electra guion comentado

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Page 1: Electra Guion Comentado
Page 2: Electra Guion Comentado

ΗΛΕΚΤΡΑ: el vino de la venganza.

“…de cómo murió Egisto”

John Acevedo

Paula Aristizábal

Sandra Restrepo

Sandra Verónica Valencia

Electra sale del palacio para alertar la llegada de Egisto. La muerte de

Clitemnestra ocurre primero. Luego se aproxima Egisto, al que la joven recibe con

ambiguas palabras. Se abren las puertas del palacio, descubren el cadáver de

Clitemnestra. Egisto, por su pie, entra en el palacio, donde va a correr la misma

suerte que su cómplice.

EGISTO: ¿Tienes miedo de que escape?1

ORESTES: Responderé a tu pregunta no sea que mueras a tu gusto. Debo cuidar

de que ello te resulte amargo, además era conveniente que se diera al instante a

todo el mundo a cualquiera que osa actuar con transgresión de las normas

establecidas, este castigo: matarlos, pues así esos canallas no abundarían tanto.2

ELECTRA: Grandes son los dioses que al fin escucharon mis súplicas. Tú, infeliz

has de padecer tu horrendo crimen. Némesis3 ha puesto a girar la rueda.

EGISTO: ¡Ay! Cuitado de mí, encontrándome con este funesto destino, Zeus, padre

nuestro, cronión4, soberano entre todos los reyes, acude a mis súplicas, para

liberarme de este terrible fin.

ORESTES: ¡Guarda silencio serpiente sibilante!, no escupas más de tu veneno, ya

has hecho mucho daño mientras te arrastrabas por los terrenos áridos de la

impunidad, calla. Esto es solo la prolongación del inevitable llamado del hades.

ELECTRA: Ahora, ¡oh, Apolo pitio5! Triunfante sobre la gran serpiente, observa la

aniquilación de este hombre avaro. Orestes, hermano mío, mátalo y no vaciles,

córtale las carnes y sonríe de victoria al verte reflejado sobre el bronceo carmín6, el

mismo con el que pereció nuestro padre.

1 SÓFOCLES. Las Siete Tragedias. En: Electra. Trad. Julián Motta Salas Bogotá.

Imprenta del Banco de la República, 1958.v.1504

2 Ibíd. V.1505

3 Diosa de la justicia retributiva, la solidaridad, la venganza y la fortuna.

4 Epíteto de Zeus, como sucesor de cronos.

5 Perteneciente o relativo a Apolo, considerado como vencedor de la serpiente Pitón.

6 El hacha de doble filo, propia de los sacrificios igual que del trabajo normal. Utilizada por

Clitemnestra para asesinar a su esposo Agamenón.

Page 3: Electra Guion Comentado

ORESTES: Mujer, son mis manos las que secan mis manos. No hay nadie que lo

haga por mí, aunque todo esto sea designio de los dioses, estoy muy seguro de mi

deber, limpiando de sobre la superficie cuanta plaga se haya extendido ante la

ausencia del rey.

(CORO) Aquí en la morada, se han puesto las mesas, el mismo lugar que a su

padre vio padecer, es hora de empezar el festín, celebrando la vida, cuando alguien

debe morir.

CORIFEO: Entra Orestes y lo empotra sobre la mesa, mientras Pílades arrastra

consigo el inerte cadáver de la madre, hasta situarla en un asiento, entre tanto

Electra, se acomoda sobre el sillón más alto con la mirada gloriosa que heredó de su

padre y que hasta ahora no recordaba.

ELECTRA: ¡Comienza! ¡Cercénalo! ¡Atraviésalo! ¡Destrúyelo! ¡Borra su existencia!

No soporto ver más como emana ponzoña a cada instante.

ORESTES: ¡No!

ELECTRA: ¡Acaba de una vez! La liebre corre por sus carnes, cuando su pellejo ve

en peligro.

ORESTES: No todavía, la escoria traidora no merece acabar su existencia con un

golpe limpio, tomémonos el tiempo de disfrutar del banquete, ya que, cuando la

rana está demasiado hinchada revienta por su propia cuenta.

ELECTRA: ¿Acaso él o mi madre dudaron al manchar el honor de la casa de

Atreo7? Orestes, hermano, carne de mi carne, cumple los designios propios de

Diké8. Solo tú puedes castigar todos los asesinos impunes.

CORIFEO: Es tiempo de que termine la penitencia, ¡oh hija! tú que has llevado

todo este tiempo el largo puñal de la impotencia sobre pecho y espalda, debes

sacarlo junto al dolor constante e insoportable.

EGISTO: ¿Tanto apresuras mi muerte mujer? ¿También temes que huya?

ELECTRA: Bien gozabas de mis dolores y tormentos sin saber que ahora mi alma

se reconforta con tu caída.

EGISTO: Siempre fuiste, un obstáculo, el impedimento molesto para lograr

nuestra empresa. Tu orgullo estuvo aplastado por el miedo de todos cuantos

estaban a tu alrededor. Ahora dejas salir la voz, solo porque apuntan con un hacha

justo en mi cabeza...

ELECTRA: ¿Y a quién le importaba si mi boca estaba vacía? ¿A quién le importaba

si el viento helado congelaba mis músculos y mi sangre? ¿A quién le importaba si

mi pie se hundía y no conseguía dar el siguiente paso? ¿A quién le importaba si caía

7 http://www.maicar.com/GML/Atreus.html

8 La personificación de la justicia

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de bruces después de haber descubierto la ilusión? ¿A quién le importaba si el

viento me arrastraba como a un puñado de polvo hasta los confines del mundo?

Todos, un rebaño de ovejas que hasta donde mis ojos podían ver, suponían mi dolor,

pero se mantenían pétreos ante la gorgónea mirada de la injusticia.

ORESTES: La única posibilidad de justicia que hay está en el hombre que aún

honra a su sangre. Los dioses solo nos proveen la guía y la inspiración para llevarlo

a cabo.

ELECTRA: ¡Ay de mi oh dioses! Siempre lancé gritos como una rana de sérifos9.

Cumple con el cometido hermano y que ninguno de estos hipócritas que se callaron

ante mi dolor, se me acerque. Que solos se pasen las lenguas por sus heridas. De

las mías, me ocupo yo.

EGISTO: ¡La raza de Atreo solo me ha traído desdicha! Crecí fuera de los límites,

hasta que con mi propia mano volví para recuperar lo que siempre me pertenecía,

tanto a padre como a hijo he arrastrado hasta los confines de la muerte.

ORESTES: Ni siquiera un contenedor con tu esencia llegará a los desiertos parajes

de hades, solo quedarán despojos para el cerberos.

(CORO) Hay dolores del cuerpo que son muy graves. Pero hay dolores del alma

que son más graves todavía. No es fácil soportarlos. Cuesta mantenerse en pie.

Pero uno se sostiene como puede, y se niega a caer. A veces, no hay consuelo. En

otras, nos consolamos con muy poco. Hay alegrías y dolores. Se turnan en tocarnos.

Para sentir estamos.

CORIFEO: Cerrad todas las puertas del palacio, que nadie sea testigo de esta

cólera mortífera. Ya es momento de calmar el hambre de muerte y la sed de sangre.

CORO: La traición se paga con sangre.

EGISTO: Este cuerpo que se desintegra al toque del filo, uñas que desgarran,

dientes que lastiman. Un Prometeo castigado puesto a merced de los carroñeros en

el furor de la rabia.

ORESTES: Con estas manos, sin siquiera blandir el bronce con el que sin pena

arrebataron la vida a mi padre, he de castigarte, rompiendo con toda mí fuerza

carne y pies, hurgando con todo este enfurecimiento, hasta atravesarte el pecho.

ELECTRA: He aquí Madre, el festín. Tú que ves desde ese contenedor sin alma,

has llegado a presenciar de nuevo el banquete con el que celebrabas la muerte del

gran Agamenón, tu esposo. Hazlo de nuevo, ¡hazlo! Sonríe mientras falsamente te

llenas con el quimérico vino de la victoria.

9 Sérifos es una isla griega del grupo de las diminutas Cícladas, famosa por las ranas que

en tiempos antiguos poblaban su territorio, pero que, a pesar de ser numerosas, no

molestaban tanto con sus cantos.

De manera que ser una rana de Sérifos equivalía a ser una persona lacónica y sin

pretensiones de hacer oír la propia voz públicamente.

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EGISTO: ¡Ay, ay de mi!, solo espero el hálito de la muerte para apartarme de este

gran sufrimiento. ¿En que momento me han abandonado a la deriva los largos hilos

del destino? perezco de dolor, mientras me desgarran con lentitud.

CORO: Al igual que una piedra, te desprendo de estas paredes. Los truenos y

relámpagos con el poder de los dioses revelan todo lo que antes nadie quería ver.

Donde antes reinaba la sirena destructiva, vuelven a habitar los espíritus de los

valientes

ELECTRA: El vino de la venganza10, quebranta nuestro juicio, veo la locura

quemando el fulgor de nereidas11. El vino de la violencia12, se apoderan del alma.

ORESTES: Todos muertos, silenciosos y solitarios, No más alevosía tallada en

piedra, Todos están muertos, nadie llorará. ¡Oh! El agua helada, la muerte es muy

afanosa... la venganza es mía... Puedo recuperar mi casa...

ELECTRA: Yo soy la herida y la cicatriz. Contigo la lanza cobra vida, hijo de

Apolo, has hecho pedazos todo el reino negro13, donde las lluvias nos ahogaban en

las corrientes de su vergüenza.

ORESTES: Tifón14 está arrancando la carne de los huesos, separando el oro del

deshecho. ¡Las estrellas que vuelan! ¡Volar! ¡Deja que la densa muerte cierre los

ojos!

CORIFEO: ¡Oh! Este festín es el escape de la ira profunda, la muerte y la

venganza toman distintas formas cuando la efervescencia del dolor llega a su

cénit…

CORO: Satisfechas sed y hambre, ¡Oh Orestes! ¿Por qué tras tu victoria

permanece la mirada de un navío que desaparece entre los céfiros15?

CORIFEO: ¿Cómo evadir una culpa, mi seguidor de apolo, cuando has matado a la

serpiente que te dio luz y pecho16?

ORESTES: ¿Por qué sonríes mujer? Es que acaso no sientes el peso de la muerte

sobre tus espaldas.

10 Referencia a la sed de sangre. 11 Ninfas, simbolizaban todo aquello que hay de hermoso y amable en el mar. 12 Libertad poética con referencia al verso bíblico del libro de los Proverbios 4:17 (“Porque

comen pan de maldad, y beben vino de violencia.”) haciendo una alusión a un banquete de

los actos que son mal vistos. 13 Metáfora a todas las injusticias cometidas durante el reinado de Egisto y Clitemnestra.

14 Divinidad primitiva relacionada con los huracanes. un colosal y espeluznante monstruo

alado cuya estatura era tal que podía alcanzar las estrellas. Tifón podía abrasar todo lo que

se le opusiese con su ígnea mirada, así como vomitar fuego y lava de su boca, y crear

huracanes y terremotos moviendo sus alas. (Ref. Tifonomaquía) 15 Céfiros o los Anemoi: dioses de los vientos de los diferentes puntos cardinales: Bóreas, el

viento del norte que traía el frío aire invernal; Noto, el viento del sur que traía las

tormentas de finales del verano y del otoño; Céfiro, el viento del oeste que traía las suaves

brisas de la primavera y principios del verano; y Euro, el viento del este. 16 Inspirado en Las Coéforas, tragedia de Esquilo, durante el sueño que tiene Clitemnestra

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ELECTRA: ¿Estas loco? Siempre he sido prudente y me he sometido ante los

poderosos, pero ahora no cargo con el peso de las cadenas.

ORESTES: Me duele el vientre, el fuego carcome mis entrañas.

ELECTRA: ¡Calla!

ORESTES: ¡Duele!

ELECTRA: ¿Escuchas? ¡Así suena la tranquilidad!

ORESTES: ¡Es un grito ensordecedor! Me estalla en lo profundo de la cabeza,

tengo miedo.

ELECTRA: ¿Miedo? ¿A que cosa? Hemos cumplido, hemos vengado, has hecho lo

que te ha pedido el oráculo.

ORESTES: ¡Oh Atlas17! Siento un peso peor que el del mundo sobre mis hombros.

ELECTRA: Shhh ¡Calla! Estás conmigo, volviste a mí, a casa.

CORIFEO: Estos no son caprichos de la aflicción. Son claros y reales. ¡Ah, señor

Apolo, cómo crecen y se multiplican!

ORESTES: No, no ¿Quiénes son ustedes? Que buscan? ¿Son las Erinias furias18?

Cállense, cállense, ¡CÁLLENSE!

CORO: ¡Oh! Casta de Atreo, tras haber experimentado cuantos avatares lograste a

duras penas salir por los campos de la libertad coronada por el reciente impulso.19

Ω

17 Joven titán al que Zeus condenó a cargar sobre sus hombros los pilares que mantenían la

Tierra separada de los cielos. 18 Personificaciones femeninas de la venganza que perseguían a los culpables de ciertos

crímenes, sobretodos los que tenían relación con atentar contra la propia familia.

Atormentan a los que hacen el mal, persiguiéndolos incansablemente hasta volverlos locos. 19 Sófocles, Electra.V.1507

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Bibliografía consultada:

APOLODORO (1985). Biblioteca mitológica. Trad. y notas de M. Rodríguez de

Sepúlveda. Intr. de J. Arce. Rev.: C. Serrano Aybar. Madrid: Editorial Gredos.

SÓFOCLES. Las Siete Tragedias. En: Electra. Trad. Julián Motta Salas Bogotá.

Imprenta del Banco de la República, 1958.

_____________ La Electra de Sófocles. Editado con introducción y notas de Sir

Richard Jebb.Sir Richard Jebb. Cambridge. Cambridge University Press. 1894.

Ciber consulta:

http://www.perseus.tufts.edu

http://www.maicar.com/GML/Aegisthus.html