enfermedades 9 pla6as febrero 1966 n.°4-66h del tabafo …

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I ^ I ^ 1 ' , 1 MADRID FEBRERO 1966 N.°4-66H E N FERMEDADES 9 PlA6AS DEl TA B AfO f N El (AMPO Manvel Llanos Company Ingeniero Agrónomo. MINISTI'.RIO DE AGRIGULTURA

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I ^ I ^ 1 ' , 1

MADRID

FEBRERO 1966

N.°4-66H

E NFERMEDADES 9 PlA6ASDEl TA BAfO fN El (AMPO

Manvel Llanos CompanyIngeniero Agrónomo.

MINISTI'.RIO DE AGRIGULTURA

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ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TABACOEN EL CAMPO

ENFERMEDADI^S

Como las más importantes y frecuentes en España ci-taremos entre las producidas por hongos : la podredu^nbrenegra de la raíz, la f usariosis, el moho azul y el oidium ocenizo (Erysi^he cichoreacearum). Las tres primeras sepresentan tanto en el campo como en el semillero, siendof recuente que el ataque en el campo sea una consectienciade venir las plantas enfermas del semillero.

La humedad, la temperatura y las características del sue-lo son los principales factores naturales que determinan eldesarrollo y propagación de este tipo de enfermedades enlas plantaciones de tabaco. Una humedad elevada, bien seanatural o producida por los rieg^os ; una temperatura no de-masiado alta (máximas inferiores a los 30° C.) y un sueloarcilloso, ácido y de difícil círenaje, donde se produzcanfrecttentes encharcamientos, son las condiciones ideales parael desarrollo de enfermedades criptog^ámicas en las planta-ciones de tabaco. Veamos algunas normas que deberán te-nerse presentes para evitar en lo posible los daños causa-dos por esta clase de enfermedades.

Métodos preventivos.

1. Cultivar el tabaco en suelos profundos, de texturamedia o ligeros, y de pH no inferior a 6(terrenos que nosean muy ácidos). Si el terreno es ácido convendrá enca-lar con dosis fuertes, del orden de 2.000 a 3.000 kilos porhectárea.

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F'lg. 1.-Aspecto de una parcela con tabaco bien cultivado. A1 fondo, seca-dero establecido por el Instituto Nacional de Colonización.

2. Abonar con iórmulas equilibradas en los tres ele-mentos, no abusando de los abonos nitrog^enados. Si se apor-ta estiércol, hacerlo en otoño o a la entrada del invierno,varios meses antes de la plantación.

3. Lfectuar tul completo labureo de las tierras, inicián-dolo por una labor de desfonde al comienzo del invierno,con la que se enterrará el estiércol, y continuando con labo-res sttperficiales para que al llegar el momento del trasplan-te esté el suelo limpio de malas hierbas y bien mullido.

4. Llevar al terreno de asiento solamente planta biensana y fuerte. Es preferible comhrar la plantita en un buensemillero de toda garantía antes que «aprovechar» nuestrapropia planta cuando ésta tiene escasa vitalidad y poco des-arrollo, o bien presenta síntomas más ^^ menos claros depadecer algírn ataque parasitario.

5. No hacer la plantación a marco demasiado estrecho.

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Fig. 2.-La planta sanay fuerte de buen semille-ro responde con un cre-

cimiento vígoroso.

Iatá comhrubacíc que en hlantacic^nes nirry eshesas es don-de más gravedad revisten algune ^s ataques cril^togámicos.

6. Después de la plantación dar cuantas escardas seanprecisas para tener limpio el terreno de malas hierbas.

7. Nc^ regar en eacesc^, esl^ecialmente en lo que se re-fiere a cantidad de agua empleada hara el rieg-u. Es mejorregar frecuentemente y con poca clotación de ag-ua, cíe for-ma que no se mojen los pies de las hlantas. El ag^ua deberácircular por el tondo del surco, para que las raíces se mo-jen de abajo arriba por infiltración y sin contacto directocon ella. En general, es l^referible que la planta padezcauna lig^era falta. cle ag^ua.

8. Quitar las hojas bajas que en contacto c^n la tie-rra y las aguas de riego se pudren y- secan, constituyendotrecuentemente focos de enfermedades. Lstas hojas, unavez arrancadas, cleberán enterrarse profundamente, paraevitar que constituyan focos infecciosos para la plantación.

9. Tanto cíesde el punto de vista sanitario como des-cíe el de calida<1 }' rendimiento de cosecha, sería tambiénde interés para el agricultor hacer la recolección por hojasescalonadamente, según vayan éstas presentando los cono-cidos síntomas de madurez (hrimero, tercio inferior ; des-^nrés, el tercio m.edio y, ^or último, las hojas de corona).

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De esta forma, además de quedar la plantación más airea-da y ser, por tanto, más improbables los ataques criptogá-micos, la planta aprovecha mejor los alimentos del suelo, alno tener que nutrir hojas pasadas de madurez, producien-do, en consecuencia, más v mejor cosecha.

Síntomas de las enfermedades.

Veamos a continuación las características propias quedistinguen unas de otras, estas cuatro enfermedades :

Yodredu^ynbre de la raíz.-Es prodneida por el hongoThielavia bas^icola-. Es posible que la enfermedad venga delsemillero en fortna más o menos aparente, pero tambiénpuede producirse el ataque en el terreno de asiento sobreplanta sana. Las plantas afectadas experimentan un retra-so en su crecimiento ^- las hojas presentan un aspecto ca-racterístico de envejecidas y secas. Frecuentemente, plan-

Fig. 3. - Variedadresistente a la «po-dredumbre de larafz» y al «chan-cra del cuello»:«White Burley Re-

sistente».

(Foto Institutode Biología del

Tabaco.)

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taciones atacadas llegan a dar cosecha, aunque escasa _^- clemala calidad.

Para luchar contra esta enfermedad conviene distanciarel tabaco en la alternativa unos cuatro o cinco años, siguiéri-dole el trigo o el maíz, nunca alubias o guisantes. Si la en-fermedad aparece en una plantación joven, como medi^para prevenir su propagación se recomienda arrancar lasplantas afectadas, enterrándolas con cal viva, y reponien-do los pies arrancados con plantas sanas.

En la actualidad no se conocen productos eficaces con-tra la podredumbre negra de la raíz, si bien y sólo a títuloinformativo diremos que en Francia se ha venido ensa^-an-do durante los últimos años un producto cuya sustancia.activa es TMTD (disulfuro de tetrametiltiuram), con ttnariqueza en el mismo de un 80 por 100. Los resultados, tan-to en semillero como en campo, han sido variables, por laque no cabe de momento señalarlo como un remedio eficazhasta tanto, al menos, se experimente en España. Los tra-tamientos en semillero tal como se han hecho en Franciaconsisten en regarlos unos cinco a seis días antes de sem-brar con tres a cuatro litros por metro cuadrado de solu-ción preparada a base de 200 gramos de producto pa^-a100 litros de agua; en la misma forn^a y con idéntica do-sis se vttelve a regar cuando la mav_ oría de las plantitas al-cancen de dos ^a tres centímetros.

F^7asa^rios^is.-Es producida por diversos hongos del gé-nero F^rsariu,^n. Las plantas atacadas llegan a secarse total-mente, perdiéndose la cosecha.

Las precauciones de tipo general descritas para comba-tir las enfermedades criptogámicas son talnbién en estecaso los remedios idóneos que normalmente cabe aplicar.

De tratarse de plantaciones de un gran rendimiento eco-nómico, o bien si la enfermedad se presenta en pequeñosrodales, puede emplearse 1a siguiente fórmula curativa, parapulverizar los pies de las plantas y el suelo que las rodea :

Sulfato de cobre ............... 500 gramos.Amonfaco comercial ........... 750 centímetros cúbicr^s.A^ua ................................ 100 litros.

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Fig. 4.-Planta de la variedad ^Fili-pino Isabela», atacada por Fusarium

O.xysporum.

(^lllrllfJll O C^lllz0.-l.a enÍel-Illedad aÍecta ^1"lmel'U a laS

hojas interiores ^-, según la intensidad del ataque, se pro-l^aga después al resto de la planta, cuyas hojas quedan re-cubiertas más o menos coml^letamente de un tejido blancofilamentoso por donde el parásito extrae las sustancias nu-tritivas cle las hojas, produeiendo la muerte cíel vegetal.

Para l^re^-enir la enfermedad y evitar ^ su propagación,en caso de que se presente, se tendrán en cuenta todos losconsejos generales enumerados.

Fig. 5.-Planta de tabaco atacada de ^cenizo» (Erysiiohe cichoreacearum),

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Fig•. 6.-Planta atacada de «Mohoazub>. Pueden observarse las ca-racterísticas manchas de la enfer-

medad en las hojas bajeras.

Moho azul.-Yroducida por- el hungo Yeronospora ta-bacina, es hoy en España la más seria enfermedad de lostabacos. Debe lttcharse contra esta enfermedad en los semi-lleros. Sirven como preventivas todas las normas g^eneralesque se han detallado para la lucha contra las enfermedadescriptogámicas del tabaco en el campo. ^^ ellas hay que aña-dir la conveniencia de no trasplantar el tabaco demasiadotarde, de forma. que al llegar las primel-as lluvias otoñalesy el descenso de la temperatura propios dcl mes de septiem-bre, la cosecha esté recogida o, por lo menos, que la plan-tación tenga la suficiente madurez pal-a poder hacer la re-

Fig. 7.--Hojas de tabacoagujereadas por el «Mohoazub>. (Foto F. Escobar.)

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Fig. 8.-La persistencia de lospolvos fungicidas IZineb) cu-briendo las hojas de la plantaes la forma más eficaz de evi-tar la aparicibn del ^.Moho

azu]».

colección, llegado el caso de que se presentase entonces laenfermedad, cosa que ocurre frecuentemente en nuestrasl;lantaciones de tabacu.

Como remedio preventivo de relativa eficacia y cu}•o em-pleo, por lo caro que resulta, sólo justificaría una mayor^seguridad de sus efectos en cuanto a garantizar la salva-ción de una cosecha de gran valor, hay que mencionar elempleo de los cíitiocarbamatos (7_ineb o Maneb) en espol-voreo o pulverización líquicla.

Actualmente se recomienda el mismo tratamiento quese da en los semilleros, es decir, espolvoreos con Zineb al10 por 100.

Se continíian ensayando nuevos produ ĉtos, a la vez quelos técnicos e investig^adores se afanan en encontrar unaforma mecánica de distribuir el producto para que cubrade una manera eficaz las plantas con un mínimo de gastoen tiempo.

Enfermedades producidas por virus.

Mosaico.-I^av varias clases de mosaico. I_os dailos yalteraciones que producen sobre las plantas atacadas varían

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Fig. 9.-Hoja atacada por «mosaico^ .

con la clase de mosaico de que se trata. ^'eamos resumida-mente en qué consisten esos daños ^- alteraciones.

Unas veces se nianifiesta }^or abullonamientos, de color^erde oscuro, de diversas formas ^^ tan^alios, sobre las ho-jas de la planta. Otro tipo de mosaico produce deformacio-nes características sobre las hojas, que aclduieren entre losnervios un color amarillo típico. 13n ocasiones, las hojas delas plantas contaminadas toman un color blanco cremosu.Hay un tipo de mosaico que se conoce por la aparición demanchas concéntricas de color verde claro sobre las hojas,que presentan en conjunto un aspecto jaspeadc^ caracterís-tico. Por último, el «enanismo», como su nolnbre indica,

Fig. 10.-Planta atacada de «ena-nismo». Obsérvese el aspecto de

col que tienen las hojas.

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Fig. 1L-Brote atacadode <Mosaico b 1 a n c o»,caracterizado por el co-lor blanco cremoso quetoman las plantas en-

E<^rma^.

consiste en que las plantas atacacías en el campo apenas cre-cen, quedando con el aspecto de una col.

Los virus son unos diminutos corpúsculos que resultanin^^isibles inclttso para los nlicroscopios ordinarios ^le mástuerte aumento. Se caracterizan, entre otras hropiedades,por traspasar los filtros. Su estado de orgaiiización es inter-medio entre la materia sin vida y los seres vivos más pri-mitivos. ^

^To existen medios cíirectos cíe lucha contra esta enter-niedad. El empleo de semilla de g^arantía, es decir, la queentrega el Servicio del Tabaco a los agricultores concesio-narios, así como la íimpieza de semilleros ^- el más com-

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pleto aislamiento de las plantas atacadas, constituyen losmedios más eficaces de limitar este tipo de eniermedades.^e ha comprobado que el virus del mosaico se transmitede unas plantas a otras por mecíio de los instrumentos delabor o las mismas manos de los ag^ricultores, cuando setocan las plantas al trasplant^,rlas o al hacer el despuntado,deshoje ^T, en general, cualquier labor o trabajo con el quese puedan romper los tejidos de las plantas enfermas, lle-vando savia de éstas a las plantas sanas. Incluso se ha ĉle-mostrado qtte el hecho de estar fumando mientras se hacenestas labores (especialmente, el trasplante) puede traer comoconsecuencia la contaminación de plantas sanas. La expli-cación se ha encontrado en la enorme persistencia de losvirus, que incluso en el tabaco elaborado permanecen enestado activo }- pueden ser inoculados a las plantas sanasal tocarlas los agricultores que fuman mientras trabajan enla plantación.

Se comprende, por consiguiente, que además de reco-mendar la conveniencia de no fumar mientras se trasplan-ta, se preconice como medio eficaz para evitar la extensióndel daño que los despuntes y despampanados en campos ata-cados se hagan de forma que un mismo operario no tra-baje primero en plantas enfermas y después en plantassanas.

Convendrá igualmente combatir toda clase de insectos,especialmente pulgones, que al chupar en plantas enfermasy luego en sanas, transmiten los virus a estas últimas. Lospolvos nicotinados distribuídos con un espolvoreador cíemano pueden servir para combatir los pulgones. Hoy exis-ten productos modernos de gran eficacia contra los insec-tos chupadores, tales como el D. D. T., activado con Lin-dano (producto a base del 18 por 100 del primero }- el2 por 100 del segundo). Otros insecticidas y acaricidas ex-cesivamente tóxicos, como el Metasistox, está^a totalmei7ae^rohibidos para el tratavvuiento cle las ^lantaciones de taba-eo, debido^ al peligro qu^e llevaría con-sigo, pc^ra los f^tima^d^o-res, la presencia^ de residuos de ta^les product,os en el taba^coelaborczdo.

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PLAGAS DEL TABACODESPUES DEL TRASPLANTE

Insectos.

Rosqu^illa o Gusa^ao gris.-Son unas orugas gris-ver-dosas, de cabeza negra, de una long^itud de unos cuatrocentímetros, que se refttgian, arrolladas, en galerías bajoel suelo, al pie de las plantas. Es fácil encontrarlas así, en-roscadas, cuando se escarba junto a las plantas atacadas.El parásito es el lepidóptero Agyo^tis seqetu^r2 en su estadolarvario.

Estos insectos son uno de los más temibles enemig-os deltabaco, especialmente en el momento de trasplantar. Lasrosquillas roen las plantas recién trasplantadas por el cue-llo, pudiendo llegar a hacer fracasar el trasplante y obli-gando a reponer marras, con lo que se encarece el cultivo.En plantaciones más crecidas, los ataques no son tan g^ra-ves, y consisten en g^alerías que abren dentro de las plan-tas, de cuyos tejidos se alimentan.

Como medio preventivo se recomienda hacer los tras-plantes lo antes posible.

Para luchar de forma directa contra la plag-a puedenseguirse los siguientes procedimientos :

Al tiempo del trasplante, repartir por el campo infes-tado cebos venenosos a base de fluosilicato de sodio mez-clado con salvado al 10 por 100 en peso.

Actualmente puede lucharse con eficacia contra esta pla-ga con los modernos productos H. C. H. y Lindano. Con elprimero, la única precaución que hay que observar consis-te en no sembrar plantas de las que se vayan a consumirsus órganos subterráneos (flatata, remolacha, nabos, zana-horias... ) hasta un año después de aplicarlo, como mínimo,por el mal sabor que comunican a tales productos vegetales.

El Lindano, si bien resulta inás caro, tiene la ventajade no dar mal sabor a las plantas y, además, su acción in-secticida persiste dui-ante cuatro años.

El H. G. H. del 15 por 100 de riqueza se recomiencla

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Fig. 12.-Trozo de plan-ta de tabaco cortada porun ataque de «rosqui-ilas». Obsérvense 1os da-ños producidos en el cue-

llo de la raíz.

elnplearlo en dosis cíe unos 30 kilos p ĉn- hectárea, e^ten-diéndolo por el terreno bien repartido.

El Lindano, bajo la forma comercial corriente del1,1 por 100 de riqueza, se empleará en la dosis de unos40 kilos por hectárea, mezclado con arena triturada y- es-parcido a voleo por el terreno.

También el moderno insecticida conocido con el nombrede ^ldrín se ha acreditado como eficaz para luchar contrae^tos insectos del suelo. Los granulados a base de este pro-ducto, mezclados con los abonos repartidos por el terreno,tienen un fuerte poder insecticida.

El gTTSC^^^tio de a^lanzbYe.-Se trata del insecto Agyi^oteslirreatus, bajo su forma larvaria. Las orugas comienzan su

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e^^^^iución en el cuell^ cle la planta, atacando las raíce^ ^-hr^^duciendo galerías en los tallos. Las plantas atacada^ sedcbilitan, aunque no suelen Ilegar a morir. ^s una orugafina y larga, cíe unos dos centímetros de longitucí, de cuerporígido y muy duro, de color ocre. Según los lugares, el agri-cultor conoce este parásito con el nombre de «alfilerillos».«d^^radillas» , «oro vivo»...

El adulto de este insecto es un escarabajo color siena.cle rorma de lanzadera, que al colocarlo sobre su dorso daun salto produciendo un ruido característico } volviendo asu posición normal.

Aunque los ataques inás corrierites se procíucen sobrelas plantaciones en pleno campo, pueden también atacar lossemilleros.

Como medios preventivos para combatirlos se recomien-da labrar los terrenos infestados, no regándolos, durantelos meses de julio y agosto. I^eberán intercalarse en la al-ternativa plantas parcialmente resistentes, como la remola-cha v la alfalfa.

Para luchar de forma directa contra esta plaga sontambién efectivos el H. C. H. v el Lindano en las dosisdescritas, bien sean solos o en combinación con acti^^ado-res (H. 24).

Ĉirillotalj^a.-Se le conuce en térininos científicos con elnc,inbre de Grvllotalf^a vulga-ri^s, }- los labradores, seg^ún 1_asreg^iones, lo denominan: alacrán cebollero, cang^rejo, cadell,tallarrós, calluezo, grillo real, luarza, etc.

`'ive bajo tierra, prefiriencío las de regadío y las huer-tas v jardines, donde practica galerías cortando las raíce^de las plantas cultivadas. Los ataques más costosos son losque se producen en plantaciones jóvenes, obligando a re-lx,ner numerosas marras.

Desde antiguo se han ing-eniado varios sistemas paracr,mbatirlo. Los tradicionales consisten en :

1.° ^rerter aceites tttrbios en las galerías donde ^-i^ en.2.° Einpleo de cebos er^l^-enenaclos a base de arroz ^,

maíz tritttraclo, remojados en ag^ua fría ^• espol^•^n-eado^

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con uno de estos tres productos : fosfuro de cinc, acetoarse-niato de cobre (verde de París), o fluosilicato de bario.

De cualquiera de los dos primeros se emplearán cincopartes, por veinticinco de agua y cien de arroz o maíz (enpeso). Los cebos a base de fluosilicato de bario se vendenpreparados en el comercio ^- bastan unos 40 a 50 kilos porhectárea. Estos últimos cebos a base de fluosilicato cíe ba-rio como producto activo no son venenosos para las avesde corral, mientras que los preparados con los dos prirne-ros pueden ser mortales para las gallinas o palomas quecomieran de ellos o bien que consumieran los insectos muer-tos por sus eiectos. La mejor época del año para hacer esto,^tratamientos son los meses de junio, julio ^ agosto.

Gusai.os nematelmintos.

Neynatodos.-Son unos diminutos gusanos que infestanalgunos terrenos v parasitan las raíces de las plantas cul-tivadas, produciendo importantes daños en numerosas co-sechas. Entre las varias especies que pueden parasitar lasplantas de tabaco destacaremos por los perjuicios que pue-de causar el conocido por el nombre científico de Meloid,^^-gyne incognita.

En las plantaciones afectadas se ven rodales de plan-tas poco desarrolladas, de veg^etación deprimida, que se vaneatendiendo como mancha de aceite por todo el canlpo. AIarrancar estas plantas se observan ciertas anormalidades ensus raíces.

En los ataques producidos por Meloidogysre, las raícesde las plantas afectadas presentan tuberosidades, agallas ^-cíeformaci^nes, dentro de las cuales viven los gusanos pa-rásitos.

El sistema más recomendaclo para luchar contra estetipo de plagas consiste en establecer una alternativa de co-sechas en la que entren plantas resistentes al ataque. Estoresulta en muchas ocasiones de difícil realización. Po7-ejemplo, en un terreno invadido por Meloidog^^ne incoq^iit^rdeberá sembrarse el primer año un cereal resistente (ma^z,

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Fig. 13.-Aspecto de una planta víctima de un fuerte ataque de Hetero-dera radicicola, nematelminto polifago que ataca a muchos cultivos.

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trig^o, cebacia, etc. ); el segundo, una leguminosa también.resistente, y al tercer año podrá ya sembrarse cualquier co-secha. También ha dado buenos resultados dar una seriede labores durante tocío un año, especialmente en el verano,manteniendo así el suelo limpio de malas hierbas y de todaclase de vegetación.

Actualmente existen dos productos, el D. D. y el Nema-gón, que se han acreditado como efectivos en la lucha con-tra los nematodos. El primero se aplicará únicamente cuan-do la tierra esté libre de toda clase de veg^etación, prece-diendo a la siembra o trasplante en tres semanas. ^e vierteel producto en agujeros de unos 15 centímetres de profv.n-didad, a la dosis de 30 a 50 gramos por metro cuadracio ^cle terreno. Por el elevado coste del producto, el tratamien-to sólo podrá resultar ventajoso econónlicamente cuando setrate de ttn reducido ataqtte que afecte a superficies mu^-limitadas, en cuyo caso podría tener ventaja ]a aplicaciónde D. D., con el objeto de evitar que la plaga se extiendaa superficies mavores.

I:l Nemagón se ha mostraclo muy tóxico para el taba-co, por lo que no deberá emplearse ni incluso precediendoel tratamiento varios meses al momento del trasplante.

^rARIEDADES DE T11BAC0 I^ESIST^NTI^^A ALGL'NAS I;NFI^.I:MIá.DADI^S

Mucho se ha trabajado y se trabaja en la actualidaden la investig-ación de nuevas variedades de tabaco con re-^istencia a algunas enfermedades. Los objetivos más co-rrientes de la mejora genética del tabaco consisten en laincorporación de caracteres de resistencia a enfermedadespropios de variedades rústicas, a variecíades industriales,con la inira de elegir cíe sus descendencias las que reúnanuna resistencia aceptable a la enfermeclad en cuestión, jun-to a unas características que las hagan apreciables des^leel punto de vista industriaL

Tanto en la aclimatación de variedades extranjeras corno

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en la obtención p^r crtlzamient^^ <ie tipos resistentes a eii-iei-nledades, es nllicho lo ^cc^nseguido ya en Espaiia por lc^sServici^^s ^lel i^^linisteri^> cle _^g-ricttltura.

I^e la^ variecla^les <le aran cultivo actualmente en E^-paiia, así ^^^^m^, entre la^ actualmente en ensa^-^^, las más

Fig. 14.-Variedad Ky-35. (Foto Instituto de Báologia del Tabaco).

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importantes por su resistencia a enfermedades son las si-;;uientes :

1. Variedad parcialmente resistente a la fusariosis:kv-35.

2. Variedad resistente a la podredurnbre de la raíz yal chancro del cuello: White Burlev Resistente.

3. Variedades con resistencia parcial a la podred^^m-bre de la raíti: Havano 142 y Havano 307.

Fig. 15.-Variedad Havano 142. (Foto Instituto de Biología del Tabaco).

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Fig. 16.-Híbrido en primera genera-ción Santa Fe X Hicks, (Foto Insti-

tuto de Btiología del Tabaco).

4. Variedades resistentes al naosaico: Híbrido 225(H. 60 X H. 216) ; Híbrido 226 (H. 60 X Cantabria) e Hí-brido 240 (H. 60 X H. Gigante) (no se emplean actual-mente en el gran cultivo en España).

5. Híbridos y variedades ensayadas en la actualidacícomo resistentes al moho azul.-Con las experiencias em-prendidas en España por el Servicio Nacional del Tabacodesde el mismo momento en que la nueva enfermedad ame-nazó nuestros cultivos, se ha llegado en la actualidad a con-seguir varias descendencias muy prometedoras para nues-tras zonas tabaqueras. Además, este año se obtienen entoda España híbridos en primera generación, llamados in-dustriales, con características mtry buenas y que, en tantose consigtre fijar las variedades resistentes más apropiadas,pueden constituir una solución momentánea, en especialpara las comarcas más propensas a los ataques.

Los cruzamientos clue se estiman hoy como los mejores,

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Fig. 17.Campo de tabaco para la obtención de híbridos resistentes.(Foto F. Escobar).

tanto por su í^arcial resistencia al moho como por su bue-na morfología, son :

a) Híbrido,r de tc^bacos oscuro,r:Santa Fe X Hicks.

b) Híbyidos de tabacos claros:Ex. 4 X Hicks.Ex. 12 X Hicks.Ky 35 X Hicks.

c) Híbridos c^e tabacos ^ara ci ĉ̂ ar^ros:Havano 307 X Hicks.Havano 142 X Hicks.

Los híbridos en primera generaciún, conocidos talnbién

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por híbridos industriales, que se están ensayando en nues-tra Patria, provienen de los siguientes crttzamientos :

SC-13 X Hicks H.H. 254-D X Hicks H.Santa Fe X Hicks H.A2 X Harrison.A2 X W. B. Resistente.A2 X Ky 35.Hicks H. X W. Burley.A2 X W. Burley.Hicks H. X Ky 35.A2 X Ky 35.SC-14 X Hicks H.H. 254-D X Hicks H.Havano 142 X Hicks H.

Estos híbridos y algunos otros cuyas características noparecen tan prometedoras, se obtienen y están ensayándoseactualmente en amplia escala en toda España, bajo el r.on-trol directo del Ministerio de Agricultura.

PUBLICACIONES DE CAPACITACION AGRARIA

Bravo Murillo, 101. Madrid-20.

D0P681t0 10gá1, M. 3.109 - 1958. GKAFICAS [^^IIIN.4 - MADFIU

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TRES DETALLESDE BUEN PESCADOR

1. Respetar las distan-cias, cediendo incluso el pro-pio derecho, revela un espí-ritu de caballerosidad quedebe constituir la norma detodo buen pescador.

3. Un verdader.o pescador res-tituye al río con alegría los pecesde dimensiones menores a las mar-cadas en la ley. Sabe que contri-buye a la conservación de la ri-queza del río. Ya los pescará otravez jy mayores!

N^^ u ^^ , ^

2. Para pescar plácida-

mente es suficiente el em-

pleo de dos canas (sólo unapara el salmón). No cumplir

este precepto entorpece lapropia pesca y la de los de-

más, sin ningún beneficio.

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