equidad de genero y ffaa una politica en marcha iv

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Ministerio de Defensa Presidencia de la Nación Equidad dE génEro y dEfEnsa: una política En marcha [iV]

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    Azopardo 250 (C1107ADB), Ciudad Autnoma de Buenos Aires Repblica Argentina(54-11) 4346-8800

    [email protected] www.mindef.gov.ar

    Ministerio deDefensaPresidencia de la Nacin

    Ministerio de

    Defen

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    acin

    Ministerio deDefensaPresidencia de la Nacin

    Como cada ao, es una verdadera satisfaccin encontrarnos nuevamente a conmemorar el Da Internacional de la Mujer, oportunidad en la que aprovecho para dar cuenta de todas las acciones realizadas en materia de gnero y renovar el compromiso hacia el futuro. La presentacin del libro Gnero y Defensa: Una Poltica en Marcha en su cuarta edicin, se configura como un claro ejemplo de que la integracin de una perspectiva de gnero en el mbito de la Defensa ha sido una poltica sostenida en el marco del proceso de fortalecimiento institucional democrtico de las Fuerzas Armadas.

    Al momento de desarrollar polticas de gnero, debemos considerar que las mismas son parte de un nuevo paradigma basado en la equidad y la igualdad que impactan directamente y de manera diferenciada en la organizacin y la vida familiar, en el mundo del trabajo y del desarrollo profesional de las personas, sean stas varones o mujeres. En el mbito institucional, tal como he mencionado en otras oportunidades, el desafo fundamental pasa por lograr la obtencin de una mayor equidad en trminos de gnero que se traduzca en prcticas transformadoras, como un ejercicio constante de mejora en la calidad de la ciudadana y no slo una enunciacin normativa.

    Dra. Nilda GarrMinistra de Defensa

    Equidad dE gnEro y dEfEnsa: una poltica En marcha [iV]

    Publicaciones del Ministerio de Defensa

    El nuevo Sistema de Justicia Militar. Ley 26.394

    Coleccin de Debates Parlamentarios

    de la Defensa Nacional. La Reforma integral

    del Sistema de Justicia Militar.

    Hacia un nuevo enfoque en la formacin

    para la Defensa Nacional

    Cuadernos de actualidad en Defensa y Estrategia:

    N 1: La erosin de la geopoltica unipolar

    N 2: En torno a la asimetraN 3: La Contrainsurgencia en el siglo XXI y su crticaN 4: Consejo de Defensa

    Suramericano: una mirada desde la Argentina.

    Anuario - Informe de gestin: 2005-2006; 2007; 2008

    Revista de la Defensa N 1, 2, 3 y 4

    Publicaciones del Ministerio de Defensa

    Las mujeres y sus luchas en la historia argentina

    Defensa nacional: dimensiones internacionales

    y regionales

    Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha I; II y III

    Cursos de especializacin en derechos humanos

    Hacia una poltica de Estado para la Defensa.

    Discursos de la ministra de Defensa,

    Dra. Nilda Garr (2006-2007)

    Ciudadana, democracia y derechos humanos

    para las Fuerzas Armadas

    Informe para la modernizacin del Sistema logstico de la Defensa

    TAPA Equidad de gnero IV.indd 1 17/02/2010 16:21:23

  • Publicacin del Ministerio de DefensaRepblica Argentina

    2010

    Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

  • Autoridades Nacionales

    Presidenta de la Nacin

    Dra. Cristina Fernndez de Kirchner

    Ministra de Defensa

    Dra. Nilda Garr

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    Diseo de tapa: Valeria Goldsztein

    Diseo interior y diagramacin: Valeria Goldsztein

    3000 ejemplares

    ISBN: 978-987-25356-2-9

    Queda hecho el depsito que establece la Ley 11.723.

    Libro de edicin argentina

    No se permite la reproduccin total o parcial, el almacenamiento, el alquiler, la transmisin o

    la transformacin de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrnico o

    mecnico, mediante fotocopias, digitalizacin u otros mtodos, sin el permiso previo y escrito

    del editor. Su infraccin est penada por las leyes 11.723 y 25.446.

    MINISTERIO DE DEFENSAREPBLICA ARGENTINA

    Azopardo 250 (C1107ADB) - Ciudad Autnoma de Buenos Aires - Repblica Argentina

    Tel.: (++54-11) 4346-8800 - E-mail: [email protected]

    Web: www.mindef.gov.ar

    Arduino, Ileana RominaEquidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV 1a. ed. - Buenos Aires: Ministerio de Defensa, 2010.200 p.; 22x16 cm.

    ISBN 978-987-25356-2-9

    1. Polticas Pblicas. 2. Gnero. 3. Fuerzas Armadas. I. TtuloCDD 320.6

    Fecha de catalogacin: 12/02/2010

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

  • 7ndice

    Presentacin. Consolidacin y profundizacin de las polticas de gnero Discurso de la Seora Ministra ..................................................................... 9

    Encuesta de integracin de las mujeres a las Fuerzas Armadas Anlisis de la encuesta sobre integracin de las mujeres a la carrera militar...21

    Plan de trabajo conjunto para promover una poltica integral para la deteccin, atencin y registro de los casos de violencia intrafamiliar

    Convenio con la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires ..................................................................................................87

    Resolucin Ministerial N 1/10, que institucionaliza, en el mbito de la Defensa Nacional, el Plan de Trabajo conjunto para promover una poltica integral para la deteccin, atencin y registro de los casos de violencia intrafamiliar ...................................................................................93

    Resolucin Ministerial N 29/10, que actualiza la Gua de recursos de la lucha contra la violencia intrafamiliar ................................................99

    Resolucin Ministerial N 30/10, que aprueba las modificaciones al Protocolo de atencin de vctimas de violencia intrafamiliar en el mbito de las Fuerzas Armadas .................................................................123

    Plan Nacional de jardines maternales y paternidad responsable para el personal militar y civil de las Fuerzas Armadas

    Convenio con la Direccin General de Cultura y Educacin de la provincia de Buenos Aires ..........................................................................147

    Oficinas de Gnero de las Fuerzas Armadas Informe de actividades de 2009 ................................................................155 Resolucin Ministerial N 1238/09, que aprueba el Protocolo

    de atencin y la constitucin de las oficinas .............................................163

    Disciplina Militar. Acoso Sexual Auditora General de las Fuerzas Armadas. Circular N 19/2009.

    Acoso sexual. ...............................................................................................177

  • 8Consejo de Polticas de Gnero para el mbito de la Defensa Resolucin Ministerial N 1273/09, mediante la cual se reglament

    la situacin de cadetes/aspirantes o voluntarias embarazadas y mujeres en condicin de ascenso .............................................................187

    Resolucin Ministerial N 15/10, mediante la cual se garantizan las prestaciones mdicas a las/os hijos/as de los/as soldados voluntarios/as, los/as cadetes/as y los/as aspirantes ............................205

    Salud Sexual y Salud Reproductiva Resolucin Ministerial N 28/10. Implementacin del Plan Nacional

    de salud sexual y procreacin responsable en las Fuerzas Armadas .....211

  • 9Presentacin

    Consolidacin y profundizacin

    de las polticas de gnero

    Palabras de presentacin de Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    Como cada ao, es una verdadera satisfaccin encontrarnos nuevamente para conmemorar el Da Internacional de la Mujer, oportunidad en la que aprovecho para dar cuenta de todas las acciones realizadas en materia de gnero y renovar el compromiso hacia el futuro. La presentacin del libro Equidad de gnero y de-fensa: una poltica en marcha, en su cuarta edicin, se configura como un claro ejemplo de que la integracin de una perspectiva de gnero en el mbito de la Defensa ha sido una poltica sostenida en el marco del proceso de fortalecimiento institucional democrtico de las Fuerzas Armadas.

    Al momento de desarrollar polticas de gnero, debemos considerar en todo mo-mento que las mismas son parte de un nuevo paradigma basado en la equidad y la igualdad que impactan directamente y de manera diferenciada en la orga-nizacin y la vida familiar, en el mundo del trabajo y el desarrollo profesional de las personas, sean stas varones o mujeres. En el mbito institucional, tal como he mencionado en otras oportunidades, el desafo fundamental pasa por lograr la obtencin de una mayor equidad en trminos de gnero que se traduzca en prc-ticas transformadoras, como un ejercicio constante de mejora en la calidad de la ciudadana y no slo una enunciacin normativa.

    Ya todos saben que toda la tarea realizada hasta aqu ha sido acompaada por un proceso de progresiva institucionalizacin, que parti con la puesta en funcio-namiento del primer Observatorio sobre Integracin de la Mujer. Luego se sum el

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    Consejo de Polticas de Gnero, que es la instancia articuladora y de reflexin que permite cualificar ao a ao el trabajo que nos hemos propuesto. Desde 2009 lo profundizamos con la puesta en funcionamiento de las Oficinas de Gnero en el mbito de cada una de las Fuerzas Armadas, y la creacin de una Direccin de Polticas de Gnero dependiente de la Direccin Nacional de Derechos Humanos del Ministerio. Estas instancias vienen a fortalecer las instancias preexistentes y son el resultado del trabajo de diagnstico y de anlisis que las precedi; hemos optado por el desarrollo de una institucionalidad que est al servicio de las necesi-dades sustanciales que hemos ido identificando en el trabajo cotidiano y no, como suele suceder, por la mera creacin apriorstica de estructuras sin funcionalidad ni horizontes predefinidos.

    Paso ahora a compartir con quienes nos acompaan algunas de las tareas de-sarrolladas a lo largo del ao 2009.

    Coordinadamente, y desde el trabajo articulado con las y los integrantes del Consejo de Polticas de Gnero, se realiz por segunda vez durante mi gestin la encuesta de integracin de las Mujeres a las Fuerzas Armadas. Como recordarn, la primera aplicacin tuvo lugar en el ao 2006 y estuvo dirigida centralmente a mujeres oficiales y suboficiales que accedieron a responderla voluntariamente pero a travs de formularios impresos y remitidos a las distintas unidades. En esta ocasin, el formulario fue objeto de una revisin integral y participativa, que recogi las expresiones crticas de las mujeres militares que integran el Consejo y se dirigi tanto a hombres como mujeres, a quienes se convoc especficamen-te para la tarea en distintas unidades militares del pas, asegurando un espacio para el desarrollo de la actividad pero tambin una instancia de interaccin y contacto con las autoridades del Ministerio de Defensa. Los resultados de este nuevo relevamiento forman parte de la publicacin que hoy les presentamos y, tal como ocurri en 2006, sern un insumo fundamental para ajustar el desarro-llo y la planificacin de polticas a las necesidades concretas. Se relevaron 1400 encuestas en los siguiente lugares: Unidad Militar de Campo de Mayo; III Cuerpo del Ejrcito; Base Naval Puerto Belgrano; Edificio Libertad; Unidades Militares de la localidad de El Palomar y en la Guarnicin Area de Crdoba. Estos procesos no buscan el diagnstico por el diagnstico mismo sino que estn orientados a asegurar una instancia de escucha y recepcin de las inquietudes, impresiones y opiniones de las personas a las cuales se dirigen las acciones de gobierno que impulsamos.

  • Ministerio de Defensa

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    Tambin a lo largo de 2009, dando respuesta a las necesidades que en el marco mismo del proceso de trabajo fuimos identificando, se ha desarrollado una tarea de fortalecimiento a travs de diversas acciones de formacin, difusin y capaci-tacin. En el mbito del Consejo de Polticas de Gnero tuvo lugar un seminario intensivo destinado a las integrantes del Consejo llamado Gnero, Sexualidad y Poltica. Esta actividad fue concebida desde la conviccin que la formacin teri-ca es una herramienta fundamental para poder mejorar la capacidad de accin y de transformacin.

    Por otra parte, las integrantes de las Oficinas de Gnero cuya creacin acabo de mencionar recibieron capacitaciones especficas en temas referidos a violen-cia laboral en razn de gnero, discriminacin, mobbing y violencia institucional, con el objetivo de brindar herramientas bsicas para el mejor desarrollo de sus objetivos. Las mismas estuvieron a cargo de profesionales expertas que trabajan e investigan estas agendas desde la academia. Tambin particip de la forma-cin la Comisin Tripartita de Igualdad de Trato y Oportunidades entre varones y mujeres en el Mundo Laboral del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Dichas jornadas tambin contaron con una presentacin a cargo de la Auditora General de las Fuerzas Armadas, en cuyo mbito tambin se trabaj la reglamentacin de la figura de acoso sexual y una atencin especfica a la cuestin del mobbing o violencia laboral, en funcin de los cambios normativos introducidos por el nuevo Sistema de Justicia Militar.

    En materia de gnero y operaciones de paz tuvo lugar el Seminario Regio-nal Mujer, Paz y Seguridad, organizado conjuntamente entre Ministerio de Defensa y RESDAL con el auspicio de Representacin Especial para temas de la Mujer en el mbito internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Esta actividad cont con la participacin de referentes acadmicos nacionales e internacionales y actores claves en te-mas de Gnero y Operaciones de Paz, y con la presencia de representantes del Department of Peacekeeping Operations y del Programs at the Pearson Peacekeeping Center.

    Luego, en el mes de septiembre, desarrollamos en el mbito del Ministerio, por primera vez, un Seminario Regional sobre Gnero y Fuerzas Armadas realizado de manera conjunta con la Fundacin Friedrich Ebert, del cual participaron repre-sentantes de los Ministerios de Defensa de Brasil, Chile y Uruguay, como as tam-

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    bin prestigiosos referentes acadmicos que abordan y desarrollan la temtica vinculada a Gnero y Fuerzas Armadas.

    En otro orden, y dando continuidad a las reformas normativas, he dictado las siguientes resoluciones:

    La Resolucin N 1273/09 destinada a clarificar la situacin de cadetes/aspi-rantes o voluntarias embarazadas y la de las mujeres en condicin de ascenso, embarazadas y/o lactantes, a los efectos de uniformar los criterios entre las tres Fuerzas, as como tambin asegurar un adecuado equilibrio entre las garantas de la maternidad y las exigencias profesionales de la carrera militar.

    La Resolucin N 15 del ao 2010 regulariza la situacin en las tres Fuerzas res-pecto del aseguramiento del acceso a la cobertura de salud, mediante las respec-tivas Direcciones de Bienestar, a los hijos e hijas de cadetes, aspirantes y volunta-rios que, como sabemos, desde 2006 ya no pueden ser separados de las Fuerzas en forma automtica por quedar ellas embarazadas o ellos quedar privados de asumir la paternidad. Esto oblig a regular respecto de una de las consecuencias ms importantes, orientada a asegurar la extensin de la cobertura de salud hacia los nios.

    En ambos casos, las resoluciones fueron trabajadas en el mbito del Consejo de Polticas de Gnero, y consultadas en forma previa a las Jefaturas de Personal de cada Fuerza y recin luego fueron aprobadas, a fin de asegurar que las mismas contemplaran la diversidad de necesidades y requerimientos que los avances en materia de gnero estaban generando.

    Hemos desarrollado tambin, mediante la Resolucin N 1238/09, pautas para la integracin y funcionamiento de las Oficinas de Gnero, acompaado ello de un Protocolo de atencin de casos para lograr criterios de estandarizacin en la aten-cin. A tal efecto, result de suma utilidad la experiencia previa desarrollada por la iniciativa pionera de la Fuerza Area, que haba ya comenzado con la entonces llamada Oficina de la Mujer en el ao 2008.

    Volviendo a las Oficinas de Gnero, stas tienen por objetivo asegurar un tra-tamiento adecuado en las Fuerzas para cuestiones referidas a temas de gnero en el mbito laboral que afecten tanto a hombres como a mujeres. En su primer

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    ao de funcionamiento se registraron numerosas consultas, reclamos y pedidos de asesoramiento para hombres y mujeres, para quienes tenan algn reclamo que efectuar como para quienes, teniendo a su cargo el mando o la atencin de situaciones diversas de manejo de personal, se vieron en la necesidad de efectuar consultas concretas referidas a asegurar una integracin equitativa de hombres y mujeres.

    Me gustara ahora presentar la nutrida agenda de trabajo que se implement en materia de violencia intrafamiliar, en el marco del Plan de Trabajo conjunto para promover una poltica integral para la deteccin, atencin y registro de los casos de violencia intrafamiliar, que en adelante quedar formalizado a travs de la Resolucin N 1 del ao 2010.

    En primer lugar, se efectu un proceso de identificacin de fortalezas, oportu-nidades, debilidades y amenazas de los equipos en su trabajo que ya se encon-traban constituidos, a los efectos de promover una agenda de trabajo hacia el futuro que pusiera, en primer lugar, la experiencia de los equipos conformados a lo largo de 2008. Contamos para ello con la colaboracin del Consejo Nacional de la Mujer. Luego, en materia de capacitacin y sensibilizacin hemos trabajado en distintos niveles. En el mes de mayo de 2009 lanzamos las primeras jornadas de sensibilizacin destinadas al personal militar en su conjunto, con el apoyo y la participacin la Dra. Ana La Monferrer, de la Oficina de Violencia Domstica de la Corte Suprema de la Nacin, y representantes del Consejo Nacional de la Mujer, quienes presentaron los principales ejes de la nueva Ley N 26.485 de Protec-cin Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las mujeres en los mbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Tambin par-ticiparon integrantes de la Fundacin Alicia Moreau de Justo, quienes trabajaron desde el marco de la campaa Vivir sin Violencia.

    A ello se sum el abordaje de la problemtica de nios/as vctimas de violen-cia, a cargo del Dr. Norberto Garrote, director del Hospital Pedro Elizalde; la Dra. Mnica Prez Coulembier, integrante de la Oficina de Violencia Domstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nacin, y la Dra. Noris Pignata, coordinadora de los Centros Zonales de Derechos del nio, nia y adolescente del Gobierno de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.

    Al mismo tiempo, conscientes de la importancia de multiplicar los escenarios de

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    difusin de esta problemtica, pusimos en marcha el trabajo en diversos barrios militares con actividades destinadas a los grupos familiares, siempre abordando como eje central la violencia intrafamiliar. En este marco, se realiz un encuentro de cine debate en el barrio militar Sargento Cabral de Campo de Mayo, con la cola-boracin de la Direccin de Igualdad de Oportunidades y el Programa de Atencin de Mujeres Vctimas de Violencia de la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.

    En el Barrio Aeronutico El Palomar se convocaron a las familias para participar de la actividad realizada de manera conjunta con la Direccin de Polticas de G-nero del Municipio de Morn, donde se abord la relacin entre la violencia y los estereotipos de gnero.

    Finalmente, en el edificio de viviendas de la Fuerza Area Alas tuvo lugar una jornada de difusin y sensibilizacin a cargo de la Dra. Mara Silvia Villaverde, en donde se trabaj la cuestin de gnero y violencia.

    Tambin hemos trabajado en el Barrio Militar de Villa Martelli, conjuntamente con integrantes del Equipo de Atencin de Mujeres Vctimas de Violencia Intrafa-miliar del Centro Municipal de la Mujer de Vicente Lpez.

    Para los y las integrantes de los Equipos de Atencin que funcionan en la Policlnica General Actis, en el Hospital Militar Central, en el Hospital Militar de Campo de Mayo, en el Hospital Naval Central Pedro Mallo, en la Base Naval Puerto Belgrano, en el Centro Asistencial El Palomar y en el Hospital Aeronuti-co de Crdoba, tambin se desarroll un programa de capacitacin que abarc los siguientes ejes temticos: Derechos humanos y mujeres, a cargo del Dr. Mariano Fernndez Valle; Derechos de nios, nias y adolescentes y Abuso sexual infantil, a cargo del Dr. Javier Indart y la Lic. Elda Irungaray (integran-tes del equipo de Violencia Intrafamiliar del Hospital de Nios Pedro Elizalde); Atencin de casos: escucha activa y mecanismos de abordaje e intervencin en violencia intrafamiliar, a cargo del Dr. Indart, y Cuidado y mecanismos de preservacin de profesionales que trabajan en la atencin de casos, a cargo de la Licenciada Graciela Ferreira de la Asociacin Argentina de Prevencin de la Violencia Familiar.

    Como podr advertirse, en 2009 nos enfocamos tanto en la provisin de me-

  • Ministerio de Defensa

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    jores herramientas conceptuales para el desarrollo de la tarea de estos equipos como en la introduccin de temticas que abordan sus necesidades en tanto que el trabajo con la problemtica de la violencia intrafamiliar los expone a circunstan-cias particulares.

    Como habrn advertido, en todos los casos, contamos con la colaboracin desinteresada de personas de probada trayectoria y experticia, pero sobre todo con un histrico compromiso en la lucha contra la violencia intrafamiliar y la vio-lencia de gnero, a quienes agradecemos una vez ms su indispensable y gene-rosa participacin. Adems, hemos procurado coordinar las acciones con las dis-tintas instancias del gobierno y de la sociedad civil que se ocupan de la temtica, a los efectos de asegurar la apertura de canales de mejor acceso a los recursos de la comunidad, para quienes son de profesin militar y para sus grupos familia-res. Considero importante agradecer tambin el esfuerzo y la dedicacin puesta por los integrantes de los equipos de atencin de las Fuerzas Armadas, quienes todos los das en su trabajo cotidiano brindan un excelente servicio profesional a aquellas personas que llegan siendo vctimas de violencia y lo hacen asumiendo la integracin de los equipos a partir del inters y del compromiso individual de cada uno de ellos.

    En materia de fortalecimiento y cooperacin institucional, hemos suscripto un convenio marco de Cooperacin Institucional con la Secretara de Derechos Hu-manos de la provincia de Buenos Aires a los efectos de asegurar la articulacin entre ambas instituciones, a los fines de prevenir y erradicar todo tipo de discrimi-nacin y violencia contra las mujeres, en especial la violencia intrafamiliar. Dicho Convenio menciona la promocin al acceso del personal del Ministerio y de las Fuerzas Armadas en las diferentes actividades de sensibilizacin y difusin en la temtica de gnero que desarrolla la Direccin Provincial, y a generar mecanismos de intercambio de informacin para dar cumplimiento a las actividades del Plan de trabajo conjunto para promover una poltica integral de deteccin, atencin y registro de casos de violencia intrafamiliar en las Fuerzas Armadas.

    Adems, hemos actualizado a travs de la Resolucin N 29 del ao 2010, la Gua de recursos de lucha contra la violencia intrafamiliar, que fue aprobada por la Resolucin N 1348/08, lo que permite potenciar el acceso a una atencin de calidad para las diversas problemticas que se van detectando en cada caso que llega a conocimiento de los equipos de atencin, y tambin constituye un insumo

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    til para cumplir con la obligacin que todos los funcionarios pblicos tenemos de asegurar el acceso a los recursos disponibles en la materia.

    Adems, contar con la articulacin y colaboracin de los distintos organismos que trabajan en el tema es no solo necesario, sino que adems se configura como un eje fundamental al momento de avanzar con resultados firmes y acciones co-lectivas que permitan dar una respuesta eficiente ante la urgencia que siempre plantean los tremendos casos que a diario se registran.

    Tambin, tal como nos comprometimos aqu, a inicios del ao 2009, hemos sometido a revisin el Protocolo de atencin de casos que habamos puesto en funcionamiento en forma conjunta para las tres Fuerzas, mediante un proceso que integr consultas a cada uno de los equipos que actualmente funcionan, y la convocatoria al Comit de Validacin integrado por distintos organismos. Hoy ya se encuentra vigente la versin definitiva del Protocolo de atencin de vctimas de violencia intrafamiliar aprobado por Resolucin Ministerial N 30 del ao 2010.

    Quisiera mencionar otra de las acciones desarrolladas en materia de gnero, referidas a la temtica de salud sexual y reproductiva. Con el propsito de dar cumplimiento a la Ley N 25.673 que crea el Programa Nacional de salud sexual y procreacin responsable, este Ministerio avanz con la Resolucin N 28 del ao 2010, la cual tiene como objetivo poner en prctica los contenidos del men-cionado Plan Nacional en el mbito de las Fuerzas Armadas. Con esta poltica se est dando cumplimiento no slo a lo establecido por la legislacin local sino que adems la misma se enmarca dentro de las obligaciones asumidas por el Estado Argentino ante distintos organismos internacionales.

    Por otra parte, en el marco del Plan Nacional de jardines maternales y pater-nidad responsable, durante 2009 hemos ampliado y construido nuevos jardi-nes, avanzamos en la supervisin de los ya existentes y en el relevamiento de necesidades para la construccin de futuros jardines maternales a partir del ao 2010.

    Es una verdadera satisfaccin poder anunciar que hemos inaugurado la amplia-cin del jardn Rinconcito Aeronutico en el Barrio El Palomar. Con esta ampliacin se increment la matrcula en un 40%, adems de refaccionar y remodelar todo el

  • Ministerio de Defensa

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    jardn, contando hoy con una instalacin moderna y cmoda para que asistan los hijos del personal civil y militar de la Fuerza Area.

    Tambin finalizaron las obras anunciadas de dos nuevos jardines para insta-laciones de Ejrcito. Uno de ellos en la calle Bez, en el Barrio Militar General Belgrano, ubicado en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, y otro en el Barrio Militar Sargento Cabral, en Campo de Mayo, ubicado en la provincia de Buenos Aires. Para este ltimo, se firm, en el mes de noviembre de 2009, un convenio con la Direccin General de Cultura y Educacin de la provincia de Buenos Aires, a cargo del Ministro Mario Oporto. A travs del cual se establece que la provincia cubrir el personal docente del jardn y el material pedaggico, y la matricula ser en un 65% para hijos/as del personal civil y militar de la Fuerza y un 35% para los nios/as de familias de la comunidad vecinal correspondiente, asegu-rando as a los hijos y a las hijas de quienes trabajan en las Fuerzas Armadas, la misma calidad pedaggica a la que acceden los dems nios que asisten al sistema de educacin pblica de la Provincia. En lo que respecta a la Armada, estn en marcha las ampliaciones de los jardines ubicados en Puerto Belgrano y en Mar del Plata, los cuales aumentarn la matrcula en un 45% y 50% respec-tivamente.

    En el transcurso de 2010, se avanzar con la construccin de nuevos jardines, uno en el barrio militar de Villa Martelli, en la provincia de Buenos Aires, y otro en la provincia de Crdoba, en el barrio General Deheza. Tambin, est en desarrollo un convenio con las autoridades educativas de la provincia de Santa Cruz, para la creacin de un jardn maternal en el Barrio Aeronutico de la ciudad de Ro Gallegos.

    Estas iniciativas surgen de los resultados del proceso de relevamiento de nece-sidades para la construccin de jardines en las distintas unidades y barrios mili-tares, que efectuamos en coordinacin con las reas de personal de cada una de las Fuerzas, a los efectos de proyectar el desarrollo de nuevos jardines, sin duda indispensables en todos lados, con criterios de prioridad preacordados y acordes a las distintas urgencias que se van presentando.

    Quisiera dar cuenta, para finalizar, de las actividades que se desarrollaron en materia de Gnero y Operaciones de Mantenimiento de la Paz a lo largo de 2009 en el marco de la Resolucin N 1226/08, que crea el Plan de Accin en el m-

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    bito de la Defensa para la efectiva implementacin de la Perspectiva de Gnero en el mbito de las operaciones internacionales de mantenimiento de la paz.

    Desde el Grupo de Trabajo la tarea se concentr en la difusin del plan a diver-sos actores e instituciones claves en la materia, al Ministerio de Defensa, a los embajadores y a los agregados militares de la regin. Por otro lado, con el apoyo de Naciones Unidas, se est avanzando en la publicacin del plan con su traduc-cin al ingls, la que contar con prlogos de esta Ministra y de la Sra. Magdalena Faillace, embajadora especial para temas de la mujer de la Cancillera. Esta pu-blicacin fue gestionada y es coordinada por la Direccin General de Cooperacin para el Mantenimiento de la Paz.

    Adems, el Ministerio particip de la Comisin de Difusin coordinada por el EMCO con el objetivo de brindar informacin sobre las polticas de gnero en el mbito de la Defensa y especficamente respecto de las Operaciones de Paz. Quiero destacar tambin la participacin de integrantes del Grupo de Trabajo en las evaluaciones realizadas por la divisin de Evaluacin del EMCO a los/as efectivos que ocuparn puestos en las OMP observando el contenido de gnero en dichas evaluaciones.

    Por otro lado, y dando cumplimiento a otro de los puntos del plan, desde este Ministerio se instruy a la designacin de los Puntos Focales de Gnero tanto en el CAECOPAZ como en el contingente previo al despliegue a la OMP, asegurando as instancias de institucionalizacin de la temtica.

    Se profundizaron las acciones de relevamiento y de diagnstico vinculadas a gnero y Operaciones de Paz iniciadas en 2008 mediante la realizacin de encuestas destinadas al personal del contingente que se encontraba prximo a desplegarse en Hait. Asimismo, se avanz con el diseo de un cuestionario destinado a las personas que se encuentran en situacin de post despliegue. Estos relevamientos tienen por finalidad conocer tanto la formacin en materia del gnero de los contingentes que despliegan, como tambin el cumplimiento de los lineamientos de la Resolucin N 1325 de Naciones Unidas y la integra-cin de las mujeres al contingente, segn la perspectiva de los participantes en distintas etapas y momentos de la misin.

    Como vern, seguimos avanzando en el desarrollo de nuestras lneas de tra-

  • Ministerio de Defensa

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    bajo preestablecidas en aos anteriores y an queda mucha tarea por hacer. Todos los resultados alcanzados han sido posibles gracias al trabajo en redes, a la colaboracin desinteresada de excelentes profesionales y al compromiso cotidiano tanto de los y de las integrantes de las Fuerzas, como as tambin de las instituciones con las que trabajamos a diario.

    Al igual que todos los aos, reitero mi agradecimiento al incansable trabajo, y renuevo el compromiso y la responsabilidad de seguir construyendo entre todos y todas instituciones ms igualitarias. A todos y a todas, muchas gracias y hasta el prximo ao.

    Dra. Nilda GarrMinistra de Defensa

  • 21

    Encuesta de integracin de las mujeres

    a las Fuerzas Armadas

    Ministerio de Defensa

    Universidad Nacional de Quilmes

    Anlisis de la encuesta sobre integracin

    de las mujeres a la carrera militar1

    1 El procesamiento de la informacin fue realizado por el licenciado Ral Di Tomaso, de

    la Universidad Nacional de Quilmes.

  • 23

    Anlisis de datos. Aplicacin de la encuesta. Ao 2009

    Introduccin

    El Ministerio de Defensa, a travs la Direccin Nacional de Derechos Humanos y del Consejo de Polticas de Gnero para la Defensa2, aplic a, aproximadamente, una poblacin de 1396 personas un formulario con el fin de indagar las percep-ciones sobre las dificultades observadas en la integracin del personal femenino a la carrera militar.

    El presente informe tiene por objeto describir y analizar los resultados de la en-cuesta sobre integracin de las mujeres a la carrera militar aplicadas a Oficiales y Suboficiales, tanto masculinos como femeninos de las Fuerzas Armadas.

    Caractersticas del relevamiento y del diseo muestral

    El cuestionario aplicado fue del tipo autoadministrado, es decir, efectuando las respuestas sin intervencin de un encuestador en un marco de anonimato y se-creto estadstico.

    Debido a la problemtica especfica del relevamiento, fue preciso disear y apli-car dos cuestionarios, uno para varones y otro para mujeres. Estos cuestionarios tienen un tronco comn, que abarca aproximadamente el 80% del cuestionario, y el 20% es diferenciado segn el sexo.

    Una caracterstica metodolgica de inters es que si bien en el caso de los va-rones se tom una muestra representativa de la poblacin de las unidades don-de se aplic la encuesta, en el caso de las mujeres se realiz una muestra muy amplia de la poblacin femenina de estas unidades, a excepcin de aquellas que por circunstancias particulares vinculadas a su tarea (guardias mdicas, etc.) no pudieron responder el cuestionario.

    2 El Consejo de Polticas de Gnero para la Defensa fue creado mediante la Resolucin

    Ministerial N 274/07.

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    24

    El universo o poblacin bajo estudio, y del cual la muestra es representativa, est comprendido por el personal Oficial y Suboficial, de ambos sexos de las tres Fuerzas Armadas, asentadas segn lo describe el siguiente cuadro:

    Fuerza Base Encuestass/sexo

    Ejrcitoa) III Cuerpo

    b) Campo de Mayo

    Mujeres: 121Varones: 155Mujeres: 107Varones: 161

    Fuerza Areaa) El Palomar

    b) Crdoba

    Mujeres: 65Varones: 43Mujeres: 179Varones: 155

    Armadaa) Puerto Belgrano

    b) Edificio Libertad

    Mujeres: 150Varones: 150Mujeres: 83Varones: 70

    Asimismo, al interior de cada grupo se asignaron cuotas segn la proporcin de Oficiales y Suboficiales, y personal del Cuerpo Comando y Profesional. Se utiliz un criterio de estratificacin proporcional con el fin de reducir el error muestral y tener mayor precisin estadstica. No obstante, a la hora de procesar la informacin, se cre un coeficiente de ponderacin con el fin de ajustar las diferencias en la re-presentacin de los estratos entre la muestra y el universo; o lo que es lo mismo, ajustar las probabilidades de inclusin de los elementos muestrales.

    La muestra as diseada arroja un nivel de error mximo, para un 95% de con-fianza y bajo el supuesto de p y q de 0.5, de +/- 2.3%.

    Caractersticas del cuestionario

    Se utilizaron dos cuestionarios, uno para las mujeres y otro para los hombres. Ambos cuestionarios, si bien presentan una estructura similar en lo que hace a las temticas de relevamiento y ordenamiento de las preguntas, tienen apartados

  • Ministerio de Defensa

    25

    especficos que los diferencian sustantivamente. El cuestionario aplicado a las mujeres cuenta con un importante bloque de preguntas tendientes a relevar la problemtica del acoso sexual y el maltrato, mientras que en el de los hombres se profundiza la percepcin de los mismos acerca de la incorporacin de las mujeres a la carrera militar, y cules han sido las ventajas y desventajas de su inclusin.

    Ms all de estas diferencias, tanto el cuestionario de mujeres como el de va-rones comparten la mayor parte de las 67 preguntas. Las dimensiones analticas relevadas son:

    Vocacin, desempeo, moral, cohesin y preparacin para una misin de combate de la unidad.

    Segregacin de tareas, exclusin y discriminacin de las mujeres.

    Acoso sexual (contestan solamente las mujeres).

    Maltrato (contestan solamente las mujeres).

    Relacin entre hombres y mujeres militares.

    Percepciones por la incorporacin de las mujeres (contestan solamente los hombres).

    Datos de identificacin personal y del grupo familiar.

    Conocimiento, percepcin del grado de utilidad y nivel de cumplimiento de diversas medidas implementadas desde el Ministerio de Defensa.

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    26

    Vocacin, desempeo y moral

    La primera pregunta del cuestionario indaga sobre el acceso del personal, el arma, especialidad o escalafn en el que se encuentra realizando actualmente sus tareas. En este sentido, dos de cada tres respuestas (66%) sealan que el lugar en el que se desempea fue su eleccin y era su prioridad, en tanto existe un 19% de respuestas que consignan que si bien la eligi, la misma no constitua su prioridad. Finalmente, un 13% de las personas consultadas manifest que no eligi el arma y especialidad en la que se encuentra sino que fue asignado.

    Grfico 1: Cmo lleg Ud. a esta arma, especialidad o escalafn?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    No se observan diferencias significativas en esta pregunta de acuerdo al sexo de la persona encuestada, lo que en principio muestra que no existi una asignacin forzada de arma, especialidad o escalafn, diferenciada segn esta variable.

    S se observan diferencias en lo que respecta a la Fuerza de pertenencia. Mien-tras que en el Ejrcito se encuentra el ms alto nivel de adecuacin vocacional (el 79,9% eligi el arma y era su prioridad), este nivel desciende al 68,8% en la Fuerza Area y an ms en el caso de la Armada (58,6%).

    El grado de disconformidad, a partir de la asignacin forzosa del arma, especialidad

    Yo la eleg pero no era mi

    prioridad19%

    NS/NC2%

    Yo la eleg y era mi prioridad

    66%

    Me la asignaron13%

  • Ministerio de Defensa

    27

    o escalafn, se observa con mayor vehemencia en el personal de la Armada, donde el 19% manifiesta que no hubo eleccin, sino que su lugar fue asignado externamente.

    La segunda pregunta se refiere al nivel de inters en servir al arma o especialidad en que se encuentra. Los resultados muestran que 9 de cada 10 personas encuestadas (89,8%) se encontraban interesadas o muy interesadas en servir al arma o especia-lidad, en tanto que el nivel de desinters se encuentra en niveles marginales (5,9%).

    Esta pregunta se encuentra relacionada con la pregunta anterior. Los resultados confirman que el inters se incrementa a partir de la eleccin del arma (coeficiente de asociacin V de Cramer, con un 99% de confianza). Por ejemplo, el 72,1% de las personas que eligieron el arma, y esa eleccin era su prioridad, se encontraba muy interesada en servir a la misma. Por el contrario, las personas a las que les fue asignada el arma o especialidad son las que muestran el ms bajo nivel de inters (22,5%). Evidentemente, existe una trayectoria que genera una sinergia positiva que va desde la vocacin, hacia la eleccin, que redunda en el inters en el servicio.

    Si analizamos el nivel de inters en servir al arma o especialidad segn Fuerza y sexo del/la respondente, no se observan variaciones de importancia por lo que no son variables explicativas del nivel de inters. Esta situacin se da inclusive para el personal de la Armada que era el que presentaba mayor grado de asignacin forzosa.

    Grfico 2: Estaba muy interesado/a en servir a esta arma o especialidad?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Muyinteresado/a

    Interesado/a Pocointeresado/a

    Nadainteresado/a

    NS/NC

    4,31,44,5

    34,0

    55,8

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    28

    A aquellos/as que se mostraron interesados/as en servir al arma o la especiali-dad se les consult sobre cul era el motivo de inters. En primer lugar se seal la opcin porque tiene buenas perspectivas de desarrollo (37,8%), seguido de para aprender la tarea (25,8%) y porque esta profesin es ms estimulante que otras (18,1%). El inters proviene bsicamente de la posibilidad de crecimiento personal, sumado a la percepcin de estar ante una profesin desafiante, lo que genera las bases de aprender nuevos conocimientos. La opcin continuar con una tradicin familiar no fue muy considerada, alcanzando apenas al 5% de las respuestas. Estos elementos deben ser considerados a la hora de fomentar el reclutamiento, a fin de dar cuenta de las expectativas de los/as probables intere-sados/as a ingresar a la Fuerza.

    El anlisis por Fuerza y sexo, muestra que las mujeres y el personal de la Fuerza Area muestran inters en servir al arma en funcin de tener buenas perspecti-vas de desarrollo, mientras que los hombres y el personal del Ejrcito optaron en mayor medida porque esta ocupacin es ms estimulante que otras.

    En lo que respecta a la consulta de cules son sus planes para el futuro, se les daba a los/as encuestados/as tres opciones con diferente nivel de apego al lugar en el que actualmente se encontraban realizando sus tareas. La amplia mayora se mostr conforme con su actual funcin, ya que el 72,1% respon-di quisiera quedarme prestando servicios en esta ocupacin. En el extremo opuesto, es decir aquellos/as que quisieran pedir la baja, se encuentra un 5,1% . Si bien es un porcentaje bajo, es considerable en relacin a lo drstico de la decisin optada.

    En una situacin intermedia, quedarme prestando servicios pero ser transferida/o a otro destino, fue respondida por el 20,8%. Esta opcin, si bien muestra cierto grado de malestar con el actual destino, o bien la necesidad de cambiar a otro lugar para seguir progresando en la profesin, sigue siendo una op-cin inclusiva en el sentido de quedarse prestando servicios dentro de la Fuerza. Ms all de estar en una unidad o destino que le agrade o no, el 93% quiere seguir prestando este servicio.

  • Ministerio de Defensa

    29

    Grfico 3: Cules son sus planes para el futuro?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    La Armada, con un 6,1%, es la Fuerza que presenta mayor proporcin de en-cuestados/as con deseos de pedir la baja, parmetro que alcanza el 4,0% en el Ejrcito y 3,1% en la Fuerza Area. Por otra parte, se observa mayor propensin al abandono en los hombres (5,2%) que en las mujeres (3,9%). Los deseos de dejar la Fuerza se encontraran relacionados tanto con las posibilidades de cumplir esas expectativas dadas por variables exgenas (movilidad del mercado de trabajo, de-manda laboral especfica, etc.) como por cuestiones propias (nivel de formacin, actualizacin de los conocimientos, experiencia laboral, etc.). En este sentido, la demanda de profesionales de la flota de mar alienta el traspaso de personal del rea militar a la civil, como as tambin las mayores posibilidades de inclusin laboral de los hombres en un mercado de trabajo sexualmente diferenciado.

    Se aplic una pregunta relacionada con la anterior: Cul es su actitud hacia su actual destino? La mitad de los/as encuestados/as (50,0%) respondi: Estoy satisfecho/a con lo que hace mi unidad y disfruto siendo parte de ella; el 36,5% manifest estar muy orgulloso/a de lo que hace mi unidad y me siento honrado/a por ser parte de ella. Contrariamente, las actitudes de indiferencia, disgusto y completo rechazo de la unidad, en conjunto abarcan un 11,2%.

    En el caso del personal de la Armada y en las mujeres, si bien las respuestas se dan en un marco de orgullo y satisfaccin con su actual unidad, la actitud es ms moderada.

    NS/NC2,1%

    Quisiera pedir la baja5,1%

    Quisiera quedarme prestando servicio en esta ocupacin, pero

    ser transferido/a a otro destino20,8%

    Quisiera quedarme prestando servicio en esta ocupacin

    (arma, especialidad, servicio)72,1%

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    30

    Grfico 4: Cul de las siguientes afirmaciones describe mejor su actitud hacia su actual destino?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    A la hora de evaluar el desempeo laboral, en un sentido global, existen en la literatura dos tipos de estrategias. Una, en la cual a partir de un/a evaluador/a externo/a (juez) se da cuenta de las capacidades y competencias laborales del personal y, otra, a partir de la cual a travs de una evaluacin subjetiva que hace el propio sujeto (autoevaluacin o evaluacin autorreferencial) se da cuenta de es-tos aspectos. La primera es muy costosa de realizar y tan compleja como lo sean los puestos a evaluar. No obstante, los resultados son generalmente similares. Por tal razn, en este cuestionario se realiz una evaluacin autorreferencial a partir de dos preguntas: Cmo se evaluara Ud. respecto de sus camaradas? y cmo cree que sus camaradas lo/a evaluaran a Ud.?

    En lneas generales, ambas evaluaciones presentan una tendencia similar: quie-nes se califican en el promedio se ubican en torno del 43/44%; los/as que se asignan arriba del promedio alrededor del 33/38%, y los/as que se posicionan en el 15% ms alto, en el 14/19%. Es nfima la proporcin de personas que se ubican por debajo del promedio, lo que se condice con este tipo de evaluacin, que discriminan mejor por arriba que por debajo del desempeo.

    Estoy muy orgulloso/a de lo que hace mi unidad y me siento honrado/a por ser parte de ella

    Estoy satisfecho/a con lo que hace mi unidad y disfruto siendo parte de ella

    Soy indiferente de lo que hace mi unidad y preferira no ser parte de ella

    No me gusta lo que hace mi unidad y preferira no ser parte de ella

    Estoy absolutamente disgustado/a con lo que hace mi unidad y quisiera dejar de ser pronto parte de ella

    NS/NC

    36,5

    50,0

    6,7

    2,8

    1,7

    2,3

  • Ministerio de Defensa

    31

    Grfico 5: Desempeo global: evaluacin autorreferencialContestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Estos resultados no presentan variaciones significativas de acuerdo a la Fuerza de pertenencia, aunque se puede sealar que la autoevaluacin del personal de la Armada es la que presenta niveles ms altos de evaluacin positiva (por arriba del promedio y entre el 15% ms alto).

    En lo que hace a la autopercepcin del desempeo global segn sexo, se perci-be una actitud ms autocrtica entre las mujeres (entre el 15% ms alto se ubica el 12,4% de las mujeres) y una actitud ms condescendiente en los hombres (entre el 15% ms alto se ubica el 20,2% de los hombres).

    Entre el 15%ms alto

    Arriba del promedio

    En el promedio

    Debajo del promedio

    Entre el 15% ms bajo

    Cmo ubicara su desempeo global comparado con el de sus camaradas de unidad?

    Cmo piensa Ud. que sus pares calificaran su desempeo global?

    NS/NC

    19,0

    14,0

    32,9

    38,2

    44,1 43,5

    1,4 2,30,3 0,3

    2,2 1,6

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    Grfico 6: Calificacin de la preparacin para el combate y de la moral de la unidadContestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Ntese que si la pregunta midiera perfectamente el desempeo global entre el 15% ms alto debera encontrarse exactamente el 15% de las personas. Por lo que las diferencias respecto de la medicin ideal nos habla de los rasgos evalua-tivos y actitudinales de las personas evaluadas.

    Se consult a los/as encuestados/as cmo calificara la moral de la unidad y la preparacin de la unidad para una misin de combate, y en ambos casos, la respuesta se basa en la percepcin de quien responde.

    La preparacin para el combate es considerada como alta por el 23,8% de los/as encuestados/as, media para el 38,3% y baja para el 33,6%. En el caso de la moral de la unidad, los niveles son del 40,8%, 42,6% y 14,3% respectivamente. Comparando ambos resultados, se observa que el grado de moral es superior al de la preparacin para el combate. Esta situacin se observa, en ambas variables, tanto para los que la consideran alta como media.

    Alta Media Baja NS/NC

    Cmo calificara la preparacin de su unidad para una misin de combate?

    Cmo calificara Ud. la moral de su unidad?

    23,8

    40,8 38,3

    42,6

    33,6

    14,3

    4,32,3

  • Ministerio de Defensa

    33

    Existe una importante correspondencia estadstica entre ambas variables (coeficiente V de Cramer con un 99% de confianza). El sentido de esta asocia-cin es positiva, lo que representa que cuando la moral crece, la preparacin para el combate se incrementa y viceversa.

    Grfico 7: Calificacin de la preparacin para el combate segn FuerzaContestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Las percepciones acerca del nivel de preparacin para el combate de la unidad varan en forma significativa de acuerdo a la Fuerza de pertenencia y al sexo del respondente, no as el nivel de moral. Si bien las tres Fuerzas consideran, mayor-mente, que el nivel de preparacin para el combate es medio (entre un 37% y un 41%), se observan grandes diferencias a la hora de catalogarlo como alto o bajo. Mientras el 39,7% del personal del Ejrcito lo considera alto, ese valor alcanza a 24,1% para la Armada y a, apenas, el 12,8% para el personal de la Fuerza Area.

    En el caso del anlisis por sexo, se observa que las mujeres tienen una actitud marcadamente ms moderada que los hombres. Con ello nos referimos a que

    Alta

    Ejrcito Armada Fuerza Area

    Media Baja NS/NC

    39,7

    24,1

    12,8

    37,537,0

    41,1

    20,9

    34,5

    40,5

    1,94,4

    5,6

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    tienden a ser ms cautelosas a la hora de hacer calificaciones extremas (alta o baja) y prefieren inclinarse por evaluaciones ms moderadas. A modo de ejemplo, el 25,7% de los hombres considera que el nivel de preparacin para el combate es alto, mientras que las mujeres lo consideran en el 13,3% de los casos.

    En el anlisis de las respuestas abiertas, para la pregunta por qu cree que su moral y la de su unidad son cmo son?, se mencionan como principales argumentos los negativos (en orden de importancia): los bajos niveles salariales, la falta de mate-riales y equipamiento disponibles, los problemas de conduccin (o bien por falta o por errnea) y, en el caso de las mujeres, se menciona adems el factor discriminacin.

    En el caso de la justificacin de la preparacin para una misin de combate se aduce nuevamente la falta de materiales, el bajo mantenimiento de los equipos, la falta de instruccin apropiada, el escaso compromiso de las autoridades y la falta de motivacin, como principales problemas.

    La ltima pregunta de este bloque se refiere al grado de cohesin de la unidad. La mitad de los/as encuestados/as (50,0%) manifest que pertenece a un grupo muy cohesionado; mientras que la otra mitad se reparti entre quienes conside-ran que pertenecen a un grupo poco cohesionado (35%) y entre los/as que opinan que se encuentran divididos en grupos conflictivos (9%).

    Grfico 8: Cmo describira la cohesin de su unidad?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Estamos divididos en grupos conflictivos

    9%

    Somos un grupo poco cohesionado

    35%

    Somos un grupo muy cohesionado

    50%

    NS/NC 6%

  • Ministerio de Defensa

    35

    La pertenencia a una Fuerza determinada no afecta mayormente la percepcin acerca del grado de cohesin, predominando para los tres casos la opcin somos un grupo muy cohesionado. No obstante el sexo del personal afecta en forma importante la percepcin sobre el grado de cohesin o unidad de un grupo. Mien-tras el 52,9% de los hombres se inclina por la opcin de mayor nivel de armona y unidad, la misma es mencionada por el 35,4% de las mujeres.

    Grfico 9: Cohesin de la unidad segn sexo del respondenteContestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    En el anlisis de preguntas abiertas se menciona como factores positivos (en orden de importancia): la posibilidad de trabajar en equipos, el compaerismo y la buena camaradera, mientras que entre los negativos se da cuenta de la falta de comunicacin, el egocentrismo, la falta de respeto y de compaerismo.

    52,9

    35,4 33,1

    47,9

    8,112,1

    5,9 4,6

    Somos un grupo muy

    cohesionado

    Estamos divididos en grupos conflictivos

    NS/NC

    Hombre Mujer

    Somos un grupo poco

    cohesionado

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    36

    Segregacin, exclusin y discriminacin de las mujeres

    En esta seccin se indaga sobre diversas modalidades, prcticas y creencias vinculadas al rol de la mujer en las Fuerzas Armadas, tanto en lo que hace a su capacidad de combate en diversas armas tradicionalmente reservadas a los hombres como a viejos aspectos reglamentarios y tambin a roles socialmente asignados.

    Se consult a hombres y mujeres de las Fuerzas cul era su opinin respecto de que las mujeres sirvan en las armas de infantera, caballera, infantera de mari-na y submarinista. En trminos generales, y para todas las armas mencionadas, aproximadamente una tercera parte de las personas encuestadas consider que las mujeres deberan estar asignadas (a esas armas) del mismo modo que los hombres, es decir, sin aplicar ninguna limitacin de tipo sexista, sino la propia para el ejercicio de la tarea.

    El resto de los/as encuestados/as iban desde los que prefirieron no opinar, re-fugindose en la categora no sabe / no contesta (NS/NC) que por motivos de espacio no fue incluido en el grfico, pero abarcaba a otro tercio de las res-puestas, y el tercio restante se reparti entre los que consideraban que esas unidades deben permanecer cerradas a las mujeres, con valores del 10 al 16%, y los/as que sostienen una posicin intermedia, como que las mujeres calificadas deberan estar habilitadas para ofrecerse como voluntarias en estas unidades, con respuestas que oscilan entre el 18% y 21% de los/as encuestados/as.

  • Ministerio de Defensa

    37

    Grfico 10: Qu opina Ud. de que las mujeres sirvan en las siguientes armas?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Las armas que presentan mayor rechazo a la incorporacin de las mujeres son la de infantera (16,4%) e infantera de marina (15,0%), aunque llamativamente tambin son, para las que se sostiene en mayor proporcin, la incorporacin sin limitaciones de las mujeres.

    Si seleccionamos exclusivamente la respuesta que segrega y excluye a las muje-res de esas armas, y analizamos quines son los que la sostienen, vemos que del total de hombres, un 18,3% sostiene la exclusin de las mujeres de infantera, al igual que el 5,6% del total de las mujeres.

    En el resto de las armas sucede un comportamiento similar: la probabilidad de que un hombre excluya es el triple de que lo haga una mujer. No obstante, se

    16,418,1

    33,5

    10,8

    21,7

    32,2

    15,0

    20,0

    33,8

    13,9

    19,5

    32,9

    Infantera Caballera Infantera Marina

    Submarinista

    Esa unidad debe permanecer cerrada a las mujeres

    Las mujeres calificadas deberan estar habilitadas para ofrecerse como voluntarias en esas unidades

    Las mujeres calificadas deberan estar asignadas a esas unidades del mismo modo que los hombres

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    38

    observa en el caso de las mujeres la existencia de un sector que abarca a aproxi-madamente el 5% de las mismas, en las que se produce un fenmeno de autoex-clusin. Evidentemente las relaciones sociales, y especficamente las relaciones de dominacin, poder y segregacin no son propiedad exclusiva de un sexo en particular; por el contrario, atraviesan el conjunto del tejido social e institucional, y su reversin implica el trabajo en la diversidad e ir ms all de supuestos este-reotipos.

    Grfico 11: Esta unidad debera permanecer cerrada a las mujeres? Respuestas afirmativas segn sexo de los/las encuestados/asContestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Si el anlisis lo realizamos por Fuerza (como porcentajes sobre el total, a fin de poder comparar los resultados) podemos concluir sin lugar a dudas, que es en el Ejrcito donde se encuentra el mayor rechazo a la inclusin de las mujeres en las 4 armas anteriormente sealadas, llegando a triplicar en algunos casos el nivel de rechazo de las otras Fuerzas. En segundo lugar se ubica, sistemticamente

    18,3

    5,6

    11,9

    4,9

    16,8

    4,7

    16,8

    4,7

    Hombre Mujer

    Infantera Caballera Infantera Marina

    Submarinista

  • Ministerio de Defensa

    39

    para todas las armas, la Armada (que duplica y en algn caso triplica las probabili-dades de exclusin respecto de la Fuerza Area). Finalmente, en ltimo lugar, con valores de rechazo cercanos al 5% se ubica la Fuerza Area. Cabe destacar que Fuerza Area contest respecto de las armas de Ejrcito y Armada ya que Infan-tera, Caballera, Infantera de Marina y Submarinista corresponden a armas del Ejrcito las dos primeras, y de la Armada las dos ltimas.

    Si analizamos por arma vemos que en Infantera e Infantera de Marina se ob-servan los mayores niveles de exclusin de las mujeres, siguindole en importan-cia Caballera (por el peso del Ejrcito) y en ltimo lugar los Submarinistas. En esta ltima arma, sin embargo, se registran los valores ms altos de exclusin de las otras dos Fuerzas: Armada y Fuerza Area. Un dato de la realidad que debe tenerse en cuenta a la luz de la lectura de estos datos es que en la actualidad las nicas armas cerradas son Infantera y Caballera en el Ejrcito.

    Grfico 12: Esta unidad debera permanecer cerrada a las mujeres? Respuestas afirmativas segn Fuerza de pertenencia de los/las encuestados/asContestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Ejrcito Armada Fuerza Area

    Infantera Caballera Infantera Marina

    Submarinista

    41,7

    12,2

    6,5

    32,3

    7,12,7

    34,8

    12,6

    5,6

    25,1

    13,2

    7,6

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    40

    Posteriormente, se indag a partir de la eleccin de una de tres frases referidas a la relacin entre aspectos reglamentarios y limitaciones de acceso a las muje-res. El 82% de los/as encuestados/as se muestra partidario/a de realizar modifi-caciones reglamentarias de diferente envergadura.

    Grfico 13: Cul de estas tres opciones se acerca ms a su opinin?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Un 18% de las respuestas manifiesta estar satisfecho/a con las regulaciones militares actuales que excluyen a las mujeres de ciertos roles de combate. Re-curdese que una proporcin similar de respuestas exclua a las mujeres de cier-tas armas en la pregunta anterior, con lo que los resultados son congruentes, lo que le da ms validez interna a la informacin producida.

    Tres de cada diez personas considera que las mujeres que quieran desempe-arse en combate como voluntarias deberan estar habilitadas y poco menos de la mitad (46,4%) piensa que las mujeres deben ser tratadas como los hombres y poder servir en todas las armas al igual que los hombres.

    El anlisis por Fuerza vuelve a mostrar mayor resistencia a los cambios regla-

    Estoy satisfecha/o con las regulaciones militares actuales que excluyen a las mujeres de ciertos roles de combate

    Pienso que las mujeres que quieren desempearse en combate como voluntarias deberan estar habilitadas

    18,0

    30,2

    46,4

    5,4

    Considero que las mujeres deben ser tratadas como los hombres y poder servir en todas las armas como los hombres

    NS/NC

  • Ministerio de Defensa

    41

    mentarios en el caso del personal del Ejrcito (37,7%), seguido por la Armada (13,4%) y la Fuerza Area (12,4%). En lo que respecta a las variaciones por sexo, la resistencia a los cambios reglamentarios que apuntan a la equiparacin de las brechas de ndole de gnero alcanza al 19,6% en los hombres y al 9,1% en las mujeres.

    El anlisis de la pregunta abierta tendiente a indagar los aspectos reglamenta-rios que deberan modificarse, es muy rico en sugerencias, y entre otras se seala3 (segn orden de importancia):

    Ms horarios de lactancia.

    Licencia por maternidad.

    Licencia por embarazo.

    Horarios sincronizados para matrimonios militares.

    Igualdad de condiciones.

    Uniformes ms cmodos.

    Cabello simplemente recogido.

    Pruebas fsicas diferenciadas para las mujeres; tienen menos fuerza.

    Camarotes slo para personal femenino.

    Reducir los aos para el retiro en las mujeres.

    Proporcin entre hombres y mujeres a misiones de paz.

    Ingreso de soltero/a y sin carga de familia.

    3 Se toman las respuestas textuales de los/as entrevistados/as, ms all de que algunos

    cambios ya se han efectivizado.

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    42

    Igualdad general de condiciones reglamentarias.

    Poder acompaar durante los primeros 15 das a su esposa luego del parto.

    Flexibilidad para madres solteras.

    Habilitacin de baos y duchas para las mujeres.

    Grfico 14: Cundo Ud. fue cadete o aspirante Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Las marcas institucionales se imponen a sus miembros desde el ingreso a las mismas. Por eso, fue inters de este estudio captar la antinomia segregacin - in-tegracin al momento de la admisin y del ingreso.

    El primer dato que nos resulta de inters es que casi la mitad de los encuesta-dos (45,7%) no tuvo compaeras mujeres cuando fue cadete o aspirante, por lo que no pudieron evaluar el nivel de integracin entre ambos sexos; dato que por s mismo constituye un signo, una huella de un comportamiento institucio-nal.

    Las mujeres y los hombres cadetes estaban segregados/as en el entrenamiento bsico

    Las mujeres y los hombres cadetes estaban integrados/as en el entrenamiento bsico

    En algunas actividades estaban integrados/as y en otras no

    No tuve compaeras mujeres

    NS/NC

    3,9

    22,1

    45,7

    2,5

    25,8

  • Ministerio de Defensa

    43

    El 25,8% de las personas encuestadas optaron por la opcin las mujeres y los hombres cadetes estaban integrados en el entrenamiento bsico, el 22,1% manifest que en algunas actividades estaban integrados y en otras no y final-mente el 3,9% dijo que estaban segregadas en el entrenamiento bsico. Este ltimo dato no debe confundir el anlisis global de esta pregunta, ya que la se-gregacin ocurra con anterioridad a la posibilidad de evaluacin. Siguiendo este razonamiento, el 52,9% de los encuestados de la Armada, el 45,6% del Ejrcito y el 34,3% de la Fuerza Area, no tuvieron compaeras mujeres cuando fueron cadetes o aspirantes.

    Existen, en las Fuerzas Armadas, interesantes posibilidades de cambio de esta situacin ya que el 64% de los encuestados cree que los hombres y las mujeres deberan estar integrados/as durante el entrenamiento bsico y solamente un 14% opina que debera mantenerse algn tipo de segregacin entre ambos sexos (9% en el caso de cadetes o aspirantes y 5% en el caso de los oficiales).

    Grfico 15: Usted cree que los hombres y las mujeres deberan estar segregados/as o integrados/as durante el entrenamiento bsico?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Es importante analizar no solamente la opinin de si las mujeres deberan ser o no incluidas en diversos mbitos de la vida militar, sino que adems es necesa-

    Integradas/os con los oficiales

    16%

    Integradas/os entre cadetes o

    aspirantes64%

    NS/NC6%

    Segregadas/os entre cadetes o aspirantes

    9%

    Segregadas/os de los oficiales5%

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    44

    rio indagar acerca de cul es la metodologa de inclusin ms apropiada. En este sentido, el 42,6% cree que cuando las mujeres se incorporan a unidades confor-madas ntegramente por hombres deberan hacerlo indistintamente entre todas las unidades, o bien (41,2%) no debera prestarse atencin al sexo a la hora de asignar personal a las unidades.

    Grfico 16: Cuando las mujeres se incorporan a unidades integradas nicamente por hombres, cmo deberan ser asignadas?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Finalmente, se consult a los/las encuestados/as en qu consiste el trato dife-rente dispensado a las mujeres, en caso de que esa diferencia existiera.

    Existe una suerte de discriminacin positiva hacia las mujeres donde la dife-rencia que se establece, ms que vinculada a la exclusin o al maltrato clsico, se refiere a otro tipo de relacin. Un trato diferente, tambin discriminador, que ubica a la mujer en el lugar del sexo dbil, que no debe ser forzada en los entrenamien-tos tanto como los hombres (10,3%), al que hay que prestarle ms atencin por ser mujer (28,4%). En esta situacin la caballerosidad, la galantera y los buenos modales hacia la mujer, esconden un trasfondo de subestimacin: Se espera menos de ellas por ser mujer (4,2%).

    Asignadas indistintamente entre todas las unidades

    Asignadas slo a algunas unidades para que haya ms de ellas en cada sitio

    No debera prestarse atencin al sexo al asignar mujeres a unidades formadas slo por hombres

    NS/NC

    42,6

    41,2

    3,9

    12,3

  • Ministerio de Defensa

    45

    A esta actitud se le suma otra de un signo diferente, que se refiere a asignar a la mujer tareas propias de un rol tradicionalmente discriminador, que asocia a la mujer como un ser destinado a servir al hombre. En fin, una mujer dcil, pasiva destinada a realizar trabajos serviles (5,2%).

    Si usted cree que las mujeres son tratadas de un modo diferente, cmo ha sido este trato?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Le prestan ms atencin por ser mujer 28,4Ns/Nc 27,8Reciben menos instruccin que los hombres 10,3Tienen que hacer menos trabajo servil 8,4 Tienen que hacer ms trabajo servil 5,2Se espera menos de ellas por ser mujeres 4,2Se les asignaron mejores tareas 3,6Tienen mejores oportunidades de ser seleccionadas para el ascenso que los hombres 2,4Se espera ms de ellas por ser mujeres 2,1Tienden a recibir evaluaciones positivas de su trabajo 1,6Otras 1,5Reciben ms instruccin que los hombres 1,3Son molestadas y hostigadas por ser mujeres 1,1Se les asignaron peores tareas o de poca responsabilidad 0,9Las ignoraron por ser mujeres 0,7Tienden a recibir evaluaciones negativas de su trabajo 0,4Tienen pocas oportunidades de ser seleccionadas para el ascenso en relacin con los hombres 0,2Total 100,0

    Este trato diferencial realizado por los varones genera enojo en otros hom-bres, donde el 30,9% se queja de que le prestan ms atencin por ser mujer, situacin sta que se da con mayor frecuencia en la Armada que en las otras Fuerzas.

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    Acoso sexual y maltrato

    Este apartado, medular en el anlisis de la integracin de las mujeres en las Fuerzas Armadas, analiza la existencia de situaciones de acoso sexual sufridas por las mujeres, entendida como comentarios, avances o manoseos de contenido sexual sin el consentimiento de la persona. Adems de captar el nivel de inciden-cia de las situaciones de acoso sexual, el estudio pretende identificar el perfil del acosador y las creencias respecto de las repercusiones institucionales en caso de realizarse una denuncia.

    Posteriormente, se indagar sobre la ocurrencia de situaciones de maltrato (tambin exclusivamente sobre las mujeres), con el fin de construir el nivel de ocurrencia, realizar una taxonoma de las diversas situaciones, y caracterizar a la persona que maltrat.

    Antes de analizar los datos, es importante realizar una aclaracin metodolgica. Las respuestas que vamos a consignar se refieren exclusivamente a las dadas por las mujeres encuestadas, ya que esta seccin se aplic exclusivamente al personal femenino. En segundo lugar, y creemos que debido a la alta sensibilidad que genera esta temtica, existe un elevado nmero de no respuesta (que apare-cen en los grficos y cuadros como no sabe / no contesta (NS/NC). Es posible tambin que en ello haya influido la metodologa de relevamiento de datos, donde si bien primaron el secreto estadstico, el anonimato, la respuesta individual, y se tuvo en cuenta que hubiera siempre personal de la Direccin Nacional de Dere-chos Humanos para entregar y recibir los cuestionarios, el operativo se realiz en salones donde simultneamente contestaban varias encuestadas. Es posible, y esto es una hiptesis, que la presencia de un otro/a o cierto clima institucional, hubieran condicionado las respuestas.

  • Ministerio de Defensa

    47

    Acoso sexual

    Grfico 17: Ha sido acosada sexualmente desde que est en las Fuerzas Armadas?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    El 3,7% del personal femenino encuestado manifest que ha sido acosada sexualmente desde el momento en que ingres en las Fuerzas Armadas, ya sea frecuentemente (0,2%), algunas veces (1,8%) o raramente (1,7%). Aproximada-mente, una de cada 10 mujeres (10,9%) respondi que no fue acosada, y el 85,4% restante prefiri no contestar la pregunta. Como decamos anteriormen-te, el nivel de no respuesta es altsimo. Si consignramos y reprocesramos los datos exclusivamente para aquellos que han contestado por s o por no a la pregunta planteada, el nivel de incidencia de las situaciones de acoso sobre las mujeres militares trepara al 25,8%. Sin embargo existe una tercera posibi-lidad: que las mujeres que no hayan contestado lo hayan hecho por temor. Los distintos valores que podran surgir para la lectura de esta respuesta son muy diferentes y necesitaran ser constatados a la luz de otras metodologas de n-dole ms cualitativas.

    En el anlisis por Fuerza se observan importantes diferencias. En la Fuerza Area se registra el nivel ms bajo de no respuesta (71,6%), lo que deja entrever que el 21,9% del personal femenino del arma no sufri situaciones de acoso sexual y el 6,5% s fue vctima de las mismas (aunque con diferentes grados de

    NS/NC85,4%

    No10,9%

    S, algunas veces1,8%

    S, pero raramente1,7%

    S, frecuentemente0,2%

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    frecuencia). En el caso de la Armada se observa el nivel ms alto de no respues-ta (92,5%) y un 5% de respuestas negativas hacia situaciones de acoso. En el Ejrcito esos parmetros alcanzan al 89% y 8,2% respectivamente.

    Grfico 18: Si ha sido acosada, lo denunci?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    A aquellas mujeres que sufrieron situaciones de acoso sexual (que contestaron afirmativamente en la pregunta anterior) se les consult sobre si hicieron la de-nuncia pertinente. El 28% de las mujeres acosadas contest que hizo la denuncia (aproximadamente 3 de cada 10), y el 70,8% no lo hizo. Ante la repregunta de por qu actu de esa manera, las respuestas abiertas ms significativas manifiestan textualmente lo siguiente (en orden de importancia):

    Era mi deber poner en conocimiento a mis superiores de lo sucedido.

    Le hizo notar su conducta desubicada.

    Supe contestar en tiempo y forma, para que no volviera a pasar.

    Inform a la superioridad y me arruinaron la carrera.

    Denunci, porque era necesario que no pasara nuevamente.

    NS/NC1,2%

    S28,0%

    No70,8%

  • Ministerio de Defensa

    49

    Denunci porque no se puede permitir ningn tipo de abuso.

    La denuncia no sirvi de nada.

    Ante la negativa los hechos no se repitieron.

    Lo consider un proceso de adaptacin del superior a tener mujeres a su cargo.

    No denunci para evitar problemas.

    No denunci por vergenza.

    No denunci por miedo a las represalias.

    No denunci, prefer solucionarlo yo misma.

    No denunci, porque pidi disculpas.

    No denunci, porque comprometa mi carrera.

    Grfico 19: Qu relacin jerrquica tena / tiene con el acosador?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    82,0

    Se trata de una persona con mayor grado

    Se trata de una persona con igual grado

    Se trata de una persona de

    grado inferior

    NS/NC

    5,71,2

    11,1

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    En lo que hace a la variacin del nivel de denuncia por arma, nuevamente se observan similitudes entre la Armada y el Ejrcito, con situaciones denunciadas del orden del 29,9% y 32,1% respectivamente, mientras que en la Fuerza Area ese tpico alcanza al 25,8%.

    Suponemos que el bajo nivel de denuncias se encuentra relacionado con que en la mayora de los casos (82,0%) el acosador es una persona con mayor grado que la vctima. En un 5,7% se trata de una persona de igual grado, y es marginal (1,2%) la situacin de acoso sexual por parte de un hombre de grado inferior.

    Es en la Armada donde se observa una situacin de sujetacin de la vctima de acoso, fruto de un acosador de mayor grado (96,6%), mientras que es en el Ejrci-to donde la relacin de abuso traspasa en mayor medida la relacin jerrquica: en el 8,8% de los casos el abusador es de menor grado que la vctima.

    Al describir cmo es la relacin con el acosador en trminos laborales y perso-nales, las mujeres abusadas manifiestan: que se limitan, en el mejor de los casos, a una relacin laboral, o bien han adoptado una actitud indiferente. Otras mu-jeres que la relacin es mala o limitada.

    A continuacin, el cuestionario indaga sobre un conjunto de comportamientos hipotticos a fin de evaluar las posibles reacciones y percepciones de las mujeres ante potenciales situaciones de abuso sexual. En este sentido se realizan tres preguntas entrelazadas entre si:

    - Si Ud. fuese acosada sexualmente y lo denunciara, qu cree que pasara con la denuncia?

    - Qu pasara con los acosos?

    - Qu pasara con el acosador?

  • Ministerio de Defensa

    51

    Grfico 20: Si usted fuese acosada sexualmente y lo denunciara, qu cree que pasara con la denuncia?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Ante la pregunta a las mujeres de una situacin de acoso potencial, nuevamente la reaccin predominante es la no respuesta (86,9%). El 6,9% cree que llevara mucho tiempo tratar la denuncia, apenas el 3,7% considera que se resolvera r-pidamente, y el 2,6% de las mujeres cree que no se tomara ninguna accin. Es muy interesante el seguimiento a futuro de los resultados a esta pregunta, ya que la misma puede considerarse como un ndice de expectativas ante situaciones de abuso, expectativas que predisponen a la toma de decisiones en el caso de que un hecho de este tipo ocurriera.

    2,66,9 3,7

    86,9

    No se tomara ninguna accin

    Tomara mucho tiempo tratarla

    Se resolvera rpidamente

    NS/NC

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    Grfico 21: Qu cree que pasara con los acosos despus de la denuncia?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    En el anlisis se observa un perfil de respuestas similares entre el personal de la Armada y el Ejrcito (muy alto nivel de no respuesta y bajas expectativas de una solucin positiva a la hipottica situacin de abuso) y, comparativamente, un menor nivel de no respuesta en la Fuerza Area (cercano al 70%) y cierta actitud desesperanzada en que la denuncia se resolviera rpidamente.

    Grfico 22: Qu cree que pasara con el acosador despus de la denuncia?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Sera apropiadamente castigado

    Recibira mayor castigo que el justo

    Recibira castigo suficiente

    No recibira ningn castigo

    NS/NC

    3,9

    0,5

    4,5

    3,3

    87,9

    stos se detendran

    2,7%Disminuiran

    6,0%

    No cambiaran3,7%

    Se incrementaran

    0,3%

    NS/NC87,3%

  • Ministerio de Defensa

    53

    El 6% de las mujeres cree que con posterioridad a la denuncia, se disminuira el acoso; un 2,7% que se detendra y apenas un 0,3% sostiene que se incrementara. Nuevamente, los bajos porcentajes de respuesta se asocian al alto nivel de no respuesta ante estas comprometidas preguntas.

    Existe un muy bajo nivel de expectativas sobre cul sera la situacin del aco-sador con posterioridad a la denuncia, ya que el 8,4% de las mujeres cree que el/la denunciado sera apropiadamente castigado o bien que recibira castigo suficiente. Un 3,3% de las respuestas consigna que no recibira ningn castigo y un 4,5% que recibira mayor castigo que el justo.

    Maltrato

    El maltrato abarca un conjunto de situaciones de diversa ndole, pero que tie-ne en comn la falta de consideracin por el otro. Estas situaciones muchas veces se ven potenciadas por la existencia de vnculos de autoridad (familiares, laborales, etc.), aunque en el caso de las Fuerzas Armadas se le suman los arrai-gados conceptos de jerarqua, rango y la obligacin de obedecer las rdenes de un superior. Esta matriz institucional genera en algunos de sus miembros el ejer-cicio permanente del maltrato hacia sus subordinados. Repetimos, esta actitud no es propia de la institucin militar, pero ciertas normas que hacen al ejercicio de la profesin pueden ser el caldo de cultivo para que se den situaciones de abuso de autoridad.

    Se le pregunt al personal femenino si haba sido maltratado. La reaccin ma-yoritaria a esta consulta fue la no respuesta, que abarc el 85,6% de las mujeres consultadas, le sigui en orden de importancia la respuesta negativa no con un 10,8%, en tanto que las mujeres que expresaron ser maltratadas ascienden al 3,6%.

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    Grfico 23: Ha sido usted maltratada?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Si aplicamos la misma metodologa llevada a cabo con la situacin de abuso sexual, es decir, considerar exclusivamente a las respuestas efectivamente reali-zadas (ya sea por s o por no) y excluir la no respuesta, la incidencia del maltrato abarca al 24,7% de las mujeres. Finalmente, si se considera que las que no res-pondieron fueron vctimas de situacin de maltrato, el nivel del mismo asciende al 89,2% del personal femenino.

    Grfico 24: Qu relacin jerrquica tena / tiene con quien la maltrat?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    NS/NC85,6%

    Se trata de una persona con mayor grado

    Se trata de una persona con igual grado

    Se trata de una persona con grado inferior

    NS/NC

    S3,6%

    No10,8%

    92,6

    5,8

    0,6

    0,9

  • Ministerio de Defensa

    55

    El anlisis por Fuerza muestra mayor nivel de maltrato en la Fuerza Area (6,7%), pero ello es fruto de que registra un nivel de no respuesta notablemente inferior al de la Armada (92,9%) y del Ejrcito (88,9%).

    Ante la solicitud de que describan las situaciones de maltrato que ms recuer-dan, se sealaron las siguientes (en orden de importancia):

    Falta de respeto.

    Humillacin.

    Maltrato verbal.

    Abuso de autoridad.

    Maltrato psicolgico.

    Presin.

    Agresin.

    Obligacin de acatar cualquier tipo de orden.

    Sancin injusta.

    Discriminacin.

    Ser minimizada por autoridades de la unidad.

    La hiptesis de que el abuso de la relacin jerrquica es propicia para el ejerci-cio del maltrato parece confirmarse cuando el 92,6% de las respuestas manifies-tan que el maltratador es una persona de mayor cargo. Esta situacin se da con similar magnitud en las tres Fuerzas. Las mujeres que sealan a una persona de igual rango representan el 5,8%, y las de menor grado 0,6%.

    La relacin entre el maltratador y la vctima es difcil tanto en trminos laborales

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    56

    como personales. A travs de una pregunta abierta las mujeres describen esta relacin en los siguientes trminos:

    Impotente.

    Incmoda.

    Indiferente.

    Nula.

    Mala/Muy mala

    De miedo.

    Grfico 25: Qu cree que le resultara ms confortable para denunciar una situa-cin de maltrato?Contestan: mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    El mbito ms propicio para que las mujeres puedan denunciar una situacin de maltrato, se halla vinculado generalmente a personas del mismo sexo, ya sea una superior (3,1%) o una funcionaria externa (3,4%). La opcin de que los hombres

    Una superior mujer

    Un superior hombre

    Una funcionaria externa mujer

    Un funcionario externo hombre

    Es indistinto

    NS/NC

    3,1

    0,7

    3,4

    0,2

    6,1

    86,5

  • Ministerio de Defensa

    57

    sean los receptores de las denuncias de las mujeres no es muy mencionada, tanto en el caso de un superior (0,7%) como en el de un funcionario externo (0,2%). Sin embargo, a la mayor parte de las mujeres le resulta indistinto en dnde y a quin realizar la denuncia de maltrato (6,1%). Nuevamente, los bajos porcentajes de respuesta se asocia con el elevado nivel de no respuesta (86,5%).

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    Relacin entre hombres y mujeres militares

    En esta seccin avanzaremos sobre el estado de las relaciones laborales entre los hombres y las mujeres de las Fuerzas Armadas y la percepcin acerca de las competencias laborales de las mujeres.

    En principio se indag sobre el nivel de preocupacin existente debido a la ac-tual proporcin de hombres y mujeres. El 72,5% contest que no le preocupa, el 12,6% dijo que si est preocupado/a y que prefiere trabajar preferentemente con hombres, un 10,4% tambin se encuentra preocupado/a porque prefiere trabajar donde la proporcin de mujeres en relacin con los hombres sea la misma. Un 2,2% se manifest preocupado/a pero en un sentido inverso al del resto de las respuestas, ya que prefieren trabajar preferentemente con mujeres.

    Grfico 26: Le preocupa la proporcin actual de mujeres en relacin con la de hombres?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Las respuestas no varan sustancialmente segn el sexo del encuestado/a, aun-que se observa que las mujeres desean en mayor proporcin trabajar en unidades donde la relacin entre hombres y mujeres sea la misma.

    No le preocupa

    S, y prefiere trabajar preferentemente con hombres

    S, y prefiere trabajar donde la proporcin de mujeres en relacin con hombres sea la misma

    S, y prefiere trabajar preferentemente con mujeres

    NS/NC

    72,5

    12,6

    10,4

    2,2

    2,2

  • Ministerio de Defensa

    59

    Es la Fuerza Area el arma que presenta menor resistencia a la actual propor-cin entre hombres y mujeres. Al 82,6% de sus miembros no le preocupa esta situacin, mientras que ese parmetro alcanza al 70,9% en el Ejrcito y al 66,7% en la Armada. Aproximadamente, dos de cada diez personas del Ejrcito (17,8%), prefiere trabajar exclusivamente con hombres, valor que alcanza al 15,2% en el personal de la Armada.

    Con el fin de saber cul es la experiencia de trabajo que tienen los/as encues-tados/as con las mujeres y qu relacin jerrquica se estableca entre ellos/as, se pregunt, a travs de una batera de respuestas mltiples4, si prioritariamente haba trabajado con una superior mujer, con colegas mujeres, con mujeres subor-dinadas, o bien, que nunca hubiese trabajado con mujeres.

    La mayor parte de los encuestados/as (65,3%) trabaj con mujeres subordina-das, el 45,9% con colegas mujeres, el 32,7% con una superior mujer y finalmente un 12,3% nunca trabaj con mujeres.

    Grfico 27: Prioritariamente, usted ha trabajado con Respuesta mltiple, las res-puestas suman ms de 100%.Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    4 Se puede optar por ms de una opcin, por lo que suma ms de 100%.

    Una superior mujer

    Colegas mujeres

    Mujeres subordinadas

    Nunca trabaj con mujeres

    NS/NC

    32,7

    45,9

    65,3

    12,3

    1,6

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

    60

    Mientras el 43,8% de los hombres trabaj con mujeres subordinadas, el 28,8% de las mujeres trabaj con congneres de menor jerarqua. La falta de contacto con las mujeres en el ambiente laboral se da en mayor frecuencia en el Ejrcito (13,3%) y en la Armada (15,1%) y, en menor medida, en la Fuerza Area (7,3%).

    Grfico 28: Qu opina usted sobre el servicio de las mujeres en su misma especia-lidad?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    En lo que respecta a la capacidad laboral de las mujeres, lo que se vincula con sus competencias profesionales, la idea sostenida por un tercio de los encues-tados es que creen que las mujeres deberan ser admitidas en esa ocupacin y otros que no, otro tercio opina que la mayora de las mujeres deberan ser admitidas en esa ocupacin. Tambin existe una resistencia en el 10% de los encuestados a que las mujeres se integren laboralmente, ya que segn ellos las mujeres no deberan ser admitidas en esa ocupacin.

    Algunos creen que deberan ser admitidas,

    y otros que no33%

    La mayora cree que las mujeres deberan ser admitidas en esta

    ocupacin35%

    NS/NC6%

    No puedo decir lo que piensan

    16%

    La mayora cree que las mujeres no deberan ser admitidas en esta

    ocupacin10%

  • Ministerio de Defensa

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    Grfico 29: Considera que los hombres que trabajan en su unidad tienen pro-blemas para conducirse respecto de las mujeres? Respuestas segn sexo del/la encuestado/aContestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    La calificacin que hacen los/as encuestados/as de las Fuerzas Armadas sobre el trabajo de las mujeres es mayoritariamente equitativa, ya que el 61,8% sostiene que tienden a desempearse del mismo modo que los hombres, el 8,1% cree que trabajan mejor que los hombres y el 11,7%, peor.

    No S, un poco S, bastante NS/NC

    Hombre

    52,1

    36,436,0

    52,0

    9,1 9,7

    2,7 2,0

    Mujer

  • Equidad de gnero y defensa: una poltica en marcha IV

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    Grfico 30: Cmo calificara a las mujeres de su unidad?Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    Hay fuertes diferencias en las respuestas de acuerdo al sexo de la persona en-cuestada. Mientras el 24,5% de las mujeres dicen que trabajan mejor que los hom-bres, ese valor alcanza al 5,3% en el personal masculino. Situacin que se invierte al responder sobre si las mujeres tienden a desempearse peor que los hombres. Esta calificacin negativa abarca tambin a una cuarta parte del personal del Ejr-cito (24,4%), mientras que llega al 9,9% en la Armada y 6,3% en la Fuerza Area.

    Posteriormente se realizaron tres preguntas abiertas tendientes a indagar los factores que limitan a las mujeres en el ingreso y egreso de la carrera militar. A continuacin se consigan las preguntas y las respuestas textuales dadas por los entrevistados (en orden de importancia):

    A. A su criterio, cules son los factores que limitan el ingreso de las mujeres a las escuelas de formacin militar? Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    El aspecto fsico. Las unidades operativas no estn preparadas fsicamente para las mujeres. Pocos cupos.

    Tienden a desempearse mejor que los hombres

    Tienden a desempearse del mismo modo que los hombres

    Tienden a desempearse peor que los hombres

    No lo s, no tengo contacto con ellas

    NS/NC

    8,1

    61,8

    11,7

    14,9

    3,4

  • Ministerio de Defensa

    63

    Mucho requerimiento de ingreso. La falta de informacin. Los estudios. La familia. Maternidad. Embarazo. Los hijos. Infraestructura. La aptitud militar. Lo econmico. Test intelectual.

    B. A su criterio, cules son los factores que limitan el egreso de las mujeres de las escuelas de formacin militar? Contestan: varones y mujeres del Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area

    La maternidad. El embarazo. La familia. Lo econmico. La proyeccin profesional. Falta de moral. El favoritismo de los supe