El pirata Escalofríos no se llamaba de verdad Escalofríos, sino de una manera muy diferente.Como muchos otros piratas, él también tenía un nombre secreto.

Había tenido que abandonar su isla, y buscar otro puerto para él y su tripulación. Fue durante el viaje que sucedió el incidente: el pirata se mareó tanto que echó todo el desayuno por la borda. Eso le daba escalofríos de vergüenza.

En la primera isla que vieron, el pirata Escalofríos bajó del barco. La isla le gustó. Allá, por suerte, el suelo no se movía bajo sus pies ni con una tempestad de viento. Pero en esa isla desconocida hablaban un idioma desconocido. El pirata Escalofríos no entendía todo lo que decían los nativos.