estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. el domingo que viene, con el adviento, iniciaremos de...

69

Upload: renata-zapata

Post on 28-Jan-2016

212 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 2: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 3: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 4: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

JESUCRISTO,

REY DE

MISERICORDIA

Page 5: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Estamos terminando el año litúrgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar un año más de la gracia de la salvación.

Page 6: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

La fiesta de Cristo Rey del Universo antes se celebraba el último domingo de octubre, desde el año 1925 en que la instituyó el papa Pío XI. Pero en la reforma de Pablo VI, en 1969, se trasladó, de muy buen acuerdo, al último domingo del año cristiano, el domingo 34 del Tiempo Ordinario.

Nuestra mirada a Jesús como Rey del Universo, ahora con un tono claramente escatológico, mirando al futuro de la historia, debe guiarse sobre todo por los textos de lecturas, oraciones y cantos, que nos ayudan a todos a entrar en el misterio de esta fiesta y ver nuestra historia como un proceso del Reino que todavía no se manifiesta, pero que se está gestando y madurando hasta el final de los tiempos.

Page 7: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Terminamos hoy la lectura que hemos hecho a lo largo de todo el año -ciclo A- del evangelio de Mateo. A partir del domingo próximo, empezaremos con el Adviento el ciclo B, con el evangelio de Marcos como el «evangelio del año».

La realeza de Cristo, por supuesto, no es al modo del mundo, sino al modo del amor que congrega a la gente.

Page 8: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 9: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Ven, Espíritu Santo, llena y mueve nuestros corazones.

Ayúdanos a acoger a Jesucristo, la Palabra de Dios hecha carne.Que Jesucristo, luz del mundo,

ilumine nuestra mentey nos haga testigos de la Verdad

y defensores de la Vida,para que nuestra

comunidad eclesialsea la morada de Dios

entre nosotros, «Casa y escuela de

comunión», por la escucha y puesta en práctica

de la Palabra

Page 10: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Que nosotros no rechacemos la invitación de Dios

a acercarnos y escuchar su Palabra,

y trabajar por el Reino,sino que con nuestras obras

y palabrasdemos testimonio de nuestra fey ejemplo de nuestra esperanza.

Ven, Espíritu Santo, ilumina nuestra mente,

nuestro corazón y nuestra voluntad,

para que podamos comprender, aceptar y vivir la Palabra de Dios.

Amén.

Page 11: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 12: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

«A ustedes, mis ovejas, las voy a juzgar

entre oveja y oveja»

Esta forma de realeza es puesta de relieve por el profeta Ezequiel. Usa el símbolo del buen pastor preocupado por cada una de las ovejas -un símbolo también muy usado por Cristo mismo.

Page 13: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

El profeta anima a su pueblo, en los momentos más tristes de su historia, con palabras esperanzadoras. Dios se presenta a sí mismo -y la promesa se cumplirá de un modo completo en futuro rey o Mesías-, como un Pastor bueno, que apacienta a sus ovejas, las busca y recoge si se dispersan, las libra de los peligros que puedan correr, las venda y cura si se hieren.

Page 14: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Es un Dios fiel y misericordioso que también «juzgará entre oveja y oveja» y entre «macho cabrío y carnero», porque el capítulo de Ezequiel contiene una queja muy dura contra los malos pastores que gobernaban Israel.

Esto último prepara el evangelio del «juicio final» del mismo Juez que es nuestro Pastor.

Page 15: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

«El Señor es mi pastor,

nada me falta»

El salmo no podía ser otro que «el Señor es mi pastor, nada me falta», en que se alaba esa actitud amable y desinteresada del pastor que conduce a las fuentes de agua, que repara las fuerzas, que prepara comida en la mesa, que unge la cabeza de alegría, que es todo bondad y misericordia.

Page 16: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Estamos ante uno de los salmos más bellos. Ha sido muy comentado por los Padres de la Iglesia, especialmente en las catequesis sacramentales. Es también muy apreciado por los autores de espiritualidad.

 Es un salmo de confianza

donde domina un tono sereno apenas turbado por una referencia pasajera al enemigo. Salmo muy propio para ser contemplado.

Page 17: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Dos imágenes que recorren la larga experiencia del pueblo de Dios.

Al salir de Egipto, el Señor guía al pueblo por el desierto como a un rebaño dándole agua, comida y reposo.

Al llegar a la tierra prometida, el Señor los recibe como huéspedes en su territorio. El mismo es el anfitrión. 

Page 18: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Al rezar este salmo, uno hace suyas estas ricas experiencias, no por el camino de la reflexión, sino de la contemplación; de la oración silenciosa, reposada, profunda y gozosa.

Así el gran río de la experiencia del Pueblo se remansa en mi pequeña historia personal inundándola de fe.

Page 19: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

v.1: «El Señor es mi pastor; nada me falta»...

El Señor no es un pastor

cualquiera. «Es mi pastor»: denota intimidad, confianza, relación personal.

El primer versículo ya crea un clima. «Nada me falta»: sensación de plenitud.

Page 20: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Frente a la experiencia constante y diaria de que todo se me queda corto, nada me llena, nada me satisface..., el salmista siente una experiencia de plenitud. Dios lo llena del todo.

Llena todos los poros de su ser; hasta las fibras más íntimas y profundas. Es la sensación que sentiría María ante las palabras

del ángel: «Llena eres de gracia» (Lc. 1,28).

Page 21: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

A partir de ahora el salmo avanza, a través de imágenes vivas, cercanas, sugerentes... hasta desembocar en un mar de intensa y profunda emoción.

Page 22: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

«Devolverá a Dios Padre el Reino

y así lo será todo en todos»

El Reino de Cristo, dice San Pablo, no es para él mismo, sino para nuestra total liberación y vida. Al entrar a su Reino, superamos el pecado y la muerte. El Reino de Cristo, igualmente, fue adquirido para nosotros por Jesús sufriente y muerto por nuestro bien.

Page 23: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Ya casi al final de su segunda carta a la comunidad de Corinto, en el capítulo que dedica a la resurrección (c. 15), Pablo eleva este canto a la realeza de Cristo Jesús, que también se lee el día de la Asunción de Nuestra Señora. Cristo ha resucitado el primero. Por Adán murieron todos. Por Cristo todos volverán a la vida. La resurrección de Cristo está unida, por tanto, a la nuestra.

Page 24: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Resucitarán en un determinado orden: primero Cristo, como primicia. Después, los que son de Cristo. Al final Cristo devolverá su Reino a Dios Padre, y se someterá él mismo a Dios, una vez aniquilados todos sus enemigos, el último de ellos la muerte. Entonces, "Dios lo será todo para todos".

Page 25: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

«Se sentará en el trono de su gloria y separará

a unos de otros»

Page 26: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 27: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

El juicio de las naciones

31 Cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria 32 y todas las naciones serán reunidas en su presencia. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. 33 Colocará a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda.

Page 28: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

34 Entonces el rey dirá a los de la derecha: Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. 35 Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron, 36 estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver.37 Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber, 38 emigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte?

Page 29: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

40 El rey les contestará: Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí. 41 Después dirá a los de su izquierda: Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, 43 era emigrante y no me recibieron, estaba desnudo y no me vistieron, estaba enfermo y encarcelado y no me visitaron.

Page 30: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

44 Ellos replicarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, emigrante o desnudo, enfermo o encarcelado y no te socorrimos? 45 Él responderá: Les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí. 46 Éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna.

Page 31: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 32: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Este pasaje llamado del «juicio final» es exclusivo del evangelio de Mateo, y cierra, antes de la Pasión, el largo «discurso escatoló- gico» de Jesús. Describe el juicio de una manera muy popular: el rey que hace de juez y pone a unos a la derecha y a otros a la izquierda, con los buenos y los malos simbolizados por las ovejas y las cabras.

Page 33: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

El criterio de selección para este Juez no va a ser si pertenecen o no a un pueblo o grupo determinado, sino cómo han actuado en la vida: si se han cuidado de los pobres y necesitados. El examen va a versar sobre la caridad para con los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los desnudos, los enfermos, los encarcelados: o sea, las

«obras de misericordia».

Page 34: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Jesús lo describe en positivo y en negativo, con el premio y el castigo correspondientes, terminando siempre con la misma clave: «conmigo lo hicieron», «tampoco lo hicieron conmigo».

La famosa parábola del juicio final está llena de riqueza e inspiración. Leámosla este domingo desde el punto de vista de Cristo Rey. Jesús en el juicio final aparece como rey para decidir quién, y quién no, participará en su reino para siempre. El criterio de su decisión es la práctica del amor fraterno. Aquellos que compartieron amor, comparten el reino; aquellos que no compartieron amor, no comparten el reino.

Page 35: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Como Jesús es rey a la manera de la misericordia y preocupación por los desposeídos, es coherente que aquéllos que han de participar en su reinado participen también de su misericordia.

Jesús como rey se hará presente en el juicio final, pero de acuerdo a la parábola, él ya está presente entre nosotros, aunque su realeza permanece escondida. Escondida tras el rostro de los pobres, los hambrientos, los enfermos, etc. Su realeza, en verdad, no es al modo del mundo.

Page 36: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Si hemos de encontrar a nuestro Rey y Señor hoy día, debemos buscarlo

«en el más pequeño

de nuestros

hermanos».

Page 37: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 38: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

«¿Dónde está tu hermano?»

En el reino de Dios no cabe imposición ni odio ni, por tanto, victoria del hombre sobre el hombre. En las victorias humanas hay vencedores y vencidos; hay siempre imposición de unos sobre otros. En cambio, el reino de Dios es la victoria sobre la opresión y la muerte, y se inaugura con el perdón de Jesús desde la cruz: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen».

Page 39: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Es probable que nos preguntemos qué tiene que ver el evangelio de hoy, que hace prevalecer el amor a la hora del juicio, con la fiesta de Cristo Rey. Sin embargo, define cómo es el Reino de Dios y cómo se entra en él: «vengan, benditos de mi Padre, hereden el Reino»

Page 40: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Lo que pasa es que nos cuesta entender que no es el poder el lugar de encuentro con Dios, sino que Dios se manifiesta en el semejante que llora, sufre, trabaja... Si olvidamos esta verdad tan elemental, corremos el riesgo de tomar las armas para defender la civilización cristiana como si ésta fuera ya el Reino de Dios, cuando en realidad, es un orden social muy discutible.

Page 41: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

A nuestro alrededor hay gente que tiene hambre, que está desnuda y que es perseguida por causa de la justicia. Nuestro mundo no es, pues, el reino inaugurado por Cristo, donde el sediento bebe, el hambriento se sacia, el preso rompe sus cadenas y el hombre se esfuerza por reconocer a los demás como hermanos.

Page 42: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

La pregunta de Dios a Caín, al empezar la historia: «¿Dónde está tu hermano?», es aquí recogida como pregunta que sigue siendo central, y que sigue también provocando la misma sorpresa que provocó en Caín. Pero aquí Jesús explica el porqué de la pregunta: no se puede distinguir entre los deberes para con Dios y los deberes para con los hombres, puesto que Jesús-Salvador se identifica con cada hombre. Esta identificación, que prolonga la idea que concluía el discurso misionero (Mt. 10. 42), muestra que toda persona es «sacramento de Cristo» para los demás, es decir, que hace presente y visible a Cristo para los demás, hacia Dios.

Page 43: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

La perspectiva de resurrección para

los seguidores de Jesús

Pablo, en su catequesis sobre la resurrección de los muertos al final de la historia, se basa sobre todo en la resurrección de Cristo. Igual que él ha pasado a la nueva existencia, después de haberse inmolado en la Cruz por todos, así los que le siguen van a ser resucitados, después de él.

Page 44: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Esa es la perspectiva escatológica que nos hace sabios para vivir la vida presente. La clave de nuestra salvación final es nuestra solidaridad con el segundo Adán, Cristo Jesús.

El Reino está viviendo todavía una historia muy dinámica y movida.

Cristo ha vencido ya, pero todavía sigue la batalla en sus miembros. El da sentido a toda la historia, él inaugura el Reino, que sigue ahora adelante en su Iglesia y en la humanidad, en marcha hacia la plenitud. Al final se manifestará él como «Rey del Universo», y un «examen final» decidirá la suerte de cada uno de nosotros.

Page 45: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Un Rey misericordioso, defensor del pobre

¿Qué clase de Rey es este en quien creemos y a quien seguimos, Cristo Jesús? Ezequiel no lo presenta como un caudillo guerrero, o como un rico poderoso, sino como un pastor solícito del bien de sus ovejas. Sobre todo dedicado a las ovejas que se descarrían o corren peligros o quedan heridas.

Page 46: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

El Dios del que habla el profeta Ezequiel es juez (juzgará entre oveja y oveja, y sobre todo denunciará a los malos pastores) pero a la vez es pastor, guía, médico y liberador. Lo mismo hace el salmo responsorial, que quiere que veamos sobre todo el amor y la misericordia de nuestro Dios y Pastor.

Page 47: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Es lo que se cumplió perfectamente en su Enviado, Cristo Jesús. Esa es su realeza. No entendió su Reino como privilegio, no buscó poder político, ni prestigio social, ni fuerza militar, ni riquezas. Sus «credenciales» las proclamamos en el prefacio: «el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz». Nuestro Rey se entregó por todos en la cruz, mostrándonos que sólo el amor y la entrega solidaria pueden salvar al mundo.

Page 48: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Sus seguidores -cada uno de nosotros- tendremos que aprender esta lección. Nuestra actitud no debe ser de dominio, sino de servicio. No de prestigio político o económico, sino de diálogo humilde y comunicador de esperanza. Evangelizamos más a este mundo con nuestra entrega generosa que con nuestros discursos o en la ostentación de nuestras instituciones. En nosotros también debe cumplirse lo de que «servir es reinar».

Page 49: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Seremos examinados sobre el amor

La materia para este examen van a ser las obras, no las palabras. Ya había avisado antes: «No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino... sino el que haga...». En el fondo, son la «obras de misericordia» las que deciden.

Page 50: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Podría ponernos otras «preguntas de examen»: si hemos rezado, si hemos hablado bien, si hemos hecho penitencia, si pertenecemos a la Iglesia y, dentro de ella, a alguna asociación o comunidad religiosa, si hemos profetizado en su nombre, si hemos hecho milagros... Pero no: el examen se decidirá, no por lo que hayamos dicho o escrito, sino por lo que hayamos hecho: en concreto, si hemos sabido imitar la actitud de entrega y caridad y servicio del mismo Jesús.

Page 51: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Jesús es un maestro y un pedagogo magnífico: no emplea, por ejemplo, la palabra «amor», que puede resultar gastada o ambigua. Los ejemplos concretos que pone siguen teniendo la misma actualidad hoy en día: si hemos dado de comer a los que tienen hambre, si hemos dado de beber al sediento, si hemos atendido al forastero, si hemos vestido al que está desnudo, si hemos visitado a los enfermos y a los encarcelados.

Page 52: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Son exactamente las obras de que dio ejemplo él, Jesús, el buen samaritano por excelencia. Si por alguien tuvo predilección fue por los más pequeños, los pobres, los marginados. El que el examen vaya a decidirse por el hecho de haber dado o no de comer a los pobres o haber visitado a los enfermos, parecería no estar a la altura de la sublime teología del evangelio. Sin embargo, es así: el examen no va a ser sobre lo que sabemos, sino sobre lo que hacemos, sobre el amor que mostremos para con el prójimo.

Page 53: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Es impresionante la motivación última: lo que hayamos hecho o dejado de hacer con todas esas personas lo hemos hecho

o dejado de hacer con él: «conmigo lo hicieron».

La pregunta final será: ¿hemos amado, hemos descubierto a Jesús presente en la persona de nuestros hermanos, hemos atendido a los enfermos y a los fracasados?

¡Resulta que Cristo estaba durante todo el tiempo ahí cerca, en la persona de nuestros hermanos: el mismo Jesús que en el día final será el pastor que divide a las ovejas de las cabras y el juez que evalúa nuestra actuación!

Page 54: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

¡Resulta que lo que va a decidir nuestra suerte final es el haber dado o no un vaso de agua fresca en su nombre o en haber hecho visitas amables a los enfermos! No importa por qué el juez del evangelio separa a las ovejas y a las cabras, a unas a la derecha y a otras a la izquierda. Sí importa que separa a los que han tenido buen corazón y a los que no.

Con razón se dice que es esta una de las páginas más «incómodas» de todo el Evangelio. Se entiende demasiado. Nosotros ya no podremos poner cara de extrañados o aducir que no lo sabíamos: ya nos lo ha avisado él. Nos ha dicho cuáles van a ser las preguntas del examen.

Page 55: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 56: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Concede a tu Iglesia, Padre de bondad,trabajar incansablemente

por la implantación del amor,de la justicia y de la paz en el mundo.

Que quienes tienen autoridad en las naciones

la ejerzan como un servicio a los súbditos,

especialmente a los más necesitados.Te encomendamos a quienes

en muchos lugares del mundosufren persecución

a causa de su fe cristianay sus esfuerzos por implantar la paz.Que todos nosotros, que celebramos

la solemnidad de Cristo Rey,para que en nuestra conducta

y en nuestros criteriossigamos las normas vigentes

en el Reino de Cristo-Jesús. Amén.

Page 57: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 58: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

A lo largo del año litúrgico, desde aquel ya lejano primer domingo de Adviento, hemos venido contemplando los hechos de Jesús y hemos venido proclamando su Palabra.

Tanto en los hechos como en las palabras, hemos visto a Jesús como centro de una «vida nueva», de un «Reino de amor y de paz»... que no es de los conocidos en este mundo. No es un Reino que se manifieste por su esplendor, por su poderío, por su grandeza.

Page 59: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Es un Reino donde Cristo se nos ofrece en la Cruz, que es el mayor signo de amor y entrega hacia nosotros.

En el día de hoy, ofrecemos nuestro homenaje a Cristo, Rey del Universo (y no sólo de una nación), y de un «reino de verdad y de vida, de justicia de amor y de paz».

Page 60: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Servir para reinar

Jesús podía haber nacido entre los ricos, en palacio de lujo, entre esplendores de éxitos, y terminar su vida en medio de manifestaciones y aplausos. Pero hizo todo lo contrario. Nació de modo humilde y desconocido, vivió moderada y pobremente, sufrió enfrentamientos y luchas y murió crucificado.

Page 61: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

A Pedro le hubiera encantado un rey dominador, con capa de armiño y corona de oro...; a mí también. Pero él eligió por cetro una caña, por corona unas espinas y por trono donde manifestar su Señorío, la Cruz.

Además, dejó en las manos de la Iglesia (en las manos pecadoras de sus miembros), el tesoro de su mensaje salvador; y la Iglesia confiesa que Jesús es el Señor, que está resucitado y que vendrá con gloria a juzgar a las naciones.

Page 62: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Si el Reino de Jesús hubiera sido «como los de este mundo», pocos de nosotros hubiéramos tenido acceso a él, porque los puestos están reservados para «algunas personas» solamente. Sin embargo, en el Reino de Jesús, en la Iglesia del Señor, todos cabemos, porque todos estamos llamados a él y el único requisito para pertenecer a ese Reino es el de «amar a Dios con toda el alma y al prójimo como a nosotros mismos».

Y todos podemos cumplir este mandato si disponemos de un poco de generosidad y buen corazón. ¡Esa es nuestra suerte! Por eso, cuando la implantación de su Reino sea total, aquellas normas de vida que él ofreció serán las que servirán de pauta para juzgar a todos.

Page 63: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Y la actitud que cada uno haya tenido «con los pobres a quienes se les predicó el reino» será la que determine quién poseerá el Reino y quién será excluido de él.

En la venida de Jesús al final de los tiempos utilizará una medida de discernimiento sorprendente y llamativa: la actitud de amor o indiferencia ante los necesitados, en los cuales está el Señor.

Todo trabajo por el Reino pasa necesariamente por el amor a los demás. Este amor forma parte esencial de nuestra vocación y misión de cristianos. Cuidemos de que esté siempre vivo en nuestros corazones.

Page 64: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

A ese Jesús lo tenemos presente también, de un modo privilegiado -como Palabra viva y como Alimento de vida- en la Eucaristía. En el Padrenuestro pedimos siempre: «venga a nosotros tu reino».

Page 65: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

El alimento es la Eucaristía, el mismo Cristo, el Resucitado, que se nos da como fuerza para que sigamos su camino con perseverancia y alegría. Cuando el sacerdote nos invita a acercarnos a la comunión, dice unas palabras que apuntan claramente a un banquete festivo, «dichosos los invitados a la cena de bodas del Cordero», de Cristo.

No se trata sólo de que estamos invitados a «esta mesa» de la Eucaristía, que ya es mucho, sino a lo que esta mesa prefigura y anticipa: la mesa del banquete celestial, la mesa festiva de bodas, ya en el Reino definitivo.

Page 66: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Con razón pedimos a Dios en la Oración después de la comunión, después de recibir el alimento de la inmortalidad:

«te pedimos, Señor, que quienes nos gloriamos de obedecer los mandatos de Cristo, Rey del Universo, podamos vivir eternamente con él en el reino del cielo».

Page 67: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar

Algunas preguntas para meditar durante la semana:

1. ¿Tengo el hábito de ver a Cristo en los pobres?2 En este momento, ¿en qué lado de Jesús estaría, de

acuerdo con la parábola?

Page 68: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar
Page 69: Estamos terminando el a ñ o lit ú rgico. El domingo que viene, con el Adviento, iniciaremos de nuevo ese proceso celebrativo que nos hace participar