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Comunidad de Vida Cristiana en España | Nº. 03. Año 3 | 2014 | www.cvx-e.es

Revista de pensamiento cristiano sobre la actualidad social

Francisco Bernabé y Alfonso

VIVENCIA, PRÁCTICA Y VIDA SOCIAL DE LA IGLESIA

Dolores Aleixandre

“EL CONCILIO VISTO POR UNA JUNIORA Y SU ENTORNO”

Jaime Tatay

DEGRADACIÓN MEDIOAMBIENTAL, SALUD PÚBLICA Y JUSTICIA SOCIOECONÓMICA

José Serafín Béjar Bacas

LA FE NO ES HACER, SINO RECIBIR

Dolores Aleixandre

MEMORIA DEL CONCILIO

Josep Baquer Sistach

CINCUENTA AÑOS DEL CONCILIO VATICANO II¿UNA IGLESIA DE COMUNIÓN?

Inocencio Martín Vicente

EL SEGLAR A LA LUZ DE LOS DOCUMENTOS CONCILIARES DEL VATICANO II

Delegación de CVX-España en la Asamblea Mundial

CRÓNICAS DE LÍBANO 2013

entretodosUNA

IGLESIA DE VENTANAS ABIERTAS

3 | 2014 | Entretodos CRISTIANISMO EN LA VIDA PÚBLICA | CVX-E

SUMARIO

Vivencia, práctica y vida social de la iglesia Francisco Bernabé y Alfonso _______________________ 5

“El Concilio visto por una Juniora y su entorno”Dolores Aleixandre RSCJ __________________________ 7

Degradación medioambiental, salud pública y justicia socioeconómicaJaime Tatay ____________________________________ 10

La fe no es hacer, sino recibirJosé Serafín Béjar Bacas _________________________ 12

Memoria del ConcilioDolores Aleixandre RSCJ _________________________ 14

Cincuenta Años del Concilio Vaticano II ¿Una iglesia de comunión?Josep Baquer Sistach S.I. _________________________ 15

El seglar a la luz de los Documentos Conciliares del Vaticano IIInocencio Martín Vicente _________________________ 24

Crónicas de Líbano 2013Alfonso Salgado, Adelaida Lacasta, Fernando Vidal _____ 29

Produce:Equipo de Comunicación [email protected]

Imprime:Grupo Diario Imprenta, S.L.Tel. 96 330 18 32 - [email protected]

FIJAMOS LA MIRADA EN ...

ASAMBLEA MUNDIAL CVX LÍBANO

Seguramente, el año 2013 será recordado por todos nosotros como el año de la renuncia de Benedicto XVI, cargada de fe inquebrantable, de humildad sincera y de visión profética. Será, por supuesto, recordado como el año de elección del Papa Francisco, que sale a la ventana de la Iglesia cara al mundo y, puesto de rodillas ante Dios y ante su pueblo, nos pide renovar a diario la alegría y el compromiso de ser seguidores de Jesús. Para los de la Comunidad de Vida Cristina, el año 2013 será siempre el año de la XVI Asamblea Mundial, que tuvo lugar en El Líbano, bajo el lema sugerente y revulsivo Desde nuestras raíces hacia las fronteras.

Pero además el año 2013 es un año de aniversario. Un año donde el recuerdo debe tornarse compromiso, donde la evaluación del tiempo pasado se hace espíritu renovado para seguir caminando, mano a mano todos juntos, soñando horizontes comunes guiados por algunas intuiciones de quienes nos han precedido. El año 2013 hemos celebrado 450 años desde que un primer grupo de laicos en Roma se reunieron en torno a la persona de Ignacio de Loyola y algunos de los primeros

compañeros y soñaron juntos un camino de seguimiento a Cristo laical, ignaciano y comunitario. De aquella primera comunidad, que con cariño y orgullo llamamos la Prima Primaria, nacieron con fuerza las Congregaciones Marianas, que son el previo -a veces no demasiado bien conocido y menos aún, reconocido- de la actual Comunidad de Vida Cristiana (CVX).

Y sobre todo, 2013 fue el año del 50 aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, de cuyas intuiciones, desarrollos y retos, aún bebemos como de una fuente fresca, renovadora, sugerente, cristiana.

Quieren estas palabras breves animar a los lectores que ‘lean’ estos acontecimientos como las distintas caras de un mismo fenómeno. Ojalá el espíritu del Concilio Vaticano II sea la clave para entender lo que pasó en El Líbano, y el envío de la CVX a los próximos años para servir en la vida ordinaria de cada miembro y en las obras y servicios que como institución y cuerpo desarrollamos y atendemos entre todos. El Concilio dio unas claves importantes para la

comprensión laical y quizás sea desde ellas desde donde debemos examinar y valorar lo que pasó en El Líbano’13. Porque la CVX quiere compartir con todos, y especialmente con aquellos de vosotros que os asomáis a estas páginas desde otras comunidades laicas o religiosas, lo que a la luz del Concilio quisimos provocar en nuestra Asamblea.

Ojalá seamos capaces también de ‘leer’ los recios, fi rmes y esperanzadores pasos del Papa Francisco en la misma clave que la Iglesia universal se dio hace ya 50 años para ofrecer un mejor testimonio de Cristo en medio de los hombres y un servicio de entrega mayor.

Y ojalá sirvan las sencillas páginas de esta revista que tienes en las manos para volver a suscitar en los lectores y en sus grupos de vida y acción las preguntas claves que unen recordatorio, experiencia compartida y misión futura: a la luz de estos cincuenta años de Concilio Vaticano II ¿qué debemos renovar y recordar? ¿cómo ayudar desde nuestro quehacer cotidiano a hacer vida las ilusiones, proyectos y desafíos del Concilio?

editorial Alfonso Salgado, presidente de la Comunidad de Vida Cristiana en España

Foto Juan Molpeceres

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Fortuna, destino, casualidad, suerte…, no son sino formas de eludir la responsabilidad personal ante los acontecimientos del mundo y de la Historia. Precisamente estamos viviendo un momento especial en el que no podemos continuar siendo sólo espectadores. Somos actores. Y, siendo cristianos, no podemos prescindir de la fe en cuanto a la construcción del futuro. El futuro no está ahí, como si fuera “algo” que nos está esperando. El futuro lo construimos nosotros a golpes de presente. En otras palabras: el futuro es la Palabra de Dios pronunciada en el presente. Sabiendo que esto es así, no dudamos de que el presente es agonía (lucha), dolor, esfuerzo, o, si se quiere, el momento del parto. En el corazón de todo ello está concebida ya la resurrección. La Promesa.

La primera vivencia que se desprende de esta refl exión es, pues, la fe. Como otras vivencias, es gestada en el interior; es una llamada a la que podemos responder en el exterior (práctica)

con la acción, o a la que podemos no responder. Somos libres, y no podemos eludir la responsabilidad de elegir. “Cree como si todo dependiera de Dios, pero actúa como si todo dependiera de ti” (S. Agustín). La fe, ante acontecimientos que se presentan a nosotros como llamada, nos pide responder; nos pide, no nos obliga.

Es éste el continuum en la Historia de la Salvación (cf. Libro del Éxodo), que atraviesa con claridad las respuestas que fueron dando nuestros Padres en dicha Historia, por la que paulatinamente descubrieron lo que hoy llamamos dignidad de los hombres por encima de todo, o lo que hoy llamamos derechos del hombre, como imagen e hijo de Dios; pero es también la constante por la que descubrimos la necesidad de la organización en la acción, donde unos y otros comienzan a poner en juego sus roles con vistas al bien común; es el tiempo de la Ley, del consenso entre todos los grupos (tribus); de la representación, del parlamento, de

la Justicia; es el tiempo y el lugar del nacimiento de un pueblo con nombre propio y signifi cativo; es el lugar de la Asamblea, donde todos tienen su palabra y pueden tomar decisiones; donde, el que quiera puede volverse atrás, y, el que quiera, puede unirse a los otros en un camino común; es el lugar de la Comunión, de los diversos ministerios; la escuela de la fe viva, donde, a la luz de la Ley, se descubre el pecado, y se dinamiza la confi anza en Él, que camina con todos. Es el lugar donde se descubre el valor del arrepentimiento y de la conversión, así como de lo que llamamos penitencia.

Pero, sobre todo, es el lugar donde se descubre el nombre de Dios: “Yo soy el que Soy”, no el que vosotros queráis que sea. Tiempo y lugar: tiempo de transición, de crisis: hemos dejado el pasado atrás, pero el futuro todavía no está; tiempo de presente totalmente desnudo…, nada más; y lugar: el desierto; no puede extrañar, entonces, que en un tiempo y un lugar así, haga

El autorNacimiento: 4 de Febrero de 1948, en Monóvar. El menor de tres hermanos.Primera enseñanza: Colegio Calasancio y Grupo Escolar “Cervantes”, ambos en Monóvar. 1957: primeros estudios de música e ingreso en la Banda Municipal de Música, también en Monóvar. Estudios elementales de piano con D. José Antonio Esteban Parada.

1959: Ingreso en el Seminario Diocesano de Orihuela. Estudios de Bachiller y Humanidades. Siguen los estudios de piano con D. Santiago Casanova. 1963: Alumno libre en el Conservatorio de Murcia, con la profesora Dª Elisa de Villalta. 1964: Estudios de Filosofía en el Seminario; seguimos en el Conservatorio como alumno libre.

1966: Trabajo en una fábrica en Asturias. 1967: Campaña de Alfabetización en la provincia de Cáceres. Ingreso como alumno ofi cial en el Conservatorio.1968: Estudios de Teología en Alicante. 1971: fi n de carrera en el Conservatorio. Estudios de Inglés en la Diputación. 1972: Fin de carrera eclesiástica. Ordenación sacerdotal el 24 de Junio. Primer destino: Colegio de Sto. Domingo, Orihuela.1973: Vicario Parroquial en Aspe, y profesor de Instituto.1979: Vicario Parroquial en Altea, y profesor de Instituto.1984: Párroco de S. Pedro, en Pinoso, y profesor de Instituto. Arcipreste.1991: Estudios en Roma. Licenciatura en Ciencias Sociales y Doctrina Social de La Iglesia.

1995: Adscrito a la Parroquia de La Inmaculada del Plá, en Alicante. Delegado Diocesano de Ferias y Circos.1996: Párroco de La Inmaculada. Arcipreste.1998: Profesor en el Seminario Diocesano, Orihuela.1999: Profesor en el Instituto de Ciencias de la Religión.2000: Delegado Diocesano del Clero. Adscrito a Ntra. Sra. de La Misericordia, en Alicante. Consiliario de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de Alicante.2007: Capellán del Santuario de La Santa Faz.2008: Párroco de Ntra. Sra. de Las Nieves, de Calpe.

FRANCISCO BERNABÉ Y ALFONSO

VIVENCIA, PRÁCTICA Y VIDA SOCIAL DE LA IGLESIA

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acto de presencia la nostalgia del pasado, donde éramos esclavos pero todo era “seguro y claro”.

Seguridad y claridad que son fi cticias; en su momento, sólo revelaban la auténtica situación, de la que el hombre quiere salir en pos de la realización de una promesa. La vivencia tiene mucho que ver con la experiencia, y ésta nos dice que, en cuanto iniciamos el camino, se presenta la tentación. Dice el fi lósofo Regina: “lo demoníaco es la voluntad de poseer el máximo de verdad con el mínimo de compromiso personal… Ciertamente el demonio es el príncipe de este mundo, es decir, del reino de la irresponsabilidad”. ¿Dónde empieza a mostrarse la dignidad humana? En un desierto, en cuyo tiempo y espacio el hombre responde de sí mismo, por sí mismo, ante todo y ante Dios, sin esconderse, y que responde a la pregunta: “¿dónde estás?” Este momento y este mundo están por rehacer, por redimir: “¿dónde estás tú, Adán?”

El Card. Martini, en un discurso a la ciudad de Milán, de Diciembre de 1995, aportaba algunos criterios para la acción de los católicos desde la fe. Enumeramos algunos de ellos de manera resumida:

1)Desde la utopía cristiana, hay que partir de una mirada a la realidad con empatía y respeto, pero con talante crítico y sin complejos. 2) La sociedad es pluralista en cosmovisiones. Lo

que hagan los cristianos habrán de hacerlo generalmente creyentes de otras confesiones o no creyentes. El terreno de la ciudadanía común es el que posibilita el diálogo y el esfuerzo para las aportaciones de cada grupo; aportar, no imponer. En una sociedad laica (o aconfesional) sólo es posible la fuerza de la razón y del testimonio. 3)

Lo que uno vive y acepta como persona no siempre se puede vivir como grupo, y menos si el grupo es plural. Aquí es donde aparece la paciencia histórica para “bajar del mundo de los ideales a la realidad espesa y común”. 4) El compromiso político no puede reducirse a compromiso social. La creciente decepción política explica el desarrollo del voluntariado o la proliferación de las ONGs. El valor de esto no suple la ausencia de los cristianos en las tareas estrictamente políticas, etc.

En resumen, las vivencias del Éxodo se repiten. Es necesario preguntarnos a dónde nos lleva nuestra fe. Porque, en defi nitiva, si no hay práctica, ¿qué clase de fe es la que nos mueve? Salidos de la Insula Barataria, dijo D. Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida…” Ésa es nuestra tierra: la libertad de los hijos de Dios, que caminan con los hijos de los hombres, hermanos, hasta que, rota la cortina del Santuario, contemplen el rostro de Dios, el cumplimiento total de La Promesa.

Salidos de la Insula Barataria, dijo D. Quijote:

“La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres

dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida…”




El autorDolores Aleixandre. Es una monja del Sagrado Corazón de Jesús y teóloga de la Universidad de Comillas. Son conocidas sus publicaciones en Alandar, Vida Nueva, El Ciervo, Catequistas, Sal Terrae o Misión Joven. Es autora de numerosos libros, entre los más vendidos: “La interioridad: un paradigma emergente” de PPC; “Contar a Jesús”, de CCS; Las Puertas de la Tarde: envejecer con esplendor” de Sal Terrae; “La Hendidura de la Roca. Variaciones sobre el Cantar de los Cantares”, de PPC y “Escondido centro: viaje al interior de 25 palabras bíblicas”, de Sal Terrae. Ella misma se defi ne como una “convencida de la fuerza de la Palabra y de la bondad última de las personas. Adicta a la Biblia y a contársela a otros. Agradecida a la vida, al cariño de tantos amigos y al sentido del humor. Afi cionada al cine, a la música polifónica y a Gomaespuma.

Dolores Aleixandre RSCJ

“EL CONCILIO VISTO POR UNA JUNIORA Y SU ENTORNO” 1

(Publicado en “Pastoral Litúrgica”)

El periodo de “recepción conciliar” al que voy a referirme abarca aproximadamente desde 1962 a 1970 y mi intento es el de permitir que afl oren a mi memoria recuerdos sobre los primeros cambios que trajo a mi vida de joven religiosa (de ahí lo de “juniora”) del Sagrado Corazón.

Pocos meses después de mi entrada en el noviciado en 1959, nos convocaron a toda la casa ( una comunidad de 50 profesas, 40 junioras, 60 novicias y 25 postulante) a una reunión solemne en la que la superiora provincial (entonces se llamaba vicaria) anunciaba que el 25 de Marzo el Papa Juan XXIII había convocado un concilio ecuménico. No recuerdo una especial conmoción ante la noticia, totalmente ajena como estaba en aquel momento a la trascendencia de la convocatoria. Los únicos concilios de los que había oído hablar eran el de Trento y el Vaticano I y desconocía las consecuencias que podía tener que la convocatoria de otro.

En mi entorno conventual todo estaba disciplinadamente ordenado y regido por costumbres incuestionables que pronto pasaron a ser cuestionadas. Al entrar en el noviciado yo me había hecho a la idea

de que “un convento es así” y, puesto que me sentía llamada a ese género de vida, no se me ocurría discutir.

Rezar en alto por el Concilio que se avecinaba se convirtió en una costumbre y como no teníamos TV ni radio, las noticias de la apertura y de las primeras sesiones nos las comunicaba la maestra de novicias en los tiempos de recreo. Nos alegró mucho saber que nuestra Superiora general de entonces, la francesa

Sabine de Valon, presidenta de la Unión de Superioras mayores, había sido elegida como auditora y asistía a las sesiones conciliares.

Empezaron los cambios. Al modo de hacerlos podría aplicárseles una sentencia inspirada en la de Jesús a Pedro: “Estos cambios no podéis entenderlos ahora, los entenderéis después”. Y es que casi nunca nos explicaban el por qué de cada uno de ellos, pero como en mi entorno éramos jóvenes y lo que cambiaba iba en una dirección que nos gustaba, tampoco preguntábamos los porqués. Afortunadamente, porque no creo que quienes los iba estableciendo tenían capacidad en aquel momento de contestar a nuestras preguntas: las primeras perplejas eran ellas y aquellos cambios estaban afectando a dimensiones de la vida religiosa que hasta ese momento se consideraban inmutables.

Por poner un ejemplo: cuando una novicia “díscola” cuestionó en alto alguna de las costumbres que le parecían desfasadas, la respuesta de la maestra de novicias fue: “Hermana, aquí no necesitamos reformas. Si las quiere, sálgase y funde otra Congregación”. Se salió poco después, claro, pero no para fundar. Y es que aquel grupo de 60 mujeres entre 18 y 25 años empezábamos a ser un hervidero de agitación y deseos de cambio. Sólo más tarde supimos que la Gaudium et Spes “nos daba la razón” cuando

Rezar en alto por el Concilio que se avecinaba

se convirtió en una costumbre y como no

teníamos TV ni radio, las noticias de la apertura y de

las primeras sesiones nos las comunicaba la maestra de novicias en los tiempos

de recreo.

1 Este título está “semi-clonado” del libro de Pilar Garrido: “La posguerra vista por una particular y su marido” (Forges). Me ha parecido que el recorrido que hago en estas líneas recordando la repercusión del Concilio en mi vida, se parece al que ella hace por la posguerra española.


reconocía: “El cambio de mentalidad y de estructuras somete con frecuencia a decisión las ideas recibidas. Esto se nota particularmente entre los jóvenes cuya impaciencia les lleva a rebelarse” (GS 7). Y que “las instituciones, leyes, maneras de pensar y sentir heredadas del pasado, no siempre se adaptan bien al estado actual de las cosas. De ahí una grave perturbación en los comportamientos” (GS 7). Y esa “perturbación” estaba ya latiendo en nuestro interior y comenzaba a asomarse hacia fuera.

El primer “respiradero” para los deseos de cambio vino con la liturgia: el castellano reemplazaba al latín y el cura ya no celebraba de espaldas sino de frente a la asamblea. Los Domingos ya no rezábamos el rosario ni leíamos durante la segunda misa a la asistíamos, sino que había que estar atentas, seguir los movimientos de levantarse y sentarse y escuchar la homilía. No nos dijeron que se debía a que la Sacrosantum Concilium permitía “la traducción del texto latino a la lengua vernácula” (SC 36) y animaba a que “los ejercicios piadosos se organizaran teniendo en cuenta los tiempos litúrgicos, de modo que fueran de acuerdo con la sagrada liturgia” (SC 13).

¡Nos dieron la Biblia! Antes solo teníamos “Los tres libros del cristiano”, encuadernados en un solo tomo: el Nuevo Testamento, los Salmos y el Kempis. Poder leer por primera vez el Antiguo Testamento fue para mí un banquete. Y todo gracias a que la Perfectae Charitatis recomendaba: “Tengan diariamente en las manos la Sagrada Escritura” (PC 6). Un anécdota divertida: una hermana la pidió en francés porque “esas cosas tan poco edifi cantes del AT, parece que en francés suenan de otra manera…”

Llegó un cambio determinante: desaparecía la división entre religiosas de coro y hermanas coadjutoras (teníamos hasta el hábito diferente) y nos convertíamos en una única “categoría” gracias al “procúrese que en las instituciones de mujeres se llegue a una sola clase de hermanas” (PC 15).

De pronto, un permiso que fue celebradísimo: los Domingos podíamos salir al jardín a pasear, jugar al baloncesto o algún juego de mesa y en verano, pasar 15 días en una casa en el campo. No sabíamos que aquella corriente de

amplitud nacía de este principio: “La manera de vivir, orar y trabajar ha de ajustarse debidamente a las actuales condiciones físicas y psíquicas de los miembros” (PC 3)

Muchas normativas minúsculas empezaron a desmoronarse como si se derritieran con una oleada cálida pero lo que para algunas constituía una verdadera liberación, para otras suponía un escándalo y un trauma: el PC exhortaba a conservar las “sanas tradiciones” pero a “no multiplicar leyes y suprimir las ordenaciones que resultaran anticuadas”. Bendita supresión de tantas “multiplicaciones” acumuladas con el paso del tiempo, aunque supusiera un cataclismo par algunas mentalidades.

Llegaron los periódicos, gracias al consejo de promover un “conveniente conocimiento de las situaciones de los hombres y de los tiempos” (PC 2). También el ensanchamiento de lecturas más allá de las “clásicas” como Jesucristo ideal del monje de Dom Columba Marmión o la Teología de la Caridad del P. Royo Marín.. Menos mal que Santa Teresa y San Juan de la Cruz también estaban entre las lecturas recomendadas. Pero el Concilio había hablado de “formación religiosa, apostólica, doctrinal y técnica…” (PC 18) y de la conveniencia de estar convenientemente instruidas “acerca de las actuales costumbres sociales y sobre el modo de sentir y pensar de hoy” (PC 18).

Otra sorpresa: guardábamos la clausura de manera tan estricta que no salíamos

ni al dentista sino que venía uno con un torno manejado con pedal (nos aterraba que se nos picara una muela…). Y algo más grave que me tocó vivir: siendo novicia murió mi padre y no puede salir para el entierro. Pero de manera brusca, esa forma de clausura dejaba de existir porque “las monjas que por institución se dedican a las obras externas apostólicas, deben ser eximidas de la clausura papal” (GS 16) y las congregaciones de vida apostólica debíamos “ajustar convenientemente sus observancias y prácticas con los requisitos del apostolado a que se consagran” (PC 8). Así que empezamos a visitar a nuestras familias con gran alegría de éstas aunque, en los comienzos, sólo “en circunstancias graves”.

Salíamos también a conferencias y empezamos a entrar en contacto con otras propuestas, ideas y posturas que nos hacía conscientes de la envergadura de la transformación conciliar. Oíamos hablar de teólogos que nos eran absolutamente desconocidos: en una conferencia del Alfonso Alvarez Bolado SJ sobre el libro “Sincero para con Dios” de J.A.T Robinson que tanto revuelo había formado, yo escribí en mis apuntes junto a su nombre: “no Crusoe”. Nos hablaban, ya de vuelta, de “los teólogos de la muerte de Dios” cuando ni siquiera estábamos “de ida” ni teníamos la más remota idea de las corriente teológicas que se estaban moviendo.

Había que “revisar las formas de gobierno de los institutos” (PC 3); los superiores “debían consultar y oír



convenientemente a sus hermanos” (PC 4). La autoridad cambiaba de rol, se suprimían las tarimas en las que se sentaban las superioras y ensayábamos nuevas formas de circularidad, todo ello en medio de turbulencias, ensayos, fracasos y aciertos. Por primera vez se convocó un Capítulo general al que asistían miembros elegidos y nos pidieron que enviáramos nuestras “desideratas”, tarea que emprendimos con entusiasmo: fueron tan numerosas y pluriformes que la comisión de preparación tuvo que ejercer mucha creatividad e ingenio para darles forma coherente.

Crecía en nosotras la inquietud social, se ensanchó el concepto de lo que era “educación”, empezaron las fundaciones en barrios y pueblos. Formábamos pequeñas comunidades muy insertas en el entorno y fueron años preciosos de aprender otros modos de estar entre la gente

Un año, al llegar el mes de Julio, “informé” a la superiora de mi comunidad que quería pasar “un verano social”: un campo de trabajo con universitarios o ayudar en algún pueblo…Me dijo que lo iba a pensar: al día siguiente me comunicó que mi “verano social” iba a consistir en

trabajar por las mañanas en la cocina y por las tarde en el lavadero. Y aunque me enfadé de momento, en Septiembre reconocí que había aprendido sobre “lo social” más que en cualquier otra escuela. Y es que, entre las superioras que nos gobernaban, había mujeres extraordinarias con mucha apertura y gran sentido común.

En 1970, un Capítulo general afianzó a la Congregación en la línea conciliar y escribimos: “o vivimos la fraternidad según el espíritu de las Bienaventuranzas, o perdemos nuestra razón de ser”. En ese desafío seguimos. Pero esa es ya otra historia.


El día que el Prestige se hundió y vertió 63.000 toneladas de fuel en el atlántico, la mayoría de nosotros aprendimos una nueva palabra: chapapote. Fue necesaria una marea negra en el litoral gallego para enriquecer nuestro vocabulario con un nuevo término. Desde aquel día, chapapote y Prestige quedaron unidos, para siempre, en nuestra memoria.

Hasta aquel día, sin embargo, cuando pensábamos en catástrofes medioambientales con graves efectos sociales, nos venía a la mente la radioactividad de Chernóbil en Rusia, la lluvia ácida sobre los bosques centroeuropeos, el Exxon Valdez en Alaska, la contaminación de Bhopal en la India o las (supuestas) imágenes de aves recubiertas de petróleo tras la primera guerra de Irak. Después llegaron muchas otras: el Deepwater Blue Horizon del Golfo de México, la (silenciada) contaminación del delta del Níger y la reciente catástrofe nuclear de Fukushima. Dejemos a un lado los desastres “naturales” provocados por fenómenos climáticos extremos que, también, han causado enormes pérdidas económicas y humanas, como los huracanes Katrina, Sandy o Yolanda.

Sin embargo, y a pesar de las apariencias, las grandes catástrofes ecológicas con alta repercusión mediática y alto coste

social no son las más preocupantes ni, con frecuencia, las que más víctimas humanas producen. Muchos de los fenómenos de degradación medioambiental son poco ruidosos y no acaparan la atención de los medios de comunicación. Como en el título del famoso ensayo de Rachel Carson, Primavera silenciosa, los efectos de la contaminación y sus repercusiones para la salud humana, los ecosistemas y las futuras generaciones suelen ser silenciosos y pasar desapercibidos.

Nuestro planeta sufre multitud de procesos de degradación que raramente salen a la luz y que, por consiguiente, no permean la conciencia colectiva de la población ni las decisiones políticas. Junto a la llamativa visibilidad y viscosidad del chapapote, múltiples fenómenos como la contaminación atmosférica, la salinización de acuíferos, la emisión de gases de efecto invernadero, el lixiviado de vertederos, la pérdida de suelo, la exportación de desechos tecnológicos a países del Sur o la acelerada extinción de especies a nivel global, suceden junto a nosotros de modo imperceptible.

“La contaminación ha llegado a todos los rincones del planeta y el ser humano es el principal responsable. Amenaza nuestros ríos y lagos, nuestro aire, tierra y océanos, y en última instancia, a nosotros

mismos y nuestro futuro”, afi rma una reciente campaña de la organización medioambiental Greenpeace. En nuestro país esta afi rmación genérica se traduce en cifras concretas:

- En nuestra sangre hay más de 300 sustancias químicas sintéticas que no tenían nuestros abuelos;

- La contaminación atmosférica provoca al año 16.000 muertes prematuras en España;

- En las zonas más contaminadas aumentan los casos de mortalidad por cáncer;

- Al año se vierten al agua en España más de 4,6 millones de toneladas de contaminantes;

- En la Bahía de Algeciras se encuentra la mayor contaminación crónica por hidrocarburos de España;

- España tiene el estuario más contaminado del mundo por metales pesados, el del Río Tinto en Huelva;

- En España sólo se recupera el 13,1% de los residuos. El 86,9% va a vertederos y a incineradoras.

EL AUTOR

Trabaja en la pastoral universitaria del Centro PIgnatelli de Zaragoza.

Colabora en el equipo de Ecojesuit y estudia cuestiones de ética medioambiental y moral social cristiana. Ha publicado artículos relacionados con la temática en las revistas Razón y Fe y Sal Terrae.

Estudió la licencia en teología en el Boston College.

JAIME TATAY

DEGRADACIÓN MEDIOAMBIENTAL, SALUD PÚBLICA Y JUSTICIA SOCIOECONÓMICA


Los efectos de la contaminación los sufrimos todos. Cierto. Aunque, con frecuencia, se ceban en las poblaciones más empobrecidas y vulnerables: los que no pueden emigrar, los que tienen que vivir expuestos a condiciones de insalubridad y alta toxicidad, los que no pueden acceder a tratamientos médicos, los que ni siquiera saben los riesgos a los que están expuestos.

Los movimientos de justicia medioambiental y climática (Climate Justice) tratan de alertar sobre una compleja problemática que no permite ya distinguir claramente entre problemas ecológicos, económicos y sociales. La estrecha relación entre crisis ecológica e injusticia socioeconómica, por desgracia, no es algo nuevo; fue ya señalada -hace miles de años- por los profetas bíblicos. Ellos recriminaron a las élites de su tiempo su idolatría, la explotación de los más débiles y la consiguiente destrucción de los ecosistemas. Buen refl ejo de la intuición profética es la liturgia de lamentación de Jeremías en torno a la gran sequía (Jer 14: 2-7).

Este tipo de conexiones han sido puestas de relieve, en nuestro tiempo, por multitud de informes y estudios provenientes de todos los rincones

del planeta; informes y estudios que identifi can la inclusión social, la prosperidad económica y la protección medioambiental como tres caras de un único problema. La identifi cación del triple problema social, económico y medioambiental al que nos enfrentamos -señalado por la reciente Cumbre de la Tierra en 2012 (Rio+20) y por un creciente coro de voces- indica también que sociedad, economía y medioambiente son tres ámbitos que no pueden desvincularse o analizarse por separado. La búsqueda de la sostenibilidad consiste, precisamente, en la articulación de esos tres elementos de un modo armónico y justo.

No nos quedemos paralizados por la tentación de la queja estéril, no caigamos en el lamento catastrofi sta que vacía de contenido el discurso y paraliza la acción. Pasemos de la denuncia profética a los actos y las palabras comprometidas. Informémonos, hablemos del problema, tomemos decisiones conscientes como consumidores, ejercitemos nuestra infl uencia como ciudadanos. Saquemos a la luz las complejas conexiones de los problemas contemporáneos para poder, juntos, construir un mundo mejor, más sano y más justo, menos tóxico y más fraterno.

Imagen extraída de: Proyecto Inma

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EL AUTORSacerdote diocesano de Granada. Doctor en Teología Dogmática por la Universidad Gregoriana de Roma. Profesor Agregado al Departamento de Dogmática de la Facultad de Teología de Granada. Enseña Cristología y Antropología Teológica. Ha escrito varias obras: “Donde hombre y Dios se encuentran. La esencia del cristianismo en Bruno Forte y Olegario de Cardedal”, “Dios en Jesús: evangelizando imágenes falsas de Dios” y ¿Cómo hablar hoy de la resurrección?.En mayo aparecerá en Sal Terrae otra obra en la que aborda el tema de la fe. Además ha publicado diversos artículos en revistas teológicas.

José Serafín Béjar Bacas Prof. de cristología - Facultad de teología de Granada

LA FE NO ES HACER, SINO RECIBIREl texto del capítulo veinticinco de San Mateo, donde se narra el juicio fi nal, es harto conocido. Con bastante frecuencia se usa para ilustrar, y con toda razón, la insoslayable dimensión social y caritativa que tiene el cristianismo. El hambriento, el sediento, el desnudo, el enfermo, el encarcelado… acontecen como el crisol que verifi cará la calidad del amor con el que vivimos nuestra existencia. Sin embargo, en otras muchas ocasiones, la utilización de este texto responde a un interés no reconocido: la convicción de que la fe viene determinada por lo que hacemos.

Pero lo verdaderamente impactante del texto no radica, a mi entender, en la imprescindible praxis de misericordia que nos es solicitada. Lo verdaderamente desconcertante del relato es que haya un hombre, en este caso Jesús de Nazaret, que se declare a sí mismo como la única medida de verdad de todas nuestras acciones. Se trata del “a mí me lo hicisteis”. Sin esta apreciación, el texto quedaría reducido a un simple código de conducta, más o menos refi nado, más o menos radical, que hemos de cumplir, pero no pasaría de ahí. ¿Quién no se siente, a poco que tenga un corazón abierto, llamado a socorrer al desnudo y al hambriento? ¿Quién podría no considerarse concernido por el mal y la desgracia que impiden al otro vivir dignamente? El relato de Mateo veinticinco no es una simple ejercitación

moral, sino un texto con un componente cristológico irrenunciable.

En efecto, esta es la síntesis perfecta y escandalosa del Evangelio: “a mí me lo hicisteis”. ¿Qué pretensión encierra un hombre que presenta su propia persona como el criterio de verdad de todo cuanto existe? Jesucristo no es aquel que llama a una praxis de justicia más o menos profunda, sino el que afi rma que “sin mí” no podemos hacer nada. De esta manera, Jesús no se considera uno más de los profetas que han jalonado la historia del pueblo de Israel, sino un profeta último, defi nitivo e insuperable en dicha historia de salvación. Más aún. Él se presenta ante el pueblo como el defi nitivo lugar del acceso del ser humano a Dios: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (Jn 2,19).

En este sentido, asistimos hoy a lo que yo llamaría, perdón por la expresión, una “budización” de la persona de Jesús. Ya sabemos que Buda es una fi gura imponente de la historia de las religiones. Buda nos enseña el óctuple sendero que conduce a la aniquilación de todo deseo y a la iluminación. Sin embargo, Buda nunca dijo de sí mismo que él fuera el camino. Buda se considera alguien que ha hecho el camino, pero dicho camino no pasa inevitablemente por él. Afi rma el propio Buda: “El que alberga la idea recóndita: ‘La comunidad de los Bhikkhu (monjes) tiene que quedar vinculada a mí’, es posible que tenga que tomar determinadas disposiciones en relación con el rebaño de los Bhikkhu. El Tathagata (el Buda iluminado), empero, no conoce estas ideas recónditas. Buscad, pues, Ananda (su discípulo predilecto) aquí abajo lucidez y refugio en vosotros mismos y en ningún otro sitio”. En este texto, con toda claridad, Buda afi rma que el camino recorrido por él es independiente de su propia persona.

Jesús de Nazaret, por el contrario, no es un Buda, es decir, alguien que ha realizado un camino ejemplarizante como propuesta para todos los hombres. En Jesús existe una pretensión que no es comparable a la de otros líderes religiosos. Él no ha realizado un camino, sino que el camino es Él mismo. Por esta razón, decidirse por Él equivale a decidirse por Dios.

Lo verdaderamente desconcertante del relato es que haya un hombre, en este caso Jesús de Nazaret, que se declare a sí mismo como la única medida de verdad de todas nuestras acciones. Se trata del “a mí

me lo hicisteis”


Todavía más claro. Si se quiere optar por Dios, es imprescindible optar por este tal Jesús el Nazareno: “Pero a todo el que me negare delante de los hombres yo le negaré también delante de mi Padre” (Mt 10,32). En el cristianismo, no se puede trascender la persona de Jesús para quedarse con un mero mensaje, porque el mensaje es la persona del mensajero: “El que no está conmigo está contra mí, y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mt 12,30). En el budismo, se puede hacer el camino sin Buda. En el cristianismo, no es posible camino alguno sin Aquel que se

concibe como la única manera de llegar al Padre: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14,6).

Todo esto que vengo diciendo tiene un momento especialmente signifi cativo en Cesarea de Filipo, cuando Jesús pregunta a sus discípulos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. ¿Dónde radica el escándalo de esta pregunta aparentemente inocente? En esta pregunta, Jesús une su propia persona con el drama de toda existencia humana;

es decir, responder a la pregunta por la identidad de Jesús equivale a responder a la cuestión de quién soy yo mismo. O de otra manera, mi vida, más aún, toda vida humana se gana o se pierde, en defi nitiva, se decide, en la relación que se establece con este judío marginal del siglo primero: “El que ama al padre y a la madre más que a mí, no es digno de mí, y el que ama al hijo y a la hija más que a mí, no es digno de mí” (Mt 10,37). O también, sólo puedo saber quién soy, respondiendo a la pregunta de quién es Él: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt 24,35). Por tanto, ¿quién es cristiano? Todo aquel que encuentra la medida de su verdadero ser en la persona de Jesús de Nazaret. La salvación no es una conquista de nuestro “hacer”, sino el resultado de “recibir” a Cristo como centro de nuestra existencia. En la fe, lo determinante no es lo que yo hago, sino lo que Él ha hecho previamente por mí.

Contemplar un rostro de un hombre judío, de un hombre perteneciente a una cultura rural y agraria de la cuenca mediterránea, el rostro de un ser humano del siglo primero, como el lugar donde acontece algo defi nitivo y absoluto, es el escándalo fundamental de lo cristiano. El “a mí me lo hicisteis” está indicando que, de modo misterioso e inexplicable, todos somos en Él, de la misma manera que Él es en todos nosotros.



EL AUTOREs religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón desde los 20 años. En los años 70 fue maestra de novicias. También trabajó como encargada de pastoral de un colegio y en una asociación de mujeres en el barrio. Licenciada en Filología Bíblica Trilingüe y en Teología. Hasta su jubilación, profesora de Sagrada Escritura en la Universidad de Comillas. También da Ejercicios y cursos de Biblia y ha escrito libros en torno a espiritualidad bíblica. Del 2004 al 2009 ha vivido en una comunidad intercongregacional en un edifi cio de Caritas para 60 familias inmigrantes. Da Ejercicios espirituales, retiros, cursos y conferencias, generalmente en torno a Biblia y espiritualidad. “Intento ahora callarme más, rezar más y vivir más atenta al latido del corazón de Dios en el corazón del mundo”.

Dolores Aleixandre rscj

MEMORIA DEL CONCILIO Publicado en El Ciervo

Cuando empezó el Concilio yo llevaba una cofia almidonada de campesina borgoñona del s. XVIII que sobresalía por los lados y sólo me permitía mirar de frente. Al acabar el Concilio, la habíamos cambiado por otra que se ajustaba a la cabeza y hacía ya posible una mirada panorámica: todo un símbolo de la ampliación de visión y ensanchamiento de horizontes que se vivía a nivel eclesial.

¿Lo mejor del Concilio? Permitirnos vivir la experiencia de que lo que parecía inmutable, mutaba, lo atado se desataba y lo petrifi cado se derretía. Y eso grabó en nuestras conciencias la convicción de que lo esencial del Evangelio es muy poco y casi todo lo demás es cuestionable, reversible y adaptable. Se desmoronaban las murallas de la Jericó eclesial y se invitaba a todos pasear por sus parques y avenidas: la llamada a la santidad dejaba de ser propiedad privada de clérigos y religiosos y se convertía en una vocación universal que nos igualaba a todos. La Biblia, considerada libro sagrado e inaccesible en vitrinas herméticas, se convertía en Palabra viviente, se instalaba en la mesa camilla de nuestra casa y viajaba con nosotros en transporte público. La liturgia se sacudía las sandalias de tanto polvo de rituales arcanos y vestimentas extrañas y la Eucaristía volvía a ser Pan roto y compartido que

circulaba en la comunidad de hermanos y hermanas.

¿Lo peor? La falta de estrategias pedagógicas para explicar los cambios y un optimismo demasiado ingenuo y poco previsor: impidió calcular el poder que iban a seguir ejerciendo los sectores reacios al Concilio que, con la curia vaticana a la cabeza, ejercían mando en plaza y tenían en su mano la palanca del freno.

Los principales cambios.

Dejar de mirar el mundo alejándose irremisiblemente de Dios y amenazando a la Iglesia: nos invitaron a contemplarlo confi ando en la presencia fi el de Dios y de su amor irrevocable a la humanidad.

Llamar a la Iglesia “Pueblo de Dios” consiguió que le caducara el código de barras al anterior “modelo piramidal”. Esta nueva imagen conecta tanto con la propuesta evangélica de circularidad fraterna (en la que la silla del Padre vacía, en expresión feliz de Carlos Domínguez) que sigue manteniendo su poder de atracción a pesar de los intentos de sofocarla.

Ha emergido la dignidad de la conciencia, con la belleza de Eva en el jardín de la creación y han salido huyendo como sabandijas un sin fi n de normas, rúbricas, prescripciones y observancias inverosímiles que se habían ido colando

por las rendijas de la praxis cristiana. Habían ejercido su ridículo poderío más tiempo del conveniente con la ventaja para el estamento clerical de que dejaban en sus manos el control de las conciencias: no hay más que recordar aquellas confesiones del “sonsáqueme, padre”, respondiendo a preguntas infames tipo “cuántas veces” y “con quién” que le amargaron la infancia a más de uno. Ahora intentan volver a colarse y unos cuantos estarían encantados de su retorno, pero la conciencia cristiana adulta se ha enderezado como aquella mujer encorvada del Evangelio: ya no estamos dispuestos a perder el estatuto de los hijos para recaer en la sumisión de los siervos o en el infantilismo de los menores de edad.

Frenos y retrocesos

Más allá de la responsabilidad de la jerarquía, que tiene su cuota, también otros hemos puesto trabas al fl uir del torrente conciliar. La generación de los que vivimos aquellos cambios corremos el peligro de sacralizarlos sin admitir que se pongan en cuestión. Tenemos que ser más fl exibles y estar dispuestos a someter a discernimiento los “formatos” en que hemos vivido el Concilio, aceptando que muchos de ellos necesitan de nuevo “aggiornamento”. Pobres de nosotros si nos volvemos tan “ultras” como los que, del otro lado, se cerraron y se siguen cerrando a moverse de sus posturas.


1962: Composición viendo el lugarPara los que tengan menos de 65 años, el concilio Vaticano II podría no ser más que un dato histórico a considerar. Para los mayores de 60 ó 65 años, es además, un evento que forma parte de nuestra historia personal y eclesial1. Lo que supuso ese acontecimiento desarrollado en cuatro etapas entre los años 1962 y 1965 puede que ahora sea difícil de imaginar, pero para los coetáneos, no sólo católicos, sino para la sociedad en general, supuso una auténtica revolución, tanto intraeclesial como en el contexto social y político del momento.

Cuando Juan XXIII, el que se decía que fue elegido como papa de transición, en enero de 1959, sorprendió a los cardenales en un encuentro “rutinario” en la basílica de San Pablo extramuros, al manifestarles su decisión de convocar un concilio, la noticia tuvo grato acuse

de recibo en todo el mundo. Donde probablemente se recibió con menos entusiasmo debió de ser en el “sector vaticano”.

Hay que tener en cuenta que el último concilio, el Vaticano I, no se llegó a clausurar. A causa de los avatares de la guerra y de la inestabilidad de la

EL AUTOREx-asistente CVX-E y actual asistente de la CVX-Sda. Familia (BCN).Miembro del equipo de pastoral del Centre Borja – Sant Cugat del Vallès (BCN)Lic. Teología Bíblica. Arquitecto Técnico y Consultor de Estructuras (ACE). Profesor de la URL y del Institut d’Estudis Estructurals (IEE-UPC).Ha sido responsable del departamento de cálculo de L35 Arquitectos (1975-1997) y secretario provincial de la Provincia Tarraconense S.I. (1997-2002); actualment en ejercicio professional como liberal, secretario y responsable del àrea de rehabilitación estructural de la ACE.

Josep Baquer Sistach S.I.

Asistente CVX-Sda. Familia (BCN)

CINCUENTA AÑOS DEL CONCILIO VATICANO II¿UNA IGLESIA DE COMUNIÓN?

1 A modo de testimonio personal, si se me permite... entré en el noviciado de la Compañía a fi nales de septiembre del 63, recién elegido el nuevo papa Pablo VI. Cada día, en el comedor se nos leía La Gaceta del Norte, con la crónica del Concilio de Martín Descalzo, corresponsal en el Vaticano, que incluía el proceso conciliar y un “anecdotario”. Cuando terminó el Concilio, en el juniorado, se nos repartió a todos la documentación pertinente editada por la BAC con los textos originales en latín traducidos. Cabe decir que podíamos leer el texto original e incluso criticar la traducción. Evidentemente, nuestra formación quedó marcada por el Concilio y la profunda crisis eclesial y política ulterior.



situación mundial, los padres conciliares tuvieron que abandonar con carácter urgente el aula sinodal. El papa Juan, al convocar un “nuevo” concilio, dejó claro que daba por concluido el anterior. Efectivamente, manifestó su deseo de empezar algo nuevo y de modo distinto. Hasta la fecha, la historia de los concilios en la Iglesia (católica) venía marcada por una constante: casi siempre fueron convocados, directa o indirectamente contra alguien o contra algo, por razones doctrinales o de disciplina eclesiástica.

El papa Juan con visión profética, tenía en el horizonte otras intenciones: quería que fuera un encuentro de pastores para proponer un magisterio de carácter pastoral. Quería que la Iglesia escuchara y diera respuesta a las exigencias de la humanidad. Quería pasar de una tradición de “anatema” a una nueva etapa de “diálogo”. No se trataba de condenar a nadie ni tampoco de ponerse (o seguir) a la defensiva. Deseaba abrir puertas y ventanas en la Iglesia para iniciar un nuevo camino en diálogo con el mundo y en clave pastoral.

Después de las turbulencias de la primera mitad del siglo XX, el papa Juan deseaba que la Iglesia tuviera el coraje y la ilusión de asomarse (y estar) a ese mundo con una mirada positiva, sin pesimismos ni rechazos. Todos (los que pasamos de los 65…) recordamos aquellas palabras de su discurso inaugural2 en que denunciaba a los profetas de calamidades que siempre están anunciando infaustos sucesos como si fuese inminente el fi n de los tiempos… quienes en los tiempos modernos no ven otra cosa que prevaricación y ruina… son los que van diciendo que nuestra hora, en comparación con las pasadas ha empeorado, y así se comportan como quienes nada tienen que aprender de la historia.

No podemos olvidar que la Iglesia (católica) todavía no había digerido el trauma (iniciado tres siglos antes) que supuso la Ilustración (en el orden de las ideas) ni la Revolución Francesa (en el orden político). La Iglesia había perdido la centralidad en el mundo occidental: ni se la dejaba mandar, ni se la dejaba

imponer sus ideas. La reacción eclesial frente al mundo así transformado, fue traumática. Nunca aceptó la realidad que se le impuso. De ahí los mecanismos de defensa que se activaron en la institución eclesial, que la llevaron a intentar recuperar el poder perdido magnifi cando el poder papal, y su celo desmedido por “condenar los errores” con el intento de que la racionalidad humana se sometiera a la fe. Así surgió y se reafi rmó un pensamiento ofi cial que consideraba la “autoridad eclesiástica” como único intérprete de la “revelación”, y que se sentía con la obligación de dictaminar lo que la razón humana debía considerar como verdadero o como falso.

Así las cosas, la iniciativa del “profeta Juan” fue una gran novedad acogida por una mayoría de creyentes con mucha

alegría, como irrupción del Espíritu, y por una minoría muy “potente” como auténtico “peligro” para la Iglesia.

Juan XXIII quería situar a la Iglesia, no frente al mundo en actitud de censura y condena, sino en una voluntad de sincero diálogo con la sociedad y la cultura actuales.

La Iglesia que quería el ConcilioLos perdedores

Sería interesante saber qué “Iglesia no quiso el Concilio”. Ese estudio ya se ha hecho pero tal vez no muy a fondo que yo sepa3. Es probable que algún día a alguien

2 11 octubre 1962

3 Merece la pena leer a José Maria Castillo S.I. en su libro “La Iglesia que quiso el Concilio” de Sal Terrae. Ese libro me ha servido de inspiración para redactar ese artículo. Con frecuencia aportaré párrafos enteros de su escrito aún sin citarlo expresamente. Recomiendo su lectura. Quiero agradecer a José María su testimonio y su sabiduría, en un contexto de amor a la Iglesia que tanto le ha hecho sufrir.



se lo ocurra hacer una tesis al respecto a partir de los documentos previos que los padres conciliares rechazaron en la primera sesión. Efectivamente: entre el 1959 y el 1962 hubo 15 comisiones que prepararon “esquemas” de trabajo. Los presidentes de esas comisiones pertenecían a lo que entonces se llamaba “Santo Oficio” y que luego cambió su nombre como “Congregación para la doctrina de la fe”. Es verdad que durante ese período hubo mucho trabajo y mucha consulta a los futuros padres conciliares de todo el mundo. Pero esos “esquemas” o documentos se redactaron con la presunción de que serían estudiados y acogidos por los padres conciliares, y que la asamblea introduciría sólo cambios y correcciones pertinentes. Pero no fue así para decepción de muchos. Durante la primera sesión conciliar, la única que vivió el papa Juan, los padres “tumbaron” todos esos esquemas, y decidieron formar nuevas comisiones de “padres y peritos conciliares” para elaborar otros documentos de trabajo. El papa Juan aceptó ese rechazo y animó a proseguir el trabajo. Por eso, de la primera sesión no salió ningún documento conciliar. Sirvió para reenfocar el concilio. En el interregno entre la primera y segunda sesión, el papa Juan publicó lo que se considera su testamento dirigido a toda la humanidad: la encíclica Pacem in Terris4, y al cabo de dos meses murió5. El cardenal Montini con el nombre de Pablo VI le sucedió, y el 27 de junio del 63 anunció la fecha de la nueva etapa conciliar.

Por lo que dicen los estudiosos que han tenido posibilidad de acceso a ese material rechazado, se pretendía en el fondo, mantener el mismo tipo o imagen de Iglesia del momento, una Iglesia fuertemente jerarquizada y autosuficiente, en que lo jurídico tenía una importancia primordial, así se reafirmaría la autoridad jerárquica como único centro de emisión de leyes y de gobierno, con la consiguiente consolidación del poder clerical frente a los laicos y los fieles en general.

Dicen las crónicas, que entre los padres conciliares había dos sectores: uno, el

más conservador, vinculado al aparato vaticano, y otro, la mayoría, venido del ámbito pastoral y misionero. En el concilio, el sentir de la mayoría se impuso, aunque la minoría logró “colar muchos goles” en los textos que se aprobaron. En ese sentido, es relativamente fácil en muchos documentos clave, subrayar a dos tintas lo que supuestamente propusieron los unos y los otros. Dejamos este estudio para los exegetas y para posibles tesis doctorales.

Luego, en el período de recepción del Concilio, y en los años siguientes (hasta nuestros días) los “perdedores” fueron recuperando el poder que durante el concilio se les había quitado. Tal vez eso se consumó con la redacción del “Nuevo Derecho Canónico”6 que se encargó de regularizar el “alma del Concilio”. Se impuso el sector jurídico, aunque siempre de puertas afuera se seguía invocando el espíritu del misterio de la Iglesia. No olvidemos que en realidad la vida de la Iglesia se regula por ese pliego de “cánones”, entre otras cosas.

Dos maneras de entender la Iglesia

Frente a esa concepción piramidal de “Iglesia Jerárquica”, del concilio surgió otra imagen que se vino en llamar “Iglesia de Comunión”. Había ahí un problema subyacente o un debate de fondo, según los padres contemplaran a la Iglesia desde el punto de vista de su “naturaleza” o bien desde el punto de vista de su “gobierno”. La idea de “comunión” se impuso sin problemas cuando se hablaba de su “naturaleza”, pero el problema surgía cuando se hablaba de la estructura de su gobierno y por tanto del reparto de la autoridad, de la gestión del poder o de los ministerios eclesiales, de la función del papa y de los obispos, etc. La “comunión” se admitía sin problemas cuando se trataba de hablar del misterio de la Iglesia pero no cuando estaba en juego el gobierno. La pregunta sería: cuál es la estructura fundamental de la Iglesia, la “sacramental” (misterio de comunión) o la “jurídica” (la organización jerárquica)?

Ese dualismo no tuvo fácil respuesta en el aula conciliar. La constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, aprobada en la tercera sesión conciliar, pieza clave del Concilio, fue objeto de largo y acalorado debate ya en diciembre del 62 (primera sesión), cuando se inició el debate que se prolongó en la siguiente sesión (1963) a partir de otra redacción. En Julio del 64 los padres trabajaron sobre una “cuarta” redacción, y una “quinta” hasta que se aprobó la “sexta” que incluye una nota explicativa previa del papa Pablo VI que de alguna manera reduce el “mordiente” de la redacción. El texto merece una lectura atenta por parte de los exegetas, como decía más arriba, con lápiz a dos colores…

A pesar de las dificultades y de las tensiones del debate, la Lumen Gentium (LG) describe claramente el nuevo rostro de la Iglesia que se presenta como misterio de comunión, como sacramento de salvación y de unidad y como pueblo de Dios.

En la cuarta y última sesión conciliar, se discutió y se aprobó la constitución pastoral sobre la Iglesia, la Gaudium et Spes (GS), que junto con la LG y la constitución sobre la revelación, Dei Verbum (DV), configuran el núcleo de la doctrina y del pensamiento conciliar.

El misterio de la Iglesia

En los capítulos 2, 3 y 4 de la LG se explica el origen trinitario de la Iglesia aportando muchas citas del Nuevo Testamento7 en las que se fundamenta la doctrina conciliar. La Iglesia es ante todo “comunión” cuyo origen y fuente radica en la comunión trinitaria de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu. Esa clave de lectura conlleva una visión de la igualdad fundamental de todos los creyentes. Las condiciones de estos tiempos añaden al deber de la Iglesia una mayor urgencia, para que todos los hombres, unidos hoy más íntimamente con toda clase de relaciones sociales, técnicas, culturales, consigan también la plena unidad con Cristo (LG 1). Desde esa imagen de

4 11 Abril 1963

5 3 Junio 1963

6 Y tal vez también con la redacción del Nuevo Catecismo de la Iglesia, que pretende cristalizar o “fijar” la doctrina oficial de la Iglesia en todos los ámbitos: dogmático, litúrgico, moral y pastoral. Tanto el nuevo Derecho Canónico como el Catecismo, se redactaron y aprobaron durante el pontificado de Juan Pablo II.

7 Otro buen trabajo para posibles estudios de los textos conciliares, sería el de ahondar en el tipo de cita que se aporta para proponer la doctrina en cada caso: si se trata de citas bíblicas y/o neotestamentarias, o bien se si apoya en textos del magisterio (secular) de la Iglesia. No parece un tema de menor calado.


Iglesia como misterio de comunión, las diferencias (si las hubiere) lógicamente se deben entender en función de la unidad y, por tanto, al servicio de la igualdad básica de todos. Cabría esperar que en la Iglesia que quiso el Concilio, no hubiera la posibilidad de enfrentamientos.

La Iglesia como sacramento

Todos sabemos que un sacramento es una realidad tangible (símbolo, signo) que comunica y realiza algo no visible. En el contexto de nuestra fe, el sacramento primordial es la humanidad de Jesús, que manifi esta expresa y realiza el amor del Padre para con la humanidad. La comunidad de Jesús, la Iglesia, es el sacramento del proyecto de comunión trinitario que tiene su origen y su fi n en el amor del Padre.

El Concilio proclama un doble aspecto de esa sacramentalidad de la Iglesia: sacramento de unidad: La Iglesia es en Cristo como un sacramento o señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano (LG 1), y sacramento de salvación para toda la humanidad: La congregación de todos los creyentes que miran a Jesús como autor de la salvación y principio de la unidad y de la paz, es la Iglesia convocada y constituida por Dios para ser sacramento visible de esta unión salvadora para todos y cada uno (LG 9).

Por eso la comunidad cristiana en todos sus aspectos y en todos sus niveles, debería aparecer claramente ante la gente y ante el mundo, de forma visible e inequívoca, con su manera de proceder y con su manera de comunicarse, como signo efi caz de unión y comunión en medio de nuestro mundo y, como Jesús, con un talante respetuoso pero fi rme, lúcido y tolerante, pero con fi rmeza en sus gestos y en sus palabras. No olvidemos que Jesús, sólo se cuadró ante los intolerantes y los fanáticos.

La Iglesia Pueblo de Dios

La constitución LG dedica todo el capítulo segundo a explicar esa realidad de la Iglesia en clave neotestamentaria, volviendo por tanto a los orígenes,

haciendo ver que ya las primeras comunidades cristianas se entendían a sí mismas como “pueblo de Dios”: (vosotros sois) el linaje escogido, el sacerdocio real, la nación santa, el pueblo rescatado … El pueblo que antes no lo era y que ahora sí lo es: el Pueblo de Dios. (1 Pe 2,9-10). En realidad es una formulación que se mantiene viva en la tradición de los padres de la Iglesia y que el Concilio rescata y lleva a su culminación. Digo “rescata”, porque se había medio perdido por el camino de los siglos, en la medida que en la Iglesia se fue imponiendo otra manera de entenderse a sí misma, como institución jerárquica. Conviene notar que en la LG, ese capítulo sobre el Pueblo de Dios precede al que habla sobre “jerarquía”. Esa “alteración” del orden no es un aspecto de menor importancia, porque el Concilio propone primero lo que es común a todos los cristianos y luego

las diferencias. La jerarquía no es lo primero ni lo esencial ni lo decisivo en la comunidad eclesial, sino el ser pueblo de Dios, misterio de comunión y sacramento de unidad.

Eso tiene mucha importancia, porque desde principios del segundo milenio, en occidente, la Iglesia fue implementando una visión de sí misma a partir de la primacía “jerárquica”. Yves Congar, uno de los teólogos conciliares, había denunciado esa mala eclesiología defi niéndola como “jerarcología”. No es de extrañar, que hasta los años del Concilio, los seminaristas salían de su fase de formación convencidos de que los sacerdotes y los obispos eran propiamente la Iglesia y que de alguna manera, “los demás” venían a ser algo así como sus clientes8. Eso

8 Pio X (+1914) en la encíclica “Vehementer Nos” afi rmaba: En la jerarquía sola residen el derecho y la autoridad necesarias para promover y dirigir a todos los miembros al fi n de la sociedad. En cuanto al pueblo, no tiene otro derecho que el de dejarse conducir y seguir dócilmente a sus pastores.



ahora nos puede parecer extraño (o no?) pero realmente era así. El Concilio afirma que todos son iguales ante Dios y, por eso, todos participan de una misma condición: todos los bautizados participan del único sacerdocio que es el de Cristo que es común a todos los miembros del Pueblo de Dios. El primer sacerdocio en la Iglesia no es el ministerial sino aquel que hace que todo bautizado participe del sacerdocio de Cristo, un sacerdocio que se realiza en la vida de todos los días y en la existencia entera de las personas. Una vida de servicio, de amor, de donación, de apuesta por la vida. Una vida ofrecida a los demás, como la de Jesús. Ese es el principal sacerdocio en la Iglesia. Esa vida entregada, va muy por delante de todos los ritos y de toda la liturgia “oficiada” o presidida por el “sacerdocio ministerial”.

En consecuencia (LG 11) los sacramentos primordiales en la Iglesia (de entre los siete definidos y concretados por el concilio de Trento) son los sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, confirmación y eucaristía. Por el Bautismo todos nos incorporamos a la Iglesia y somos llamados a confesar la fe en Jesús muerto y resucitado (recordemos lo que suponía ese compromiso en las primeras comunidades en tiempos de persecución en el imperio romano). Por la Confirmación adquirimos un mayor compromiso a difundir y defender la fe con palabras y obras. En la Eucaristía todos ofrecemos nuestras vidas con Jesús a la causa del Reino de Dios. En consecuencia, no parece que el sacramento del “orden” sea el primordial en la configuración de la Iglesia sino el del bautismo y la eucaristía que el Concilio define como “fuente y culmen” de toda la vida cristiana (LG 11,1). El concilio llegó muy lejos en ese sentido al afirmar: La universalidad de los fieles que tiene la unción del Santo no puede fallar en su creencia (“in credendo falli nequit”) (LG 12,1).

Primeras conclusiones9

De todo lo expuesto podríamos formular cinco conclusiones sobre cómo entendió el concilio lo que era la Iglesia:

1.- La Iglesia se entiende a sí misma a partir de la unidad misteriosa y radical que existe en el misterio de la comunión trinitaria. El capítulo primero de la LG se titula: “El misterio de la Iglesia”

2.- La Iglesia se entiende a sí misma a partir de la igualdad fundamental de todos los cristianos, así como en las tres personas de la Santísima Trinidad

3.- Una Iglesia cuya igualdad se entiende a partir del pueblo, porque la Iglesia realiza el proyecto que Dios desde el principio tenía la salvación de los seres humanos como comunidad de hermanos, como “pueblo de Dios” elegido, para llegar a la realización plena de sus aspiraciones en la misma plenitud de la vida de Dios Trinidad. Eso sólo es posible desde la igualdad y la solidaridad fraterna. No desde la condición de superioridad de quienes detentan el poder. Por eso se antepone ese capítulo al de la jerarquía.

4.- Una Iglesia que aparece y se hace visible de tal manera que la gente se sienta atraída por las cosas de Dios, hacia el evangelio de Jesús, hacia la realización del Reino de Dios. Por eso el concilio afirmó: La Iglesia es sacramento … de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano (LG 1)

5.- Una Iglesia en que todos son y se sienten responsables porque pueden participar y de hecho participan en lo que se piensa, se dice y se decide. Todos sienten la Iglesia como cosa propia. Todos, hombres y mujeres tienen voz y se siente escuchados. El Pueblo de Dios es en efecto, un pueblo unido en el que todos participan y todos realizan variedad

de obras y de oficios provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia. (LG 12)

Qué cristianos quería el concilioRechazo del modelo clerical

Recordemos el orden de los primeros capítulos de la LG porque tiene su importancia al establecer de alguna manera unas prioridades, como comentaba más arriba:

1- El misterio de la Iglesia2- El pueblo de Dios3- Constitución jerárquica de la Iglesia:

el episcopado4- Los laicos5- Universal vocación a la santidad en la

Iglesia etc.

A continuación del capítulo sobre la jerarquía, se habla de los laicos. Los laicos, en el Concilio alcanzan mayoría de edad. Nunca antes se había hablado de ellos (si es que se habló a ese nivel) y de su función en la Iglesia como en el Concilio. Por otra parte, la realidad del “pueblo de Dios” precede al hecho de la organización jerárquica en la Iglesia: la “jerarquía” es de servicio no de poder, y el Concilio afirma que este pueblo tiene como condición la dignidad y la libertad de los hijos de Dios … tiene por ley el mandato del amor … y tiene finalmente como fin la expansión del Reino de Dios (LG 9,2). La comunidad creyente, por tanto, se caracteriza por tres cosas: por la libertad, por el amor mutuo y por la entrega a la tarea del Reino. Y, los creyentes se caracterizan por ser libres10, por querer a los demás y por tener como fin en la vida el trabajo por el Reino de Dios. Esas son sus notas de autenticidad. La Iglesia no se define a partir de su estamento clerical, sea bueno o malo, sea más o menos santo, con mayor o menor capacidad de liderazgo. Eso sería clericalismo, el modelo que rechazó el concilio, al rechazar los primeros documentos de

9 Cito y resumo a J.Mª Castillo.

10 “Para que puedan llevar a buen término su tarea debe reconocerse a los fieles, clérigos o laicos, la debida libertad de investigación, de pensamiento y de hacer conocer, humilde y valerosamente, su manera de ver en aquellas cosas en las que son expertos” (GS 62,7). Esa aportación del Concilio en la práctica, y para dolor de muchos, no se ha considerado en la vida de la Iglesia marcada por el poder clerical.


trabajo antes comentados. El Concilio recupera el modelo primigenio original: la comunidad de fieles en que todos se sentían responsables y protagonistas11.

De hecho el Concilio rechaza el “modelo clerical” de Iglesia como obsoleto, sin embargo, los “perdedores” antes citados, muy pronto consiguieron recuperar ese modelo que es el que coexiste actualmente en la Iglesia junto con el modelo de Iglesia de Comunión, lo que conlleva mucha problemática en la vida real, problemática que se podría ilustrar con nombres concretos de personas cristianas que han sufrido las consecuencias en carne propia. Una iglesia acaparada por el clero genera clericalismo y anticlericalismo. Conviene no entrar nunca en ese juego ni en un sentido ni en otro. Sólo insinúo una problemática planteada en la Iglesia actual que conlleva graves consecuencias para la propia credibilidad de la Iglesia.

La libertad de los hijos de Dios

Ese aspecto merece a) algún comentario porque afecta claramente a la vida de la Iglesia. Ser cristiano en una Iglesia de comunión, conlleva necesariamente una vida en libertad. De qué libertad se trata? de la libertad de los hijos de Dios (LG 9,2); es la libertad que comunica el Evangelio de Cristo (GS 41,2); la libertad que rechaza todas las esclavitudes … respeta santamente la dignidad de la conciencia y su libre decisión (GS 41,2). Si se me permite, a partir de esa manera de ver las cosas desde el Concilio, entiendo que esa libertad de la que hablamos, no es algo que se le conceda al cristiano desde fuera, sino algo que brota desde dentro. Una libertad al servicio de la misericordia: la libertad de Jesús… la del buen samaritano. Para que puedan llevar a buen término su tarea debe reconocerse a los fieles, clérigos o laicos, la debida libertad de investigación, de pensamiento y de hacer conocer, humilde y valerosamente, su manera de ver en aquellas cosas en las que son expertos (GS 62,7)

Y merece también b) algunas consideraciones: No se trata de esperar a que la “jerarquía” ceda parte de sus presuntos derechos ni en esperar que el sistema “clerical” se auto-transforme

en ese sentido. La cuestión determinante es que todos los cristianos tengamos de verdad la libertad de los hijos de Dios y seamos capaces de actuar en consecuencia. La espera que desde fuera se nos cedan o reconozcan derechos, es vía muerta. En el fondo es dar por hecho y válido el “clericalismo”, que a veces consiste en pensar que en la Iglesia habrá más libertad cuando los “clérigos” la concedan. Y, si se me permite, insinúo una advertencia: ojo con el “poder religioso”!: el poder de “controlar la libertad”!. Si se da, es porque las personas aceptan esa imposición al asumir entre otras cosas que haya alguien que mande sobre la propia conciencia. Las limitaciones del artículo no permiten más que insinuar algunos temas para una ulterior reflexión.

El mandato nuevo del amor en una Iglesia de comunión

La ley de los cristianos es el mandato nuevo del amor como el mismo Cristo nos amó (Jn 13,34; LG 9,2). Lo que tiene que inspirar nuestra vida no es el cumplimiento de ninguna ley, sino el mandato del amor. El amor es el que debe inspirar nuestra vida y el funcionamiento incluso organizativo de la comunidad eclesial. Toda ley o norma en la Iglesia debe estar pensada y redactada de manera que siempre esté al servicio del amor entre las personas. Sin querer entrar en polémica, esa clave debería servir para repensar muchos contenidos del derecho eclesiástico y de muchos procedimientos “curiales”. Es él quien nos revela que Dios es amor a la vez que nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana, y, por tanto, de la transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del amor. Así pues, a los que creen en la caridad divina les da la certeza de que abrir a todos los hombres los caminos del amor y esforzarse por instaurar la fraternidad universal no son cosas inútiles. Al mismo tiempo advierte que esta caridad no hay que buscarla únicamente en los acontecimientos importantes, sino ante todo, en la vida ordinaria (LG 38,1)

El proyecto del Reino de Dios en una Iglesia de comunión

El pueblo de Dios tiene finalmente como fin la extensión del Reino de Dios, iniciado

por el mismo Dios en la tierra, hasta que sea consumado por Él mismo al fin de los tiempos (LG 9,2). Los cristianos que quiso el concilio se proponen un objetivo para sus vidas: la tarea, el trabajo y la lucha por hacer cada día más presente el Reino de Dios en este mundo. Además de la “libertad” y el “amor” hace falta tener muy claro un proyecto. Es decir: saber para qué somos libres. Saber en qué vamos a gastar la fuerza inmensa del “amor” desde la máxima gratuidad: sin autocomplacencia, sin apropiarnos jamás del “proyecto del Reino”, que es un don que cada día recibimos de la fuente del Amor: Dios mismo.

El Reino de Dios es ya de este mundo: El Reino brilló como una luz para los seres humanos en la palabra, en los hechos y en la presencia de Cristo (LG 5,1) Cristo, como el gran profeta proclamó el Reino del Padre por el testimonio de su vida y por la fuerza de su palabra (LG 35,1). Efectivamente, el Reino de Dios está asociado a lo profético y brota del testimonio ejemplar y de la fuerza que entraña la palabra del profeta.

A modo de síntesis

• Los cristianos que quiso el concilio, desde el presupuesto insustituible de la libertad y por la fuerza del amor, tienen como fin entregarse a la causa del Reino de Dios

• Una causa que brota de la fuerza profética de la libertad y del amor.

• La condición cristiana implica una vocación profética y una experiencia mística que supera con fuerza todo discurso lógico para llegar hasta el fondo de la vida misma.

• El concilio encuentra la explicación última de esta manera de vivir en el “sacerdocio de Cristo” y por eso mismo en el “sacerdocio de todos los bautizados”: una vida entregada con la de Jesús al servicio de la causa del Reino del Padre.

• En el rito del Bautismo, se unge al neófito con el óleo para consagrarle como “profeta y sacerdote”. Ese rito pasa desapercibido y es “clave” para

11 Antes comentaba el cambio de clave en la manera de entenderse la Iglesia a si misma, a partir del segundo milenio. Parece que esa cita confirma lo dicho: Sobre todo a partir del S X se empieza a identificar a la Iglesia con el “clero”: decía el papa Juan VIII: “la Iglesia no es otra cosa que el pueblo fiel, pero lo que se entiende bajo este nombre principalmente es el clero”


entender lo más íntimo y la razón de ser de la vida del cristiano como consagrado a la causa del Reino de Dios.

• Por eso el bautizado pasa de “muerte a vida”, cosa que se simboliza por la inmersión en el agua para salir de ella: paso de la muerte a la vida con Cristo muerto y glorifi cado.

Los laicos en el pueblo de DiosUn problema teológico no resuelto

A partir del Vaticano II, los laicos adquieren un gran protagonismo en la Iglesia. He comentado tan sólo algo sobre las dos grandes constituciones GS y LG. Pero el Concilio además, en la cuarta etapa, promulgó un decreto sobre el apostolado de los laicos (Apostolicam Actuositatem [AA]) en el que desarrolla

y profundiza en clave pastoral, la doctrina de la LG y la GS. Al cabo de 20 años, después del sínodo de los obispos de 1987, Juan Pablo II escribió la exhortación apostólica Christifi deles Laici.

Todos sabemos lo que ha supuesto ese cambio en la Iglesia. Sin embargo el Concilio no pudo resolver todos los temas teológicos que se le planteaban. Muchos temas quedaron abiertos. Tal vez uno de los más importantes para esa nueva imagen de Iglesia de Comunión, sea el del único sacerdocio de Cristo, (del que se habla tan sólo en el NT y concretamente en la carta a los Hebreos12), y si de él se derivan dos tipos de sacerdocio y si son esencialmente distintos, el “sacerdocio de los bautizados” y el “sacerdocio ministerial”13. Tal vez habría que desvelar una realidad de fondo que subyace: una concepción dual de la realidad entre lo “sagrado” y lo “profano”. Lo sagrado tendría que ver

con lo eterno, con Dios, con el ámbito del espíritu, y lo profano, lo que tiene que ver con la realidad más material y los asuntos sociales, políticos y profesionales. La verdad es que yo ni me atrevo a abordar el tema. Pero sí me parece oportuno traerlo a colación porque a mi entender ahí se gesta una problemática que incide o condiciona la vida eclesial. Por supuesto que el Derecho Canónico postconciliar, aboga y consagra esa concepción dual y en consecuencia, la organización eclesial viene a ser algo así como una “monarquía absoluta” articulada de forma piramidal.

Los problemas teológicos mal resueltos, generan sin duda, consecuencias no deseadas. De ahí que más allá de las buenas palabras y deseos que subyacen en los textos conciliares (el “espíritu del Concilio”) la organización eclesial parece que sigue anclada en el pasado, porque la práctica eclesial en la institución como tal, funciona a partir

12 En la carta a los Hebreos, quien ofrece al Padre como “sacerdote” es Jesús, el Hijo; la “víctima” del “sacrifi cio” es su propia vida, la de Jesús, el Hijo. Jesús es el sacerdote que ofrece y la víctima ofrecida. Se considera un sacerdocio en el que el acto cúltico es la misma vida entregada y hecha don para los demás. No cabe invocar ese sacerdocio de Jesús para justifi car otros modelos posibles.

13 “El sacerdocio común de los fi eles y el sacerdocio jerárquico, diferentes gradualmente e incluso esencialmente (licet essentia et non gradu tantum differant), son complementarios el uno del otro (ad invicem tamen ordinantur) y participan a su manera del único sacerdocio de Cristo” (LG 10)



del derecho y no del espíritu que lo debiera haber generado.

El carácter secular de los laicos

El concilio insiste en que lo propio de los laicos es el carácter secular de su misión en la Iglesia. Lo secular significa para el concilio: los asuntos temporales (LG 31,2) o asuntos profanos (LG 36,2). Aquí se plantea el “dualismo” entre lo eterno/sagrado y lo temporal/profano que acabo de comentar como problema subyacente.

Con esta clave, lo característico de los “sacerdotes” es su dedicación a lo sagrado: ellos se ordenan a la perfección de la vida por las mismas acciones sagradas que realizan cada día (PO14 12,3) y lo característico de los laicos es su dedicación a lo profano, a lo secular.

Cuando menos, habría que decir que ahí se esconde una teología sospechosa de

“dualismo” difícilmente justificable desde el Nuevo Testamento y desde el modo de proceder de las primeras comunidades que los apóstoles nos dejaron.

A mi entender, muy discutible por cierto, si tuviéramos que aceptar un dualismo entre sagrado y profano, nos tendríamos que referir a lo que va en la línea del Reino de Dios (“sagrado”), el proyecto del Padre, y lo que va en contra de ese proyecto (“profano”). Es decir: lo único profano es el “pecado” lo que atenta y destruye la vida, porque todo lo demás es sagrado! (cf. Gen 1). Tenemos que reconocer que el Concilio no pudo liberarse de ese dualismo que pesa sobre la comunidad eclesial

desde hace muchos siglos. Sin embargo, del Concilio a esa parte, con dualismo o sin él, cada cual verá, la presencia y el papel de los laicos en la vida de la Iglesia y en medio del mundo ha sido y sigue siendo cada vez más significativa, a pesar de todos los intentos de clericalización en el seno de la Iglesia.

The answer, my friend, is blowing in the wind…

En aquella época postconciliar, nos cautivó Bob Dylan con su Blowing in the wind, y todavía ahora me resuena la cadencia de su canción. Efectivamente, quedan muchas preguntas por resolver que siguen ahí y que tal vez convendría volver a plantear a los 50 años del Concilio. Ha transcurrido mucho tiempo, y uno no sabe si hemos ido hacia adelante o hacia atrás. Probablemente en algunos aspectos hemos avanzado y en otros hemos retrocedido. Por eso, al hilo de lo que venía comentando, uno se pregunta:

• Qué es lo profano y qué es lo sagrado? por qué el ministerio ordenado en la iglesia se identifica con los sagrado y el sacerdocio de los fieles no?

• El ministerio en la Iglesia es un servicio o un estatus intraeclesial?

• Por qué lo que se estableció por la jerarquía (nivel disciplinar) respecto al “sacerdocio ministerial” no puede ser cambiado, para que ese servicio llegue a todos sin restricciones y pueda ser ejercido por las personas con vocación sin acepción de edad, género o estado social? Sigue siendo válido el modelo del concilio de Trento incluso en lo referente a la formación y concepto de “seminario”?

• La mujer no puede acceder al ministerio sacerdotal porque no pertenece al posible ámbito de lo “sagrado”? Acaso la mujer es más “profana” que el hombre? La Iglesia tiene que seguir pagando peaje a la mentalidad y cultura semítica ancestral con pseudo-justificaciones teológicas de poco calado?

• Por qué hay tanto clericalismo entre no pocos laicos o colectivos y asociaciones

de seglares? tal vez porque esa estructura clerical aporta seguridad (aparente)?

• Dice la LG: Cuanto se ha dicho del pueblo de Dios se dirige por igual a los laicos, religiosos y clérigos; sin embargo a los laicos, hombres y mujeres, en razón de su condición y misión, les corresponden ciertas peculiaridades … Todos a su modo, cooperen unánimemente a la obra común (LG 30). Para los laicos se dan “ciertas peculiaridades”… pero se les anima a cooperar a la obra común. Cooperar con quién? entre ellos? con los presbíteros?...Los laicos son simples colaboradores?

The answer, my friend, is blowing in the wind, The answer is blowing in the wind

Cuando empecé a redactar este artículo, todavía Benedicto XVI no había presentado su renuncia como obispo de Roma. En este momento se presentan nuevas expectativas. No es fácil reformar un sistema clerical (obsoleto) desde el mismo sistema. Sin embargo estoy convencido de que el Espíritu está siempre activo en la Iglesia y que a pesar de los pesares, el Pueblo de Dios está ahí y no queda definido ni acotado por la realidad jerárquica-clerical, va mucho más allá.

Todos deseamos que el espíritu del Concilio siga vivo, o mejor aún, que despierte. Eso es lo que esperan gran parte de los miembros del Pueblo de Dios con lucidez y con ilusión.

No quiero terminar mi breve reflexión sin citar las palabras que más han resonado y más hemos recordado de entre todos los textos y documentos conciliares. Las palabras que encabezan la GS, un canto a la esperanza: “Gaudium et spes, luctus et angor hominum huius temporis, pauperum presertim…”: Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez los gozos y las esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón… La Iglesia, por ello, se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia. (GS 1)

14 Presbiterorum Ordinis: decreto sobre los presbíteros, de la cuarta sesión conciliar.

En aquella época postconciliar, nos cautivó Bob Dylan con su Blowing

in the wind, y todavía ahora me resuena la cadencia de su canción. Efectivamente, quedan muchas preguntas por resolver que siguen ahí

y que tal vez convendría volver a plantear a los 50 años del Concilio


Inocencio Martín Vicente

EL SEGLAR A LA LUZ DE LOS DOCUMENTOS CONCILIARES DEL VATICANO II1

Me propongo señalar algunos puntos que me parecen más signifi cativos, de las aportaciones que el Vaticano II hizo sobre el puesto y misión de los seglares en la Iglesia. Pero antes de llegar a él, quiero dar dos pasos previos: ¿cuál era el pensamiento sobre este tema a principio del siglo XX?, analizando el texto de un Papa (1) y señalar algunos hitos del preconcilio (2),

1 Los documentos que se contemplan son el C.II de la Constitución LUMEN GENTIUM, el IV de este misma Constitución y el decreto sobre el Apostolado de los Seglares

que serán fruto granado en el Vaticano II (3). El último punto lo dedico a analizar brevemente la actitud del P. Arrupe ante el Vaticano II (4).

1.- UN TEXTO SIGNIFICATIVO

El texto es de Pio X que era el Papa que gobernaba la Iglesia en el 1906, año el que escribió la encíclica Vehementer Nos, de donde entresaco este texto. Pio X es producto de un largo pasado que refl eja una mentalidad general que se ha ido forjándo a lo largo de los siglos y que todavía persiste en no pocas cabezas de los de arriba y de los de abajo, así como se percibe en unos (“los de arriba”) resistencias y miedos con romper con la desigualdad y en otros (“los de abajo”) en asumir otras responsabilidades que vayan más allá que la de obedecer

El texto:

“La iglesia es por su propia esencia, una sociedad desigual, es decir, una sociedad que incluye a dos categorías

de personas: los pastores y el rebaño, los que ocupan un rango en los diferentes grados de la jerarquía y la multitud de fi eles. Y es tas categorías son distintas entre sí que únicamente

EL AUTORHice mis primeros estudios en el Seminario de Ciudad Rodrigo donde estuve hasta hacer. Filosofía. Marché a Salamanca a estudiar historia que no acabé pues estando en ello, conocí a la Compañía en la que ingresé a la edad de 22 años, e inicié el largo trayecto de formación de la Compañía Noviciado, juniorado en Salamanca, Magisterio en la Inmaculada de Gijón, los estudios de teología en Comillas- Madrid y la última etapa de formación que nosotros llamamos Tercera Probación que la hice entre Canadá (Quebec) y Roma. Se puede decir que mi formación ha ido muy orientada al terreno de la Pastoral Espiritual y, muy en especial a los Ejercicios Espirituales de S. Ignacio, de los que algo sé.Hice mis primeros pinitos pastorales en el barrio de Natahoyo en el conjunto de obras que a Compañía tiene aquí, entre ellas la Parroquia San Esteban del Mar de la que fui Párroco durante 8 años, de Gijón a León, a la Curia Provincial donde fui Delegado Provincial de Pastoral, de la extinta Provincia jesuítica de León y a partir de aquí comienza mi trayectoria como Rector del Juniorado en Salamanca (Filósofos y Estudios Especiales), durante 14 años en Salamanca que hice compatible con la dirección del Centro de Espiritualidad de Salamanca (CES) , para, después, pasar a Madrid como Rector del Teologado de Comillas, durante siete años, a la vez que fui Asistente Nacional de CVXAl terminar en Madrid un nuevo envío, esta vez a Burgos: superior de los jesuitas de esta ciudad y coordinador del conjunto de obras que la Compañía tiene en esta ciudad: Colegio, Centro de Pastoral, Iglesia y una gran ONG (Atalaya), para trabajar con inmigrantes Cumplido el ciclo de los seis años en Burgos llega mi destino y reencuentro a Asturias con este encargo:Superior de la comunidad de Oviedo, Representante de la Compañía en las obras educativas. Delegado-coordinador de todas las obras de la Compañías en Asturias, lo que llamamos Plataforma de la Compañía en Asturias (PAL).

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en cuerpo pastoral reside el derecho y la autoridad necesarios para promover y dirigir a todos los miembros hacia el fin de la sociedad. Por lo que se refiere a la multitud, no tiene otro derecho sino de dejarse guiar y, como rebaño fiel, seguir a sus pastores”.

Comentario:

• La Iglesia es una sociedad “desigual”. En la sociedad-Iglesia (si es que se de-sea respetar la lógica del principio de la desigualdad) unos que son más y otros que son menos, hay un arriba y un aba-jo. Las relaciones entre clérigos y laicos deberán, pues, respetar las leyes y las implicaciones de la desigualdad.

• Arriba se encuentran los “pastores”, los miembros de la “jerarquía”, el “cuerpo pastoral” y ello porque en ellos se agota “el derecho y la autoridad necesarios para promover y dirigir a todos los miembros hacia el fin de la sociedad”.

• Pero la propia “jerarquía” esta jerar-quizada porque contiene “diferentes grados”, es decir que siguiendo el prin-cipio de la desigualdad también las re-laciones son desiguales: relación entre un arriba y un abajo, entre presbítero y un Obispo, por ejemplo.

• El abajo eclesial es el “rebaño”,” la multitud de los fieles” ¿Y cuál es su derecho? No otro que el “dejarse guiar”; su responsabilidad eclesial y su fidelidad a la Iglesia se reducen, pues, al deber que se les impone de seguir a sus pastores. Su único derecho es, por tanto, un derecho a la pasividad.

• Y por último la desigualdad no es algo fruto de una coyuntura histórica. sino que pertenece a la esencia, no es algo que vale para un tiempo determinado, sino que es propio de la naturaleza de la Iglesia, y constituye un elemento esencial de su definición.

Esto ocurría el 1906, pero aún en 1948 escribía Talbot: “¿Cuál es el campo de los seglares? Cazar, disparar, divertirse. De estas cosas entienden. Pero no tienen absolutamente ningún derecho a inmiscuirse en asuntos eclesiásticos” Una exageración verbal cierto, pero la realidad en muchos caso se parecía (¿se parece?) a esta opinión, aunque ya han pasado los tiempos, al menos conceptualmente, en

los que se decía “la Iglesia católica es la Iglesia del clero y miembros plenos solo son el clero”, aunque lo contrario aún sigue arraigado en el pueblo llano.

2.- EL MOMENTO PRECONCILIAR

Es preconciliar solo coronológicamente porque así como el texto de Pios X refleja una larga tradición de pensamiento y de obra, lo mismo puede decirse de la etapa que precedió al Concilio y que va desde los años cuarenta en adelante hasta su realización. El Concilio reflejará en gran parte, lo que se había ido gestando a lo largo de estas decenas de año, y especialmente de algunos teólogos que luego citaré, verdadero “autores” del Concilio.

“El puesto de los seglares en la Iglesia es uno de los problemas más discutidos en teología dogmática, en la pastoral canónica y en la ascética práctica” decía S. Sustar, en el 1957, la frase nos da una idea de cómo a partir de la Segunda Guerra Mundial comienza a suscitarse un gran interés por los seglares en la Iglesia.

Señalo simplemente tres hitos en los que se concentra este interés:

a) La publicación de la encíclica de Pio XII Mystici Corporis Cristi (1943). La Iglesia es el Cuerpo de Cristo cuya cabeza es Cristo, pero con múltiples y variados miembros, todos ellos son la Iglesia, no una parte, la jerárquica-clerical, sino la totalidad en la que el seglar tiene el derecho a recibir bienes espirituales, pero también debe colaborar activamente en la Iglesia, e incluso se mencionan derechos de los seglares en el gobierno de la Iglesia. Con el desarrollo de Iglesia como totalidad, esta encíclica influyó grandemente en la comprensión del seglar como miembro pleno. Gran documento.

b) La creación de la “ACCIÓN CATÓLICA” fundada justamente para dar viabilidad y cauce al apostolado de los seglares, llamados a prolongar, extender y expansionar el apostolado propio de los seglares que no solo era tarea del ministro ordenado. No cabe duda que la “ACCIÓN CATÓLICA”

ha ejercido gran influencia en el protagonismo de los seglares en la Iglesia.

c) Los grandes teólogos del concilio como Rhaner, Congar y Schillebeeckx, De Lubac, entre otros, dedicaron no pocas páginas de sus reflexiones a definir el objeto de esta colaboración del seglar en la Iglesia; dando por supuesto que son miembros plenos del Cuerpo de Cristo y que pueden a aspirar legítimamente, junto con los clérigos, a un puesto legítimo en la Iglesia, fijaron su atención en el campo de operaciones que el seglar ha de realizar en la Iglesia y, que con matices, todos ellos los ubicaron en medio del mudo, así lo expresaba Y. Congar: “Seglar es el cristiano que con su vida y su actuación dentro de las estructuras y tareas mundanas realiza su cooperación a la obra de salvación y al progreso del Reino de Dios , o sea, a la doble tarea de la Iglesia”.

Hay, pues, un avance notable entre el pensamiento de Pio X y lo que se va apuntando en esta fase pre-conciliar: se va destacando que junto a la jerarquía está ahora el pueblo; junto al ministerio, está la vida, el mundo como misión y tarea de la Iglesia, junto a la institución salvífica, la comunidad de salvación.

3.- EL CONCILIO VATICANO IIa) LA IGLESIA ES EL PUEBLO DE

DIOS

En la Constitución Lumen Gentium la Iglesia se pregunta: Iglesia ¿Qué dices de ti misma? Y la pregunta la va desgranando en ocho capítulos, pero es, sin duda, para el tema que nos ocupa, que fijemos nuestra atención en el segundo y, es que antes que comenzar a dar cuenta de la diversidad de miembros de este pueblo con sus diversas funciones, comienza englobando a todos sin distinción de categorías en un solo pueblo: “quiso, sin embargo, el Señor santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados entre sí, sino constituir un pueblo que le conociera en la verdad y le sirviera santamente… “convocando un pueblo de entre judíos y gentiles …que condensara en la unidad y constituyera el nuevo Pueblo de Dios…


linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo de adquisición…que en un tiempo no era pueblo, ya ahora es pueblo de Dios”2 Cada miembro de ese pueblo es todo eso.

Antes que jerarquía, antes que clero, antes que religiosos todos los miembros de este pueblo tienen un denominador común que les iguala: el sacerdocio real y común adquirido para todos por la sangre de Cristo. Todos y cada uno de este pueblo son llamados, convocados y enviados a la misma misión: a anunciar el Reino de Dios, en Cristo.

El principio de que los seglares y los ministros pertenecen al pueblo de Dios constituye un logro importante que no se debe olvidar; fue una conquista no fácil en el Vaticano II que comenzó con un borrador que fue rechazado porque pecaba de clericalismo a juicio de algunos conciliares, al que siguió otro también modificado y por fin éste, que es bueno, aunque con alguna ambigüedad que señalaré después.

b) UNA IGLESIA DE BAUTIZADOS

Ni todo el mundo se casa, ni todo el mundo se ordena, pero sí todo el mundo se bautiza, se confirma y participa de la Eucaristía, son los sacramentos que llaman de iniciación, iniciación en el sentido que son el fundamento, la base

2 Capítulo II número 9 de la Lumen Gentium

común de todo bautizado, a los que Cristo les ha hecho participes de su condición de Sacerdote, Profeta y Rey, lo que significa que todo cristiano es mediación para los hombres entre si y de estos con Dios (sacerdote) de anunciar el evangelio (profeta), y animar y orientar la marcha de la Iglesia peregrina (rey) y así:

• El seglar tiene el deber y el derecho de tomar la palabra en la Iglesia, el don profético que ha recibido le habilita no sólo para escuchar sino para escuchar sí, pero también para hacerse escucha3.

• El Concilio reconoce el derecho y el deber del seglar en el campo de la predicación en sentido amplio: como anuncio del evangelio a través de del testimonio y de la palabra en su vida cotidiana, familiar y social,

• Pero también en la predicación en sentido estricto cuando falta el ministro ordenado.

• Amplio campo de participación en la liturgia.

• Y en responsabilidades de gobierno.

Si bien es verdad que la mayor incidencia que hace el Concilio a propósito del apostolado de los seglares, siguiendo la etapa preconciliar, es la de situarlos

3 Lumen Gentium 37

en el mundo como su campo propio de operaciones, es decir, el mundo, lo secular, lo profano, las estructuras intrahumanas… Es tal la insistencia que hace de “su campo” de su “modo propio” que a veces parece que subyace el clásico dualismo: la Iglesia para el clero el mundo para los seglares, aunque con otra teología, ahí anida aún cierta ambigüedad que, yo creo, que se despeja en el punto siguiente.

c) LA BUSQUEDA DEL REINO DE DIOS, MISIÓN DE TODOS

“A los seglares pertenece por su propia vocación buscar el reino de Dios tratando y ordenando según Dios los asuntos temporales”4.

La búsqueda del Reino de Dios es una operación dinámica, histórica, es la actitud de la Iglesia peregrina, es universal, porque a todos corresponde la búsqueda y realización del Reino, siempre en camino; en cambio decir que lo propio de los seglares es el mundo, lo cual es cierto, (“la labor intramundana de la Iglesia” decía Rhaner”), pero puede dar lugar a equívocos, porque… ¡cuidado! No sea que por incidir tanto en lo específico nos carguemos lo común, es decir, el sacerdocio común de los fieles y fieles somos todos, y con el peligro de no acabar superando -si no estamos atentos y en búsqueda permanente- el

4 Decreto sobre el Apostolado de los Seglares número 6


dualismo: la Iglesia para los clérigos, el mundo para los seglares, o dicho de otro modo: para los clérigos ordenados el “ministerio sagrado”, para los religiosos un testimonio claro del espíritu de las bienaventuranzas y para los seglares las circunstancias normales de la vida familiar y social y mundana.

No, creo que el punto de partida no debe ser lo específico sino lo común: debemos de partir de la búsqueda del Reino de Dios al servicio del cual está toda la Iglesia, pueblo de Dios, la Iglesia de bautizados, unos y otros, los de arriba y los de abajo,los de dentro y los de fuera, los de dentro de las fronteras y mas allá de las fronteras, y ahí ejerciendo todos el sacerdocio, (mediadores), el profetismo (anunciadores) y la realeza (animadores), que a todos les pertenece. Luego viene lo específico pero eso ya es materia de los capítulos siguientes, de ahí la importancia capital que a todos ellos les preceda el capítulo II: LA IGLESIA PUEBLO DE DIOS.

4.- EL P. ARRUPE Y EL CONCILIO VATICANO II

“SIGUIENDO EL EJEMPLO DE LA IGLESIA EN EL CONCILIO VATICANO II” con estas palabras se dirigió Arrupe a la Congregación General que le había elegido General de la Compañía. Una Congregación que, como nunca había sucedido, se realizó en dos sesiones, la primera cuando ya se habían tenido tres etapas del Concilio, pero aún falta la última que se celebraría en el otoño del año 1965.

El 5 de octubre de 1964 moría el General de la Compañía de Jesús, el P. Juan Bautista Janssens, por lo que ha de ser convocada Congregación General, para la elección de un nuevo General, reunida la Congregación General la elección recayó en la persona del P. Arrupe el 22 de mayo de 1965. Elegido General y después de tratar otros asuntos de importancia relativa se toma una decisión significativa: ”aplazar la segunda sesión de la Congregación hasta que termine el concilio Vaticano II y poder tener todo él como referencia de nuestra Congregación”.

¿Qué cual fue la actitud de Arrupe ante el Concilio? Arrupe que solo fue testigo de la cuarta fase del Concilio, sí puede hablarse con propiedad que fue

una figura clave del postconcilio, como no duda en calificarlo el eclesiólogo Santiago Madrigal. En efecto, convencido como pocos que el Concilio era la obra del Espíritu, el nuevo general, con sus orientaciones, con sus cartas, con sus exhortaciones, con su persona, ha trasmitido los impulsos y los anhelos que le llevaron por los cinco continentes, situándose siempre en el mismo horizonte e intenciones del Vaticano II, “con el mismo espíritu que se renueva la Iglesia…y seguirlo con toda docilidad”, decía, aludiendo al Concilio…

Dirigiéndose a la Congregación General en una de las sesiones les decía: “no pretendemos emularlo, sino seguirlo con docilidad y uno de los temas que pone sobre la mesa de la Congregación es el de “las renovadas relaciones con los demás miembros de la Iglesia y con el LAICADO”…. “que la Compañía entienda nuestro decretos y los medite a la luz de los documentos del Concilio Vaticano II”. No, no le pasó desapercibido a Arrupe el protagonismo de los seglares en el concilio.

Arrupe “entregó” las Congregaciones Marianas dirigidas por los jesuitas a los seglares, el jesuita de turno ya no sería director, sino asistente de una Comunidad de Vida Cristina dirigida por los seglares y asistida (acompañada) por los jesuitas, en coherencia con la doctrina del Concilio Vaticano II.

El principio de que los seglares y los ministros pertenecen al pueblo de

Dios constituye un logro importante que no se debe olvidar


La Delegación de CVX España salió de Madrid hacia la Asamblea Mundial de Líbano, muy pendiente de la Delegación de CVX Cuba a la que acompañaba. Experimentamos la incertidumbre que viven los cubanos para poder pasar fronteras. Durante el viaje no dejamos de hablar con mucho ánimo de los desafíos de la CVX mundial y en España. Aunque alguno no aguantó el sueño, supondréis que, teniendo en cuenta quiénes viajamos, hemos arreglado el mundo. Al aterrizar, el mundo seguía más o menos igual pero nosotros, no. Hemos visto prioridades y soluciones posibles.

Al llegar al aeropuerto de Beirut, todo fue muy fácil. La CVX en Líbano nos estaba esperando llena de ilusión. Nos acogieron muy efusivamente. Estuvimos esperando a otras delegaciones para llenar un bus. Fueron llegando poco a poco. Nos presentamos, primeras conversaciones. Varios miembros de CVX mundial nos mostraron a los españoles su pésame por el accidente ferroviario de Santiago de Compostela. Estaban impresionados.

Para ir al lugar de la Asamblea hemos atravesado de punta a punta Beirut. Una ciudad cobra dos zonas claras: cristiana y musulmana. En la cristiana hay imágenes religiosas por la calle y muchos menos carteles en árabe. Vemos a simple vista las oquedades de las bombas en los edifi cios. Es una ciudad herida. Beirut es una ciudad de edifi cios altos abigarrados que conviven con pequeñas y pobres casas a lo largo de toda su costa. Si conduces un rato, te sales del país y llegas a Israel. Hay muchos nuevos edifi cios modernos en construcción. Es un país con una línea costera estrecha y tras ellas una sinuosa

cadena de montañas. Nosotros estamos en una casa en lo alto de un cerro, desde donde se ve todo Beirut.

La Asamblea se celebra en una casa de ejercicios de la comunidad católica de rito meronita. Es una buena casa, grande. Esta tarde hemos comenzado la Asamblea celebrando la eucaristía y luego una agradable y sencilla cena. Todas las comunidades estaban tras la cena preparando su presentación de mañana y desplegando sus banderas. El hall estaba muy colorido.

La Asamblea en sus primeras horas ha sido un enjambre de colores. Con naturalidad unos nos parábamos a otros y nos presentábamos. Hola, soy Fernando Vidal de CVX España, ¿de dónde vienes tú? Y entonces enseguida se establece conversación. Muy fácil y abierto. Durante la cena hemos estado hablando con distinta gente. He cenado con Suiza,

Argentina y Uruguay y hemos estado hablando sobre la prioridad en el campo de familia.

Desde la iglesia de la casa meronita, se ve a través de ventanales todo Beirut. No pude no pensar enseguida en el mundo en toda su planicie y redondez ante la CVX mundial de la que tanto se espera.

Terminamos la jornada. Pablo, Alfonso y yo nos subimos al último piso de la casa. Es una gran terraza. Ante nosotros, Beirut de noche en cuya piel brillan luces de muchos colores. Hay un tráfi co denso de gente que va de acá para allá. ¿Buscando algo nuevo? Sobre nosotros, miles de estrellas nítidas en el fi rmamento.

Tomamos conciencia de que estamos en Líbano y que hacía unos pocos años esa ciudad que ahora vibra de colores, se desangraba con la negra luz de las bombas. Nos estremecemos. Repasamos

Alfonso Salgado, Adelaida Lacasta, Fernando Vidal

Crónicas de Líbano 2013

¡LLEGANDO A LÍBANO! en buena compañía...

“Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros” 1, Jn 4.

La Delegación de CVX-España partiendo desde Madrid para la Asamblea Mundial CVX. (Fernando Vidal, Alfonso Salgado, Adelaida Lacasta, Rosa López y Pablo Ruiz SJ)


brevemente el día y nos echamos unas risas también. Hay un ánimo muy grande y somos conscientes del gran reto que tenemos en esta asamblea.

Hemos venido a un país-símbolo de nuestro tiempo; a una encrucijada de la historia donde sentimos fuerte el viento de un mundo que necesita de respuestas operativas y trabajo, respuestas operativas y transformadoras ya. A ello vamos.

Amanece en Beirut la segunda jornada de la Asamblea Mundial de CVXÉste es el centro de espiritualidad donde vivimos y celebramos la Asamblea. Realmente las condiciones de la casa son muy buenas. Estás en la naturaleza y con las mejores panorámicas sobre Beirut. La capilla es hermosa e inspiradora.Un gran hall favorece los encuentros informales. Aquí tenéis a Alfonso con Chile y Argentina.


Comienza la eucaristía maronita presidida por el patriarca de la iglesia católica maronita. Es una gran fi gura, padre de la nueva constitución libanesa, artífi ce de la paz y el pluralismo en Líbano.

El patriarca es una gran presencia, un símbolo del Líbano, protegido por cinco guardaespaldas.

Han llegado tres televisiones más para cubrir la noticia de la Asamblea CVX y su encuentro con el patriarca. El presidente del Consejo Pontifi cio para los Laicos nos dirige un mensaje a la CVX mundial, al que se da lectura. El cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontifi cio de Laicos nos agradece estar en Líbano: es “signo elocuente de la solidaridad de CVX” y símbolo de la importancia de la acogida y de persistencia de la fe en medio de las difi cultades.

El cardenal Rylko nos anima a dar respuestas para estar en las periferias y derribar las barreras del corazón de los hombres a Cristo “El amor de Dios no tiene límites, las barreras deben ser derribadas en las periferias de la sociedad y el corazón del hombre. El amor de Dios no tiene límites”

El Patriarca Maronita ha tenido múltiples elogios para “su hermano” el Papa Francisco, cabeza de la Iglesia Católica Romana. Realmente ha sido una eucaristía que nos ha llevado al centro de la interculturación en todas las culturas y a la misión del ecumenismo y la unidad de las Iglesias.

El Patriarca Maronita: “Debemos saber construir la comunión de Jesús en medio de la diversidad y pluralismo. En un mundo que cada vez más es un mosaico de diversidad, debemos aprender a comunicar la vida de Jesús y crear comunión. Es importante apreciar y hacer crecer nuestras raíces, crear comunión en las raíces del corazón de Jesús. Como dice el Papa Francisco, salid a compartir vuestra experiencia al mundo.”

El patriarca de la Iglesia Católica Maronita llamó a la CVX a abrir las puertas para servir en las fronteras del mundo y compartir nuestras raíces y experiencia de Jesús.

EUCARISTÍA PARA COMENZAR LA ASAMBLEA

Celebramos la eucaristía según el rito maronita.

Al comienzo, el patriarca es precedido por una procesión con todas las banderas de los países que participamos y que vamos poniendo alrededor del presbiterio.

La eucaristía ha discurrido en árabe, con parte en francés e inglés. Expresa la encarnación de la Iglesia en el centro de la cultura de Medio Oriente.


El Día 2 está dedicado a tomar conciencia de nuestra historia de 450 años desde que las Congregaciones Mariana fueron fundadas y nutrirnos de esas raíces para dar más fruto en el mundo de hoy.

La primera parte de la mañana del Día 2 comenzó con una toma de conciencia de nuestra historia de 450 años. CVX es universalidad tanto geográfi ca como histórica: a lo largo del tiempo y a lo largo de todo el mundo. Comenzamos con un vídeo animado con stop-motion hecho por un equipo profesional de CVX-México llamado La Nave de los Locos. Fue un vídeo muy hermoso y moderno. Hecho con una textura vintage de cartón, fotografías y dibujos. El vídeo propone una metáfora formada por una paloma blanca que representa al Espíritu y una variedad de aves que simbolizan la diversidad de laicos ignacianos. Muy bueno, con una estética innovadora y música muy delicada.

CVX Bélgica francesa presenta como símbolo un metro que extienden por toda la sala. Representa la larga historia de CVX. CVX Bélgica francesa ha emprendido un plan de formación de líderes.

CVX Bélgica fl amenca tiene como símbolo una tortuga. Crecen despacio pero crecen: cinco grupos nuevos. CVX Bélgica fl amenca ha creado un fuerte programa de formación y ha logrado presencia en los medios.

CVX Canadá francés. Desde 1656 hay comunidades laicas ignacianas en

Canadá y siguen llevando la antorcha al futuro. Presencia en cuatro ciudades. Han habilitado reuniones por Skype.

CVX Argentina. Símbolo: vela elaborada por miembros de CVX Argentina. Dicen que les falta implementar la prioridad de familia.

CVX Camerún. Impresionante presen-tación de un espectacular centro educativo y pastoral que están construyendo. Tiene una parte para acoger a CVX de todo el mundo.

MUY impresionados por la presentación de Siria. Sus delegados han perdido sus casas bajo las bombas y viven exiliados

como refugiados. Cuentan que sufren bajo una dramática experiencia de “odio, terror y muerte”. Han hecho para la CVX mundial la medalla conmemorativa de los 450 años y ha sido una epopeya. La producción se interrumpió porque la comunidad y fábrica son de Alepo. De hecho la fábrica donde fue hecha ha sido destruida. La medalla de los 450 años además tiene un error. En vez de ignaciano pone ignicion. Es una medalla herida, como Siria. Las medallas superaron cien difi cultades máximas: les detuvieron los terroristas, se rompieron los moldes industriales y hubo que labrarlas a mano... La medalla se ha convertido en un signo encarnado de nuestro mundo. Gracias, hermanos de Siria.

SEGUNDO DÍA: TOMANDO CONCIENCIA DE NUESTRA HISTORIA

Acaba el Día 1 de la Asamblea mundial de CVX¿Qué nos queda del día? El momento más señalado ha sido la eucaristía presidida por el cardenal Rylko, patriarca maronita. Queda un desafío muy contundente en su mensaje: ¿cómo compartir la experiencia de Jesús en nuestros contextos de diversidad y pluralismo? CVX tiene la espiritualidad perfecta para saber hacerlo. ¿Y los medios? En la presentación de comunidades nacionales he visto movimiento, respuestas

concretas y crecimiento. Sin duda hay realidades más fuertes y otras que requieren cambios, pero desde la anterior Asamblea la gente está focalizada en crear proyectos operativos.Para resumir el día cada participante ha dicho una única palabra qué recoja el.día. Fueron muchas pero se repetían mucho “gracia”, “comunión” y “movimiento”.La casa es confortable y la gente está muy

centrada en conocerse unos a otros. Tratamos de sentarnos con gente con la que aún no hemos hablado. Poco a poco todos vamos sabiendo nuestros rostros y voces. Pero lo más importante es que entre la gente hay un estado búsqueda y disponibilidad a moverse y hacer. Se valora y busca el emprendimiento. El estado de la delegación española es de gran ánimo, buen humor, y muy volcados a conocer y escuchar a la gente.

CVX España con Tobie Zakia, un hombre crucial en la historia de la comunidad laical ignaciana, CVX.


También recordamos la historia de CVX en un relato sencillo. Tras varias experiencias de Ignacio y suave compañeros, en 1563 Jean Leunis formalizó la primera comunidad laical ignaciana. Ese modelo de congregación se multiplicó por todo el mundo hasta 1773.

Tobie Zakia fue el presidente que hizo la transición de las congregaciones a la CVX. Nos dirigió una lúcida refl exión. Especialmente señaló que los miembros de CVX deben expresar en mayor medida su compromiso. ¿Qué es el compromiso? Es comunicar y compartir la unión con todos los ignacianos del mundo para entregarnos juntos a los demás. Tobie tiene el aspecto de un anciano sabio, memoria viva de que Dios ha trabajado con paciencia, prudencia y voluntad en nuestra historia.

En 1773 la Compañía de Jesús es suprimida y las congregaciones quedan solas, a la deriva y alejándose progresivamente de lo ignaciano. Las congregaciones quedan en manos de cada obispo local y evolucionan de muy distinto modo. Restaurarlas a lo ignaciano va a ser un camino de vuelta muy largo.

En 1922 comenzaba restauración de la comunidad laical ignaciana.

En 1948 Pío XII insta a las congregaciones a que vuelvan a su raíz ignaciana.

En 1967 se reinician como CVX. Es una de las inspiraciones del padre Arrupe y desde entonces no ha dejado de crecer por todo el mundo.

La Asamblea Mundial CVX se ha sentido muy heredera y responsable de esta larga historia.


Comienza la tarde. El Exco presenta su informe ejecutivo.

CVX India no tiene delegación porque están en una crisis coyuntural en el nivel del liderazgo. Es triste pero es algo que se va resolver.

CVX Lesotho no ha venido. Ha crecido pero ha habido tensiones entre el viejo modelo y el nuevo. Se dieron cuenta que no era conveniente venir.

CVX Venezuela no ha venido. La situación política y la falta de acompañamiento le ha hecho declinar. Hay gente pero necesitan reconstituirse.

¿Una estructura tan pequeña como la que hay en Roma es suficiente para desarrollar una realidad con tanto potencial como CVX? Se pregunta el Exco. Quizá se podría desarrollar un equipo virtual más amplio, proponen.

Gran informe de Luc, el viceasistente, un jesuita indio con un impresionante sentido del humor.

El Exco expone su informe ejecutivo.

Los muchos jesuitas implicados en CVX, viven y agradecen una experiencia apostólica que les hace realizar su misión. En general, hay bastante colaboración

entre Compañía y CVX. Pero no es tan vibrante y sólida como le gustaría a ambas partes.

Si se quiere más colaboración, la CVX debe proponer planes concretos de acción común. El viceasistente sabe que si se hacen esas propuestas, la Compañía respondería entusiasta. Sería algo que ayudaría mucho a la Compañía. Gran aplauso fi nal al viceasistente, cuyo discurso se vio interrumpido por otro gran aplauso.

El Exco sigue exponiendo. La metodología DEAE (Discernir, Enviar, Acompañar y Evaluar) ha sido practicada con mucha efi cacia. Se ha visto en la presentación de los países. Pero falta que se aplique en más sitios y con más hondura.

Se ha comenzado a crear una base de materiales formativos. Se quiere que todo el mundo vuelque sus herramientas y contenidos locales.

El miembro del Exco en África, llama a desarrollar los medios en Internet para fortalecer la comunicación entre diferentes países.

Para el área Asia-Pacífi co ha sido muy dinamizador la creación de una nueva web más potente: compartir formación, más visibilidad pública, nuevos proyectos.

Informe de CVX Europa. La estructura de eurolinks es buena pero falta más cooperación para afrontar los siguientes retos: jóvenes, envejecimiento, secularización, migraciones. Falta mejorar la relación Este/Oeste en Europa. CVX crece sobre todo en Europa del Este.

En CVX LATAM se han hecho reuniones virtuales entre los distintos consejos nacionales en las que no sólo se trabajó sino que incluso se rezó juntos. Había gente que pensaba que sería imposible hacerlo pero la experiencia fue muy positiva.

CVX LATAM organizó un curso sobre participación sociopolítica en colaboración con una universidad, que daba un diploma universitario.

CVX LATAM ofrece el programa MAGIS, una rigurosa formación en tres años. Ha dado profundidad e identidad. El Exco revela que el cardenal presidente del Pontifi cio Consejo de Laicos ha animado a la CVX a difundir más la espiritualidad ignaciana entre los laicos.

Progressio es la única revista internacional de espiritualidad ignaciana hecha por laicos. El Exco propone que sea electrónica y gratuita para aumentar su difusión.

EL EXCO PRESENTA SU INFORME EJECUTIVO

Señor, danos la gracia de reconocer tu fi delidad a CVX a lo largo de estos años y aviva nuestra responsabilidad con el futuro de esta historia. Ésta es la frase con la que la delegación española identifi camos el día 2.


La petición del día es conocimiento interno de la realidad de la CVX mundial hoy en día.

Comienza el Día 3 de Asamblea. Amanece en Beirut y el Señor abre nuevos caminos para la CVX. Seguimos subiendo tras el Espíritu en Notre Dame du Mont.

El tema del Día 3 es conocer nuestra realidad actual como Cuerpo Apostólico Laical.

La guía de la Asamblea recoge las mociones que han aparecido hasta ahora. La consolación y confi anza de la acogida dejó paso a la energía y ánimo de las presentaciones por países. También hubo realismo y honestidad al compartir las debilidades. Nos sentimos la historia viviente de esa tradición laical ignaciana de 450 años.

La guía nos dice que Ignacio nos invita en los Ejercicios a escuchar nuestro propio cuerpo. Ahora aplicamos esa invitación para escuchar nuestro cuerpo apostólico. Nos da otro buen consejo: medir nuestras fuerzas porque la Asamblea es larga. Ayer no pudimos acabar el informe del Exco, así que hoy “comenzamos terminando”.

Se contrató a un consultor para diagnosticar nuestra estrategia de redes e incidencia.

Mauricio, alias “Mau”, fue el consultor contratado y ahora es candidato a presidente. Se han hecho cosas pero todavía no tenemos sufi ciente coordinación como para funcionar con efi cacia. Se está impulsando una acción en migraciones, en colaboración con Servicio Jesuita a Migrantes. En ecología se estuvo presente en loa principales foros internacionales. Participamos en Cingo, un foro de ONG promovida por la Secretaría de Estado del Vaticano. También se impulsa una red de profesores para profundizar sobre la vocación educadora de los laicos y la espiritualidad ignaciana.

El Exco cree que en ámbitos de incidencia se debería promover estrategias regionales cómo se hace en LATAM o Asia-Pacifi co.

CVX fue la organización internacional más fuerte en una campaña de CVX-LATAM para que República Dominicana aumentara su presupuesto en educación al 4%.

Hay una pregunta para que la Asamblea Mundial resuelva: ¿debe seguir la CVX mundial profundizando en esta estrategia de incidencia?

La presidenta de CVX mundial concluye que CVX es más proactiva, tiene que mejorar sus redes de acción, tiene más sentido de cuerpo activo y tiene conciencia de continuar movilizándose como un solo cuerpo mundial. La presidenta da gracias por este tiempo, por el diálogo sostenido con las CVX nacionales y por todos los avances.

La Asamblea espontáneamente se pone en pie para aplaudir a la presidenta Daniela Frank y a todo el ExCo por su labor. Es un cálido y largo aplauso.

En el turno de preguntas se enfatiza la importancia de la evangelización explícita. Junto con la acción en causas sociales, es nuestra naturaleza la evangelización expresa.

CVX España preguntamos sobre la participación de CVX mundial en la iniciativa Jesuit Networking que está tejiendo redes sociales entre organizaciones y personas ignacianas de todo el planeta. Dice el Exco que es imprescindible desarrollar el uso de estos medios en CVX y les gustaría ser invitados para participar en esa iniciativa.

Kolvenbach dijo que en el Exco debería haber una persona liberada, además del secretariado ejecutivo. El Exco está de acuerdo. La presidenta de CVX mundial dice que para poder desarrollar el potencial de la CVX es necesario ampliar el equipo de personas dedicadas. Esto parece que es sentido por todo el mundo.

En Francia se ha creado una asociación formada por CVX, SJ y dos congregaciones religiosas femeninas para desarrollar la espiritualidad ignaciana. En Francia trabajan mucho desde esta perspectiva de familia ignaciana que incluye a las congregaciones femeninas.

1 DE AGOSTO: CONOCIENDO NUESTRA REALIDAD ACTUAL COMO CUERPO APOSTÓLICO LAICAL


Comienza el reporte fi nanciero. Este ciclo desde Fátima ha sido fi nancieramente muy positivo. La responsabilidad fi nanciera ha mejorado mucho. La mayoría de países paga puntualmente sus cuotas pero no todos. Es muy importante que el pago se haga en el tiempo exacto. Chris Michalef de Malta va muy directo: si no se paga a tiempo, no se les puede dar su salario a la familia del secretariado y por tanto no pueden vivir. Así de directo y con el secretario de Roma sentado a su lado. Aún así, el estado fi nanciero ha mejorado.

La compra del apartamento en Roma ha sido un éxito. Fue una cuestión muy discutida. Las donaciones para este proyecto superaron mucho lo esperado. Conclusión: cuando planeamos las cosas bien, podemos. Chris se emociona al contarlo porque es signo de que podemos impulsar grandes proyectos. Gran aplauso general de la asamblea.

Como primer efecto, se ha dejado de pagar el alquileres anterior departamento.

Como consecuencia, el presupuesto anual ha dado superávit.

El défi cit histórico de CVX se ha reducido en un 70%. Hay un défi cit acumulado que ya sólo está en 17.000€ y es probable que el año próximo se cancele y CVX sea por primera vez en su historia fi nancieramente autosostenible.

Hay un riesgo fi nanciero futuro: las comunidades de países más ricos disminuyen en miembros y el aumento de

miembros que hay en el resto de países puede que no dé para compensar la menor recaudación.

A comienzos de 2000, había una deuda acumulada muy grande y gracias a una gran donación de un miembro anónimo de CVX se redujo sustancialmente.

Todo este trabajo ha sido posible gracias a un equipo internacional de miembros de CVX expertos en fi nanzas que no sólo han sido voluntarios sino que han querido pagarse sus propios viajes. Se desata un gran aplauso para ellos, que están presentes.

Primera votación en la Asamblea y se aprueban las cuentas por unanimidad.

Ahora Chris Michalef, del Exco, presenta una alternativa para cambiar el modelo fi nanciero de CVX.

De la Asamblea de Fátima a Líbano, el número de miembros de CVX creció en 2000 personas.

La Asamblea de Fatima recomendó hacer un fondo para apoyar proyectos apostólicos. Se logró gracias a donantes personales anónimos y a donaciones de comunidades nacionales. Incluso comunidades muy pobres aportaron. La asamblea aplaude vivamente.

¿En qué se gastó ese fondo?

En el terremoto de Chile se ayudó a una aldea de pescadores.

En Ruanda se fi nanció un centro que da ayuda médica, psicológica y espiritual a personas con HIV SIDA.

Se apoyó a Sigvol, proyecto de voluntariado en Ecuador.

En Sudan del Sur se apoyó un poblado con ayuda humanitaria.

En Corea se apoyó un centro pastoral CVX.

Se apoyó en Siria a refugiados.

En todos estos proyectos se apoyó a las CVX nacionales, no lo hizo el Exco directamente.

El Exco propone aumentar el presupuesto general de CVX mundial, incluyendo una partida para el Fondo Apostólico y otra para hacer Progressio digital y gratis.

Hay dos fondos más: para formación y para advocacy.

Todo esto sale gracias a donantes privados que hacen viable a CVX pero no hay un plan fi nanciero previsible.

Hay muchas manos levantadas para hablar. Leo de CVX Italia cree que hay que fortalecerse fi nancieramente y eso hay que hacerlo proponiendo proyectos específi cos.

PRESENTACIÓN DEL INFORME FINANCIERO

El déficit histórico de CVX se ha reducido en un 70%. Hay un déficit acumulado que ya sólo está en 17.000€ y es probable que el año

próximo se cancele y CVX sea por primera vez en su historia financieramente

autosostenible.

FONDO PARA PROYECTOS APOSTÓLICOS


Comienza la tarde del día 3 con la aceptación de nuevas comunidades nacionales. En esta asamblea entran tres países nuevos: Lituania, El Salvador y Botswana. Ahora, Alice, de la CVX-Francia presenta la aceptacion de Lituania.

CVX Lituania expone su petición para ser miembro de CVX. Tienen como logo un racimo de uvas.

Dicen que desde Fatima han profundizado en su formación, ya se han hecho 17 compromisos. La comunidad ha crecido en signos. Por ejemplo, la comunidad se volcó con una familia a la que se le quemó su casa. También han ayudado a las delegaciones de CVX Rwanda y Congo para que pudieran venir a Líbano.

Todas las tarjetas verdes de la Asamblea se levantan para aprobar la incorporación de CVX Lituania. Lituania ya es miembro de CVX Mundial!

Ahora llega el momento de aceptar a CVX Guatemala. La apadrinan las CVX de El Salvador y Nicaragua.

En realidad la entrada de Guatemala forma parte de una gran labor por extender CVX por todo Centroamérica. En Honduras ya hay un núcleo prometedor que en un futuro próximo se unirá a CVX mundial.

El Salvador y Nicaragua relatan la historia de CVX Guatemala y cómo han ido creciendo hasta pedir incorporarse a la comunidad laical ignaciana mundial. Son personas muy comprometidas y profundas.

Realmente la incorporación de nuevas comunidades nacionales es uno de los momentos más emocionantes de la asamblea. La gente está muy emocionada.

La delegación de Guatemala presenta su entrada. Cuentan algo muy conmovedor. Tras desear mucho la entrada en CVX, uno de sus promotores de la comunidad falleció por culpa de un cáncer

fulminante. Antes de irse, quiso hacer el compromiso permanente. A cambio, la comunidad le pidió algo muy poético: que al llegar al cielo fundara junto con todos los miembros de CVX una comunidad y la llamen CVX Resurrección. Gran aplauso. GUATEMALA ya es CVX Mundial.

Botswana entra desde el fondo del auditorio entonando una vibrante canción africana mientras toda la asamblea aplaude. CVX Sudáfrica presenta su adhesión. También forma parte de la creación de CVX en toda la región. El trabajo de padrinazgo fue fi nanciado por CVX Alemania, quien se lleva un buen aplauso de todos.

De Botswana cuentan que son 13 grupos, están comprometidos y resalta su gran fi delidad, han profundizado en los Ejercicios y son muy proactivos en iniciativas sociales y de evangelización,

especialmente con los más pobres. También se han comprometido mucho con la responsabilidad fi nanciera.

INCORPORACIÓN DE NUEVAS COMUNIDADES

CVX Lituania

CVX Guatemala

CVX Botswana


Día 4. petición: pedimos a Dios claridad sobre nuestra identidad CVX así como valor para vivirla intensamente.

“A cada momento del día algo buenísimo está sucediendo en el mundo gracias a la acción de Dios a través de CVX” Luc, viceasistente CVX mundial

Vemos el video donde se presentan obras CVX por el mundo.

Center for migrant workers de CVX-Korea; centro para niños pobres El Rincón de Todos de CVX-Uruguay; Sigvol de CVX-Ecuador con 3200 voluntarios; dos casas de retiros de CVX-Francia, una ONG internacional de CVX-Italia, 2 escuelas de CVX-Hong Kong, una granja social de CVX-Filipinas, un colegio para huérfanos con sida en Kenya.

Ahora tres comunidades van a exponer su experiencia de ser cuerpo apostólico.

Comienza Congo.

CVX-Congo insiste en la importancia de la formación, especialmente en un mundo de superfi cialidad y en una realidad religiosa en la que falta solidez.

Cvx-Uruguay expone los frutos de su proyecto Rincón de Todos. La CVX tenía ganas de hacer cosas al servicio de otros. Hacer una obra apostólica requiere niveles más complejos de gestión y un compromiso a largo plazo.

En la experiencia de CVX Uruguay, hubo una crisis porque les echaron del local en el que atendían a los niños y tuvieron que responsabilizarse al 100%

de la obra y pagarla. Cuando tuvieron que responsabilizarse del todo y en esta máxima difi cultad la comunidad se responsabilizó mucho más.

La responsabilidad de fi nanciar el Rincón de Todos es plenamente de CVX. Pero consiguen el 50% de donaciones de otras personas y empresas.

Tener una obra apostólica propia supuso un salto cualitativo para toda la CVX nacional: más compromiso e implicación, más esperanza y ánimo, más responsabilidad y movilización.

Los niños de El Rincón de Todos de CVX Uruguay nos envían un vídeo fantástico con un rap. Gran aplauso de la asamblea.

COMIENZA EL CUARTO DÍA

Tener una obra apostólica propia supuso un salto cualitativo para toda la CVX nacional: más

compromiso e implicación, más esperanza y ánimo, más responsabilidad y

movilización.


Hemos tenido una reunión en grupos formados por dos países cada uno. La contemplación de las experiencias ha causado muy buena impresión en todos. Enfatiza el emprendimiento, la responsabilidad, la capacidad de deliberación comunitaria, el sentido de cuerpo y eclesial. Todos lo vemos como camino a seguir por toda la CVX mundial.

Vamos a tratar sobre esto: “Desafíos para la misión CVX. ¿Qué puede ser y hacer un cuerpo apostólico laico en concreto?”

El secretario ejecutivo, Franklin, presenta una refl exión que responda a la anterior pregunta. Nuestro primer desafío es redescubrir y revalorizar las actividades ordinarias en la familia, trabajo, ciudadanía, iglesia, etc, como parte principal e irrenunciable de la misión.

Además hay “apostolados” que suponen tiempo gratis y extra. Si excluimos todos los trabajos que se realizan en la propia CVX, una reciente encuesta mundial del ExCo muestra que el 70% de los miembros de CVX se dedican a un apostolado.

Además de actividades ordinarias, apostolados y presencias institucionales, hay acciones internacionales. CVX tiene 40 obras propias en el mundo y su número sigue creciendo!

Dos ejemplos: el fondo apostólico y la campaña 4% en educación de República Dominicana. Fueron acciones en las que participaron coordinados muchos países para presionar a sus embajadas.

Además de las actividades ordinarias y de los apostolados personales, hay un tercer modo que desarrolla la presencia institucional de CVX. A veces son obras, campañas o campos en donde se concentran dedicaciones.

El 10% de los miembros de CVX participa en obras propias CVX.

Itaicí (1998) nos dio el qué, Nairobi el cómo y Fatima el quién: todo el cuerpo apostólico.

Somos un cuerpo que se forma progresivamente conforme actúa. El sujeto se constituye conforme se ejercita: es la experiencia la que nos da capacidades.

El esquema de la foto que nos está enseñando Franklin es bastante importante.

“El iceberg CVX: la mayor parte de nuestra misión es invisible... y sostiene todo el cuerpo”

La asamblea ha dado un gran y bastante largo aplauso a esta ponencia. Hay unidad y entusiasmo en esta línea.

Hemos estado pensando en grupos sobre todo lo anterior. Ahora cada

grupo comparte. Comienzan los de habla francesa. No tenemos conciencia de que muestra misión principal es la actividades ordinaria. Existe voluntad para aumentar la calidad de la vida ordinaria pero quizás falta formación y focalizarlas como algo crucial para la misión.

Exponen los grupos de habla española. Las obras apostólicas no deben ser sólo cosas de unos pocos, sino del conjunto de la comunidad y por ello debe ser deliberado y asumido por toda la comunidad como institución. Si no, al fi nal la obra acaba separándose de la comunidad que la vio nacer, va ligado a personas o la responsabilidad no se transmite intergeneracionalmente.

Los grupos en lengua inglesa. Fácil, imaginativa y de interés en todos los países, son las características que deben tener las acciones internacionales.

DESAFÍOS PARA LA MISIÓN CVX. ¿QUÉ PUEDE SER Y HACER UN CUERPO APOSTÓLICO LAICO EN CONCRETO?


Tony da Silva SJ, secretario del Padre General para la colaboración con otros, nos da una charla con un genial título: “No future without others”.

Dice que para él es un momento muy importante estar acá con CVX. La asamblea rompe en aplausos. La asamblea mundial de la CVX acelera su corazón.

Tony da Silva SJ, el secretario del Padre General para la colaboración con otros, ha compartido una profunda comunicación llena de alegría, confi anza y desafíos para la CVX. La narrativa ignaciana de la colaboración, comenzó diciendo, se inspira en la contemplación de la Trinidad proponiéndose hacer redención. Esa colaboración entre las tres personas es la raíz de la colaboración que se plantea la Compañía: juntos, hagamos redención. Ninguna de las tres personas está por encima sino que la relación entre ellas es la misma que debemos tener con quienes colaboramos.

Cuando digo que sin colaboración no hay futuro, dice Tony da Silva con buen humor, algunos de ustedes se preguntan, ¿para quién? ¿Para la CVX o para la SJ? La asamblea rió con ganas y entonces Tony dijo lo grande: para ninguna de las dos. Nos necesitamos mutuamente. Tanto en CVX, como veo, como en la SJ, hay un gran deseo de colaboración.

Los jesuitas tienen prácticamente el monopolio de la interpretación de Ignacio y hacen una interpretación como religiosos que son. No la hacen como laicos y para eso les necesitamos a ustedes: ¿cómo se vive la espiritualidad ignaciana laical? Ustedes no son sólo una vocación cristiana laica sino una vocación laica en CVX. ¿Cuál es la diferencia? ¿Cuál es la vocación laica de CVX?

Ustedes en CVX también son dueños de la espiritualidad ignaciana. Es un desafío muy serio para ustedes desarrollarla. Elaboren su interpretación laical de la espiritualidad ignaciana. Eso tendría un enorme impacto, créanme.

No se vuelvan un cuerpo apostólico como la compañía: para eso ya tienen la Compañía. Sean ustedes mismos, de forma laical, en su propia interpretación. Ignacio escribió los EE como laico, no era religioso.

Ignacio es un gran regalo de Dios a toda la Iglesia y es el conjunto de ignacianos -laicos, jesuitas y otras congregaciones religiosas-, toda la familia ignaciana, la que tiene que hacer sus interpretaciones y eso es un gran enriquecimiento espiritual para los jesuitas. La espiritualidad ignaciana es tan dinámica que no puede quedarse encerrada en una sola vocación.

Al enumerar las vías de colaboración entre CVX y la Compañía, menciona que CVX elabore vital y formalmente una espiritualidad ignaciana laica.

Los jesuitas pueden ayudar a la formación de CVX pero también la CVX puede ayudar a formar a los jesuitas: tenemos una gran necesidad de ello, de formar a loa jesuitas en qué significa la espiritualidad ignaciana de los laicos. Ustedes están en él asiento del conductor: ayúdennos, conduzcan.

“Siempre tiene un valor añadido tener a un miembro de CVX en una obra jesuita” Tony da Silva.

Tony da Silva nos animó a crear obras propias de CVX, aunque sean pequeñas, y a invitar a que los jesuitas participen como colaboradores en ellas.

Tony da Silva, un hombre que transmite una gran alegría y humildad, desafi ante y esperanzado, creador de confi anza y reconocimiento. Terminó diciendo sobre su presencia en la asamblea: yo estoy aquí para aprender y creo además que tenemos que aprender de maneras nuevas.

Impactante conferencia de Tony da Silva, de máximo nivel, tremendamente alegre y muy valiente y desafi ante.

INTERVENCIÓN DE TONY DA SILVA SJ, SECRETARIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS PARA LA COLABORACIÓN CON OTROS

“Siempre tiene un valor añadido tener a un

miembro de CVX en una obra jesuita” Tony da Silva.


Queridos compañeros:

Lo primero de todo, queremos pediros disculpas por la falta de noticias de estos días. Al principio, como visteis, no parábamos de mandaros fotos, mensajes, escritos… La razón por la que ahora no podemos hacerlo la podéis imaginar bien: la Asamblea está cogiendo velocidad y densidad de contenido, de materia para pensar, debatir, aclarar,… y apenas tenemos tiempo para nada.

Trabajamos mucho tiempo y muy duro y descansamos poco. Además, los ratos de comida, de cena, de descanso para el café los aprovechamos para el encuentro con otros delegados y poder ir ‘murmurando’ y llegando a una mejor comprensión de lo que exponemos y defendemos.

El ambiente es muy bueno. Se nota que compartimos la misma vocación y que nos preocupa mucho lo que aquí se decida. También es cierto que la CVX es muy plural, y no sólo en lenguas, razas y culturas, sino en diferente sensibilidad sobre algunos temas y en diferente preocupación por priorizar unos asuntos sobre otros. No obstante, creo no equivocarme si os digo que no parece haber otro interés sino buscar el mejor desarrollo del Cuerpo Apostólico que somos la CVX. Seguramente hay gran disparidad en el modo de hacerlo pero no en que ése y no otro es el objetivo.

Beirut es el paisaje que tenemos desde las ventanas, terrazas y salas de reunión de la casa donde estamos. Nos recuerda que estamos en la tierra que eligió Jesús para vivir y la cuna de la Iglesia. Aquí es por donde comenzó todo… Os pido de corazón que recéis por esta tierra, que pidáis al Señor de la Paz y de la Vida que cese la violencia y el odio y que esta gente buena pueda vivir en paz. Tenemos muy presentes a Siria y lo que está pasando. Es desgarrador oírles y comer y cenar con ellos sabiendo lo que está pasando a pocos kilómetros de aquí.

Si os resumo lo más importante hasta hoy, tengo que citaros los siguientes puntos:

• Presentación del Informe del ExCo. En este sentido, lo que el ExCo hace es narrar la vida de las comunidades estos últimos cinco años y cómo han liderado y acompañado ellos esta vida. Os animo a que os dejéis cuestionar. Nos falta mucha información de lo que se hace más allá de nuestras fronteras y eso no es bueno porque nos aleja del sentimiento de Comunidad Mundial y no nos permite ‘contagiarnos’ de los avances, los sueños, los proyectos de otras co-munidades nacionales. Conocerlo más nos llevaría a acompañarnos más. En cualquier caso, que no nos hayamos enterado de mucho no quiere decir que no haya sucedido. Y os puedo asegurar que el dina-mismo apostólico de algunas comunidades es IMPRESIONANTE, no sólo en resultados (las obras) sino en la seriedad del proceso. En todos los caso, el DEAE parece ir cobrando fuerza y haciéndose realmente nuestro modo de proceder.

• Presentación del informe fi nanciero. Puede parecer un tema más aburrido pero el dinero también alaba a Dios y debe organizarse de forma ordenada para mejor servir. En este tema ya os contaré en detalle cuando compartamos en las comunidades pero ha habido cierto esfuerzo por limitar el défi cit y por potenciar el fondo para apoyo de obras institucionales de CVX. Aquí los delegados españo-les llevan una propuesta que hacer y pelearemos duro por ella.

• Presentación y admisión de las nuevas comunidades: Guatemala, Lituania y Botswana. ¡Demos gracias a Dios! Llegan con aire fres-co y mucha madurez. Está como comunidad observadora la dele-gación de Vietnam. Ahora somos sesenta comunidades nacionales, lo que hace a la CVX más universal y más colorida. Demos gracias a Dios.

• Presentación de la reforma de enmiendas a las Normas Gene-rales por parte de Francia (aspectos formales), el propio ExCo (aspectos formales) y España. La presentación de España fue detallada y clara. La acogida fue desigual, pero debo deciros que, al menos, hemos iniciado un debate intenso sobre un tema impor-tante. El momento en la Asamblea fue de intensidad extrema, lo que indica que es asunto importante que en un momento u otro la Comunidad Mundial deberá aclarar. En cualquier caso, la pro-puesta es un desarrollo natural y positivo del Principio General 10 que en España ha dado muy buenos frutos en lo personal, lo comunitario, lo apostólico,… esperemos que la gente conozca estos frutos para votar desde el conocimiento. Estamos seguros que sí.

• Presentación de dos ponencias sobre el Cuerpo Apostólico y la misión de éste. Con esas dos ponencias y el desarrollo en tres co-munidades nacionales distintas de tres pilares esenciales para la Comunidad (misión personal y misión comunitaria; misión institu-cional de CVX; formación y compromiso). Tres joyas que compar-tiremos y dos ponencias sugerentes que habremos de ahondar. Ha comenzado ya el diálogo por grupos de lenguas y grupos pequeños. La locomotora se ha puesto en marcha… También hemos tenido una ponencia sobre la relación entre CVX y la Compañía de Jesús. Esperanzadora y retadora.

• Presentación de los candidatos. Aunque de momento ha sido muy breve y para que los delegados les identifi quen y puedan hablar con ellos

Hoy viene el Padre General. Estaremos con él por la tarde y os contaremos con detalle.

Bueno, en general la Asamblea está centrada y con ganas. Esperemos que haya tiempo para ir discerniendo los temas, no sólo presentándolos y comentándolos brevemente. Los plenarios de momento están siendo cortos pero el programa previsto incluye periodos de plenario mucho más largos los próximos días.

Os ruego de corazón que nos tengáis muy presentes a los delegados, que en fondo se han constituido como la CVX discerniente. Os pido casi a gritos que recéis para que sepamos escucharnos unos a otros por si se cuela la voz de Dios entre las palabras del compañero y os pido que ofrezcáis al Señor vuestras jornadas de vacaciones o de trabajo para que se haga muy presente en Beirut.

Un abrazo muy fuerte y muy personal para cada uno de vosotros. Vuestro rostro me ha sostenido en más de un momento estos días.

Alfonso Salgado, cvx

Delegado en la Asamblea Mundial de CVX y presidente de CVX en España

CARTA DE NUESTRO PRESIDENTE DESDE BEIRUTCrónica desde BeirutA MODO DE CARTA DE LOS DELEGADOS DE CVX en ESPAÑA en la ASAMBLEA MUNDIAL DE CVX


“Jesús, ayúdanos a reconocerte en el clamor de los empobrecidos alrededor del mundo. Danos un amor profundo para aceptar el sufrimiento compartiendo tu pasión. Acompáñanos como laicos-as ignacianos...” Petición de la Asamblea para el día 6

Extraordinaria la presentación del P. Nicolás, en complemento a la invitación hecha en Fátima a ser profetas, en Líbano, haciendo una fi na lectura del momento de nuestra Iglesia y el mundo, nos invita a la profundidad, a llevar Sabiduría desde la riqueza de nuestra espiritualidad ignaciana laical, tan relevante en nuestro contexto... Aquí os dejamos algunas citas de su intervención.

“La experiencia de la periferia necesita refl exión y estudio para sacar de ella los frutos del Evangelio que el Señor quiere”

Tenemos que esforzarnos por PROFUNDIZAR en todo lo que hacemos...

“Es necesario un nuevo lenguaje, el lenguaje profético no es sufi ciente en un mundo que ha perdido la fe. Necesitamos sabiduría en el mundo de hoy “

“Es mejor un agnóstico en búsqueda que un cristiano que cree que lo sabe todo”

Acerca de la pobreza y los pobres: “TODOS tienen que trabajar POR

los pobres; MUCHOS tienen que trabajar CON los pobres; POCOS, los especialmente llamados por Dios o por la obediencia, tienen que vivir y trabajar COMO los pobres” P. Arrupe

“POCOS, quienes tengan el talento, capacidad y la oportunidad, están llamados al trabajo intelectual, descubrimientos y la investigación; MUCHOS deben convertirse en profesionales califi cados excelentes; TODOS tenemos que llenar nuestro mundo de sabiduría a través de la refl exión, la meditación y el pensamiento” P. Nicolás

“La espiritualidad ignaciana es muy relevante en el mundo de hoy: para refl exionar profundamente, para discernir lo más necesario y urgente, nos entrena para la acción, sin necesidad de depender de otros. Todos los signos son internos y dirigidos por Dios y hacia Dios”

“La misión es siempre la misión de Dios”

“Lo único que puede cambiar al mundo es el cambio de cada persona, desde adentro. Ningún cambio viene de afuera...

“Nuestras raíces no están en el P. Leunis... están en Cristo, están en Dios... En el momento que nos olvidamos de la compasión, nos olvidamos de Dios. Los pobres son importantes porque nos interpelan a la compasión.”

“Es necesario entrenar el corazón de los jesuitas para ser compañeros de los laicos y laicas”

“Cuando hablamos de Sabiduría no hablamos de la sabiduría de los académicos sino la Sabiduría de la vida cotidiana”

Queridos hermanos,

Ayer tuvimos un día algo más tranquilo, en el que fuimos al Colegio de los Jesuitas de aquí. Compartimos el día con la Comunidad del Líbano y celebramos la Eucaristía. El padre Nicolás nos habló en la homilía de que cada día es jubilar, es una nueva oportunidad. Dios, que en todo nos ama y nos sirve, nos regala cada día un corazón compasivo para en todo amar y servir. Esa es nuestra fe.

En el silencio de aquella hermosa Iglesia, tras las palabras del Padre General, me sentí muy conmovida y di gracias por mi camino en CVX, desde que hace años entré en mi

pequeña Comunidad de Donosti. Di gracias por cada uno de vosotros, por todo lo vivido, por todas las lágrimas y todas las risas, por todas las pequeñas y grandes tareas dentro y fuera de la Comunidad... Y en especial agradecí la presencia de tantos amigos jesuitas que en mi camino me han enseñado y acompañado, por tantos de vosotros que me habéis ayudado a crecer, por tantas personas que nos han guiado y acompañado desde los Consejos locales y nacionales.

Os siento muy cerca, y muy presentes en mis refl exiones y oraciones. Sólo tengo palabra para dar gracias a Dios que me ha traído

hasta aquí, que me ayuda a escuchar lo que nos dice en los demás miembros de la Asamblea, me interpela al ver la diversidad de su Iglesia, que me anima en mi debilidad y temor,... y que a través de vuestro recuerdo y oración me hace estar disponible y libre para cumplir su voluntad. Con Alfonso y Pablo todo además se hace muy fácil, y Rosa, la voluntaria de CVX en Granada es un cielo.

Tan lejos pero tan cerca de vosotros, os envío un fuerte abrazo

Adelaida La CastaDelegada de CVX-E - Asamblea CVX Líbano

EL P. GENERAL SE DIRIGE A LA ASAMBLEA

TAN LEJOS PERO TAN CERCA...Beirut, Domingo, 4 de agosto 2013.

“Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo”


Petición del día 8: “Espíritu creador, muévenos de nuestra comodidad. Ayúdanos a convertirnos en apasionados co-creadores contigo. Anímanos a abrazar radicalmente nuestra vocación por custodiar la creación, para que confi emos en tu poder para producir frutos en nuestros esfuerzos”.

Comienza la tercera conferencia de la asamblea, sobre ecología. Es Pedro Walpole SJ, experto en el uso de tierras en el sur de Asia. Vive con una comunidad de indígenas. Coordina la red de ecología de Asia Pacífi co y es uno de los líderes sobre ecología en la Compañía universal.

En la eucaristía de Canadá se había usado una pluma nativa de águila para extender el incienso y ésta se había extraviado. Preguntaron por ella pero sólo apareció ayer por la mañana.

La sostenibilidad es un asunto de corazón. Ustedes tienen en esta asamblea una media de 45 años. Necesito que se comprometan con un corazón de 25 años. Cuando hoy acabes de hablar de los desastres qué nos acechan, quiero que tengan ustedes la fuerza de la esperanza de los 25 años.

Toda la información está disponible, pero sí no tenemos sabiduría de corazón no entendemos nada. Si no entendemos, volvamos al corazón y salgamos a entender. No basta un conocimiento científi co de la ecología sino necesitamos sabiduría de corazón para que pueda ser realmente profundo.

Nuestro compromiso con la creación debe ser holístico.

El exceso de la huella de carbono que dejamos va muy seguida de la huella de la pobreza. Tenemos una falta de lenguaje. No tenemos sufi cientes palabras para expresar nuestra relación con el medioambiente. Quizás la palabra sea sanación Juan Pablo II buscaba la conversión ecológica y Benedicto XVI dijo que si queremos la paz, cuidemos la sostenibilidad.

Cristo es la nueva creación pero no hemos profundizado en qué signifi ca en relación con las nuevas dinámicas ecológicas.

Si yo comienzo mi día con gratitud por la vida, me ayuda en todos los asuntos de la jornada. Ser agradecido es un acto de libertad.

Cuando abro el grifo de agua, ¿disfrutamos del agua porque pagamos por ella o tenemos derecho a ella o realmente porque cuidamos de ella, de dónde procede y cómo vuelve en su ciclo?

Gran parte del problema tiene que ver con el uso de recursos, pero es aún más profundo: es reconciliación. La metanoia es pasar de una vida vieja a una vida nueva. Actuar desde la gratitud honda y el amor por los otros.

No es sólo un enfoque medioambientalista en nuestra mente, sino abrirnos al toque de Dios por la gratitud.

Lo que se juega en esta cuestión es la paz.

La cuestión de la ecología es un asunto de sabiduría, gratitud y reconciliación.

Pedro Walpole llama a superar un enfoque de medioambiente para ir a lo más profundo: sabiduría. No es un asunto político ni fi losófi co ni de movimiento social sino algo más profundo: ecología.

Ignacio procede de una época en la qué había dos libros en su vida. Sé qué había otros libros, pero principalmente había dos: apocalipsis y el libro de la naturaleza. Hemos perdido el libro de la naturaleza.

Tanto la creación cómo la encarnación están vivas y siguen. La creación refl eja a Dios pero cuando lo divino entra en lo físico la creación toma las características de lo personal.

Ver un feto humano creciendo o el cosmos tienen un aspecto religioso. La creación no puede dejar de ser parte de la redención.

COMIENZA EL DÍA 8. HOY HABLAMOS DE ECOLOGÍA

Cuando abro el grifo de agua, ¿disfrutamos del

agua porque pagamos por ella o tenemos derecho a ella o realmente porque

cuidamos de ella, de dónde procede y cómo vuelve en

su ciclo?


Nacer signifi ca que este milagro ocurre tantas veces.... No disminuye con su repetición. El asombro no deja de crecer y se integra en el amor de Dios.

Sí vemos lo que la encarnación realmente es, la llegada de un hijo transformaría a las personas en todo. No necesitamos solo reglas, responsabilidades y requerimientos, sino hacer desde el corazón. Esa es la sencillez: amar lo que hacemos.

La última congregación general de la Compañía nos habla de ser un fuego qué enciende otros fuegos. Cristo es el fuego. He venido a traer el fuego a la tierra y cómo me gustaría qué estuviera ya ardiendo. Otra forma de entender ese fuego es el fuego de la cruz. El sufrimiento es parte de nuestro vida. La actitud de ser humano es oración. ¿Cómo vamos a entregar este mundo viviente a los jóvenes y niños?

Se va la luz en la sesión y todo queda a oscuras. Está caída de la electricidad pasa un par de veces al día. Nos hace conscientes de dónde estamos.

El 50% de la población viven en centros urbanos. Hemos perdido el contacto con la naturaleza. Trabajo en gestión de tierra y agua. Vivo en una comunidad que defi ende los bosques de las montañas. Son los depósitos de agua de todo el valle. Cada año en Filipinas tenemos desastres. Sólo a partir de 1000 muertos sales en las noticias. Y casi siempre salen en loa dominios de los pobres. Y defi no la pobreza cuando los padres me dicen que ponen la supervivencia antes que la vida arriesgándose porque tienen que poner comida en la mesa.

El 70% de los minerales qué va a usar e los próximos 20 años proceden de las tierras de loa indígenas, que no tienen derechos formales sobre ellas. Necesitamos ser mucho más claros.

Necesitamos apoyar las buenas acciones y eso signifi ca usar bien las cosas y hacer participar a los demás en nuevas oportunidades.

La misión de la reconciliación está presente en todas las áreas qué nos planteamos. Esto nos lleva a transformar nuestro estilo de vida, nuestra formación, el aprendizaje continuo y algunos de

nosotros tenemos que comprometernos en acciones específi cas.

El Papa Francisco habla de sobrevivir en una cultura del descarte. En la cultura actual es difícil encontrar la verdadera pasión porque la gente vive en la adicción al consumo.

Nuestras vidas son rígidas pero desde el fondo buscamos libertad. Sí tan sólo supiéramos lo qué están rociando sobre nuestra verdura, cambiaríamos. El 80% de los cánceres son medioambientales, no genéticos.

1800 millones de personas van a vivir en aguas contaminadas.

Algunos aspectos centrales. Cuidar la vida en comunidad. Mejorar la calidad

de vida. MAYOR grado de felicidad y sensibilidad. Transformarnos a nosotros.mismos. Minimizar agotamiento de no renovables.

Para el 2030 necesitaremos 5 planetas. Hay necesidad de una espiritualidad de la vida.

A medida qué uno va madurando uno va siendo menos experto. Sí tuviéramos los expertos, no tendríamos los problemas. Debemos desaprender. Me llevo chicos a la montaña y experimentan la acogida de la comunidad: ya no ven a pobres sino personas. Estos jóvenes tienen grandes deseos y apertura a la espiritualidad.

El Espíritu humano está siempre ahí, pero las relaciones humanos están tan limitadas...

Cuando quieran dar regalos a los niños no traigan juguetes de plástico sino traigan esperanza, les dice a los jóvenes.

Necesitamos la ciencia pero no es sufi ciente. El desarrollo sostenible es unirnos con el espíritu tanto para renovar la faz de la tierra. Otro desafío es la transparencia, que es algo qué no está en la tradición católica. Tenemos muchas cosas buenas pero no la transparencia. En la Compañía estamos muy atrasados en esta cuestión. Primero hemos de depurarnos y saber cómo queremos vivir y qué podemos aportar.

Nuestras vidas son rígidas pero desde el

fondo buscamos libertad. Sí tan sólo supiéramos lo qué están rociando sobre nuestra verdura, cambiaríamos. El 80% de los cánceres son

medioambientales, no genéticos.

A medida qué uno va madurando uno va

siendo menos experto. Sí tuviéramos los expertos,

no tendríamos los problemas. Debemos

desaprender


Termina su exposición y pasamos a las preguntas. Antes, unos minutos de silencio para ahondar. CVX Korea: nos ha tocado el corazón, lo escuchado nos debería movilizar, adquirir la edad de 25 años y responder. CVX Zambia: necesitamos ejercitar el corazón. Al tratar este tema he pensado mucho en mis hijos. Viven en un poblado, les animo mucho a tomar contacto con el campo. Necesitamos también una mayor transparencia.

Pedro Walpole: Cuando hablamos de la verdad la Iglesia suele hablar de la gran verdad y no entra en las verdades incidentales. El Papa Francisco nos está enseñando la sencillez de la transparencia. La iglesia tiene qué ser transparente en su información. El mundo está entrando en un tiempo totalmente distinto. Tiene que ser sensible y aprender el lenguaje de la transparencia. Con el Papa Francisco vamos a aprenderlo.

CVX Africa. Le ha sido difícil seguir la charla porque las palabras de Pedro Walpole le llevaban directamente a su realidad. El que habla es pastor de un pequeño rebaño en África. Dónde vive hay un industrial chino. Cortó todos los árboles y secó el arroyo. ¿Qué puedo hacer? Porque tiene apoyo del gobierno,

está construyendo una fábrica qué va a dar puestos de trabajo. Es difícil. Es difícil explotar la minería y explotar la tierra. Se puede hacer minería sin destruir la tierra.

El empobrecimiento mundial expulsa gente forzadamente a las ciudades y dejando tierras para su apropiación por grandes compañías en las zonas con interés minero.

La insostenibilidad produce violencia mediante la apropiación y destrucción del medio de la gente, por su migración, por el empobrecimiento.

CVX Europa denuncia cómo los basurales de nuestras ciudades entierran elementos muy peligrosos en el suelo y que eso acaba en nuestra agua y alimento.

CVX Bolivia. Quien habla es Joaquín, que es indígena. Estamos perdiendo la sencillez comunitaria en nuestros pueblos y la sabiduría del discernimiento comunitario. Necesitamos recuperar la memoria indígena y su sabiduría inclusive en Europa.

Pedro Walpole. Una de las primeras enseñanzas de la humanidad es que el agua subterránea transmite todo lo que se entierra. Por eso los pueblos originarios enterraban los cuerpos en lugares secos. Pero lo hemos olvidado: liberamos bacterias muy destructivas al interior de la tierra y eso acaba llegando a nosotros.

Antes de ser jesuita trabajó en el gobierno malayo en control de parásitos y enfermedades relacionadas. No traten a los indígenas como inocentes, ingenuos. Han sobrevivido a casi todo. Los jóvenes indígenas están más preocupados por la identidad que los jóvenes urbanos a los que llevo a encontrarse con ellos. El valor de la diversidad de las culturas es inconmensurable. La paz sólo surge de las raíces del corazón de cada persona y comunidad, no de fuera. Así termina la conferencia. Es un sabio en el sentido más profundo de la palabra. Ahora hay grupos.

El empobrecimiento mundial expulsa gente

forzadamente a las ciudades y dejando

tierras para su apropiación por grandes compañías en las zonas

con interés minero


Hoy es día de refl exión y votaciones. Como dicen nuestros compañeros de Latinoamérica, “es interesante y desafi ante consensuar las opiniones, necesidades, intereses, sentires y refl exiones de 60 delegaciones, 5 continentes, al menos 3 idiomas... les pedimos sus oraciones para nuestra Asamblea Mundial... cosechando los frutos de nuestros discernimientos de los últimos 9 días (y al menos, de los últimos 5 años)...”

Además del documento fi nal de la Asamblea que se ha encargado de redactar un equipo, se han producido las votaciones para las distintas modifi caciones planteadas para los Principios y Normas.

Con 38 votos se ha aprobado la formación de una comisión para revisar los Principios Generales y las Normas complementarias. (20 contra. 1 abstención)

Como consecuencia Francia ha retirado dos de sus propuestas de enmiendas. La Asamblea ha decidido no votar la otra propuesta hecha por

Francia. En el caso de las propuestas de CVX España el resultado de la votación ha sido negativo, no se ha aprobado ninguna.

Nuevo Exco:

• Presidente: Mauricio López - México - Latino América

• Vice Presidente: Beatrice Edel Churu - Kenya - África

• Secretaria: Najat El Sayegh - Líbano - Medio Oriente

• Consejero 1. Denis Dobbelstein - Bél-gica - Europa

• Consejero 2. Chris Hogan - Australia - Asia Pacífi co.

• Consejera 3. Ann Marie - Brennan - Estados Unidos - Norteamérica

• Consejera 4. Josephine Shamwana - Zambia - África

De los 7 que componen el Exco actual, hay 4 nuevos y tres que continuan desde el Exco anterior (Mauricio

López, Beatrice Edel Churu y Chris Hogan)

REFLEXIÓN Y VOTACIONES

NUEVO EXCO MUNDIAL

Denis, Edel, Josephine, Chris, Maurício, Ann Marie, Najat, Luke, Franklin, Sebastian e Sofi a

Bibliografía

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