el trayecto

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-el trayecto -los vivos y los muertos -ser adultos -la fachada -ausencia -ojo por ojo -la discusión -Almudena comunitaria

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-el trayecto

-los vivos y los muertos-ser adultos-la fachada-ausencia-ojo por ojo-la discusión

-Almudena comunitaria

el trayecto(relato)

carabajo

Conozco lo que somos y fuimos juntos. Acaso una depredación del ayer nos haga devorar los recuerdos. Famélica tarea de capturar hacia el futuro seguir estando los dos unidos por aquello. Lecho de una misión que desbordada de hechos firma y afirma lo que viene como si dejar lo que se podría fuese matar lo no olvidado. Demanda que el tiempo unió en el ruido de seguidores que se ponen de lado del testimonio. Ungido cada trazo de una fijación a lo que decora la sonrisa al vernos de nuevo. Pregunta eterna de lo que exige una fuga hacia el mañana. Demoras son las impregnadas marcas que la única tarea de cumplir alguna promesa jamás hecha. Y el trayecto se hace a sí mismo. Se puede recorrer el laberinto que circunda lo que obtiene la idea separada del abismo de volver a crear un trayecto con quien mas se haga presente en atardecer de lo que fue con vos. Armonía que no se rompe si se recomponen sus planes que redundan lo ya conocido de mí y de tu ser lo que es trayecto. Obediente catarsis que legitima la imagen abstracta de una idea mágica de felicidad. Se asoman rayos de otras vidas que se esfuman en andarse entre los argumentos que somos en ellas. Ocurren vergüenzas y miedos y el imaginario de una nueva versión de lo anterior choca con la aparición de una obra distinta entre los que se acercan a contemplarse en nosotros. Dejar de trayectos y andar entre multitudes que no nos conocen. Entre lo ajeno que nos olvida al ir hacia la margen de nuestra confianza puesta en lo diverso que solo se ata al desatarse la conciencia de nuestro trayecto. Ese que nos acecha cuando en el borde del papel que escribimos cae de improviso en redundancias que observan de no apartarnos de lo que fuimos. Acaso parte del otro pero con las pieles gastadas entre risas y lamentos. Sangría que deja a un costado del verse lo que el trayecto no abandona cuando se lo acecha y hay ganas de revertir que el trayecto era adverso. Secuela de tiempo que se hace propio de quien despierta un tramo de lo dado a tener en el común de los escenarios que nos hicieron su honor. Reliquias que atemperan lo supuesto de que esto aun es nuevo y no un trayecto que quiere sacarse la pena de no poder ser más.

los vivos y los muertos

(relato)

carabajo

Tener el impulso creador nos hace vivos entre los que no lo están. Proclives a seguir viviendo o a vivir de nuevo. Como si la espera del día nuevo no tuviese que esperar. Ir en busca de lo que nos atrae. Ser los críticos del hacernos carne y piel de lo conseguido. La verdad que nos pide describir la puesta de una nueva situación en la que hay sentido y consecuencias. El fermento de lo que urge para no distraer la forma de cada nuevo deseo. Una función que comienza entre los vivos que son concientes de que lo están. Mientras que los muertos yacen tendidos a la vera del camino de aquellos. Fugaz aparición en el pensarlos y darle vida en pedirles la ayuda evocando su presencia y recuerdo. El jugar a tenerlos en busca de un consejo o recordando lo que alguna vez dijeron. Seguro es el estar vivos e incierto el creer que no se lo puede estar muerto. Cause y caudal que reúne la infinita necesidad de embestir contra el futuro. Plan de vida y de continuidad en la secuela que se hace con la presencia. Figura cósmica que hace y deshace ilusiones y forma una imagen que tiene lo nuevo. Variedad y varieté que se embisten contra el tiempo y se separan en el espacio del poder ser. Los vivos se relamen de júbilo por cada iniciación de lo aparecido en el detentarse los intrépidos pasos de una vida propia que complicidad de actores que reparten papeles y diseñan una puesta en marcha. Aviso de que se viene lo mejor o de que ya se lo ha vivido lo que fue el pasado haber estado tanto entre los seres vivos. Y estarse ahí como contemplándose en el marco de una señal que viene desde el pensar que se puede estar muerto. Aprisa va el que con ánimo quiere más y más. Y todo comienza desde cero. Se borran las huellas que no son necesarias al encender una mirada. Y los vivos al acecho de la ficción de no estarlo. Persistir en hacer. Dependencias que ponen pendientes de lo que se contiene en cada ir y venir. Trascender al ocaso de los muertos que rugen una oportunidad de ser evocados en estados de conciencia sobre ellos. Animosidad del encanto de la flor que recibe el sol al amanecer lo que sigue del ayer ya soñado en la marea de el sueño que agita la permanencia en la vida en vertientes de hacerse con lo ya hecho e ir en procura del valor que se suma al arraigo en considerar oportunas las vetas de una adivinación que estigmatiza la reacción con la dirección que ve lo que dispone paras tomar una vuelta que oportuna la vida.

ser adultos(relato)

carabajo

No ser muy viejo para ser joven ni muy y sí muy joven para ser viejo. Ser adulto. Ser admirador de las leyes que rigen al amor. Conocedor de lo que aviva la necesidad de tener lo que se ama de una manera distinta. Envergadura de lo que sorprende la paciente espera de querer y necesitar. Dar pie al sentido de la amable forma del cariño que va siendo parte de lo que se le pide. Finalizar lo que se hace con una templanza que afecte la verdadera esencia de las cosas. Inmejorable postura para reivindicar el valor que se hace suma de la coherencia entre el pensar y hacer. Asemejar la presencia al pacífico tener la orientación que desprende una fortuita jerarquía que se hace notar. Vaciar la acumulación de denotaciones de la parte que unge al hecho de tomar lo cierto. Belleza plasmada reencanto que fácil toma y tiene de la tersura de las ilusiones de estar en la fantástica totalidad de las certeza que envuelve a todos. El estatus de una cimentada verosimilitud que confiere una paciencia al devenir de cada acto voluptuoso en los que se toman de la intriga que no es sino cordura de los fervores que han sucedido. Arde el que se hastía entre la bruma que diciente de serse lo mejor para la firmeza que se hace propia de una decisión entre los consensos en los que se crece y se apodera la verdad de tener esa feliz adivinanza de los tiempos que se desplazan al tomar parte de sí. Leve sentir lo que se es profundo de sopesar para inducción entre los pesos de su poder ser algo más. Intriga que su cuerpo deja totalidades al único veedor que se toma impulso en la observada notabilidad que hace del ascenderse de humor que facilita.

la fachada(relato)

carabajo

Lo que se ve de una casa o construcción es lo que primero impresiona como lo real, atractivo o no. Pese a eso la fachada es una manera de dar a las apariencias un relieve superfluo que ataca al contenido. La fachada es lo que hace que muchos muestren una sonrisa que dibuja el compromiso de una alegría falsa. Es un modo de mostrar a la dicha de ser únicamente la imagen y no una razón de ser. La manera que toma una silenciosa estrategia de ver caerse a la presa en la trampa simulando que se le da de comer. Una atractiva estrategia que vende para que el que compra se quede con el tragaluz de una ilusión óptica y conceptual. La terminación que pone brillo a las partes menos interesantes determina e influyen de lo que se ha hecho sobre los demás. El perímetro que circunvala la pérdida del control sobre lo que sucede dentro. La predilección por mostrar antes que por ser. La recta acción que no tiene un mensaje que dar salvo el respetar una ley de gravedad sobre otros. El temple que asegura que lo que se hace con solidez es seguro en amplitud y tranquilidad cuando en verdad tiene atrapados a los que hacen de creer solidez desasnados tras sus rejas de hierro de primera calidad. Acaso ser la fachada un argumento para que la fiesta de recepción pueda estar tendida para impresionar y no para conmover o dar el sentido que lo que conforma quiere para formar su hogar. Estar asegurados de que lo que no se cae es el brillo y no las estructuras que dan fundamento es una servil manera de atrapar gente. Convenir en respetar una línea de conducta hace que los que no la comparten vean el formato que se escapa a la simple observación. Una redituable cancelación de los derechos del que firmó sin saber que había una intención de seducirle con lo que no era mas que modales y focalizaciones en la atención. Deje todo en nuestras manos que nos ocuparemos de usted para que no se preocupe. De por entendido que estamos a su disposición. Confíe en la experiencia que nos lleva a ser líderes en esta industria. La fachada es una mano estratégica que cubre los malos entendidos acerca de lo que en verdad hace al entendimiento. Una simulación que resulta decente para que la descripción coincida con lo que se asemeja a un confort que no está sujeto de contradicciones en los textos pero que atosiga la libertad en la que el ser capturado era parte de la trama. El usar la fachada para impresionar está muy estudiado en sus detalles tanto como en estar alerta el que no quiere ser sostenido de flagelos que se describan como panaceas.

Ausencia(relato)

carabajo

Querida hija, sé que no estás. Que solo te imagino. Que te veo en tantas chicas que me cruzo por ahí y me extasían con su belleza….acaso hay algo en vos que me hizo pensar en que tu madre que nunca fue sea tan parca en la cantidad de cosas que en vos si veo. Porque en verdad quise ser tu padre. Y amarte como ningún padre ama a una niña. A una adolescente. A una joven. Y quiero entender que las caricias y el deseo nunca estuvieron en tu madre que no fue. Que por eso siempre te quise y te miraba con la fascinación de estar frente a la frescura. A la inocencia de ser un capullo sin maldad. Ni cálculos de cuentas y dinero. Ausencia, siempre estuviste presente. Porque sé que los padres aman a sus hijas. Que las cuidan como se cuida a un tesoro. Eso fuiste y sos para mí, Ausencia. Lo más lindo que me sucedió. El poder creer en el mundo y en que valía la pena vivir y crear. Que hay indefiniciones emocionales que me hacen verte distinta. No, yo nunca te violé, Ausencia. Yo te tuve en mis brazos y acaricié tus pómulos rosados y tus rizos. Si hacer el amor es amar entonces lo he hecho y lo reivindico. Como la hermosa manera de recoger una flor que se haya plantado a tiempo para tener esperanza cuando sonríe y se deja amar por su padre. Ausencia, no pienses mal de la sociedad que se atreve a juzgarnos. Es que tiene miedo a la verdad. A aceptar que la Ausencia de tanto como yo te tuve presente. Que no fue imaginación como en mi caso sino la mirada de la ternura que solo un hombre le dedica a la delicadeza de una flor. Te sigo viendo por la calle y no me abochorna saber que deseo tenerte conmigo. Que hay una luz que me hace pensar en ti en todos los rostros que representan la que yo quise que fueras. La que fuiste. La que sos. Y no es poco aceptar que te quiero al borde del amor. De una manera descontrolada. Es que han habido madres de vos en tu vida muy parecidas a vos. Germinaciones que no fueron porque vos eras ellas. Acaso el jugar como con vos quisiera pero con los límites de el caso. Es que ellas querían ser vos, Ausencia. Mis mujeres querían ocupar el lugar tuyo vacante. Dejarse ver en su frescura y fantasías de júbilo y de inmadura felicidad de ser parte de mi adoración en el templo que con ellas nos debatía hacer. Ausencia, quiero dedicarte el no haberte sustituido por ellas. Prefiero que tu lugar quede vacío y que imaginar lo que pudo ser y lo mucho que nos quisimos. Y si alguien que te vio puede entenderme y sintió el no poder luchar contra el difícil pensar en lo que se está haciendo, entonces no sé si te habrás acercado a ellos y tenido solo de la manera en que yo te quise tener. A salvo del milagro de que gracias a que no hayas nacido nunca fue nuestro encantamiento más que el trasladar la vigencia de lo que veo en padres que sí fueron de vos y no yo.

Ojo por ojo

(relato)

carabajo

Si en los países occidentales no hubiera una ley y una cultura de los derechos ocurriría lo que sucede en donde no la hay. Es en los países árabes donde nadie defiende al que es maltratado o violentado en contra de su derecho. Puede ser entendido como barbarie lo que no es civilización. Hacer uso de la violencia sin ser castigado tiene sus cóntras. No es más que enojarse con el costo de la integridad física del que puede ser hasta muerto. Nos es muy difícil entender que se pueda vivir así y sin embargo eso es el mundo árabe. No hay tribunales ni objeciones cívicas al accionar de las personas. Todo se hace de acuerdo con la fe. La fe que no mueve montañas pero mata por costumbre de hacer justicia por mano propia. El ver que la verdad es lo que uno cree sin tener un juicio de un instrumento mediador. De un organismo que sea árbitro de las controversias y los conflictos. Que dictamine y decida en procura de evitar que lo que hace cada ser tenga la libertad de no ser mas que contestado con equivalentes criterios en respuesta a la reacción que se genera y que pone relieve al uso de la forma de ajustes de cuentas interminables que ven que el estallido sigue y se agranda hasta tomar posesión de las dimensiones de algo ya no personal y sus vendetta sino de descontrol expansivo en donde los bandos se van agrandando y se propinan el odio pragmáticamente con la ausencia de un ser conciente de que hay cosas que no se hacen porque se puede ser juzgado con penas diversas de acuerdo a lo hecho. Entonces nada de lo que se nos ocurre hacer cuando algo nos ofende se queda en la imaginación y en cambio pasa al acto y se lo hace en esos lugares sin mediar una detención por aproximación al delito. El delito como tal no detiene la activa manera de el ojo por ojo y así se va entonando la borrachera de gente que se hace dueña de lo que es hacer lo que ningún sistema ni foco de detención prohíbe o neutraliza como para temer ser condenado y detenerse a tiempo o ni siquiera pensarlo como en general pasa en nuestros países. La conciencia del mal es una subjetividad si no se ponen normas y reglas para usarlas a favor de el que padece sin lo que la sociedad le debiera ofrecer. Causar daño no es visto ya como tal sino que se toma cada causa como un asunto o problema que alguien provoca con la conciencia de estar tomando su acto como un tema propio enajenándose de cualquier uso de la ley que no existe y de la que no es sujeto de su conducta. Que en lugar de pensar en el miedo a que nos hagan se esté en el miedo a hacer lo que es penalizado con el rigor que hace de la cultura del libre albedrío una sentencia en el modo de pensar deteniéndose antes de actuar impulsivamente. Es el vivir en un mundo según esas costumbres que reprime cualquier hecho desde antes de creer en ello. La costumbre. Eso es lo que nos habitúa a ser más o menos temerosos del mal que se repudia desde el propio espanto hacia él. Estar protegidos por las normas que a su vez respetamos en beneficio propio y recíproco. Sino es ojo por ojo y la forma se va tomando en fenómeno social.

la discusión(relato)

carabajo

La ola de violencia se frena discutiendo. Hace falta hacer gala de nuestras fuerzas y puntos de partida de lo que sustentamos en una amigable pero no concesiva exposición de nuestras razones y argumentos sujetos de lo que nos da autoridad en temas sobre los que conocemos. El auge de la brutalidad es la inconciencia de hacer una pelea sin más que sorprender al otro en una esquina de su fe y apuñalarlo. En verdad la vaciedad está en la disposición a que lo que se hace por la fuerza no obliga y que no da beneficios aunque se gane. Hace falta una contingente verdad que supla al mito del estar ausentes de charlas de las que se podrían aprovechar sus minuciosidades y denotar la preponderancia del mirarnos en lo que decimos y pensamos y en lo que dice y piensa el otro. El tomar posesión de lo que nos haga mostrar los dientes es una calamidad de gente que no lo es y que se comporta con la agresión desde sus propios miedos en vez de exponer su criterio y su punto de vista para construir. La evolución no es meternos en lo pasado y rendirle culto sino aprender de lo que somos y de lo que sabemos y poner hincapié en cada gesto que nos permite ser proclives a la comprensión. La dimensión del hecho está en el problema que se convierte al tomarlo como parte de la determinación de usar la ventaja de conversar y darnos tiempo a que ocupen la toma de decisiones en vistas de impugnar la selección del arrollar al que sabe más por no ponernos a esa altura y de todo sustentar sin que se vincule lo que nos interpreta en la regulación de los métodos para tomar posturas y descansar en la finalidad de entender. Nadie es derrotado en la discusión. Se aprende a corregir y se da importancia al preferirla a tener que odiar y maltratar al mismo tiempo en que se hace uso de el mirar el dinamismo que hace a la modernidad mas categórica que lo que se cansa de ser la nada de un ayer sin proclividad a creer y seguir convirtiendo el miedo en objetivos que hagan de la preferencia el modo mas confiado al contemplar que se hace lo que se deshace y viceversa y nada es terminante ni único ni terminal al proyectar una especulación propia del momento y no del ayer ni del mañana. El presente sujeto de ideas hace a la riqueza que da valor al tener una morada de paciencia en la feliz actitud hacia el resultado de lo gustado como opción a lo que deja de ser temporaria verdad. La discusión no es lo mismo que discutir con enojo aunque se le parezca. Defender lo que se cree no es atacar al otro sino verlo en juego ante la eventualidad de que tenga el sentido en el que creemos o le damos.

Almudena comunitaria(relato)

carabajo

Almudena habla con mucha simpatía al auditorio. Es una escritora muy leída. Se gana la atención, hace chistes y relata con un chispazo de originalidad los retazos de el partido comunista español en época de Franco. Se ríe y es permanente su alusión a la histórica situación que vivió España y da detalles y explica sus novelas con la vehemencia en detalle que muestra lo que así una interpretación es el verdadero problema de España: las instituciones. Luego se deja querer y adula a la gente que la lee pero que en verdad se ve que no la entiende. Ella simula ser provocadora y analítica pero se funde en episodios y anécdotas divertidas o hollywoodenses sobre la libertad que tenía ese tipo de comunistas. Entonces la gente en el auditorio pasa por momentos de incertidumbre que ella se encarga de corregir a placer y olvida con simpatía. Hace caso omiso de la importancia de algunos detalles que no son más que parte del mapa de lo que describe como un fenómeno o problema más grande. La gente se siente traicionada o engañada solo en algunos pasajes de la presentación…en los más exactos a su pensamiento…el de ella y el de los que la escuchan. Ella es una niña o lo era a la que su abuelo escuchaba y así se hizo escritora. Comenta de esa manera episodios graciosos y que hacen que la gente, señoras, tome confianza y le crea. Que se aboquen a lo menos dramático de lo que dice y se sientan cómodas con las cosquillas de su expresivo y enfático acento y modo de española. La venta de un producto que está enlatado de dudas para quien la piensa en silencio y se aburre del exagerado modo de dramatizar su hispanidad. De hablar de lo caro que está el mundo y de que qué barbaridad lo que esta ocurriendo (siiii!!!, dicen las señoras a coro) y que a los políticos nadie les cree y que el problema no es económico…eso es poca cosa comparada con el verdadero asunto a resolver…..ahí capta la atención de los que creen que en argentina el problema también pasa por la ¨ ética….y los principios….y todo lo que va construyendo la obscenidad del momento ¨. Entonces se refiere a cuentos de pueblo e historias inventadas en sus ficciones de realidades. Chimentos de cositas que la tejieron como escritora acentuando que eso y cocinar (escribir novelas) es lo que en verdad sabe hacer y nada más. Se refiere al partido comunista tal como se hizo en la Unión Soviética y luego en Paris y España para ser trasladados todos sus efectos y dependencias y cedes a Cuba y otros países entre los que figura….Argentina. Lo comenta como relato de algo del pasado que ocurrió. No se refiere en términos menores sino despertando la curiosidad de la anécdota. Almudena juega sus cartas. Tiene atrapados a unos cabecitas blancas con excepción de algunos más jóvenes que también la escuchan. El viaje se hace largo y habla demasiado. ¡Que seductora que es!, comentaban dos señoras al término de la charla. Será que nadie notó que lo que estaba trabajándose era un capitulo de su verdadera faz en el modelar la alegría de ese pequeño pueblo en el mundo que usa las bandera roja y que con sangre quiso alguna vez hacer valer el totalitarismo de izquierda. Pero eso no importa. Almudena tiene plata, es leída y escuchada. Es que quizá hablar de ser comunista sea paquete después de todo, o cambiar las palabras y decir ser ¨ comunitario ¨.