el naranjo, un sueño, un reto, una satisfacción……....
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El Naranjo, un sueño, un reto, una satisfacción…….
Dos Alfredos, de Las Salas, en su cima.
Esta primera foto es de cuando pasé en el año 2009 por la Collada Bonita y vi el Naranjo por primera
vez de cerca; iba con Chorbo y Fakir, dos amigos.
Lo ves y te impresiona, y sobre todo cuando forzando la vista ves el tamaño de las personas, lo que te
indica cual es el de la pared..........
Naranjo cara este, septiembre de 2009, en cada círculo un escalador:
En aquel momento en mi cabeza creo que empezó a bullir la idea de intentarlo algún día.....Si amas la
montaña y eres de la zona de Picos de Europa, ¿Cómo no intentar subir su pico mas emblemático? : El Picu, El
Naranjo o Urriello… y poner los pies en sus 2518 metros, donde ni los rebecos pueden llegar.
Si además existe la posibilidad de que sea el "guía" tu propio hijo, y subirlo juntos por primera vez, se
convierte en……………un sueño.
El sueño fue tomando cuerpo. Decidimos subir la vía mas “sencilla”: la directísima o de los Martínez,
abierta en 1944: Cuatro largos de cuerda y una trepada hasta la arista, después se avanza por ella hasta la
cima. El paso mas complicado, un V, en el primer largo.
Cara Sur del Naranjo con su característico anfiteatro, septiembre de 2009.
Vía de Los Martínez: En las reuniones (en círculo rojo) segunda y tercera hay un escalador; dos en el tercer
largo:
El sueño dio paso a los planes, el año pasado se complicó y no pudo ser; este año en el verano le pusimos
fecha: el 22 de Septiembre. Solo teníamos que tener suerte para intentarlo, y para ello el tiempo a esa altura
juega un papel fundamental. Toda le semana anterior siguiendo las previsiones: los futurólogos del tiempo no
se mojaban porque sobre Las Azores había un medio huracán y los “modelos matemáticos” no les decían de
forma clara para donde iba a ir (quien nos iba a decir a nosotros que eso nos iba a beneficiar…).Decidimos que
al refugio de Urriello había que ir y allí ya veríamos; las cosas se deciden a pie de obra.
El jueves 21 queda todo cargado en el coche para que Alfredo nos recoja a la salida del trabajo el
viernes; hay que llegar antes de las 11 de la noche al refugio.
A media tarde estamos en el Collado de Pandébano (1218 mtr), ¡menos mal que dejan ya subir el coche
hasta aquí!, nos han quitado una hora de pateo. El cartel nos dice que hasta el refugio nos llevará dos horas y
cuarenta y cinco minutos. La niebla amenaza con meterse.
En el Collado de Pandébano 1218 metros:
Se va confirmando: la niebla poco a poco se cierra, aunque perdida no hay; la senda está muy “trillada”.
Nos cruzamos con las mulas y el mulero que venían de vuelta de aprovisionar el refugio:
Eugenia en el sedo cerca del Collado Vallejo:
Cuando ya nos parece que se nos va echar la noche encima, adelantada por la espesa niebla, se nos
aparece El Picu entre jirones de nubes; aún da el sol en el alto:
No es difícil ver a los rebecos cerca, en este caso es una manada de hembras con sus crías:
Al fin y después de superar 750 mtrs de desnivel en dos horas y media (eso los ancianos, por que el
sherpa lo hizo en una hora menos) llegamos al refugio al pie de la impresionante cara norte del Naranjo con sus
500 metros de desnivel.
Para nuestra sorpresa no hay demasiada gente, unos 20; normalmente en estas fechas se suele llenar,
tiene 84 plazas. Alfredo indaga y averigua que la mayoría van a ir por otras vías, no por la nuestra. Es buena
noticia ya que suelen hacerse atascos en ella. Las previsiones inciertas del tiempo ha hecho que se raje mucha
gente….
Refugio Urriello 1960 mtrs.:
Aunque por la noche estuvo soplando el viento, cerca del amanecer amainó. A las 6.30 arriba, a las 7.30
estábamos ya pertrechados para iniciar la escalada, empieza a clarear y para los primeros pasos hasta la canal
de la Celada hay que usar el frontal. Hace frio….Eugenia nos despide y fotografía.
A la puerta del refugio, al fondo el mar de nubes, emergiendo la Sierra del Cuera; debajo el mar
Cantábrico:
Sabemos que hasta el pie de la vía nos va llevar una hora, queremos ser de los primeros en iniciarla si es
que hay mas cordadas que la vayan a subir.
Del refugio hay que descender ligeramente para coger el inicio de la canal de la Celada, al este del
Naranjo.
No vemos a nadie de momento; cuando vamos por la mitad, al mirar abajo vemos a dos iniciando la subida,
son el Venezolano, (¡personaje!!), y su compañero, que conocimos ayer. Apretamos el paso para que no nos
alcancen.
Arriba de la canal de la Celada, el sol ya corona al Picu. Resoplo no se si por la subida que hemos hecho o
por ver lo que me espera….
Nos vamos acercando a la pared, ya no hay prisa, el Venezolano ya no nos sigue, ¿donde irían, él y su
amigo? Nos acercamos por una pendiente escalonada de roca blanca. Hay que localizar el inicio de la vía, que
queda debajo de un gran balcón.
Al alzar la vista vemos que alguien se nos ha adelantado y están acabando el primer largo, no nos
importa, estamos al pie del bastión del Cantábrico, nuestro objetivo, nuestro sueño; el tiempo es inmejorable y
tenemos ya unas enormes ganas de afrontarlo.
Mientras nos preparamos dejan libre la primera reunión.
Son las 8.30.
Zona escalonada al pie de la vía de los Martínez.
En la primera reunión, circulo rojo, dos escaladores:
Llegamos al pie de la vía, Alfredo la estudia y ve claro por donde atacarla, le miro, miro la vía y no lo
veo tan claro, sé por los croquis y las guías que este es el paso más complicado, un V, y que mi límite técnico no
anda lejos.
Me atrevo a insinuar sino seria mejor tirar por un canalizo tipo tubo de órgano recto para arriba, al
tiempo que le manifiesto mis dudas ante el paso. Lo tiene claro y me anima: “Es menos que lo que el otro día
pasaste en Las Hoces de Vegacervera, así que vamos”.
Estamos listos, son las 9 y la primera reunión está libre, Alfredo ataca la pared, sube recto y
se desplaza ágilmente hacia la grieta de la derecha, ya en ella pone el primer seguro; ¡joder, con que facilidad
lo ha resuelto!, me digo a mi mismo, al tiempo que trato de grabar sus movimientos, sé que ejecutarlos bien
pude significar pasarlo o no.
En un pis-pas asciende por la grieta, sale de ella, le dejo de ver para al poco oír: “reunión”; saco las
cuerdas de la “cesta” con la que le aseguro, Alfredo empieza a recoger la cuerda. Uff!!! me toca, ahora llega lo
real; me echo la mochila a la espalda, y cuando me cae encima, tiemblo, ¡coño lo que pesa! Temíamos el cambio
de tiempo, así que va cargada: dos plumas, dos chubasqueros, mis botas (bien pesaditas, me deje las zapatillas
en Las Salas), las zapatillas de Alfredo, gafas, agua, frutos secos, el turullo (no veáis que ganas tengo de
tocarlo en el alto). Alfredo ya ha tirado de toda la cuerda y me da el grito de “arriba”, dudo de mis
posibilidades. Hemos estado todo el tiempo en sombra, el sol no baja aún de la 1ª reunión y tengo las manos
frías, agarrotadas; me decido y me agarro a la pared, subo poco mas de un metro y me dispongo a hacer el
lateral a la derecha, hacia la grieta, me sorprendo a mi mismo y me encuentro ya en ella. Entro justo y para
ascender por ella tengo que sacar el cuerpo hacia afuera, la mochila tira de mi hacia atrás, hacia el vacio,
menos mal que solo es de tres metros, si estuviéramos por allá arriba…. Resoplo, vaya que resoplo, cojo
resuello y asciendo poco a poco, en la salida de la grieta hay algo de panza, tengo que sacar aún mas el cuerpo y
me cuesta, ¡ que si cuesta!!. Un poco mas …, y salgo, vuelvo a coger resuello y hasta la reunión pan comido…
En el largo 1º intentando salir de la jodida grieta:
Me aseguro, me da el sol, miro alrededor, me relajo, he podido pasar lo teóricamente mas complicado,
hasta hago alguna foto.
Comento al guía que me pesa horrores la mochila, sacamos mis botas y se las cuelga del arnés, ¿lo
notas?, me pregunta, ¡lo noto y mucho!, casi kilo y medio menos….
En la 1ª reunión ya asegurado y relajado:
Alfredo se dispone a salir: 2º largo; hay que ir hacia la derecha unos 4 metros y salir por el segundo
canalizo. Le miro y le admiro: que fácil lo hace; de nuevo lo pierdo rápidamente de vista, la panza de la peña me
lo oculta. Esta vez tardo mas en oír el grito de “reunión”, es normal este largo es de 40 metros.
Antes de salir yo de la reunión, llega un vasco, Fernando, le comento que tendrán que tener paciencia,
que soy nobel y algo mayor….Me pregunta la edad y me confiesa que detrás lleva un amigo, muy montañero,
pero no escalador y que tenia la espina del Naranjo clavada, ya intrigado le pregunto de que años me habla, y
me dice que 70!!!!!!!!!, joder con el Julián, que es como se llama, menos mal que son de Eibar, por que si fuera del
mismo Bilbao….
2º largo a punto de perder de vista a Alfredo:
Subo el segundo largo sin tropiezos, los agarres son muy buenos, disfruto mientras avanzo, me encuentro
seguro, ¡una gozada!. Lo comparto con mi sherpa particular.
Casi sin damos cuenta hemos hecho también el tercero (30 metros) y estamos en la reunión.
En la reunión tercera:
El quinto largo engaña, es bastante mas fácil e invita a no asegurarse, es de de dificultad III.
Es un error, hay que hacerlo; aquí ha habido varios accidentes por exceso de confianza:
Recogemos las cuerdas, de aquí en adelante, hay una trepada hasta la arista, dejamos la mochila, saco el turullo,
lo quiero subir; antes de meterlo al bolso lo hago sonar dos veces:
Decidimos, bueno el guía decide, que hay que ir encordados hasta arriba. No habíamos subido diez metros
cuando oigo un sonido sordo “clon”, y otro, me giro y veo el turullo dando tumbos Picu abajo: clon, clon, clon…….
solo nos quedó avisar: “piedra”, aunque fuera cuerno. ¡Joder que disgusto!.
Ya en la arista a las 12.45. Al otro lado una vista impresionante.
Seguimos toda la arista en una ascensión ya suave y disfrutona, incluso grabo un video. No sabemos a
donde volver la vista, todo espectacular!! Por fin arriba, mucha emoción y alegría, hemos cumplido el
sueño de subirlo juntos. Son las 13 h.
Chasco, no está la Virgen, solo la peana.
Mirando hacia el mar Cantábrico:
Hacia Torre Cerredo:
Disfrutamos un rato de la cima, el tiempo acompaña y apenas sopla el viento. Recorremos y nombramos
los Picos y las Torres, los Puertos y los Jous, los pueblos…
Decidimos iniciar la bajada, son las 13.15, empezamos el destrepe, cuidadin no conviene resbalar, ni
tropezar.
Alcanzamos las mochilas y nos preparamos para disfrutar de la pared repelándola; antes hacia
nuestra izquierda vemos que aparecen como por encanto el venezolano y compañía, salen por el agujero
que viene de la vía Cepeda.
Primer rapel:
Aún nos quedaba alguna sorpresa, cuando hacemos el segundo rapel y alcanzo a ver la reunión,
veo que está a tope de gente que sube, llego a su altura y me uno a otros seis. Alguien me dice que si llevo
cuerdas de 60 es probable que llegue a la siguiente reunión, en la que no hay nadie; estiro las piernas sobre la
pared echándome hacia atrás lo mas que puedo, la panza de la pared no me deja ver si llega la cuerda o no,
decido no arriesgarme y me aseguro por debajo de un argentino que animaba a su novia que iba abriendo.
Entablo conversación y me dice que es “argentino patagónico”; no pierdo la oportunidad de mostrarle mi
admiración por su tierra, me anima a no dejar de conocerla al tiempo que me pregunta de donde soy, empiezo
por decirle que de la zona de Riaño, inmediatamente a su derecha una voz me pregunta ¿de que pueblo?; por
entre las piernas del patagónico, que esta por encima de mi, me asomo le localizo y le digo: de Las Salas, y ….
otra sorpresa, al contestarme: yo nací allí (¿??) No me lo podía creer, en un atasco en el Naranjo y me
tropiezo con uno de Las Salas; si, continua, nací en la Vegalión (toma!!!). Ya medio de chufa le dije que si aún
estaba el avión…Me cuenta que su padre, Candido vivía en la casa de Iberdrola, que hay en el molino, y que fue
el anterior inquilino a Teyo, quien es a quien yo mejor conocí.
Increíble…, risas, me da recuerdos para Belén, Manuela, Serafín, etc.…Me aclara que ellos y las otras dos
cordadas que están aún subiendo, salieron por la mañana de Pandébano, donde durmieron, ya que no les daba
tiempo en llegar al refugio por la noche
Alfonso de Las Salas, nacido en el barrio de abajo, en la Vegalión; visto entre las piernas del patagónico:
Oigo gritar a Alfredo varias veces, ya que aunque le contesto diciendo que espere, que hay
atasco y que se lo diga a los vascos, no me oye. Le gritamos a la novia, también patagónica, que se lo cuente a
los de arriba. Se aclara la situación; cuando se despeja un poco aparece Alfredo, bajamos a la siguiente
reunión, adonde efectivamente la cuerda hubiera llegado, pero justita.
Para agilizar el movimiento en los días de tráfico hay en la reunión dos zonas de anclaje
equipadas. Mientras nos preparamos ya hablamos de las cervezas del refugio con los vascos; estamos en esto,
cuando me dice Fernando “no fue eso un cuerno”, “no me pareció”, le contesto; no pasa medio minuto y esta vez
lo oímos bien. Gritamos a los de abajo que se nos había caído, ¡No me lo podía creer!, nos lo dejan al pie de la
senda.
Preparando el último rapel, detrás los vascos: en primer término Julián, a su derecha Fernando
y Antxon de espaldas.
Alfredo en el último rapel: incluye los dos primeros largos, unos 55 metros…Una gozada:
Son las 15 h. Alfredo, hijo y guía, ha cumplido su promesa: ha subido a su padre; juntos y por primera vez
han escalado El Naranjo.
Recuperamos el turullo, está maltrecho, pero después de la caída que ha tenido…, pensaba
encontrarlo peor. Lo volveréis a oír:
Alfredo, padre, ahora si, ya abajo, ¡¡¡feliz!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
A las 16 h. en el refugio, llega el momento de celebrarlo y que mejor que una cerveza!!!
Me cruzo con el Venezolano, que bromea sobre la estrecha relación entre la escalada y la cerveza…
Nos cuenta, que nació en Venezuela por un accidente debido a la “política turística de Franco”; sus
padres son tinerfeños.
Caras de felicidad y relax…………
Eugenia nos confiesa que le ha entrado el gusanillo de la escalada y Alfredo no pierde la oportunidad y
dice: “veis como no soy tan raro…”