esta obra se lleva a cabo durante un período de varios ......natalia ivanovna, su novia y después...

102

Upload: others

Post on 27-Jan-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • EstaobrasellevaacaboduranteunperíododevariosañosenunpuebloprovincialendondelashermanasProzorovvivenjuntoasuhermanoAndrei.Olga,quieneslamayor,esmaestraenunaescuela;Mashaestácasadainfelizmenteconunmaestrodelamisma escuela e Irina yAndrei sueñan con volver aRusia.Vershinin, el nuevotenientedelaarmadaseunealgrupoalquetambiénperteneceeldoctorChebutykinque se encarga de decir a todo el que lo escucha que se ha olvidado de toda lamedicinaqueaprendió.

    Esta obramuestramaravillosamente personalidades, relaciones y lasmotivaciones.ExploraladistanciaentrelaesperanzaylaplenitudenlasvidasdelosProzorovsysusamigos.

    Chejov describió esta pieza como una obra de comedia, donde no hay héroes nisucesionesdeactostrágicos.Lospersonajestienenmuchasfallasasícomovirtudes,perotodasenescalashumanas.

    ebookelo.com-Página2

  • AntónChéjov

    TreshermanasePubr1.5

    Titivillus16.11.2018

    ebookelo.com-Página3

  • Títulooriginal:TrisestryAntónChéjov,1901Traducción:E.PodgurskyIlustracióndeportada:TheTurfBench,IliáRepin,1876Editordigital:TitivillusePubbaser2.0

    ebookelo.com-Página4

  • Índicedecontenido

    Personajes

    ActoIEscenaIEscenaIIEscenaIIIEscenaIVEscenaVEscenaVI

    ActoIIEscenaIEscenaIIEscenaIIIEscenaIVEscenaVEscenaVIEscenaVIIEscenaVIIIEscenaIX

    ActoIIIEscenaIEscenaIIEscenaIIIEscenaIVEscenaVEscenaVIEscenaVII

    ActoIVEscenaIEscenaIIEscenaIIIEscenaIVEscenaVEscenaVIEscenaVIIEscenaVIIIEscenaIX

    Sobreelautor

    ebookelo.com-Página5

  • PERSONAJES

    ANDREISERGUEEVICHPROSOROV.

    NATALIAIVANOVNA,sunoviaydespuéssumujer.

    OLGA,MASCHA,IRINA,sushermanas.

    FEDORILICHKULIGUIN,profesorenuncolegio,esposodeMascha.

    ALEXANDERIGNATIEVICHVERSCHININ,tenientecoronelalmandodeunabatería.

    NIKOLAILVOVICH,BARÓNTUSENBACH,primerteniente.

    VASILIVASILLEVICHSOLIONII,capitán.

    IVÁNROMANOVICHCHEBUTIKIN,médicomilitar.

    ALEKSEIPETROVICHFEDOTIK,segundoteniente.

    VLADIMIRKARLOVICHRODE,segundoteniente.

    FERAPONT,guardadelAyuntamiento.Unviejo.

    ANFISA,elama.Ancianadeochentaaños.

    Laaccióntienelugarenunaciudaddeprovincia.

    ebookelo.com-Página6

  • ACTOI

    LaescenarepresentaunasaladelacasadelosPROSOROVatravésdecuyascolumnassedivisaungransalón.Esmediodía.Enlacallebrillaunsolalegre,yenelsalónsedisponelamesaparaelalmuerzo.

    ebookelo.com-Página7

  • EscenaI

    OLGA,vestidaconeluniformeazuldeprofesoradeuncolegiodeniñas,corrige,depieyandando, loscuadernosde susalumnas.MASCHA, denegro, y sentada, conelsombrerodescansando sobre las rodillas, lee enun libro. IRINA, de blanco, está depie,enactitudpensativa.

    OLGA.—Hoyhaceunañojustoquemuriónuestropadre…Exactamenteenestecincodemayo, Irina, día de tu santo…Hacíamucho frío y nevaba…Creí entonces nopoder sobrevivir a aquello…Tú te habías desmayado y estabas tendida como unamuerta…Hapasadounaño,sinembargo,yyanosesfácilrecordarlo…Ahoravistesdeblancoytucararesplandece.(Danlasdoce).¡Tambiénentoncessonóelreloj…!Recuerdo que se llevaron a nuestro padre con música, y que en el cementerio sedispararon salvas… Aunque era general de brigada, el acompañamiento fue muynumeroso…¡Verdadquecaíanacántaroslalluviaylanieve…!

    IRINA.—¿Paraquérecordarlo?

    ebookelo.com-Página8

  • EscenaII

    A travésde lascolumnas, seveentrarenel salónaTUSENNBACH,aCHEBUTIKIN y aSOLIONII.

    OLGA.—Hoynohaceningúnfrío,sepuedentenerlasventanasdeparenpary,sinembargo, los abedulesnohan abierto todavía…Haceonce añosquenuestropadrerecibió el mando de la brigada y que salimos con él de Moscú… Recuerdoperfectamente que en Moscú, por esta época, a primeros de mayo, todo está yaflorecido, inundado de sol, y hace un tiempo hermoso… ¡Once años y aún meacuerdodeaquellocomosimehubieraidodeallíayer…!¡Diosmío…!¡Cuandomedesperté estamañanahabía tal cantidad de luz…! ¡Vi la primavera, el alma semeemocionóydeseéardientementevolverallí…!

    CHEBUTIKIN.—¡Diablos!

    TUSENBACH.—¡Claroquenosonmásquetonterías!(MASCHA, pensativa y con la cabeza inclinada sobre el libro, silba ligeramenteunacanción).

    OLGA.—Nosilbes,Mascha…Noesbonito.(Pausa).Esteirtodoslosdíasalcolegioy pasarme luego el tiempo dando lecciones hasta el anochecer, me produce unconstante dolor de cabeza y despierta enmí la idea de la vejez…Y, en efecto, enestos cuatro años que llevo trabajando en el colegio siento cómo se me han idoescapando,díaadíaygotaagota,lasfuerzasylajuventud.¡Solounacosacreceysefortalecedentrodemí:unsueño…!

    IRINA.—Sí…EldemarcharseaMoscú…,venderlacasa,terminarcontodoesto,y…aMoscú.

    OLGA.—Sí.AMoscúcuantoantes.(CHEBUTIKINyTUSENBACHríen).

    IRINA.—Nuestro hermano se hará, seguramente, profesor, y no se quedará a viviraquí.LoúnicoquenosretieneeslapobreMascha.

    OLGA.—MaschavendrátodoslosañosaMoscúapasarelverano.(MASCHAsilbaalegrementeunacanción).

    IRINA.—SiDiosquiere,todosearreglará.(Fijandolavistaenlaventana).¡Québuentiempohace…!¡Noseporqué tengohoyenelalma tanta luz…!¡Estamañana,al

    ebookelo.com-Página9

  • recordarqueeraeldíademisanto,mediodeprontounaalegría…!Ymeacordédecuandoerapequeñayvivíaaúnmamá…¡Yquépensamientosmásplacenteros losmíos!

    OLGA.—¡Hoyestásdeunradianteytemeparecestanextraordinariamentebonita…!TambiénMascha lo esmucho…Andrei estaríamuy bien si no hubiera engordadotanto…, lo cual no le va. Yo, en cambio, he envejecido y he adelgazado mucho.¡Seguramentepor loqueenelcolegiomeenfadocon lasniñas!Hoy,porejemplo,queestoylibreyencasa,nomeduelelacabezaymesientomásjovenqueayer…No tengo más que veintiocho años… ¡Claro que todo está bien…! ¡Que todo esvoluntaddeDios…!,perosemefiguraquesiestuvieracasadaytuvieraquepasarmeeldíaencasa,estaríamejor.(Pausa).Querríaamimarido…

    TUSENBACH. —(A SOLIONII). ¡Qué tonterías dice usted! ¡Me aburre escucharle!(Entrando en la sala). Olvidaba decirles que hoy vendrá a hacerles una visitaVerschinin,nuestronuevojefedebatería.(Sesientaanteelpiano).

    OLGA.—Muybien.Encantada.

    IRINA.—¿Esviejo?

    TUSENBACH.—No…Nomucho.Tendrá,alosumo,cuarentaocuarentaycincoaños.(Empiezaatocarsuavemente).Parecesimpático,yseguroquenotienenadadetonto,aunquehablamucho.

    IRINA.—¿Eshombreinteresante?

    TUSENBACH.—Sí…, no está mal. Tiene mujer, suegra y dos niñas. Hay que decirtambién que es casado dos veces.Cuando va de visita, en todas partes cuenta quetienemujerydosniñas.Aquílodiráigualmente…Sumujeresunaalocadadelargatrenza,quenohablamásquedetemassuperiores,filosofíay,decuandoencuando,intenta suicidarse, seguramente por fastidiar a sumarido…Yohacemucho tiempoquemehubieramarchado,peroélseloaguantaysecontentaconlamentarse.

    SOLIONII.—(DejandoelsalónyentrandoenlasalaseguidodeCHEBUTIKIN).¡Conunamanonosoycapazdelevantarmásde«pud»[1]ymedio,yconlasdoslevantocincoyhastaseis,porloquellegoalaconclusióndequedoshombresnotieneneldoble,sinoeltripleyquizámás,delafuerzadeunosolo…!

    CHEBUTIKIN.—(Andandoyleyendoelperiódico).«Paralacaídadelpelo,dosgramosde naftalina por media botella de alcohol… Diluir y aplicar diariamente»…(Escribiendoenellibrodeapuntes).Tomaremosnota.(ASOLIONII).Demaneraque,comoleibadiciendo,elcorchitosemeteenlabotellitaatravesadaporuntubitodecristal.Luegocogeustedunpuñadodealumbre.

    ebookelo.com-Página10

  • IRINA.—¡IvánRomanich!¡QueridoIvánRomanich!

    CHEBUTIKIN.—¿Quéhay,nenitamía?…¡Mialegría!

    IRINA.—¡Dígame!¿Porquémesientohoytanfeliz?…¡Mepareceenteramenteteneralasy,encimademicabeza,unanchocieloazulporelquepasaranvolandograndespájarosblancos…!¿Porquéserá?¿Porqué?

    CHEBUTIKIN.—(Conternura,besándoleambasmanos).¡Mipájaroblanco!

    IRINA.—¡Hoy,cuandomedesperté,melevantéymelavé,mepareciódeprontoquetodoestabaclaroparamíenestemundo!¡Quesabíacómohayquevivir…!¡Ylosé,queridoIvánRomanich…!¡Elhombre,seaquiensea,tienequetrabajarconelsudordesufrente!¡Enestosoloestáelsentidoyelfindesuvida,desufelicidad,desusentusiasmos…! ¡Qué hermoso ser el picapedrero que, apenas amanece, se levantaparapicarpiedrasenlacalle…,oelpastor,oelmaestroqueinstruyeniños…,oelmaquinistadelferrocarril…!¡Diosmío…!¡Nodigoyaserhombre…!¡Preferibleesserunbueyounsimplecaballoytrabajar…,queserlamujerjovenqueselevantaalas doce, toma su café en la cama e invierte dos horas vistiéndose…! ¡Oh, quéterrible…!¡Esaseddebeberquesesienteendíadecalor,tengoyodetrabajar…!¡Ysinomadrugoynotrabajo,retíremesuamistad,IvánRomanich!

    CHEBUTIKIN.—(Conternura).Selaretiraré,selaretiraré…

    OLGA.—Nuestro padre nos acostumbró a levantarnos a las siete…Ahora, Irina sedespiertaaesahora;perohastalasnueve,porlomenos,seestáenlacamapensandoennoséqué…¡Yconunacaratanseria!(Ríe).

    IRINA.—¡Esqueestásacostumbradaaconsiderarmecomounaniña,yteresultararovermeseria…!¡Tengoyaveinteaños!

    TUSENBACH.—¡Esatristezadelnotrabajar…,cómolacomprendo,Diosmío…!¡Yonohetrabajadonuncaenmivida!¡NacíenunPetersburgofríoyocioso…;deunafamilia que no supo nunca de trabajo ni de privaciones…! ¡Recuerdo que cuandovolvíaacasadesdemi regimiento,el lacayomequitaba lasbotasyyomeponíaahacercaprichosbajolamiradadeadoracióndemimadre,queseasombrabadequelosdemásnomevierancomoella…!¡Semepreservabadeltrabajo,aunquequizánoconsiguieron impedírmelo del todo…! ¡La hora ha llegado de que se cierna sobrenosotrosuna inmensidaddenubes…,dequeseprepareuna fuerteysana tormentaque ya avanza y está próxima y que de un soplo ahuyentará pronto de nuestrasociedad la pereza, la indiferencia, el prejuicio contra el trabajo y el podridoaburrimiento…!¡Yotrabajaré,ydentrodeveinticincootreintaañostrabajarántodosloshombres!¡Todos!

    CHEBUTIKIN.—Yonotrabajaré.

    ebookelo.com-Página11

  • TUSENBACH.—Austednoselecuenta.

    SOLIONII.—¡Dentrodeveinticincoaños,yanoestaráustedenestemundo,graciasaDios…!¡Dentrodedosotresañosledará,probablemente,unsoponcioalacabezaysemorirá,oyo,ángelmío,enunmomentodearrebato,lepegaréuntiroenlafrente!(Sacadelbolsillounfrascodeperfumeyserocíaconélelpechoylasmanos).

    CHEBUTIKIN. —(Riendo). ¡La verdad es que yo nunca hice nada…! ¡Salí de launiversidadynovolvíadargolpe!¡Nisiquieraaleerunlibro!¡Noleomásqueelperiódico! (Sacando otro del bolsillo). ¡Aquí tengo uno! ¡Por los periódicos meenterodequeexistió,porejemplo,untalDobroliubov[2]…!,pero…¿quéfueloqueescribió?…Nolosé…¡SoloDioslosabrá…!(Seoyenunosgolpecitosenelsuelodadoseneltechodelpisoinferior).Aquíestáya.Mellamanabajo.Esalguienqueviene a verme. En seguida vuelvo. Espérenme. (Sale apresurado atusándose labarba).

    IRINA.—Conseguridadestátramandoalgo.

    TUSENBACH.—Sí.Llevabaunaexpresióndecaramuysolemne.Subiréahoraconunregalo.

    IRINA.—¡Quédesagradable!

    OLGA.—¡Sí,esterriblementedesagradable!¡Nohacemásquetonterías!

    MASCHA.—(Levantándoseycanturreandoamediavoz).

    ¡Juntoalmarhayunrobleverde,conunacadenadeoroprendidaenél!Conunacadenadeoroprendidaenél…

    OLGA. —Hoy no estás alegre, Mascha. (Ésta, siempre canturreando, se pone elsombrero).¿Adóndevas?

    MASCHA.—Acasa.

    IRINA.—¡Quéraro!

    TUSENBACH.—¡Irseenundíadesanto!

    MASCHA.—Es igual…Vendré a la tarde.Adiós, queridamía. (Abrazandoa IRINA).Otra vez vuelvo a desearte que seas muy feliz y tengas mucha salud… En otrostiempos, en vida de nuestro padre, en los días de santo no bajaban de treinta ocuarenta los oficiales que venían a casa… ¡Qué animación aquella…! ¡Ahora, encambio,nohayaquímásdepersonaymedia,ylamismacalmaqueeneldesierto!Memarcho…Hoymesientoalgomelancólica…Noestoyalegre…¡Perotúnome

    ebookelo.com-Página12

  • hagas caso! (Riendo entre lágrimas).Ya hablaremos después.Entre tanto…, adiós,queridamía…Meiréaalgunaparte…

    IRINA.—(Contrariada).¡Ay…,cómoeres!

    OLGA.—(Entrelágrimas).Tecomprendo,Mascha…

    SOLIONII.—¡Cuandounhombre filosofa, saleuna filosofística…,ounasofística…;perosiesunamujerodoslasquefilosofan,loquesalees«comounabroma»!

    MASCHA.—¿Quéquiereusteddecirconeso,hombreterrible?

    SOLIONII.—Nada…«Apenashetenidotiempoderespirar,yyameataca».(Pausa).

    MASCHA.—(AOLGA,conenfado).¡Nollores!

    ebookelo.com-Página13

  • EscenaIII

    EntranANFISAyFERAPONTconunatarta.

    ANFISA.—¡Poraquí,padrecito! ¡Entra! ¡Tienes lospies limpios! (A IRINA).Esde laDiputación.DeProtopopov,MijailIvanich…Unatarta…

    IRINA.—Gracias.Dalelasgracias.(Cogeensusmanoslatarta).

    FERAPONT.—¿Cómodice?

    IRINA.—(Alzandolavoz).¡Queledeslasgracias!

    OLGA.—Amita…,daleunpocodetarta.Anda,Ferapont…Ahítedarántarta.

    FERAPONT.—¿Cómodice?

    ANFISA.—¡Vamos,padrecitoFerapontSpiridonich!¡Vamos!(Salenambos).

    MASCHA.—¡NomegustaeseProtopopov…MijailPotapichoMijailIvanich…!¡Nohayqueinvitarle!

    IRINA.—Yonoleheinvitado.

    MASCHA.—Mejorquemejor.

    ebookelo.com-Página14

  • EscenaIV

    EntraCHEBUTIKIN, seguido de un soldado cargado con un «samovar» de plata. Seoyenexclamacionesdeasombroydesaprobación.

    OLGA. —(Cubriéndose el rostro con las manos). ¡Un «samovar»…! ¡Es terrible!(Entrandoenelsalón,sedirigealamesa).

    IRINA.—¡IvánRomanich!¡Querido…!¿Quéhaceusted?

    TUSENBACH.—¿Noselohabíadicho?

    MASCHA. —¡Iván Romanich! ¡No tiene usted vergüenza…! ¡Sencillamente, no latieneusted!

    CHEBUTIKIN. —¡Queridas mías…! ¡Son ustedes lo único que tengo…! ¡Lo máspreciosoparamíenestemundo…!¡Prontocumplirélossesenta!¡Soyunviejo!¡Unsolitario! ¡Un viejo inútil…! ¡No hay nada bueno en mí salvo este amor que lestengo, y, si no fuera por ustedes, hace tiempo que no estaría ya en el mundo! (AIRINA). ¡Minenitaquerida…!¡Laconozcodesdeeldíaquenació! ¡La llevéenmisbrazos!¡Tuvegrancariñoasudifuntamadre!

    IRINA.—Pero¿porquéhacerunosregalostancaros?

    CHEBUTIKIN.—(Entrelágrimas,peroenfadado).¡Regaloscaros…!¡Vayaunacosa…!(Al Asistente). ¡Llévate allí el samovar! (Remedándola). ¡Regalos caros…! (ElAsistentetransportaelsamovaralsalón).

    ANFISA.—(Entrandoenlasala).¡Queridas…!Ahíestáuncoronelquenoconozco.Yasehaquitadoelabrigo,nenitas,yvienehaciaacá.¡Arinuschka…!¡Séamable…!¡Sécariñosa!(Saliendo).¡Hacetiempoqueyaeshoradealmorzar…!¡Diosmío…!

    TUSENBACH.—Verschinin,seguramente.(EntraVERSCHININ).¡EltenientecoronelVerschinin!

    VERSCHININ.—(AMASCHAya IRINA).Tengoelhonordepresentarme…Verschinin…¡Cuánto,cuántomealegrodeverme,porfin,ensucasa…!¡Ay,ay…,quécambiadasestán…!

    IRINA.—¡Siéntese,porfavor…!¡Tambiénnosotraslevemosconmuchogusto!

    VERSCHININ.—(En tono jovial). ¡Qué contento estoy! ¡Pero son ustedes tres…, lashermanas…!Yorecuerdoatresniñas.Desuscarasnomeacordaba,perosídequesu

    ebookelo.com-Página15

  • padre,elcoronelProsorov,teníatresniñaspequeñas.Estolorecuerdoperfectamente,porquelasviconmispropiosojos…¡Cómopasaeltiempo!

    TUSENBACH.—AlexanderIganatievichesdeMoscú.

    IRINA.—¿DeMoscú?…¿EsusteddeMoscú?…

    VERSCHININ.—Deallísoy,enefecto.Sudifuntopadreeraallájefedebateríacuandoyoestabadeoficialenlamismabrigada.(AMASCHA).Meparecerecordarunpocosucara.

    MASCHA.—Puesyoaustednolerecuerdo.

    IRINA.—¡Olga!¡Olga…!(Alzandolavozydirigiendosullamadaalsalón).¡Venacá,Olga! (OLGA entra en la sala). ¡Resulta que el teniente coronel Verschinin es deMoscú!

    VERSCHININ.—¿Entonces…, ésta esOlgaSergueevna, lamayor, usted esMaría.Yusted,Irina,lapequeña?…

    OLGA.—¿ConqueesusteddeMoscú?

    VERSCHININ.—Sí…EnMoscúestudiéyenMoscúentréenelservicio,residiendoallíbastantetiempo…Luegomedieronelmandodeestabateríayaquímevine,comovenustedes…Enrealidad, lasrecordabapoco…Soloqueerantreshermanas…Supadre,encambio,sequedógrabadoenmimemoria,ysiahora,porejemplo,cierrolosojos,sigoviendolecomocuandoestabaenvida…SolíavisitarlesenMoscú…

    OLGA.—¡Yyoquecreíaquemeacordabadetodoelmundo,resultaque…!

    VERSCHININ.—MinombreesAlexanderIgnatievich.

    IRINA.—¡ConquedeMoscú,AlexanderIgnatievich!¡Quésorpresa!

    OLGA.—Nosotrastenemosintencióndetrasladarnosallí.

    IRINA. —Esperamos estar allí ya para el otoño… Es nuestra ciudad… En la quenacimos…EnlacalleStaraiaBasmannaia…(Ambasríendecontento).

    MASCHA.—¡Cuandomenosloesperábamos,encontramosunpaisano!(Entonovivo).¡Ahoraempiezoaacordarme…!¿Recuerdas,Olga,aunoque llamabanencasa«elMayorenamorado»?…¡Eltenienteentonceserausted!¡Estabaustedenamoradodealguien,ytodos,noséporqué,porhacerlesindudarabiar,lellamaban«Mayor»!

    VERSCHININ.—¡Eso,eso…!¡El«Mayorenamorado»…!¡Eso!

    ebookelo.com-Página16

  • MASCHA. —¡No tenía usted más que bigote…! ¡Oh, como ha envejecido!(Saltándoselelaslágrimas).¡Cómohaenvejecido!

    VERSCHININ. —¡Sí…! ¡Cuando me llamaban «el Mayor enamorado» era joven yestaba,enefecto,enamorado…!¡Quédiferenteesahoratodo!

    OLGA.—¡Perosinotieneustedniunacana!¡Estáustedenvejecido,perotodavíanoesviejo!

    VERSCHININ. —¡Sin embargo, tengo ya cuarenta y dos años…! ¿Hace mucho quedejaronustedesMoscú?

    IRINA.—¡Onceaños…!Bueno;pero¿porquélloras,Mascha?…¡Quétonta!(Entrelágrimas).¡Amítambiénmeestáshaciendollorar!

    MASCHA.—¡Noesnada…!¿Enquécallevivíausted?

    VERSCHININ.—EnlaStaraiaBasmannaia.

    OLGA.—Comonosotras…

    VERSCHININ.—Entiempo,vivíenlacalleNemetzkaia…Recuerdoque,parairdelacalleNemetzkaiaaloscuartelesKrasnie,teníaquepasarporunsombríopuentebajoel que se oía el chapoteo del agua… ¡Aun solitario le dará tristeza atravesarlo…!(Pausa). ¡Aquí, en cambio, el río es tan ancho, tan caudaloso…! ¡Es un ríomaravilloso!

    OLGA.—Sí,perohacefrío…Hacefríoyhaymosquitos.

    VERSCHININ.—¡Nodigan…!¡Elclimaesaquí tansano…!¡Tanbueno…!¡Bosque,ríoyhastaabedules…!¡Simpáticosytímidosabedules…!¡Sonlosárbolesquemásquiero…!¡Quéhermosoesviviraquí!¡Loquesíseextrañaesqueestélaestación,nadiesabeporqué,aunadistanciadeveinteverstas!

    SOLIONII.—Puesyosí séporqué. (Todos lemiran).Porquesi laestaciónestuvieracerca,noestaríalejos,ysiestálejos,esporquenoestácerca…(Sehaceunsilencioincómodo).

    TUSENBACH.—¡Québromistaesusted,VasiliiVasilievich…!

    OLGA.—¡Yotambiénlerecuerdoahora…!¡Lerecuerdo,sí!

    VERSCHININ.—Conocítambiénasumadre.

    CHEBUTIKIN.—¡Québuenaera!¡Enpazdescanse!

    IRINA.—MamáestáenterradaenMoscú.

    ebookelo.com-Página17

  • OLGA.—EnelmonasterioNovo-Devichii…

    MASCHA. —¡Figúrese que ya empieza a olvidárseme su cara…! ¡Lo mismo nosolvidaránanosotros!

    VERSCHININ. —Si… Nos olvidarán. ¡Ése es nuestro sino, contra el que nada sepuede…! ¡Lo que ahora nos parece serio, significativo, de gran importancia…,llegaráeldíaenqueloolvidemososenosantojepocoimportante…!¡Esinteresante,enrealidad…!Enelmomentoactualnopodemossaberqué,coneltiempo,llegaráatenersepor importanteyquépor lastimosoyridículo.¿AcasoeldescubrimientodeCopérnicoo el deColónno fueron considerados, en susprincipios, como fútiles yrisibles,mientras cualquiermajaderíaque escribieraun chiflado era tenidaporunaverdad?…¡Puedequeestavidaactualnuestra,queahoranossatisface,llegueundíaa resultar extraña, incómoda, necia, y no solo insuficientemente pura, sino hastapecaminosa…!

    TUSENBACH.—¡Quiénsabe…!¡Quizá,porelcontrario,selacalifiquedesuperiorysela recuerde con respeto! ¡Ahora no haymartirios, ni ejecuciones, ni invasiones…!¡Cuántossufrimientosquedan,sinembargo!

    SOLIONII. —(Con voz chillona). «¡Pitas! ¡Pitas! ¡Pitas!»… ¡El barón prefiere lafilosofíaalacomida!

    TUSENBACH.—¡VasilVasilich!¡Leruegoquemedejeenpaz!¡Resultayacargante!(Cambiadesitio).

    SOLIONII.—(Convozchillona).«¡Pitas!¡Pitas!¡Pitas!»…

    TUSENBACH. —(A VERSCHININ). Los sufrimientos que ahora apreciamos…, ¡y sontantos…!,noshablan,sinembargo,deunciertogradodealturamoral,alcanzadoyaporlasociedad…

    CHEBUTIKIN.—¡Diceusted,barón,queundíallamarán«alta»anuestravida…,perono será por sus gentes…! (Poniéndose en pie). ¡Miren que bajito soy! ¡Será porconsolarmepor lo que lleguen a llamarla alta…! (Dedetrás del escenario llega elsonidodeunviolín).

    MASCHA.—EsAndrei,nuestrohermano,elquetoca…

    IRINA.—¡Es todo un sabio…! ¡Desde luego llegará a profesor…!Papá eramilitar,perosuhijoescogióunacarreracientífica.

    MASCHA.—Conformealdeseodepapá.

    OLGA.—Hoylehemosestadohaciendorabiar.Pareceserqueandaalgoenamorado…

    ebookelo.com-Página18

  • IRINA.—Deunaseñoritadelalocalidad.Luegovendrá,seguramente.

    MASCHA.—¡Ay…,perocómoseviste…!¡Aunquenollevecosasfeasopasadasdemoda…, sencillamente da lástima…! ¡Suele ponerse una falda rarísima, amarillofuerte,adornadaconunflecodelomásvulgar,yacompañadadeunablusaroja!¡Ysusmejillasresultantanfregadas…!¡Andreinoestáenamorado!¡Nopuedoadmitirsiquieralaidea…!¡Es,sencillamente,porquenosquierehacerrabiar,porloquehaceesastonterías…!AyeroídecirqueellasecasabaconProtopopov,elpresidentedelaDiputación… ¡Ojalá fuera así! (Volviendo la cabeza hacia la puerta inmediata).¡Andrei!¡Venacá!¡Solounmomento,querido!

    ebookelo.com-Página19

  • EscenaV

    EntraANDREI.

    OLGA.—Mihermano,AndreiSergueich.

    VERSCHININ.—(Presentándose).¡Verschinin!

    ANDREI.—(Presentándose).¡Prosorov!(Enjugándoseelsudordelrostro).¿Aquíalmandodelabatería?

    OLGA.—¡FigúratequeAlexanderIgnatievichesdeMoscú…!

    ANDREI.—¿Sí?…Puesqueseaenbuenhora…Mishermanas,desdeestemomento,yanoledejaránenpaz.

    VERSCHININ.—Yahetenidotiempodeaburrirlas.

    IRINA.—¡MireelmarquitoderetratoquemeharegaladohoyAndrei!(Mostrándoleelmarquito).¡Estáhechoporélmismo!

    VERSCHININ.—(Contemplándolosinsaberquédecir).Sí…Es…

    IRINA.—¡Yaquelotrodeencimadelpiano,tambiénlohizoél!(ANDREI,conungestodeimpaciencia,seapartadelgrupo).

    OLGA. —¡Tenemos en él a todo un sabio…! ¡Toca el violín y talla infinidad decositas!¡Enunapalabra:lodominatodo…!¡Andrei!¡Notevayas…!¡Hatomadolacostumbredemarcharse!¡Venacá!(MASCHAeIRINA,entrerisasycogiéndoleporlosbrazos,leobliganavolver).

    MASCHA.—¡Ven!¡Ven!

    ANDREI.—¡Dejadme,porfavor!

    MASCHA. —¡Tiene gracia! ¿No llamaban en tiempos a Alexander Ignatievich «elMayorenamorado»ynoseenfadabaenabsoluto?

    VERSCHININ.—Enabsoluto.

    MASCHA.—¡Puesyoquierollamarteati«elviolinistaenamorado»!

    IRINA.—¡O«elprofesorenamorado»!

    OLGA.—¡PorqueAndriuschkaestáenamorado…!¡Estáenamorado!

    ebookelo.com-Página20

  • IRINA.—(Aplaudiendo).¡Bravo!¡Bravo…!¡Bis…!¡Andriuschkaestáenamorado!

    CHEBUTIKIN.—(AcercándoseaANDREIporlaespaldaycogiéndoleconambasmanosporeltalle).«¡SoloparaelamorfuimoscreadosporlaNaturaleza!».(Ríe,siempresinsepararsedelperiódico).

    ANDREI.—¡Bueno…,basta,basta…!(Enjugándoseelrostro).Nohepegadolosojosentodalanoche,ynomeencuentroahoraencaja…Mepusealeerhastalascuatro;despuésmeeché,peronoconseguínada…Pensandoenestoyen lootro, llegóelamanecer,ylaalcobasemellenódesol…Quieroesteverano,mientrasestoyaquí,traducirunlibrodelinglés.

    VERSCHININ.—¿Leeustedinglés?

    ANDREI.—Sí;nuestropadre,queenpazdescanse,nosmartirizabaconlaeducación…Resulta cómico y tonto, pero hay que reconocer que desde que murió empecé aengordar…¡Engordéenunaño,comoengordaelque lequitandeencimaungranpeso…! Gracias a nuestro padre, mis hermanas y yo sabemos francés, inglés,alemán…,eIrinaitaliano…;pero…,¡quénonoscostaría!

    MASCHA.—¡Enunaciudadcomoésta,poseertresidiomasesunlujoinútil…!¡Niunlujo siquiera! ¡Un aditamento sobrante…! ¡Tenemos muchos conocimientossuperfluos!

    VERSCHININ.—¡Vamos…!¡Conquetienenustedesmuchosconocimientossuperfluos!¡Amí,encambio,semefiguraquenopuedeexistirciudad,poraburridaytristequesea,enlaquenoresultenecesarialapersonainteligenteeinstruida…!¡Admitamosqueentreloscienmilhabitantesdeestaciudad,desdeluegoatrasada,solohayatresqueselesasemejen…!¡Naturalmente,seránustedesincapacesdedominaralamasaoscura que les rodea…! ¡Poco a poco, en el curso de la vida, se verán ustedesobligados a ceder, a perderse en lamuchedumbre de las cienmil personas…! ¡Lavidalesahogará;perosuexistencia,sinembargo,nohabrápasadosindejarrastro…!¡Después de ustedes…, iguales a ustedes…, habrá primero seis, luego doce, y asísucesivamentehastaquesealagentecomoustedeslaqueconstituyalamayoría…!¡Dentro de doscientos o trescientos años, la vida será indescriptiblementemaravillosa!¡Ésaeslavidaqueelhombrenecesita,ysiactualmentenolatiene,hadepresentirla, esperarla, soñar con ella, prepararsepara ella…! ¡Por eso, tienequesabermásyvermásdeloquesupieronyvieronsupadreysuabuelo…!(Riendo).¡Yustedlamentándoseyllamandosuperfluosasusconocimientos!

    MASCHA.—(Quitándoseelsombrero).Mequedoaalmorzar.

    IRINA.—(Conun suspiro). ¡Laverdad es quedeberíamos tomarnota de todo esto!(ANDREIhadejado,sinservisto,laestancia).

    ebookelo.com-Página21

  • TUSENBACH.—¿Dice usted que la vida, al cabo demuchos años, serámaravillosa?¡Cierto…,ciertoque,paraintervenirahoraenella,aunquesoloseadelejos,hayqueprepararse…,quetrabajar…!

    VERSCHININ. —(Levantándose). ¡Desde luego…! Pero ¡cuántas flores hay aquí!(Mirandoasualrededor).¡Tienenustedesunpisomagnífico!¡Lasenvidio…!¡Yoherodadotodamividaporesospisitosamuebladoscondossillasyundiván,enlosquelasestufashacenhumo…!¡Loquemefaltósiempreenlavidaesprecisamenteestasflores…!(Frotándoselasmanos).¡Enfin,quéselevaahacer!

    TUSENBACH.—¡Sí…!¡Esmenestertrabajar…!¡Seguroqueestáustedpensando:«alalemánésteteheconmovido…»;peroledoymipalabradehonordequesoyrusoydequenisiquierahabloalemán!¡Mipadreesortodoxo!(Pausa).

    VERSCHININ. —(Dando algunas vueltas por el escenario). ¡Con frecuencia se meocurre pensar en si sería posible empezar otra vida y, además, vivirla de unmodoconsciente…!¡Lavidayavividaseríaelborrador,ylanueva,elllamado«escritoenlimpio»…! ¡Todos, entonces, creo yo, pondríamos nuestros mayores afanes en norepetirnos a nosotrosmismos…! ¡Yo,por lomenos, daríaunnuevo ambiente amivida! ¡Me instalaríaenunpisocomoéste…,con floresymucha luz…!Tengounamujerydoshijas…Hayquedecirquemimujerestáenferma,etcétera…Situvieraquevolveravivir,nomecasaría…

    ebookelo.com-Página22

  • EscenaVI

    EntraKULIGUIN,deuniformedegala

    KULIGUIN.—(Acercándosea IRINA). ¡Hermanaquerida…!¡Permítemeque te feliciteen el día de tu santo y que te desee de todo corazón cuanto pueda desearse a unajovendetusaños!¡Tetraigotambiéncomoregaloestelibro!(Ofreciéndoleuno).Esunahistoria,escritapormí,denuestrocolegio,quecomprendesuscincuentaañosdeexistencia.Ellibroesinsignificanteyhasidoescritopormí,pornotenernadamejorque hacer, pero, no obstante, léelo. ¡Buenos días, señores! (A VERSCHININ).¡Kuliguin…!Profesordelcolegiolocalyconsejerocivil.(AIRINA).Ellibrocontieneunareferenciaacuantos,enelcursodeestoscincuentaaños,terminaronsusestudiosennuestrocolegio…«Feciquodpotui;faciantmeliorapotentes…».(BesaaMASCHA).

    IRINA.—¡PerosiyameregalasteunoigualporPascuadeResurrección!

    KULIGUIN.—¿Será posible?…Devuélvemelo entonces, o si no…, quizá seamejorque se lo des al coronel… Tómelo, coronel… Algún día el aburrimiento le haráleerlo.

    VERSCHININ. —Muy agradecido. (Disponiéndose a marcharse). ¡Encantado dehaberlassaludado!

    OLGA.—¿Quesemarchausted?…¡No!¡No…!

    IRINA.—¡Sequedaustedaalmorzarconnosotros…!¡Porfavor…!

    OLGA.—¡Seloruego!

    VERSCHININ.—(Conunainclinacióncortés).¡Segúnparece,hecaídoaquíenundíadesanto…!¡Perdoneque,pornosaberlo,nolahayafelicitado!(SetrasladaconOLGAalsalón).

    KULIGUIN. —¡Hoy, señores, es domingo y, por tanto, día de descanso…!¡Descansemos, pues…! ¡Divirtámonos todos, cada uno conforme a su edad ysituación…!Porcierto,hayquequitar lasalfombrasduranteelveranoyguardarlashasta el invierno con naftalina o polvos persas… ¡Los romanos eran gente sana!¡Sabíantrabajar,perosabíantambiéndescansar!¡Teníanuna«menssanaincorporesano»…!¡Suvidafluíaconarregloadeterminadasformas…!Nuestrodirectorsueledecir: «¡Lo importante en una vida es su forma!». «¡Lo que pierde su forma,acaba!»…Así ocurre igualmente en nuestra vida cotidiana… (Cogiendo aMASCHA

    ebookelo.com-Página23

  • poreltalleyriendo).¡Maschamequiere!¡Mimujermequiere…!Lascortinashayque guardarlas también con las alfombras… ¡Hoy estoy contento y de un humormagnífico…!¡Alascuatro,Mascha,iremosacasadeldirector!¡Seestáorganizandounpaseodepedagogosconsusfamilias!

    MASCHA.—Yonovoy.

    KULIGUIN.—(Disgustado).¡Querida…!¿Porqué?

    MASCHA.—Luegohablaremos.(Conenfado).¡Iré,bueno…;perodéjame,porfavor!(Seapartadeél).

    KULIGUIN.—¡Pasaremosdespuéslatardeencasadeldirector…!¡Esunhombreque,pese a lo precario de su salud, hace losmayores esfuerzos pormostrarse sociable!¡Tiene un carácter magnífico y franco! ¡Excelente persona…! Ayer, después delconsejo, me decía: «¡Estoy cansado, Fedor Ilich…! ¡Estoy cansado!». (Tras unamiradaalrelojdeparedyotraalsuyo).Surelojadelantasieteminutos…«Sí…—decía—.¡Estoycansado!».(Dedetrásdelescenariollegaelsonidodeunviolín).

    OLGA.—¡Tenganlabondad!¡Pasenaalmorzar!

    KULIGUIN.—¡Ay,miqueridaOlga…!¡Loquetrabajéayer!¡Desdelamañanahastalasoncedelanoche!¡Acabécansadísimo,perohoymeencuentrofeliz!(Sedirigealamesa,enelsalón).

    CHEBUTIKIN.—(Guardándoseelperiódicoenelbolsilloyatusándoselabarba).¿UnPirog[3]?¡Magníficatarta!

    MASCHA.—(Entonosevero,aCHEBUTIKIN).¡Cuidado…!¡Nobebanada!¿Meoye…?¡Lehacedaño!

    CHEBUTIKIN.—¡Bah…!¡Esoyapasó! ¡Haceyadosañosquenobebo,yademás…(Impacientándose),quémásda!

    MASCHA.—¡Noseatreva,detodosmodos!¡Noseatreva!(Conenfado,peroevitandoquesumaridolaoiga).¡Diablos…!¡Otravezaaburrirseencasadeldirector!

    TUSENBACH.—Yoqueustednoiría.Lacosaessencilla.

    CHEBUTIKIN.—¡Novaya,monina!

    MASCHA. —¡Sí…, no vaya…! ¡Este maldito modo de vivir mío es insoportable!(Entraenelsalón).

    CHEBUTIKIN.—(Yendoenposdeella).¡Bueno!¡Bueno…!

    SOLIONII.—(Entrandoenelsalón).«¡Pitas!¡Pitas!¡Pitas!»…

    ebookelo.com-Página24

  • TUSENBACH.—¡Bastaya,VasiliiVasilich!¡Basta!

    SOLIONII.—«¡Pitas!¡Pitas!¡Pitas!»…

    KULIGUIN. —(Alegremente). ¡A su salud, coronel…! ¡Pedagogo de carrera, formopartedeestafamilia!¡SoyelmaridodeMascha…!¡Esmuybuena!¡Muybuena…!

    VERSCHININ. —¡Beberé un poco de esta vodka oscura…! (Bebe). ¡A su salud! (AOLGA).¡Quéagustomeencuentroensucasa!(EnlasalahanquedadosolosIRINAyTUSENBACH).

    IRINA.—Mascha está hoy demal humor… ¡Cuando se casó, a los dieciocho años,teníaasumaridoporelhombremásinteligentedelmundo…!Ahoraesdistinto…Eselhombremásbueno;peronoelmásinteligente.

    OLGA.—(Convozimpaciente).¡Andrei!¡Vendeunavez!

    ANDREI.—¡Ahoramismovoy!(Entraysedirigealamesa).

    TUSENBACH.—¿Enquépiensausted?

    IRINA.—Ennada…NomegustaeseSolioniiy,además,letengomiedo.Nodicemásquemajaderías.

    TUSENBACH. —Es un hombre raro… A mí me da lástima y me irrita a la vez…,aunqueesmayortodavíalalástimaquemeda…Semefiguraqueloquelepasaesqueestímido.Cuandoestoysoloconél,leencuentrointeligente,afable…,mientrasqueensociedadresultaunbruto…¡Nosemarche!¡Quesesienten…!¡Déjemeestara su lado…! ¿En qué piensa? (Pausa). ¡Usted tiene veinte años…; yo aún no hecumplidolostreinta…!¡Cuántosañostodavíaantenosotros…!¡Quélargahileradedíasparallenarlademiamorhaciausted!

    IRINA.—¡NikolaiLvovich…!¡Nomehabledeamor!

    TUSENBACH.—¡Tengo en el almauna sed ardiente de vida, de lucha, de trabajo…!¡Sedalaqueseuneahoramiamorporusted,Irina…,comoexprofesomaravillosaparaquelavidameparezcatambiénmaravillosa…!¿Enquépiensa?

    IRINA.—¡Diceustedquelavidaesmaravillosa…!Cierto;pero…,¿noseraquenosloparece solamente?… ¡Ninguna de nosotras, las tres hermanas, tuvimos una vidamaravillosa…!¡Nuestravidanosahogósiemprecomolamalahierba…!¡Meestáncayendo las lágrimas…!¡Estonodebeser! (Enjugándoserápidamente lasmejillas,sonríe).¡Trabajar…!¡Loquehayquehacerestrabajar…!¡Poresonosfaltaalegríaytenemos una visión tan sombría de la vida! ¡Porque no conocemos el trabajo!¡Procedemosdegentequelodespreciaba…!(EntraNATALIAIVANOVNAvestidaderosayconuncinturónverde).

    ebookelo.com-Página25

  • NATASCHA.—Yaestánsentándoseparaelalmuerzo…Llego retrasada. (Lanzándoseuna ojeada en el espejo y arreglándose el cabello). No estoy mal peinada…, meparece. (Apercibiéndose de la presencia de IRINA). ¡Irina Sergueevna, querida…!¡Felicidades…!(Labesalargayefusivamente).¡Tienenustedesmuchosinvitados,yesomeazara…!¡Buenosdías,barón!

    OLGA.—(Saliendodelsalón).¡AquítienenustedesaNataliaIvanovna!¡Buenosdías,queridamía!(Sebesan).

    NATASCHA.—¡Tienenustedesunareunióntannumerosa,quemesientoterriblementeacobardada!

    OLGA.—¡Quétontería!¡Aquítodoelmundoesdeconfianza!(Conaireasustadoyamediavoz).¡Llevausteduncinturónverde,querida…!¡Noestábien!

    NATASCHA.—¿Existe,acaso,algunasupersticiónsobreello?

    OLGA.—¡No…;esque,sencillamente,elcolorverdedesentonayhaceunefectoraro!

    NATASCHA.—(Convoz llorosa).¿Sí?…¡Perosínoesverde! ¡Siesmásbienmate!(Entra conOLGA en el salón. Todos toman asiento alrededor de la mesa. La salaquedavacía).

    KULIGUIN.—¡Tedeseo,Irina,unbuennovio!¡Yaeshoradequetecases!

    CHEBUTIKIN.—¡YotronoviotambiénparaNataliaIvanovna!

    KULIGUIN.—¡NataliaIvanovnatieneyanovio!

    MASCHA.—(Dandogolpecitosenelplatoconeltenedor).¡Tomaréunacopitadevinoy…paseloquepase!

    KULIGUIN.—¡Estásmereciendountres!

    VERSCHININ.—¡La«nalivka»[4]estámuyaromática!¿Conquélahanhecho?

    SOLIONII.—Concucarachas.

    IRINA.—(Convozllorosa).¡Uf…,quéasco!

    OLGA.—¡Paralacenatendremospavoasadoytartademanzana…!¡GraciasaDios,hoyestoyencasatodoeldía!¡Yporlanoche…!¡Vengan,señores,estanoche!

    VERSCHININ.—¡Permítamequevengayotambiénestanoche!

    IRINA.—¡Nofaltaríamás!¡Seloruego!

    ebookelo.com-Página26

  • NATASCHA.—Aquínogastanceremonias.

    CHEBUTIKIN.—«¡SoloparaelamorfuimoscreadosporlaNaturaleza!».(Ríe).

    ANDREI. —¡Ya está bien, señores! ¿Cómo no les aburre? (Entran FEDOTIK y RODEcargadosconunagrancestadeflores).

    FEDOTIK.—Pero¡siestányaalmorzando!

    RODE.—(Convozbroncaypronunciandomuchola«r»).¿Almorzando?…¡Puessíqueestánalmorzando!

    FEDOTIK.—¡Aguardaunmomento!(Haceunafotografía).¡Una…!¡Esperaunpocomás!(Haceotra).¡Dos…!¡Yaestá…!(Vuelvenacogerlacestayentranenelsalón,dondesonacogidoscongranalboroto).

    RODE.—(Esforzando la voz). ¡Mis felicitaciones ymejores deseos…! ¡Hoy está eltiempo maravilloso! ¡Francamente magnífico…! Me he estado toda la mañanapaseandoconmiscolegiales…Doyclasedegimnasiaenelcolegio…

    FEDOTIK.—¡Puedemoverse, Irina Sergueevna! (Hace otra fotografía). ¡Está ustedhoymuyinteresante!(Sacandodelbolsillountrompodemúsica).¡Estetrompoparausted!¡Suenaqueesunamaravilla!

    IRINA.—¡Quépreciosidad!

    MASCHA.

    ¡Juntoalmarhayunrobleverde,conunacadenadeoroprendidaenél!Conunacadenadeoroprendidaenél…

    (Entonoquejumbroso)¿Porquémehabrádadopordeciresto?…¡Desdelamañanatengometidaestafraseenlacabeza!

    KULIGUIN.—¡Somostrecealamesa!

    RODE.—¿Seráposiblequeconcedavaloraesosprejuicios?(Risas).

    KULIGUIN.—¡Cuandosereúnentrecepersonasalamesa,significaqueentreellashayenamorados!¿Noseráusteduno,alomejor,IvánRomanovich?…(Risas).

    CHEBUTIKIN. —Soy un viejo pecador; pero… ¿por qué se ha azorado NataliaIvanovita?…Escosaquenocomprendo…(Risasestrepitosas,NATASCHAsalecorriendodelsalónseguidadeANDREI).

    ANDREI.—¡Déjelos!¡Noleshagacaso!¡Espere…!¡Espere,seloruego!

    ebookelo.com-Página27

  • NATASCHA. —¡Qué vergüenza…! ¡No sé lo que me pasa…! ¡Y ellos, riéndose demí…!¡Es incorrectoestoqueacabodehacerde levantarmede lamesa…,peronopuedo…,nopuedo…!(Ocultaelrostroentrelasmanos).

    ANDREI.—¡Queridamía!¡Seloruego!¡Selosuplico!¡Cálmese…!¡Leaseguroqueestaban bromeando…! ¡Que ha sido con la mayor inocencia…! ¡Querida mía…!¡Todos son buenos y afectuosos! ¡A los dos nos quieren…! ¡Venga conmigo a laventana!¡Desdeaquínonosverán!(Mirahaciaatrásalandar).

    NATASCHA.—¡Esquenotengocostumbredealternar…!

    ANDREI. —¡Oh juventud…! ¡Maravillosa, preciosa juventud…! ¡Querida mía!¡Cálmese…!¡Créame!¡Créame…!¡Quéfelizmeencuentroasulado!¡Mialmaestállenadeamor…,deentusiasmo…!¡Oh…!¡Nonosven!¡Nonosven…!¿Porquélaquiero?… ¿Cuándo empecé a quererla?… ¡Querida mía…! ¡Mi niña buena…,pura…! ¡Seamimujer! ¡Laquiero…! ¡Laquierocomonunca,nunca…! (Unbeso.Entrandosoficiales,quealverbesarsealaparejasedetienenasombrados).

    ebookelo.com-Página28

  • ACTOII

    Lamismadecoracióndelprimeracto.Sonlasochodelanoche.Delacallellegaelsonidoapagadodeunacordeón.Laslucesnohansidoencendidastodavía.

    ebookelo.com-Página29

  • EscenaI

    EntraNATALIA IVANOVNA envuelta en una bata y con una vela en lamano; da unospasosysedetieneantelapuertadelahabitacióndeANDREI.

    NATASCHA.—¿Quéhaces,Andriuscha?¿Estásleyendo?…¡No…,noesnada…!¡Esque…!(Abre una segunda puerta, echa una ojeada tras ella y vuelve a cerrarla).¡Estoymirandonovayaahaberfuego!(EntraANDREIconunlibroenlamano).

    ANDREI.—¿Quéquieres,Natascha?

    NATASCHA.—¡Elservicio,conelcarnaval,andatrastornado;tieneunaqueandarmiraque temiraporsisucedealgo…!¡Ayer,amedianoche,alpasarporelcomedor,vique se habían dejado encendida una vela…! ¿Quién fue?…No pude averiguarlo.(Depositandolavela).¿Quéhoraes?

    ANDREI.—(Mirandoelreloj).Lasochoycuarto.

    NATASCHA. —Olga e Irina todavía no han vuelto. No han vuelto… ¡Como laspobrecitas trabajan: Olga en el Consejo Pedagógico e Irina en el Telégrafo…!(Suspirando).Estamañana,hablandocontuhermana,ledije:«¡Cuídatemucho,Irinaquerida!»…Pero ¡nome hace caso! ¿Así que dices que son las ocho y cuarto?…NuestroBobikandaregular…¿Porquéestarátanfrío?¡Ayerteníafiebreyhoyestáfrío…!¡Medatantomiedo!

    ANDREI.—¡Noesnada,Natascha!¡Elchicoestáperfectamente!

    NATASCHA. —¡De todos modos, mejor será tenerle a dieta! ¡Me da un miedo…!Pareceserquehoy,alasnueve,vanavenirlasmáscaras…¿Noseríamejorquenovinieran,Andriuscha?

    ANDREI.—¡Laverdadesquenosé…!¡Seleshainvitado…!

    NATASCHA.—¡Oye…!¿Sabesqueestamañanaelchiquitín,aldespertarseymirarme,sesonriódepronto?…¡Esoquieredecirquemeconoce…!«¡Hola,Bobik!—ledijeyo—.¡Hola,querido!»…¡Yélvengaareírse!¡Losniñossedanperfectacuentadetodo…!Conque…,entonces,Andriuscha,¿digoquenoserecibaalasmáscaras?

    ANDREI.—(Indeciso). ¡Eso, loquequieranmishermanas…!¡Lasamasdecasasonellas!

    ebookelo.com-Página30

  • NATASCHA.—Tambiénaellasselodiré.¡Sontanbuenas…!(Disponiéndoseasalir).Paralacenapondrécuajada.Eldoctordicequesinotelimitasacomercuajada,noadelgazarás. (Deteniéndose). ¡Bobik está frío…! ¡Tengo miedo de que sea fría suhabitación…! ¡Convendría, hasta que llegue el buen tiempo, instalarle en algunaotra…!¡LadeIrina,porejemplo,estápintiparadaparaelniño!¡Nohayhumedad,ydaelsolenellatodoeldía!¡Habráquedecirleque,mientrastanto,sepasealadeOlga!¡Comodetodosmodosnoestáencasaentodoeldía,ysolovieneadormir…!(Pausa).¡Andriuschanchik…!¿Porquéestástancallado?

    ANDREI.—Porquesí…Porquemehabíaquedadopensando…Ademásnohaynadadequehablar.

    NATASCHA. —Por cierto…, quería decirte algo… ¡Ah, sí…! ¡De allá…, de laDiputación…,havenidoFerapontpreguntandoporti!

    ANDREI.—(Bostezando).Dilequepase.(NATASCHAsale.ANDREIseponealeerenellibro,alaluzdelavelaolvidadaporella.Entra FERAPONT, cubierto de un viejo abrigo raído y con el cuello alzado. Unabufandalecubrelasorejas).

    ANDREI(ledice):¡Hola,amigomío!¿Quémecuentas?

    FERAPONT.—Elpresidente le envíaeste libroconestanota. (Entregándole ambos).Aquíestán.

    ANDREI.—Gracias,muybien.¿Porquévienestantarde?¡Yasonmásdelasocho!

    FERAPONT.—¿Cómodice?

    ANDREI.—¡Digoquevienestarde!¡Queyasonmásdelasocho!

    FERAPONT. —Así será… ¡Cuando vine era aún de día, pero como no me dejaronpasar…!«Elseñorestáocupado»,medecían,yyo¡quéleibaahacer…!¡Siestabaocupado,esqueestabaocupado…!¡Amínomecorríaprisaninguna!(CreyendoqueANDREIlepreguntaalgo).¿Cómo?…

    ANDREI.—¡Nada…!(Examinandoellibro).Mañana,viernes,nohayoficina;peroyoiré de todos modos… En casa me aburro. (Pausa). ¡Abuelo querido…! ¡Quésingularmentecambiaynosengaña lavida…!¡Hoy,depuroaburrimiento,ycomonoteníanadaquehacer,agarréestelibro…!¡Sonviejosapuntesdelauniversidad,ymehicieronreír…!¡Diosmío…!¡PensarquehoysoysecretariodelaDelegación…!¡DelamismaDelegaciónenqueespresidenteProtopopov…!¡Secretario,ypudiendoaspirar,alosumo,allegaramiembrodirectivo…!¡Miembrodirectivoyo,quetodaslasnochessueñoconquesoyprofesorde laUniversidaddeMoscú…!¡Unfamososabio…!¡Elorgullodelatierrarusa…!

    ebookelo.com-Página31

  • FERAPONT.—Esoyonolosé…Oigomal…

    ANDREI. —¡Si hubieras oído bien, tal vez no hubiera hablado contigo…! ¡Y, sinembargo, tengo que hablar con alguien…! ¡Mi mujer no me entiende, y a mishermanas sin saber por qué les tengo miedo…! ¡Temo que se rían de mí y meavergüencen…! Beber, no bebo… Me desagrada frecuentar las tabernas y, sinembargo…,¡quéplacerseríaencontrarseahoraenMoscú…,enTestov,enBolschoioenMoskovskii[5]…!¡Queridomío…!

    FERAPONT. —El otro día, el contratista estuvo contando de unos comerciantes deMoscúquesepusieronacomer«blini[6]»hastaque,segúnparece,semurióunodeellos,quesehabíacomidocuarenta…Nosésifueroncuarentaocincuentalasquesecomió.Nolorecuerdobien…

    ANDREI.—¡EncontrarseenMoscú,sentadoenelenormesalóndelrestaurante…!¡Anadieconocesynadieteconoceati…y,sinembargo,notesientesextraño…!¡Aquí,encambio,dondetodoelmundoteconoceytúconocesatodoelmundo,sítesientesextraño…!¡Extrañoysolitario!

    FERAPONT.—¿Cómo?…(Pausa).Y también elmismoContratista…claroque a lomejoresmentirahabladenoséquécuerdagordaquepasaporMoscú…

    ANDREI.—¿Paraqué?

    FERAPONT.—¡Yonosé…!¡Eselcontratistaelquelodijo!

    ANDREI.—¡Tonterías!(Lee).¿HasestadotúalgunavezenMoscú?

    FERAPONT. —(Tras un silencio). No… No he estado nunca… No lo quiso Dios.(Pausa).¿Mevoy?

    ANDREI.—Sí,puedesirte…Quetevayabien.(FERAPONTsedisponeasalir).Quetevayabien.(Lee).Venmañanaarecogeresospapeles…Veteahora.(Pausa).Sefue…(Suenauntimbre).Losasuntossi…

    (Estirándoseyconpasolentoentraensuhabitación.Alescenariollegaelcantodelaniñerameciendoalniño).

    ebookelo.com-Página32

  • EscenaII

    Entran MASCHA y VERSCHININ. Mientras estos conversan, la doncella enciende lalámparaylasvelas

    MASCHA.—No sé, no sé… ¡Claro que la costumbre hace mucho…! Por ejemplo,cuandomuriónuestropadretardamosmuchotiempoenacostumbrarnosalafaltadeasistente…Pero,apartedelacostumbre,semefiguraquehablotambiénporespíritudejusticia…Quizáenotrossitiosnoseaigual,peroennuestraciudad,laspersonasmáshonradas,másnoblesymáseducadassonlosmilitares…

    VERSCHININ.—Tengosed.Beberíacongustounpocodeté.

    MASCHA.—(Mirando al reloj). Estarán para servirlo… ¡Cuandome casaron, a losdieciochoaños,teníamiedoamimarido,queyaeraentoncesprofesor,mientrasyoapenas había terminado el curso…! ¡Me parecía terriblemente sabio, inteligente eimportante!¡Ahoraesdistinto…,desgraciadamente!

    VERSCHININ.—Sí…Sí…

    MASCHA.—¡Nome refiero amimarido—yame he acostumbrado a él—, pero lociertoesqueentreloscivileshaytantagenteáspera,desatadaymaleducada…!¡Laaspereza me ofende, me ataca los nervios, y el ver que una persona no es lodebidamentefina,suaveyamable,mehacesufrir…!¡Cuandotengoquealternarconlosdemásprofesores,compañerosdemimarido,sencillamente:sufro!

    VERSCHININ.—¡Pues a mí me parece que el elemento civil y el militar ofrecen elmismointerés…,porlomenosenestaciudad…!¡Soniguales…!¡Oyendohablaraun intelectual de aquí—sea civil o seamilitar—, la conclusión que se saca es lamisma:queesunmártirdesumujer,desucasa,desuhaciendaydesuscaballos…!Pero,dígame,porfavor…,¿porquéelhombreruso—alquelaalturademirasesensumogradopropia—nocogedelavidamásqueloqueestáabajo?…¿Porqué?

    MASCHA.—¿Porqué?

    VERSCHININ.—¿Porquéhade ser él unmártir de sumujeryde sushijos, yno sumujerysushijosmártiressuyos?

    MASCHA.—Hoyestáustedunpocodemalhumor.

    VERSCHININ.—¡Talvez…!¡Quizáporquenohealmorzado!Desde lamañanaestoysin tomar nada.Tengo a unahija algomalucha, y cuando algunademis niñas cae

    ebookelo.com-Página33

  • enferma, la inquietud se apodera demí y la concienciame atormenta por haberlesdado una madre semejante… ¡Si la hubiera usted visto hoy…! ¡Qué criatura tannula…! ¡A las siete de lamañana empezamos a reñir y a las nueve salí dando unportazo!(Pausa).Jamáshablodeesto,yessingularqueseasoloconustedconquienme lamente. (Besándole la mano). ¡No se enfade conmigo…! ¡Fuera de usted notengoanadie!(Pausa).

    MASCHA.—¡Quéruidohacelachimenea…!¡Pocoantesdemorirnuestropadrehacíaelmismo…!¡Exactamenteelmismo!

    VERSCHININ.—¿Tieneustedprejuicios?

    MASCHA.—Sí.

    VERSCHININ.—¡Qué raro! (Besándole la mano). ¡Es usted una mujer maravillosa!¡Encantadora!¡Apesardeestaoscuridad,veobrillarsusojos!

    MASCHA.—(Cambiandodesilla).Aquíestámásclaro.

    VERSCHININ.—¡Laquiero!¡Laquiero…!¡Quieroasusojos!¡Asusmovimientos…!¡Maravillosa,encantadoramujer!

    MASCHA.—(Conrisasosegada).Cuandoleoídohablarasí,noséporquémeentranganasdereír,aunquemedémiedo.¡Novuelvaarepetirnadadeeso!¡Seloruego!(Bajandolavoz).Pormásque…,siga…Medaigual…(Escondeelrostroentrelasmanos).Vienegente.Háblemedealgunaotracosa.

    ebookelo.com-Página34

  • EscenaIII

    IRINAyTUSENBACHsalendelsalón

    TUSENBACH.—¡Tengountripleapellido:barónTusenbach,KroneyAltschauer;pero,sin embargo, soy ruso y ortodoxo como usted…! ¡De alemán me queda ya muypoco…!¡Quizásololapacienciaylatozudezqueempleoenaburrirla…!¡Todaslastardeslaacompañohastaaquí!

    IRINA.—¡Quécansadaestoy!

    TUSENBACH.—¡YseguiréyendotodoslosdíasalTelégrafoparaluegoacompañarlaacasa…! ¡Diez, veinte años…! ¡Mientras usted nome eche! (Viendo aMASCHA y aVERSCHININ).¿Ustedesaquí?¡Buenasnoches!

    IRINA.—¡Por finme encuentro en casa…! (AMASCHA). Figúrate que ahoramismoacabadeirunaseñoraaponeruntelegramaaunhermanoqueviveenSaratov,alqueselehabíamuertounhijo,ycuyadirecciónnopodíarecordar…Alfindecidióenviarel telegrama sin más señas que sencillamente: «Saratov…». Pues bien: estaballorando, y yo, sin embargo, así porque sí, la traté con brusquedad… «¡No tengotiempo!»,ledije.¡Fueestúpido…!¿Vendránhoymáscaras?

    MASCHA.—Sí.

    IRINA.—(Sentándoseenunabutaca).¡Adescansar…!¡Quécansadaestoy!

    TUSENBACH.—(Con una sonrisa). ¡Cuando vuelve usted al trabajo, se me apareceustedtanjoven…,tandesgraciadita…!(Pausa).

    IRINA.—¡Esquemecanso…!¡No…!¡NomegustaelTelégrafo…!¡Nomegusta!

    MASCHA.—Hasadelgazado. (Silba ligeramente).Estásmás joven, y ahora, de caraparecesunchiquillo.

    TUSENBACH.—Eselpeinado.

    IRINA.—¡Tendréquebuscar otro trabajo! ¡Éstenomeva…! ¡Nocontienenadadeaquello que yo precisamente quería y con lo que soñaba…! ¡Es un trabajo sinpoesía…,enelqueelpensamientoestáausente…!(Sí,oyegolpearelsuelo).Eseldoctorelquedaesosgolpes…(ATUSENBACH).¡Contéstale,querido,conotros…!¡Yonopuedo! ¡Estoy cansada…! (TUSENBACH golpea en el suelo).Ahora subirá… ¡Porciertoqueesmenestertomarmedidas…!¡AyereldoctorynuestroAndreiestuvieron

    ebookelo.com-Página35

  • jugandoenelCírculoyvolvieronaperder…!¡DicenqueAndreiperdiódoscientosrublos!

    MASCHA.—(Conindiferencia).¡Yquévasahacerle!

    IRINA.—¡Hace dos semanas perdió…! ¡En diciembre también perdió…! ¡Ojalá sedieramás prisa a perderlo todo…! ¡Puede que entonces nosmarcháramos de estaciudad…! ¡Dios mío…! ¡Todas las noches, en sueños, veo Moscú…! ¡Estoyenteramente loca! (Ríe). ¡En junio nos trasladaremos allá; pero hasta junio faltanfebrero,todavía…,marzo,abril,mayo…!¡Casimedioaño!

    MASCHA.—¡HayqueimpediratodotrancequeNataschaseenteredeesapérdida!

    IRINA.—Yocreoqueledaigual.

    ebookelo.com-Página36

  • EscenaIV

    Reciénlevantadodelacama,dondehaestadodescansando,entraCHEBUTIKINenelsalón. Después de atusarse la barba, se sienta a la mesa y saca del bolsillo unperiódico

    MASCHA.—Ahíestáya.¿Pagóelpiso?

    IRINA. —(Riendo). No. Ni una kopeica en ocho meses… ¡Se te habrá olvidado,seguramente!

    MASCHA.—(Riendo).Fíjenseen lapostura importantequeadoptacuandose sienta.(Ríentodos.Pausa).

    IRINA.—¿Porquéestáustedtancallado,AlexanderIgnatievich?

    VERSCHININ.—¡Quéséyo…!Meapetecetomarté.¡Daríamediavidaporunvasodeté!Desdelamañananohetomadonada…

    CHEBUTIKIN.—¡IrinaSergueevna!

    IRINA.—¿Quéquiere?

    CHEBUTIKIN.—¡Vengaaquí…!«Venez ici!». (IRINA se levanta, y vaa sentarsea lamesa).¡Sinsuayudanopuedo!(IRINAextiendeanteéllascartasparaunsolitario).

    VERSCHININ. —¡Qué le vamos a hacer…! ¡Si no nos dan té…, filosofemos, almenos…!

    TUSENBACH.—¿Sobrequé?

    VERSCHININ. —¿Sobre qué?… ¡Soñemos, por ejemplo, con lo que será la vidadoscientosotrescientosañosdespuésdenosotros!

    TUSENBACH.—¡Bah…!¡Despuésdenosotrossevolaráenglobo,habrácambiadolamoda de las chaquetas y se habrá, quizá, descubierto un sexto sentido, que estarásiendodesarrollado…;perolavidaensiseguirásiendolamisma…:difícil,llenademisterio y feliz…! Dentro de mil años el hombre dirá, suspirando, lo mismo queahora:«¡Oh,quédifícilesvivir!»…,y,sinembargo,lomismoqueahora,¡seguirásinquererlamuerteytemiéndola!

    VERSCHININ.—(Despuésdeunmomentodemeditación).¡Cómodecirle…!¡Amísemefiguraquetodoenlatierrahadetransformarsepocoapoco…,inclusoqueseestá

    ebookelo.com-Página37

  • transformandoyaantenuestrospropiosojos…!Dentrodedoscientos,detrescientosodemilaños—cuándo,eslodemenos—,habráunavidanuevayfeliz.¡Claroqueno será para nosotros, aunque para ella vivamos, trabajemos y suframos tambiénahora…! ¡Crearla constituye el fin único de nuestra existencia y, si se quiere, denuestrafelicidad!(MASCHAríe,conrisasosegada).

    TUSENBACH.—¿Quélepasa?

    MASCHA.—Nosé…Hoyllevotodoeldía,desdeporlamañana,riendo.

    VERSCHININ.—Estudiéenelmismositioqueusted.Nofuia laAcademia,pero leomucho, aunque no sé escoger mis lecturas, por lo que puede que lo que leo seaprecisamente loquenohayque leer…¡Sinembargo,cuantomás largaesmivida,tantomásafándeleer tengo!¡Empiezoavermeelpeloblanco,soycasiunviejoyqué poco sé…! ¡Qué poco…! ¡No obstante, se me figura que lo principal, loverdadero, sí lo conozco bien…! ¡Cómo me gustaría poder demostrarles que lafelicidad no existe…! ¡Que no debe existir y que no existirá para nosotros…!¡Nuestraúnicamisiónestrabajarytrabajar,dejandoquesealafelicidadlasuertedenuestros lejanos descendientes…! ¡Si no soy yo feliz, lo serán, al menos, losdescendientesdemisdescendientes!

    ebookelo.com-Página38

  • EscenaV

    FEDOTIKyRODEentranenelsalón,sesientanycanturrean,rasgueandobajitoenlaguitarra

    TUSENBACH. —Entonces, según usted, ¿uno no puede ni siquiera soñar con lafelicidad?…Pero¿ysiyosoyfeliz?

    VERSCHININ.—No.

    TUSENBACH.—(Conungestodeasombro).Desdeluego,nonosentendemos.¿Cómoconvencerle?(Mostrándole un dedo a MASCHA, que ríe con risa sosegada). ¡Ríase…! (AVERSCHININ).¡Nodigoyadentrodedoscientosodetrescientosaños…,dentrodeunmillón,lavidaseguirásiendocomoera…!¡Lavidanocambia,permaneceinmutable,sujetaaunasleyespropiasquenossonajenasoque,porlomenos,noconoceremosnunca! ¡Los pájaros emigrantes, las grullas, por ejemplo, vuelan y vuelan y, seangrandesopequeñoslospensamientosquevaguenporsuscabezas,seguiránvolandosiempre, sinsaberporquéniadónde…!Vuelanyvuelan,diciendode los filósofosquehayaentreellos:«¡Quefilosofencuantoquieran!¡Anosotrosloquenosimportaesvolar!».

    MASCHA.—¿Ytieneesoalgúnsentido?

    TUSENBACH.—¿Sentido?…Cuandonieva,¿quésentidotieneelquenieve?(Pausa).

    MASCHA.—¡Mipareceresqueelhombrehadesercreyenteodebebuscarlafe!¡Deotromodo,suvidaesvacía…!¡Vivirsinsaberparaquévuelanlasgrullas,paraquénacen niños, para qué hay estrellas en el cielo…! ¡O sabemos para qué vivimos otodoestontería…!(Pausa).

    VERSCHININ.—¡Detodosmodos,sienteunoqueselehayaidolajuventud…!

    MASCHA.—Gogoldice:«¡Quéaburrido,señores,esvivirenestemundo!»…

    TUSENBACH.—Y…«¡quédifícil,señores,esdiscurrirconustedes!»,lesdigoyo.

    CHEBUTIKIN.—(Leyendoenvozaltaelperiódico).BalzacsecasóenBerdichev…(IRINA canturrea suavemente). Lo apuntaré enmi agendita. (Anotando). «Balzac secasóenBerdichev».(Vuelvealeerelperiódico).

    ebookelo.com-Página39

  • IRINA. —(Pensativamente, mientras hace un solitario). «Balzac se casó enBerdichev».

    TUSENBACH.—¡Misuerteestáechada…!¿Sabe,MaríaSergueevna?…Hepedidoelretiro.

    MASCHA.—Ya lo he oído decir, pero no veo nada bueno en ello. Nome gusta elelementocivil.

    TUSENBACH.—¡Esigual!(Levantándose).¡Nosoyguapo,asíque…,vayamilitarquehago…! ¡Bueno, es igual…! ¡Trabajaré…! ¡Trabajar, aunque solo sea un día en lavida,perodetalmodoqueelcansancio,alllegaracasaporlanoche,lehagaatinocaerdesplomadosobrelacamayquedarsedormidoinstantáneamente!(Dirigiéndosealsalón).¡Seguroquelosobrerosduermenprofundamente!

    FEDOTIK.—(AIRINA).AcabodecomprarleenPijikov,enlacalleMoskovskaia,estoslápicesdecolores…¡Ah,ytambiénestepequeñocortaplumas!

    IRINA.—¡Sehaacostumbradoustedaconsiderarmeunaniña,ynosedacuentadequehecrecido!(Cogiendo,contenta,loslápicesyelcortaplumas).¡Quéencanto!

    FEDOTIK. —Para mí he comprado esta navaja… Mire… Una cuchilla…, otracuchilla…, tres cuchillas… Ésta es para hurgarse en los oídos…, éstas son unastijeritas,yesto,unlimpiauñas.

    RODE.—(Alzandolavoz).¡Doctor!¿Cuántosañostieneusted?

    CHEBUTIKIN.—¿Quién,yo?…¡Treintaydos!(Risas).

    FEDOTIK.—Voyaenseñarleahoramismootrosolitario…(Extiendeante él las cartas. Traen el samovar.A su lado se colocaANFISA, y pocodespuésNATASCHAtrajinatambiénjuntoalamesa.EntraSOLIONII,que,trassaludaratodos,tomaasientoalamesa).

    VERSCHININ.—¡Quévientohace!

    MASCHA.—Sí.Estoyaburridadelinvierno.Yasemehaolvidadocómoeselverano.

    IRINA.—¡Estesolitariosale…!¡LocualquieredecirqueiremosaMoscú!

    FEDOTIK.—No…,no sale. ¿Noveque el ocho tapa al dosde«pique»?EsoquieredecirquenoiránustedesaMoscú.

    CHEBUTIKIN.—(Leyendo el periódico en voz alta). «Tzitzikar: Se ha declarado unaepidemiadeviruela…».

    ebookelo.com-Página40

  • ANFISA. —(Acercándose a MASCHA). ¡Mascha…! ¡Ven a tomar el té, querida! (AVERSCHININ). ¡Por favor, señoría…! ¡Perdone, padrecito! ¡Me he olvidado de sunombre!

    MASCHA.—Traémeloaquí,ama…Notengoganadeirallá.

    IRINA.—¡Ama…!

    ANFISA.—¡Vooooy…!

    NATASCHA.—(ASOLIONII). ¡Los niños de pecho lo entienden todo perfectamente…!Hoyledigo:«¡Hola,Bobik!¡Hola,guapo!»…¡Ymemiródeunmodo…!¡Ustedsefiguraseguramentequeenmíhablasololamadre…;peroleaseguroqueno…!¡Esunniñoextraordinario…!

    SOLIONII.—¡Sielniñofueramío,loasaríaenunasarténymelocomería…!(Conelvasoenlamano,sedirigeaunrincóndelsalónysesienta).

    NATASCHA.—(Tapándoselacaraconlasmanos).¡Quéhombremásbrutoymásmaleducado!

    MASCHA.—¡Lapersonaquenoseenteradesiesinviernooverano,esfeliz!¡Semefiguraque,siyoestuvieraenMoscú,eltiempomedejaríaindiferente!

    VERSCHININ.—Haceunosdíasestuveleyendoeldiariodeunministrofrancés,escritodesdesuprisión.DichoministroestabacondenadoporlacuestióndePanamá…Puesbien…¡Conquédeleite,conquéentusiasmohabladelospájarosquedivisaatravésdelaventanade lacárcel,yen losqueantes,ensus tiemposdeministro,nohabíareparadonunca…!¡Claroqueahora,queestáotravezen libertad,havuelto,comoantes,anorepararen lospájaros…!¡Pues lomismousted,cuandovivaenMoscú,dejaráderepararenél!¡Lafelicidadnoexisteparanosotros,ytodoselimitaaqueladeseemos!

    TUSENBACH.—(Cogiendounacajadelamesa).¿Ylosbombones?¿Dóndeestán?

    IRINA.—SeloscomióSolionii.

    TUSENBACH.—¿Todos?

    ANFISA.—(Sirviendoelté).¡Hayaquíunacartaparausted,padrecito!

    VERSCHININ. —¿Para mí? (Cogiendo la carta). De mi hija… (Lee). ¡Vaya…!¡Discúlpeme, María Sergueevna! ¡Me marcho a escondidas! ¡No puedo tomar elté…!(Levantándose,nervioso).¡Lahistoriadesiempre!

    MASCHA.—¿Quéocurre,sinoesningúnsecreto?

    ebookelo.com-Página41

  • VERSCHININ.—(Bajandolavoz).¡Mimujerhavueltoaenvenenarse…!¡Tengoqueirallá…! ¡Me marcharé sin que se aperciba nadie…! ¡Todo esto es terriblementedesagradable! (Besándole la mano). ¡Querida…! ¡Mujer buena…, simpática…!¡Salgoinadvertido!(Sale).

    ANFISA.—¿Adóndeva?…¡Yyoquelehabíaservidoelté!

    MASCHA.—(Enfadándose). ¡Quita…! ¡Qué molesta eres…! ¡No la dejas a una enpaz!(Dirigiéndosealamesa,conlatazaenlamano).¡Meestásaburriendo,vieja!

    ANFISA.—Pero¿porquéteenfadas,querida?

    LAVOZDEANDREI.—¡Anfisa!

    ANFISA.—(Remedándole).¡Anfisa…!¡Ahíseestásentado…!(Sale).

    MASCHA. —(En el salón, junto a la mesa, y en tono irritado). ¡Hacedme sitio!(Revolviendolascartas).¡Seponenustedesaquí…,conestascartas…!¡Tomenelté!

    IRINA.—¡Tienesmalaidea,Mascha!

    MASCHA.—¡Puessilatengo,nomehables!¡Nosemetanconmigo!

    CHEBUTIKIN.—¡Novayanameterseconella!¡Nosemetan!

    MASCHA.—¡Tieneustedyasesentaaños,paraportarsecomounchiquillo…!¡Sabeeldiablolascosasqueseleocurren!

    NATASCHA.—(Suspirando). ¡QueridaMascha…! ¿Por qué emplear en conversaciónesas expresiones?… ¡Te diré, francamente, que, con tu exterior maravilloso,resultaríasencantadoraensociedadsinofueraporesamaneradeexpresarte…!«Jevous prie…! ¡Pardonnez moi, Marie, mais vous avez des manieres un peugrossieres!».

    TUSENBACH.—(Conteniendolarisa).¿Meda?…¿Meda?…¡Meparecequeporahíhayunpocodecoñac…!

    NATASCHA.—«IlparaitquemonBobikdejanedortpas»…Sehadespertado…¡Hoyestámalito…!¡Perdonenquemevayaconél!(Sale).

    IRINA.—¿AdóndesefueAlexanderIgnatich?

    MASCHA.—Asucasa.Otravez,aélyasumujer,lesocurrealgoextraordinario.

    TUSENBACH.—(YendohaciaSOLIONII conun frascodecoñacen lamano). ¡Sepasaustedeltiempoahísentado,solo…,dandovueltasaalgunaideaincomprensibleparauno…! ¡Bueno…! ¡Hagamos las paces…! ¡Bebamos coñac! (Beben). ¡Hoy tendré

    ebookelo.com-Página42

  • que estar toda la noche tocando el piano! Tocaré una serie de cosillas… ¡Quéremedio!

    SOLIONII.—¿Yporquéhacerlaspaces?Yonoestoyreñidoconusted.

    TUSENBACH. —¡Porque siempre despierta usted en mí la sensación de que entrenosotroshapasadoalgo!¡Hayquereconocerqueesustedextraño!

    SOLIONII.—(Entonodeclamatorio).«¡Sí,soyextraño,sí…!;pero¿quiénnoloes?».«¡Noteenfades,Aleko!»…

    TUSENBACH.—¿QuétienequeverAlekoconesto?(Pausa).

    SOLIONII.—¡Laverdadesque,cuandoestoysoloconunapersona,todovabien!¡Soyun hombre comootro cualquiera…! ¡En sociedad, sin embargo,memuestro triste,tímido, y digo toda serie de sandeces…! ¡A pesar de todo, soy más noble y máshonradoquemuchos!¡Puedodemostrarlo!

    TUSENBACH.—¡Como se agarra usted siempre a lo que digo, suelo enfadarme conusted;pero,noobstante—ynoséporqué—,meesustedsimpático…!¡Bueno!¡Hoyquierobeber!¡Bebamos!

    SOLIONII.—¡Bebamos!(Beben).¡Nuncatuvenadacontrausted,barón…!¡Loquemepasa es que tengo el mismo carácter que Lermontov…! (Bajando la voz). ¡Hastadicenquenosparecemosalgo!(Sacadelbolsillounfrascodeperfumeyserocíalasmanosconél).

    TUSENBACH.—Hepedidoel retiro…¡Seacabó…!Loheestadomeditandodurantecincoaños,y,porfin,mehedecidido.¡Trabajaré!

    SOLIONII.—(Declamando). «¡No te enfades, Aleko…! ¡Olvida…! ¡Olvídate de tusensueños!»…

    TUSENBACH.—¡Trabajaré!

    ebookelo.com-Página43

  • EscenaVI

    Mientraséstoshablan,entraANDREIconunlibroenlamanoyvaasentarsejuntoaunadelasvelas.

    CHEBUTIKIN. —(Entrando en la sala con IRINA). ¡Y la comida era tambiénauténticamente caucasiana…! Sopa de cebolla, y para asado, «chejartma», que escarne.

    SOLIONII. —La «cheremscha» no es carne, sino una planta del género de nuestracebolla.

    CHEBUTIKIN.—¡No,ángelmío…!¡La«chejartma»noescebolla, sinounasadodelgénerodelcordero!

    SOLIONII.—¡Puesyoledigoquela«cheremscha»escebolla!

    CHEBUTIKIN.—¡Yyoledigoquela«chejartma»escordero!

    SOLIONII.—¡Yyoledigoquela«cheremscha»escebolla!

    CHEBUTIKIN.—¿Paraquévamosaseguirdiscutiendo?¡NihaestadoustednuncaenelCáucasonihacomido«chejartma»!

    SOLIONII. —¡No la he comido porque la aborrezco…! ¡La «cheremscha» hueleexactamenteigualqueelajo!

    ANDREI.—(Suplicante).¡Basta,señores…!¡Selopido!

    TUSENBACH.—¿Cuándovendránlasmáscaras?

    IRINA.—Meprometieronquealasnueve…,osea,ahora…

    TUSENBACH.—(RodeandoconelbrazoaANDREI,cantando).«¡Ayzaguán,mizaguán!¡Nuevecitomizaguán!»…

    ANDREI.—(Bailandoycantando).«¡Nuevecito,muybonito!»…

    CHEBUTIKIN.—(Bailando).«¡Muybonitomizaguán!»…(Risas).

    TUSENBACH. —(Besando a ANDREI). ¡Tuteémonos y celebrémoslo bebiendo…! ¡Yotambién,Andriuscha,irécontigoalaUniversidaddeMoscú!

    SOLIONII.—¿Acuál?…EnMoscúhaydosUniversidades.

    ebookelo.com-Página44

  • ANDREI.—EnMoscúhayunaUniversidad.

    SOLIONII.—Puesyoledigoquehaydos.

    ANDREI.—¡Comosihaytres…!¡Mejorquemejor!

    SOLIONII. —¡En Moscú hay dos Universidades…! (Protestas y siseos). ¡DosUniversidades:laviejaylanueva…!¡Ahorabien:siasíloquierenustedesysimispalabraslesmolestan,puedonohablar…!¡Yhastaretirarmeaotrahabitación!(Saleporunadelaspuertas).

    TUSENBACH.—(Riendo).¡Bravo!¡Bravo…!¡QuéfamosoesesteSolionii!¡Empiecen,señores!¡Mepongoalpiano!(Sesientaanteésteyatacaunvals).

    MASCHA.—(Dandosolaunasvueltasdevals).¡Elbarónestáborracho!¡Elbarónestáborracho!¡Elbarónestáborracho…!

    ebookelo.com-Página45

  • EscenaVII

    EntraNATASCHA.

    NATASCHA. —(A CHEBUTIKIN). ¡Iván Romanich! (Le dice algo por lo bajo y saledespuéssilenciosamente).(CHEBUTIKINdaungolpecitoenelhombroaTUSENBACH,ylemurmuraalgoaloído).

    IRINA.—¿Quépasa?

    CHEBUTIKIN.—Queyaeshorademarcharse…Buenasnoches.

    TUSENBACH.—Buenasnoches.Yaeshorademarcharse.

    IRINA.—Pero¿cómo?…Pues¿ylasmáscaras?

    ANDREI.—(Azorado).Novanavenirmáscaras…Verás,querida…NataschadicequeBobikestámaluchoyqueporeso…¡Enunapalabra:yonosénadani tengonadaquever…!

    IRINA.—(Alzandoloshombros).¡MaluchoBobik!

    MASCHA.—¡Quévamosahacerle…!¡Sinosechan,habráquemarcharse!(A IRINA).NoesqueBobik estémalucho…,esque ella… (Llevándose el dedoa la sien conexpresivogesto)está…¡Esunacursi!(Porlapuertadeladerecha,ANDREIentraensuhabitación.LesigueCHEBUTIKIN.Enlasalaempiezanlasdespedidas).

    FEDOTIK.—¡Quépena…!¡Yyoquepensabapasarmeaquílavelada…!¡Claroquesielnenitoestáenfermo…!¡Mañanavendréatraerleunosjuguetes!

    RODE.—(Confuertevoz).¡Hoy,queprecisamentemehabíaechadoadormirdespuésdecomer,pensandoenqueibaaestartodalanochebailando…!¡Sinosonmásquelasnueve…!

    MASCHA.—¡Alacalle!¡Allíhablaremos…!¡Decidiremoselquéyelcómo…!(Resuenaunúltimo:«¡Adiós! ¡Que lesvayabien!», y la risaalegredeTUSENBACH.Salentodos.ANFISAyladoncellalevantanlamesayapaganlasluces.Seoyecantaralaniñera.ANDREI,conabrigoysombreropuestos,entrasilenciosamenteenescenaseguidodeCHEBUTIKIN).

    CHEBUTIKIN.—¡Mi vida pasó tan rauda como el relámpago, por lo que nome dionuncatiempoacasarme…!¡Quería,además,conlocuraamimadre,queestácasada!

    ebookelo.com-Página46

  • ANDREI.—Nohayquecasarse…Nodebeunocasarse,porqueesaburrido.

    CHEBUTIKIN.—Desdeluegoqueloespero…,¿ylasoledad?…¡Bienestáfilosofar.Y,sinembargo,lasoledadesunacosaterrible…!¡Aunque,enrealidad…,quémasdadespuésdetodo!

    ANDREI.—Vámonospronto.

    CHEBUTIKIN.—¿Porquétantaprisa?…Haytiempo.

    ANDREI.—Temoquemeretengamimujer.

    CHEBUTIKIN.—¡Ah…!

    ANDREI.—Hoynopienso jugar.Noharémásquesentarmeallí.Meencuentroalgopachucho…¿Quéserábueno,IvánRomanich,paralafatiga?

    CHEBUTIKIN.—¿Yparaquémepreguntasamí?…¡Yanomeacuerdo,querido!¡Nolosé!

    ANDREI.—¡Vayámonosporlacocina!(Salen.Suenauntimbrazo,luegootro.Seoyenvocesyrisas).

    IRINA.—(Entrando).¿Quépasaahí?

    ANFISA.—(Amediavoz).Sonlasmáscaras.(Untimbrazo).

    IRINA.—Diles,amita,quenohaynadieencasa…Quenosperdonen.(ANFISAsale,eIRINApaseaenactitudpensativaporlahabitación.Estánerviosa.EntraSOLIONII).

    SOLIONII.—(Conungestodeasombro).¡Sinohaynadie…!¿Dóndeestántodos?

    IRINA.—Sefueronasuscasas.

    SOLIONII.—¡Quéraro…!¿Estáustedsola,entonces?

    IRINA.—Sola.(Pausa).Adiós…

    SOLIONII.—Hacepoconosupecomportarme…¡Mefaltótacto…perousted,quenoes como los demás…, que tiene sentimientos puros y elevados…, ve la verdad…!¡Soloustedescapazdecomprenderme…!¡Laquiero…!¡Tengoporustedunamorprofundo!¡Unamorsinlímites!

    IRINA.—Adiós…¡Márchese!

    SOLIONII.—¡Sinusted,mividaes imposible! ¡Oh,midelicia…! (Con las lágrimassaltadas). ¡Mi felicidad…! ¡Oh maravillosos, magníficos ojos como no vi nuncaigualesenningunamujer!

    ebookelo.com-Página47

  • IRINA.—(Confrialdad).¡Deje…,PaulVasilich!

    SOLIONII.—¡Es laprimeravezque lehablodelamorquesientoporusted,ysemefiguraquenoestoyenla tierra,sinoenotroplaneta…!(Pasándose lamanopor lafrente). ¡Es igual, sin embargo! ¡No pueden, naturalmente, quererle a uno a lafuerza…!¡Esosí,notengoquetenerrivales…!¡Notengoquetenerlos…!¡Lejuro,por cuanto me es más sagrado, que mataré a quien sea mi rival…! ¡Oh criaturamaravillosa!

    ebookelo.com-Página48

  • EscenaVIII

    NATASCHAentraenescenaconunavelaenlamano.

    NATASCHA. —(Mirando primero detrás de una puerta, después detrás de otra ypasando,sindetenerse,anteladesumarido).AhíestáAndrei…Quesigaleyendo…¡Perdone que venga en traje de casa, Vasilii Vasilich…, pero no sabía que estabaustedaquí!

    SOLIONII.—¡Quémásda!Adiós.(Sale).

    NATASCHA.—¡Pobre niñamía! ¿Estás cansada? (Besando a IRINA). ¡Si te acostarastempranito!

    IRINA.—¿SedurmióBobik?

    NATASCHA. —¡Se durmió, sí, pero con un sueño intranquilo…! ¡A propósito,querida…!Hacetiempoquequeríadecírtelo;perosiempreocurrequeotúnoestásencasaoyoestoyocupada…¡LahabitaciónqueBobiktieneahorameparecemuyfríayhúmeda…!¡La tuya,encambio,sería tanbuenaparaelniño…!¡Querida…!¡Preciosa…!¡TrasládateporahoraalcuartodeOlga…!

    IRINA.—(Sincomprender).¿Adónde?(Seoyen loscascabelesdeuna troikaqueseacercaysedetieneantelacasa).

    NATASCHA.—Tú yOlga estaréis en lamisma habitación, y la tuya se la dejarás aBobik…¡Esunencanto…!Hoy,diciéndole:«¡Bobikesmío…! ¡Mío!»…, fijó susojitosenmí.(Untimbrazo).Será,seguramente,Olga…¡Quétardeviene!(Entra laDONCELLA,seacercayledicealgoaloído).¿Protopopov?…¡Ay,quégracia…!¡EsProtopopov, que viene a invitarme para dar un paseo en troika! (Riendo). ¡Quéespeciales son los hombres! (Otro timbrazo). Llega alguien… No sé… Quizá mevayaadarunpaseodeuncuartodehora…Diqueahoramismovengo.(Timbrazo).Estánllamando.SeráseguramenteOlga.(Sale).

    ebookelo.com-Página49

  • EscenaIX

    Pasa corriendo laDONCELLA, mientras IRINA permanece sentada, pensativa. EntranKULIGUINyOLGAencompañíadeVERSCHININ.

    KULIGUIN.—¡Vaya,vaya…!Pues¿nohabíandichoqueibaahaberFiesta?

    VERSCHININ.—¡Quéraro!¡Cuandomefui,hacemediahora,sequedabanesperandoalasmáscaras!

    IRINA.—Sehanidotodos.

    KULIGUIN.—¿Maschatambién?…¿Adóndehaido?…¿YquéhaceProtopopovabajo,esperandoensutroika?…¿Aquiénespera?

    IRINA.—¡Nomehagaspreguntas!¡Estoycansada!

    KULIGUIN.—¡Bueno…,caprichosa…!

    OLGA.—¡Ahora termina elConsejo! ¡Estoy rendida…! ¡Nuestra directora ha caídoenferma, y ahora soy yo la que tiene que reemplazarla…! ¡Me duele la cabeza…!(Sentándose). ¡Andreiperdióayer, jugando,doscientos rublos…! ¡Laciudadenterahablacontinuamentedeello!

    KULIGUIN.—Sí…,yotambiénsalícansadodelaJunta.(Sesienta).

    VERSCHININ.—¡Pues amimujer le dio la ocurrencia de asustarme, y por poco seenvenena…! ¡Todo acabó bien, y ahora estoy contento y descansando…!Conque,entonces, ¿hay que marcharse?… Permítanme que les desee una buena noche…¡FedorIlich!¿Nosvamosaalgunaparte?…¡Nopuedoestarenmicasa!¡Nopuedo!¿Vamos?

    KULIGUIN. —¡Estoy muy cansado…! Me siento incapaz de acompañarle. Y mimujer…,¿sefueacasa?

    IRINA.—Seguramente.

    KULIGUIN. —(Besándole la mano). Adiós. Mañana y pasado tenemos todo el díadescanso…Que les vaya bien… (Disponiéndose a salir). ¡Teníamuchas ganas detomarelté,pensabapasarlaveladaengratacompañíay…,pero«fallacemhominumspem»…!Casoacusativosiesconexclamación…

    ebookelo.com-Página50

  • VERSCHININ. —Me voy solo, entonces. (Sale, silbando ligeramente, seguido deKULIGUIN).

    OLGA.—¡Meduele lacabeza…!¡Andreiperdiendoenel juego…,y toda laciudadhablandodeello…!Voyaecharmeunpoco.(Poniéndoseenmovimiento). ¡Mañanatendré el día libre! ¡Pasado mañana, también libre…! ¡Oh, Dios mío…! ¡Quéagradable…!¡Mañanaeldíalibre…!¡Meduelelacabeza!(Sale).

    IRINA.—(Sola).¡Todoelmundosefue!¡Aquínoquedayanadie!(Seoyeelsonidodeunacordeónquetocanenlacalleylacanciónquecantalaniñera).

    NATASCHA.—(Atravesandoel salónenvueltaenunapelliza, tocadadeungorritoyseguida de la doncella).Dentro demedia hora estaré en casa. Solo voy a dar unavuelta.(Sale).

    IRINA.—(Solaycontristeza).¡AMoscú…!¡AMoscú…!¡AMoscú…!

    ebookelo.com-Página51

  • ACTOIII

    HabitacióndeOLGAeIRINA.Hayunacamaalaizquierdayotraaladerecha,ocultasporbiombos.Sonmásdelasdosdelamadrugada.Seoyeelrepiquedeun«toqueafuego»llamandoaunincendio,queardehacealgúntiempo.Puedeobservarsequeenlacasanosehaacostadonadietodavía.

    ebookelo.com-Página52

  • EscenaI

    Eneldiván,ysiemprevestidadenegro,estáechadaMASCHA.EntranOLGAyANFISA.

    ANFISA.—Ahora sehan sentadodebajode la escalera…Yo lesdigo: «¡Suban, porfavor…! ¿Cómo van a estarse ahí?»… Pero por toda contestación lloran:«¡Papaíto…! ¡Dónde estará…! ¡Quién sabe —dicen— si se habrá quemado!»…¡Puessíque…!¡Yenelpatiohaymás…,tambiénamediovestir!

    OLGA. —(Sacando unos vestidos del armario). ¡Toma este gris…! ¡Y este…!¡Tambiénestablusa!¡Yestafalda…!¡Cógela,amita…!¡Diosmío…!¡Diosmío…!¡ElcallejóndeKirsanovskiihaquedado,por lovisto,hechocenizas…!¡Tomaesteotro! (Echándole en los brazos los vestidos). ¡Los pobres Verschinin estánasustadísimos…!¡Pocofaltóparaqueselesquemaralacasa…!¡Quesequedenaquía pasar la noche! ¡No se les puede dejar marchar…! ¡El infeliz Fedotik no pudosalvarnada!¡Todoselehaquemado…!

    ANFISA.—¡HabríaquellamaraFerapont,Oliuscha…!¡Solanopodréllevarlo!

    OLGA.—(Coneldedoenel timbre).Nohaynadie. (Hablandoa lapuerta). ¡Eh…!¡Quién hay por ahí…! ¡Que venga alguien acá! (A través de la puerta abierta sedivisaunaventana,rojaporelresplandordelfuego,yseoyepasaralosbomberospordelantedelacasa).¡Quéespantoyquéhartura…!

    ebookelo.com-Página53

  • EscenaII

    EntraFERAPONT.

    OLGA. —¡Toma…! ¡Baja esto…! ¡Ahí debajo de la escalera están las señoritasKolotilin…!¡Entregádselo!¡Yestotambién!

    FERAPONT.—¡Comoustedmande…!¡TambiénenelañodoceardíaMoscú…!¡Diosmío…!¡Diosmío…!¡Losfrancesesnosalíandesuasombro!

    OLGA.—¡Anda!¡Anda!

    FERAPONT.—Comoustedmande.(Sale).

    OLGA.—¡Amita! ¡Querida! ¡Dalo todo…! ¡Nosotrasnonecesitamosnada…! ¡Dalotodo,amita…!¡Estoyrendida…!¡Apenasmesostienenlospies…!¡AlosVerschininno es posible dejarles marchar a casa…! Las niñas pueden echarse en la sala, yAlexanderIgnatievichabajo,conelbarón…Fedotik…tambiénconelbaróno,sino,que se quede aquí…, en el salón… ¡El doctor, como a propósito, ha cogido unaborrachera terrible y no se puede mandar a nadie a su casa…! La mujer deVerschinin,tambiénenelsalón…

    ANFISA. —(Con voz cansada). ¡Oliuscha! ¡Querida…! ¡No me eches! ¡No meeches…!

    OLGA.—¿Quétonteríasdices,ama?¡Nadieteecha…!

    ANFISA.—(Rechinando la cabeza sobre el pecho deOLGA). ¡Cariñomío! ¡Preciosamía…!¡Yotrabajo…,ymeafano…!,perocuandonomequedenfuerzas,puedequeme digan: «¡Fuera de aquí…!» ¿Y adónde voy a irme?… ¿Adónde?… ¡Tengoochentaaños…!¡Ochentayuno,mejordicho!

    OLGA. —¡Siéntate, amita! ¡Estás cansada, pobrecilla…! (Haciéndola sentarse).¡Descansa,buenecitamía…!¡Quépálidaestás!

    ebookelo.com-Página54

  • EscenaIII

    EntraNATASCHA.

    NATASCHA.—Seandadiciendoporahíquehayqueorganizar,sinpérdidadetiempo,unasociedaddeayudaalosdamnificados…Enrealidad,laideaesmagnífica.Porlopronto,hayqueatenderalospobreslomásrápidamenteposible.Esobligacióndelosricos…BobikySofeschkaduermencomodossantitos, sinenterarsedenada…Lacasaestállenadegente…Porcualquierpartequevayas,laencuentrasatestada…¡Lacosa es que hay «influenza» en la ciudad yme damiedo que vayan a cogerla losniños!

    OLGA. —(Sin escucharla). Desde este cuarto no se ve el fuego… Aquí todo estranquilidad…

    NATASCHA. —Sí… ¡Seguro que estoy algo despeinada…! (Mirándose al espejo).¡Dicen que he engordado, pero no es verdad…! ¡Ni una pizca…! ¡Mascha se hadormido…!¡Estabatancansada,lapobre…!(AANFISA,fríamente).¿Cómoteatrevesaestarsentadadelantedemí?¡Levántate!¡Vetedeaquí!(ANFISA sale.Pausa). ¡Porquétienesaestavieja,escosaquenocomprendo!

    OLGA.—(Sobrecogido).Perdona…Tampocoyocomprendo…

    NATASCHA.—¡Nohayrazónningunaparaquesigaaquí…!¡Esunaaldeana,ydondedebeviviresenlaaldea…!¡Puesnoselamimapoco…!¡Amí,enlacasa,megustaelorden…!¡Nodebesobrargenteenella!(Acariciándolelamejilla). ¡Pobrecita…!¡Estáscansada…!¡Nuestradirectorasehacansado…!¡CuandomiSofeschkacrezcayempieceairalcolegio,tetendrémiedo!

    OLGA.—Nopiensoserdirectora.

    NATASCHA.—Esoyaescosadecidida.Teelegirán,Olechka.

    OLGA. —Renunciaré… No puedo… Es superior a mis fuerzas. (Bebe un poco deagua). ¡Con qué brutalidad acabas de tratar al ama…! ¡Perdona, pero no lo puedosoportar…!¡Semenublanlosojos!

    NATASCHA.—(Nerviosa). ¡Perdona, Olia…! ¡Perdona…! ¡No quería disgustarte…!(MASCHAselevanta,cogesualmohadaconairedeenfadoysale).

    OLGA. —¡Compréndeme, querida…! ¡Quizá hemos sido educados de un modoespecial, pero no puedo soportarlo…! ¡Semejante conductame agobia…,me pone

    ebookelo.com-Página55

  • enferma…!¡Medeprime,sencillamente,elánimo!

    NATASCHA.—¡Perdona!¡Perdona!(Labesa).

    OLGA. —¡La más pequeña brutalidad…, el que se pronuncie una palabra pocodelicada,hieremisensibilidad!

    NATASCHA. —¡Tienes razón…! ¡Digo a veces cosas que no debiera decir…, peroconvénconmigoenquepodríavivirenlaaldea!

    OLGA.—¡Sonyatreintalosañosquellevaencasa!

    NATASCHA.—Pero¡ahoranopuedetrabajar…!¡Oyonoteentiendo,oerestúlaquenoquieresentendermeamí…! ¡Yanoestáendisposiciónde trabajar…! ¡Nosirvemásqueparadormiroestarsesentada!

    OLGA.—¡Puesqueseestésentada!

    NATASCHA.—(Conexpresióndeasombro).¿Cómoqueseestésentada?…¿Noesunacriada,alfinyalcabo?…(Entrelágrimas). ¡No teentiendo,Olia…!Tengoniñera,nodriza,doncellaycocinera…;¿paraquénecesitamos,entonces,deestavieja?¿Paraqué?…(Dedetrásdelescenariollegaelrepiquedeltoqueafuego).

    OLGA.—¡Estanochemehaenvejecidodiezaños!

    NATASCHA.—¡Tenemosquellegaraunacuerdo,Olia…!¡Túestásenelcolegioyyoaquí…!¡Túteocupasdelaenseñanzayyodelgobiernodelacasa,ycuandoyodigoalgo referente al servicio, sé «loquemedigo»…! ¡Quemañanamismono esté yaaquíesavieja ladrona!¡Esaviejachocha!(Pataleando). ¡Esaviejabruja…!¡Yqueno se atreva nadie a excitarme! ¡Que no se atreva…! (Reprimiéndoserepentinamente). Lo cierto es que, si no temudas al piso de abajo, vamos a estarsiempreriñendo.

    ebookelo.com-Página56

  • EscenaIV

    EntraKULIGUIN.

    KULIGUIN.—¿Dónde estáMascha? Ya es hora de irse a casa. Dicen que el fuegoamaina.(Estirándose).Nosehaquemadomásqueunamanzanadecasas,aunquealprincipio, por el viento, parecía que ardía la ciudad entera. (Sentándose). ¡Estoycansado…!¡Olechka!¡Queridamía…!¡Avecessuelopensarque,denohabersidopor Mascha, me hubiera casado contigo, Olechka! ¡Eres muy buena…! ¡Estoyagotado!(Escucha).

    OLGA.—¿Qué?

    KULIGUIN. —¡El doctor parece que ha cogido hoy, a propósito, una borracheraterrible…! ¡Apropósitoenteramente…!Meparecequeaquí llega. ¿Leoyes?…Sí,aquíviene.(Riendo).¡Buenoestáeldoctor!Yomeescondo.(Correaocultarseenelrincónqueformaelángulodelarmario).¡Menudobandido!

    OLGA. —¡Se ha pasado dos años sin beber, y ahora, de pronto, otra vez aemborracharse!(SeinstalaconNATASCHAenelfondodelahabitación.EntraCHEBUTIKIN.Supasoalandaresseguro,comoeldelapersonasobria.Atraviesalaestancia,sedetiene,miraasualrededor,seacercaallavaboyempiezaalavarselasmanos).

    CHEBUTIKIN. —(Con aire taciturno). ¡Al diablo todos! ¡Al diablo…! ¿Creen queporque soy médico puedo curar cualquier enfermedad?… Pero ¡si yo ya no séabsolutamentenada…!¡Sisemehaolvidadotodoloquesabía…!¡Ahora,yanomeacuerdo de ello! (OLGA yNATASCHA, salen sin que él se dé cuenta). ¡Diablos…! ¡ElmiércolespasadotuvequeiraSasipaasistiraunamujer…!¡Semurió…!¡Ylaculpadequesemurieraesmía…!Sí…¡Harácosadeveinticincoañossabíaunpoco,peroya no me acuerdo de nada…! ¡De nada! ¡Quién sabe si no soy ni siquiera unhombre…! ¡Si solo lo aparento, porque tengo unos brazos, unas piernas, unacabeza…!¡Sinoexistoynohagomásqueandar,comer,dormir…!(Llorando).¡Oh,sinoexistiera…!(Consemblantetaciturnodejadellorar).¡Diablos…!Pues¿yhacetresdíasenelCírculocuandosepusieronahablardequesiShakespeare…,dequesiVoltaire?…Yonohabíaleídonada,peroponíacaradequesí…Ylosdemás…,igualque yo… ¡Qué vulgaridad! ¡Qué bajeza…! ¡Y me acordé de la mujer que habíamatado el miércoles…! ¡Y, al recordarlo todo, me sentí el ánimo tan feo, tantorcido…,queempecéabeber!

    ebookelo.com-Página57

  • (EntranIRINA,VERSCHININyTUSENBACH:esteúltimodepaisanoyconunabrigonuevoalaúltimamoda).

    IRINA.—Sentémonos.Aquínovendránadie.

    VERSCHININ. —¡Si no hubiera sido por los soldados, hubiera ardido la ciudadentera…!¡Bravosmuchachos!(Frotándosesatisfecholasmanos).¡Valeneloroquepesan…!¡Bravosmuchachos!

    KULIGUIN.—¿Quéhoraes?

    TUSENBACH.—Lastres,pasadas.Yaempiezaaamanecer.

    IRINA.—Ningunodelosqueestánsentadosenelsalónsemarcha.AhíestátambiénSolionii.(ACHEBUTIKIN).¡Deberíaustedirseadormir,doctor!

    DOCTOR.—¡Bah…!Gracias.(Seatusalabarba).

    KULIGUIN. —(Riendo). ¡Conque usted entregándose a la bebida, Iván Romanich!(Dándoleunapalmadaenelhombro).¡Muchachovaliente…!«Invinoveritas!»,quedecíanlosantiguos.

    TUSENBACH.—Mepidenqueorganiceunconciertoabeneficiodelosdamnificados.

    IRINA.—Perfectamente.¿Yacargodequién?

    TUSENBACH. —Pudiera organizarse si quisiera María Sergueevna. Opino que tocamaravillosamenteelpiano.

    KULIGUIN.—Toca,sí,maravillosamenteelpiano.

    IRINA.—¡Siyaselehaolvidado…!¡Hacelomenostresañosquenoponelasmanosenél…!¡Yhastapuedequecuatro!

    TUSENBACH.—Aquínohaynadiequeentiendaunapalabrademúsica,peroyo,quesíentiendo, lesaseguroy lesdoymipalabradehonordequeMaríaSergueevna tocaadmirablemente…,comounaverdaderaartista.

    KULIGUIN.—Tieneustedrazón,barón…YoquieromuchoaMascha…Esmuybuena.

    TUSENBACH. —¡Tocar tan maravillosamente y tener que reconocer que nadie lacomprende!

    KULIGUIN.—(Conunsuspiro).Sí…,pero…,¿estarábienqueactúeenunconcierto?… (Pausa). Yo no sé… Puede que no esté mal… ¡He de confesar que nuestrodirector,queesunhombrebueno…,muybueno,inclusive,ymuyinteligente…,tienealgunos puntos de vista…! ¡Claro que el asunto no es cosa suya; pero, de todos

    ebookelo.com-Página58

  • modos, si les parece hablar con él! (CHEBUTIKIN coge entre las manos un reloj deporcelanayempiezaaexaminarlo).

    VERSCHININ. —¡Me he puesto sucísimo en el fuego! ¡Estoy hecho un adefesio!(Pausa).Ayerllegóamisoídoselrumordequesequeríatrasladarnuestrabrigadaanoséquésitiomuylejos…Segúnunos,aTzarstvoPolskoe,ysegúnotros,aChita.

    TUSENBACH.—Yo también loheoídodecir ¡Laciudadvaavaciarse, entonces,porcompleto!

    IRINA.—¡Tambiénnosotrasnosvamos!

    CHEBUTIKIN.—(Soltándoselede lasmanoselreloj,queserompealcaer). ¡Sehizoañicos!(Pausa.Todaslascarasexpresansentimientoyconfusión).

    KULIGUIN.—(Recogiendolospedazos).¡Mirenqueromperunacosadetantovalor…!¡Ay,IvánRomanich…!¡Suconductamereceuncero!

    IRINA.—¡Eraelrelojdemidifuntamadre!

    CHEBUTIKIN.—¡Losería…!¿Queeradesumadre?…¡Puesque lo fuera…!¡Puedeque yo no lo haya roto…! ¡Que lo parezca nada más…! ¡Y puede también queparezcaqueexistimosyqueenrealidadnoexistamos…!¡Yonolosé…,nilosabenadie…!(Desdelapuerta).¿Porquémemiranasí?…¡Nataschatieneunaaventuracon Protopopov y ustedes ni se enteran…! ¡Ahí están sentados, sin ver nada, y,mientrastanto,NataschadeaventuritaconProtopopov…!(Cantando).«¿Noquerríaaceptarestedátil?»…(Sale).

    VERSCHININ.—Sí…(Ríe).¡Quéextraño,sinembargo,estodoesto!(Pausa).Empiezaelfuegoyechoacorreracasa.Meacercoylaveointactasinriesgoinmediatopero,esosí,misniñasestánenelumbraldelapuerta,vestidassoloconsuropainteriorysin su madre. La gente va de aquí para allá…, los caballos y los perros pasancorriendoyenlascarasdemisniñashaytalexpresióndeinquietud,espanto,súplicaynoséquémás…,queelcorazónsemeoprime…«¡Diosmío…!—pienso—.¡Quésufrimientosestaránreservadosaestasminiaturasenelcursodeunalargavida!»…Lascojoycorroconellas,perosiempredominadoporlamismaidea.(Seoyetocarafuego.Pausa).Luegoencuentroaquíasumadre,gritandoenfadada…(EntraMASCHAcon un cojín entre las manos y se sienta en el diván). ¡Viendo a mis niñas en elumbraldelapuerta,amediovestiryconlacallerojaporelresplandordelfuegoyllena de estruendo, pensé que escenas semejantes ocurrirían hace muchos añoscuandounenemigoinesperadoatacaba,saqueabaeincendiaba…!¿Yquédiferenciahay,enrealidad,entreloqueesyloquefue?…¡Cuandopaseeltiempo,sinembargo,dentrodedoscientosotrescientosaños,lasgentesvolveránlasmiradashacianuestravida actual con miedo y burla, y todo lo de ahora resultará anguloso, pesado,

    ebookelo.com-Página59

  • sumamente incómodoyextraño…!¡Yquévida,ay…,será ladeentonces…!¡Quévida…!(Ríe). ¡Perdónenmequehayaempezadootraveza filosofar! (Pausa).Peroparece que están ustedes todos dormidos…Pues, como les iba diciendo…, ¿cómoserá entonces la vida?… ¡Imagínensela…! ¡Las personas que haya ahora comoustedesenlaciudad,nopasarándetres…,peroenlasgeneracionesfuturashabrámásymás…hasta que llegue elmomento en que todo esté cambiado a su hechura…!¡Vivirán conforme a un tipo de vida recibido de ustedes, pero no el de ustedesmismosquesehabráquedadoviejo,ynaceránotrosmejores…!(Riendo).¡Hoytengounestadodeánimosingular!¡Unasganaslocasdevivir!(Cantando).

    «¡Nohayedadquenoestésujetaalamor!¡Suinflujobeneficioso…!».(Ríe).

    MASCHA.—Tramtamtam…

    VERSCHININ.—Tramtam…

    MASCHA.—¿Trarara?…

    VERSCHININ.—Tratata…(Ríe.EntraFEDOTK).

    FEDOTIK.—(Bailando).¡Todosequemó…!¡Todosequemó…!¡Todo,hastaelúltimotrastosequemó!(Risas).

    IRINA.—¡Québromastiene!¿Quésehaquemadotodo?

    FEDOTIK. —¡Todo hasta el último hilo…! ¡La guitarra y la fotografía y todas lascartas…!¡Teníaunaagenditapararegalarla,ysequemótambién!

    ebookelo.com-Página60

  • EscenaV

    EntraSOLIONII.

    IRINA.—¡Porfavor,no…!¡Márchese,VasiliiVasilich…!¡Aquínosepuedeestar!

    SOLIONII.—¿Yporquépuedeestarelbarónyyono?

    VERSCHININ.—Enefecto,hayquemarcharse.¿Cómovaelfuego?

    SOLIONII. —Dicen que decrece… ¡No…! ¡Decididamente encuentro extraño quepueda estar aquí el barón y yo no…! (Saca del bolsillo el frasco de perfume, y serocíaconél).

    VERSCHININ.—Tramtamtam…

    MASCHA.—Tramtam…

    VERSCHININ.—(Ríe.DirigiéndoseaSOLIONII).Vamosalsalón.

    SOLIONII.—Estábien.Tomarénota.«Denotemerqueelgansofueraaexcitarse,estaidea pudiera quizá explicarse»… (Tras una mirada a TUSENBACH). «¡Pitas! ¡Pitas!¡Pitas!»…(SaleencompañíadeVERSCHININyFEDOTIK).

    IRINA.—¡QuéoloratabacohadejadoaquíesteSolionii!(Asombrada).¡Elbarónsehadormido…!¡Barón!¡Barón…!

    TUSENBACH.—(Espabilándose).¡Estabatancansado…!Lafábricadeladrillos…¡Nodeliro,no…!Esquepronto iréallí a trabajar.Yaestamosen tratos…(A IRINA,conternura). ¡Qué pálida y qué maravillosa y encantadora está usted…! ¡Su palidezpareceiluminarlaoscuraatmósfera,comounaluz…!¡Estáustedtriste!¡Estáustedinsatisfecha de la vida…! ¡Oh…! ¡Venga conmigo…! ¡Vayámonos y trabajemosjuntos!

    MASCHA.—NikolaiLvovich…,márchese.

    TUSENBACH.—(Riendo).¿Estabaustedahí?…¡Nolahabíavisto!(BesandoaIRINAlamano).¡Adiós…!Memarcho…¡Mirándolalarecuerdoenundíadesusanto,hacemuchotiempo…!¡Semostrabaustedtanllenadeenergía,tanalegre…,hablandodelplacer del trabajo…! ¡Qué vida dichosa creía entrever entonces…! ¿Dónde estáahora?(Besándolelamano).¡Tienelágrimasenlosojos…!¡Acuéstese!¡Yaempiezaaamanecer…!¡Simefuerapermitidodarlavidaporusted!

    ebookelo.com-Página61

  • MASCHA.—¡NikolaiLvovich…,leestoydiciendoquesemarche!

    TUSENBACH.—Ymemarcho.(Sale).

    MASCHA.—(Echándosedenuevoeneldiván).¿Duermes,Fedor?

    KULIGUIN.—¿Qué?…

    MASCHA.—Mejorseríaquetefuerasacasa.

    K