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EL SOFISTA EL HOMBRE ES LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS Suplemento de filosofía Año 1 No.8 Ángel Islas y Rodrigo Casillas En los textos Platónicos, el Gorgias y el Protágoras LOS SOFISTAS MAYORES DIALOGAN CON SÓCRATES Gorgias discurre sobre el arte de la retórica. La significación de las ideas ha de poseer cierto carácter social y permanente: Gorgias La virtud es algo subjetivo, no hay posibilidad alguna de enseñarla: Protágoras Para ver esta película, debe disponer de QuickTime™ y de un descompresor TIFF (sin comprimir). De izquierda a derecha: Protágoras, Platón y Gorgias. Protágoras y el método de la antilogía. El más famoso y el más celebrado de los sofistas fue Protágoras, nacido en Abdera en la década que va desde 491al 481 a.C., y fallecido a finales de ese mismo siglo. Viajó por toda Grecia y pasó varias temporadas en Atenas, donde logró un gran éxito. Fue muy apreciado por los políticos (Pericles le confió el encargo de preparar la legislación destinada a la nueva colonia de Turi, en el 444 a. C.). Su obra principal son Las antilogías, de la cual sólo poseemos algunos testimonios. La proposición básica del pensamiento de Protágoras consistió en el siguiente axioma: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en aquello que son, y de las que no son en aquello que no son” (principio del homo mensura). Protágoras entendía por “medida” la norma del juicio, mientras que “todas las cosas” abarcaban todos los hechos y todas las experiencias en general. Tal axioma se convirtió en celebérrimo y ha sido considerado y lo es, en efecto casi como la carta magna del relativismo occidental. Mediante este principio Protágoras quería negar la existencia de un criterio absoluto que discrimine entre ser y no ser, verdadero y falso. El único criterio es el hombre, el hombre individual:"Las cosas son para mí Ciudad de Atenas MMVIII-MMIX hdflogos.wordpress.com

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EL SOFISTAEL HOMBRE ES LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS

Suplemento de filosofía Año 1 No.8 Ángel Islas y Rodrigo Casillas

En los textos Platónicos, el Gorgias y el Protágoras

LOS SOFISTAS MAYORES DIALOGAN CON SÓCRATES

Gorgias discurre sobre el arte de la retórica. La significación de las ideas ha de poseer cierto carácter

social y permanente: Gorgias La virtud es algo subjetivo, no hay posibilidad alguna de

enseñarla: Protágoras

Para ver esta película, debedisponer de QuickTime™ y de

un descompresor TIFF (sin comprimir).

De izquierda a derecha: Protágoras, Platón y Gorgias.

Protágoras y el método de la antilogía.El más famoso y el más celebrado de los sofistas fue Protágoras, nacido en Abdera en la década que va desde 491al 481 a.C., y fallecido a finales de ese mismo siglo. Viajó por toda Grecia y pasó varias temporadas en Atenas, donde logró un gran éxito. Fue muy apreciado por los políticos (Pericles le confió el encargo de preparar la legislación destinada a la nueva colonia de Turi, en el 444 a. C.). Su obra principal son Las antilogías, de la cual sólo poseemos algunos testimonios.La proposición básica del pensamiento de Protágoras consistió en el siguiente axioma: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en aquello que son, y de las que no son en aquello que no son” (principio del homo mensura). Protágoras entendía por “medida” la norma del juicio, mientras que “todas las cosas” abarcaban todos los hechos y todas las experiencias en general. Tal axioma se convirtió en celebérrimo y ha sido considerado ⎯ y lo es, en efecto ⎯ casi como la carta magna del relativismo occidental. Mediante este principio Protágoras quería negar la existencia de un criterio absoluto que discrimine entre ser y no ser, verdadero y falso. El único criterio es el hombre, el hombre individual:"Las cosas son para mí tal como se me aparecen, y son para ti tal como se te aparecen a ti." Por ejemplo, este viento que sopla, ¿es frío o cálido? La respuesta, de acuerdo con el criterio de Protágoras, sería la siguiente: "Para quien tenga frío, es frío, y para el que no, no." Entonces, si las cosas son así, nadie estaría en la falsedad, si no que todos estarían en la verdad ( en su verdad).

Gorgias y la retórica. Mientras que Protágoras parte del relativismo y edifica sobre él el método de la antilogía, Gorgias parte del nihilismo y sobre él construya su retórica. El tratado sobre la naturaleza y sobre el no-ser es una especia de manifiesto del nihilismo occidental, estructurado sobre las tres tesis siguientes 1) No existe el ser, esto es, nada existe. En efecto, los filósofos que han hablado del ser lo han definido un modo que provoca conclusiones que se anulan mutuamente, con lo que el ser no podrá ser ni uno, ni múltiple, ni uno no-engendrado, , ni engendrado y por lo tanto no será nada. 2) En el supuesto de que existiese el ser, no podría ser cognoscible. Para probar esta afirmación, Gorgias intentó quitar validez a la máxima parmediana según la cual el pensamiento es, siempre y únicamente, pensamiento del ser, y el no-ser es impensable. Hay cosas pensada (por ejemplo pueden pensarse niños que corran sobre el mar) que no existe, y las hay no existentes (escila, la quimera) que son pensadas. Existe pues divorció y ruptura entre ser y pensamiento. 3) En el supuesto de que fuese pensable, el ser resultaría inexpresable. La palabra no puede comunicar con valor de verdad nada distinto de sí misma: “Aquello que uno ve, ¿cómo (…) podría expresarlo con la palabra? ¿ O cómo podría esto convertirse en manifiesto para quien lo escucha, sin haberlo visto? Al igual que la vista no conoce los sonidos, tampoco el oído oye los colores, sino los sonidos; dice, sin duda, quien dice, pero no dice ni un color ni una experiencia.

Ciudad de Atenas MMVIII-MMIXhdflogos.wordpress.com

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EL SOFISTA

Gorgias tuvo un destacado papel en las fiestas religiosas griegas, y

declamó su oración pítica desde el altar, por ello se le dedicó una estatua de oro que posteriormente fue colocada en el templo de la diosa Pitia; su Oración olímpica fue compuesta sobre un tema de máxima importancia para el estado; el regreso de las energías para poder pelear contra los bárbaros y persuadirle para que no miraran a las demás ciudades como el premio para sus armas, sino más bien la tierra de los bárbaros. La oración fúnebre que dirigió a los atenienses fue

pronunciada en honor a los que habían caído en las batallas, a los que los atenienses dedicaban públicos funerales y panegíricos, y estaba compuesta con extraordinaria inteligencia.Aunque Gorgias incitaba a los atenienses para que pelearan contra lo medos y los persas con el mismo propósito que en la Oración olímpica no dijo nada sobre un amistoso acuerdo con el resto de los griegos, por la razón de que iba dirigida a los atenienses, que sentían pasión por el imperio.

Pericles decidió mostrar el poder ateniense. Impuso una prohibición comercial contra Megara, miembro particularmente vulnerable de la alianza espartana ningún mercader megarense podía comerciar en ningún puerto controlado por Atenas, lo cual significaba que no podía comerciar prácticamente en ninguna parte ahora que las ciudades estado se dedicaban a la industria y a la agricultura especializada, el comercio era esencial. Sólo mediante el comercio podían

adquirirse alimentos para la ciudad. Con su comercio estrangulado, Megara pronto iba a pasar hambre. Por desgracia esto atemorizó a Esparta equivocadamente. Los obstáculos espartanos pudieron comprobar los temibles efectos del poder marítimo y comprendieron que los ejércitos de tierra no brindaban ninguna seguridad mientras Atenas dominase los mares, a menos de que fuera aplastada antes de hacerse aún más fuerte. Por ello, en 431 a. C., los

éforos hicieron caso omiso de Arquidamo y declararon que Atenas había roto la tregua de los 30 años ( que por entonces sólo había durado 14 años). Así comenzó la guerra general contra Atenas y sus aliados contra Esparta y los suyos.Esta guerra, que iba a dañar irreparablemente a toda Gracia y poner fin a su edad de oro, es conocida sobre todo por la historia escrita por Tucídides. Este fue en la guerra un general ateniense, injustamente exiliado en 423 a. C.

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¿Héroe o amenaza?

La historia según Isaac Asimov

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Aprovechó el exilio para escribir una historia que, durante más de 2,000 años, ha sido considerada un ejemplo perfecto de imparcialidad. Por todo lo que sabemos ahora, no fue parcial a favor de Atenas porque fuese su ciudad ni en contra de

ella porque lo tratase injustamente. Además, era un racionalista total, pues no apeló a los dioses, los presagios ni a razonamiento supersticioso de ningún género (como Heródoto hacía constantemente). Puesto que la guerra generalmente es

considerada desde el lado ateniense, ya que Tucídides estaba más familiarizado con los asuntos internos de Atenas, y puesto que los enemigos de Atenas eran los peloponenses: Esparta y Corinto, la guerra fue llamada “guerra del Peloponeso”.

EDITORIAL EL SOFISTA

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La palabra “sofista” (sofistes) en el siglo V a. C. era aún general en alcance y neutra en tono: podía ser usada para denotar a cualquiera que poseyese un conocimiento excepcional, habilidad o talento de cualquier clase y no era necesariamente ofensiva o irónica.Hacia fines del siglo V a.C. fue aplicada no sólo a los profesores de retórica, sino a cosmólogos, astrónomos, matemáticos y muchos otros.Su uso posterior, hasta nuestro tiempo, fue grandemente determinado por la influencia de Platón y Aristóteles en el siglo IV a.C., quienes lo usaron en oposición a “filósofo”, para designar a alguien que aparenta tener habilidad filosófica e iluminación, pero que en realidad no las tiene y que gana sus efectos por argumentación falaz, no dirigida a la verdad. Fue natural que ellos se inclinasen a ver a los “profesores de la palabra” del siglo V, así como a sus descendientes del siglo IV, como sofistas en este sentido. Es difícil ahora usar la palabra “sofista” en algún sentido preciso, y en este

trabajo ha sido y será usada como sigue: “la época de los sofistas” se refiera al período de 450 a.C. al 400 a.C., y “sofistas” refiere a los profesores del arte de hablar que florecieron durante este período, y (algunas veces) a cualquier otra persona que parezca aproximarse a estos profesores en perspectiva intelectual y actividades.Estos profesores de la palabra afirmaban haber reducido el uso del lenguaje a una “ciencia” y ofrecían impartir su conocimiento por dinero a cualquier persona. Ellos son los primero exponentes conocidos de la idea de “educación superior”. Para cualquiera que pudiese pagar sus honorarios, ofrecían ellos entrenamiento intelectual más allá de lo requerido en la vida ordinaria. No debe concluirse, no obstante, que proponían un ideal de cultura intelectual como un fin en sí mismo. La noción de una forma de vida puramente intelectual (o para el caso, estética) aún no nacía, aunque había sido ya concebida; la cultura mental podría ser considerada como deseable

“en sí misma”, pero parte de lo que ello debería querer decir es que hiciese a los hombres mas efectivos en la vida social y política. “la educación”, dijo alguien quizá de este período ⎯ queriendo decir” educación superior” ⎯ “ es un segundo solo para los que tienen”: en otras palabras, eleva las habilidades naturales y capacita a los hombres para usarlas más completa y eficientemente. Los viejos sofistas habrían estado de acuerdo. Una vez más, no debemos pensar que había alguna conciencia en este tiempo de una diferencia entre un entrenamiento para hablar y un entrenamiento para pensar. Más bien, llegó a asumirse que aprender a hablar efectivamente es también aprender a pensar, y aplicar el pensamiento de manera efectiva.La educación ofrecida por los sofistas más viejos fue, pro lo tanto, estrictamente como la educación clásica tradicional de las escuelas públicas inglesas. Ambas fueron concebidas como un entrenamiento para la vida, no para la ciencia o la erudición; ambas incorporaron una

La época de los SofistasEdward Hussey

La educación ofrecida por los sofistas más viejos fue, pro lo tanto, estrictamente como

la educación clásica tradicional

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pretensión humanística y anti-dogmática; ambas fueron dirigidas principalmente a hombres jóvenes, que probablemente llegarían a ocupar posiciones de influencia en la vida pública; además ambas se fundaron parcialmente en el estudio e interpretación de ciertos autores “clásicos” y parcialmente en la práctica de hablar, recitar y de la composición literaria desarrollando las capacidades intelectuales. Para que un ideal semejante de educación fuese creado y sostenido, debieron haber surgido personalidades, en parte investigadores intelectuales y totalmente maestros, que atrajeran la atención, si no es que el respeto, tanto por lo que eran como por lo que sabían, tales fueron los más prominentes sofistas de la vieja generación:

Protágoras, Gorgias e Hipias.Además, tales personalidades necesitan un escenario. La mayoría de los sofistas fueron peripatéticos, enseñaban en cualquier lugar en que ese encontrasen alumnos dispuestos a pagar sus honorarios, pero se promovían a sí mismos en tales reuniones panhelénicas con lo eran los juegos olímpicos y , según avanzaba el siglo, fue haciéndose natural el congregarse en Atenas de preferencia a cualquier otra parte. Atenas llegó a ser un centro intelectual por toda una variedad de razones. Con su imperio marítimo y su comercio, era entonces la ciudad griega más rica y un centro natural de comunicación. La democracia, bajo Pericles, se enorgullecía de su tolerancia y su apertura a

las nuevas ideas. Sus festivales dramáticos fueron eventos intelectuales sin paralelo en parte alguna del mundo griego. Posteriormente, bajo las estrecheces de la guerra del Peloponeso , la alardeada tolerancia desaparecó por un tiempo. Tres figuras de primera fila, Anaxágoras, Protágoras y Sócrates fueron juzgados en diferentes momentos acusados de impiedad o algo semejante. Anaxágoras abandonó Atenas, donde había vivido la mayor parte de su vida; lo mismo hizo Protágoras, quien ganó la distinción de haber sido el primer hombre cuyos escritos fueron quemados por la autoridad pública. Sócrates, el que de haber querido hubiese salvado por el exilio o una multa considerable, eligió sufrir la pena de muert

EDITORIAL EL SOFISTA

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Los Sofistas hacia el siglo V se conducen principalmente a interesarse en el hombre. La escritura clásica idealiza la figura humana en una sabia mezcla de medida, idea e imitación de los seres naturales; la medicina naciente se agrupa en escuelas donde se estudian la anatomía y la fisiología del cuerpo humano y, con sentido humanista, quiere prevenir más bien que curar las enfermedades. En ninguna obra es tan clara la importancia que se da al hombre como en las tragedias de Sófocles y de Eurípides. En la Antígona, de Sófocles, aparece, radiante en su dignidad, la figura humana:

Numerosas son las maravillas del mundo,

pero la más grande de las maravillas es el hombre. . . .

Es el ser de los mil recursos.Jamás el porvenir lo toma por

sorpresa.Conoce el arte de escapar a los males

incurables.Solo el país de los muertos puede

detener su carrera.El hombre más que el mundo, llenaba el pensamiento de los hombres. Y los sofistas son los primeros filósofos que debemos calificar de humanistas.La palabra sofistas significa

textualmente sabio. Pero los sofista eran sobre todo maestros que, de ciudad en ciudad y, con gran escándalo de los griegos, se hacían pagar por sus enseñanzas. Maestros de los hombres de Estado y de los sofistas solían enseñar la retórica de la cual fueron fundadores. Bien es verdad que los sofistas se preocupaban menos de la validez de o la exactitud de sus razonamientos que de la fuerza que tienen las palabras para llegar a este fin práctico del convencimiento. Si el sofista quiere convencer, sin preocuparse por la verdad de sus argumentos sino por su fuerza como instrumentos de convicción, tiene que partir de la idea de que todo es verdad. Pero si todo es verdad, también la falsedad es verdad y ya no existe el menor criterio para distinguir entre la veracidad y la falsedad de un razonamiento. Al mismo tiempo que inventaban el arte de convencer, los sofistas inventaron también falsos argumentos que han pasado a la historia con el nombre de sofismas. Muchas son las anécdotas que se cuentan sobre las formas de argumentar de los sofistas. Cuéntase que una vez Tisias, maestro, pidió a sus discípulo Corax que le pagara, puesto que ya habían terminado

enseñanza y aprendizaje. A lo cual respondió Corax que, si había aprendido a convencer podría convencer a Tisias de que no tenía que pagarle y que, de no convencerlo, no tendría que pagarle puesto que con ello demostraría que no había aprendido lo que Tisias prometió enseñarle.Tisias, naturalmente no podía aceptar el argumento de su discípulo y dedicó todo su esfuerzo a demostrarle que de todas maneras tendría que pagar las enseñanzas. Si Corax le convencía de que no tenía que pagarle, esto demostraba que había aprendido a convencer y como el arreglo había sido que si aprendía a convencer tenía que pagar, al demostrar que no tenía que pagar por el hecho mismo de convencer a Tisias tendría que pagar. Si, por otra parte, no llegaba a convencerle de no tener que pagar, tendría que pagar por el mero hecho de no haberlo convencido. Véase en este argumento una anécdota, que por otra parte ha sido atribuida a Gorgias y su discípulo Evasto, véase también en él un ejercicio de escuela. En todo caso demuestra con claridad que los sofistas se preocupaban más por la forma de razonamiento que por su contenido, por su efectividad que por su justeza.

Los Sofistas por Ramón Xirau"Numerosas son las maravillas del mundo, pero la más grande de las maravillas es el hombre”

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Sería totalmente ver en los sofistas simple y sencillamente maestros de falsedad. Su interés por las formas lingüísticas les condujo a analizar el lenguaje, estudiar las figuras retóricas penetrar en los problemas de la lógica y preparar las vías del pensamiento lógico. Sus argumentos, por falsos que parecieran en tantas ocasiones, requerían una respuesta. Las filosofías de Sócrates, de Platón y de Aristóteles, son un intento por encontrar soluciones verdaderas a los

problemas que los sofistas habían planteado. Por otra parte los sofistas, al analizar el lenguaje, al analizar las contradicciones en que con tanta facilidad caemos a cada paso, contribuyeron poderosamente a formar un espíritu crítico, que es, al fin y al cabo, el fin de todo pensamiento riguroso. Muchos sofistas fueron escépticos, pero el escepticismo, la duda, la declaración de que no existe verdad alguna, prepara el camino, prepara el camino

para que se encuentre la verdad. Habremos de ver cómo todo gran filósofo suele empezar por dudar. Y si su duda consiste en dudar para creer, en un negar para afirmar, si no queda, como los sofistas, en un mar de dudas, no deja de deberles a los sofistas y a los escépticos de cada época este espolones necesario para que tome forma la reflexión.

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Protágoras fue el primero y el más grande de los sofistas, aunque alguien podría alegar no sin razón que el astuto Ulises, con su verbo suave, fue el auténtico padre de la sofistería.

Si yo gano esta demanda contra ti, tú tienes que pagarme por que la he ganado, si la ganas tú, también tienes que pagarme porque tú ganas

Platón dedica un diálogo a Protágoras en que lo presenta bajo una luz más favorable que a otros muchos adversarios de Sócrates. Suya es la celebre frase “el hombre es la medida de todas las cosas”. Protágoras profesó el agnosticismo en lo referente a la naturaleza de los dioses: respecto a los dioses, no soy capaz de saber si existen o no. Fue también el primero que cobró honorarios por dar

lecciones de meliflua elocuencia y de nobles artes de la persuasión.En vidas de los sofistas del siglo III Filostrato asevera que no se debería criticar a Protágoras por cobrar honorarios, ya que valoramos más los menesteres por los que pagamos dinero que aquellos por los que no se cobra un precio. Filostrato sabía de que estaba hablando, dado que provenía de un largo linaje de sofistas y gozaba de un considerable lujo material en la corte de la muy intelectual emperatriz siria Julia Dommna ( a propósito, ella misma fue una figura muy interesante, y era la esposa del emperador romano Septimio Severo; Filostrato la llama Julia la filósofa. Tras la muerte de Septimio Severo durante una campaña militar en Gran Bretaña Julia siguió siendo una figura enormemente influyente a través de sus hijos, los diarcas Caracalla y Geta. Se dice que Caracalla asesinó a Geta entre los brazos de su madre, y que Julia se dejó morir de hambre después de que Caracalla fuera a su vez asesinado en el año 217).

Protágoras tiene muchas obras en su haber entre las que destaca De la oratoria forense por un emonumento, dos libros de argumentaciones contrarias. Puede verse un brillante ejemplo del uso monetario de las argumentaciones contrarias en la anécdota siguiente: cuando protágoras le pidió a su discípulo Evatlo que le pagara sus honorarios, éste respondió: “Pero todavía no he ganado ningún caso”. A lo que Protágoras respondió: Si yo gano esta demanda contra ti, tú tienes que pagarme por que la he ganado, si la ganas tú, también tienes que pagarme porque tú ganas.

Parece ser que Protágoras se ahogó en un naufragio tras ser juzgado y condenado al destierro (en algunas versiones condenado a muerte) por sus ideas religiosas agnósticas. Además escribió un tratado sobre lucha libre.

EDITORIAL EL SOFISTA

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Nacido alrededor del 500 a. C. en Abdera, la ciudad de donde

procedía Demócrito. Visitó dos veces Atenas, su segunda visita fue por el 432 a. C. Hizo un código para la ciudad de Thuri en 444-443 a. C. se dice que fue perseguido por impío, pero esto no parece ser cierto a pesar de que escribió un libro sobre los dioses, que empezaba con las palabras: “Respecto a los dioses no puedo estar seguro si existen o no, ni que aspecto tienen, porque hay muchas cosas que impiden un conocimiento seguro: la oscuridad el tema, y la brevedad de la vida humana”.Su segundo viaje a Atenas se describe un poco satíricamente en el Protágoras de Platón, y sus doctrinas se discuten seriamente en el “theeteto”. Se

destaca principalmente por su doctrina de que “el hombre es la medida de todas las cosas, de las cosas que son lo que son y de las que no son lo que no son”. Esto se interpreta en el sentido de que cada hombre es la medida de todas las cosas y que, cuando difieren los hombres, no existe una verdad objetiva en virtud de la cual se tiene razón o se esta equivocado. La doctrina es esencialmente escéptica y probablemente se basa sobre el hecho de que los sentidos están “negados”.Uno de los tres fundadores del pragmatismo F.C.S. Schiller, solía llamarse discípulo de Protágoras, creo que lo hizo en

Los Filósofos Muertos por Simmon Critchley.

Historia de la filosofía occidentalPor Bertrand Russell

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el “Theeteto”, sugiere como interpretación de Protágoras que una opinion puede ser mejor que otra, aunque no puede ser más verdadera. Por ejemplo, cuando alguien tiene ictericia, todo parece amarillo. No tiene sentido decir que las cosas no son realmente amarillas, sino que tienen el color con que las ve el hombre sano; sin embargo, podemos decir que, puesto que las salud es mejor que la enfermedad la opininón del hombre sano vale mas que la del icterico.Este punto de vista es evidentemente parecido al pragmatismo.La falta de creencia en una verdad objetiva convierte a la mayoría de la gente, practicamente, en arbitros de lo que hay que creer. De allí protágoras fue llevado a una defensa de la ley, convención y moral tradicionales. Mientras quecomo vimos no sabía si los dioses existían, estaba seguro que deben ser venerados. Este punto de vista es el

adecuado para un hombre cuyo esceptisismo teórico es profundo y lógico.Protágoras pasó a la edad madura en una especie de viaje de conferencias continuo por las ciudades de Grecia, enseñando por cierto honorarios “a todo el que deseaba tener capacidad práctica y una cultura mental más elevada” (Zeller, p.1299).Platón objeta con un poco de snobismo según nuestras nociones modernas que los sofistas cobraban dinero por la instrucción. Platón poseía medios propios suficientes, y por lo visto era incapaz de darse cuenta de las necesidades de los que no tenían una buena fortuna. Es curioso que los profesores modernos que no ven la razón para rechazar un honorario han repetido tantas veces los juicios de Platón.Pero hubo otro punto en el que los sofistas diferían de la mayoría de los filósofos contemporaneos, era corriente, excepto entre los sofistas que

un maestro fundase una escuela con reglas parecidas a las de una hermandad; existía una vida en común más o menos extensa, a veces parecida a la monástica, y generalmente una vitrina esotérica no proclamada públicamente. Todo esto era natural como quiera la filosofía surgió del orfismo, entre los sofistas no hubo nada de esto. Los que tenían que enseñar no se relacionaba, según ellos, con la religión o la virturd. Instruian en el arte del argüir y en todo cuanto apoyara a este. Hablando en sentido amplio, podríamos decir que estaban preparados como los juristas modernos para mostrar como se argulle en pro o en contra de una opinión, sin ocuparse de defender sus propias ideas. Aquellos para los que la filosofía constituía un modo de vida, unido estrchamente contra la religion, naturalmente estaban indignados; los sofistas les parecían frívolos e inmorales.

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EDITORIAL EL SOFISTA

Argumentos para la retóricaPor

Benjamín Valdivia

Calicles Los sofistas no se preocupan tan sólo de conocimiento. Ya vimos que eran maestros de políticos y que no desdeñaban en ocasiones dedicarse a la política ellos mismos, La teoría de los sofistas sobre la sociedad y la justicia la resume Platón en uno de sus personajes: el sofista Calicles. Es posible que Calicles nunca haya existido. El él, sin embargo, Platón trata de ofrecer una síntesis del pensamiento político de los sofistas. Y es esta síntesis la que tiene especial interés. Calicles aparece en el diálogo platónico que lleva el nombre de Gorgias. En este diálogo, Sócrates discute con los sofitas sobre el tema de la justicia. Los sofistas sostienen que es mejor cometer una injusticia que ser víctima de ella, mientras que Sócrates defiende la tesis contraria. Para él es mejor y más justo sufrir una injusticia que cometerla. Es en torno a este problema que empieza a exponer su punto de vista el sofista Calicles. A partir de su definición de la justicia, Calicles edifica una teoría de la sociedad, del derecho y de la vida social. También Calicles parte de la definición del hombre como un ser sensual, un ser para quien todo el conocimiento proviene de los sentidos. Los sentidos forman lo que Calicles denomina “naturaleza” del hombre. Ahora bien, la sociedad ha querido impedir que los hombres actuaran según sus instintos naturales y ha inventado una serie de frenos que llamamos leyes. Estas leyes han sido el invento de los más débiles para oponerse al dominio de los fuertes. La única ley que admite Calicles es la ley del más fuerte. Lo mismo debe decirse de la justicia. Será bueno todo aquello que no limite al fuerte; malo lo que frene sus impulsos naturales. Ya otros sofistas habían afirmado lo mismo como lo hacen todos los sofistas que aparecen en este diálogo de Platón. Calicles, símbolo de los sofistas, es quien expone por primera vez con coherencia la doctrina que da la razón del más fuerte. Maquiavelo, primero, y, más reciente, Nietzsche, aprovecharán la relación de los sofistas griegos.

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En el juego de las aceptaciones, la retórica consistía en darle un color apetitoso a las cosas nuestras que consideramos aceptables para los demás.

La retórica es la sabrosa degustación de nuestros deleznables pensamientos.

La Ética del argumentador retórico es el único camino que nos desvía la perversión del pensamiento.

La retórica no es asunto de la metafísica, pues no busca desentrañar la esencia de las cosas de las que habla.

La retórica es más fuerte al hablar que al escribir.

La retórica es la forma particular de convencer a los demás de que el reflejo que les ofrecemos no es falso. Y no lo es: tan solo es un reflejo corrupto por dos aspectos: aquel causado por nuestro propio existir como fragmentos, y el causado por la manera peculiar de reflejar esa totalidad a la que nos enfrentamos.

La retórica es nuestro escudo para hacer creíble la existencia.

La retórica persigue la infinidad de los fragmentos reflejados en cada cerebro individual: plasma múltiples imágenes, posibles o imposibles, para cada pensamiento o situación. Sueña que unos fragmentos forma de modo mas completo la consistencia de la verdad. Y nos quiere convencer de ello.

La retórica es el cáñamo para pescar en el río revuelto de los discursos.

La retórica supone no solo la búsqueda de la aceptación, pues también persigue, de manera fundamental, la verdad. Convencer de algo en cuya verdad no creemos es apenas un medio convencimiento.

La retórica es, principalmente, la sangre del estilo. Es su circulación vivificante se acomoda y fortalece la carne del discurso.

No hay poder sin retórica.

No hay revolución que no empiece (y a veces concluya) en la retórica.

La retórica es el idioma de la política.

La moda es la retórica de las máscaras.

La retórica es el mero desarraigo del yo.Pero también es la recuperación del yo como otredad manifestada.

Intento convencerte: retórica en vía de su objeto.

Te convenzo: retórica objetivada en su vía.

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MICELANEA EL SOFISTALa crítica:El ensayo de Hussey a propósito de los sofistas bosqueja con precisión y elegancia dos líneas

centrales de las preocupaciones intelectuales de la época: el escepticismo y el humanismo. Los ensayos de Burnet y Vlastos se

ocupan, respectivamente, de la vida y la filosofía de Sócrates, logrando retratos de gran fuerza y brillo, basados ambos en el testimonio de Platón.

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Moriste, oh Protágoras, ya viejoen viaje, ausentándote de Atenas.

Huir te deja el pueblo de Cécrope;

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La frase del día

“Respecto a los dioses no puedo estar seguro si existen o no, ni que aspecto tienen, porque hay

muchas cosas que impiden un conocimiento seguro: la oscuridad el tema, y la brevedad de la vida

humana”

Protágoras

MICELANEA EL SOFISTA

MICELANEA EL SOFISTA

El nihilismo y su contrario El nihilismo, considerado literalmente, es un pensamiento imposible. Si nada hubiera(nihil),

nada habría que decir y nadie para ser nihilista. No es posible escapar de Parménides, o nunca por completo. Sólo es pensable lo que es. Una filosofía rigurosa de la nada sería una nada filosófica: de nada, nada es verdadero. El nihilismo se autorrefuta apenas se enuncia.

¿Filosofía del silencio? Ni siquiera y, sobre todo, no. El silencio deja intacto lo real (que nada se diga no impide que todo esté allí), y el nihilismo supone, por el contrario, que se considere el lenguaje –¿a falta de algo mejor?– en serio. La nada sólo es una palabra, que no carece de

¿Sabías qué?

Demócrito y Protágoras nacieron en la misma ciudad (Abdera) e incluso se ha presumido que uno fuera el alumno del otro.

Gorgias llegó a vivir hasta ciento cinco años y que en su vejez su cuerpo aún funcionaba como el de un joven.

La Homo mensura es un principio Protagórico que toma al hombre como “ medida de todas las cosas, de las que son en aquello que son, y de las que no son en aquello que no son.

Protágoras nació en el mismo año ( 485 a. C.) que Heródoto y Eurípides.

Protágoras fue el encargado de redactar la legislación de Turi en el 444 a. C.

EL PoemaMoriste, oh Protágoras, ya viejoen viaje, ausentándote de Atenas.

Huir te deja el pueblo de Cécrope;Y tu también huiste

de la ciudad de Palas;mas huir de Plutón ya no pudiste

Apolodoro, a Protágoras.

El Rincón de las Letras

DEDICATORIAAl ilustrísimo cónsul Antonio Gordiano, Flavio Filostrato

He escrito para ti estos dos libros, sobre quienes como sofistas ejercieron la filosofía y , así, se han llamado propiamente sofistas; sabiendo, por una parte, que tú tienes parentesco con este arte, puesto que eres descendiente de Herodes, y por otra parte, recordando que en Antioquía, en el templo de Apolo Dafneo, sostuvimos hace tiempo una discusión. No he puesto ciertamente el nombre de los padres de todos, sino los de aquellos únicamente que procedían de una familia ilustre; sé además que el sofista Critias no ha dado el nombre de los padres, sino Homero, porque podía manifestar algo maravilloso, que tenía por padre a un río. Además, poco interés tiene para el que desea saber, conocer el nombre de los padres de cualquiera, ni tampoco conocer sus virtudes o vacíos, ni si éste obró rectamente o no por azar o por convencimiento, Este estudio, ¡oh el mejor de los procónsules!, aligerará tus ocupaciones como la copa de Helena con sus medicamentos egipcios, Disfruta de salud, príncipe de las musas.

5-Diógenes6-Protágoras7-Sofista

Busca las siguientes palabras:1-Abdera2-Retórica3-Hipias4-Gorgias

Sopa de Letras

8-Diálogos9-Sócrates10-Platón

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Page 12: EL SOFISTA - WordPress.com · Web viewEl ensayo de Hussey a propósito de los sofistas bosqueja con precisión y elegancia dos líneas centrales de las preocupaciones intelectuales

significación, por cierto pero sin objeto. El silencio lo suprime; por ello suprime también al nihilismo. Los silencios lo saben. Los nihilistas lo saben, cuando son lúcidos. ¿Por qué serían tan charlatanes si no fuera así? La nada sólo existe si se habla de ella. Para quien calla, ya sólo hay lo real: ya sólo hay todo. Exit, nihilismo. No se suele hablar de nihilismo en este sentido, sin embargo. El nihilista, en el lenguaje corriente, es más bien el que nada cree, nada respeta, nada se impone y se prohíbe. Nihilismo práctico más que ontológico: negación, pero no de la esencia sino del valor. Qué importa que el ser sea o no sea, pues lo que es carece de valor…filosofía del todo vale (por que nada vale), del para qué, de la inanidad de todo, del renunciamiento, del abandono… Paul Bourguet, de quien Nietzsche tomó la expresión, definía como “un cansancio mortal de vivir, una percepción enorme de la vanidad de todo esfuerzo…” filosofía para

nuestro tiempo, dicen, o que eso intenta (lo que mi amigo Ronald Jaccard llama “la tentación nihilista”) y esto sin duda no es falso. ¿Pero hay que resignarse? “Más valdría no haber nacido” no ha dejado de repetir Cioran, y con que talento. Dice lo esencial. El nihilismo, en cualquier caso este nihilismo, toma partido por la muerte contra la vida, por la nada contra el ser, por “el inconveniente de haber nacido” contra la alegría –incluso frágil, incluso dolorosa – de existir y de actuar. Por ellos nos fascina, nos acecha y nos tienta. ¿Quién no ha deseado alguna vez abandonar, renunciar, morir?. Filosofía de la muerte que gana, y en efecto ella gana ¿Pero qué prueba esto contra la vida? Epicuro ya enfrentaba, en la Carta a Meneceo, al “que dice que lo mejor es ‘no haber nacido’ o ‘si se nace, franquear lo más pronto posible las puertas del Hades’” . Si está convencido de lo que dice, objetaba Epicuro, “¿cómo es que no se quita la vida? Esto cabe por

completo dentro de su capacidad si está decidido a hacerlo. Pero si bromea, está manifestando frivolidad acerca de cosas que no corresponden”. El nihilismo es una filosofía frívola o vana, que sólo se salva por el estilo, como se puede apreciar en Cioran, o por el suicidio, Como apenas se puede apreciar. Pero ni el estilo ni la muerte reemplazan el pensamiento. Filosofía del cansancio, como insinúa Bourget, “weitanschaung de la pereza”, como reconoce Jaccard, el nihilismo aún tiene tiempo por delante. ¿Quién no se cansa a veces? ¿Quién no es perezoso a menudo? Pero esto no basta para darle la razón. Adamov, cuya obra a veces se vincula (equivocadamente) al retrato del absurdo, halló las palabras apropiadas: “La vida no es absurda; sólo es difícil, muy difícil”. Lo contrario del nihilismo no es el optimismo, no es el entusiasmo ni el fanatismo. Lo contrario del nihilismo es el amor y el coraje.

Sofista: Es el que hace profesión de sabiduría (sophia) o de sofismas. Doble falta: la sabiduría no es un oficio, y un sofisma no es una prueba ni una excusa. El término, en este sentido, es siempre peyorativo: el sofista es aquel que persigue menos la verdad que el poder, el éxito o el dinero. Contra ellos, Sócrates inventó, o reinventó, la filosofía. En otro sentido, más amplio y neutro, se puede llamar sofista a toda persona que apela a la SOFÍSTICA (véase este término) o pertenece a ella, contrata entonces comenzando por sus fundamentos (Protágoras, Gorgias, Pródico, Antifón…). Se trata entonces de una categoría histórica más que polémica. Eso no nos permite, filosóficamente, eludir el situarnos con respecto a ellos. Que forman parte de la historia de la filosofía es bien sabido. Pero esta historia nunca ha eximido a nadie de filosofar. La moda, desde hace algunos decenios, es la rehabilitación de los sofistas. Rehabilitación, sin duda, legítima. Pero ¿es necesario, para eso, como hacia Nietzsche, negarle la razón a Sócrates?Sofística: Es ese pensamiento que se somete a algo diferente de la verdad, o que somete la verdad a algo diferente de ella misma. Es considerar que la vedad no es más que un valor como otro, reductible como tal al punto de vista, a la evaluación o a los deseos de los que gobiernan. El término, en este sentido, pertenece al lenguaje técnico: no tiene pretensión peyorativa. Que Protágoras y Nietzsche sean sofistas no impide que también sean genios. Sin embargo, eso es lo que me impide a mí seguirlos del todo. «La falsedad de un juicio -escribe Nietzsche- no es para nosotros ya una objeción contra el mismo. […] La cuestión está en saber hasta qué punto ese juicio favorece la vida, conserva la vida, conserva la especie, quizás incluso selecciona la especie» (Más allá del bien y del mal, I, S 4). Sofística vitalista. La falsedad de un juicio es para mí, al contrario, una poderosísima objeción contra ese juicio, y que favorezca a la especie no cambia nada.

DEL DICCIONARIO FILOSÓFICO DE COMTE-SPONVILLE