el recurso educative en la solucidn de los...
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MILITARISMO Y VIDA NORMAL
Sub-tit«los
El Recurso Educative en la solucidn de los problemas de la
Post Guerra y e<5mo se utiliza en Estados Unidos.
En la Intraportada de un exemplar de la obra de Andrl Gide
Si Le Grain He Meurt leo esta dedicatoria: "Mi querido senor, yo
os dejo este libro antes de abandonar vuestra isla; leedlot ciertos
pasajes os haran conocer la vleja sociedad de nuestra vieja y dulce
cultura," R« Roche, 5 de octubre de 193&»
Monsieur Roche era un juez del Tribunal Supremo de Guadalupe,
quien me visit<5 parn esa feeha, siendo yo principal de la Academia
Bautista de Barranquitas. Era un hornbre sumamente culto y muy
bien enterado de la vlda polltiea en esa "antlgua y dulce eultura*.
Hablamos, por cont.rastes de la nueva cultura americana, y una de las
cosas que m&s le asombraba al culto magistrado era el poco apreclo
que Eostraba el americano por el "honor militar," Indudablemente,
hoy se asombrarla nmcho m^s de ver que nuestro pueblo muestra mayor
entusiasmo por homenajear a Cantinflas, a Jorge Negrete, a Libertad
Lamarque y a Maria Antonieta Pons que al General Pedro del Valle.
Cuando estas manifestaeiones son espontlneas, antes de criticarlas
es mejor hacer un esfuerzo para comprenderlas*
Personalmente, no creeinos en los homenajes a los heroes militares,
El h^roe militar que regresa sano o maltrecho, es digno de una cordial
recepcion y es digno de nuestra simpatia por varias razones, entre
otras, porque ha regresado con vida: porque con toda sinceridad a
estado dispuesto a exponer su vlda para que otros puedan vivir, y
porque sierapre nos alegramos de ver regresar a nuestros amigos y
conocidos tras una larpa ausencia. Hoy no creemos en la guerra, Ya
no es costunfnre, como en los tietpos blblicos, que los reyes salgan
a la guerra en cierta estacion de cada ano. Nadle cree ya sincera-
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mente en que el conflicto armado resuelva o haya resuelto jamas
problema alguno. La guerra es un esfuerzo iniitil, es una dlslpacidn
de energiasi de entusiasmos, que bien podrfan dedlcarse a mejor
causa. Sin embargo, no se ha perdido en America el sentldo heroico
de la vida. Pero creemos en la urgencia del herolsmo para la fclda
normal, Lo que para Jacques Marltain es todavla un ideal| en America
ha empezado a ser una realldad aceptada por todost el honor civil
vale ma's que el honor mllitar; los fte'roes de la paz merecen nuestro
apreclo tanto o ma's que los heroes de la guerra* Au"n en las tlrl*
lias c6mtcas se presentan lado a lado los heroes de la guerra y
los heroes de la vida eivil$ y e'stos a veces con mayor esplendor que
aque'llos.
Fu4 un ilustrlslmp puertorriqiaerio, Don Federico Degetau, quien
hablando desde la tribuna del AteneO| en mayo de 1900, pronuncid
estas palabras refirie'ndose a la Educacion Civicai "Jdvenes en
quienes se forma el amor a la patria con la exaltacidn paslonal y con
el enfermizo romanticlsmo de las proezas b^licas, podraJn en un mo»
mento oportuno resultar heroes, pero diffcilmente serin todos los
dlas buenos ciudadanos. Si el maestro acierta a formar muchos de
estos tlltimos, habr^ prestado a su patria el servicio que 4sta tiene
el derecho de reclamar de 4l»w
El interns de la democracia estl en lograr la formacidn de
ciudadanos que puedan serlo "buenos" todos los dlas* El escritor
norteamericano, Joseph Collins ha observado que esos "ciudadanosx
buenos" nan sido tambie'n los mejores heroes de la guerra. El pro*
blema ahora consiste en relntegrar a la vida normal de "buenos
ciudadanos", a todos estos que antes vivieron ese heroismo cuoti-
diano y que ahora regresan a el un poco deslu&brados por el fulgor
o por el horror del frente de batalla.
Para esta labor de reasimilacidn no ha habido colegr'o o univer*
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sidad de importancia que no haya destlnado, aiSn durante la
su correspondlente comite" planificador de la educacidn en la
guerra, y que no tenga ya gruesas suc.as dedicadas excluslvamei
la re-educacidn de los veteranos. De esta eanera esponta"nea se.
pa ran las Institueiones educatlvas para cooperar con el goblerno
la reasimilacion de estos heroes de un momento, para que puedan v
ver a ser heroes de la vida civil.
Las fotograffas que acompafian estas notas muestran un aspecto
de esta inmensa labor, Esto es solo una parte de la contribucldn de
la Unlversidad de Columbia* Un belllslmo rincdn, a las riberas del
Hudson, que se disputa con el Rhin la supretcacla de la belleza es-
cenogra"fiea, en Irvington, estado de Nueva York, lejos de las zorre-Jondex
ras y las barracas de hierro galyanlzado, se levanta esta bellaA
mansldn llaraada MHevisM» construida hace m^s de 100 anos, por el
hi jo de Alejandro Hamilton, Una extejis!6n de 70 acres rodeah
y en esta propiedad, la Unlversidad de Columbia man-
tlene una estacldn experiirjental agricola. Las 20 habitaciones de
esta mansldn sefiorlal, ofrecen ahora alojamiento a los veteranos que
deseen eontinuar e studios avanzados, Aqui los vemos acompanados de
sus esposas, disfrutando de la vida paclfica y altamente civilizada
de la democracia, en cuya defensa expusieron su vldaf hace pocos
meses, en diver sos f rentes de batalla*
Durante la guerra, la Universidad dedlco sus dormitories para
alojar miles de guardias marinas, cadetes que redondeaban su preparf
racion durante cinco meses^ antes de entrar en accidn, Por dos anos
presenclamos esta ininterruEplda labor reallzada en el proplo coraz6n
de la cludad, Ahora, pasada la emergencia de guerra, Columbia vuelve
a eontribulr para la emergencia de la paz,
Ista accion de la Universidad de Columbia se repite, no sdlo
en las ma's altas instituclones de cultura a traves del pals, sino
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tambie*n en los ma's humildes colegios y escuelas privadas. Puede
deeirset con justicla, que esta acci<5n es slntoma'tlGa de la gran de-
mocracia, que es por hoy la dlrectora de los destines de la hui-ani-
dad, Es indicadora de la fe del pueblo americano erilo que Borgese
ha llamado el "hombre coimin|w de ese hombre conrdn bflllantemente pre-
sentado por William Saroyan en su Comedia Humana* Porque tiene fe
en ese hombre comun, la nacio'n le 'brinda todas las oportunidades para
qxie, al regreso de una mislon extraordinaria, llevada a cabo con efl-
cacia en todos los campos de batalla, se reintegre con la misma efl-
cacia y el mismo entusiasmo a la vida ordinarla, para dignificar la
cual, salvo* una y otra vez ma's la democracia con peligro inminente
de la propia vida.
La facultad de la Unlversidad de Colgate ha autorizado la
siguiente declaracidnt "Podemos proceder a base de una de estas dos
presuposlcioness 6 una tercera guerra mundial dentro de velnte anos
6 ninguna guerra futura. Estas son las alternatlvas, mutuamente
exclusivas, no hay te'nnlno medlo,w Esta deelaraei<5n concuerda con
otra del secretarlo de Estado, James F, Byrne?: "ffioy, el mundo
obligado a escoger. Ha de haber un mundo unido para todos, 6 no
habr^ mundo para nlnguno de nosotros," Para asegurar la creacl<5n
de una vida eozmln de proporciones srandlales Estado s Unidos empieza
por cultivar y dignificar la vida comdn, cumpliendo eon el lema deSCL
escudos WE plurlbus unum" La educacidn del IndlvWuo para la
vida comdn de la democracla, eso es el ideal que van realizando hora
tr^s hora todas las irultituciones educativas de la naci6n*
De esta manera pragina'tica, los descendiented de Benjamin Franklin
y de William James realizan todo un ideal de vida, sintetizado porsobrtSrf/Wfc-
un gran escritor europeo en el tlttilo de una obra genfeA y a la
misma vez democr^tica» La Causa Comun. Para garantizar el trlunfo
final de esta causa comiln, entre otros recursis, Estados Unidos
concede puesto prominente a la ed\icacl6n y es por ella que pone todas
las facilidades de sus grandes instituciones, y de sus peqiieflas, a
la disposicidn de los hombres ordinaries, que supieron realizar,
llegado el caso, misiones extraordinarias.
Angel M, Mergal