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El trabajador social como asesor familiar Francisco GOMEZ GOMEZ Julio O. LORENTE MORENO Pilar MUNUERA GOMEZ Cristina PEREZ DIAZ-FLOFI Algunas consideraciones previas sobre la familia Es evidente que el papel desem- peñado por la familia en nuestra sociedad se ha visto fuertemente modificado en las últimas décadas. El Consejo de Europa, en su reunión celebrada en Estrasburgo el 2 de sep- tiembre de 1974, llegaba a las siguien- tes conclusiones sobre la familia: 1) Aparece como una institución secundaria, debido al proceso de modernización económico-social, des- pués de haber sido el núcleo social fundamental. Hoy es una unidad de consumo”; el trabajo se lleva a cabo fuera de ras casas, quedando así reducida a una entidad consumidora, mientras que antes era considerada como una “unidad de producción”. 2) El modelo de familia cambia, pasándase de la patriarcal a la indus- trial, de la extensa a la reducida, de la rural a la urbana. Los roles de los Cuadernos de Trabajo SociaIn 04-5(1991-1992) Págs. Cd Universidad Complutense. Madrid 1993 padres se modifican, sobre todo, con el trabajo de la mujer fuera de casa. 3) Las separaciones matrimonia- les suponen una serie de problemas para los hijos y para el cónyuge aban- donado. La familia, según estas conclusio- nes, aparece como una institución en decadencia, aunque lo que ocurre es que se extingue un determinado tipo de familia. En nuestro país la protección social a la familia se encuentra por debajo de la media existente en Euro- pa y por ello comienza a demandarse una mayor proteccion. La orientación familiar Es desde la propia familia desde donde surge el tema del asesor fami- liar, hace relativamente poco tiempo, cuando en España aparecen una serie de figuras, como son tos terapeutas de familia, orientadores familiares, 1395 150 139

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El trabajador social como asesor familiarFrancisco GOMEZ GOMEZ

Julio O. LORENTE MORENOPilar MUNUERA GOMEZ

Cristina PEREZ DIAZ-FLOFI

Algunas consideracionesprevias sobre la familia

Es evidente que el papel desem-peñado por la familia en nuestrasociedad se ha visto fuertementemodificado en las últimas décadas. ElConsejo de Europa, en su reunióncelebrada en Estrasburgo el 2 de sep-tiembre de 1974, llegaba a las siguien-tes conclusiones sobre la familia:

1) Aparece como una instituciónsecundaria, debido al proceso demodernización económico-social, des-pués de haber sido el núcleo socialfundamental. Hoy es una unidad deconsumo”; el trabajo se lleva a cabofuera de ras casas, quedando asíreducida a una entidad consumidora,mientras que antes era consideradacomo una “unidad de producción”.

2) El modelo de familia cambia,pasándase de la patriarcal a la indus-trial, de la extensa a la reducida, de larural a la urbana. Los roles de los

Cuadernos de Trabajo SociaIn04-5(1991-1992) Págs.

Cd Universidad Complutense. Madrid 1993

padres se modifican, sobre todo, conel trabajo de la mujer fuera de casa.

3) Las separaciones matrimonia-les suponen una serie de problemaspara los hijos y para el cónyuge aban-donado.

La familia, según estas conclusio-nes, aparece como una institución endecadencia, aunque lo que ocurre esque se extingue un determinado tipode familia.

En nuestro país la protecciónsocial a la familia se encuentra pordebajo de la media existente en Euro-pa y por ello comienza a demandarseuna mayor proteccion.

La orientación familiar

Es desde la propia familia desdedonde surge el tema del asesor fami-liar, hace relativamente poco tiempo,cuando en España aparecen una seriede figuras, como son tos terapeutasde familia, orientadores familiares,

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educadores de familia, etc. que noteniendo el mismo perfil ni su estructu-ra siendo la misma, ponen de mani-fiesto la singularidad de la asesoriafamiliar, que hoy puede entenderse“como el conjunto de técnicas encami-nadas a hacer emerger las capacida-des personales que pueden llegar afortalecer los vínculos que unen a losmiembros de un mismo sistema fami-liar, con el objetivo de que resulten efi-caces en la labor de estimular el desa-rrollo personal de los miembros detodo el sistema familiar y reforzar todoel contexto emocional que les acoge(Ríos González, JA., 1.984, 35>. 0 endefinición dada por Carl Rogers: ‘con-siste en una relación llexible, perobien estructurada, que permite al suje-to/s alcanzar un grado de autocom-prensión tal, que le permita adoptarmedidas positivas a la luz de estanueva orientación suya”<Rogers, O.,1.975,54>.

La figura del asesor u orientadorfamiliar (usaremos indistintamenteambas denominaciones para la fun-ción> se sitúa en una realidad diversifi-cada. Parece motivada en un principiopor la necesidad de mantener la saludy el equilibrio familiar, favoreciendosus funciones e intentando evitar oayudar en las crisis y sufrimientos enque, a veces, se ven envueltas laspersonas.

Antecedentes históricos

Citando nuevamente el documen-to elaborado en la Reunión de Estras-burgo (septiembre 1974>, en apanadodistinto se puede leer: se recomienda

vivamente el ofrecer al público diver-sas posibilidades de elección entrevarias organizaciones, creando alefecto centros orientadores con dife-rentes especializaciones, de modoque cualquiera que venga a consultarsu caso pueda resolverlo”. ‘En los pai-ses en donde aún no existe este tipode centros, la colectividad debe tomarconciencia de la actual evolución delas exigencias sociales y de la estruc-tura familiar”.

Aparece la Ley marca italiana el29 de Julio de 1975 sobre centros deorientación familiar, que es pionera enla legislación sobre el tema. En la Ley,a pesar de que se contempla algúnarticulo que deja espacio para la asis-tencia psicológica y social, la primerapreocupación es el cuidado de lahigiene sanitaria, ya que la figura delasesor familiar, “elemento centralinsustituible en toda iniciativa de con-sulta”, permanece ausente, olvidándo-se también de la figura del asesor jurí-dico, tan necesaria en los aspectoscomplejos y numerosos que se pre-sentan en la vida de la pareja.

En España, cuando con el RealDecreto de 27 de agosto de 1977 sereestructura el Ministerio de Culturacreando una Subdirección General dela Familia, se dio un paso para podermontar los servicios oportunos, comoformación de orientadores familiares,estudios sobre problemática familiar,etc.

La Presidencia del Gobierno(Real Decreto 2275/1 978, de 1 deseptiembre) regula el establecimientode servicios de orientación familiar,entendiéndose así que dichos servi-

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cios eran urgentemente demandadospor la comunidad y que iban a inspi-rarse en las directrices de los organis-mos internacionales competentes enla materia.

Efectivamente, y en esta líneacomo respuesta a la población, perocasi exclusivamente en lo referente alconocimiento y posibilidad de uso delos métodos anticonceptivos, apare-cen censados, en septiembre de1983, 193 centros de planificaciónfamiliar. Se destaca también la crea-ción de 37 centros por iniciativa minis-terial, en los que hasta ahora se handado prestaciones fundamentalmenteanticonceptivas.

Pero la planificación familiar,como señalábamos anteriormente,solo puede entenderse quedandoclaro que los planteamientos ideológi-cas de dichos servicios de orientacióntienen que ser una oferta desde laacogida, asesorando y asistiendo téc-nicamente en materia conyugal y fami-liar a cuantas personas lo requieran,sin ningún tipo de discriminación:• Con una concepción de la persoha

humanista e integradora, siempreen proyecto de desarrollo.

• Que se respete y valore la autono-mía de las realidades humanascomo son lo cultural, económico,social, político, sanitario, etc.

• Trabajo de promoción social, cientí-fico e interdisciplinar.

• Principio de solidaridad con lacomunidad total.

Con estos principios —y sin ago-tar todas las iniciativas que han toma-do cuerpo en España y con miras auna formación, preparando para inter-

venir en todas las dimensiones delhombre (bio-psico-social>— en elmismo año 1 978 se abre el primerCentro Formador de OrientadoresFamiliares de la Universidad Pontificiade Salamanca, año que coincide conel del Real Decreto 2275/78. A la vezque se crea el servicio de orientaciónfamiliar al constituirse el Centro deOrientación de Salamanca, depen-diente de la Diócesis.

En cuanto a la formación, ydependientes de la Universidad Ponti-ficia de Salamanca, aparecen estudiasen Murcia y Valladolid. El plan formati-vo abarca dos años (hoy tres, can lanueva reestructuración) en los que lasprácticas para el ejercicio de la fun-ción del orientador familiar son unaasignatura fundamental, siguiendo unrégimen de tutoría básica en la forma-ción. Los requisitos previos a la matrí-cula son licenciaturas en carreras afi-nes a la familia: derecho, psicología,pedagogía, medicina.. o diplomaturasen trabajo social, enfermería, forma-ción del profesorado <Efl.BJ. Supera-das las pruebas, el título que se con-cede es el de asesor u orientadorfamiliar.

En la Universidad Católica deNavarra se crean, en la misma época,cursos de formación de orientaciónfamiliar, creando úllimamente el Insti-tuto de Ciencias de la Familia.

En el año 1985, en Madrid, desdeel Instituto Universitario de Matrimonioy Familia de la Universidad PontificiaComillas, se implantan dos años deformación para obtener la “TitulaciónSuperior en Ciencias de la Familia”<asesor familiar>. La formación de este

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Instituto aparece orientada a psicólo-gos, sociólogos, juristas, médicos, tra-bajadores sociales,.. y a todas aque-lías personas que, con una titulación,estén interesadas en investigar enmateria familiar y comprende dosaños académicas, teniendo que elabo-rar para la obtención del titulo unamemoria sobre alguna temática fami-liar que se haya investigado.

En septiembre de 1987 surge enAndalucía esta misma acción formati-va, apoyada por la Facultad de Teolo-gía de Granada.

En los últimos años, no obstante,han proliferado los cursos sobre fami-lia de carácter privado, lo que indicaque la demanda sobre el tema ha idoen aumento, sobre todo a partir de lacreación de la figura del educadorfamiliar por parte de algunas adminis-traciones públicas, sobre todo losayuntamientos de las grandes urbes,cuyas funciones aún están por delimi-tar.

Los aspectos esencialesde la orientación familiar ysu problemática

La formación y la protección de lapareja en todas sus dimensiones es,además de la característica esencial,lo que exige —antes del matrimonio—una preparación adecuada, cons-tituida por informaciones sobre losproblemas conyugales-familiares y poruna verificación de la posesión de lamadurez psico-afectiva suficiente y—después del matrimonio— interven-ciones pluridisciplinares para el creci-miento de toda la familia.

Teniendo presente la complejidadde la relación interpersonal, las dificul-tades de entendimiento, los ineludi-bies problemas higiénica-sanitarios yprocreativos, psicológicos, jurídicos,económicos, educacionales, .. estosservicios deben constituirse como unconjunto de prestaciones que favorez-can el peculiar modo de realizarsecomo pareja y como familia.

Deben caracterizarse por unaperspectiva personal del individuo ode la pareja, donde la persona es tra-tada como un ser en sí mismo, con suafectividad propia, su tensión y fragili-dad, su propia conciencia, donde sóloun servicio de personas cualificadas—y constituidas en equipo— puedanayudar a los interesados a conocer laspropias motivaciones y errores, yaceptar el tratamiento más convenien-te. El cual, para su realización, debeexpresarse de forma interdisciplinar através de la intervención de expertostécnica y humanamente preparados.

La intervención debe presentarsesiempre como una participaciónhumana, dentro del pleno respeto a lalibertad y a las exigencias del sujeto,con ese contado personal, y sólo asíserá de extrema eficacia la orienta-clon.

Estos servicios se traduciráncomo expresión válida y genuina en loque respecta a los valores más altos yhumanos de la pareja y de la vidafamiliar, conservando siempre su indi-vidualidad y peculiaridad como institu-ción especializada en consulta, al ser-vicio y ayuda en todo lo relacionadocon la familia.

Los problemas con los que sepresenta la orientación familiar, como

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ya venimos señalando, son de tiporelacional, impiden el desarrollo derelaciones humanas armónicas: replie-gue sobre si mismo, inmadurez, com-plejo de inferioridad, problemas afecti-vos que perturban las relacionessexuales, malentendidos familiares,etc. Otros problemas que se le pre-sentan son: divergencias sobre losprincipios de educación de los hijos,conflictos de generación, incompeten-cia para llevar la casa, problemas pro-venientes de la elección del cónyuge,desacuerdo en religión, problemas dehogar, violencia, trabajo, paro...(Documento C.M.C.M., 1975, 915>.

Dada esta problemática, los tra-bajadores sociales desde su funciónde asesores familiares tendrán unpapel de especial relevancia, siempreque se adecuen de forma más cuida-dosa los contenidos que reciben, ensu formación académica, a la que nosreferiremos posteriormente.

Niveles de asesoramiento

Teniendo presente que el objeti-yo de la orientación familiar es laestructuración del progreso personalde la familia, y considerando a ésta unsistema en relación donde el compor-tamiento individual tiene que ver conla interacción que se crea en todo elcontexto familiar, y con cualquiermodelo de familia que se tenga, es elrefuerzo de los vínculos que unen alos miembros el traba¡o de todo orien-tador.

Los niveles de orientación queconsideramos en toda situación fami-liar son:

Nivel educativo de orientación

La orientación, en este nivel,teniendo en cuenta los cambios quese van a producir en las interaccionesfamiliares en función de los distintosciclos vitales, deberá proporcionar a lafamilia los medios básicos para poderrealizar su función educativa y sociali-zadora. Configurar personas “sanas”,ayudando mediante la información enlos procesos de desarrollo personal decada uno de los miembros que formanla familia. Apoyo afectivo para resolverlos encuentros interpersonales en lasdistintas facetas que la familia presen-ta.

Las llamadas Escuelas dePadres son medios instrumentalesque, mediante una permanente edu-cación de adultos, facilitan y ayudanen el compromiso de este nivel.

Nivel de asesoramiento(o preventivo)

Permitir y facilitar los criterios defuncionamiento para tratar las situa-ciones normales que en momentosdeterminados, sufren algún tipo dedesajuste o alteración y ayudar así asuperar las dificultades que aparecen.Se actúa con la familia, en esa pecu-liaridad que presenta, con una orienta-ción específica para ese momento.

Este nivel permite mantener unamejor estabilidad familiar evitando eldebilitamiento mayor y las crisis enque, mediante no poco sufrimiento, seven envueltos los individuos. A veces,cuando aparece de forma clara el con-flicto, la familia es irrecuperable mien-tras que con una atención oportuna,

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en este nivel, las relaciones hubieransido más sanas y gratificantes.

NIvel terapéutico <a asistencial)

Aparece una relación de ayudamediante técnicas adecuadas paraidentificar primero, y reestructurar des-pués, las disfunciones que aparecenen la familia, descubriendo nuevosmecanismos de cambio y ayudando aautodeterminarse en nuevas formasde realización.

En este nivel se descubren ame-nazas serias de deterioro y son losservicios propios de terapia, perodesde la orientación, los que cubrenlas necesidades de la familia.

Etapas en el ciclo de la vida

Por la globalidad de su interven-ción, y teniendo en cuenta las etapasdel ciclo vital de la familiay las necesi-dades nuevas que se presentan enellas, el orientador tendrá que aseso-rar en cada situación propia en dondese presentan problemáticas puntualesdistintas.

En el inicio de la familia:• Ftana do fnrrnarkmn de una un;-

dad nuclear familiar distinta del siste-ma familiar de origen de cada uno delos cónyuges.

La orientación en este momentose encaminarla a conseguir la integra-ción de cada sujeto al nuevo contextosin pérdida de su identidad, ayudandoa enríquecerse a cada miembro a tra-vés de la interacción.

El mundo de cada uno —costum-bres, valores, hábitos— tendrá que‘acogerse” en el otro, donde un buen

nivel de comunicación permite a unoexpresarse desde los sentimientos (miangustia, mi alegría, mi frustración>,siendo la confidencia la que hace un“nosotros”, reconociéndonos y permi-tiéndonos como somos.

Enseñar a dialogar en aspectostan fundamentales como son la afecti-vidad, los intereses espirituales, lasexualidad, la economía, los hijos,aspectos todos de la vida de la parejay poder ponerlos en común, en unaactitud de respeto, supone ir constitu-yendo una fuerte adaptación de pare-ja, con caracteres propios y distintosde los de los sistemas familiares deorigen, y crear la propia familia, prepa-rándose así para el estadio siguienteque es la paternidad.

• Elprimer h¿io.Esta etapa supone un cambia en

la realización de las metas de la pare-ja, teniéndose que replantear unanueva reestructuración y jugando ya elrol de padres.

Desde la orientación, la labor enesta etapa es ayudar en las capacida-des de cambio de los miembros de lapareja, para que sigan existiendommn tnl ol vn.er,n t;amrNn n,,a ce

liza de una manera gratificante unencuentro como padres. Puede apare-cer el miedo de no saber qué hacer enese nuevo rol, o el distanciamiento delotro, así como el riesgo al denomina-do “triángulo perverso”, situación en laque, considerando el tratamiento delsistema de relación de dos generacio-nes, se forman alianzas de dos contrael tercero, alianzas que, a la vez, sonnegadas. Bien puede ser madre e hijocontra padre, o al contrario.

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La tarea de ser padres tambiéntiene unos tiempos en los que los hijosse incorporan ya a otro sistema distin-to al familiar, que es la escuela.

En este ciclo de vida lo significati-vo es el proceso de socialización que,si bien no comienza ahora, si adquieretoda la importancia.

La labor de orientación en estaetapa es ayudar en el desconocimien-to casi total que suele darse en esteproceso de socialización primaria delniño y que tanto influye en su compor-tamiento de adulto.

La adolescencia.Las familias, en su ciclo vital, con

hijos adolescentes, suelen presentarsu problemática para la orientacióncon demandas más fuertes y abun-dantes. El hijo adolescente suele con-siderarse como un problema, peroéste no radica en el hijo, sino en eladulto, en su actitud ante esa vidanueva que aparece como una ‘explo-sión” en todas sus facetas. La necesi-dad de cambio choca con las reglasfamiliares anteriormente establecidasy aceptadas.

Una mayor reorganización fami-liar, en un diálogo permanente sehace ahora imprescindible. La funciónde la familia, creemos, no es marcarcaminos donde la responsabilidad norecaería en el adolescente, sino darinformaciones diversas de las distintasformas de actuar. Aquí el reto le vienea las familias rígidas, pudiendo crearentonces unas patologías más fácil-mente en el sistema así constituido.

En el proceso de orientaciónhabrá que trabajar con la comprensiónde los padres, pudiéndose colocar ensu lugar para mejor entenderle y acep-

tándole, a la vez que saber proporcio-narle el mejor ambiente para elencuentro consigo mismo.

En el ciclo vital de la familia unasesor debe conocer después afondo, sabiendo los riesgos que enella se pueden presentar, la fasesiguiente llamada el “nido vacío”, en laque después de un período mas omenos estable de juventud, donde lascapacidades de afecto y trabajo sehan ido consolidando, se va dandopaso desde una madurez psicosexuala la independencia y autonomía y,poco a poco, a la marcha del hijo delhogar que constituye para el sistemafamiliar el mejor momento para volvera encontrarse los cónyuges comopareja.

En este tiempo, con la marcha delos hijos que se suele vivir como unapérdida desde las figuras de lospadres, se presenta el esfuerzo nuevode adaptación. Adecuar nuevas reglaspara la propia pareja y para la convi-vencia con esos hijos ya adultos queirán formando su propia familia.

La persona del orientadorfamiliar

En un servicio o centro de orien-tación familiar el orientador es la piezaclave; está claro, por ello, que necesi-ta por un lado un bagaje técnico inter-disciplinar considerable y, por otro,tener la suficiente experiencia paraclarificar la problemática que se plan-tea y darle un cauce adecuado.

Deberá poseer una comprensiónmultidireccional, puesto que puedenexistir todo tipo de complicaciones.

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En cualquier tipo de consulta eléxito depende de la selección, gradode cualificación y trabajo del asesor; éles el que coordina y dinamiza todo elconflicto.

Para el desempeño de su trabajodeberá contar con unas cualidadesbásicas que se fundamentan en unacapacidad de trabajo en equipo ycoordinación, como requisitos previos.La formación progresiva y el entrena-miento preciso son igualmente nece-sarios.

Atributos personales como son laimaginación y la creatividad, capaci-dad para comprender cómo es y loque le sucede a la familia, aceptándo-la tal cual aparece y permitiéndole serella misma, escuchando sus deman-das desde el principio de la privacidady de la confidencia <uno no puedeintroducirse en la vida de la familia sinpermiso de ella).

En la formación de un orientadorse necesita conocer el derecho defamilia vigente; hay que hacer referen-cia a la medicina y a la pedagogía, ycomprender los aspectos psicológicos,sociales y morales de la familia.

Los servicios del orientador fami-liar deben caracterizarse por estar enrelación con las distintas institucionessociales, teniendo en cuenta que, paraofrecer una atención especializada atodas las personas que forman el sis-tema familiar, el trabajo ha de ser for-zosamente interdisciplinar.

Aparición y formaciónactual del trabajador social

El trabajador social, como profe-sional que va a considerar al hombre

globalmente dentro del entorno en quevive, aparece en el mundo anglosajónen el siglo XIX, aparición que implica.desde ese momento, ‘la lucha por unespacio y una identidad profesional,junto a otros profesionales de los ser-vicios sociales, lo que exige un mayorempeño en conceptualizar la práctica.”<Zamanillo, T., 1.991,119).

El trabajo social nace como unaprofesión basada, sobre todo, en elasesoramiento a los demás para pro-curar un mayor y mejor desarrollo per-sonal de los miembros del grupo fami-liar, aunque en sus primeros tiemposse llevara sólo a cabo con las perso-nas más necesitadas, entendiendoque éstas eran sólo las que carecíande recursos materiales y olvidandoque las necesidades de las personasson también psicológicas y sociales(el lector puede consultar la obra delProfesor Moix: Introducción al trabajosocial, para poder profundizar en másdetalles sobre esta afirmación>.

La formación actual del trabaja-dor social, si nos ajustamos tanto a lasasignaturas de los vigentes planes deestudios como a las materias estable-cidas como troncales por el R.D.1.431/1 990 que regula la reforma delos planes de estudio para la Diploma-tura en trabajo social, es pluridiscipli-nar.

Esta pluridisciplinariedad esnecesaria para la actuación profesio-nal que se encamina a contemplar alhombre como un todo, ayudándole ensus relaciones can otros profesionalesque, por su especialización, no con-templan esta visión global.

Nos interesa resaltar aquí lasmaterias que podrían conducir a una

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El trabajador social como asesor familiar

mayor prof undización en la formacióndel trabajador social, con el objeto depoder desempeñar las tareas propiasde asesor familiar, como son la psico-logía evolutiva y diferencial, la psicolo-gía social, la sociología, la antropolo-gía social, el derecho de familia, lasalud pública y el trabajo social, losservicios sociales, las prácticas delaboratorio y de campo, etc.

Intervención profesionaldel trabajador social

En los distintos campos de prácti-ca una de las principales tareas deltrabajador social va a consistir en ase-sorar al cliente y a su familia, paraaproximar las necesidades que sienteel cliente con las necesidades quetiene. Con ello se persigue que el indi-viduo tome conciencia de su situacióny actúe coherentemente con ella,

Es durante la realización de esteasesoramiento cuando va a acudir auna serie de recursos socialmenteestablecidos, para hacer que las nece-sidades existentes sean cubiertas. Enel conocimiento de estos recursos, asícomo en su aplicación, va a ser dondese diferencie claramente su labor res-pecto a otros campos profesionalespróximos o afines, que también sevalen del asesoramiento para la con-secución de los objetivos que se pro-ponen.

En todos los campos de prácticadel trabajo social la familia se conside-ra como la unidad sobre la que seapoya la intervención profesional, porlo que antes de llevar a cabo un breve

repaso de algunos de los campos másimportantes donde actúa el trabajosocial, vamos a referirnos concreta-mente a la familia y a la infancia. Elpropio Ayuntamiento de Madrid cuentaentre sus cuatro grandes programasde actuación con el de Familia-infan-cia. Y los objetivos que persigue lapolítica social municipal, entre otros,son los de:• Apoyo, de forma preventiva, e inter-

vención global con familias en situa-ciones de graves carencias.

• Información, orientación y gestaciónde prestaciones a las familias.

• Intervención individualizada.• Atención a menores mediante con-

cierto con escuelas infantiles.(Lorente, MP., 1990,119-120).

La relación que se estableceentre el trabajador social y la familia,mediante las distintas entrevistas,conlíeva también la colaboración dedistintas redes sociales, para elaborarla historia social familiar que será elsoporte sobre el que basar la interven-ción profesional. Este proceso se rea-liza en todos los demás campos depráctica, sólo que haciendo hincapiéen los aspectos que más interesa encada uno de ellos. No obstante el tra-bajo social con familias está estrecha-mente relacionado con todos losdemás campos.

En el campo de la justicia, y en loque afecta a los menores, el trabaja-dor social realiza una labor importanteinformando al juez sobre la situacióndel menor, lo que suele ser determi-nante a la hora de tomar una decisión.

En la sanidad, “... se ocupa delas condiciones sociales y económicas

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del enfermo y su familia, y de las rela-ciones entre los factores físicos y losfactores emocionales de la dolencia.”<Friedíander, W.A., 1999, 427>.

Con los jóvenes, lo que intenta esprevenir conductas no admitidassocialmente, procurando una mejoradaptación social y evitando las con-secuencias que la inadaptación supo-ne para muchos de ellos.

En el campo penitenciario inter-viene con los penados y sus familias,tanto en los centros de internamientocomo en la libertad condicional..., emi-tiendo informes para que el juez devigilancia penitenciaria conceda dichalibertad.

Con los minusválidos se persiguela rehabilitación del inválido, inclu-

yéndose, además de la recuperaciónfísica y las actividades encaminadasal logro del ajuste o reajuste psicoso-cial,” <Castellanos, MC., 1988, 91-92>

En otros campos como los ancia-nos, los marginados, etc. el trabajadorsocial lo que intenta es mejorar lasituación de los clientes y sus familias,para lo que se vale de los recursossociales, tanto los que son específicosde cada campo como los inespecificosdirigidos a toda la población.

Conclusiones

Perfilar y consolidar profesionalesespecializados en orientación familiar,dentro de la red de servicios sociales,es algo que en estos momentosdemanda de forma urgente la comuni-dad.

Definir las funciones de estosservicios de orientación familiar y pro-

parar para ellos (mediación en separa-ciones, comprensión y asesoramientoen problemas en jubilación o diferen-cia generacional; fracaso escolar;alternativas que se puedan presentaren internamientos de menores, hoga-res sustitutivos; orientación en situa-ciones de alcoholismo y toxicomanías;intervención en delincuencia, prostitu-ción y mendicidad; asesoramiento afamilias con ausencia de uno de lospadres, situaciones de desempleo,conflictos relacionados con la vivien-da, problemas económicos, relacionescomunitarias> es seguramente el plan-teamiento auténtico y mas económicoque deberá lograrse.

Hoy, la aportación real para unaverdadera orientación familiar desdelos servicios sociales sólo viene mar-cada por el desarrollo de todo el pro-yecto de la unidad de convivencia, consus prestaciones de ayuda a domicilioy alojamiento alternativo. Es, portanto, la necesidad de orientaciónfamiliar dentro del sistema de servi-cios sociales algo evidente.

Una familia con un problemasocial particular debe ser tratada porun solo servicio, que según los casosse coordinará con todos los demáspero no por servicios distintos, de ahíla inclusión del especialista en familiadentro del sistema de prestacionesestablecidas; ello reducirla la confu-sión que se crea en el público respec-to a quien dirigirse.

Resulta evidente que la orienta-ción familiar y el trabajo social coinci-den en perseguir el desarrollo perso-nal de los miembros del grupo familiar.

El trabajador social en los distin-

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El trabajador social como asesor familiar

tos campos de práctica intenta conse-guir, mediante la aplicación de losrecursos, unas formas de vida massatisfactorias para el individuo y lafamilia, lo que es difícil si se aplicanmecánicamente, en vez de dirigirsetambién a facilitar el reforzamiento delcontexto emocional existente en el sis-tema familiar.

Desde su aparición el trabajadorsocial ha intervenido con las familias,lo que le sitúa muy próximo a la figuradel asesor familiar que hemos desa-rrollado, y hace que sea uno de losprofesionales mas adecuados para eldesempeño de estas funciones. Estosupone acercar su labor a la demandasocial existente. También, si tenemosen cuenta la preparación académicaque recibe, podemos asegurar que seajusta perfectamente para establecerun segundo ciclo de especializaciónque profundice en los conocimientos,que ya hemos señalado, requeridospor un asesor familiar.

El trabajo social no sólo persigueuna serie de objetivos en los que coin-dde con la orientación famifiar, sinoque podría conseguir un mejor desa-rrollo al reforzar unas funciones que,aunque le son propias, a veces no soncomprendidas en profundidad por losdirectivos de las instituciones en quese encuadra, lo que hace que se des-vie la atención hacia otras que no leson tan propias y creando con ello unaconfusión que perjudica a todos losimplicados.

El trabajo en equipo necesita dealgún profesional que, por su forma-ción pluridisciplinar, sea capaz decoordinar a todos los demás que com-

ponen el equipo en pro de un mejortratamiento de los problemas queafectan al individuo y su familia. Estopodría realizarlo el trabajador social,de una forma mas idónea, si su forma-ción fuese reforzada con los conoci-mientos suficientes que necesita unasesor familiar sobre los distintosaspectos que afectan a la familia den-tro del contexto social en que sedesenvuelve.

También resaltaremos que lanecesidad existente de orientaciónfamiliar se debe a que la familia, comouno de los pilares básicos sobre losque se apoya la sociedad, está másdesamparada que nunca, por lo quedicha institución necesita ser apoyaday reforzada, con el objeto de seguircumpliendo su labor social para quesus miembros se desarrollen y satisfa-gan sus necesidades de una formamas grata.

Para terminar señalamos, comouna reflexión final, que todo hacer enla orientación familiar ha de ser unapreocupación de carácter científico,ahondando en las bases epistemológi-cas que la sustentan (teoría de los sis-temas, teorías psicológicas, sociológi-cas, pedagógicas y teoría de la comu-nicación). También se requiere delimi-tar con rigor la figura del orientadorfamiliar para que los trabajadoressociales que desempeñen estas fun-ciones estén acreditados profesional ylaboralmente.

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