El polémico Gasoducto del Sur

5 preguntas para entenderlo mejor

El Gasoducto tiene que estar a pleno de su capacidad para que el costo, que se divide entre los usuarios, sea más barato. Que el ducto esté a pleno capacidad significa que tienen que haber más consumidores, lo que será después que se termine de construir.

¿Qué significa esto? Que el costo, hoy, es la inversión en el ducto, anual y que es independiente de la capacidad a la que este, que, como ya había dicho, es igual a la cantidad de consumidores que hay. Si esta en construcción, y no hay consumidores, no hay capacidad aun, pero igual tienen que repartirlo entre los que tienen su recibo de luz. Pagamos la capacidad ociosa del gasoducto de entrada. Esto se hace utilizando un mecanismo que ya ha sido usado en el proyecto camisea.

¿Que quiere decir esto? que mientras se construye el gasoducto la gente pagara en sus recibos por la transmisión, producción y distribución de un

gasoducto que no tiene gas, ni tubos. El consumidor peruano se convierte entonces en un accionista sin derechos del consorcio ganador que construirá el gasoducto.

¿Y cuando el Gasoducto se termine?

Cuando el gasoducto ya esté terminado pueden ocurrir dos cosas. Una, que los consumidores crezcan rápidamente y el ducto este a plena capacidad. Quiere decir, que haya suficientes consumidores y se repartan gastos de transmisión, distribución y producción entre un miles de peruanos y sea más barato. Es lo ideal.

Lo segundo que puede ocurrir, es que los consumidores crezcan lentamente y la capacidad del ducto sea poca. Entonces el consorcio tendría que ver la forma de llenar el ducto a su máxima capacidad, tener más consumidores. ¿Y que haría para esto? pues podría mirar a chile, con lo que compensarían la capacidad ociosa, que como recordamos, ya estaría pagando el consumidor peruano, con el mecanismo de camisea, hasta que se termine de acabar el gasoducto.

¿Y el alza de tarifas?

Después que se acabe el gasoducto, y hasta que se llegue a la capacidad máxima, el consumidor peruano sigue pagando el cargo por potencia, que compensa la capacidad ociosa del gasoducto ya terminado. Esto es lo que explica el alza de tarifa. Podría ser media o muy alta según la capacidad a la que este el ducto. Que asegura esto? nada aun. Es un riesgo que corre la empresa, pero sobre todo el país y sus consumidores.

¿Y Chile?

Hay un tercer escenario. Si el consorcio, para llenar la capacidad del gasoducto, decide vender gas a chile, el consumidor peruano habría construido, con el aumento de su tarifa eléctrica, un ducto que bajaría los costos de la energía residencial chilena y la posibilidad, con esto, de crear más puestos de trabajo para los chilenos.

No solo eso, y esperamos que no suceda, el consumidor industrial y minero del Perú habría construido, con su dinero, un ducto que haría más competitiva a la minería chilena y haría más atractivo ese mercado para los capitales, por los que los dos países, luchan por atraer.