ensayo tic diana
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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOSUAPA
Maestría en Ciencias de la EducaciónMención Gestión de Centros Educativos
Asignatura:
Tecnología de la Información y la Comunicación Aplicada a la Educación.
Tema:
Ensayo sobre la Formación de los Alumnos para el Futuro
Facilitadora:Máxima Rodríguez.
Presentado por:Diana Janilka Polanco Morrobel.
Matricula:16-2460.
Miércoles 24 de febrero, 2016Santiago, provincia Santiago de los caballeros
República Dominicana.
Ensayo sobre la Formación de los Alumnos para el Futuro
La educación es la vía correcta y el pasaporte a mejores posibilidades de vida y prosperidad, que
permite a las personas convertirse en emprendedores y líderes del sector donde se desenvuelven.
Esta conversión de las personas depende fundamentalmente de la base sólida enseñada durante la
educación primaria, secundaria y superior, las cuales juegan papel primordial en la formación y
la creación de personas, visionarios, que en un futuro sean seres humanos capaces de
empoderarse en el espacio donde se desenvuelvan, y con aptitudes de liderazgo en el lugar donde
se desempeñen en la sociedad. En esta parte no solo la escuela juega una parte importante en la
formación del alumno, sino también, las familias y el estado, pues es la familia el primer lugar
donde las personas reciben la primera formación, y el estado encargado de garantizar una
educación gratuita y de calidad. La escuela como parte de este proceso de formación juega un
papel preponderante para forjar el profesional del mañana y que la sociedad amerita.
Vivimos en una sociedad donde la economía mundial, está basada en el uso de herramientas
tecnológicas como lo es el internet; donde se ofrecen diversas oportunidades que antes no había,
pero aún existe la necesidad de contar con acceso universal a la educación de calidad y al
liderazgo visionario.
En un mundo globalizado, sujeto a constante cambios, y conectado a través de herramientas,
como el internet, donde la tecnología cada vez es más eficaz y necesaria; la educación del futuro,
no solo debe brindar el conocimiento necesario, sino que debe reestructurar el actual modelo de
educación y promover las competencias que deben ser desarrolladas y enseñadas en los
educandos para los trabajos futuros. Estimular a los niños y jóvenes a adaptarse a diferentes
espacios y retarlos constantemente, los convierte en personas más ingeniosas y creativas. Esto les
abre un amplio espacio de posibilidades para el futuro como, por ejemplo, el ser sujetos
emprendedores.
En ese sentido, Alianza por la Calidad de la Educación (pág. 6, /2007) plantea que “la
modernización de los centros escolares deben garantizar lugares dignos, libres de riesgos que
sirvan a su comunidad, que cuenten con la infraestructuras y el equipamiento necesario y la
tecnología de vanguardia apropiada para enseñar y aprender”. Para pensar en un mejor futuro
para nuestros jóvenes, debemos de garantizar que quienes dirigen el sistema educativo, los
centros escolares y quienes enseñan a nuestros hijos sea un personal adecuada y debidamente
formados y reciban los estímulos e incentivos que merezcan en función al logro educativo de
niños y jóvenes. Las universidades tienen un gran reto para recuperar el significado auténtico del
trabajo. Deben fomentar la educación integral para formar personas con un sentido de
responsabilidad social, de tal modo que los alumnos vean, en el trabajo, el medio idóneo para
lograr el bienestar personal, social y económico, y al mismo tiempo, deben ofrecer las
condiciones adecuadas para el desarrollo de competencias profesionales, que permitan a los
alumnos integrarse eficazmente al mundo del trabajo, sin que ello signifique que deban sufrir,
sino que puedan crecer como personas y así contribuir al bienestar y buen desarrollo de la
sociedad.
El crecimiento y la estabilidad, de la sociedad, dependen de la capacidad de los sistemas
educativos de preparar a los alumnos para que tengan oportunidades laborales efectivas, y
ayudarlos a alcanzar niveles de logros más elevados, para lograr satisfacer las demandas de los
alumnos del siglo XXI. En este sentido los sistemas escolares aún tienen que analizar y modificar
la forma en que laboran, y de esta manera implementar las tecnologías actuales. Este reto
demanda una respuesta oportuna y una solución mundial que permita a los países más pobres
superar las etapas costosas en el desarrollo y la expansión de sus sistemas educativos, al mismo
tiempo que permita que las escuelas integren las habilidades del siglo XXI en los planes de
estudio, para formar el estudiante que se requiere para el futuro. Se requiere un liderazgo y una
transformación integral de los sistemas educativos. Por lo tanto, se debe plantear un modelo
orientado hacia una acción integral de la reforma curricular, estrategias para la capacitación de
nuevos docentes, desarrollo de liderazgo e integración de tecnologías de la información y
comunicación para la colaboración en la labor educativa y la formación de los alumnos para el
futuro. Estos aprendizajes deben ser facilitados por docentes empoderados y respaldado por
tecnologías que permitan que las personas puedan crear, adaptar y compartir, un alumno capaz
de realizar tareas diversas, basadas en proyectos que fomenten la innovación y la colaboración,
y un alumnado que obtenga competencias para aplicar su conocimiento y creatividad en la
resolución de problemas del mundo real. Aunque la visión de la educación de calidad y liderazgo
del siglo XXI, para la formación del alumno del futuro, es mundial, se requiere un recorrido
local; un recorrido que responda a los desafíos y las oportunidades para el establecimiento de un
mejor futuro y porvenir. La meta final es la mejora del sistema de calidad y el acceso a la
educación en todo el mundo.
Finalmente y a manera de reflexión, todos los seres humanos deben comprometerse, siendo
personas con pensamiento crítico y que lleven a cada uno de los implicados en el futuro de los
alumnos en la sociedad a siempre mantenerse evaluando los cambios sociales y culturales de
nuestros pueblos para así crear las medidas necesarias para sustentar un futuro de mejora. Los
gobiernos deben crear políticas que incentiven la educación, a través de programas dirigidos a las
personas encargadas de brindar educación, contribuyendo a su mejora continua y a la mejora de
los aprendizajes en nuestros niños y jóvenes como en los adultos, facilitando los recurso
necesarios para siempre mantener una educación de calidad.
En este mismo orden cada padre, madre o tutor debe de hacerse participe en el desarrollo de sus
hijos tanto en las escuelas como en la sociedad que los rodea, inculcándoles los valores que
hagan de ese niño un buen ciudadano en el futuro, todos formamos parte de ese futuro que les
queremos facilitar a los docentes, es por esto que no debemos de cerrar nuestras manos y dejar de
ayudar a formar personas con la capacidad de ser un ente de excelencia en nuestra sociedad, es
necesario creer en nosotros mismos y en esos pequeños forjadores de futuro, de esta manera sí
podremos decir que estamos fomentando avances efectivos en la formación para el futuro,
entendiendo que el inculcar valores no es una carga que no podamos llevar, sino que lo veamos
como una forma de cambiar el accionar, para el mejoramiento eficaz que necesita nuestra
sociedad, y recordando que todos somos parte de la creación de conocimiento, la cual será buena
o mala de acuerdo a lo que hoy fomentemos en las mentes de cada alumno o hijo; y es aquí la
meta final en la que todos debemos de trabajar para que esa semilla crezca y formemos alumnos
para el futuro tecnológico al cual pertenecemos y en el cual nos desenvolvemos.