entrevista con teresa parodi - centro nueva …...de pensarse y hacerse nuevamente en términos...
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REPOLITIZAR LA SOCIEDAD:DESAFÍO PEDAGÓGICO Y POLÍTICOEXPERIENCIASINGRESO DE ACTORES SOCIALES A LA POLÍTICA PARTIDARIA
MAPA CENTRALMOVIMIENTO DE MUJERES EN ARGENTINA
ENTREVISTA A ERNESTO LACLAU
MIRADA DE ORGANIZACIONES DE BRASIL SOBRE EL GOBIERNO DE LULA
ORGANIZACIONES SOCIALES Y CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA / AÑO 1 Nº 1 / FEBRERO 2006
ISSN 1669-8851
ENTREVISTA CONTERESA PARODI
EL OFICIO DE CANTAROTRO PAÍS
BRÚJULA / #4Repoliltizar la sociedad:tarea pedagógica y desafío para la acciónPor Néstor Borri y Fernando Larrambebere
Sumario
EL PULSO DE LA PALABRA / #8Entrevista con Teresa Parodi:El oficio de cantar otro paísPor Carolina Balderrama
CIUDADANÍA CREACIÓN COLECTIVA / #11Acciones, propuestas y desarrollosde las Escuelas de Ciudadanía
TRAYECTOS / #15De la movilización sociala la inserción partidariaPor Sebastián Provotel y Carolina Balderrama
PISTAS / #18Entrevista a Ernesto Laclau:El pueblo como agente colectivo
Agencia Radiofónica de Comunicación (Paraná)
ESCALA LATINOAMERICANA / #20La mirada de organizaciones sociales de Brasilsobre el gobierno del Partido de los Trabajadores
Por Mauro Federico / Enviado especial
LECTURAS CLAVES / #22Ampliar la democracia
Por Boaventura de Sousa Santos y Leonardo Avritzer
CONTRATAPA / #24La rebelión de las lenguas
Por Alfredo Benavidez Bedoya
ARTISTA INVITADOALFREDO BENAVIDEZ BEDOYA
Las páginas de este número de mapas están ilus-tradas con grabados del artista plástico argentinoAlfredo Benavidez Bedoya.Alfredo vive y trabaja en Buenos Aires, lugar endonde nació en 1951. Desarrolla su actividadartística principalmente en el campo del grabadoen relieve y ha obtenido seis premios internacio-nales y numerosos premios de carácter nacional.Fue director de la Escuela de Bellas Artes ManuelBelgrano y Rector de la Escuela Superior deBellas Artes Ernesto de la Cárcova.Actualmente es director del Posgrado en ArtesVisuales del Instituto Universitario Nacional deArte. Su obra artística figura en importantescolecciones -tanto públicas como privadas- denuestro país y del extranjero. La misma está con-densada en tres libros acompañados por textosliterarios y críticos.Esta edición cuenta además con un escrito del artista en
contratapa: La rebelión de las lenguas.
Para contacto y conocer más sobreAlfredo Benavidez Bedoya y su obra:[email protected]
ISSN 1669-8851 Registro de propiedad intelectual en trámite.
mapas es una revista política y cultural publicada por el Centro Nueva Tierra,en el marco del proyecto Escuelas de Ciudadanía.Redacción:Piedras 575 PB (C1070AAK) Ciudad de Buenos Aires / ArgentinaTel / Fax: (0054-11) 4342-0869 / [email protected]/escuelasdeciudadaniaPermitida la reproducción a condición de citar la fuente y enviar publicación ala redacción. Autores y entrevistados son responsables de sus ideas.
IMPRESIÓN: Imprenta Minigraf / [email protected]
DIRECCIÓNNestor BorriFernando Larrambebere
COORDINACIÓNF. Sebastián Prevotel
PRODUCCIÓNCarolina BalderramaF. Sebastián Prevotel
COLABORAN EN ESTE NÚMEROMauro FedericoAna Caligaris
ILUSTRACIONES DE ESTE NÚMEROAlfredo Benavidez Bedoya
FOTOGRAFÍA DE TAPAGrupo MiradaPhotowww.miradaphoto.com.ar
GRABADO DE TAPAAlfredo Benavidez Bedoya
DISEÑO GRÁFICOLuciana Amado
COLABORACIÓN ENCORRECCIÓN DE ESTILOAgustina Boldrini
LOGÍSTICAMirta BraidaMauricio Fuentes
Staff
Esta publicación fue posible gracias al apoyo de WACC(World Association for Christian Communications)
Editorial
Un mapa es eso que transforma un viaje en una herramienta y un instrumento para orientarse.
Marca fronteras en el mismo momento en que las atraviesa, nombra el territorio, señala los límites,
relaciona las formas, pinta un mundo.
El territorio que estos mapas quieren cartografiar es el de un conjunto amplio de organizaciones
sociales que, en este momento en que la sociedad argentina se encuentra ante el desafío
de pensarse y hacerse nuevamente en términos políticos, se reconocen con la apues-
ta común de recorrer los caminos de la construcción de ciudadanía.
En el Centro Nueva Tierra, desde hace ya varios años, venimos compartiendo una
parte de este camino con un conjunto amplio de educadores, organizaciones y
dirigentes que participan en el proyecto llamado Escuelas de Ciudadanía.
mapas intentará traducir en relatos, ideas y reflexión las búsquedas que ese colectivo de
personas y organizaciones viene realizando, tratando de contarlas en términos de un "mapa
rutero": un animador de trayectos, una invitación colectiva a una acción y a dinámicas que permitan reconocer
cada vez más a grupos, organizaciones, comunidades, pero sobre todo a hombres y mujeres con vocación política, en
un viaje compartido.
Este viaje consiste en ampliar la democracia. Hacerlo conjugando protagonismo y representación de una nueva manera. Pensando la participa-
ción en términos que vayan más allá de la receta neoliberal de participación subordinada y participación solidaria -más o menos funcional a la
reproducción de la exclusión-. Pero que también eviten miradas románticas y basistas asumiendo que la reconstrucción del vínculo de represen-
tación democrática siempre va a ser parcial, y que es desde esa limitación que tiene que fortalecerse.
Viaje que apuesta a construir ciudadanía no sólo con la declaración de derechos, sino con una suma de esfuerzos para promover la recreación de
la sociedad como comunidad política. Sin esencialismos culturales ni religiosos. Sin pensar que hay a priori un sujeto que es protagonista de la
historia. Sino conjugando riesgos a tomar, decisiones de implicarse en el espacio público y produciendo interpelaciones -hechas de palabras y de
acciones- que constituyen sujetos individuales y colectivos en el seno de los conflictos.
Nos mueven rupturas que hay que hacer y pruritos que hay que dejar. Orientaciones que hay que tener, estableciendo referencias comunes entre insti-
tuciones, personas, organizaciones y movimientos. Articulaciones que hay que promover, creando nuevos espacios e instancias de explicitación y con-
ducción de un proyecto de las mayorías en Argentina. Tormentas que atravesar, conflictos que son medulares y que están en el centro del itinerario:
reconstruir el Estado democrático, promover la distribución de la riqueza y la reindustrialización del país; hacerse cargo de las problemáticas centrales
y a la vez invisibilizadas como la de género; superar la fragmentación inédita del tejido social y de sus espacios de representación colectiva. Son las tor-
mentas de la repolitización de la sociedad.
Creemos que las organizaciones sociales tienen un aporte, parcial pero importante, para hacer en este camino. En las Escuelas de Ciudadanía
intentamos traducir ese aporte en preguntas compartidas y en iniciativas para responderlas con palabras y hechos. Reencontrando la política con
las preguntas, después de tantos años de respuestas pre-hechas y cerradas por la hegemonía neoliberal.
La política lleva más allá de lo conocido, más allá de lo ya dicho y lo ya hecho. "Ubi leones" decían los mapas antiguos allí donde ya no se sabía
que habría: "donde hay leones". Habiendo atravesado la mayor crisis social, política y económica de su historia, la sociedad argentina fue lanza-
da a territorios e historias de los que todavía no tenía -y en gran medida aún no tiene- mapas.
Nos aventuramos, entonces, a hacer en el andar los mapas para el viaje. Viaje que, finalmente, es el de la construcción de nuevas maneras de reco-
nocerse y de darle sentido a la historia compartida, a las propias vidas y al propio compromiso. No sólo en términos de lucha; también en términos
de celebración, de deseo y de búsqueda, justamente, del sentido para la vida compartida y para la conflictividad de la historia.
para los viajes próximosMapas
Alfredo Benavidez BedoyaColgando de la soga
BRUJULA
# 4
REPOLITIZARLA SOCIEDAD:Tarea pedagógica y Desafío para la acción
ORGANIZACIONES SOCIALES ¿DESPUÉS? DEL NEOLIBERALISMO
Por Néstor Borri y Fernando Larrambebere
¿Cómo hacerse cargo del retorno de lo políticodesde el ámbito de las organizaciones sociales?En la actual coyuntura, esta pregunta plan-tea desafíos importantes a quienes partici-pan de grupos y movimientos, instituciones yorganizaciones, y quieren estar a la alturade las circunstancias actuales: superarel mero discurso impugnador y deresistencia y contribuir, con un aporteespecífico, a una dinámica donde lapolítica tiene la oportunidad de reto-mar un lugar central en la sociedad.Sin entusiasmos inocentes, corres-ponde sin embargo promover apuestascon una esperanza crítica que sehaga cargo en la agenda de lareflexión y la acción, de losnuevos tópicos que es necesa-rio incorporar a la formaciónde líderes y dirigentes desdeuna perspectiva de cons-trucción de ciudadanía y depolitización de lo social.
1 / La primera hipótesis de trabajo, a la hora de
repensar propuestas de reflexión, debate y formación
de dirigentes, es que se hace necesario reinsertar la
cuestión del poder en el debate y la tarea político pedagógica. Se trata
de una afirmación relativamente obvia si se habla de formación de diri-
gentes, pero es necesario reafirmarla. Esto se debe a que, en décadas
anteriores, hubo una operación ideológica que retiró el tópico del con-
junto de cuestiones a ser abordadas en los espacios formativos de las
organizaciones sociales. Entonces, es clave reintroducir la problemáti-
ca del poder como eje articulador de toda estrategia formativa de diri-
gentes, como condición de su contenido político.
Durante los años de fuerte hegemonía neoliberal -que hoy, a pesar de
estar debilitada, no ha cesado y persiste- el énfasis en la gestión y en
la eficiencia, dejó de lado la cuestión del poder y abortó todo conteni-
do político e histórico de la reflexión. Lo eliminó del lenguaje. Para
comprobar esto, basta hacer un ejercicio: revisar los materiales de for-
mación editados por muchas ONGs y fundaciones, o por Ministerios
como el de Desarrollo, y ver la impecable eliminación de toda referen-
cia a la historia y al poder en la profusa bibliografía sobre "sociedad
civil", "organizaciones comunitarias", "solidaridad". Es significativa la
misma denominación sobre los sujetos de la formación: "animadores",
"coordinadores", "mediadores", a lo sumo "promotores" o en todo caso
"líderes". La idea de dirigentes, y con ella la idea de conducción, no sólo
no aparece casi en absoluto, sino que, aún hoy, cuando se trata en
espacios formativos, genera resquemores y pruritos. ¿Por qué supone-
mos que los sectores populares no necesitan construirse, darse su pro-
pia conducción para asumir una etapa histórica?
Dentro de este derrotero de la cuestión del poder, una mención espe-
cial merecen las propuestas de "empowerment" -o "empoderamiento"-
que se ubican en una zona intermedia y ambigua que debe ser también
revisada. Sutilmente, la idea de empoderamiento, incorpora la cuestión
del poder al tiempo que elimina el conflicto. El término supone que es
posible empoderarse, asumir un rol más protagónico en la sociedad y la
escena pública. Pero en el mismo momento, "congela" las relaciones de
poder en la sociedad y delimita el destino de los sectores populares y
de sus organizaciones a meros grupos de presión o, en todo caso, a gru-
pos autogestivos con "capacidades propias" pero sin posibilidades -y, en
perspectiva, sin intención- de promover cambios estructurales. El
empoderamiento tiende fácilmente a reproducir la fragmentación de
los sectores populares al promover que "cada cual" -persona u organi-
zación- se empodere: cada cual "baja las escaleras como quiere".
2 / La construcción de ciudadanía y la ciudadanía como
conflicto constituyen un segundo eje central.
Entendemos que asumir la construcción de ciudadanía como matriz y
marco general de la reflexión-acción para la formación de dirigentes
supone una apuesta tendiente a articular la
cuestión de construcción del poder popular
con la ampliación de la democracia.
Entendemos también que, en
el momento actual, esta
articulación es la
más efectiva para
canalizar y fortalecer las
posibilidades de promover una sociedad
más justa, asignándole a las organiza-
ciones sociales un rol y un horizonte de
acción e interpretación que active al máximo
sus potencialidades transformadoras (al
tiempo que se neutralizan, en la medida de
lo posible, sus inercias y características
reactivas y reproductoras del statu quo).
Pero asumir la cuestión de la ciudada-
nía supone además una serie de des-
lindes y precisiones ideológicas y
políticas. En primer lugar,
trascender la idea "normati-
va" de ciudadanía, centrada
en los derechos y deberes y en su reconocimiento legal. Más bien, se
trata de entender que la ciudadanía es el nombre de la constitución y el
resultado de la creación de sujetos políticos en términos democráticos,
y de la activación e intervención en los conflictos donde esto sucede.
Se le cuestiona a la idea de ciudadanía su matriz liberal. Es frecuente
escuchar hablar de "la trampa de la ciudadanía activa" como propues-
ta de matriz neoliberal. Valen las advertencias, pero al respecto se
puede decir que es justamente su matriz "liberal", la que permite entrar
en la disputa que, en el marco de la complejidad histórica y de matri-
ces de la democracia, da posibilidades a los sectores populares para
construir e intervenir en procesos políticos fortaleciendo la soberanía
popular -uno de los componentes centrales, aunque no el único, de la
tradición y la teoría de la democracia-. Dicho en otros términos: plan-
tear la cuestión de la ciudadanía permite mantener abierto el campo
que articula la cuestión de "lo popular" con la cuestión democrática.
Tensionada, por un lado, por la idea vertiente liberal de la democracia
y, por otro, por la "construcción de poder popular"; la noción de ciuda-
danía capta y resignifica fuerzas de matrices diversas de la teoría y la
historia política. Es en ese conflicto, y no en la seguridad de términos
"precisos", doctrinas de certezas e ideologías cerradas, donde se pue-
den realizar construcciones que conduzcan a abrir espacios para la vida
popular en la sociedad afectando los proyectos de país. Se evita así el
riesgo de la creación de burbujas y grupos sectarios o, en el mejor de
los casos, insignificantes, meramente testimoniales.
Alfredo Benavidez BedoyaSeis gallitos ciegos en busca de la gallina vidente (detalle)
BRUJULA
# 5
BRUJULA
# 6
Trabajar la formación de dirigentes en clave de cons-
trucción de ciudadanía trae riesgos. Pero son éstos
los que, justamente, marcan las potencialidades de
debate, confrontación y transformación: cuan-
do la construcción de
ciudadanía interroga
tanto los problemas
como las luchas, permite
encontrar denominadores
comunes en el amplio y frag-
mentado abanico de "micro-
luchas" o "mini-propuestas" (expe-
riencias, iniciativas, grupos, movilizaciones) que
tienen el valor de ser el punto de partida de muchos
dinamismos bienintencionados y concretos, pero
el límite profundo de no permitir abordar los
problemas en la dimensión que éstos exi-
gen para ser solucionados.
Además de la capa-
cidad de "hilvanar"
(articular) diversidad
de problemáticas y luchas
populares, la noción de ciudadanía
pone a estos debates en la arena política de la
democracia representativa, que es el modo actual y
real por el cual han optado la mayoría de las socieda-
des. En ese sentido, construir ciudadanía desde los
sectores populares es otro nombre para denominar la apuesta de
ampliar la democracia y de construir una sociedad con presencia y pro-
tagonismo popular. Esto es, reconstruir y ampliar la democracia como
soberanía del pueblo y tensar el "gobierno de los muchos" desde la
perspectiva de las mayorías.
3 / Si desde una perspectiva conceptual o ideológica, la idea
de ciudadanía puede y debe ser tensionada por la matriz libe-
ral y por la construcción de poder popular; desde la perspecti-
va histórica y de la experiencia concreta de los sectores populares en
nuestro país, la tensión principal a trabajar es la que surge de reconocer
que, aquí, ser ciudadano ha sido -en términos político históricos y de
experiencia y memoria- ser trabajador.
Esto nos lleva a un doble problema, pero en el mismo movimiento nos
pone de cara a los desafíos correctos, entendidos como los más fecun-
dos para activar potencia política. La memoria de la experiencia pone a
la luz la realidad actual de muchas organizaciones populares que no
están estructuradas en torno al trabajo, sus instituciones y sus conflic-
tos. En cambio, se estructuran en torno a las problemáticas de la sobre-
vivencia en una sociedad de trabajo inestable e informal, de alta des-
ocupación, de problemas que no sólo trascienden ampliamente el de los
salarios y las condiciones de trabajo, sino que además aparecen como
"desconectados" y ajenos. (Entran aquí organizaciones barriales, de
mujeres, de jóvenes, de pequeños productores, grupos culturales, los
llamados "grupos territoriales"). Esto exige, por un lado, incorporar al
proyecto democrático popular, a la creación de sus dirigencias y el dise-
ño de sus luchas, las dimensiones y conflictos específicos que la trans-
formación de la sociedad salarial deja a la vista -entre los cuales las
problemáticas de género, de medio ambiente, de reconocimiento son
un claro ejemplo-. Problemáticas que en tiempos donde el conjunto de
los conflictos eran procesados en el mundo del trabajo, quedaban ocul-
tas o postergadas, no nombradas.
La nueva configuración de la sociedad exige asumir estas "novedades",
porque enfrentar estos nuevos conflictos potencia nuevas posibilida-
des; pero al mismo tiempo exige reconectar con la problemática eco-
nómica, y asumir que las cuestiones del trabajo y de un proyecto de
país donde se genere mano de obra, empleo, riqueza, son centrales en
la resolución efectiva y consistente de los problemas de la pobreza en
Argentina. Estos puntos deben ser tematizados con elementos más
consistentes que los que provee la llamada economía social o solidaria;
pensando en qué medida las organizaciones sociales pueden traducir
sus esfuerzos en fuerza para construir un proyecto de país que desarro-
lle condiciones de calidad de vida y autonomía para sus habitantes.
Pensar y activar las posibilidades desde las cuales las organizaciones
sociales puedan articularse con el movimiento obrero -el cual debe ser
reconstruido desde una nueva perspectiva-, aparece como una exigen-
cia si no se quiere ser cómplice de la consolidación de una sociedad
dual. Una sociedad en donde una parte vive de trabajos precarios,
mientras otra es una sociedad "alternativa", informal y excluida; repro-
duciendo en ambos lados del campo las condiciones de subordinación,
disciplinamiento de los sectores populares.
La idea de que "lo territorial" es el nuevo nombre y escenario de cons-
trucción del sujeto popular es válida siempre y cuando no se olvide que
la cuestión de la distribución de la riqueza no se resuelve sencillamente
en lo barrial -de hecho, no podrá resolverse desde ese lugar- y que tra-
bajar en "nuevas organizaciones" surgidas desde allí, está lejos de esqui-
var redes de poder que subordinan -no ya desde los estilos y matrices
del viejo sindicalismo, como se suele acusar, sino desde las también vie-
jas redes de poder y subordinación comunitarias y barriales-.
Otra tarea que se presenta es tematizar la experiencia peronista, su
cultura política, sus expresiones institucionales y sociales.
Problematizar su vigencia como identidad y memoria, y a la vez como
significante común en la experiencia política actual. Si ser ciudadano
ha sido históricamente ser trabajador, y si actualmente la exclusión
económica, la posición subalterna en lo político y el disciplinamiento
BRUJULA
# 7
social están articulados por el desempleo; entonces es indispensable
pensar qué es hoy el peronismo como realidad y como memoria.
Hacerlo tanto en términos de recuperar críticamente continuidad his-
tórica, como de diseñar acciones que transformen el terreno real del
poder político.
4 / Todo esto nos sitúa en el escenario actual en que debe-
mos continuar o emprender experiencias político-pedagógi-
cas. Tres cuestiones entendemos como centrales aquí.
Primero, reconocer el estado actual de la "ventana de oportunidad" que
surgió con la crisis del 2001 para una nueva politización de la sociedad
y la reconstrucción de proyectos de transformación. Entendiendo ésta en
un doble sentido. Por un lado, como el "cierre" del ciclo histórico abier-
to en nuestro país por la dictadura de 1976. Al mismo tiempo, como una
crisis que no ha sido orgánica (esto quiere decir que no se trata del ago-
tamiento y mucho menos del derrumbe del modelo neoliberal, sino,
sobre todo, de una crisis de hegemonía, de las posibilidades de legitima-
ción del modelo). Esto supone que por un lado hay que reconocer un
cambio de ciclo, pero por otro asumir que las brechas abiertas son par-
ciales y deben ser trabajadas para darles un sentido. En ellas hay que
construir poder y fuerza para acumular posibilidades de transformación.
Teniendo como marco estas rupturas y continuidades, estas posibilida-
des y límites, lo segundo a tener en cuenta es que se dio y está vigen-
te un reacomodamiento de los actores. Allí se abre un proceso de
"cooptación" de movimientos sociales y de reconfiguración del sentido
de los conflictos y las propuestas, de las luchas y los discursos.
"Cooptación" no es visto aquí como un proceso negativo o degradante,
sino como el dinamismo por el cual los movimientos sociales y las orga-
nizaciones populares actúan como proveedoras y actores -activos y
limitados a la vez, pero siempre con márgenes de libertad y autonomía-
de nuevos liderazgos políticos. En este sentido es que hay que com-
prender los procesos vividos en el movimiento de desocupados y sus
dirigentes, o entre los cuadros técnicos de las ONGs y la academia, y en
el seno mismo del fragmentado sistema de partidos del país. No se trata
de que la cooptación suceda o no; sino de preguntarse en qué términos
y con qué sentido se da, a qué aporta esa cooptación. Una posición que
sólo promoviera la "no cooptación" estaría cerrando la posibilidad de la
política, reivindicando una autonomía estéril de las organizaciones
sociales. Se trata de las condiciones y la direccionalidad, el resultado y
los marcos, de esa cooptación. Lo cual implica reflexionar qué se puede
hacer o habilitar en ese proceso.
En tercer lugar, es importante ver este marco actual de oportunidades
allí donde tiene relación directa con la estabilización, el dinamismo y la
asignación de sentido de ese proceso de "cooptación" de cuadros y
movimientos. Especialmente después de las elecciones legislativas, se
abre un proceso interesante en este campo, no sólo de cara a las elec-
ciones presidenciales de 2007, sino también de cara a qué alianzas,
espacios institucionales y espacios de interlocución es posible habilitar
y aprovechar para influir en la direccionalidad de las políticas.
Un conjunto de temáticas y núcleos de conflictos se presentan como
estructuradores de una agenda para la intervención ciudadana y de los
movimientos sociales en la acción política en la etapa que sigue. La
puja salarial y el debate sobre la distribución de la riqueza son centra-
les como horizonte de todos los planteos a realizar en organizaciones
solidarias, de reivindicación, de protesta, de gestión comunitaria e
incluso de autoayuda y contención. A todas las tensionará hacia el cen-
tro de la cuestión social en Argentina.
Conjuntamente, surge el objetivo de traducir los múltiples esfuerzos de
las organizaciones en una fuerza que colabore para la reconstrucción y
el fortalecimiento del estado democrático y de su rol distributivo y
democratizante; al tiempo que se perfila como componente necesario
de este debate la necesidad de promover desde el ámbito social y el
político un poder con hegemonía y capacidad para disciplinar al capi-
tal concentrado local y trasnacional. Es fundamental asumir la escala
nacional como fundamental en esta etapa, ya que es en/desde el nivel
nacional donde se presentan las brechas para reconfigurar las relacio-
nes de poder y porque es en esa escala donde tienen consistencia las
problemáticas a enfrentar. Desde y hacia esa escala es necesario arti-
cular los debates, las redes de organización, las articulaciones y las
acciones coordinadas.
La formación de dirigentes es una instancia que conjuga la capacidad
de construir pensamiento, constituir sujetos y diseñar intervenciones.
En esta etapa, debe estar orientada e interpelada en un proceso mayor
de repolitización de la sociedad. Eso significa no sólo incorporar nue-
vos tópicos y ejes. También implica realizar fuertes rupturas que van
más allá de "cambiar de temas". Se trata de reconfigurar la propia iden-
tidad de organizaciones y experiencias, y la subjetividad militante de
quienes las conducen.
Eso tiene un costo y conlleva riesgos. Crear condiciones para tomar-
los, y reconocer las oportunidades del contexto como efectivas pero
provisorias, es parte de la tarea pedagógica; allí donde ésta se arti-
cula con la acción política, en el punto preciso en donde la pregun-
ta a formular es, justamente, ¿qué nos debemos preguntar juntos?
EL PULSODE LA PALABRA# 8
ENTREVISTA A TERESA PARODI
El oficiode cantar otro paísPasillo largo, departamento al fondo. Piso de madera. Alta y poblada biblioteca, instrumentos y fotos. Teresa, a punto de viajar al interior del país,nos recibe para la entrevista. Su pasión por la música comienza a muy temprana edad y acompañada por sus padres. "La música ya estaba ins-talada en mi vida, en mi casa. Era lo más natural en mi infancia sentarme a escuchar música y a sentir que esa música entraba en mi cora-zón y en mis emociones. Modificaba mi estado de ánimo, me hacía soñar, me provocaba cosas muy hermosas", cuenta Teresa. Más tarde, estevínculo comenzó a ser para ella una necesidad y una opción. "Era un lenguaje que a mí me despertaba cosas y que yo necesitaba para comu-nicarlas. Creció en importancia hasta terminar siendo mi oficio", reflexiona.
El trabajo del artista tiene que ver con
comunicar a otros la experiencia propia y
crear, en ese acto, las condiciones para la
generación de nuevos significados comunes.
Con ellos se lee el mundo y se vive en él. Eso
pasa con sus canciones, ellas son tomadas
por buena parte de los movimientos sociales
y populares. ¿Cómo es el proceso creador
que da lugar a eso? ¿Qué experiencias busca
comunicar?
TP: Hay emociones que luego se transforman en
canciones, que tienen tanta intensidad que que-
dan grabadas en la memoria. A la negra Eulogia
le escribí dos canciones. La primera fue muchí-
simos años después de haberla visto por prime-
ra vez. Aquel recuerdo de esa mujer inclinada
sobre el río, lavando pero al mismo tiempo can-
tando y contando historias de la gente del lugar,
fue una imagen muy fuerte. Ella fue mi maestra
sin saberlo. Me produjo una sensación de asom-
bro infinito y me llenó de alegría y belleza. Creo
que va a seguir inspirándome canciones aunque
sea de refilón, porque las emociones te provocan
cosas. A mí me hacen escribir canciones.
Siempre tomé a la música como una necesidad
para comunicar emociones. Las historias de vida
de las personas maravillosas que nos rodean,
que a veces no vemos. Yo canto canciones que
escribo para contar nuestra historia cotidiana
como pueblo.
Por Carolina Balderrama
EL PULSODE LA PALABRA
# 9
Hay que hacer unproceso de cambiointerno para sabercuáles son losderechos y lascosas justaspor las quedebemos luchar
Hay que hacer un proceso
de cambio interno para saber
cuáles son verdaderamente
los derechos y las cosas justas
por las que debemos luchar.
Canto canciones queescribo paracontar nuestrahistoria cotidianacomo pueblo.
Canto canciones que escribo
para contar nuestra historia
cotidiana como pueblo.
¿Cómo vive el hecho de ser una referente de los
sectores populares, de sus luchas?
TP: Es la única razón por la que escribo. Donde
mi canción cumple su función es allí, en la lucha,
en el pueblo. Cuando la gente las toma para sus
luchas, para su esperanza. Mis canciones son
para los que dicen.
Su último disco se llama Pequeñas revolucio-nes. Hoy existe en general una gran sensibili-
dad hacia lo pequeño, hacia la belleza de lo
humilde, lo cotidiano, las historias mínimas.
¿Está bien hacer énfasis en pequeñas revolu-
ciones en tiempos en los que no hay duda de
que la raíz de nuestros problemas está más
cerca de "lo grande"? ¿No hacen falta grandes
revoluciones?
TP: De las pequeñas se llega a lo grande; hay
tantos debates que como sociedad madura debe-
ríamos hacernos, debates pendientes que son los
que han dividido a la sociedad. Hay que empezar
por tener esas pequeñas victorias cotidianas,
defender lo más justo, lo más sencillito.
Acompañar la lucha de muchísima gente por sus
derechos, que son las luchas de todos. La gran
revolución la vamos a hacer cuando logremos
hacer todas estas cosas pequeñas que son urgen-
tes y necesarias para llegar al cambio, que es el
que yo creo que aspira el pueblo. El pueblo cami-
na lento, luchando por sus intereses más inme-
diatos, pero a medida que va luchando por sus
urgencias, va modificando cada vez que logra
algo. El pueblo no va a venir así como el río de
montaña en una correntada de golpe y porque sí.
El pueblo camina con su lucha de siglos. A lo
mejor en algún momento uno estuvo apurado
para que eso ocurra. El pueblo sabe cuándo, lo
sabe por sus necesidades.
Poniendo un poco la mirada en la historia de
nuestro país, en los procesos y sucesos que sus
canciones atestiguan y que ha vivido en su
juventud; ¿qué críticas hace a su generación?
TP: Tengo una autocrítica, en todo caso. Un gran
porcentaje de mi generación, de jóvenes, estába-
mos comprometidos con la realidad del país.
Queríamos cambiar muchas cosas para que todos
vivamos mejor. Para ese mundo mejor, que es posi-
ble en la tierra, hoy. Uno creía que era un especie
de iluminado que iba adelante -y eso no puede ser,
nunca sirve- y que este cambio -que nosotros
soñamos- lo quería todo el mundo. Y no sé si todo
el mundo lo quiere. Hay que hacer un proceso de
cambio interno para saber cuáles son verdadera-
mente los derechos y las cosas justas por las que
debemos luchar. Los procesos de cambio los
empujamos desde abajo y creo que se están
comenzando a ver.
Las utopías son las cosas que no hicimos todavía,
es ese sol que está allá hacia dónde quiero cami-
nar y hago toda mi vida pequeñas revoluciones
para llegar allí. Si hay gente que se pone de cos-
tado, y dice “no es mi lucha, a mí no me interesa”;
y bueno, se hará mucho más difícil y más largo.
¿Qué lectura hace del actual escenario de
luchas y movimientos populares?
TP: Creo que estamos en un momento óptimo
del mundo. Se hizo una fisura tremenda en el
modelo cultural, político y económico del neoli-
beralismo. Una fisura en la globalización. Tal vez
corra mucha sangre. Para que lleguemos a esos
cambios se tiene que mover mucha gente de
lugar, y hay muchos intereses económicos que
están en juego. Pero no es casual que estén
gobernando quienes están gobernando en la
Argentina, en Brasil, en Uruguay, en Venezuela. Y
así, lentamente se van produciendo cambios de
emergentes. No creo que la gente quiera hacer
hoy una revolución definitiva. Porque ya lo hubie-
ra hecho. Esto es lo que creo que mí generación
no comprendió.
Pero, la concentración económica continúa,
aumenta la cantidad de personas bajo la línea
de la pobreza...
TP: Éste es un tema global, acá se instaló un
modelo a sangre y fuego. Primero limpiaron el
país, después lo instalaron. Lo concretaron
borrando una generación. Un modelo perverso
que le quitó participación al Estado en todo sen-
tido. Entregó todo e instaló de una forma desca-
rada y obscena la corrupción y la impunidad, la
obediencia debida, el punto final y los indultos.
Fue una bomba que estalló y sus esquirlas toda-
Hay muchas luchasque no están perdidas,hay muchas luchasmuy concretasque llegaron victoriosas...
Hay muchas luchas que
no están perdidas, hay muchas
luchas muy concretas que
llegaron victoriosas...
... sigo abrazando el mismo idealde cambio profundo del puebloy acompañándolo al ladito-ni más adelante ni encimacon mi canción.
... sigo abrazando el mismo ideal de cambio
profundo del pueblo y acompañándolo
al ladito -ni más adelante ni encima-
con mi canción.
vía nos van a hacer daño a generaciones y generacio-
nes. Esto no es una cosa que se armó en un día y tam-
poco se puede desarmar en un día. Los procesos de
cambio los provoca el pueblo con luchas, con moviliza-
ciones. Los años del menemismo, en los que el pueblo
estuvo paralizado, fueron tremendos.
Creo que hoy hay un avance hacia una forma diferente de
conducir, hacia una forma diferente de luchar contra esos
poderes. He visto al presidente Kirchner enfrentarse con
organismos internacionales con una contundencia feroz.
Después tiene que reducir el discurso porque se le vienen
encima. Cuando dijo que iba a negociar la deuda externa,
todo el mundo saltó a decir que si no la pagábamos está-
bamos perdidos y que iba a ser un caos. Cuando negoció,
todos dijeron que se bajó los pantalones.
¿Qué quiere la Argentina? ¿Por qué hay una Argentina
manejada por años de marginación, de violencia, de
hambre de injusticia social? ¿Cuál es la Argentina que
maneja las situaciones? Y esa Argentina, la que condu-
ce el barco, ¿qué quiere? ¿Cómo conducís al país con
ésta cantidad de compartimentos estancos que no tie-
nen los mismos intereses? Mi mirada es esperanzada.
Yo siempre traté de participar.
Dice ser militante peronista desde los 14 años.
¿Por qué el peronismo?
TP: El peronismo dio para muchas cosas. Es un movi-
miento, por eso puede tener a la extrema derecha, la
izquierda y el centro. Es un movimiento político, ideo-
lógico, social y cultural que excedió al partido.
Pero es como el cristianismo, que de la derecha a la
izquierda tiene todo, y en el medio está la Biblia y la
doctrina justicialista que es interpretada como se crea
conveniente según el sector. Es un movimiento de
masas extraordinario que muchos se perdieron de ver y
de acompañar. Que sigue con una mística más acá y
más allá de todo lo que podamos decir. Te lo dice una
vieja peronista con muchas cicatrices. Vieja y joven.
Sigo siendo joven para ser peronista, cuando soy pero-
nista me siento joven: tengo las mismas ganas, los
mismos sueños y sigo abrazando el mismo ideal de
cambio profundo del pueblo y acompañándolo al ladi-
to -ni más adelante ni encima- con mi canción.
¿Qué techos, qué contradicciones ve en el campo
popular? Por otro lado, ¿se han abierto posibilidades?
TP: Esto hay que levantarlo ladrillo por ladrillo: "No
todo está perdido si nos damos cuenta de que nada
está perdido y empezamos a caminar", decía Cortázar.
Hay muchas luchas que no están perdidas, hay muchas
luchas muy concretas que llegaron victoriosas, por
ejemplo las de los derechos humanos. Se ha caminado
mucho en poco tiempo y se han reinstalado temas, por
ejemplo volver a hablar del imperialismo después de
las Torres Gemelas.
Algo sucedió, acontecimientos nacionales y mundiales
muy fuertes, que reinstalaron temas, la crisis del 2001
sacó gente a la calle -a gente que no salía, porque
había gente que ya estaba hace mucho en la calle, y
nadie la escuchaba y era molesta-. Aparecieron las
figuras de las asambleas populares que eran interesan-
tísimas pero después por una vieja maña política en la
Argentina terminaron divididas y sobreviven muy
pocas. Viejas formas de hacer política que no sirven en
este tiempo. Tendríamos que haber aprendido de la
derrota. Le digo esto a los grupos de mi generación que
no entendieron nada evidentemente, porque siguen
cometiendo los viejos errores, con una soberbia y una
falta de comprensión de la realidad que es sorprenden-
te. Hoy la política volvió a ser un tema.#
EL PULSODE LA PALABRA# 10
Los días 12 y 13 de noviembre se realizó en Villa Warcalde, Córdoba, el segundo -y último del año-
encuentro de referentes de las Escuelas de Ciudadanía. Este espacio reúne a los representantes de cada
una de las Escuelas y a miembros del Centro Nueva Tierra que conforman el equipo de coordinación
nacional y monitoreo.
En las jornadas se pusieron en común las evaluaciones del trayecto las Escuelas de Ciudadanía desde su ini-
cio en los años 2003-2004. También se reflexionó y discutió sobre el sentido del proyecto general.
En la proyección para el año 2006, se habló de generar incidencia pública y política y se estableció un
conjunto de temas particulares, englobados en las cuestiones de la distribución de la riqueza y demo-
cratización. En torno a estas temáticas se van a articular las instancias de formación y algunos espa-
cios de acción conjunta.
Reflexionando acerca de su rol como actores político-pedagógicos en la sociedad, las Escuelas de Ciudadanía
repasaron el abanico de prioridades y cuestiones a abordar: la formación de dirigentes, el fortalecimiento de
organizaciones sociales, la generación de articulaciones y estrategias políticas, la problemática estatal, el
vínculo Estado/sociedad, la relación/inserción político partidaria y el desarrollo local/regional/nacional. #
Las Escuelas de Ciudadanía son iniciativas político-pedagógicas para la formación de dirigentes de organizaciones socialesen 21 provincias del país. De manera sistemática y sostenidas por un colectivo nacional de formadores, buscan promovery fortalecer la constitución y articulación de actores populares, desarrollar experiencias y proyectos de democratizacióncon horizonte de incidencia pública, ser referencias a nivel local y nacional en materia de formación y práctica política.Son espacios colectivos que asumen la tarea y el desafío de ser protagonistas, creadores, respaldo, multiplicadoresde proyectos de construcción de ciudadanía que lleven al conjunto de la sociedad al reencuentro con la política.
Encuentro de Referentes Nacionales
BUSCANDO INCIDENCIA
El año 2005 ha sido tiempo de crecimiento y construcción para las Escuelas de Ciudadanía en general.
En el caso de la Escuela de Ciudadanía Mariano Moreno, el balance general realizado por sus propios
integrantes es positivo.
Una de las notas clave del caminar de este año de la EC Mariano Moreno ha sido el conjunto de accio-
nes realizadas con otras organizaciones sociales y actores diversos de la zona. Si bien lo importante son
los vínculos de acción y reflexión que la EC Mariano Moreno logró tejer y las dinámicas de articulación
que se pusieron en movimiento; es relevante rescatar la realización en septiembre de las jornadas públi-
cas de trabajo llamadas "Conflicto, organizaciones sociales y ciudadanía. Haciendo visible lo visible". En
dicho evento se encontraron organizaciones sociales de Moreno que pusieron en común diversos con-
flictos y luchas, esbozando un conjunto de reivindicaciones concretas. Estas fueron englobadas por las
banderas justicia, democracia y libertad. En octubre y noviembre se realizaron otros encuentros y jorna-
das de trabajo que fueron poniendo en movimiento y actualizando la agenda común.
"La concepción del espacio formativo como espacio de acción política junto a otras organizaciones y
experiencias hermanas, nos dio la posibilidad de compartir el camino de búsqueda, consolidando la idea
de construcción democrática de la diversidad y dejando una enorme referencia para seguir trabajando",
señala Gustavo Zarza, miembro del equipo coordinador de la EC Mariano Moreno. #
Escuela de Ciudadanía Mariano Moreno. Localidad de Moreno, Provincia de Buenos Aires.
AGENDA COMÚN DE CONFLICTOS Y LUCHAS
CIUDADANIA CREACION COLECTIVA# 11
Acciones, propuestas y desarrollos de las Escuelas de Ciudadanía
ESCUELA DE CIUDADANIA MARIANO MORENO
CENTRO NUEVA TIERRA
CIUDADANIA CREACION COLECTIVA# 14
Acciones, propuestas y desarrollos de las Escuelas de Ciudadanía
MOCAFOR(Movimiento Campesino de Formosa) /Una de las líneas trabajadas como Escuela de Ciudadanía es la temática de
la tierra, no sólo en el sentido de la propiedad, tema álgido y frente de lucha
-porque sectores de poder en esta provincia feudal compran o expropian
dejando a campesinos/as y aborígenes despojados de sus tierras, y ante esa
circunstancia pasan a integrar como migrantes los bolsones de pobreza de
las ciudades-. Hablamos de tierra refiriendo también a la cuestión produc-
tiva: la regulación de precios del algodón, el acopio concentrado en uno o
dos poderosos, problemas que han despertado a compañeros del movimien-
to campesino e instado a marchas provinciales que duraron meses. En esas
etapas de marchas, "acampadas" en parroquias, movilizaciones hasta la
casa de gobierno provincial, hemos estado presentes.
Cáritas Posadas /A partir de la participación de la Escuela de Ciudadanía en el Foro de la
Tierra 2005 (en octubre en Posadas, Misiones), se inició el intercambio
desde el diagnóstico de realidades muy similares, para buscar en las pro-
puestas de acción y articulación permanente una participación que incida
desde estas iniciativas populares en las gestiones de gobierno, a favor del
reconocimiento de territorios indígenas, reordenamiento rural, cuidado y
protección de aguas, asesoramiento sobre el uso de agrotóxicos y semillas
transgénicas.
Pobladores del bañado La Estrella /Por el derecho a la tierra, por la necesidad de la seguridad de poseerla sin
depender de los caprichos de funcionarios de gobierno, nos acercamos a
esta lucha. Se rechaza y pide se declaren inconstitucional y deroguen la Ley
1471, el Decreto 921 y la Resolución 005/2005, que tratan sobre la recolo-
nización. Haciendo eco de la voz de campesinos/as y aborígenes que hoy de
pie se organizan y movilizan en defensa de lo que les pertenece, la Escuela
de Ciudadanía acompaña y se une a más de 18.000 personas de la zona
para celebrar la vida y riqueza de tan hermosa tierra formoseña.
Decidamos (Paraguay) /La proximidad geográfica y cultural ha permitido el acercamiento a este
nucleamiento de organizaciones sociales que desarrolla campañas y accio-
nes orientadas a promover los derechos y las garantías de los ciudadanos
de Paraguay, así como su formación y participación en los gobiernos y la
vida pública. Se están dando las primeras acciones de articulación, entre
ellas el intercambio de información electoral (cruce de padrones en tiem-
pos de elecciones con el fin de detectar votantes con doble nacionalidad).
Se ha consensuado la necesidad de hechos políticos que afiancen la inte-
gración entre países del Cono Sur latinoamericano.
Decidir desde nuestro espacio acercarnos a Decidamos, significó aceptar el
abrazo fraterno y humano que tanto bien nos hace y permite la esperanza
del futuro social emergiendo desde el sur con desarrollo desde la libertad. #
En la Escuela de Ciudadanía Oscar Ortiz estamos consolidando espacios de formación para avanzar hacia las posibilidades de ruptura en la estructura de
poder hegemónica -que convierte a la provincia de Formosa en una de las más pobres del país-. Entendemos que una de las herramientas con más opor-
tunidades y valores para este caminar es la articulación con actores sociales y otras organizaciones.
La ausencia del Estado, de espacios que contengan las movilizaciones sociales aportando soluciones, potencia la búsqueda de establecer redes con otras
organizaciones y otros movimientos. Como nos encontramos transitando caminos semejantes, se hace posible el trazado de directrices compartidas, desde
representaciones y visiones distintas pero en confluencia de objetivos.
La información y comunicación juegan en este aspecto un papel preponderante, de ellas dependen los alcances de las propuestas de acción y crecimien-
to. El mapa de frentes de lucha y necesidades es el que moviliza a la fraternidad y la confianza.
Fue desde estos ejes que hemos logrado trazar articulaciones con los siguientes actores:
Escuela de Ciudadanía Oscar Ortíz / Formosa
TRAZADO DE ARTICULACIONESPor Ana Elena Caligaris
MOCAFOR / MOVIMIENTO CAMPESINO DE FORMOSA CENTRO NUEVA TIERRA
De la movilización social a la inserción partidaria
Cartografíade las apuestas y los riesgosPresentamos un recorrido por una serie de experiencias de actores de diversos puntos del país que redibujan la relación entre lo social
y lo político. Pases y tensiones, aperturas y rupturas, que tienen en común el acercamiento de las organizaciones socialesa la política partidaria, y el ingreso de ésta a sus agendas. Trayectos que no dejan fuera las contradicciones que les son propias
y que hacen nuevos mapas a medida que recorren el poco lineal territorio de la representación democrática.
Abra Pampa, Jujuy /
De la organización a la intendencia
El municipio de Abra Pampa se encuentra en
la región de la Puna. Su intendente Herman
Zerpa (45 años), militante de la Juventud
Peronista en los '80, pasó los últimos años ale-
jado de las prácticas partidarias, trabajando
en el campo de las organizaciones sociales.
Fue uno de los fundadores de la Red Puna,
espacio que reúne a alrededor de 30 organiza-
ciones de Puna y Quebrada en Jujuy.
Haciendo un balance de los dos años que lleva
de gestión, Herman afirma no haber alcanza-
do todo lo proyectado en un principio, pero
reconoce como uno de sus logros más impor-
tantes haber instalado un fuerte perfil de des-
arrollo local en Abra Pampa. Esta apuesta,
señala Herman, está íntimamente relacionada
con el fortalecimiento de consejos consultivos
urbanos y rurales. Es parte de la estrategia de
formación de dirigentes llevada adelante por
el municipio para que la sociedad civil pueda
"cuestionar de manera constructiva" las
acciones políticas y estatales.
Herman considera que debe haber una inter-
acción entre las organizaciones de la sociedad
civil y las decisiones políticas del estado. Sin
embargo, ésta no es una articulación fácil. El
intendente de Abra Pampa tuvo serias dificul-
tades en ese proceso: "Parece que por el sólo
hecho de ingresar al Estado comencé a ser
corrupto", comenta. Para él, esto tiene que ver
con condiciones que todavía no están dadas
para el relacionamiento de las organizaciones
sociales con la política: "Esto debe cambiar
desde las mismas organizaciones. Si este salto
no lo damos en conjunto, difícilmente podre-
mos hablar de otro tipo de poder."
Catamarca /
Profundizar la representación
Luis Andraca (40 años) fue concejal de la ciu-
dad por medio del partido Movilización, inte-
grante mayoritario del Frente Cívico -coali-
ción que hoy gobierna la provincia de
Catamarca y que tuvo un rol importante fren-
te a la caída del saadismo-. En diciembre de
2005, Luis asumió el cargo de legislador pro-
vincial por el Frente Cívico.
Uno de los objetivos de la gestión de Luis fue
"aportar a la construcción de una ciudad más
participativa". Para esto, se impulsaron espa-
cios como audiencias públicas y sesiones
barriales, y se desarrolló legislación sobre ini-
ciativa popular, consulta popular y consejos
consultivos. Estas acciones significaron "pro-
porcionar a los vecinos y a la gestión de
gobierno, instrumentos que los comprometan
en un proyecto común". Un hito muy impor-
tante fue el espacio de planificación participa-
tiva propiciado por el Plan Urbano Ambiental y
Evaluación de Impacto Ambiental.
Otro punto importante de la experiencia han
sido los avances en la construcción de una
"economía social". Se trabajó en "reconocer
las iniciativas de trueque, las ferias francas
Por Sebastián Prevotel y Carolina Balderrama
Alfredo Benavidez BedoyaDiez máximas mínimas
TRAYECTOS
# 15
barriales y democratizar la disposición de fon-
dos mediante la elaboración del Presupuesto
Participativo".
Desde instancias como el Foro Provincial de
Concejales, se han abierto espacios de conso-
lidación de visiones y actores políticos, que
involucran a la región y a la provincia.
Luis da cuenta además del objetivo de "una
ciudad más democrática", que se tradujo en la
reforma política de la Ordenanza Electoral,
limitando el tiempo y los costos de las cam-
pañas y las posibilidades del Estado de inter-
venir en ellas; así como en la implementación
de un sistema de tachas a las listas sábanas
de los concejales.
Respecto a su rol en el Estado, el futuro dipu-
tado reflexiona: "Representamos una sociedad
que en este momento está atravesando una
situación compleja, no hemos terminado de
salir de una crisis muy profunda y todavía, la
política, para grandes sectores de la sociedad,
se debate entre la indiferencia y el desprecio".
En este punto "Tenemos que ver cómo las
organizaciones nos pueden acompañar funda-
mentalmente en la representación".
Mar del Plata /
Del barrio al Estado
Cristian Arroyo (25 años) es miembro del
Grupo Sur, una organización de Mar del Plata
sostenida por jóvenes que vienen de la militan-
cia social y universitaria. En el 2004, se unie-
ron al Movimiento Patriótico 20 de Diciembre
(MP20), y recientemente al Movimiento Evita.
Este último se vincula al Frente para la Victoria.
Cristian afirma que el paso a la política parti-
daria significó cambios importantes en el tipo
de acción y de construcción. "Existen lógicas
diferentes en el trabajo desde el barrio y desde
el Estado", comenta. "La militancia por la dis-
puta concreta de los lugares del Estado es un
proceso que, con todos los límites que tiene,
de alguna manera oxigena la política y permi-
te cambiar su eje".
Para Cristian, es necesario recobrar dirigentes
que representen los intereses de la sociedad.
"Es menos relevante solamente ocupar un
cargo electivo que conformar una mesa terri-
torial representativa de los intereses de cada
uno de los barrios y que todas las decisiones
del Frente para la Victoria tengan que pasar
por esa mesa", ejemplifica. El objetivo es la
creación de espacios orgánicos de discusión,
propuestas y reivindicaciones concretas que
puedan condicionar a cualquier candidato.
Formosa /
Formación de dirigentes
La Escuela de Ciudadanía Oscar Ortiz es un
espacio de formación política que funciona
simultáneamente en tres regiones de la pro-
vincia (Capital, Centro-oeste y Pilcomayo). De
ella participan alrededor de 110 personas y se
trabaja en articulación con otras organizacio-
nes y luchas de la zona1. La pregunta por lo
político y por el posicionamiento frente a la
política partidaria, está en el centro de la
agenda de la escuela.
Ana Caligaris (48 años), docente y secretaria
adjunta del Gremio de Docentes
Autoconvocados, participa del equipo coordi-
nador de la EC Oscar Ortiz. "La Escuela de
Ciudadanía hoy está resolviendo hacia dónde
marca su incidencia, y si lo hace ya con fines de
activismo político o no", subraya Ana. Cuenta
también acerca de la condena que sufren
muchas veces aquellos que proponen realizar el
paso de lo social a lo político. "El planteo que
nos estamos haciendo es desde dónde y con
quiénes entrar a la política", comparte.
Ana explica cómo la Escuela de Ciudadanía de
Formosa sirvió para catalizar y contener dos
postulaciones en las elecciones de octubre del
2005. Félix Díaz, de la comunidad aborigen de
Colonia Primavera, fue candidato a concejal
desde un frente vinculado al Movimiento
Campesino de Formosa (MOCAFOR), formado
por el Partido Intransigente y un partido veci-
nal de General Belgrano. Dentro del equipo del
MOCAFOR hay otro miembro de la EC Oscar
Ortiz que fue candidato en cuarto lugar.
Bahía Blanca /
Ampliar horizontes
Frente a la ausencia de experiencias partida-
rias locales que tengan inserción en lo social,
Agrupación por una Participación Ciudadana
Independiente (APACI) -integrada por perso-
nas con una vasta trayectoria en la militancia
social-, viene trabajando en la construcción de
una herramienta política para dar lugar a la
expresión de los sectores populares. Hoy, la
propuesta se vincula al Encuentro Nacional
por la Soberanía Popular y es un espacio de
referencia política en Bahía Blanca.
Walter Rezzuti (40 años), docente y contador
público, actual presidente de APACI, da cuen-
1) En la página 14 hay un artículo sobre las articulaciones políticas de la E.C. Oscar Ortiz.
TRAYECTOS
# 16
ta de los orígenes de la apuesta: "La idea
comenzó a gestarse en diciembre de 1999,
cuando un grupo de personas nos reunimos
para conversar la relación-tensión entre orga-
nización social y participación política parti-
daria". En el 2003, APACI comenzó a dialogar
con partidos de centro izquierda de Bahía
Blanca y a generar un ámbito de debate y con-
certación con "vocación por trabajar necesi-
dades colectivas" y con el horizonte político
de "transformar la realidad que viven los sec-
tores más postergados, apostando a la partici-
pación y al control de los ciudadanos sobre la
cosa pública." Walter destaca que el proyecto
de herramienta política que APACI está propi-
ciando, se enmarca también en la lucha de las
organizaciones sociales por tener lugar en la
toma de decisiones de políticas públicas y en
el control y ejecución de las mismas.
Puerto Iguazú /
Trascender lo local
El Partido Municipal Vecinos Unidos es una
experiencia política surgida como repuesta al
alejamiento entre la política partidaria y los
intereses de la sociedad. Interpelado por esta
realidad, un colectivo de personas vinculadas
al trabajo en lo social se organizó para parti-
cipar activamente en política.
En el 2003, Vecinos Unidos se presentó a elec-
ciones municipales y, con menos de un mes de
campaña, se posicionaron como cuarta fuerza,
constituyéndose en una opción asequible para
los habitantes de Puerto Iguazú. En las últimas
elecciones legislativas, el partido no se pre-
sentó porque, a causa de trabas vinculadas al
gobierno de turno, no pudo llegar a tiempo
con las formalidades requeridas.
Julio Benitez (42 años), animador de Cáritas
diocesana, miembro fundador de Vecinos
Unidos, entiende a la herramienta partidaria
como un camino para el alcance de cambios
efectivos: "La única forma de cambiar real-
mente es a través del gobierno, si es que real-
mente hay interés por lo social". Desde la
mirada de Julio -quien hubiera sido candidato
a concejal de haberse presentado su lista- la
sociedad debe aprender en su conjunto que el
poder está en la misma gente, no en el funcio-
nario de turno.
Vecinos Unidos no reduce sus aspiraciones a la
participación electoral. Reivindican la partici-
pación en la vida política de la sociedad en
sentido amplio, estimulando la democracia
participativa para la incidencia del ciudadano
en lo público, en el espacio de las decisiones
que hacen a la sociedad.
LAS APUESTAS Y LOS RIESGOSRecorrer el camino entre lo social y la polí-tica implica asumir ciertos riesgos. La expe-riencia de Herman Zerpa en Abra Pampada cuenta de los costos que ese pase tiene. Elriesgo de la condena, de quedar solo; afín auna lectura de la política como un ámbitoimpuro y corrompedor. Herman tambiénhabla de los riesgos de ser cooptado, de aco-modarse, de congelarse: "Todos los díashago lo posible para que no me chupen; parano caer en las mismas actitudes clientelares,para no perder lo planificado". Luis
Andraca y Cristian Arroyo coinciden enque una tendencia muy habitual es -enpalabras de Luis- "pensar que la historiaempieza cuando llega uno". El reaseguropara este tipo de riesgos es complejo, dadoque, como afirma Herman, hay veces en quees necesario emplear tácticas propias delespacio partidario y/o estatal, pero hacerloen el marco de estrategias democráticas.Ana Caligaris señala la importancia delacompañamiento por parte de las organiza-ciones sociales, de hacer apuestas estratégi-cas y colectivas.En ese sentido Walter Rezzuti consideraque experiencias como la de APACI correnel riesgo de despegarse de su experiencia detrabajo social y comunitaria. También estáel riesgo de quemarse, de tirar toda una tra-yectoria por la borda y perder credibilidad.Para Walter, esos riesgos se asumen "deba-tiendo siempre hasta dónde se llega, qué nose puede ceder y qué sí; lo cual significaconocer los propios límites".Las apuestas indefectiblemente tienen suscostos y riesgos. Hay rupturas con prácti-cas y modos de relacionarse, como tambiénnuevas conexiones que muchas veces soncontradictorias y conflictivas. Asumir losriesgos en cierto punto implica no dar laespalda a los conflictos. Éstos también sonparte de este tipo de apuestas. Son constitu-tivos de la política y de la construcción dedemocrática.#
Más información y entrevistas completas:
www.nuevatierra.org.ar/escuelasdeciudadania
TRAYECTOS
# 17
ENTREVISTA A ERNESTO LACLAU
EL PUEBLO COMOAGENTE COLECTIVOArgentino radicado en Inglaterra, Ernesto Laclau ha hecho significativos aportes a la teoría política contemporánea.Su obra –en donde encontramos referencias ineludibles como Hegemonía y estrategia socialista (1985) y Nuevasreflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo (1990)– busca repensar lo político en toda su complejidad,abordando los múltiples antagonismos que atraviesan la sociedad actual. En desarrollos recientes, el autorreafirma la necesidad de aunar la dimensión de las luchas sociales con la articulación política y la representacióndemocrática; condición de posibilidad para una radicalización de la democracia que tenga a los sectorespopulares como sujetos protagónicos.
Agencia Radiofónica de Comunicación (Paraná)*
En América Latina, la emergencia de nue-
vos liderazgos en los países del cono sur
y el desarrollo de relaciones "sur-sur", son
notas distintivas del momento actual.
¿Cuál es su visión sobre las construccio-
nes de los países latinoamericanos?
E.L: Evidentemente, lo que hay es un bloque
latinoamericano del Mercosur que comienza a
desarrollarse. Lentamente, pero se va de alguna
manera desarrollando.
La situación de Chávez en Venezuela es diferen-
te, porque la realidad social dentro de la cual él
actúa es definitivamente distinta. Es una socie-
dad completamente distinta a las sociedades del
Mercosur. Allí había masas vírgenes con muy
escasa intervención en el sistema político. Por
consiguiente, la tarea fundamental era producir
esta incorporación. Antes había mecanismos
clientelísticos y extorsión de estas masas. Hoy en
día, a través del chavismo, se va dando una inte-
gración progresiva.
En Venezuela tenemos una democracia de tipo
populista directa, que pasa por la identificación
con el líder. Mientras que en el Cono sur tenemos
sociedades cuya sociedad civil es mucho más
diversificada e institucionalizada. Por consi-
guiente, el modelo político no puede ser el
mismo que el modelo político venezolano.
¿Qué lectura hace del momento actual
de Argentina?
E.L: Creo que la democracia argentina está pro-
bablemente en su mejor momento, hasta donde
va mi experiencia. Tradicionalmente, el sistema
político argentino tenía una dimisión total alre-
dedor del peronismo y el antiperonismo.
Entonces, si estaba el peronismo en el poder,
nadie más podía ganar una elección. Si los otros
estaban en el poder, todas las elecciones eran
fraudulentas. Y de esa manera había un sistema
político esencialmente enfermo.
Hoy, esa situación no se da. O sea, hay un plura-
lismo político real. Incluso, aunque el justicialis-
mo haya logrado un tipo de centralidad, las
luchas internas dentro del justicialismo reprodu-
cen el equivalente de lo que sería un sistema
multipartidista.
Después de la crisis del 2001 lo que se dio fue
una enorme expansión horizontal de la protesta
social. Pero eso no se tradujo inmediatamente en
una politización. Incluso estaba el tema de "que
PISTAS
# 18
se vayan todos", que siempre me pareció que era
un lema un tanto suicida. Porque si se van todos,
alguien va a quedar. Y si nadie ha elegido a ese
alguien, no puede ser demasiado bueno.
Cuando llegaron las elecciones, se dieron en el
marco de la partidocracia más tradicional, sin
que estas fuerzas sociales afectaran el proceso
electoral.
Pero lo que se ha dado posteriormente, a partir
del ascenso de Kirchner al poder, ha sido un
esfuerzo real, me parece, por parte del gobierno,
para integrar verticalmente muchas de estas
demandas horizontales que se habían mantenido
como demandas salvajes.
Ahora, si hay éxito en este proceso de integración
de las dos dimensiones, la horizontal y la vertical,
evidentemente podemos terminar con un sistema
democrático mucho más expandido y consolida-
do que el que hemos conocido hasta ahora.
Sus trabajos en teoría política retoman el
marxismo de la mano de autores contem-
poráneos y clásicos que lo repiensan.
¿Cuál es el punto de ruptura más impor-
tante con las formulaciones de Marx?
E.L: De alguna manera, lo que está perimido en
la obra de Marx es la idea de un sujeto homogé-
neo y emancipatorio. Toda la teoría marxista
había sido una teoría acerca de la homogeneiza-
ción creciente de lo social. La idea de que bajo el
capitalismo se daba una simplificación creciente
de la lucha de clases, porque se suponía que las
clases medias y el campesinado iban a desapare-
cer a través de la proletarización. Y que entonces
el fin de la historia iba a ser una confrontación
directa entre una masa homogénea proletarizada
y una burguesía dominante.
Evidentemente, hoy estamos en la situación
inversa. Lo que se da es una heterogeneidad de la
estructura social, una proliferación de los puntos
de ruptura. Esto no significa que las sociedades
sean más igualitarias. Son igualmente no iguali-
tarias. Pero esa desigualdad no pasa por la cons-
titución de un sujeto unificado.
Hay un reconocimiento de la heterogeneidad del
campo social. Y esto habla del esfuerzo de cons-
tituir un lenguaje anti-globalización relativa-
mente unificado que conecte a estos distintos
sectores. Esta unificación ya no pasa por la forma
partido clásica. Son formas menos definidas. Pero
de todos modos ese proceso de unificación de
lenguaje claramente está teniendo lugar.
Sus reflexiones dan un lugar central al
populismo para la construcción de una
"democracia radical". Su último libro, La
razón populista, tematiza esta cuestión y
habla de una nueva "racionalidad popu-
lista" en sentido positivo. ¿Qué implica
esta idea de populismo?
E.L: Por populismo, yo entiendo, la construcción
del pueblo como agente colectivo. El término
populismo, en mi lenguaje, no tiene un carácter
peyorativo.
Hay populismo, por ejemplo, cuando hay un
grupo de vecinos que tiene una demanda respec-
to a la vivienda y plantea esta demanda al poder
municipal y esta demanda es negada. Y a otra
gente otras demandas le son negadas, como
demandas en lo que concierne a la salud, al
suministro de agua, a la escolaridad, etc. Entre
todas estas demandas se comienza a crear un
cierto aire de parentesco. Ellas pasan a ser equi-
valentes las unas a las otras. Y entonces surge
una identidad popular de tipo más amplio.
O sea, el populismo de alguna manera es consus-
tancial con la política. Porque nunca hay un sis-
tema en el cual todas las demandas de la gente
sean satisfechas de una manera automática.
Siempre va a haber alguna especie de distancia
entre el poder y los de abajo. Y esto es lo que
crea, entonces, un fenómeno populista.
¿Cómo se vincula esa noción con el con-
cepto de "significantes vacíos", también
central en sus reflexiones?
E.L: Los significantes vacíos son distintos en
cada configuración política. Significante vacío es
aquel tipo de términos que tiende a asumir la
representación de una cierta totalidad.
Por ejemplo, en un caso que he estudiado, los
símbolos de solidaridad en Polonia al principio no
eran significantes vacíos. Eran simplemente los
símbolos correspondientes a un cierto tipo de
demandas de un grupo restringido de obreros en
Dansk. Pero, por el hecho de que esas demandas
tienen lugar en una sociedad altamente represiva,
en donde había otra serie de demandas insatisfe-
chas, los símbolos de solidaridad pasan a ser los
símbolos globales de la protesta social en Polonia.
Y, obviamente, empiezan a romper su ligazón
estrecha con su significación originaria y asumen
una función de representación más global.
En Argentina, la demanda de retorno de Perón,
durante los años 60 y comienzos de los 70, fun-
cionó de esa manera también como un signifi-
cante vacío.
En realidad, lo que hay que decir es que en los
significantes del populismo, muchas veces califi-
cados de imprecisos y vagos, esta imprecisión y
vaguedad viene del hecho de que ellos tienen
que representar una pluralidad enorme de
demandas. Y esto sólo se pude hacer vaciándose
de sentido. De alguna manera, el significante
vacío es lo que unifica y da coherencia a toda
una formación político-ideológica.#
* Texto completo en www.nuevatierra.org.ar
Alfredo Benavidez BedoyaPelotón de jardineros
PISTAS
# 19
La mirada de organizaciones sociales de Brasilsobre el gobierno del Partido de los Trabajadores
SOSTENERSEEN LLA CCONTRADICCIÓN
Por Mauro Federico - Enviado especial
UN GGOBIERNO ""EN DDISPUTA"
Casi 45 millones de personas viven en los 9 estados que integran
la región nordestina del Brasil, un escenario donde las desigual-
dades socio-económicas se manifiestan con crudeza. Un pueblo
resistente, humilde y creativo, con una vasta riqueza de movi-
mientos sociales y culturales.
La religiosa Valéria Rezende tiene fuertes vínculos con el mundo
de las organizaciones. Integrante de la Escuela de Formación
Quilombos dos Palmares (EQUIP) que tiene su sede en Recife,
Rezende es paulista de nacimiento, pero nordestina por adop-
ción, y vive en Joao Pessoa, capital del estado de Paraíba.
A su criterio, desde la llegada de Lula al gobierno "se han abier-
to espacios para las organizaciones sociales", aunque admite que
"faltan cuadros para ocupar los espacios institucionales de par-
ticipación popular que se han conquistado con grandes luchas."
Para Rezende, es fundamental que exista "un movimiento social
organizado, maduro y capacitado como para controlar las polí-
ticas públicas desde dentro de las estructura del Estado", ya que
"la lucha de clases también pasa por el Estado, aunque tenga-
mos victorias parciales, nunca podemos descansar, siempre hay
que seguir luchando."
"A partir del triunfo del PT se abrió un universo de posibilidades,
pero todo muy abstracto, muy teórico y formal. Había que apli-
car las políticas en el territorio y eso es muy difícil, no se logra
de un día para el otro", argumenta la religiosa. "Los cuadros
demandados para cumplir con esa tarea surgieron en buena
medida de nuestras organizaciones sociales. Pero es muy difícil,
cuando se da el salto, adaptarse a la lógica de funcionamiento
que tiene el Estado", explica Rezende.
HOY EEL DDIARIO NNO HHABLABA DDE TTI
Gerson Flavio Da Silva es el responsable de Comunicación de
EQUIP. También nacido en San Pablo, vive en Pernambuco desde
hace más de 25 años, donde estudió periodismo en la facultad
estatal. Desde su punto de vista, "los medios han construido una
imagen del gobierno federal que no se corresponde con el pen-
samiento de la mayoría del pueblo nordestino". En Pernambuco,
de donde es oriundo el presidente Lula, los índices de populari-
dad son mucho más elevados de lo que la prensa deja traslucir.
"Es que existen contradicciones muy fuertes entre el poder eco-
nómico que controla los grandes diarios y las cadenas televisi-
vas, y el ciudadano común que sigue viendo en Lula a uno de
nosotros, aunque no esté del todo de acuerdo con sus políticas
económicas".
Por su parte, para Alexandre Conceicao, Director Estadual del
MST de Pernambuco, asegura: "Lula representa el pensamiento y
el sentimiento de un brasilero que piensa en Brasil y no en un
brasilero que vive pensando como europeo". "Por eso entende-
mos que tenemos que fortalecer la construcción del PT y apun-
talar al gobierno federal, aunque todavía existan situaciones que
no compartimos y funcionarios que pensamos que no deberían
estar en un verdadero gobierno popular", opina el dirigente.
Valéria Rezende también tiene una visión crítica sobre el rol de
los medios: "se han producido muchos cambios que la prensa no
muestra, pero que la población percibe a cotidiano". La religio-
sa afirma que eso pudo verse en los índices de popularidad del
gobierno federal, los cuales siguen muy altos.
MACROECONOMÍA
VERSUS EECONOMÍA CCOTIDIANA
La economista Tania Bacelar, profesora de la Universidad Federal
de Pernambuco explica: "Si evaluamos la estructura macroeco-
nómica de Brasil podemos decir que existe una continuidad con
lo realizado por los gobiernos anteriores. Es decir que Lula no
modificó las coordenadas de la macroeconomía vinculadas a las
relaciones con los organismos financieros internacionales y a las
ESCALALATINOAMERICANA# 20
Un encuentro de las redes de organizaciones sociales del Nordeste brasilero1,realizado en la ciudad de Maceió, a fines de octubre de 2005, fue el ámbito propicio
para contactar y entrevistar a dirigentes de estas entidades.Ellos manifestaron su apoyo crítico al gobierno de "Lula" Da Silva
y señalaron los incumplimientos en que el "compañero presidente" todavíaincurre de la plataforma que lo llevó a la primera magistratura.
recetas neoliberales que éstos pretenden imponer en los países
de nuestra región".
Sin embargo, sí hubo cambios sustanciales en algunos aspectos
que tienen que ver con la economía de todos los días: "El des-
arrollo de las agriculturas familiares, el fortalecimiento de las
pequeñas y medianas empresas y el poner al Estado al servicio
del ciudadano más desprotegido", puntualiza Bacelar.
Un claro ejemplo puede apreciarse en el tema de la descentra-
lización del cobro de las pensiones, que antes se pagaban sola-
mente en las agencias bancarias ubicadas en los grandes cen-
tros urbanos. "Desde que Lula es presidente -señala Valéria
Rezende- la población de jubilados y pensionados campesinos
que viven en el interior de los estados cobran sus haberes en sus
pueblitos, evitando las dificultades y gastos que implica el tras-
lado. Esto también ha contribuido a mejorar las condiciones de
vida de los pequeños poblados de agricultores, que ahora reci-
ben muchos más recursos que se vuelcan al consumo y revitali-
zan las economías regionales".
DESIGUALDAD YY PPOBREZA EEXTREMAS,
DOS FFLAGELOS QQUE PPERSISTEN
Un crítico documento conjunto de la Conferencia Nacional de
Obispos y la conducción nacional del MST, dado a conocer
durante la última semana de octubre, afirma que "el proceso de
concentración de la riqueza continúa y la reforma agraria no
avanza". Además, el texto sostiene que "aumenta la concentra-
ción de la renta en busca de dólares para pagar la deuda exter-
na". Por último, obispos y campesinos aseguran que "el único
camino para provocar un cambio en este cuadro de enormes
injusticias y de este conjunto de políticas contrarias a las nece-
sidades del pueblo, es la movilización popular".
Este comunicado fue ampliamente difundido por los medios
nacionales. Sin embargo, pocos publican las declaraciones de
los dirigentes del MST Pernambucano, quienes vienen sufrien-
do la represión y el asesinato de varios de sus dirigentes en las
últimas semanas y a pesar de ello siguen brindando un apoyo
crítico a la gestión presidencial.
Vandeson es Coordinador del Campamento MST "Chico Mendes"
de Sao Lourenco, en pleno corazón de Pernambuco. Él sostiene:
"Estos actos están claramente dirigidos a intimidarnos para que
dejemos de reclamar por estas tierras que estamos ocupando."
A su vez, Ana Cristina, dirigente del MST de Sao Lourenco, afir-
ma: "Seguimos esperando mucho del gobierno de Lula.
Sabemos que él está en el Planalto, pero no tiene el poder.
Nosotros confiamos en él, porque formamos parte del PT y que-
remos que en las próximas elecciones sea reelecto para poder
completar una tarea que no es para nada sencilla. Esperamos
que modifique su política de alianzas y se apoye en las organi-
zaciones sociales que lo venimos sosteniendo desde siempre".
Para Gilmar Mauro, coordinador nacional del MST, a pesar de las
penurias, por primera vez en la historia del país los movimientos
están teniendo la oportunidad de participar activamente en el
debate sobre las políticas nacionales. "Hay un cambio cualitati-
vo en la participación pública de los movimientos. En el gobier-
no de Cardoso los movimientos estaban en el noveno lugar de la
lista de prioridades de la Policía Federal, en tanto el narcotráfico
estaba en el lugar treinta. Una cosa es el discurso y otra es
enfrentar un Estado estructurado históricamente para no aten-
der las demandas sociales", afirma Mauro, para quien este últi-
mo punto justifica la posición actual de los movimientos.
Por último, Valéria Rezende pronostica que "la desigualdad
seguramente seguirá existiendo por mucho tiempo, y la expli-
cación es muy sencilla: durante más de 50 años Brasil fue
saqueado, depredado por los grandes grupos económicos y sus
representantes en los gobiernos tanto dictatoriales como elegi-
dos en las urnas". "Y esto no lo puede cambiar Lula de un día
para el otro ni con una varita mágica", concluye. #
Alfredo Benavidez BedoyaEl barómetro (detalle)
1) El encuentro se llamó EDUPOP y fue realizado por la Escuela de Quilombos dos Palmares (EQUIP), organización que tiene un convenio con el Centro Nueva Tierraen el marco del proyecto Escuelas de Ciudadanía.
ESCALALATINOAMERICANA
# 21
AMPLIARLA DEMOCRACIACuando las respuestas a problemas concretos no son suficientes para construir nuevos horizontes, surgen interrogantes que permiten ampliar la demo-
cracia. Así lo señalan Boaventura de Sousa Santos y Leonardo Avritzer en la introducción del libro Democratizar la democracia. Los caminos de la demo-
cracia participativa. A continuación, presentamos extractos de dicho texto en donde -a partir del análisis de experiencias de emancipación y democra-
cia participativa- se ponen en escena cuestiones y cuestionamientos centrales para los proyectos de democratización.
mera utilidad instrumental, ese valor no puede sin más asumirse como uni-
versal. Está inscrito en una constelación cultural específica, la de la moder-
nidad occidental, y esa constelación, por coexistir con otras en un mundo que
ahora se reconoce como multicultural, no puede, sin más, reivindicar la uni-
versalidad de sus valores. Hoy sabemos que, si esa reivindicación se niega a
dar las razones que la sustentan y a dialogar con otras que eventualmente la
cuestionan, sólo se impondrá por fuerza de las circunstancias extrañas a ella
y que, como tal, la transforman en una reivindicación imperial. Y esta tenta-
ción imperial está tanto más presente cuanto es visible la fuerza avasallado-
ra de la globalización neoliberal y de las instituciones que, en su nombre,
imponen globalmente la adopción de la democracia liberal. [...]
La pérdida de la demodiversidad es negativa por un segundo factor que,
aunque autónomo con relación al primero, está relacionado con él. Se trata
de la distinción entre democracia como ideal y democracia como práctica.
Esta distinción es central al modelo hegemónico de democracia y fue intro-
ducida en el debate para justificar la baja intensidad democrática de los regí-
menes políticos instituidos cuando fueron comparados con los ideales demo-
cráticos revolucionarios de finales del siglo XVIII y de mediados del siglo XIX.
La imposición universal del modelo liberal lleva al extremo esta distinción y
en ella la democracia realmente existente es frecuentemente tan distinta del
ideal democrático que no parece ser más que una caricatura de él. [...]
LO LOCAL Y LO GLOBAL / [...] el modelo hegemónico de democra-
cia ha sido hostil a la participación activa de los ciudadanos en
vida política y, cuando la han aceptado, la han confinado al nivel local. Se
trata de la conocida cuestión de las escalas. [...]
[...] Queremos hablar sobre las posibles articulaciones transnacionales entre
diferentes experiencias locales de democracia participativa o entre esas
experiencias locales y movimientos u organizaciones transnacionales inte-
resados en la promoción de la democracia participativa. La globalización
contrahegemónica pasa, en este campo, por esas articulaciones. Son ellas
las que permiten crear lo local contrahegemónico, lo local que es el otro
lado de lo global contrahegemónico. Esas articulaciones dan credibilidad y
fortalecen las prácticas locales por el simple hecho de que las transforman
en eslabones de redes y movimientos más amplios y con mayor capacidad
2 /
Por Boaventura de Sousa Santos y Leonardo Avritzer
LA PÉRDIDA DE LA DEMODIVERSIDAD / La comparación entre los
estudios y debates sobre la democracia en los años 60 y en la últi-
ma década nos lleva fácilmente a la conclusión de que en el nivel global se
perdió demodiversidad en los últimos treinta años. Por demodiversi-
dad entendemos la coexistencia pacífica o conflictiva de dife-
rentes modelos y prácticas democráticas. En los años 60, si por
una parte, el modelo hegemónico de democracia, la democra-
cia liberal, parecía destinado a quedar confinado, como prácti-
ca democrática, a un pequeño rincón del mundo; por otra parte,
fuera de la Europa Occidental y de América del Norte no existí-
an otras prácticas políticas que reivindicaban el status
democrático liberal. Sin embargo, a medida que esas prác-
ticas políticas alternativas fueron perdiendo fuerza y
credibilidad se fue imponiendo el modelo de demo-
cracia liberal como modelo único y universal, y su
consagración fue consumada por el
Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional al transformarlo en
condición política para la conce-
sión de préstamos y ayuda
financiera.
La conversión del modelo
liberal en modelo único
y universal implica, a
nuestra manera de ver,
una pérdida de la demodi-
versidad. La negatividad de
esa pérdida reside en dos
factores. El primero
se refiere a la justifi-
cación de la demo-
cracia. Si, como cree-
mos, la democracia
tiene un valor intrín-
seco y no una
1 /
LECTURASCLAVES# 22
transformadora. Por otro lado, tales articulaciones hacen posible el apren-
dizaje recíproco y continuo, lo que, a nuestro entender, es un requisito
esencial para el éxito de las prácticas democráticas animadas por la posi-
bilidad de la democracia de alta intensidad. [...]
Sabemos que las experiencias del presupuesto participativo han surgido en
varias ciudades de Brasil y de otros países de América Latina. Las experien-
cias más recientes han ganado con la experiencia de las más antiguas.
Incluso hay redes de ciudades, especialmente en el ámbito de ciudades del
Mercosur, que tienen el objetivo de discutir las diferentes experiencias y
modelos de democracia participativa, sus límites y sus potenciales. La fuer-
za de la globalización contrahegemónica en el dominio de la ampliación y
de la profundización de la democracia depende en buena medida de la
ampliación y profundización de redes nacionales, regionales, continentales
o globales de prácticas locales.
LOS PELIGROS DE LA PERVERSIÓN Y DE LA COOPTACIÓN / Vimos
cómo las aspiraciones revolucionarias de participación democrá-
tica en el siglo XIX fueron reduciéndose, en el transcurso del siglo XX, a for-
mas de democracia de baja intensidad. Con eso, los objetivos de inclusión
social y de reconocimiento de las diferencias fueron siendo pervertidos y
convertidos en su contrario. Al peligro de perversión y de descaracteriza-
ción no están, de modo alguno, inmunes las prácticas de democracia par-
ticipativa. También ellas, que plantean ampliar el canon político y, con eso,
ampliar el espacio público, los debates y demandas sociales que lo consti-
tuyen, pueden ser cooptadas por intereses y actores hegemónicos para, con
base a ellas, legitimar la exclusión social y la represión de la diferencia. [...]
Pero la perversión puede ocurrir por muchas otras vías: por la burocratiza-
ción de la participación, por la reintroducción de clientelismo bajo nuevas
formas, por la instrumentalización partidaria, por la exclusión de intereses
subordinados a través del silenciamiento o de la manipulación de las insti-
tuciones participativas. Esos peligros sólo pueden evitarse por intermedio
del aprendizaje y de la reflexión constantes para extraer incentivos para
nuevas profundizaciones democráticas. En el dominio de la democracia
participativa, más que en cualquier otro, la democracia es un principio sin
fin y las tareas de democratización sólo se sustentan cuando ellas mismas
son definidas por procesos democráticos cada vez más exigentes.
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y DEMOCRACIA REPRESENTATIVA /
[...] La solución dada por la teoría hegemónica de la democracia al
problema de la relación entre democracia representativa y democracia parti-
cipativa -la solución de las escalas- no es una solución adecuada porque deja
sin tocar el problema de las gramáticas sociales, y ofrece una respuesta sim-
plista, exclusivamente geográfica, al problema de la combinación entre par-
ticipación y representación. [...] Existe un proceso de pluralización cultural y
de reconocimiento de nuevas identidades que tiene como consecuencia pro-
fundas redefiniciones de la práctica democrática, redefiniciones que están
más allá del proceso de agregación propio de la democracia representativa.
A nuestro ver existen dos formas posibles de combinación entre democracia
participativa y democracia representativa: coexistencia y complementarie-
dad. Coexistencia implica una convivencia, en niveles diversos, de las diferen-
tes formas de procedimentalismo, organización administrativa y variación de
diseño institucional. La democracia representativa en el nivel nacional (domi-
nio exclusivo en el nivel de la constitución de gobiernos; la aceptación de la
forma vertical burocrática como forma exclusiva de la administración públi-
ca) coexiste con la democracia participativa en el nivel local, acentuando
determinadas características participativas ya existentes en algunas demo-
cracias de los países centrales1.
La segunda forma de combinación, la que llamamos complementariedad,
implica una articulación más profunda entre democracia representativa y
democracia participativa. Presupone el reconocimiento por el gobierno de
que el procedimentalismo participativo, las formas públicas de monitoreo de
los gobiernos y los procesos de deliberación pública pueden sustituir parte del
proceso de representación y deliberación tales como los concebidos en el
modelo hegemónico de democracia. Al contrario de lo que pretende este
modelo, el objetivo es asociar al proceso de fortalecimiento de la democracia
local formas de renovación cultural ligadas a una nueva institucionalidad
política que vuelve a colocar en la pauta democrática las cuestiones de la
pluralidad y de la necesidad de la inclusión social. [...] Los arreglos participa-
tivos permiten la articulación entre argumentación y justicia distributiva y la
transferencia de prerrogativas del nivel nacional al nivel local y de la socie-
dad política a los propios arreglos participativos. La democracia participativa
está convocada a integrar en el debate político electoral las propuestas de
reconocimiento cultural y de inclusión social.
La concepción de complementariedad es diferente de la coexistencia, por-
que, [...] implica una decisión de la sociedad política de ampliar la partici-
pación en el nivel local a través de la transferencia o devolución a formas
participativas de deliberación de prerrogativas decisivas al principio dete-
nidas por los gobernantes.
[...] Es en la originalidad de las nuevas formas de experimentación institucio-
nal que pueden estar los potenciales emancipadores todavía presentes en las
sociedades contemporáneas. Esos potenciales, para ser realizados, necesitan
estar en relación con una sociedad que acepte renegociar las reglas de su
sociabilidad creyendo que la grandeza social reside en la capacidad de inven-
tar, y no de imitar.#
1. Mansbridge, J. J. "Beyond self-interest". Chicago, University of Chicago Press, 1990.
Estos pasajes han sido extraídos del libro Democratizar la democracia. Los caminos
de la democracia participativa, coordinado por Boaventura de Sousa Santos y publi-
cado en español en México, en el año 2004, por el Fondo de Cultura Económica.
Boaventura de Sousa Santos es un intelectual portugués que ha publicado traba-
jos sobre globalización, sociología del derecho, epistemología, democracia y dere-
chos humanos. Con su original obra ha hecho grandes aportes para la nueva teo-
ría social y para repensar la cuestión del poder en el mundo contemporáneo.
Web: www.ces.fe.uc.pt/bss
3 /
4 /
Alfredo Benavidez BedoyaLos dependientes (detalle)
LECTURASCLAVES
# 23
ALFREDO BENAVIDEZ BEDOYA
Sepa Usted, Señor Comisario, que en los lejanos campos donde laboramos con mi familia están ocurriendo variadas curiosidades muy sorprendentes. Y que todas ellas merecen un severo tratamiento policial.
Sepa Usted, Señor Comisario,que las lenguas cambian de sujeto dicente por las noches, que se presentan esas lenguas fuera de lugar por la mañana, Y que por esto, el gobierno de todo, lo pierde quien lo tuvo.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que mi viejo burro pía y pía como un ave canora enamorada.Que mi gallo despierta a mi familia recitando odas en catalán.Y que todos somos frugales y ni vino ni droga nunca tomamos.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que mi propia lengua derivó del español decente conocido,A la impiadosa y ruda geringoza de los bereberes camélidos.Y que ahora mi adorada yegua me habla en dulce francés.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que el cura nos sermoneaba siempre en latín y nada entendíamos. Pero es mucho peor oírlo a él celebrar la santa misa a los ladridos.Y todavía peor, es oír consejos de mi perro en académicos latines.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que el matrimonio se me va en la lengua bielorrusa de mi mujer.Que todo cambia y cuando hablo bielorruso ella lo hace en guaraní.Y que ahora se le ha dado por los dulces lamentos de las ballenas.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que no hay traductor que nos aguante sin exigir salarios mayores.Que nunca saben los pobres, desde dónde hacia dónde traducir.Y que no importa, pues todos ya hablan una lengua pero oyen otra.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que el pez en la pecera muge, y que el ratón nos canta serenísimo.Que las vacas hablan entre ellas solamente en lenguas bien muertas.Y que la leche no se las puedo ordeñar porque les ladro sin quererlo.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que mi caballada formó un coro para cantar maitines medievales.Que las ranas deslenguadas de la laguna croan en inglés británico.Y que los pájaros desde arriba me gritan obscenidades en alemán.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que la útil fuerza pública debe poner a cada lengua en su lugar.Que para eso las órdenes deben ser escritas por el oficial a cargo.Y así se podrá proceder, aunque hablen todos una voz singular.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que deben cuidarse del que desordena todo de peculiar manera.Que creo que él sabe como desordenar también a la fuerza pública.Y que, si no quieren una Babel en el presidio, no le permitan su arte.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que a mi parecer las lenguas cambian porque alguien se beneficia.Que es Mandinga el dueño de este caos y suyo el beneficio que trae.Y que necesitará Usted mucho dominio y destreza para detenerlo.
Sepa Usted, Señor Comisario,Que aquí sentado esperaré que Usted ordene a las lenguas rebeldes.Que su Comisión deberá cumplirse, o su salario será dado al fisco.Y que a su familia derivaré el desorden que no supo Ud. disciplinar.
Sin otro particular, lo saluda a Usted, atenta y respetuosamente, desde el humilde lugar que le tocó ocupar en nuestro triste mundo:
A. B. B.
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