ENTENDIENDO QUÉ

SIGNIFICA ESTADO

CIUDADANO

Ubicación en nuestro aquí y ahora

Tlacatzin Stivalet

lunes 22 de enero de 2007

Se habla de que vivimos en una época de cambio y hay quienes ya hablan de que

vivimos un cambio de época. Esto no es un juego de palabras. Se trata de que nuestra

presente coyuntura dé pie para un cambio histórico, de que nuestra circunstancia

personal dé pauta para un verdadero cambio estructural. Al hablar de "estructura",

muchos hablan de "reforma del Estado", sin que quede muy claro de qué trata dicha

reforma, la mayoría entiende reforma de nuestro sistema de gobierno.

Lo que primero salta a la vista es que existe mucha desinformación, mucha

confusión de conceptos. Para construir un consenso que haga realidad esta vaga

aspiración de "reforma del Estado", necesitamos ponernos de acuerdo en el

significado de la palabra Estado. Los 77 millones de ciudadanos mexicanos

necesitamos esclarecer qué queremos decir cuando mencionamos la palabra Estado,

ya que cada uno puede afirmar: ¡El Estado soy yo!

Los diccionarios describen la forma actual de entender la palabra ESTADO:

'situación en que está una persona o cosa: estado de salud, edificio en mal estado', 'condición

de un cuerpo en cuanto a la cohesión, fluidez, distribución o ionización de sus

átomos: estado sólido, liquido, cristalino‘ y tambien como 'entidad política que preside los

destinos colectivos de una sociedad y que ejerce, por esta razón, el poder legal'. En

este último caso, se escribie con mayúscula: Estado.

Esta variedad de significados actuales de la palabra [ESTADO] proviene del

significado original del verbo latino sto, stas, stare 'estar en pie, tenerse [en pie],

mantenerse en un lugar', 'permanecer, estar quieto', 'subsistir, durar'. En la época

moderna, la palabra [ESTADO] fue puesta en boga durante la Revolución Francesa de

1789. En particular fue el político francés Emmanuel Joseph Sieyès quien se interesó en

nombrar de alguna manera el fenómeno social que sustentaba la revuelta social.

En su célebre opúsculo titulado ¿Qué es el tercer estado?, este político francés define

de manera implícita lo que él llama "tercer estado": al decir que el "primer estado" es

la iglesia [se entiende a la iglesia católica apostólica romana], el "segundo estado" es

la milicia y que el "tercer estado" esta integrado por el resto de los ciudadanos.

Sieyès no explica más. Después de él, nadie ha propuesto una conceptualización de esta

palabra, todos la usan, pero sin definirla.

A 223 años de la Revolución Francesa, ya existe suficiente perspectiva histórica

como para que los mexicanos del presente hagamos un intento válido de ir más allá de

la no definición de quien habló del "tercer estado" sin precisar bien a bien de qué

estaba hablando. Esto es más urgente teniendo en cuenta que el artículo 25 de la

Constitución establece puntualmente que "Corresponde al Estado la rectoría del

desarrollo nacional para garantizar que este sea integral y sustentable ..."

El Estado resulta ser una entidad tan vaga y abstracta como [NACIÓN] o como

[PATRIA]. Quizás a esto se deba nuestro deficiente "desarrollo nacional". Es

momento de intentar precisar y puntualizar la palabra [ESTADO] para descubrir qué

tiene que ver con cada uno de nosotros: los 77 millones de mexicanos con 18 años

cumplidos. Para hacerlo, conviene retomar el planteamiento de quien puso en boga el

concepto actual de Estado.

Al mencionar como "primer estado" a la religión, Sieyès estaba abarcando 5,500

años de Historia. Los gobiernos teocráticos aparecieron en Sumer unos 3,500 años

antes de Cristo. Primeramente en la ciudad de Uruk, a orillas del río Eufrates, donde

el gobernante era llamado en, quien era "el represente en la tierra" de la diosa Inanna,

también llamada Ishtar. De la misma manera en que Benito XVI "es" el

representante en la Tierra del dios de los católicos apostólicos romanos

La mayoría de los pobladores de Uruk eran llamados mashenkak, del akadio

mushkenu 'reverencia', 'inclinarse', nombre que equivaldría a la palabra castellana

«SÚBDITO» que es definida como 'persona sujeta a la autoridad de un superior con obligación de

obedecerlo'. La mayoría de los mexicanos seguimos siendo «súbditos», o sea que, a

pesar de la Revolución Francesa (mexicana) seguimos viviendo en el "primer estado",

es decir, seguimos siendo una «teocracia».

Se puede intentar una conceptualización de lo que puede ser llamado ESTADO

DIVINO, mismo que puede ser descrito como 'entidad política que rige el vivir colectivo de un

país caracterizado por un conjunto de ciudadanos absolutamente obedientes a quien se arroga como su

dirigente'

A la larga decadencia del Estado Divino, y no a otra causa, hay que atribuirle la

presente desobediencia a las leyes, la impunidad delitos cometidos, la corrupción

generalizada, la aparición de organizaciones criminales: narcotráfico, prostitución

infantil, robo de automóviles, et cetera. Urge la sustitución de este muy antiguo

modelo de Estado por uno más acorde con la evolución de los seres humanos, por

uno más civilizado

Afortunadamente poseemos otra herencia: la autóctona. Nuestra herencia

propia también data de hace unos 5,500 años. Nuestra herencia autóctona más

antigua es el legado de los toltecas, que está resumido en el monumento llamado

Huei Cuauhxiccalli iixiptla 'gran jícara del águila, su representante'. Allí está inscrita

nuestra identidad personal; Allí se nos dice que cada uno de nosotros es

«representante del cosmos».

Por esto mismo cada Anahuaca, cada Mexicano es «SOBERANO» como se conoce

a 'quien mantiene una actuación diaria independiente, por lo que manfiesta autoridad suprema en

sus actos'. Quien habla alguna lengua autóctona simultáneamente se asume como

tierra, como lluvia, como aire y como sol; esto, como consecuencia de una educación

armonizante

En consecuencia, la forma de gobieno que los mexicanos actuales heredamos de

los toltecas puede ser llamada «COSMOCRACIA», misma que puede ser explicada

como 'forma adulta de gobierno en la cual cada ciudadano aplica en su vivir cotidiano

la ley cósmica de acción reciprocante: protegiendo lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo

armonioso; logrando de esta manera un vivir colectivo en plena armonía en lo social, en lo

político, en lo económico, en lo familiar y en lo educativo'.

Esta forma de gobierno se sustenta en esencia en el ESTADO CIUDADANO, que

puede ser conceptualizado como 'forma de organización colectiva en la cual la cohesión

entre los ciudadanos surge de las convicciones éticas de cada uno, del sentimiento de

pertenencia colectiva, de la entrega vocacional de cada quien, de la identidad nupciálica

personal así como del estado adulto excelso de todos'. Dicho Estado corresponde a

nuestra herencia tolteca

Cuando existe tal modelo de Estado, el país manifiesta fortaleza social, fortaleza

política, fortaleza laboral, fortaleza familiar y fortaleza educativa. En síntesis, se

puede decir que estamos en un cambio de época: estamos dejando atrás la «época divina»

para ingresar en la etapa histórica de la «época ciudadana». Estas son las opciones

actuales para los 77 millones de ciudadanos que habitamos nuestra patria. De

nosotros todos depende avanzar en nuestro proceso histório, o retroceder.

ESTADO CIUDADANO: 'forma de organización colectiva en la cual la cohesión entre los

ciudadanos surge de las convicciones éticas de cada uno, del sentimiento de pertenencia

colectiva, de la entrega vocacional de cada quien, de la identidad nupciálica personal así

como del estado adulto excelso de todos'

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