib ió en 1996, en fecha p o s te r io r a esta
conferencia, el p rem io Andersen, considerado “ el
N o b e l” de la lite ra tu ra in fantil].
Los años 60. La influencia extranjera
En la A lem ania Federal siem pre ha ex is tido una
marcada influencia del ex tran je ro . En p rim e r lugar
de los Estados Unidos, sobre to d o a través de las
tiras cómicas, películas y lib ros del m undo de W a lt
D isney y su im perio . Evidentem ente, la evo lución
del a rte de la ilus trac ión no ha escapado de esta
influencia.
Una gran cantidad de lib ros ha invadido el m erca
do de libros de A lem ania m ediante la concesión de
licencias, com o los lib ros de A lice y M a rtin
Provensen, Die Neue Arche Noah (La nueva arca
de Noé) que tuv ie ro n una gran influencia en el esti
lo de las ilustraciones de los años 50 y 60.
Leo Lionni c reó su lib ro más fam oso Das kleine
Blau un das kleine Gelb (El pequeño azul y el
pequeño am arillo), uno de los p rim eros lib ros de
ilustraciones abstractas, que hasta el presente no
ha encon trado ningún sucesor. A p a r tir de 1967,
M aurice Sendak se c o n v ir t ió en leyenda con sus
libros; especialm ente p o r W o die w ilden Kerle
wonhen (Donde viven los m onstruos), la h is to ria
de un niño que experim enta fue rtes sentim ientos
y que en un m om e n to de rabia huye al país de los
m onstruos salvajes. En un princ ip io , este lib ro fue
duram ente criticado , pero ahora es pun to de dis
cusión para un nuevo en tend im ien to de la infancia.
En los Estados Un idos tam bién surg ieron en los
años 60 p ro to tip o s de libros infantiles de in fo rm a
ción, siem pre cambiantes y publicados bajo nuevas
series p o r distintas ed itoria les. Los libros de Joe
Kaufmann siem pre han m arcado h ito en la lite
ra tu ra infantil. Mein ersters Technikbuch (M i
prim er libro sobre técnica) o Mein ersters Buch
vom Körper (M i prim er libro del cuerpo humano) todavía form an
pa rte del program a de la ed ito ria l Ravensburger.Joe Kaufmann es
un ilu s tra d o r que sabe muy bien rep resentar las escenas con bas
tan te exactitud. M ediante d ibu jos claros, sencillos, con co lores
estim ulantes y llenos de h u m o r pe rm ite que los niños logren
com p ren de r más fácilm ente los tem as más com plicados.
Los libros infantiles de in fo rm ación del ilu s trad o r Hans Jürgen-
Press tam bién alcanzaron un gran éx ito . En su lib ro Spiel das
W issen scha fft (El juego que estimula el conocim iento) describe
experim entos fáciles de la naturaleza y de la técn ica que los m is
mos niños pueden realizar sin m ayor esfuerzo. D uran te 25 años
estos juegos fue ron elaborados para la revista “ D e r S tern” y a
p a r tir de 1964 se ed ita ron en fo rm a de lib ro y se p ro du je ro n m i
llones de ediciones en to d o el m undo.
Los años 70 y 80
Las décadas de los 70 y la de los 80 fue ron m uy fructífe ras para
el desarro llo de la lite ra tu ra in fantil y de la ilustrac ión de libros
infantiles en Europa C entra l. La polém ica po lítica y social así
com o las pro testas del m ov im ien to estudiantil en 1968, tuv ie ron
su repercusión en la lite ra tu ra infantil. Las ed ito ria les y los
autores com prom e tidos logra ron im p on e r una manera nueva de
e n tender las necesidades de los niños. Paulatinamente, los libros
infantiles ilustrados han dejado de rep resentar el m undo perfec
to del niño p ro teg ido y feliz. Este hecho justifica el surg im iento
de libros de aventuras sobre temas com o la fam ilia y su e n to rn o
social, la m ue rte , el d ivorc io , la enferm edad.Tam bién existe la p ro
ducción trad ic iona l de libros muy bien vendidos, com o fábulas,
leyendas, h istorias de animales, en tre o tros . Para c ita r algunos
ejem plos, podem os m encionar a F riedrich Karl W ä c h te r con su
convincente h is to ria ilustrada sobre la amistad y la solidaridad
W ir können noch viel zusam m en machen (Todavía nos falta
m ucho por hacer), con la cual ob tuvo el p rem io A lem án de
L ite ra tu ra Juvenil en su novena edición.
Jorg M ü lle r es conoc ido p o r A lle Jahre w ieder saust der
P reluftham m er nieder (Todos los años el ru ido de la máquina
com presora se escucha de nuevo), una secuencia de dibujos que
ilustran la transfo rm ación de un paisaje cam pestre de ensoñación
en una gran ciudad m oderna.
r ev i s t a E o c c j e n - t r o s1 9 9 7 §1-
También destacan G abrie le Lorenzer con Emma; Verena Ballhaus y Ne le
Maar con Papa wohnt le tz t in der Heinrichstrasse (Papá vive ahora en la
calle Heinrich), p rem io A lem án de L ite ra tu ra Juvenil en 1989.
En la misma época escrib ió U rsu la W ö lfe l W ahren Geschichten (Historias
verdtideras). G udrum Pausewang en Die grauen und die grünen Felder
(Cam pos grises, cam pos verdes) habla sobre niños que padecen la
pobreza y la desigualdad social. C on esta ob ra inicia una serie de libros de
crítica social para niños y jóvenes, en tre los cuales está La m iseria de la
fam ilia Caldera, que tra ta sobre el destino de una fam ilia en un país la ti
noam ericano. G udrum Pausewang se ha desem peñado además com o p ro
fesora en varios países, incluyendo a Venezuela.
También me gustaría m encionar a Michael Ende, quien fa lleció hace pocas
semanas, p o r su novela para niños llena de poesía y crítica social: M om o, la
cual, al igual que La historia interm inable, causó un gran im pacto en los
niños de to d o el m undo. Peter H ärtling em pezó tam bién a escrib ir h is to
rias com prom etidas sobre los niños y su realidad social y em ocional. Por
su pa rte la sueca A s tr id Lindgren se c o n v ir t ió en la au to ra mas leída en
A lem ania con su lib ro Pipi Langstrum pf
(Pipi Calzas Largas) y m uchos o tro s
libros maravillosos.
El libro infantil de información
Este t ip o de lib ro ha ocupado hasta el
presente un lugar im p o rtan te d e n tro del
m ercado de libros infantiles. Se pueden
d ife renc iar dos tipos: el lib ro in fantil de
in fo rm ación y el lib ro de in fo rm ación
ilustrado. En la mayoría de los casos, este
t ip o de libros perm anece en la lista de
libros de m ayor salida del catálogo de las
ed ito ria les duran te más tiem p o que los
cuentos infantiles tradicionales. Muchas
veces se desarro llan lib ros ilustrados
específicos, diseñados de acuerdo a la
edad de los niños. Este traba jo lo realizan
las ed ito ria les con juntam ente con los au
to res. Los lib ros ¡lustrados de prim eras
palabras se consideran lib ros de in fo rm a
ción. Estos son elaborados con páginas de
ca rtón y contienen ilustraciones diseña
das especialm ente para que el niño pe
queño descubra y reconozca los ob je tos
que lo rodean.
C o m o ejem plos podem os c ita r a Spanner
co: Mein erstes W örterbuch (M i prim er
libro de palabras); a D uden B ildw örte r
buch (D iccionario ilustrado), una reco p i
lación de conceptos generalm ente o rd e
nados de acuerdo a la disposición de los
espacios conocidos p o r los niños.
Hace ve in tic inco años A li M itgutsch de
sa rro lló sus lib ros llenos de ilustraciones
sin tex tos , escenas narradas m ediante f i
guras bien estilizadas que pe rm iten al
n iño descubrir y con ta r lo que observa a
su alrededor. De estos libros, utilizados en
tod os los preescolares de A lem ania, se
han ed itado m illones de copias.
Desde hace más de 10 años los libros
infantiles de in fo rm ación narrados han
pene trado el mercado. Estos libros inclu
yen in form aciones simples sobre cual-
narradas a par-
3 8
N arraciones in form ativas sobre h is to ria
son Das grosse Buch der Steinzeit (El
gran libro de la prehistoria) e laborado
p o r dos jóvenes escrito res alemanes; o
la obra recién publicada de Jórg M ü lle r
A u f de r Gasse hinter dem Ofen (El
callejón detrás del horno). Este a u to r
suizo ob tuvo en 1994 el p re m io Ander- sen, m áxim o galardón in ternacional en
este género. Su lib ro m uestra una ciudad
du ran te la Edad Media, con ilustraciones
t ip o afiches, extrem adam ente precisas
que reproducen fie lm ente la atm ósfera
de la época.
Los tem as más tra tados en los libros de
in fo rm ación son casi siem pre los anima
les, países ex tran je ros y pueblos. Un
e jem p lo de este nuevo cosm os-in fantil
es un lib ro del alemán (F rede rik H e t-
mann) sobre los indios n o rte a m e ri
canos, un tem a que ha sido tra tad o
desde muchas perspectivas. Hetm ann ha
escrito m uchos libros in fo rm ativos para
jóvenes y es un excelente investigador y
co n o ce d o r de los temas de sus libros.
En casi todas las tiendas p o r departa
m en tos , jugueterías o lib re rías se
pueden conseguir libros de la serie
“ Q ué es qué” de la ed ito ria l Tessloff, a
precios razonables y sobre temas de
in terés para los niños.
Series y coproducciones internacionales
A h o ra nos re fe rirem os a los lib ros p ro
ducidos m ediante coproducciones in
ternacionales. Los ¡lustradores invo lu
crados en estas coproducciones no tra
bajan ind iv idualm ente sino que trabajan
con juntam ente con el cop roduc to r. A
dec ir verdad, en A lem ania no se realiza
ron este t ip o de coproducciones sino
que más bien se o to rg a ro n licencias
para ed ita r en Francia e Inglaterra. Las
ed ito ria les líderes son G allim ard Jeu-
nesse de París y D o rlin g K inders ley de
Londres. La perfección del diseño gráfi
co, del m ateria l ilus tra tivo y de im pre
sión con la que trabajan estas casas edi-
t i r de experiencias cotidianas. Este tip o de
libros requiere de buenos tex to s narrativos
e ilustraciones precisas. D e acuerdo a la
experiencia ob ten ida con ellos, se ha
com probado que los niños se id en tifi
can más fácilm ente con las personas y las
acciones que ejecutan.
En los ú ltim os años muchas ed itoria les han
desarro llado libros infantiles con elem entos
m ovibles. Estos libros resultan m uy atractivos
porque son una invitación al juego. Su p roduc
ción resulta m uy costosa y en muchas oca
siones, para a h o rra r costos, se im prim en en
ed ito ria les de Asia o en C o lom b ia . Ejemplos de
producciones alemanas de este género son Die
Uhr und die Ze it (El reloj y el tiem po) de Bae-
Leii y Andresen, y Eins, fünf, viele (Uno, cinco,
m uchos) de Pacovska.
La diversidad de temas de los libros infantiles de información
El lib ro in fantil de in fo rm ación abarca una gran diversidad de temas
com o h istoria , geografía, aventura, técn ica y m uchos o tros . Un
e jem plo de este género es Die W ald-Uhr (El reloj del bosque) de
Imgard Lucht, uno de los libros de la serie de relojes, desarro llados
p o r esta au to ra con juntam ente con la casa ed ito ria l para sum inis
t ra r in fo rm ación sobre la flo ra y la fauna de la Europa C entra l.
r e v i s t a E n c u e n t r o s1 9 9 7
Nuevos medios. El CD-Rom
H§En el m ercado de libros de in fo rm a-
c ic ló n el disco com pacto juega cada1
í v e z un papel más im portan te . Esto
fe.se com p rob ó claram ente en la Feria
de Libros de F rankfu rt en octubre ,
tona les son im presionantes,
p roducción de grandes
de ediciones
nales pe rm ite o frece r
bastante com petitivos. Las
racterísticas principales de es
tas ed ito ria les son diseño grá fi
co com putarizado, tex to s c o r
tos y un o rdenam ien to claro. K indersley, p o r ejem plo, trabaja
con fo tos sobre fondo blanco. Esto facilita enorm em ente el
traba jo de traducc ión de los te x to s a o tro s idiomas.
Contactos con las editorialesde la Alemania Oriental antes de la reunificación
Me re fe riré brevem ente a los con tactos con ed ito ria les de la
República D em ocrá tica de A lem ania. Hasta 1989 existían ed i
to ria les im portan tes de libros infantiles que trabajaban bajo el
sistema po lítico de la RDA y funcionaban com o ed itoria les del
Estado. La organización era muy d ife ren te a las de occidente,
básicamente porque no existía la fu e rte com petencia prop ia de
la econom ía de libre mercado. El traba jo con jun to con e d ito
riales de la RDA era m ínim o. Por e jem plo, las series de libros
in fo rm ativos producidos en Francia e Ing laterra no se publica
ban en la RDA. Después de la reunificación en 1989, la mayoría
de las ed ito ria les estatales quebraron . El proceso de p riva ti
zación de estas empresas se desarro lló m uy lentam ente. Las
casas ed ito ria les del oeste pasaron a ser las dueñas de los p ro
gramas ed itoria les más im portan tes del país. Hasta el presente
todavía hay m uchos autores e ¡lustradores ta lentosos de la
antigua A lem ania O rie n ta l que no han encon trado una e d ito
rial donde trabajar.
donde los visitantes pudieron apre
cia r 400 títu los e lec trón icos dife
rentes. Los niños de los países ricos
p ro n to podrán con ta r con todos los
equipos necesarios para u tiliza r es
tos discos com pactos. En la A lem a
nia occcidental 9% de los hogares ya
poseen una com putadora personal
con C D -R om instalado. El C D -R om
es una fo rm a muy en tre ten ida de
aprender. El disco com pacto, p o r
e jem plo, pe rm ite almacenar más de
100 juegos diferentes. El estilo de las
ilustraciones está fue rtem en te in flu
enciado p o r el es tilo de las tiras
cóm icas, ¡Estud iar tiene que ser
d ive rtid o ! Bien sea que se tra te del
aprendizaje de idiomas extran je ros,
vocabu lario básico, de la maravilla de
nuestro cue rpo o de la educación
sexual.
Los contactos internacionales ganan cada vez mayor importancia en el mercado de libros
Las ferias constituyen la m e jo r a lte r
nativa para establecer contactos in
te rnac iona les , p rinc ip a lm e n te la
Feria de Libros Infantiles de Boloña.
Este es un s itio de encuentro donde
se congregan cada año las e d ito r ia
les de todos los continentes. En esta
feria se exhiben los títu los nuevos y
las últimas innovaciones ed itoria les.
A ella asisten las casas ed itoria les,
sus representantes de ventas y el
público lector.
w G i s g I 3 S - t o - t - t e í / e
Boloña tam bién se ha con ve rtid o
en un fo ro ob ligado para los
ilustradores. Desde hace algunos
años existe en esta ciudad italiana
una exposic ión in ternacional de
ilustraciones, organizada p o r la
d irecc ión de la feria con jun ta
m ente con im portan tes escuelas
de a rte en Ita lia , Francia y
A lemania. Boloña es tam bién un
s itio de encuentro para organiza
c iones in te rna c ion a les co m o
IBBY (O rganización Internacional
del L ib ro Infantil), en la que par
tic ipan actua lm ente 62 países,
que trabajan para p ro m o ve r el
in terés en la lec tu ra en todos los
países del m undo y que en estos
m om entos se encuentra reunida
aquí en Caracas.
Charla presentada en la Asociación Cultural
Humboldt en noviembre de 1995 en el marco de las
actividades conjuntas del Banco del Libro, IBBY
(Organización Internacional del Libro Infantil), y la Feria
Internacional del Libro
de Caracas.
F R A N KRUPRECHT
Frank Ruprecht, nacido en el año 1941 se fo rm ó como librero y luego estudió d i
seño public itario. Puesto que en las agencias publicitarias se veía obligado a
pregonar cosas con las que no estaba
convencido, decidió retirarse de ese tra bajo para trabajar por su cuenta.
Desde entonces ha publicado muchos
libros para niños y jóvenes. Con el libro
Ven hermano oso, nos vam os culmina SU séptimo libro ¡lustrado.De los libros álbum de Ruprecht se dijo
que habían logrado "el mejor ambiente
de cuentos". Jacobo sueña estuvo en lista nominaciones para el premio alemán de
libros juveniles. También fue condecorado con el premio al libro ilustrado Till
Eulenspiegel por su libro Piel blanca.
F= r a r~t k: FZ ta p> r e cz H F
¿Qué es literatura infantil?
La p regun ta parece m uy fácil de
responder: lite ra tu ra infantil es lite ra tu
ra para niños.
Sin embargo, eso no es del to d o c ie rto .
Los con ten idos y temas de la lite ra tu ra
infantil son los m ismos que los de la li
te ra tu ra para adultos. La diferencia ra
dica en que las form as de presentación
han sido adaptadas al desarro llo social
de los niños. Y debido a que los desa
rro llo s sociales o cu rren de manera
dife rente , el paso de una a o tra se p ro
duce con c ie rta fluidez.
Los autores de lite ra tu ra in fantil son
personas adultas. Ellos ya han pasado
po r las fases del desarro llo social del
niño; escriben con la experiencia y bajo
la perspectiva del con oce do r y adaptan
su con oc im ien to a las necesidades y a
la capacidad de asim ilación de los niños. Además, están en capacidad de re
presen ta r situaciones abstractas y complicadas de una manera sencilla.
C item os un ejem plo:
Un prob lem a que ocupa actualm ente la a tención en Alem ania es el c re
ciente neonacionalism o. Sus características más resaltantes son el racism o
y la xenofob ia que ya han cob rado sus víctimas.
Q uienes han investigado sus causas se rom pen los dedos escrib iendo acer
ca del tem a, aunque sólo lo abordan en un plano te ó rico . Para en tender las
investigaciones sociológicas hace falta una fo rm ación académica.
Los niños así com o la mayoría de los adultos no poseen esa fo rm ación . Por
ello, veo la necesidad de e n co n tra r una m anera sim ple de tra n s m itir esa
in fo rm ación. Tal fo rm a tiene la función de presentar las causas y sus re la
ciones de manera com prensib le para todos. Este con ju n to de in form ación
es a la vez una presentación y concientización del problem a.
Tal concientización debe redundar en una visión crítica de la posición de
cada quien.
E laboré un lib ro ilustrado sobre el tem a de la xenofobia. De acuerdo a mis
experiencias con niños y adultos hasta la fecha éste cum ple con los c r ite
rios exigidos.El lib ro lleva com o títu lo Donde crece la pim ienta. Este t í tu
lo ya in tro du ce el problem a y denom ina a A lem ania com o un país que se
encuentra m uy lejos.
El ra tón ilus trado en c o lo r negro pe rm ite re m itir la experiencia a cua lquier
o tro lugar. Se tra ta de una experencia p rovocadora que debe representar
una con trad icc ión .
El lib ro relata el encuentro en tre dos ratones cuyos pelajes d ifieren el uno
r e v i s t a E n c u e r i - t r o s1 9 9 7
del o tro . M olli de piel blanca es la p ro tago
nista. Es bonachona, servicial y cum ple con
las condic iones de una figura positiva con
quien el le c to r identificarse. S iempre acom
pañado p o r W o lle , su herm ano, pe rson ifi
cación del op o rtun is ta . Se adapta a cualquier
s ituación para sacar el m e jo r provecho para
sí m ismo.
La m adre es to ta lm e n te apolítica y muy
ingenua. El padre de la fam ilia de pelaje blan
co es una persona negativa. D ien te G rande
personifica a alguien que ha logrado el bien
estar. Pero, en el m om e n to en que la in tro
m isión de un ex trañ o altera su concepción
burguesa de o rden y ve en pe ligro su bien
estar, reacciona de una manera salvajemente
agresiva.
Estos cua tro personajes representan un p e r
fil de la población alemana y tal vez de o tro s
países.
Donde crece la pim ienta es el resu ltado de
observaciones y experiencias propias. La his
to r ia es só lo un aspecto de las investiga
ciones sociológicas ya mencionadas.
Los niños com prenden esta fábula de ma
nera d ife ren te de acuerdo a su desarro llo
social y a su e n to rn o personal. N o obstante, la fábula es una h is to ria
d idáctica que toca am pliam ente el tem a del co m p ortam ien to social. A
m edida que la edad del n iño avanza, la h is to ria es relacionada con la
situación po lítica actual.
La crítica lite ra ria clasifica a Donde crece la pim ienta com o lib ro infan
til. Sin embargo, los adultos la asimilan tal com o los niños; y los induce
a te n e r más com prensión y to le rancia . El lib ro además favorece una
in te racción en tre niños y adultos.
Lógicam ente tengo dudas de que la h is to ria produzca una trans fo rm a
ción radical en la conciencia de los hom bres. Pero toda fo rm a de in flu ir
es m e jo r que la resignación.
G 4 E r a n k: F< u p> r e c hi t
II ¿Debe ser la literatura infantil de corte político?
A lo que respondo claram ente que tiene que serlo.
En A lem ania la ocupación pre ferida de los niños es la te levis ión. A los
niños se les bom bardea fo rm a lm en te con series de en tre ten im ien to
estructuradas de la fo rm a más simple, llenas de clichés, sen tim ientos
falsos y vio lencia bru ta l. El niño que ve televisión a d ia rio tiene que
enfrentarse a un p ro m e d io de ve in te cadáveres. Sólo se hace la d ife
rencia en tre el bien y el mal. Es legal e lim inar el mal.V iolencia y m ue rte
se conv ie rten en algo co tid iano y conducen a la carencia de sensib ili
dad y al recrudecim iento . La estadística de hechos de lictivos c o m e ti
dos p o r jóvenes es un cla ro ind ic io de
ello.
La lite ra tu ra infantil tend rá siem pre la
gran tarea de o frece rle a lternativas a los
n iños desde m uy tem prano. Esta debe
estim u la r y desarro lla r su pensam iento
crítico .
Y ¿cuándo es más o p o rtu n o el pen
sam iento c rítico y su consecuente ma
nera de actuar que en la situación
m undial en la que nos encontram os?
A lg un os e jem p los de e llo son: los
en frentam ien tos bélicos y la im potencia
de la Naciones Unidas, la represión con
tra grupos m in o rita rio s , la d is c r im i
nación religiosa, la rep a rtic ió n in justa de
la riqueza en tre el n o rte y el sur, la
dependencia y exp lo tac ión postco lon ia l,
y la destrucc ión del m ed io am biente.
Un vuelco hacia una situación m e jo r
debe surg ir a través de una conciencia
crítica política. Se puede despe rta r y
estim u la r tal conciencia, a través del
e jem plo o precisam ente a través de la
lite ra tura .
A con tinuación o tro e jem p lo de lib ro
sobre el tem a de la guerra.
La h is to ria de Jacobo sueña no da ju ic ios de valor. Le deja a quien
contem pla sus ilustraciones la libe rtad de sacar sus propias conclu
siones. N o se puede presionar para reso lver problem as. Las solu
ciones deben surg ir a través de un proceso de concientización prop io .
revista E n c cj o n t r o s (̂ §1 9 9 7
III. La elaboración de un libro álbum.
Me imagino una h istoria , escribo los te x to s y realizo las ilustraciones
correspondientes.
Lo an te rio rm en te d icho no es lo com ún ni tam poco la regla.
N o rm a lm e n te un a u to r escribe una h istoria . La envía a la ed ito ria l la
cual decid irá sobre su publicación. De ser positiva
la decisión, la ed ito ria l busca a un a rtis ta que rea
lice las ilustraciones.
El a u to r ve p o r p rim era vez las ilustraciones casi
siem pre, cuando el lib ro ya ha sido im preso y cu l
minado. Esta práctica crea generalm ente impases
en tre el a u to r y el ilustrador, porque el p rim e ro se
siente mal in te rp re tado .
Por e llo se recom ienda, para log ra r un traba jo en
con ju n to más provechoso en tre las dos partes,
anexar un storyboard antes de realizar los d ibujos
finales. G enera lm ente , un lib ro álbum posee 32
páginas incluyendo la cub ierta . Son entonces 16
páginas dobles. Si son ilustraciones a doble página
es necesario anexar 16 bosquejos continuos. Estos
sirven de base para las conversaciones en tre el
ilustrador, p o r una parte , el a u to r y la ed ito ria l p o r
la o tra . Sólo cuando haya acuerdo, el ilu s trad o r
podrá com enzar con la e laboración defin itiva de
las ilustraciones.
Esta m anera de p roceder puede a su vez ser muy
frus tran te , debido a que usualmente los autores de
te x to s carecen de imaginación ilus tra tiva y só lo confunden al
ilu s tra d o r con proposic iones absurdas. En este caso, el ilu s tra d o r
debería o lvidarse de tal cooperación, o presentarle al a u to r de una
vez el traba jo culm inado. C on e llo se c o rre el riesgo de haber t ra
bajado en vano.
C on el ú ltim o de mis libros decidí c o rre r el riesgo. El a u to r del
te x to , Lu tzTa thenow me había enviado su m anuscrito El día de los
m ilagros p id iéndom e ilus tra rlo . El te x to poético , pe ro pobre en la
tram a, me fascinaba p o r que se prestaba a in terpre tac iones. Me
senté a ilus tra r sin pensarlo m ucho, sin acuerdo previo con el a u to r
o la ed ito ria l. Además de la in te rp re ta c ión real del te x to le inventé
algunas relaciones a la tram a. Estas narraciones ilustradas no
destruyen su desarro llo ; mas bien conv ie rten a este lib ro en una
mina de descubrim ientos para quien lo contem pla.
Q>Q> E r « 3 n /< Ft lj p> r e c E F
IV. Estructura de un libro álbum
El lib ro álbum tiene un c o m ie n zo ‘A ’ y un
final ‘X ’ . Lo que o cu rre en tre ‘A ’ y ‘X ’
o cu rre en un sólo nivel de la narración.
Los diferentes niveles, re trospectivas o
re flexiones pueden con fund ir al peque
ño le c to r y aparta rlo de la verdadera
in tención del autor.
‘A ’ no tiene p o r qué ser el com ienzo
rea l.A este le puede preceder una h is to
ria no contada.
El com ienzo tiene que con tene r c ie rta
tensión para desperta r la curiosidad del
lector. Sin tal ayuda al com ienzo, el le c to r
lo tilda rá de ab u rrid o y lo descartará.
Luego de ‘A ’ decae la tensión. Se desa
rro lla la tram a de la h istoria . A co n ti
nuación va subiendo la línea de tensión
lentam ente y luego muy rápido. Esta cu l
m ina en el clímax. Ese clím ax puede ser
el pun to ‘X ’ . A quí puede con c lu ir la his
to ria . Yo p re fie ro personalm ente una
nueva caida de la tensión que tenga lugar
si es posib le en la ú ltim a página, para
log ra r una salida tranqu ila y ab ie rta que
sirva de reflex ión al lector.
PROGRAMA SUJETO A CAMBIOS - DETALLES CONSULTAR PRENSA
EneroDomingo 12 de enero
Domingo 19 de enero
Domingo 26 de enero
Del 20 de enero al 19 de marzo
Programa5a Serie de Conciertos con Charla Introductoria:"La Obra completa para Clavecín de Johann Sebastian Bach” Temporada 1997, por el Maestro Abraham Abreu (clavecín) Primer Concierto: "Obras Misceláneas"Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm / Entrada Bs. 500,oo
5a Serie de Conciertos con Charla Introductoria:"La Obra completa para Clavecín de Johann Sebastian Bach"Temporada 1997, a dos claves por el Maestro Abraham Abreu (clavecín) y la participación especial de los clavecinistas Mariela Guillen y Renato de ZordoSegundo Concierto: "Las Seis Triosonatas"Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm / Entrada Bs. 500,oo
5a Serie de Conciertos con Charla Introductoria:"La Obra completa para Clavecín de Johann Sebastian Bach"Temporada 1997, a dos claves por el Maestro Abraham Abreu (clavecín) y la participación especial del clavecinista Renato de Zordo Tercer Concierto: "Obras Misceláneas - El Arte de la Fuga (Primera Parte)" Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm / Entrada Bs. 500,oo
Taller de Danza Contemporánea para Jóvenes Nivel PrincipianteDirigido a jóvenes de ambos sexos con edades comprendidas entre 17 y 26 años con mínimas condiciones físicas para el trabajo corporal.
Duración: 8 semanas - Días: lunes y miércoles - Hora: de 4 a 5:30 pm - Inscripción a través del teléfono: 576.81.50
Horario de Exposiciones Avda. Jorge Washington, cruce con Avda. Juan Germán Roscio,San Bernardino, Biblioteca - Medioteca
Lunes a viernes:9:00 am - 6:00 pm
Lunes/M artes/Apartado 60.501, Caracas 1060-A Venezuela. M iércoles y Jueves:
10:00 am -1:00 pm
Sábados: Ruta Metrobus N- 421 desde Bellas Artes, 3:00 pm - 6:00 pm Viernes:
9:00 am - 1:00 pm 10:00 am - 1:00 pm
Domingos:Tlf. 552.64.45 - 552.76.34 552.94.67, Fax: 52.56.21 Sábado:
11:00 am - 2:00 pmVer prensa
Paia su conocri ento b ACH tene vlgibncb p rada y apoyo polclal las 24 horas del dìa, tanto para su estacònarri ento pivado coma para las calles adyacentes
PROGRAMA SUJETO A CAMBIOS - DETALLES CONSULTAR PRENSA
FebreroDomingo 02 de febrero
Domingo 16 de febrero
MarzoDetalles ver Prensa
Del miércoles 12
Detalles ver prensa
Del miércoles 12
Detalles ver prensa
Programa5a Serie de Conciertos con Charla Introductoria:"La Obra completa para Clavecín de Johann Sebastian Bach" Temporada 1997, a dos claves por el Maestro Abraham Abreu y la participación especial de la clavecinista Marien Abreu Cuarto Concierto: "El Arte de la Fuga"Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm / Entrada Bs. 500,oo
Excursión al Avila: "Subida al Hotel Humboldt" con la participación de ornitólogos y botánicos expertos en la flora y la fauna del Parque Nacional El Avila / Sitio de reunión: Sede de la ACH /Hora 9:00 am
Teatro: "El Señor Pablo " estreno de la obra del dramaturgo alemán Tankred Dorst, puesta en escena por la Fundación La Quimera Teatro, bajo la dirección de Santiago Sánchez.En colaboración con el Ateneo de Caracas. Detalles ver Prensa.
Exposición: "Klaus Kinski", selección de tomas realizadas por elfotógrafo Beat Presser, asistente de cámara al director de cine WernerHerzog, durante el rodaje de las películasEn colaboración con el Ateneo de CaracasInauguración: Miércoles 12 de marzo /Ateneo de CaracasSala de Arte y Ensayo Margot Benacerraf / Detalles ver prensa
Ciclo de Cine: "Retrospectiva de Werner Herzog", conjuntamente con laexposición de Klaus Kinski. Proyección de las películas másrepresentativas de la producción del autorEn colaboración con el Ateneo de CaracasSala de Arte y Ensayo Margot Benacerraf / Detalles ver prensa.
Las charlas literarias de la Prof. Lieselotte de Vareschi comienzan el Lunes 13 de enero de 1997 y se ofrecen quincenalmente en la Biblioteca Alexander von Humboldt. Mayor Información en la recepción de la ACH.
Para su conocim ento h ACH teñe v ’gilancia pr ivada y apoyo policial las 24 horas deldia, tanto para su estacbnani ento pivado coito pata bs calles adyacentes
m .A p r e n d e r A l e m á n
e n l a A C H
e s u n p l a c e r , p o r q u e n u e s t r o s i s t e m a c o m u n i c a t i v o
d e e n s e ñ a n z a
d e 1 i d i o m a f a c i l i t a
s ua p r e n d i z a j e , a d e m á s n u e s t r o s c u r s o s p r o m u e v e n
e 1i n t e r é s n o s ó l o
p o r e l i d i o m a s i n o t a m b i é n
p o r l a c u l t u r a a l e m a n a .
NIVELES: Los programas de cada nivel se elaboran igual que en A todos los Goethe-Institut, lo cual nos da el prestigio de una institución reconocida a nivel internacional. El programa de cursos incluye cursos de:N IV EL B A SIC O (G rundstufe)- 6 Trim estres = 1 año y 1/2 NIVEL INTERMEDIO (Mittelstufe) - 6 Trimestres = 1 año y 1/2 N IV E L AVANZADO (O berstu fe) - 4 Trim estres = 1 año
TIPO D E CURSOS:2 veces x semana de 120 ó 150 min Lunes y Miércoles o Martes y Jueves 8:00 - 10:00 AM / 3:45 - 5:45 PM / 6:00 -8:00 PM Sábados 9:00 a 1:00 PMPróximamente ofreceremos cursos semi-intensivos.
EXAM ENES: Los exámenes del Goethe-Institut, reconocidos a nivel mundial, son válidos para la admisión en las universidades de Alemania.G RU N DSTUFE I A BSCH LU SSPRÜ FU N G (Examen del Nivel Básico I)ZERTIFIKATSPRÜFUNG DaF (Certificado Alemán como lengua extranjera)Zentrale Mittelstufenprüfung (Examen Central, Nivel Intermedio) KLEINES DEUTSCHES SPRACHDIPLOM GRO SSES DEUTSCHES SPRACHDIPLOM
______________Para m ayor inform ación dirigirse al D epartam ento de Idiom as _
( ^ CURSOS DE IDIOMA
Entrada principal de la sede de la Asociación Cultural Humboldt en la Av. Jorge Washington,
cruce con Av. Juan Germán Roscio, San Bernardino.
Nuestros profesores, altam ente calificados,
trabajan con los materiales didácticos más modernos.
Todo el mundo está a su alcance con Lufthansa.
Cada 60 segundos, despega uno de nuestros aviones para llevarle a más de 180 ciudades en 87 países.
En pocas palabras, nuestros destinos cubren casi todo el globo terráqueo, y como siempre pensamos en todo, contamos con oficinas para atenderle aun en aquellos lugares a los que no volamos.
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© LufthansaCaracas (02) 951 05 33 / 951 01 11 / 951 00 44, Maracaibo (061) 91 35 91 / 91 35 90, Valencia (041) 21 12 29 / 21 59 36