eleazar meletinsky - sociedades cultura y hechos literarios
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8/16/2019 Eleazar Meletinsky - Sociedades Cultura y Hechos Literarios
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ELEAZAR MELETINSKY
r evisad o por JEAN BESSIERE
En el marco d e la teor fa literaria, es importante plantear la pregunta de como
se realiza el hecho literario.l!:.Iecho literario se toma aquf en su acepcion am-
plia, ya que abarca 1 0 que se entiende habitualmente por obra, pero tambien 1 0
que acontece en torno ala obra --contexto, publico-, 10 que la precede -an-
tecedentes, autor - y 1 0 que la sigue -la recepcion, sus inf luencias]En esta
notacion de los anteced entes y en esta indicacion del f enomeno liter ario, sellega al problema de la identificacion, de un comienzo de este fenomeno, y al
de la diferenciacion progresiva de 1 0 literario en el transcur so de la histor ia. En
la notacion de la ser ie historica y geogr afico-cultural del fenomeno liter ario, se
(destaca la d iver idad d e las realizaciones d e 10 literario, pero tambien de las
corr espond encia E S similitudes que tienen q ue ver con la forma, las situa-ciones d e enunciacion el e tatuto del autor , el d e la obr a y las organizaciones
tematicas y simboli a. toda estas preguntas corresponden busqued as his-
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I t I f t'" /film or al, y 1£1escritura, que es l a marta de los exper tos, no impid e que,'I' IIi ,)1,POl'una par te, lit erat u ra cult a y, pOl'otra parte, lit eratura popular . Se-
,111111'I jllcgo d e 10or al y d e 10escrito, fi jar algunas grandes identidades hist6-
r i 'o-clIltllr ales d el fen6meno liter ar io y, mediante ella, trazar los orfgenes de
I ) lit rario, sus gr andes modos de realizaci6n, la evoluci6n de la noci6n de au-
lor , 1£1impor tancia progresiva de la preocupaci6n formal, algunos paralelis-
mos y corr espondencias legibles en las literaturas occidentales y orientales,
tales son los pr incipales puntos de d esarrollo de este capftulo,
lin 'I mar 'n c 1 ~ 1 sin 'I' tismo pr imer o d e las :lI'l~s, hay div . SO,' 1'011111111111111
'on funciones s pecfficas quc tom an s u Jugal' d e mantr a nal ural. 1'01 (')I'lIl plll
'n los ritos d e los a borf genes de Austr alia, la d anza r e pr es nla 111('011(1111II
usual d e] anima]-t6tem, en tanto que el canto g]orifica a los a ncestr slot '1I11(II',
En las pausas, e] comentar io or a] d e ]os sacerdotes- bru jos r econstruye I itilll'l 1
r io sagr ado de los ancestros a tr aves de los territorios de las tribu, vecinas. I.I
musica de los instrumentos primitivos, la d anza y la pala bra voca]izad a, p ti 'U Y
prosaica, tam bien se ensamblan. EI juego gestual, el juego verbal y la su p 'r po
sici6n de los diversos pIanos artfsticos provocan inevitablemente una fr agm n-
taci6n del texto verbal tal como se nos ofrece. En su forma original, el canto no
consiste a veces mas que en una 0 dos pala br as (pOI' e jemplo, el nombr e d I
t6tem, d el espfritu). Para pr eser var el ritmo se agr ega partfculas enfaticas, s
prolonga ]as sflabas, se modi f ica los acentos. En la poesfa primitiva, el ritmo
se acerca £IImetr o poetico y muchas veces supone aliteraciones, asonancias,
per o todavfa excluye las rimas. La pr eferencia pOI'uno u otro tipo de repetici6n
f 6nica esta vinculada al caracter especffico de cada lengua - pOI' ejemplo, el
recuento de las sflabas en la poesfa del Extremo Oriente, el metro estricto en
los Ob-ugrianos, 1£1aliter aci6n en la poesfa germanica y en Somalia, las asonan-
cias en la poesfa romana, en los polinesios 0 en algunas tribus aut6ctonas, la
d uplicaci6n en Fidji, el acento t6nico en los birmanos y los yorubas. La cohe-
rencia del canto esta pOI'entero en el verso, cuya longitud esta determinada pOl'
la melodfa y por Ia dur aci6n posible de la resonancia d e 1£1VOl..Cada verso es
una r e petici6n y una variante d el verso precedente -line-upon-line method ,
como 10denomina M.C. Bowr a en su o bra Prhnitive song (1962). No obstante,
no hay que exagerar ni sobr eestimar la anterioridad y la hegemonf a de la mu-
sica y d e la d anza sobr e 1£1poesfa arcaica (como]o hace A. N. Vesselovsky;
]£1inter pretaci6n de M.C. Bowr a par ece mas justa). La pala br a cantada en 1£1
poesf a arcaica ritual d esempefia un pa pel magico y simb6lico; se asocia y se
r ef ier e alas representaciones mitol6gicas, expresa emociones co]ectivas y no
es un modo alguno pr oducto d e impr esiones fortuitas. Plegarias y encantamien-
tos magicos y sagrados son ]as primeras fuentes de 1£1frase poetica. EI ritual, en
su totalidad y particularmente en su aspecto verbal, procede de una finalid ad
magi ca. La magia de la pala bra engendra ]a repetici6n y la metrica de algunas
palabr as desemboca en el empleo de variaciones sinonfmicas y de expresiones
metaf6ricas (en los aborfgenes de Australia y en Africa asf como en ]os textos
grabados en las piramides del antiguo Egipto). En algunos pueblos, en es pecial
etllos samoyedos, el discurso cantado y metaf6rico es el equivalente de un ju '.
go ritual. En el rito chamanico, 1£1palabra cantada es el sosten de los di f er Ill's
espfritus, guardianes 0 malef icos. Sus "mascaras" revisten la forma d 1:1III
la br a. La lengua metaf 6rica de los chamanes no s610 favor ece el d csarr ollo d ('
Par ece pro ba ble que ningtin arte haya pod ido real mente acceder a 1£1existencia
antes d e 1£1adquisici6n dellenguaje ar ticulado, EI arte verbal surgi6 sin embar-
go mas tarde que 1£1musica y las artes plasticas porque tiene como unica materia
prima 1£1pala bra y requiere un desarrollo complejo de la lengua en sus funcio-
nes expresivas y de comunicaci6n, en sus formas gramatico-sintacticas, En sus
inicios, el arte verbal estuvo ligado estrechamente ala d anza y a la musica, en
el mar co de un acto teatralizado que er a un rito primitivo. EI fundador de lateoda d el sincretismo inicial de las artes, el academico A.N. Vesselovsky,
indic6 que etimol6gicamente las dos series de nociones: canci6n-dicho-ac-
to teatralldanza- encantamiento-adivinaci6n-acto ritual, son muy cercanas.
La hip6tesis de K . Bucher segun la cual el arte verbal se derivarfa directa-
mente de la canci6n cantada durante el tr a bajo y el metro poetico de los rit-
mos natur ales d e este trabajo, nos parece en la actualidad muy ingenua.
EI a nalisis que A. N. Vesselovsky expone en su Pohica historica, escrita a
finales del siglo XIX, parece mas justo y mas matizado. Insiste en 1£1 primacfa de
1£1danza y la melodfa, que son las que dan nacimiento £IIdisefio rftmico. La
pantomima rftmica va acompafiada de una melodfa que comprende asimismo
onomatopeyas fijadas de antemano, pero todavfa privadas de sentido. La poesfanace el dfa en que se agreg6 la palabra a este acto ritual. EI gesto y la VOl.,el
sonido d e los instrumentos musicales preceden a ]£1aparici6n de la pa]abra y,
de inmediato, ]£1acompafian. En particular la VOl.es el sustrato fisiol6gico de
1£1palabra. En sus ultimas obras, Paul Zumthor considera que 1£1VOl.es la media-
ci6n entre 10antropo]6gico y 10cultural, un actante principal de la p s fa oral
y hasta uno de los componentes de la literatura escrita hace tiempo y que supone
una recepci6n oral y permanece dicha porIa VOl.deljuglar . Para Paul Zumthor
(1983), 1£1funci6n simb61ica y social de la VOl.es muy importante antes del
surgimiento de 1£1 palabra y des pues paralelamente a ella y en relaci6n con ella.
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II m r :'f or a y de otr as f igur as poeticas, sino q ue surge como el modelo del d is-'ur so poetico, que se d istingue notor iamente del discur so cotidiano.
La calid ad estilf stica d el ar te ver bal primitivo esta vinculada al r i t m" VI)
mientr as que la poesia de pende del saber mitico y sagrado ... Por ello la po 'S
r ituallir ico-epica es cantada y despues versificada y se caracteriza por un Csl j.
10 es pecif ico, mientras que el planteamiento d el mito en pros a, en el marco d
r ito y f uer a de el, es neutro desde un punto de vista estilistico. No solo las dif c·
r entes ar tes, sino tambien los tr es ti pos d e poesia (lir ica, epica, dramatic a) d e·r ivan d el comple jo rito-mitico. El elemento dr amatico y teatral domina en e
r ita y esta estr echamente vinculado allirismo pri mero. En la poesia medieval
d e todos los paises, vemos asimismo hasta que punto la poesia lirica esta en·
gendrad a por ritos de las estaciones y ritos de pasa je. No se trata unicamentf
del ti po de lirismo q ue se encuentra en lengua tamil, sino tambien del de 1
trovador es, de los troveros y d e los minnesinger.
Tr atand ose del origen de la poesf a epica, el pa pel pr incipal cor res ponde a
planteamiento prosaico de los mitos, con frecuencia f uera de los ritos. A 1
cantos compuestos ala gloria de los ancestros no les atane esto. La f orma mix-
ta es la f orma pr imera de la epopeya: solo los d ialogos y las descr ipciones S
cantan y estan versif icados.
La poesf a epica mas atrasada y mas arcaica evoca a los ancestr os -heroes
civilizadores (culture hero)-; mas tarde, con el fortalecimiento de la nocion
de estad o, esta poesia ca pta las leyendas histor icas locales que en otro tiem-
po constituian un genero independiente de la poesia e pica. La poesia epica con-
q uista progr esivamente una belleza estilistica que, en las canciones heroicas 0
cn los cuentos fantasticos, supera la de la poesia pur amente ritual. Hay que
o bservar que las formulas iniciales y sobre todo finales del cuento acentuan l
inverosimilitud , es decir, destacan el derecho a la invencion, ala ficcion. Se
puede encontrar huellas del antiguo sincretismo en la literatur a medieval y por
110M.1. Steblin-Kamensky ha insistido en "la verdad sincretica" de las sagasislandesas (1979).
Si se liga el mito con el contenido del arte verbal arcaico s e cor r e el r iesgo
d r d ucir el caracter metaforico de la literatura, de la pro pia pala br a poetic a,
II III mcntal idad mitologica. A principios del siglo xx, los romantic os alemanes
( bs 'r var on la relacion entre literatur a y mito. La poesia mitologica es inse pa-
I'Ilhl d la esf era emocional y motora y del hecho d e q ue el hombr e primitivo
Ill) s e1istinga de la naturaleza que 10 r oelea. Esto im plica una personificaci6n
IIniv r sal. La difusi6n y la influencia de la mentalidad mito16gica se car actcri-
",un asi mismo por una diferenciaci6n incierta de los d atos siguientes: sensual,
'on 'r to y a bstr acto; sujeto y objeto; objeto y signo; criatura y nombr c; OSll yItr ihut s; ticm po y espacio; causalid ad y contigiiid ad ; esencia y or i n. De
\,110S' d e1u c q ue cl t iempo prim ro cs la fuente d todo ticmp 1 1 1 1 ·r ior . I\ N ll
IIH'lIllllidad 'ollclu ' ala par li 'ipa 'ion, cI S'fila por I. 'vy-Ilr uhl, II III ('n' 1(' 01
Gracias a la magia d e la palabra, la r epetici6n y las variantes semanticas ganan
p?; la ~ an~ a.la repetici6n de los sonid os. La palabra sagrada y magica es tam-
bIen mltolo~lca porq ue los encantamientos y los cantos r ituales son inse pa-
r a bles de la Imagen de los ancestros y de la d e l os espir itus y los dioses. Es por
ello por 10que los.e,ncan.tam,ie~tos primitivos com pr end en muchas veces frag-
mentos d e narraclOn mltologlca, cantos guer r eros (histor ia de los dioses de
la guerra) y relatos r elacionad os con los r itos d e las estaciones (mitos de lacreacion), etceter a.
. EI rito y el mito son insepar ables, repr esentan las d os facetas de un mismo
sIstema. Hist6ricam.ente, se engendr an r eci procamente. Observemos que A.N.
Vesselovsky su bestlma ba el papel d el mito y que la llamada escuela de Cam-
~rid ge (1os ?isci pulos d e J.G. Frazer) insistfa demasiad o en la prior i dad d el
l"I.to.En reahd ad, la mayor . par te de los ritos posee su eq uivalente mitologico y
~Iceversa. En 10q ue se r eflere al folklor e austr aliano, este fenomeno esta ana-
~Iz~d~ en la obra d e W.E. Stanner , On abor iginal r eligion (1966): los ritos
IIltJchlUma de reproducci on de los totem se pueden consid erar como eq uiva-
le~tes a lo~ mitos totemicos; los ritos d e iniciacion como equivalentes de los
mltos rela.tIvos al her oe civilizad or y al her oe de la tribu, a la serpiente arcoir is
y a la br uJ~ que se tr aga a los ninos; los ritos d e reproducci6n y de fertilidad
como eq Ul~alentes de los mitos relacionados con las her manas que andancn'antes y dlspersan a los totem.
Varios mitos pueden correspond er a un solo r ita, pero rar as veces un rito
car ece d e e~uivalente ~itologico. En todos los casos, los mitos y los ritos po-
secn. una uJ1ldad semantIca comun, si bien el analisis de algunos per sonajes d e
los I"It,as pued e que no coincid a can el de los mitos, y ambos presentan estruc-
t~,ras Isom6r ficas. Estas estructuras son inseparables de la notacion d el miste-
n : 'I heme: exiliado, sufre pruebas terribles y regr esa a su clan d espues d e
Itah r a' cd ldo a un estatuto mas elevad o. (Compar ese aquf mitos-r itos on
I~' l"lId .as y ucntos.) Esta unidad semantica es el anteced ente neccsar io d I
,'lllVI' '(Ismo d ' las artes en el sena d el rito Es inncga ble q ue el sincr clisl110 110
~olo l',' fo 1'111III ( I r ito r cun' f as r orr nas pf lin ras d las ar t s), sino l:lIl1hh II
11Il'i)ll») ('0 ('1,llilo un' I ar t· v 'r ind n;1 ' j 'nl a "'111 nl()s d Ia,. 'Ji}'ioll dl'1 I I I I i ) , 1 I 1 I I ) , ] ,
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J l '1~"~t1n'.~te ~e cam pos ~im??licos mediante modificaciones de los codigos
I, .VI-. tl auss) y a la SUStltuclOnde las relaciones de repeticion por las de causa
y ", 'I . La for ma artfstica es en sf misma la heredera del sincretismo y de un
mod o con~reto y sensual de adquisicion del saber . Todas estas identificacio-
n ~, ~nenctonadas mas arriba, son los fundamentos de las comparaciones pa-ralellsmos, metMoras y sinonimias. '
. En R usia, la estrecha vinculacion entre el mito y la forma, exterior 0inte-
nor, de la palabra, fue comprendida con exactitud por Potebnja a fines del si-
glo ~IX y por Freudenberg ~n los anos veinte y treinta. Este autor piensa que la
rnet~fora ~s la consecue~cIa de la divergencia entre la semantica del mito y su
~lOrf?logta. Estas mut~c~ones d e la significacion del mito las expuso d e mane-
Ia mas cl~~a Claude LevI-Strauss en Mit ol6gicas. En la epoca arcaica, el mito
~ese~Fen.o u.~gr~~ pepel como fuente original del arte verbal. La literatura
ta:nbten S.tgUlO,ut~hzando ~~tivos mitologicos a 10 largo de su historia y to-
mand o mlt~s. btbhcos, cor amcos, hindues, budicos, dao. Los mitos d e estas
gr a.nd es rehglOnes han conservado los arquetipos y tr ansmitido poco a poco ala hteratur a un gran numer o d e motivos-clises.
1?espues de u~ periodo de desmitologizacion consciente -siglo de las Luces,
p~nodo d el reahsmo en el siglo XIX-, el modernismo del siglo xx vuelve al
mlto, en el que ve no solo un motivo de ornamentacion, sino tambien un medio
d e estr ucturar la obra y d e interpretar 10 imaginario (T. Mann Joyce K fk
r :~lU.lkner,~~cte.au, Garcia Marquez y multi ples autores de Ame~ica La;inaay d:
Af nca). Nt s lqu~era el arte Ilamado realista 0natur alista pued e evitar por com-
p~eto la presen:la s~bter r ane p d el mito; incluso en la literatur a sovietica, Bul-
gakov, Rasputm, Altmatov y algunos escritores georgianos utilizan los mitos.
pr ovisacion y d e la representacion. La oralidad utiliza el procedimienl0 f l1II'
upon line que aca bamos de mencionar (veanse los estudios de Bowr a, Fill
negan (1977), Tchistov). EI desarrollo del tema y el paso, verso a ver so, pOl'
medio d el encabalgamiento, pueden ser descritos en for ma de una progr esi n
r emo-temlitica: eI tema del eslabon que sigue es la rema transformada d el esla-
bon que pr ecede. EI discurso poetico se puede tr atar como un desarrollo jer ar -q uizado d e unidades predicativas. Parece que este tipo de desarrollo esta en
cor npetenci a con una acumulacion d e versos geminados, paralelos e isomor-
f os. K.V. Tchistov, en su obra Les traditions populair es et Iefolklore (1985),
juzga que la alianza d e la estabilidad y de la plasticid ad constituye el caracter
s pecff ico del folklore. Esta alianza y los d atos de composicion estables (for-
mu las, situaciones tfpicas, etiqueta, per sona jes constantes) deter minan el cam-
po d e las var iaciones.
EI texto poetico oral comparte algunas caracter fsticas con el discurso coti-
diano. Por ejemplo, esta dividido en pequefios fr agmentos estructurales, enla-
zados entre sfpor reglas sintacticas que no tienen nada d e estricto. Pero e I texto
poetico oral es mas codificado que el discurso cotidiano. Los textos folklori-cas son tradicionales y se trasmiten mediante el sesgo de una r epresentacion.
Un acto de esta f ndole, en parte ritualizado, implica una vinculacion estrecha
ntre el cantor y su auditorio, que debe conocer las tradiciones y las obligacio-
n s r ituales. La representacion no equivale a una recitacion de memoria, sino
IIla r ecreacion de modelos de generos, de estilos, d e temas. Las repeticiones de
I)da lase y las formulas permiten al cantor retener eI texto en la memoria en-
r I' ' una y otra representacion. EI mismo cantor modi fica ligeramente su "texto"
uuranle una serie de representaciones. Las variaciones se van haciendo mas
IihI' sa med ida que el texto pier de su caracter sagrado y va adquir iendo impor-
Ian ia el pa pel q ue desempenan los generos prof anos. En principio, la varia-
'ion es el car acter fund amental del folklore y esta es la razon de que haya que'onsid er ar la investigacion de un prototipo unico como una utopfa cientffica.
Las f r onter as de una obra or al siguen siendo muy borrosas y esta es una de las
Iifi IIltad es par a el estudio de las obras orales. En la liter atura oral, el principio
I' 'II ri 0 pred omina. EI paralelismo y la sinonimia favorecen el examen d el
I'IlHl n sus dif erentes aspectos. Este examen normalmente no sirve para pr e-
'isHr 1senti do de la palabra, sino que abre a una nocion mas amplia que coin-
rid ' on la parte comun a los sinonimos (su "interseccion"). Las repeticiones
I' 'I I' 'I' nlan, en todos los casos, el procedimiento mas importante de estructu-
1 l'i n y d e ornamentacion.
I~I) pr inci pia, la liter atura escrita tiene su origen en el f olk lor e, alga que I s
I
\)I11:lnliOs mpr end ier on r nuy bien y mas tar d G. Pa r is y A. N. V ss lovsky.M,PlIr r y I R yA.L r d (l\ 10 par I nd 1S\lPIi 'I'I d 'qll'llI" po p yll ' 1 ' 1 f ila
Tr atando.se d el problema de la genesis de la literatura hay que r ecord ar que
~Ia. f la sldo ante .to~o un arte oral y que, aun des pues de la invencion de la
:"cr~tur a y e.' Surglmtento de la literatura escrita propiamente dicha la oralidad
SI :UIO~Jer cI.end o u~~ influen,ci.a y per manece como uno de los prin'cipales ele-
Il~,"l.~" d la cr eaclOn .f olklonca. La or alidad conserva en gran medid a una
r I" Ion . n la teatr ahdad . La r e peticion de pala bras y de "f ' I" I, ..,.. .• . , . ormu as , as
V.l11:1l()r ~ s d p.alabr as (los sl11ol1lmos)y d e ver sos (el par alelismo f ono-sin-
1.1 'f I, '0 1'1'11'1) 1'1 nd o las car aclerfslicas mas f und amenlales d el canto ar cai a
1 1 1 '1
'olk lof\' d ' Jos 'n r os IiI rar ios q ll manun d el f olk l I' . T d ' '1 :
I I . S S OsI 'I'll,. !l11l'S' J ' :IL'IOl)allaliI' lod o '011IIIor alidad , /0 > 01 1 illS' pam hits ele IIIirll
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( 'n pr imer lugar , los poem as homericos) es la heredera de la tecnica oral de la
r ' pI' sent~ci?n f olkl6rica, si bien estos autores no creen que la literatura haya
',~anad o umcamente ?el folklore. En realidad, casi toda la literatura epico-he-
r ?,ca procede de canclOnes y de leyendas orales, aun cuando las f6rmulas poe-
tlcas no pued an ser reducidas exclusivamente a los procedimientos del arte oral.
En nuestr os dias, "antropologizando" un poco y subrayando el importante pa pel d e l~ voz, Paul Zumthor demuestra de modo convincente la importancia
de la or ahdad durante toda la Edad Media, incluida la literatura escrita. Este I
autor ex plica mediante la supremacfa de la tradici6n oral el hecho de que sean
tan escasos los manuscritos que se conservan en Europa anteriores al siglo XII.
P. Zumthor se vale del termino oralidad mixta para designar muy en particular
'~ I.for ma d e creatividad que representan los cantares de gesta, las cancioneshncas y la s canciones populares, y para car acterizar en menor med ida la lite-
ratu~a cortes, cuyas rakes estan en parte en el folklore y cuya invenci6n es
escnta y pe~sonal, pero cuya representaci6n concreta sigue siendo oral (a pesar
d el des pr eclO del que a veces son objeto los troveros por parte de los trovado-
res). Es .muy significativo que el can tar de gesta emplee la palabra "can tar"r sustantJvo] y contraponga "can tar" [verbo] 0"hablar" a "oir " 0"escuchar"(en ale~a.n sagenlhoren), que el narrador a veces irrumpa en el texto al dirigir-
se ~l pubhco y que el texto este dividido en fragmentos que corresponden alas
seslOnes or ales. En la literatura medieval, epica y Ifrica, encontrar con frecuen-
cia a la figur~ del cantor no se debe para nada al az ar : vease, por ejemplo, el
Beowulfy la hter atura anglosa jona en general, 0 bien en la liter atura rusa una
o br a e. pica, s olamente y por entero escrita, La gesta de Igor . EI dobJe est~tuto
d e la hteratura cortes se manifiesta mediante el empleo paralelo de "escuchar"
ode " ofr " y de "ver". En esa epoca, el par "orallescrito" ya se identifica con
c~ pa~ ':V~lgar /culto". La victoria casi total de la escritura conduce a la "prosai-
'lzaClOn .del romance cortes y a la retoricizaci6n de la poesfa Ifrica. Los gene-ros de la hteratura urbana propiamente dicha -trovas, Schwank, el Roman de
Renard, etc.- conservan durante un cierto tiempo un cankter oral. Por ulti-
mo, hay qu~ tener en cuenta eI elemento oral en los sermones y en los ejemplos
tll/ . han d e Jlustrar esos sermones. EI predominio de la tradici6n oral ha favo-
I" ' 'Id o alguna~ var iaci,o.nes, algunas inestabilidades de ]os textos escritos y el
'UI" I r f or LUlto y caotlco de la distribuci6n de las obras en los manuscritos1/1 'oi 'val s.
I~n ri nL , la influencia r ecfproca de dos corrientes literarias, oral y escr i-
f I, Illi ': ·rOl/rad o. L~s narr aciones tipo sira arabe 0 dastan persa son s emi-
II Ik I )lICaS POI" SI/ On n, POl' el scs 0 d e la r ece pci6n y por su auditorio. Los
111110 'os 11IK 'IIIlISd ' .or la ni, Nizami y Rust av I i, qu son los cqllival Ill's d J
1111111111(0 1'01II S ('1\ v 'r so, I I I' 'OlllO 1111's 'nf t:1l illS II r oi 'as f '11~xll" "110 Or i 'II
Le,utilizarfan motivos f olkl6r icos e influirfan a su vez en la nar r aci6n or aJ (d '1
mismo modo, en Eur opa, los romances corteses enriquecieron el cuento f an-
lasti 0 ral). En Oriente, existe una s6lida tradici6n profesional de narrad or s
qu r lIabilitan ar tf sticamente los temas de las narraciones medievales escri-
tus. No hay que olvidar que la gran cor r iente folkl6rica coexiste siempre con la
1itcr atura escrita y sufre la presi6n de esta asf como la de las grandes religiones.Las inscripciones, cuya funci6n no podf a ser satisfecha plenamente por la
oralidad, marcan los inicios de la literatura escrita mas antigua. Las inscripcio-
nes biogr af i ca s r eferentes a los altos dignatarios, los textos relacionados con el
oficio de muertos en el antiguo Egipto, las inscripciones de los reyes de Sume-
r ia, las inscripciones chinas en los huesos de adivinaci6n, las inscripciones ru-
ni as escandinavas, etc., han respondido a esta necesidad . La propia escritura
sLuvo aureolada en primer lugar por una gloria magica. Los libros can6nicos
y r eligiosos mas antiguos (Biblia, Coran, Rigveda, canon confuciano) fueron
sacr alizados independientemente del origen de los elementos que los compo-
ncn. La escritur a facilit6 la resistencia alas variaciones que son contrarias ala
'sencia d e los textos sagrados.Simultaneamente, varios generos de la literatura antigua siguieron la tra-
d ici6n folkl6rica de los encantamientos, de la poesfa ritual, del mito y de la
I yenda hist6rica, EI saber folkl6rico se transforma primero en literatura d i-
d !\ tica. Las bell as Jetras surgen mas tarde. En los paises arabes, despues de la
inf roducci6n del Islam y dellibro sagrado, el Coran, paralelamente a la audi-
'i n d c la poesfa (el discfpulo del poeta es quien recita casi siempre los versos
d . SlI maestro), se vuelve a copiar la poesfa para leerIa y se compone antolo-
e us, incluso individuales, escogidas con todo cuidado y estructuradas (deno-rninadas Divan).
I,s )bvi que una larga historia separa al canto magico primitivo, acompafiado
d . dUllzas r ituales, de la obra literaria (y hasta de la canci6n contemporanea,
int ' rpr ctad a por un artista de variedades), La evoluci6n del cantor al poeta co-
I I" 's ponde a esta distancia diacr6nica. Para designar al cantor y al poeta, cono-
ll'm s apelativos diversos: aeda versus rapsoda, f ilid ver sus bardo, thulr
\ l N S IiS sk ald 0scop, trovador 0trovero versus juglar, etc. Estas denominacio-
III'S n r alidad miden el grado de emancipaci6n de la palabra poetica, que s
v \ II ' jllnd poco a poco d el sa ber mfLico, y la i nd e pend encia pr of esional y I
(••'f IllIf o so inl d 'J po la (a d a y tr oY 'r o \ler ,~us rapsod a y jll lar ). on orr 10
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Ihi lralli 'i6n, el acto poetico tiene por objeto la reproduccion de un c ierto textohk lll que ha sid o inspirado por los dioses y debe seguir existiendo. En su
('stad io ar caico, el canto 0el mito pertenecen a grupos definidos, reuniones de
hombr es, dinastfas de chamanes, sacerdotes, etc. Los cantos individ uales sur-
ir on relativamente tarde entre los indfgenas de America 0en los pueblos
palco-siberiano y no aportaron cambios notables porque tambien estaban ins-
pirados por los espfritus guardianes. Estos espfritus pueden tambien escoger e
ins pirar a un cantor, cuando este 10merece, 0 a un narrador, un chaman 0 un
profeta. Los nivjy (ghiliacos) de Sajalin creen que durante la representacion
d el nast und (cuento heroico) un espfritu mifkehn ocupa la lengua del cantor y
Ie inspira el canto.
En los kirguiz, el protagonista da al cantor, a rafz de un suefio, la orden de
can tar sus d escubrimientos. EI cantor anglosajon Caedmon fue elegido e ins-
pirad o d e esta misma manera. Asf pues, en la poesfa arcaica, el "canto" 0 la
" pala br a" son consid erados con frecuencia como si fueran seres vivos, inde-
pend ientes del cantor . En los samoyed os, el cantor se d irige ha bitual mente al"canto" cuando tiene que modificar la estructura de la accion. Los poetas se
d irigen a veces ala pala bra 0a la cancion tanto en el folklore desarrollado co-
mo en la literatura medieval. La imagen de la palabra de la cancion precede a
la imagen del poeta. Muchas veces, este ha de buscar esta "pala bra". EI cantor
y el chaman finlandes Vainamoinen van a buscar las palabras magicas al reino
de los muertos y esto es comparable a la relacion que existe entre el canto y la
serpiente ctonica en la mitologfa autoctona de America Central. EI dios supre-
mo escandinavo Odfn recibe mnas magicas despues de una iniciacion chama-
nica y roba la miel poetica a los gigantes.
Segun las representaciones musulmanas, el poeta es un instr umento del
cr eador y actua gracias a la energfa creadora de este. Simultaneamente, se eva-lua la maestrf a del cantor . Se hace competir a cantores y narradores. Los
filologos arabes de la Edad Media encontraron asf el med io para lIegar a una
evaluacion definitiva de los poetas.
En chino, la palabra zuo zhe , que significa escritor , esta relacionada etimo-
16gicamente con la rafz "hacer". En un himno del Rigveda, se compara las bus-
q uedas so bre la versificacion al trabajo del carpinter o. Los poetas arabes y los
trovador es pr ovenzales compar an el trabajo del poeta con los oficios de f orja,
dorad o, iluminado, etc. Se reconoce al poeta por la calid ad de su ex pr esion,
(Iun cuando el cuento inspirado por los dioses y los tropos poeticos ponen de
ll1anif i sto la trad icion. Los arabes medievales conocen el ter mino plagio, q ue
no nil va ninguna connotacion peyorativa.1,t1 front ra entr e "cr eador " e "interpr ete", entr e "autor " y "actor ", escritor
eo pista, durant rnu ho li mpo f u muy va a. Las pr imeras r and es obras
literarias lIevan un nom bre, pero este nombre no r emite al autor, sin II 1111 \
autoridad cu 1Iuml que garantiza la autenticidad d el texto, y de a hf tftulos onH)
"Sentencias d e Imhote p", "Para bolas de Salomon", "Salmos de David ", "Hi-
bulas d e Esopo", "Himnos de Homero" ... En la liter atura china, los nom br s
Laoizi y Mengzi representan a los supuestos compiladores de los libros mas
antiguos, a los per sona jes d e leyenda y hasta a los tflulos de esos libros. As.
pues, se ha alribuido "la lliad a" y "Ia Odisea" a Homer o, el Mah7ibharat a a
Vyasa, elc. Hay otr os dos e jemplos muy conocidos: la atri bucion del Gilga-
mesh a Sin-Iege-unnlni, q ue ha brf a establecid o y dado a conocer este texto; la
m nci6n del nom bre de Turold a proposito d e la C anci6n d e R olando, cuando
aqu I no es en m od o alguno el a utor de esta e po peya.
En la Antigiied ad gr ecorr omana Y en parte en la Edad Media, los nombres
d e autores simbolizan muchas veces el es tilo y el genero, per o no la obra. Al
mismo tiempo, en el mar co d e la tr adici6n antigua y med ieval, la conciencia y
la seguridad q ue los poetas tienen de sf mismos alcanzan un alto grado. Esta
conciencia y esta segurid ad cr ecen en el R enacimiento d e bid o a la constitucion
del ind ividualismo. EI nombr e del autor adquiere una im portancia capital en la
e poca romantica yes entonces cuando nace la teorfa de los "genios" y el estilo
individual prevalece so bre el estilo tr adicional. EI r ealismo no modif ica el es-
tatuto social d el autor , per o sf la concepcion del papel de este: el escritor
pretende ala vez conver tir se en el testigo objeti vo d e su e poca y realizar bus-
q uedas d e tipo social.
La evolucion de la noci6n d e autor esta vinculad a al surgimiento y ala evolu-
ci6n de l a noci6n de valor ar tfstico. La extr afia fantasfa del mito, su frescura de
imaginacion insuperable, su sa ber didactico, se han compr endido como datos
o bjetivos, exter iores al propio mito, ver f dicos y de natur aleza divina. Cuando
las leyendas hist6ricas tomaron el lugar de los mitos, asimilaron los resid .uos
mf ticos (por ejemplo, en la e popeya griega 0hindu), y su contenido se conSId e-
r pr od ucto de los tiempos antiguos y una herencia sagrada del pasado. Esto
suscito una teorfa del valor artfstico que no se refiere al contenido sino exclusi-
yam nte a la "f orma", ala calidad de la expresion. Para el publico del pasad o,
los lementos ar tf sticos eran los signos de un saber hacer de un tipo d eter mina-
do d comunicaci6n social, de las formas culturales adecuadas a esta comu-ni ' Il'i n y el med io de provocar el placer estetico. La r ece pcion estclica esta
vincnla la :II r 'ono imi nto y a la afir ma i6n c I una f r ma sp r r i a. Las
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11111111III ,'f .i'ls 'on' j r n'~l npr im rlugaralosf actor esr f tmicosym tricos,
II II II'P\'I "lOll · s d' tod o tIPO, ala estructur a, y alas f6r mulas y las pr acticas
"hllll I,'.
I " .'\ h I' 'vivencias del pr imer sincr etismo impiden el nacimiento d e una r e-
Ill' Ion t' )r ica ... Esta es la raz6n d e que se designe a la comunicaci6n artistic a
\ Iilo, . ner o o~igi~al) mediante terminos que no son esteticamente signifi-
\,:lnl 's, Sin? q ue mdlcan una funci6n r itual 0 social. Por ejemplo, un canicter
" Ir rad o mas 0 menos acentuado, un canicter de autenticidad mas 0 menos des-
11 1 'udo, ocultan la distinci6n entre el mito y e] cuento arcaico.
En la Ed ad Media, la tradici6n se interpreta a la luz de ]a memoria hist6rica
y. ncuentra,su ex presi6n en los modelos poeticos: del texto se espera virtuo-
S .I lad. ~s aSIcomo se prepara la reflexi6n sobre el esti]o. Esta reflexi6n adqui-
f1.r amas t~rde ]a forma de ]a poetica ret6rica. Hay que tener en cuenta algunas
d lvergenclas entre la teoda y la practica poeticas. Sabemos que, en el desarro-
11.0d el f olk lore, el elemento estetico se extrae de los generos mas alejados del
nto (cuentos, ca,nc!o~es epicas), mientras que la poetic a ret6rica ignora el
cue~;o y la p~esla eplca, pero comprende la prosa oratoria y aun la historio-
gr~ha. A partir de los siglos VII-VI de la Antigiiedad griega, y hasta antes en el
Onente, la literatura implica una estrecha vinculaci6n entre la calidad esteti-
ca y I,aforma: el contenido ya esta predeterminado. Usual mente, se prefiere la
poesl~ a la prosa. Se cr:an nociones como la del wen en China, la del kavya en
I~ India, la .de la poesla.en la Antigiiedad europea. Wen significa escritura,
hteratu~a; hteralmente hteratura y tambien " bordado". Discfpulos sabios de
Con~uclO com. paran la noci6n de wen con el principio fundamental de dao (en
un, cl~rto s~ntldo, el wen se acerca al de la Palabra bfblica 0Logos), pero el
pnnclpe Xlao Ton~, que en el siglo VI compone una antologia poetica, exclu-
~e de esta antologJa a Confucio y a sus discfpulos puesto que el objetivo de
estos ~?era este~ico sino filos6fico. Para el principe Xiao Tong, el caracter
especlflco de la hteratura reside en su forma, en la palabra considerada comoun o~namento (decoraci6n, embellecimiento) -el wen chino. No obstante, en
los slglos IX Y X, el poeta Si Kong Tu vincula de nuevo la poesia dao con una
misi6n sobrehumana del poeta en el poem a "Categorias de obras poeticas"
(shi pin).
La poesia sanscrita -kavya- presenta un obvio formalismo. La teoria
poeti~a de los siglos VII-IX (Dandin) ilumina las figuras poeticas, denominadas
alm!larka, y las define como una especie de d iscurso ins6lito (vakrokti litera]-
mente "plegado"). Los Yamana en el siglo VITI fueron una tentaci6n d~ vincu-
lar ~as la ~oesia ~os gU!1a,es decir, a la claridad y no a la consonancia. A
partlf del slglo IX (Anandavardhana y otros), se insiste mas en las nociones de
dvhani (sugesti6n poetica) y de rasa (recepci6n emocional). En la poetic a ara-
h' d ' los si ,I )s VI II IX (al-O jahiz, I bn Kutay ba, Ibn AI-Mu'Ia'l.'l., ud:lllli 1\111
Jia'f ar), S 'ontrapone ma'alli (motivo, to pos) a laf z. (vestidu.ra vc~ bal . ('011111
.1t 'ma es p I'completo producto d e la trad ici6n poetica p~~lsI5mlca y S.'II I,
'onsid er ad a una norma id eal, se pone el acento en la expr eslOn verbal m 'thanl '
la cuallos poet as pued en manifestar su maestr fa. EI sentido existe ~e.una ma
n ra potencial, la pala bra expr esiva 10 actualiza. Poco a poco, la poetlc.a arab'
in orpora ala r et6rica un mayor numero d e ma'anl. y facilita el maneJo d t.: \a
materia trad icional a poetas que son consid erados originales y cuya obra csta
pOl' otra parte bastante r eglamentad a. ,. .'n la Grecia antigua, la poetica corr esponde a una teona del arte de 1I1l1tar
(incluida la metrica), per o el discurso, la elecci6n de las palabr ,a~, los tropos Y
la jerar qufa de los estilos f uer on estudiados e~ par te po~ la r etonca y ~n. parte
por Ia gramatica. En la Ed ad Media, y hasta fl~es d el slgl? XIX, la ret.onca se
transforma definitivamente en poetica y la poetIca se convlerte excluslvamen-
Ie en normativa, en parte bajo la inf luencia d e la tradici6n horacia~a (vean~e
10stratados d e Mathieu d e Vend ome, Geoff r oy d e Vinsauf, etc.). La mllucncJa
d e la r et6rica antigua se expresa entonces d e maner a clara en la pn'ictica poet~-
ca, q ue coincid e con la r enuncia alas tradiciones or al.es. Hay ~ue observa: aSI-
ll1ismo q ue esta pr actica tiene en cierta manera una tnfluenclU ~n la teona: laam plificaci6n se consider a un desarrollo Y no una marc~ d e estl10 elevado; se
r ecomienda una cierta reserva en el uso de las com paraclOnes; cuando se trata
d e la d escripei6n Y d e la jerarqufa estilf stica, se toman en consideraci6n los
d iferentes componentes d e la sociedad feud al. No hay que exager ar, como Curtius y su escuela 10han ~eeho, el ~apel de los
modelos ret6ricos y d e las tradiciones antiguas antes de fmes d el stglo XIII. In-
de pendientemente de la r et6rica, la conciencia poetica pri:ilegia asimismo I~
intenci6n formal en la Edad Media. Islandia es un buen eJemplo d e ello: al1l
d onde la herencia grecolatina ha sido mfnima, el caracter especf f icamente es-
tCtico de la obra ha estado vinculado a la forma. En la poesf a esdldica, la for-
ma fue intlada con metMoras (Kenningar), sin6nimos (heiti), mientras que elcontenido se componfa de hechos verfdicos, control ados p~r la opini6n pU~li-
ca. En la Edda en prosa d e Snorri Sturluson, los planteamlentos de los mltos
l11uchas veces eshln sometidos a una descr ipci6n formal hecha de metaforas,
de sin6nimos y de metros.La poetica ret6rica normativa, los mod elos de temas tradicionales ~ el.esta-
tuto ret6rico de la literatura siguen eoexistiend o en el marco d el Renaclmtento,
d el barroco y del clasicismo, cualquiera que sea In dif erencia entr e estos esti-
los. La poetica ret6rica tr iunfa con L' art poetique de Boileau. .
Algunos generos olvidados pOI'el sistema ret6rico en la,~dad Me~ta, como
el poem a heroico, la novel a corta y algunas formas dramatlcns, r eclben en Iii
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4 IHU ' I tit" R 'Iwcimicnto una especie d e r econocimiento. EI contenid o d e las
IIhl IS pi 'I'd en par te su car acter sagrado y se f ormaliza, en especial en el siglo
tI ' 1:lsI,u cs. La segund a mitad d el siglo xvrrr marca una clara desretorizaci6n.
'011 I r omanticismo, la estetica filos6fica sustituye a la poesia normativa. Los
ll'ol'i 'os r omanticos se consagran a la ficci6n y dirigen su atenci6n a la estruc-
Illra .d e 10 imagi~ario. Los realistas se inter esan pOl'las cosas y pOl'los hechos.
I,ll IJter atur a es Interpretada como una manifestaci6n de la vida interior del
I . ta 0como un r efJejo de la realidad objetiva social, hist6rica y nacionaL Ennente, este proceso perdurar a hasta finales d el siglo XIX.
EI interes porIa poetica de la pala br a renace en el siglo xx en el marco d e un
cstilo ind ividualizado. Hay que recordar una vez mas que existe una cierta di-
ver gencia,entre la teo~fa y la pnictica a 10 largo de la historia literaria y que
algun~s ge~ero.s .n~rratlvos 0 po pulares son plenamente estimables. En el siglo
XX, el Interes dmgld o pOI'separado a la pala br a poetica, a la ficci6n y a la his-tor ia vivid a no es sino uno solo.
I 1l1l'I'lllllOlo' a, car acter f stica de los generos, es bastante ca6tica. Pu d inUi.
I II 111111r UIl i n ritual 0 bien el car acter d e 10que se expone (cuento/cant ), as!
1111110 'IIi mpo d e la acci6n (la bilina rusa se llama starina, es decir, una COSH
1 II . ·1ti pO d e re pr esentaci6n (lento/rapido) acompaiiada de danza 0 de mu-
II I HI I nnino empleado corresponde habitualmente a un solo cankter d el
04 1 \1 '1 () Y I s d emas aspectos se dan pOl'supuestos,
I. I, d ivisiones en relaci6n con los generos son tambien muy diversas en la
I II I Ill1ra med ieval. La canci6n 0no, el caracter personal 0no, el estilo de dan-
:II IkIl1lisica, el empleo de unas u otras figuras poeticas y los temas fijan los
I " I'll. d ir r enciales. La terminologfa muchas veces tiene aspecto confuso: pOI'I14IIlplo, n la literatura francesa, se distingue mal cuento, sentencia, historia,
I IIltdl () histor ia y novela. En la Antigtiedad y en la Edad Media, dominan los
IIIH'I()' ner os, es decir, formas del discurso cuya distribuci6n este limitada pOl'
110111 'rus lingtif sticas. En los manuscritos medievales, es frecuente que se reu-
II I I ~1I'r os completamente diferentes, EI principio formal de la clasificaci6n
I'wd olllina en la Ind ia y el principio funcional en los pafses arabes; se encuen-
II III ' j 'mplos intermedios en China y en la literatura grecorromana. En la
II I "
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s 'd ja ba una r elativa 1iber tad en la eleccion d e la f orma. En la epoca mas an-
ti )ua, cstos principios esteticos, d e acuer d o con 1amentalid ad mito-poetica, no
'r,m lodavia o bjeto d e reflexion teor ica, pero a par tir d e l a Antigtied ad clasica
y hasla el siglo xVJIJ(en Oriente hasta fines del sig10 XIX),la conciencia poetica
n uentra su expresion en 1apoesf a retor i ca y normativa d e una maner a q ue
lif iere segun 1as diver sas epocas (Antigtied ad , Edad Med ia, R enacimiento,
barroco y clasicismo). Ad emas, el estilo predomina hasta el R enacimiento, el
'cnero en los siglos XVI-XVIII,y el autor a partir del r omanticismo. En el um brald el siglo XIX,en Occid ente, y a pr inci pios d el siglo XX,en Or iente, la concien-
cia cr ead ora individ ual pr evalece so br e la tr ad icion y la r etorica. EI autor sur ge
como una Figur a singular, 10cual no impide la formacion de escuelas liter ar ias
(romanticismo, r ealismo, naturalismo, im presionismo, sim bolismo, ex presio-
nismo, surr ealismo y otr as variantes del modernismo).
La diversidad y la comple jid ad d el fenomeno literar io se pued en eslud iar no
solo de manera d iacr6nica (casi evolucionista), sino tambien de maner a sin-cr6nica (ti pologf a com parada).
Los car acter es es pecf ficos d e una u otr a cultur a van sur giend o evid ente-
mente en ellr anscur so de la historia. Per o despues del inicio d e la epoca mo-
derna, la intluencia r ecfpr oca d e las d if erentes literatur as y d el d ominio de 1as
literatur as occidentales cr ea una siluaci6n com ple ja. Por ello, d esd e un punto
de vista tipologico, el arle verbal 0 escrito d e la Ed ad Media es objeto privili-
giado de la liter atura com parad a. En esa e poca, la influencia recfpr oca entre
Oriente y Occidente era mfnima, las liter atur as se d esarrollaban par alelamente
y sus similitudes er an 16gicamente de ord en tipol6gico. Solamente en zonas:reogr af icas mas 0menos d ef inidas pud o d ominar una liter atur a unica e intluir
a olras liter aturas, por e jemplo la liter atur a f rancesa en Eur o pa, las liter atur as
ar a be, sanscrita, persa 0 china en r egiones d if er entes de Oriente.
EI par alelismo pierde su fuerza d ur ante el Renacimiento (la teorf a d e un
pr lend ido R enacimiento or iental es f alsa), per o en los siglos XVII-XVIIIr ea pa-
r ' d maner a mas clar a una cierta analogf a entre Europa occid ental y el Ex-
I r ' 1110 riente. A par tir d el siglo XX,el Occid ente comienza a influir al Oriente
S . d ihuja la per s pectiva d e la f ormaci6n d e una liter atur a mund ial casi uni-Ik:l(la.
So"rl" 1111 r Olld o I par ' i uos lip 16 i os, las d if r en ias 10'al s cJ'sl:! an1011 \'111 id nd . I. Il"Olll plll'lI'i II 11Ills pr< 111 'Iiva s l a I' los I ll:! 'ro' O("I'Os: po .
I I ri ' :\ lomad a en su conjunto, epopeya heroica, r elata her oico, novela, 110
•kill, I ter a.
La oovela (en ingles romance, novel) es el mejor ejemplo de ello y~ q ue su
III I -0 s heterogeneo y diversificado. Sus fuentes son: el cuento her mco celta
, III,Ilr o pa, la tradicion epica preislamica y las leyendas s~~r~ I~s.poetas enam.o-
I ,d os 'n la literatura persa, el cuento heroico local y la trad lclon eplcaen GeorgIa,
III •.datos y los cuentos fantasticos, los ciclos lfricos enmarc~dos por la pr~sa
los d iar ios lfricos en el Japon, donde la novela precede ala hteratura hermca.
p ~sarde esta diversidad de fuentes, la naturaleza de la novel~ parece ba~tante
hOlllo cnea y con stante. De manera universal, la novela ~edleva~ descn be al
I I~r e"interior" hasta entonces ocultado por la personahdad socral del ca ba-111111 , • '" d' .d 1"
II. I0 (en Occidente) 0 del prfncipe (en Oriente). La pasIon amoro~a In IVI ua ,
IlI11slIgr ad aa un objeto insustituible, provoca el de.sorden socIal, y transgrede
III id eales epicos. La armonfa podrfa establecerse SIel amo; suscltar~ un valor
111'1oico 0 un don poetico, asf como 10 sugieren el amor cortes 0 el suflsmo. ,
Hn la novela medieval (romance en espanol y en ingles; roman en Frances),
III 'd omina un esquema de composicion. La pr~mera parte per ten~ce al cuento:
II pI'olagonista realiza hazanas y logr a conqUlstar a una bella pnncesa. En la
"l'lInda parte, surge un conflicto puramente novelesco entre el!~or pe.rs~nal
I d e ber social. En las primeras obras (Vis y Ramin de Gorgam y Tristan e
1\(Ildo en las versiones de Thomas 0 de Beroul), la armonfa es destrui?a, pero
.II , IlU 'S, en el periodo clasico (Chretien de Troyes, Niiami, Rust~veh, ~u.ra-
I~i Shikibu), es restablecida gracias ala revelacion del valor socIal 0 estetIco
tll I :1l110r su blime, que inspira un caballero, un soberano 0 un poeta .. ,
I~n Fr ancia y en Persia, las similitudes de estructura y de eV~lu.clOnde las
IIlIvclas parecen excepcionales. En Georgia, Rustaveli ~e d~s:la hgeramente
I'IlI" la vfa de la epopeya heroica. En el Japon, Murasa~1 Shlkl~u por la de la
II I lV 'Ia psicologica "a la manera de Mme de La Fay.eue . ~ partIr de estos ras-
pO l' omunes, vemos c1aramente cuales. s~n ~as dl~erenclas, ~rocedente.s en, It'rla manera de creencias religiosas -cnstlamsmo, Islam, budlsmo. :o~ e j~~-
plo, I f inalismo cristiano conduce a una perspectiva 1i~eal, ala. aSlmllaclon
II - I destino del protagonista a la formaci on de la personahdad socI.a!.E~ l~ no-
Vl'lll jap nesa, la filosoffa budica introduce y ref uerza la conce p~lOn clchc~ 0
I j l cular de la vida del protagonista, de la sucesion de las generacIOnes: el bIen
'I mal se mezclan. Cada una de las faltas q ue se ha cometid o en lajuv~ntud ,
III pii a necesariamente el castigo (kar ma) a ed ad av~nzad a 0 ~un en la ~Id a d e
I, ' 'n racion siguiente. La novela presenta un amblente d e md ulgencla me-
1111 ' >1i a y una propension ala contemplacion. Se utilizan mod .elos q u~ se re-
II 'J' 'n al cambio d e las estaciones para sim bolizar est a concepcl~n fatalJsta d .e
11\'OII'i 'nl vilal. EI po ma nove) so p r sa se acer ca mas a I s jemplos 0 1-
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s 'd ' jaba una r elativa liber tad en la eleccion d e la forma. E n la e poca mas an-
ti )uu, estos pr incipios esteticos, de acuerdo con la mentalid ad mito-poetica, no
cran todavf a objeto de reflexion teorica, pero a partir de la Antigiiedad clasica
y hasta el siglo XVIII (en Oriente hasta fines del siglo XIX), la conciencia poetic a
encuentr a su expresion en la poesfa r etorica y normativa de una manera que
difiere segun las diver sas epocas (Antigiiedad , Ed ad Media, Renacimiento,
bar roco y clasicismo). Ademas, el estilo predomina hasta el Renacimiento, el
genero en los siglos XVI-XVIII, y el autor a partir del romanticismo. En el umbral
del siglo XIX, en Occid ente, y a principios del siglo XX, en Oriente, la concien-
cia creadora individual prevalece sobre la tradicion y la retorica. EI autor surge
como una figura singular, 10 cual no impide la formacion de escuelas literarias
(r omanticismo, r ealismo, naturalismo, impresionismo, simbolismo, expr esio-
nismo, surr ealismo y otr as variantes d el mod ernismo).
La diver sidad y la comple jidad d el fenomeno liter ario se pueden estudiar no
solo d e manera diacronica (casi evolucionista), sino tambien de manera sin-
cr onica (tipologfa comparada).
Los caracteres especf ficos de una u otra cultura van surgiendo evid ente-
mente en el transcur so de la historia. Pero despues del inicio de la epoca mo-
d erna, la influencia recfproca de las dif erentes literaturas y del dominio de las
literatur as occidentales crea una situacion compleja. Por ello, desde un punto
de vista tipologico, el arte verbal 0escrito de la Edad Media es objeto privili-
giado de la literatura comparada. En esa epoca, la influencia recfproca entre
Oriente y Occidente era mfnima, las liter aturas se desarrollaban paralelamentey sus similitudes eran logicamente de orden tipol6gico. Solamente en zonas
geogrMicas mas 0menos definidas pudo dominar una literatur a unica e intluir
a otras literatur as, por e jemplo la liter atura francesa en Europa, las literaturas
ar a be, sanscrita, persa 0china en regiones diferentes de Oriente.
EI paralelismo pierde su fuerza durante el Renacimiento (la teorla de un
pr etendido Renacimiento oriental es falsa), pero en los siglos XVII-XVIII reapa-
r ece de manera mas clara una cierta analogfa entre Europa occidental y el Ex-
tr emo Oriente. A partir del siglo XX, el Occidente comienza a intluir al Oriente
y se dibuja la perspectiva de la formacion de una literatura mundial casi uni-
fi ad a.
So br un f ondo d e parecidos tipol6gicos, las diferencias locales d estacan
'Oll 'Iarid ad . La comparacion mas productiva es la de los macrogeneros: poe-
II ri '(\ lomad a en su conjunto, e popeya heroica, r elato her oico, novcla, no-
(kia, I t ra.La nov la (en ingJes r omance, novel) es el mejor ejemplo de ello y~ que su
III "n 's h tcrogeneo y diversificado. Sus fuentes son: el cuento herOlco celta
III~lIr)pa, la tradicion epica preishimica y las leyendas s~b,r~I~s~oetas enam.o-
IIIlos 'n la liter atur a persa, el cuento heroico local y la tradlclOn eplcaen Georgia,
IllS r ial s y los cuentos fantasticos, los ciclos lfricos enmarcados por la pr?sa
Ins d iarios If r icos en el Japon, donde la novela precede ala literatur a herOlca.
p 'sar d e esta diver sidad de fuentes, la naturaleza de la novel~ parece ba~tante
110 m cnea y con stante. De manera universal, la novela ~edleva~ descn be al
Immhre "interior" hasta entonces ocultado por la personahdad SOCIaldel caba-
Ill-rn (cn Occid ente) 0del pr f ncipe (en Oriente). La pasion amoro~a "individual",
('( Ilsagr ad a a un ob jeto insustituible, provoca el de.sorden SOCIal.y transgr ede
los ideales e picos. La armonfa podr f a esta blecerse SIel amo; suscltar~ un valor
"t-roico 0un don poetico, asf como 10sugieren el amar cortes 0el sufIsmo. ,
'n la nove]a medieval (romance en espanol y en ingles; roman en frances),
p I ' domina un esq uema de composicion. La pr~mera parte pertene.ce al cuento:
I
I protagonista realiza hazanas y logra conqUlstar a una bella pnncesa. En lat' 'und a parte, surge un contlicto puramente novelesco entre el!~or pe:s~nal
_ (deber social. En las primeras obras (Vis y Ramin de Gorgam y Tnstan e
II'O /da en las ver siones de Thomas 0de Beroul), la armonf a es destruida, per o
( i 'S pll 'S, en el periodo clasico (Chretien de Troyes, Nizami, Rust~veli, ~u~a-,\..iShiki bu), es resta blecid a gracias ala revelacion d el valor SOCial0estetlco
111, 1 amor su blime, que ins pira un ca ballero, un soberano 0 un poeta .. ,
En Francia y en Persia, las similitudes de estructur~ y de ev~lu.clOn de las
nov ' Ias parecen excepcionales. En Georgia, Rustaveh ~e d~s:la hgeramente
pOl" la vfa d e la e popeya heroica. En el Ja pon, Murasa~1 Shlkl~U por la de la
IH vcla psicologica "a la maner a de Mme de La Fay~tte . ~ parttr de estos r as-
'os comunes, vemos claramente cua]es son las dlferenclas, ~rocedente.s enci 'rta maner a de creencias religiosas --cristianismo, islam, budlsmo. ~o~ eJ~~-
I (0, I finalismo cristiano conduce a una per s pectiva lin.eal, ala. aSlmllaclOn
1'( d 'slino del protagonista ala formacion de la personahdad socI.a!. E~ I~ no-
v 'Ia ja ponesa, ]a fi]osoffa bUdica introduce y refuerza la concep~lOn clchc~ 0
'il' ular d e la vid a del protagonista, de la sucesion de las generaclones: el bIen
y I mal se mezclan. Cada una de las faltas que se ha cometido en lajuv:ntud,
implica necesariamente el castigo (karma) a edad av~nzada 0~un en la v.ldade
III gcncracion siguiente. La novela pr esent~ ,un amb~e~te de md ulgencla me-
Ian 61ica y una propension ala contemplaclOn. Se utthzan mod.e,losque. se re-
n r en al cambio de las estaciones para sim bolizar esta concepcl~n fatahsta d .ela or r iente vital. EI poema novelesco persa se acerca mas a los eJemplos OCCI-
-
8/16/2019 Eleazar Meletinsky - Sociedades Cultura y Hechos Literarios
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d ntales, per o el protagonista es un prfncipe 0un soberano. Se puede delimitar
1I na clara divergencia entre las ideas corteses y suffes y la concepcion japonesa
d I mol1o no aware (belleza conmovedora de las cosas fnigiles). En cuanto al
nacimiento de la novel a modern a (en ingles nove!), descubrimos tambien un
paralelismo entre Europa occidental y el Extremo Oriente. La novel a china
an6nima Jin ping mei (fin del siglo XVI) y las novelas japonesas de Saikaku
(siglo XVII) r ecuerdan a varias novelas picarescas 0 "comicas" de la Europa del
siglo XVII. Pero mientras que en Europa predomina 10 picaresco (a excepcion
d e un Sor el), en Asia, el elemento erotico es el mas impor tante. En la novela
picar esca, la conducta del protagonista esta determinada por el medio social
mas que por su naturaleza. Los dos tipos de novela contienen componentes sa-
tfricos y burlescos.
Se puede comparar la novel a inglesa y la novela francesa y oriental (Voltaire,
Swift, Wu Jingzi, Li Ruzhen). La novel a se vuelve mas sentimental, per o no
renuncia a la crf tica social (comparar, por ejemplo, R ichardson con Cao Xue-
qin, el autor de Sueno en el pabellon raja). Las diferencias se expresan sobreese f ondo analogico que hemos mencionado ya. Por ejemplo, la vid a privada
-tema especffico de la novela-, en la novela china, al contrario de 1 0 que
suced e en la novel a europea, se amplfa a la vida de una gran familia en cuyo
seno se manifiesta la conciencia individual del protagonista.
Ya hemos hablado de la novela medieval que pref igura a la novel a psicolo-
gica ulterior, pero en la China de la Edad Media (hasta el siglo XVI), la novela
no existe y su funcion la cumplen, por una parte, los grandes relatos heroicos e
historicos y, por otra, la novela corta de la epoca de la dinastfa Tang, Chuanqi.
Esta forma de r elato se puede comparar con los Lais de Mar ie de France. Las
novelas cortas orientales u occidentales poseen caracterfsticas comunes, pero
existe a la vez una gran diferencia, En Occidente, el cuento fantastico es dis-
tinto del cuento animal (fabula), del cuento anecdotico, del relato corto, y de
los e xempla, mientras que en el Oriente, todas estas formas literarias estan
mezcladas bajo la influencia de la intencion didactica y de la creencia en la
reencarnacion del alma humana en los ani males.
Tr atandose de la novela corta, las diferencias entre dominio oriental y do-
minio occidental estan aun mas acentuadas por el hecho de que la novel a cor ta
o 'cid cntal extrae s u materia de la anecdota, la india de la fabula y la china d
la I ycnda d e espfritus, de cadaveres vivos y sobre todo de zorros mfticos. Esta
S la r ar ,on d e que la inclusion de elementos fantasticos sea usual en los escr i-
lor s ri nlalcs, mientras que sigue siendo exce pcional en Europa hasta la c po-'ltrol1lanf i a .. I n ;.T.J\.lloffmannoT.Gautier as piramoscsear omafan-
I l.'li '0 < I l l ' nOS r ' 'II ' r ela a la II()V la hina n ncrnl y a In c I Pu Son 'Iin r
(1.1( /0:/'" " II p IIIi 'lilli', I~n('hi'llI, III fant:'isli .()r ' pr 'sentn pr e ·iSlIlllllll' 'I CII
I,'1 r cs pecffico de la novela corta (acontecimiento 0 punto de vista sorpr n
II 'nl ). La novela corta urbana y de car acter social, huaben , a dif er encia d e
I , novela chuanqi medieval y sublime, se parece a un fabliau Frances 0 a un
S l' Invallk aleman, pero en la novela huaben encontramos un gr an numero d e
1('llt10Sde detecti ves, desconocidos en Occidente en esa epoca (siglos XVI-XVll),
I,os "cuentos", 0me jor dicho las novelas cor tas ara bes, ocupan una posicionlilt 'r media entre la novela cor ta europea y la extr emo-or iental. En Occidente,
I \ novel a cor ta del R enacimiento, a partir d el Decamer on de Boccaccio, repre-
ilIa a la novela clasica. La com paracion d e las novel as occid entales yorien-
I.lk s 's muy fructffer a. En la novela d el Renacimiento, la accion es el r esultado
d ,' 1 '1 iniciativa personal d el protagonista, q uien as pira a realizar un objetivo
, \ Ilncto. EI protagonista de la novel a oriental es muy pasivo la mayor parte de
I" v 'ccs, y con frecuencia un fracasad o, un desfavorecido, sin la menor facul-
lo ld d '" ad aptacion. EI es el q ue suf r e la accion, y seres fantasticos, magos 0
IIllil'OS f ieles acuden en s u ayud a. En los relatos or ientales no pocas veces el
11 11 II 'S tr agico.I\n 'uanto a la poesfa !f r ica, la comparacion es dif f cil por razones lingiif sti-
I \ Ilay muchos caracteres comunes, no solo en la poesfa d el amor sublime en
1',IIV('nZa,en Es pana, en los arabes (poesf a 'udhrita), sino tam bien en la poesfa
pi I lI, india, china y japonesa d e la Ed ad Media. Hay varios motivos ( por e jem-
Id'l, ('I d I alba, que A. Hatto estudia en su obra titulada £os) que se r e piten d e
IIli\lll' Ia 'asi univer sal. Las biogr af fas de los poetas se par ecen mucho en los
\llliu s y 'n los japoneses. Hay algunos sir vent es provenzales que r ecuer dan a
IIIlilli',' II\fr ica china en la epoca de la d inastfa Tang. Pero las difer encias tam-
hll II 011sorprendentes. Por ejemplo, ]a poesf a 'udhrita d el amor sublime igno-
III I I 'nha Ilcr fa; es mas fr ecuente que la poesfa china cante la amistad entr e los
11 11 11 \111 ' 'S q ue el amor a una mujer . EI tema d e la amistad y d el vino es total men-
II I p" f ico d e la poesfa china y per sa y, en Euro pa, d e la poesf a neolatina de
III IIl'I'ici vagantes. A diferencia d e los s irvent es, la poesf a china canta sobre
IIHIIIlIS s"' paraciones, las perdidas, los suf rimientos del pueblo. En la poesfa
III II Id ,' 10 los los pueblos, siem pr e es muy notor io el uso q ue se hace del par a-
h II 1 I 11 1 p:i 'ologico, pero sabre todo en Extr emo Or iente, dond e poesfas-vine-
II III •'III 'n un paisa je y estan impregnadas de la melancolf a budica.