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ESTIMULOS PARA LA INVESTIGACIÓN A LOS JÓVENES GRADUADOS' 57 fuera una solución el que los "Centros con latín" admitieran a un examen de "Grado Elemental sin latín" a los alumnos que no lo hubieran aprobado en los cursos, y a un examen de "Grado Elemental con latín" a los que lo hubieran aprobado, con la dife- rencia de serles abiertos los cursos del Bachillerato Superior sólo a estos últimos. Ello salvaguardaría: 1. 9 Una pedagogía insustituible para la formación del futuro intelectual o profesional de las carreras superiores. 2. 2 Supuesta la actual estructuración general de nuestra enseñanza, la posibilidad de acceso a los es- tudios llamados "técnicos medios" para la inmensa mayoría de los alumnos que no pretenden otra cosa. 3 2 En lo económico, la posibilidad de pervivencia de los "Centros con latín" supuesto en ellos un mí- nimum de lo que llamaríamos "sinceridad pedagó- gica". Sea de ello lo que fuere, la solución no podemos dictarla nosotros. Una sincera meditación sobre al- gunos aspectos fundamentales de la cuestión cree- mos, eso sí, que puede contribuir al enfoque de cier- tos problemas, y por eso la ofrecemos. Con ello nues- tra conciencia intelectual y profesional, al menos, queda tranquila. Suceda lo que suceda. FRANcisCO VIZOSO M. Catedrático de Latín. Estímulos para la investiga- ción a los jóvenes graduados El progreso científico radica fundamentalmente en la continuidad de los conocimientos, que son paula- tinamente incrementados y perfeccionados en el su- cesivo paso de las generaciones y de los contempo- ráneos. Ello hace posible la utilización de la Ciencia en aplicaciones técnicas, que deben de tender siem- pre al bienestar material y a la elevación espiritual de los hombres. Han sido éstos los que han creado, a través de una lenta evolución, diversas formas de organización para hacer posible la transmisión del saber. La institu- ción esencial, en nuestros días, llamada a cumplir esta finalidad es la Universidad. No es necesario para nuestro objeto recordar aquí la diversidad de obje- tivos que engloba la misión universitaria. Vamos a ocuparnos, muy brevemente, de dos: la misión de formación humana y la incitación investigadora. De nada serviría que la Universidad, cumpliendo uno de sus fines, creara magníficos receptáculos de los saberes acumulados de siglos, si éstos no eran capaces de ejercer una función social clara y eviden- te. La ciencia es, en su raíz, dinámica, y su dinamis- mo se logra precisamente gracias a la investigación, bien arraigada en la trama de la realidad circundan- te; espacio y tiempo. Es por esto por lo que la Universidad, al lado de la ilusión y entusiasmo por el hallazgo de nuevas verdades, por el cultivo del espíritu de descubrir, debe formar la conciencia de sus hombres. Y en esta conciencia, un hueco importante lo ocupa el espíritu de comunidad. La creencia en la sociabilidad del sa- ber humano, porque la ciencia es, tambi( -1, universal. La verdad no se encierra en límites espaciales y hay que buscarla y aceptarla allí donde se encuentre. A la transmisión vertical del saber que se origina en la función docente—maestro, alumno—, dentro de los claustros universitarios, se une la transmisión horizontal que estimula y coordina los esfuerzos in- dividuales de los hombres que, situados en puntos geográficos diversos, conviven en el tiempo, en la búsqueda del mismo afán. En esta colaboración internacional reside una bue- na parte dei progreso científico. El contraste de los propios hallazgos con los ajenos; el trabajo en equi- po; la adquisición de nuevas técnicas o métodos; la comprensión de los valores personales y sociales de una comunidad distinta, son siempre datos estima- bles en la formación y desarrollo de la personalidad. En España, estos fines de la Universidad se han ve- nido cumpliendo muy lentamente. Hasta época re- ciente, unos veinticinco arios, no puede decirse que existiera una ayuda estatal organizada para su cum- plimiento. La creencia general de la sociedad estimaba que los Centros oficiales de enseñanza superior no eran otra cosa que "oficinas para la expendición de títu- los", para lograr los cuales sólo eran necesarios unos mínimos requisitos. Actualmente, el Estado ha cambiado su punto de vista. Existe un interés evidente en fomentar la in- vestigación y cultivar la personalidad del universi- tario. No obstante, limitaciones fundamentalmente económicas, con las que se tropieza en muchas face- tas de la actividad de fomento general del Estado, imponen serias restricciones al desarrollo. En cuanto a la sociedad, a pesar de que la nueva mentalidad se va imponiendo, la vieja estructura pre- dominante ofrece resistencias, sólo vencidas por un ejemplar y mínimo número de instituciones cons- cientes de la labor que su tiempo les asigna. Veamos ahora cuáles son las posibilidades que se ofrecen en este orden a un joven graduado español que haya alcanzado su título, después de unos estu- dios llevados a cabo con éxito. Naturalmente, hemos de referirnos, especialmente, a aquellos que se ha- llan en una situación social-económ i c a que les impi- da libertad de elección entre diversas opciones.

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  • ESTIMULOS PARA LA INVESTIGACIÓN A LOS JÓVENES GRADUADOS' 57

    fuera una solución el que los "Centros con latín"admitieran a un examen de "Grado Elemental sinlatín" a los alumnos que no lo hubieran aprobado enlos cursos, y a un examen de "Grado Elemental conlatín" a los que lo hubieran aprobado, con la dife-rencia de serles abiertos los cursos del BachilleratoSuperior sólo a estos últimos. Ello salvaguardaría:

    1.9 Una pedagogía insustituible para la formacióndel futuro intelectual o profesional de las carrerassuperiores.

    2.2 Supuesta la actual estructuración general denuestra enseñanza, la posibilidad de acceso a los es-tudios llamados "técnicos medios" para la inmensamayoría de los alumnos que no pretenden otra cosa.

    3•2 En lo económico, la posibilidad de pervivenciade los "Centros con latín" supuesto en ellos un mí-nimum de lo que llamaríamos "sinceridad pedagó-gica".

    Sea de ello lo que fuere, la solución no podemosdictarla nosotros. Una sincera meditación sobre al-gunos aspectos fundamentales de la cuestión cree-mos, eso sí, que puede contribuir al enfoque de cier-tos problemas, y por eso la ofrecemos. Con ello nues-tra conciencia intelectual y profesional, al menos,queda tranquila. Suceda lo que suceda.

    FRANcisCO VIZOSO M.

    Catedrático de Latín.

    Estímulos para la investiga-ción a los jóvenes

    graduados

    El progreso científico radica fundamentalmente enla continuidad de los conocimientos, que son paula-tinamente incrementados y perfeccionados en el su-cesivo paso de las generaciones y de los contempo-ráneos. Ello hace posible la utilización de la Cienciaen aplicaciones técnicas, que deben de tender siem-pre al bienestar material y a la elevación espiritualde los hombres.

    Han sido éstos los que han creado, a través de unalenta evolución, diversas formas de organización parahacer posible la transmisión del saber. La institu-ción esencial, en nuestros días, llamada a cumpliresta finalidad es la Universidad. No es necesario paranuestro objeto recordar aquí la diversidad de obje-tivos que engloba la misión universitaria. Vamos aocuparnos, muy brevemente, de dos: la misión deformación humana y la incitación investigadora.

    De nada serviría que la Universidad, cumpliendouno de sus fines, creara magníficos receptáculos delos saberes acumulados de siglos, si éstos no erancapaces de ejercer una función social clara y eviden-te. La ciencia es, en su raíz, dinámica, y su dinamis-mo se logra precisamente gracias a la investigación,bien arraigada en la trama de la realidad circundan-te; espacio y tiempo.

    Es por esto por lo que la Universidad, al lado dela ilusión y entusiasmo por el hallazgo de nuevasverdades, por el cultivo del espíritu de descubrir,debe formar la conciencia de sus hombres. Y en estaconciencia, un hueco importante lo ocupa el espíritude comunidad. La creencia en la sociabilidad del sa-ber humano, porque la ciencia es, tambi( -1, universal.

    La verdad no se encierra en límites espaciales y hayque buscarla y aceptarla allí donde se encuentre.

    A la transmisión vertical del saber que se originaen la función docente—maestro, alumno—, dentro delos claustros universitarios, se une la transmisiónhorizontal que estimula y coordina los esfuerzos in-dividuales de los hombres que, situados en puntosgeográficos diversos, conviven en el tiempo, en labúsqueda del mismo afán.

    En esta colaboración internacional reside una bue-na parte dei progreso científico. El contraste de lospropios hallazgos con los ajenos; el trabajo en equi-po; la adquisición de nuevas técnicas o métodos; lacomprensión de los valores personales y sociales deuna comunidad distinta, son siempre datos estima-bles en la formación y desarrollo de la personalidad.En España, estos fines de la Universidad se han ve-nido cumpliendo muy lentamente. Hasta época re-ciente, unos veinticinco arios, no puede decirse queexistiera una ayuda estatal organizada para su cum-plimiento.

    La creencia general de la sociedad estimaba quelos Centros oficiales de enseñanza superior no eranotra cosa que "oficinas para la expendición de títu-los", para lograr los cuales sólo eran necesarios unosmínimos requisitos.

    Actualmente, el Estado ha cambiado su punto devista. Existe un interés evidente en fomentar la in-vestigación y cultivar la personalidad del universi-tario. No obstante, limitaciones fundamentalmenteeconómicas, con las que se tropieza en muchas face-tas de la actividad de fomento general del Estado,imponen serias restricciones al desarrollo.

    En cuanto a la sociedad, a pesar de que la nuevamentalidad se va imponiendo, la vieja estructura pre-dominante ofrece resistencias, sólo vencidas por unejemplar y mínimo número de instituciones cons-cientes de la labor que su tiempo les asigna.

    Veamos ahora cuáles son las posibilidades que seofrecen en este orden a un joven graduado españolque haya alcanzado su título, después de unos estu-dios llevados a cabo con éxito. Naturalmente, hemosde referirnos, especialmente, a aquellos que se ha-llan en una situación social-económ ica que les impi-da libertad de elección entre diversas opciones.

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    REVISTA DE EDUCACIÓN

    Las pensiones de estudio que concede el Ministe-rio de Educación responden a la consecución de losdos fines indicados.

    Se otorgan, generalmente, a graduados jóvenespara realizar trabajos de investigación concretos, so-bre temas ya estudiados con anterioridad. Se tratade incitar a nuevos hallazgos en los múltiples cam-pos de la Ciencia, y se tiene en cuenta la importanciae interés de tal estudio dentro de las necesidadesculturales de nuestra nación. El empleo de los limi-tados créditos públicos exige una inversión rentabley honesta, que se traduzca en un futuro incrementode riqueza y bienestar. Este criterio—que deberíafijarse indeleblemente en cada ciudadano con algu-na parcela de responsabilidad administrativa—obli-ga a mucho, tanto a solicitantes como a Tribunalesde concesión. Ni peticiones indebidas ni adjudicacio-nes injustas deben producirse. Un expediente perso-nal brillante, con calificaciones máximas en sus ca-sillas, acompañado de inmejorables referencias acer-ca de las cualidades personales del candidato, no jus-tifican, desde nuestro punto de vista, una concesión.Hace falta saber, además, si el estudio que se propo-ne realizar es verdaderamente interesante, no yapara el pensionado, sino también para la sociedad.Y aún más: deberá justificar que necesita la ayudade la sociedad para poder llevarlo a cabo. Es urgen-te introducir, entre nosotros, esta conciencia y res-ponsabilidad social. El Estado y los órganos gesto-res que le representan realizan un simple papel deadministrador. En buena ley, de buena administra-ción.

    Por esta razón, tampoco pueden, las personas queencarnan este papel, dispensar beneficios con privi-legio o con favoritismo. El hecho de conocer a unapersona sólo debe suponer una mayor exigencia enel examen de sus méritos objetivos, por temor a queel juicio pueda salir viciado. De otra forma, son per-judicados seriamente los intereses de los numerososdesconocidos, y se incurre para el Derecho, en delito,y para la Moral, en pecado.

    Criterios, pues, de justicia, seriedad, honradez,como imprescindibles en la actuación de Tribunales.Las pensiones de estudio se conceden para incitar algraduado hacia la investigación. Esta finalidad desimple incentivo financiero, limitado, hace que su pe-ríodo de disfrute tenga que ser pequeño. Se estimaque en un plazo de cuatro meses, como máximo, ungraduado pueda medir su capacidad para la inven-ción creadora. Si ésta existe, tendrá abiertas otrasposibilidades: Consejo Superior de InvestigacionesCientíficas, Fundaciones privadas, becas para amplia-ción de estudios, etc.

    Un aspecto importante de este tema es el proce-dimiento a través del cual se adjudican las pensiones.

    El candidato cumplimenta un impreso que tienecarácter aficial. En él ha de reflejar, además de sufiliación personal, su vida académica y sus propósi-tos de serio trabajo. Es de sumo interés que exprese,concluyentemente, la necesidad de recibir la ayudasolicitada. En su expediente debe incluir cuantas re-ferencias sean posibles de profesores que le conozcany le hayan tutelado anteriores trabajos. La valora-

    ción de este dato es muy alta: por ello, convieneque los informes no sean rutinarios y aporten ele-mentos de recto juicio al Jurado nacional.

    Este sistema, descentralizado en sus orígenes—alser las Comisarías de Distrito Universitario y, en úl-timo término, los Rectorados, quienes preparan la re-solución de los órganos centrales—, ofrece la venta-ja de garantizar, más ampliamente, el conocimientodel candidato. El hecho de que la concesión radiqueen el Ministerio de Educación, palia la desventajaque se ofrecería con un sistema de autonomía lleva-do a sus últimas consecuencias, al atribuir a cadaDistrito Universitario un determinado número depensiones, que serían normalmente cubiertas en sutotalidad, por inexistencia del conveniente contrastecon el resto.

    Al propio tiempo, el actual sistema permite unamejor coordinación y dirección de los objetivos na-cionales a cumplir en cada momento, de acuerdo conlos intereses generales en el orden cultural, favore-ciendo las investigaciones más urgentes y denegan-do la ayuda para las superfluas o menos importan-tes, desde un punto de vista único. Al concederse pen-siones para proseguir investigaciones, tanto en Es-paña como en el extranjero, existe la posibilidad deampliar el campo de experiencias personales de quehablamos más arriba, tan conveniente al hombre deestudio.

    Hay que tener presente que no todo lo extranjero,por el mero hecho de serio, es bueno. En numerososámbitos de la actividad humana convendría no olvi-darlo. El desconocimiento y desprecio de los valorescientíficos nacionales es, en cierta manera, una trai-ción de la inteligencia. Para ampliar estudios fuerade las propias fronteras, es preciso haberlos conclui-do totalmente en la órbita propia. No parece necesa-rio ser doctor en Derecho por La Sorbonne, cuandotodavía no se ha alcanzado el título en cualquiera delas Universidades españolas, o, si se quiere, por lasde Madrid o Salamanca, si son éstas las más conoci-das en el exterior.

    Gracias a Dios, son cada día más numerosos loscampos de investigación que van abriéndose en losInstitutos especializados de España a nuestros cien-tíficos. Al lado de ellos, y bajo su tutela, deben ini-ciarse los jóvenes graduados. Después, cuando nohaya ciencia moderna en el maestro, es el momentode ir tras la búsqueda de lo ajeno para ofrecer, altiempo, las propias conclusiones. No antes, siquierasea por una razón de prestigio.

    Los pensionados para el extranjero tienen que po-seer, además, un conocimiento suficiente y previo delidioma que hayan de utilizar en el país de destino.De otra forma, el breve período de residencia seráinfructuoso y estará dedicado a la adquisición delvocabulario básico que facilite la mínima compren-sión.

    Sólo una consideración semejante a la señaladadistinguirá esta forma de ayuda escolar del turismouniversitario. Son actividades esencialmente distin-tas, pero que a menudo se confunden.

    Por último, los pensionados que hayan disfrutadode una ayuda para la investigación adquieren el com-

  • ESTÍMULOS PARA LA INVESTIGACIÓN A LOS JOVENES GRADUADOS

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    promiso de responder del trabajo realizado. Sólo me-diante la presentación de una memoria completa ava-lada por los profesores que hayan colaborado en suinvestigación, es posible comprobar el esfuerzo per-sonal.

    Examinemos ahora algunos de los principales pro-blemas que la práctica plantea cuando se trata deadjudicar las pensiones de estudio.

    1. La capacidad intelectual a travésdel certificado de estudios.

    Llegar a conocer la verdadera medida de la capa-cidad intelectual de un graduado no es fácil. Gene-ralmente, el método más sencillo que en la actualidadse utiliza es comprobar el rendimiento escolar du-rante los años de graduación por medio de las cali-ficaciones obtenidas en las asignaturas que compren-den la carrera. Se identifican así capacidad y rendi-miento, que son términos distintos. De hecho, en nu-merosas ocasiones se ha demostrado que hombrescon expedientes muy medianos han alcanzado pues-tos de primera fila en etapas posteriores de su vidacientífica. Y viceversa. Es indudablb que la capaci-dad potencial no coincide a veces con la capacidaddemostrada y efectivamente puesta a prueba.

    Si las calificaciones de todos los alumnos de nues-tros centros de enseñanza superior fueran otorgadaspor un Tribunal que actuara con idéntico criterio entodos los casos o la comprobación del rendimiento severificara por pruebas objetivas, es posible que lasnotas que se presentan en un expediente tuvieran va-lor objetivo. En el actual sistema esto no ocurre, ysabidas son las notables diferencias de apreciaciónde los profesores de un mismo centro docente.

    Añádase a esto las dificultades propias de ciertosestudios en relación con otros más sencillos, y aúnmás, como las calificaciones altas, sobre todo, se dancomparativamente, en los centros que tienen un ele-vado número de alumnos las posibilidades de obte-nerlas son menores que las que existen en los que hayun reducido número, y esto por razón de la compe-tencia.

    2. El desconocimiento profesor-alumnoy los alumnos libres.

    En los centros que tienen muchos alumnos en cadacurso existe el problema del mutuo desconocimien-to en que permanecen tanto el profesor como el alum-no. Ciertamente, en algunas carreras las clases prác-ticas no son simples repetitorios de las de cátedra,y en ellas, a través de los profesores ayudantes, se daun mayor conocimiento.

    Todo cuanto se ha escrito con referencia a los exá-menes podría aducirse aquí para ratificar la conclu-sión de que sólo a través de ellos—dos o tres duran-te el curso normalmente—no puede conocerse a unalumno. El problema se agudiza cuando se trata dealumnos que cursan sus estudios por enseñanza libre.En general, éstos obtienen notas más bajas que los

    oficiales. Y no porque exista un trato distinto, espe-cialmente desventajoso para ellos, de los profesores.En la mayor parte de los casos, los alumnos libresalternan el estudio con el trabajo y no pueden dedi-car las mismas horas a la preparación de sus asigna-turas. Solamente restando tiempo al descanso pue-den presentarse a examen, en condiciones siempreinferiores de aquellos alumnos que han asistido re-gularmente a las clases de cátedra y prácticas.

    Presentado un expediente de este grupo de alum-nos—muy numeroso, por otra parte—a un Tribunalseleccionador, para ser juzgado objetivamente serádesechado en los primeros momentos, y esto no pa-rece lógico cuando se trata de ofrecer posibilidadesa cuantos tienen la misma capacidad intelectual.

    3. La demostración de la necesidad económica.

    Un problema de capital importancia es llegar a ladeterminación del grado de necesidad que un candi-dato tiene para realizar los trabajos que se propone.La actual descentralización en el sistema de propues-tas de los candidatos favorece el conocimiento, espe-cialmente cuando se trata de casos notorios de am-plia solvencia económica. Pero sólo en éstos. Las cer-tificaciones expedidas por las oficinas fiscales no ayu-dan a conocer la renta real de una familia. Las de-claraciones juradas de ingresos "por todos los con-ceptos" muy a menudo son falseadas y no reflejantampoco la verdadera necesidad del candidato, que,por otra parte, tiene de ella una consideración muysubjetiva.

    Soluciones posibles.—Mejora del proce-dimiento de selección. ...

    Podría ésta tener dos fases: una primera en laUniversidad respectiva, y otra, en el Ministerio deEducación.

    Para poder participar en la prueba de admisibili-dad, sería previo presentar el oportuno expedientecompleto tal como se precise en la convocatoria, y alque debe acompañarse un "curriculum vitae". Exa-minadas las solicitudes por el Comisario de Protec-ción Escolar del Distrito Universitario, citaría a losque considerase aceptables para comparecer ante unTribunal que verificase sus aptitudes.

    Ante éste, los seleccionados en grupos pequeñosdurante dos días consecutivos habrían de realizardiversas pruebas.

    En primer lugar, dos tipos de tests:a) De inteligencia.b) De personalidad.Los primeros deben mostrar sus posibilidades in-

    telectuales; los segundos, el carácter, el juicio, lapersonalidad humana del candidato.

    En segundo lugar, una serie de ejercicios prácti-cos en los que se demuestre el conocimiento de lasmaterias acerca de las que han de versar sus inves-tigaciones. Entre ellas no debieran faltar pruebas delidioma que haya de utilizar: de traducción e inter-pretación de un texto técnico poco claro.

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    REVISTA DE EDUCACIÓN

    Por último, las pruebas terminarían con la entre-vista personal privada con cada uno de los miembrosdel Tribunal, que posteriormente redactarían un in-forme amplio.

    Concluidas las pruebas, los seleccionados serian ca-lificados con una nota que no sería media de todaslas obtenidas, sino que expresara la impresión ge-neral del tribunal, señalando la conveniencia o nodel desplazamiento e investigación proyectada.

    La segunda fase de la selección continuaría en Ma-drid, ante un Tribunal central permanente, en la Co-misaría de Protección Escolar del Ministerio de Edu-cación. Sería este organismo el encargado de hacerla clasificación definitiva. En su poder todos los ele-

    mentos anteriores de juicio, una entrevista final ga-rantizaría hasta el máximo posible la selección.

    Creación de una Inspección.

    El procedimiento anteriormente expuesto evitaría,sin duda, numerosos fraudes en cuanto a la estima-ción de la necesidad económica. El contacto directoy personal por el solicitante daría base para conocermás fundadamente su situación económica familiar.

    Sin embargo, la creación de una Inspección exi-gente—que podría extender su influjo no sólo a estecampo, sino también al resto de los beneficios conce-didos: becas, plazas gratuitas, etc.--limitaría las po-sibles falsedades a un número mínimo.

    FELICIANO L. GELICES.

    PROBLEMAS GENERALES DE LA ENSEÑANZA

    Ante el comienzo del curso, Sabino Alonso-Fueyo seplantea, en un artículo, el problema de por qué falla enmuchos puntos la enseñanza y cuáles son las causaspor las que "nuestro plan de ordenación cultural no haseguido el ritmo, ni muchísimo menos, del vasto planeconómico-social". Cree que "el maestro ha de lucharporque el estudiante sienta de veras la inquietud desaber, el deseo de experimentar el acicate de la verdad,porque sepa escoger sus libros y se vea guiado haciaaquéllos que elevan los sentimientos y aumentan el cau-dal de las ideas, disciplinando el pensar"; y luego, másadelante, dice : "No se trata, por tanto, de saber máso menos; se trata, en este caso concreto, de un proble-ma de educación, y es entonces cuando procede elegiral profesor que sepa educar... Quizá tengamos demasia-dos profesores sabios, que se resisten a dialogar conel alumno, y hemos de ser más humildes en el intentoy más ambiciosos y sinceros en la realidad si queremosque entre profesores y discípulos se fomente una ver-dadera "amistad", sin la cual no es posible una fecundalabor de enseñanza." Parece, pues, que para el autorde este artículo una de las causas esenciales de los fa-llos que presenta la enseñanza es la escasez de autén-ticos maestros, de maestros cuya ejemplaridad "cons-tituirá la mejor lección de vida y de cultura" para losestudiantes de hoy (1).

    ENSEÑANZA PRIMARIA

    Son muy frecuentes los artículos y reportajes que dancuenta de las diversas medidas adoptadas para la dis-minución del analfabetismo en España. Un artículo ponede relieve las disposiciones oficiales que regulan la asis-tencia de los hijos a la escuela, según las cuales la au-sencia de éstos, prolongada y sin justificación, trae comoconsecuencia la pérdida del plus familiar y la disminu-ción de las vacaciones del padre trabajador responsablede la no asistencia de los hijos. También se refiere a lapérdida del empleo por parte de los trabajadores anal-fabetos contratados por las empresas a partir de la pu-blicación de este Decreto y que, al cabo de dos años, no

    (1) Sabino Alonso-Fueyo: Cuestiones de enseñanza,en "Libertad" (Valladolid, 3-X-57).

    hayan corregido su analfabetismo (2). Un artículo in-formativo de Cádiz da cuenta del ritmo a que se vareduciendo en España el analfabetismo, que desde elaño 1950 hasta la fecha ha sido de un 56 por 100, lo cualsupone que para el año 1970 habría podido extinguirsetotalmente de nuestra patria (3). Una nota sobre la la-bor desarrollada .por la Junta local de Llerena contrael analfabetismo nos hace saber los problemas escola-res que plantea a aquella ciudad la falta de escuelas, yestimula a los empresarios y propietarios de explota-ciones agrícolas a que colaboren con el Gobierno en elvasto plan de Construcciones Escolares (4). Tambiénexplica la misión y organización de las Juntas Muni-cipales de Educación el editorial que glosa la actuali-dad en "El Magisterio Español" (5). Y, por último, elcomentario editorial sobre la campaña contra el analfa-betismo, según el cual esta campaña o es creación deescuelas o no es nada. "Al analfabetismo —dice— no sele combate más que con estas dos armas clásicas —ylas armas clásicas siguen contando hasta en los mo-dernos ejércitos—: Escuelas y Maestros suficientes." Re-coge después algunos datos de los ofrecidos por el Di-rector general de Enseñanza Primaria en su conferen-cia dada en el XV Curso de Verano de la Universidadde la Rábida (6).

    La fecha inicial del curso ha llevado a algunos pe-riódicos y revistas a insertar en sus páginas reportajessobre los problemas que la escuela plantea en el senode las familias cuyos hijos en estos días han renovadosu contacto con los libros y cori las aulas ; en este sen-tido está concebida la encuesta que publica "Revista",de Barcelona. El humor reflejado en sus títulos —"Losniños responden, Los maestros opinan y Los padres pa-gan"— da una idea de su tono general (7). "Semana"publica un reportaje sobre el precio de los libros detexto. Se interroga en él a un padre de familia con hi-jos estudiantes y a la dueña de una librería de librosde viejo ; la conclusión final : los libros de texto sondemasiado caros y en muchos casos no están al alcancede todos los muchachos (8).

    Recogemos hoy dos artículos referentes a la enserian-

    (2) Alberto Elías Pérez : El trabajador analfabetopierde su empleo a los dos años, en "El Correo de Zamo-ra" (Zamora, 26-IX-57).

    (3) Francisco del Valle : En más de un seis por cien-to..., etc., en "Diario de Cádiz" (Cádiz, 1-X-57).

    (4) Daniel Hernández Nieto : Llerena y la campañacontra el analfabetismo, en "Hoy" (Badajoz, 27-IX-57).

    (5) Editorial : Juntas municipales de educación, en"El Magisterio Español" (Madrid, 14-IX-57).

    (6) Editorial : Analfabetismo, en "El Magisterio Es-pañol" (Madrid, 284X-57).

    (7) Jaime Urbano : Un dia irán a la escuela, en "Revis-ta" (Barcelona, 5-11 de octubre de 1957).

    (8) J. C. Cárdenas : El costo de los libros de texto, en"Semana" (Madrid, 21-IX-57).