emalina: manual de arte negra

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Mi diario Propiedad de Emalina Lu. 3 En caso de encontrarlo, no lo mire, ni lo toque, ni lo arrugue. (O le cae la madre monte y no respondo.)

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Dirección de arte de la marca Negra

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Mi diarioPropiedad de Emalina Lu. 3

En caso de encontrarlo, no lo mire, ni lo toque, ni lo arrugue.(O le cae la madre monte y no respondo.)

28 de febrero del 2015

Venga Emalina y le digo, usté está loca niña. Acá sentá en un bus

yendo disque pa Bogotá. ¡Ay niña dió mío a usté que le dió! Si es

que solamente tiene 22 año'. Y usté felí viviendo en su casita con su

mamá...

Usté recuerda la brisa que entraba por su ventanita en Quibdó y que

la levantaba bien contenta pa salí a trabajá. Recuerda el oló a arena

mojá que salía del patio cuando comenzaba a llovisna’. Pero lo que más

la hace extraña’, y eso que solo va un dia na’ ma’, es la sonrisa de su’

niños radiantes esperando a que entrara po’ la puerta pa’ enseñarles a

sumá. Eso y la comida de su mamaita claro está, que a todo corazón

puede curar.

No puede desistí Emalina. Usted hizo este diario pa recordá de dónde

viene y pa’ donde va.. Bogotá es la ciudá donde se puede soñar y

también luchar’. Eso lo saben todos los que se vienen de po’ allá y

no vuelven mas na’. Bogotá es la ciudad que le va a da la posibilidad

de lucha’ por su tierra’ y a esas sonrisas brillantes de las que tanto se

puede acordá.

Estudiá es lo mejor pa usté Emalina. Es la primera en su familia que

puede hacerlo. Siga pa’ lante que usté sabé más que nadie de lo que es

capaz y pa’ onde va’.

“ SOY de donde soy..”

3 de marzo del 2015

¿Cómo estará todo po’ allá? ¿Seguirá siendo mi cielo gris, pintado con

arena negra? ¿Seguirá latiendo la brisa por tos’ quienes vivimos y

luchamos por él?

Esas brisas que cargadas de sonrisas rozaban mi piel negra.

Esos cantos de 5 en 5 de mis chinos que al sumarse, se traducían

en sueños grandes y que se enviaban en avioncitos de papel al

cielo, para que éste los recibiera y los proyectara sobre la aua’ fría

que traía el Atrato.

Estos sueños que solo pudieron ser enternecidos en las frías

mañanas de mi Quibdó; éste que añoro y tanto sentí hoy.

Esos mangles que me recuerdan a mi ma’ cuando ella iba a

pianguar. Si tuviera a mi mamá pa’ que me contara si todavía esas

callecitas sin pavimentar guardan huellas de todo.

Hoy, aunque extraño la explosión de sabor de mi pescao’ bien frito

y el sabor de esa piña que pa’ mi es pura emoció, quiero seguí

descubriendo Bogotá, porque creo en mi pueblo y luchó por él.

Quisiera mostrar la herencia de mi pueblo, y usar mis manos

para dibujar en las ventanas empañadas, todo lo que de mi

pacífico quisiera siempre recordá.

“El frio pa’´mi es mental”

Encontré con que vivir po’ acá.

16 de marzo del 2015

¡Ay negra! Ayer comencé a trabaja’ en un restaurante corriente. Lo

llaman así porque además de servir lenteja y arroz, traen corriente’

de historias, narradas por seres que transitan y trabajan acá en la

capitá.

Corrientes de prisa que espantan con su caminar de afán, pero

que con mi risa logró suavisá. Si fuera solo con la paga de aca’ no

tendría ni pal pan, pero a punta de encanto y propinas me alcanza

pa’ mucho mas.

Ya hoy e’ domingo entonces vamo’ pa fuera a camina’. Salgo sin

rumbo fijo... sin sabe’ que encontra’. De repente me encuentro con

calles que intentan hablar, y que la gente ocupada de acá olvida

escuchá.

Pero bueno Emalina. ¡Pare ya con esa tristeza! No todo acá es

soledá. Unos pasos más al camina’ me encuentro con la plaza de

mercado de la Perse, amena y agradable. No vaya a pensar que es

por qué haya encontrao’ una fruta a la que nuestro marañón deba

envidia’, sino porque aca’ vuelvo a encontrar voces y gritos que

se extienden de extremo a extremo y que son lanzados pa’ quien

quiera habla’.

Extraño las noches sin fin, la música reencarná y el sabor de

un buen pescao hecho por la nana con amor, pero Bogotá hoy

tímidamente me habla y mantengo mis oídos bien abiertos pa

poderla escucha’.

“Pedacitos de po’ alla”

¡Ayyyy mi negra! Mi nostalgia hoy se tiñe de color, olor, y memorias

de rincones que me hacen recorda’. Bogotá e’ una ciuda’ grande

pero rica en miniaturas. Detalles pequeños que la vuelven

gigantemente diversa. Diversa de ritmos, voces, historias y sueño’

ligados por todos cuya fe los mantiene aca’

20 de junio del 2015

Valoro lo’ pequeño’ fragmento; aquellos momentos y espacios tan

cercanos pa’ mi que parecen sacados de mi memoria. Cómo no

pensa’ cuando las tardes con su brisa, me hacen confundi’ de si

estoy aquí o allá.

Como no llenarme de curiosidá, de pensa en cómo el agua inunda

las calle sin pavimentar.

Depronto ando un poco mal, ya no solo las paredes’ hablan, ni las

persona’ ríen en medio de la velocidá. Encuentro que pa’ acá los

chinos también se reuneen pa juga’.

Bogotá e’ un cuaderno que deja ser escrito por todo quien quiera

baila con ella… Bogotá e’ un cuaderno cuya nota’ musicales se dejan

entonar en la voz de todos aquello’ que se quieran expresa’...

Ay mamai y el rosao’ de las 6 que se pierde entre los edificios de

cemento de la ciuda’. ¿Estará naciendo o se va? Ya ni entiendo ese

secreto’ que me guardan las cinco y la’ seis.

Pero lo mas especial que hay paca’ es esa nata gris que se difunde

entre lo que está cerquita y esconde lo que hay patra’, el rocío que

hidrata el madrugar de todo quien sale a guerrea’.

Ay diosito como es que ahora disfruto esconderme entre las grietas

de sus calles cerra’, abrigarme en el apretujo de un transmilenio…

pero sobre to’ saber que es Bogotá la que me hara’ encontra’ mi

pacifico ma’ grande y poderoso’.

Hoy nado entre charcos de agua salá.