el valor de la igualdad en sociedades democráticas
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Definición de igualdadTipos de Igualdad: Social, de Oportunidades, ante la LeyDesarrollo Histórico de la IgualdadLa Igualdad en el Ámbito MundialLa Igualdad en la Declaracion de los Derechos HumanosTratados Internacionales que Fomentan la IgualdadDiscriminación PositivaIgualdad Social y Estado de BienestarMedidas para Fomentar la IgualdadVinculación entre Igualdad, Dignidad y LibertadLa Educaciónd de la IgualdadTRANSCRIPT
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD DR. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZFACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
CÁTEDRA: ÉTICA Y POLÍTICA APLICADA
EL VALOR DE LA IGUALDAD EN SOCIEDADES DEMOCRÁTICAS
Maracaibo, Marzo de 2013
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 1
1. Definición de Igualdad 2
2. Igualdad Social 2
3. Igualdad de Oportunidades 3
4. Igualdad Ante la Ley 3
5. Desarrollo Histórico de la Igualdad 4
6. La Igualdad en el Ámbito Mundial 5
7. La Igualdad en la Declaración Universal de los Derechos Humanos 6
8. Tratados Internacionales que Fomentan la Igualdad 7
9. Discriminación Positiva 10
10. Igualdad Social y Estado de Bienestar 10
11. Medidas para Fomentar la Igualdad 11
12. Vinculación entre Igualdad, Dignidad y Libertad 11
13. La Educación de la Igualdad 12
CONCLUSIONES 13
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 14
INTRODUCCIÓN
Cada sociedad se caracteriza por darle mayor importancia a determinados valores
por encima de otros. Específicamente en las sociedades democráticas, en las cuales
los ciudadanos eligen a sus mandatarios, el respeto a los derechos humanos deben ser
tomados como referencia para una mejor convivencia, específicamente aquellos que
promueven la igualdad desde todos los ámbitos: religioso, político, económico, social,
independientemente de las particularidades individuales.
Este principio de la igualdad es precisamente el desarrollo de este ensayo, el cual
se desglosará a través de los siguientes contenidos: definición de igualad, tipos de
igualdad (social, de oportunidades y ante la ley), además se hará un desarrollo a lo
largo de la historia con respecto a este principio, cómo es visto en el ámbito mundial, la
importancia de su promulgación en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
así como en tratados internacionales relacionados, la discriminación positiva, la relación
entre igualdad social y estado de bienestar, las medidas para fomentarla, su vinculación
con la dignidad y libertad, por último, la educación de la igualdad
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1. Definición de Igualdad
La igualdad como uno de los requisitos a tener en cuenta para alcanzar la paz en la
humanidad, es definida por Cela (2010), como la equidad de trato entre todas las
personas, independientemente de su condición o características, implicando aspectos
sociales, legales y de oportunidades. Asimismo, García (2009), afirma que desde un
punto de vista ético, la igualdad constituye un principio estableciendo que todos somos
fundamentalmente iguales, nadie posee un mayor menor valor como persona.
2. Igualdad Social
La idea de igualdad social sitúa a la sociedad en la defensa de que todos los seres
humanos deben tener las mismas oportunidades y derechos en la vida. En este sentido,
se distinguen distintos tipos de igualdad según el origen o situación social de cada
persona: igualdad de género, existente entre hombres y mujeres, sin estar limitador por
estereotipos, roles o prejuicios; igualdad de raza, etnia y nacionalidad, presente entre
los distintos individuos independientemente de su lugar de nacimiento, cultura,
comportamiento, lengua u origen genealógico
Asimismo, igualdad de edad, no se discrimina ni diferencia a las personas por su
edad cronológica; igualdad de clase social, económica o de ingresos, es decir,
independiente de su estatus social o económico; igualdad religiosa, sin discriminación
por criterios religiosos personales; igualdad de personas con discapacidad o igualdad
de condiciones civiles, políticas, culturales y sociales de la que deben disfrutar todas las
personas con discapacidad.
Asimismo, explica Rey (2011), la igualdad social es una situación social según la
cual las personas tienen las mismas oportunidades o derechos en algún aspecto.
Existen diferentes formas de igualdad, dependiendo de las personas y de la situación
social particular. Por ejemplo, la igualdad entre personas de diferente sexo, igualdad
entre personas de distintas razas, igualdad entre personas discriminadas o de distintos
países con respecto a las oportunidades de empleo o la igualdad de diferentes razas
respecto a derechos de tránsito, de uso de transportes públicos o de acceso a la
educación.
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Actualmente, la igualdad social en algunos aspectos ha ganado terreno en occidente
debido a las múltiples luchas por la libertad en amplias áreas, aunque de forma aún
bastante limitada a pesar de las apariencias; pero en la mayor parte de los países del
mundo continúan muchos tipos de desigualdades sociales de gran magnitud. La
igualdad no implica uniformidad total. Tanto hombres como mujeres, jóvenes y
mayores, todos tienen cabida en una organización, compuesta de personas de muy
diversos antecedentes raciales, lingüísticos, nacionales y económicos. Cada uno posee
facultades mentales y físicas diferentes, pero esas diferencias no hacen a unos
superiores y a otros inferiores.
3. Igualdad de Oportunidades
Es una posición por la cual se consigue que la sociedad esté organizada de una
forma justa, de este modo, todas las personas, independientemente de sus
característica, disfrutan de los mismos derechos humanos, es decir, derechos tanto
políticos como civiles. Este concepto está estrechamente ligado con el movilidad social,
referida a aquellos desplazamientos que realizan las personas, tanto individual como
conjuntamente, así como las familias, dentro de una escala social, permitiéndoles tener
acceso, mediante la igualdad de oportunidades, a determinados recursos sociales o
económicos difíciles de alcanzar por su condición personal.
Al respecto, explica García (2009), la igualdad de oportunidades es una forma de
justicia social que propugna que un sistema es socialmente justo cuando todas las
personas potencialmente iguales tienen básicamente las mismas posibilidades de
acceder al bienestar social y poseen los mismos derechos políticos y civiles.
Políticamente se opone al concepto de justicia social como igualdad de resultados.
Históricamente la igualdad de oportunidades había sido preferida por la derecha política
frente a la igualdad económica efectiva, o igualdad de resultados, preferida por la
izquierda política, lo cual se refleja en la diferente preferencia de ambas opciones
respecto a la redistribución de la renta vía impuestos.
4. Igualdad Ante la Ley
Toda persona ha de ser tratada por igual dentro de la ley; sin embargo, hay que
tener claro lo siguiente: en muchas ocasiones el trato de desigualdad dentro de la ley,
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cuando es razonable, objetivo y proporcionado, no puede ser considerado como un
trato discriminatorio; en este sentido, el Estado debe tratar de forma igualitaria a sus
ciudadanos cuando se den situaciones idénticas, pero no significa que lo tenga que
realizar cuando las situaciones sean diferentes.
En este orden de ideas, afirma Enriquez (2007), la igualdad ante la ley es principio
jurídico que se deriva del reconocimiento de la persona como criatura dotada de unas
cualidades esenciales, comunes a todo el género humano, que le confieren dignidad en
sí misma, lo que implica la no puesta en práctica de toda forma discriminatoria, sea ella
negativa o positiva, en las relaciones entre gobernantes y gobernados así como en la
creación, definición y aplicación de las normas que componen el ordenamiento jurídico.
Este, en el Estado de Derecho, es un conjunto armónico puesto en relación con la
comunidad a la cual obliga y, en acatamiento al aludido principio, está llamado a
procurar no tan solo una igualdad formal o de alcance puramente teórico en materia de
derechos, deberes y obligaciones, sino que debe proyectarse al terreno de lo real, para
hacerla efectiva mediante fórmulas concretas que eleven las posibilidades de quienes
por sus condiciones de manifiesta inferioridad, no alcanzarían de otra manera el nivel
correspondiente a su dignidad humana.
5. Desarrollo Histórico de la Igualdad
El concepto de igualdad ya estaba presente en la cultura griega, aunque no como un
hecho, sino como un ideal perteneciente a la filosofía y unido a la justicia. Aristóteles
explicaba que la justicia radicaba en la igualdad de los seres humanos, sin embargo, no
llegó a ser un principio demasiado importante dentro del pensamiento político griego.
Con la llegada del Cristianismo, el concepto de igualdad aparece con fuerza dentro
de la sociedad, a través del cual todos los seres humanos son iguales en dignidad e
importancia. En este caso y a diferencia de la filosofía griega, se manifiesta como un
hecho, no como un ideal, la importancia de todo ser humano o el significado que éste
tiene antes Dios.
En el siglo XVII, se empezó a tener constancia de que las personas, iguales por
naturaleza, se enfrentaban constantemente a desigualdades creadas por la sociedad,
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tanto en el ámbito político como social. Nace, en este momento, un ideal política que
provoca una gran fuerza revolucionaria donde se proclamaba que los individuos nacen
iguales y, por consiguiente, poseen los mismos derechos.
Sin embargo, el tema de la igualdad en esta época era una fantasía, puesto que las
diferencias entre los ciudadanos eran considerablemente profundas. El hambre, las
guerras y las enfermedades de las clases más humildes, que representaban a la
mayoría de la población, contrastaban con las enormes riquezas de clase alta. Ante
todo esto, el pueblo se rebeló contra la nobleza y la iglesia durante la Revolución
Francesa, influyendo en las ideas de muchos pensadores, escritores y filósofos de la
época en relación con el concepto de igualdad.
Posteriormente, en 1789, la Declaración de los Derechos del Hombre y el
Ciudadano, se utilizó como base para la creación de todas las declaraciones publicadas
en los siglos XIX y XX, sobre todo para la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, la cual
supuso el reconocimiento mundial del valor de la igualdad.
6. La Igualdad en el Ámbito Mundial
En el mundo, la igualdad resulta distinta según la región que se analice. De este
modo, las naciones que disfrutan de una mayor igualdad son países como Suecia,
Noruega, Finlandia, Islandia, Japón o Australia; y por el contrario, las naciones que
gozan de una menor igualdad son la mayoría de los países centroamericanos y
suramericanos, así como la mayoría de los países islámicos.
En cuanto a la situación mundial de la igualdad en términos amplios, se puede
determinar que las discriminaciones ocurren en todos los lugares del mundo, con
consecuencias como ejecuciones, torturas, maltratos, violaciones de los derechos de
comida, salud y educación. También es preocupante la persecución a la que son
sometidos en varios países iberoamericanos periodistas o medios de comunicación
críticos con sus gobiernos, lo que demuestra una gran intolerancia propia de regímenes
políticos autoritarios y no de gobiernos democráticos, así como la violación al principio
de igualdad de opiniones políticas.
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Asimismo, son constantes las violaciones a los derechos de las minorías sexuales,
ya que no se tiene en cuenta el concepto de igualdad de orientación sexual. En todo el
mundo homosexuales y bisexuales son encarcelados, considerándolos en muchos
países individuos desechables. No existe casi ninguna zona del planeta donde a estas
personas se les trate con plena igualdad ante la ley, y en aquellas regiones donde
existe esa igualdad, las discriminaciones todavía permanecen dentro de la sociedad.
7. La Igualdad en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, acogida por la Asamblea
General de las Naciones Unidas, fue aprobada el 10 de diciembre de 1948 en París.
Fue la primera vez que un conjunto de naciones pactaban unas normas que
posibilitaban, a partir de ese momento, determinar el trato que reciben los ciudadanos
en todas las sociedades existentes. Esta declaración condena toda clase de
discriminación, ya que desarrolla la idea de que todas las personas son iguales ante la
ley y tienen derecho a ser protegidas por ésta.
A lo largo de la historia, explica Cortéz (2009), los conflictos, ya sean guerras o
levantamientos populares, se han producido a menudo como reacción a un tratamiento
inhumano y a la injusticia. La Declaración de derechos inglesa de 1689, redactada
después de las guerras civiles que estallaron en este país, surgió de la aspiración del
pueblo a la democracia. Exactamente un siglo después, la Revolución Francesa dio
lugar a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y su proclamación
de igualdad para todos.
Después de la Segunda Guerra Mundial y la creación de las Naciones Unidas, la
comunidad internacional se comprometió a no permitir nunca más atrocidades como las
sucedidas en ese conflicto. Los líderes del mundo decidieron complementar la Carta de
las Naciones Unidas con una hoja de ruta para garantizar los derechos de todas las
personas en cualquier lugar y en todo momento.
El documento que más tarde pasaría a ser la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH), se examinó en el primer período de sesiones de la Asamblea
General, en 1946. La Asamblea revisó ese proyecto de declaración sobre los derechos
humanos y las libertades fundamentales y lo transmitió al Consejo Económico y Social
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para que lo sometiera al análisis de la Comisión de Derechos Humanos y que ésta
pudiera preparar una carta internacional de derechos humanos. La Comisión, en su
primer período de sesiones, celebrado a principios de 1947, autorizó a sus miembros a
formular lo que denominó un anteproyecto de Carta Internacional de Derechos
Humanos. Posteriormente, esta labor fue asumida oficialmente por un Comité de
Redacción integrado por miembros de la Comisión procedentes de ocho Estados, que
fueron elegidos teniendo debidamente en cuenta la distribución geográfica.
8. Tratados Internacionales que Fomentan la Igualdad
En el ámbito internacional, el derecho a la no discriminación y, por lo tanto, a la
igualdad, además de estar reflejado en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, también se plasma en otros principales tratados internacionales, tales como:
Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos; Pacto Internacional de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; Convenio 111 de la
Organización Internacional del Trabajo, entre otras.
a) Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos
Es un tratado multilateral general que reconoce Derechos civiles y políticos y
establece mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2200A (XXI), de 16 de
diciembre de 1966. Entró en vigor el 23 de marzo de 1976. Fue adoptado al mismo
tiempo que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y se
hace referencia a ambos con el nombre de Pactos Internacionales de Derechos
Humanos o Pactos de Nueva York. A su vez, éstos, junto con la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, comprenden lo que algunos han llamado Carta Internacional
de Derechos Humanos.
En virtud del artículo 2, los Estados partes en el Pacto asumen la obligación,
respecto de toda persona en su territorio o bajo su jurisdicción, de respetar y garantizar
los derechos humanos reconocidos. Esto implica que deben abstenerse de violar estos
derechos (respetar), pero también adoptar medidas positivas para que los derechos
sean efectivos (garantizar). De acuerdo con el artículo 14, deben poner a disposición de
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toda persona víctima de una violación un recurso imparcial y efectivo para su defensa,
como un abogado de oficio, por ejemplo.
b) Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
Es un tratado multilateral general que reconoce Derechos económicos, sociales y
culturales y establece mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la
Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2200A (XXI), de 16
de diciembre de 1966 y entró en vigor el 3 de enero de 1976. Se compromete a las
partes a trabajar para la concesión de los derechos económicos, sociales y culturales
de las personas, incluidos los derechos laborales y los derechos a la salud, la
educación y un nivel de vida adecuado. A fecha del mes diciembre de 2008, el Pacto
tiene 160 partes. Otros seis países habían firmado, pero aún no ha ratificado el Pacto.
El Pacto es parte de la Carta Internacional de Derechos Humanos, junto con la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, incluida la última del Primer y Segundo Protocolos Facultativos. Es
supervisado por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las
Naciones Unidas.
Reconoce el derecho de libre determinación de los pueblos, incluido el derecho a
determinar libremente su condición política, procurar su desarrollo económico, social y
cultural, gestionar y disponer de sus propios recursos. Se reconoce un derecho
negativo de un pueblo a no ser privado de sus medios de subsistencia, e impone la
obligación de que las partes todavía responsable de la no autónomos y territorios en
fideicomiso (colonias) para estimular y respetar su libre determinación. Menciona la
siguiente lista de derechos propios:
Trabajo, bajo condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias, con el derecho a
fundar y afiliarse a los sindicatos.
Seguridad social, incluso al seguro social.
La vida familiar, incluida la licencia parental remunerada y la protección de los
niños.
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Un nivel de vida adecuado, incluso alimentación, vestido y vivienda, y la mejora
continua de las condiciones de existencia.
La salud, específicamente el más alto nivel posible de salud física y mental.
La educación, incluida la enseñanza primaria universal y gratuita, disponible en
general, la enseñanza secundaria, e igualmente accesible la educación superior. Esto
debe estar encaminada al pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de
su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades
fundamentales", y ayudar a todas las personas para participar efectivamente en la
sociedad
Participación en la vida cultural
c) Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial
Es uno de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de
1965, y entró en vigor el 4 de enero de 1969, luego de alcanzado el número de
ratificaciones necesario. La misma no debe ser confundida con la Declaración sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación racial, proclamada en 1963, que
constituyó uno de los antecedentes de la Convención.
d) Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo
El documento principal de la OIT para luchar contra la discriminación es el Convenio
relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación, de 1958 (núm. 111). De
los 187 convenios de la OIT, el Convenio Nº 111, junto con otros siete, es un convenio
fundamental que todos los miembros de la OIT deben respetar, promover y llevar a
cabo. Además fue ratificado por 168 países, lo cual implica casi todos los países del
mundo, definiendo la discriminación como cualquier distinción, exclusión o preferencia
basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional
u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de
trato en el empleo y la ocupación.
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9. Discriminación Positiva
Es una política social destinada a mejorar la calidad de vida de los grupos
desfavorecidos para, de ese modo, proporcionarles la oportunidad de igualar su
situación social. Es una de las medidas utilizadas por los poderes públicos para
proteger a todos aquellos colectivos que puedan estar sufriendo una situación de
desigualdad.
La discriminación positiva es el término que se le da a una acción que, a diferencia
de la discriminación negativa, puede establecer políticas que dan a un determinado
grupo social, étnico, minoritario o que históricamente haya sufrido discriminación a
causa de injusticias sociales, un trato preferencial en el acceso o distribución de ciertos
recursos o servicios, así como acceso a determinados bienes.
Se trata de una política social dirigida a mejorar la calidad de vida de grupos
desfavorecidos, proporcionándoles la oportunidad de equiparar su situación de
desventaja social. El término acción afirmativa hacer referencia a aquellas actuaciones
positivamente dirigidas a reducir o eliminar las prácticas discriminatorias en contra de
los sectores históricamente excluidos como las mujeres.
Se pretende aumentar la representación de estos a través de un trato preferencial
para los mismos. Así se produce una selección sesgada, basada, precisamente, en los
caracteres que motivan o han motivado la discriminación. Esto genera mucha polémica,
ya que muchas personas las consideran discriminatorias en si, ya que siempre resultará
alguien discriminado por la reparación de las injusticias de esta manera, y de lo que se
trata es de conseguir tratos igualitarios, no que las discriminaciones cambien su
dirección.
10. Igualdad Social y Estado de Bienestar
El estado de bienestar es un grupo de manifestaciones, en primer lugar, del deseo
de la sociedad de sobrevivir como una totalidad orgánica y, en segundo lugar, del
deseo expreso de todas las personas en el sentido de contribuir a la supervivencia de
otras. Esta definición hace referencia al modelo de Estado en el que éste se
responsabiliza de que todos sus ciudadanos alcancen un buen nivel de bienestar,
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siendo la característica principal de todos los países occidentales, aunque no con el
mismo compromiso.
En la mayoría de las sociedades desarrolladas, los partidos políticos intentan
alcanzar este modelo, aunque existen diferencias significativas según las tendencias
ideológicas de los mismos. Si se compara, por ejemplo, la desigualdad de ingresos en
las diferentes naciones, se observa menor en aquellas en las que el Estado de
bienestar está consolidado como modelo de Estado.
En estos países la igualdad de oportunidad es uno de los ideales principales, lo cual
se intenta conseguir proporcionando a sus ciudadanos servicios complementarios como
frenar los beneficios de aquellas personas con mayores ingresos, utilizar los impuestos
progresivos y mejorar las oportunidades de aquellas personas con menores ingresos,
por ejemplo, con acciones positivas.
Frecuentemente se considera que el aumento de la igualdad social en países
occidentales es consecuencia directa del modelo de Estado de bienestar, es decir, si el
compromiso que adquieren los países para mejorar el bienestar de sus ciudadanos es
grande, la igualdad entre ellos también será mayor.
11. Medidas para Fomentar la Igualdad
El alcance de la igualdad no debe basarse solamente en las políticas de los
gobiernos de las naciones y por las autoridades internacionales. La igualdad tiene que
ser promovida por todos, empezando por la familia, pasando por la educación y el
mundo laboral, y terminando por los medios de comunicación.
12. Vinculación entre Igualdad, Dignidad y Libertad
La igualdad, explica Enríquez (2007), es un valor íntimamente vinculado a la
dignidad y libertad, los cuales debe deben ser fomentados en toda sociedad
democrática. Una sociedad justa debe reconocer que todos sus integrantes gozan de
igual dignidad como cualidad que la hace merecedora de ser valiosa y, por
consiguiente, de los mismos derechos, sin embargo, la igualdad de una persona es su
diferencia al basarse ésta en su naturaleza, no anulando la personalidad del individuo,
al contrario, la promueve y garantiza a través del respeto a los derechos fundamentales,
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definidos por Cortés (2009), como aquellos reconocidos directa o indirectamente en el
texto constitucional, usualmente referidos a derechos de libertad.
En este sentido, la libertad, afirma Enríquez (2007), desde el punto de vista ético
comprende tres aspectos: física, moral y política, existiendo de manera conjunta. La
primera se refiere al derecho de todo individuo para trasladarse de un lugar a otro; la
segunda incluye el derecho de pensar libremente, tener inclinaciones religiosas y
morales, creencias, además de exteriorizarlas y ponerlas en práctica siempre y cuando
no represente una agresión a las creencias y pensamientos de los demás; la tercera
está referida a derechos ciudadanos: libertad de reunión, asociación y huelga. Es
importante mencionar que, la falta de cualquiera, de ellos anularía el sentido de libertad
individual.
Se observa a través del planteamiento de los autores anteriores una vinculación del
valor igualdad con otros, los cuales deben estar presentes en toda sociedad
democrática; éstos son: dignidad y libertad. Esta igualdad está referida al disfrute de
derechos fundamentales físicos, morales y políticos por parte de todos sus integrantes.
Al mismo tiempo la igualdad, aunque parezca contradictorio, implica el reconocimiento
de las diferencias individuales a través del respeto de estos derechos.
13. La Educación de la Igualdad
La promoción de la igualdad junto a otros valores, comenta Rey (2011), debe
iniciarse desde las primeras etapas de la educación a través de la intervención del
Estado para el buen funcionamiento de un sistema democrático. En este sentido, la
educación para la ciudadanía democrática debe ser uno de los más importantes
objetivos de la política educativa en todos los niveles de enseñanza ante los crecientes
niveles de intolerancia antes las minorías, discriminación y exclusión social.
Por ello, el autor considera de vital importancia promover una sociedad libre,
tolerante, justa a través del mutuo entendimiento, cohesión social, diálogo efectivo entre
culturas y religiones, solidaridad, entre otros, orientados hacia contribuir a la igualdad
entre hombres y mujeres, fomentando el establecimiento de relaciones armoniosas y
pacíficas.
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CONCLUSIONES
Una sociedad democrática es aquella que permite el mandato del pueblo en los
asuntos de interés público y el ejercicio del poder del estado a través de la elección libre
de sus representantes. Se fundamenta en que todo principio de autoridad emana del
pueblo, por medio representativo, existe un respeto a la autoridad y a la libertad del
individuo, elecciones libres y el control del pueblo sobre los actos del gobierno. Se basa
en unos valores, derechos y principios no manipulables, no negociables y validos para
todos, esto es posible en un estado de derecho donde su base es la dignidad humana.
En este sentido, el respeto a la libertad del individuo, la cual está íntimamente ligada
al valor de la igualdad a través del cual se reconoce que todos sus integrantes gozan de
igual dignidad como cualidad que la hace merecedora de ser valiosa y, por
consiguiente, de los mismos derechos, promoviendo y garantizando el respeto a los
derechos fundamentales.
En Venezuela, por ejemplo, las políticas del gobierno actual han favorecido a
sectores de la población con escasos recursos, lo cual implica una discriminación
positiva, sin embargo, en la práctica ha tenido consecuencias indeseables,
desfavoreciendo en este caso, a los sectores que adversan al Estado, lo cual no es
congruente con el principio de igualdad.
Es importante mencionar la participación de políticas gubernamentales para el
fomento del principio de igualdad, siendo el gobierno el que a través de ejemplos
propicia el desarrollo de esta concepción en todos los habitantes de un país, por ello, la
discriminación en cualquiera de sus sentidos, no tiene cabida, de lo contrario, en este
caso, es un arma de doble filo, trayendo como consecuencia una profunda polarización
junto a sentimientos de rechazo y odio de parte y parte.
Este principio de igualdad además, debe ser fomentado en la escuela así como en
la familia, siendo éstos los principales formadores de los valores del niño y del
adolescente; de nada vale que el Estado garantice la puesta en práctica del mismo si
los ciudadanos no han internalizado la importancia de éste para la convivencia en la
sociedad y para la construcción de un mejor país donde todos tengan las mismas
oportunidades de superación y trato.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cela, S. (2010). Promoción de la Igualdad: El Reto de la Sociedad en el Siglo XXI
Cortés, J. (2009). Itinerario de la Jurisprudencia Colombiana de Control Constitucional como Mecanismo de Protección de Derechos Humanos. Colombia: Universidad del Rosario.
Enríquez, A. (2007). Ética y Valores: Un Enfoque Constructivista. México: Pearson Educación.
García, A. (2009). Ética y Valores. México: Cengage Learning Editores, S.A.
Rey, F. (2011). Los Derechos en Latinoamérica: Tendencias Judiciales Recientes. España: Editorial Complutense, S.A.
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