enclave bananero historia de honduras
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Enclave BananeroHistoria de Honduras
Concesión
Una concesión es el otorgamiento del derecho de explotación, por un período determinado, de bienes y
servicios por parte de una Administración pública o empresa a otra, generalmente privada.
Enclave:
Un enclave es una parte de territorio de una jurisdicción territorial que está completamente rodeado por el
territorio de otra jurisdicción. Cuando se lo ve desde el punto de vista de la primera se suele usar el término
exclave, reservando la palabra enclave para el punto de vista de la segunda jurisdicción.
Desde la década de 1860-1870, algunas de las comunidades de la Costa Norte comenzaron a
cultivar y explotar banano por medio de los barcos mercantes de los Estados Unidos. Un cambio
radical se produjo en 1899, cuando los hermanos Vaccaro, una familia de origen Italiano que
comercializaba banano en Nueva Orleáns, recibió concesiones de tierra en la Costa Norte. A cambio
los concesionarios debían construir ferrocarriles en una extensa área.
El estado amplio el régimen de concesiones de 1912. Las empresas más beneficiadas fueron dos sucursales de la United Fruit Company, que se presentaron como compañías ferrocarrileras.
Samuel Zemurray organizo su propia empresa, la Cuyamel Fruit Company, que poco después compitió con la United Fruit Company en la producción y exportación de banano desde
Honduras.
Concesiones estatales para estas empresas:
– Hasta 500 hectáreas de tierra por cada kilometro de ferrocarril construido en los departamentos de Cortés, Yoro y Colón.
– Derecho de usar los recursos naturales adyacentes.
– La dispensa de impuestos para importar destinados a los ferrocarriles y las plantaciones bananeras.
– Tarifas reducidas sobre la exportación de banano.
– Autorización para contratar fuerza laboral de otros países.
La «Republica Bananera» creo un abismo entre la economía de la Costa Norte y la del interior;
provoco, asimismo, un conflicto de identidad y cultura entre la dinámica sociedad norteña y la
sociedad preexistente. La división entre dos sociedades inicio la disposición del desarrollo
económico y social de Honduras.
En la sociedad tradicional la Iglesia Católica encabezaba la organización social. Mientras la de
la Costa Norte y Tegucigalpa enfrentaban los retos del cambio.
La economía de la sociedad tradicional tendía a reproducir el patrón económico y social heredado
de la época Colonial.
A inicios del siglo XX la mayoría de la población se concentraba en los departamentos del
interior, principalmente en occidente.
La estructura demográfica de Honduras se mantuvo relativamente uniforme durante el parido de 1901-1930, con predominio de los
departamentos interiores, sobre la Costa Norte. Esta sin embargo, experimento un crecimiento
notorio de su población , el censo de 1930 muestra el predominio de la población rural sobre la urbana en todos los departamentos.
Las mejores reseñas sobre el conflicto cultural y el drama social que las bananeras representaron
para los miles de campesinos hondureños, salvadoreños y de otras nacionalidades que
llegaron a trabajar en sus plantaciones, fueron las escritas posteriormente por la literatura
nacionalista tradicional en obras como Bajo el Chubasco, Barro, Prisión Verde y Biografía de un
machete.
Al iniciar la era de las grandes concesiones a las compañías bananeras, el general Bonilla inicio también un periodo de estabilidad política que
duro hasta 1919, a pesar de su descenso en 1913. Francisco Bertrand concluyo el mandato
presidencial de Bonilla.
Un breve lapso de inestabilidad se presento durante las elecciones de 1919, el presidente
Bertrand se ve obligado dimitir, tras tratar de imponer a un miembro de su familia.
En 1923 se fundo el partido Nacional, por el general Tiburcio Carías Andino y el periodista Paulino Valladares, la gestión política de este
determino gran parte de la historia hondureña del siglo XX.
Desde 1925, el conceso político entre las elites se fue construyendo alrededor de un régimen
bipartidista, constituido por el partido Liberal y el partido Nacional.
La formación de nuevos actores sociales fue una expresión de los cambios que la sociedad
hondureña experimento en las primeras décadas del siglo XX, lo que se concreto en la aparición
publica de organizaciones que asumieron el papel de portavoces de los nuevos grupos sociales
organizados.
Los artesanos comenzaron a organizarse bajo la forma de organizaciones mutuales, que buscaban
crear vínculos de solidaridad y proteger a sus miembros, como asociados de un gremio del
mismo oficio.
Desde las primeras décadas del siglo XX, los sectores sociales emergentes asumieron el
nombre de «gremio» para posesionarse de una identidad social especifica. Así se empezó hablar del «gremio obrero» o «gremio artesanal», entre
otros.
La alusión al gremio significaba que se trataba de organizaciones conformadas por personas que se dedicaban a un mismo oficio, protegidas por el
colectivo creado
La clase obrera de las plantaciones bananeras comenzó a ser un actor político importante a fines
de la década de 1920.
La Huelga fue el hecho histórico que le dio mayor relevancia publica a la acción colectiva de los
trabajadores, lo que también motivo su reprensión durante el periodo.
Los paros laborales en las plantaciones tenían como objetivo:
– El incremento de los salarios.
– La demanda de un traro que se respetara la dignidad de los trabajadores.
– Jornada laboral de 8 horas.
– Mejoramiento de su hospedaje y alimentación.
