el portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

30
verano - otoño 2013 el portarró 33 boletín del parque nacional de aigüestortes i estany de sant maurici

Upload: dinhdan

Post on 06-Jan-2017

217 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ve

ran

o -

oto

ño

20

13

el portarró33b o l e t í n d e l p a r q u e n a c i o n a l d e a i g ü e s t o r t e s i e s t a n y d e s a n t m a u r i c i

Page 2: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

Casa del Parque Nacional de BoíCa de SimametC/ de les Graieres, 2 · 25528 Boí (Alta Ribagorça)Tel. 973 696 189 · Fax 973 696 154

Casa del Parque Nacional de EspotC/ de Sant Maurici, 5 · 25597 Espot (Pallars Sobirà)Tel./Fax 973 624 036

Centro de Información de LlessuiEcomuseu Els Pastors de la Vall d’ÀssuaAntigues escoles, s/n · 25567 Llessui (Pallars Sobirà)Tel. 973 621 798 · Fax 973 621 803

Centro de Información de SenetLa SerradoraC/ del Port,10 · 25553 Senet (Alta Ribagorça)Tel. 973 698 232 · Fax 973 698 229

Centro de Información de Estany GentoEstación superior del teleférico (abierta de julio a septiembre)25515 La Torre de Cabdella (Vall Fosca, Pallars Jussà)Tel. 618957726

Páginas web:www.gencat.cat/parcs/aiguestorteshttp://www.magrama.gob.es/es/red-parques-nacionales/nuestros-parques/aiguestortes/

Correo electrónico:[email protected]@gencat.cat

Presentación

Apuntes sobre meteorología

El románico del Valle de Boí

Entrevista: ¡Antoni Plans, por unos Pirineos vivos!

Noticiario

Conozcamos el Parque:- ¿Quién sabrá apreciar la sagalisia?- Ni churras ni merinas... ¡Xisquetas!

La esencia de las palabras: Elogio de los pirenaicos

La Foto

Caminemos por el Parque: - Ruta de los muñidores: el primer itinerario arqueológico

Publicaciones

3

4

6

9

16

19

21

26

27

29

sumario

E l P o r t a r r ó n o a s u m e l a r e s p o n s a -b i l i d a d s o b r e l a s o p i n i o n e s e x p r e -s a d a s e n l o s a r t í c u l o s f i r m a d o s o c o n s e u d ó n i m o , q u e e s e x c l u s i v a d e s u s a u t o r e s

El PortarróVerano -otoño 2013

Colaboran en este número:Mercè Aniz MontesJaume Comas BallesterJosepmaria Rispa PifarréGerard GiménezMaria Pou PalauJudith Comorera GarcíaMeritxell Centeno MagíMaria Farré Domech Jesús Tartera OrteuCristina Espinar MosqueraJordi Vicente CanillasPere Esteban BeaJordi Gavaldà BordesCristina CastellàAntoni Plans Lladós

Fotografías, mapas y dibujos:Anna Monsó PortéOscar ArribasBomberos de AranJordi Gavaldà BordesArchivo del Centre del Romànic de la Vall de BoíFamília PlansJordi CerdeiraEugeni MulàRicard Novell AgramuntFons Claudi Gómez Grau. Servicio de Audiovisuals del IEIOna HernándezENDESA

Corrección lingüística:Núria Tost i FarrúsJavier Piqué Alejaldre

Diseño y maquetación:Aran Disseny

Depósito Legal: L-1428-96

Edita:

Page 3: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

3

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

presentaciónEsta frase, con rima incluida, la hemos escuchado muchas veces en boca de nuestros abuelos y abuelas cuando, de vez en cuando, el agua de los ríos y de los barrancos hace alguna de las suyas. Esta afirmación, que seguramente es muy antigua, no disuadió no obs-tante a nuestros antepasados de instalarse al lado de los ríos. De hecho, muchas de las grandes civilizaciones conocidas, nacieron y se desarrollaron al lado de los grandes cursos de agua. El agua genera riqueza allí por donde pasa. Sin ir más lejos, en nuestro territorio los ríos nos han proporcionado agua de riego para los prados, han movido viejas y nuevas turbinas, molinos y aserra-doras; han servido de vía cuando los navateros eran los transportistas de la madera de nuestros bosques; nos ha proporcionado agua de boca y alimento y, últimamente, se han convertido en espacios naturales donde se prac-tican actividades nuevas de ocio que generan riqueza económica en las poblaciones de las orillas. No debería extrañarnos, pues, que la mayoría de las poblaciones más importantes se encuentren en los fondos de valle, al lado de los ríos, donde encontramos los mejores prados, donde la tierra es fértil y llana, y las comunicaciones son fáciles, lejos de los desni-veles ásperos que limitan a menudo nuestros valles. Las riadas no son episodios extraordinarios en las comarcas de montaña, de las cuales los ríos son los ejes vertebradores; por eso, no sería difícil encontrar, en algunos de nuestros pueblos, personas que recuer-den las trágicas inundaciones de 1937, por no hablar de las más recientes del año 1982. A pesar de estas inundaciones cíclicas, una parte de nuestra población continuará viviendo al lado del agua: ¡es así y no cam-biará! Se impone, pues, una reflexión colectiva sobre cuales han de ser las pautas de comportamiento y las

actuaciones a realizar para prevenir y minimizar las consecuencias de unos hechos que sabemos que se repetirán. La seguridad de nuestros “nidos” y de los que vivimos en ellos depende en gran medida del tipo de relación que establezcamos con nuestro entorno, y con los estimados y temidos vecinos de toda la vida: los ríos.En este nuevo número del Portarró encontraréis dos interesantes artículos: uno, sobre los lazos que hay entre los valores naturales y culturales de un mismo territorio; otro, sobre la meteorología cambiante de las montañas del Parque. La Entrevista nos acerca esta vez a una persona muy activa, desde su juventud, con el territorio pirenaico a pesar de vivir cerca del mar. Las especies de flora y fauna invitadas a este número son la sagalisia y la oveja xisqueta mientras que el itinerario escogido nos traslada hasta el Valle de la Mainera en el Pallars Sobirá, para conocer de primera mano el primer itinerario arqueológico del Parque. Una espectacular secuencia de fotos de las fuertes lluvias de junio pasado y las últimas novedades bibliográficas cierran esta edición que, de nuevo, solamente podre-mos disfrutar en versión digital.El Portarró cumple 16 años de publicación ininterrum-pida durante los cuales ha llegado hasta nuestros lectores y lectoras con la intención de acercar, de forma amena pero rigurosa, los valores patrimoniales de nuestros pueblos y valles. Por este motivo conti-nuaremos luchando por recuperar su publicación en papel por ser una revista única y diferente de otras de las tierras pirenaicas, que merece ser leída, con tranquilidad, al lado de un buen fuego, en vistas a una montaña o sencillamente en aquel lugar ideal que queramos escoger.

ß

“No te hagas el nido cerca del río...”

Page 4: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

apuntes sobre meteorologíaPara entender la climatología pirenaica y concretamente, la del Parque Nacional, es importante tener presente la influencia en el clima de tres variables geográficas: la latitud, la altitud (la orografía) y la continentalidad. La latitud nos marcará la mayor o menor influencia en nuestro sector de unos determinados centros de acción (anticiclones y depresiones, figura 1a) a lo largo del año, es decir, que tiene una componente más regional.La altitud/orografía marcará, por ejemplo, la potencia-lidad que una barrera montañosa pueda modificar las corrientes de circulación general (configurados por los centros de acción fruto de su localización geográfica) así como favorecer los ascensos de aire y la generación de precipitación (Figura 1c).La continentalidad influenciará las propiedades de hume-dad y temperatura de las masas de aire que pueden llegar a afectar nuestro sector de interés, y es determinante para entender la facilidad con que lleguen precipitacio-nes o que se alcancen extremos térmicos. Queda claro, pues, que el rol que juegan estas tres varia-bles geográficas está muy ligado a las configuraciones que la circulación atmosférica toma en una zona, y como estas interaccionan con el relieve. En este sentido, una manera muy interesante de estudiar y entender la climatología de una zona es a partir de la identificación de estas configuraciones de la circulación típicas que afectan. Es lo que llamamos un catálogo de situaciones sinópticas o de tipo de circulación, catálogo que normal-mente se basa en la descripción de las configuraciones isobáricas (mapas del tiempo) de días concretos y que consideramos ejemplos interesantes que a su vez ejem-plifican la variabilidad atmosférica que afecta un lugar. Y es que el interés de estos catálogos es doble: por un lado, en basarnos en situaciones meteorológicas bien defini-das y normalmente basadas en días concretos, pueden hacer una muy buena aproximación al comportamiento meteorológico que se da bajo aquellas determinadas condiciones; por la otra, conociendo las frecuencias de ocurrencia a lo largo del año de estos “tipos” podemos profundizar en cuáles son los factores más relevantes que determinan el clima de la zona de estudio. En este artículo nos introducimos en el mundo de los catálogos de los tipos de circulación a través de dos de las situaciones más relevantes en el sector del Parque Nacional: el noroeste y el suroeste, hecho que nos servirá también para introducir algunos elementos clave de la

meteorología de montaña. El hecho de que los dos tipos de situaciones provoquen un flujo de aire que atraviesa más o menos de forma perpendicular la cordillera pirenai-ca hace que los efectos a un lado y otro (vertientes norte y sur) sean marcadamente diferentes.

Nevadas en la cara norte y quizás más allá: Situación del noroesteEn invierno, la circulación atmosférica particular de buena parte de Europa y que se caracteriza por la llega-da de frentes desde el Oeste (los westerlies), hace un desplazamiento general hacia el sur y afecta la Península Ibérica con más facilidad que en verano. Es por ello que la situación que describimos la asociamos más bien a la temporada invernal. La configuración característica de este tipo de circulación presenta sobre el océano Atlántico el anticiclón de las Azores desplazado y alargado un poco más al norte de lo que le es habitual. Por otra parte, una depresión se sitúa al norte de los Pirineos (normalmente cruzando por el centro de Europa). Esto provoca un flujo de viento del noroeste sobre los Pirineos, que aporta humedad oceánica, y como además, las isobaras tienen su origen en latitudes más elevadas, favorece la bajada de las temperaturas.En consecuencia es una situación característica de neva-das en los Pirineos y que normalmente va acompañada de una clara bajada de las temperaturas y de vientos moderados o fuertes. En el área del Parque, todo su sector más septentrional (el de cambio de vertiente entre cara norte y sur de los Pirineos) es el que seguramente recibirá las nevadas más abundantes, aunque serán generalizadas y seguramente a todas las cotas, ya que las temperaturas presentaran un claro descenso. El vien-to puede ser muy fuerte en las crestas y en sectores de sotavento, y en ocasiones puntuales llegar también a ser muy fuerte en el fondo de valle.Esta situación es muy frecuente, pero algunas veces va acompañada de nevadas excepcionales que superan las cantidades y la extensión habitual. Son casos la del 30 de enero del 2003 (Figura 3), la del 11 de febrero de 2009, y la reciente del 7 de febrero de 2013 (Figura 2, parte superior). Además es una situación que en muchos casos ha estado detrás de accidentes en la montaña (Pascual i Callado 2010) y que puede presentar diversas variantes que determinan respuestas espaciales muy diferentes (Trapero y Esteban 2011).

4

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ßFigura1: a) La presencia de los centros de acción favorece unas u otras condiciones meteorológicas: las depresiones, que van acom-pañadas de ascensos de aire, facilitan el crecimiento de nubes y la formación de lluvias o nevadas, mientras que los anticiclones, con presencia de subsidencia del aire, tienden a aportar tiempo soleado. b) Cuando hay mucho gradiente de presión entre un anticiclón y una depresión, se producen vientos muy fuertes. c) Cuando los flujos de aire húmedo se encuentran relieve, se favorece el ascenso y la formación de precipitaciones. Este es un factor clave en la meteorología pirenaica.

Page 5: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

Precipitaciones abundantes en la vertiente sur: situación del sur – sudoesteComo hemos dicho antes, el invierno favorece la bajada en latitud de la circulación del oeste que, en muchos casos, con la presencia de un anticiclón (de bloqueo) en la Europa central o septentrional, facilita a veces la presencia de bajas presiones en sectores como la costa de Portugal o el golfo de Cádiz. Con la localización de una bajada en este sector, se establecen en muchos casos corrientes de viento del suroeste a sur sobre la Península ibérica y los Pirineos que a veces pueden ser persistentes y muy marcados.Con esta situación, y aunque pueda parecer que las montañas peninsulares puedan evitarlo, se producen precipitaciones en la vertiente sur que pueden llegar a ser muy abundantes. La masa de aire, de carácter relati-vamente cálido, a menudo va muy cargada de humedad de origen atlántico, y si el giro de vientos lo permite (hacia el sureste), se puede ver reforzada por la hume-dad mediterránea. En definitiva, es una situación que da precipitaciones generales y muchas veces generosas

en los sectores de montaña como los Pirineos (el efecto trampolín del relieve es muy eficiente), en muchos casos con cotas de nieve elevadas, y con vientos fuertes en las cotas más altas.Esta situación es muy relevante en todo el Parque a pesar de que cuando los vientos descienden hacia el Aran, hacen disipar rápidamente las nubes: es el viento de España, que va acompañado de temperaturas por encima de lo que uno podría esperar en la vertiente norte pirenaica, así como de vientos que pueden ser destacables a fondo de valle.De episodios históricos relevantes (figura 2, línea de abajo) destaca por encima de todo el del 1982, que provocó aguaceros generalizados en los Pirineos, con inundaciones y consecuencias trágicas para diversas personas (Esteban y Trapero 2012). También es de mucho interés para el Parque el del 1996, especialmen-te relevante por la actividad de avalanchas que se dio (Figura 4).

Pere Esteban y Jordi Gavaldà

5

apuntes sobre meteorología

ß

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

Figura 2: En la parte superior ejemplo de tres situaciones muy relevantes de nevadas intensas y extensas de nieve en los Pirineos. En la inferior, tres episodios de sur/suroeste que provocaron precipitaciones muy abundantes en la vertiente sur, especialmente relevantes para el Parque los del 1982 y 1996.

Figura 3. Efectos de la avalancha de nieve reciente que afecta la Pleta de Baqueira el día 31 de enero de 2003. Foto: Pòmpiers de Aran.

Figura 4. Avalancha en la vertiente este del Pui de la Bonaigua, ocurrido el 21 de enero de 1996, con una importante destrucción de abetos del Gerdar de Sorpe. Foto: Jordi Gavaldà.

Page 6: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

6

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

Entre los picos más altos del Pirineo Catalán, en la comarca de la Alta Ribagorza, se encuentra el Valle de Boí, un municipio formado por ocho pequeños núcleos de población conocido internacionalmente por su conjunto de iglesias románicas declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.Durante siglos los habitantes de estos pueblos han vivido de la ganadería y la agricultura de subsistencia propia de las poblaciones de alta montaña. Actualmente la econo-mía del Valle depende principalmente del turismo. En todo este proceso de transformación las iglesias románicas han jugado un papel destacado.El inicio del proceso se sitúa a finales del siglo XIX y principios del XX con la llegada al Valle de Boí del primer turismo de salud y del excursionismo que favorecieron el redescubrimiento del patrimonio histórico-artístico de la zona. En Cataluña, el interés por el mundo medieval se inicia en el siglo XIX con los viajes histórico-literarios y el movimiento cultural de la Renaixença. Siguiendo la tendencia que se estaba produciendo en toda Europa con el Romanticismo, se empiezan a organizar las primeras exposiciones de arte románico y gótico, y se crean los primeros museos y colecciones.Con la voluntad de explorar los monumentos románicos de Catalunya, en 1907 el Institut d’Estudis Catalans orga-niza la “Misión Arqueológico-Jurídica en la franja de Aragón”. Durante el mes de septiembre visitan el Valle de Boí, recorren los pueblos y “descubren” las iglesias y las pinturas murales que se conservaban. Es el inicio de la puesta en valor de las iglesias del Valle, el primer paso para el estudio, la protección, la restauración y la gestión del conjunto.El Conjunto Románico del Valle de Boí está formado por las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulalia de Erill la Vall, Sant Feliu de

Barruera, la Nativitat de Durro, Santa Maria de Cardet, la Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro .Las iglesias románicas del Valle de Boí son el reflejo artístico de una sociedad estructurada entorno de las jerarquías eclesiásticas y señoriales personificadas en este caso en los Señores de Erill y el Obispado de Roda de Isábena, promotores de los templos del Valle. Dentro de esta sociedad medieval, la Iglesia cumplía no sólo una función religiosa sino que también tenía un importante papel social, como lugar de reunión y refugio del pueblo. En el caso del Valle de Boí, esta función social de los templos se evidencia en la utilización de sus esbeltos campanarios de torre como elementos de comunicación y vigilancia.Construidas entre los siglos XI y XII siguiendo los mode-los procedentes del norte de Italia, las iglesias románicas del Valle de Boí forman un conjunto con características arquitectónicas comunes. Son pequeñas edificaciones de una o tres naves construidas con pequeños sillares de granito y cubiertas con vigas de madera o bóvedas de cañón. La ornamentación escultórica, de influencia lombarda, con frisos de diente de sierra, arcos ciegos y lesenas, la encontramos en los ábsides y los esbeltos campanarios de torre, la imagen emblemática de la arqui-tectura románica del Valle.En sus interiores se conservaron gran parte de los mejo-res ejemplos de conjuntos de pintura mural románica (entre los cuales destacan las pinturas del maestro de Taüll), tallas (como el Descendimiento de Santa Eulalia de Erill la Vall) y frontales de altar de la época. A principios del siglo XX la mayor parte de estos bienes muebles fue-ron trasladados a Barcelona, a el actual Museu Nacional d’Art de Catalunya, para evitar su venta en coleccionistas privados. Actualmente en las iglesias del Valle podemos ver sus reproducciones.

el románico del valle de boí, patrimonio mundial en un entorno rural

Atardecer en Sant Joan de Boí

Page 7: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

7

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

el románico del valle de boí, patrimonio mundial en un entorno rural

Iglesia de Sant Joan de Boí

En 1992, la Generalitat de Catalunya declara el conjunto románico Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y en 1994 inicia el programa de restauración del románico del Valle de Boí. El 30 de noviembre del 2000, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO reconoce los valo-res universales excepcionales del Conjunto Románico del Valle de Boí y aprueba su inclusión en la lista del Patrimonio Mundial.La declaración de Patrimonio Mundial aporta, como es evidente, importantes beneficios para la zona, pero también supone asumir nuevas responsabilidades que afectan al mantenimiento y gestión de los bienes decla-rados. Por eso, en octubre de 2003 se constituye el Consorci Patrimoni Mundial de la Vall de Boí formado por el Ayuntamiento del Valle de Boí, el Consell Comarcal de la Alta Ribagorça, la Diputación de Lleida, la Generalitat de Catalunya y los obispados de Lleida y de Urgell. La sede del Consorcio es el Centre del Romànic de la Vall de Boí (CRVB).Situado en el pueblo de Erill la Vall, justo al lado de la iglesia de Santa Eulalia, el edificio del CRVB reúne las

oficinas de gestión, el espacio de recepción y acogida al visitante, y el espacio de interpretación. Los principales objetivos y actuaciones del centro giran alrededor de la conservación, interpretación y difusión del conjunto románico como elemento de desarrollo económico de la zona. En este sentido, desde el CRVB se desarrollan acciones diversas que van des de la restauración y el mantenimiento ordinario de las iglesias hasta las acciones de promoción turística del conjunto románico. Asimismo, se ofrece al visitante dos servicios destacados con la finalidad de hacer accesible las iglesias al público y presentar el patrimonio de manera que el visitante experimente el significado del conjunto: el servicio de apertura al público de las iglesias y el servicio de visitas guiadas. A estos servicios se suma el espacio de inter-pretación del Centro del Románico, el lugar del encuentro del visitante con la entidad gestora del conjunto patrimo-nial y, por tanto, la cara visible de todo el proyecto.

Cristina Castellà y Anna MonsóCentre del Romànic de la Vall de Boí

el romànico del valle de boí, patrimonio mundial en un entorno rural

Centro del Románico del Valle de Boí (Erill la Vall)

www.centreromanic.com

Page 8: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

Los materiales de las iglesiasLas iglesias románicas hoy forman parte del paisaje del Valle de Boí, están integradas en los núcleos y en el relieve. En la época medieval la piedra no tenía la consideración de material noble, se utilizaba por su durabilidad y resistencia. Después se embellecía con rebozados de mortero de cal, juntas pintadas entre los sillares o pintura al fresco con escenas figurativas tanto en el interior de las iglesias como en el exterior. Todos los materiales utilizados en la construcción de las iglesias los encuentran en el valle: el granito, la piedra caliza (tosca), la losa de pizarra, la madera y el hierro.

Los colores del románico¿Cómo se obtenían los colores para hacer las pintu-ras murales románicas de las iglesias? Los maestros pintores que trabajaron en las iglesias del Valle de Boí eran itinerantes, esto conllevaba que fueran ligeros de equipaje y los materiales con los que trabajaban los tenían que encontrar directamente en el lugar o muy cerca de donde hacían sus obras. Los colores utilizados eran minerales porque se mantenían inalterables con el rebozado de mortero de cal, mien-tras que los colores de los vegetales (excepto el del carbón) no eran estables y desaparecían. Para obtener los colores para hacer la pintura al fresco los minera-les se molían muy finamente. Después se diluían en agua y se aplicaban con el pincel directamente encima del rebozado acabado de hacer. ¿Qué colores se pue-den obtener a partir de los minerales que encontramos en el Valle de Boi? Óxidos de hierro, tierras ocres, blanco de cal, azul de la aerinita y verde de la azurita.

Dragones, leones y dromedarios en el Valle de BoíLos dragones, leones y dromedarios eran anima-les desconocidos, increíbles y fantásticos para la gente del Valle de Boí y les asustaban, les daban tanto miedo como el oso y el lobo que eran reales y salvajes que podían ver más de una vez correr por estas montañas y bosques. Todos estos animales y otros más corrientes como el gallo, la serpiente, los pájaros los podemos encontrar representados en las iglesias románicas: en los capiteles de las portadas, en los cerrojos de las puertas i sobretodo en la pintura mural. La función de las imágenes era didáctica, para la enseñanza religiosa y moral.

Las formas vegetalesEl hombre medieval está inmerso en el espacio natural, es su espacio vital. Cuando este mundo se representa en el románico, no se hace de forma naturalista, los elementos vegetales son formas simbólicas estilizadas y simétricas. Las plantas simbolizan la comunicación entre el espacio sagrado y el exterior, ya que pueden pasar por lugares muy estrechos y son capaces de atravesar materiales muy duros. En el Valle de Boí las representaciones vegetales las encontramos tanto en los conjuntos de pintura mural, como en los frontales de altar y los capiteles de algunas portadas. El logo del Centro del Románico del Valle de Boí está inspirado en un motivo floral extraído del frontal de St. Pere de Boí.

Del territorio a las iglesias románicas

Ermita de Sant Quirc de Durro

Detalle de pintura mural original en Sant Climent de Taüll

Camello. Copia de las pinturas murales de Sant Joan de Boí

Capiteles de la Assumpció de Cóll

8

ß

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

Page 9: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

9

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

Nos encontramos en el centro geográfico de los Pirineos. Un espacio que invita a pensar. Un auténtico universo por descubrir. Un centro geográfico donde se esconderían topónimos, muchas descripciones y algunas costumbres que quizá querríamos conocer. ¡Que vale la pena cono-cer! Pues bien, en este lugar es donde nos encontramos hoy con Antoni Plans y Lladós -de formación ingeniero y activista voluntario- para iniciar un viaje de palabras y recuerdos con un hombre capaz de ofrecer flores a los rebeldes pero, ni agua, a los embaucadores...Buenos días Antoni. ¿De dónde eres? Para mi cada uno puede ser de donde quiera. En este momento me siento de Barruera, del Valle de Boí y de la Alta Ribagorza. Cuando estoy en otro lugar, intento iden-tificarme con la cultura que lo rodea y puedo sentirme de aquel lugar. He nacido en el barrio de Gracia en el año 1947, en Barcelona.Mi padre era de Vilassar de Mar, donde vivo ahora, y mi madre de Escaló, en les Valls d’Àneu, en el Pallars Sobirà. Cuando todavía tenía que nacer, aquel verano ya hice mi primer viaje a Lladorre, en el Valle de Cardós, a visitar a unos familiares que no habían podido venir a la boda de mis padres, en el mes de febrero, a causa de la nieve. Durante mi infancia, cada verano subíamos dos o tres meses a Escaló. Mi abuelo me hacía trabajar en las tareas propias de la ganadería de montaña. Recuerdo que jugá-bamos con los chicos del pueblo a tirar piedras en el río. También a menudo íbamos de excursión para descubrir el entorno. Nos lo pasábamos bien en la Fiesta Mayor, el 18 de agosto, por Santa Helena, la patrona del pueblo.¿De qué casa era tu madre?¡Era de casa Gassia! Tenemos mucha familia en la Ribera de Cardós, en Sort, en Cervi...¡El resto del año vives y estudias en Barcelona!Viví en Barcelona hasta que me casé a los 24 años. Empiezo a estudiar en la Salle Josepets donde hice todo el bachille-

rato y después los estudios en la Universidad. Con mi padre aprendí muchas cosas: era un hombre que nos acompañó en la descubierta de la propia ciudad de Barcelona y su entorno. ¡Conozco muchos lugares de a ver ido con la familia! A menudo viajábamos por Cataluña y por España. ¿Cómo viajabas hasta Escaló cuando eras un niño? Con el tren de la Pobla y después el coche de línea. Mientras atravesábamos algunos túneles tenías que cerrar las ventanas por el humo que hacía el tren y evitar así aca-bar sucio de arriba a abajo. Las carreteras no eran fáciles y me vienen imágenes de autobuses llenos de maletas. El viaje lo hacíamos en dos etapas: una hasta Sort, donde dor-míamos en la Fonda Burrella, propiedad de una tía nuestra y, al día siguiente, hasta Escaló. Recuerdo, por ejemplo, cuando se construyó la presa de la Torrassa; de hacer un vermut y decir con los amigos... “este será el último que haremos aquí porque el mes que viene todo esto estará lleno de agua”.La casa de mi madre, en Escaló, hacía de fonda. Paraban los ganaderos araneses que iban de ferias y mercados hacia el Pallars, por ejemplo en Salàs; se quedaban con los animales. En el comedor de casa había mesas largas y comíamos juntos. También en verano empezaban a llegar los primeros turistas que venían al Pallars: tenían nombres y apellidos, todos los conocíamos, y cada año eran los mismos. Esto también pasaba en otros lugares, como en el Valle de Boí, en casa Farré d’Avall de Barruera.¿Eras buen estudiante? ¡Creo que sí! ¡No tenía alternativa! Cuando en casa me decían de hacer una cosa, ¡miraba de cumplir! La parte de ciencias siempre me interesó pero también las letras. Incluso una asignatura que me costaba estudiar como el latín, después de suspenderla inicialmente, ¡acabé sacan-do muy buena nota! Los frailes nos exigían mucho y había que estudiar cada día. Sobre la formación técnica no tengo

¡antoni plans, por unos pirineos vivos!entrevista

Page 10: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

10b

ole

tín

de

l p

arq

ue

na

cio

na

l d

e a

igü

est

ort

es

i e

sta

ny

de

sa

nt

ma

uri

ci

ß

nada que objetarles pero sobre la formación humana, ¡sí! ¡No estaba de acuerdo con el trato que recibíamos discri-minando a menudo los más desfavorecidos!¿Por qué escoges la carrera de ingeniero? Quería ser periodista, afición que me vino de leer unos reportajes en La Vanguardia sobre Sierra Maestra, en Cuba. Cuando lo dije en casa, mi padre me dijo que me moriría de hambre. Tenía una cierta atracción por la astro-náutica, por los cohetes que entonces iban a la Luna, había hecho trabajos durante el bachillerato. En aquella época; la Universidad estaba muy mal (eran los años sesenta, la Universidad estuvo muchos meses cerrada y fuimos muy pocos los alumnos que aprobábamos los cursos). Finalmente cogí la especialidad de técnicas energéticas y esto me permitió hacer prácticas, en el sur de Italia, en centrales hidroeléctricas y térmicas de una empresa muy conocida en España hoy en día para hacerse propietaria de Endesa: Enel.¿Qué te supuso ir a Italia? Para mi representó descubrir la democracia. La primera palabra que descubrí en el tren fue sciopero: huelga, en italiano. En Cataluña, había habido muy pocas huelgas. Disfruté mucho de las discusiones políticas abiertas que había en las calles, en las plazas de ciudades como Milán, en las tertulias durante y después de comer, pero al acabar lo que más me sorprendía era que cada uno volvía a su trabajo con una gran deportividad política. ¡Fue todo un aprendizaje para mí! El primer trabajo... Fue en una empresa de maquinaria para industria química, después en una de envases plásticos para la industria farmacéutica y finalmente entré en la mul-tinacional química alemana Hoechst, donde he trabajado el resto de mi vida profesional hasta la jubilación.¿La relación con el Valle de Boí cuando se estrecha?Mi referencia de los Pirineos era el Pallars Sobirà pero no la Alta Ribagorza: ¡no la conocía! De joven había hecho un trabajo de escuela sobre el Románico del Valle de Boí. Tengo la gran obra Geografia General de Catalunya de

Francesc Carreras Candi. Las referencias básicas del Valle las saqué de esta obra: los campanarios de las iglesias, imágenes diversas e información general. Después había estudiado como se escoge técnicamente la construcción de una central hidroeléctrica y recuerdo haber hecho ejer-cicios de implantación de centrales en los Pirineos. Pero un 2 de marzo de 1968 (nos muestra el anillo donde está gravado) conoces en una biblioteca de Barcelona, una chica de Barruera... Sí, conozco a Pilar, en la Biblioteca Central, ¡hoy Biblioteca de Catalunya! La primera vez que subo al Valle de Boí, en coche de línea, mi suegra Rosario, hija de Vilaller, subió al coche, me dio dos besos y me acogió. Era una persona muy abierta y muy interesante. Cuando se casó con mi suegro, Fèlix de Carlà, atravesó desde Vilaller hasta Barruera, por el collado de Sarreres, en caballería. Otra persona de la familia que me impresionó mucho fue el abuelo de la Pilar, Jepet. Una noche de luna estábamos en el balcón de la casa vieja y el hombre me preguntó todo serio: ¿tú crees que ahora mismo puede haber gente pisando la Luna? ¡No puede ser verdad! Tenía un espíritu crítico ante la verdad supuesta y se cuestionaba las cosas que pasaban. Situémonos a mediados de los años setenta. ¡Un hecho remueve el Valle de Boí! Mi papel receptivo durante la infancia y la adolescencia se transforma en proactivo en los Pirineos a partir de una serie de hechos que me motivan a intervenir en un nuevo contexto político y participativo. El Ayuntamiento, con Antonio de Cunilla como alcalde, presentó un proyecto de planeamiento urbanístico del Valle. Convocó a la gente en la carpa que había aquel verano para explicar un proyecto que con-templaba la construcción de una estación de esquí y unas urbanizaciones. Discusiones y desconfianzas caracterizaron el proceso pero fue importante que se informara a la gente sin esconder nada. Con dos amigos más, Joaquim Gascón y Tomás Capdevila, casados con mujeres de Barruera, apro-vechando la celebración del Congreso de Cultura Catalana, nos comprometimos a encontrar y a hacer subir a técnicos

antoni plans, por unos pirineos vivos!

Agulles de Travessani (Valle de Boí)

Page 11: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

11

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

que nos explicaran las consecuencias que podría tener para el Valle un plan de ordenación como aquel. ¡Y lo hicimos! En fin de semana organizamos una serie de sesiones técnicas y mesas redondas abiertas a todos, con arquitectos, urbanis-tas, políticos y sindicalistas en la iglesia de Erill la Vall que, por cierto, nos cedió muy amablemente el cura. Colgamos planos urbanísticos por todas las paredes y llenamos la iglesia. La conclusión fue que el Plan favorecía a la empresa de las pistas, Protupisa, y que al resto del Valle le daba muy pocas opciones. Se quería construir una macro-ciudad de 250.000 camas, en lo que hoy es el Pla de l’Ermita. ¡Esto era una animalada que había que replantear! Las razones para echarlo atrás eran de peso y no se podía aprobar. Incluso se organiza una votación... ¡Sí! Se hizo en el hotel Fondevila de Boí y democrática-mente todos votaron en contra excepto el que después fue el alcalde de Barruera, Andrés Fantova, persona a quien respeto por el hecho de ser el único en votar diferente que el resto. El Ayuntamiento hizo caso de la votación y se retiró el Plan. Mientras tanto, se había creado un Grupo de Estudios, que actuábamos en Barcelona, y el Grup de Gent de la Vall, con los jóvenes que dinamizaban toda una movida que duró un año (1977). Este proceso fue ligado a la actuación del Ovidi Montllor, en un prado de Barruera, todo un evento musical y mediático para la época en que nos encontrábamos.¿Qué acciones iniciasteis desde Barcelona? ¡La comunicación se trabajó a fondo! Visitábamos dos o tres periódicos cada día, casi cada día, para generar artículos y opinión. Se vieron bastante abrumados aquí y Protupisa incluso cambió de nombre ya que quedó mal-parada. Recibimos amenazas personales pero las cosas derivaron hacia otra alternativa al plan de ordenación inicial. Los técnicos consideraron que lo mejor era hacer unas normas subsidiarias, complementarias del planea-miento. Se permitió el crecimiento de los pueblos a costa del decrecimiento del que estaba previsto construir en el Pla de l’Ermita y sobre las pistas de esquí se trabajó una nueva opción, mejor para el Valle. Esta es la historia de un episodio clave en el futuro desarrollo que dio lugar a la formación de los Grups de l’Alt Pirineu (GAP).¿Que son los GAP? Fue un movimiento que reivindicó un tratamiento específico para las áreas de montaña, con un proyecto de región para el Alto Pirineo Catalán, conocido en la actualidad como Alt

Pirineu i Aran, que incluye las seis comarcas de montaña del Aran, la Alta Ribagorza, el Pallars Sobirá, el Pallars Jussá, el Alto Urgell y la Cerdaña. Eran tiempos en que se estaba elaborando la Constitución española, después el Estatuto de Cataluña y nosotros fuimos a trabajar con la Entesa dels Catalanes (candidatura unitaria para el Senado, promovida por la Asamblea de Cataluña, de las fuerzas de izquierda) para introducir un artículo, el 130.2 de la Constitución española, que favoreciera un tratamiento específico de las zonas de montaña. Este hecho legislativo derivó también en una Ley de Agricultura de Montaña para el Estado español.¿Jugasteis algún papel en la declaración el año 1988 de la nueva comarca de la Alta Ribagorza? ¡Absolutamente! Los GAP siempre hablaron de una Alta Ribagorza diferenciada del Pallars Jussá y ante los ayun-tamientos del momento insistimos en la necesidad de la su creación. Habíamos sacado una primera monografía diferenciada dentro de un volumen dedicado a la comarca del Pallars Jussá, en el marco de una colección comarcal promovida por la Caixa de Catalunya durante los años ochenta. Era un territorio demasiado alejado, geográfica-mente hablando, del Pallars. No obstante, también incluía-mos inicialmente la parte aragonesa ya que las fronteras no podían ser obstáculos para el desarrollo de un territorio más global. Pienso que todavía sería bueno superar los problemas administrativos de las fronteras existentes entre Cataluña y Aragón por el bien del territorio natural ribagor-zano. La Asociación de la Ribagorza Románica ha sido un ejemplo actual de las posibilidades reales de estos plantea-mientos territoriales y ¡no se tiene que olvidar!¿Qué otros elementos encuentras de cohesión comarcal? El Pont de Suert sería un territorio potencialmente indus-trial y desde donde mover un espacio geográfico de innovación a nivel de los Pirineos. En cambio, la parte más cultural, turística, de naturaleza estaría centrada en el Valle de Boí y quizás también en Vilaller, donde la ganadería de montaña, por el peso histórico de la Feria, como centro de mercado, sería el sector a promover. ¿Cuándo escuchas, por primera vez, la palabra Aigüestortes? Por el lado de San Mauricio, el Parque era un territorio que estaba al lado de casa. Tengo memoria continua de ir a menudo, de pequeño, a Espot y hacer excursiones. Recuerdo también los pueblos de Jou, Son, Esterri d’Àneu. En cambio por el Valle de Boí no estuve hasta que me casé.

antoni plans, por unos pirineos vivos!

Escaló (Valls d’Àneu)

Page 12: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

12

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

He subido mucho por la parte de Cavallers, hacia el Negre atravesando a Colomès, de Aigüestortes hasta el Llong... Ir de excursión, merendar, comer caliente en los refugios, ¡poder acampar en Llebreta! Explícanos aquella anécdota sobre el refugio del Negre... Cuando se renovó el refugio Ventosa i Calvell, en los años ochenta, recuerdo haber enviado una carta al diario Avui quejándome del nombre que tenía. El director del diario, Josep Maria Cadena, me llamó, fui a verle, y me dijo: “Cataluña la ha hecho mucha gente y no todos han sido de un color político, y el señor Ventosa también jugó un papel.” Yo le respondí: “Mire, el diario es de usted, haga lo que quiera, pero yo estoy convencido de lo que he escrito y personas como Ventosa, que han apoyado el franquismo, no deberían dar nombre a refugios de monta-ña como este.”¿La queja la hicisteis los gaps o era personal? ¡Era mía! La firmé como Antoni Plans. ¡Nunca he hecho anónimos! ¡Nunca he escrito nada a escondidas! Bien, una excepción fue cuando nos dedicábamos, con Joan Vinyuela, a corregir en los carteles de las carreteras algunos topó-nimos de pueblos, como el de “Pont de Suert” (El Pont de Suert), el acento en “Coll” (Cóll) o las haches de “Bohí” (Boí) o “Tahüll” (Taüll). También contribuí a arrancar los símbolos falangistas que había en la entrada de Barruera; los tiramos al suelo y, para sorpresa nuestra, cuando al día siguiente fuimos a recoger la pieza alguien había hecho el trabajo de llevárselo no sé con qué destino. ¡Desapareció!La relación perfecta, con el Parque, llega con... ¡DEPANA! Bien, antes había tenido actividades relacio-nadas con el medio ambiente en temas de evaluaciones ecológicas, de análisis de ciclos de vida, de balances ecológicos donde valoras como un producto tiene más o menos impacto en la cadena de producción. Es una herra-mienta que había visto en Suiza y cada vez más nos pedían estos balances para objetivar que un producto era mejor o peor que la alternativa. Trabajaba con plásticos, materiales a menudo puestos en cuestión y, como en todo, lo mejor era minimizar el consumo. ¡Esta es mi convicción general! A partir de esto, podemos discutir todo lo otro pero esta es una máxima. ¡Podrás comer, podrás vestirte, podrás sobre-vivir pero generando el mínimo impacto! ¡Minimizar el con-sumo debería ser una obligación! También participé en los cursos de verano de la Seu d’Urgell donde mi materia era la industrialización de las comarcas de montaña. El Parque Nacional llega después de todo esto, a raíz de la conexión que había entre los GAP, DEPANA y el Centro Excursionista

de Cataluña. Nos reuníamos un par de veces al año y impul-sábamos algunas estrategias conjuntas. ¿Cuándo entras en el Patronato del Parque como represen-tante de DEPANA? El representante ecologista era Oriol Alamany pero a raíz de desacuerdos con el proceso de la primera ampliación del Parque quiso dejar el Patronato. Se impulsó una ampliación que no era la pactada en reuniones previas en el Parque y se decepcionó mucho. Se buscó un recambio y como tenía contactos con Lluís Toldrà, me propusieron llevar la representación ecologista con él. Siempre me ha hecho mucha ilusión ya que me conecta a mis vivencias en la Ribagorza y en el Pallars Sobirà. ¡Cuando subo, tanto en un lado como en el otro, me encuentro con amigos! ¡Me ha hecho ilusión de mantenerla incluso ahora que estoy jubi-lado como una tarea de voluntariado muy enriquecedora!¿De qué proyectos has disfrutado más? A raíz del intento de ampliación de Baqueira hacia el Pallars Sobirá, per el valle de Àrreu, nos opusimos al proyecto por los graves impactos sobre el territorio. Promovimos un pro-yecto de estudio para valorar, por la vía de la cuantificación de impactos, cuáles eran las alternativas que había a la ampliación tal y como la presentaban en el año 2000. El pro-yecto se llamaba Diafanis y proponía escenarios diferentes. Lo pusimos en marcha con la Universidad Autónoma de Barcelona, con el grupo del catedrático de economía ecológica Joan Martínez-Alier. Era un estudio académico correcto y tuvo unas conclusiones previsibles. Para mí, no se supo popularizar, es decir, divulgar; faltó capacidad de comunicación entre la gente del territorio, como debería ser en casos como estos. ¡Los estudios deben servir para que se entiendan y la capacidad de hacerlo entender es lo que falló! Lo que sí fue más allá fue un ejemplo de actividad sostenible a desarrollar alrededor o en el propio Parque: el proyecto Camins Vius.Explícanos el proyecto en concreto. ¡Un proyecto hecho realidad! Había entrado en la junta de DEPANA y lo sacamos adelan-te gracias a una ayuda del Organismo Autónomo Parques Nacionales, y la colaboración de la Autónoma, con el equi-po del geógrafo Xavier Campillo. Era un proyecto de circun-valación, a pie, alrededor del Parque Nacional, recuperan-do los caminos de los pueblos y los valores patrimoniales del entorno, y que ahora está a la espera de racionalizar su explotación comercial. Los promotores del proyecto, a par-tir de ahora, deberían ser las empresas de senderismo de la zona, como ha pasado, por ejemplo, con Carros de Foc,

antoni plans, por unos pirineos vivos!

Page 13: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

antoni plans, por unos pirineos vivos!la Pedals, el camí dels Bons Homes o el concurrido Camino de Santiago. Creo que hay empresas interesadas, ¿no? La marca Camins Vius debería ofrecerse como un producto compacto que incluya el itinerario, alojamientos y gastro-nomía determinados. ¡Doscientos kilómetros de caminos dan muchas posibilidades a lo largo del año!¿Cómo valoras estos quince años en el Patronat? Nuestro papel como Parque y como Patronato ha quedado suficientemente patente en las reuniones, encuentros o con-ferencias a las que he asistido. Agradezco el apoyo que he tenido, como miembro del Patronato, desde el propio Parque, en facilitar datos o en comparar situaciones. Hasta el momen-to hemos tenido una dinámica correcta con convocatorias, actos, objetivos... El Patronat y sus presidentes han sido trabajadores y activos. Se han creado comisiones de trabajo que han obtenido resultados positivos sobre temas como el bosque de la Mata de València, ampliaciones de estaciones de esquí del entorno, proyectos de las hidroeléctricas en el Parque o la introducción del oso pardo en los Pirineos. ¿Y las ayudas y las subvenciones concedidas, durante estos años, a partir de la financiación de actuaciones en la zona de influencia socioeconómica del Parque? Las ayudas a los pueblos del entorno han sido un factor muy importante. Sabemos que en el futuro no se podrán mantener al mismo nivel pero hay que reconocer el impacto que han tenido en el tejido económico de los pueblos del área de influencia. Esto se debería agradecer específicamente a la gestión del Parque no solamente desde Cataluña sino desde Madrid. ¡También hay que reconocer las cosas positivas que nos llegan desde el Estado! El Parque ha tenido una diná-mica irregular, históricamente hablando, y para mí fue un error separarlo de la Red de Parques Nacionales españoles. ¡En un futuro inmediato, deberíamos mirar de integrarnos en redes, no sólo peninsulares, sino europeas y mundiales!¿Visitando otros parques nacionales españoles o extran-jeros has encontrado modelos e ideas para aplicar aquí? ¡Mi impresión del Parque, como turista, es la de ser un parque pequeño pero capaz de resumir cosas que se encuentran en grandes parques! Grandes parques como el de las Rocosas en Canadá. ¡Lo de allí lo encuentras aquí pero en pequeño! ¡Cataluña es una joya con playa y mon-taña! ¡En los Pirineos, en general, tenemos una diversidad tan grande! Otra referencia, para mí, es la Patagonia. Es muy diferente de aquí y, en concreto, Bariloche, la ciudad de turismo invernal más importante de Sudamérica, guarda

una relación directa con el Valle de Boí: ¡algunos de los monitores de esquí de Boí-Taüll cambian el invierno de aquí por el de allí! Aquella gente considero que nos llevan años de delantera y experiencia. Descubres unos guías, unos taxistas, una gente absolutamente integrados con sus paisajes. ¡Crean ilusiones a través de lo que te explican! De manera general, eso me cuesta verlo aquí donde nos perdemos aún en nuestro libre albedrío. ¡Nos estamos equivocando! ¡Faltan ganas y pasión! ¡Primero, aún tene-mos mucho que aprender de nuestro territorio y segundo, hay que entusiasmar más a los visitantes! ¡Nunca la culpa puede ser de una crisis sino de la falta de cultura!¿Volviendo al esquí, la creación de nuevos dominios esquiables como forma de dinamización económica se debe tomar con pinzas? Las ampliaciones de pistas siempre vienen ligadas a ampliaciones de la capacidad urbanística de un territorio concreto. ¡Esto no lo tenemos que obviar! No se trata de poner unos cuantos remontes, con un impacto limitado o no, por ejemplo, en el Valle de Rus. ¡Lo gordo es que, siem-pre, detrás hay un proyecto inmobiliario y esto, por suerte, esta crisis -que no es una crisis sino una estafa- nos ayu-dará a dejar de soñar! ¡Está fuera de toda discusión! ¡Son proyectos descartables de base! Pero, dentro del Parque, se permiten actividades productivas… Hay otras agresiones que pueden venir de la pasividad de no plantearse el desmantelamiento de las instalaciones hidroeléctricas. Los contratos se firmaron durante el fran-quismo y probablemente son denunciables pero si no se quiere llegar a estos extremos, por los pocos años de con-cesión que quedan, sí que hay que irse preparando para un nuevo escenario sin aprovechamientos hidroeléctricos. ¡Por cierto, la visita que hizo el Príncipe Felipe en el Pallars esta primavera en Tremp, Talarn y la Vall Fosca debería servir para cerrar las centrales que abrió su bisabuelo! ¡Esta es mi opinión sobre todo esto!¿Un parque nacional, como espacio de investigación científica, puede ser una nueva estrategia de desarrollo territorial? La cuestión de la investigación es muy importante y se debe potenciar. El Parque tiene en las investigaciones científicas que se hacen in situ una oportunidad de progreso. Es un espacio natural que se ha querido expresamente conservar de forma que los procesos naturales evolucionen con el mínimo impacto humano. ¡Un entorno preservado que a la

13

Escaló (Valls d’Àneu)

Page 14: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ß

vez es un campo de trabajo importantísimo para universi-tarios, científicos y para los ciudadanos en general! Por ejemplo, hay unos pastos que continúan aprovechándose pero con un sentido de desarrollo sostenible. Sin embargo, en el modelo de gestión del Parque no hay que olvidar la parte más técnica, el día a día de la protección, conserva-ción y divulgación, que considero se hace ¡muy bien! ¡Es un trabajo de profesionales!Pero no deja de ser un reclamo turístico... ¡Sí! El Parque deberíamos valorarlo más de lo que se valora. Por ejemplo, a veces en el Valle de Boí se habla del Románico y se omite el Parque Nacional. Esto, por favor, ¡no es justicia! El Parque tiene una importancia central y los visitantes, no nos engañemos, ¡vienen por las dos cosas! Ya sabéis que hay turistas en el mundo que se mueven allí donde hay parques nacionales, por donde encuentran Patrimonios de la Humanidad. Si tenemos dos estrellas, ¡dis-frutemos de las dos! Pero aparte del tema turístico, se han de encontrar nuevas alternativas para un territorio donde el Parque puede generar oportunidades más allá del turismo.¿Quieres decir que el Parque no es solamente un Parque? Hay otros conceptos. Estamos en un entorno de respeto a la naturaleza, de respeto a la sostenibilidad y esto tendría que entrar en toda la comarca. No es solamente un lugar donde se va a ordeñar la vaca para que saque la gallina de los huevos de oro. ¡No! El Parque debería servir para que todos se involucraran más en este respeto necesario por la naturaleza. La naturaleza pero todavía se entiende como una propiedad y “¡que me han de decir los de fuera!” Les dejo el trozo del Parque para que vean cuatro rebecos (que no ven ninguno) y ya está! El Parque es un espejo donde el territorio que lo rodea se ha de mirar para ¡progresar! Un rincón de preservación donde debemos hacer las cosas bien, sin tram-pas. Si ponemos las basuras donde se guarda la sal para las carreteras, no hemos entendido ¡nada! Aquí tenemos que hacer respetar la naturaleza y con ella, ¡el territorio! ¿Progreso y naturaleza son, pues, amigos o enemigos? A veces se hace bandera de un tipo de progreso que se necesita a costa de la naturaleza, cuando es la naturaleza la que te permite el progreso. ¡Esta es mi filosofía!Hagamos ahora un pequeño cuestionario de palabras i exprésanos lo que sientes al escucharlas... ¡Muy bien! ¡Adelante!¡La paz! Hay quien la relaciona con el silencio. Aquí se puede escu-char el silencio… que decía el poeta Rafael Alberti. La paz la veo como una oportunidad de colaboración positiva entre la gente. Todos intentamos tirar adelante un país, un territorio, un valle de forma amable y sostenible, sin envidias ni enga-ños. ¡La paz es una oportunidad de ser sinceros!¡Crisis! ¡Es de lo que no habla la gente! ¡Está fuera de nuestros

contornos! ¡Falta de valores! En los Pirineos también hay un cuarto mundo pero la verdadera crisis será la que nos vendrá si no corregimos nuestra disposición predadora respecto de la naturaleza.¡Progreso! Cuando te opones a construcciones urbanísticas te dicen que vas contra el progreso. Pues precisamente, para mí, ¡no es eso! ¡El progreso no es la especulación de unos cuantos sino el bienestar de una mayoría!¡Participación! La participación se consigue día a día pero, atención, ¡también puede hacer marcha atrás! Debemos intentar de mantenernos proactivos para implementarla a nuestros pueblos. Por ejemplo, la participación ciudadana en el Valle de Boí debería ser más abierta i divulgada.¡Cultura! Es una función elemental en el individuo. Las expresiones de creatividad y de aprendizaje son necesarias. Cultura es hacer bien las cosas, ¡ser profesional!¡Comunicación! La de los medios, está muy mediatizada y controlada; la de las personas, siempre he pensado que se necesitan más espacios de convivencia, conectados entre ellos. Por ejemplo, una actividad de senderismo, tomar un café en un bar o ir a la biblioteca municipal, ¡todas pueden acabar generando comunicación! La gente quizás actúa demasia-do solitaria y no se conoce suficientemente. Las nuevas redes sociales deben venir acompañadas de espacios rea-les de comunicación y no solamente de los virtuales. ¡Los proyectos avanzan con complicidades y en los Pirineos hay un déficit importante en este aspecto!¡Caminar! ¡Es saludable, necesario y conoces gente! Conoces el territorio, de que vive, que hace... ¡Camino! Para caminar es más cómodo coger un camino que no ir campo a través. No puedo evitar que me venga a la cabeza Camins Vius, la marca de un itinerario que deberíamos ser capaces de difundir. Es una oportunidad de ligar pueblos y comarcas, una tarea muy compleja en el espacio pirenaico que Arcadi Castilló y compañía han empezado a trabajar desde el IDAPA (Instituto para el Desarrollo y la promoción del Alt Pirineu i Aran). ¡La falta de comunicaciones entre las comarcas de montaña lleva a un desconocimiento recíproco y, por tanto, de identidad pirenaica! Rurbans, MOntanyanes son otras asociaciones y empresas que desarrollan estrategias creativas muy positivas y diferen-tes. El Consell Cultural y el Ecomuseu de les Valls d’Àneu, el Centre d’Art i Natura de Farrera, los encuentros de escri-tores, las publicaciones como el Portarró que, por cierto, es una lástima que ya no se publique en papel...¡Todo ayuda! ¡Se les debe dar apoyo!

antoni plans, por unos pirineos vivos!b

ole

tín

de

l p

arq

ue

na

cio

na

l d

e a

igü

est

ort

es

i e

sta

ny

de

sa

nt

ma

uri

ci

14

Page 15: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

¡Un árbol monumental! ¡Un árbol esconde historia! ¡La historia de cómo lo han visto diferentes generaciones y como ha sobrevivido a todos! ¡Es una lección de supervivencia! Por ejemplo, ¡el pino de Peixerani! ¡Es un árbol que no lo puedes abrazar! Está junto al itinerario que haces para ir al Portarró; la gente ve la señal que indica el camino para llegar pero hay un tanto por ciento bajo que lo visita.¡Trashumancia! Es lo que queda de un pasado diferente. Muchas de las casas de los Pirineos la practicaban. El vínculo econó-mico, genético y lingüístico entre la llanura y la montaña viene de esta actividad milenaria. Últimamente se ha convertido también en un reclamo turístico por practicar el senderismo, gracias a empresas de actividades en la naturaleza que se dedican, entre huella y huella, a explicar esta tradición ganadera.¿Con quién te gusta pasear por Aigüestortes? En el Parque, paseando por cualquier ciudad del mundo, cuando estás en un lugar excelente... te sientes un pri-vilegiado que goza de aquel momento. Te gustaría que las personas que quieres estuvieran allí contigo. Cuando contemplas el vuelo del quebrantahuesos, cuando la natu-raleza te sugiere algo poético, los querrías tener contigo. Tengo una debilidad especial de pensar en otra gente si sé que aquello les puede interesar. ¡Me viene automático!¿Cuál es el modelo, si existe, de parque del futuro? ¡De modelo no hay ninguno! Un primer paso, como objetivo concreto e inmediato, sería una nueva ampliación de la superficie protegida. Se debería haber hecho hace muchos años pero por incapacidad política no ha sido así. No quie-ro ofender a nadie pero las estrategias no han funcionado bien. ¡La ampliación iría bien para el Parque y para los pueblos de la zona de influencia! Las especulaciones de no querer que el otro crezca porque yo estaré solo, así, ¡no vamos a ninguna parte! Un segundo paso, que quizás esté en la cabeza de alguien pero oficialmente no está planeado, es conectarse con otros parques, con otras actividades, con otras personas. Nuestro Parque puede continuar como hasta ahora, con una repercusión limitada o que pase a potenciarse más su influencia sobre el terri-torio. Un territorio que se lo haga suyo y sea el espejo para hacer de la sostenibilidad el modelo de desarrollo del resto de las comarcas del entorno. ¡El Parque debe ser más permeable! Ahora bien, ante los peligros y las depredacio-nes existentes en cualquier proceso, existe la tendencia a pensar que cuando más desapercibidos pasamos... ¡mejor! Quizás no nos irá tan mal porque los proyectos se entierran y se desentierran continuamente, los buenos pero también

¡los malos! ¡Todo tiene sus riesgos! ¡Hacer o no hacer! ¡Ser o no ser! ¡Hamlet!Tu modelo de crecimiento para los Pirineos seria... El futuro de los Pirineos no depende de ellos mismos; depende de Cataluña, ¡de Europa! Mi modelo empieza con una Cataluña descentralizada y descongestionada. El papel de Barcelona se parece demasiado al de Madrid. Las trampas de las economías de escala no pueden hacer perder el resto del territorio. Es el aeropuerto de Barcelona, por ejemplo, con la famosa “tercera pista”, ¡el que roba usuarios al de Lleida! ¡Barcelona gana cuando pierde habitantes! Cuando decrezca Barcelona, ganará Barcelona y ¡Cataluña! Unos Pirineos policéntricos e interconectados son aquellos que extienden su área de influencia socioeconómica entre Francia y Cataluña. Una región, con personalidad, que tenga valor por su nom-bre y si hace falta incorporar territorios de Aragón, de Cataluña, de los Pirineos atlánticos... ¡se hace! Estamos en Europa, ¡estamos en el mundo! Hay que conectarse a los Alpes, con el Himalaya. Nuestro Parque no es sólo de Catalunya ni de los Pirineos. ¡Aigüestortes i Estany de Sant Maurici es del mundo, es un parque nacional del mundo!Estamos a punto de acabar la entrevista y Antoni nos dice decidido... Si me lo permitís, para acabar, ¡os querría explicar una “cosa que no he dicho!”Nosotros callamos y dejamos caminar los últimos pensa-mientos que quiere compartir con todos nosotros...A raíz del Fórum de las Culturas (2004), celebrado en Barcelona, se programó una serie de actividades relacio-nadas con los Pirineos (charlas, conferencias o sesiones de trabajo) organizadas por DEPANA y los GAP, bautizadas como Pirineus Fòrum. Pretendía convertirse en una herra-mienta para el dialogo, para promover un debate social hacia el futuro de las políticas de montaña. El urbanismo, las políticas agroalimentarias ecológicas o la reintroduc-ción del oso pardo fueron algunos de los temas tratados por numerosas poblaciones pirenaicas, en diversas sesio-nes que se organizaron en diferentes lugares del Pirineo.¡Ahora sí! Vuelve el silencio. ¡No! El viejo reloj de la sala suspira una última hora. Antoni comenta que un día tuvo que rascarse el bolsillo para arreglarlo pero que valió la pena. Es uno de los inventos más antiguos de la Humanidad. Debe ser porque medir el paso de las horas, de los minutos, de los segundos es apasionante. Un cuar-to, la media, las horas... ¡Pirineos adentro!

Josepmaria Rispa Pifarré y Meritxell Centeno Magí

antoni plans, por unos pirineos vivos!

15

Page 16: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ßbo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

noticiarioFuerte episodio de lluvias y graves inundaciones De los días 17 al 19 de junio, la mitad oeste de Cataluña estuvo afectada por la llegada de una depresión fría en altura que provocó precipitaciones muy abundantes en el área de los Pirineos, especialmente en el Valle de Aran y áreas próximas, donde la precipitación acumulada superó los 100 mm en 24 horas, según datos de la estación mete-orológica de Vielha. Una precipitación diaria de más de 100 mm es un fenómeno muy infrecuente en este punto del Valle ya que hay que retroceder tres décadas, hasta las catastróficas lluvias del noviembre de 1982, para encontrar registros superiores. Aquellos días el espesor de nieve fue disminuyendo a un ritmo de 10 a 30 cm diarios, con un máximo de 33 cm en el Lac Redon (2.247 m) a lo largo del día 16, y un total de un metro de nieve en 5 días.En muchos sectores del Pirineo occidental, sobre todo de la vertiente norte, ha sido una temporada de nieve excepcio-nal, con acumulaciones de nieve que en algunos casos han sido las más importantes de al menos los últimos 15 años. Posteriormente, la primavera ha sido fría, de manera que se han mantenido espesores de nieve importantes hasta principios de verano en muchos sectores de los situados entre los 2.000 y los 2.500 metros, cotas donde esto es un hecho poco habitual.La subida de temperaturas que tuvimos durante el fin de semana 15 y 16 de junio, y la lluvia abundante de los días 17 y 18, provocaron un deshielo extraordinario y el consi-guiente aumento del caudal de los ríos, hecho que provocó graves inundaciones en este sector de los Pirineos. El balance de los daños en el Parque Nacional se pudo ir determinando poco a poco, a medida que las lluvias fueron remitiendo y se pudo acceder a los diferentes lugares para valorar las afectaciones. La información de los daños en cotas altas se pudo obtener gracias a la información de los guardas de los refugios del Parque, que desde principios de junio ya se encontraban abiertos.El sector de San Mauricio estuvo menos afectado, y a pesar de que el río se llevó un tramo de carretera en la salida del pueblo de Espot, la circulación se pudo restablecer rápida-mente con una variante por la central de Endesa. En la Vall Fosca no hubo daños graves en el acceso a la zona del

Parque y la llegada al aparcamiento de la presa de Sallente se hacía con total normalidad.En el sector del valle de Boí los daños fueron más con-siderables, ya que se estropeó un tramo de carretera de acceso al Planell d’Aigüestortes y varios puentes y tramos de camino, algunos de los cuales en la actualidad todavía se encuentran en proceso de reparación.En el Valle de Aran, donde los daños han sido indudable-mente más graves, el acceso por Valarties y Aiguamòg se cerró totalmente por desperfectos en las pistas hasta su reparación final en pleno verano.

Día Europeo de los ParquesUn año más, el Parque celebró el 24 de mayo pasado, el Día Europeo de los Parques para conmemorar la creación del primer parque nacional europeo. Se invitó a las escuelas de la zona de influencia a visitarlo mediante la realización de itinerarios de naturaleza y se trabajaron aspectos ambientales a través de un dosier didáctico, con el obje-tivo principal de acercar a las futuras generaciones los valores excepcionales de nuestro espacio protegido. Tres escuelas de la zona de influencia fueron este año las que nos visitaron por el sector de Aigüestortes: los días 21 y 22 de mayo, los alumnos del CEIP del Pont de Suert; el 24 del mismo mes, los del CEIP Garona de Vielha y el 5 de junio fue el turno de la ZER Alta Ribagorça. En total participaron 207 alumnos y 24 profesores.Por otra parte, en la comarca del Pallars Sobirà se organi-zaron dos actividades conjuntas con el Parque Natural de l’Alt Pirineu para celebrar esta jornada naturalística: una actividad de juegos infantiles en el centro de interpretación de las Viles Closes d’Escaló, el día 18 de mayo y, al día siguiente, se hizo un itinerario guiado de Isavarre a Esterri d’Àneu, pasando por el castillo de València d’Àneu, en el que participaron 15 personas. Curso para informadores turísticosEl pasado 5 de junio, se celebró en la Casa del Parque de Espot una nueva edición del Curso para informadores turís-ticos del Parque Nacional, con el objetivo de dar a conocer a los profesionales relacionados con el sector turístico, los valores naturales y culturales del Parque, con el fin de

Día Europeo de los Parques (Valls d’Àneu)

16

Page 17: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

noticiario

difundir esta información con la máxima precisión posible.Asimismo, se les proporcionó las herramientas y los recur-sos que les deben permitir informar a los potenciales visitantes del Parque sobre aspectos tan diversos como los servicios existentes, la normativa o las novedades en la gestión, de una manera clara y precisa, así como acercar mejor la realidad del Parque, haciendo especial énfasis en las relaciones del Parque con su entorno más cercano. El curso contó con una veintena de asistentes de las cuatro comarcas de la zona de influencia socioeconómica. La permanencia de la nieve en cotas medias y altas interfi-ere en los resultados de los censos de TetraónidosUno de los objectius de la gestión de cualquier espacio protegido es el seguimiento periódico de las especies ame-nazadas. Los meses de mayo y junio son la época de celo de dos de las especies más emblemáticas: el urogallo y la perdiz nival. Normalmente los machos cantan de madru-gada en lugares conocidos donde podremos contarlos para obtener unos datos sistemáticos y comparables entre diferentes años.Este año los censos se han visto muy afectados por la gran cantidad de nieve que había en la montaña y solo se han podido realizar algunos controles puntuales. Hemos podido constatar que el único cantadero de uroga-llo de la Vall Fosca continua activo, después de la muerte por depredación del que se pensaba que era el único

macho de este territorio y que pudimos certificar ya que llevaba un pequeño emisor de radio que permitía un segui-miento de sus movimientos. En la Ribagorza, algunos cantaderos mantienen la presen-cia de urogallos mientras que en otros no se han podido escuchar debido a las condiciones meteorológicas. En el Pallars, la presencia de nieve ha dificultado también el acceso a los lugares de canto y sólo hemos podido cons-tatar actividad en algunos de los cantaderos mediante la presencia de rastros durante el día. En el caso de la perdiz nival, a finales de junio, cuando ya se había fundido bastante la nieve, pudimos prospectar la Vall Fosca y, aunque teóricamente ya era un poco tarde para escuchar machos en celo, todavía pudimos detectar actividad.

Nuevo Parque Nacional en Madrid y SegoviaSegún la Ley 7/2013, del 25 de junio de 2013, de declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, la Red de Parques Nacionales cuenta con su decimoquinto miembro. Este es el quinto en superficie, con 33.960 hectáreas, de las cuales 21.714 corresponden a la Comunidad de Madrid y 12.246 a la Comunidad de Castilla y León.La declaración de Parque Nacional supone la elevación de los niveles de protección que, por razones ambientales, ya disponía la sierra de Guadarrama. Así, dentro de su ámbito físico se encuentran los Sitios Naturales de Interés

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

ß

Foto

Eug

eni M

ulà

Curso para informadores turísticos (Bosque del Gerdar)

Parque Nacional de Guadarrama, circo y laguna de Peñalara

17

Page 18: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ß

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

Foto

Jor

di C

erde

ira

Buitre negro entre casi 200 buitres leonados

Nacional declarados en los años treinta, de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, de la Pedriza del Manzanares y el Pinar de la Acebeda. Dentro del Parque Nacional tam-bién se encuentran seis espacios de la Red Natura 2000 y, en el sector madrileño, gran parte del territorio se encuen-tra dentro de la Reserva de la Biosfera de la Cuenca Alta del Manzanares, declarada por la UNESCO. Finalmente, las zonas húmedas del macizo de Peñalara están incluidas dentro del listado de zonas húmedas de importancia inter-nacional del Convenio de Ramsar.En este espacio se quieren proteger los once diferentes eco-sistemas presentes en la sierra de Guadarrama, algunos de ellos de alta montaña mediterránea únicos en la península. En total hay más de 1.280 especies, de las cuales 13 están en peligro de extinción, más de 1.500 plantas autóctonas y 30 tipos de vegetación. Las especies animales presentes en el Parque representan el 45% de la fauna total de España y el 18% de la europea. Entre las especies vegetales destacan el pino rojo, el roble, el enebro, la encina y el piorno, entre muc-has otras. En cuanto a la fauna, abundan mamíferos como el ciervo, el jabalí, el corzo, el gamo, el tejón, el gato salvaje, el zorro, la liebre y varios mustélidos. También destacan una gran cantidad de especies de aves acuáticas en los embal-ses, y tres especies de aves amenazadas emblemáticas: el águila imperial, la cigüeña negra y el buitre negro.El Parque cuenta con 6 centros de educación ambiental donde se puede obtener información sobre rutas e itinerari-os así como de las actividades de naturaleza programadas.

Trabajos de prevención de incendios forestales financia-dos mediante un convenio del DAAM y la Obra Social de “La Caixa” En el marco del Plan Básico de Prevención de Incendios del Parque se están llevando a cabo una serie de actuaciones para reducir el riesgo de incendio y para mejorar la eficacia de la extinción en el caso de posibles incendios.Los objetivos de esta actuación son:- Reducir las cargas de combustible del monte para reducir el riesgo de incendio y/o mejorar las condiciones para su extinción.- Favorecer la reinserción social y laboral de colectivos en riesgo de exclusión.- Trabajos silvícolas y pistas forestales estratégicasLa red de pistas forestales es una infraestructura básica

para poder asegurar una adecuada movilidad a los vehí-culos de extinción en caso de incendio. Se está llevando a cabo la mejora del firme de algunas pistas forestales estratégicas de la Zona Periférica del Parque como las del bosque de Son, el Pas del Coro, la Mata de València y la de Peguera. También se están llevando a cabo trabajos silví-colas, en la franja de protección de baja carga de combus-tible, a ambos lados de la carretera de Son a Jou, bosque de Espot, en la Creu del Eixol y bosque de Son. Los criterios silvícolas empleados han tenido en cuenta que se trata de un espacio protegido de alto valor ecológico y paisajístico.Los trabajos silvícolas los ejecuta la empresa pública Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE), del Departamento de Justicia, para la reinserción de personas sometidas a medidas penales.Localización de los trabajos: Pallars Sobirá: Àlt Àneu, La Guingueta d’Àneu y EspotAlta Ribagorza: Vall de Boí

Buitres negros y nutriasNos ha llegado la noticia que el pasado día 26 de junio fue visto un ejemplar de buitre negro (Aegypius monachus) en la montaña de Llessui. Parece que se trataba de un único individuo subadulto, sin ningún tipo de anilla ni marcas, que estaba mezclado entre casi 200 buitres comunes, que se alimentaban de tres caballos que habían muerto poco antes víctimas de un rayo. El buitre negro es una especie que ha sido recientemente reintroducida en los Pirineos mediante un programa iniciado el año 2007 en la Reserva Nacional de Caza de Boumort y el Espacio Natural de Alinyà. Desde sus dominios en estas sierras pre-pirenaicas, esta es una de las primeras visitas documentadas en un ámbito cercano al Parque Nacional. Queremos agradecer a Eva Casals, Aina Cerdeira, Ferran Cerdeira y Jordi Cerdeira que nos hayan hecho llegar esta interesante cita.También debemos dar las gracias a Patrice Hertier que nos comunicó que el 27 de julio vio en San Mauricio una nutria (Lutra lutra) nadando cerca del borde del lago. No es normal que la nutria suba tan alto ya que las aguas son demasiado frías. Pero alguna vez, durante el verano, algún ejemplar se aventura río arriba hasta los lagos de alta montaña para pasar una temporada “haciendo turismo” y cazar algunas de las confiadas truchas que normalmente no cuentan con su presencia.

noticiario

18

Page 19: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ßbo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

19

flora

cono

zcam

os e

l par

que

Más allá de la aparente uniformidad de los prados del Parque Nacional, de estas alfombras verdes que invitan a la siesta. Más allá de las notas de color que pintan las flores de montaña y que pueden llamar nuestra atención cuando son más grandes y olorosas. Más allá del sabio conocimiento de las vacas que pastan pausadamente y seleccionan en cada bocado aquellas especies que tienen un sabor más agradable (y rechazan otras que son amar-gas, puntiagudas o indigestas)... Más allá de esta primera mirada, hay un mundo mucho más complicado de lo que parece. Dentro de lo que llamamos “césped” se esconden una gran diversidad de especies, con flores pequeñas y poco aparentes, con hojas largas y delgadas.Muchas pertenecen a la familia de las gramíneas, donde también están todos los cereales básicos para nuestra alimentación. Las gramíneas son una de las familias botá-nicas más extensas, con un éxito evolutivo tan grande que ha permitido a sus representantes conquistar la mayoría de los lugares del planeta, desde las zonas desérticas hasta la alta montaña.Entre ellos está el género Festuca, que contiene unas 200 especies diferentes de hierbas, muchas de las cuales son especies que dominan y dan nombre a los pastos donde viven, sobre todo en las montañas pirenaicas. Algunas tie-nen mucha importancia económica como forraje o pastos.En el piso montano, cerca de los pueblos y en el fondo de valle, la explotación secular por parte de rebaños de vacas, ovejas y yeguas favorece la existencia de unos pastos espesos y con muchas especies donde suele ser abun-dante la festuca roja (Festuca nigrescens). La existencia de estos pastos secundarios depende del mantenimiento de la actividad ganadera. Si desaparecen los pastores, los arbustos irán invadiendo este espacio, paulatinamen-te, hasta que se instale de nuevo el bosque original que corresponda en cada lugar.La alta montaña caliza que encontramos en algunos pun-tos concretos del Parque Nacional, como puede ser en la montaña de Llessui, permite el crecimiento de unos prados más ricos y nutritivos, muy apreciadas desde antiguo por los ganaderos de este lugar del Pallars Sobirà. Poco a poco, eliminaron los pinares y robledales que quizá algún día dominaron el paisaje primitivo, para dejar más espacio para ocuparlo con más y más rebaños trashumantes, que acu-dían desde el llano de Lleida para pasar el verano. Festuca

gautieri es la especie principal en estos ambientes.El granito es la roca predominante en el Parque y es tam-bién el responsable de que sea tal y como lo conocemos. La alta montaña granítica, si la comparamos con lugares de roca caliza, da lugar a suelos más pobres en nutrientes y con una menor diversidad natural.Una gran parte de estos ambientes graníticos de alta mon-taña están ocupados por pedregales inmensos y prados de alambrón (Festuca eskia), una hierba puntiaguda y poco apetitosa que los animales pueden comer cuando no encuentran nada más.En lugares altos, más o menos planos y con un poco más de suelo (cosa rara en el piso alpino), se instala un prado raso y espeso, de poco más de un palmo de altura, bastan-te rico en especies, aunque predomina la festuca supina (Festuca airoides).Hay lugares un poco especiales, más soleados y calientes, con suelos profundos, capaces de almacenar una cantidad de agua suficiente que compense la intensa evaporación que sufren estos prados. En estos lugares prosperan unas pastos altos que nunca son muy extensas y que están dominadas por la sagalisia (Festuca paniculata).De todas las festucas que hemos mencionado, esta última es la más robusta, las hojas, planas y largas, forman una macolla densa que puede medir alrededor de 50 cm. La inflorescen-cia, en forma de gran panícula (racimo compuesto de otros racimos), puede llegar a superar el metro de altura y adquiere un color amarillo dorado bastante característico.Es comprensible que poca gente se fije en las macollas de esta gramínea grande de panículas doradas. Los prados altos de sagalisia constituyen una muestra espléndida de la flora más espectacular de la alta montaña, con especies de gran porte y flores espectaculares.¿Quién irá a fijarse en la sagalisia? Si al lado de esta hierba con reminiscencias esteparias encontramos el lirio de San Bruno (Paradisia liliastrum), el lirio pirenaico (Iris latifolia), el gamón (Asphodelus albus) o la flor de viento (Pulsatilla alpina)... Los sarrios, poco impresionables por las flores hermosas, saben que estas hojas anchas son mucho mejores que las del alambrón. A menudo encontraremos las hojas del sagalisia recortadas, mordidas por quien sabe apreciar las cosas buenas del campo.

Gerard Giménez

¿quién sabrá apreciar la sagalisia?

Sagalisia Pulsatilla alpina

Page 20: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ß

Muchas veces al pasear por el Parque Nacional esperamos observar algún corzo, zorro o alguna ave rapaz. Pero a veces es más fácil ver algún rebaño de ovejas y quizás en ese momento nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Serán churras o merinas? pues ni unas ni otras, ya que estas dos razas son típicas de la parte occidental de la península ibérica. Las primeras son muy apreciadas por su fortaleza y su carne, el apreciado ternasco, y las segundas por su magnífica lana, muy corta, finísima y muy rizada. Una lana que se considera una de la mejores a nivel mundial.En nuestro caso los rebaños de ovejas que podemos encontrar están formados por diferentes razas como la aranesa, la aragonesa, la ripollesa y la xisqueta. De todas estas cuatro razas, la que nos ocupa en este artículo, es la última, la pequeña y rústica oveja xisqueta. Pero… ¿Cuál es su origen? Durante el neolítico, la oveja fue el segundo animal a ser domesticado después del perro. Esta oveja primitiva pertenecía al tipo asiático, y al llegar a la península ibérica se extendió por todo el terri-torio y originó todas las razas que actualmente se incluyen en el tronco o descendencia ibérica, junto con las razas Montesina y Ojalada. Este tronco está formado por ovejas que tienen una lana de muy poca calidad (lana medio larga, medio gruesa y poco rizada). Más tarde en la zona costera mediterránea, las razas del tronco ibérico, recibieron las influencias de las razas ovinas más mediterráneas y de lana mucho más fina. Esto dio lugar a las razas que actual-mente se incluyen en el tronco entrefino, como la ripollesa y la aragonesa con lana de mayor calidad (más larga, más fina y más rizada) y con una triple aptitud: carne, leche y lana. La raza xisqueta sin embargo quedó al margen de esta influencia quedando como uno de los últimos repre-sentantes del antiguo tronco ibérico. Esta oveja tiene un tamaño pequeño-mediano, con la cabeza y el hocico pequeños, cuello corto y sin cuernos. Se caracteriza por su color blanco con una pigmentación centrífuga, típica del tronco ibérico, en forma de manchas

negras en las orejas, alrededor de los ojos, hocico y en los extremos de las patas, como si llevaran calcetines. Es una raza de gran dureza y gran caminadora. Su pequeño y estrecho hocico junto con su alta capacidad de pastoreo hace que sea una raza que sabe aprovechar al máximo los pastos fibrosos de estas zonas. El núcleo originario de la oveja xisqueta se sitúa al norte de la comarca del Pallars Jussà, en la Vall Fosca y la Vall de Manyanet. Desde estos dos valles se extendió por las comarcas del Pallars Sobirà, Alta Ribagorza y algunas zonas de la Noguera, Pla de Lleida y la Ribagorza aragonesa, donde recibe el nombre de chisvatina o benasquina. Estas zonas con una dureza extrema, tanto climatológica como transhumante, sobre todo en las zonas de alta montaña, hace que las otras razas ovinas no sean tan competitivas como la xisqueta. En el año 1995 la raza xisqueta se catalogó como raza en peligro de extinción y un año después se creó la Asociación Nacional de Criadores de Oveja Xisqueta. Aunque en uno de los últimos censos se catalogaron unas 45.000 ovejas xisqueta entre las comarcas de la Alta Ribagorza y los dos Pallars se estima que sólo unos 15.000 ejemplares son puros. En la zona aragonesa este número de ovejas puras asciende hasta los 19.000 individuos.Con el actual panorama de la ganadería, sobre todo en las zonas de alta montaña, es necesario promocionar progra-mas para poder preservar esta raza, tan importante para el mantenimiento de estos ecosistemas. En esta línea es importante destacar el trabajo realizado por la Escuela de Pastores que da la posibilidad de formarse como pastores y aportar sangre nueva a las explotaciones ganaderas de la zona y así poder mantener este oficio, no sólo como tra-dición sino como una actividad económica local adaptada y respetuosa con el medio ambiente.La oveja ha sido el recurso económico por excelencia, ¡el animal para el cual y del cual se vivía! Intentemos que continúe así.

Maria Pou Palaucono

zcam

os e

l par

que

faunani churras ni merinas... ¡xisquetas!

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

20

Page 21: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

Ser o no ser pirenaico, ¡esa es la cuestión! Detrás de este adjetivo calificativo, de origen geográfico, no hay duda de que se esconden, por un lado, un haz de tópicos y, por la otra, un montón de realidades. De los primeros no hablare-mos mucho ya que son demasiado conocidos y aburridos; de los segundos, trataremos de descubrirlos. ¿Cómo lo haremos? Os proponemos descubrir qué se esconde detrás de la palabra pirenaico o pirenaica recorriendo un camino. Un camino sencillo y llano: observaremos el com-portamiento de algunas especies animales y vegetales de la historia natural más reciente de los Pirineos. Cada cual, después, que saque las oportunas conclusiones.Una lagartija, un alga, un árbol, una rapaz, un cuadrúpedo y nosotros, los sapiens, seremos algunos de los protago-nistas naturales y culturales que ayudaremos a hacer esta aproximación al archivo genético de emociones que se esconde detrás de la naturaleza pirenaica. Unas emocio-nes que se renuevan constantemente con la llegada y con la extinción de especies como...

La lagartija prodigiosa¿Qué hace una lagartija (Iberolacerta bonnali) viviendo más allá de tres mil metros de altitud sobre el nivel del mar? ¿Qué carajo se le ha perdido a un animal de sangre fría entre aquellas montañas, también gélidas, en donde hibernan prácticamente durante nueve meses al año? La naturaleza

es sabia y si este pequeño aunque robusto animalito pleisto-cénico se ha rendido a sobrevivir en los Pirineos, sus razo-nes y adaptaciones biológicas debe sin duda de tener. Por ejemplo, una cierta predilección por los lugares protegidos, las rocas fisuradas o las zonas de tránsito entre los prados y los canchales. Una golosa atracción por las moscas, las arañas, las langostas, los saltamontes y otros ortópteros. Un terror manifiesto a enemigos reconocidos como la víbora, los topos de montaña o los malditos coleccionistas de repti-les raros, que no dudan en capturar los últimos lacértidos de una especie en peligro de extinción.Dos especies hermanas de la pirenaica son la lagartija pallaresa (Iberolacerta aurelioi) y la lagartija aranesa (Iberolacerta aranica). Durante el verano las tres disfru-tan de las montañas pirenaicas, pero la llegada de unas simples nubes puede provocar que se escondan con pron-titud. Una curiosidad científica sobre su coloración está presumiblemente relacionada con las estrategias para combatir su depredación y hace que las que viven sobre rocas calcáreas sean más claras mientras que las que lo hacen sobre esquistos sean más oscuras. ¡El camuflaje salva vidas! Otra estrategia antidepredatoria consiste en desprenderse la cola, parte anatómica terminal que los niños de los pueblos pirenaicos han perseguido desde los tiempos de Maria Castaña y que, curiosamente, estos niños también habían perdido millones de años atrás. La

la esencia de las palabraselogio de los pirenaicos

21ßb

ole

tín

de

l p

arq

ue

na

cio

na

l d

e a

igü

est

ort

es

i e

sta

ny

de

sa

nt

ma

uri

ci

Estany Negre de Peguera

Page 22: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

elogio de los pirenaicoshora predilecta de salir de estos bichitos, amantes de la energía solar, suele ser por la mañana, momento en el que aprovechan para comer o para despacharse a gusto con algún competidor, aunque la territorialidad no es su fuerte. Por último, una pregunta que nos hacemos sobre muchos animales: ¿cuántos años puede vivir una lagartija? Dicen los expertos que, machos y hembras, pueden llegar ¡hasta los 10 años! ¡Larga vida, pues, a una de las joyas endémi-cas de la herpetofauna pirenaica!

El alga gélida¿Os habéis fijado en unas manchas, entre rojizas y rosadas, que se dibujan tanto en los lagos pirenaicos-poco antes del deshielo-como en los puertos nevados más altos de mon-taña? ¡No! Pues hacedlo a partir de la próxima primavera.La culpable es una alga (Chlamydomonas nivalis). Una alga verde, amante del frío y del agua helada, que se identifica con relativa facilidad por una coloración rojiza que forma atractivas manchas entre los últimos paisajes primaverales. El origen del color es un pigmento que sintetiza el organismo para defenderse de la radiación solar, tanto de la visible como de la perjudicial ultravioleta. Conocida como la alga de la nieve, nieve roja o nieve sangre, este microorganismo fue confundido, desde los tiempos de Aristóteles, con la presen-cia de sangre, de hierro, de depósitos de meteoritos o, inclu-so, ¡con señales divinas! A comienzos del siglo XIX, gracias al uso del microscopio, se pudo demostrar que no era ni un fluido, ni un mineral, ni un milagro... sino un ser unicelular brillante, capaz de combinar la clorofila con unos pigmentos secundarios rojizos, fundamentales para absorber mejor el calor y aislarse así del frío, en un mundo extremadamente blanco y reflectante. La presencia y el crecimiento de esta nieve coloreada en los Pirineos es un indicador de la llegada

de cambios estacionales importantes. En concreto, de la llegada de la primavera. Pero, ¿qué hace durante el invier-no? Durante la época más fría descansa bajo la cubierta de nieve, protegida por una particular hibernación de la cual se despierta cuando llega el momento de germinar. El trabajo terminará con la colonización del suelo una vez finalizado el deshielo. Dos indiscreciones evolutivas interesantes son, por un lado, las grandes dificultades que tienen para man-tenerse erguidas, ¡de pie!, ya que no disponen de tejidos esqueléticos y, por otra, la falta de sistemas para evitar la pérdida de agua. No es de extrañar, pues, que sea un orga-nismo amigo del agua dulce.Durante muchos siglos exploradores, pirineistas y esquia-dores han tenido la oportunidad de identificar estas algas verdes con altas concentraciones de pigmentos rojizos durante sus ascensiones y travesías. Un descubrimiento que llevó a los ingleses a bautizarlas con el nombre de nieve de sandía (watermelon), por su perfume fresco, que recuerda a la deliciosa fruta. Alimento esencial de los gusa-nos de hielo, de las pulgas de nieve o de los crustáceos del plancton, la alga de la nieve es una prueba biológica más de que la vida puede prosperar en cualquier lugar, en los ambientes más hostiles, en las condiciones más extremas. ¡Solo hay que darle la oportunidad de hacerlo!

El árbol combativoCuando los bosques pirenaicos ascienden por encima de los 2.000 metros, las condiciones de vida no son las más ade-cuadas para crecer de manera normal. Los suelos esque-léticos, la erosión, la disminución de nutrientes, el rigor del clima (temperaturas bajas, precipitaciones frecuentes, vientos fuertes...), los contrastes entre umbrías y solanas, y otros factores y procesos ligados a la altitud hacen que más

ß

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

22

Lagartija pirenaica

Lago de Contraix (Ribera de Sant Nicolau)

Foto

: Osc

ar A

rrib

as

Page 23: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

de una especie, animal o vegetal, se plante o dé marcha atrás. Es el caso de los esbeltos abetos, de los pomposos hayas o de los temerarios álamos. Pero una especie arbórea valiente, una superviviente de las zonas de combate forestal, una conífera sufridora como pocas insistirá a nacer, crecer, reproducirse, morir y descomponerse más cerca del mundo mineral que del mundo vegetal. Este árbol combativo es el pino negro. La adaptación del pino negro (Pinus uncinata) a las zonas más críticas para el desarrollo de la vida se ha fundamentado en el saber dar respuestas eficaces a situa-ciones complejas. Vamos a ver algunas. ¡Pequeño, pero fuerte! Dos adjetivos que resumen muy bien al conquistador por excelencia de la alta montaña. Pequeño porque sus troncos o guías, de crecimiento lento, raramente superan los 20 metros de altura. Es capaz de hacerlo a partir de la formación del suelo poco profundo y raquítico que le ofrecen la fisura de una sencilla roca, en un estado de enanismo cercano al mundo ¡de los bonsáis naturales! Fuerte porque es un árbol achaparrado, deformado, retorcido por la nieve, el viento y las depredaciones, tal como podemos apreciar en las formas caprichosas de las ramas. Fuerte también por la rudeza de unas hojas oscuras y punzantes que pueden servir de alimento a animales como el urogallo durante los inviernos más duros, y manchar su pico blanco de un verde brillante. Fuerte a su vez por fabricar aquellos conos femeni-nos que son las piñas compactas, asimétricas y ganchudas que devoran con deleite animales forestales como la ardilla, los pájaros carpinteros, los ratoncillos de bosque o el habi-lidoso piquituerto. Fuerte, por último, como por ejemplo el caso de los ejemplares más viejos que pueden convertirse en árboles monumentales, de perímetros excepcionales, con más de 800 años de vida biológica.Los bosques de pino negro son espacios de convivencia para los seres humanos. En un árbol siempre está la huella de otra especie y la nuestra no ha sido una excepción. Fuegos de pastor, marcas de hachas y otras señales visibles al buen observador convierten a los lugares que ocupa esta especie en entornos singulares donde nos hemos escondido durante centurias de las tormentas, hemos cercado el ganado hemos hecho buen uso de la gran diversidad de líquenes barbudos que cuelgan de los troncos y de las ramas. Bosques pro-

ductores, pero también ¡bosques protectores! Pino arriba, pino abajo, dicen que en Cataluña hay unos sesenta millones de ejemplares. A pesar de su dominio absoluto a partir de ciertas alturas, no olvidemos que es una especie paraguas bajo la cual se cobijan otros tantos seres vivos tales como el mochuelo boreal, el arándano, las hormigas rojas o la desconocida becada. El pino negro es el último combatiente del arbolado pirenaico y nosotros su mejor defensor. ¡Cerca de un pino negro se esconden muchas vidas!

Una rapaz recicladoraMirad hacia el cielo. No se ve aparentemente ningún pája-ro volando. ¡Ninguno! ¡A una cierta altura brilla un cuerpo! Parece suspendido en la atmósfera. De repente, inicia un vuelo en picado. Un picado mortal hacia una tartera de piedras graníticas, originada en la vertiente solana del valle, donde algo se estrella y se rompe en pedazos... El cuerpo que brillaba es el de un gran rapaz, los parches, un fémur de oveja. El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) se ha levantado con ganas de romper y hacer así honor a su nombre. ¡Qué maravilla! ¡Volar para romper! ¡Romper para comerse los huesos que nadie quiere!Conocida en las tierras ribagorzanas como el “águila roja”, este animal de las montañas-mitad buitre mitad águila-anida en peñascos y covachas, siendo uno de los protagonistas de los Pirineos. Es el único animal del plane-ta que se alimenta de los huesos de los animales muertos, costumbre a la que ha consagrado su evolución. Un cuello de contorsionista, capaz de tragar piezas óseas que pue-den llegar a hacer 25 cm; un estómago con potentes jugos gástricos capaces de deshacerlo todo, y un cuerpo de gran envergadura-cercana a los tres metros-que regularmente somete a baños cosméticos en aguas ferruginosas, son algunas de las señas de identidad. Hablan los expertos que estos baños le ayudan a desparasitar, a pasar más desapercibido pero sobre todo a hacer ostensible su domi-nancia sobre los compañeros de especie.Enemigos naturales no tiene excepto los derivados de la especie humana como la caza furtiva, los venenos o la alteración de los hábitats. El ruido que genera un helicóp-tero, por ejemplo, puede ser suficiente para arruinar la

ß

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

elogio de los pirenaicos

23Imagen invernal de un pino negro

Page 24: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ß

selección de un nido, la puesta de huevos, una incubación o la crianza del polluelo. ¡El quebrantahuesos es amigo de la tranquilidad!Dos maravillas morfológicas son, por un lado, el penacho negro, en forma de bigote, que le cuelga bajo el pico, y que probablemente juega un papel importante en la regulación de la temperatura del cuerpo. Por otro, la membrana rojiza que rodea su ojo y que se intensifica cuando se pone nervioso. Plumas pizarrosas de raquis blanco; panzas anaranjadas, a menudo más acentuadas en las hembras que en los machos; nidos lanudos a prueba de las inclemencias del duro invierno boreal; depredación fratricida de uno de los dos polluelos; for-maciones poliándricas y cópulas homosexuales para reducir las tensiones sociales... El quebrantahuesos, inmerso en un proceso de investigación intensivo, todavía esconde muchos misterios biológicos que seguramente nos ayudarán en el futuro, a tomar decisiones más acertadas en la gestión de los sistemas naturales de alta montaña.

El cuadrúpedo tozudoMulos y mulas (Equus mulus) han sido durante los últimos 500 años, unos de los animales de la fauna pirenaica más importantes y decisivos. Del latín MULUS (animal o vegetal obtenido del cruce de dos especies diferentes), las prime-ras mulas están ya presentes en las sociedades neolíticas, poco después de la domesticación de sus ancestros.Fuerte, resistente, sobria, paciente, tozuda pero de fiar... tiene un cuerpo con una cabeza recha y corta; orejas largas y melena corta; pezuñas estrechas y un curioso bramido ahogado. Un animal históricamente muy querido en la mon-taña y en las sociedades rurales, con el que hemos com-partido largas jornadas de viajes, de trabajo y de diversión.

Puntal de la economía pirenaica, fue el transporte ideal de mercancías y de personas gracias a la gran capacidad de adaptación a los terrenos montañosos, a los cauces afila-dos, a los caminos empinados que atravesaban difíciles veredas y a los desfiladeros fluviales más aterradores. Las mulas hacían grande una familia, una casa, un pueblo, un país y, dicen los más viejos del Valle, que la construcción de estas casas y masías empezaba por corrales, donde tenían reservado ¡un lugar especial!El instinto y la inteligencia de los mulos y mulas era tal que eran capaces de prever, como otros animales, los cambios de tiempo y las crecidas de los caudales de los ríos y los barrancos por tormentas repentinas. No dudaba, por otra parte, a defender, a ella y a su jinete (el dueño), de los ataques de lobos y de osos utilizando sus temidas patadas.Durante el siglo pasado, la llegada del tractor y de la meca-nización de las tareas agropecuarias relegaron a estos magníficos animales a un papel testimonial que ahora, en el siglo XXI, retoma importancia ante la resurrección ganadera y cultural de las especies autóctonas del territorio pirenaico.Mulos y mulas, caballos y yeguas, burros y burras fueron ¡los cuadrúpedos de oro de las montañas! Unas montañas, que sin estos animales, serían difíciles de interpretar en toda su complejidad.

Nosotros, los sapiensLos Pirineos tampoco pueden entenderse sin la llegada hace aproximadamente unos 30.000 años de una nueva especie, procedente probablemente del norte del viejo continente: los humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens). Eran tiempos de un frío riguroso en donde los glaciares ocupaban gran parte de los valles pirenaicos y en donde los recursos

elogio de los pirenaicos

24

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

Quebrantahuesos en vuelo

El Pont de Suert Foto

: Fon

do C

laud

i Góm

ez G

rau

(IEI)

Page 25: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

alimenticios disponibles no eran en absoluto abundantes. Pero la retirada gradual de los hielos aceleró la colonización de un espacio geográfico rico, pero salvaje.La capacidad de supervivencia en un medio hostil forjó, pues, la primera y la más importante de las adaptaciones de nuestra especie. ¡Laberintos de montañas feroces se convirtieron en paraísos de caza, de pesca, de recolección y de pastoreo! Las bestias orográficas de mil, dos mil, tres mil metros de altitud, fueron lentamente ocupadas y explotadas. La vinculación a la tierra nos hizo cazadores, pescadores, pero sobre todo ¡ganaderos! Los pirenaicos somos gana-deros. Una ganadería que se remonta a la observación sorprendente de las grandes migraciones animales y a los inicios de la domesticación de ciertas especies, lo que nos facilitó seguramente el diseño de las primeras rutas trashu-mantes desde las llanuras hasta las montañas.Nosotros, los pirenaicos, también somos hijos de una marca. Una marca o frontera entendida como un territorio permeable, de tránsito y de mestizaje, que se extiende desde los tiempos de los primeros homínidos hasta la apa-rición de los primeros agricultores y ganaderos. Los íberos, los griegos y los fenicios. Los romanos y los visigodos. Los árabes. Los Pirineos han sido siempre un pasillo geográfico e histórico, más amable de lo que muchos piensan, aunque eso sí, ¡custodiado por desafiantes montañas!Pero los desafíos llevan a la fragilidad y nosotros, los pire-naicos, somos frágiles. Frágiles a tsunamis orgánicos que generan las sociedades demográficas contemporáneas. Frágiles en la defensa de valores ancestrales plenamente vigentes. Frágiles a las comodidades del progreso irres-ponsable. Hay que regenerar, por tanto, el árbol pirenaico con savia nueva. Una savia mutante que alimente el viejo árbol genético. ¡Evolución, por favor!

Elogio final¡Los pirenaicos venimos del vacío! ¡Del vacío más desnu-do! ¡Somos sin duda un gran diseño! Un diseño del azar en la evolución natural y cultural. Un diseño fruto, entre otros, de una lagartija prodigiosa, de un alga gélida, de un pino negro combativo, de una rapaz recicladora, de un cuadrú-pedo tozudo, y de nosotros, los sapiens, especies únicas e irrepetibles en el universo pirenaico.

Los humanos siempre hemos vivido junto a los animales. La vida sin embargo, ¡es un combate constante! Muchos de estos compañeros de cordillera habían llegado antes que nosotros a los valles y a las montañas que supuestamente conquistamos y, por ello, durante muchas generaciones los hemos observado con detenimiento. Hemos estudiado donde vivían, cómo comían, cuando se reproducían, de quien se defendían...La evolución humana en los Pirineos no se puede entender sin conocer la historia natural de los otros pirenaicos. Vivimos junto a las zonas de transición paisajística, junto a las fuentes de agua, a no mucha altitud. Hemos aprendido a protegernos del frío, hibernando a nuestra manera. Hemos levantado los pueblos en las partes más estériles de los paisajes pirenaicos para explotar las tierras más fértiles. Reciclamos la materia para disminuir la saturación de los ecosistemas naturales y, por tanto, las probabilidades de extinción. Somos tercos pero también eficaces e innovadores.Aquí termina el camino. Un camino sencillo y llano. No hay ninguna fuerza superior. Los Pirineos son la fuerza superior disfrazada de geografía y de historia. Es tiempo ya de reco-rrer un nuevo sendero. Todos somos animales y formamos parte del mismo paisaje. Un paisaje que hay que caminar y compartir en armonía. Un viaje que iniciamos hace miles de milenios y que no tiene sentido continuar separados. ¡Venimos del norte, venimos del sur, del este y del oeste! Tenemos necesidades similares. Unas necesidades, por cierto, que hacen aparecer conflictos. Sin embargo la colaboración ha sido la clave del éxito hasta ahora. Como escribiría el griego Esopo, en alguna de las sus fábulas, los animales han pensado y razonado como los seres huma-nos. El futuro de las especies pirenaicas depende, pues, de la colaboración y no de la confrontación.Somos hijos de las lagartijas, de las algas, de los árboles, de los pájaros y de los mamíferos. Respuestas inteligentes a la vida con formas y funciones diversas. Prodigiosos, gélidos, combativos, recicladores, tozudos pero sabios. Pirineos rima con montañas. Somos la gente de la Montaña. ¡Vivimos allá arriba! ¡Somos pirenaicos!

Josepmaria Rispa PifarréA la memoria de mi madre (1926-2013)

elogio de los pirenaicos

ß

25

Foto

: Fon

do C

laud

i Góm

ez G

rau

(IEI)

Page 26: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

Si tenéis fotografías históricas interesantes, curiosidades naturalísticas o algún otro tema relacionado con el Parque que creáis que pueda ser publicado en próximas ediciones, las podéis enviar a: [email protected]

la fotob

ole

tín

de

l p

arq

ue

na

cio

na

l d

e a

igü

est

ort

es

i e

sta

ny

de

sa

nt

ma

uri

ci

26ß

4. Puente de Riumalo afectado por las fuertes crecidas de rios y barrancos. Foto: Ona Hernández

5. Pasarela de la cascada de Gerber 6. Graves afectaciones en la carretera de Valarties. Foto: Conselh Generau d’Aran

3. Pasarela del llano de Aigüestortes

2. Afectaciones en el vado del barranco de Sarradé1. Desviación natural del curso del barranco de Sarradé y desperfectos en la pista de Aigüestortes. Foto: ENDESA

Esta secuencia de seis fotos muestra algunos de los numerosos incidentes que ocurrieron en el territorio del Parque Nacional y su entorno durante los fuertes aguaceros ocurridos el pasado mes de junio.

Inundaciones18 de junio de 2013

Page 27: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

ica

min

ando

por

el p

arqu

e

ß

Inundaciones

La ruta que os presentamos en esta ocasión no sólo quiere dar a conocer uno de los rincones más bellos del Valle de Àssua sino que, además, os descubrirá una de las riquezas menos conocidas hasta ahora del Parque Nacional: su patrimonio arqueológico. Los diez años de investigación por parte de un equipo de arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona han comenzado a dar sus frutos ofreciéndonos una nueva perspectiva a la hora de interpretar el paisaje del parque. Estudios de polen, hallazgos de objetos domésticos o las mismas ruinas de ordeñaderos y cabañas han desvelado datos sorprendentes de cómo el hombre ha ido interac-tuando y modelando este paisaje tan agreste como recón-dito a lo largo de los últimos 5.000 años.La excepcionalidad y la abundancia de los hallazgos en el Valle de la Mainera dieron lugar a que el Parque Nacional confeccionara el itinerario arqueológico que ahora os pre-sentamos, instalando una serie de plafones interpretativos que nos marcan esta ruta. Se trata de un recorrido circular que empieza en el Clot de la Mainera donde llegaremos, bien sea con un vehículo todo terreno por la pista que enla-za Llessui con Espot, o a pie, cogiendo el tramo de la ruta Caminos Vivos que va desde las Bordas de Llessui hasta el mismo paso y añadiendo 4 horas al recorrido.Empezamos a subir siguiendo las indicaciones del cartel que encontraremos en el aparcamiento, dejando el río a nuestra izquierda. Caminaremos unos quince minutos y cuando tengamos el Clot de Montorroio también a nuestra izquierda habremos llegado al llamado Pletiu de la Mainera. Los apriscos o majadas eran zonas donde el ganado pacía y dormía. En este lugar destaca una gran roca donde se construyeron dos cabañas y un pasillo de ordeño (cercado alargado). Es probable que una de ellas se destinara a guardar los quesos que los pastores elabo-raban durante la temporada dedicada a su preparación.El cartel interpretativo nos ayudará a identificar un segundo pasillo así como diversos corrales que nos muestran un pasado ganadero muy activo durante siglos y que llevó a los arqueólogos a trabajar activamente en esta zona. Uno de los resultados más interesantes es el hecho de que la altura de los muros de algunos de estos pasillos no era suficiente para que los animales no saltaran, hecho que nos lleva a pensar en un elemento constructivo de madera más alto. Actualmente, este material es inexistente en el valle y nos lleva a deducir una época en la cual el paisaje habría sido más forestal. Siempre con el río a nuestra izquierda y sin hacer caso del

puente que nos invita a cruzarlo, iremos subiendo hasta el lugar conocido como Clot del Orri Vell, un rincón del valle protegido del viento. De hecho, los animales aún hoy en día se resguardan a menudo siendo, por lo tanto, un lugar muy adecuado para la vida pastoril. En este punto encon-traremos unos corrales y una cabaña de unos 800 años de antigüedad, edad no muy remota desde una perspectiva arqueológica. La cabaña está bastante bien conservada y distinguiremos parte del techo, una planta en herradura y un pequeño cerco adosado.Si nos fijamos en otras rocas del lugar llegaremos a distinguir los vestigios de un gran corral circular con una entrada estrecha que nos dará información sobre el tipo de ganado que se encerraba (ovejas o cabras). La construcción que da nombre a este lugar consiste en un conjunto de cercos muy antiguos que podrían ser de época romana. Si los miramos desde una cierta altura (el plafón se encuentra situado en una colina cruzando el río) constataremos muy bien sus formas alargadas, cosa que hizo pensar a los pastores que allí hubo un ordeñador años atrás. Curiosamente, la investigación arqueológica ha desvelado que esto no fue necesariamente así. Las estructuras constructivas han ido cambiando a lo largo de los siglos en función de las necesidades, adaptándose a las variaciones climáticas, demográficas o vegetales de un periodo concreto. Así pues, el topónimo “Orri Vell” surgió a raíz de las observaciones instintivas de los pastores y no a partir de informaciones orales sobre antiguas actividades ganaderas en el lugar. Una vez en casa, podréis revisitar esta zona navegando por el Google Maps.¡Continuamos subiendo! Cruzaremos el río en algún punto de fácil acceso para mirar el plafón interpretativo existente y continuar un tramo de subida por el margen derecho. Las estacas de madera nos harán cruzar de nuevo el río, lle-vándonos a un punto fuera de la ruta pero que vale la pena visitar: un espectacular abrigo formado por un gran bloque errático de forma más o menos piramidal e inclinado encima de otra roca más pequeña. Los abrigos son los precursores de las cabañas. Este es de muy poca altura, así que los pastores sólo podían estar sentados o estirados, justo para dormir o protegerse de alguna tormenta. La investigación arqueológica del Parque ha dado alguno de sus resultados más sorprendentes en construcciones de este tipo. La cuarta parada de la ruta se sitúa ya en el magnífico Estany Gran de la Mainera donde descubriremos el bonito circo que lo rodea y una nueva gama de colores grisáceos.

la ruta de los muñidores: el primer itinerario arqueológico

Valle de la Mainera27

Page 28: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

28

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

ica

min

ando

por

el p

arqu

e

ß

Duración: 2 horas (ida y vuel-ta sin calcular las paradas en los plafones)Desnivel: 300 m.Dificultad: baja.Fijaos en: el paisaje modelado por la actividad ganadera; los pastos de Festuca, caracte-rísticos de los prados alpinos de los Pirineos; alguna madri-guera de marmota y la diver-sidad geológica del valle, con las calizas del Montsent, las metamórficas del Montorroio, los granitos de la Mainera y el circo glacial que envuelve el Estany Gran.

A pesar de la naturaleza agreste y escondida del lugar, la ruta arqueológica ofrece aquí uno de los resultados más imprevistos de la investigación. Por un lado encontramos, abriendo bien los ojos, una magnífica cabaña camuflada en el paisaje y rodeada de diversos cercos. El plafón inter-pretativo, como siempre, nos orientará, pero ahora quizá podríamos intentar jugar a ser arqueólogos para encontrar las construcciones. Por otro lado, entre la Cresta del Avión y el Pico de las Picardes, se encontraron dos cuchillos de sílex datados en 4.000 años de antigüedad. Los estudios de laboratorio han desvelado que estos fueron perdidos en el mismo lugar donde se han encontrado y que, probablemente, se usaron para cazar algún rebeco. Para sorpresa de todos, vale la pena comentar que la presencia humana dentro del Parque Nacional se remonta a unos 6.500 años atrás.Iniciamos ya una agradable bajada acompañada por el

sonido del río a nuestra izquierda. Es el momento de disfru-tar de una espléndida panorámica del valle hasta llegar al último vestigio de la ruta, una vez pasado el bonito Salt de lo Boter. Se trata de una cabaña de pastor bastante moder-na, con un envigado de madera (que, seguramente, se trajo de lejos, cargado por mulas) y un techo vegetal, tal y como se usa actualmente en algunas construcciones de arqui-tectura sostenible. Si nos fijamos, al lado de uno de los bloques de la entrada, en el suelo, encontramos una gran losa que podría haber sido el dintel en un periodo anterior.El itinerario arqueológico acaba en este lugar, cerca de nuestro punto de partida, dónde esperamos que lleguéis con la sensación de haber descubierto un patrimonio arqueológico de alta montaña que justo ahora empieza a desvelar sus secretos.

Judith Comorera GarciaGuia interpretadora de Balestui

la ruta de los muñidores: el primer itinerario arqueológico

L’ORRI VELL

CABANA

RIU DE BERASTI

LLESSUI

PAS DE LA MAINERA

PLETIU DE LA MAINERA

ESPOT

ESTANY GRANDE LA MAINERA

PLETA DE LA MAINERA

CRESTA DE L’AVIÓ

ESTANY XICDE LA MAINERA

SALT DE LO BOTER

ITINERARIO

PISTA FORESTAL

CURSO DE AGUA

SALTO DE AGUA

PUENTE

APARCAMIENTO

Page 29: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

ß

ß

ß

ß publicaciones

29

bo

letí

n d

el

pa

rqu

e n

ac

ion

al

de

aig

üe

sto

rte

s i

est

an

y d

e s

an

t m

au

ric

i

TÍTULO: El país dels crepusclesAUTOR: Sebastià BennasarEDICIÓN: Alrevés, 2013FORMATO: 208 p.

En los últimos años ha habido un alud de novela negra procedente de Escandinavia donde, aparte de los personajes, destacan los paisajes y el clima gélido. El Valle de Boí puede competir de igual a igual con esas tierras en frío y paisaje y ahora, desafortunadamente para algunos de los protagonistas, en crímenes. Un asesino en serie siembra de crímenes las iglesias románicas del Valle y el comisario Jaume Fuster, que está en la zona por motivos profesionales, se hace cargo de la investigación. Lógicamente no desvelaremos el desenlace de la novela ni comentaremos aquello de “el asesino es el detective” o el “mayordomo”. Lo mejor es que el lector se deje llevar por los paisajes del Valle de Boí y, si no le asustan las gráficas descripciones de los asesinatos, llegue al final del libro habiendo descubierto no sólo al culpable, sino también este rincón de los Pirineos.

TÍTULO: Atlas de las aves en invierno en España 2007-2010EDICIÓN: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente; Seo/BirdLife, 2013FORMATO: 816 p.

Obra monumental, tanto por el volumen físico como por el de los contenidos que liga con el anterior Atlas de las aves reproductoras en España y el Libro rojo de las aves de España, editados también por el Ministerio. Con un extenso trabajo de campo y muchas horas de censo, esta obra presenta, posiblemente, el mejor estado de la cuestión rela-tiva a la avifauna española. El alcance no solo incluye las aves comunes; también se mencionan las especies raras y las exóticas que, para bien o para mal, se incorporan a nuestros ecosistemas. Finalmente, una serie de anexos nos mostrarán las herramientas y la metodología que han usado tanto los profesionales como las decenas de voluntarios que han aportado información para esta obra.

TÍTULO: La Vall de la fi del mónAUTOR: Francesc Ribes JuanatiEDICIÓN: Pagès, 2013FORMATO: 295 p. ; 21 cm.Viaje por los nombres míticos del Valle de Boí, este libro es un compendio y amalgama de muchas y diversas experiencias centradas en la vida del autor y en los puntos centrales de la historia del Valle. Nos trae noticias de las cimas de las monta-ñas, de las cases, de los pastores trashumantes, de sus valles incomparables, sus lagos misteriosos. Francesc Ribes coloca el foco de su observación en el fondo del ser y la existencia de los habitantes de Valle, en los cuales la Edad Media perdurará hasta principios de los años sesenta. El autor espe-ra que el lector recorra su camino con algún prove-cho durante su peregrinación y se atreva a pensar que la curiosidad lo acompañará hasta el final.

Page 30: El Portarró, núm. 33 invierno-primavera 2013

el portarró b o l e t í n d e l p a r q u e n a c i o n a l d e a i g ü e s t o r t e s i e s t a n y d e s a n t m a u r i c i