ensayo sobre la cuestión judía

8
“Sobre la cuestión judía” de Karl Marx o el problema conjunto de la religión, la sociedad civil y el Estado. “La religión es cabalmente eso, el reconocimiento del hombre, dando un rodeo. Su reconocimiento a través de un mediador. El Estado es el mediador entre el hombre y la libertad del hombre. Así como Cristo es el mediador sobre el que el hombre descarga toda su individualidad y toda su servidumbre religiosa, el Estado es el mediador al que desplaza toda su no-divinidad y toda su no-servidumbre humana. “ Karl Marx, Sobre la cuestión judía. “Cristo representa, originariamente: 1) a los hombres ante Dios; 2) a Dios, para los hombres; 3) a los hombres, para el hombre. Del mismo modo, el dinero representa originariamente, en cuanto a su concepto: 1) a la propiedad, para la propiedad privada; 2) a la sociedad, para la propiedad privada; 3) a la propiedad privada, para la sociedad. Pero Cristo es el Dios enajenado y el hombre enajenado. Dios ya sólo tiene valor en cuanto representa a Cristo, y el hombre sólo tiene valor en cuanto representa también a Cristo. Los mismo ocurre en el caso del dinero.” Karl Marx, Extractos del libro de James Mill <<Elémens d ́ économie politiquee>> “La representaciones se presentan cada vez más claramente como mediaciones, término filosófico proveniente de Hegel del cual se abusó al multiplicar las entidades mediadoras; de tal modo que las lagunas, los contornos, cortes, discontinuidades, desaparecen en la multitud de intermediarios […] El cristianismo no temió multiplicar esas mediaciones entre la Naturaleza y lo Divino, entre el cuerpo y el no cuerpo. Histórica y teóricamente, esa multiplicación define la religión cristiana. La divinidad trinitaria contiene en ella la primera mediación: Cristo, Verbo encarnado, mediador entre Dios Padre y el mundo creado. Junto al Logos reside la Virgen Madre, que interceden sin cesar por los humanos ante su Hijo divino […] La entidades mediadoras arrastran tras de sí un ostrero interminable de imágenes infantiles o terribles, de mensajes divinos, de santos barbudos, de diablos, de curas parlanchines y de piadosas mujeres, de doncellas santificadas … “ Henri Lefebvre, La ausencia y la presencia. Contribución a la teoría de las representaciones. Resumen. El presente trabajo reflexiona en torno al trabajo de Marx del 1844, Sobre la cuestión judía. Se proponen tres temas en él; el primero es la relación entre el Estado y la religión en general y en particular, lo cual desemboca en el problema de la existencia individual-sensible y genérica del “hombre”; el segundo es la extensión, la concentración y el desplazamiento de la actitud religiosa a la sociedad civil y al Estado político; y por último la emancipación humana, entrelazando la emancipación política, religiosa y social, el cual unifica los dos primeros temas. El ensayo tiene la pretensión de ser una interpretación, una lectura o mejor dicho de intentar esbozar algunos lineamientos para determinada práctica humana. Palabras claves: religión, sociedad civil, Estado, Dios, monarca, dinero y emancipación humana. 1

Upload: ricardo-ra

Post on 25-Dec-2015

3 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Emancipación humana.

TRANSCRIPT

Page 1: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

“Sobre la cuestión judía” de Karl Marx o el problema conjunto de la religión, la sociedad civil y el Estado.

“La religión es cabalmente eso, el reconocimiento del hombre, dando un rodeo. Su reconocimiento a través de un mediador. El Estado es el mediador entre el hombre y la libertad del hombre. Así como Cristo es el mediador sobre el que el hombre descarga toda su individualidad y toda su servidumbre religiosa, el Estado es el mediador al que desplaza toda su no-divinidad y toda su no-servidumbre humana. “ Karl Marx, Sobre la cuestión judía.

“Cristo representa, originariamente: 1) a los hombres ante Dios; 2) a Dios, para los hombres; 3) a los hombres, para el hombre. Del mismo modo, el dinero representa originariamente, en cuanto a su concepto: 1) a la propiedad, para la propiedad privada; 2) a la sociedad, para la propiedad privada; 3) a la propiedad privada, para la sociedad. Pero Cristo es el Dios enajenado y el hombre enajenado. Dios ya sólo tiene valor en cuanto representa a Cristo, y el hombre sólo tiene valor en cuanto representa también a Cristo. Los mismo ocurre en el caso del dinero.” Karl Marx, Extractos del libro de James Mill <<Elémens d ́économie politiquee>>

“La representaciones se presentan cada vez más claramente como mediaciones, término filosófico proveniente de Hegel del cual se abusó al multiplicar las entidades mediadoras; de tal modo que las lagunas, los contornos, cortes, discontinuidades, desaparecen en la multitud de intermediarios […] El cristianismo no temió multiplicar esas mediaciones entre la Naturaleza y lo Divino, entre el cuerpo y el no cuerpo. Histórica y teóricamente, esa multiplicación define la religión cristiana. La divinidad trinitaria contiene en ella la primera mediación: Cristo, Verbo encarnado, mediador entre Dios Padre y el mundo creado. Junto al Logos reside la Virgen Madre, que interceden sin cesar por los humanos ante su Hijo divino […] La entidades mediadoras arrastran tras de sí un ostrero interminable de imágenes infantiles o terribles, de mensajes divinos, de santos barbudos, de diablos, de curas parlanchines y de piadosas mujeres, de doncellas santificadas … “ Henri Lefebvre, La ausencia y la presencia. Contribución a la teoría de las representaciones.

Resumen.

El presente trabajo reflexiona en torno al trabajo de Marx del 1844, Sobre la cuestión judía. Se proponen tres temas en él; el primero es la relación entre el Estado y la religión en general y en particular, lo cual desemboca en el problema de la existencia individual-sensible y genérica del “hombre”; el segundo es la extensión, la concentración y el desplazamiento de la actitud religiosa a la sociedad civil y al Estado político; y por último la emancipación humana, entrelazando la emancipación política, religiosa y social, el cual unifica los dos primeros temas. El ensayo tiene la pretensión de ser una interpretación, una lectura o mejor dicho de intentar esbozar algunos

lineamientos para determinada práctica humana.

Palabras claves: religión, sociedad civil, Estado, Dios, monarca, dinero y emancipación humana.

�1

Page 2: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

1. El problema del Estado y la religión.

El problema del Estado político y la religión es el primero que se aborda en las reflexiones propuestas del trabajo Sobre la cuestión judía. Pero acá se tomará la relación tal y como Marx lo hace en su crítica a Bauer:

Humanizamos la contradicciones del Estado con una determinada religión, digamos con el judaísmo, viendo en ella la contradicción del Estado con determinados elementos seculares; humanizamos la contradicción del Estado con la religión en general, viendo en ella la contradicción del Estado con sus premisas en general. 1

Es decir, se propone que en su texto de 1844, Karl Marx intenta demostrar, en base a una crítica a Bauer, que el problema entre el Estado real y secular, político (es decir aquel que ya no es cristiano, o que ya no se ayuda del cristianismo para fortalecerse) y el judaísmo, o la religión en general, es la misma relación entre el Estado y sus premisas. ¿A qué se refiere Marx con dichas premisas ?

Se refiere principalmente a que el Estado está en contradicción directa con aquello que lo hace Estado ¿Qué es el Estado para ese Marx de 1844? Es la generalidad abstracta, formal, desprendida de la sociedad, es la idea de generalidad. Con ello refiere a un tema tocado en casi todos los textos de juventud del hombre de Tréveris: el ser genérico. Pero ese ser genérico es, por decirlo así, independiente de cada uno de los elementos que lo forman, es decir de ciertas partes de la sociedad. Entre esas partes están los judíos. Así de la contradicción entre la religión judía y el Estado político, Marx formula el problema entre las partes atomizadas, es decir los individuos egoístas y su representación política; el argumento desemboca en la contradicción entre el Estado y cada una de las partes de la sociedad civil, es decir las premisas de éste. Por ello afirma:

El conflicto en que vive el hombre como adepto de una religión especial frente a su ciudadanía y a los demás hombres en cuanto miembros de la comunidad se reduce al divorcio secular entre el Estado político y la sociedad civil. 2

Profundicemos éste argumento. Se puede decir que cuando Marx en Sobre la cuestión judía está tratando la relación entre el Estado y la religión, está mostrando que en la sociedad moderna, cuando la religión se separa del Estado, es decir cuando se seculariza el proceso estatal, se está llegando a la contradicción entre cualquier parte de la sociedad civil y el Estado, entre el interés general y el interés privado. Pues nos afirma en su trabajo, que el judío cuando pide la emancipación política, se refiere a una emancipación individual, que es un aspecto del derecho privado, un “sálvese quien pueda”, o en otros términos que se ha logrado la libertad de la emancipación individual. El “hombre” se ha escindido en ciudadano y particular, en “hombre” público y privado. Es pues también la ciudadanización de lo elementos de la sociedad; el proceso de secularización del Estado, o la libertad de culto, y la conversión de cualquier individuo en ciudadano, van de la mano. Así las exigencias del judío, son las exigencias de cualquier

Marx, Karl, Sobre la cuestión judía, en Escritos de juventud, Fondo de Cultura Económica, 468 p. 1

Ibid., 470 p. 2

�2

Page 3: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

particular; el judío, en el trabajo de Marx sólo es el ejemplo de cómo una de las premisas del Estado político entra en contradicción con éste:

La diferencia entre el ciudadano y el hombre religioso es la que media entre el ciudadano y el comerciante, entre el ciudadano y el jornalero, entre el ciudadano y el terrateniente, entre el ciudadano y el individuo viviente. La contradicción entre el hombre religioso y el hombre político es la mismo que existe entre el burgeois y el citoyen, entre el miembro de la sociedad burguesa y su piel de león político.

Bauer deja en pie esta pugna secular a que, en fin de cuentas, se reduce la cuestión judía, la relación entre el Estado político y sus premisas, ya sean éstas elementos materiales, como la propiedad privada, etc., o elementos espirituales, como la cultura y la religión; pugna entre el interés general y el interés privado, el divorcio entre el Estado político y la sociedad burguesa deja en pie estas contradicciones seculares y se limita a polemizar contra su expresión religiosa3

Marx critica de Bauer que ha reducido la cuestión judía a un tema religioso, y no se ha dado cuenta de que es un problema no-religioso, secular, como ya se mencionó es la contradicción entre lo que puede ser el “todo” y las “partes” , también se podría decir que 4

es la contradicción entre los representados y sus representantes, entre los elementos que forman la sociedad civil y aquellas mediaciones de lo estatal. Es por ello que Marx llega a la formula contradictoria, la dualidad: existencia individual-sensible y la existencia genérica del “hombre”.

¿No es acaso esa contradicción la que se vive actualmente cuando surgen los llamados “nuevos grupos sociales”? ¿No es acaso el mismo proceso de los judíos con el Estado, la que se juega entre las razas, los géneros sexuales, etc., con el Estado? Se 5

puede decir que es también el conflicto, por ejemplo entre los negros y el Estado político, pues ellos tendrían que liberarse de sus conflictos de raza, ellos como elementos de la sociedad civil, entran en conflicto con la generalidad abstracta y cuando obtiene la emancipación política, se reduce su contradicción a resolución individual. Cabría preguntarse también si es el conflicto entre las clases sociales, entre la burguesía y el proletariado ¿Son las exigencias de los proletarios, exigencias particulares? ¿O es como afirmaba Marx en otro lugar, en donde se entrecruza el interés general y particular?

Esto nos lleva a preguntarnos ¿Cómo se resuelve dicho conflicto? A ésta pregunta Marx responde que se resuelve mediante la emancipación humana, tema de nuestro último apartado. La actualidad de éste tema es evidente, la cuestión ya ha sido planteada.2. La extensión de la actitud religiosa.

Ibid., 470.471 p.p. 3

Es pues parte de una contradicción general: “La contradicción en que el creyente de una religión particular 4

se halla con su ciudadanía no es más que una parte de la contradicción general: la contradicción secular entre el Estado político y la sociedad burguesa “, Ibid., 475 p.

Véase el siguiente párrafo: “Pero la anulación política, a su modo, las diferencias de nacimiento, de nivel 5

social, de cultura y de ocupación, al declarar el nacimiento, el nivel social, la cultura y la ocupación del hombre diferencias no políticas, al proclamar que todo miembro del pueblo, sin atender a estas diferencias, participa por igual de la soberanía popular, al tratar a cuantos intervienen en la vida real del pueblo desde el punto de vista del Estado. Por ello no obsta para que el Estado deje que la propiedad privada, la cultura y la ocupación actúen a su modo, es decir, como tales propiedades privadas, cultura y ocupación, y hagan valer su naturaleza especial. Muy lejos de acabar con estas diferencias de hecho, el Estado descansa sobre estas remisas, solo se siente como Estado político y sólo hace valer su generalidad en contraposición a estos elementos que forman parte de él. “ Ibid., 469 p.

�3

Page 4: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

Este segundo tema que se ha propuesto es bastante complejo, pues es una crítica que hace Marx cuando intenta mostrar como el Estado se ha secularizado, pero la actitud religiosa se mantiene tanto en el Estado como en la sociedad civil.

Marx habla que el Estado que está en conflicto actualmente con los judíos es el cristiano, es decir aquel que encuentra sus fundamentos en los privilegios, en otros términos es aquel que toma una particularidad como generalidad, aquel que en nombre del ser genérico, impone su particular. El Estado cristiano es un “no-Estado”, nos dice Marx. ¿Por qué aún cuando sucede la secularización del Estado, sigue siendo religioso? La respuesta está en que la actitud religiosa, en éste caso se ha extendido. Es decir se ha desplazado la actitud religiosa de Dios al Estado, y se ha concentrado en en el monarca:

En el Estado que se llama cristiano rige, ciertamente, la enajenación, pero no el hombre. El único hombre que aquí significa algo, el monarca, es un ser específicamente distinto de los demás hombres y es, además, un ser de naturaleza divina, que se halla en relación directa con el cielo y con Dios. Los vínculos que aquí imperan siguen siendo vínculos basados en la fe. Lo cual quiere decir que el espíritu religioso, en realidad, aún no se ha secularizado 6

¿Qué ha sucedido? Que la emancipación política ha relegado la liberación de la actitud religiosa al derecho privado, al individuo, no se plantea ya como problema del la sociedad en general, no es ya un tema comunitario. Al trascender la emancipación religiosa al tema privado, lo que se hace es que se desplaza la resolución de lo comunitario a la individualidad. Entonces la actitud religiosa se mantiene y no sólo se mantiene sino que se afirma, se extiende a aquello que se supuestamente se ha liberado de dicha actitud Aquí entonces el monarca juega como mediador entre la generalidad abstracta y la existencia individualidad-sensible, entre el Estado y la sociedad civil a partir de privilegios. El monarca es el representante del Estado en la sociedad civil, así como Cristo es el representante de Dios en la Tierra.

La actitud religiosa que se encontraba en un primer momento como tema de lo comunitario, cuando sucede el proceso de secularización de Estado, contradictoriamente, se desplaza al Estado y se concentra en el monarca. Esto es resultado una vez más de la disociación entre la sociedad civil y el Estado, nos dice Marx:

Los miembros del Estado político son religiosos por razón del dualismo que media entre la vida individual y la vida genérica, entre la vida de la sociedad burguesa y la vida política: religiosos, en cuanto que el hombre comporta hacia la vida del Estado, situado en el más allá de su real individualidad, como hacia su verdadera vida; religiosos, por cuanto que la religión es, aquí, el espíritu de la sociedad burguesa, la expresión del alejamiento y del divorcio del hombre con el hombre. La democracia política es cristiana por cuanto que, en ella, el hombre, y no sólo un hombre, sino todo hombre, vale como ser soberano, como ser supremo, pero el hombre en su manifestación no culta y no social, el hombre en su existencia fortuita, el hombre tal y cómo anda y se yergue, el hombre corrompido por toda la organización de nuestra sociedad, perdido a sí mismo, enajenado, entregado al imperio de las relaciones y poderes inhumanos; en una palabra, el hombre que aún no ha llegado a ser criatura genérica real. La imagen fantástica, el sueño, el postulado del cristianismo, la soberanía del hombre, pero como un ser extraño, distinto del ser real, es, en la democracia una realidad tangible, presente, una máxima secular7

Ibid., 474 p. 6

Ibid., 475 p. 7

�4

Page 5: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

En ese proceso que se ha mencionado de desplazamiento-concentración, se juega la enajenación del “hombre” respecto de su comunidad; primero es una enajenación religiosa y luego una enajenación que se podría decir política.

El segundo momento es cuando la actitud religiosa se desplaza a los imbricados mundos de la sociedad civil. Eso se nota cuando Marx habla de la religión práctica de los judíos, es decir el egoísmo y la necesidad práctica, y su Dios el dinero. La actitud religiosa del judío se desplaza a la práctica individual-sensible, a lo concreto, es decir se mantiene o se extiende a la sociedad civil, en el dinero. Este tema de Marx es tocado en otros textos de la mismo época, pero es interesante como acá muestra que ni siquiera en la sociedad civil, en la sociedad burguesa se han emancipado de la actitud religiosa. Se puede decir el mismo argumento, la actitud religiosa se desplaza a la sociedad burguesa y se concentra en el dinero:

El dinero es el celos Dios de Israel, ante el que no puede legítimamente prevalecer ningún otro. El dinero humilla a todos los dioses del hombre y los convierte en una mercancía. El dinero es el valor universal de todas las cosas, constituido en sí mismo. Ha despojado por tanto, de su valor propio y peculiar al mundo entero, al mundo de los hombres y al mundo de la naturaleza. El dinero es la esencia del trabajo y de la existencia del hombre, enajenado de éste, esencia extraña que lo domina y es adorada por él.El Dios de los judíos se ha secularizado, se ha convertido en Dios universal. La letra de cambio: he ahí el Dios real y verdadero del judío. Su Dios es, sencillamente, la letra de cambio ilusoria. […] 8

¿Qué sucede? Marx nos dice, que el Dios de los judíos contradictoriamente se ha secularizado, se ha vuelto práctico en el egoísmo y la necesidad práctica. El dinero es el representante universal de todas las cosas ante los judíos (la sociedad civil), al igual que Cristo, el dinero es también un representante, un mediador. La enajenación que primero es religiosa, deviene o se desplaza social.

¿Cómo se podrían tomar conjuntamente dichas problemáticas? Como se ha mencionado antes el tema que une a los tres es el del mediador, en otras palabras del representante. Por qué la sociedad necesitaría ciertos rodeos, para estar consigo misma. Dice Marx, que los “hombres” en su actitud religiosa hace un rodeo para sentirse comunitarios mediante Cristo; los mismos hacen un rodeo ante el monarca o el Estado para representarse políticamente. Lo mismo que las cosas se representan en el dinero, los “hombres” hacen un rodeo ante sí mismos. Cabe preguntarse ¿Por qué los “hombres” necesitan un representante (el monarca, el dinero) ante la universalidad abstracta (el Estado) o la universalidad concreta (la sociedad civil)? Es pues un acto de representación el problema conjunto de la religión, la sociedad civil y el Estado.

¿No es acaso un tema actual la “crisis de representatividad”? ¿No es acaso actual el tema del dinero “creador” de comunidad, como divinidad suprema, como voluntad absoluta, como “representante de poder absoluto”? Son pues parte de la enajenación general.3. La emancipación humana.

Ibid., 487-488 p.p. 8

�5

Page 6: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

En éste último apartado se intentará conectar las tres emancipaciones que encontramos en el trabajo de Marx, es decir la emancipación religiosa, la emancipación política y la emancipación social.

La primera en abordar será la emancipación política. Dice Marx que ella es resultado del divorcio entre sociedad civil y Estado, es su máxima expresión. Dicha emancipación consiste en que el Estado político se declare como liberado de determinadas particularidades, declarándolas como privadas. Es el tema central del texto Sobre la cuestión judía, ya que los judíos en esa época pretenden la emancipación política, es decir no quieren que el Estado trate con privilegios a determinados grupos, sino que quieren ser parte del “yugo general”.

La emancipación política es relegar una diferencia a cuestiones privadas, es decir es trasladarla de la esfera de lo comunitario a la esfera de lo individual. Es por ello que los judíos de la época de Marx requieren dicha liberación, requieren la liberación individual. Se mencionan algunas determinaciones de dicho tipo de emancipación: la emancipación política no es la emancipación humana; la emancipación humana es la liberación del Estado de una traba, sin que por ello necesariamente se libere la sociedad, la liberación del Estado de cualquier diferencia no implica la liberación de la sociedad de dicha traba, pues se hallan autónomos; la emancipación política es la emancipación abstracta y limitada, parcial y unilateral; es también una anulación de las diferencias entre los hombres, es pues una reducción (¿o ampliación?) a un”hombre” común; es también la máxima aspiración en el mundo actual; la emancipación política es la disociación en ciudadano y cualquier otra particularidad de un individuo (judío, jornalero, negro, homosexual, etc.). En otros términos la emancipación política es la resolución entre lo común y la diferencia, entre la generalidad y la particularidad a través de un rodeo, de una mediación o representante: el Estado político.

Así pues la emancipación política se puede decir que es el reconocimiento, el otorgamiento de un valor (o de valor) a un individuo o grupo de individuos (particularidad), para ser privadamente tales, para que su actividad como individuos atomizados sea tal, sea privada. Como se puede ver esas diferencias van siendo relajadas al ámbito social, de la sociedad civil, burguesa, es decir se van desplazando al ámbito de lo sensible, de lo concreto. Es pues el transito del reconocimiento abstracto y formal, pero también general a la individualidad, al egoísmo, al sálvese quien pueda, al todos contra todos, pero también al ámbito de lo concreto, de lo vivo. Es pues como algunos filósofos lo quieren de la emancipación concebida a la vivida.

Con ello llegamos a la emancipación social, es decir a la emancipación concreta. Sólo en ésta se puede llegar a la emancipación humana, dice Marx:

El judío no podrá seguir existiendo una vez que la sociedad logre acabar con la esencia empírica del judaísmo, porque su conciencia carecerá ya de objeto, porque la base subjetiva del judaísmo, que es la necesidad práctica, se habrá humanizado, porque se habrá superado el conflicto entre la existencia individual-sensible y la existencia genérica del hombre.

Emancipar socialmente al judía equivale a emancipar del judaísmo a la sociedad 9

Marx no aborda cabalmente la emancipación social, pero en ésta última parte de su trabajo sugiere que dicha emancipación, podría ser aquella que supera la individualidad aquella que va “superando” socialmente las tabas particulares, para constituirse en un ser genérico real.

Ibid., 490 p. 9

�6

Page 7: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

¿Y la emancipación religiosa? Esta es más complicada de lo que parece. Aunque en el texto Sobre la cuestión judía se abordó como una particularidad, se ha propuesto acá que la actitud religiosa se ha extendido ¿Cómo? ya se ha dicho que se desplaza y se concentra al Estado y la sociedad civil. Pero se quiere hacer énfasis en que si se ha extendido, mediante desplazamiento y concentración, lo que tenemos es que la emancipación religiosa se extiende también al Estado y la sociedad civil. La actitud religiosa es esa separación entre lo divino y lo profano, esa divinidad, esos lazos de fe, menciona Marx. La emancipación religiosa es diferencie de la emancipación política de la religión en general.

La emancipación política se puede decir es una vía solamente de la emancipación humana. La sociedad burguesa y el Estado político se hallan más religiosos cuando se secularizan, por un lado se tiene al monarca y por el otro al dinero. La emancipación de la actitud religiosa, es la superación de la mediación, del acto de representación mismo. Es dejar de dar ese rodeo que encarga Cristo ¿Cuáles son los fundamentos de la religión en general y de ese rodeo? Quizá sea ese un elemento de que está fuera de nuestra discusión ¿Podría ser el fundamento de la religión un anhelo, el miedo, ante la naturaleza y la comunidad? La pregunta quizá Marx la resolvió en otra parte, acá queda abierta.

Pro último se mencionará que quizá la emancipación humana, sea la superación de la enajenación social, religiosa y política. Es decir la emancipación social y religiosa. Desde las reflexiones de éste ensayo la emancipación religiosa en sus ámbito extendidos se parecería más a la emancipación humana, la trascedencia de las mediaciones, del proceso de representación, aunque quizá ese sea un tema completamente bastante complejo, por tanto, sólo se esbozan algunas líneas para su desarrollo.

4. ¿Qué concluir?

Acá sólo se desarrollaran las tesis del ensayo, aquello elementos fundamentales que se consideren servibles para una lectura del trabajo de Marx Sobre la cuestión judía y una práctica posible:

– La relación entre el Estado político y la religión judía, es un tema secular que puede ser enunciado bajo la fórmula de Marx: contradicción entre la existencia individual-sensible y la existencia genérica del “hombre”; por lo que puede servir como planteamiento para algunos problemas que acechan el mundo moderno y el mundo actual, como puede ser el surgimiento de los “nuevos grupos sociales”. Puede servir como premisa para resolver el problema prácticamente de la generalidad y la particularidad, del interés privado y el general.

– La emancipación política es sólo una vía, de la emancipación humana, no es la total emancipación humana, pero con ello no deja de ser la expresión máxima en el mundo actual. Así pues al no revolucionarse los elementos de la sociedad civil, la emancipación política serviría como fundamento al reconocimiento de ciertas particularidades, de ciertas diferencias. Es pues la vía estatal de la emancipación, la “solución Estado”, de los conflictos entre lo diferente y lo común. Eso es ya plantearse el problema.

�7

Page 8: Ensayo Sobre La Cuestión Judía

– La actitud religiosa se ha extendido mediante un proceso de desplazamiento-concentración al Estado político y la sociedad civil. Es por ello que quizá la emancipación religiosa contenga la superación de la enajenación política, social y religiosa, partir del problema general de la mediación o representación política. Lo cual nos podría llevar a una crítica de los “representantes”, tanto políticos (el monarca, los hombres de que constituyen el Estado, etc.), como sociales (el dinero, la moneda, etc.), o religiosos (Cristo, Buda, la Virgen, etc.).

– El paso de la emancipación política a la socia, es también el paso de la emancipación formal y abstracta a la concreta y sensible. En ese tránsito se enfrentan “rodeos”, mediaciones. La reducción de ciertas problemáticas al ámbito privado tendría como ventaja que los problema se plantean en términos reales, pero como desventaja que se hacen privados, deja pues de ser comunitarios. En este sentido el seguimiento de éste proceso nos puede llevar a una critica de ciertas políticas actuales del Estado, como la “focalización” de políticas, o el respeto privado de algunas etnias.

5. Bibliografía.

Marx, Karl, Sobre la cuestión judía, en Escritos de juventud, Fondo de Cultura Económica, México, 1982.

�8