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El diseño del espacio no responde a la naturaleza de la plaza, que es la forma
arquitectónica de uso colectivo de mayor tradición en Medellín y en las ciudades
latinoamericanas en general, sino que como parque, su centro no se encuentra
despoblado o abierto sino que contiene jardines internos, zonas de bancas, senderos
peatonales para recorrerlo y una fuente de agua de considerable magnitud. En el centro
del Parque se encuentra la estatua del libertador Simón Bolívar de quien toma el nombre
el lugar, sin embargo no puede hablarse de artificialidad o virtualización, no puede
hablarse de contenedor.
El espacio permite una amplia transitividad, aunque realmente no es punto intermedio
entre dos destinos, es decir que no es necesario atravesarlo para ir de un importante
punto a otro; puede afirmarse casi que si se está o si se transita por allí es porque se
quiere, no porque se debe. El Parque es el remate del paseo peatonal de la calle Junín, en
la iglesia termina el recorrido que se inicia en la Avenida La Playa. Es un espacio
transparente más no totalmente visible desde diferentes perspectivas, con una íntima
relación con los edificios circundantes, con los que hay buena interconexión a través de
calles con un bajo flujo vehicular.
En la estructura del Parque sobresale la Catedral Metropolitana, el templo es un
equipamiento de culto de una gran volumetría y proyección icónica (como se ha mostrado
en la Figura 84: Ficha 3. Parque de Bolívar: Lectura como contenedor y como ícono
urbano) que corona este espacio en su costado norte, generando un inmenso atrio que a
manera del centro de una plaza, alberga actividades de gran convocatoria como los
espectáculos de teatro callejero.
El Parque de Bolívar está rodeado de edificios de apartamentos en cuyos primeros pisos
funcionan locales comerciales como bares y restaurantes, cuenta además con unas
cuantas construcciones que datan de la época de nacimiento del mismo parque en los que
funcionan principalmente entidades financieras; se encuentran allí otros espacios
importantes como el Teatro Lido, adquirido por la administración municipal, ante el riesgo
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de su demolición; este es un teatro destinado a la difusión gratuita del arte y la cultura
que además es patrimonio arquitectónico de la ciudad de Medellín.
Figura 81: Ficha 3. Parque de Bolívar: Lectura como contenedor y como ícono urbano.
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En cuanto al mobiliario (ver Figura 85: Ficha 4. Parque de Bolívar: Control, vigilancia y
homogenización del espacio) la superficie del parque es adoquinada, los materiales de los
pisos no se utilizan a la manera de bloques segmentados como en el resto de nuestros
espacios objeto de estudio, cuenta con amplias zonas verdes que aunque se encuentran
delimitadas (más que aisladas) por pequeñas rejas.
El espacio no cuenta con cámaras de vigilancia, los agentes que hacen presencia allí
pertenecen a la Policía Nacional que tiene en el Parque un Centro de Atención Inmediata
(CAI) y que hacen rondas constantes por los alrededores, no persiguiendo precisamente
corregir los usos inadecuados del espacio -debido a que allí casi todo tipo de actividades
son permitidas-, sino garantizar la seguridad del sector y observando sobre todo
conductas delictivas (ver Figura 85: Ficha 4. Parque de Bolívar: Control, vigilancia y
homogenización del espacio).
El Parque de Bolívar es un espacio habitado por la más amplia diversidad de grupos
poblacionales, lo cual se refleja en un sinfín de actividades situadas y situaciones de
interacción que apuntan a una clara segregación de papeles y mezcla de usos (verFigura
86: Ficha 5. Parque de Bolívar: Orden de enunciados).
El parque ha sido reconocido en los últimos años por ser punto de encuentro asiduo entre
jubilados y desempleados y aunque ciertamente pueden hallarse estas personas en el
lugar que se encuentran a conversar y pasar las tardes, los grupos poblacionales son
mucho más amplios, como ya habíamos apuntado, se observa gente joven que va a pasar
el rato y recrearse, niños con sus padres que se divierte en la zona de la fuente o que dan
un paseo en uno de los carritos que recorren el parque, personas que observan el teatro
callejero, amantes de la música atraídos por las presentaciones de la banda sinfónica de la
Universidad de Antioquia que ya es tradicional, personas de la comunidad LGBT que por
allí circula y se encuentran. Es un espacio en el que no solamente se tolera la presencia del
otro sino que se convive y se interactúa con ella.
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Figura 82: Ficha 4. Parque de Bolívar: Control, vigilancia y homogenización del espacio.
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Figura 83: Ficha 5. Parque de Bolívar: Orden de enunciados.
Es un espacio que por sus dimensiones y diferentes secciones, así como por la alta e
intensa densidad de las relaciones que se tejen y de actividades que se realizan, permite
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hablar de profundidad en toda la amplitud del concepto, entendida la profundidad como
una pluralidad de perspectivas y narraciones que se dan en el espacio de manera
simultánea. (ver Figura 87: Ficha 6. Parque de Bolívar: Orden de visibilidad).
Figura 84: Ficha 6. Parque de Bolívar: Orden de visibilidad.
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Es un espacio que guarda un gran depósito de memoria e identidad cultural para los
ciudadanos. Donde se habita el espacio con confort y libertad, ya que las personas no
deben disponer de las espacialidades de maneras definidas o preestablecidas, es un
espacio inteligible, en lo que a sus disposiciones interactivas para la circulación y la
comunicación se refiere; las competencias (como saberes prácticos) que las personas
deben desplegar para desplazarse y habitar el espacio hacen que como orden de
visibilidades y orden de comunicación sea absolutamente accesible y que responda a las
necesidades de la población de entretenimiento, descanso, relajación, pero sobre todo
que responda a la necesidad que por excelencia nos constituye como humanos: la
sociablidad.
Aquí todos son actores, público y espectáculo, se da una alternancia constante entre los
roles de observación o atención cooperativa y acción que atrae la atención del público y
que invita a la interacción con los otros
3.3.3. Elementos Convergentes y Divergentes entre el Espacio Público
Tradicional y los Espacios Públicos Contemporáneos: Conclusiones
para los Espacios Objeto De Estudio
A lo largo del desarrollo de este capítulo ya se han venido señalando los elementos y
características que permiten establecer las diferencias entre cada uno de los espacios y de
estos con un espacio público con dinámicas socioespaciales de carácter tradicional. Los
cuatro espacios objeto de estudio se abordaron desde la hipótesis como espacios
modelados para responder a las demandas del mundo, de la globalización, materializados
a partir del poder de las verticalidades, sin embargo ellos son disímiles entre sí, ya que
entre otras cosas no responden a una misma tipología, los espacios en su composición
como se logró mostrar son bastante diversos, sin embargo hay allí elementos como el
mobiliario, las normas de comportamiento, uso y aprovechamiento que aportan a una
lectura de los espacios como tendientes a una homogenización estilística.
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Sin embargo aquello que es más común en todos los espacios es sin duda la concepción,
filosofía que inspira su creación y que gira en torno a los mismos paradigmas y formas de
comprender la sociedad, su uso como estrategia para embellecer la ciudad e influir
positivamente sobre los conflictos sociales urbanos manifiestos en la ciudad o incluso
anularlos. En este apartado se consideran las respuestas dadas a la encuesta de forma
comparada entre cada uno de los espacios objeto de estudio como puede consultarse en
el Anexo 5: Resultados comparados de la encuesta.
Sobre la vocación de los espacios se puede afirmar que todos tienen en común su
vocación como lugares para el esparcimiento y el disfrute de la ciudadanía aunque con
diferentes matices; en todos los nuevos espacios la ciencia y la educación (ya se ha
señalado de qué carácter) son protagonistas, pues se cuentan con atracciones o
equipamientos concebidos para la difusión de las mismas o como dicen las campañas para
“aprender jugando” y en menor medida los espacios son utilizados para la difusión del
arte y la cultura; como se ha evidenciado en Medellín se ha entendido por cultura la
realización de eventos masivos y estos tienen por escenario regularmente los espacios
objeto de estudio de esta investigación. Estos eventos programados ocasionalmente y
surgidos de la iniciativa de la alcaldía logran convocar enormes públicos, aunque pueden
cuestionarse sus aportes al arte y la cultura; tal vez aportan para la cultura ciudadana bajo
la óptica de la ciudad educadora que entiende por la misma el aleccionamiento de la
sociedad en lo podríamos llamar conductas cívicas que son funcionales al capital.
En el Parque de Bolívar por el contrario la cultura se vive y se respira en el ambiente; no
sólo por su tradición y significado, sino porque el parque es efectivamente el escenario de
las más variadas actividades artísticas y culturales, muchas de ellas iniciativa de la
sociedad civil (Mercado de San Alejo) o la Academia (La retreta de la Universidad de
Antioquia), lo cual marca claras diferencias frente de los demás escenarios. Sin embargo
debe reconocerse la intervención allí de las administraciones municipales para incentivar,
proteger y en ocasiones apoyar directamente estas prácticas; también es un esfuerzo
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loable de la administración Fajardo el rescate del Teatro Lido que sirve para reforzar el
carácter de este espacio como uno para la cultura y el arte en la ciudad.
La caracterización de los espacios de acuerdo a su naturaleza como parques, plazas,
plazoletas, plazas-parque, senderos, etc. en relación a su denominación (nombre) es un
aspecto problemático. El Parque de Bolívar como su nombre lo indica es claramente un
parque. En el caso de Explora el nombre Parque hace referencia realmente a la dimensión
lúdica del espacio, más que a su condición tipológica, el espacio público que allí se analizó
se caracterizó como un corredor de movilidad peatonal y una plazoleta que conecta a la
estación del Metro con el museo.
El Parque de los Pies Descalzos no alcanza tampoco a la denominación de parque debido a
que los elementos naturales no son los predominantes, sino que estos se presentan como
un complemento al diseño arquitectónico, su tipología entonces se asemeja más a la de
plaza-parque que recordemos genera áreas de descanso o recreación pasiva en sus ejes
verdes, conservando una gran parte de su área como zona dura.
La Plaza Cisneros, es la que más se acerca a su denominación como Plaza, aunque
ciertamente las torres de luz son un elemento extraño que evitan que se dé una lectura
unitaria del espacio, allí predominan los elementos de diseño arquitectónico sobre los
elementos naturales, es por esto que de acuerdo a su naturaleza se considera que la Plaza
de la Luz es efectivamente una plaza. Dentro de esta tipología también ubicamos al
Parque de los Deseos; en este último caso lo que dudar sobre realmente si se acerca a
esta categoría es el hecho de que el espacio abierto central no se encuentra precisamente
rodeado de edificios, de acuerdo a la caracterización tipológica de la plaza, sin embargo el
resto de sus atributos apunta claramente hacia esta denominación.
En la encuesta, encontramos que los usuarios de los espacios (ver Anexo 5, Gráfico 36:
Usted definiría este espacio como) los calificaron mayoritariamente como parques, sólo
en la Plaza Cisneros se dio un volumen significativo de respuestas que los calificó
precisamente como una plaza.
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3.3.3.1. Colectivización
Tomado como referente el Parque de Bolívar como espacio público tradicional,
encontramos dentro de los elementos comunes en todos los espacios (exceptuando el
Parque de los Pies Descalzos) la permeabilidad de los mismos en relación con sus
entornos, el Parque de Bolívar como señalamos anteriormente, expresa y contiene de
manera muy clara los ritmos, prácticas, temporalidades y actores típicos del centro de la
ciudad. Por otra parte en los espacios objeto de estudio, se da permeabilidad gracias a las
adecuaciones del espacio público que al garantizar la intercomunicación y la fluidez han
logrado una efectiva inserción en los entornos barriales desde la transitividad y la
accesibilidad, que permean las dinámicas sociales que al interior de los propios espacios
públicos se despliegan.
Sin embargo debido a que en la zona del Nuevo Norte se trata de intervenciones
integrales con la búsqueda de modificar o recomponer la vocación de la zona
(tradicionalmente residencial y educativa) la relación de cada espacio público, se da con
otras espacialidades públicas y equipamientos por lo que hay cierta continuidad y un
tejido urbanístico coherente y sobre todo funcional. Es en las áreas de frontera de esa
zona donde puede observarse la discontinuidad y la ruptura especialmente desde las
formas edilicias, ya que aunque como se ha señalado las prácticas sociales y formas de
vida que se desarrollan en el entorno, tienen cabida en su mayoría en los espacios del
norte, no se da propiamente vida de barrio al interior de los nuevos espacios, lo que se da
allí son escenas de encuentro y socialización, apropiación y adaptación de las prácticas de
las personas a las espacialidades propuestas, de acuerdo a las intencionalidades de los
dirigentes de la ciudad y de las concepciones de los arquitectos.
Sin embargo entendida la colectivización como la apropiación de los espacios por grupos
poblacionales específicos segregando y excluyendo a otros, vemos que todos los espacios
excepto el Parque de Bolívar presentan algún grado de discriminación, justificada
especialmente en un discurso de control y seguridad que califica como amenazantes e
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indeseables a ciertos grupos poblacionales, especialmente a los vendedores ambulantes y
los habitantes de la calle, quienes tienen una relación si se quiere vital, de sobrevivencia
con el espacio público.
A este respecto debe anotarse que como se muestra en el Anexo 5, Gráfico 18: Usted
considera que este es un espacio público o privado? la gran mayoría de usuarios de los
espacios percibieron los espacios como públicos, sólo unos pocos en el Parque Explora lo
calificaron como privado. Sin embargo es sobresaliente la respuesta de uno de los actores
en el Parque de los Deseos cuando manifiesta que quisiera que el parque fuera sólo para
la comunidad LGTB, una comunidad históricamente discriminada que a su vez ahora a
través de uno de sus representantes discrimina la diferencia. Por otra parte, la ubicación
de los espacios también fue un importante atributo reconocido por los usuarios en todos
los casos, se reconoce que la ubicación de los espacios en el centro de la ciudad y en el
norte del mismo remite en términos generales a un acceso democrático e incluyente a los
espacios que logran convocar personas a nivel metropolitano.
3.3.3.2. Control y Vigilancia
Sobre el tema del control y la vigilancia se encontró una situación similar en los espacios
objeto de estudio: agentes privados, policía, cámaras de video y elementos de diseño se
combinan para hacer de ellos espacios altamente regulados y neutralizados. Este control y
vigilancia se da en menor medida en La Plaza Cisneros en se ha presentado una resistencia
a lo largo de la historia, ante la intención del Estado de eliminar a la población que habita
su entorno, desconocer sus prácticas y desmembrar el tejido social. Allí se encontró que
más allá del hecho de que el diseño del espacio contribuye a que sea difícil de controlar,
son los actores sociales mismos los que no permiten que se ejerza sobre ellos este control,
esto con mayor fuerza aun cuando se cuenta con autoridades de orden paralelas a las
públicas u oficiales que tienen sus propios intereses y que en virtud de ellos imponen sus
propias reglas y mecanismos de regulación. La vigilancia en el Parque de Bolívar se da
como respuesta a una necesidad manifiesta y como solución concreta a una problemática
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de inseguridad, el control y la vigilancia no hicieron parte esencial de su concepción o
diseño.
En la encuesta aunque las respuestas en torno al conocimiento de las reglas de
comportamiento se encontraron bastante divididas, la mayoría de personas declaró no
conocerlas y en consecuencia declararon también de forma mayoritaria desconocer
quiénes podrían tener restricciones de acceso al parque (Anexo 5, Gráficos 24: Conoce las
reglas de comportamiento del parque? y 25: Sabe qué personas tienen prohibido el
ingreso?).
3.3.3.3. Simulación y Virtualización
Si se parte del hecho de aceptar de que el Parque de Bolívar representa la autenticidad de
un espacio marcado por la huella de quienes lo han habitado a lo largo de la historia y por
la de quienes lo habitan cotidianamente, se hace más sencillo entender por qué los
espacios objeto de estudio todos se leen desde la artificialidad, la simulación y la
virtualización; sus atracciones y elementos lúdicos, crean una atmósfera de desconexión
con la realidad y con los entornos en que se insertan bastante contrastante. Los sub-
espacios se presentan como ofertas diversificadas para unos usuarios que se dibujan
como consumidores de atracciones y espacialidades. En la Plaza Cisneros es en donde
menos elementos lúdicos se encuentran, pero el propio diseño del espacio hace que quien
habita el espacio se sienta en una atmósfera de profunda artificialidad.
3.3.3.4. Proyección Icónica
Los espacios objeto de estudio también comparten con el espacio público tradicional una
característica especial, y es la presencia en cada uno de ellos de edificaciones con gran
proyección icónica y con carácter emblemático, esto se da quizás en menor medida en el
Parque de los Deseos, ya que la volumetría y representatividad de sus edificios no es tan
significativa en relación al Parque Explora que podría decirse que opacó su capacidad de
protagonizar postales de la ciudad.
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En el resto de los espacios estos edificios de gran tamaño funcionan también como
expresiones del poder político y económico y de las creencias e ideologías que imperan en
la sociedad y expresan su cultura; en el Parque de Bolívar la iglesia recoge el carácter de
una sociedad provincial profundamente religiosa, en la que la iglesia católica interfería y
casi que gobernaba todos los aspectos de la vida de los habitantes de la ciudad; el Parque
como tal ha ido perdiendo su proyección como imagen representativa de la ciudad debido
a la llegada de nuevos signos y artefactos que expresan el momento histórico de la ciudad.
En los nuevos espacios, encontramos el Parque Explora que es en sí mismo un gran
emblema cuya imagen se explota en las estrategias de marketing territorial y planes de
atractividad debido a que este edificio expresa el culto de la sociedad moderna a la
ciencia, a la razón y al conocimiento, expresa el poder estatal y su presencia en la
sociedad, pero sobre todo transmite el afán de insertar a Medellín en las redes de
competición mundiales al incentivar la innovación y los conocimientos en ciencias
aplicadas y tecnología, como la ruta a partir de la cual el capital social y humano pueden
transformarse para ser funcionales a las nuevas demandas del capital transnacional.
En la Plaza Cisneros la Biblioteca Temática cumple el mismo papel que el Parque Explora,
pero sobre todo la Plaza Cisneros como tal ha tenido desde su construcción la
intencionalidad de convertirse en una imagen de marca de ciudad, un emblema e ícono de
la transformación de la ciudad y del centro de Medellín con un efectivo éxito en los
ámbitos mediáticos y especializados de arquitectura, pero con un cuestionable poder de
convocatoria, apropiación y reconocimiento positivo por parte de los habitantes de la
ciudad.
El Parque de los Pies Descalzos también posee una imagen altamente comercializable
protagonista en los videos y campañas de marketing de ciudad; de los espacios analizados
es el que cuenta con mayor reconocimiento y aceptación por parte de la ciudadanía. Allí el
edificio inteligente aunque no es un equipamiento, se desempeña como un ícono
incuestionable de la ciudad y de la empresa insignia del desarrollo de la Medellín
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contemporánea: EPM. La enorme masa edilicia es visible desde casi toda la ciudad y
expresa el poder de las Empresas Públicas de Medellín con un artefacto que se equipara
en representatividad y tamaño a la sede misma del poder estatal en la ciudad, entiéndase
el Centro Administrativo La Alpujarra, desde esta perspectiva pueden calificarse los
espacios objeto de estudio como piezas competitivas.
En cuanto a la percepción de los espacios por parte de los usuarios, sobre la pregunta
¿qué le gusta del lugar?, encontramos que en los espacio estudiados (excepto en la Plaza
Cisneros) el atributo que más recurrentemente se eligió fue el diseño (ver Figura 85),
demostrando el gran atractivo que tienen los espacios como artefactos novedosos y
vanguardistas en la ciudad, las personas reconocen la innovación de los espacios en
cuanto al diseño como algo positivo, a pesar de que en sus prácticas manifiestan claras
poses y actitudes de incomodidad, la proyección icónica de los espacios apoyada en los
medios de comunicación ha logrado que las personas se sientan orgullosas de las obras y
privilegien su capacidad emblemática sobre su propio confort que podría garantizarse a
partir de soluciones urbanísticas más sencillas, es decir menos espectaculares.
Irónicamente, en la Plaza de Cisneros que es sin duda el más intencionado objeto de
diseño de los seleccionados para el análisis, primó la opción de los servicios ofrecidos
referidos a la Biblioteca Temática que cuenta con gran aceptación y reconocimiento por
parte de la población y que es el motivo de visita de la Plaza por parte de un buen número
de usuarios, sencillamente porque el espacio presenta serias dificultades para ser
habitado, por lo que establecer una relación de identificación y autoestima social frente a
la obra es mucho más difícil, por otra parte también es claro que la Plaza no sólo ha
ganado reconocimiento internacional desde el gremio arquitectónico, sino que también
ha recibido una dosis considerable de mala prensa, situación ante la cual la ciudadanía no
se ha encontrado ajena.
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3.3.3.5. Homogenización
Los espacios todos, también comparten entre sí el manejo racional de los elementos del
mobiliario urbano, particularmente la arborización, que allí es muestra de una naturaleza
contenida, controlada, racionalizada y aséptica, que garantiza el fácil mantenimiento y
control social de los espacios, como señalaba Ward Thompson es claro que en la
contemporaneidad los espacios naturales con densa arborización son percibidos con
peligrosidad, como espacios difíciles de controlar. Así pues lo que se denominó como culto
al cemento es una constante en los espacios analizados, superficies duras y lisas, el color
gris predominante y la arborización como un elemento de control o separación de sub-
espacios o de la propia calle. Contribuye a la homogenización el uso de los mismos
elementos de mobiliario urbano, en todos los espacios analizados.
Sobresale la variedad que se encuentra en el Parque de los Pies Descalzos, que es a su vez
el que mayor cantidad de espacios acotados o sub-espacios contiene y el espacio más
altamente calificado por los encuestados.
En la encuesta aplicada, en respuesta a la pregunta ¿Cuál es el mayor atractivo del
espacio? Los usuarios respondieron de maneras muy diferenciadas en cada uno de los
espacios (ver Figura 86). Las zonas verdes sobresalieron en el Parque de los Pies Descalzos;
las fuentes de agua presentaron una recurrencia importante, en el segundo lugar de
preferencia en todos los espacios exceptuando la Plaza Cisneros, donde la gente
seleccionó las zonas de bancas seguido por la Biblioteca Temática. De manera
complementaria a estas respuestas las personas consideraron que le cambiaría a los
espacios el mobiliario urbano, pues en casi todos los casos este se considera insuficiente
para cubrir la demanda en los momentos de mayor ocupación, en segundo lugar
encontramos la arborización ya que en todos los espacios los usuarios manifestaron
desear que se contara con mayor presencia de este tipo de zonas, como se muestra en la
Figura 87.
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3.3.3.6. Orden de Visibilidades y Orden de Enunciados
La animación urbana y vitalidad de los espacios es bastante diferenciada y se encuentra
directamente relacionada con el carácter y naturaleza de los espacios así como con las
restricciones y normas de comportamiento de los mismos, que determinan en gran
medida el público que por voluntad quiera hacer uso de ellos (y la población que
sencillamente se encuentra vetada) así como las temporalidades y la intensidad de la
ocupación que se da en el espacio. El Parque de Bolívar es una excelente muestra de un
espacio intensamente habitado y vivido que recoge múltiples elementos que garantizan su
animación, de los espacios objeto de estudio los más vitales son sin duda el Parque de los
Deseos y el Parque de los Pies Descalzos, espacios que comparten muchas de sus
características y que albergan principalmente a grupos familiares durante los fines de
semana.
Es importante señalar que aunque de acuerdo a la disposición y composición del espacio
hay mayor profundidad en el Parque de los Pies Descalzos que en el de los Deseos, es en
este último en el que se da una ocupación por grupos poblacionales más diversificados;
esto puede explicarse en parte por aspectos como la conectividad y la accesibilidad que
hacen que el Parque de los Deseos se encuentre más integrado con la ciudad y con su
entorno que el Parque de los Pies Descalzos. La Plaza Cisneros es la que más carece de
vitalidad y animación urbana, mientras se encuentra relativamente habitada en el día, en
las noches el lugar se desocupa totalmente y su peligrosidad aumenta incentivada por la
falta de iluminación, toda una ironía en un proyecto llamado Plaza de la Luz, aunque de
cara a la realización de ciertos eventos las torres de luz son encendidas.
De acuerdo a las nociones del espacio público como un orden de visibilidad y un orden de
enunciados, se encontraron similitudes entre los espacios objeto de estudio, casi todos los
espacios ofrecen una total reciprocidad de las perspectivas, ver y ser visto conforman el
par de la interacción en los espacios que en este aspecto asemejan pasarelas, algunos de
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ellos con ciertas posibilidades de intimidad, de ocultación o con intersticios y sorpresas en
sus recorridos, pero la mayoría definitivamente lisos, transparentes en su composición
interna; la verdadera profundidad en los espacios se encuentra dada principalmente por
las diferentes adaptaciones y adecuaciones que los actores hacen de los escenarios para
interactuar de acuerdo a sus saberes prácticos como un despliegue de sus competencias,
lo cual no aplica para el Parque de Bolívar, que posee mayor variedad en sus recorridos y
menor visibilidad desde el orden de las perspectivas, allí realmente no se da una
reinterpretación y adaptación de sus espacialidades de acuerdo a las necesidades de los
usuarios y a la intencionalidad de sus acciones, estas encuentran en el diseño del parque
un buen receptor y escenario para las diferentes prácticas.
En cuanto al orden de enunciados -que se halla referido a la inteligibilidad del espacio y al
affordance del mismo y que hace posible el confort- su comportamiento también es
similar al del orden de visibilidades en los espacios objeto de estudio; los espacios son
difíciles de comprender, los sistemas de objetos son ciertamente comunicantes, pero sus
mensajes no son precisamente lo que los arquitectos concibieron de ellos; el concepto del
diseñador es algo que debe ser enseñado a los usuarios de los espacios a través de los
guías para garantizar su correcta interpretación, utilización y disfrute; de lo contrario las
formas de las disposiciones interactivas no son aprehendidas más allá de objetos
meramente decorativos y curiosos, en este sentido se encuentra en la encuesta (Anexo 5,
Gráfico 22: Sabe usted cuál es la filosofía, objetivo o idea principal de este espacio?) que los
usuarios de los espacios en su gran mayoría desconocen la filosofía, idea u objetivo
principal a partir del cual se conciben los espacios, en torno al Parque Explora se declara
un menor desconocimiento, pero sorprende esta situación en el Parque de los Pies
Descalzos ya que es uno de los espacios más publicitados y más justificados –si se quiere-
desde el punto de vista de la concepción y del diseño.
No quiere decirse que los diseños como tal quieran transmitir como enunciado
literalmente la competitividad de la ciudad, sino específicamente, que estos espacios son
funcionales a las intencionalidades de las racionalidades hegemónicas del mundo global.
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La obra arquitectónica -como veíamos con Santos- al considerarse el objeto de mayor
dimensión diseñado por el hombre, participa como la moda, de las variaciones culturales
en las concepciones estéticas, participa de vanguardias y tendencias; lo que observamos a
través de los espacios objeto de estudio es que estas formas responden a una nueva
sociedad que afronta cambios cada vez más acelerados y vertiginosos gracias al medio
técnico-científico-informacional, que garantiza a su vez que la globalización suceda como
totalidad, como contexto económico y sociocultural del mundo.
Lo que aquí es problemático para la sociología y para los estudios urbano-regionales son
las consecuencias segregadoras, homogeneizantes y alienantes que esta nueva fase de
desarrollo capitalista trae consigo, de igual manera, la agudización de las desigualdades
económicas, la pérdida de derechos civiles y políticos y, concretamente de acuerdo al
tema de investigación, la transformación de los espacios públicos existentes y la creación
de unos nuevos que apoyándose en el diseño arquitectónico, ponen en jaque una serie de
interacciones sociales, prácticas y usos del espacio que han garantizado que las personas
puedan comunicarse, unirse, confrontarse, reconocerse y organizarse como parte de una
colectividad democrática, que comparte intereses que entran en contradicción o son
opuestos a los de los actores hegemónicos del capital global, es decir, las características
de estos espacios contemporáneos interfieren sobre la posibilidad de que se den reales y
densas relaciones horizontales en el territorio como medida de resistencia ante la
omnipotencia y omnisapiencia de la globalización.
Pero aquí nuevamente, debe apuntarse que el diseño ha debido adaptarse a las
necesidades manifiestas de los actores, como es el caso de los chorritos, fuentes y espejos
de agua en cada uno de los espacios, que de ser objetos para la contemplación y la
cualificación estética del espacio pasaron a ser atracciones lúdicas altamente
aprovechadas por los niños, inicialmente a las personas se les corregía ante este uso
interpretado como inadecuado (bañarse y meterse a las fuentes de agua) pero con el paso
del tiempo las autoridades debieron ceder y permitir esta práctica que tan naturalmente
se originaba en los actores, no sin crear ciertas regulaciones para ello como prohibir a los
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niños despojarse de su ropa para evitar que los espacios aparentaran al visitante la visión
de un parque acuático recreativo.
En el caso del Parque de Bolívar desde el orden de los enunciados, puede hablarse de un
espacio que en la actualidad no puede leerse a partir de alguna pretensión conceptual o
tendencia estética foránea, ya que se encuentra profundamente relacionado con la
cultura local; aquí realmente se crea un espacio que más que orientar acciones es un
espacio que acepta, recoge y propicia las manifestaciones auténticas de sociabilidad,
esparcimiento y confort de los usuarios; nada allí es difícil de comprender o debe ser
objeto de una explicación compleja.
Para hacer referencia directa al concepto de contenedor, se debe partir de reconocer el
hecho de que el concepto apunta desde su definición a espacios cerrados en sí mismos,
como centros comerciales, estadios, museos o parques temáticos de diversiones donde se
da la ritualización del consumo, espacios más de uso colectivo que propiamente públicos
como los que esta investigación abordó; sin embargo muchas de sus características fueron
útiles en el trabajo para caracterizar los espacios, en los cuales pudimos identificar
artificialidad, simulación, virtualización, separación de sub-espacios o espacialidades bajo
un espacio acotado y previamente unificado que niega la permeabilidad y la
transparencia; sin embargo al cumplirse estas premisas en los espacios objeto de estudio y
al contar con otros atributos propios de las tendencias globales en la creación de este tipo
de espacialidades, es lógico preguntarse cómo establecer un límite claro entre lo público y
lo privado, ya que cada vez más estos mundos se imbrican, se permean, creando formas
híbridas que ya no responden como formas puras ni a lo público ni a lo privado.
Ciertamente la conceptualización de Manuel de Solá-Morales de espacios colectivos y
procesos de colectivización, apunta a la comprensión del fenómeno.
Como contenedores propiamente, se encontró en el Parque Explora y en el Parque de los
Pies Descalzos a sus más claros exponentes, sin desconocer que el resto de espacios
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objeto de estudio apelan a la artificialidad y a la representación como parte de sus
principales atractivos.
Se encontró en las encuestas que a pesar de que las personas identifican aspectos que le
mejorarían a los lugares, casi todas declaran altos niveles de satisfacción con el espacio
(Anexo 5, Gráfico 35: Califique de 1 a 5 su nivel de satisfacción con este espacio) y estos
paulatinamente se han ido insertando en el paisaje cultural y recreativo de la ciudad. Sin
embargo no puede desconocerse que a diferencia de los espacio públicos tradicionales
estos se dibujan como espacialidades altamente neutralizadas, asépticas, burbujas de paz
y relajación, todos diseñados bajo la perspectiva de la recreación pasiva, pero esta es una
noción que despierta cierto interrogantes, si por recreación pasiva se entiende lo
contrario a la realización de actividades de alto impacto como las deportivas, se puede
decir que es válida la determinación como tal de los mismos, bajo la premisa de que para
este tipo de prácticas se cuenta con otro tipo de escenarios; pero lo que se percibe de la
aplicación de la noción de recreación pasiva es una especie de apaciguamiento de las
expresiones de individualidad e identidad de ciertos grupos poblacionales.
Aunque la relajación, la contemplación y el ocio son necesidades que la ciudad debe
satisfacer, es bastante particular que siendo este el propósito, no se crearan espacios
naturales más acordes con este tipo de prácticas, sino que por el contrario se crearon
espacios donde priman las superficies duras, el cemento (acorde a los atributos que se
han expuesto como tendencias contemporáneas) y la exposición a los elementos que
claramente dificultan la realización de las actividades deseadas y crean situaciones de
incomodidad para los usuarios; los actores han hecho un uso y apropiación más activa que
pasiva de los espacios, especialmente los niños con sus prácticas han desafiado los
conceptos de los arquitectos; la población no sólo necesita relajarse, sino sobre todo
divertirse y expresarse libremente, lo cual los agentes de control del espacio coartan con
mediano éxito.
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Se encontró que el espacio público tradicional, en este caso el Parque de Bolívar, es un
espacio que enseña tolerancia y diversidad, que recoge y expresa la realidad de la ciudad
con su amplitud de discursos, comportamientos, prácticas e ideologías, mientras en los
nuevos espacios públicos parece que persiguiera la uniformidad de la población, los
espacios que aplican las tendencias contemporáneas enseñan una serie de prácticas y
comportamientos que pueden interpretarse como un apaciguamiento de las diferencias,
la crítica o la transgresión a las formas establecidas, los espacios son píldoras de cultura
ciudadana, nuevamente esta entendida como obediencia ciega a las normas y adaptación
social.
Si bien es cierto que en el Parque de Bolívar en ocasiones la intensa dinámica social y la
falta de límites puede hacer sentir agobio y prevención o aprehensión frente al otro,
también es claro que esa es la realidad de la vida urbana, donde se debe dar mezcla y no
mestizaje como lo indicaba Joseph y es esa diversidad la que en los espacios ojeto de
estudio se trata de neutralizar o apaciguar a través de espacialidades que sirven al
objetivo de la competitividad incentivando el aprendizaje, la ciencia y la tecnología e
incentivando comportamientos ciudadanos que den la imagen de modernidad y
vanguardia en vez de ser espacios de expresión de la identidad local a través de prácticas
que son tradicionales y que pueden aparecer como las de una sociedad provincial a los
visitantes de la ciudad.
Sin embargo la creación de este tipo de espacios no sería tan problemática desde el
contexto urbano si se propendiera ante todo por la diversidad de ofertas, es decir si estos
espacios para la contemplación y la relajación hechos de macizo cemento estuvieran
complementados con el mismo número de iniciativas para realizar verdaderos parques
urbanos como el renovado Jardín Botánico, los parques lineales o la adecuación de los
cerros tutelares para incentivar su efectivo disfrute por parte de la ciudadanía; este tipo
de iniciativas o propuestas urbanísticas serían de gran provecho para la ciudad; lo cierto es
que ante las necesidades de recreación, ocio y esparcimiento, las personas disponen de lo
que hay, es decir de lo que la ciudad les ofrece, no siempre de lo que prefieren.
357
Otra reflexión que este trabajo ha inspirado se encuentra relacionada con la importancia
de la participación social activa en el diseño de los espacios, inclusive la consulta directa
sobre adecuaciones que podrían hacerse a los espacios para que estos fuesen
aprovechados y habitados con mayor intensidad y para garantizar que no sea sólo la
intencionalidad de las administraciones municipales y de los diseñadores la que oriente
obras de tanta importancia para la ciudad, ya que como se ha mostrado, estos actores
acríticos frente a la globalización y el paradigma de competitividad urbana han concebido
las obras principalmente como un espectáculo y como un vehículo para la realización de
propósitos como el de la internacionalización de la ciudad.
358
UNA MIRADA MULTIESCALAR A LA IMAGEN COMPETITIVA DE LA
CIUDAD DE MEDELLÍN, EL ESPACIO PÚBLICO ENTRE LAS DEMANDAS DEL
MUNDO Y EL LUGAR: CONCLUSIONES, HALLAZGOS Y
RECOMENDACIONES DE LA INVESTIGACIÓN
En los hallazgos de cada capítulo se han expuesto ampliamente muchas de las
conclusiones que aquí se apuntan, sin embargo realizando una evaluación de estos
hallazgos de la investigación a la luz de la hipótesis planteada se encontró que
efectivamente los espacios analizados responden desde la planeación al paradigma de
competitividad y que como tal han aportado a la atractividad de la ciudad. Al usarse la
imagen de estos espacios en campañas publicitarias de marketing se hace evidente la
importancia de las obras para proyectar la imagen de Medellín como la de una ciudad
competitiva. Así pues la intencionalidad de las obras es responder a las demandas de la
globalización a partir de la aplicación y el seguimiento de las tendencias contemporáneas
en la recuperación y resignificación de los centros tradicionales de las ciudades, a través
del diseño de espacios públicos en torno a equipamientos con gran proyección icónica y
de buscar a través de ellos un cambio en las conductas sociales.
La atractividad de la ciudad, intencionalidad de los espacios objeto de estudio como
canalizadores de verticalidades, pudo leerse explícita e implícitamente en los planes de
desarrollo municipales y en el plan de ordenamiento territorial, la visión de ciudad que los
diferentes planes contienen puede claramente caracterizarse como una imagen de ciudad
competitiva en perfecta consonancia con los atributos que se consideran replicables y
reproducibles de las ciudades modelo. La búsqueda de la competitividad como
intencionalidad, lógica y racionalidad se lee en los Planes de Desarrollo de Medellín
revestida de un discurso contundente en torno al deterioro del Centro y por tanto la
renovación aparece como necesaria para su recuperación, pero la lectura realizada
permite afirmar que la recuperación quiere decir retomarlo de las manos de quienes
histórica y tradicionalmente lo han habitado y controlado.
359
La observación permitió corroborar la aplicación de las tendencias contemporáneas en el
diseño de los espacios públicos en diferentes gradaciones y con intensidad diferenciada,
de acuerdo al entorno, al objetivo del lugar y a las soluciones formales adoptadas los
espacios presentaron una clara disposición para el control y la vigilancia, una
intencionalidad de segregar ciertos públicos, la restricción a ciertas prácticas, la intención
de funcionar como detonantes de transformaciones socioespaciales a mayor escala que la
del mismo artefacto implantado, todas estas características permiten hablar de una lógica
creciente de privatización en la ciudad que se da a través de la inserción de objetos
arquitectónicos en torno a la creación de espacios públicos en el Centro de la ciudad de
Medellín.
Sin embargo, y de acuerdo a la hipótesis planteada es bastante difícil afirmar que el diseño
de los espacios responde exclusivamente a la satisfacción de las demandas globales y que
las administraciones municipales se han dedicado exclusivamente a aplicar el paradigma
de competitividad en lo que a la ordenación del espacio y a las intervenciones urbanas se
refiere, pues si bien estas son clara materialización de este paradigma y de las lógicas de la
globalización, los espacios han sido adaptados por quienes los usan para suplir sus propias
necesidades, para responder a sus propios deseos y así los espacios son habitados y
resignificados por quienes efectivamente hacen un aprovechamiento de ellos por lo que
de ser espacios en principio fríos y asépticos, de acuerdo a la diferente intensidad con que
se ocupan se reconocen ahora como sitios de encuentro y como lugares en los cuales
aunque existen restricciones para la libre socialización esta aun puede darse. Apoyados en
el confort y la inteligibilidad, en el orden de visibilidad y de enunciados, se hizo el
acercamiento a la comprensión de la adecuación de los espacios y de sus disposiciones
interactivas para el efectivo disfrute del espacio y como determinantes de la forma en que
estos se viven y se experimentan.
Si bien puede aun afirmarse a la luz de la hipótesis que en la concepción de los espacios
primó una racionalidad según la cual estos son asumidos como detonantes de
transformaciones socioculturales, lo que se ha venido dando desde nuestras
360
observaciones ha sido lo contrario es decir, que una vez dispuesto el sistema de objetos,
los sistemas de flujos se han ido imponiendo sobre la homogenización espacial y cultural
que las obras han perseguido. Así tanto la lógica global como la local conviven en los
mismos espacios, altamente determinados por las verticalidades, pero a su vez
reconquistados por la ciudadanía en la lógica de las horizontalidades.
Se crea pues a través de los espacios tanto bienestar general como bienestar particular;
este último encuentra su mayor manifestación en la atracción de eventos internacionales
que la ciudad ha logrado en los últimos años, el turismo en torno a los negocios y a los
eventos se ha ido consolidando paulatinamente como una clara vocación de la ciudad a
través de sus potencialidades y de las inversiones que el sector público ha hecho en torno
a la dotación de servicios avanzados, las exenciones tributarias, el apoyo a la cualificación
de los servicios hoteleros, el apoyo al sector empresarial y la promoción del
emprendimiento , pero principalmente gracias la inversión en la creación y cualificación
de infraestructuras para responder a las demandas y necesidades de estos visitantes. Los
eventos también se han convertido en una estrategia para llevar a que la población local
aproveche efectivamente los espacios creados, a pesar de que en su concepción inicial
estos no deberían cumplir esta finalidad, la ciudad espectáculo ha tomado fuerza y se ha
proyectado a través de las espacialidades que aquí se analizaron.
De acuerdo al objetivo general plateado de la investigación, se ha apuntado y mostrado
cómo se construye –de lo global hacia lo local- la que se considera la racionalidad
subyacente que origina la creación de los espacios objeto de estudio. Sin embargo desde
su análisis como dispositivos que propician u obstruyen la socialización, deben realizarse
otras consideraciones.
A diferencia de lo que manifestaba Milton Santos, si bien en los espacios se da contigüidad
en las relaciones e interacciones, los espacios no necesariamente incentivan la solidaridad,
sino más bien la indiferencia, en parte debido a que la nuestra -como apuntaba Joseph-,
es una sociedad en la que prevalece la mirada sobre el discurso; la indiferencia es una
361
conducta válida en el contexto público y es de hecho una actividad situada, una situación
de interacción, pero que no puede ser tomada como el deber ser de los espacios públicos
urbanos; siguiendo a Joseph concluimos que diferencia e indiferencia deben poder
convivir allí, pero además el llamado a la solidaridad por encima de la tolerancia y el
respeto debería encontrarse en el centro de las políticas públicas y debería ser un
principio de diseño practicado por los arquitectos.
Se mostró cómo la legibilidad de los espacios es mínima, debido a su novedad y a su
compleja construcción conceptual que apunta principalmente a objetivos como la difusión
de la ciencia y la tecnología en la ciudad, los espacios no responden principalmente a su
naturaleza como públicos, como espacios primarios de socialización y encuentro en las
ciudades, sino que son principalmente espacios educativos (en ciencias aplicadas y
tecnología) que fomentan conductas cívicas y absorben las diferencias.
Las disposiciones interactivas necesitan de un control constante de los agentes dispuestos
para tal fin, principalmente por parte de los guías pedagógicos; como tal se da una fuerte
desconexión entre las búsquedas concretas de los usuarios en los espacios y la oferta
efectiva de entretenimiento, ocio, ocupación, prácticas y usos que los espacios propician;
sin embargo también se da una expectativa frente a la forma en que se promocionan los
espacios, la novedad en su momento atrajo a los espacios a los públicos más disímiles, sin
embargo pasado el acontecimiento como novedad, los espacios son en la actualidad
usados por aquellos que efectivamente los aprovechan de acuerdo a sus características y
que consumen allí las ofertas científicas o culturales.
Existe una brecha entre la concepción arquitectónica y el uso y vivencia cotidiana de los
espacios que se manifiesta en usos inadecuados o usos vedados. La brecha entre la
concepción del espacio público y su aprovechamiento, sin embargo no se considera
insalvable y estas situaciones podrían evitarse en el futuro a través de la participación y
consulta de la ciudadanía en los procesos mismos de diseño.
362
Las intervenciones son en su concepción inicial coherentes con la visión de ciudad de
mediano y largo y plazo, pero existe un aspecto problemático y es el hecho de que si bien
esta visión de ciudad se ha construido a través de procesos participativos (como se apunta
vehemente en los planes analizados) esto no se dan en el diseño y construcción de las
obras puntuales. En el tránsito que la imagen de la ciudad futura o modelo de ciudad
realiza hasta la obra pública o proyecto urbano, se desdibuja el carácter participativo y la
visión, deseos y necesidades reales de la población; es por esto que se considera que los
espacios creados en la ciudad de Medellín deberían responder en su etapa de concepción
y diseño a intensos procesos de participación de la ciudadanía, particularmente que
incluyeran a quienes habitan el entorno de los lugares.
Pretender traducir una visión general de ciudad en un espacio público o equipamiento
concreto es un proceso que gran complejidad, por lo que como una directriz clara que
esta investigación señala desde la planeación sería la creación de estrategias y espacios de
participación, consulta y debate en torno a la calidad y cualidades físicas de los espacios
que se proyectan, es decir que se estableciera un diálogo efectivo entre arquitectos y
ciudadanía, así además se abre una línea de profundización de la investigación que
propendería por determinar métodos y estrategias para lograr canalizar y materializar los
deseos y expectativas de los futuros usuarios de un espacio en su diseño, así como
analizar cómo se han dado estos procesos en la ciudad si es que se han desarrollado.
Encontramos con el trabajo de campo que los espacios son en su mayoría asiduamente
visitados y particularmente concurridos durante los fines de semana, que realmente
responden a una necesidad ciudadana y urbana; a pesar de que sus características no son
idóneas para el realización de algunas prácticas, los espacios creados en el Centro de
Medellín realmente benefician a los ciudadanos cuya calidad de vida es más deficiente y
cuyas posibilidades y opciones de esparcimiento y recreación se ven limitadas por la falta
de recursos económicos, pero puede afirmarse que como espacios públicos de carácter
metropolitano deberían lograr convocar poblaciones más disímiles, lo cual sería posible si
363
su calidad y su cualidades fueran los suficientemente altas para que las personas los
usaran no exclusivamente por la satisfacción de una necesidad sino por un deseo.
En cuanto a la imagen de ciudad que se ha pretendido construir desde las
administraciones analizadas debe destacarse su concepción como una inmensa aula
(ciudad educadora), una ciudad justa, una ciudad cultural y científica, una ciudad
transformada, una ciudad líder, una ciudad atractiva, una ciudad sostenible y equilibrada;
en torno a estos discursos ha girado la imagen de ciudad que se ha buscado construir y
fijar en el imaginario de la ciudadanía, con efectividad como pudo mostrarse con la
encuesta ya que la gran mayoría de los usuarios abordados en todos los espacios
consideraron que la ciudad se ha transformado en los último años y la autoestima social
se ha incrementado.
Como se apuntó en la investigación el marketing de la ciudad de Medellín se ha
sustentado principalmente en la idea de una ciudad transformada (sustentada en
discursos entendidos bajo la perspectiva de Santos como técnicas) a pesar de contar con
reconocimiento internacional las razones de este reconocimiento deben revertidas, por lo
que se exaltan no sólo sus valores intrínsecos y su modernización, sino su supuesta
pacificación y sus acciones decididas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y
así alejarlos de actividades delictivas. Sin embargo la realidad dista mucho de esa imagen
proyectada y aunque deben reconocerse buenas prácticas y avances desde las políticas
públicas en este último sentido, la intensa conflictividad urbana tiene como principal
causa la pobreza, la exclusión y segregación que la globalización agudiza, por lo que es
profundamente contradictorio proponer como solución a estas problemáticas la
aplicación de un paradigma que se inscribe en este mismo pensamiento hegemónico.
Se puede hablar a la luz de nuestro enfoque de una efectiva alienación de los espacios y
de los hombres a través de lo que entendemos como espacios de la globalización,
seleccionados por el capital para participar en el universo de las redes, debido a su
capacidad de incentivar la reproducción del capital y de transportar y comunicar la
364
ideología que le es propia a través del trasplante mecánico de modelos y artefactos que
homogenizan paisajes y poblaciones. Los espacios son el resultado de los progresos
conjuntos de la ciencia, la técnica y de la información, esta última, su poder y manejo es
fundamental para que los espacios logren el poder simbólico con que cuentan, ya que
como vimos en ellos se dificulta profundamente hablar de la fuerza del lugar,
precisamente por su falta de profundidad y pos su poco mixtura de usos.
El análisis segmentado en escalas permitió finalmente comprender e ilustrar cómo los
espacios objeto de estudio se mueven en la lógica de la totalización y son una
manifestación clara de la totalidad; en ellos se encuentra las fuerzas enfrentadas de las
verticalidades y de las horizontalidades, a su vez esta misma tensión se manifiesta en el
ámbito político local, la planeación local sin embargo consideramos ha privilegiado la
inserción de la ciudad en los mercados globales como principal mecanismo responder a las
profundas necesidades sociales que se expresan por múltiples vías en la escala local. La
forma de afectar esta perspectiva de actuación del sector público no es más que la
manifestación de las contrarracionalidades a través de la política.
La tesis así desarrollada permite inferir líneas de investigación que lograrían una
reconstrucción de la totalidad del fenómeno desde todas sus dimensiones: por una parte
se considera importante ahondar en los impactos propiamente económicos de las obras y
de las inversiones extranjeras, eventos de proyección internacional y demás situaciones y
acontecimientos que han generado riqueza en balance con la dimensión de las inversiones
de la ciudad para su atractividad y marketing. De igual manera se considera importante
ahondar en el fenómeno propiamente del marketing, desde su dimensión comunicacional
y simbólica y en la forma en que históricamente se ha construido la imagen de la ciudad,
así como su apropiación por parte de la ciudadanía.
365
LISTA DE ANEXOS
ANEXO 1: SEGMENTOS DE DISCURSO SELECCIONADOS PARA EL ANÁLISIS 2
PLAN DE DESARROLLO MEDELLÍN 1998-2000. POR UNA CIUDAD MÁS HUMANA. 2
PLAN DE DESARROLLO MEDELLÍN 2001-2003. MEDELLÍN COMPETITIVA. 7
PLAN DE DESARROLLO MEDELLÍN 2004-2007. MEDELLÍN COMPROMISO DE TODA LA CIUDADANÍA. 11
ACUERDO 46 DE 2006. PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL DEL MUNICIPIO DE MEDELLÍN 13
FRAGMENTOS DE ARTÍCULOS DE PRENSA RELACIONADOS CON LA IMAGEN MEDIÁTICA DE LA CIUDAD 18
ANEXO 2: FORMATO DE ENCUESTA APLICADA 20
ANEXO 3: DATOS CONSOLIDADOS DE LA ENCUESTA APLICADA 23
ANEXO 4: RESULTADOS DE LA ENCUESTA POR CADA ESPACIO OBJETO DE ESTUDIO 46
ANEXO 5: RESULTADOS COMPARADOS DE LA ENCUESTA 57
366
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Video Colombia, the only risk is wanting to stay/ Medellin, creado en el marco de la
campaña Colombia es Pasión del Ministerio de Comercio Industria y Turismo, la
Presidencia del República y Proexport creado en el año 2005 como marca de país,
el video tiene una (duración 41 seg).: http://www.youtube.com/
watch?v=t3k_XJB0QAo&feature=related
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Video Medellín: Trópico Andino, creado por la Alcaldía de Medellín en el año 2005
(duración: 6 min. 41 seg): http://www.youtube.com/watch?v=woXymyPcFQU o
también en http://www.medellin.gov.co/alcaldia/jsp/modulos/V_medellin/
videosmedellin .jsp?idPagina=847
Video Medellín se transforma, Alcaldía de Medellín (2006) (duración 7min. 53 seg.):
http://www.youtube.com/watch?v=QPJJTGhSdvQ&feature=related
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