NATALIA COCIUFFO

EL MOMENTODISFRUTAR

LUEGO DE ACTUAR EN DRÁCULA, ELLA Y PIAF, SEDUCE CON SU PAPEL PROTAGÓNI-CO EN LA TERCERA PUESTA LOCAL DE CHICAGO. TAMBIÉN TIENE UNA BANDA DE MÚSICA Y DA CLASES DE CANTO.

Natalia Cociuffo disfrutaba de un asado familiar en Córdoba cuando sonó el teléfono. Acababa de llegar de Madrid, donde había presentado Piaf junto a Elena Roger, y la estaban convocando para las audiciones de la nueva puesta de Chicago, el musical de Bob Fosse. Conquistó a todos con su talento y se quedó con el papel de la asesina Roxie Hart.Siguieron ocho semanas de trabajo intenso, un estreno que generó grandes expectativas y funciones de martes a domingos en el teatro Lola Membrives. “Apenas empecé a estudiar el texto, me enamoré de Roxie”, dice Cociuffo. Sin duda, la actriz comparte con el personaje el humor, la chispa, la espontaneidad y el aire seductor. Ella tiene además una tonada cordobesa que irradia simpatía y el encanto de las mujeres que no compiten con sus pares.Empezó a cantar a los 9 años. A los 21, viajó a Buenos Aires y enseguida con-siguió un lugar como corista de De la Guarda. Luego trabajó con Ángel Mahler y participó en Drácula, Desconcierto de musicales, Quiero llenarme de ti y Amores retro. “Cada obra que hice fue un despabile”, comenta. “Sin embargo, Ella, mi primer protagónico en la calle Corrientes, fue un cachetazo”.Ahora, a los 34 años, está feliz protagonizando Chicago junto a Melania Lenoir. Sin embargo, nunca descuida sus proyectos personales. Dice que ama dar clases de canto y se presenta con su grupo, llamado Natural. “Tengo muy in-corporada la autogestión. Si no pudiera hacer lo que me gusta, sentiría que me falta algo”.¿Siempre quisiste ver tu nombre en los diarios, como tu personaje en Chicago?Mis amigos me cargan. Me dicen: “¡Te veo en carteles gigantes por toda la ciudad!”. Cuando veo mi imagen en la calle, siento una mezcla de emociones. Vergüenza, pudor, felicidad… En lo más íntimo, siento que es una recompensa por todo lo que hice. Me emociona y me enorgullece. Es muy probable que alguna vez haya soñado con esto.

REVISTA SECCIÓNG7 TEATRO

TEXTOMARU DROZD

¿Habías visto la puesta de la obra que se hizo en 2001?Sí, pero no nos permitieron ver nuevamente nada relacionado con Chicago porque no querían que nos sintiéramos presio-nados. Me dijeron que me habían elegido para este papel porque tengo la energía del personaje. Fue un alivio tener la posibilidad de darle mi impronta.¿Qué te dejó la experiencia de Piaf?Fue un momento alto en mi carrera. Me di cuenta de que puedo sostener un personaje y un texto. Aprendí mucho con Jaime Lloyd y Elena Roger, que es una gran referente para mí. Creo que mi papel en Chicago llegó cuando ya sabía cómo contar determinadas cosas. Puedo pararme sola en el es-cenario, decir un monólogo de diez minutos sin morir en el intento, bailar y cantar.¿Qué significa para vos ser artista?Ser artista no es sólo pararse sobre del escenario. Implica tener un don, tener la sensibilidad necesaria para percibir algunas cosas y para ofrecer algo nuevo relacionado con el arte. En la formación de un artista también influyen tu capa-cidad personal y las decisiones que tomás. Para mí, un gran artista debe ser también una buena persona. Alguien evolu-cionado a nivel espiritual brilla más sobre el escenario.¿Cómo te gustaría continuar tu carrera?Tengo ganas de probar de todo. Ser artista sigue siendo un juego que disfruto. Si no lo vivís así, la pasás mal. Es un oficio inestable, así que hay que disfrutar de lo que hacés en todo momento. Quiero que mi banda crezca y, al mismo tiempo, mi trabajo gane popularidad.

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