el objetivo es analizar una diversidad de procesos ...menciona el cultivador. anexa a la partija hay...
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el objetivo es analizar una diversidad de procesos reproductivos.
Por eso el estudio de esa diversidad de estrategias productivas y
reproductivas se basará a continuación en el concepto de «parente-
la», no en el de «casa»: realizará el seguimiento de una parentela
de «ricos», una segunda parentela de «foratarios», y una tercera
de «caseiros». Porque la diversidad interna dentro de cada grupo,
y los procesos de ascenso y descenso social tienen importancia al
menos similar a los contrastes existentes entre los tres grupos.
III.3. DE SEÑORES A CAMPESINOS: LA PARENTELA
DE LOS CARBALLO
«Nabos e señores
canto mais raros millores» (68)
En 1858 se realiza partija (69) entre los herederos de AntonioCarballo y Antonia de Neira, matrimonio titular de la Casa deCarballo, en San Martiño. El patrimonio es inventariado en unvalor global de 92.000 reales, de los que un 92 % corresponden abienes raíces. Buena parte de estos bienes están radicados en SanMartiño, 459 ferrados de tierra y tres casas, tasados en 37.000reales, un 40 % del valor de la herencia. Pero también hay conside-rables partidas de bienes en las cercanas parroquias de Sta. Leoca-dia y Ramil del ayuntamiento de Castro de Rei; en Ferreiros (ayto.de Pol); en Baltar, Crecente, Gueimonde y Ubeda (ayto. de Pastori-za); y en Cabaneiro (ayto. de Abadín). Aunque dispersas por variosayuntamientos, las posesiones se situan en unas pocas parroquiasmuy cercanas unas de otras. Y así la mayor parte del patrimoniose concentra en un área bastante reducida, un círculo de 10 kms.de diámetro.
(68) Cuanto más «raros» -espaciados- se siembran los nabos, mayor tamaño
alcanza la raíz, cuanto menor es la concentración de «señores» -«ricos»- en un
área determinada, mayores dimensiones cobra su patrimonio y p^der.
(69) «Partija otorgada entre los herederos hijos quedados de D. Antonio Carba-
llo y Dña. Antonia de Neyra», I-IX-1858, Documentación privada.
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En el Cuadro XXI se sistematiza alguna información sobre laorganización de la explotación de ese patrimonio. Destaca el escasopeso de las rentas de origen foral. Primero, porque las pensionesque gravan sobre los bienes de Cas Carballo, y que tienen stt origenen censos o foros eclesiásticos, importan apenas 33 ferrados de
cereal y 100 reales, menos de lo que pagan muchos campesinos deSan Martiño en foro por la misma época. Segundo, porque en elconjunto de los ingresos de Cas Carballo, unos 400 ferrados de
cereal anuales, apenas un 30% tienen su origen en rentas forales,mientras el resto se cobran en concepto de arrendamiento (70).
Los arrendamientos por un corto número de años, y con renta
fija estipulada en cereal ( 71) no son una novedad en la organización
CUADRO XXII
RELACION DE RENTAS QUE PERCIBE Y RENTAS QUE
PAGA LA CASA DE CARBALLO EN 1858
Número Centeno Trigo Reales Capones
Partidas ( Ferrados) (Ferrados)
Rentas percibidas totales 39 380,5 18,5 199 4
" " por Arrendamiento 15 266 13 90 -
" " por Foro 24 114,5 5,5 109 4
Rentas pagadas (por foro) 13 32,85 - 133,75 -
Fuente: «Partija ... dé D. Antonio Carballo y Dña. Antonia de Neyra»,I-IX-1858, Documentación privada.
(70) En la par[ija, las rentas Corales se describen refiriendo su importe y el
nombre y vecindad del pagador, no los bienes que gravan; las fincas «arrendadas»
se enumeran individualmente, con sus lindes y mensura, y sólo incidentalmente se
menciona el cultivador. Anexa a la partija hay una lista de pagadores de renta, en
la que se especifican nombre, vecindad e importe de la renta, así como la razón
del pago: los arrendatarios son denominados «casero».
(71) Como la escritura de «Contrato de arrendamiento a 1\'icolás de Canto»
por una duración de seis años, en renta anual de 12 Cerrados de centeno, Documenta-
ción privada.
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de este patrimonio, y la práctica frecuente de renovar al mismoposeedor permitía una cierta estabilidad de los cultivadores. Asíla mayor parte de las tierras que poseía Cas Carballo en las parro-quias de Crecente, Baltar y Ubeda, en el ayuntamiento de Pastoriza,se cedían en arrendamiento en 1815, 1828 y 1858, y los mismosnombres, o al menos los mismos apellidos suelen repetirse en laslistas de pagadores ( 72). Pero no parece que a mediados del S.XIX foro y arrendamiento constituyan ya formas optativas decesión de la tierra. Parecen indicarlo los propios criterios según loscuales se inventarían lós bienes en la partija citada, donde losbienes aforados se describen como simples rentas, en las que loimportante es constatar quien paga, mientras las tierras arrendadasse inventarían como fincas libres, sin especificar quien las cultiva.EI contrato de at•rendamiento es el instrumento legal que viene arespaldar la forma de cesión de la tierra que va a predominar desdeahora, el «acasaramento». El patrimonio de Cas Carballo se organi-
za en un número limitado de «lugares» cedidos a familias de «casei-ros», bajo la supervisión más o menos cercana del amo, que conser-
va la facultad de recuperar las tierras una vez finalizado el períodopactado. Es una forma de cesión potencialmente más lucrativa amedio y largo plazo, dado que el amo puede beneficiarse del incre-mento de prodtxctividad de la tierra aumentando la renta, peropresenta un problema organizativo mayor, cómo supervisar la mar-cha de explotaciones a veces lejanas.
La propia concentración del patrimonio en un área reducidaes una primera solución al problema. Incluso parte de las tierrasen San Martiño se ceden a«caseiros», dado que en la parroquiacobra Cas Carballo 52 ferrados de cereal en concepto de arrenda-miento. Pero esto se compatibiliza con la explotación directa deuna amplia labranza, tal y como refleja el inventario de la cosechaque se recoge en la partija: 270 ferrados de centeno y otros 30 de
(72) «Apeo y reconocimiento de los vienes raízes correspondientes a la vincula-
zión que fundó D. Juan Pérez Villarino», 18-X-1815, Documentación privada.
Relaciones de Frutos Civiles, 1828, Serie Hacienda, Leg. 884, A.H.P. dé Lugo.
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trigo, un volumen equivalente a 3/4 de las rentas percibidas por
todos conceptos anualmente. La combinación de dos formas de
gestión para dos grupos de bienes -explotación directa mediante
captación de mano de obra semigratuita, para una labranza central,
organización del resto de las tierras en explotaciones cedidas a
caseiros- permite gestionar de forma flexible un amplio conjunto
de bienes. A medio camino entre explotador directo y rentista, Cas
Carballo prefigura las dos opciones que seguirá su descendencia
en la segunda mitad del S. XIX.El proceso de formación del patrimonio de Cas Carballo se
encuentra a caballo entre ambas vías, hidalguía «rentista» y campe-
sinado acomodado. Los bienes de Antonio Carballo Otero -ver
Genealogía II- proceden de la unión de dos de los patrimonios
más extensos de San Martiño en la época del Catastro de Ensenada,
los de Jacob Carballo (abuelo de Antoñio) y de Bernardo Carballo,ambos «campesinos» acomodados. Posteriormente un tío de Anto-
fnio, D. Pedro Carballo, fue cura de San^Martiño, y desarrolló una
activa labor de compras y-tal vez- de cierres de comunales. Por
parte de la mujer de Antonio Carballo Otero, Dña. Antonia de
Neira, los bienes proceden sobre todo de diversas agregaciones
vinculares, como el Vínculo de Juan Pérez Villarino. Es una prospe-
ridad que se asienta en la tierra, pero que a su vez posibilita dar
estudios a parte de los hijos y colocarlos en^el clero -D. Pedro,
tío de Antonio- o en la abogacía -como D. Juan Carballo Otero,
hermano de Antonio y juez en Santiago-. De este modo la mayor
parte del patrimonio familiar se conserva intacto, en manos del
«vinculeiro» que casa en la casa matriz; esta casa se beneficia de
la extensión de sus redes de relaciones, a través de los miembros
que han hecho carrera; y parte de los bienes que heredaron esos
miembros revierten a la casa matriz, por recompra (73) o herencia.
Administración del patrimonio, y organización del futuro de
los hijos a través de estudios, matrimonio ventajoso y reparto here-
(73) D. Juan Carballo Otero vende a su hermano Antonio varias partidas de
bienes que heredara de sus padres, por escri[uras de 1-X-1838 y 3-II-184^. Docu-
mentación privada.
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ditario de los bienes a la muerte de los padres, constituyen proble-
mas a los que se busca solución a través de una estrategia común.
Es decir, estudios y matrimonios de los hijos prolongan las redes
de relaciones familiares al tiempo que permiten vigilar el patrimonio
común; y dichos estudios y matrimonios -el verdadero contenido,
no lo olvidemos, del proceso hereditario- condicionan los bienes
que recibirá cada uno de los hijos en herencia.
Veamos cómo se solucionó el proceso hereditario en Cas Carba-llo, entre los nueve hermanos Carballo Neyra, hijos de D. Antonio
Carballo y de Dña. Antonia de Neyra. José Benito, el mayor, estudió
abogacía, y acabó marchando a Ferrol, donde llegó a presidente
del colegio de notarios; Froilán estudió para cura, y se hizo cargo
de la vecina parroquia de Hermunde; y Manuel estudió para maes-tro, y obtuvo plaza dĉ maestro nacional en la villa lucense dePortomarín. Las tres hermanas, Francisca, Feliciana y Josefa, casa-
ron con propietarios acomodados de parroquias vecinas. Y otros
tres hermanos, Antonio, Juan y Amalia, continuaban solteros vi-
viendo en la casa matriz en la fecha de realización de la partija, 1858.
El reparto hereditario de los bienes guarda relación con esteproceso anterior. José Benito, el «vinculeiro», heredó algo más de
1/5 de los bienes, suma de su legítima y la mitad del vínculo (74),
mientras el resto se repartió en forma de legítimas del mismo valor
entre sus hermanos. Atendamos a la distribución geográfica de losbienes.
- José Benito, el abogado, obtuvo dos grandes lugares acasarados,el de la casa matriz en San Martiño y otro en Ubeda: dada sureŝidencia en Ferrol, de inmediato los cedió a caseiros.
- Froilán, el cura, recibió los bienes en las parroquias de Ferreiros
y Baltar, y poco después marchó como párroco a Hermunde, desdedonde pudo administrar de cerca su herencia.
(74) Por la ley de 1841, sólo la mitad de los bienes de un vínculo podía serapartado del caudal hereditario y heredado por el vinculero, en tanto la otra mitad
pasaba a ser caudal común a repartir entre todos los hijos.
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- Manuel, maestro en Portomarín, recibió tierras en Crecente ySanta Leocadia.- Francisĉa, casada en Ramil, recibió tierras en la misma Ramil
y en la vecina Sta. Leocadia. Parte de esas fincas habían sido
compradas por su padre, y posteriormente cedidas en arriendo almarido de Francisca.
- Felicianá y Josefa, casadas en parroquias más alejadas, recibie-
ron también los bienes más «a desmano», en Pastoriza.
- Amalia, Juan y Antonio, solteros y sin estudios profesionales,
se repartieron el resto de las tierras de San Martiño. MientrasAmalia recibió una casa, Juan y Antonio construyerón sendas vi-
viendas, «Carballo d'tlrriba» y«Carballo d'Abaixo». En la segunda
mitad del S. XIX estas tres «casas» formaron parte del grupo de
mayores labranzas -en explotación directa- de San Martiño,
aunque no desdeñaron recurrir a«caseiros» para trabajar tierrasalejadas.
Lo importante pues no es si un hermano recibe algo más que
otro, sino qué bienes recibe en relación con la educación que se le
dió previamente, y la forma de vida que se previó para él. Amalia,
Juan y Antonio se reparten las tierras de San Martiño, que les
permitirán en el futuro formar una explotación directa; a José
Benito y Manuel, profesionales que marchan a la ciudad, les tocan
lugares acasarados que podrán explotar como rentistas, en su caso
contando con sus hermanos para supervisar a los «caseiros»; Froi-
lán, el cura, escoge un beneficio parroquial cerca de los bienes que
recibe; y a Francisca, casada en Ramil, su padre se encargó de
comprar las tierras que configurarían su herenĉia, zo acaso se lebuscó un cónyuge adecuado a las tierras que podía heredar?. En
todos los casos, es el futuro que se planificó para cada hijo -sus
estudios o su boda, o el hecho de que carecieran de ambas cosas-
lo que condicionó el uso futuro que iban a dar a los bienes hereda-dos.
He dicho que los estudios y los casamientos de los hijos prolon-
gan la red de relaciones familiares. Prolongan ... zhacia dónde?.
En diversos sentidos, pero en primer lugar hacia el control de la
vida política municipal. Veamos la Genealogía III, una genealogía
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abreviada de Cas Carballo, con una lista incompleta de los cargos
municipales ocupados por sus miembros (75).
Antonio Carballo Otero, fue teniente alcalde en 1845 en el
ayuntamiento de Castro de Rei. Su carrera, truncada por su muerte,
dos años más tarde, fue proseguida por su hijo José Benito Carballo
Neyra, abogado, juez de paz a finales de los años 40, teniente
alcalde en 1850 y alcalde en 1852. La promoción profesional de
José Benito, con su marcha a Ferrol, le alejó del ayuntamiento.
Pero el testigo fue retomado por su cuñado José Villamarín, marido
de su hermana Francisca Carballo Neyra, y rico propietario: Villa-
marín fue varias veces concejal en los años 50, y alcalde a finales
de los años 60, y su carrera fue después continuada por su hijo.
Otro de los hermanos de José Benito, Antonio Carballo de
Neyra, fue concejal en 1868. Dos de las hijas de este Antonio casaron
con propietarios que ocuparon cargos de concejal, y un tercer hijo,
D. Serafín Carballo Aguiar, fue muchos años juez de paz y, tempo-
ralmente, alcalde en 1936.
Finalmente tenemos a Avelino Rodríguez Carballo, hijo de
Amalia Carballo Neyra y sobrino por tanto de José Benito: Avelino
fue, de forma casi ininterrumpida entre los años 1909 y 1936,
«procurador síndico» en el ayuntamiento.
El control de la vida política rrtunicipal es una de las vías
principales de ascenso y consolidación de esas familias denomina-
das «ricos» por sus vecinos, «propietarios» por la administración.
La distribución desigual de las contribuciones, la apropiación prefe-
rencial de barbecheras y comunales, la regulación judicial de multi-
tud de litigios entre amos y«caseiros», entre usureros y deudores,
... son sólo una parte de los aspectos regulados en primera instancia
(75) La fuente es los Libros de Actas del Ayuntamiento de Castro de Rei. La
lista de cargos municipales es incompleta por varias razones: faltan los Libros
correspondientes a muchos años; muchos de los cargos aparecen identificados por
su nombre y un apellido, a veces sin la parroquia donde estaban avecindados, y
en caso de dudas sobre su identidad no los he incorporado a la genealogía; y el
árbol genealógico que he elaborado registra de forma muy incompleta tos lazos
familiares de las personas que casaron con miembros de Cas Carballo.
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por los órganos municipales, y de ahí el interés de las familias más
ricas en controlar los cargos. En controlar, que no necesariamente
en detentar, pues lo importante no es tanto ocupar un cargo como
tener acceso privilegiado a la toma de decisiones municipal, y esta
vinculación se realiza muchas veces a través de cuñados. Del mismo
modo algunos miembros de esta genealogía, como Avelino Rodrí-
guez Carballo, ocupan un cargo en tanto delegados de otra persona
más influyente. No hay que exagerar además la importanĉia de loscargos municipales, ni suponer que la actividad de estas personas
se orientaba obsesivamente a ocuparlos. Lo decisivo es que en
función de unos intereses comunes los «ricos» entablan políticas
de alianzas, consolidadas mediante matrimonio o no, y que uno
de los resultados de ello es el monopolio de los cargos municipales.
Veamos ahora en la Genealogía II la ulterior descendencia de
tres de los hermanos Carballo Neyra, que muestra todo un abanico
de posibilidades de movilidad social. La descendencia de Antonio
Carballo Neyra, «Carballo d'Abaixo», podría definirse como pro-
pietarios ligados al control de la vida municipal; la descendencia
de Juan, «Carballo d'Arriba», como «labradores acomodados» que
encuentran una solución parciál en la emigración americana; la
descendencia de Amalia, «Casa de Cal», «labradores acomodados»
cuyo ascenso se relaciona con su papel como intermediarios delega-
dos de los «ricos».
III.3.1. Carballo d'Abaixo: la vinculación a la política
municipal
Antonio Carballo de Neyra recibió la mayor parte de su legítima
en forma de fincas en San Martiño. Construye una casa, y casa
con Micaela Aguiar, una mujer pobre con la que ya había tenido
previamente dos «hijos naturales»(76). En total tuvieron seis hijos,
de los que cuatro alcanzaron edad adulta.
(76) EI Código Civil (1889) distingue, den[ro de los hijos nacidos fuera del
matrimonio, entre «hijos naturales», que son reconocidos por el padre e inscritos
en el registro civil con el apellido paterno, y los «hijos ilegítimos», que no son
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Los enlaces matrimoniales de estos cuatro hijos prefiguran losbienes que recibirán en herencia. Estrella y Faustino CarballoAguiar, los mayores, casan con miembros de casas de labradoresde la parroquia, y los dos hermano ĉ se repartirán las tierras quesu padre poseía en San Martiño: Estrella, mejorada, casa en casacon Ramón Fernández Portas, de la casa forataria de Chafarica,que trae consigo su legítima; Faustino casa en casa de su primaFlora, hija única de Juan Carballo Neyra de Cas Carballo d'Arriba,a la que incorpora su legítima.
Los bienes que poseía el padre en el ayuntamiento de Pastorizase repartirán entre los otros dos hijos, que también casan con
personas de fuera de la parroquia: Serafín Carballo Aguiar casaen la vecina Santa Leocadia, con Carmen García, de familia adine-rada; Ermitas Carballo casa con Benito Blanco, propietario acomo-dado.
Sin embargo, Estrella Carballo Aguiar, la mejorada; muere sindescendencia. A la muerte de su marido, en 1927, los bienes revier-ten a manos de los dos hermanos aún vivos de Estrella: Faustinoy Serafín Carballo Aguiar, que concentran ahora todas las fincasque poseyó su padre en San Martiño.
Es precisamente D. Serafín Carballo Aguiar quien va a revitali-zar la influeñcia de su parentela. De pequeño Serafín marchó aHermunde a vivir con su tío cura, D. Froilán Carballo Neyra. A
la muerte de su tío D. Froilán, y como único heredero de él, regresaa San Martiño. Casa poco después con Carmen García, de unarica familia de una parroquia vecina. Su patrimonio, el inteligenteuso que hace de sus relaciones familiares - las propias y las de lafamilia de su mujer- y la instrucción que recibió de su tío curale permiten acceder al cargo de juez municipal durante muchosaños. Se embarca además en una política de compra de tierras envarias parroquias: en San Martiño adquiere parte de los bienes de
reconocidos por el padre. Es[a distinción es de vital importancia a la hora del
reparto hereditario: mientras los «ilegítimos» carecen de derechos sobre la herencia
paterna, los hijos «naturales» sí tienen derecho a una cuota.
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la «casa da Pereira», una casa de labradores enclavada muy cerca
de las de los Carballo; y compra a su prima Victorina Carballo
Soto de Ferrol, la hija de su tío José Benito el notario, los bienes
que éste heredara en San Martiño, entre ellos la casa petrucial.
Todos estos bienes los organiza en varios «lugares» que cede a
«caseiros».A partir de 1913 D. Serafín Carballo Aguiar aparece siempre
entre los veinte mayores contribuyentes del ayuntamiento, y en
1927 se sitúa como cuarto mayor contribuyente, con una cuota de
281 pts. (77). En sus manos se ha reunificado buena parte del
patrimonio de los Carballo.^ Incluso ocupa brevemente, en 1936,
el cargo de alcalde. Sin embargo, por los mismos aitos treinta, su
estrella caía en picado, ante la insuficiencia de sus rentas para
sostener su tren de vida. Progresivamente va vendiendo sus tierras
hasta morir casi arruinado. Deja en herencia a su única hija, Iítés
Carballo, unos pocos bienes, entre ellos el núcleo de la vieja casapetrucial. Inés marcha a vivir con su tía Victorina de Ferrol, desde
donde gestiona esas tierras que siguen en manos de «caseiros».
Así acaba la breve historia de Cas Carballo d'Abaixo. Su funda-
dor, Antonio Carballo de Neyra, fue uri labrador acomodado, y
brevemente ocupó el cargo de concejal. Sus cuatro hijos realizaron
enlaces isogámicos con miembros de casas de agricultores y propie-
tarios, vinculados al gobierno municipal: un hijo y dos yernos de
Antonio ocuparon cargos en el ayuntamiento. Las fortunas de estos
cuatro hijos siguieron rumbos diversos, la influencia de la vieja Cas
Carballo fue revitalizada brevemente en manos de D. Serafín Car-
ballo Aguiar, mientras la ruina de este último simboliza el desplaza-
miento de todo un grupo social que basaba su poder en la renta
de la tierra y el control del gobierno municipal.
(77) Listas anuales de los 60 mayores contribuyentes del municipio, Libros
de Actas del Ayuntamiento de Castro de Rei.
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III.3.2. Carballo d'Arriba: de señores a campesinos
Juan Carballo de Neyra recibe en 1858 su legítima en forma
de fincas en San Martiño y en la vecina Santa Leocadia. Edifica
una casa, «Carballo d'Arriba», muy cerca de la vieja casa petrucial
y de la de su hermano Antonio, y casa con Josefa Huerta. La
temprana muerte de Juan deja solas a su viuda y a su única hija
Flora, a cargo de la casa, que sufre una momentánea decadencia.
De esa situación saldrán cuando Flora case en 1887 con su primo
Faustino, de (:arballo d'Abaixo, con quien previamente había teni-
do un hijo natural. El matrimonio tendrá ocho hijos más.
A finales del S. XIX, Carballo d'Arriba es una casa de labrado-
res acomodados que se beneficia de la numerosa mano de obra
familiar. No por mucho tiempo, ya que el patrimonio familiar no
podía asegurar medios de vida a todos. Entre 1908 y 1922 los cinco
hijos mayores van emigrando a América por orden de edad, dos
de ellos, Serafín e Higinio, tras tener hijos naturales con muchachas
de casas foratarias de San Martiño. Un sexto hermano, Emiliano,
marcha como zapatero a la cabecera municipal, mientras, las dos
hermanas menores, Avelina y Victoria, casan en casas de labrado-
res.
De tener demasiados hijos, Faustino Carballo Aguiar pasa a
quedarse solo, con un patrimonio incremeñtado por la herencia
que recibiera de su hermana. La casa de Queixo de San Martiño,
donde casara su hija Avelina, pasa a ha ĉerse cargo de las tierras.
Años más tarde retorna otro de los hijos que emigrara a Cuba,
Serafín, que casa con la mujer con quien tuviera un hijo de soltero
antes de marchar. A la muerte de Faustino Carballo Aguiar, los
bienes de Carballo d'Arriba se reparten entre sus dos hijos residen-
tes en San Martiño, Serafín y Avelina Carballo Carballo; mientras,
un quinto hijo, Emiliano el zapatero, muere sin descendencia tes-
tando en favor de sus hermanos Avelina y Serafín.
Casa de labradores acomodados, Carballo d'Arriba se aprove-
chó en torno al cambio de siglo de la numerosa mano de obra
familiar que aportaban los ocho hijos de Faustino Carballo Aguiar.
El proceso hereditario se solucionó en la emigración americana de
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cinco de los hijos, auñque a costa de que la casa como tal estuviera
a punto de quedar sin sucesor`. En los años 40 del S. XX Cas
Carballo d'Arriba vuelve a ser una «casa» de labradores acomoda-
dos, y a principios de los años 70 será pionera en la parroquia en
la especialización lechera.
III.3.3. La Casa de Cal: «Intermediarios de los ricos»
La menor de los hermanos Carballo Neyra, Amalia, heredó en
1858 el «lugar de Cal», compuesto por casa y fincas en San Martiño.
Amalia casó poco después con Ramón Rodríguez, hijo de «casei-
ros», y tuvo nueve hijos, de los que sólo cuatro sobrevi^•:eron al
primer año de vida.
El, mayor de los cuatro, Avelino Rodríguez Carballo, casa en
casa en 1891 con Josefa Valiña Flores, de la casa de Francos de
San Martiño, una floreciente casa de labradores. Pero el matrimo-
nio no tiene descendencia, así que veinte años más tard^ se decide
que también una hermana de Avelino, Flora Rodríguez t^ar^-._:^,
case en casa, para aportar esa descendencia. La solución que se
adoptará será «facer o cambio» con la misma casa de Francos. Un
jurista de principios de siglo, Alfredo García Ramos, nos ilustra
esta práctica.
«Es curioso el matrimonio de `troque' (trueque o cambio), caracterís-
tico del partido judicial de la Estrada [PontevedraJ. Dos personas
de una casa contraen matrimonio con dos de otra, aarón y hembra
de una con mujer y hombre de otra o dos aarones con dos hembras.
Al verificarse la boda renuncian recíprocamente los que salen de la
casa de sus fiadres a la herencia de éstos, fiara adquirir la de los
suegros, en cuya familia entran. Como el Código Ciail prohíbe la
contratación sobre la herencia futura, acuden a las previas capitula-
ciones matrimoniales, para burlar aquella prohibición» (78).
(78) Alfredo García Ramos, (1912) 1989, Arqueología jurídico-consuetudi-
naria-económica de la región gallega, p. 21.
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Antonio Valiña Flores renuncia a su herencia en casa de Francos
para casar en Cas Cal con Flora Rodríguez Carballo. EI hermano
de Flora, José Ramón Rodríguez Carballo, renuncia a su vez a su
herencia en Cas Cal y marcha a Cas Francos a casar con Balbina
Valiña Flores. Se permutan hermanos, se permutan las herencias
que les corresponden.
Quedan así dos matrimonios en Casa de Cal, ya que el hermano
menor, Enrique, había marchado a América tres años antes, y sus
derechos hereditarios le serán adquiridos años más tarde. El doble
matrimonio soluciona la falta de descendencia de Avelino, pero
además permite traspasar íntegramente el patrimonio familiar a
los hijos de Antonio Valiña y Flora Rodríguez, ya que Avelino y
su mujer apadrinarán a sus sobrinos, los hijos de Antonio y Flora,
y testarán a favor de ellos.
A principioĉ de los años 30 la casa de Cal tenía la labranza en
explotación directa más importante de la parroquia, como lo de-
muestra el que en 1932 pagara también pór contribución territorial
la cuota más alta, 84 pts. (79). Se podría quizás argumentar que
este caso en que, pasando por encima de grandes dificultades, se
mantiene indiviso el patrimonio familiar, es una demostración de
la prevalencia de los intereses de la casa por encima de los intereses
particulares de los individuos que la componen. Está claro que el
proceso arriba descrito responde a una lenta planificación de las
personas afectadas, que supieron imponerse a los imprevistos de
su proceso de vida: y así Flora Rodríguez Carballo había tenido
ya dos hijos de soltera de Antonio Valiña Flores, antes de casarse
con él. Además este proceso fue planeado conjuntamente, de modo
que el nuevo matrimonio en casa de Cal de Flora, no supuso un
desplázamiento de su hermano Avelino, sino que éste continuó
siendo la cabeza rectora. Entonces zpor qué los intereses de la casa
no prevalecieron en absoluto en la siguiente generación, cuando
en los años 40 el patrimonio familiar se fragmentó entre los seis
hijos habidos del matrimonio entre Flora Rodríguez y Antonio
(79) Sección Hacienda, Serie Territorial, Leg. 655, A.H.P. de Lugo.
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Valiña, y cuando diez años más tarde cesó la actividad productivaen la explotación?. El problema consiste entonce ĉ en formular enqué condiciones la indivisibilidad del patrimonio constituye una
estrategia adecuada, subordinada a un proceso reproductivo ma-yor, y en qué condiciones resulta inadecuada.
La base de la prosperidad de Cas Cal la constituyó una impor-
tanté labranza en explotación directa. Partiendo de la herencia de
Amalia Carballo Neyra, que recibió. casa y 138 ferrados de tierra
en San Martiño, es en el primer tercio del S. XX cuando la superficie
llega a doblarse, a través de sucesivas compras y de la incorporación
de la hijuela de Josefa Valiña, la mujer de Avelino Rodríguez
-Cuadro XXIII-. Así mismo se recurre a tomar aún más tierraen arrendamiento (80).
Labranza extensa, con una amplia superficie dedicada a produc-ciones forrajeras -prados y cortiñas, e incultos a pasto- cuya
productividad aumenta cuando en los años veinte se vayan redu-
ciendo a labor los incultos. Labranza explotada directamente utili-
CUADRO XXIII
INCORPORACIONES AL PATRIMONIO DE CAS CAL EN
SAN MARTIÑO, 1858-1926
FECHA FERRADOSTIERRA RAZON
1858 138 " Herencia Amalia Carballo Neyra
1897-1929 102 Compras1926 29 Hijuela de Josefa Valiña Flores
Fuente: Escrituras de compraventa fechadas en 1897, 1904, 1905, 1915, 1923,1925 y 1929; y Partijas de 1858 y 1926, Documentación privada.
(80) Por ej., escritura de arrendamiento de 21,5 ferrados de tierra por término
de seis años, fechada en 1-IX-1906; u otra escritura de arrendamiento de 14 ferrados
de tierra por diez años, fechada en 1923.
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zando en favor propio el potencial carácter asimétrico de las entrea-
yudas, y aún hoy los descendientes de Cas Cal rememoran como
en aquella época la casa recibía en las faenas agrícolas mucho más
trabajo gratuito del que devolvía: braceros para la cosecha, pasto-
res, labradores con yunta para roturar baldíos.
Cas Cal fue pionera en la aplicación de novedades técnicas en
relación con la especialización productiva en la ganadería vacuna,
y en general en cuanto a mecanización de las tareas agrícolas, como
se podía ver en el Cuadro XV. Construyó la primera «palleira»
para almacenar «herba seca» de la parroquia, adquirió el único
arado bravant (de vertedera de hierro) y la primera y únicá «malla-
dora» -trilladora de cereal- de la parroquia, primero accionada
a vapor y años más tarde a petróleo; e instaló en 1932 una desnata-
dora de leche. Con ello incrementó los ingresos por explotación
directa, por alquiler de la «malladora» y como intermediario en la
venta de nata. Así mismo el hijo de Antonio Valiña Flores, Ramón
Valiña Rodríguez, se dedicó activamente al «trato» de ganado
vacuno, como intermediario. Las ganancias de Cas Cal se derivan
pues, no sólo de aplicar novedades técnicas a su propia labranza,
sino también de insertarse como intermediarios en el proceso de
producción y comercialización de las explotaciones de sus vecinos.
Este posicionamiento es también una de las vías de captación de
mano de obra gratuita, que devolvía ya favores, ya la ayuda que
les prestaba Cas Cal con su maquinaria, concurriendo a trabajar
un número mucho mayor de días con sus brazos o yuntas en las
tierras de los de Cal.La explotación de Cas Cal no sólo se apoya en la propia labran-
za, sino también en una apropiación preferencial de las superficies
de aprovechamiento común. La posesión de un importante rebaño
de ovejas que pacían en barbecheras y ĉomunales, y en los incultos
que poseía la «casa», y que daba «tanta ganancia como cinco
vacas», en palabras de los viejos, era una importante fuente de
ingresos. Como pastores se recurría a la mano de obra familiar,
pero también a criados, a los que se proporcionaba alojamiento y
comida, o a una vecina pobre, a la que se cedía gratuitamente una
casa y varias fincas a cambio de su trabajo como pastora.
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El potencial económico de Cas Cal le permite captar mano deobra gratuita o semigratuita: dispone de un excedente de alimentos
con que retribuir a los criados que aloja; dispone de maquinaria
cuyo uso cobra en jornales; o d•^ fincas sobrantes que cede a quien
pastorea su ganado. Esta capacidad de captar mano de obra gratui-
ta es la que permite a los de Cal incrementar la actividad de su
explotación, y mantenerla sin que se vea afectada por las carencias
temporales de mano de obra familiar que se producen en tres
momentos: anualmente, en la época de grandes faenas agrícolas;
cíclicamente, cuando por la escasa edad de los hijos o la vejez de
los padres desciende la capacidad de trabajo familiar; y coyuntural-
mente, en caso de enfermedad imprevista o de falta de descendenciadel matrimonio casado en casa. ^
Pero los ingresos por su papel de intermediarios en el proceso
productivo, por su apropiación preferencial de los comunales, o
por su capacidad de captar mano de obra semigratuita se derivan
en gran parte también del lugar que ocupa la Casa de Cal en lapolítica municipal, especialmente por su papel de apoderados dela familia de los Pardo. Por lo tanto, es preciso en primer lugar
remontarnos a la historia de esta última familia para entender laposición de sus apoderados.
La familia Pardo, cuya casa solariega se encontraba en la parro-
quia dé Balmonte, lindante con San Martiño, tiene sus raíces en
varios linajes hidalgos, que gozaron de gran influencia en la comar-
ca en los S. XVII-XVIII (81). Los Pardo supieron encajar dentro
del nuevo engranaje instaurado por la Revolución Liberal. Su exten-
so patrimonio se vio incrementado sustancialmente por la desamor-
tización de Mendizábal, donde D. José y D. Francisco Pardo Bal-
monte fuerdn activos compradores de ren_tas eclesiásticas -vid
supra- de forma que durante la segunda mitad del S. XIX los
Pardo fueron los mayores propietarios del ayuntamiento de Castro
(81) Para una historia detallada del"linaje de los Pardo ver Trapero Pardo,
Castro de Rey, bogaz de santos y nobles. El título lo dice todo.
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de Rey (82). Organizan este patrimonio sobre la articulación entre
explotación directa de una labranza central, y cesión del resto a
«caseiros» en forma de lugares acasarados. Su influencia se afirma
simbólicamente todos los años con ocasión del cobro del «quinto»
sobre las cosechas, en las rozas realizadas en los montes comunales
de la vecina parroquia de Santa Leocadia, «renta» adquirida por
ellos durante la desamortización (83): de diversas parroquias con-
currían labradores con yunta y carro a acarrear el cereal hasta la
casa señorial, en número superior a treinta yuntas (84).
La explotación de su patrimonio se realizaba en buena parte
sobre la aportación de trabajo gratuito, por quienes concurrían a
carretar el cereal o a trabajar en la labranza central de los Pardo,
con ocasión de las mayores faenas agrícolas. El común denomihador
de estas aportaciones voluntarias de trabajo era la devolución del
favor: ya consistiera este favor en la concesión de tierra en arrenda-
miento, en préstamos, o, especialmente, en la recomendación de
hijos de campesinos para el servicio militar (85). La capacidad
para recomendar se basaba en el hecho de que varios miembros
de la familia Pardo habían cursado la carrera militar, y en general
en la influencia de dicha familia en la política provincial.
Porque, sobre la base de su patrimonio, los Pardo habían organi-
zado su carrera política. Primero con el asalto al poder municipal,
donde D. José Benito Pardo ocupa el cargo de alcalde en 1859. Y
(82) En 1848 D. José M.a Pardo era el mayor contribuyente del ayuntamiento,
con una cuota de 235 pts.; en 1897 D. José Benito Pardo Rodríguez era el segundo
mayor contribuyente, con una cuota de 183 pts. A partir de este último año los
Pardo no vuelven a aparecer en las listas de mayores contribuyentes municipales,
probablemente porque su cuota pasó a encabezársele en el ayuntamiento de Lugo.
Fuente: Libros de Actas de Castro de Rei.
(83) Perteneciente al monasterio de Meira, y adquirido en subasta en 1842.
(84) Carballo Ferreiro (1983) resalta la importancia simbólica que tenían estos
carretos como ritual de afirmación de jerarquía.
(85) La importancia de tales recomendaciones sólo se entiende pensando en
la dureza y larga duración del servicio militar en la segunda mitad del S. XIX y
primer tercio del S. XX, especialmente durante las campañas coloniales en Cuba
y Marruecos. Véase Balboa (.1984).
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desde ahí su influencia se extiende a la política provincial, especial-
mente a partir de lá Restauración, cuando D. Francisco Pardo
Balmonte renueva su acta de diputado por el partido liberal en los
años 80 y. 90, y donde su hijo D. José Benito Pardo Rodríguez
ejerce el control sobre la Diputación de L"ugo durante el primertercio de1lS. XX.
Ya aludí antes al sistema de articuláción entre diputación y
ayuntamieritos sobre la base de la cooptación del voto (86). Desde
1860 los Pardo no vuelven a ocupar cargos municipales en Castro
de Rei, pero desde la diputación van a supervisar la elección para
dichos cargos de individuos leales (87). Y es aquí donde cobra
sentido la reelección casi ininterrumpida, entre los años 1909-36,
de Avelino Rodríguez Carballo de la Casa de Cal de San Martiñocomo procurador síndico municipal.
En la detentación de ese puesto, con amplias atribuciones sobre
la policía rural, basa Avelino gran parte de su influencia entre sus
vecirios, dentro y fuera de su parroquia. A partir de ese puesto
colabora en la cooptación del voto. Y tiené también un papel en
la administración del patrimonio de los Pardos, que se manifiesta
en el hecho de que fueran miembros de la Casa de Cal los encarga-
dos de organizar los «carretos» de cereal desde los montes de SantaLeocadia hasta la casa señorial de los Pardo en Balmonte.
Puesto que patrimonio personal y detentación de cargos públi-
cos eran dos aspectos perfectamente articulados dentro de la familia
Pardo, aspectos que se apoyaban mutuamente, resulta lógico que
miembros de la Casa de Cal actuasen de apoderados de los Pardotanto en la administración del patrimonio como en la cooptación
del voto. Y es este papel de intermediarios entre «ricos» y«labrado-
res» que ejerció la Casa de Cal una de las bases de su prosperidad,
(86) Sistema analizado agudamente en Joaquín Costa, (1901) 1984, O(igaz-
quía y caciquistno... Agradezco a Pedro Lago por haberme hecho reparar en este
texto.
(87) A finales de siglo, la corporación municipal reunida en sesión hace constar
al Pardo su condolencia por la muerte de su madre, en una declaración de dos
páginas insertas en los Libros de Actas"
293
y lo que configura que sus estrategias se modelen a medio camino
entre las de los «ricos» y las de los «labradores».Esta faceta de intermediarios se extiende a otros campos. Tanto
Avelino Rodríguez como su padre Ramón Rodríguez de la Casa
de Cal, fueron administradores de los Gandoy, familia de propieta-
rios afincada en la ciudad de Lugo, que tenía cedidas sus tierras
a«caseiros»: los de Cal se encargaban de supervisar la marcha de
más de media docena de lugares acasarados y de cobrar las rentas.
Apoderados de los ricos, también fueron apoderados de los labrado-
res, así por ejemplo Avelirio de Cal desempeñó en los años 1926-
27 el cargo de secretario del Sindicato Católico Agrícola de la vecina
parroquia de Santa Leocadia, que^ tuvo gran importancia en el
ayuntamiento. La influencia de Avelino de Cal se extendió a cámpossecundarios pero de gran importancia simbólica, y así desempeñó
el cargo de mayordomo de la Cofradía del Santísimo, en San Marti-.
ño, entre los años 1904 y 1926, y cuando en 1918 se realizó laconfirmación en San Martiño, Avelino y su mujer fueron los padri-
nos de todos los confirmados (88). En ocasiones también la Casa
de Cal alojó temporalmente a maestros o curas recién llegados a
la parroquia.Intermediarios entre «ricos» y«labradores» lá Casa de Cal basó
su expansión en modular sus estrategias a medio camino entr.e las
típicas de unos y otros. A los «labradores» se asemejaron por la
importancia de su labranza central en explotación directa, a la que
aplicaron novedades técnicas; a los «ricos» por la hábil utilización
que supieron hacer de la detentación de cargos públicos en beneficio
propio. Esta posición nodal es la que permitió ocupar el puesto de
intermediarios de los «ricos» -Pardos o Gandoy- en la adminis-
tración del patrimonio o de la «cosa pública»; o de intermediarios
en el proceso de producción y comercialización campesina como
propietarios de «malladoras», concesionarios de una «desnatado-
(88) Parejamente, cuando en 1956 el obispo realizó la confirmación en conjunto
de los niños de varias parroquias, entre ellas la de San Martiño, desempeñaron el
papel de padrinos miembros de la casa de Zacaríade de Balmonte, casa que alcanzó
cierta importancia en la política municipal tras la guerra civil.
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ra», tratantes de ganado o cargos de un sindicato agrícola. Es esta
posición de intermediarios la que define también el origen de las
tierras que compraron los de Cal: los vendedores fueron ya campesi-
nos muy pobres, ya viejos y/o emigrados a la ciudad (compras de
1897-1905), ya «ricos» asentados en las villas que previamente
cedían esas tierras a«caseiros» (compras de 1905-1925).
Tras haber pasado revista a la posición de la Casa de Cal dentro
de un contexto más amplio podemos entender mejor el significado
de sus estrategias reproductivas. No se puede hablar en absoluto
de una prevalencia del ideal de la casa y de la indivisibilidad de
su patrimonio, ideal al que se subordinarían supuestamente los
intereses de los miembros que la componen. EI patrimonio básicode los de Cal lo constituyó su capacidad de explotar sus redesde relaciones, de situarse en una posición nodal entre «ricos» y
«labradores». La labranza en explotación de Cas Cal sólo generó
una parte de sus ingresos y si se mantuvo indivisa a lo largo de
dos transmisiones generacionales fue gracias al papel que jugaba
dentro de la estrategia de alianzas de sus titulares: de sus ingresos
como «intermediarios» salió buena parte del dinero para recomprar
legítimas y adquirir nuevas fincas, de su influencia como «interme-
diarios» salió la mano de obra semi-gratuita que afluyó a trabajar
esas tierras. La influencia política de Avelino y su capacidad de
aglutinar a parte de sus vecinos frenó los proyectos de reparto de
los montes de San Martiño, montes que eran pieza esencial en la
doble estrategia vacuno en estabulación intensiva/ovino en régimen
extensivo sobre la que se organizó la producción en Cas Cal.
La historia de la parentela de Cas Carballo, desde la partija
entre los hermanos Carballo Neyra en 1858, muestra hasta qué
punto carece de sentido suponer que las casas y las tierras asociadas
a ellas tienen una capacidad de perdurar a lo largo de los siglos,
sólo porque en la actualidad se levante una aivienda muy cerca de donde antaño
se leaantó otra conocida por el mismo apelatiao, y cuyo titular trabaja hoy
algunas fincas que antaño trabajó un antepasado. Las personas no siguen
pautas matrimoniales y hereditarias fijas, ni se pueden permitir ese
lujo. Y así sucedió con la Casa de Cal, que cayó en decadencia a
lo largo de los años 40.
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La caída de la casa Cal acompaña la de todo un grupo social,
el de los «ricos» o«propietarios», que surge con la revolución liberal
y se afianza en la Restauración, para entrar en decadencia tras la
guerra civil. Se han realizado pocos estudios de caso sobre este
proceso (89), pero en principio las razones del ascenso dé ese grupo
social parecen estar en su capacidad de canalizar en provecho
propio las transformaciones económicas y políticas que se producen
en el mundo rural lucense a partir del segundo tercio del S. XIX.
Y del mismo modo las razones de su decadencia estarían en la
progresiva pérdida de ese papel de intermediarios, pérdida que se
hace evidente tras la guerra civil.
En el segundo tercio del S. XIX apunta ya en el ayuntamiento
de Castro de Rei ese nuevo grupo social. Sus orígenes son mixtos:
algunos provienen de viejos linajes hidalgos, como los Pardo o los
Portas, de la parroquia de Balmonte, que saben beneficiarse de la
desamortización; otros provienen de familias «campesinas» acomo-
dadas, que consiguen levantar un patrimonio sobre la doble base
de enlaces matrimoniales ventajosos, y de destinar hijos a la carrera
eclesiástica, como hicieron los Pérez de Quintela, los Mota de Santa
Leocadia,o los Zacaríade de Balmonte. En estas dos últimas fami-
lias, si se atiende a la tradición oral, la acumulación de tierras
mediante la práctica generalizada de la usura en la segunda mitad
del S. XIX tuvo un papel determinante.
Todas ellas organizan su patrimonio dividiéndolo en una la-
branza central explotadá directamente, y una serie de lugares acasa-
rados que ceden a«caseiros», aunque la importancia relativa de
ambos modos de gestión en cada casa puede variar mucho. En
todo caso gozan de una superioridad financiera y de información
que les permite incorporar novedades técnicas en su labranza, o
de interponerse en el proceso de transformación: por ej. estas casas
serán las que instalarán, a partir del tercer cuarto del S. XIX, los
«muíños» de moler grano, dotados de varias muelas y con capacidad
(89) Bauer ( 1983) alude a esta problemática en su monografia localizada en
el ayuntamiento de O Caurel.
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para moler una harina más fina y separada del salvado, que vienen
a sustituir a los antiguos «muíños de rolete». Además todas estas
casas exhiben una capacidad, en mayor o menor grado, para apro-
piarse del trabajo ajeno, en forma de entreayudas asimétricas, devo-
lución de favores, o simplemente exacción a sus «caseiros». Y esta
superioridad no acaba en su labranza, sino que se prolonga en un
acceso preferencial a los comunales, en primer lugar medianterealización de cierros.
Del mismo modo estas «casas» muestran una gran capacidad
para insertarse en el engranaje político de la Restauración, ya en
un nivel provincial, como los Pardo, ya a través de un monopolio
de facto de los cargos municipales, estableciendo redes clientelares
entre el campesinado. Las redes de relaciones con que cuentan
estas familias, y la educación que proporcionan a sus hijos, les
permite colocarlos en puestos de la administración o en el pujante
mercado de profesiones liberales, como abogados o médicos. Esta
promoción profesional de los hijos prolonga la influencia de la
parentela, pero puede acabar en el abandono de la casa matriz en
manos de «caseiros» por los hijos que marchan a la ciudad.
Esta podría ser una de las claves de la crisis de este grupo social
en el segundo tercio de este siglo, más que crisis, promoción profe-
sional hacia empleos urbanos con la dificultad creciente de adminis-
trar un patrimonio rústico lejano. Una segunda clave, la dificultad
creciente para captar mano de obra gratui^a,o «caseiros» a partir
de los años 50 del S. XX, en relación con el éxodo rural. La tercera
razón, y creo más definitiva, es la crisis del sistema ^olítico de la
Restauración, y su eliminación definitiva tras la guerrá civil. Tal
como•sugiere Bauer (1983) la instauración del régimen franquista,
basado en un cambio radical del sistema político y en la desapari-
ción del sistema de legitimación basado en la cooptación del voto,eliminó las bases de poder de este grupo social.
Tras la guerra civil, Avelino de Cal no volvió a ocupar cargo
público alguno, lo que no es de extrañar tampoco, dada su vejez;
pero ningún miembro de su familia vino a sustituirlo. Los Pardo,
en los áños 40, pierden gran parte de su influencia en la diputación
provincial, y los Gandoy venden las fincas que los de Cal adminis-
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traban. Cambia la situación económica nacional, y la actividad
productiva campesina en San Martiño, las minas cercanas drenan
la mano de obra excedentaria, los comunales se reparten. Cambian
también las estrategias reproductivas de los de Cal. Los hermanos
Valiña Rodríguez -Genealogía II- van casando y marchando.
,Uno de ellos, Ramón, casa.en casa y resulta mejoradó, pero llegado
el momerito del reparto hereditario no intentará recomprar las
legítimas dé los hermanos. Tampoco intentará Ramón casar en
casa a su hija Flora, sino que la animará a estudiar para maestra
y lá colocará con ayuda de los Pardo.'Hoy, la casa de Cal es un
chalet de fin de semana. Mañana...
III.4. LABRADORES: LA TENSION ENTRECONSÉRVACION Y FRAGMENTACION DELPATRIMONIO. LA PARENTELA DE PENAS
«Mais vale onza de trato que libra de traballo» (90).
Si el concepto de «casa» es útil para entender la práctica social
campesina en alguna medida, lo es en tanto. se aplica al grupo
social de los «labradores». A mediados del S. XIX se diferencia
netamente en San Martiño un grupo formado por docena y media
de «casas». La mitad de ellas proceden de las principál.es cartas .
forales otorgadas entre 1790 y 1840^-vid supra-, la otra mitad
provienen de «casas» campesinas ya constituídas a finales del S.
XVIII, sobre las que pesan rentas forales de importancia diversa.
En cualquier caso cuentan con una labranza propia de ciertas
dimensiones, que exige la posesión de una yunta de bueyes o de
vacas de labor, lo que les garantiza una cierta estabilidad económi-
ca.
(90) Frase atribuida a Antonio Peña Arias, «tratante», «ferreiro», y héroe
legendario de la parentela de Penas.
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