el vendedor más grande del mundo
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El Vendedor más Grande del Mundo Autor: Og Mandino
1968
Cristian Rodríguez
Facultad: Comunicación Social
Lic. Relaciones Públicas
Centro Regional de Panamá Oeste
Prof: Bertha Ayala de Medrano
Sobre el Autor
Augustine Mandino, mejor conocido
como Og Mandino, nació en Italia en el año
1923. A la temprana edad de 3 años emigró
junto a su familia a Estados Unidos; de niño fue
editor del periódico de su escuela, tenía
vocación por el periodismo pero no pudo
completar su deseo debido que su madre
falleció cuando él era un adolescente de 16
años, por lo que tuvo que empezar a trabajar
para sostener a sus dos hermanos menores.
Tras el final de la guerra regresó a su Estados
Unidos pero se encontró con enormes
dificultades para encontrar empleo, por lo que
probó suerte como vendedor de seguros pero
fracasó. Debido a varios deslices se vuelve
alcohólico y termina perdiendo a su familia y
trabajo.
Pensó varias veces suicidarse pero su vida
cambió cuando entró a una biblioteca con el
pretexto de leer cuando sólo quería recibir
abrigo dado que en el exterior había mucho
frio. Estando dentro llamó su atención un libro
de superación personal: "Actitud Mental
Positiva: Un Camino Hacia el Éxito" de Napoleón
Hill y W. Clement Stone; comenzó a leerlo, y
desde aquel día empezó a instruirse con varios
libros de autoayuda que le ayudaron a salir de
la depresión y del alcoholismo.
Con el paso del tiempo se convirtió en un
exitoso escritor que logró llegar al pasillo de la
fama de la Asociación de Oradores Nacionales
(National Speakers Association). se retiró a la
edad de 52 años con su segunda esposa con la
que pasó los últimos años de su vida.
Obras de Augustine Mandino
El milagro más grande del mundo
El secreto más grande del mundo
El regalo de la felicidad
El don de la estrella
La elección
Una mejor manera de vivir
Operación Jesucristo
El don del orador
Secretos del éxito y la felicidad
Regreso del trapero
Misión: éxito
El memorándum de Dios
El vendedor más grande del mundo parte II:
el final de la historia
El misterio más grande del mundo
Los diez antiguos pergaminos para el éxito:
de El vendedor más grande del mundo
El éxito más grande del mundo
La universidad del éxito
El vendedor más grande del mundo
El Ángel Número Doce
Este libro narra la vida que tubo Hafid un camellero con ganas y sueño de convertirse en el vendedor más
grande del mundo, sueño que por cosas del destino llega a completarse convirtiéndose en un una persona
adinerado con una gran palacio.
Con él vivía Erasmo considerado su mano derecha y le ordenó que vendiera todas las pertenencias que tenía
para que tomara el algo de la venta, repartiera entre los pobres y demás trabajadores, en el gran palacio en
el que vivía se rumoraba que en aquella torre con gran seguridad se encontraba objetos de mucho valor, oro
entre otras infinidades de cosas.
Él le confiesa a su gran amigo Erasmo el verdadero secreto que permanecía en esa torre, tratándose de un
cobre con diez pergaminos que contenían la manera de convertirse en un buen vendedor.
Ante esta conversación, Hafid, no puede evitar empezar a
recordar cuando su jefe, Pathros le entregó los
pergaminos. Lo recordaba como si fuese ayer.
Hafid era el camellero de Pathros, un día fue a hablar con él
y le dijo que no estaba muy contento con su trabajo que
siempre había soñado ser un gran vendedor como su jefe,
así que, Pathros, al considerar a Hafid tan buen empleado y
tan leal, le dio la oportunidad de comenzar su carrera de
vendedor, pero antes de que partiera le dejó muy claro que
el objetivo en la vida de cualquier vendedor no tienen que
ser únicamente las riquezas materiales, más bien la única
meta podrían ser las riquezas del corazón. Le dijo que esa
ambición que tenía que la tenía que aprovechar pero para
sacar dinero para su familia, y que todavía no la tenía,
aunque luego se pensó en la hija de uno de esos ricos
comerciantes y Pathros entendió las ambiciones de Hafid.
La primera prueba de Hafid era vender uno, solo uno de los más finos mantos rojos
en la ciudad de Belén a la cual muchos vendedores no querían ir ya que era una
ciudad que ellos calificaban como pobre porque no vendían nada, siendo que
Pathros en una ocasión vendió más de 100 mantos.
Hafid como camellero
Antes de que Hafid partiera un día antes luego de esa conversación Pathros dijo estas palabras al
joven y le pidió que se las repitiera ‘’El fracaso no te sobrecogerá nunca si tu determinación para
alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa’’
Así pasaron los días y Hafid no tuvo suerte de vender el manto, desesperado finalmente se
rindió y en cuanto se estaba retirando observó a una familia eran un hombre, una mujer y un
recién nacido, como era de noche hacía frío y los padres tenían que cubrir al niño con sus
mantos y Hafid observó cómo se entumían por lo que él decidió tomar el manto rojo lo
observó y fue, le quito los mantos al niño y se los dio a sus padres por lo que los padres se
quedaron desconcertados, y colocó el manto rojo sobre el niño para que no pasará frío, ya de
regreso Hafid aun sentía en sus mejillas el cálido beso de la joven madre del bebé.
Al regresar aquel campamento brillaba encima de él la más brillante jamás vista y cuando llego a la ciudad en la
noche observó que Pathros estaba afuera de la tienda viendo hacía el cielo y tenía temor de contarle lo que avía
hecho con el manto, Pathros observó el rostro de Hafid y a estudiarlo detenidamente preguntándole si había
participado en algún suceso extraordinario durante su estancia en Belén, a lo que este respondió que no,
Pathros invitó a Hafid a entrar a su tienda para que le contara todas las experiencias que había tenido en Belén,
Pathros reclinó su catre y escuchó con los ojos cerrados la larga historia de Hafid que incluía desde los insultos
que se llevó, todos los rechazos y los momentos en los que sonrió como cuando le contó del soldado romano
que le arrojó el manto en la cara cuando el joven vendedor se había negado a bajar el precio.
Pathros lanzaba miradas repetidas a la puerta de la tienda y al resplandor que aún iluminaba el
campamento. Una sonrisa se dibujó en su rostro perplejo y no se dio cuenta que el joven en lugar de contar
la historia ya solo sollozaba. Pathros le confesó a Hafid que aunque el viaje no haya sido de beneficio para
él joven vendedor, lo había sido para él porque el resplandor de la estrella lo había curado de una ceguera
que le costaba admitir, terminaron de platicar, Hafid se retiraba pero entro a la tienda de nuevo porque
escuchó que Pathros lo llamaba, a lo que el anciano lo señaló y le dijo- Duerme tranquilo que no has
fracasado.
Después de dos semanas Pathros se encontraba en condiciones al cual llamaba que sus días estaban
terminando entonces le propone a Hafid si quiere ser un vendedor a lo que responde que sí, mientras le
contaba aquella vez que le avía salvado la vida a un viajero del oriente cuando él era camellero , lo invita a
su casa y le regala un cofre con los diez pergaminos mencionándolo que la tercera persona que los recibía
que podría compartirlo con las personas que deseara y debía compartir la mitad de sus riquezas con los
necesitados y que se fuera a tierras lejanas donde pudiese leerlos, el sentía un desilusión de ver la gran
cantidad de vendedores y lo difícil que sería ser el mejor vendedor del mundo comenzó a sollozar hasta
dormirse por lo cansado que estaba del viaje, luego sucedió un acontecimiento que lo hizo reflexionar y
después de todo se relajó, abrió el cofre y finalmente comenzó a leer todos los pergaminos
Fue así como Hafid finalmente se quedó esperando a
aquella persona que recibiría los pergaminos y espero y
espero casi 3 años, hasta que un día alguien toco a la
puerta del palacio de Hafid, y como de costumbre
Erasmo era quien atendía la puerta, era un joven que no
daba mucha confianza, tenía mal aspecto, mala
vestimenta y unas sandalias desgarradas, él le dijo a
Erasmo que lo único que quería era hablar un poco con
Hafid, que no pretendía lastimarlo ni pedirle limosna y
que si hacía esto él se retiraría instantáneamente,
Erasmo con poca confianza, le hizo una señal de que
entrara y así lo acompaño cojeando hasta donde Hafid
dormía, Erasmo tosió un par de veces para que Hafid
despertara y al despertarse Erasmo se disculpó por
interrumpir su sueño y le informo sobre el joven que ya
estaba frente a Hafid
Él lo observó detenidamente y el joven le pregunto si él era el vendedor más grande del
mundo a lo que este respondió que así le llamaron en tiempos pasados, entonces el joven
comenzó a contarle su historia a Hafid, el joven se llamaba Saulo aunque muchos le
conocían como Pablo, este joven comenzó a contar su historia a Hafid mencionando a un
hombre llamado Jesús diciéndole que él era el mesías y contándole sobre las hazañas que él
había hecho, sus conferencias, sus milagros, luego de eso le mostró un manto manchado de
sangre y lo puso sobre su falda, Hafid se puso pálido al reconocer el manto y le pidió a Pablo
que le contara sobre el nacimiento de Jesús, Pablo le dijo que nació en una cueva en Belén,
durante la época del censo Tiberio, la sonrisa de Hafid parecía infantil para los dos hombres
, al observa con asombro, porque las lágrimas comenzaron a correr por las arrugadas
mejillas del anciano. Se las enjugó con la mano y preguntó: -¿Y no salió también la estrella
más brillante que el hombre ha presenciado jamás, y que alumbró encima del lugar del
nacimiento de este bebé?
Pablo abrió la boca pero o pudo decir nada, ni era necesario, Hafid levantó los brazos y
abrazó a Pablo, y esta vez ambos lloraron mezclado sus lágrimas.
Finalmente el anciano se puso de pie y llamó a Erasmo que fuera a la torre y trajera el
cobre, que por fin avía encantadora a su vendedor.
Esta obra literaria tiene su
continuación en un segundo
libro titulado
“El Vendedor más Grande del Mundo” el fin de la historia
Fue el padre de Lisha
No tuvo participación en la historia pero fue la esposa de Hafid
Fue el joven que acudió a Hafid
Fue quien le entregó a Hafid el cofre con los pergaminos
Era el tenedor de libros de Hafid y su fiel amigo
Protagonista