espacio (a)probar la vida
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[haz espacio]
Muchas veces hemos escuchado eso de que la vida “es para vivirla”. Pero yo no estoy
tan seguro sobre si este deseo normalmente lo llevamos a la práctica. Es verdad que nos
gusta vivir la vida… pero en ocasiones nos pasa como con los exámenes (en los que
algunos andan ahora metidos o acaban de pasar por ellos): estudiamos para el examen y
luego, sin más, lo adquirido como conocimiento se termina borrando de nuestra mente.
Estudiamos, muchas veces, para aprobar. Nos pasa igual con nuestra vida: aprobamos la
vida, pero con poca nota, sin que la vida se asiente de verdad en nosotros.
Por eso, en lugar de hablar de “aprobar la vida”, ¿por qué no hablar de (a)probar la
vida, saborearla, descubrir el verdadero valor que se encuentra en ella, el sabor que
hace que nuestra vida sea, SEA, con mayúsculas? ¿por qué no atrevernos a hacer de
nuestra vida más vida, una vida nueva? Atrevámonos a descubrirla, y, esta vez, con la
ayuda de Jesús, la Vida verdadera.
Canto
RE (DO) si#m (lam) fa#m (mim) SOL(FA) LA(SOL) RE (DO)
Mi alma tiene sed del Dios vivo, ¿cuándo veré su rostro?
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[espacio de la Palabra]
Salmo 15 (Cantamos todos entre estrofa y estrofa. Cada estrofa la recita despacio quien quiera espontáneamente, como portavoz de todos ante Dios)
Mi alma tiene sed del Dios vivo, ¿cuándo veré su rostro? (bis). Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti ; yo digo al Señor : « Tú eres mi bien. »
Mi alma tiene sed del Dios vivo, ¿cuándo veré su rostro? (bis). El Señor es el lote de mi heredad y mi copa ; mi suerte está en tu mano : me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad.
Mi alma tiene sed del Dios vivo, ¿cuándo veré su rostro? (bis). Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré.
Mi alma tiene sed del Dios vivo, ¿cuándo veré su rostro? (bis). Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Mi alma tiene sed del Dios vivo, ¿cuándo veré su rostro? (bis). Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.
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EN LO PROFUNDO (Luis Guitarra)
En lo profundo
no hay nada que no sea sorprendente.
Y sin embargo
bajamos tan a poco, y pocas veces.
Acomodamos
el pulso a la presión de la rutina.
Nos distanciamos
del fondo y del origen de los días…
… y no bajamos, y no bajamos, y no bajamos.
Nos olvidamos del sentido de la Vida,
del propio barro, del primer atardecer…
Y amontonamos un sinfín de tonterías,
buscando en lo que creer.
En lo profundo
no hay nadie que no sea diferente,
pero a menudo
mostramos sólo aquello que no duele.
Desdibujados
detrás de multitud de vanidades…
Tristes, sin sueños,
ajenos al Amor… superficiales.
…y no bajamos, y no bajamos, y no bajamos.
Nos olvidamos del sentido de la Vida,
del propio barro, del primer atardecer...
Y amontonamos un sinfín de tonterías,
buscando en lo que creer.
En lo profundo
no hay nada que no sea sorprendente…
[espacio de la mirada]
La Palabra, tus palabras… y el silencio que habla.
La Palabra: Juan 3, 1-13
Había entre los fariseos un hombre
llamado Nicodemo, magistrado judío.
Fue éste donde Jesús de noche y le
dijo: «Maestro, sabemos que has venido
de Dios como maestro, porque nadie
puede realizar las señales que tú
realizas si Dios no está con él.» Jesús
le respondió: «En verdad, en verdad te
digo: el que no nazca de lo alto no
puede ver el Reino de Dios.»
Le dice Nicodemo: «¿Cómo puede uno
nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso
entrar otra vez en el seno de su madre
y nacer?» Respondió Jesús: «En verdad,
en verdad te digo: el que no nazca de
agua y de Espíritu no puede entrar en
el Reino de Dios. Lo nacido de la
carne, es carne; lo nacido del Espíritu,
es espíritu. No te asombres de que te
haya dicho: Tenéis que nacer de lo
alto. El viento sopla donde quiere, y
oyes su voz, pero no sabes de dónde
viene ni a dónde va. Así es todo el que
nace del Espíritu.»
¿Pasas por la vida o crees, de
verdad, que es necesario saborear la
vida?
¿Bajas a lo profundo de tu interior,
donde Dios, su Espíritu, habita en ti,
o prefieres andar por la superficie?
En lo profundo… no hay nada que
no sea sorprendente. Pídele a Dios
que sorprenda tu vida, que te haga
capaz, aún hoy, de tener los ojos
abiertos a su obra en ti y en el
mundo que te rodea.
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[espacio del corazón]
Momento de silencio y de compartir.
Quien quiera puede compartir en voz alta una pequeña reflexión, un trozo de la Palabra de
Dios que le haya llamado la atención. Puede también pedir por algo o alguien, o dar gracias.
Canto: Que en mí sólo hable tu amor.
si mi LA RE si LA RE mi FA#
Cristo Jesús, oh fuego que abrasa, que las tinieblas en mí no tengan voz. si mi LA RE SOL mi si FA# si
Cristo Jesús, disipa mis sombras. Y que en mí sólo hable tu amor.
Oración
Salvador de toda vida, al seguirte elegimos amar, en ningún caso
endurecer nuestro corazón. Tú quieres que nos dejemos acompañar por
tu Palabra que, en lo profundo de nuestro corazón, crece y nos
sorprende, dando nueva fuerza a nuestra vida cansada.