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ESTRATEGIAS DE DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA Y SUS APLICACIONES EN ECUADOR Del desarrollismo al pos-neoliberalismo
Fernando Carvajal Aguirre
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Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
ESTRATEGIAS DE DESARROLLO EN
AMÉRICA LATINA Y SUS APLICACIONES EN ECUADOR
Del desarrollismo al pos-neoliberalismo
Fernando Carvajal Aguirre
DOCTORADO EN AMÉRICA LATINA EN EL SISTEMA MUNDIAL
Tesis presentada para aspirar al grado de
DOCTOR POR LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE
Director de Tesis:
Dr. Miguel Ángel Mateo
Profesor Titular de Universidad
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Índice
Página
Presentación 5 Introducción 7
PRIMERA PARTE
AUGE Y CRISIS DEL MODELO DE ACUMULACIÓN DEL CAPITALISMO DE POSTGUERRA
Capítulo I La época dorada del capitalismo 25
Capítulo II La globalización en la crisis del capitalismo de postguerra 42
2.1. Globalización y crisis del modelo de acumulación 42 2.2. Elementos y paradojas de la globalización 52
2.3. Incertidumbres y certezas frente a la globalización 61 2.4. Algunas conclusiones 65
Capítulo III Tendencias del capitalismo a inicios del s. XXI 68
SEGUNDA PARTE VISIONES SOBRE EL DESARROLLO
Capítulo IV El desarrollo en la segunda mitad del siglo XX 91
4.1. La visión desarrollista de la CEPAL 93 4.2. La visión del dependentismo 117
Capítulo V Teorías alternativas de desarrollo 131 5.1 El desarrollo humano 132
5.1.1. Sen y la economía del desarrollo 133 5.1.2. Max Neef y el Desarrollo a Escala Humana
5.2. El desarrollo sustentable 143 5.3 La desconexión y el autocentramiento 154
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TERCERA PARTE
CRISIS Y DESARROLLO DEL CAPITALISMO ACTUAL Capítulo VI La crisis del 2008 165
La crisis financiera del 2008 167 Perspectivas regionales
Europa 181 China 186
Estados Unidos 191 Tendencias en curso entre los países de mayor
desarrollo 199 Capítulo VII América Latina y la Crisis ojo 211
América Latina ha resistido con sus recursos naturales 213 Las perspectivas de Sur América 235
La integración regional 236 El neodesarrollismo, alternativa de desarrollo 240
El discurso del Buen Vivir, alternativa “al desarrollo” 246
CUARTA PARTE ECUADOR DEL DESARROLLISMO AL POS NEOLIBERALISMO
Capítulo VIII Ecuador una mirada a su desarrollo 1950 – 2006 251 Capítulo IX Ecuador: tres momentos en la Revolución Ciudadana 269
Capítulo X Caída de los precios del petróleo, fin de la bonanza extractivista 295
CONCLUSIONES 317
Siglas 323
Bibliografía citada 326 Bibliografía consultada y no citada 332 Anexos 337
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PRESENTACIÓN:
El trabajo “Estrategias de desarrollo y sus aplicaciones en América Latina y Ecuador,
del estructuralismo al pos-neoliberalismo”, se presenta como tesis para optar a la
titulación en el programa de Doctorado en Ciencias Sociales “América Latina en el
Sistema Mundial”, que la Universidad de Alicante organizó en convenio con la
Universidad de Cuenca.
Con éste pretendo cumplir, aunque muy tarde, parte de una “abultada deuda” que
mantengo con la Universidad de Alicante y con varios de sus docentes e investigadores,
al tiempo de expresar mi gratitud con la Universidad de Cuenca. La organización del
curso de Doctorado con el cuerpo de profesores que en él participaron, fue sin duda uno
de los mejores esfuerzos en la colaboración académica de una universidad europea con
una de América Latina. Mencionar los nombres de algunos de ellos, José María Tortosa,
Johan Galtung, James Petras, Manfred Max Neef, Aníbal Quijano, Goran Therborn,
Paul Litle, Agustín Lao, Alejandro Moreano, pone de manifiesto la calidad del
programa y el esfuerzo de los organizadores. Cuántos de ellos son requeridos, por no
decir disputados, por universidades latinoamericanas y europeas para que participen en
sus programas de postgrado. Junto a ellos están los otros, los que con sus trayectoria
académicas, sus experiencias, sus críticas, con las tareas del día a día, aportaron tanto
como los anteriores. No mencionaré el nombre de ninguno de ellos, porque puede
olvidar alguno y cometería un acto de injusticia que no me lo perdonaría. Entre ellos
están varios docentes de la Universidad de Alicante, de la Complutense, de Murcia y
otros académicos de América Latina. Lo menos que debíamos hacer quienes disfru-
tamos con su presencia, un buen grupo de amigos, la mayor parte docentes de la
Universidad, era hacer un esfuerzo y escribir algo que podamos compartir con nuestros
estudiantes.
Deuda académica en mi caso, que como suele pasar con las deudas externas de nuestros
países, es impagable. La oportunidad para debatir los problemas de América Latina
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desde la perspectiva del sistema mundial, en procura de entender sus múltiples comple-
jidades, fue posible en un momento importante, el agotamiento del neoliberalismo y la
búsqueda de alternativas, el nuevo siglo había empezado. Hoy nos encontramos en otro
momento, posiblemente de frustración y escepticismo en la región al no haberse conso-
lidado los proyectos pos-neoliberales. Ojalá nuestra Universidad de Cuenca, cuente en
un futuro próximo con un programa en Ciencias Sociales de características similares al
que tuvimos, en que se debatan las realidades actuales de América Latina y del país.
Quiero dejar constancia de mi profundo agradecimiento a los amigos docentes de la
Universidad de Alicante por la oportunidad que me brindaron para participar en el
programa, y lo hago en las personas de Miguel Ángel Mateo, quien llevó en sus espal-
das el trabajo mayor en la organización, gestión y seguimiento del mismo, y de Cle-
mente Penalva, que junto a Miguel Ángel, motivaron la presentación de esta tesis, lo
que de ninguna manera los hace responsables de sus falencias y debilidades.
Fernando Carvajal Aguirre
Octubre de 2015
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INTRODUCCIÓN
SENTIDO DEL TRABAJO
La expansión capitalista en las dos décadas subsiguientes a la segunda guerra mundial
provocó un cambio en la modalidad de participación de América Latina en el contexto
internacional, ello a consecuencia de importantes transformaciones productivas que
ensayaron varios de sus países en respuesta a los efectos de la crisis de los años treinta
y por la nueva división internacional del trabajo que exigió el proceso mundial de
acumulación.
Los cambios en el orden económico, social, político y cultural, demandaron a su vez,
una revisión de las concepciones explicativas para permitir la comprensión de las
nuevas realidades. En ese sentido, se dio espacio, entre las décadas de los años cin-
cuenta al setenta, para un creativo esfuerzo teórico encaminado a entender, desde
América Latina, las determinaciones del subdesarrollo y las vías para superarlo.
Preocupaciones similares recorrieron África y Asia, lo que motivó la realización de la
conferencia de Bandung en 1955, que de alguna manera institucionalizó y universalizó
la discusión sobre el desarrollo.
Distintas matrices del pensamiento en la economía alimentaron este debate, allí se
pueden identificar la influencia de concepciones neoclásicas, keynesianas y marxistas,
así como se puede reconocer el impacto del funcionalismo y estructuralismo, que desde
la sociología y la antropología, coadyuvaron a configurar un discurso ideológico, el
desarrollismo, que nos llegó desde el norte a través de instituciones "preocupadas" por
la modernización de nuestros países o por la vía académica.
Un acercamiento a las tesis sobre el desarrollo en América Latina nos lleva a
reflexionar sobre tres corrientes que dominaron el debate hasta los años setenta, la
CEPAL, el marxismo "institucionalizado" y el dependentismo, que incidieron de mane-
ra significativa en la formulación de diversos proyectos políticos y sociales.
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La desaceleración en la producción y el comercio mundial, que se produjo desde 1966,
anunció el advenimiento de una crisis, que lejos de ser coyuntural como se la percibió
entonces, reveló mas bien su carácter estructural, pues marcó el fin de la fase expansiva
de la onda larga iniciada en las postrimerías de la guerra y el inicio de su fase de
declinación. La década de los años setenta para los países centrales y la del ochenta
para la periferia latinoamericana, expresaron el agotamiento del orden de postguerra y
el inicio de una reestructuración del sistema mundial.
En esta nueva fase, el neoliberalismo se posicionó como el pensamiento dominante,
reorientó el desarrollo capitalista en la región latinoamericana en función de las nuevas
necesidades de la economía de los países centrales. Las estrategias sustitutivas de
importaciones, para promover la industrialización, base para una modernización en la
región, fue reemplazada por un modelo aperturista, que desnacionalizó el aparato
productivo, monopolizó la economía e impuso una tendencia hacia la reprimarización.
Tras la primera década del siglo XXI, en que los programas de ajuste estructural
aplicados por los gobiernos, acogiendo las recomendaciones de organismos interna-
cionales como el Banco Mundial y el FMI, evidenciaron sus limitaciones provocando
una suerte de agotamiento de la estrategia y en consecuencia la deslegitimación de los
grupos en el poder, América Latina se encuentra ante un nuevo cambio de rumbo.
La reflexión sobre las distintas estrategias de desarrollo y el examen de sus efectos en
los distintos países de la región, y de manera particular en las realidades micro-
rregionales, han aportado elementos para la formulación de lineamientos de propuestas
alternativas, entendiendo que éstas, lejos de organizarse en torno al crecimiento y
acumulación del capital, se propone el mejoramiento de la calidad de vida de sus
poblaciones, toma en cuenta los límites de la naturaleza y propende, a partir de una
potenciación de las capacidades de las personas y comunidades, a una superación de las
inequidades y desigualdades, poniendo énfasis en los desarrollos locales y las fuerzas
endógenas. Una reconstrucción del discurso del desarrollo que sin duda ha estado
presentes en la región y que a lo largo de la primera década del siglo XXI ha animado
varios de los debates constitucionales y elaboración de planes de desarrollo.
Para Ecuador, esta temporalidad se inicia a mediados de los años cincuenta con el auge
bananero, que cierra a su vez un largo período de inestabilidad política a consecuencia
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de la crisis cacaotera en la segunda década del siglo veinte, y que marca la transición
del agotamiento del orden plutocrático al de una economía, que si bien continúa con la
centralidad en el sector primario exportador, hace serios esfuerzos por una moder-
nización capitalista a través de la planificación de la economía y la modernización
tanto del Estado como de los distintos sectores productivos, con lo que se pretende ma-
terializar las estrategias de la industrialización por vía de la sustitución de importa-
ciones.
Si de 1948 a 1960 Ecuador tuvo un corto período de estabilidad democrático constitu-
cional, durante las décadas del sesenta y setenta se caracterizó por la presencia de
dictaduras militares, que de alguna manera expresaron la falta de hegemonía de alguna
de las fracciones de la clase dominante, más evidente aún cuando se trata de un período
de transición hacia una modernización desarrollista conducida desde el Estado.
El inicio y auge de la extracción y exportación de petróleo permitió apuntalar la indus-
trialización sustitutiva de importaciones, la modernización productiva y reforma de la
estructura agraria, la institucionalización y mejoramiento de la gestión del Estado, la
diversificación del aparato productivo y el afianzamiento de una ideología nacionalista
que acompaña las reformas de la economía y van a permitir un sostenido crecimiento, y
en algunos sentidos, una mejor integración de la población a la "vida nacional".
Este período que se ajusta a las corrientes desarrollistas predominantes en América
Latina se cerró justamente con el advenimiento de los procesos de retorno al régimen
democrático constitucional. Los últimos años de las dictaduras militares, en la mayoría
de los países de la región, habían acumulado grandes deudas con la banca interna-
cional, en medio de la crisis del capitalismo mundial conocida como la de los petrodó-
lares. Los efectos de este agresivo endeudamiento se sintieron con fuerza en los inicios
de la década del ochenta, Ecuador no fue la excepción, se inició uno de los períodos
más complejos para la economía de la regional. Las políticas de ajuste estructural,
estimuladas por el discurso del pensamiento único sobre la globalización, ocuparon el
espacio de las agotadas estrategias keynesianas de la época desarrollista para el predo-
minio de las corrientes neoclásicas y con ello de la estrategia neoliberal en función de
otro modelo de acumulación, caracterizado por el aperturismo, la desregulación, la
concentración de la riqueza, la desactivación de la industrialización y la consecuente
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reprimarización de la economía, la desintegración social y la creciente exclusión de
importantes sectores sociales.
Las décadas de los años ochenta y noventa del siglo pasado y buena parte de la primera
del nuevo siglo, se identifican por la crisis de la deuda, la presión del ajuste a través del
cierre de los programas sociales del Estado, la desregulación que permitió el abuso y
corrupción creciente del sector financiero y grupos empresariales monopólicos vincu-
lados con el régimen, el feriado bancario, la imposición de la dolarización y, los
esfuerzos, ventajosamente sin éxitos, para suscribir tratados de libre comercio.
La transición al nuevo siglo se ve acompañada por una suerte de agotamiento de la
estrategia del ajuste estructural y de potenciación de las acciones de resistencia de
importantes sectores sociales, que desde la emergencia del movimiento indígena de los
años noventa, cuestionaron el neoliberalismo y formularon tesis para la construcción de
una alternativa.
Para Ecuador, como para varios países de la región, la primera década del siglo XXI se
caracterizó por la presencia de nuevos actores sociales y políticos que cambiaron el
espectro de la región. Tras los efectos dramáticos de corrupción, pérdida de soberanía y
transnacionalización de las economías, que afloran como manifestaciones del discurso
del ajuste estructural, varios sectores sociales, de manera dispersa, hicieron denodados
esfuerzos para elaborar propuestas para un desarrollo distinto. En esas elaboraciones es
fácil reconocer la presencia de visiones que cuestionan severamente la ideología del
desarrollo en tanto crecimiento económico, la necesidad de propender a una recupe-
ración de las personas como objetivo del desarrollo, en valorar adecuadamente el
aporte de la naturaleza y entender sus límites, la necesidad de colocar con mayor
énfasis las preocupaciones por la equidad y la igualdad luego de varias décadas de
exclusión; finalmente, poner el acento en que el desarrollo debe potenciar las capaci-
dades locales y nacionales.
La segunda mitad de la primera década del siglo XXI pretendió ser, en medio de la
configuración de un nuevo régimen, el espacio para la construcción de un nuevo
horizonte. Se formuló el Plan del Buen Vivir, mismo que procura ser una superación de
las concepciones convencionales sobre el desarrollo en América Latina, busca consti-
tuirse en un nuevo discurso que supere la visión ideológica que rodea la categoría del
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desarrollo; aspira cambiar, para el caso ecuatoriano, el modelo de acumulación
centrado en el sector primario para aprovechando los recursos de la biodiversidad
"insertarlo de manera inteligente" en la nueva configuración del sistema mundo capita-
lista y consecuentemente en la nueva división internacional del trabajo.
Perspectiva en debate, la correspondencia entre los objetivos de la planificación del
Buen Vivir y las políticas no dejan de evidenciar algunas contradicciones, como tam-
bién se las puede evidenciar entre las políticas del gobierno y los fundamentos del
Buen Vivir.
La discusión sobre la relación entre las teorías del desarrollo y la dinámica del
capitalismo, a partir del enfoque del sistema mundo capitalista motivó la realización de
este trabajo: “Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en
Ecuador: del desarrollismo al pos-neoliberalismo”. Interesa, desde una comprensión de
las característica y dinámicas del capitalismo explicar la formulación de diversas
estrategias de desarrollo. De la interrelación de estos dos campos, la dinámica del
capitalismo y las estrategias de desarrollo surgió el objetivo general: Contrastar en el
curso del sistema mundo capitalista, las distintas concepciones sobre el desarrollo y
analizar el impacto de las estrategias de mayor influencia en las realidades de América
Latina y Ecuador.
Para dar cuenta del objetivo propuesto había que recurrir a varios aportes en las
ciencias sociales, la historia, la economía política y la sociología en lo relativo al
desarrollo y la política; como fue necesario echar una mirada al mundo para entender
las particularidades de la región latinoamericana y más específicamente la de Ecuador,
tal como recomendaría una lectura desde la perspectiva del sistema mundo capitalista.
Estuvo presente desde un comienzo el supuesto de que las concepciones de desarrollo,
que temporalmente se configuran en la segunda mitad del siglo XX, tenían el propó-
sito de acoplar, bajo el eufemismo de la modernización, las condiciones de nuestra
reproducción económico-social a los requerimientos de la acumulación del capital a
nivel mundial. Al pasar revista sobre las tendencias del capitalismo en los centros y
contrastarlas con las tendencias de ese mismo capitalismo en las periferias, se puede
percibir que la división internacional del trabajo, las formas de organización de la
reproducción social, y las manifestaciones en la cultura y la política, responden a cierta
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lógica en la reproducción general del capital. Las concepciones dominantes del
desarrollo o responden directamente a esa lógica o terminan siendo funcionales.
En esta perspectiva se entienden los objetivos específicos que se formularon para este
trabajo:
a) Sistematizar y analizar el conocimiento referido a las concepciones sobre el
desarrollo que han tenido mayor influencia en América Latina, desde la segunda
mitad de siglo XX hasta el presente;
b) Evaluar los impactos de las estrategias y políticas de desarrollo en la sociedad
ecuatoriana; y,
c) Examinar la relación entre las propuestas del Plan Nacional del Buen Vivir, sus
objetivos y estrategias con los avances en la gestión del Estado en el período 2009
- 2013.
La dinámica de los acontecimientos en la sociedad ecuatoriana, en los últimos años, en
que considero se fueron abandonando los referentes del Buen Vivir, a partir del año
2014 entra en una situación de compleja incertidumbre provocada por la caída de los
precios del petróleo. Ecuador y otros países de la región, particularmente de Sur
América, durante la última década usufructuaron de altos precios para sus materias
primas y bienes energéticos, ello permitió tener tasas de crecimiento en sus economías
superiores a la de otras regiones y financiar políticas sociales que permitió a sus
gobiernos niveles de legitimidad y estabilidad que fueron tan esquivos en décadas
anteriores. La dinámica del capitalismo mundial con sus frecuentes juegos cíclicos ha
provocado una inversión en la curva de los precios y en varios de estos países; entre
los que están aquellos con gobiernos autodenominados “Progresistas”; en que los ejes
de su acumulación son muy dependientes de los productos primarios de exportación,
se encuentran hoy enfrentados a una severa crisis, al menos en el sentido de que el
gasto público que se convirtió en el elemento dinamizador de sus economías ha
llegado al límite, ha empezado también su curva de descenso.
Esta realidad motivó la inclusión de una lectura y reflexión sobre la crisis provocada
por la caída de los precios del petróleo, sus efectos inmediatos y los que se producirán
en el futuro.
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Las hipótesis que se formularon para esta investigación fueron:
• La estrategia sustitutiva de importaciones propuesta por la CEPAL, que se
aplicó en el Ecuador de los años sesenta y setenta, permitió enfrentar la crisis de
la agro-exportación, modernizó el Estado, pero no superó el modelo de acumu-
lación primario exportador, la dependencia del petróleo marcó el desempeño de
la economía interna y la participación del país en el mercado internacional.
• El desempeño de la economía latinoamericana durante las décadas de los años
ochenta y noventa, bajo los programas de ajuste estructural, lejos de atender las
necesidades de la región, contribuye, como otras regiones de la periferia, a la
financiación de la reconversión productiva en los países centrales. Sin embargo,
esta reestructuración productiva no permite remontar la crisis internacional de
la década del setenta, provocando que la crisis mundial, en medio de altibajos,
consolide una tendencia a su profundización.
• Las propuestas de otro desarrollo, elaboradas en el Plan del Buen Vivir, si bien
son pos-neoliberales, se corresponden a una matriz "neodesarrollista". Esto
implica una imbricación de propuestas desarrollistas de los años sesenta y
setenta con algunas aplicaciones pragmáticas en función de una "eficiente e
inteligente inserción productiva" en el sistema mundo capitalista, con las
características que éste se presenta al término de la primera década del siglo
XXI. Ello implica una relación de no correspondencia entre las imágenes de una
ideología de "otro desarrollo" con las propuestas del Plan del Buen Vivir y una
no correspondencia entre esas imágenes y las políticas aplicadas.
El análisis, por la naturaleza de la investigación, es su eje vertebrador. Luego de la
revisión de una amplia bibliografía sobre la dinámica del capitalismo con sus manifes-
taciones en los centros y en las periferias, así como de la extensa literatura sobre el
desarrollo, había que identificar las múltiples interrelaciones. De otra parte, había
necesidad de corroborar algunas tesis con la información secundaria que aportaban en
unos casos los propios autores y en mucho otros había que recurrir a información de
organismos oficiales en el caso de Ecuador, Banco Central, Instituto Nacional de
Estadísticas INEN, de universidades; de centros de investigación y seguimiento de
estos temas como CEPAL, Naciones Unidas, OCDE, OIM, entre muchos otros; de
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instituciones vinculadas con el desarrollo como FMI, Banco Mundial, de organismos
regionales; de centros de información en los que encontramos datos novedosos como
los de Angus Maddisson para la comprensión de los períodos largos en la historia. A
partir de ello, había que proceder en los campos de la reflexión y exposición, desde
una perspectiva crítica, estructural y sistémica, que siendo un punto de vista puede
permitir una mejor compresión de la realidad.
Lectura crítica en el sentido de no aceptar una mirada descriptiva, contemplativa y
pasiva del orden económico, social y político del capitalismo existente. Procurar más
bien una lectura de éste orden que de cuenta de su constitución, estructura que explica
su dinámica interna, percibir sus contradicciones. Esto contribuye a comprender los
procesos de acumulación y reproducción a nivel mundial. Crítica porque si asumimos
que la realidad social no es natural estamos en condiciones de transformarla. Crítica
también en el sentido de estar abiertos a la discusión con las múltiples interpretaciones
que se hacen de la realidad, entendiendo que nuestra percepción no es más que un
punto de vista sobre ella. Marx denominó a su trabajo Crítica de la economía política,
en realidad era un cuestionamiento a las tesis del pensamiento clásico, pero las expli-
caciones sobre la acumulación y reproducción del capital no se podrían entender, en
estricto sentido, sin la crítica de Rosa Luxemburgo a la reproducción, más tarde de
Wallerstein (1989) sobre el “peso social” del proletariado. Si somos capaces de hacer
la crítica a “la crítica” seguro que estaremos caminando.
Una lectura sistémica en el sentido de adscribir a una corriente de pensamiento que
considera que la dinámica del capitalismo no puede ser aprehendida si no es en su
complejidad y en su totalidad. El capitalismo mundial no es la sumatoria de los
capitalismos nacionales, entender las manifestaciones del capitalismo en el ámbito de
lo “nacional” supone entender su funcionamiento y dinámica mundial. En esta direc-
ción asumir que la unidad de análisis del capitalismo es el orden mundial, por ello la
denominación de sistema mundo capitalista. Antonio Aguirre, en la introducción del
libro “La crisis estructural del capitalismo” (Wallerstein, 2007) define cuatro ejes de
esa construcción teórica: el eje histórico crítico referido a la unidad de análisis y a la
estructura jerárquica entre centros, semi-periferia y periferia; el segundo eje referido al
análisis crítico de los principales acontecimientos y proceso del “Largo siglo veinte”;
el tercer eje aborda el estudio más reciente de la historia y los escenarios prospectivos
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de la evolución del sistema mundo; y finalmente el cuarto, que aborda la epistemo-
logía crítica que recupera la unidad de la ciencia social.
La lectura desde una perspectiva estructural, se la concibe por las formas de articula-
ción de las distintas expresiones de la sociedad, las relaciones que establecen los seres
humanos en la producción de los bienes materiales, en la distribución, el intercambio y
el consumo; las expresiones simbólicas en la cultura y la ideología; las relaciones de
poder, de dominio y subordinación, son relaciones que tienen un orden de cierta causa-
lidad. No en el sentido de determinaciones unívocas y absolutas, relaciones más bien
complejas. Comprender su movimiento y múltiples lógicas y determinaciones nos per-
miten una mejor comprensión de la realidad, el acercarnos un poco más a la realidad
del capitalismo en su totalidad. Sin esta perspectiva no podría entenderse al capita-
lismo como un sistema mundial.
DOS REFERENCIAS TEORICAS.
En el curso del presente trabajo se aborda la dinámica del capitalismo en distintos
momentos, uno corresponde al período de la II postguerra, la fase A en el esquema de
Kondratiev o fase expansiva; luego se hace una aproximación al largo período de
crisis, que arrancaría iniciada la década de los años setenta, fase B o depresiva,
período en que se analiza la denominada “globalización” y la crisis del 2008.
Exponemos en esta introducción algunos tesis de Wallerstein (1989) en su trabajo
sobre el capitalismo histórico porque las consideramos supuestos necesarios para el
análisis del capitalismo en sus expresiones más particulares. De otra parte, el análisis
de América Latina, para la segunda mitad del siglo XX tiene como supuestos algunas
tesis de Agustín Cueva (1977) contenidas en su libro “Desarrollo del Capitalismo en
América Latina” que también las explicita. Hay que indicar que las perspectivas
teóricas de Wallerstein y Cueva no son similares, sin embargo aportan elementos para
una mejor comprensión de la realidad, desde esa lógica podemos decir que son
convergentes.
Tendencias del capitalismo histórico.
Tendremos como referente para este acercamiento el trabajo de Immanuel Wallerstein,
El Capitalismo Histórico, en que particularmente interesa acercarnos a las interre-
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laciones entre acumulación, centro-periferia, división internacional del trabajo, las
fases de la dinámica de la reproducción capitalista.
El capitalismo y la incesante acumulación. Para Wallerstein (989), el capitalismo es
un sistema histórico que se inicia hacia finales del siglo XV a partir de las particulares
condiciones europeas, se extiende hasta cubrir todo el globo hacia finales del siglo
XIX, y como sistema mundial se reproduce hasta el presente, bajo una lógica en la que
el capital es usado con el objetivo primordial de su autoexpansión1. Las acumulaciones
pasadas se convierten en capital en la medida en que son destinadas a acumular más
capital. Este propósito exige a su poseedor el establecimiento de cierto tipo de rela-
ciones con otras personas, haciendo de él un capitalista; y cuando la acumulación de
capital se convierte en objetivo primordial, sobre otros objetivos en la sociedad,
estamos en presencia de un sistema capitalista (p. 3).
Para que el valor, reserva acumulada que se presenta en forma monetaria, pueda efec-
tivamente valorizarse, requiere la presencia de otras condiciones históricas: la existen-
cia de fuerza de trabajo en condiciones en que pueda ser utilizada por el productor, y,
una red de distribuidores y consumidores compradores suficientemente mercantiliza-
dos. Así el capitalismo se caracteriza por una tendencia de creciente mercantilización
de los distintos procesos de producción y distribución, en que se conforman complejas
cadenas de mercancías.
En esta estructura, un producto para su elaboración requerirá del resultado de una
cadena previa y a menudo será condición para una nueva. Creándose sucesivas cade-
nas de mercancías que provocan un creciente distanciamiento entre los numerosos
productores y los consumidores finales. La ganancia que el capitalista se propone
alcanzar estará dependiendo de una conflictiva competencia con otros productores
privados que se presentan como rivales por el control de esos diversos encadena-
mientos y sus componentes, disposición ventajosa de la fuerza de trabajo, grado de
monopolización y control de mercados. Hay que destacar en el análisis de Wallerstein
la importancia a la producción de bienes en condiciones no capitalistas que integran
1 Para Marx (1974), el capital, entre las múltiples formulaciones conceptuales, es entendido como un valor que se valoriza. El valor se presenta como sujeto del proceso de valorización. (p. 488)
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partes de los encadenamientos logrando una disminución de costes, ventajas en la
competencia y consecuentemente incrementos en las ganancias.
El mercado como espacio de encuentro de los productores iniciales y los consumidores
finales, es en el capitalismo una pequeña fracción del total de las transacciones, la
mayoría corresponde a intercambios entre productores dentro de las continuas cadenas
de la producción de mercancías, entre los compradores de insumos y vendedores de
productos semielaborados. Allí afecta la conformación de encadenamientos verticales
y horizontales, la presencia de estructuras monopólicas, que de distintas maneras dis-
torsionan los precios como expresión del encuentro de oferta y demanda. Ejemplo de
ello, son las variaciones en los precios de las transacciones intrafirmas para eludir
impuestos nacionales. Los encadenamientos verticales, serían otra de las tendencias en
la dinámica del capitalismo.
Ganancias y acumulación, sus contradicciones. La obtención de mayores ganancias
da lugar a un mayor ritmo en el proceso de acumulación del capital, implica una
disminución de los costes, fenómeno que no favorece a los capitalistas de manera
similar, al contrario, unos serán beneficiados en virtud del perjuicio de otros. Así se
perfila, según Wallerstein (1989) una primera contradicción en términos de que el
interés particular de los capitalistas a menudo contradice el interés colectivo. “...
algunos preferirían incrementar su parte de un margen global menor a aceptar una
parte menor de un margen global mayor” (p. 5). Hay sin embargo una segunda contra-
dicción provocada por la tendencia de los capitalistas privados al disminuir costes en
la compra de la fuerza de trabajo, provocando una reducción de la capacidad
adquisitiva de los salarios y con ello restringiendo el consumo, lo que implica que no
se cierre el proceso de producción, distribución, consumo, y consecuentemente se inte-
rrumpa el proceso de reproducción que garantiza la creciente expansión del capital.
Estas contradicciones las podemos enunciar diciendo que “lo que es racional para los
capitalistas, no era necesariamente racional para los trabajadores... Lo que era racional
para todos los empresarios como grupo colectivo no era necesariamente racional para
un empresario determinado.” (p. 6).
Proletarios y proletarización. La incesante expansión del capital modifica las formas
de producción no capitalistas. Marx, al analizar el proceso de acumulación advierte la
tendencia hacia una creciente proletarización de las sociedades, en medio de una cada
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vez más compleja composición orgánica del capital, que se traduce en una dinámica
conformación del mercado de trabajo, con momentos de expansión y contracción de la
demanda de fuerza de trabajo subordinada al ritmo que adquiere la acumulación. Este
movimiento contradictorio del capital, fruto de su propia expansión, regula los mo-
mentos de crecimiento o reducción de los salarios, influye en los incrementos de la
masa de ganancias y al mismo tiempo marca otra tendencia histórica del capitalismo,
que es la reducción de la tasa de ganancia. Wallerstein con mucha propiedad señala
que no hay nada de sorprendente en sostener hoy en día la pertinencia de la tendencia
a la proletarización de la fuerza de trabajo; lo significativamente sorprendente “no es
que haya habido tanta proletarización, sino que haya habido tan poca” y estima que en
el desarrollo de la economía mundo capitalista esa proletarización no cubriría más del
50%. Esa estimación no se sustenta en el estrecho concepto de población activa que
utilizan los gobiernos en sus estadísticas, sino en el conjunto de personas que de
distinta manera participan con sus trabajos en las cadenas de mercancías, que incluye
por tanto el trabajo doméstico y las actividades de personas adultas y preadultas.
Unidades domésticas. La reproducción de la vida de las personas, para Wallerstein
(1989) se da en medio de unidades relativamente estables, unidades domésticas a la
que confluyen los ingresos de cada uno de sus miembros sin importar la forma de
producción a la que se pertenecen. Allí se resuelven las formas para sobrevivir, si los
ingresos se incrementan hay opción para disfrutar de un estilo de vida satisfactorio; y
si los ingresos son mayores aún, hay la posibilidad de participar como capitalistas en
el juego de la acumulación del capital.
En la reproducción de la fuerza de trabajo vale la pena reconocer como tendencia en el
capitalismo, la configuración de unidades domésticas semiproletarias, es decir, que en
el ingreso familiar es significativa la parte de fuentes no asalariadas, esto promueve la
disminución del nivel de los salarios y da ventajas para la acumulación del capital. De
alguna manera, los procesos de creciente proletarización se producirán a pesar de la
voluntad en contra de los empresarios capitalistas individuales, pues esto afecta los
incrementos de las remuneraciones. Estos procesos de proletarización irían acompaña-
dos de una mayor división del trabajo, por género, edad y etnicidad; y una persistente
devaluación del trabajo de la mujer, los niños y adolescentes, personas muy adultas y
definidos grupos étnicos. Sustento también para la definición de trabajo productivo e
improductivo.
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Centro y periferia. Son categorías fundamentales en la perspectiva teórica del Siste-
ma Mundial. Las cadenas en la producción de mercancías tendrían una suerte de movi-
miento centrípeto, como lo califica Amin (1988, p.22), de las periferias al centro, en
una cada vez más extendida división del trabajo mundial, en que la localización es
consecuencia de los circuitos de acumulación. En esta configuración centro-periferia,
es sustantiva la determinación de los precios a través de la intervención de la fuerza.
Relación conocida, investigada por Emmanuel (1966) y Amin (1974), que siendo una
práctica antigua, sin embargo adquiere connotaciones específicas en el capitalismo,
como lo dice Wallerstein, ocultando su naturaleza violenta en base a la autonomía
entre la economía y la política, es decir, entre una economía resultante de una cre-
ciente división del trabajo a nivel mundial, con procesos productivos muy integrados
que operan en función de una incesante acumulación, y la política, conformada en
apariencia por Estados soberanos, aislados, autónomos.
Ese intercambio desigual se sostiene en la escasez de un proceso productivo complejo
o en escaseces artificiales impuestas, que en el juego de los precios determina que una
parte de la ganancia de las periferias se transfiera a los centros. Esta relación inequi-
tativa se profundiza a través de los procesos de integración vertical, de suerte que el
control de dos o más eslabones de una cadena de mercancías, hace que una parte
creciente de las ganancias se transfiera a los centros. Estos excedentes, en los centros,
posibilita que se concentren recursos para estimular más aún la mecanización y junto a
ello incrementar la acumulación, como dice Wallerstein (1989) “conseguir ventajas
comparativas adicionales en los productos existentes y crear productos raros con los
que renovar el proceso” (p. 22). Amin (1988) añade, que en estos países la mayor parte
de la fuerza de trabajo forma parte del ejército en activo, mientras que en las periferias
una proporción significativa de la fuerza de trabajo conforma el ejército de reserva, y
en expansión (p 11). Los esfuerzos de industrialización en las periferias no tendrán la
posibilidad de absorber la reserva producida por la economía rural y la informalidad,
dicho de otra manera, no es posible reproducir la experiencia de los países desa-
rrollados que lo hicieron bajo otras condiciones; como tampoco tendrán la opción de
conformar Estados de bienestar. Finalmente, la concentración de capital en los centros,
necesariamente irá acompañada por la constitución de Estados fuertes, las periferias a
su vez, por Estados débiles.
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Los ciclos de expansión y estancamiento. La dinámica del capitalismo no es en
ningún caso homogénea y continua. La conformación monopólica y el espíritu compe-
titivo se expresarán una y otra vez en las cadenas de mercancías y en sus eslabones, en
un movimiento contradictorio de expansiones y estancamientos que puede ser perci-
bido a través de la observación empírica. Estos ciclos expresan fluctuaciones con
mucha regularidad, aparecen como algo intrínseco al funcionamiento del sistema. Son
manifestaciones de una liquidación de todo aquello que ya no resulta eficiente para el
proceso de acumulación y de incorporación de nuevos elementos y políticas que den
una nueva dirección, reoriente los recursos, redefina los componentes escasos y con
ello permita una mayor acumulación de capital. Estos procesos de expansión y estan-
camiento, en ciclos de aproximadamente cincuenta años, los denominados ciclos
Kondratiev, expresan los afanes de control de los principales grupos empresariales por
asirse a los eslabones de mayor rentabilidad en las cadenas de mercancías.
El efecto, es una concentración de inversiones que provoca una crisis de “sobrepro-
ducción”, la conmoción y una necesaria reestructuración, relocalización de las empre-
sas y transferencia de capitales de las periferias al centro y de éstos a aquellas. Los
efectos serían: una constante reestructuración geográfica del sistema mundial capita-
lista; el proceso de cambio tecnológico que no se presenta como el motor para los
nuevos procesos de acumulación, sino más bien, como la consecuencia de la dinámica
del capitalismo y de sus procesos de proletarización que tienden a la reducción de la
tasa de ganancia; y finalmente, la necesaria expansión y cooptación de nuevas zonas
geográficas a su funcionamiento incorporando mano de obra a bajo costo.
Premisas para una interpretación de la historia de América Latina.
Las premisas, que se presenta como tesis, para la interpretación del capitalismo en
América Latina y Ecuador se sintetizan a partir de los seis primeros capítulos del libro
de Cueva (1977) El Desarrollo del capitalismo en América Latina.
Tesis 1.- No es porque se cometieron abusos en contra de las naciones no industria-
lizadas que éstas se han vuelto económicamente débiles, es porque eran débiles que se
abusó de ellas. Marini, cit. por Cueva (1977).
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No es extraño, como se observará en el análisis del dependentismo que Cueva inicie su
libro con esta referencia a Marini. No es que somos débiles porque abusaron de
nosotros abusaron porque éramos débiles. Hay un orden de causalidad endógeno. El
subdesarrollo es producto del abuso de las burguesías de los Estados más poderosos
sobre las naciones más débiles, se aprovechó de esta condición a la vez que los abusos
se perpetúan se ahonda esa debilidad. La debilidad que se presenta como punto de
partida, no es otra que la situación de América Latina en el período posindependencia,
caracterizado por lo que Stein (1970) denomina la herencia colonial. La incorporación
de América Latina al sistema capitalista mundial según Cueva (1977) se produciría en
el último tercio del siglo XIX. Tesis que contradice la formulación de Wallerstein en
tanto Cueva pone atención en el carácter de las relaciones de producción en América
Latina.
Tesis 2.- El período colonial debe ser entendido como un proceso de “desacumulación
originaria”
La colonización de América, mirada desde la lógica del capitalismo, según Marx
(1974), significó uno de los componentes fundamentales de la acumulación originaria
a nivel mundial. Se provoca una concentración de recursos productivos y de riquezas,
sin precedentes, en el un polo, al tiempo que mirado desde el otro polo, dice Cueva
(1977), lo que tendríamos es un proceso de desacumulación, también sin precedentes.
El excedente económico producido en las colonias no se transforma en capital a su
interior, donde el trabajador es explotado bajo relaciones esclavistas y serviles, sino
que fluye al exterior para convertirse allí sí en capital.
Tesis 3.- La herencia colonial marca el desarrollo de nuestra primera etapa republi-
cana, hasta 1870.
La herencia colonial, entendida como la matriz económica y social que recibimos
luego de tres siglos de dominación, constituye un lastre que acompañó en la formación
de las nuevas naciones. Esta herencia colonial supone desde la perspectiva de Cueva
(1977) un bajo desarrollo de las fuerzas productivas y relaciones de producción en que
predominan las relaciones esclavistas y feudales. Estas son las debilidades que deter-
minan la vulnerabilidad de América Latina y permite el abuso de los centros. El
subdesarrollo , sostiene Cueva, ni siquiera en esa época puede explicarse como falta de
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comercio internacional, o por falta de ayuda técnica o financiera desde el exterior. En
la segunda mitad de s. XIX se dinamiza el comercio, se construyen las vías que faci-
litan el intercambio, aparecen los primeros banco y las inversiones. Se resquebraja el
orden existente y los grupos dominantes locales conciben el progreso como un modo
de vida en el que rige el consumo suntuario en lugar de orientar los beneficios a la
producción.
Tesis 4.- La mayor independencia de las partes y la menor interdependencia econó-
mica, determinan el camino tortuosos hacia la conformación del Estado Nacional.
El Estado Nacional se conforma sobre una específica realidad económica y social,
dentro de un contexto internacional concreto. De ninguna manera se lo puede
entender, según Cueva (1977), como resultado de una “madurez política”. En socie-
dades fragmentadas en que predominan relaciones precapitalistas, es compleja la
integración y formación del mercado interno, que es el soporte del estado nacional. En
las sociedades precapitalistas es mayor la independencia de las partes y menor la
interdependencia económica que en las sociedades capitalistas.
La conformación del Estado Nacional, como proceso de unificación, estará depen-
diendo de la existencia de una burguesía orgánica, de carácter nacional, que se corres-
ponda con la evolución de la economía de cada país en su transición al capitalismo.
Tesis 5.- En la transición a la sociedad capitalista se enfrentan dos corrientes: la reac-
cionaria liberal-oligárquica, que se impone, y, la revolucionaria, que persigue una
mayor democratización, que es derrotada.
Tesis 6.- En los países metropolitanos, la acumulación originaria fue completada y
ampliada por los excedentes que fluían de las colonias y se convertían allí en capital;
mientras en los de América Latina, la acumulación solo responde a posibilidades inter-
nas, las que además se ven disminuidas por la extracción de excedentes debido al
intercambio desigual.
El capitalismo solo es posible cuando se han producido dos precondiciones, la con-
centración de medios de producción y subsistencia en manos de propietarios capi-
talistas, por un lado, y por otro, la existencia de la mano de obra libre, liberada de toda
propiedad. Separación por tanto del trabajador directo de las condiciones materiales de
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la producción. Estas precondiciones, para Marx, en su estudio de la acumulación
originaria (1974), se complementan con la expansión de la circulación monetaria.
Mientras en los países metropolitanos se genera un sistema de fabricar fabricantes, en
los nuestros se desarrolla la economía ‘primario exportadora’, complementaria y res-
pondiendo a los requerimientos de aquellos.
Tesis 7.- El desarrollo del capitalismo en América Latina, para Cueva (1977) se inicia
con dos características: a) el no ser fruto de una revolución democrático burguesa, no
se destruyen los cimientos del anterior orden; y, b) surge y se desarrolla bajo los
condicionamientos de la fase imperialista.
La vía oligárquica reaccionaria del desarrollo del capitalismo latinoamericano, respon-
diendo a la división internacional del trabajo, se caracterizó por tener como ejes en su
economía la producción agrícola y minera. Esto provoca una reproducción de las
relaciones dominantes en estos sectores, las serviles y las esclavistas. Se dan proceso
de sobreexplotación de la fuerza de trabajo, del trabajador directo. Extracción de
plusvalor absoluto. En este período la incursión del capital externo no se da solamente
a través de la circulación de mercancías, es creciente la inversión en la producción.
Hasta la tercera década del siglo XX la inversión inglesa es mayor a la estadounidense.
Tesis 8.- El modelo de desarrollo que sigue América Latina estará volcado hacia el
exterior, supone una estructura interna de desequilibrio entre las diferentes ramas de la
producción, con una hipertrofia de las actividades primario-exportadoras y una corre-
lativa atrofia de las actividades destinadas al consumo interno.
La acumulación gravita en torno al sector primario exportador. Los procesos de
industrialización que se operan en algunos países en las primeras décadas del siglo
XX, responden a altibajos del propio modelo de desarrollo.
Organización del texto.
El trabajo consta de cuatro partes. En la Primera se hace una lectura de la confor-
mación, auge y crisis del modelo de acumulación del capitalismo en la segunda post-
guerra y de los intentos, como la estrategia de la globalización, por encontrar otro
orden que haga posible una nueva y sostenida fase expansiva para el capital. Empieza
con un análisis de las características del modelo de acumulación del capitalismo de la
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segunda postguerra que por su dinámica e intensidad se la conoce como la época
dorada; a continuación se analiza la crisis del capitalismo de postguerra y los esfuerzos
por construir un orden que lo sustituya a través de la globalización. Finalmente en esta
primera parte, se formulan algunas tendencias del capitalismo a inicios el siglo XXI.
La Parte II se refiere a las concepciones sobre “el desarrollo” que se debaten en Amé-
rica Latina. Se revisa las propuestas del siglo pasado en que predomina el pensamiento
de la CEPAL, visión estructuralista que tiene fuerte incidencia en la política de los
gobiernos de ese período para luego discutir los planteamientos del Dependentismo,
corriente crítica a la CEPAL y de mucha influencia en los movimientos anticapitalistas
de las décadas del sesenta y setenta. En crítica a las políticas del ajuste estructural y en
búsqueda alternativas se generó un interesante debate que tuvo como ejes el Desarrollo
Humano, la Sustentabilidad y el Desarrollo Autocentrado. Propuestas que tienen su
identidad, su construcción propia e implicaciones políticas. Corrientes de pensamiento
que pueden ser convergentes pero se las analiza de manera independiente.
En la Tercera Parte del trabajo, que tiene como objeto el estudio de la crisis del capita-
lismo actual, se aborda las causas que la provocaron y los efectos que produjo, en los
países desarrollados y en América Latina como una de las periferias. Se pone atención
a las manifestaciones del proceso en Europa, Estados Unidos y China; las expresiones
regionales; y, una percepción sobre el comportamiento hacia futuro. Para el caso de
América Latina se hace una lectura general de los efectos de la crisis y el debate sobre
el desarrollo en ese nuevo escenario. Se pone atención al proceso de Sudamérica por la
importancia que tiene UNASUR. Allí se incorpora una discusión sobre el neodesa-
rrollismo y el Buen Vivir como dos corrientes en discusión en la región.
En la Cuarta Parte se toma como objeto de estudio a Ecuador. En uno de los capítulos
se aborda el desarrollo de Ecuador en el período 1950-2006, para pasar revista de la
incidencia del desarrollismo y de las políticas neoliberales en el país. Este capítulo,
parte de este trabajo, fue publicado en el libro El Estado del País. En el otro capítulo
se aborda el período reciente de la Revolución Ciudadana que implica un importante
corte en las perspectivas de desarrollo del país, y se cierra con un diagnóstico de la
crisis petrolera y sus efectos hasta el primer semestre de 2015.
Se cierra el trabajo con un epílogo a manera de conclusión.
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25
PRIMERA PARTE
AUGE Y CRISIS DEL MODELO DE ACUMULACIÓN
DEL CAPITALISMO DE POSTGUERRA
“El capitalismo histórico es un sistema patentemente absurdo. Se acumula capital a fin de acumular más capital. Los capitalistas
son como ratones en una rueda, que corren cada vez más de prisa a fin de correr aún más de prisa. En el proceso, sin duda,
algunas personas viven bien, pero otras viven en la miseria; y
¿cómo de bien, y durante cuánto tiempo, viven los que viven bien?”
Immanuel Wallerstein*
CAPÍTULO I
LA ÉPOCA DORADA DEL CAPITALISMO
Con los Acuerdos de Yalta a los que llegaron Roosevelt, Churchill y Stalin, al término
de la II Guerra Mundial, el mundo quedó repartido en función de los intereses de
Estados Unidos y la Unión Soviética. Europa se divide en dos a partir de la posición
en que quedaron las tropas de occidente y las de la Unión Soviética, a consecuencia de
ello, Alemania quedó partida. Derrotado el nazi-fascismo la contradicción principal
entre norteamericanos y soviéticos, que se presenta como la disyuntiva entre capita-
lismo y socialismo, afloró con toda su fuerza, dando inicio a una nueva condición
* Immanuel Wallerstein; 1983; El Capitalismo Histórico; Siglo XXI, segunda edición 1989, p.31
![Page 27: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/27.jpg)
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histórica que fue conocida como la Guerra Fría. Wallerstein sostiene que como parte
de esos acuerdos, a más de la división de intereses territoriales quedó el compromiso
por parte de las dos potencias, de que cada una podía hacer lo que considere pertinente
en sus zona de influencia, sin afectar a la otra, asegurando una absoluta estabilidad
para el territorio europeo; pero cada uno de los pactantes, podía difundir su ideología y
cuestionar la del otro (Wallerstein, 2007). Podemos decir que las intervenciones de la
Unión Soviética en Hungría y Checoslovaquia así como las de Estados Unidos en
Guatemala, Colombia, Cuba en las décadas de la postguerra lo reafirman. Las zonas de
influencia, el reparto, se completó más tarde con la división definitiva de Corea en
1953. Este acuerdo requería un equilibrio militar que hiciese posible su vigencia, el
respeto a lo acordado, permitía que las dos mayores potencias mantengan como señala
Wallerstein (2005), una suerte de “conflicto sumamente estructurado, cuidadosamente
contenido, formal, en el que la URSS actuaba como un agente subimperialista de los
Estados Unidos” (p. 13). Una suerte de equilibrio con subordinación. O como lo carac-
teriza Hobsbawm (1998): “La singularidad de la guerra fría estriba en que, objeti-
vamente hablando, no había ningún peligro inminente de guerra mundial” (p.230).
Palazuelos, (1990) considera que se estructura en la postguerra un sistema bipolar
rígido, que anula las posiciones intermedias. Se provoca una tensión permanente entre
los dos bloques, que hace posible el que se construya un equilibrio estratégico. Se trata
de una política de riesgos calculados que se basan en actitudes de contención y
disuasión. Hubo, sin embargo, situaciones de conflicto que tensaron las relaciones más
allá de lo previsible como fueron los de Corea, entre 1950 y 1953 o la crisis de los
misiles en 1962. Naciones Unidas se convertiría a través de su Consejo de Seguridad
en la mesa de negociación y concertación.
Las dos grandes potencias administraron sus discrepancias en medio de discursos
públicos de aguda confrontación y de múltiples entendimientos bajo la mesa. Ello hizo
posible además, a través del convencimiento, la utilización del miedo al otro, más aún
cuando está de por medio la presencia de armas nucleares, ejercer el dominio sobre sus
respectivas periferias, legitimando la dominación. La Unión Soviética destinó impor-
tantes recursos de su presupuesto a la industria bélica, con severas repercusiones
sociales y políticas, para consolidar su carrera armamentista y liderazgo en el Pacto de
Varsovia, pese a lo que, como se hará evidente décadas más tarde, su capacidad es
limitada frente al poderío militar alcanzado por los Estados Unidos y su presencia en
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Europa Occidental a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN).
Experiencias como la de China, Cuba y Vietnam, orientadas a una trasformación
socialista; o la de Argelia hacia un proyecto nacional sólido, en las décadas posteriores
a estos acuerdos, pondrán en evidencia que las periferias, en muchas oportunidades,
desbordaron los acuerdos y pretensiones de Yalta para hacer posible sus luchas antisis-
témicas de transformación del statu quo. Así también, cabe destacar, que las luchas
anticoloniales y de liberación nacional, como las que sucedieron en el África y el Asia,
muchas de ellas con el apoyo de los partidos comunistas, y que representaron golpes
certeros a la secular dominación de las potencias de la Europa Occidental, tenían la
mirada cómplice de la administración estadounidense. Su expansión y consolidación
capitalista en el mundo requería de esos procesos de cambio. No solamente había
interés de los aliados de la Unión Soviética en el mundo de los subdesarrollados, había
también intereses económicos y geopolíticos imperiales de los Estados Unidos de
América (EUA) en juego.
La postguerra significó para el mundo la solución definitiva de la crisis de hegemonía,
que no se había logrado resolver desde la crisis de Gran Bretaña en las postrimerías del
siglo XIX. La derrota de Alemania además de ser derrota del proyecto nazi-fascista,
implicó que la dirección del capitalismo mundial se traslade definitivamente, al otro
lado del Atlántico. Que el poder; que se expresa en los campos militar, político,
productivo, financiero, diplomático, en la generación de nuevos conocimientos; que ya
disponía los EUA, se ponga al servicio de una élite altamente concentrada para
imponer sus condiciones y aspiraciones a las otras potencias de Europa occidental, del
Asia, y pueda administrar a su favor las sensibles relaciones con el mundo del Este.
La economía de los EUA que desde fines del siglo XIX, lideraba los niveles de
productividad, encuentra en la postguerra las mejores condiciones para su expansión.
La Guerra Fría le brinda las protecciones políticas y militares, la capacidad para impo-
ner condiciones, exigir adhesiones y subordinación para un eficaz funcionamiento del
sistema económico. EUA hace sentir su poder hegemónico desde el principio. Como
bien nos lo recuerda Palazuelos, et al.(1990), Truman en su célebre discurso de 1947
identifica al “expansionismo comunista como principal peligro y enemigo de los
E.U.A. y del mundo occidental”. El antagonismo en ese discurso político define las
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reglas de juego en las relaciones internacionales entre los Estados. “O están con
nosotros o están con los enemigos” (p.41).
La economía capitalista de la postguerra va a tener una dinámica de expansión sin
precedentes. Si comparamos las tasas de crecimiento anual promedio del Producto
Interno Bruto y el comercio entre 1820 y 1979, a partir de la información registrada
por el economista británico Angus Maddison (2004), podemos observar que entre
1950 y 1973, la tasa de crecimiento de la economía mundial es de 4,9 y del comercio,
7,88; las más altas en la existencia del capitalismo. Cuadro Nº 1.
Si miramos estos indicadores para los países de mayor desarrollo, teniendo como
referencia los mismos períodos, podemos advertir el sostenido crecimiento de Europa,
en particular interesa observar los de Alemania e Italia; y de Japón en el Asia. Los ex
integrantes del Eje. Cuadro Nº 2.
En los datos registrados desde el siglo XIX en el Cuadro Nº. 1, es importante resaltar,
que el crecimiento del período 1950-1973, que es prácticamente del 5% a nivel
mundial; que viene luego del período de entreguerras que es de un virtual estanca-
miento en el que el capitalismo soportó la profunda crisis de 1929; es significati-
vamente superior al período posterior, que está en alrededor del 3%. Ello también se
evidencia en las tasas de crecimiento del comercio mundial. Y si entendemos como
indicador de globalización la relación entre comercio mundial y producción, como lo
entenderían los apologistas del mercado, resulta que ese indicador es significativamen-
te mayor en el período entre 1820-1870 con relación al de 1973-2001.
CUADRO Nº 1
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CUADRO Nº2
Respecto al Cuadro Nº 2, hay que destacar que las tasas de crecimiento de las
economías de los distintos países desarrollados en el período 1950-1973 están en
general sobre el 5%, siendo muy altas las de Japón que se ubica en el 9,7%, la de
Alemania que tiene 6%, Italia 5,5%, países que conformaron el Eje en la II GM.
Tomemos en cuenta que se trata de tasas promedio anuales durante casi un cuarto de
siglo. Le siguen en importancia Austria, Francia, Canadá y en un ritmo menor E.U.A.
Esto da cuenta que el proceso de la reconstrucción europea tuvo un dinamismo
impresionante en el período. El menor crecimiento de la economía estadounidense se
explica por las fuertes inversiones realizadas en el exterior, con enormes beneficios,
sea como inversión directa o a través de la ayuda internacional en la reconstrucción.
Su crecimiento del 3,7 en promedio anual, tomando en cuenta el volumen de su
economía, hace posible la generación de grandes masas de valor. Aun así, salvando el
período de entre guerras, en la que la economía de los Estados Unidos crece a un
promedio anual de 2,8%, período en que tiene que remontar la gran depresión, su
ritmo de crecimiento es menor al que experimenta en períodos pasados. Se evidencia
una tendencia de debilitamiento relativo en las tasas de variación del PIB frente a las
![Page 31: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/31.jpg)
30
otras potencias europeas a las que contribuyó en la recuperación con el Plan Marshall.
Para los países de "mayor desarrollo", Europa, EUA y Japón, las tasas de crecimiento
del producto interno bruto (PIB) promedio anual, que siguen a la época dorada, son las
del período 1973-1979 que son similares a las del período 1870-1913.
Este auge que en términos temporales va desde las postrimerías de la II Guerra
Mundial, digamos 1945, hasta 1967-1973, los “años dorados”, corresponde a la fase A
de la onda larga de expansión capitalista, de la onda Kondrátiev. Es resultado de una
profunda transformación en el modelo de acumulación capitalista. En efecto, cambia la
distribución geográfica de los procesos de producción y el control sobre nuevas
cadenas de mercancías, esto es la división internacional del trabajo; se altera la
organización del trabajo en la producción; se transforman los conglomerados en los
que se concentra monopólicamente la riqueza, la producción y las finanzas; se renue-
van las fuentes de energía y cambian las estructuras de la comercialización; el Estado
pasa a cumplir una participación activa en los procesos de concentración y acumula-
ción del capital así como en la regulación de las políticas públicas; se crea una insti-
tucionalidad internacional dinámica e interventora en la realidad de cada uno de los
Estados; cambian las formas de pensar los procesos en la sociedad.
En la producción, la incorporación de nuevos conocimientos tecnológicos provoca
una multiplicación exponencial de la productividad. Tomemos en cuenta, que durante
el período de guerra, la competencia armamentista produce un conocimiento tecnoló-
gico que no es posible obtenerlo en condiciones normales. Con la limitación de que en
ese período no toda la capacidad tecnológica es posible transferirla a la economía civil.
En consecuencia el período de postguerra implica trasladar a la economía de produc-
ción de mercancías toda una reserva amplia de tecnologías desarrolladas en la Indus-
tria bélica, que implica procedimientos, herramientas, fuentes energéticas, uso de nue-
vos materiales, de nuevas técnicas. La Economía de EUA obtiene enormes ventajas
frente a sus competidores, porque su país no fue territorio de guerra, mantuvo por tan-
to su aparato productivo en óptimas condiciones; a ello se suma, lo que señalamos
anteriormente, las ventajas de productividad en varias ramas de la industria desde el
siglo XIX; y finalmente, había ya incursionado en nuevas formas de organización del
trabajo. Para 1913 la economía de los Estados Unidos ya era la más fuerte del mundo,
Hobsbawm (1998) señala que su producción industrial representaba la tercera parte,
![Page 32: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/32.jpg)
31
algo menos de lo que en conjunto producían Gran Bretaña, Alemania y Francia; y para
1929 su producción industrial llegaba al 42% cuando la suma de sus competidores dis-
minuía a menos del 28%. En la década del 20 el predominio de la economía estado-
unidense era indiscutible, lo que fue interrumpido con la gran depresión de 1929.
Se trata de producir nuevas mercancías, con nuevos procedimientos, pero además
incorporar cambios en las fuentes de energía. El petróleo, el petróleo barato, se con-
vierte en el recurso impulsor del nuevo sistema productivo, a ello se suma la genera-
lización en el uso de la energía eléctrica. Brinda un gran impulso a la producción los
avances tecnológicos en la petroquímica que hace posible la difusión de los materiales
sintéticos que, por su homogeneidad, a su vez impulsa la producción en serie y en gran
escala. Potencian esa capacidad productiva la incorporación de procedimientos a altas
temperaturas, los métodos de soldadura, el uso de las técnicas magnéticas, electromag-
néticas, la electrónica. Freeman citado por Palazuelos, et al.(1990) señala “De las
innovaciones básicas habidas entre 1800 y 1973, el 35% corresponden a las tres
décadas que median entre 1931 y 1960” (p.49-50). Luego de éste período de incesante
innovación tecnológica se asistiría a lo que se denomina un período de allanamiento
tecnológico.
Entre los efectos de las grandes innovaciones tecnológicas ocurridas durante el período
de la guerra y las dos décadas posteriores caben mencionarse tres que por su impor-
tancia destaca Hobsbawm (1998): el primero, es haber cambiado de manera profunda
la vida cotidiana de las personas, especialmente en los países desarrollados, por haber
masificado el consumo de productos que en el período anterior respondía a un con-
sumo de élites. El mejor ejemplo de entre esos cientos de mercancías es el de la radio,
que podía llegar a los sitios más distantes gracias al uso de los transistores y las pilas
miniaturizadas, los detergentes sintéticos, la televisión, las cintas magnetofónicas,
relojes, hasta más tarde los ordenadores portátiles, el automóvil. El segundo efecto que
advierte Hobsbawm (1998) tiene relación con la complejidad que se establece entre la
innovación y la producción, que implica la mercantilización de la producción de
nuevos conocimientos por una parte, y la disociación temporal por otra. No toda la
innovación tiene la posibilidad de su aplicación productiva inmediata debido a los
costos de recuperación de las innovaciones pasadas. Como que la producción no puede
asimilar el ritmo de la innovación en condiciones en que la producción capitalista
necesita al mismo tiempo incorporar cada vez más tecnología para incrementar la
![Page 33: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/33.jpg)
32
productividad y con ello acceder a la plusvalía extraordinaria. La necesidad de la
acumulación privada contradice la propia capacidad colectiva de los capitalistas, de
absorber esa innovación. Finalmente, el tercer efecto se refiere a que la acelerada
innovación que se produce en los años cincuenta y sesenta, incorpora de manera inten-
siva el capital y elimina fuerza de trabajo, con la excepción como dice Hobsbawm de
científicos y técnicos altamente calificados. El capital necesita de “mucha gente”, no
tanto como trabajadores asalariados, sino como consumidores. Aquí es pertinente
tomar en cuenta la observación de Wallerstein (1989), indicada en el acápite anterior,
en el sentido de que la proletarización cuantitativamente sea tan restringida. Aquí
también tenemos una evidente diferenciación entre los países desarrollados y los
subdesarrollados, para los años sesenta en los primeros teníamos unos mil científicos e
ingenieros por cada millón de habitantes, mientras en países como Brasil teníamos
250, en la India 130, en Nigeria 30 (Hobsbawm, 1998).
La ampliación del consumo, que se potencia con el incremento de la demanda como
pilar del nuevo pensamiento en la economía, fortalece la producción en gran escala,
altamente automatizada, que promueve también en una creciente mercantilización de
la actividad científica vinculada a la producción. El consumo masivo de bienes que no
corresponden a la categoría de indispensables tiene un incremento también sin prece-
dentes. Este incremento exponencial del consumo es entendible por las políticas de
acercarse al pleno empleo en los países desarrollados, a las políticas de bienestar, al
mejoramiento de las remuneraciones, a la ampliación de la esperanza de vida (17 años
entre fines de los años treinta y fines de los años sesenta), al hecho de la reducción
significativa de los gastos para alimentación dentro de la canasta salarial.
Estos cambios que se operan en la producción no hubiesen sido posibles sin una
transformación de las condiciones de trabajo y las relaciones laborales. La organi-
zación fordista, que ya se había iniciado en los Estados Unidos será generalizada en la
producción capitalista, ello suponía también cambios en las relaciones laborales, en el
sentido de que se afirmen las condiciones de la jornada de trabajo ya institucionaliza-
das en varios países, pero también mejoran las remuneraciones de la mercancía fuerza
de trabajo para potenciar la capacidad de consumo de estos sectores. Ello lleva implí-
cito un nuevo pacto entre el capital y el trabajo para potenciar la acumulación.
En los ámbitos de la circulación y el consumo, que cierran los circuitos para la expan-
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33
sión de la producción, se operan también transformaciones importantes, las redes de
distribución se ven potenciadas con la modernización del transporte terrestre, marítimo
y aéreo, tanto en volumen como en capacidad. Actividad que se complementa con el
desarrollo de las comunicaciones y los nuevos sistemas de financiación. La creciente
monopolización en las empresas de producción, circulación y financiación, van confi-
gurando al nuevo sujeto de la expansión capitalista, las empresas transnacionales. La
industria cultural, los nuevos sistemas de propaganda y modernas redes de distribu-
ción, difunden, educan, cohesionan a los ciudadanos en torno a los nuevos modos de
vida, valores, formas de pensar y de socialización, potencian el consumo exorbitante
de bienes suntuarios que desde los distintos espacios del sistema mundo capitalista,
centros, periferias, semiperiferias, contribuyen a la acumulación de grandes masas de
valor y su concentración en los centros. Ello explica la masificación mundializadas
hasta de la “comida basura” de McDonald, símbolo de la postguerra.
La concentración de capitales en los centros, no solamente es fruto de que en los
países de mayor desarrollo esté a su vez concentrada la producción de las cadenas más
rentables de la economía, es también resultado de que en la postguerra se opera un
crecimiento impresionante de la exportación de capitales, del manejo financiero y la
inversión productiva en las periferias. Esto significa que la división internacional del
trabajo que se estructura potencia la internacionalización del capital productivo y las
finanzas. Este es el núcleo que potencia a las empresas transnacionales (ETN) y la
hegemonía del capital estadounidense. En este contexto se debe entender que la indus-
trialización de las periferias no afecta los ritmos de acumulación de los países
centrales, al contrario, son partes de su engranaje; así como entender que la acumu-
lación solamente puede ser entendida desde una visión de conjunto, de sistema a nivel
mundial. Los procesos de industrialización en las periferias pueden modificar sus
procesos de acumulación primario exportadores dependiendo de la intensidad de los
procesos de industrialización y de sus encadenamientos internos en función de la acu-
mulación, en caso de hacerlo, efectivamente pueden disputar parte de los beneficios a
los centros y retenerlos para su valorización nacional; el no hacerlo, incrementa las
desigualdades entre centros y periferias, que es lo que predominó en la postguerra.
La inversión extranjera directa (IED) que se efectúa en la postguerra, a más de
asegurar la provisión de materias primas, alimentos y fuentes energéticas que lo hacía
desde décadas pasadas, incrementa su participación en la industria manufacturera. La
![Page 35: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/35.jpg)
34
inversión en ésta última, para la década de los años sesenta representa el 40%. Esto
supone además que la división del trabajo a nivel internacional se hacía más compleja.
Reflejo de esa diversificación y cada vez mayor importancia del sector manufacturero
para la IED, es la expansión del comercio manufacturero entre las grandes potencias,
que se multiplica por diez en los veinte años posteriores a 1953 (Hobsbawm, 1998).
Otro indicador del peso del sector manufacturero en la IED se evidencia en las ventas.
En efecto, para el año de 1971, como lo refiere Palazuelos (1990), de las 60 mayores
empresas por volumen de ventas 16 son de la industria química; 12 de material eléc-
trico; 11 de transporte; 11 de petróleo; 5 de alimentación; 3 de metales básicos; 1 de
conglomerados y 1 de tabaco (p. 142).
CUADRO Nº 3
Cabe destacar que la IED en las periferias se concentra más en el sector extractivo,
mientras que la inversión en la manufactura se concentra mayoritariamente en los
países centrales como puede observarse en el Cuadro Nº 3. Sin embargo de ello, no se
debe subestimar que una cuarta parte de la inversión extranjera en la periferia ya se
orienta al sector manufacturero.
Una de las características destacadas del período de la postguerra es la que se refiere a
las formas que asume el capital en el proceso de concentración y centralización de los
capitales. Paralelo a la gran expansión en volumen y geográfica del capitalismo en los
años de la postguerra, tenemos la gravitante presencia de las empresas transnacionales
ETN que con su compleja estructura diversifican sus inversiones; localizan sus empre-
sas geográficamente en función de abaratar costos de producción y control de merca-
dos; se articulan a redes financieras; invierten en investigación científico tecnológica
para incrementar los niveles de productividad; ejercen fuertes presiones a nivel de los
Estados para beneficiarse de las políticas de control y regulación; adquieren un poder
![Page 36: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/36.jpg)
35
sobre la economía nacional de las grandes potencias y sobre los organismos interna-
cionales para subordinar las decisiones de los Estados débiles de las periferias.
Las ETN, si bien como estructuras empresariales orientadas a la producción tienen sus
antecedentes en el siglo XIX, su conformación como sujetos del gran capital, como
ahora las conocemos, con redes de filiales muy complejas de estructuración, es un
producto de la postguerra, en medio del auge del capitalismo, su poder es tan grande
que en las relaciones internacionales su peso es mayor al de muchos Estados. Para
tener algunas referencias podemos destacar algunos indicadores aportados por Pala-
zuelos: el capital acumulado de las ETN de los Estados Unidos pasó de 33.000
millones de dólares en 1960 a 86.000 millones de dólares en 1971. En el mismo
período, Japón habría multiplicado por 15 veces sus inversiones en el exterior. Los
ingresos resultantes de las inversiones de los E.U.A. es 5 veces el flujo de esas mismas
inversiones. Naciones Unidas citado por Palazuelos (1990) “Entre 1965 y 1970, la
entrada neta de inversiones extranjeras directas en 43 países subdesarrollados fue el
30% de la salida de ingresos procedentes de las inversiones” (p.140). Esto significaría,
que por cada dólar que ingresa a los países subdesarrollados, las ETN se llevan tres.
Problema a ser reflexionado por quienes reivindican como logro en la economía la
atracción de la inversión extrajera, sin atender sus condicionalidades.
Una imagen del papel gravitante de las ETN en la economía mundial nos proporciona
la presencia de sus filiales tanto en el espacio de los países llamados desarrollados
como en las periferias. En el Cuadro Nº 4 en que se registra los porcentajes de las
filiales de las ETN en 1950, 1957 y 1966, podemos observar la importancia que tienen
Europa Occidental y Canadá para la expansión de estas empresas estadounidenses.
Pues, para esos años, allí se localizan el 56,5%; 52,7% y 57,7% de las filiales. Para el
ámbito de Europa Occidental, en el período de aplicación del Plan Marshall, 1950,
recibía el 30% de las filiales, disminuye ese porcentaje para 1957 que se ubica en el
25,8% y para el año de 1966 se incrementa al 37% de las filiales. Para esos años, los
porcentajes que corresponden a América Latina eran; 27,8%; 29,7% y 23,3%. Sin
duda América Latina es muy importante para los intereses de las ETN estadouniden-
ses, su "patio trasero", pero el peso para los años sesenta ha disminuido con relación a
Europa Occidental, allá se destinan los mejores esfuerzos del capital transnacional. El
Estado de bienestar sin duda amplía los mercados. Hay que tomar nota también de la
poca presencia de filiales de ETN estadounidenses en Japón, para los años indicados
![Page 37: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/37.jpg)
36
registra los valores de 0,8%; 1,3% y 2,5%, como relativamente es limitada también el
número de filiales en los países periféricos del Asia 7,1%; 7,1%; y 6,9% para los años
en referencia. Esto llama la atención sobre otro tipo de estructuración de los capitales
en esa región, no cabe desconocer en ella la presencia de capitales estadounidenses.
CUADRO Nº 4
En lo político, el cambio más significativo en el escenario europeo, tiene relación con
la consolidación de los regímenes parlamentarios. Estos funcionan con independencia
de las formas de Estado, de suerte que encontraremos monarquías parlamentarias y
gobiernos republicanos presidencialistas o no, en que los parlamentos se conforman en
base al sufragio universal y reconociendo el pluripartidismo. Claro está que tendremos
varias excepciones como son los gobiernos dictatoriales en Grecia, Portugal, España,
que se democratizaron en la década de los años setenta. La revolución de los claveles y
la caída del franquismo llegaron tarde, pero llegaron. Hay que tomar en cuenta que
durante las primeras décadas de la postguerra fueron marcadas las restricciones para la
organización social, especialmente de los trabajadores, así como de las expresiones
políticas vinculadas con el movimiento comunista.
En la relación del Estado con la economía, la propuesta keynesiana que se estructura
en los Estados Unidos frente a la crisis de los años treinta, había consolidado el papel
interventor del Estado. De igual forma, y como es obvio suponer, en Europa, durante
el período de la guerra mundial, el Estado interviene de manera gravitante en la econo-
mía de cada uno de sus países. En el caso particular de Alemania y de los países del
![Page 38: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/38.jpg)
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eje nazi-fascista, también contaban con la experiencia de una fuerte intervención del
Estado en la organización de la economía, particularmente en la obra pública y en la
producción de armamento. Finalmente, una de las observaciones positivas que se hace
de la economía soviética por parte de las economías de occidente, durante el período
de la guerra, es el papel de la planificación por parte del Estado. Con estos
antecedentes, los países desarrollados durante la época dorada del capitalismo, afirman
una estrategia de intervención del Estado a través de la política económica para definir
medidas en lo fiscal, en lo monetario, en la fijación del tipo de cambio, regulaciones
que brindan estabilidad en medio de las incertidumbres de la postguerra. En esta
misma perspectiva, Estados Unidos, algunos gobiernos de la socialdemocracia europea
como Suecia, habían impulsado políticas de seguridad social, de estímulo al creci-
miento económico a partir de la intervención en los precios, expansión del gasto públi-
co, obras de infraestructura y políticas que incentivan el consumo por ejemplo a través
de medidas crediticias y de subvención. También se difundieron entre los gobiernos, la
aplicación de políticas anticíclicas para la recuperación económica, basadas en
acuerdos entre los empresarios y los sindicatos, entre el capital y el trabajo. Así, los
Estados en la postguerra tienen una participación muy activa para dinamizar los
procesos de acumulación del capital, construyen infraestructura, carreteras, ferroca-
rriles, aseguran la provisión de servicios de agua potable, electricidad, comuni-
caciones. Realiza importantes inversiones en distintos sectores de los servicios, en
ciertas ramas de la producción y en los servicios considerados estratégicos para los
Estados, en fuentes de energía, la banca, la siderúrgica, seguros, por ejemplo, se
aplican nacionalizaciones. El Estado es protector de los ciudadanos, garantiza la
educación, la seguridad, social, la salud (Palazuelos, et al., 1990).
En el escenario internacional lo más destacado de este período de postguerra son las
luchas anticolonialistas en África y Asia, con las que se superan las relaciones de
sometimiento a los Estados europeos. Estos procesos de descolonización, como lo
sugerimos líneas arriba, son el resultado de varios factores: la presión y lucha de las
poblaciones sometidas; el apoyo de los partidos comunistas articulados desde la Unión
Soviética y de las izquierdas europeas; el consentimiento de la diplomacia estadouni-
dense que veía con buenos ojos esta determinación por las propias necesidades del
capital, su circulación y acumulación mundiales; y, finalmente, la debilidad de los
Estados europeos que no estaban ni en posibilidades de negociación y mucho menos
![Page 39: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/39.jpg)
38
de canalizar recursos que se los requería para la restauración. Entre los procesos más
destacados por su significado político tenemos las experiencias de India, Irak, Siria,
Líbano, Jordania, Egipto. Estos procesos de descolonización no significaron la supera-
ción del subdesarrollo, se reprodujeron situaciones de subordinación a través de la
dependencia de sus economías y alineamientos a los bloques dominantes; sin embargo
tuvieron una importante trascendencia política por los niveles de democratización
alcanzados. Como bien lo destaca Palazuelos (1990), una de los mejores esfuerzos en
este período para los países que se reconocen del III Mundo fue el acuerdo en la
Conferencia de Bandung en 1955 para impulsar una política de no alineamiento con
los dos bloques fuertes, y que nos referiremos más adelante. Propuesta que ciertamente
será rebasada en la conflictividad de las grandes potencias.
En la institucionalidad internacional, la segunda postguerra tuvo el cuidado de asimilar
las experiencias de la primera postguerra en lo político, lo militar; así como la
necesidad de controles y regulaciones en la economía a partir de la crisis de 1929. De
suerte que en pocos años de terminada la Guerra, quedó conformada una red de institu-
ciones encargada de las relaciones internacionales, en rigor, de relaciones interes-
tatales, tales como Naciones Unidas, con una multiplicidad de organismos que se ocu-
pan de la educación, la cultura, la lucha contra el hambre, el Consejo de Seguridad;
organismos regionales como CEPAL; de desarrollo como el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD); de temas de la niñez, el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF), entre tantos otros; Banco Mundial, Fondo Mone-
tario Internacional (FMI), Acuerdo general sobre aranceles aduaneros y comercio
(GAT), Organización Mundial del Comercio (OMC), que conforman las instituciones
“del consenso de Washington”; la OTAN y el Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca (TIAR); algunas de ellas serán directamente influenciadas por la voluntad
de la potencia dominante, en otras, esa voluntad se encuentra de alguna manera
mediatizada. En todo caso es la institucionalidad a través de la cual se ejerce la
hegemonía en el sistema.
![Page 40: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/40.jpg)
39
CUADRO Nº 5
Esta época dorada para el capitalismo mundial, no significa de manera alguna que los
beneficios sean para todos y mucho menos que el reparto tome en cuenta condiciones
de equidad. Podemos observar en los cuadros Nº 5 y Nº 6 de Maddison, la partici-
pación de las distintas regiones en el producto mundial, en que se consolida la
presencia de los países desarrollados y del PIB per cápita que de mejor manera refleja
la realidad.
Maddison (2004) nos presenta como Occidente la participación de Europa Occidental,
los países de "tradición occidental" y Japón. Deberíamos entender que la participación
de Estados Unidos y Canadá es gravitante en esos países de "tradición occidental". De
acuerdo al Cuadro Nº 5, la participación de Occidente pasa entre 1820 y 1913 del 28%
de la producción mundial al 57%. Duplica su participación como efecto del proceso de
industrialización del siglo XIX. De 1913 a 1950 aumenta 3 puntos porcentuales,
llegando prácticamente al 60%, para 1973 baja al 58,6% y finalmente para el 2001 su
participación es del 52%. En las últimas décadas se marca una evidente tendencia
declinante.
La producción mundial entre 1820 y 1913 se habría cuadruplicado, y aproximadamen-
te, la de Europa Occidental se habría multiplicado por 5,6 veces; la de los países de
![Page 41: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/41.jpg)
40
tradición Occidental lo habrían hecho por 40 veces; la de Japón por 3,4 y la de
América Latina por 8 veces. Entre 1913 y 1950 la economía mundial se habría
multiplicado por 1,8; la de Europa Occidental por 1,54; la de los países de tradición
occidental (E.U.A.) por 2,8; la de Japón por 2,2 y la de América Latina por 2,55. La
estructura de desigualdades en el sistema capitalista mundial se habría consolidado ya
en el siglo XIX y se profundizan en el siglo XX.
Entre 1973 y 2001 lo más destacado, a más de la declinación de Occidente en la
producción mundial, es el impresionante crecimiento de la región del Asia excluyendo
Japón. Esta región pasa del 16,36% de la producción mundial al 30,87% en el 2001;
mientras América Latina que participaba con el 8,72% en 1973 disminuye al 8,3%.
Esta tendencia se profundizará en la primera década del siglo XXI.
En el Cuadro Nº 6, que refiere la evolución del PIB por habitante, Maddison (2004)
nos expone cómo ha variado la relación del PIB por habitante entre los países de
Occidente y el resto del mundo. Ésta evoluciona para los años 1820, 1870, 1913,1950,
1973 y 2001 es la siguiente: 1,9/1; 3,1/1; 4,3/1; 5,2/1; 6,3/1; y, 6,7/1. Si comparamos
este cuadro con el anterior, no deja de sorprender cómo, a pesar de que disminuye la
participación del PIB de los países de Occidente respecto a la producción mundial
entre 1950 a 1973 y con mayor severidad para el 2001, el PIB per cápita de esos países
con relación al PIB per cápita del resto del mundo en cambio sigue aumentando. Esto
significa de que con los cambios ocurridos en la división internacional del trabajo en
las últimas décadas, las desigualdades se siguen profundizando en favor de los
llamados países "desarrollados".
El PIB per cápita de América Latina con relación al del Asia (excluido Japón) fue
ligeramente mayor a lo largo del siglo XIX; sin embargo para el año 1913 se
diferencia llegando a ser 2,25 veces; para 1950 es 3,95 veces; para 1973 empieza
nuevamente a disminuir esa diferencia ubicándose en 3,6 veces y para el año 2001 se
reduce a 1,78 veces. La reducción entre 1973 y 2001 es muy significativa si se toma
en cuenta la población de los países del Asia del Este que es la gravitante en esta
relación.
![Page 42: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/42.jpg)
41
CUADRO Nº 6
Se cierra este acápite con una cita de Hobsbawm (1998), el gran historiador del corto
siglo XX, que de manera sintética refleja las preocupaciones que quedan de la época
dorada.
La economía mundial crecía, pues, a un ritmo explosivo. Al llegar a los años sesenta, era evidente que nunca había existido algo semejante. La producción mundial de manufacturas de cuadruplicó entre principios de los años cin-cuenta y principios de los setenta, y, algo todavía más impresionante, el comercio mundial de productos elaborados se multiplicó por diez. ….la producción agrícola mundial también se disparó….
Hubo un efecto secundario de esta extraordinaria explosión que apenas sí recibió atención… la contaminación y el deterioro ecológico. Durante la edad de oro apenas se fijó nadie en ello, salvo los entusiastas de la naturaleza y otros protectores de las rarezas humanas y naturales, porque la ideología del progreso daba por sentado que el creciente dominio de la naturaleza por parte del hombre era la justa medida del avance de la humanidad (p. 264).
![Page 43: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/43.jpg)
42
CAPÍTULO II
LA GLOBALIZACIÓN EN LA CRISIS DEL CAPITALISMO DE
POSTGUERRA
Este capítulo tiene el propósito de referir los cambios que se producen en el capita-
lismo mundial en los últimos treinta años, proceso conocido como "globalización",
percibir las tendencias en el proceso de acumulación y las posibilidades de la periferia
en la nueva división internacional del trabajo. Asumimos la categoría de globalización
para caracterizar este momento particular del proceso de mundialización del capitalis-
mo, tendencia presente desde sus orígenes. En el capítulo 4 se hace un acercamiento a
la discusión de esta categoría.
2.1 Globalización y crisis del modelo de acumulación
La expansión del orden internacional, que se heredó de la segunda guerra mundial,
disminuyó su ritmo en los últimos años de la década de los sesenta e ingresó a un
período prolongado de declinación durante las décadas siguientes hasta la primera del
siglo XXI, con frecuentes caídas y cortos períodos de recuperación y crecimiento. En
este lapso de tiempo hemos visto desestructurarse el viejo orden a la vez que en forma
lenta, y hasta hoy inacabada, emerge uno nuevo, un proceso que involucra a todo el
orbe y al que se le ha dado el nombre de “globalización”.
Agotamiento de la expansión capitalista de postguerra
El dinamismo del capitalismo de postguerra, como analizamos en el capítulo anterior,
tuvo como eje la economía de los Estados Unidos que supo capitalizar a su favor los
resultados del conflicto bélico. La gran potencia aprovechó adecuadamente la reserva
tecnológica de varias décadas; comandó la reconstrucción de las zonas euroasiáticas
devastadas por la guerra; controló el sistema monetario internacional; puso al servicio
![Page 44: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/44.jpg)
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de sus intereses las instituciones crediticias y de regulación financiera que emanaron
de los acuerdos de Bretton Woods; conformó el GATT (actual OMC) para imponer las
políticas en el comercio internacional; reafirmó su dominio en la periferia readecuando
las relaciones de dependencia en función de la transnacionalización de la economía y
de la división internacional del trabajo que a esa estrategia correspondía.
En este período se profundiza la internacionalización del capital al combinarse la
inversión directa y los flujos financieros. Esto hace posible una articulación expansiva
de la producción y los mercados mundiales. Allí se integraron las economías de
Europa Occidental, los procesos de industrialización de América Latina y del Sudeste
Asiático, así como también las economías de las ex-colonias.
La desaceleración en la producción y el comercio mundial, que se advierte desde 1966,
anuncia el advenimiento de una crisis, que lejos de ser coyuntural como se la percibió
entonces, revelará más bien su carácter estructural, pues marca el fin de la fase
expansiva de la onda larga iniciada en las postrimerías de la guerra y el inicio de su
fase de declinación. Varios hechos así lo confirman:
En 1971, para enfrentar el déficit comercial que empieza a registrar la economía de los
Estados Unidos, se opta por devaluar la moneda y, rompiendo los acuerdos internacio-
nales, su gobierno, de manera unilateral, decretó la inconvertibilidad del dólar a oro,
provocando con ello la quiebra del sistema monetario internacional. Más tarde, en
1973, estalla la crisis por el vertiginoso incremento de los precios del petróleo,
principal recurso energético para la producción industrial, y desencadena múltiples
desajustes financieros. Desde entonces se asiste a ciclos de recuperación cada vez más
débiles y a ciclos de recesión pronunciados dentro de la fase de declinación, que bien
lo podemos observar a través de las tasas de crecimiento, y de manera particular en el
grupo del G7, Cuadro Nº 7.
Durante la década de los años setenta, esta tendencia declinante de la producción
capitalista se vio agravada por una sostenida inflación, entre 1973 y 1981, los países
de la OCDE2 registraron tasas que fluctuaron entre el 7% y 13%, inusual en los países
desarrollados y que dieron lugar al fenómeno conocido como la estanflación, categoría
2 OCDE Organización de países para la cooperación y el desarrollo. Se estructura con 34 países de mayor desarrollo, funciona desde 1960.
![Page 45: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/45.jpg)
44
que describe la evolución de la economía de ese entonces caracterizada por el estan-
camiento con inflación, elemento nuevo en las crisis del capitalismo.
CUADRO Nº 7
Adicionalmente, cabe destacar, que desde la década de los años setenta, particular-
mente desde 1975, se registran tasas de desempleo preocupantes en los países desarro-
llados (Cuadro Nº 8). Si en la fase expansiva sus tasas eran inferiores al 3%, desde
mediados de los setenta y hasta avanzada la primera década del S.XXI, ellas fluctúan
entre el 6% y 10%, presentándose con mayor intensidad en los países europeos.
CUADRO Nº 8
![Page 46: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/46.jpg)
45
En este proceso de pérdida de dinamismo y posterior declinación de la economía
capitalista de postguerra, se pueden advertir algunos elementos:
• La crisis se genera en los países desarrollados, de manera especial en los Estados
Unidos, se irradia y afecta a todo el sistema capitalista, más aún, su influencia
involucra a los países llamados socialistas, o siguiendo la caracterización de los teó-
ricos del sistema mundial, países con capitalismo de Estado. Sus efectos en los
países y regiones de la periferia se perciben en distintas temporalidades, tienen dife-
rentes grados de profundidad y formas de acuerdo a las relaciones de dependencia
estructuradas y a las modalidades de participación en el mercado mundial, si son o
no productores de petróleo, de la intensidad del comercio con otros países de la
periferia, del grado de industrialización y afirmación de sus mercados internos, del
nivel de endeudamiento externo.
• Lo que origina la crisis sería "el agotamiento del patrón de industrialización y acu-
mulación y desarrollo que surge en la postguerra", basado en la utilización des-
medida del petróleo como fuente de energía barata, en la expansión del comercio,
en el control del sistema monetario y financiero. Las ramas de la gran industria que
se expandieron bajo esas condiciones fueron: automotriz, siderúrgica, metalmecá-
nica, química, petroquímica, alimentaria, farmacéutica y la producción bélica, en
torno a las cuales se consolidó el poder estadounidense (Paz, 1984).
• En consecuencia, también entra en crisis la división internacional del trabajo que
sustenta ese proceso de acumulación, basada en que los países desarrollados que
concentran la producción de bienes de capital y aquellas ramas de la industria que
requieren de altas inversiones y tecnología sofisticada, mientras que los países de la
periferia, al tiempo que continúan con la producción primaria, desarrollan procesos
de industrialización sustitutiva de bienes no duraderos primero, duraderos más tarde
y en algunos casos incluso ramas de una industria pesada.
• En estos procesos de acumulación y división internacional del trabajo, las empre-
sas transnacionales (ETN), forma que asume el proceso de internacionalización del
capital, son el elemento dinámico que organiza el flujo de capitales, la inversión
directa, la transferencia de tecnología y obviamente las que concentran y acumulan
la mejor parte de la plusvalía mundial. La presencia de estas empresas no se limita a
![Page 47: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/47.jpg)
46
un creciente control de las inversiones en los países desarrollados, sino que
intervienen en áreas productivas de los países de la periferia, rompen el sesgo
nacionalista de los procesos de industrialización sustitutiva e insertan sus econo-
mías activamente en los circuitos de la acumulación mundial.
• La producción de las transnacionales en países periféricos, desborda en muchos
casos los límites dados por la división internacional del trabajo, se vuelve compe-
titiva a nivel de precios con la producción de los países centrales y es altamente
rentable por el bajo costo de la fuerza de trabajo. Esta situación, si bien contribuye
a generar excedentes en la periferia, que compensan la caída de la tasa de ganancia
en los países centrales, no deja de provocar, en estos, desajustes económicos y
efectos sociales como el incremento del desempleo (Etxzezarreta, 1996).
La presencia significativa del Estado en la economía, propiciada por la política
keynesiana e impulsada por el reordenamiento económico mundial de la postguerra,
motivó y dinamizó la expansión de las ETN. Más tarde, en ese orden mundial, las
políticas keynesianas y la intervención económica del Estado se convirtieron en
trabas para su expansión.
• En la fase expansiva del capitalismo de postguerra, el sector financiero contribuye
dinámicamente en la integración del mercado planetario, sin embargo, en 1975,
inicia un proceso de creciente autonomía, de desacoplamiento respecto al capital
productivo y consecuentemente de la economía real. Fenómeno que siendo común a
los períodos de crisis, en este caso particular ha jugado un papel preponderante en
la captación de excedentes, y para equilibrar los desajustes entre las potencias y
entre éstas y la periferia. La operación del capital financiero, una vez que se
ampliaron los espacios de existencia del capital productivo a nivel mundial (fenó-
meno que corresponde al proceso de concentración) hizo posible el proceso de
centralización de los capitales en los países desarrollados.
• Si bien la crisis llega a todos, no todos sufren por igual. A la fijación de altas tasas
de interés para el cobro de la deuda externa, se sumó el intercambio desigual,
medidas que hicieron posible el traslado de ingentes capitales a los países
desarrollados, lo que permitió no solamente atenuar los efectos de la crisis en esos
![Page 48: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/48.jpg)
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países sino avanzar en la reestructuración de su aparato productivo, profundizando
las desigualdades con la periferia y dentro de ésta.
• En el ámbito de los países desarrollados, la crisis tampoco incidió de forma homo-
génea. Sin duda, una de las economías más afectadas fue la de los Estados Unidos,
registró los mayores déficits comercial y de balanza de pagos, su Estado es el más
endeudado, perdió dinamismo en la producción de tecnología, presentó dificultades
en la necesaria reconversión industrial. Frente a ello, Alemania y Japón tuvieron un
proceso sostenido de crecimiento desde los años cincuenta, que de la condición de
derrotados de guerra les transforman nuevamente en potencias económicas, con
fuerte incidencia en sus respectivas regiones. La recuperación de la economía
europea y asiática fue otro factor que afectó la dinámica de la economía de los
Estados Unidos, pues de países receptores de financiamiento y recursos pasaron a la
condición de acreedores e inversores en el país eje de la acumulación3. Alemania y
Japón, sin embargo, no están exentos de dificultades que se han agravado en los
últimos años, que afecta a su condición de contrapartes en la lucha por el predo-
minio en la economía mundial.
Crisis en el orden internacional de postguerra
La crisis económica del capitalismo no vino sola, estuvo acompañada de la crisis del
socialismo real. Los sueños de que la producción soviética igualaría en capacidad a la
producción norteamericana para fines de la década del sesenta, fueron eso, sueños. La
URSS y los países de Europa del Este trastrocaron el proyecto socialista, redujeron su
construcción a una dirección centralizada de la economía, a la estatización de la pro-
piedad y a una visión del pleno empleo que encubría el estancamiento en el desarrollo
de las fuerzas productivas. Lejos de avanzar en procesos de socialización se consolidó
una estructura de poder autoritaria, se estratificó con sensibles desigualdades el reparto
de la riqueza social, se subordinaron cultural y económicamente a occidente. Su
producción, para fines de la década de los sesenta, perdió dinamismo y durante los
setenta y ochenta se encontraba en profunda recesión, a la que sin duda afectó la
3 Entre 1980 y 1988, las inversiones en millones de dólares de EUA en Japón crecieron de 6.200 a 16.900 y en la Comunidad Europea de 80.000 a 126.000; mientras la de Japón en EUA creció de 4.700 a 53.000 y la de la Comunidad Europea en EUA de 50.000 a 193.000. (Ref. Furtado 1990; CEPAL #42).
![Page 49: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/49.jpg)
48
carrera armamentista. Esta crisis culmina con la caída del muro de Berlín y la
desintegración de la URSS.
La crisis del capitalismo y socialismo de postguerra, a pesar de la recuperación
temporal de la economía estadounidense, es manifestación de una crisis más global,
que tiene relación con lo cultural, con las concepciones de la ciencia, con las diversas
formas de producción del conocimiento y la tecnología, con la política; algunos auto-
res la han caracterizado como una crisis de civilización.
En este período hace crisis el pensamiento dominante de la postguerra. En la economía
el keynesianismo se mostró insuficiente, el control de los procesos cíclicos del
capitalismo por acción del Estado no presentó resultados positivos, el aumento de la
demanda efectiva para reactivar la economía no tuvo eficacia para enfrentar los
desajustes iniciados en los años setenta. A su vez, las corrientes monetaristas y neoli-
berales, que hicieron del Estado de bienestar y del Estado desarrollista los causantes
satánicos de la crisis, no pasaron de constituirse en una ideología de moda, de
dogmatismos simplistas que en la falsa contraposición Estado-mercado, público-
privado, exacerbaron el individualismo y agravaron los problemas lejos de superarlos.
Al término del siglo XX era profundamente cuestionado.
En lo político, el pensamiento liberal que actuó como centro de equilibrio entre el más
rancio conservadurismo y el socialismo, ante la virtual desaparición de uno de los
polos, ha cedido posiciones, son evidentes los renunciamientos políticos e ideológicos
de las fuerzas que en él se reconocen.
La concepción de la ciencia como única forma válida de conocimiento, es
profundamente cuestionada, tanto en su capacidad predictiva como en su desarrollo
acumulativo. La crítica al positivismo tocó las puertas al propio marxismo, en especial
a aquellas corrientes que hacen de las tendencias de la realidad procesos irreductibles.
La crítica al pensamiento dominante de postguerra, se ha convertido en una crítica a la
modernidad, lo que no significa necesariamente su invalidación histórica, pero si un
juicio al predominio racionalista.
![Page 50: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/50.jpg)
49
De hecho quedó desarticulada la estructura bipolar4 de postguerra y las formas de
construcción de la hegemonía, no sólo por la ausencia de uno de sus polos, la URSS,
sino porque ello significa, al mismo tiempo, la disolución del elemento antitético sobre
el que se estructuró y legitimó el poderío militar y las alianzas estratégicas de los
Estados Unidos. De tal suerte que, junto al derrumbe del “socialismo real” hace crisis
la forma de construcción de la hegemonía por parte de Estados Unidos en el
capitalismo mundial.
De la configuración bipolar se transita a la constitución de un nuevo escenario en que
participan estructuras regionales, donde las relaciones de poder se expresan entre
bloques y entre los países que los lideran: Estados Unidos, Japón y Alemania. La
desarticulación de Europa del Este, -que abrió la expectativa de que el poder militar
vaya cediendo ante la concertación- y la recesión de la economía estadounidense hasta
comienzos de los noventa, creó muchas dudas sobre su capacidad de liderazgo en el
mundo. Sin embargo, durante la última década del siglo pasado, las intervenciones
militares en Irak, los Balcanes, el Plan en Colombia, sumado a un modesto
crecimiento de su economía, le permitió mantener ventajas sobre sus competidores, lo
que aleja cualquier duda sobre su predominio. Así se la percibe a lo largo de la
primera década del nuevo siglo, pero ello no resuelve las dudas sobre el debilitamiento
de su hegemonía por pérdida de liderazgo en la economía mundial; la presencia
gravitante de los sectores financieros especulativos; la mayor autonomía de regiones
históricamente subordinadas a la política internacional; el mayor peso de China y la
presión por redefinir las reglas de juego de la política internacional en el G20.
La globalización en la internacionalización del capital
Siendo consustancial al capitalismo la tendencia a la internacionalización del capital o
a su mundialización, en sus formas de capital productivo, capital mercancía, y capital
dinero, es particular al período de los últimos treinta años, el que los procesos produc-
tivos, la comercialización de las mercancías y los flujos financieros se organicen y
reproduzcan a nivel mundial. Esto es, primero, que se internacionalizan los procesos
productivos logrando abaratar costos de producción al utilizar, maximizando bene- 4 Admitiendo que se trata de una bipolaridad más en la apariencia que en la realidad. Es pertinente la tesis sostenida por Wallerstein y Tortosa en el sentido que lo que realmente funcionó fue un acuerdo entre las dos potencias desde las negociaciones en las postrimerías de la II Guerra Mundial.
![Page 51: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/51.jpg)
50
ficios, los recursos materiales y no materiales de los distintos países; segundo, que las
mercancías son orientadas a los mercados del mundo entero, bajo pautas de consumo
internacionalizadas; y, tercero, que el movimiento del capital financiero, a más de ali-
mentar la dinámica de la producción y la comercialización, propende a una creciente
autonomía que hace posible una mayor rentabilidad de sus capitales (Etxzezarreta,
1996).
Esta modalidad del proceso de internacionalización implica a su vez que las decisiones
se las toma también en espacios globalizados, siendo sus núcleos las empresas transna-
cionales. Se establece por tanto un sistema económico globalizado, en que se articulan
relaciones entre elementos globalizadores y elementos nacionales afectados por el
sistema económico globalizado.
La globalización propende a una alta concentración de capitales y mercados, para lo
cual se constituyen 'empresas mundiales', que son una suerte de redes que relacionan a
las empresas transnacionales, nacionales y locales, actuando en la industria, el comer-
cio y las finanzas, y que responden a estructuras oligopólicas, entre las cuales se desa-
rrolla el proceso competitivo fundamental que marca el proceso de la acumulación
actual.
Según Barlow, citado por Etxezarreta (1996) más del 25% de la producción mundial
y entre el 80% y 90% del comercio industrial, son controlados por unas doscientas
empresas transnacionales; y de entre las 100 mayores unidades económicas, inclu-
yendo los Estados, 47 son compañías transnacionales, lo que significa que no menos
de 140 países son unidades económicas más débiles que estas empresas. Se estimaba
entonces que no más de 10 de estas redes empresariales controlarían un 80% de la
producción y mercados mundiales.
Para 1995, las 10 empresas más grandes del mundo en computadoras controlaban el
70% del comercio mundial de ese sector, consistente en 334 mil millones de dólares;
en el sector de telecomunicaciones, las 10 empresas más grandes controlaban ya el
86% de los 262 mil millones que representaba el comercio mundial en ese sector; y, en
la industria farmacéutica las 10 industrias más grandes controlaban el 35% de los 297
mil millones que se comercializaban en el mundo (Informe del Desarrollo Humano,
Naciones Unidas, 1999).
![Page 52: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/52.jpg)
51
Entre 1988 y 1998, en el proceso de constitución de estas grandes redes, el valor total
de las fusiones y adquisiciones pasaron de 21.4 mil millones a 246,7 mil millones para
el sector de computadoras, de 9.3 mil millones a 172.4 mil millones en el sector de
biotecnología y de 6.8 mil millones a 265.8 mil millones en el sector de telecomu-
nicaciones de acuerdo a los datos del Informe del Desarrollo Humano, (1999) (p. 67).
Datos que reflejan la altísima concentración de la riqueza a nivel internacional. Una
mirada al poder de las ETN 30 años antes de que termine el S. XX nos permite
imaginarnos cómo funcionarían al comenzar el S. XXI. Cuadro Nº 9.
CUADRO Nº 9
La operación de estas grandes 'empresas mundiales', que de suyo concentran la pro-
ducción de tecnología5, se sustentan en la disposición mundial de esos conocimientos
tecnológicos, pero la competitividad y localización industrial se decide de acuerdo a
los costos salariales y condiciones del mercado laboral, en especial para los procesos
productivos intensivos en trabajo. Las imposiciones fiscales, las regulaciones ambien-
tales y las facilidades de penetración de sus productos, influyen también en la localiza-
ción de las empresas. Esto explica que junto a la globalización de la tecnología se
desarrolle una competitividad salarial que afecta las condiciones de la fuerza de
5 De hecho las investigaciones tecnológicas que anteriormente se las hacían como inversiones del sector público, ahora han sido privatizadas, dado el alto rendimiento económico que producen. Este proceso de privatización del conocimiento ha sido acompañado de las regulaciones sobre propiedad intelectual por parte de la Organización Mundial del Comercio.
![Page 53: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/53.jpg)
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trabajo, que si bien empezó en los países desarrollados, hoy se manifiesta también en
los países periféricos.
La globalización así entendida, que va más allá de la noción de un mercado
globalizado, nos permite entender que en el desarrollo de la crisis del capitalismo de
postguerra, se van estructurando nuevas formas de acumulación, de organización de
los procesos productivos, de división internacional del trabajo y de expresiones de
poder. Es decir, se va constituyendo un nuevo orden internacional.
2.2 Elementos y paradojas de la globalización
Los cambios que se observan en la acumulación mundial, no terminan de configurar
las bases para el surgimiento de una nueva onda expansiva del capital, si es que ésta es
posible, pero se pueden advertir algunas tendencias en el movimiento de una realidad,
que se nos presenta cada vez más compleja y contradictoria.
Los cambios tecnológicos
En las últimas décadas hemos asistido a innovaciones tecnológicas que no pueden ser
entendidas como avances y desarrollos dentro del paradigma que caracterizó a la
producción de postguerra, más bien han obedecido a un cambio de esa estructura
tecnológica, tratándose por tanto de una revolución. Esta ha respondido a la dinámica
del proceso de acumulación en un momento de maduración de sus contradicciones,
tanto de aquellas que surgen entre capitales a consecuencia de la competencia, como
de aquellas existentes entre los actores de la reproducción, el capital y el trabajo.
Revolución tecnológica que ha transformado la organización de los procesos pro-
ductivos, ha incrementado la productividad del trabajo, pero que ha implicado tam-
bién, destrucción de capitales a consecuencia de la temprana obsolescencia de inver-
siones productivas anteriores.
Esta revolución tecnológica, supuso cambios sustantivos en el paradigma dominante
en la producción de postguerra, como veremos en el análisis comparativo de Ossa y
Sagasti y Pérez en el Cuadro Nº 10 citado por Schuldt (1990).
CUADRO Nº 10
![Page 54: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/54.jpg)
53
El paradigma se afirma en un patrón tecnológico en que la microelectrónica en sus
distintas manifestaciones: robótica, informática, telemática, telecomunicaciones, arte-
factos de hogar; y la información, desempeñan el rol central y articulador de la acumu-
lación, a lo que se integran las nuevas tecnologías de materiales, las biotecnologías, las
novedosas fuentes de energía, la genética (Schuldt, 1990).
En cuanto a la organización de los procesos productivos, a consecuencia de los
cambios tecnológicos, se ha pasado de la producción en masa de inspiración fordista a
la producción flexible. El diseño de la producción, el proceso productivo y la gestión
empresarial son integradas en forma dinámica, lo que propende a la anulación de los
tiempos muertos del proceso de circulación del capital. La maquinaria deja su carácter
unifuncional y asume el multifuncional. El trabajador de las tareas especializadas y
simples pasa a disponer de capacidades polivalentes y multiespecializadas, pasando
consecuentemente del puesto de trabajo específico y único al de 'situación de trabajo'.
Bajo estas condiciones, la competencia se afirma en el terreno de la calidad.
Como efecto de esta revolución, el conocimiento tecnológico se va constituyendo en el
elemento clave de la producción, funciona como un sistema internacionalizado y
explica las modalidades de inserción en la división internacional del trabajo en lugar
de las ventajas comparativas tradicionales. No se podrá perder de vista, sin embargo,
que si las tecnologías tienen una gran difusión mundial a consecuencia del desarrollo
de la informática y las comunicaciones, esta difusión es administrada por los centros
![Page 55: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/55.jpg)
54
generadores de esas tecnologías, principalmente por las grandes transnacionales que
operan en los países desarrollados.
Cambios en la división internacional del trabajo
En medio de la crisis de los años setenta, caracterizada líneas arriba, se desarrolla una
creciente diferenciación en la periferia, que responde a las variadas políticas y grados
de profundización de los procesos de industrialización. Emergen economías que
logran consolidarse en el decurso de la crisis, obteniendo ventajas sobre otros procesos
de industrialización que arrancaron más temprano.
La producción de manufacturas exportables, que caracteriza a los países inadecua-
damente denominados de reciente industrialización (NICS), les ha permitido creci-
mientos sin precedentes en sus economías. Su “éxito” se basa en la utilización de
modernas tecnologías, disposición de mano de obra abundante y barata, en la
intervención estatal y el ejercicio de políticas económicas variadas, lo que explica la
captación de importantes espacios en el mercado mundial y particularmente en los
países centrales. En la región asiática, a esta dinámica respondieron los denominados
'cuatro tigres': Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong-Kong en una primera fase, a
los que se sumaron más tarde Malasia, Tailandia e Indonesia.
En un sentido más amplio, las posibilidades de inserción activa en la economía
globalizada para los países de la periferia, con cierto grado de industrialización y
competitividad internacional, están de acuerdo a la forma en cómo pueden articularse a
las grandes cadenas transnacionalizadas, en que de hecho influyen sus particulares
fortalezas. Siguiendo a Gary Gereffi (1990), al menos hay cuatro opciones: a) el rol de
exportación de productos primarios, que corresponde a la tradicional participación de
la economía latinoamericana, 2/3 partes de las exportaciones provienen de este sector,
y para países como Singapur que procesa y reexporta elaborados de petróleo a los
países de su región; b) el rol de plataformas de exportación para los países en que sus
economías se dinamizan por la producción manufacturera en manos del capital
transnacional, que opera con capital intensivo en fuerza de trabajo, que aprovecha
justamente la disposición barata de esta mercancía, se han creado estructuras favo-
rables para la exportación; c) el rol de subcontratistas, para la producción de empresas
locales de bienes de consumo terminados, que serán comercializados por empresas
![Page 56: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/56.jpg)
55
transnacionales, muy dinámicas en el sudeste asiático; y, d) el rol de suministro de
componentes que requiere de empresas con uso intensivo en capital y tecnología.
Otra región que alteró la anterior división del trabajo fue Europa del Este, en el caso de
Rusia, luego de la inestabilidad que caracterizó la etapa Yeltsin, con Putin entró en una
línea de recuperación económica con prácticas de fuerte concentración de la riqueza y
aplicación de políticas del Fondo Monetario ya ensayadas en América Latina. Europa
del Este atrajo importantes inversiones de capital en condiciones en que esos nuevos
países disponen de una importante producción agrícola; fuerza de trabajo calificada y
disciplinada; y, una tradición industrial, que les da ventajas en la captación de flujos
financieros frente a otras regiones.
Atención particular merece el proceso de China. Las profundas transformaciones
realizadas desde la década del setenta, en un proceso sostenido en tres etapas,
1978/1984, en que se decide liberar el sistema económico; 1984/1992, en que se des-
plaza el centro de gravedad de las preocupaciones económicas del campo a la ciudad;
y, a partir de 1992, en que se consolida la denominada economía socialista de mer-
cado. Las reformas transforman una sociedad profundamente estatificada en otra en
que coexisten varias formas de propiedad, la estatal, la colectiva, la individual y la
privada extranjera, en medio de un claro predominio de la propiedad pública. China en
el 2000 con una población de 1.262 millones de habitantes, y una extensión territorial
de 9’600.000 Km2; tenía un INB (Ingreso Nacional Bruto), según el Banco Mundial,
de algo más de 1 billón de dólares. La economía de los Estados Unidos representaba
8,4 veces la de China. Para el 2010, China superó los 1.360 millones de habitantes, su
INB es de 5,720 billones de dólares, y la economía de los Estados Unidos representa
2,42 veces la del país asiático. Evolución que se hace más dramática si tomamos en
cuenta la paridad del poder adquisitivo, que se expondrá más adelante (Banco Mun-
dial). China ha pasado a ocupar el segundo lugar en la economía del mundo. A este
panorama cabe añadir que mejoraban las condiciones para satisfacer las necesidades
fundamentales a su población. Su fuerza de trabajo es calificada y disciplinada; existe
relativa cohesión ideológica y una gran identidad alrededor de su cultura milenaria.
Sin embargo, en estos últimos años la inequidad ha crecido con las transformaciones
económicas, se han formado grandes cinturones de miseria y trabajadores en condi-
ciones muy precarias. Su capacidad militar 8% del total mundial, la ubica en tercer
lugar detrás de toda Europa que controla el 20% y de la producción de E.U.A. que
![Page 57: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/57.jpg)
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tiene el 48% (Dierckxsen, 2011). Sin duda es una gran potencia cuya incidencia inter-
nacional aumenta, no dejan de tener razón los que la vislumbran como la nación
llamada a constituirse en ‘el otro’ frente al poderío de los Estados Unidos, así lo
piensan también los ideólogos del poder estadounidense. Son sintomáticos los cambios
en las relaciones entre estos dos países; en septiembre del 2000, el Congreso de
Estados Unidos resolvió normalizar los vínculos comerciales con China. En noviem-
bre del 2001, quedó definitivamente resuelto el ingreso de China a la Organización
Mundial del Comercio y las relaciones entre China y Estados Unidos se han profun-
dizado a lo largo de esta primera década del siglo XXI.
En América Latina, finalmente, durante la década de los noventa se profundizan las
diferencias entre sus países. Mientras algunos de ellos lograron cierta recuperación y
crecimiento económico, como fue el caso de Chile, encontramos otros en que los pro-
blemas estructurales se profundizaron, lo que los colocó en una situación de creciente
exclusión. Se efectuaron procesos de integración que resquebrajan la unidad e identi-
dad latinoamericana. México en el Tratado de Libre Comercio; Centro América y el
Caribe en el CARICOM y la Unión Centroamericana; el MERCOSUR y la Comuni-
dad Andina de Naciones en Sur América. Agrupaciones subregionales, que de revisar-
se los presupuestos sobre los que se han constituido, pueden aportar a la superación de
serios problemas derivados de la situación de dependencia y configurar una integra-
ción más activa en el contexto internacional. En la primera década del siglo XXI, a
partir del 2004, la región inicia un período expansivo en su economía que dura hasta el
2012. Se producen importantes cambios políticos que implican una ruptura con las
estrategias neoliberales y en esas condiciones también se provoca un cambio sustanti-
vo en las políticas de integración. La Unión Suramericana de Naciones (UNASUR),
pasa a constituirse en el grupo dinámico de convergencia de los países suramericanos
y desde allí se replantean los cambios de toda la institucionalidad internacional en la
región.
Como tendencia general en los años noventa, siguiendo el ciclo de las medidas de
ajuste estructural, América Latina vivió una línea de desindustrialización, que ha sido
uno de los efectos de la crisis del capitalismo de las últimas décadas. La consecuente
reprimarización, que en esta última década, contradictoriamente, ha sido reforzada por
las estrategias del “nuevo” desarrollo.
![Page 58: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/58.jpg)
57
El capital financiero conduce la globalización
Mientras se consolidan los cambios hacia un nuevo orden internacional, el capital
financiero capta y centraliza los excedentes. La expansión de los capitales financieros
se explica por el estrangulamiento en la rentabilidad de las actividades productivas y
por la posibilidad de incursionar en actividades especulativas, manifestaciones
asociadas a la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Esta globalización
financiera ha sido posible en virtud de las políticas de desregulación en los espacios
nacionales, el uso de las innovaciones en las telecomunicaciones y la informática, y
por la sofisticación adquirida por las instituciones. El resultado de esto es el desacopla-
miento entre los flujos financieros y la economía real. Para 1998, el comercio de
divisas equivalía a 1 billón 971 mil millones de dólares diarios, mientras el comercio
mundial de bienes y servicios equivalía a 4.5 billones de dólares en el año; esto quiere
decir, que tres días de compra venta de divisas superaba la compara venta de bienes de
todo un año. ¡¡Se llegó al extremo de la irracionalidad!! Ello está en la base de la crisis
que terminó por estallar en el 2008.
El mercado financiero es altamente concentrado, pues ya para 1989 el 67% de las
transacciones en divisas se operaron entre los mercados de Londres, Nueva York y
Tokio, que sube al 71% para 1992, si a estos se suman los mercados de Singapur,
Suiza y Hong-Kong, las cifras suben al 92,5% en 1989 y al 94% para 1992. Respecto a
los principales centros bancarios, los de Europa, Japón y Estados Unidos, absorben en
1992 el 79,3 % de los activos y el 79,8% de los pasivos de las operaciones en moneda
extranjera, el resto corresponde a los bancos del resto del mundo (Etxzezarreta, 1996).
Esta alta concentración privada de las transacciones financieras explica la debilidad de
los Estados en controlarlas.
Conviene reparar en que Japón y Alemania coadyuvaron a sostener la economía
estadounidense en los años noventa ya que contribuyeron a mantener su divisa y
atenuaron los déficits fiscal y comercial. Los bancos japoneses por ejemplo han
llegado a poseer hasta el 40% de los bonos del tesoro de ese país. Para 1996, 9 de los
10 bancos más grandes del mundo eran japoneses. En el nuevo siglo el principal
sostén ha pasado a ser China. Dierckxsen (2011) señala:
"Según el Banco de Basilea, en el año 2009, circulaban en el mundo unos US$ 1.000 trillones de valores, obligaciones y moneda, mientras el producto bruto
![Page 59: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/59.jpg)
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mundial supera apenas un poco los US$ 50 trillones, o sea que, en la actualidad, por cada dólar con valor real circulan otros veinte dólares que son capital ficticio y parasitario" (p. 40).
El tubo de escape para esta irracional hipertrofia del capital financiero, que insistimos
es una de las manifestaciones de la estructura del capitalismo, tendrá que estar en este
mismo sector, las burbujas financieras ‘hinchadas’ por las transacciones especulativas,
han llevado al estallido de las bolsas de valores y quiebras bancarias en distintos
países, México en 1995, Malasia e Indonesia en 1997, Rusia en 1998, Brasil 1999,
luego Argentina, Ecuador, la crisis en la bolsa de valores en los centros financieros
más importantes en el 2002 y finalmente las de finales de la primera década del siglo
XXI en Estados Unidos y Europa, con efectos catastróficos para sus poblaciones y con
secuelas para todo el planeta. La estructura regionalizada y mundializada del sistema
financiero, hace que las crisis no sean internas en estos países, los efectos tienen
repercusiones regionales, no son casuísticas, no responden a situaciones aleatorias ni
tampoco son resultado de una lógica de acumulación dentro de las operaciones espe-
culativas internas, responden sí a una lógica de la acumulación mundial. La economía
se revela cada vez más como producto de una acción política de los grandes grupos de
poder. Basta mirar cómo reaccionan organismos como el Fondo Monetario Interna-
cional detrás de cada crisis, cuánto dinero presta, a que intereses, a que plazos, cuáles
son los condicionamientos y, lo más importante, que empresas quiebran, que negocios
se desarticulan y a manos de quienes pasan las acciones de las principales empresas.
Aquí no hay nada fortuito, los ideólogos del libre mercado dirán que falta liberalizar
aún. ¿A dónde más liberalizar el mercado financiero?
Lo cierto es que detrás de las crisis financieras existe una crisis de acumulación del
capital. La incesante innovación tecnológica con la que se pretende superar los niveles
de competencia ha llevado a una situación en que el capital productivo no puede cubrir
los costes de la inversión en capital fijo. Esa dificultad lleva a que el capital se
desplace de la órbita de la producción a la de la financiarización, procesos especula-
tivos en los que el dinero curiosamente genera más y más dinero pero en un divorcio
con la economía real. Capital ficticio que, como sostiene Dierckxsen (2011), se
reproduce en las economías improductivas acrecentando los niveles especulativos,
como las colocaciones indebidas de dineros en hipotecas basura y tras el estallido de
las burbujas por el juego de la banca privada, el inmediato auxilio de los recursos
públicos para protegerla.
![Page 60: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/60.jpg)
59
La desregulación
Amparados en el discurso ideológico de que el mejor instrumento para la asignación
de recursos es el mercado, se ha trabajado en una agresiva política de desregulación de
la economía, para el efecto han actuado instituciones internacionales encargadas de
gestionar los acuerdos multilaterales, con el propósito de liberalizar la movilidad del
capital y el desarrollo del comercio.
La desregulación en los espacios nacionales en función de una suprema eficiencia del
mercado, fue factible dado la reducción del poder de los trabajadores y por el deterioro
del Estado de bienestar o del estado desarrollista, ello condujo a una creciente privati-
zación de los espacios públicos que ha permitido, de un lado, cubrir los déficit en las
finanzas públicas a consecuencia de la deuda y, de otro, el paso a manos privadas de
empresas de alta rentabilidad.
Al examinar el comportamiento de la inversión extranjera en América Latina, se
observa que entre 1993 y 1998, ésta tiene, aprovechando las medidas para desregular
la economía, un significativo crecimiento. Período en el que las empresas estatales de
producción energética, de servicios como las telefónicas, compañías de seguros,
entidades financieras, empresas extractivas, son adquiridas por las empresas transna-
cionales. Una vez cumplida la fase de privatización de las áreas estratégicas esa
inversión directa cae abruptamente. Otra manifestación de la desregulación constituye
la cadena de crisis bancarias, que en varios países significó una expropiación a los
fondos de los ahorristas a través de los “feriados” que se sumaron a las actividades
especulativas con las tasas de interés.
La regionalización
Con el caminar de la globalización, no deja de ser paradójico, que se configuren y
consoliden espacios regionales alrededor de los principales centros del poder
económico mundial: la Unión Europea bajo el liderazgo de Alemania, el Tratado de
Libre Comercio de Norteamérica en torno a los Estados Unidos y el Asiático con el
predominio primero de Japón y ahora de la China. Estas unidades regionales, que
![Page 61: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/61.jpg)
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responden a distintos procesos de conformación, no contradicen, como sostiene
Etxzezarreta (2001), el proceso globalizador. Se trata de una opción política para
consolidar su poder en ese contexto de globalización. Para estos países el reto está en
definir una estrategia que consolide ciertos objetivos del capital transnacional. Desde
esta mirada podemos advertir que la regionalización da respuesta a varios problemas
surgidos en la crisis de postguerra:
♦ la crisis de hegemonía de los Estados Unidos;
♦ la necesidad de enfrentar una competencia más agresiva debido a la dinámica parti-
cipación de los NICS, y hoy BRICS, que impulsan una reestructuración de la produc-
ción, que asegure la provisión de las materias primas y fuerza de trabajo, a bajos
costos, así como la realización de las mercancías; y
♦ la necesidad de retornar, de las medidas liberales de los organismos multilaterales, a
los proteccionismos de los países centrales.
El proteccionismo tiende a consolidar espacios nacionales para conducir una
reestructuración productiva que permita mejorar la capacidad competitiva en el merca-
do globalizado, ser más poderosos en el ámbito global. Esto al mismo tiempo significa
consolidar los mercados internos garantizando la realización productiva regional. Es
evidente, los Estados fuertes se aplican para sí medidas proteccionistas, y a los Estados
débiles, imponen medidas aperturistas. Así fue el camino para América Latina en las
décadas pasadas y lo es ahora para los más débiles en Europa.
Esta configuración regional, alrededor de los tres ejes, Alemania, Japón-China y los
Estados Unidos, con un resuelto predominio, como señalamos arriba, de parte de este
último, es la forma de resolución, por el momento, de la crisis de hegemonía. El
avance en la construcción del nuevo orden mundial, que tiene como sustento un nuevo
paradigma tecnológico y nuevas formas de existencia de la división internacional del
trabajo, irá configurando los elementos constitutivos de la nueva hegemonía y sus
formas de expresión. No está claro aún por dónde camina la reestructuración, es más,
no se ve que camine.
![Page 62: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/62.jpg)
61
2.3 Incertidumbres y certezas frente a la globalización
Son varias las incertidumbres que surgen en esta fase del capitalismo conocida como
globalización, ello se explica porque durante las últimas décadas la economía de los
países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
pese a la acción coordinada en la ejecución de políticas económicas, no logra conso-
lidarse, tras la recuperación de los años ochenta, reaparece el fantasma de la inestabili-
dad en los noventa, y en la primera del nuevo siglo crece para sumergirse en la peor
crisis desde la gran depresión. El enfrentamiento a la crisis con las políticas neolibe-
rales no ha logrado éxito, no le ha permitido estructurar un ''nuevo sistema de acumu-
lación" que garantice un crecimiento sostenido y consistente.
La producción no se encuentra en capacidad de responder a las ingentes demandas de
reposición del capital fijo provocadas por la desenfrenada competencia y la revolución
tecnológica, tampoco, a las demandas de participación en los beneficios por parte de
capitalistas, empresas, gobiernos y trabajadores, que compiten entre ellos y con los de
otras regiones. Aumenta el paro y el desempleo, la masa de marginados y pobres en
los países desarrollados es alarmante, y en los países pobres, el deterioro de las
condiciones de vida afecta a miles de millones de personas. Veamos algunos síntomas
de este desconcierto:
• La concentración de la economía. La mundialización de la economía, apoyándose
en la desregulación y en la estructura internacionalizada de la producción, concentra
en los centros el mayor poder económico, especialmente a través de los circuitos
financieros, y aquellos procesos productivos que requieren tecnología de punta. En un
segundo nivel de articulación de las cadenas productivas encontramos a muchos de los
países emergentes o de reciente industrialización. Muchos procesos productivos se han
localizado en estas regiones aprovechando el bajo costo y alta calificación de su fuerza
de trabajo. Pero es importante una mirada hacia finales del siglo XX.
Los países de la OCDE consumen en 1997 el 65% de la energía eléctrica que se
consume en el mundo y sólo los Estados Unidos lo hacen en el 26,4%, es decir, más de
la cuarta parte; los países de la OCDE consumen el 54,17% de la energía comercial
(petróleo), y sólo los EUA lo hacen en el 23,11%. Lo que se corresponde con su
capacidad de producción: del producto bruto mundial, que son 28. 423,5 miles de
![Page 63: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/63.jpg)
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millones de dólares en 1998, los países de la OCDE concentran el 80%, sólo los EUA
participa con el 27,8%, Japón con el 14,38% y Alemania con el 7,66%, es decir, las
tres potencias controlan el 49,86 % de la producción en el mundo.
Si tomamos en cuenta otros mecanismos de control de la economía que tienen las
empresas transnacionales con sus subsidiarias y subordinadas en la periferia, es com-
prensible que Estados Unidos, Japón y Alemania, en conjunto, concentren entre el 80
y 90 % del poder económico del planeta; de los 240 billones de dólares de inversión
extranjera japonesa 100 billones se invierten en los Estados Unidos; un tercio de las
exportaciones del Japón se hace a los Estados Unidos. Qué poco cuentan las periferias
en este mundo globalizado, en el que sin embargo la producción se organiza
integrando a todo el mundo y el mercado es planetario (Etxezarreta, 1996).
• Diferenciación y exclusión en la periferia. En otra dirección, las mismas fuerzas de
la globalización, provocan la exclusión creciente de áreas periféricas, de aquellas que
no les son útiles en la reproducción. Varias regiones del África, América Latina, Asia
e incluso de los propios países desarrollados se encuentran en esta tendencia. En la
globalización actúan simultáneamente fuerzas centrípetas y centrífugas, que concen-
tran y expulsan, que globalizan y regionalizan, que amplía mercados y los elitiza. Esa
es su dinámica.
Crece la diferenciación en la periferia, los países de exportación de manufacturas han
tenido un alto crecimiento económico, los otros han perdido espacio en la exportación
primaria y han entrado en una informalización de sus economías.
Esta diferenciación hace que los países de exportación de manufacturas, o de econo-
mías convertidas en plataformas de exportación, impropiamente denominadas como
NICS, se encuentran en una posición bastante distinta a la mayoría de las regiones de
la periferia, tampoco muy cercanas a la de los países desarrollados, de allí que se les
considere como semiperiferias.
• Los nuevos vientos de la inversión productiva. En el último decenio del siglo
pasado la inversión extranjera directa creció significativamente en el mundo, alcanzó
para 1990 la suma de 211.000 millones de dólares. Durante el período 85-90, momen-
to de una relativa recuperación, crece un 30%, mayor al ritmo en que crecen las
exportaciones y el PIB en el mundo (13% y 12%). Desde 1980 hasta 1992, la inver-
![Page 64: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/64.jpg)
63
sión extranjera directa (IED) se orientó a los países desarrollados, quienes histórica-
mente han sido los países proveedores y receptores de estas inversiones. En esos años
existe una cerrada competencia entre EUA y Japón por el liderazgo en la IED. La ten-
dencia fue declinante para EUA que aún conservaba la primacía, Japón disputaba el
liderazgo, pero ya entraba en su propia crisis.
Entre los países de la periferia, los países del sudeste asiático captaron para fines de
los años ochenta casi el 50% de los flujos de inversión. Desde 1990 hay una recu-
peración significativa de América Latina como receptora de capitales, entre estas dos
regiones se captó las 4/5 partes de las asignaciones para el mundo "en desarrollo".
América Latina entre 1992 y 1993, recibió un promedio de 62.000 millones de dólares
anuales, que significaba el 4,9% del PIB regional, haciendo posible por primera vez
desde 1981, en que se inicia la crisis de la deuda, que se tenga un saldo favorable en la
transferencia neta de flujos financieros. Claro, los receptores de estos recursos son
México, Argentina y Chile. Es importante destacar que ese flujo de inversiones res-
ponde primero a la ejecución de los programas del FMI, segundo, a que buena parte de
esa inversión hizo posible la compra de títulos de deuda y posterior compra de los
activos de las empresas que se privatizaron; y tercero, que sólo sobre esas bases se han
mantenido algunos inversionistas, que en forma altamente concentrada operan en los
países mencionados.
Para 1998, la IED en el mundo es de 637.048 millones de dólares, de los cuales la
participación es: OCDE 76%, S.E.A. y Pacífico, 3,38%, Europa Oriental y la CEI
3,4% y América Latina y el Caribe, 10,25% 6, lo que ratifica la recuperación de ésta
última región en captar la inversión externa.
Esto demuestra que en la década de los noventa, mientras se mantuvo un bajo cre-
cimiento en los países centrales, los capitales se orientan a la periferia, al menos hasta
la crisis de 1997 en el Sudeste asiático, siendo necesario anotar, a) que existe una mar-
cada diferenciación de acuerdo a la participación en la división internacional del traba-
jo; b) que la recepción de capitales no se traduce en nuevas inversiones productivas; y
c) que ello no garantiza una reinserción ventajosa en el mercado mundial.
6 Los datos que se registran en este acápite, correspondiente a los últimos años, corresponden al Informe del Desarrollo Humano de Naciones Unidas; año 2000.
![Page 65: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/65.jpg)
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CEPAL (2011), con sus registros sobre la inversión directa en América Latina y el
Caribe, nos muestra que a fines de la primera década del siglo XXI, los países
desarrollados concentran la mitad de la inversión mundial; América Latina accede
apenas a un 10%; y, el Sud Este Asiático percibe el 22,7% (p.30).
• El centro desplaza a la periferia en la producción de alimentos. La globalización
resulta ser una estrategia para impulsar la economía en el mundo en beneficio de los
capitales dirigidos desde y situados en el centro (Etxezarreta, 1996). La periferia
tradicionalmente ha sido la proveedora de alimentos y materias primas básicas y
baratas para la producción en los países centrales que hoy se han convertido en los
principales productores de alimentos de clima templado y de materias primas. Hay que
tomar en cuenta que esta producción es protegida y subvencionada por los Estados
centrales, lo que perjudica a los productores de la periferia. A éstos les queda solamen-
te la producción de productos tropicales y materias primas no renovables.
• La producción de la periferia pierde importancia. Los cambios tecnológicos en la
actual producción requieren un menor consumo de materias primas naturales debido al
uso de materiales sintéticos, la miniaturización y el reciclaje, que provoca la disminu-
ción de las exportaciones desde la periferia. Esto implica una disociación entre la
expansión industrial en el centro y el crecimiento económico en la periferia. Según
Naciones Unidas los precios de las materias primas entre 1970 y 1990 se deterioraron
en un 50%, provocando también una creciente desindustrialización de nuestras econo-
mías.
2.4 Algunas conclusiones
a) El proceso de globalización, forma particular que asume la internacionalización del
capital en la fase depresiva del capitalismo de postguerra, provoca cambios significa-
tivos en la economía mundial: internacionaliza los procesos productivos, expande los
mercados, incorpora las innovaciones de la revolución tecnológica, estructura una
nueva división internacional del trabajo, incrementa la concentración de riqueza en los
![Page 66: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/66.jpg)
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centros y profundiza la diferenciación en la periferia, amplía la masa de desocupados y
marginados en centros y periferias, excluye de su dinámica a vastas regiones del
mundo. Aún así, no se ha consolidado un sistema de acumulación que permita lograr
estabilidad y seguridad, la fase de declinación del capitalismo de postguerra no ha
logrado ser remontada.
Los sucesivos estallidos provocados por el curso del capital financiero nos advierte
que aún nos encontramos en un momento de caos, el orden que se estructura en medio
del desorden. Donde todavía no es posible dirigir las fuerzas para superar la crisis,
pero si es factible gestionarla.
Amin, (1998) señala que la crisis, se manifiesta en el hecho de que los beneficios
derivados de la producción no encuentran salidas suficientes en forma de inversiones
lucrativas capaces de desarrollar posteriormente nuevas capacidades productivas. La
gestión de la crisis se propone encontrar salidas para esos beneficios con lo cual se
evitaría su desvalorización.
Y es precisamente esa gestión la que ha permitido la concentración de grandes
recursos en los países centrales a través de las prácticas especulativas, que no son
precisamente las que responden a la lógica del capital en su reproducción.
b) El saldo de este período de gestión de la crisis, en que se priorizaron las políticas de
ajuste estructural, sería una mayor polarización, tal como lo plantea Amin (1998), en
el que lo que diferencia a las sociedades sería la relación entre el ejército en activo y el
ejército de reserva de la fuerza de trabajo. En condiciones, en que para la periferia, la
industrialización no es el camino para superar esa polarización, primero, porque los
niveles de competitividad no le son favorables; y segundo, porque tampoco está en
condiciones de reproducir la estrategia de Europa, del Estado de bienestar que
incentive esa industrialización. Tampoco es factible volver a la experiencia del Estado
desarrollista y la industrialización sustitutiva, porque es una experiencia fracasada,
fundamentalmente por no existir el sujeto social que pueda sostenerla, tal como
plantearemos más adelante, en el análisis de la experiencia de la modernización
Cepalina.
c) Un nuevo tipo de contradicción se habría extendido en la realidad del capitalismo
actual (Amin), por un lado, las fuerzas económicas que gobiernan la acumulación
![Page 67: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/67.jpg)
66
rebasan las fronteras de los Estados nacionales; por otro, no existe a nivel mundial una
estructura política, social, ideológica y cultural que de coherencia a la gestión del
sistema. Las formas políticas predominantes se han planteado como estrategia la
supresión del segundo polo de la contradicción, el Estado, con la pretensión de que sea
el mercado el encargado de regular, administrar y gestionar la crisis. Esto hace que la
crisis del Estado nacional en los países periféricos haya provocado procesos de
profunda fragmentación social y económica, a la vez que ha resquebrajado la unidad
de las clases dominantes. Una manifestación de esta tendencia tiene relación también
con la descomposición de los partidos políticos dominantes en los distintos países, no
tanto por la desconstitución de la ideología que debe servirles de soporte, cuanto por la
ausencia de proyectos de país, de nación. Cada vez más, son expresiones políticas de
grupos de poder regionales o locales. Manifestaciones políticas que dan cuenta de otro
elemento importante de la globalización, esto es, que ante la desarticulación de los
Estados nacionales se va consolidando una relación directa entre lo local y lo global.
Esta tesis, al parecer, sería contradicha por las experiencias recientes en América
Latina, sin embargo habría que esperar una consolidación de la perspectiva de
desarrollo que ensayan varios gobiernos para saber si en realidad se están provocando
cambios estructurales fundamentales.
d) Esta realidad exige, a países como el nuestro, reflexionar sobre una estrategia de
desarrollo que supere las determinaciones de los pensamientos neoliberal y
neoestructuralista, pues no se trata de insertarse en la globalización de acuerdo a las
tendencias que aquí han sido descritas, que nos exige mayor aperturismo mientras la
lógica en los países centrales avanza por nuevos proteccionismos. No estamos frente a
un camino inexorable, las leyes, marcan tendencias en la realidad, y las reacciones
sociales a estas leyes, son las que marcan la historia. Se trata de construir una
propuesta distinta que vincule a los marginados y excluidos de las periferias y los
centros. A pesar de lo riesgosa de la expresión, hay que construir ‘otra globalización’,
en la que el impresionante desarrollo tecnológico en la microelectrónica, la genética, la
información y las telecomunicaciones contribuyan a solucionar los graves problemas
de pobreza en el mundo y a menguar los desequilibrios del planeta.
Se cierra este capítulo con una información que en algo sintetiza el camino seguido en
estas décadas, Cuadro Nº 11.
![Page 68: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/68.jpg)
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CUADRO Nº 11
En términos del ingreso nacional bruto per cápita, se puede observar que a pesar de la
crisis de los años setenta, EUA, Alemania y Japón, que representan a los países de
economías más desarrolladas, hasta los años 90 tienen un ritmo de crecimiento muy
alto, luego se frenan, especialmente Japón que entra en un serio estancamiento. Brasil,
como otro de los países de economías emergentes tiene un crecimiento sostenido en
todo el período a pesar de la crisis de los ochenta. China, siendo parte de ese grupo,
crece a buen ritmo hasta el 90, viene desde muy abajo en términos de PNB/pc, pero
desde el 90 su ritmo es muy acelerado. Ecuador, como otro de tantos países periféricos
con economía muy débil, crece hasta el 80, cae durante los 80, se recupera algo en el
90 y crece en el nuevo milenio. El PIB/pc –que en algo refleja las capacidades
económicas de los Estados y las relaciones de dominio y dependencia– de EUA con
relación al de Ecuador en los años indicados son: 17,4; 9,1; 25,8; 26,2; y 12,3.
![Page 69: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/69.jpg)
68
CAPÍTULO III
TENDENCIAS DEL CAPITALISMO EN LOS INICIOS DEL
SIGLO XXI
Las “novedades” de la globalización
Una aproximación a las propuestas de Giovanni Arrighi, nos permite una reflexión
sobre el concepto de globalización y su pertinencia para el análisis del capitalismo
contemporáneo. Varios autores han puesto el acento, cuando de caracterizar la globa-
lización se trata, en los cambios tecnológicos y en las dimensiones alcanzadas por el
mercado. Entre los cambios tecnológicos sorprende sin duda la denominada revolu-
ción de la información. Arrighi retomando a Harvey dice “pero la novedad del ferroca-
rril y el telégrafo, el automóvil, la radio, y el teléfono impresionaron igualmente en su
día”. Incluso la “virtualización de la actividad económica” no es tan nueva (Arrighi,
1998). La conexión de los mercados intercontinentales a través de los cables subma-
rinos (1860) causaron efectos profundos en las relaciones de comercio y en la forma-
ción de los precios.
En el terreno del mercado, si se compara 1993 con 1913, se puede observar, siguiendo
a Arrighi (1998), que la inversión extranjera directa en 1913 estuvo por encima del 9%
del producto mundial, apenas superada en 1990. La apertura al comercio exterior, con-
junto de exportaciones e importaciones en proporción del PIB, no resulta tan alta la de
1993 comparada con la de 1913 para la mayor parte de los países llamados desarrolla-
dos exceptuando a los E.U.A.
En lo que sí habría un cambio sustantivo en el comportamiento de la economía, es en
relación a los mercados financieros. Saskia Sassen, citada por Arrighi (1998), señala
que
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desde 1980 el valor total de los activos financieros ha aumentado dos veces y media más rápido que el PIB agregado de todas las economías industriales ricas. Y el volumen de negocio en divisas, obligaciones y participaciones de capital ha aumentado cinco veces más rápido (http://inisoc.org/arrighi.htm).
Arrighi (1998) sostendrá que el primero en “globalizarse” y posiblemente el “único
auténtico mercado global” es el mercado de divisas. Las transacciones en divisas
fueron diez veces superiores a las del comercio mundial en 1983; diez años después,
esas transacciones eran sesenta veces mayores.
Para Arrighi (1998), se habría producido un cambio desde un sistema global, como es
el orden del Bretón Woods, jerárquicamente organizado y en buena parte controlado
políticamente por EUA, a otro sistema global más descentralizado y coordinado
mediante el mercado, haciendo que las condiciones financieras del capitalismo sean
más volátiles e inestables. La globalización habría extendido en medio de una intensa
competencia interestatal por la creciente volatilidad del capital y por la subordinación
creciente de la mayoría de los estados a las agencias capitalistas internacionales.
Al dar un sentido relativo a la novedad de los cambios ocurridos en la globalización, y
al mirarlos en el tiempo largo, la posición de Arrighi se aproxima a la lectura de
Wallerstein sobre el capitalismo. Concibe el proceso de “financiarización”; la mayor
competencia interestatal por la movilidad del capital; el rápido cambio tecnológico y
organizacional; y, la inestabilidad económica en que operan los estados nacionales,
como aspectos recurrentes de lo que él denomina los “ciclos sistémicos de acumu-
lación”.
A diferencia de la periodización de Wallerstein que se refiere a los ciclos de aproxima-
damente cincuenta años, Arrighi sostiene que se habrían sucedido cuatro grandes
ciclos sistémicos a lo largo de la historia del capitalismo. Lo importante destacar aquí
de la tesis de Arrighi (1998)7, es que
los períodos caracterizados por una expansión rápida y estable de la producción y el comercio mundial invariablemente terminan en una crisis de sobreacumulación que hace entrar en un período de mayor competencia, expansión financiera, y el fin de estructuras orgánicas sobre las que se había basado la anterior expansión del comercio y la producción (http://inisoc-.org/arrighi.htm).
7 Para Arrighi, esos ciclos se habrían sucedido con el predominio de Génova, Holanda, Gran Bretaña y los Estados Unidos.
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Son como el “otoño” que sigue a un importante desarrollo del capitalismo, en que el
líder de la expansión anterior del comercio mundial cosecha su influencia en la acumu-
lación mundial del capital, al tiempo que empieza a ser desplazado ante la emergencia
de un nuevo liderazgo. Podría ser ésta la experiencia que vive hoy Estados Unidos.
Parece indiscutible la presencia hegemónica de los Estados Unidos, tanto en la capaci-
dad para imponer sus condiciones en la economía, cuanto en lo político, lo militar y lo
cultural. Sin embargo, las crecientes operaciones de los mercados financieros como
que se vuelven incontrolables. Desajustes crecientes que desvanecen la creencia de un
mercado global autorregulable, lo que hace incluso indispensable la presencia activa
de los Estados ante la amenaza de un desmoronamiento del sistema mundial. Se trata
de un momento en que el actor hegemónico no puede ya asegurar el desarrollo
ordenado del proceso de integración del comercio mundial, tal como sucedía cuando
estuvo en la cumbre de su poder. Se trata de un momento de declinación de su poder
hegemónico. No se advierte al momento las nuevas vías en que recurrirá la recons-
trucción capitalista. El problema que se plantea es que las olas de expansión finan-
ciera, responden a una doble dinámica, por un lado, una sobreacumulación de capital
que no puede reinvertirse en los canales del comercio y producción, una gran oferta
financiera que se moviliza hacia la especulación prestando y generando endeu-
damiento; y de otra, la competencia entre las unidades territoriales afectadas por la
declinación del comercio y producción que quieren acceder a esos recursos financie-
ros. No se encuentran mecanismos para valorizar esa masa de ganancias en manos de
las agencias capitalistas. Esa impotencia de las empresas capitalistas conduce a buscar
apoyo en los estados, las hace dependientes de estos, así como los estados son depen-
dientes de las empresas. Muchos estados se verán fortalecidos en medio de la
expansión financiera, mientras otros serán debilitados.
Algunas reflexiones sobre la hegemonía
Tras la caída del Muro de Berlín y disolución de la Unión Soviética, el mundo ha sido
testigo de una acelerada expansión del poder militar de los Estados Unidos, se crean
bases en prácticamente todos los rincones del planeta; se interviene para asegurar el
control de recursos naturales básicos y en ocasiones para dar muestras de capacidad
![Page 72: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/72.jpg)
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militar; se asume posiciones estratégicas frente a posibles contradictores a su hegemo-
nía en el mediano y largo plazo.
En las últimas tres décadas el comportamiento de los Estados Unidos ha sido por
demás discontinuo, Arrighi (1999) lo refiere como la trayectoria en U. Luego del
período expansivo en la II postguerra y la pérdida de dinamismo que se advierte en la
economía desde 1968, en la década de los años setenta se inicia una situación de pro-
longada crisis y recesión provocada por la derrota en Vietnam y por las dificultades en
el aparato productivo estadounidense que ponen en duda el futuro de su hegemonía.
En los años ochenta se había tocado fondo, mientras es evidente la recuperación de la
economía europea y la del sudeste asiático, ésta última más preocupante, no sólo por
la velocidad del crecimiento japonés, sino porque junto a él despertaba la economía
china; fueron los años de tránsito del discurso de la trilateral de Carter a otro que
apelaba a la alta concentración del poder expresado por Reagan, cerrándose esta
década con la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética.
CUADRO Nº 12
En los noventa la economía de los Estados Unidos asiste a una acelerada recuperación,
Japón pierde el dinamismo de su economía, pues 1992 marcó el punto de inicio de una
década de crisis, estancamiento y desajustes financieros como los soportados en 1997
y 1998, mientras China continúa creciendo a ritmos muy altos haciendo perder el
sueño a buena parte de los grandes negociantes del primer mundo, que en medio del
desconcierto han preferido compartir negocios. Los indicadores que se registran en el
Cuadro Nº 12, revelan en esa comparación entre 1990 y 2006, en base a los datos de
![Page 73: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/73.jpg)
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Maddison (2004), la profundidad de los cambios ocurridos. Solamente llamamos la
atención en la pérdida de participación de EUA en el PIB mundial, y el ascenso de
China. Los otros países referidos y América Latina también disminuyen su
participación.
La última década del siglo pasado y los inicios del siglo XXI se caracterizan por la
decisión de los Estados Unidos de reforzar su poder global. La primera guerra en el
Golfo, la intervención en la guerra de los Balcanes, la guerra de Afganistán, la segunda
guerra en el Golfo, la intervención en Libia junto a la OTAN, las reiteradas amenazas
a Irán, Corea del Norte y Siria, entre muchos otros conflictos de menor impacto pero
de igual importancia, ponen de manifiesto esa tendencia. Sin embargo, esta política
militarista, prepotente, autoritaria, intervencionista, que se coloca por encima de
Naciones Unidas y el derecho internacional, que pretende legitimarse como lucha
contra el terrorismo y por la libertad, puede ser entendida como muestra del declive,
de acción desesperada, o por el contrario, como una muestra del poder alcanzado para
mantener la subordinación de sus más cercanos competidores. Arrighi (1999) decía
que al aproximarse el nuevo milenio, no sólo la fuerza militar, sino la hegemonía
parecían intactas e intocables. Es posible que lejos de acentuar el crecimiento que ima-
ginaban del poder global de Estados Unidos, lleve a un total colapso de lo que queda
de su nuevo orden mundial.
Para Arrighi (1999) estamos en un escenario muy similar al de otras experiencias
históricas en que se realiza el declive de una hegemonía. Estas características son:
a) La recuperación de la riqueza del Estado hegemónico en declive, luego de una
crisis inicial, se basa en la capacidad de voltear ventajosamente la intensa compe-
tencia interestatal por la acumulación de capital móvil obtenido por la mayor
expansión del comercio y de la producción mundial. Su capacidad de reacción
como centro de operaciones del sistema financiero compensa la pérdida de capa-
cidad de competir en los mercados de bienes móviles.
b) Arrighi citado por Fiallo Billini (2001) “La recuperación del poder del estado
hegemónico en declive es el preludio del aumento del desorden mundial y
concluye con la caída de la hegemonía misma.” Arrighi advierte aquí algunas
tendencias que provocan el desorden: el surgimiento de poderes militares que el
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Estado hegemónico en declive no logra controlar; el surgimiento de Estados y
grupos sociales que aspiran a acceder a los recursos del sistema en mayor medida a
la voluntad existente en ese orden hegemónico; y, la tendencia del Estado
hegemónico a usar el poder que le queda en transformar la hegemonía de una
forma en que predomina el consenso, a otra basada en el dominio de la coerción.
c) A diferencia de transiciones anteriores, ahora no se advierte síntoma alguno por
parte de otro poder en condiciones de retar militarmente al Estado Hegemónico en
declive. Si bien ello es así, hay otras manifestaciones que deben ser tomadas en
cuenta: el declive del poder mundial de los Estados Unidos en los años setenta se
presenta por la incapacidad de los Estados Unidos, como país hegemónico, en
atender una mejor participación de los países del tercer mundo en los recursos
mundiales. Ello hace que la recuperación posterior de la economía de los Estados
Unidos se dé en medio del cambio de la hegemonía por la imposición de un domi-
nio basado en la explotación. Si en las décadas de los años cincuenta y sesenta, la
coerción iba acompañada de políticas de consenso, organizadas alrededor de la
ideología del desarrollo, en las últimas décadas se da prioridad a la coerción, el
desarrollo ha quedado subordinado a su suerte en los mercados financieros.
En este tránsito de la hegemonía al dominio expuesta por Arrighi (1999) en EUA la
fuerza del declive, se presentan algunas contradicciones de difícil resolución: la
primera se refiere a que el sudeste asiático se ha convertido en un centro de la
acumulación mundial, provocando un desplazamiento en el flujo de capitales desde el
epicentro, pese a la crisis por la que atraviesa Japón por más de una década y pese a la
crisis financiera de los años de 1997 y 1998 en la región, sin embargo ésta tiene un
gran dinamismo y se presenta como un nuevo centro. No se puede perder de vista que
junto a Japón y el sudeste asiático se encuentra China que con su gran expansión, se ha
convertido hoy, en la segunda economía en el mundo y en líder de la región y que
junto a la India, Brasil, Rusia, y Sudáfrica, conforman el grupo de las economías
emergentes BRICS, con poder gravitante en las actuales relaciones interestatales.
La segunda contradicción que surge de esta recuperación del poder de los Estados
Unidos en los años noventa, observada por Arrighi (1999), y que cobra mucha más
visibilidad con la segunda guerra contra Irak, es la dependencia de los medios
militares, no solamente en términos de la subordinación a una cúpula de dirección,
![Page 75: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/75.jpg)
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sino además por la subordinación en la economía. La industria militar ha sido factor
importante en la dinámica de los procesos industriales en la economía de los Estados
Unidos, y sin lugar a dudas es el complejo militar más importante del planeta. Esta
supremacía es la única ventaja de la industria estadounidense sobre los mercados
globales, pero es la ventaja que le permite imponer reglas para su mercado “libre”. Los
datos que revela Dierckxsen (2011) sobre el gasto militar para el 2008 son
sintomáticos: E.U.A. destina 711 miles de millones de dólares que corresponde al 48%
del total; Europa lo hace en 289 miles de millones que representan el 20 %; la China
122 miles de millones con el 8% y Rusia 70 miles de millones con el 5% (p.77). Con
el agravante de que el incremento del gasto en armamento, un gasto improductivo,
afecta mucho más en una economía en virtual estancamiento que en una que tiene
índices de crecimiento superior al 8% anual.
La presencia del complejo industrial militar, la prepotencia para intervenir en varios
conflictos como los registrados en los últimos años, no logran legitimidad entre los
estadounidenses. La justificación ante la presencia de la URSS, para cuidar al planeta
de la “influencia comunista”, era aceptada, el que “amenazaba” era otro Estado con
gran capacidad militar; es distinto tener que construir una imagen e identidad del
terrorismo para justificar intervenciones en pequeños países, cuando la mayor parte de
ellos ni siquiera pueden poner en riesgo a ningún otro Estado por sus debilidades y
atraso, mucho menos poner en peligro la seguridad de la principal potencia militar del
mundo: Afganistán, Somalia, Bosnia, Kosovo, Colombia, Corea del Norte, Irak, Irán,
Siria.
Una y otra vez, el gasto impresionante de recursos en equipos sofisticados de bombar-
deo, con una gran capacidad de destrucción de vidas humanas y recursos materiales,
da paso a una segunda fase, en que se requiere la presencia de tropas para tomar el
control de los territorios. Hasta allí funciona muy bien la estrategia de intervención,
una vez conquistado el territorio hay que mantener el control y la ocupación. Una y
otra vez, el imperio fracasa cuando de mantener la ocupación se trata, allí sus estra-
tegias militares no resultan eficaces, en el descontrol se ven forzados a los peores y
detestables procedimientos como los ocurridos en la guerra contra Irak, en medio de
ello, cientos de soldados estadounidenses o de sus aliados son muertos, la guerra
pierde legitimidad, no logran los objetivos políticos y militares, la sensación de fracaso
![Page 76: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/76.jpg)
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emerge. ¿Cuánto de ello permitirá identificar a esa maquinaria de la industria militar
como un eje del poder que debe ser sometido a la crítica de la sociedad?
La noción de imperialismo
Para Amin (2004), el capitalismo es un sistema por naturaleza polarizante; se
constituye de centros dominantes y periferias dominadas que en su reproducción, a
consecuencia de la incesante acumulación8 en escala mundial, profundiza esa polariza-
ción. El imperialismo, sería para este autor, la polarización asimétrica entre los centros
y las periferias, de suerte que el sistema mundial, estructurado por las relaciones
capitalistas, habría sido y seguirá siendo imperialista Amin, (2004). Siendo el
imperialismo, una categoría del sistema mundial que expresa la polarización, nos pone
a Amin a distancia con la propuesta de Lenin, para quien el imperialismo es la “fase
superior” del capitalismo; y, de las vertientes postmodernas, que conciben las actuales
relaciones como post imperialistas. De otra parte, para este autor, el imperialismo,
desde sus orígenes en el siglo XIX hasta el fin de la II guerra mundial, se habría
expresado por el conflicto permanente y a menudo violento entre los imperialismos,
sus contradicciones, como expresión de la lucha de clases, han ido modelando la mar-
cha del capitalismo, lo que implica a su vez la no pertinencia de la explicación
sustentada en la sucesión de hegemonías.
La fase iniciada tras la segunda guerra mundial para Amin (2004) habría dado lugar a
la conformación de un imperialismo colectivo, que integra los tres grandes poderes:
Estados Unidos, Europa Occidental y Japón. Es en esa conformación que tendría senti-
do discutir la presencia de la hegemonía de los Estados Unidos. Existe una supremacía
económica, tecnológica y militar (armas nucleares), que luego de la recuperación
económica europea y japonesa y el desarrollo militar soviético, pusieron a su turno en
duda esa hegemonía, centros de poder con fuerte impacto mundial a los que habría que
sumar actualmente la China.
La presencia preponderante de los Estados Unidos en las relaciones internacionales se
sustenta sin duda en su fuerte poderío militar, del monopolio nuclear se pasó a la
constitución de bases militares regadas en todo el planeta mediante las cuales se
ejerció presiones sobre el resto de potencias, lo que fue la URSS, y lo que es China, 8 Que para Amin se explica a través de la “ley del valor mundializada”.
![Page 77: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/77.jpg)
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Europa, Medio Oriente. No se trataba, según Amin (2004), solamente de cercar a los
enemigos peligrosos, sino de tener control sobre todo el mundo, “extender la doctrina
Monroe a todo el planeta”. El gobierno económico del mundo, en base a principios del
neoliberalismo se ejerce a través del Grupo de los Ocho y las instituciones a su
servicio, Banco Mundial, OMC y FMI. En lo político, Japón y Europa se fueron
alineando con los Estados Unidos en las distintas guerras que se han desencadenado en
la última década, alineamiento de las potencias que se sustenta en la denominada
alianza Atlántica, subordinando a otra opción que hubiese permitido un cierto
equilibrio de fuerzas como habría sido la presencia de un proyecto Europeo con
autonomía construido sobre otro eje de alianzas a partir de los acuerdos entre Francia,
Alemania y Rusia.
Los acontecimientos últimos a nivel mundial han sido una clara demostración de la
prepotencia militar de los Estados Unidos y de su eje de alianzas con Gran Bretaña, a
la que se suman temporalmente Alemania, Francia, Italia, España, convertido en un
poder militar unipolar, sin embargo, habría que preguntarse si ¿esa prepotencia no es
al mismo tiempo una demostración de debilidad?
Para Amin (2004), el imperialismo colectivo tiene nuevos escenarios y retos. Antes el
poder en la economía se alcanzaba sobre el dominio de los mercados, desde el ámbito
de los Estados Nacionales hacia el mercado mundial; ahora el movimiento sería a la
inversa, el poder en los mercados de los Estados Nacionales sería a consecuencia del
poder y control de los mercados mundiales, esto implica una sólida alianza y
solidaridad entre las grandes transnacionales en lugar de sus enfrentamientos de
antaño. Los Estados Unidos de hecho se constituyen en los guardianes de los intereses
colectivos de estas ETN (Empresas Transnacionales), lo que no implica que no surjan
contradicciones, pues la gran potencia no dejará de buscar y avasallar a sus
competidores. Amin (2004) estima que por estas razones no se pone en riesgo la
alianza atlántica. En cuanto a la capacidad productiva de los Estados Unidos,
coincidiendo con Arrighi, advierte su debilidad frente a sus competidores, no resistiría
en un mercado verdaderamente abierto. En todos los segmentos de la economía Esta-
dos Unidos acumula desventajas, sea en la producción de alta tecnología, en la
industria aeronáutica, como en la producción agraria, la única opción que dispone para
el control de su creciente déficit es la recurrencia a medios extraeconómicos, herra-
mientas que violan los principios del liberalismo que es impuesto a todos sus compe-
![Page 78: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/78.jpg)
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tidores. Las ventajas comparativas de los Estados Unidos se restringen a la producción
armamentista que por obvias razones funciona fuera de las “reglas del mercado” y con
fuerte apoyo estatal. “Estados Unidos vive como parásito… El mundo produce, los
Estados Unidos consumen” “La ventaja de los Estados Unidos es la de un depredador
cuyo déficit está cubierto con el aporte de los otros, con su consentimiento o a la
fuerza” (Amin, 2004). Para esta estrategia, las vías para transferir capitales hacia los
Estados Unidos desde Europa, Japón, América Latina, son múltiples, desde la deuda,
imposiciones monetarias, regulaciones económicas, y tantas otras formas de
imposición. Las debilidades que se observan en la capacidad productiva de los Estados
Unidos, no son de naturaleza coyuntural sino estructural.
Otro de los aspectos desequilibrantes en la perspectiva futura del sistema mundial es la
importancia de varios países del sur que consolidan su industrialización, afirmando su
capacidad competitiva con los países centrales. Proceso de industrialización que en la
percepción de Amin, no tendrán la capacidad de absorber la fuerza de trabajo concen-
trada, lo que aumenta las tensiones con los centros por los fenómenos migratorios. La
clase dirigente de los Estados Unidos, para conservar su hegemonía sobre sus competi-
dores europeos y japonés se empeña en el control de los recursos naturales del globo
terráqueo, consolidar el monopolio militar y extender el dominio de la cultura
“anglosajona”, como expresión de la ideología del capitalismo (Amin 2004).
De no ser cierta la tendencia de que el Estado tiende a desaparecer con la mun-
dialización, como ligeramente lo perciben varios “estudiosos de la globalización”,
queda la probabilidad de que muchos Estados, lejos de canalizar sus excedentes hacia
los Estados Unidos, para financiar el déficit de éste, resuelvan orientar esos excedentes
hacia una acumulación nacional o regional. Claro está, esta opción implica cambios
sustantivos en las relaciones de fuerzas entre naciones y sobre todo en las relaciones
de poder entre clases dentro de los Estados. Sin duda esto es posible y probable, en
que lejos de una visión eurocéntrica que concibe el juego del poder mundial a partir de
los grandes centros, las periferias jugarían un papel importante. En esa dirección puede
tener cabida la tesis de Amin de forjar un mundo policéntrico. Mundo policéntrico en
función de una interdependencia negociada. Pasar de la acción a nivel del Estado-
Nación (particularmente en los Estados pequeños y medios), a la organización regional
política y económica, con negociación colectiva entre regiones. Una regionalización
![Page 79: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/79.jpg)
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distinta a la que prevalece como resultado de la modernización polarizada que se
sustenta en un “colonialismo global”.
En esta perspectiva es importante tomar en cuenta la tesis de Polanyi citado por Amin
(1998) que nos alerta en el sentido de que
“la historia no se conforma a partir de leyes infalibles de la pura economía…. Es, por el contrario, el producto de reacciones sociales a los efectos de dichas leyes, que definen a su vez las relaciones sociales del marco dentro del que operan las leyes económicas. Lo que en realidad conforma la historia es la fuerza antisistémica de una negativa eficaz, coherente y organizada a subordinar la sociedad a las necesidades absolutas y unilate-rales de las leyes económicas, más que cualquier lógica inherente a la acumulación de capital” (p. 126).
En contraste con estas opiniones, Petras (2004) sostiene que la economía de los
Estados Unidos tiene que ser evaluada por el peso e importancia de las corporaciones
multinacionales (CMN), pues el 48% de las más grandes son originarias de ese país;
prácticamente duplicando a su inmediato competidor que serían las europeas que
tienen el 28%; si se consideran a las 50 CMN más grandes la concentración es aún
mayor, pues Estados Unidos controla el 66%. Si la observación se hace en términos de
valor, de las 500 CMN más grandes, las de Estados Unidos superan la suma de todas
las otras regiones, con $ 7.445 miles de millones frente a $5.141 miles millones; y
habría que reconocer que las más fuertes en casi todas las áreas de la producción son
de procedencia estadounidenses; ese país cuenta con 23 empresas punteras de entre los
34 grupos industriales. El imperio no estaría en declive, todo lo contrario; “el imperio
económico estadounidense es dominante y está en fase ascendente”. En lo militar tiene
bases instaladas en 120 países, ampliando obviamente su poderío en el mundo, sin
embargo, no se debe encontrar una relación de estrecha vinculación entre el despliegue
de lo militar y la expansión de la economía. En ese sentido, resulta inadecuado para
Petras la noción de un “imperio sobre-extendido” por la presencia de lo militar, no se
puede pasar por alto las complejidades económicas que al interior de la República
provoca esa expansión, pues el gran déficit se incrementa año tras año a consecuencia
de las aventuras militares. (p. 11-19).
Petras (2004) advierte las profundas debilidades de la economía de los Estados
Unidos, pérdida de productividad, impresionante déficit, reducción del consumo, pero
al mismo tiempo señala la fuerte inyección de recursos externos, las utilidades de las
![Page 80: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/80.jpg)
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CMN que operan en otros países e incluso los beneficios del lavado de dólares
provenientes de la corrupción en el mundo. Queda la duda de la pertinencia del
análisis de Petras cuando se hace el balance de la situación económica del imperio a
partir de conceder importancia casi exclusiva a la transferencia de valores y minimizar
los límites estructurales a la reproducción de los capitales, a las variaciones en los
indicadores de la productividad y tasa de ganancia. A Petras le parece inadecuadas las
categorías de “centro” y “periferia” para caracterizar las relaciones entre los Estados y
regiones en el capitalismo, como inapropiada le parece la categoría de “hegemonía”
para analizar las relaciones interimperialistas, sin embargo, con su análisis ¿no estaría
cayendo en una visión simplista de la misma caracterización centro-periferia? Queda
la duda, en todo caso es importante su reflexión para una mirada hacia el futuro de los
Estados Unidos, en medio de la contradicción entre el afianzamiento del imperio y la
crisis económica de la República, en un juego en que se impone lo primero como lo
demuestran el proceso de mayor colonización de América Latina con el ALCA. (p. 11-
19).
Claudio Katz (2002), retoma la caracterización del imperialismo como una noción que
pretende explicar las relaciones de dominio de los capitalistas del centro a los pueblos
de las periferias y las relaciones de competencia y conflicto entre las grandes potencias
del capitalismo mundial. La creciente polarización es una manifestación de las
asimetrías centro periferia, provocadas por la transferencia del valor creado en las
periferias hacia los capitalistas del centro; este drenaje de recursos se expresa en lo
político como una pérdida de autonomía de las clases dominantes de las periferias; y
finalmente, la mayor presencia militar por parte del país depositario de la hegemonía.
En el curso de los años noventa, América Latina pasó de una suerte de lenta recu-
peración hacia un nuevo período de estancamiento, en que cobró fuerza la propuesta
de un tratado “neocolonial” como fue el del ALCA. Discurso contradictorio e imposi-
tivo, liberalidad en los mercados desde un polo, proteccionismo desde el otro. La reco-
lonización implicaba un acuerdo de las elites latinoamericanas con los grupos de poder
de los Estados Unidos en base a una mayor dependencia financiera, la entrega de los
recursos naturales y la privatización de los sectores estratégicos de la economía. Era
una propuesta, que a diferencia de la gestada en los años posteriores a la segunda
postguerra, no atendía el mejoramiento y desarrollo de nuestros mercados internos, la
![Page 81: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/81.jpg)
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capacidad productiva y un cambio institucional que se oriente a la “modernización”.
(Katz, 2002)
Katz (2002), desde esta perspectiva, critica las posiciones de Negri y Hardt (El
Imperio) en tanto éstos conciben que la dinámica de las empresas transnacionales
diluyen las fronteras entre el Primer y Tercer Mundo, en que se habría formado una
soberanía imperial que enlaza los intereses de las fracciones dominantes del centro y
las periferias en un mismo sistema de opresión mundial. Esta percepción implicaría
según el, que el mundo haya avanzado en una suerte de homogenización, lo que es
contrastado por la realidad empírica. Lo que tenemos es una mayor polarización a
escala planetaria. Si bien es cierto que se afirman los entendimientos en calidad de
subordinados de las clases dominantes de las periferias, como son ciertos los
fenómenos de creciente periferización en el primer mundo, ello no puede conducirnos
a pensar que hay una tendencia de uniformar los procesos de reproducción, que países
de la periferia pasen a constituirse en centrales, o que países centrales se conviertan en
periferias. El fenómeno de la transnacionalización tampoco homogeniza los procesos
de integración regional; no es lo mismo el proceso de integración que vive Europa y
las pretensiones que se aspiran alcanzar con el ALCA, no es lo mismo un acuerdo
entre los grupos dominantes de varios países que una estrategia de recolonización. Hay
que tener claridad en que los acuerdos y alianzas que puedan establecer los grupos
dominantes de las sociedades periféricas con los grupos dominantes de los centros, no
permiten el acceso a centros de poder a nivel mundial. No existe un poder global para
tal asociación.
Para Katz (2002), la perspectiva para las periferias como América Latina, no puede
llegar de una estrategia capitalista que formule las opciones de la industrialización, la
ampliación del mercado interno o conquistas políticas como una mayor democracia;
no fue posible en el pasado y mucho menos con la actual estructuración del capita-
lismo mundial; no es posible ni deseable por tanto un proyecto que no tiene un sujeto
que lo impulse; por tanto, superar las condiciones del subdesarrollo no requiere sola-
mente una alternativa al liberalismo, sino además de acciones antiimperialistas con la
construcción de una sociedad socialista.
La comprensión de la actual dinámica del capitalismo mundial, supone según Katz
(2002), la superación de teorías que en su momento aportaron una comprensión. La
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complejidad del capitalismo actual no puede ser percibida desde el discurso de la
concurrencia interimperialista, pues ella no explica las razones que inhiben la confron-
tación bélica y no reconoce los avances en la integración de capitales; a su vez, el
enfoque transnacionalista no pone atención a que las rivalidades entre corporaciones
continúan siendo también una expresión de la incidencia de las clases y los estados
nacionales y regionales; la visión superimperialista no toma en cuenta la inexistencia
de situaciones de subordinación entre las economías desarrolladas que puedan ser
equiparadas a las existentes en las periferias. Por ello se requiere de una interpretación
que conjugue la rivalidad, la integración y la hegemonía como instrumentos de com-
prensión de un mundo en que los poderes transnacionalizados se fortalecen en des-
medro de los nacionalizados. “El capital se internacionaliza mientras los viejos estados
nacionales continúan asegurando la reproducción general del sistema” (p.17).
Esta expansión del capitalismo sin embargo tiene límites, más allá de sus contra-
dicciones internas, encontramos las externas a su dinámica, esto es las generadas por
los efectos que provoca. Katz (2002), considera que vivimos una época de protesta
global, de recuperación de la clase obrera y de rebeliones en la periferia. Luego de una
década de atropellos, las relaciones de fuerza comienzan a cambiar, ello abre un nuevo
espacio ideológico que valora las ideas del socialismo. “A medida que se desprestigia
el neoliberalismo el socialismo deja de ser mala palabra y el marxismo ya no es visto
como un pensamiento arcaico” (p.19). Sobre ello propone cuatro desafíos políticos:
1. contribuir a transformar esa crítica embrionaria al capital en una propuesta de eman-
cipación; 2. definir tácticas y estrategias específicas en concordancia con las rei-
vindicaciones nacionales, que pueden ser compartidas por los explotados de las perife-
rias y que suelen no tener significación para los trabajadores de los países centrales; 3.
proponerse estrategias de captura y transformación radical del estado, opción para
abrir un camino de emancipación, que permita avanzar hacia la extinción progresiva
del carácter elitista y opresor del estado; y, 4. identificar cuáles son los agentes de un
proyecto de transformación anticapitalista.
Una mirada con Tortosa sobre los entornos del 11 de septiembre
Tortosa (2003) caracteriza las sociedades actuales a partir de la noción de violencia
estructural, incorporando algunas reflexiones de Galtung. En la búsqueda de herra-
mientas que hagan posible una comprensión de la compleja y difícil situación del
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sistema mundial actual, se sumerge en una reconstrucción de la noción de fascismo
desde Ludovico a Marcuse pasando por Poulantzas, sin dejar de lado las reflexiones
del psicoanálisis de Erich Fromm y los aportes de Talcott Parsons. Su preocupación es
desentrañar el comportamiento de la dirección política de los Estados Unidos y
percibir las implicaciones del debate surgido con su supuesto contradictor, el terroris-
mo de Bin Laden. Tortosa demuestra las tendencias del gobierno de los Estados Uni-
dos como algo presente antes de los acontecimientos del 11 de septiembre, y una vez
ocurrido este hecho, que tiene la calidad de un evento, analiza el discurso ideológico y
político de los dos “jefes” en escena, el segundo Bush y Bin Laden; entre los que
luchan por el bien y la libertad y los que están con el terrorismo; y del otro lado, los
que son creyentes y los que son y están con los infieles. El extremismo utilizado como
mecanismo de adhesión, imposición, o de franco enfrentamiento. No hay posibilidad
de ser neutral.
Según Tortosa (2003) el fascismo es entendido como
una curiosa ideología que desdeña la razón, exalta la voluntad, que inventa un pasado en que los “verdaderos” valores se respetaban y al que hay que volver cueste lo que cueste, que encuentra su apoyo en el resentimiento en general pero, en particular, en las clases medias, que busca un chivo expiatorio externo sobre el que descargar todas sus frustraciones y agresi-vidades, que lo que buscaba no era precisamente una “revolución” sino oponerse a su posibilidad, pero que, sobre todo, representa, junto a otros movimientos y elementos, el fracaso del liberalismo al no poder funcionar sin algunas de las condiciones en las que tendría que basarse (legitimidad.., capacidad de gobernar.., prosperidad…) (p.10).
Tortosa (2003) retoma a Poulantzas en sus viejos trabajos sobre las dictaduras, para
advertir que el fascismo es un caso particular del estado capitalista de excepción, en
que existe una crisis política e ideológica a consecuencia de una crisis de hegemonía;
en que reina la arbitrariedad en lugar del derecho, en que el uso del poder y la propa-
ganda ideológica lleva a un ejercicio ilimitado del poder. Es más, como si Poulantzas
estuviera analizando la realidad de los Estados Unidos en el período de J. W. Bush, su
economía, lo político, lo militar y lo bélico, la violencia en la comunicación y el
control de la población, dice que en los
Estados fascistas… la modificación ideológica de la noción de culpabilidad; la culpabilidad no se aplica ya, en primer lugar, (….) al acto sospechoso, al acto contrario a la ley, sino al enemigo posible. …. a aquel que pudiera tener… la intención de perjudicar al régimen y su salud….”
![Page 84: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/84.jpg)
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En la misma dirección se puede tomar la caracterización de Samir Amin sobre el islam político, una destrucción de todo sentido de democracia” (p.12).
En una sociedad en que las desigualdades son cada vez más profundas, se incrementa
la pobreza, hay crisis económica y las clases medias se comportan como “clases asus-
tadas”.
Tortosa (2003) en el libro Violencias Ocultadas, concluye su audaz y oportuna
reflexión advirtiendo:
“Tal vez no estemos ante un nuevo proyecto de fascistización. Hasta es posi-ble que esos elementos fascistas que se encuentran en la realidad circundante no sean nuevos y hayan estado ahí desde hace mucho tiempo. Lo que sí tengo para mí es que: 1.- los sucesos del 11 de septiembre y siguientes ponen de manifiesto esas tendencias que ya estaban antes; 2.- dan oportunidades para los interesados en acelerarlas para hacerlo; 3.- y que, ahora como a principios del “corto” siglo XX, el riesgo de desaparición que corre la especie humana es muy alto. Porque podría seguir existiendo como especie viva a pesar de las armas de destrucción masiva, pero sin libertad, igualdad y fraternidad es difícil considerarla como humana.” (p.151)
El 11 de septiembre será la gran justificación para ejecutar lo que ya se había progra-
mado, con independencia de que existan o no las armas de destrucción masiva. ¿Qué
entorno está alrededor de esta guerra? Para Tortosa (2003), como otros autores
referidos en este trabajo, Estados Unidos asiste a una profunda crisis. Son varios los
escándalos de grandes transnacionales en que sus ejecutivos son parte del colectivo del
gobierno. Sus indicadores de productividad, desempleo, pobreza son reveladores. A
ello se suma la situación de criminalidad, de hecho es el país con mayor criminalidad.
La administración Bush sin embargo disminuyó los impuestos a los más ricos y
levantó una propuesta de “reactivación” productiva que hace más agudas las
condiciones de desigualdad. Se privatizaron servicios importantes como el control
policial, la electricidad, con los consecuentes perjuicios de efectividad para el acceso a
la mayor parte de la población. Las desigualdades son tan profundas que los salarios
más altos en algunas empresas son 400 veces más que los salarios más bajos, más
irritante que en las periferias más inequitativas. El número de beneficiarios del
subsidio de desempleo aumenta significativamente. Estados Unidos gasta en defensa
más que la suma de los 9 países que le siguen en estos gastos. Tortosa nos ofrece una
amplia imagen de la situación económica, social y política del imperio. Una guerra en
estas condiciones no deja de ser el intento de una distracción perversa para el pueblo
![Page 85: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/85.jpg)
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estadounidense. Recreando a George Orwel, a esta estrategia de distracción la deno-
mina “guerra es paz”.
Tortosa (2003), con el tema ignorancia es fortaleza, analiza el juego de la
comunicación y su manipulación. Allí se han sucedido clisés asombrosos por sus
efectos: “destino manifiesto”, “Dios designó al pueblo norteamericano como nación
elegida para dar inicio a la regeneración del mundo”, “nuestra superioridad moral”, “o
con nosotros o con el terrorismo”, que deben ser entendidos en medio del poder y
control social de los mass media. Finalmente Tortosa juega con el tercer elemento de
la estrategia de los Estados Unidos en el juego de la guerra, “Libertad es esclavitud”.
Aquí se pone de manifiesto documentadamente que la élite estadounidense espera un
acontecimiento que justifique la invasión a Irak. Se requería un ajuste de cuentas con
Arabia Saudita y reivindicar posiciones para Israel, importantes cuotas electorales en
la administración Bush y con un claro perfil político de extrema derecha, allí se venía
formulando desde hace mucho tiempo la tesis de intervención preventiva como una
nueva estrategia que hace visible la posición hegemónica de los Estados Unidos. Son
ellos los que califican la amenaza y la necesidad de intervenir preventivamente antes
de que se consuma tal amenaza. Se destruyen en ello cualquier espacio de actuación de
organismos internacionales como Naciones Unidas. La guerra fue preparada por los
“25 de la cábala” entre los que se cuentan Dick Cheney, y Donald Rumsfeld y quienes
son seguidores del Proyecto para un nuevo siglo estadounidense. Guerra en el Golfo
que según José María Tortosa tendría los siguientes objetivos: 1. Conseguir y
asegurarse una dominación militar mundial incontestada y preferiblemente incon-
testable; 2. Poner a prueba la conducción de una acción preventiva, que permitiría una
interminable “guerra contra el terrorismo” (guerra es paz); y 3. Instaurar un estatuto de
excepción para la potencia americana: sus “servidores” deben escapar a cualquier
legislación internacional. Los acontecimientos posteriores hicieron notar fisuras en la
administración, aún así ganó Bush nuevamente las elecciones, a pesar que las perdió;
fue y es poco probable que otro mundo sea posible en dos o tres décadas, sin embargo,
hay mucho por hacer para que otro mundo que si es posible sea también probable en
décadas más.
![Page 86: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/86.jpg)
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La globalización como categoría
Es importante dejar abierta la discusión sobre la globalización. De hecho con los
autores que hemos trabajado, se formula una crítica a las concepciones neoliberales y
postmodernas que nos presenta a la globalización como un fenómeno nuevo, como
una alternativa a la sociedad que bajo el predominio de lo estatal había hecho crisis,
que había que valorar el papel de la tecnología como orientadora de nuestras relacio-
nes. Desde la visión paradigmática de sistema mundial, se hace notar que la
mundialización, mal denominada globalización, es una tendencia del capitalismo des-
de sus orígenes. Los procesos de acumulación necesariamente requieren una capi-
talización creciente, y ello implica no solamente profundizar las relaciones capitalistas
en el territorio, sino ampliarlas de manera permanente. La mundialización es un proce-
so consolidado desde el siglo XIX. Así hemos entendido y asumido la categoría de
mundialización. Y hemos reservado el término de globalización para dar cuenta de un
momento particular de esa mundialización, que viene tras la crisis de la fase del capi-
talismo de postguerra o de su época dorada. Por ello se corresponde a una tempo-
ralidad en el que el capitalismo intenta revertir su fase de declinación e inaugurar un
nuevo ciclo. Búsqueda que aún está pendiente. Desde la crisis de los años setenta, el
capitalismo mundial no ha logrado un proceso sostenido de recuperación, en ello se
inscribe la reflexión también del deterioro de la hegemonía estadounidense.
En esa discusión, no puede estar ausente la entrada, algo distinta, que sostiene Ulrich
Beck (2001) en el libro ¿Qué es la globalización? No vamos aquí a retomar sus
argumentos, pero sí dejar planteada que su propuesta está orientada a diferenciar las
categorías de globalidad, globalización y globalismo.
Beck (2001) el término, globalidad, hace referencia al grado de integración que las
sociedades han alcanzado, “hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad
mundial, de manera que las tesis de los espacios cerrados es ficticia. No hay ningún
país ni grupo que pueda vivir al margen de los demás” (p.28). Por ello nos
preguntamos: ¿De qué proyecto de integración al mercado mundial podemos hablar en
el siglo XXI?
El segundo término, globalización, Beck (2001) lo entiende como el proceso mediante
el cual los “Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores
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transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y
entramados varios”. A través de esas interacciones se da cuenta de las “distintas
lógicas de las globalizaciones ecológica, cultural, económica, política, social que no
son reducibles las unas a las otras… deben resolverse y entenderse en sí mismas y en
mutua interdependencia” (p.29). Para Beck por tanto la globalización tampoco se
refiere a una temporalidad en particular, sino a procesos de construcción de distintos
aspectos interrelacionados de la sociedad, que dan cuenta de su complejidad.
Finalmente, Beck (2001) entiende como globalismo, la concepción “según la cual el
mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer político; es decir, la ideología del
dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo”. Ideología que da cuenta
del discurso neoliberal que ha predominado en varios espacios de la vida social y que
ha servido como soporte de las medidas que las fuerzas dominantes de la
transnacionalización han impuesto. Discurso que reduce la multidimensionalidad de
la sociedad a lo económico y en una visión economicista (p. 27).
Una reflexión final con Wallerstein y Tortosa
Iniciamos esta primera parte con un acercamiento a la visión teórica del sistema mun-
do capitalista formulada por Immanuel Wallerstein que se ha convertido en una herra-
mienta utilizada por investigadores de diversas latitudes en el análisis de la realidad
contemporánea. Parece prudente que cerremos esta mirada con su hipótesis, sobre el
futuro del sistema mundo capitalista (Wallerstein, 2007).
Wallerstein (2007) considera que la crisis de los años setenta que implica una
inflexión en la economía capitalista de postguerra, al pasar de un período de
expansión, de crecimiento, de una fase A del ciclo Kondratiev, a una período de
depresión, de caída prolongada, a una fase B del ciclo, entraña no solamente un
contexto de caída de la tasa de ganancia y de los ajustes que incorpora el capital para
contrarrestarla. Para revertir la tendencia a la caída de la tasa de ganancia se habría
producido primero, una relocalización de los procesos productivos para disminuir los
costos por la utilización de la fuerza de trabajo, esto es provocar un desplazamiento,
como en otras épocas, de importantes segmentos de las cadenas productivas a las
periferias y semiperiferias; segundo, un traslado de capitales de la producción al sector
![Page 88: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/88.jpg)
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financiero especulativo en busca de ganancias, como los bonos basura, que permita
recuperar pérdidas a consecuencia de la sobreproducción; y finalmente, el incremento
del gasto militar como estrategia anticíclica de inspiración keynesiana. Pero
Wallerstein advierte que a más de la crisis económica se está en presencia de una crisis
política de hegemonía, que tiene relación con la revolución cultural de 1968, con la
derrota del imperio en la guerra de Vietnam. Esto tampoco implica un agotamiento de
las posibilidades del sistema mundo.
Pero hay otros elementos que afectan las estructuras mismas del sistema mundo como
son los referidos a los límites de la naturaleza que advierten la presencia de una crisis
ecológica, con ello el cuestionamiento a una forma de entender la relación de los seres
humanos con la naturaleza y al mismo tiempo el abrir inquietudes respecto a como
enfrentar el agotamiento en perspectiva de ciertos recursos no renovables en la
provisión de energía, situación que necesariamente se vincula a las crisis alimentarias.
Las nuevas condiciones de reproducción de la fuerza de trabajo en centros, periferias y
semiperiferias con los límites históricos de la proletarización y las nuevas formas de
división internacional del trabajo. La necesidad de responder a los cuestionamientos en
los procesos de producción y organización del conocimiento, institucionalizados desde
un paradigma cultural excluyente.
Wallerstein (2007) entiende que el sistema-mundo no está ante una crisis más en su
proceso acumulativo, de reproducción, sino ante una crisis terminal. Bajo esa
apreciación formula la tesis de que entre 1990 y el 2005 se va configurando un
escenario de caos en que finalmente asistimos a una gran “bifurcación” del sistema.
Habría dos posibilidades. “Una es que el sistema-mundo siga funcionando más o
menos como lo ha venido haciendo durante cinco siglos,… como economía-mundo
capitalista, sin duda con los ajustes necesarios a la maquinaria del sistema” que supone
entrar en una nueva fase A del ciclo Kondratiev. La segunda posibilidad parte de
reconocer que muchos de los elementos de la crisis que se expresa en los años setenta
no son reflejo de la fase B del ciclo o del deterioro de la hegemonía; no pueden ser
resueltos por tanto a través del reordenamiento del orden vigente, esto es, de la
globalización o la mundialización, que implica incorporar ajustes a la economía-
mundo. “En este caso, dice Wallerstein, más bien cabría prever la germinación de
una crisis o bifurcación del sistema, que podría manifestarse como un período de caos
del sistema, cuyo resultado sería incierto” (p. 84). Esta hipótesis echa por la borda la
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expectativa desde el lado del capital de que con las profundas trasformaciones de la
tecnología se estarían creando condiciones para una larga vida, de cien, ciento
cincuenta años más al orden social existente. Antonio Aguirre, (2007) en la
introducción a la obra “La crisis estructural del capitalismo” de Wallerstein, al
referirse a la hipótesis planteada de la bifurcación histórica, sostiene que “junto a la
crisis terminal del capitalismo y de todas sus estructuras constitutivas, también [habría
que atender] la urgente tarea de comenzar a construir, inmediatamente y desde ahora,
las posibles alternativas para la definición del nuevo sistema histórico que hoy se
encuentra ya en estado de gestación” (p.33).
Una vez terminada la primera década del siglo XXI, está claro que el capitalismo no
ha iniciado una nueva fase A Kondratiev. La década del noventa transcurrió con alti-
bajos, comenzó el siglo con los desajustes tecnológicos y termina la primera década
con una profunda crisis económica luego del desorden financiero del 2008. Sin dejar
de atender las observaciones de Katz (2002) sobre la hegemonía, conviene seguir a
Tortosa quien advierte que en estos años se han provocado varios cambios en la
estructura del sistema-mundo, entre ellos, se ha profundizado el deterioro de la
economía estadounidense y junto a ello es más evidente la pérdida de hegemonía; los
países emergentes han logrado consolidar sus posiciones en lo económico y lo
político; varios de los países del centro, más allá de que sean el Sur en Europa,
entrarían en un camino que bien puede ser denominado al “subdesarrollo”. El sistema-
mundo es hoy expresión de una acumulación de múltiples crisis, lo que permite
caracterizarlo como un sistema en “crisis general”. Está la crisis económica, la
energética, la alimentaria, la medio-ambiental. Lo cierto es que el capitalismo que se
estructuró tras la culminación de la segunda guerra mundial, luego de la crisis de los
años setenta, ya no existe, como tampoco existe el nuevo orden llamado a sustituirlo.
Las apreciaciones de Tortosa (2012) que van más allá de la tesis de la “sencilla
bifurcación” propuesta por Wallerstein, al menos con relación a la hegemonía consi-
dera que se pueden configurar varias mundos posibles, “un nuevo siglo americano”
que es la aspiración de la derecha de los Estados Unidos, lo que supone una
recuperación de la capacidad de dominio; la sustitución de los Estados Unidos por otra
potencia que puede ser la China; la posibilidad de una gestión compartida
descentralizada y regionalizada con la incorporación de los BRICS; o simplemente el
caos. (Tortosa, Maldesarrollo y mal vivir, pobreza y violencia a escala mundial, 2011)
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Cerramos esta primera parte del trabajo con un cuadro y un gráfico, en base a informa-
ción del Banco Mundial, que nos dejan una mirada del desempeño económico de las
grandes potencias. Claro está, no podemos de ello extraer conclusiones sobre la hege-
monía, el desarrollo, ni el futuro de la crisis. Cuadro Nº 13, Gráfico Nº 1.
CUADRO Nº 13
GRÁFICO Nº 1
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SEGUNDA PARTE
VISIONES SOBRE EL DESARROLLO
a diferencia de “desarrollo”, “maldesarrollo” intenta referirse no a un
Buen Vivir que debería buscarse para las personas, sino a la constatación, primero del fracaso del programa del “desarrollo” y, segundo, a la constatación
del Mal Vivir que puede observarse en el funcionamiento del sistema mundial y de sus componentes, desde los Estados nacionales a las comunidades locales.
José María Tortosa9
CAPÍTULO IV
EL DESARROLLO EN LA II MITAD DEL SIGLO XX
Con los proyectos oligárquicos en América Latina (último tercio del siglo XIX y
primeras décadas del siglo XX) se expande la ideología liberal y el pensamiento
positivista, las nociones de progreso y orden hacen de pilares para la construcción de
una forma particular de modernidad, con un capitalismo que conquista la sociedad por
la “vía reaccionaria”10. Los sujetos sociales de este pensamiento y proyecto económico
y político fueron los grupos oligárquicos vinculados al denominado modelo primario
exportador.
9 José María Tortosa, 2011 “Maldesarrollo y Mal vivir” (p.11). 10 Agustín Cueva denomina “vía reaccionaria del desarrollo del capitalismo en América Latina” a la estrategia de lenta transformación de las viejas relaciones serviles y precapitalistas heredadas de la dominación colonial a las formas capitalistas, proceso que recurre en el marco de la configuración imperialista (Cueva, El desarrollo del Capitalismo en América Latina)
![Page 93: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/93.jpg)
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Tras la segunda guerra mundial y en un escenario de profunda expansión del
capitalismo se provoca un cambio en la modalidad de participación de América Latina
en el sistema mundial, ello a consecuencia de importantes transformaciones produc-
tivas que habían ensayado varios de sus países en respuesta a los efectos de la crisis de
los años treinta y por la nueva división internacional del trabajo que exige el proceso
mundial de acumulación. Los cambios en el orden económico, social, político y
cultural, demandan a su vez una revisión de las concepciones explicativas que hagan
posible comprender las nuevas realidades, en ese sentido, se da el espacio entre las
décadas de los años cincuenta al setenta para un creativo esfuerzo teórico encaminado
a entender, desde América Latina, las determinaciones del “subdesarrollo” y las vías
para superarlo. Preocupaciones similares recorren África y Asia, lo que motiva la
realización de la Conferencia de Bandung en 1955, que de alguna manera institucio-
naliza y universaliza una visión desde el Sur en la discusión sobre el desarrollo.
Distintas matrices del pensamiento en la economía alimentaron este debate, allí se
puede identificar la influencia de concepciones neoclásicas, keynesianas y marxistas,
así como se puede reconocer el impacto del funcionalismo y estructuralismo, que
desde la sociología y antropología, coadyuvaron a configurar un discurso ideológico,
el desarrollismo, que nos llegó desde el norte a través de instituciones “preocupadas”
por la modernización de nuestros países, el “Punto Cuarto”, la “Alianza para el Progre-
so” o también por la vía académica.
Un acercamiento a las tesis sobre el desarrollo en América Latina nos lleva
necesariamente a reflexionar sobre tres corrientes que dominaron el debate hasta los
años setenta, la CEPAL, el marxismo ‘institucionalizado’ y el dependentismo, que
influyeron de manera significativa en la formulación de diversos proyectos políticos y
sociales. Esta mirada al pensamiento sobre el desarrollo tiene la pretensión de iden-
tificar los aspectos centrales del debate, advertir la capacidad explicativa y pertinencia
de sus propuestas, lo que debe ser tomado en cuenta a la hora de reflexionar sobre
visiones alternativas de desarrollo para una realidad que se ha transformado de manera
sustantiva en estas décadas, pero que al mismo tiempo, bajo su epidermis, conserva y
reproduce viejos problemas estructurales que marcan las peculiaridades del
capitalismo en la región.
![Page 94: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/94.jpg)
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4.1 LA VISIÓN DESARROLLISTA DE LA CEPAL
La afirmación que hizo Heinz Sonntag (1988), en el sentido de que la teoría del
desarrollo elaborada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) es la
de mayor influencia de las producidas en América Latina, es válida, al menos para la
segunda mitad del siglo XX. CEPAL, organismo de asesoramiento de las Naciones
Unidas para los gobiernos de la región, construyó su propuesta a partir del análisis de
los problemas económicos del desarrollo y subdesarrollo en medio de la relación
centro-periferia. Partió del supuesto de Celso Furtado (1984) de que el desarrollo
económico se expresa en el aumento de bienestar material de las personas reflejado en
el alza del ingreso real por habitante y condicionado por el incremento de la
productividad media de trabajo. Aumento por tanto de la dotación de capital por
hombre ocupado que es posible en virtud del progreso técnico y el aumento progresivo
de la acumulación. Para Ricardo Bielschowsky (1998), la fuerza explicativa de este
cuerpo analítico “... deriva de un fértil cruce entre un método esencialmente histórico e
inductivo... y una referencia abstracto-teórica propia, la teoría estructuralista del
subdesarrollo periférico latinoamericano” (p. 21). De la misma manera, este autor
caracteriza al pensamiento cepalino como un paradigma desarrollista, cuyo principio
normativo hace referencia a “la necesidad de que el Estado contribuya al ordenamiento
del desarrollo económico en las condiciones de la periferia latinoamericana” (p.21).
Los principales ejes en torno a los cuales se construyó la propuesta explicativa y de
intervención fueron: el sistema centro-periferia visto desde un enfoque histórico-
estructural; el deterioro de los términos de intercambio y la inserción internacional; el
progreso técnico, las dificultades estructurales internas para su expansión y relación
con el empleo y distribución de los ingresos; el papel del Estado y las formas de
intervención; y, los procesos de integración regional. Sobre estos elementos analíticos
se construyeron las “ideas fuerzas” que caracterizaron la propuesta de la CEPAL en
sus distintas etapas, la industrialización, las reformas para desbloquear la industria-
lización, la búsqueda de la homogeneización social y productiva, la diversificación de
las exportaciones, el “ajuste con crecimiento” para superar las limitaciones del
endeudamiento externo y la transformación productiva con equidad (Prebisch, 1989).
No cabe la menor duda, al pasar revista a las tesis de esta corriente, que se hace un
seguimiento del pensamiento de Raúl Prebisch, su más destacado ideólogo, sin dejar
![Page 95: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/95.jpg)
94
por ello de reconocer el aporte de destacados intelectuales como José Medina
Echavarría, Aníbal Pinto, Osvaldo Sunkel, Celso Furtado, Aldo Ferrer, Octavio
Rodríguez, para mencionar algunos de la vieja guardia que enriquecieron ese
paradigma desde distintas disciplinas y que aportaron a su institucionalización. Una
reflexión crítica hacia la reconstrucción conceptual del desarrollo, exige echar una
mirada sobre algunas de las categorías del pensamiento de la CEPAL alrededor de dos
de sus principales propuestas teóricas: el sistema centro periferia y la industrialización
sustitutiva de importaciones.
El sistema centro-periferia
Los cambios en los años treinta
La crisis general del capitalismo de los años treinta, que desordenó el comercio y el
sistema monetario internacional, afectó de manera desigual las economías de los
países de América Latina provocando distintas reacciones. Varios países afirmaron sus
procesos de industrialización incubados en el “modelo” primario exportador; otros lo
iniciaron acompañándolo de reformas agrarias (México) y del sistema político; y,
finalmente, en unos terceros, conservaron la vieja estructura oligárquica (Bambirra,
1978). En todo caso, emergieron nuevos actores en la sociedad que pugnaron por una
modernización. Una incipiente burguesía industrial aspiraba a una identidad propia
dentro de los grupos dominantes, trabajadores que acogían las posiciones políticas e
ideológicas de la clase obrera internacional, capas medias que pretendían mayor
representación en las estructuras estatales y que serían las principales portadoras del
proceso modernizador a través del industrialismo. Esta transición del modelo prima-
rio-exportador, de crecimiento ‘hacia afuera’ al modelo urbano-industrial de
crecimiento ‘hacia-adentro’, se constituye en el objeto de estudio para Prebisch. Para
su comprensión, se apoya en el instrumental metodológico del estructuralismo,
confiriendo importancia a las relaciones históricas, diacrónicas y comparativas, con lo
que se coloca a distancia de la matriz antropológica de esa metodología
(Bielschowsky , 1998).
La crisis del orden mundial, implicó también, como no podía ser de otra manera, una
crisis del pensamiento dominante. El discurso neoclásico, paradigma predominante en
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las primeras décadas del siglo XX en la economía, se reveló impotente para explicar la
naturaleza de la crisis y mucho más para recomendar políticas para su superación. El
keynesianismo llegó a ocupar su lugar en las siguientes décadas, su influencia como
paradigma dominante fue evidente, la teoría del desarrollo elaborada por la CEPAL es
una de sus manifestaciones.
Progreso técnico y deterioro de los términos de intercambio
Prebisch, formado en la escuela neoclásica, hizo un seguimiento de las transacciones
en el comercio internacional y particularmente de los precios de intercambio entre los
productos de los países llamados desarrollados y subdesarrollados. Tempranamente
llegó a la conclusión de que en América Latina existe una tendencia al deterioro de los
términos de intercambio. Proceso que se hacía más agudo en los momentos de crisis,
tal como se expresa en los convulsionados años treinta11. Esta observación condujo a
Prebisch a una de las rupturas fundamentales con el pensamiento neoclásico y a
colocar uno de los pilares para la propuesta Cepalina.
La tesis neoclásica del comercio exterior, que se fundamenta en la división del trabajo
a partir de las ventajas comparativas (ricardianas), sostiene que a través de los
procesos de intercambio los beneficios del progreso técnico tienden a repartirse
parejamente entre toda la colectividad, sea por la baja de los precios o por el alza
equivalente de los ingresos (Prebisch, 1989). Sin embargo, demuestra primero, que los
incrementos de productividad en la elaboración de bienes industriales que se localizan
en los centros son mayores a los incrementos de productividad de los bienes primarios
que se localizan en la periferia; segundo, que los precios de los productos indus-
trializados, debido a la mayor productividad, suben en lugar de bajar en comparación
a los precios de los productos primarios; tercero, la difusión del progreso técnico en
los centros tiende a ser homogénea, no así en la periferia; cuarto, la desigual evolución
de las productividades y los ingresos medios entre unos y otros países, corresponde a
una tendencia secular hacia el deterioro de los términos de intercambio en la periferia,
o dicho de otra manera, el poder de compra de bienes industriales de una unidad de
11 Según datos referidos por Octavio Rodríguez (1994), los precios de las materias primas pasan en 1933 a los siguientes porcentajes con relación a los precios de 1929: trigo, 58%; lana, 78%; caucho, 87%; cobre, 71%; café, 59%; algodón, 66%. Argentina, en 1933 habría tenido que exportar un 73% más que lo que hizo en 1929 para acceder a la misma cantidad de bienes importados de ese año.
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bienes primarios de exportación se reduce en el transcurso del tiempo12; quinto, los
salarios en la periferia, en los momentos de la fase descendente del ciclo, caen de
manera más severa que en los centros, debido a la menor organización de los
trabajadores y por el exceso de fuerza de trabajo; y sexto, la demanda de los bienes
primarios en los centros es inelástica, mientras la de los bienes industrializados en la
periferia es elástica, con lo cual se afirma una tendencia al desequilibrio estructural del
balance de pagos. Estas consideraciones permitieron concluir según la CEPAL en
1969 citado por Sontag (1987) que “la periferia tiende a transferir parte del fruto de su
progreso técnico a los centros, mientras que estos retienen el suyo propio” (p. 25).
El sistema centro-periferia
Las tesis enunciadas, analizadas en el contexto del proceso histórico latinoamericano,
en que ha predominado el modelo primario exportador, como forma de participar en la
división internacional del trabajo, permitió construir una visión sistémica sobre la
dialéctica entre los centros y las periferias, a partir de allí se formularon las estrategias
para el desarrollo sobre la base de la industrialización y advertir las dificultades
estructurales en la transición de las sociedades primario-exportadoras a las urbano-
industrializadas. Examinemos algunos elementos de esta propuesta tomando como
referencia los trabajos de Celso Furtado (1984) y Octavio Rodríguez (1994).
a) Existen diferencias importantes en las estructuras productivas de los países
centrales y periféricos. Mientras en los primeros tenemos una situación de diversi-
ficación productiva y un grado significativo de homogeneización en la produc-
tividad; en los segundos, encontramos una marcada tendencia a la especialización
productiva y a la reproducción, vale decir “ampliada”, de la heterogeneidad en la
productividad (Ver Cuadro N° 14).
12 Furtado explica el deterioro de los términos de intercambio a través de la expresión Y = Lp . Pp / Li . pi Donde Lp designa la productividad física media del trabajo en la producción de un bien primario; Pp el precio de dicho bien; Li la productividad en la producción de un bien industrial; Pi el precio respectivo; y Y representa la relación entre el ingreso real por persona ocupada en ambas actividades medido en términos de bienes industriales (Furtado, Celso; El sistema centro-periferia, reprod.).
![Page 98: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/98.jpg)
97
CUADRO Nº 14
Esta situación de “atraso”, caracterizada por la heterogeneidad estructural13, reproduce
la ancestral debilidad de América Latina en sus relaciones con el exterior. Recordemos
que durante la segunda parte del siglo XVIII, con las Reformas Borbónicas, se inició
el proceso de especialización de las economías latinoamericanas, que si bien durante el
siglo XIX les permitió insertarse con dinamismo en el comercio mundial, fue también
el factor de su vulnerabilidad (Halperin Donghi, 1970). Desde entonces, los países de
América Latina pueden ser identificados por el producto de exportación, el país... del
cobre, del salitre, del cacao, de la carne, del café, del estaño, del guano, del añil, del
algodón. A esta debilidad, por la especialización productiva, se sumó la desarticula-
ción interna, en que se modernizan los espacios vinculados al comercio externo, sea en
las economías de enclave o en las que están bajo control nacional, mientras que los
que se orientan a los mercados locales reproducen relaciones serviles, estableciéndose
una situación de subordinación y funcionalización de las estructuras de los segundos
hacia los primeros, fenómeno que explica los tropiezos en las conformaciones
nacionales y la reproducción incesante de relaciones precapitalistas.
13 Concepto acuñado por Aníbal Pinto en los años 60, que más tarde en los años 90, será reformulado por Aníbal Quijano cuando se refiere a la nueva heterogeneidad estructural para referirse a las situaciones de marginalidad y exclusión.
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La herencia colonial según Stein & Stein (1980), que afecta nuestra débil realidad, será
profundizada por las sucesivas formas que adquiere la división internacional del
trabajo a fines del siglo XIX y a lo largo del siglo XX. La comprensión de este
componente estructural de la economía latinoamericana14 fue sin duda un aporte para
comprender las condiciones del subdesarrollo, no hacerlo nos puede atrapar en
posiciones circulacionistas que caracterizaron algunos reflexiones por ejemplo en
Gunder Frank en sus esquemas sobre “las metrópolis y los satélites”. La
industrialización “espontánea” que se realiza en América Latina en las primeras
décadas del siglo XX, con una producción de bienes que consume tecnologías
sencillas, reproduce las ancestrales tendencias a la especialización y heterogeneidad
estructural.
b) El “atraso de la estructura productiva” crea desventajas para la generación e incor-
poración del progreso técnico que redunda en una baja productividad del trabajo.
Más allá de las implicaciones que conlleva el caracterizar como situación de “atraso” a
la estructura productiva de América Latina, debido a su especialización y heteroge-
neidad productiva, que dicho sea de paso, acompañan al capitalismo latinoamericano
desde sus orígenes15, hay que reconocer que esa situación provoca desventajas en la
generación e incorporación del progreso técnico.
La participación de América Latina en el comercio mundial, en la fase de crecimiento
hacia afuera, se hace a través de la producción y exportación de productos primarios,
materias primas y bienes alimentarios, mientras importa bienes manufacturados
orientados principalmente al consumo suntuario. Como se indicó anteriormente, allí
estamos ante dos dificultades, a) el progreso técnico se genera e incorpora con mayor
dinamismo y se expande con mayor facilidad en el sector manufacturero que en el
sector primario; b) mientras la demanda de productos manufactureros es altamente
elástica, la de los bienes primarios tiende a ser inelástica. Si las relaciones capitalistas
14 Desde la tradición marxista este proceso será analizado como una lenta transición de la subsunción formal a la subsunción real del trabajo al capital, en que no se genera una economía dual en tanto las relaciones precapitalistas son funcionales a la lenta expansión de las relaciones capitalistas, desvalorizando la fuerza de trabajo y permitiendo una transferencia de valor de las economías “más atrasadas” hacia las “modernas”. 15 Esa caracterización implica una visión desarrollista que supone que en algún momento nos igualaremos y tendremos un capitalismo homogéneo, más bien la heterogeneidad es una peculiaridad inherente al capitalismo latinoamericano.
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99
conquistan los distintos espacios de la producción social, ésta se encadena horizontal y
verticalmente, se diversifica y se hace complementaria, aumenta la competencia, se
impone una tendencia a la homogenización que estimula la generación e incorporación
del progreso técnico y la productividad. De hecho, este no es el caso para América
Latina. Acá tenemos un lento proceso de incorporación del progreso técnico
restringido a los sectores o ramas vinculadas a la economía de exportación; mientras
en las zonas y regiones en que se producen los bienes para la reproducción de la fuerza
de trabajo, observamos por el contrario, un estancamiento de las fuerzas productivas
que determinan un menor crecimiento de la productividad media de trabajo.
c) Sobreabundancia de la fuerza de trabajo, expresión de la heterogeneidad.
Aquellos espacios que se modernizan se convierten en polos de atracción que provo-
can importantes desplazamientos humanos. Pasado ciertos límites de obvia incorpo-
ración debido a la expansión de la demanda, los requerimientos de fuerza de trabajo se
restringen y se forman los excedentes que influyen para disminuir los salarios. Proble-
ma similar se observa en los momentos en que se provocan reformas en las relaciones
en el campo o cuando se incorporan cambios tecnológicos significativos, se expulsa
fuerza de trabajo que el sector moderno de las ciudades no está en posibilidades de
absorber, aumenta la desocupación y sobre todo la subocupación, entendida ésta como
población ocupada en condiciones de baja productividad, las remuneraciones tienden a
la baja con el correspondiente impacto en los precios, convirtiéndose en el factor clave
para la competitividad. El resultado será un evidente deterioro en los términos de inter-
cambio cuando entramos en las relaciones comerciales con el exterior. La
sobreabundancia estructural de la fuerza de trabajo, así entendida, es expresión de la
heterogeneidad y tiene una tendencia a profundizarse16.
16 Si bien podemos advertir las tendencias a la homogeneización y a la heterogeneidad de la productividad en los centros y en las periferias respectivamente, esto no puede llevarnos a concebir mecánicamente la generalización o no de las relaciones capitalistas, primero, porque en América Latina éstas relaciones han copado muchos más espacios de la producción social mientras se profundiza la heterogeneidad; segundo, porque la expansión del capitalismo en su nivel mundial, con la magnitud que la podemos percibir en este momento de mundialización, tampoco implica una correspondiente expansión de esas relaciones. Dicho de otra manera, los procesos de marginalidad y exclusión se expanden no sólo en las periferias, sino también en los centros.
![Page 101: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/101.jpg)
100
d) Las diferencias salariales entre los centros y las periferias también afectan en el
deterioro de los términos de intercambio.
Como referimos en el acápite anterior, la sobreabundancia estructural de fuerza de
trabajo provoca a su vez una tendencia a mantener bajos los niveles salariales, lo que
marca otra diferenciación con los centros, pues en éstos, las remuneraciones varían
más o menos en referencia a los incrementos en la productividad, lo que es posible
debido a la presión por la menor oferta de fuerza de trabajo y por la capacidad
organizativa y de negociación de los trabajadores17. Mirado por Rodríguez (1994)
“en el largo plazo, esta diferenciación se expresa en un alza de los precios monetarios de los bienes industriales que los centros exportan, más intensa que la correspondiente a los bienes primarios exportados por la periferia. ...esa merma de los precios relativos de las exportaciones de la periferia implica que ésta no puede retener integralmente los beneficios de su progreso técnico, trasladando parte de ellos a los grandes centros” (p. 50).
e) Producto real medio y capacidad de ahorro.
Los desniveles en el crecimiento de la productividad hacen que el producto real medio,
entendido como producto por persona ocupada, sea sustantivamente menor en la
periferia que en los centros. Diferencia que se vuelve más notoria si tomamos en
cuenta que la tasa de crecimiento de la población en la periferia es mayor que la de los
centros. Así, el indicador, producto por habitante, expresa de manera directa la
desigualdad en los polos del sistema centro-periferia.
Bajo estas condiciones, las economías de los países periféricos no están en posibilidad
de controlar el proceso de acumulación, los excedentes fluyen al exterior como
consecuencia del deterioro de los términos de intercambio, haciendo imposible el
necesario ahorro para romper el círculo vicioso, se reproducen las limitaciones en la
generación e incorporación del progreso técnico y el atraso estructural tiende a
perpetuarse.
17 Las políticas Keynesianas en los países del centro, los incrementos sostenidos en la productividad, la expansión de la producción particularmente en la época de oro, la captación de excedentes provenientes de la periferia, brindan las condiciones materiales para poder sostener las políticas del Estado de Bienestar que indudablemente colocan a los asalariados de los centros en condiciones muy distintas a la de los asalariados del sur, allí la posibilidad de los proyectos de concertación o el nuevo pacto social que no son factibles en América Latina.
![Page 102: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/102.jpg)
101
La sustitución de importaciones, estrategia para la industrialización y el desa-
rrollo
La respuesta necesaria para superar los desequilibrios en las relaciones del sistema
centro-periferia, que provoca el deterioro en los términos de intercambio, bien podía
ser la industrialización sustitutiva de importaciones, ya no como un fenómeno
espontáneo, como de alguna manera sucedía en América Latina con relativa fuerza a
partir de la crisis de los años treinta y durante el conflicto de la segunda guerra
mundial, sino que debía ser el resultado de una programación del desarrollo en que el
Estado tendría una activa participación. Esto implica aceptar que la polarización
centro-periferia en perjuicio de ésta última, no tiene un carácter inexorable, que es
posible su desarrollo mediante la ejecución de adecuadas estrategias y políticas.
Para la CEPAL, la Industrialización sustitutiva de importaciones no pretende consti-
tuirse en un fin por sí misma, es una estrategia que permite conservar los beneficios
del progreso técnico. Si la periferia, dentro del sistema, no tuviera que soportar la
tendencia al deterioro de los términos de intercambio, la industrialización no sería una
necesidad. Es el desequilibrio del sistema lo que convierte a la industrialización en una
necesidad, allí sí imprescindible. Estrategia que requería empezar por procesos
industriales que demanden tecnologías sencillas, para luego avanzar en procesos más
complejos para la producción de bienes de consumo y bienes de capital.
El mayor escollo para la estrategia de industrialización, que quedó advertido en la
dinámica del sistema centro–periferia, es la debilidad en el ahorro interno. La CEPAL
considera que esta limitación debe ser superada con la concurrencia de dos factores, a)
los recursos que se generan con la producción y exportación de los bienes primarios;
y, b) con la participación del ahorro y de empresas de origen extranjero. Estas fuentes
de financiamiento, para hacer posible el desarrollo, requieren de un Estado que no
solamente participe con el aporte en obras de infraestructura en beneficio del proceso
de industrialización, requiere además la elaboración de un marco jurídico, la deter-
minación de prioridades para canalizar el ahorro externo y el nacional. Se hace
indispensable un proyecto para el mediano y largo plazo que permita articular las
políticas coyunturales con los objetivos del cambio técnico, que sea capaz de
establecer controles sobre los capitales de las empresas transnacionales.
![Page 103: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/103.jpg)
102
Se requiere, de otra parte, de una decidida intervención del Estado para la definición
de políticas proteccionistas. ¿Cómo pueden competir las nacientes industrias en la
periferia con la industria localizada en los centros portadoras de una gran ventaja en
los niveles de productividad? No puede haber otra alternativa que una protección
selectiva, que estimule la producción nacional, que coadyuve a conformar los
mercados internos, que de facilidades para la importación de bienes de capital, que
restrinja la importación de bienes para el consumo suntuario y destine recursos y
oriente la investigación para el desarrollo.
Ante la limitación de los mercados se propone acuerdos preferenciales con la preten-
sión de configurar una estrategia de mercados comunes, que estimulen la producción
de escala, los incrementos de productividad y la diversificación de exportaciones. Se
recomienda la conformación de agrupamientos de estados por regiones teniendo como
horizonte un mercado común latinoamericano, donde no está presente, de ninguna
manera, una visión de desconexión del sistema y mucho menos de autarquía. Es más,
para la reflexión Cepalina, los centros “sólo podían ganar con la industrialización de la
periferia y con una mayor apertura a la importación de productos originados en ella”
(Bielschowsky, 1998).
Es entendible que esta estrategia, que contradice radicalmente varios de los fundamen-
tos de las políticas neoclásicas, tenga reparos provenientes desde las posiciones de los
países desarrollados, éstos no podían concordar con los planteamientos proteccio-
nistas, con los mecanismos de control a sus inversiones, con las propuestas de trata-
mientos preferenciales en las relaciones de comercio. Dificultades que se hacen más
complejas debido al desplazamiento definitivo del centro principal al otro lado del
Atlántico, a los Estados Unidos, y con ello al predominio de políticas bilaterales en las
relaciones entre Estados. Aquello que fue válido en las experiencias de los países
centrales no podía ser aceptado ni era procedente como estrategia para los países de la
periferia.
La CEPAL reconoce que la industrialización avanzada hasta inicios de la década de
los sesenta no había logrado incorporar a la mayoría de la población a los beneficios
de la modernidad y el progreso técnico; superar la vulnerabilidad externa y la depen-
dencia; atender los requerimientos de empleo. De otra parte, los procesos de indus-
trialización, pese a evidenciar tasas de crecimiento relativamente sostenidas (5,8 %
![Page 104: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/104.jpg)
103
entre 1945 y 1954 y de 5,7% entre 1955 y 1959), no lograba resolver adecuadamente
una estabilidad macroeconómica que consolide dicho proceso (las importaciones para
el primer período en referencia tuvo una expansión del 7,1% mientras para el segundo
se limitó al 2,1%, y al 0,3% entre 1960 y 1964 que afecta particularmente al consumo
productivo).
Al examinar la evolución del pensamiento de la CEPAL, no deja de extrañar que
recién en la década de los años sesenta, lo social concentre la atención de la institu-
ción. No quiere decir que no se haya pensado antes en los seres humanos, el problema
está en que se los piensa como factor de producción para el crecimiento económico en
lugar de pensar en cómo el crecimiento económico puede ayudar a resolver los proble-
mas de los seres humanos. Incluso para esta época, es evidente el papel subordinado
de lo social a lo económico. A más de la dependencia y la heterogeneidad estructural,
como limitantes de la industrialización, se señala el factor de la desigual distribución
de los ingresos. De allí que durante estos años, sean las reformas agraria, educativa,
tributaria, patrimonial, financiera, tecnológica, las que organicen los programas mo-
dernizadores. Una mejor distribución de los recursos genera condiciones favorables
para la incorporación del progreso técnico, por ejemplo en las relaciones en el campo,
a la vez que estimula la productividad y la capacidad para diversificar las exporta-
ciones. El uso productivo del excedente pasa a convertirse en el centro de las reflexio-
nes, para ello se tiene que superar varios escollos: el consumo suntuario; la succión de
los centros; y, la hipertrofia del Estado, cada uno disputando una mejor parte.
En correspondencia, la realidad latinoamericana, durante este período 1965-1973, pasa
por un momento de mayor crecimiento en su economía, 6,7 % anual, se expanden las
exportaciones, 7,1%, se aprovecha la mayor liquidez internacional y aumentan las
importaciones (incremento del 13,5% anual). Más aún, mientras la economía inter-
nacional entra en su fase depresiva, América Latina continúa su crecimiento hasta
1980 con tasas anuales en promedio del 5,1% (Ver cuadro N° 15). Lo que contrastará
con el período posterior al 80 en que América Latina entra primero en una virtual
recesión y luego en un estancamiento.
En esta década de los años setenta, la CEPAL incorpora como tema de sus debates el
referido a los estilos de desarrollo, de alguna manera es el reflejo de la diversidad de
estrategias que los distintos países de la región van asumiendo en respuesta a los
![Page 105: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/105.jpg)
104
grandes cambios mundiales; de una parte, en el Cono Sur, se afirman las políticas
aperturistas a ultranza; por otra, en México y Brasil se pretende avanzar en dirección
de una diversificación de las exportaciones a partir de consolidar el proceso de indus-
trialización. Estrategia esta última, que si bien se afirma en la bonanza del período
anterior lleva dentro de sí los elementos de su frustración. En efecto, el crecimiento de
los años setenta se da en condiciones en que está trazada una tendencia a la caída de
las exportaciones hacia los centros; y de otra, el factor dinámico de la economía de
estos años fue el fácil acceso a los recursos financieros internacionales, factor que
luego de cumplir una función de potenciación pasa a convertirse en el detonante de la
crisis de los años ochenta. La CEPAL tenía razón, y Prebisch (1989) en particular,
cuando advertía que el crecimiento que iba de la mano de un incremento de los pasivos
en los mercados financieros internacionales era insostenible, como inconveniente, era
apostar a una política de absoluta liberalización de los mercados como se pretendía en
el Cono Sur.
CUADRO Nº 15
Cabe preguntarse, ¿la estrategia de industrialización cumplió sus objetivos? Si no los
cumplió, o los alcanzó parcialmente, ¿cuáles fueron sus limitaciones? ¿Por qué expe-
riencias similares, al menos durante algunas fases en el proceso de industrialización
tuvieron relativo éxito en otras regiones del mundo? ¿Qué objetivos de desarrollo
permitió lograr la industrialización?
![Page 106: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/106.jpg)
105
A más de las autocríticas de la CEPAL, referidas anteriormente, es necesario advertir
otras limitaciones del proceso pensadas desde dentro y fuera de los promotores de ese
discurso:
Se llevó a efecto un proteccionismo indiscriminado que trajo como consecuencia
la proliferación de empresas ineficientes sin capacidad para competir en los merca-
dos internacionales. Aquí se puede advertir diferencias con otros procesos como
los del Sudeste Asiático, en ellos el apoyo del Estado fue tanto o más intenso que
en América Latina, pero las políticas de subvención en crédito, tasas de interés,
aranceles, recursos energéticos, mercados, infraestructura, impuestos, tuvieron
plazos definidos y exigencias en calidad y productividad. En América Latina, las
burguesías que se constituyeron alrededor del proceso de industrialización no
lograron encarnar el espíritu empresarial en el sentido de emprendedor, es una
clase que permanentemente está apostando a exprimir al Estado recursos para su
beneficio privado. En países como Ecuador, de menor desarrollo económico, esto
es más grave, con la industrialización se genera una burguesía con características
rentistas, que reproduce prácticas de las tradicionales oligarquías, ya no en el
sector primario de exportación sino en el campo de la manufactura. De tal manera
que las denominadas ventajas comparativas vienen determinadas por las bajas
remuneraciones a los trabajadores y por las subvenciones estatales.
No se reparó oportunamente en los efectos de propender a un uso
acrecentado del capital con limitadas opciones de incorporación de fuerza
de trabajo18. El efecto que se provoca es la instalación de un sector
moderno, de limitada absorción de empleo en condiciones de buena
productividad, desconectado del resto del aparato productivo, en su
entorno proliferan actividades de muy baja productividad. La
industrialización, afirma el propio Prebisch (1970), citado por Mires
(1993) en libro El discurso de la miseria o la crisis de la sociología en
América Latina
18 En efecto, en los procesos de industrialización, muchos de ellos pensados en términos de encontrar alternativas de desarrollo, no se repara en el crecimiento desmedido de capital muerto y las limitadas posibilidades que ese capital tiene para incorporar trabajo vivo. Esta desproporción, que normalmente viene como efecto de la búsqueda de competitividad, es mucho mayor con la participación de las empresas transnacionales.
![Page 107: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/107.jpg)
106
“se desenvuelve en compartimentos estancos y altamente protegidos por
una barrera de elevados aranceles, por restricciones y prohibiciones que
eliminan la competencia exterior y dificultan la penetración del progreso
técnico, así como el buen aprovechamiento de los factores productivos.
Industrialización ineficiente y costosa por la consabida estrechez de los
mercados y el débil acicate de la competencia. Lleva dentro de sí misma
el germen de su propio debilitamiento dinámico, pues se desenvuelve en
un régimen autónomo de costos y de precios que -al no tener contacto
con el mercado internacional-, desalienta las exportaciones de productos
industriales, que son verdaderamente indispensables, como que la
industria necesita salir afuera para desenvolverse hacia dentro en
profundidad” (p. 53).
Hubo insuficiencia en el análisis sobre los actores sociales y políticos por lo que no
se logra identificar a los sujetos potenciadores del proyecto y aquellos que aspiran
a reproducir las anteriores formas de articulación interna y externa. El no valorar
adecuadamente los conflictos de clase, conduce a generar expectativas alrededor
de los grupos vinculados al sector primario exportador, supone que éstos pueden
contribuir con la captación de divisas y canalizarla hacia el proceso de industria-
lización. Esa insuficiencia tampoco permitió caracterizar adecuadamente a la
burguesía que se constituía, entender su comportamiento ajeno a una propuesta
nacional y progresista en el sentido de asumir la industrialización como vía para
transformar la realidad.
Igualmente, se evidencia limitaciones en el análisis del Estado. Pues éste, conce-
bido como un ente por encima de los conflictos e intereses de las clases, que no
permite identificar a sus administradores, no será objeto de cambios sustantivos en
las relaciones de poder, lo cual restringe su capacidad para asumir el protagonismo
que la propuesta suponía. Ello explica la dificultad para estructurar los compo-
nentes políticos del proyecto, es decir la constitución de una alianza antioligár-
quica con la participación de los sectores de la burguesía que se forman alrededor
de la industrialización, los sectores medios y los trabajadores urbanos y rurales.
Este vacío de alguna manera es cubierto con la presencia de movimientos
populistas, con ideologías nacionalistas, que asumen la representación de las clases
y hacen del Estado el motor para ejecutar los programas y proyectos desarrollistas.
![Page 108: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/108.jpg)
107
El esquema de industrialización, que cuenta entre sus soportes al financiamiento
externo, no repara en la agresiva incursión de las empresas transnacionales, que
sea directamente o en asocio con el empresariado latinoamericano, toman control
no solamente de las nuevas inversiones, sino que absorben para sí buena parte del
aparato industrial construido desde la década de los años treinta con esfuerzo
propio. Lo que se vivió en realidad fue un proceso de desnacionalización creciente
de la economía industrial que manifiesta toda su fuerza desde los años sesenta,
cuando el capitalismo aún vive su época dorada de expansión. Esta realidad, suma-
da al comportamiento de las burguesías latinoamericanas, de escasa propensión a
posiciones nacionalistas, anula las pretensiones de un desarrollo autónomo y
nacional.
Sin duda, el factor que más afectó la sostenibilidad de la estrategia sustitutiva de
importaciones fue el no haber logrado mejorar los sistemas de distribución de la
riqueza social. Esta continuó su tendencia a una desmedida concentración. La
capacidad de consumo, si bien creció, no lo hizo en las proporciones suficientes
para constituir un mercado interno que de dinamismo al proceso de reproducción
del capital. Cabe destacar que la producción sustitutiva estuvo encaminada a
satisfacer las expectativas de consumo de las capas medias y no la de las “grandes
masas”, son esos sectores medios los que se incorporaron al mercado. Las
políticas de integración supraestatal, que en el propio discurso de la CEPAL
cumplen un papel secundario, tampoco fueron asumidas por los gobiernos de
manera decidida, jugaron un papel complementario a las relaciones bilaterales con
los Estados Unidos. Las alianzas de los capitales hacia allá apuntaba la prioridad.
Fue importante el crecimiento del sector industrial en la mayor parte de países de
América Latina y el Caribe. En los países de mayor desarrollo económico, esto es
Argentina, Brasil y México, que ya tenían una tradición manufacturera desde las
primeras décadas del siglo XX y que se potenciaron en el período posterior a la
gran depresión, tuvieron un crecimiento significativo entre 1950 y 1973, en que se
cierra el momento de auge, pasó la producción industrial del 20,4% al 27,4% y
para 1980 pasó a representar el 26,8%. En otros países de mediano desarrollo
industrial entre los que contamos a Colombia, Chile, Perú, Uruguay y Venezuela,
la participación del PIB manufacturero para los mismos años fue de 17,5%; 22,4 y
21,1; y para los países de menor desarrollo económico la participación del PIB
![Page 109: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/109.jpg)
108
manufacturero fue de 13%; 16,6% y 18,1%: Ecuador se ubica en este grupo y el
crecimiento del PIB industrial es significativo en la década del 70 con el auge
petrolero. La variación en éste del PIB manufacturero para los años en referencia
fueron: 17,6%; 16,9% y 21,6%. (Ver anexos). Es relevante que la industria de los
tres países de mayor desarrollo representaron el 69,9%; 76,1% y 77% del total en
la región, esto quiere decir que el proceso de industrialización si bien modificó la
estructura interna de los países, se concentró básicamente en estos tres países de
mayor desarrollo.
El crecimiento de la Deuda Externa de América Latina durante los años setenta se
convirtió en uno de los factores de mayor vulnerabilidad de su economía. Factor
negativo que ciertamente fue advertido por los funcionarios de la CEPAL pero no
escuchado por la dirigencia de los Estados, mayoritariamente en manos de las dic-
taduras militares, y que se potenció hasta el fin del siglo. En efecto la deuda que se
registró para América Latina y el Caribe en 1970 fue de 32.528 millones de dóla-
res, que representaba el 10,5% del INB; para 1980 fue de 553.642 millones, repre-
sentaba el 20% del INB; en 1990 llega a 1,352 billones, equivalente al 34,1% del
INB; y, finalmente para el año 2000 llega a 2,305 billones representando el 39,4%
del INB19. Para el caso de Ecuador, esos valores son: 364 millones en 1970; 5.997
en 1980; 12.107 en 1990; y, 13.717 en el 2000, lo que representa 22,1%; 52,3%;
132,4% y 94,4% del INB del país. Estos porcentajes son los más altos de la región
y explican la gravedad de la crisis económica por la que pasó el país. Artificio
importante en el juego especulativo de la deuda fue la variación de las tasas de
interés. Si en 1970 esta se encontraba en el 7,9% para 1981 ya se encontraba en
18,9% .
Magnitudes que de por sí reflejan un crecimiento exponencial haciendo que el
pago de su servicio necesariamente lleve a un mayor endeudamiento, política de la
que se beneficiaron los centros especulativos de las finanzas internacionales. Lo
que vivió durante esos años América Latina, subordinada a las políticas del FMI y
Banco Mundial, lo viven ahora los países de la Unión Europea, especialmente de
la zona sur del euro.
19 Valores registrados por V. Urquidi en base a información del Banco Mundial (Urquidi, 2005, 278).
![Page 110: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/110.jpg)
109
El discurso de la CEPAL, más allá de su identidad latinoamericana y de que
recoge las preocupaciones de la Conferencia de Bandung de 1955, se construye
dentro del paradigma desarrollista propiciado por Röstow tal como lo refiere
Foster Carter citado por Elguea (1989) en su reflexión epistemológica de la
modernización en América Latina. En éste prima la visión evolucionista de la
sociedad orientada al progreso y un determinismo económico. En este paradigma,
a) el desarrollo es un proceso continuo que es posible a partir de la fijación de cier-
tas condiciones para su arranque o despegue; b) en él no se presentan conflictos de
intereses irreconciliables entre países desarrollados y subdesarrollados, es más,
debe haber una armonía estratégica entre ellos, así como tampoco deben presen-
tarse conflictos entre los diferentes grupos sociales, por ello se espera el aporte
espontáneo de los sectores oligárquicos; c) no existe una conexión estructural entre
desarrollo y subdesarrollo, o dicho de otra manera, el deterioro de los términos de
intercambio no es inexorable en las relaciones centro-periferia, una política
adecuada que permita el progreso técnico puede revertir esa tendencia; d) lo
‘moderno’ es preferible a lo ‘tradicional’ el progreso debe superar lo arcaico; y
finalmente, e) el desarrollo significa pertenecer a occidente, a la civilización
(p.31).
Así, el paradigma institucionalizado en la CEPAL se convierte él mismo en el
portador de la modernización, el discurso se vuelve sujeto porque está por encima
de los actores, de las clases, es el peso de su racionalidad, la promesa del progreso.
Otros elementos de este paradigma son el dualismo, no hay una conexión estruc-
tural entre lo moderno y lo atrasado; y, la noción bipolar del desarrollo, en un
extremo la etapa inicial que corresponde a una sociedad tradicional, primitiva, y en
el otro, una sociedad moderna, evolucionada, tránsito que es posible gracias a la
ejecución de una adecuada y gradual modernización.
América Latina y el Sudeste Asiático
La crítica proveniente de la corriente neoliberal a la industrialización con activa parti-
cipación del Estado, como lo propuso la CEPAL, ha puesto énfasis en la deficiente
competitividad alcanzada por el sector productivo; la orientación de las producción
hacia el mercado interno y la poca capacidad para insertarse en el mercado externo; la
perversa intromisión del Estado en la economía; y, el exagerado centralismo. En
![Page 111: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/111.jpg)
110
contraste a ello, valoriza el camino seguido por el Sudeste Asiático, para lo cual se
estructura un falaz discurso con el que se pretendió vender la imagen de que el éxito
del proceso de industrialización de esa región fue posible por la libertad a las fuerzas
del mercado, al aperturismo y a la orientación exportadora.
Si se examina el recorrido de la industrialización en las dos regiones, América Latina y
el Sudeste Asiático, entre los años 60 y 90, podemos observar que en las dos primeras
comparten ritmos de crecimiento importantes en su economía; América Latina lo hace
en 5,1% y 5%, el Sudeste Asiático en 5,2% y 6,3, no así en la década comprendida
entre los 80 y los 90, América Latina tiene una espectacular caída al 2%
(decrecimiento del PIB/pc.), la década perdida según la CEPAL, mientras el Sudeste
Asiático mantiene su ritmo de crecimiento con 5,3%, que se consolidará hasta la crisis
financiera de 1997. Las exportaciones tienen un comportamiento parecido, durante las
dos primeras décadas, las dos regiones registran crecimientos significativos superiores
al 5% en promedio, luego de los años ochenta, América Latina baja significativa-
mente, salvo Colombia, mientras el Sudeste Asiático aumenta su ritmo.
No está por demás advertir que el crecimiento superior del Sudeste Asiático con
relación a América Latina supone que la inversión y el ahorro sean notoriamente más
altos. La razón inversión /PIB es un 50% mayor en los países del Asia que en los de
América Latina. Las tasas de inversión en aquellos países han sido: 20% entre 1965 y
1973, del 24% entre 1980 y 1985 y desde 1992 supera el 30%, en América Latina ésta
fluctuó entre 13 y 20% en los mismos períodos. En los países asiáticos las tasas de
ahorro son significativamente superiores, lo que los hace menos dependientes del
ahorro externo y menos vulnerables a las crisis financieras, sin que ello implique una
total protección como se demostró en la crisis de 1997.
Una visión comparativa entre los procesos del Sudeste Asiático y América Latina20,
nos permite señalar algunas similitudes y diferencias:
20 Son importantes los trabajos comparativos de los procesos de industrialización entre el Sudeste Asiático y América Latina realizados por Gary Gereffi, Jürgen Schuld, Oscar Ugarteche, Wilma Salgado, el análisis a partir de allí de la crisis financiera. En la misma temática, contamos con los estudios de Pablo Bustelo que nos da una buena imagen de la estructuración interna de esas economías y sus diferencias.
![Page 112: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/112.jpg)
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a) En el Sudeste asiático el proceso de industrialización es tan heterogéneo y diverso
como lo es el de América Latina. Hay países que inician la industrialización tem-
pranamente, antes de la crisis del treinta, otros lo hacen en el período
comprendido entre la crisis y la segunda postguerra y, finalmente unos terceros,
han incursionado recientemente. Por ello, es común referirse a procesos de prime-
ra, segunda y tercera generación, entre ellos hay radicales diferencias. Sin embar-
go, entre la industrialización del Sudeste Asiático y la de América Latina hay
determinaciones históricas que las hacen muy diferentes, tal vez la más significa-
tiva se refiere a las características del país dominante en torno a cuya economía se
articulan las periferias. No es lo mismo Estados Unidos que Japón. En el primer
caso, se tiende a reproducir una división del trabajo en que los países
subordinados produzcan bienes primarios, tal como tradicionalmente lo venían
haciendo y en virtud de la disposición de estos recursos, y cuando se incursiona en
la producción de bienes manufacturados, se pretende coparlos con capitales
provenientes de las empresas transnacionales, con esa producción se busca
abastecer los mercados locales y en el mejor de los casos, regionales; en el
segundo caso, los países del Sudeste Asiático, con poca disposición de recursos
naturales, organizaron una economía predominantemente complementaria, con
una división del trabajo en que se comparte la producción de bienes primarios y
manufactureros, tempranamente se avanza en una diversificación de las exporta-
ciones (Gereffi, 1990).
b) En el Sudeste Asiático, a diferencia de América Latina, se logra combinar adecua-
damente una estrategia sustitutiva de importaciones con la sustitutiva de exporta-
ciones y se avanza en los encadenamientos productivos verticales y horizontales.
No es que la CEPAL no haya mirado la importancia de la sustitución de exporta-
ciones o su necesaria diversificación, lo que sucede es que la organización y plani-
ficación del Estado en el Sudeste Asiático tuvo mayor coherencia para proyectar
el proceso en el mediano y largo plazo. La diferencia entre los procesos de indus-
trialización de las dos regiones evaluadas a partir de las experiencias más nota-
bles: Hong Kong, Corea del Sur, Singapur y Taiwán, en el Sudeste asiático, y Mé-
xico, Brasil y Argentina, En América Latina, se dan por la temporalidad en que se
combinan las fases de la industrialización sustitutiva de importaciones primarias y
secundarias con las de exportación de estos mismos subsectores (Cuadro N° 16).
![Page 113: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/113.jpg)
112
CUADRO N° 16
Las fases de este proceso de industrialización según Gereffi (1990) pueden ser
sintetizados en cinco momentos: 1) Exportación de materias primas (bienes
agrícolas, minerales, petróleo); 2) Industrialización sustitutiva de importaciones
(ISI) primaria, que implica la producción local de bienes de consumo básico
(textiles, calzado, alimentos procesados); 3) ISI secundaria, producción nacional
de bienes de consumo duradero (automóviles y electrodomésticos); intermedios
(petroquímicos y acero); y, bienes de capital (maquinaria pesada) que implica el
uso intensivo de capital y tecnología; 4) Industrialización orientada a las exporta-
ciones (IOE) primarias, que genera la exportación de productos que tienen un gran
componente de mano de obra; y 5) IOE secundaria, producción de bienes de
mayor valor agregado para la exportación, intensivos en trabajo calificado y con
una industria local más desarrollada como partes y componentes electrónicos
(p.219).
Es evidente que las dos regiones parten de un proceso sustitutivo de importaciones
en el nivel primario, como lo han hecho todos los países del mundo que se han
industrializado, salvo el caso de Inglaterra que hizo la revolución industrial, con lo
cual se contradice aquello que la dificultad fue que América Latina orientó su
industrialización al mercado interno mientras que el Sudeste Asiático lo hizo al
exterior. A este respecto, la industrialización de las exportaciones por parte del
![Page 114: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/114.jpg)
113
Sudeste Asiático en su desarrollo es muy superior a la realizada por los países de
mayor industrialización y de orientación exportadora de América Latina. La
proporción de las exportaciones manufactureras dentro de las exportaciones
globales de bienes para 1992 fluctúa entre el 78% y 92% para los denominados
Tigres y entre el 48% y 73% para los Dragones. La impresionante industrializa-
ción de las exportaciones, que responde a la lógica de los Estados desarrollistas de
la región, se ve fortalecida por la necesidad de Japón de convertir a sus aliados en
plataformas de exportación, en que su aporte tecnológico se combina con una
fuerza de trabajo altamente calificada y barata, logrando altos niveles de com-
petitividad internacional. Mientras tanto, en América Latina, las exportaciones
manufactureras representan el 27% del total de las exportaciones para Argentina y
58% para Brasil. Hay que señalar que en la década de los años ochenta, la
participación de la industria en el PIB de América Latina decrece del 26 % al 24%
así como una disminución del empleo industrial en un 5%, fenómeno de
desindustrialización que se explica por la aplicación de las políticas neoliberales
en ese período.
c) Contrariamente a lo que sostiene el discurso neoliberal, la presencia del Estado en
los procesos de industrialización del Sudeste Asiático es tanto o más profunda que
en América Latina (excepto en el caso de Hong Kong). Es más, allá se afirma una
sólida alianza entre el Estado, los sectores empresariales privados y los trabaja-
dores para fortalecer la economía de las empresas y su función pública. Unos y
otros participan de la programación y planificación, de la definición de metas y el
control, de los incentivos para la investigación tecnológica en función del desa-
rrollo y su incorporación a la producción, y de la educación. El Estado también
asume con responsabilidad estratégica la definición de políticas económicas que le
dieron estabilidad en un marco de profunda flexibilidad.
La fase sustitutiva de importaciones en América Latina fue más temprana, prolon-
gada y populista, recordemos que anteriormente advertimos que los procesos de
industrialización se iniciaron al interior de los propios proyectos oligárquicos, lo
que dificulta la configuración de la burguesía industrial como una clase autónoma.
Será el Estado el que tenga que jugar un papel destacado en este proceso con el
apoyo de las capas medias. En el sudeste Asiático, los sectores terratenientes serán
desarticulados durante la segunda guerra mundial, será el Estado con gran
![Page 115: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/115.jpg)
114
autonomía el que maneje los recursos que llegan como ayuda, lo que le brinda una
significativa autonomía y capacidad de negociación frente a las clases para
organizar el proceso de industrialización.
d) Respecto a la distribución de los ingresos, o de la riqueza social, también existe
una marcada diferencia; en el Sudeste Asiático, si bien como en toda organización
capitalista existe una alta concentración de los recursos, la distribución es mucho
menos desigual que la que se registra en América Latina. En esta última región, y
para inicios de la década del noventa, el 5% de la población percibe el 25% del
total nacional de los ingresos. En los países del sudeste asiático el 5% de la
población de más altos ingresos, percibe el 16% de los ingresos en promedio y en
los países desarrollados es el 13%. La alta concentración de recursos en América
Latina tiene su contrapunto en el otro extremo, pues el 30% más pobre percibe tan
sólo el 7,5% del ingreso total, menos que en cualquier otra región del mundo. En
el Sudeste Asiático, el 30% de la población más pobre percibe 12,25% de los
ingresos. Expresado a través del índice de Gini, y tomando en cuenta a los países
más igualitarios como España y Finlandia, este indicador se ubica entre el 0,25 y
0,3, los países de mayor desigualdad corresponden a los de América Latina y el
Caribe en que el índice se aproxima a 0,6. Los países de mayor desigualdad en
América Latina son Brasil y Paraguay con 0,59 seguido de Ecuador con 0,57.21
En el cuadro N° 17 podemos observar que América Latina y el Caribe se ha
convertido en la región de mayor inequidad en el mundo, pues el quintil de más
bajos ingresos participa del 4,5% del ingreso total, en el África al sur del Sahara lo
hace en el 5,2% y el Asia oriental y del Pacífico en el 6,9%. En el otro Extremo, el
quintil de mayores ingresos en América Latina y el Caribe participa del 52,9%,
mientras el África al sur del Sahara lo hace en el 52,4% y el Asia del oriente y
Pacífico participa del 44,5%.
21 Datos publicados por el BID a partir de la información proporcionada por Deininger y Squire (1996) que contiene información sobre distribución del ingreso con base a encuestas de hogares para 108 países. Asia sudeste incluye solamente a Hong Kong, Corea, Singapur y Taiwán (Rey de Marulanda & Guzmán, 2003).
![Page 116: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/116.jpg)
115
CUADRO N° 17
Otro factor importante tiene relación con el financiamiento y la ayuda internacio-
nal. El Sudeste Asiático, tras el conflicto de Corea, se convierte en una región de
alta prioridad para la política estadounidense en medio de la “Guerra Fría”. Allí
está China con su transición al socialismo, Vietnam dividido e intervenido, la
propia Corea, Laos, Camboya, Taiwán. Esto significó no solamente inversión
directa de capitales, sino la entrega de recursos a los distintos gobiernos de la
región en una clara estrategia geopolítica y militar22. América Latina tiene que
esforzarse para acceder a las inversiones y empréstitos de tipo comercial.
e) Entre las dos regiones existen profundas diferencias en cuanto al sistema político,
en la una prevalecen las democracias representativas de corte occidental, en la
otra, formas autoritarias. Formas del dominio político que responden a procesos
22 Gereffi (1990), Corea del Sur y Taiwán no hubieran podido sobrevivir la década de los años cincuenta sin la asistencia de los Estados Unidos. Entre 1951 y 1954 EUA envía a Taiwán 1,5 mil millones de dólares de ayuda económica y 2,5 mil millones de ayuda militar. Corea del Sur recibió de EUA entre 1953 y 1961 2,6 mil millones de dólares en asistencia económica y 1,6 mil millones para gastos militares. Esta ayuda financió un 40% de la inversión fija en Taiwán y 80% en Corea del Sur. Flujos de capital cosignatario fueron usados para comprar un 70% de las importaciones que ingresaron en Corea del Sur, así como para pagar el 90% del déficit del balance comercial en Taiwán (p. 221).
![Page 117: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/117.jpg)
116
culturales diferentes, que deben ser tomados en cuenta a la hora de definir las
estrategias de desarrollo.
Para concluir
La mayor limitación de la propuesta de la CEPAL se origina en la propia concepción
estructuralista de su pensamiento, al no tomar en cuenta, como se ha sugerido anterior-
mente, el estudio de las relaciones sociales de producción tanto en la caracterización
de la sociedad cuanto en la dinámica del proceso sustitutivo de importaciones. Mucho
menos se intenta una comprensión en la dialéctica entre esas relaciones sociales y el
desarrollo de las fuerzas productivas que se dinamizan con la incorporación del
progreso técnico y las transformaciones en la capacidad productiva de cada uno de los
sectores y en su conjunto. Esas fuerzas productivas, como lo señala Palma (1987)
actúan dentro del marco de generación, de apropiación y de utilización del excedente,
no sólo en lo que corresponde a uno de los polos del sistema centro-periferia, sino
además entre los dos polos.
Finalmente, hay una distinción importante, advertida por la propia CEPAL y que
tendría una connotación ética, entre ‘crecimiento económico’ y ‘desarrollo econó-
mico’. No habría desarrollo si el crecimiento económico no va acompañado de a)
mayor igualdad en la distribución de los beneficios; b) mejoramiento del bienestar
social; c) incremento en las oportunidades de empleo; d) mayor capacidad de control
nacional en la vida económica, social y cultural de un país (Palma, 1987).
Los indicadores económicos y sociales que se observa, avanzada la década del sesenta,
comprueban un crecimiento importante de la economía latinoamericana, al tiempo que
revela que la calidad de vida no mejoró y en muchos casos empeoró, por ejemplo, en
el ejercicio de la democracia.
![Page 118: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/118.jpg)
117
4.2 LA VISION DEL DEPENDENTISMO23
La ola expansiva del capitalismo de postguerra, en la segunda mitad de la década del
sesenta, llegaba a su fin en medio de la afirmación de la revolución cubana y la
propagación de las luchas de liberación nacional por todo el mundo. La agresiva
penetración de capitales extranjeros, la creciente transnacionalización de la economía
mundial y las deficiencias y limitaciones de las propuestas modernizadoras a través de
la industrialización, echaban por la borda las promesas de ‘progreso’ y desarrollo. Se
desvanecían los sueños por un desarrollo capitalista autónomo propiciado por la
CEPAL, asumido por los movimientos populistas de corte nacionalista y apoyado por
los partidos comunistas. Se frustran las esperanzas de quienes deseaban construir en
América Latina una sociedad a imagen y semejanza de la europea o estadounidense,
como se desalientan aquellos que pretendían un escenario de capitalismo nacional
como antesala para la revolución socialista.
El pensamiento dependentista surge en este contexto histórico-social, como alternativa
a las dos principales corrientes del pensamiento que habían alentado –con obvias
diferencias– ese proceso de modernización: la CEPAL y el marxismo “institucio-
nalizado”. Cuestiona la visión de la historia como progreso que se acumula, el
desarrollo como modernización, los procesos sociales recorriendo un solo camino en
pos de un fin preconcebido. El pensamiento dependentista intenta una reinterpretación
del subdesarrollo, sin provocar una ruptura radical con los supuestos teóricos y
metodológicos de sus antecesores estructuralistas, tanto de la vertiente Cepalina como
de la marxista.
El “marxismo institucionalizado”
El pensamiento marxista incursiona en América Latina en las primeras décadas del
siglo XX, acompaña a los trabajadores en su organización y luchas gremiales y políti-
cas, pero tendrá una notable influencia en los procesos sociales luego de la segunda 23 La reflexión sobre el dependentismo tiene como base el artículo “Dos momentos de Cueva en el debate de las ciencias sociales en América Latina”, presentado por el autor con Ximena Endara en el Seminario Agustín Cueva Dávila, Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca 1993.
![Page 119: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/119.jpg)
118
guerra mundial. La corriente dominante hasta los años setenta responde a las interpre-
taciones y línea política de la III Internacional constituida tras la muerte de Lenin en
1924 y que la caracterizamos como la vertiente ‘institucionalizada’.
Partiendo de los presupuestos de que la lucha antiimperialista debía consolidar el
socialismo en un solo país, de que el progreso implica desarrollar al máximo posible
las fuerzas productivas, y del papel determinante de éstas en el curso ascendente de la
historia, el Congreso de los partidos comunistas afiliados a la III Internacional
(COMINTERN) diagnostica la realidad de América Latina en una fase de transición
del feudalismo al capitalismo en condiciones de sometimiento al imperialismo. Bajo
esta interpretación, se entiende el espectro de clases que actúa en la lucha social y
política, que se compondría, en el campo de la dominación, por la burguesía
imperialista, los terratenientes y la burguesía local nacional; mientras que en el campo
de los explotados, por la clase obrera y el campesinado pobre; y, entre unos y otros, la
pequeño-burguesía urbana y rural, comandada por el sector vinculado a los aparatos
del Estado, grupo social que se amplía con los procesos de modernización.
A partir del VIII congreso de la COMINTERN, efectuado en 1928, se plantea como
estrategia para superar las relaciones feudales y enfrentar al imperialismo, la tesis de la
‘revolución democrático-burguesa’, misma que sería posible sobre la base de una
alianza entre los sectores explotados, la pequeño-burguesía y la burguesía nacional,
proceso que permitiría desarrollar la industria, el capitalismo, y generar las bases para
una transición al socialismo24. Había que constituir el sujeto social de la revolución, el
proletariado industrial.
Esta propuesta de los partidos comunistas, o ‘marxismo institucionalizado’, los hace
partícipe de lo que Sonntag (1998) denomina como la “euforia del desarrollo”, similar
a la planteada por la CEPAL. Pues ambas corrientes, a pesar de sus diferencias, ponen
atención en el desarrollo de las fuerzas materiales de la sociedad, la una bajo la noción
de progreso técnico, la otra, con el desarrollo de las fuerzas productivas; conciben un
24 Formulación que traslada mecánicamente la táctica de los frentes populares en la lucha contra el fascismo de Europa a nuestra región, convirtiendo de otra parte la propuesta táctica en planteamiento estratégico.
![Page 120: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/120.jpg)
119
encadenamiento ‘automático’, vale decir mecánico, entre las modificaciones que se
darían en la estructura económica y la democratización del sistema político.
Si bien la versión ‘institucionalizada’ es predominante dentro de los movimientos de la
izquierda y se constituye en la línea política para los partidos comunistas, se cuenta
con otras interpretaciones como las de Florentín Fernández, Caio Prado Júnior en
Brasil (Bambirra, 1978), Manuel Agustín Aguirre en Ecuador, Julio Antonio Mella en
Cuba, y particularmente, José Carlos Mariátegui en Perú, que desde fuera de la
oficialidad o institucionalización del pensamiento, entre las décadas del treinta al
sesenta, recrean el marxismo con las particularidades de la región, procurando hacer
de la teoría un instrumento para el análisis de la realidad. En esta misma línea
podemos encontrar varias tesis de numerosas organizaciones de la izquierda
latinoamericana, autodefinidas como marxistas y que no comparten las posiciones de
los partidos comunistas, entre ellas varios partidos socialistas y organizaciones que
postulaban las tesis de una revolución proletaria en América Latina, sobre la base de
reconocer la existencia de una sólida alianza entre las burguesías de la región y los
intereses imperialistas.
Lecturas de la realidad latinoamericana como la de Sergio Bagú, a través de categorías
como la de ‘capitalismo colonial’, la de Luis Michelena y Córdova en Venezuela en
los años sesenta citado por Sonntag (1998) o Luis Vitale en Chile, que se inclina por
rescatar la tesis de la heterogeneidad estructural, fueron intentos de interpretación de la
historia desde una óptica marxista que cuestiona el positivismo. Muchos de estos
esfuerzos se verán potenciados luego de la revolución cubana.
En algunos países como en Chile, el ‘marxismo institucionalizado’ logró articular
verdaderos partidos de masas, y en la mayoría dio lugar a la conformación de las
denominadas "vanguardias políticas" en la pequeño burguesía y eventualmente en los
trabajadores. En fin, esta línea institucionalizada del marxismo influía en distintos
grados en la mayor parte de los partidos y movimientos de la izquierda latinoameri-
cana de los años cincuenta al setenta, en las organizaciones gremiales de los traba-
jadores y en las instituciones académicas, siempre apuntalando, con su propio discur-
so, las tesis modernizadoras en América Latina.
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120
El pensamiento dependentista
La vinculación del dependentismo con la CEPAL se da por cuanto asume que el
sistema centro-periferia, o las relaciones externas e internas, es el núcleo problemático
para entender la realidad de América Latina. La ruptura con la CEPAL vendrá dada
por la utilización del instrumental marxista para estudiar la lógica de esa relación.
Este empeño vincula a los dependentistas con herramientas de análisis que el ‘marxis-
mo institucionalizado’ desestimó, el intercambio desigual, el sistema mundial, la rela-
ción entre la economía y la política, la importancia del proceso histórico en la cons-
trucción de las relaciones sociales. Si los cepalinos advierten la tendencia al deterioro
de los términos de intercambio a partir del estudio de la evolución de los precios, los
dependentistas trabajarán esas relaciones de no equivalencia desde la perspectiva del
valor. Si a los Cepalinos les preocupa el uso racional del excedente para incrementar la
reproducción del capital, a los dependentistas les preocupará el proceso de acumula-
ción que hace posible la reproducción ampliada y su concentración en los centros. Si
para los Cepalinos, la subordinación de la periferia puede ser remontada a partir de una
nueva racionalidad económica concertada, para los dependentistas esa subordinación
implica una ruptura que necesariamente cae en el campo de la política. Si para la
CEPAL el desarrollo básicamente responde a determinaciones tecno-productivas, para
los dependentistas tendrá connotaciones históricas. El dependentismo, como caricatu-
riza Mires (1993), vendría a ser la prolongación radicalizada del pensamiento Cepa-
lino.
El distanciamiento con las posiciones del ‘marxismo institucionalizado’ serán obvias,
primero, por utilizar nuevas categorías; segundo, porque se pone el acento en una com-
prensión particular de América Latina, que de hecho contradice la visión universali-
zada desde la óptica europea; y tercero, porque las conclusiones políticas a las que
conduce esta reflexión se distancia de su línea política.
Los dependentistas someterán a juicio las tesis desarrollistas y modernizantes, contra-
dicen la afirmación de que los países hoy subdesarrollados, haciendo lo debido, llega-
rán algún día a ser desarrollados, y mantienen la tesis central, acuñada por Gunder
Frank (1970), de que desarrollo y subdesarrollo son efectos de un único proceso, esto
![Page 122: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/122.jpg)
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es, que la existencia de países ricos y desarrollados es en virtud de que otros se
empobrecen y se subdesarrollan.
Para los pensadores de esta corriente, la relación de dependencia que marca el nexo
centro-periferia, tiene que ver no solamente con las condiciones de la estructura de la
vida social, sino también con el cambio y transformación de esas estructuras debido a
los conflictos, movimientos sociales y lucha de clases. En palabras de Cardoso y Fale-
tto, (1973) “la noción de dependencia alude directamente a las condiciones de
existencia y funcionamiento del sistema económico y del sistema político, mostrando
las vinculaciones entre ambos tanto en lo que se refiere al plano interno como al
externo” (p. 24).
La producción teórica y explicativa de la realidad latinoamericana por parte del depen-
dentismo es muy amplia y heterogénea. Los más variados problemas acerca de la
economía, la política, la educación, los medios de comunicación, el urbanismo, la
cultura, el poder, la transición, y muchos otros, han sido abordados en una abundante
literatura. A esta exuberante producción, se suma la influencia política, los pensadores
dependentistas no sólo participan desde espacios institucionales de gestión guberna-
mental o académica, lo hacen también como activos militantes de partidos y movi-
mientos políticos vinculados a las clases subordinadas. El mayor impacto de este
pensamiento se lo puede percibir en el proceso chileno entre los años 1990 y 1993, allí
se concentró la intelectualidad más destacada de las ciencias sociales latinoamericana
identificada con ese debate.
Los supuestos teóricos que organizan el pensamiento dependentista, su núcleo duro,
siguiendo la reflexión de Foster Carter citado por Elguea (1989) serían: a) entre desa-
rrollo y subdesarrollo hay una estrecha conexión; b) el proceso de desarrollo tanto a
nivel nacional como internacional se da en medio de conflictos y choque de intereses;
c) los factores históricos son preponderantes; d) son válidas para el análisis latinoame-
ricano categorías pertenecientes a la teoría marxista, tales como ‘imperialismo’, ‘capi-
talismo’ y ‘modo de producción’; y e) el desarrollo no es el resultado de una evolución
de las condiciones actuales sino una ruptura revolucionaria mediante la instauración
del socialismo (p. 32).
![Page 123: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/123.jpg)
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En el pensamiento dependentista, y de acuerdo al grado de influencia de las vertientes
Cepalina o marxista en cada autor, encontramos una gama de posiciones, que de por sí
dificulta cualquier intento de clasificación. Palma (1987) reconstruye el debate del
dependentismo a partir de los supuestos teóricos del marxismo abonados por Marx,
Engels, Lenin, Bujarin, Luxemburgo, relacionados a la caracterización del
imperialismo y las posibilidades del desarrollo económico en las sociedades
capitalistas atrasadas, llega a la conclusión de que no se debe asumir la existencia de
una Teoría de la Dependencia, sino más bien referirse a una Escuela Dependentista, en
que se pueden identificar al menos tres corrientes: a) la dependencia como teoría del
subdesarrollo; b) la ‘dependencia’ como una nueva formulación del análisis de la
CEPAL sobre el desarrollo; y, c) como metodología para el análisis de situaciones
concretas de dependencia.
La taxonomía presentada por Palma (1987), dejando de lado la formulación Cepalina
examinada anteriormente y su apreciación sobre ‘la Teoría’, resulta cercana a la
propuesta por Adrián Sotelo (1996). Obviamente, los elementos de análisis y los
juicios críticos son distintos.
El dependentismo como enfoque
La posición más representativa de esta corriente será sostenida por Cardoso y Faletto
(1973) en el libro “Dependencia y Desarrollo en América Latina”, que será asumida
por aquellos teóricos más cercanos a la influencia Cepalina como Aníbal Pinto,
Osvaldo Sunkel y refrendada por Alan Touraine con las interpretaciones sociológicas
de la teoría accionalista a comienzos de la década del setenta.
Se destaca el valor metodológico del dependentismo que permite aproximaciones al
conocimiento de la realidad. Plantea que el subdesarrollo está determinado por la
modalidad de inserción de la economía en el mercado mundial en que las clases
sociales aparecen como producto de un proceso determinado por las relaciones de
intercambio históricamente constituidas. Para el efecto se elabora una tipología en que
se pone énfasis en las posibilidades de protagonismo de los sectores medios, porta-
dores de la modernización, y en las posibilidades de establecer alianzas con las
oligarquías regionales.
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A partir del reconocimiento de que la teoría del imperialismo no se había actualizado
desde la década de los años veinte, esboza una interpretación del desarrollo del capita-
lismo a nivel mundial para llegar a la conclusión de que no existe contraposición entre
la dependencia y las posibilidades de la industrialización. El elemento explicativo da
cuenta de que el capital externo invertido en la periferia ha permitido un significativo
desarrollo de la industria manufacturera, por tanto, la lucha por la industrialización
entendida como una acción antiimperialista perdía sentido. Esta posición permite
formular como tesis central, la posibilidad de un desarrollo capitalista dependiente,
sobre la cual ha vuelto Cardoso (1973) como presidente y con la que se identifica
finalmente Palma (1987). Hay que destacar que este planteamiento implica también un
análisis de las condiciones internas, de las desigualdades y heterogeneidades en cada
uno de nuestros países. Así, el dependentismo entendido como unidad dialéctica de los
factores internos y externos, permite pasar de las formulaciones generales y abstractas
a orientaciones de carácter particular en los procesos económicos, sociales y políticos,
se convierte en una herramienta para proyectar el desarrollo.
El sistema de ‘dominación externa’ reaparece como un fenómeno ‘interno’, como lo
dice Palma (1987)
“No se trata de ver cómo una parte del sistema capitalista mundial está ‘en desarrollo’ y otra en ‘subdesarrollo’, o de ver al imperialismo y a la dependencia como las dos caras de una misma moneda (en la que el mundo desarrollado y dependiente queda reducido a un papel pasivo determinado por el otro) sino que como dicen Cardoso y Faletto, de concebir ‘...la relación entre fuerzas externas e internas como parte de un todo, cuyos vínculos estructurales no están apoyados en meras formas externas de explotación y coerción, sino como arraigados en coincidencias de intereses entre las clases dominantes locales y las internacionales y, por otra parte, desafiados por grupos y clases locales dominados...” (p. 74).
No deja de ser curioso, cómo Cardoso y Faletto (1973), partiendo de una visión del
capitalismo mundial estructurado como un sistema, no privilegie ciertas
contradicciones en su dinámica, el no hacerlo le ha permitido luego de varios años, en
la especificidad de ciertas relaciones externas e internas, sentar las bases para un
modelo de desarrollo que articule el capital transnacional con los capitales internos en
Brasil.
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El dependentismo como “teoría”
Los que sostienen el dependentismo como teoría explicativa, están más cercanos o
inscritos en la vertiente marxista, acogen los planteamientos sobre el ‘intercambio
desigual’ y la ‘acumulación mundial’ de Emmanuel (1966) y Amin (1973); las tesis
sobre el ‘sistema mundial’ de I. Wallerstein; la interpretación de la dependencia como
teoría del subdesarrollo en P. Barán, G. Frank, P. Sweezy; y, de varios de ellos, la tesis
de que el desarrollo supone un proceso de autocentramiento.
El eje de esta posición en América Latina la podemos encontrar en “La dialéctica de la
dependencia” de Ruy Mauro Marini (1991); aquí se explica el subdesarrollo a partir de
los procesos de acumulación, concentración y centralización de los capitales, en que
las economías dependientes tienen un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas y condiciones de ‘superexplotación’ de la fuerza de trabajo, dando como
resultado la imposibilidad de un desarrollo capitalista autónomo.
La ‘teoría de la dependencia’ define como su objeto de estudio las formaciones econó-
mico-sociales dependientes a partir de su inserción en la economía capitalista mundial
Sotelo (1996) para lo cual se hace una reconstrucción en tres fases, la colonial, la
postindependencia y el período industrial capitalista. Se examina el ciclo de la repro-
ducción a partir de la configuración del mercado interno que se escinde en dos esferas,
la de consumo de las clases burguesas y sectores medios y la de consumo de las clases
trabajadoras. En el análisis de la producción, se combina las particulares formas de
explotación interna con los mecanismos de transferencia de valor en las relaciones de
intercambio a nivel internacional, para lo cual Marini (1991) elabora la categoría de la
superexplotación del trabajo, que será uno de los aportes teóricos más importantes de
esta corriente.
Los teóricos de la dependencia concentran buena parte de sus esfuerzos en superar el
dualismo estructural, no solamente como una posición crítica y de superación del
pensamiento Cepalino, es que en las tesis originarias de Gunder Frank (1970)y de
algunos intelectuales de esa procedencia, también se advierte esa limitación. El
esquema interpretativo de las relaciones centro-periferia, metrópolis-satélites, o
relaciones externas-internas, como que no logran superar una conceptualización
estática. Alcanzar una explicación dialéctica de esa relación es el reto para los
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125
dependentistas, de alguna manera las propuestas de Marini (1991) en el examen de la
reproducción del sistema a partir de la tesis de la superexplotación cubriría esta
necesidad. De hecho, propuestas como las de Faletto (1986), en que la periferia actúa
como reflejo de la dinámica de los centros no resulta convincente. En estas propuestas
del dependentismo se supera, en buena medida, el condicionamiento de las relaciones
internas a las determinaciones externas. Me parece que Palma (1987) hace un juicio
muy apresurado a este respecto por el afán de validar las posiciones de Cardoso y
Faletto (1973).
La conclusión a la que llegan los teóricos de la dependencia es de que en América
Latina no se dan las condiciones para la constitución de una burguesía nacional
antiimperialista, con lo cual se niega la tesis sostenida por los partidos comunistas de
la revolución democrático burguesa, consecuentemente, también se desmonta la
estrategia de la CEPAL. A este respecto, en lo que sí tiene razón Palma (1987) es en
advertir que esta corriente no sustenta una perspectiva de desarrollo, ésta no sería
posible dentro del capitalismo. Sólo así se entiende la tesis de Theotonio Dos Santos
(1971) en su libro El nuevo carácter de la Dependencia.
El debate marxista en torno a la teoría de la dependencia
El dependentismo, mirado en conjunto, es objeto de crítica por aquellos aspectos teóri-
cos en que es evidente la ambigüedad o falta de claridad conceptual: las relaciones
entre clase y nación, la caracterización de las contradicciones fundamentales en la
sociedad, el nexo entre lo externo y lo interno, la utilización de categorías gestadas en
cuerpos teóricos distintos, que muchas veces pone en riesgo los límites entre lo hetero-
doxo y lo ecléctico.
Es necesario insistir que la teoría de la dependencia, cuya temporalidad se ubica entre
mediados de los años sesenta y media década de los años setenta25, cuya partida de
nacimiento puede encontrarse en los trabajos de Paul Barán de los años cincuenta, en
“El desarrollo del subdesarrollo” de Gunder Frank (1970), o mejor aún, en las “Siete
tesis equivocadas sobre América Latina” de Rodolfo Stavenhagen (1971), en que se
formula una crítica a las tesis desarrollistas sobre el subdesarrollo, es un movimiento 25 De hecho las primeras elaboraciones empiezan en Brasil tras el derrocamiento del gobierno de J. Goulart, mientras que los últimos productos de una acción colectiva aparecen en 1975. El golpe militar en Chile, metralla en mano, desarticuló a esta comunidad de científicos sociales.
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126
al que se incorporan estudiosos de la realidad latinoamericana de la más diversa
procedencia disciplinaria y epistemológica, funcionalistas, desarrollistas,
estructuralistas, marxistas. En su formulación y construcción se fue afirmando una
perspectiva teórica crítica, la marxista, en ruptura con la visión del ‘marxismo
tradicional’ y sin que ello signifique una homogeneidad entre sus principales
intelectuales.
Desde una posición marxista ‘ortodoxa’26, esto es, desde las tesis clásicas del marxis-
mo, se formula una serie de observaciones a esta corriente del pensamiento latinoame-
ricano27, abriendo un importante debate que tuvo validez y trascendencia por la
influencia política en las luchas sociales de los sectores subalternos. Es importante,
para los objetivos del presente trabajo, recuperar esta discusión a partir de dos de sus
principales protagonistas, Agustín Cueva (1974) y Vania Bambirra (1978).
Observaciones críticas de Cueva (1974) a la Teoría de la Dependencia:
a) Reproduce el campo problemático de las concepciones desarrollistas, no en el sen-
tido de proponer un desarrollo del capitalismo autónomo, como los Cepalinos, sino
más bien, en el sentido de expresar una nostalgia por la imposibilidad de ese desa-
rrollo. No es sólo en las respuestas sino en las preguntas que se formulan en que
tiene que expresarse la ruptura de una perspectiva teórica con otra. Bambirra acep-
ta el señalamiento de Cueva y sostiene la validez de formular ese campo proble-
mático como punto de partida. Ello condujo a dar prioridad, por la mayor parte de
los intelectuales dependentistas, al elemento externo sobre lo interno, en la explica-
ción de la reproducción social y a generar una conciencia nacionalista por encima
de las contradicciones de clase. En expresión de Cueva, la Teoría de la
dependencia es una “representación de contornos definidos por la idea de que toda
nuestra historia es deductible de la oposición ‘centro-periferia’, ‘metrópoli-saté-
lite’, ‘capitalismo clásico-capitalismo dependiente’”
26 De manera particular retomamos la crítica de Agustín Cueva en su trabajo “Problemas y perspectivas de la teoría de la dependencia (1974) y las respuestas de Vania Bambirra en su trabajo “Teoría de la dependencia: una anticrítica (1978). 27 Por la naturaleza de este trabajo, pongo atención al debate en relación a las connotaciones políticas vinculadas al desarrollo, dejo de lado la discusión más centrado en la epistemología desde autores como Jorge Larrain (1988) y Salomón Kalmanovitz (1983).
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127
b) La Teoría de la dependencia, implicará una ruptura con la concepción leninista del
imperialismo. Esta crítica contra las tesis de Theotonio Dos Santos, tiene el
propósito de negar la posibilidad de una teoría particular que explique la dinámica
del capitalismo dependiente. Dos Santos (1971) sostiene que la teoría del
imperialismo de Lenin, es pensada desde la lógica de los países hegemónicos,
siendo importante incorporar una reflexión desde los países dominados, en ese
sentido, tal teoría debería reformularse, más aun tomando en cuenta los cambios en
el desarrollo del capitalismo desde 1916 en que Lenin escribió esa obra. Queda la
impresión de que la crítica de Cueva se enredó en la lectura adecuada del texto de
Lenin.
c) La falta de precisión en la relación de lo externo con lo interno en la explicación de
las formaciones sociales. Los teóricos de la dependencia muestran ambigüedad a
ese respecto tal como indicamos anteriormente. Cueva, para quien los procesos se
explican a partir de las contradicciones por la presencia de los modos de produc-
ción, al advertir esta debilidad, no deja de reconocer sin embargo, en los trabajos
de Marini (1991), un adecuado tratamiento de esta relación, en que se explica el
desarrollo de cada formación social a partir de la articulación con otras
formaciones sociales.
d) Una de las principales tesis del dependentismo, precisamente formulada por
Marini (1991), sostiene la existencia de una superexplotación a la fuerza de trabajo
en nuestros países, situación que responde a una dinámica estructural. Tesis
criticada por Cueva y que vincula a Marini con aquellos teóricos que entienden al
capitalismo como un sistema mundial, con una modalidad de acumulación interna-
cional que condiciona a cada una de las economías, lo cual no niega el análisis de
los procesos productivos concretos y sus formas de acumulación en cada uno de
los países.
Cueva (1989) pensando en la dependencia, se preguntará años más tarde
“¿nos encontramos ante un problema estructural o frente a una cuestión meramente coyuntural? Digamos que para ser una coyuntura es demasiado prolongada. Me parece que se trata de un hecho por lo menos tendencial, dadas no tanto las características teóricas (leyes) del modo de producción capitalista, o del capitalismo monopolista de Estado, sino más bien las modalidades concretas de articulación del capitalismo a escala mundial, esto
![Page 129: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/129.jpg)
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es, del imperialismo. En este sentido, creo que si algún error podemos detectar en el mencionado texto de Marini a dos décadas de distancia, ese error no radicaría en lo de la superexplotación sino en lo que dice respecto al subimperialismo...” (p.54).
e) Otro de los problemas fundamentales en el debate es, sin duda, la existencia y el
papel de las burguesías nacionales. Cueva critica el hecho de que los teóricos de la
dependencia, por una motivación ultraizquierdista, niegan la existencia de las bur-
guesías nacionales, y con ello no atienden las contradicciones secundarias. Los teó-
ricos de la dependencia, sin embargo, y en ello no tiene razón Cueva, no niegan la
presencia de burguesías nacionales en el sentido de existentes en nuestros países,
lo que sostienen es que esas burguesías no pueden asumir posiciones que contra-
digan las aspiraciones fundamentales de las burguesías de los países hegemónicos,
por su condición de socios menores del capital extranjero y que por tanto están
imposibilitados de apoyar un proyecto de desarrollo nacional autónomo.
Otras críticas a los dependentistas tienen más un carácter particular, no por ello menos
importantes, que bien vale la pena señalarlas en función de ajustar cuentas con la
caracterización del desarrollo capitalista en América Latina.
Varios autores dependentistas, entre ellos Gunder Frank (1970) y Luis Vitale (1970),
definieron al proceso histórico latinoamericano como capitalistas desde sus orígenes,
es decir a partir de la conquista española. Tesis criticada por varios autores entre ellos
Cueva y Laclau. El sustento de este planteamiento está en que se entiende al
capitalismo como una economía monetaria y abierta, y al feudalismo, como una
economía de trueque y cerrada. Siendo así, Cueva (1974) dirá con la ironía que le
caracterizaba que “América Latina es capitalista no desde la cuna sino desde su
concepción”. Esta posición de Frank (1970) y Vitale (1970) conocida como circula-
cionista se desprende de una equívoca interpretación de El Capital de Marx.
De otra parte, en las elaboraciones de Gunder Frank (1970) y en los autores que
reciben su influencia, se explica la estructura y dinámica de nuestras sociedades a
partir de una compleja red de relaciones entre las metrópolis y los satélites a nivel
externo y de una reproducción de subsistemas sucesivos en que cada satélite se
convierte en un subcentro a nivel de la periferia. Se diluye en esta lectura de la
realidad las contradicciones que se establecen en la producción, las clases y su
dinámica en la reproducción social. En esta misma temática, Cueva (1974) sostiene,
![Page 130: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/130.jpg)
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con mucha razón, que Gunder Frank, lejos de superar el dualismo estructural del
pensamiento desarrollista, hace más bien una inversión, en el sentido de que si el
desarrollismo sostiene que lo atrasado es causa del subdesarrollo, para Frank, sería ‘lo
moderno’, lo más vinculado a la dinámica del capitalismo mundial, el causante del
subdesarrollo.
Se alerta sobre la utilización de una serie de categorías que lejos de contribuir a una
mejor comprensión de los procesos históricos, más bien los vuelven inaccesibles. Se
reemplazan categorías como clase, lucha de clases, fuerzas productivas, relaciones de
producción; por otras como: expansión hacia fuera, colonias de explotación, grupos
tradicionales y modernos. Crítica referida particularmente a Cardoso y Faletto. Si bien
no se puede negar la validez de incorporar categorías de otros programas de
investigación (o de hipótesis de acuerdo a lo sostenido por Lacatos), sin embargo, la
preocupación de Cueva (1974) va orientada a la incorporación de formulaciones
ideológicas al marxismo que lo vuelven un pensamiento ecléctico y disperso.
Sin duda, la Teoría de la dependencia deja muchos cabos sueltos y muchas orienta-
ciones para una reflexión en el siglo XXI, una reconstrucción conceptual sobre el
desarrollo en América Latina no puede ignorar sus aportes. Vale la pena recoger las
opiniones de Cueva (1974), años después, cuando el debate en las ciencias sociales ha
cambiado de terreno y las pasiones se han enfriado. Regresando sobre la ‘vieja caja de
pandora’, como alguna vez la calificó a la Teoría de la dependencia, señala:
“Queremos decir (era el año 1991) ...que nunca pensamos que nuestras críticas de mediados de los años setenta a la teoría de la dependencia, que pretendían ser de izquierda, podrían sumarse involuntariamente al aluvión derechista que se precipitó sobre aquella teoría... se observa una amnesia recurrente respecto al análisis de la dependencia, curiosamente en el momento en que ésta se acentúa; así como una repulsión a mencionar siquiera las determinaciones económicas. No en vano el terreno fue previa-mente abonado por las repetidas críticas al reduccionismo clasista, al dependentismo, y ni se diga al economicismo.” (p.79).
Tal vez por ello, y anticipándose, Marini (1991) sostiene que Cueva estuvo estuvo con
un pie en la teoría de la dependencia y el otro en el endogenismo, y que al final parece
haber superado la limitación que tenía.
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¿La teoría de la dependencia ha muerto?
Jorge Larraín (1989),refiere que la supuesta muerte de la teoría de la dependencia,
anunciada y reconocida por estudiosos del desarrollo y académicos latinoamericanos,
presenta otros desafíos no siempre considerados. Señalando que primero, los críticos
más sistemáticos de la teoría de la dependencia siendo marxistas europeos pocas veces
han distinguido entre sus varias corrientes y hacen su análisis desde una posición
ortodoxa o althusseriana que para él resulta equivocado; siendo fundamental su
renuncia a reconocer la existencia de una realidad histórica específica en la situación
de los países periféricos. En segundo lugar, cree necesario señalar que lo mejor de la
teoría de la dependencia fue creado en América Latina como una expresión de su
problemática específica y que, aunque deba ser examinada críticamente, es también
necesario determinar con mayor cuidado y detenimiento si es posible rescatar alguna
contribución importante.
![Page 132: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/132.jpg)
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CAPÍTULO V
LAS TEORIAS ALTERNATIVAS DE DESARROLLO
El fracaso de las teorías desarrollistas en América Latina y la periferia, ha motivado la
elaboración de nuevas propuestas estratégicas para enfrentar viejos y nuevos
problemas, viejos como la pobreza, la desigualdad, la falta de productividad, el
intercambio desigual, las insatisfacciones, nuevos como los que se desprenden de las
formas renovadas de reproducción del capital en esta fase de la mundialización como
la fragmentación, la pérdida de identidad, la preminencia de la individualidad, el culto
a lo efímero, los desajustes por las nuevas tecnologías y los niveles de concentración;
así como aquellos que se desprenden por el agotamiento del planeta a consecuencia de
la irracional industrialización y consumo.
Las reflexiones y los nuevos enfoques pretenden superar las visiones deterministas, el
economicismo, la visión que reduce el desarrollo al crecimiento y éste a la disposición
de más bienes materiales, la asimilación de progreso a la capacidad productiva. Los
nuevos enfoques no pretenden incorporar campos de la realidad o del saber, antes
dejados de lado, a las visiones del pasado, se trata de replantear el discurso mismo del
desarrollo. No se trata de nuevos calificativos como humano o sustentable para el
desarrollo, como dice la crítica de los antropólogos del desarrollo, la tarea es la recons-
trucción del concepto del desarrollo, construir nuevas visiones, nuevos paradigmas y
no modelos renovados. Este esfuerzo que necesariamente adquiere un carácter trans-
disciplinario, por su naturaleza tiene que superar el limitado espacio de la economía,
más aún, cuanto ésta dejó de ser pensada como la administración y el gobierno de la
“casa” y se redujo a la crematística.
Estas elaboraciones, de alguna manera recientes, en tanto propuestas para el debate, se
afirman en nociones y formas de pensar de décadas pasadas, muchas de ellas incluso
desde el siglo pasado, pero que han cobrado relevancia por los efectos y consecuencias
de la “globalización” y el predominio de las políticas neoliberales. Es la necesidad de
![Page 133: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/133.jpg)
132
construir alternativas, a una política que lejos de atender las necesidades de las
personas orienta sus acciones a la mayor producción y concentración de riquezas
materiales, lo que a puesto en debate los esfuerzos por reconstruir la visión del
desarrollo. Siendo así, su estado de formulación se encuentra en la crítica y en la
afirmación de tesis generales, es el momento de construir las hipótesis generales que
alimenten una filosofía del desarrollo.
Tres grandes ejes o campos de reflexión se han ido configurando en este escenario, el
desarrollo humano, el desarrollo sustentable y el autocentramiento, que ponen atención
en recuperar a las personas como sujeto, el advertir los límites de la naturaleza y
generar una nueva forma de organización de la producción, pero donde el esfuerzo
fundamental está en cómo tratar las interrelaciones entre estos distintos componentes
que están interactuando en la realidad, no se trata de sumar enfoques disciplinarios,
sino de construir interpretaciones integradas, transdisciplinarias. Se trata de un
momento de rupturas, entre ellas, la noción de ciencia, su racionalidad, su división, de
las formas de poder que lleva y de la estructuración ideológica de su discurso.
Propuestas con enfoques más particulares, como el desarrollo local, el desarrollo local
sustentable, el enfoque de género, no serán abordados en este espacio, se los entiende
como niveles de mayor concreción de las visiones aquí expuestas, obedecen por tanto
a otro tipo de preocupaciones.
5.1. EL DESARROLLO HUMANO
Las reflexiones sobre el desarrollo humano han adquirido una gran legitimidad, al
punto que buena parte de sus resultados han sido institucionalizada, no solamente por
Naciones Unidas y las ONG de desarrollo que actúan en cada uno de nuestros países,
hoy asume parte de su discurso el Banco Mundial. Es un buen paso se argumenta, hay
apertura y sensibilidad, pero la institucionalización del pensamiento no deja de tener
graves consecuencias, es la forma de castrarlo, de vaciar su contenido, de eliminar el
sentido crítico, de despolitizarlo. Aquí retomaremos dos líneas de pensamiento: a) la
de Amartya Sen, muy sugestiva, creativa, una filosofía en realidad acompañada de
investigaciones concretas e instrumental analítico, haremos un acercamiento a un
aspecto de su propuesta; y, b) la elaborada en América Latina y conocida como
![Page 134: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/134.jpg)
133
Desarrollo a Escala Humana. Dos propuestas que surgen paralelas, en la misma
temporalidad, a mediados de los años ochenta.
5.1.1. Amartya Sen y la economía del desarrollo
Sen cuestiona la existencia de un orden social que hace imposible el ejercicio de la
libertad de las personas, que inhibe sus capacidades de elección y determina una mala
calidad de vida. Tendencia que contrasta con una real capacidad que tiene la sociedad
mundial con la que podría atender las necesidades de las personas (Sen, 2000).
A partir de las investigaciones sobre las hambrunas en Asia y África, Sen (1999)
descubre que este mal se presenta en antiguos reinos y en sociedades contemporáneas
autoritarias, bajo gobiernos despóticos y dictatoriales, sostenidos por partidos o líderes
intolerantes. Así la existencia de las hambrunas, sólo puede entenderse en relación a la
no vigencia de los derechos políticos y la libertad de expresión. Sostiene que no es
posible una hambruna en un régimen de naturaleza democrática, con partidos políticos
constituidos y organizados en torno a las aspiraciones de los miembros de la sociedad.
Para Sen los derechos políticos están en íntima conexión con las necesidades
económicas. Disociar esos factores de la vida de las sociedades es poner en riesgo las
libertades de las personas.
La democracia está en relación al bienestar, pero Sen (2000) subraya en los valores y
derechos para el individuo, en que la decisión colectiva debe necesariamente
responder y sustentarse en los derechos individuales. No hace culto al individualismo,
trata más bien de recuperar al hombre y la mujer como sujetos del proceso social y el
desarrollo, reafirma y potencia sus valores individuales, su derecho a la elección, a la
diferencia, a escoger su forma de vida. Por ello estudia la distribución de la renta, la
medición de las pobrezas, la búsqueda de alternativas para su declinación, el
desempleo, el hambre , la inanición y las hambrunas. Trabaja la relación entre
Economía y Filosofía a través de la Etica, en que podemos encontrar un acercamiento
con las tesis de la sociología crítica de la Escuela Frankfur, especialmente con
Foucault. La elección social cruza los valores individuales y la decisión colectiva, en
que las preferencias de la sociedad no deben contradecir las preferencias de sus
miembros, allí el sentido de la democracia y también sus limitaciones. Limitaciones
que deben ser adecuadamente superadas para no anular las expresiones de la minoría,
![Page 135: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/135.jpg)
134
evitar la polarización en dos opciones, así como, la dispersión que dificulta el
escogitamiento.
Sen reafirma como válido el espacio de la economía del desarrollo, sus estrategias y
políticas de industrialización, la acumulación acelerada del capital, la movilización de
la fuerza de trabajo y las formas de enfrentar el subempleo. Valora la participación del
Estado, la necesidad de la planeación y la actuación pública deliberada, instrumentos
que de hecho coadyuvaron al logro de aspiraciones sociales e individuales. El ataque a
la economía del desarrollo que provino del neolibealismo, sostiene Sen, fue planteado
en términos de éxito o fracaso del keynesianismo y el neoliberalismo, como una discu-
sión entre las posibilidades del Mercado y el Estado, a través de una actitud maniquéa
e impúdica, que pretendió asociar los éxitos de los “tigres”, como éxito del Mercado,
y el fracaso de África, Asia y América Latina, como fracaso del la intervención del
Estado.
Sostiene Sen (2000) que más que equivocadas, las tesis de la economía del desarrollo,
fueron insuficientes. Había que crecer económicamente, para ello había que aumentar
la tasa de acumulación y la participación de la industria en el PIB, había que encontrar
alternativas para aprovechar la presencia significativa de la fuerza de trabajo, y esas
estrategias requerían de la activa participación del Estado. Sen (1985) no cae en el
juego antitético entre Estado y Mercado, “si el gobierno de un país en desarrollo,
pobre, quisiera elevar el nivel de salud y esperanza de vida, sería tonto de su parte que
tratara de alcanzar este objetivo mediante la elevación de su ingreso per cápita en lugar
de intentar llegar a estas metas directamente a través de su política pública y de
cambio social” (p.142).
La limitación del desarrollismo se da al no reconocer que el crecimiento no es más que
otro medio para alcanzar ciertos objetivos. No es que el crecimiento no importe, de
hecho importa mucho, pero por los beneficios asociados a él. La misma calidad de
vida, esperanza de vida, salud, educación, se puede observar en países con una amplia
diferencia en los ingresos per cápita. Sen (1985) “No se trata sólo de argumentar que
el crecimiento económico es un medio y no un fin, sino también de sostener que
incluso para algunos fines muy importantes, tampoco es un medio muy eficiente”
(p.142).
![Page 136: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/136.jpg)
135
Sen (1985) cuestiona la existencia de una relación de correspondencia entre
crecimiento económico, desarrollo económico y bienestar, así como entre crecimiento
económico y calidad de vida.
• Sen y el desarrollo de las capacidades
Sen (1983) crítica a las visiones del desarrollo que se sustentan en el producto
nacional, en el ingreso total y en la oferta agregada, plantea que las categorías a partir
de las cuales hay que pensar el proceso del desarrollo se relacionan a los derechos de
la gente y a las capacidades o posibilidades que estos derechos pueden generar. Critica
por tanto a tres enfoques que han dominado la caracterización de la calidad de vida, la
que se sustenta en las mercancías que posee y usa la gente, la de la “utilidad” métrica
de placer que otorgan los bienes y servicios; y, finalmente la de las “necesidades
básicas” que también se sustenta en indicadores cuantitativos (p. 1116).
Sen (1985) sostiene que el desarrollo debe centrarse en los derechos de la gente y en
las capacidades o posibilidades que esos derechos les generan. “En última instancia,
dice Sen, el proceso de desarrollo económico tiene que preocuparse por lo que la gente
pueda o no pueda hacer”, en que el desarrollo significa emancipación. La vida de las
personas debe ser la preocupación fundamental, la producción y la propiedad
materiales no son más que meros instrumentos para solventar a aquella. El desarrollo
sería el proceso mediante el cual se amplían y profundizan las capacidades humanas;
que se refieren a “las posibilidades que pueda tener de vivir por mucho tiempo; salvar
la mortalidad evitable; estar bien nutridos; ser capaces de leer, de escribir y de
comunicarse; de participar de las hazañas literarias y científicas. Citando a Marx,
‘sustituir el dominio de las circunstancias y el azar sobre el individuo, por el dominio
de los individuos sobre el azar y las circunstancias ”(p. 143).
Sen citado por Schuldt (1998) dice que las capacidades de las personas dependen,
entre otras cosas, del conjunto de bienes que pueda dominar, y el conjunto de bienes
entre los que una persona puede elegir un subconjunto se llama “sus derechos”.
Algunas de las categorías de su análisis son:
Dotaciones. se refiere al conjunto de posesiones o propiedades iniciales con que
cuenta una persona: fuerza de trabajo, tierras , herramientas, bienes, dinero.
![Page 137: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/137.jpg)
136
Derechos. las personas o familias pueden convertir esas dotaciones en derechos de uso
o dominio, convirtiéndose así en conjunto de canastas de mercancías sobre las que
tienen derecho de uso, se puede llegar a través del autoconsumo o a partir del
intercambio de dotaciones con la naturaleza (producción) o con otras personas
(comercio).
Las realizaciones. tienen que ver con los logros, es decir diferentes condiciones de
vida que pueden ser alcanzadas por las personas.
Las capacidades. son habilidades y potencialidades para alcanzar dichas condiciones
de vida, por tanto habilidades para lograr algo, oportunidades efectivas.
La educación y la salud son determinantes directos de las capacidades humanas. Se
enfatiza en el Hacer y el Ser, que está relacionadas con la libertad, más que en el Tener
de las personas. El bienestar de las personas está en función de las realizaciones.
Las mayores dificultades se relacionan con el hecho de que la mayor parte de la
población mundial no tiene otra dotación que la mercancía fuerza de trabajo, de tal
suerte que sus derechos están dependiendo de la habilidad para encontrar empleo, de la
tasa salarial y de los precios de las mercancías que requiere comprar. Sen (2000)
afirma que lo que nos interesa es, lo que la gente pueda o no pueda hacer, y esto nos
conecta con sus derechos más que con las ofertas y las producciones de la economía.
Las deficiencias de los sistemas de derechos que operan a través de la propiedad y el
intercambio pueden provocar hambrunas incluso en momentos en que la oferta no es
tan dramática. Es decir no dependen de la disponibilidad cuanto de los derechos de las
personas. Estos derechos no operan sólo a través de los mercados; en la experiencia de
los países socialistas, los derechos de las familias dependían y dependen del Estado; y
en las sociedades no socialistas dependen de la seguridad social, en que incluso los
derechos pueden llegar sustancialmente más lejos que el funcionamiento de las fuerzas
del mercado (Sen, 2000).
En esta línea de reflexión, Sen (2000) crítica a la economía tradicional del desarrollo,
que puso más atención a la oferta de bienes que a la propiedad y los derechos. El
ingreso es una base inadecuada para analizar los derechos de una persona, ellos
proporcionan los medios para adquirir cosas y no necesariamente resuelven satisfac-
![Page 138: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/138.jpg)
137
toriamente su derecho a la educación o a la salud.
Para Sen (1985) habría dos grandes visiones del desarrollo, la centrada en el
crecimiento, en la noción de la opulencia, en que la cultura y los valores no tienen un
lugar fundacional debido a que todo funciona con valores dados, los que están
alrededor de la opulencia económica; y la otra, la centrada en el desarrollo de las
capacidades humanas, que enriquece la libertad real de los involucrados en la
búsqueda de sus propios valores. Las capacidades se refieren a la combinación de
distintas opciones en que uno puede elegir. La pobreza de una vida, en este sentido
dice Sen, no reside en la condición de pobreza material en la que vive la persona, sino
en la falta de una oportunidad real dada tanto por limitaciones sociales como por
circunstancias personales para elegir otras formas de vida.
5.1.2 Manfred Max Neef y el el Desarrollo a Escala Humana (DEH)
Esta formulación fue presentada por Manfred Max Neef, Antonio Elizalde y Martin
Hopenhayn en 1986; el documento tiene la pretensión de constituirse en una filosofía
del desarrollo, a partir de la realidad latinoamericana
Max-Neef et al. (1986) sostiene la propuesta del DEH que es ilusorio pensar en una
estrategia de desarrollo a partir de la expansión de las exportaciones de los productos
primarios, que no es posible tampoco una estrategia sustentada en la diversificación de
las exportaciones manufactureras. Las condiciones internacionales actuales son
adversas por el proteccionismo, la orientación de las inversiones, el agravamiento de
los términos de intercambio, de allí que una nueva concepción tiene que orientarse a la
satisfacción de las necesidades humanas y hacia la generación de una creciente
autodependencia.
Los objetivos que se plantea el Desarrollo a Escala Humana DEH (Max-Neef et al,
1986) son: a) satisfacer las necesidades humanas fundamentales; b) generar niveles
crecientes de autodependen–cia: y, c) Articular orgánicamente a los seres humanos
con la naturaleza. Algunas estrategias propuestas:
a) La base para alcanzar estos objetivos se construye con el protagonismo real de las
personas, privilegiando la diversidad y la autonomía de los espacios en que el prota-
![Page 139: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/139.jpg)
138
gonismo sea posible; lograr la transformación de la persona-objeto en persona-sujeto
del desarrollo, es entre otras cosas un problema de escala (no hay protagonismo en
sistemas gigantes organizados jerárquicamente de arriba hacia abajo). En esta
dirección el DEH exige una necesaria profundización democrática.
b) Ante la creciente exclusión de los proyectos nacionales homogeneizadores del
Estado-único, una perspectiva política alternativa debe combinar la desconcentración
económica, la descentralización política, el fortalecimiento de las instituciones
democráticas y la autonomía de los movimientos sociales emergentes, hacia un
proyecto que reconozca y afirme la heterogeneidad. Se trata por tanto de un nuevo tipo
de estado y organización social que desarrolle la capacidad de la llamada sociedad
civil, con un orden político representativo de los diversos y heterogéneos sujetos
sociales. Un tipo de desarrollo orientado a fortalecer los espacios locales, las micro-
organizaciones y la multiplicidad de matrices culturales dispersas en la sociedad, exige
a la vez consolidar prácticas que comuniquen, socialicen y rescaten las diversas
identidades colectivas del cuerpo social.
c) Es indispensable en ese proceso ampliar la autonomía nacional y socializar en forma
más equitativa los frutos del desarrollo económico. Para ello el Estado debe definir
nuevos mecanismos que permitan articular a los movimientos sociales atomizados, las
diversas actividades culturales y las estrategias comunitarias que no es posible hacerlo
desde las prácticas homogeneizadoras que caracterizó a los populismos y los nacio-
nalismos. Se trata de combinar participación con heterogeneidad. La propuesta del
DEH es abierta, no prioriza una reflexión sobre el estado, pone atención más bien en lo
que denomina una “democracia de la cotidianidad”, “democracia social”, por cuanto
sostiene que “sólo rescatando la dimensión molecular” de los social (micro-
organizaciones, espacios locales) tiene sentido pensar en las vías posibles de un orden
político sustentado en una cultura democrática.
Desarrollo y necesidades humanas
Una teoría de las necesidades para el desarrollo obedece a una construcción transdis-
ciplinaria. Para el Desarrollo a Escala Humana (1986) las calamidades sociales se
presentan no como problemas específicos sino como problemáticas complejas, que no
pueden ser atendidas desde visiones disciplinarias reduccionistas, “ya no nos queda
![Page 140: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/140.jpg)
139
ningún hermoso problema particular”, por ejemplo, la mala salud es resultado de la
mala política y la mala economía; los economistas no pueden pretender que su única
preocupación son los problemas económicos, sería una pretensión poco ética. Tres
postulados básicos:
1) El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos. El paradigma tradicional
con indicadores como el Producto Nacional Bruto, para Max-Neef (1986) es un
indicador de crecimiento cuantitativo de los objetos, se requiere ahora indicadores de
crecimiento cualitativo de las personas. “El mejor proceso de desarrollo será el que
permita elevar más la calidad de vida de las personas”. “La calidad de vida dependerá
de las posibilidades que tengan las personas para satisfacer sus necesidades humanas
fundamentales” (p. 25 ss).
Se afirma tradicionalmente que las necesidades humanas son infinitas, que cambian,
que varían de una cultura a otra y que son diferentes de un período histórico a otro. Es
importante ahora diferenciar entre lo que son las necesidades y los satisfactores de esas
necesidades. Las personas son seres con necesidades múltiples e interdependientes.
Las necesidades humanas deben entenderse como un sistema en que las mismas se
interrelacionan e interactúan. En esta propuesta se clasifican las necesidades según
dos categorías, las existenciales y las axiológicas28.
La alimentación y el abrigo no son en sí necesidades, sino satisfactores de la necesidad
de subsistencia; la educación, el estudio, la investigación, son satisfactores de la
necesidad de entendimiento; los sistemas curativos, la prevención, los esquemas de
salud, son satisfactores de la necesidad de protección. No existe una relación
biunívoca entre necesidades y satisfactores. Un satisfactor puede responder a diversas
necesidades, y una necesidad puede requerir de diversos satisfactores. De lo dicho se
desprenden los otros dos postulados.
2) “Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables”.
28 En la matriz de esta propuesta Max-Neef et al (1986), consideran entre las necesidades axiológicas a las siguientes: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Entre las necesidades existenciales consideran: ser, tener, hacer y estar (p.26).
![Page 141: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/141.jpg)
140
3) “Las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en
todos los períodos históricos. Lo que cambia, a través del tiempo y de las culturas, es
la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades”.
Habría que entender entonces que las culturas se diferencian de acuerdo a la elección
de los satisfactores. Cada necesidad puede satisfacerse a niveles e intensidades
distintos y en contextos diferentes, en relación al individuo, al grupo social o al medio
ambiente.
En la construcción teórica se propone revisar el concepto de pobreza que se refiere
exclusivamente a aquellas personas que pueden ser clasificadas por debajo de un
determinado rubro de ingresos por responder a una visión reduccionista, economicista.
Se propone hablar de pobrezas referidas a la no atención adecuada de las necesidades
humanas fundamentales, por ejemplo, pobreza de subsistencias, de protección, de
afecto, de identidad, de entendimiento. Adicionalmente, las pobrezas generan
patologías individuales y colectivas, por ejemplo lo que se provoca con el desempleo,
la deuda externa, las inflaciones altas. Entre esas patologías, por ejemplo, existe el
miedo en sus distintas manifestaciones debido a la violencia, por la exclusión, por la
frustración de proyectos. La atención de esas patologías requiere de la
transdisciplinariedad.
De las necesidades y los satisfactores
Las necesidades revelan el ser de las personas, sea como carencia o como potencia-
lidades, reducirlas a sólo carencias, “falta de algo” es restringirlas a lo fisiológico
(Max-Neef et al, 1986). En la medida en que las necesidades comprometen, motivan y
movilizan a las personas son también potencialidades. Pueden devenir en recursos,
siendo así, no es apropiado hablar de “necesidades que se satisfacen” o que “se
colman”, al ser un proceso dialéctico constituye más bien un movimiento incesante.
“De allí que sea más apropiado hablar de vivir y realizar las necesidades, de vivirlas y
realizarlas de manera continua y renovada” (p.34).
Los satisfactores en cambio, no deben ser entendidos como bienes económicos dispo-
nibles, se refieren a todo aquello que representa formas de ser, de tener, de hacer y de
estar y que contribuyen a la realización de las necesidades humanas, por tanto serán
satisfactores las formas de organización, las estructuras políticas, las prácticas sociales,
![Page 142: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/142.jpg)
141
las subjetividades, los contextos, los comportamientos y las actitudes. Se propone una
taxonomía de los satisfactores de acuerdo a los efectos que provocan en su aplicación:
destructores, inhibidores, pseudo satisfactores, singulares, sinérgicos, exógenos y
endógenos (Max-Neef et al, 1986).
Max-Neef et al (1986) si el satisfactor es el medio por el cual se expresa una
necesidad, “los bienes en sentido estricto son el medio por el cual el sujeto potencia
los satisfactores para vivir sus necesidades”. “Cuando la forma de producción y
consumo de bienes conduce a erigir los bienes en fines en sí mismos, entonces la
presunta satisfacción de una necesidad empaña las potencialidades de vivirla en toda
su amplitud”(p.35). Se configura entonces una sociedad alienada, cosificada,
embarcada en una carrera productivista sin sentido, la vida se pone al servicio de los
artefactos en lugar de que los artefactos lo estén de la vida. Es necesario desentrañar la
dialéctica entre necesidades, satisfactores y bienes económicos a fin de encontrar
formas organizativas en la sociedad que haga posible que los bienes potencien los
satisfactores para vivir las necesidades sana y plenamente. La atención de las
necesidades no pueden ser relacionadas sólo con bienes y servicios, sino relacionadas
con formas de organización, modelos políticos y valores.
Concebir que existe una relación directa entre necesidades y bienes económicos, en
que las necesidades se expresan a través de la demanda, y ésta a su vez determinada
por las preferencias individuales en relación a los bienes producidos, es reafirmar una
concepción mecanicista, unilateral y productivista en la economía. Es necesario
superar esa visión reivindicando lo subjetivo, más allá de las preferencias respecto a
los objetos y los artefactos.
Considerando los tiempos y ritmos en los procesos, Max-Neef et al (1986) considera
que “las necesidades humanas fundamentales son esenciales, que se relacionan con la
evolución; los satisfactores son formas de ser, tener, hacer y estar, que se relacionan
con estructuras; y los bienes económicos son objetos que se relacionan con
coyunturas” (p. 23).
Hacia un desarrollo autodependiente
Max-Neef et al (1986) en el marco de las condiciones internacionales actuales y de sus
tendencias, el DEH plantea una estrategia de desarrollo nacional autodependiente,
![Page 143: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/143.jpg)
142
concebida como una interdependencia horizontal y no como un aislamiento por parte
de las naciones, regiones o comunidades locales o culturales. Esta es un propuesta
muy afín a la del autocentramiento, pero centrada más en el espacio de la política.
La autodependencia dice Max-Neef (1986) “entendida como un proceso capaz de
fortalecer la participación en las decisiones, la creatividad social, la autonomía
política, la justa distribución de la riqueza y la tolerancia frente a la diversidad de
identidades. La autodependencia como elemento decisivo en la articulación de los
seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de lo personal con lo social, de lo
micro con lo macro de la autonomía con la planificación y de la sociedad civil con el
Estado” (p.57).
La relación de lo personal con lo social, entendiendo que no es posible un desarrollo
social sin atender las necesidades del individuo, exige superar la visión del individuo
como consumidor o el de disolver al individuo en un arquetipo como el de masas. Si
los procesos de dependencia van de arriba hacia abajo, de lo internacional a lo local;
las relaciones de autodependencia se construyen de abajo hacia arriba y tienen efectos
sinérgicos. Sin embargo, hay que reparar en la importancia de los niveles macros a
condición de que no se reproduzcan relaciones verticales. Existe una relación de
complementariedad entre lo micro y lo macro (Max-Neef et al, 1986).
El espacio natural para potenciar la participación y fortalecer la autodependencia es el
nivel local. Para superar la dispersión de las acciones locales, éstas deben estar
potenciadas por acciones políticas concertadas, lo que se traduce en una planificación
global para las autonomías locales. En el otro polo, no hay que minimizar el papel del
Estado y de las políticas públicas en la ejecución de las tareas de planificación y
asignación de recursos, así como no se debe reducir la organización social y
productiva gestada por la sociedad civil a un estado macrocéfalo (Max-Neef et al,
1986).
Max-Neef (1986). Se trata de superar una racionalidad económica que se sustenta en
la acumulación indiscriminada, en el mejoramiento de los indicadores macroeconó-
micos y en la eficiencia al margen de la satisfacción de las necesidades humanas, por
“otra racionalidad, que se orienta al mejoramiento de la calidad de vida de la pobla-
ción, en el respeto a la diversidad y en la renuncia a convertir a las personas en
![Page 144: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/144.jpg)
143
instrumento de otras personas y a los países en instrumento de otros países” (p.62).
A manera de síntesis Max-Neef et al (986) nos plantean: “El desarrollo autodepen-
diente permite una satisfacción más completa y armoniosa del sistema total de
necesidades humanas fundamentales. A través de la reducción de la dependencia
económica, la subsistencia se protege mejor, puesto que las fluctuaciones económicas
(recesiones, depresiones, etc.) provocan mayores daños cuando prevalece una estruc-
tura de dependencia centro periferia. Más aún, incentiva la participación y la
creatividad. Estimula y refuerza la identidad cultural a través de un aumento de la
autoconfianza. Por último, las comunidades logran un mejor entendimiento de las tec-
nologías y de los procesos productivos, cuando son capaces de autoadministrarse” (p.
63). En el campo cultural se propone rescatar el arsenal de creatividad, solidaridad, e
iniciativas autogestionarias existentes en el “mundo invisible” de nuestras sociedades
(en realidad son ahora muy visibles) que se han generado en la resistencia a la
exclusión.
5.2. EL DESARROLLO SUSTENTABLE
Si bien el tema ambiental en relación a la economía ha sido estudiado desde el siglo
pasado, la relación entre crecimiento y recursos naturales disponibles como preocu-
pación en las políticas estatales y en la agenda de los organismos internacionales
recién empieza en los años setenta con la presentación del informe Meadows sobre
‘Los límites del crecimiento’. Más adelante, en el foro de las Naciones Unidas se
presenta el Informe “Nuestro Futuro Común” de 1989, más conocido como Informe
Brundtland, mucho más revelador sobre los límites de la naturaleza frente a un
crecimiento irracional de la economía. . La conclusión a la que llegó es que se podrá
crecer hasta 5 o 10 veces para atender las necesidades y superar la pobreza en el
mundo. El mérito fundamental de este documento es el haber convertido el tema de la
sustentabilidad en objetivo mundial. En este trayecto se ha pasado de una posición
estrictamente conservacionista a otra que marca la imposibilidad del crecimiento y
finalmente a sugerir la conveniencia de hacer físicamente ‘sostenible’ el desarrollo
(Goodland et al, 1994).
El mundo de hoy no guarda condiciones de sustentabilidad, para funcionar lo hace con
![Page 145: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/145.jpg)
144
bienes energéticos como el petróleo y el gas, que son combustibles no renovables, que
proveen el 60% de la energía mundial cuando apenas existen 50 años de reservas ase-
guradas. Investigaciones posteriores de Goodland entre otros, señalan que el problema
es más dramático del lado de las posibilidades del planeta, poniendo énfasis en que
hay que revisar las concepciones mismas del desarrollo. Los aportes de Joan Martínez
Alier y Bob Sutcliff nos ayudan a situar de mejor manera este debate.
El ecosistema global y el subsistema económico. Desde una perspectiva sistémica, el
ecosistema global debe ser entendido como la fuente de todos los elementos materiales
que alimentan al subsistema económico, al tiempo que cumple también la función de
vertedero de todos los desechos. Estas dos funciones, de fuente y vertedero, del eco-
sistema global, se cumplen en condiciones de existir una capacidad limitada de
regeneración y asimilación. Allí se imponen los límites para el funcionamiento del
subsistema económico. El imperativo es por tanto, mantener el tamaño de la economía
dentro de la capacidad del ecosistema (Goodland et al, 1994).
Al ritmo de crecimiento actual –dice Goodland–, es poco probable que la economía
pueda crecer cinco o más veces como sugiere Brundtland. El mundo ya no está vacío,
el subsistema económico es grande con relación a la biosfera y las capacidades de las
fuentes y vertederos están ya sometidas a presión.
De los límites de la fuente a los de vertedero. Los rastros de la economía humana se
los percibe en cualquier punto del planeta. No hay duda de que hemos ensuciado
nuestro nido. Desde 1992 que se presentó el Informe de Roma, las preocupaciones del
crecimiento han pasado de los límites de la fuente a los límites del vertedero, los de la
fuente están en mejores posibilidades de ser sustituidos. Este giro ha permitido que el
problema de la contaminación se ponga en el centro de la investigación, varios
avances se han registrado con resultados positivos como el relacionado con el CFC.
Otros tienen mayor dificultad de ser enfrentados como es el caso de los desechos
producto del uso de los combustibles fósiles. La tecnología trabaja en dirección a la
reducción de estos insumos pero muy poco se ha hecho en relación a los desechos. Lo
cierto es que a los mares van a parar alrededor de 20.000 toneladas de desechos por
año; una quinta parte de la población mundial respira aire más venenoso del que
recomienda la OMS; una generación de niños en México puede quedar
intelectualmente impedida por la contaminación de plomo (Goodland, et al, 1994).
![Page 146: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/146.jpg)
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Las evidencias de los límites. Una síntesis a nivel de diagnóstico.
a) En 50 años el mundo estará lleno. Actualmente la economía humana se apropia
del 40% de la producción primaria neta de la fotosíntesis terrestre, al tiempo que
aumentan la desertificación, la pavimentación, la erosión y la contaminación. Si se
duplicara la población del mundo, lo que es probable en 35 años, se utilizará el 80% de
la biomasa, poco después se llegará al 100%, lo que ecológicamente es imposible. El
mundo pasará de estar medio lleno a estar lleno (Goodland et al, 1994).
b) El calentamiento del planeta, debido básicamente a la emisión de dióxido de
carbono CO2 . Mientras la temperatura en el planeta varió 2° en los últimos 10.000
años, entre la década de los 80 de este siglo comparada con la del siglo pasado, hay un
aumento de 0,5°. Esta variación de hecho está vinculada a la industrialización. Se pre-
sume que con el calentamiento del planeta haya empezado el efecto invernadero. La
causa fundamental para el calentamiento sería el uso de los combustibles fósiles:
carbón, petróleo y gas natural. A más del CO2, contribuyen al calentamiento el
metano, CFC y el óxido nitroso. Otra fuente para la emisión de CO2 es la defores-
tación. El precio que pagan los que contaminan al utilizar la atmósfera como vertedero
es nulo. De comprobarse el efecto invernadero, las poblaciones de los estuarios y
zonas del litoral estarán ante un inevitable riesgo. Los combustibles fósiles propor-
cionan el 78% de la energía que se utiliza en los Estados Unidos. Hay posibilidades
científico-tecnológicas para ir sustituyendo los fósiles, fuentes renovables como la
biomasa, energía solar y la energía hídrica. Los japoneses han tenido un crecimiento
del 81% en su PNB en relación a 1973 utilizando la misma cantidad de energía
(Goodland et al, 1994).
c) La destrucción de la capa de ozono. Desde 1974 se ha predicho que la causa
principal es la emisión de gases CFC. Los agujeros que se provocan son altamente
peligrosos, el que se detectó en la Antártida es más grande que la extensión de los
Estados Unidos. Se ha comprobado la relación entre las radiaciones ultravioletas B
que no pasan a través de la capa de ozono y el cáncer a la piel. El millón de toneladas
que aproximadamente se emite cada año necesita alrededor de 10 años para llegar a la
capa de ozono, la destruye y tiene una vida media de entre 100 y 150 años. Los efectos
que por los gases que hoy se bombean a la atmósfera se sentirán después de 10 años.
El 85% de los gases CFC son liberados en el norte (Goodland et al, 1994).
![Page 147: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/147.jpg)
146
GRAFICO Nº 2
Fuente: Goodland 1994
d) La degradación de la tierra. Esta se expresa en la desertificación, la erosión y la
salinización. El 97% de la alimentación de la humanidad proviene de la tierra, y el
35% de ella está actualmente degradada. Las tasas de formación del suelo son muy
inferiores a las tasas de destrucción. Al exceder los límites de esta fuente ambiental,
los precios de los alimentos tienden a subir, en condiciones en que 1.000 millones de
personas sufre por desnutrición. Debido al déficit de leña, los residuos de cosecha y
estiércol que se utilizaba para la agricultura ahora se los utiliza como combustible, si a
esto se suma la sobreutilización del suelo, se está contribuyendo a la degradación
(Goodland et al, 1994).
e) La destrucción de la biodiversidad. La escala de la economía humana se ha
extendido tanto que ya no hay espacio para muchas especies. El hábitat más rico, la
![Page 148: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/148.jpg)
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selva tropical, ha sido destruida en un 55% y la tasa actual sobrepasa los 168.000 Km2
por año. Se presume que el total de especies puede estar entre los 5 y 30 millones, tal
vez más, por ello no se puede determinar la tasa de extinción, pero se estima que 5.000
especies de nuestro banco genético heredado se extinguen de manera irreversible cada
año, es decir, 10.000 veces más rápido que las tasas de extinción prehumanas
(Goodland et al, 1994).
f) El factor poblacional. Muchos pensadores desde Malthus han centrado el problema
de la pobreza en el crecimiento poblacional. Sin embargo, en los países desarrollados
tenemos un exceso de consumo per cápita y un exceso de contaminación, de hecho son
los mayores responsables en sobrepasar los límites de resistencia del planeta. El 20%
más rico del mundo consume el 70% de la energía comercial. Es importante que 30
países han llegado a un crecimiento poblacional CERO. La responsabilidad está
también de los países subdesarrollados, en que se concentra el 77% de la población, en
éstos el crecimiento de la población es mayor al crecimiento de las economías que los
sostienen. De hecho, la pobreza también afecta la sustentabilidad del planeta. Por
tanto, si los países desarrollados cambian su visión de desarrollo sustituyendo lo
cuantitativo por lo cualitativo, estarían liberando insumos y recursos ambientales que a
su vez serían utilizados para el crecimiento en el sur con otra visión del desarrollo. No
se puede seguir el modelo de los combustibles fósiles, basta con imaginarse lo que le
pasaría al planeta si cada uno de los 1.200 millones de chinos dispondría de un
automóvil. Con respecto a la disminución en la tasa de crecimiento poblacional, el
mejoramiento de los niveles de equidad de género en educación, producción y los
distintos espacios de la vida de la comunidad, han propiciado resultados positivos. De
hecho, el control sobre los límites es responsabilidad del norte y del sur (Goodland et
al, 1994).
g) Crecimiento vs. Desarrollo. Si las capacidades de regeneración y asimilación de
fuentes y vertederos están siendo sobrepasadas, quiere decir que efectivamente el
crecimiento del sistema económico en relación al ecosistema mundial se encuentra en
crisis. El problema se plantea entonces, en si la sostenibilidad es posible con un
crecimiento del 3,3% per cápita, como sostiene Mac Neill en el marco Brundtland, o
si se asume la posición de que la sostenibilidad será posible si el crecimiento cuan-
titativo del consumo de recursos se estabiliza y es reemplazado por el desarrollo
![Page 149: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/149.jpg)
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cualitativo, manteniendo constante los insumos. Lo segundo contribuye pero no es
suficiente, lo primero no es equitativo y no contribuye a solucionar la pobreza, dejar
que todos crezcan a una tasa del 3,3% del PIB/pc significa que en EUA se aumente el
ingreso en 633 dólares / pc y en la India o China 10 dólares /pc. Después de 10 años el
ingreso pc en EUA habrá crecido a 7.257 dólares/pc mientras en Etiopía habrá subido
a 41dólares /pc (Goodland et al, 1994).
Hay que avanzar en la sustitución de recursos, se puede producir más con menor con–
sumo de energía y materias primas, hay que evitar los consumos dispendiosos, sobre
todo en los países industrializados, hay necesidad de una distribución más equitativa
de los recursos. La lucha contra la pobreza requiere un ajuste en los patrones de
consumo de los países ricos. Las presiones por un desarrollo ecológicamente susten–
table, que implica un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin compro–
meter las capacidades de las generaciones futuras de atender las suyas, no dejan de
tener puntos de contradicción con las necesidades de un desarrollo que atienda los
problemas urgentes de la pobreza en el sur. Los países desarrollados no son solamente
los principales responsables en la producción de desechos y daños ambientales, sino
además tienen el monopolio del conocimiento, ello exige un cambio drástico en su
compromiso por la sustentabilidad ambiental. El gasto de 1 billón de dólares por año
en la producción de armamento debería tener definitivamente otro destino. El cambio
de un desarrollo cuantitativo por un cualitativo, es sin embargo un problema político
(Goodland et al, 1994).
De lo dicho, si los estudios ambientales ponían énfasis en los límites de las fuentes
(agotamiento del petróleo), ahora lo hacen en los límites de los vertederos (efecto
invernadero, destrucción de la capa de ozono, contaminación de aguas y aire) que son
mucho más severos. Para las corrientes que plantean racionalizar el uso de los recursos
a través de imponer valores monetarios a su uso, resulta que las funciones de vertedero
constituyen mayor propiedad común que las de fuente, este sobreuso es por tanto más
difícil de corregir a través del ajuste del mercado. La propuesta que hacen los
ambientales a este respecto serían: a) acelerar el desarrollo tecnológico para reducir el
contenido de los recursos naturales; y b) aumento sustancial de los impuestos sobre el
consumo de recursos (tal como los impuestos sobre la emisión de carbono o sobre la
partición de minerales), los impuestos deben canalizarse a lo que queremos reducir
(contaminación y explotación) y no a aquello que queremos aumentar (empleo e
![Page 150: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/150.jpg)
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ingresos). A medida que se tenga réditos en los impuestos ambientales se pueden
reducir los impuestos sobre los ingresos, especialmente sobre los bajos, pudiendo
llegarse a un impuesto negativo sobre ellos (Goodland et al, 1994).
Herman Daly, nos plantea un tema central en relación a la economía, si la lógica de
esta disciplina ha sostenido que hay que aumentar la productividad del factor más
escaso (el limitante) y tratar de incrementar su oferta, entonces debe procederse a
potenciar la productividad del capital natural y su disponibilidad, en lugar de continuar
incrementando el capital hecho por el hombre y su acumulación, tal como sucedía
cuando éste era el factor limitante. ¿Porqué no se ha percibido que el patrón de escasez
ha cambiado? Puede haber dos explicaciones: a) porque la economía de mundo lleno
no ha sido aceptada, ni siquiera como un reto; y b) el factor limitante no fue
considerado como un elemento complementario. Un supuesto de la economía
neoclásica ha sido que los factores de la producción son sustituibles en gran parte. La
idea de un factor limitante no fue por tanto muy aceptada. Si los factores son sustitutos
más que complementos, entonces no hay factor limitante. La discusión en la teoría fue
planteada entre sustitutividad y complementariedad (Goodland et al, 1994).
Sin embargo, “el capital hecho por el hombre está cada vez más limitada por el
decreciente abastecimiento de capital natural”. El cambio del patrón de escasez, del
capital hecho por el hombre al capital natural, como factor limitante, es entonces
producto de la creciente ampliación de la producción y por impacto cada vez mayor de
la presencia humana.
La relación de complementariedad que existe entre el capital hecho por el hombre y el
capital natural, hace que la acumulación creciente de capital hecho por el hombre
presione sobre las existencias del capital natural para abastecer un flujo creciente de
recursos naturales. Herman Daly en (Goodland, et al., 1994) dice “Cuando este flujo
alcanza un punto que no puede mantenerse por más tiempo, aparece la gran tentación
de abastecer el flujo anual de manera no sostenible liquidando las existencias de
capital natural, y por lo tanto posponiendo el colapso del valor del capital
complementario hecho por el hombre. En la era de la economía del mundo vacío, los
recursos naturales y el capital natural eran mercancías gratuitas. Consecuentemente el
valor del capital hecho por el hombre no estaba bajo la amenaza de escasez de un
factor complementario. En la era de la economía del mundo lleno, esta amenaza es real
![Page 151: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/151.jpg)
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se satisface liquidando las existencias de capital natural para mantener temporalmente
el flujo de recursos naturales que sostienen el valor del capital hecho por el hombre.
Ahí radica el problema de la sustentabilidad” (p. 56). Esta reflexión de Daly a más de
centrar el problema entre la economía y la sustentabilidad ambiental, entre el capital
hecho por los hombres y el capital natural, reafirma que la forma de enfrentar los
límites de la naturaleza que han sido sobrepasados por el crecimiento económico, por
una concepción del desarrollo, necesariamente cae en el campo de la política, la
destrucción de capital natural para preservar el capital hecho por los hombres es una
opción que responde a relaciones de fuerza.
La crítica de Martínez Alier
Joan Martínez Alier (1995), examina críticamente el concepto de desarrollo
sustentable, resaltando las limitaciones que los enfoques puramente económicos o
puramente ecologistas tienen. En su obra podemos encontrar una seria crítica a las
concepciones económicas hegemónicas que están presentes incluso en la economía
ecológica. Este andamiaje conceptual impediría una real valoración de los servicios
ambientales de fuente y vertedero que la naturaleza presta, ya que con las categorías
actuales resulta impreciso dar valor a los recursos naturales o medir las externalidades
negativas o hacer cualquier cálculo sobre las necesidades de las generaciones futuras,
dado el interés puramente crematístico de las categorías predominantes en la
economía. Considera también que la ecología per se tampoco puede dar cuenta de la
totalidad de problemas que están asociados con el desarrollo sustentable ya que no
tiene criterios para valorar los efectos negativos o positivos del proceso económico o
para valorar los intercambios económicos implícitos y los conflictos redistributivos
que están en juego. Señala que ni el propio concepto de desarrollo sostenible o
sustentable puede ser utilizado para una política demográfica y ambiental que el
mismo reclama, ya que no es posible aceptar la racionalidad ecológica implícita en el
concepto de capacidad de sustentación29.
29 El concepto de capacidad de sustentación en ecología se refiere a la máxima población de una especie que puede mantenerse indefinidamente en un territorio sin provocar una degradación en la base de recursos que pueda disminuir la población en el futuro. Martínez Alier, Joan; 1995 DE LA ECONOMIA ECOLOGICA AL ECOLOGISMO POPULAR. Icaria; Motevideo, Tercera edición. P 62
![Page 152: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/152.jpg)
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Para Martínez Alier (1995), es importante tener en cuenta que los países a los cuales se
pretende aplicar la lógica ecológica de la sustentabilidad son producto de la historia
humana y “la ecología humana es distinta de la ecología de otros animales precisa-
mente porque la especie humana no tiene instrucciones genéticas respecto al consumo
exosomático de energía y materiales y porque la distribución territorial de la especie
humana responde a causas históricas, no puede explicarse biológicamente” (p.64-65).
Para él, las argumentaciones sobre la base de la capacidad de sustentación, la
sustentabilidad y el desarrollo sustentable son ideológicas en su aplicación selectiva y
muchas veces intentan biologizar la desigualdad social.
La siguiente afirmación, resumiría la posición de Martínez Alier (1995) frente al
desarrollo sustentable: “… la imposibilidad de una racionalidad económica que tenga
en cuenta las externalidades y las incertidumbres ecológicas, y la imposibilidad, por
otro lado, de decidir los asuntos humanos, de acuerdo a una planificación racional
puramente ecológica, lleva hacia la politización de la economía. Por tanto, hay que
preguntarse acerca de cuales son las unidades territoriales y los procedimientos de
decisión, una vez caídas las pantallas defensivas de la economía ambiental conven-
cional y de la planificación ecológica” (p.66).
La serie de interrogantes que esta crítica abre, llevan al autor a considerar indis-
pensable el análisis político de las políticas ambientales.
El desarrollo humano sostenible
Existe un conjunto de críticas a las concepciones dominantes del desarrollo
provenientes de lo que Sutcliffe (1995) denomina las críticas del bienestar (desarrollo
humano) y medioambiental (desarrollo sustentable). Dos discursos que trabajan sobre
tres variables, el flujo de recursos físicos utilizados, el PIB y el bienestar. La crítica del
bienestar, que llega a la conclusión de que el actual desarrollo no es deseable,
reflexiona en las relaciones entre el PIB y el bienestar. De su lado, la crítica ambiental,
llega a la conclusión de que el desarrollo no es posible, reflexiona sobre las relaciones
entre recursos físicos y PIB.
Sutcliffe (1995) considera que estas dos líneas críticas, la del bienestar y la
![Page 153: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/153.jpg)
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ambientalista comparten algunos elementos:
1. El desarrollo no es ni deseable ni posible, lo uno viene por lo humano y lo segundo
por lo ambiental.
2. Los indicadores como PIB - PNB (ingreso o producto) no dan cuenta del bienestar
humano. Son indicadores con profundas limitaciones que no permiten una lectura
adecuada de la realidad. Un dólar gastado en armamento es similar a un dólar gastado
en medicinas o literatura; valoran de la misma manera un dólar de ingreso de un millo-
nario que el de un pobre. Desde los críticos medioambientales, la contaminación y los
efectos perniciosos de la producción no son restados de las cifras del Ingreso Nacional,
no toman en cuenta las “externalidades negativas” de la contaminación. Estas son
mayores que las positivas, por lo cual el PIB está sobrestimado. Si se corrige la
contaminación por ejemplo, este rubro incrementa el PIB. El coste de la conta-
minación aparece como un beneficio en el PIB, y puede aparecer dos veces. El otro
problema de estos indicadores es entre el valor bruto y el valor neto, los recursos
naturales, capital natural, no aparecen valorados, sólo están los valores del capital
hecho por el hombre.
3. Ambos rechazan la tesis de que el desarrollo implica irse acercando a la situación de
los países llamados desarrollados.
4. El desarrollo es un problema del conjunto de la humanidad, no solamente de los
subdesarrollados.
5. Ambas mantienen la tesis de la distribución equitativa para afrontar el desarrollo, lo
cual es pertinente entre países pobres y países ricos, dentro de cada país y entre el
presente y el futuro.
6. El reconocimiento de que ninguna de las propuestas son nuevas.
Sin embargo son dos propuestas distintas, la una define su lugar en la tesis del
desarrollo humano, la otra en el desarrollo sustentable.
Sutcliffe (1995) juzga que el desarrollo humano puede entenderse como el proceso de
cambio social y econó–mico que tiene el objetivo primordial mejorar el nivel de vida
(quizás en las capacidades) de las personas que sufren privaciones y que considera la
utilidad de otros aspectos por el aporte a esta mejora. Criterio que es inverso a la
![Page 154: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/154.jpg)
153
tradicional, en que el bienestar es un subproducto del desarrollo.
Desarrollo sostenible, puede definirse como los cambios en las actividades humanas
materiales que disminuyen radicalmente el agotamiento de los recursos no renovables
y de los que no son fácilmente renovables y la contaminación perjudicial para el medio
ambiente, con lo cual se prolonga radicalmente el tiempo durante el cual las nece–
sidades humanas materiales puede satisfacerse (Sutcliffe, 1995) ).
La combinación de estos dos conceptos presentan dificultades al momento de tomar
decisiones, pues hay muchas acciones que pueden contribuir a satisfacer necesidades
humanas que entran en contradicción con la sustentabilidad; otras que son sustentables
pero no ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas; otras que son sustentables
y al mismo tiempo atienden necesidades, que indudablemente deben apoyarse; y,
finalmente, aquellas que deberán definitivamente ser desechadas, que no son susten-
tables ni atienden necesidades humanas. Para las primeras habrá que valorarlas y bus-
car mecanismos de compensación en caso de no encontrarse alternativas. Las dificul-
tades estriban primero en cómo se hacen las valoraciones y segundo cual debe ser la
forma de tomar decisiones. Para la primera dificultad hay que reconocer que se hacen
varios estudios para recomendar indicadores cuantitativos, lo que de por sí ya nos pone
ante ciertos límites, la segunda dificultad debe ser afrontada desde una posición
democrática y participativa por parte de las comunidades implicadas (Sutcliffe, 1995).
Los considerados como marginados en las dos posiciones críticas, es decir los pobres
en el discurso del bienestar y las generaciones futuras en el discurso de los
ambientales, sólo pueden encontrar alternativas desde una posición que combine las
dos estrategias (Sutcliffe, 1995).
“El desarrollo humano, sin atender a la sustentabilidad mejora la distribución en el presente a costa de perjudicar la distribución entre el presente y el futuro (los aún no nacidos subsidian a los pobres). Al mismo tiempo, la sustentabilidad sin desarrollo humano significa mantener los niveles materiales de los privilegiados y reducir los niveles de los pobres perjudicando así la distribución actual (los pobres subsidian a los aún no nacidos y a los ricos)” (s/p)
La posibilidad de conjugar esta estrategia que atiende los pobres y a las generaciones
futuras tiene como condición ineludible la redistribución en el presente. Esto implica
una ruptura con el orden neoliberal existente y con las tendencias dominantes en la
globalización.
![Page 155: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/155.jpg)
154
5.3. LA DESCONEXIÓN Y EL AUTOCENTRAMIENTO
Las reflexiones del desarrollo humano, del desarrollo sustentable o el intento de
síntesis, el desarrollo humano sostenible, aportan elementos de crítica a las concep-
ciones tradicionales o convencionales del desarrollo, al tiempo que formulan varias
propuestas para la construcción de una visión alternativa, pensadas como orientaciones
generales y abiertas en lugar de pretender las constitución de un nuevo modelo. Las
posibilidades de realización de los objetivos de una y otra, el bienestar humano y la
sustentabilidad, como hemos visto, supone enfrentar el problema de la redistribución
de los recursos, tanto en las relaciones entre los países desarrollados y subdesarro-
llados, como al interior de cada uno de ellos. De alguna manera, volvemos a los temas
planteados en las teorías tradicionales revisadas en este trabajo, las relaciones centro-
periferia, y más particularmente a la teoría dependentista. Se trata de definir una lógica
de articulación distinta entre centros y periferias que posibilite acumulación interna en
estos, condición para alcanzar niveles de equidad en las relaciones externas. Propósito
posible de alcanzarse si se construye el sujeto portador del mismo, un bloque social de
fuerzas al interior de los países periféricos que asuma el supuesto de que la
redistribución como condición para alcanzar equidad en las relaciones internas y
externas son parte de un único proceso.
El acercamiento a este enfoque lo haremos a través de los planteamientos de Samir
Amin (1988) particularmente en “La desconexión” y de Jürgen Schuldt (1995), en
“Repensando el Desarrollo”.
La dinámica del capitalismo, la relación centro periferia
Un punto de partida necesario es caracterizar el desarrollo del capitalismo, en función
de advertir si en este existe una tendencia a la homogeneización o si más bien la
diferencias y heterogeneidades hoy existentes son consustanciales a su reproducción.
Si las diferencias son de carácter cuantitativo y acumulativo o responden a una
naturaleza cualitativa. Si son diferencias cualitativas habría que determinar cuales son,
donde se sitúan, si tienen un carácter permanente o son móviles. Hay situaciones
intermedias, son éstas excepcionales o son parte de las reglas. Si las diferencias son de
carácter cuantitativo, habría entonces que reflexionar sobre si un incremento del ritmo
de crecimiento podría acercar a las regiones más atrasadas a las más avanzadas, una
![Page 156: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/156.jpg)
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suerte de reenganche. La toma de posición frente a estas inquietudes de alguna manera
nos ubica en una u otra estrategia.
Amin (1988) Las posiciones del marxismo “institucionalizado”, caracterizado en el
capítulo I y las posiciones endogenistas, sostendrán que: “El modo de producción
capitalista obedece a unas leyes económicas de una potencia determinante y de una
fuerza extraña que tiende a homogeneizar el mundo.” y que “Los atrasos de unos con
respecto a los demás deben ser atribuidos en lo esencial a causas internas de las
diferentes formaciones históricas, es decir, a su dinámica de clases...” (p.25).
Sostener que la tendencia del capitalismo es a la homogeneización y que la hetero-
geneidad es transitoria, significa que el capitalismo vive en transición desde sus
orígenes. Más bien lo que pervive desde los orígenes es la desigualdad.
La crítica a esta visión del desarrollo del capitalismo sostendrá que el sistema capi-
talista no puede ser entendido como una yuxtaposición de formaciones nacionales,
autónomas. En efecto, las estructuras y funciones que le corresponden a cada forma-
ción nacional, a su vez están dependiendo de las estructuras del sistema mundial y de
las fuerzas que se interrelacionan en su dinámica global. Las clases, no solamente se
definen por su situación interna, lo hacen también a partir de su posición en el sistema
en su conjunto. “La dinámica de las formaciones locales no viene determinada
exclusivamente por sus conflictos internos... La distinción fuerzas internas/fuerzas
externas es entonces artificial y reduccionista: todas las fuerzas sociales son internas
desde el momento en que la unidad de análisis es el sistema mundial y no solamente
sus componentes locales”. Visión paradigmática30, del sistema mundo, compartida,
entre otros, por Inmanuel Wallerstein, Gunder Frank, Giovanni Arighi, José María
Tortosa, entre otros (Amin, La desconexión, 1988).
Amin (1988) estos conceptos que sirven de base para la teoría del desarrollo desigual
en el sistema mundial parten de en la siguiente hipótesis: en los “centros, el proceso de
acumulación del capital está guiado principalmente por la dinámica de las relaciones
30 Las hipótesis básicas de este paradigma eran: rechazar las tesis de la ‘evolución etapista’ del discurso de Rostow así como las del marxismo mecanicista; el subdesarrollo no es sinónimo de ‘atraso’, es producto del desarrollo; entre países centrales y periféricos existen semiperiferias; y 4, el desarrollo del Sur implica una ‘ruptura’ con la lógica de la acumulación mundial.
![Page 157: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/157.jpg)
156
sociales internas, reforzadas por unas relaciones exteriores puestas a su servicio; en las
periferias, el proceso de acumulación del capital se deriva principalmente de la
evolución de los centros, inserta sobre ésta y en cierto modo ‘dependiente’” (p. 26).
Las diferencias que permiten caracterizar a una sociedades de centrales y a otras de
periféricas, no son solamente cuantitativas, sino cualitativas.
La teoría del desarrollo desigual pretende explicar mediante la dinámica del sistema
capitalista en su conjunto la reproducción de las desigualdades de una fase a otra,
insistiendo por tanto en la polarización entendida como la condensación alrededor del
o de los núcleos centrales y de la constitución de una nebulosa de satélites alrededor de
éste o estos núcleos. Desarrollo y subdesarrollo, dos términos descriptivos que son
expresiones vulgarizadas, están orgánicamente vinculados y son “el haz y el envés”
del desarrollo global mundializado. Habrá que explicar el caso de las sociedades
intermedias o ‘semiperiféricas’, si son la excepción a la regla, si están en vías de
convertirse en centros o no (Amin, 1988).
Los centros son productos de la historia, en ellos se ha constituido una hegemonía
burguesa nacional y de un Estado capitalista nacional. Burguesía y Estado burgués son
aquí inseparables. El Estado burgués es nacional cuando controla el proceso de acumu-
lación (Amin, 1988).
Las periferias, son los países y regiones que no controlan a nivel local el proceso de
acumulación, el cual se ve sostenido por presiones exteriores. La existencia formal del
Estado no es sinónimo de Estado capitalista nacional, pues incluso si la burguesía local
controla en buena parte este aparato, no controla el proceso de acumulación (Amin,
1988).
Amin (1988) establece cinco condiciones necesarias para el control del proceso de
acumulación: a) el control de la reproducción de la fuerza de trabajo; b) el control
local de los excedentes económicos; c) el control local del mercado (reservado en gran
medida a la producción nacional) y la capacidad complementaria de ser competitivos
dentro del mercado mundial, al menos de manera selectiva; d) el control local de los
recursos naturales; y, e) el control local de las tecnologías en el sentido en que,
desarrolladas localmente o importadas, estas pueden ser reproducidas rápidamente sin
tener que importar indefinidamente (p. 36).
![Page 158: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/158.jpg)
157
La constitución histórica del Estado burgués nacional es sinónimo de la formación de
una "economía nacional autocentrada", que no quiere decir autárquica sino que las
relaciones externas se encuentran sometidas a la lógica de la acumulación interna y no
a la inversa (Amin, 1988). En el caso indicado, la construcción autocentrada no es
anticapitalista y menos aún socialista. La conclusión política de la contradicción
centro-periferia, contradicción que es inmanente al sistema capitalista, es que “si la
formación de un Estado nacional burgués y la construcción de una economía capita-
lista autocentrada son imposibles en la periferia, se impone una vía diferente de desa-
rrollo” (p. 36).
Entre lo que distingue a la dinámica de los centros en relación a las periferias desta-
camos: a) la formación y desarrollo autocentrados homogeneizaron progresivamente la
sociedad en los centros capitalistas; b) respecto a la estructura y evolución de la renta,
es mucho más desigual en el tercer mundo y su tendencia es al agravamiento, lo que
no sucede en los centros, tal como hemos referido en varios pasajes de este trabajo; y,
c) desde la fase capitalista que se inicia a fines del siglo pasado y hasta el presente, la
hegemonía de la burguesía se prolonga hasta la clase obrera, el medio en el que se
generaliza el consenso social es la asociación del fordismo como forma dominante de
organización del proceso de trabajo mecanizado (asegurando la producción en masa) y
la política salarial socialdemócrata keynesiana. El consenso no excluye la lucha de
clases, ella se circunscribe a la distribución de los resultados y se aleja del replantea-
miento de la organización global de la sociedad (Amin, 1988).
La expresión de "semiperiferia" que describe a situaciones intermedias que pretenden
un desarrollo capitalista a imagen y semejanza de las sociedades más avanzadas del
sistema, nos pueden conducir a reducir a un mismo modelo dos series de fenómenos
diferentes: la progresiva constitución de los centros a partir de situaciones no perifé-
ricas, y por otro, el tratar de superar la condición de capitalismo periférico (Amin,
1988).
Finalmente, Amin (1988) pregunta ¿si las burguesías no tienen posibilidades de
superar la contradicción centro periferia, se puede sostener que otras alianzas sociales,
populares, serán capaces de hacerlo? La tesis de Amin, es que sí, la forma de hacerlo
es a través de la “desconexión y se inscribe dentro de una problemática que ya no es la
de la simple expansión capitalista, sino, por el contrario, la de una posible transición
![Page 159: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/159.jpg)
158
hacia otra sociedad (¿socialista?).” (p.40).
La desconexión y el autocentramiento
Amin (1988 “La desconexión puede ser el método de reconstrucción del mundo sobre
la base de un policentrismo verdadero” (p. 6).
a) “La necesidad de la desconexión es el lógico resultado político del carácter desigual
del desarrollo del capitalismo”. No se hace referencia solamente a la desigual distri-
bución de la riqueza entre los distintos países capitalistas reflejada por ejemplo en los
ingresos per cápita, sino que implica una concepción sustentada en la ley del valor y
en la teoría del valor de la fuerza de trabajo y de las consecuentes transferencias de
valor en el sistema mundial31.
b) “La desconexión es una condición para cualquier avance socialista, tanto en el norte
como en el sur”. Se convierte en un supuesto del pensamiento marxista que se corres-
ponde con el carácter desigual del desarrollo del capitalismo.
c) Si bien la desconexión es un supuesto para la construcción del socialismo, aquella
no implica que es una garantía para que la sociedad evolucione hacia un socialismo
definido de antemano. El socialismo siempre será un producto a construirse.
d) La opción por la desconexión corresponde a un debate político. Las presiones de la
economía no son absolutas, salvo para aquellos atrapados en las propias redes de la
alienación capitalista.
Esta propuesta de hecho se diferencia de la posición desarrollista que las burguesías
“radicales”, en América Latina y otras regiones periféricas (Bandung en el 1955), se
plantearon en función de construir un Estado burgués nacional a través de la industria-
lización sustitutiva de importaciones (Amin, 1988).
El desarrollo autocentrado tiene como sentido el control nacional de la acumulación.
No puede ser confundido con una estrategia de desarrollo industrial sustitutiva de
importaciones. Esta última no define el control de la acumulación, no define las
31 En esto está implícita las reflexiones sobre el intercambio desigual de Emmanuel y Samir Amin
![Page 160: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/160.jpg)
159
alianzas de clase, tampoco precisa si el mercado interno en expansión es el de las
masas populares o el de las capas medias. Para Amin (1988) “la estrategia auto-
centrada no es anticapitalista ya que corresponde al contenido del desarrollo de los
centros”. Pero, “una estrategia de desarrollo de las fuerzas productivas al servicio de
los intereses populares, en una perspectiva socialista o en una experiencia de
desconexión, no puede ser más que autocentrada” (p.49).
Amin (1988) dice la desconexión no es sinónimo de desarrollo autocentrado. Es
condición para un desarrollo autocentrado a partir de una herencia del capitalismo
periférico. Significa una recuperación o conquista de la autonomía para las decisiones
económicas y el control de la acumulación, lo cual demanda desconectarse de los
criterios de racionalidad de quienes gobiernan el sistema mundial. Los criterios de
racionalidad económica deben responder a las condiciones y presiones internas a la
nación. “Si la burguesía –dice S.Amin– es incapaz de “desconectar” nuestras
sociedades y si sólo una alianza popular debe y puede convencerse de que la
desconexión es una necesidad inevitable, para cualquier proyecto de desarrollo
popular, la dinámica social debe llevar a inscribir el proyecto popular en una
perspectiva para la que no hallamos otro calificativo que el de socialista” (p.49).
El dilema planteado para el Tercer Mundo es por tanto entre desconectarse o ajustarse
para el Cuarto Mundo, el de los excluidos, en circunstancias en que el ajuste puede
significarles perecer. La desconexión como cualquier cambio cualitativo radical, es
siempre difícil, aparece como excepcional, como respuesta en un momento de crisis
excepcional. No es posible desconectarse en cualquier momento, en el conjunto de la
periferia (Amin, 1988).
Algunos planteamientos políticos de Amin (1988)
• una desconexión, subordinación de las relaciones externas a la lógica de las
decisiones internas, apartándose de los criterios de la racionalidad capitalista
mundial;
• capacidad política para efectuar reformas sociales profundas en un sentido
igualitario, una desconexión sin reformas tiene pocas posibilidades de realizarse, se
debe ganar la hegemonía política; y,
![Page 161: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/161.jpg)
160
• una capacidad de absorción y de investigación tecnológica, sin la que no puede
concretarse la autonomía de decisión conquistada, implica una apertura ideológica.
La respuesta ideológica y política al Norte, por parte del Sur, debería girar en torno a
los siguientes planteamientos:
• El fortalecimiento de la unidad del Tercer Mundo, de sus componentes nacionales y
regionales.
• El progreso de la democracia y del respeto a los derechos colectivos, tanto de los
grupos minoritarios (étnicos, religiosos etc.) como de las clases populares. ...La idea
de una unificación por la fuerza, negando las diferencias regionales e imponiendo,
inclusive a las minorías, la homogeneización especialmente lingüística y adminis-
trativa, no corresponde a la realidad del Tercer Mundo contemporáneo. El derecho de
los pueblos y de las naciones a disponer de sí mismos, inclusive el derecho a la
segregación, a de ser atemperado... en beneficio de la constitución de los grandes
Estados “multinacionales”, democráticos y respetuosos de las diferencias." (p.117).
• La concienciación estratégica según la cual los pueblos de la periferia tan sólo
puedan contar con sus propias fuerzas. (p.118)
El autocentramiento para los países andinos
Jürgen Schuldt (1995) en “Repensando el Desarrollo”, asciende con las tesis del
autocentramiento y la desconexión a niveles de mayor concreción, pues trabaja sobre
una realidad concreta, la región andina, y llega a formular un conjunto de tesis a
manera de lineamientos generales para una estrategia autocentrada. El aporte más
significativo de la formulación de Schuldt, es el haber determinado la vía de construc-
ción de esta propuesta, el camino desde lo local y regional, para luego avanzar a lo
nacional, situación que si bien la podemos encontrar en Amin, fue formulada con
cierto temor por sus recelos, por demás justificados, a los procesos de descentra-
lización.
Schuldt (1995) parte de reconocer que las vías extrovertidas de desarrollo, tanto la
neoliberal como la de la Nueva CEPAL, siendo realistas y pragmáticas –pensadas en
el corto plazo–, sin embargo no son viables, dado las restricciones en el mercado mun-
dial y la ausencia de condiciones internas para llevarlas a efecto. Su planteamiento lo
![Page 162: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/162.jpg)
161
autocalifica como utópico pero posible, y más aún en el mediano plazo. Es signifi-
cativa la ruptura con el pensamiento desarrollista en tanto éste consideró a las hetero-
geneidades estructurales como un obstáculo, mientras para Schuldt, las nuevas hetero-
geneidades estructurales, caracterizadas por Quijano, son el factor dinámico de la
nueva modalidad de acumulación autocentrada.
Schuldt (1995) en ruptura con las propuestas tradicionales, “ya no será la demanda
externa el eje de las conjeturas y esperanzas, sino que la interna ocuparía el rol
principal, desplazando a aquella a un lugar secundario... ya no sería el mercado
internacional, sino la multifacética dinámica sociopolítica interna las que impondrían
las peculiaridades del proceso económico, desde la Política y la Economía domésticas,
en una compleja dinámica entre sujetos sociales, las masas diferenciadas ya no
servirían de ‘insumos’ pasivos del proceso político y de acumulación, sino que se
convertirían en el eje de decisión política y de acción económica” (p.152). Son las
heterogéneas masas, que desde lo local, pasando a lo regional y nacional, las que
construyen su estrategia autocentrada, desde dentro y hacia dentro.
La propuesta de Schuldt (1995): “El desarrollo autocentrado es un proceso geográfica
y políticamente descentralizado de acumulación que, partiendo de decisiones partici-
pativas a escala local-regional al interior de un país, establece paulatinamente las
condiciones para suscitar una dinámica de producción sustentada en la interacción
concordada de actividades dirigidas desde y para el mercado interno, de manera de
configurar dinámicamente el encadenamiento de una producción heterogénea de bie-
nes de consumo sencillos de masas con una producción de medios de producción que
esté a su servicio, sobre la base de un pluralismo tecnológico; desplazando paulatina-
mente a un rol secundario a la demanda y oferta externas (importaciones-exportacio-
nes) y de bienes servicios de lujo, potenciando así el uso de los recursos y capacidades
humanas y materiales –convencionales o no– local-regionales en un contexto “nacio-
nal” y transnacional adverso. Ese proceso, enmarcado en un proyecto político nacio-
nal-popular de base regional, generaría –paulatinamente– un contrapoder en forma de
un frente popular amplio capaz de establecer la Nación en Democracia” (p, 170).
Esta caracterización de Schuldt (1995) de su propuesta autocentrada integra varios
elementos: a) es participativa, espacialmente ubicada en lo local-regional; b) se
organiza la producción de manera concertada y orientada al mercado interno; c) se
![Page 163: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/163.jpg)
162
encadena la producción privilegiando la producción de medios de producción que
alimentarán la producción de bienes finales, sencillos y para el consumo de masas, en
medio de un pluralismo tecnológico; d) se desplaza paulatinamente las actividades
relacionadas con el mercado externo a una posición secundaria, es decir se trata de
pasar “paulatinamente” del eje extrovertido al eje interno; e) esto implica a su vez
potenciar los recursos y capacidades –convencionales o no– local-regionales; y d) esta
perspectiva se enmarca en una propuesta política de carácter nacional y popular que
desde lo regional construye el contrapoder.
Para hacer viable la propuesta del autocentramiento, que tendría como meta la
“potenciación de las heterogéneas masas, incorporándolas plenamente al quehacer
económico y político, desde el nivel local-regional” Schuldt (1995) plantea algunas
condiciones:
1) La necesidad de una “disociación, colectivamente dirigida, selectiva y temporal del
mercado mundial”, lo que hará posible controlar el proceso de acumulación local-
regional y el desarrollo de las fuerzas productivas. En la medida que esta estrategia
avance y se vaya constituyendo el sujeto nacional popular, esta disociación se
plantearía a nivel nacional. Esta disociación no significa, tal como lo formula Amin,
una autarquía, permitiría un crecimiento endógeno de la productividad, desarrollar
capacidades de transformación económica y política, a la vez que hace posible la
construcción de los sujetos en cuanto se profundicen las libertades individuales, las
autonomías regionales y las identidades culturales. Si bien el proyecto tiende hacia una
disociación nacional respecto del mercado mundial, paralelamente se plantea la
disociación de lo local-regional en relación a lo nacional, en función de que el
desarrollo de las capacidades desde lo local-regional, supere simultáneamente las
desigualdades internas,
2) Una vez que se consoliden las capacidades internas, a través de esta disociación,
que para Schuldt podría tomar una generación, la Economía puede asumir una
participación más dinámica en el mercado internacional, la sociedad habría
desarrollado formas democráticas de convivencia sobre una economía sólida y
consecuentemente estaría en condiciones de enfrentar las tendencias de periferización
provenientes de la dinámica de las economías centrales. Las condiciones de esa
participación vendrían sobre la base de decisiones internas y no por la vía de la impo-
![Page 164: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/164.jpg)
163
sición de fuerzas externas en alianza con las fracciones internas del gran capital.
3) Un tercer eje en los lineamientos tiene relación con las formas de redistribución de
los recursos y el papel de los mercados. Una propuesta autocentrada necesariamente
tiene que afirmarse en condiciones de mayor equidad, ello permite desarrollar el
mercado interno, las capacidades productivas y la división del trabajo. Schuldt plantea
una línea de redistribución mediante la transferencia de recursos del sector moderno al
tradicional, de lo urbano a lo rural, a través de tributos, subsidios. Hay que tomar en
cuenta dos factores 1) a diferencia de otros procesos autocentrados que se hicieron
“desde arriba”, este es construido desde la base; y, 2) la desigualdad existente en
nuestras sociedades, tal como se verá en el siguiente capítulo son realmente dramá-
ticas. La conformación del mercado interno es una de las claves de la propuesta
autocentrada. Estos mercados obedecen a una configuración histórica que permitió el
concurso de bienes de masas de lo más heterogéneos. La producción de los bienes-
salarios requiere encadenamientos con la producción de bienes intermedios y de bienes
de capital. Este sector de la producción es intensivo en trabajo, utiliza recursos
domésticos y tecnologías propias o adaptadas. De otra parte, la expansión de los
mercados internos, requieren de profundas transformaciones en la estructura de la
propiedad y en las distintas instituciones del estado y la sociedad civil.
4) Otra línea de reflexión está en relación a los sujetos del proceso, al poder y la
temporalidad de la opción. Los resultados de la creciente fragmentación y heteroge-
neidad en los procesos productivos y en la sociedad, se constituyen en los actores de
esta propuesta, esos fragmentos que “son la mayoría estrujada” por las fracciones
capitalistas dominantes, constituyen el potencial político y social de la vía
autocentrada, en ello radica la fuerza de esta propuesta, es precisamente la potencia-
lidad de la heterogeneidad. Allí radica la fuente del poder de las fuerzas que pueden
converger en esta estrategia. Adicionalmente, esta es una estrategia que puede empezar
desde hoy, “es para que mañana –en la transición al socialismo–, se materialice una
formación social con masas preparadas económica y políticamente para enfrentar a
fuerzas minoritarias no democráticas que siempre surgen en las crisis”.
5) En relación a los patrones de consumo y producción. Hay necesidad de castigar el
consumo de bienes prescindibles e incentivar el consumo de masas. Estimular la
producción local-regional y la tradicional frente a la moderna, así se logra cambios en
![Page 165: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/165.jpg)
164
las tendencias distributivas del ingreso y demanda efectiva. Se logra un entrela-
zamiento dice Schuldt entre lo informal-urbano y lo rural-andino. Los patrones de
producción se basarían en tecnologías “autóctonas” o disponibles y adecuadas, o en
adquisición de las “blandas”. Se trata de una adaptación comunitaria de tecnología en
beneficio de la región.
Finalmente, son muchos los sectores que pueden contribuir a la construcción de la
estrategia. Existe una gran experiencia acumulada en los sectores sociales populares,
un saber que no está siendo potenciado, hay experiencias acumuladas en los trabajos
de las instituciones de desarrollo del Estado, en las Universidades, en las ONG. Se
requiere del esfuerzo de muchos investigadores que pueden enriquecer el
conocimiento de las realidades locales y regionales en función de visibilizar las
potencialidades existentes (Schuldt, 1995) .
![Page 166: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/166.jpg)
165
TERCERA PARTE
CRISIS Y DESARROLLO EN EL CAPITALISMO ACTUAL
“Me cuesta creer que pueda existir una comunidad libre sin armas críticas que aseguren el mantenimiento de la libertad”….
“Cuando no queden ciudadanos, solo habrá súbditos”.
Rafael Argullol 32
CAPÍTULO VI
LA CRISIS DE 2008
La crisis financiera del 2008
Desde la Gran Depresión en 1929 hasta los años setenta las políticas financieras en los
diversos Estados, y de manera especial en los llamados países desarrollados, se aplica-
ban con reglas de juego medianamente claras para el funcionamiento de sus mercados.
El capitalismo con Reagan en Estados Unidos y Thatcher en Gran Bretaña, terminada
la época dorada, retoma las políticas llamadas neoliberales, entre ellas la referida a la
desregulación financiera que ante el agotamiento del modelo de acumulación centrado
en la producción traslada la dinámica de la economía al eje financiero especulativo.
Pasa del predominio del trabajo productivo en la reproducción social al del trabajo
improductivo. La aplicación de las tecnologías de la información y comunicación en
los mercados financieros contribuyó a su vez a la operación global en tiempo real. Así,
la magia de las tecnologías de la información y comunicación aplicadas al mundo
financiero en condiciones de desregulación de los mercados, establecía el escenario
32 El País, 23 de diciembre de 2012
![Page 167: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/167.jpg)
166
perfecto para preparar los más sorprendentes y sofisticados fraudes, que no hubiesen
sido posibles sin el concurso de matemáticos, economistas, administradores, políticos,
gobiernos y académicos al servicio de grandes grupos de poder y acumulación, sin
duda los más descompuestos y peor calificados de la sociedad contemporánea.
Los especuladores aprovecharon el éxito de las empresas informáticas y su revaloriza-
ción bursátil para realizar inversiones, crear empresas cuyos índices en el mercado
crecían a ritmos acelerados sin el correspondiente respaldo. La burbuja puntocom que
se fue configurando a lo largo de la última década del siglo pasado, terminó por explo-
tar en el 2001 con una pérdida de alrededor de 5 billones de dólares. Una de las empre-
sas emblemáticas para ese juego especulativo fue Enron que quebró en diciembre de
ese año, a pesar de que pocos meses atrás había obtenido la calificación de solvencia.
López (2012) refiere que lo interesante de esto es que las investigaciones posteriores
demostraron que "los bancos de inversión habían promocionado empresas a sabiendas
de que iban a fracasar, como Excite@home" (p. 93). Los bancos Citi Bank, JP Morgan
y Merrill Linch fueron sancionados con 385 millones de dólares por ayudar a ocultar
el fraude de Enron (Ferguson, 2010). Investigaciones posteriores demostraron que
estas entidades desde tiempo atrás lavaban dinero y realizaban operaciones con
gobiernos descalificados a nivel internacional33. Las empresas en cuestión contaban
con los máximos de valoración otorgados por las agencias calificadoras de riesgo.
Estos bancos, según López, para limpiar su imagen, hicieron una donación por 1.400
millones de dólares para en algo corregir el desastre provocado.
López (2012), ante el agotamiento de este mercado, la especulación financiera se
orientó al mercado hipotecario. La coyuntura no podía ser mejor. Tras los atentados
del 11 de septiembre de 2001 se provocó una sensible disminución del consumo. Para
atenuar la caída de la demanda la Reserva Federal (El Banco Central de los Estados
Unidos) dispuso a la banca una sustantiva disminución de las tasas de interés en sus
créditos y de ésta a los clientes. De 6,5% a inicios del 2001, bajó a 0% en febrero de
2002, manteniéndose por debajo del 2% hasta el 2004 (p. 94).
López (2012), adicionalmente, el sistema financiero había consolidado la utilización
de una serie de instrumentos, instituciones y prácticas. Instrumentos como los 33 Esta como algunas otras informaciones sobre las operaciones financieras que condujeron a la crisis de 2008, son obtenidas del documental Inside Job dirigido por Charles Ferguson.
![Page 168: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/168.jpg)
167
Derivados que son contratos de compraventa anticipada a su concreción; los Derivados
de Incumplimiento Crediticio CDS (Credit Default Swap), seguros que respaldan las
operaciones de esos derivados; y los préstamos que los bancos los convierten en títulos
financieros, papeles como las acciones o bonos que pueden ser vendidos y comprados
en la Bolsa mediante la creación de Fondos de Titulización o CDOs (Collateralized
Debit Obligation, Obligaciones de Deuda Colateral)", a estos se agregan las permutas
de incumplimiento crediticio. Papeles que en un encadenamiento complejo son
comprados y vendidos en un proceso en que dejan de tener una representación real,
papeles de valor ficticio. Cuenta el sistema con instituciones como los fondos de
inversión que se orientan al diseño de estrategias para la captación de recursos en base
a la compra-venta de títulos, bonos, certificados e inversiones en futuras empresas,
como es el fondo de inversiones Berkshire Hathaway, cuyo promotor es Warren
Buffett, considerado uno de los más influyentes a nivel mundial (p. 45); actúan las
agencias de calificación de riesgos, como Moody`s, Standar & Poors, y Fitch, cuya
participación en la calificación de riesgos de acciones, títulos, certificados, obliga-
ciones, deudas, los hace cómplices del engranaje en las operaciones financieras. Las
“erróneas” calificaciones de riesgo, hay que destacar, no son consideradas delitos, de
suerte que la responsabilidad de estas instituciones en la crisis del 2008 en principio no
podía ser sancionada. No es de extrañar entonces que empresas de fondos de inversión
hayan actuado en connivencia con las empresas calificadoras de riesgos, Warren
Buffett por ejemplo lo hace con Moody´s. A esas instituciones se deben agregar los
bancos, las empresas aseguradoras y los ya enunciados fondos de titulización. Final-
mente, operan prácticas, unas tan viejas heredadas desde la guerra de los tulipanes en
que se hace subir y bajar el precio de las acciones para sorprender a los especuladores
desinformados y concentrar grandes masas de dinero, uno de cuyos mejores ejemplos
es Soros que hizo quebrar la libra esterlina el 16 de septiembre de 1992 (p. 48), como
otras novedosas como las que realizó Goldman Sachs con las hipotecas subprime o la
especulación con los seguros en la deuda de Grecia.
Los bancos comerciales realizan préstamos hipotecarios a personas sin ingresos, sin
trabajo, sin bienes, Ninja (No Income, No Job, no Assets); préstamos que son tituliza-
dos en bancos de inversión y colocados como cualquier título o acción en los fondos
de titulización, creados por los propios bancos, y que son negociados a inversores
diversos con el apoyo de las agencias calificadoras de riesgos, que siempre las valoran
![Page 169: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/169.jpg)
168
con AAA, y las empresas aseguradoras. La crisis de las hipotecas basura, tiene su raíz
por tanto en el proceso de la titulización.
Entre las principales instituciones de la industria financiera que hicieron posible el
gran fraude se deben mencionar: entre los bancos de inversión: Goldman Sachs, Mor-
gan Stanley, Lehman Brothers (que quiebra el 15 de septiembre de 2008), Merril
Lynch y el Bear Stearns; los conglomerados financieros: Citi Group, JP Morgan; las
empresas de seguros y servicios financieros: AIG, MBIA AMBAC; y finalmente, las
agencias de calificación de riesgos: Moody´s, Standar & Poor´s, y Fitch.
Estas herramientas, entidades y prácticas que se articulan a través de esta sofisticada
estructura de la titulización, hace que los grandes bancos comerciales, bancos de
inversión, empresas calificadoras de riesgo y aseguradoras, curiosamente ganen sobre
la base de la insolvencia de los clientes que acceden a las hipotecas subprime, en un
sistema en que finalmente todo circula sobre la base de la "tramposa" calificación de
riesgo o de solvencia, en condiciones en que la errónea calificación, como ya lo enun-
ciamos, no es objeto de sanción, porque es considerada una “simple opinión". Estruc-
tura que solamente puede funcionar con la complicidad de los organismos de poder y
decisión del Estado en sus más altos niveles, en el caso de los Estados Unidos, de la
Reserva Federal, la Secretaría del Tesoro, el Congreso, las Cortes.
A más de las herramientas, instituciones y prácticas perversas, para cometer fraudes
de la magnitud de los cometidos por las grandes empresas financieras, hacía falta la
presencia de personas con gran influencia vinculadas a los centros de poder y control
del Estado y con personalidades académicas que brinden la legitimidad requerida para
sus operaciones. Los funcionarios o asesores de los bancos comerciales y de inversión,
de las aseguradoras y en muchos casos de las entidades de calificación de riesgos son
los designados por los jefes de Estado o por las autoridades que correspondan para
ocupar los principales centros de decisión de las políticas así como de los organismos
de control de los Estados. Los responsables de la Reserva Federal, del Tesoro, de las
comisiones de control, así como sus principales asesores, provienen de las principales
entidades financieras involucradas como causantes de la crisis, baste mencionar a Alan
Greenspan, Summers, Henry Paulson´s, Frederic Mishkin, Ben Bernanke, que además
se suceden en casi todos los gobiernos, independientemente de si son demócratas o
republicanos, desde la época de Reagan hasta el actual gobierno de Obama. Henry
![Page 170: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/170.jpg)
169
Paulson, por ejemplo, ex-funcionario de Goldman Sachs, que promueve convenios con
la aseguradora AIG y otra serie de bancos involucrados en la crisis de 2008 fue
designado por Bush como Secretario del Tesoro. Ben Bernanke, otro distinguido
colaborador de esas instituciones por varios años dirige hoy la Reserva Federal.
Siempre es importante la legitimidad académica para dar muestras de solvencia y de
buenos propósitos en la ejecución de las políticas gubernamentales. Las agencias
financieras involucradas contrataban a destacados académicos de reconocidas univer-
sidades, más allá de su orientación, como las de Harvard y Columbia, para la
realización de estudios, elaboración de “artículos científicos" o de opinión que den la
cobertura requerida. Muchos de ellos incluso eran funcionarios o miembros de los
directorios de esas entidades. Evidente conflicto de intereses que anula la posibilidad
de la crítica de las instituciones académicas.
Según López (2012), las investigaciones que se efectuaron en el 2011 sobre la banca
mundial evidenciaron las prácticas especulativas de los bancos de Estados Unidos,
Gran Bretaña, Japón, España, durante los años 2005 y 2006. Lo cierto es que la
industria financiera, encargada de hacer crecer el dinero, estuvo en auge. Si para 1980
los activos financieros representaban el 35% de la producción real de bienes y
servicios en los países de la OCDE, en el 2004 era alrededor del 138%. Para el 2006,
“la producción mundial equivalía a 47 billones de dólares, los mercados financieros
movían 119 billones y los derivados 473 billones” (p. 69), una relación de más de diez
a uno. El dinero, lejos de canalizarse hacia la producción se dirige a la especulación
financiera y expansión del dinero ficticio. Esto sin duda nos alerta de que detrás de la
crisis de las hipotecas hay un problema mucho más de fondo en la dinámica del
capitalismo.
Entre el 2004 y 2006, siguiendo a Dierckxsens (2011), se canalizó un importante
volumen de préstamos a familias pobres que no tenían rentas suficientes ni plazos
favorables para el reembolso, los créditos subprime, que empezaban con tasas de
interés muy bajas entre el 1 y 2 % y pasados los dos primeros años escalonaban a más
del 15%. La crisis estalla cuando un buen número de deudores encuentra dificultades
para cumplir con sus obligaciones a consecuencia de la subida de las tasas de interés
impuestas por la Reserva Federal (EUA) entre otras razones para financiar los costos
de la guerra contra Irak y Afganistán.
![Page 171: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/171.jpg)
170
Para marzo de 2007 según López (2012), se habían dejado de pagar unos seiscientos
mil millones de dólares, deudas en el pago de las hipotecas subprime que produjo
algunos efectos: una cadena de desahucios, de 1.200.000 en 2006 a 4.000.000 de
familias en el 2011 en EUA, y se encontraban en trámite otros 4.500.000 procesos; se
paralizan las titulizaciones; y, los bancos de inversión asumen las pérdidas de las que
se encuentran en circulación. En 2007 varios bancos a nivel mundial entran en
problemas: anuncian pérdidas entre otros el HSBC Corporación Bancaria en Hong
Kong y Shangai; en abril se declara la bancarrota del banco de crédito de alto riesgo, el
New Century Financial, caen en bancarrota varios bancos comerciales y de inversión
en EUA y Europa.
La socialización de las pérdidas o un "socialismo para los ricos"
Los bancos centrales inician el socorro a la banca privada mediante la baja en las tasas
de interés, que de hecho implica echar mano a los fondos públicos. Empieza la caída
de las acciones en las principales Bolsas y en EUA se anuncia un primer rescate de
80.000 millones de dólares para recuperar el mercado de hipotecas subprime. Las
aseguradoras no responden por las obligaciones asumidas con los CDOs. En estos
juegos, el Bear Stearns, el quinto banco más importante de inversión es comprado por
el JP Morgan. Según la información de López (2012), dos grandes corporaciones
hipotecarias que tenían dinero de hipotecas basura son nacionalizadas por un valor de
140.000 millones de dólares. Más tarde Merryll Lynch es absorbido por el Bank of
America y Lehman Brothers al no poder ser comprado entra en septiembre de 2008 en
bancarrota, banco que contaba con 613.000 millones en pasivos y 639.000 millones en
activos. Con ello se provoca la caída estrepitosa y generalizada de las acciones en la
Bolsa de valores. Ante el desastre producido E.U.A. compra en 85.000 millones de
dólares el 80% de la aseguradora AIG (American Internacional Group), la más grande
del mundo, en Europa el 85% de las instituciones está asegurada en esta entidad, se
compromete a ésta para que no demande a Goldman Sachs y a otros bancos por fraude
así como exige que se cumpla con los pagos por aseguramiento. La compra de AIG
costó a los contribuyentes un total de 150.000 millones de dólares. Goldman Sachs, se
habría beneficiado por estas operaciones entre 12.900 millones y 14.000 millones de
dólares de los ciudadanos a través de la aseguradora AIG.
![Page 172: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/172.jpg)
171
En el intento de frenar la hecatombe el gobierno de los EUA invirtió 700.000 millones
de dólares para un rescate generalizado. Se trataba en realidad de comprar los activos
tóxicos, bajo la figura de compra de acciones, para sanear el sistema financiero. Como
en todo rescate el Estado se queda con la deuda y tienen que pagar los ciudadanos. Los
países de Europa miembros del G8: Alemania, Reino Unido, Italia y Francia,
decidieron no seguir la política estadounidense del rescate, pero se comprometieron a:
garantizar los créditos interbancarios, los depósitos de los clientes, a comprar títulos a
los bancos con dificultades para garantizarles liquidez y finalmente, nacionalizar
temporalmente a los bancos con problemas. En este trabajo, por limitaciones de
tiempo y espacio pondremos atención a lo sucedido en EUA que tiene mayor
repercusión en las economías latinoamericanas.
Lo curioso es que luego del rescate, los bancos en problemas invierten en activos de
mayor riesgo. Las operaciones con los productos financieros derivados siguen siendo
predominantes en el sector bancario financiero. Esto implica nuevas burbujas especu-
lativas cada vez más peligrosas en que se expande el capital ficticio, creándose la
ilusión de recuperación y salida cuando en realidad se estaría agravando la crisis.
Dierckxsens (2011), “Los trillones de dólares inyectados por el gobierno
estadounidense, con el fin de evitar una implosión de su sistema financiero han
beneficiado en lo fundamental a este sector” (p.58). No deja de sorprender que varios
miles de millones de dólares provenientes del salvataje se hayan destinado a los
directivos de las instituciones causantes de la gran estafa y desastre. A varios de ellos
se les indemniza con cientos de millones de dólares, que se suman a las monumentales
remuneraciones percibidas, otros valores se destina a los funcionarios menores de esas
entidades. Hank Paulson´s de Woldman Sach recibió como compensación por sus
actividades en el 2005 la suma 31 millones de dólares, el director de Merrill Lynch
entre el 2006 y 2007 recibió 90 millones de dólares, al momento de la quiebra se le
indemnizó con 131 millones de dólares, a los 5 ejecutivos mayores de Lehman
Brothers se les dejó con los más de 1.000 millones de dólares que habían percibido
entre el 2000 y 2007, a Angelo Mozilo se le entregó 470 mil millones de dólares. Los
bancos no canalizaron los recursos del salvataje para la reactivación productiva, de
hecho lo primero que hicieron fue entregar ingentes valores a sus directivos a nombre
de gratificaciones. A parte de ello, los "cuatro mayores bancos han colocado trillones
de dólares en productos derivados” (p58).
![Page 173: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/173.jpg)
172
En España, en mayo de 2012, se hace una “inyección” al grupo Bankia por 23.500
millones de euros (que incluye un aporte por 4.465 millones iniciales en el 2010), que
se extrae de los ciudadanos, equivale a cuatro años de investigación, a pocos días de
haber anunciado un recorte por 10.000 millones de euros en educación y salud y de
haber incrementado varios impuestos. A un año, en mayo de 2013, se desmoronan las
acciones preferentes del grupo Bankia en la Bolsa, miles de millones de éstas,
pertenecientes a personas de la tercera edad en su mayoría, de los abuelitos de España,
quedan virtualmente evaporadas.
Manfred Max Neef, en una conferencia realizada el 2010 en la Universidad de Alican-
te sostenía que el salvataje llegaba a 17 trillones de dólares (equivalente a los 17 billo-
nes de dólares en nuestro sistema) en favor de los bancos y aseguradoras implicados
en la crisis del 2008, equivalía a un financiamiento que haría posible que el mundo
viviera 600 años sin extrema pobreza. Pues recurre a la información de que la FAO en
Naciones Unidas demanda un presupuesto de 30.000 millones de dólares para atender
a la población en extrema pobreza en ese año (Max Neef, 2013) conferencia: El
mundo en rumbo de colisión en la Universidad Internacional de Andalucía. Masa de
valor que es atendida por los ciudadanos.
Atilio Borón34, politólogo argentino, en 2012 denunció otro de los componentes del
atraco perpetrado en contra de los ciudadanos estadounidenses con la complicidad de
quienes administran la crisis en los Estados Unidos. La Oficina Gubernamental de
Rendición de Cuentas (Government Accountability Office, GAO), agencia indepen-
diente que trabaja para el Congreso de los Estados Unidos, en atención a una petición
del Senado, realiza una auditoría a las cuentas de la Reserva Federal (FED), el Banco
Central de los Estados Unidos, y presenta su informe el 21 de julio de 2011. En éste se
detallan los préstamos secretos conferidos por la Reserva Federal, a las grandes
corporaciones y empresas del sector financiero entre el 1° de diciembre de 2007 y el
21 de julio de 2010. Cuadro Nº 18.
CUADRO Nº 18
34 Atilio Borón, pág web// http://www.atilioboron.com.ar
![Page 174: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/174.jpg)
173
Lo sorprendente es que la prensa y medios de comunicación dieron poca importancia a
este hecho. Según Atilio Borón (2010) se encontraban eclipsados por los acuerdos
entre Obama y el Congreso, mediante el cual se concedió a Obama la ampliación para
el endeudamiento de los Estados Unidos en algo más de 16,4 billones de dólares, que
superaba en 2 billones al PIB de ese país, a cambio de un duro programa de restric-
ciones en el gasto social. Al parecer, la presión de los bancos y empresas financieras
en los medios, hizo que pase con pocos comentarios el paquete en beneficio de las
empresas financieras.
![Page 175: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/175.jpg)
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Ben Bernanke, el Presidente de la FED, habría expresado que “en momentos en que se
temía un default de ese país lo importante era resguardar la credibilidad de la FED y
del sistema monetario estadounidense”. Sanders, un senador de izquierda en el Con-
greso de los Estados Unidos habría manifestado "Esto es un clarísimo caso de socia-
lismo para los ricos y descarnado individualismo tipo “sálvate como puedas” para los
demás”. El informe del GAO deja en evidencia una serie de conflictos de intereses
entre las corporaciones y empresas financieras y los organismos de decisión en la
Reserva Federal FED (Borón, América Latina en movimiento, 2011).
Algunos efectos del salvataje
- Para el 2009 la mayoría de los bancos menores se encontraron en bancarrota.
Según Dierckxsesn habrían quebrado 140 bancos y hasta marzo del 2010 lo ha-
brían hecho 26 bancos más y 702 habrían evidenciado problemas según la Corpo-
ración de Garantías de depósitos (FDIC, citado por el autor).
- Los bancos retornaron a las prácticas especulativas, los Estados quedaron debili-
tados, de manera especial en atención a las políticas sociales y en los estímulos a
la generación de nuevos valores. En el 2009, luego de los salvatajes efectuados a
la banca, se retornó a la economía de casino, según afirma Beinstein citado por
Dierckxsens (2011) en base a información del Banco de Basilea, en el mundo
circulaban valores, obligaciones y monedas por 1.000 trillones de dólares, cuando
el producto interno bruto mundial alcanzaba los 50 trillones de dólares. Es decir,
que por cada dólar de la economía real circulaban 20 dólares de capital ficticio y
parasitario. Estos valores son los productos financieros derivados que se conocen
en los mercados de Wall Street y que tienen la forma de pagarés, deudas (p.40).
Obligaciones, que son los instrumentos en la crisis del 2008 muy bien descritos en
el documental Inside Job.
- Se provocó una disminución de las importaciones a partir del 2008, ello deter-
minó, según Dierckxsens (2011), una tendencia a privilegiar la economía interna.
En E.U.A. entre julio de 2008 y junio de 2009 cayeron las importaciones en un
30%, ello afectó a las economías periféricas lo que propició a su vez, un vuelco
también hacia el mercado interno. En el caso de la China ya se vive este proceso.
![Page 176: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/176.jpg)
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En estos países se asume conciencia de que se ha estado subsidiando a los países
centrales.
- El endeudamiento público en billones de dólares para entregar a la banca no
ayudó a la recuperación inmediata, desde fines del 2007 al 2009, la inversión
productiva habría caído en un 24%. Dierckxsens (2011), la élite de la banca
privada tenía mucho poder político y ello hacía posible el salvataje. “Si se expresó
primero como una crisis crediticia e hipotecaria de la banca, rescatada con
enormes deudas asumidas por los Estados, ahora está presente la amenaza de una
bancarrota de los propios gobiernos en los países centrales” (p.21).
- Con la destrucción de la burbuja financiera se destruyó también la economía de
papel, la presión a los tenedores de títulos y la anulación de deudas. Aumentó de
manera significativa el quiebre de empresas, en EUA con la información de
Dierckxsens (2011), de 800 mil en el 2007, se pasó a 1,4 millones en el 2009, un
incremento del 75%.
- Dierckxsens (2011) “Para enfrentar la crisis actual, el endeudamiento oficial crece
sin control en los países desarrollados. En efecto, la deuda gubernamental bruta de
los países centrales alcanzó en 2010 el 106% del PIB, es decir, un 30% más que
antes de la crisis de fines del 2008” (p.50). Estados Unidos, tiene en el 2009 una
deuda, según GEAB No 40, que sobrepasa el 300% del PIB. (citado por
Dierckxsens 2011, 53). Esto se complica si se toma en cuenta que los planes de
reactivación económica que deben asumir los gobiernos necesariamente incre-
menta el déficit público. En situación de recesión el incremento del déficit fiscal y
la acumulación de deuda pública pueden conducir a la quiebra. Obama en E.U.A.
por ejemplo, al terminar el año 2012, trata de equilibrar las finanzas a través de un
incremento de los impuestos a los sectores de mayores ingresos, medida a la que
se opone radicalmente el Partido Republicano.
- Para Estados Unidos el límite del endeudamiento ha sido fijado por el Congreso
en 16,4 billones de dólares, medida con la que se pretende poner límites al gasto.
Se estima que ese límite podía superarse en febrero de 2013. Una opción que han
pensado varios economistas y entre ellos Paul Krugman es la emisión de una
multimillonaria moneda de platino. Para emitir moneda con esa denominación
![Page 177: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/177.jpg)
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haría falta en teoría 641 millones de onzas de platino. Sería la moneda del billón
de dólares. De hecho es una de las propuestas que se le ha planteado al presidente
Obama. Para el 21 de enero el gobierno de EUA ha desechado la propuesta, pues
no deja de ser una medida artificiosa para responder a la presión republicana que
pretende disminuir el gasto público y limitar la política social del gobierno demó-
crata de Obama. La situación se vuelve compleja para el gobierno por cuanto para
mediados de febrero corre el riesgo de incumplir los pagos de deuda.
Una mirada sobre la evolución en las grandes economías 2007-2012 Cuadro Nº 19
1. Del 52,13% que representa la economía China con relación a la de EUA en el 2007,
en cinco años, pasó a ser el 74,09 %. Si comparamos el crecimiento promedio anual
del PIB (media aritmética) en los últimos cuatro años EUA y Alemania, que
representan a los países de mayor desarrollo económico, tienen un virtual estanca-
miento 0,2% y 1,3%; la China en el otro extremo, la nueva gran potencia económica
que en perspectiva disputa el liderazgo mundial, tiene un crecimiento de 9,62% en
promedio, pese a la situación de crisis que afectó sus posibilidades; y, finalmente
países de menor capacidad pero que vienen en ascenso, los otros miembros de los
BRICS, Brasil y la Federación Rusa con 5,3% y 5,4% respectivamente.
2. Entre los años 2008 y 2010 son evidentes las restricciones en la economía. Las
importaciones disminuyeron en todos, pero de manera más severa en EUA, así como
es relevante la caída de las exportaciones, con excepción de los EUA y muy sentida en
el caso de China. Estas tendencias son significativas porque más allá de las variaciones
que observamos en la selección de países, el efecto será muy sentido en los países de
menor desarrollo económico, pues si se restringe el volumen de compra para sus
exportaciones, que en algunos casos estuvo acompañado por una disminución en los
precios, el efecto en sus términos de intercambio es más severo. Advertimos también
como tendencia, que en los años inmediatos a la crisis financiera, se debilitó la
participación de la producción industrial como componente del PIB en los distintos
países, recién para el 2012 se va alcanzando los niveles del 2007.
3. Si bien no sorprende que el indicador de la Formación Bruta de Capital Fijo sea más
alto en la China que en el resto de países, lo que se evidencia en su ritmo de
crecimiento, sí sorprende su magnitud, pues más que duplica a la de sus competidores.
![Page 178: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/178.jpg)
177
CUADRO Nº 19
![Page 179: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/179.jpg)
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Esto supondría un ritmo de acumulación sin precedentes que explica a su vez las
restricciones en las condiciones de vida de la mayor parte de su población. Esta
intensa orientación a fortalecer la presencia del capital frente al trabajo se refleja
también en la composición de las exportaciones de productos con alta tecnología sobre
el total de las exportaciones manufactureras, haciendo abstracción de las variaciones
en el período, podemos observar para el 2011, los siguientes valores: China 25,8%;
E.U.A. 18,1%, Japón 17,5%, Alemania 15%, Brasil 9,7% y la Federación Rusa 8%.
4. Cuando observamos el indicador de la participación en el ingreso del 20% de la
población con menores remuneraciones en China éste llega al 4,7%, en un país que
venía de ingresos per cápita ciertamente muy bajos pero en condiciones de menor
inequidad; supera al de Brasil que se acerca al 3%, país que en cambio, viene de
ingresos per cápita más alto pero de mucha inequidad. Lamentablemente esta
información del Banco Mundial no registra la de los otros países. Sin embargo, en
base a la informaciones de NNUU en el Informe sobre el Desarrollo Humano 2013
contamos con el indicador que da cuenta de la relación entre el quintil de mayores
ingresos sobre el quintil de menores ingresos (en base al último cálculo en cada
país), siendo para los países seleccionados los siguientes: EUA 8,4; China 9,6; Brasil
20,6; Alemania 4,3; y la Federación Rusa 7,3. Claro está, el de Brasil es muy alto pero
tiene tendencia a una lenta disminución comparada con años pasados, en cambio en la
China, siendo medio en el grupo, su tendencia es a incrementarse.
5. Con relación a la deuda externa de los países el Banco Mundial no nos informa los
montos de la deuda de los E.U.A Como ya indicamos ésta puede superar el 300% de
su PIB (Dierckxsens, 2011). La información que refiere Eric Toussaint da cuenta de
que la deuda pública de los E.U.A. llegaría a 9,3 billones de dólares, y entre los
principales acreedores a través de títulos estarían: China 1 billón de dólares, seguidos
por Japón 976.000 millones, Europa 2,583 billones, Latinoamérica 265.000 millones,
los paraísos fiscales 664.000 millones entre otros (Toussaint, 2009). En los países
seleccionados y en el período observado, la relación entre la deuda y el Ingreso
Nacional Bruto habría pasado del 5% al 6% en China, del 13% al 18% en Brasil y en
la Federación Rusa habría descendido del 20% al 18% .
6. Respecto a la Inversión Extranjera Directa IED, hay que tomar en cuenta que el
volumen mayor de ésta se destina a los países de mayor capacidad económica. Así
![Page 180: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/180.jpg)
179
también, en los países económicamente más fuertes (digamos los llamados desarrolla-
dos y los BRICS) esa inversión se destina en un alto porcentaje a la producción
manufacturera; mientras que en los países más débiles (entre los periféricos) la
inversión, cuando llega, lo hace para la obtención de recursos naturales: petróleo,
minerales y otras materias primas. Lo importante destacar aquí no es tanto que países
como Brasil acaparan alrededor del 60% de la IED en América Latina, sino el
impresionante volumen de la IED que se canaliza a EUA, seguida de China. La IED
que llega a EUA en el período referido 2007-2011, es un poco menor a la total de los
otros países observados. Sin embargo, es notoria la disminución de la IED luego de la
crisis del 2007, ésta cae al 41% en el 2009 y se recupera hasta el 75% en el 2011. Esa
declinación contrasta con el incremento de la IED hacia la China. Pues para los años
2010 y 2011 la IED representa el 156% y 141% de la que se efectuaba en el 2007. Las
inversiones externas han fluido de los EUA hacia la China.
PERSPECTIVAS REGIONALES
Europa: de la crisis financiera a la crisis del EURO
Las presiones económicas surgidas por la crisis financiera afectan también al EURO,
entra en escena la crisis del euro en el 2010, sistema monetario que tenía problemas
desde sus orígenes. Vale decir que las causas de la crisis del EURO vienen desde atrás
pero se ven potenciadas con la crisis financiera. Hay una sobrevaloración del EURO
(inició con una paridad al dólar, al poco tiempo su equivalencia fue 1,16 dólares y se
mantiene hoy en alrededor de 1,30 dólares) que perjudica a los países de economías
más débiles, las economías del sur, España, Italia, Grecia, Portugal, de alguna manera
la periferia, mientras se fortalece Alemania, centro del sistema de la eurozona, junto a
otras economías. La línea explicativa de varios analistas apunta a que la autonomía
del Banco Central Europeo respecto a los gobiernos de los distintos Estados no lo es
cuando de responder a los intereses del Bundesbank se trata, la sobrevaloración del
euro perjudica a las exportaciones de los países más débiles que para atender los
crecientes déficit recurren a mayor endeudamiento.
La crisis del Euro, como lo explica Samir Naïr (2013), responde a factores estruc-
turales en la integración misma de la unión monetaria, que da cuenta de un marcado
![Page 181: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/181.jpg)
180
desequilibrio en la balanza de pagos, unos países, los del norte: Alemania, Países
Bajos y Austria, mientras otros con un evidente déficit, los países del sur.
Desequilibrio de productividades que no se supera en el camino, que tiende a
profundizarse, en la medida en que la eurozona no cuenta con una estructura de
gobierno, una coordinación para definir una política fiscal, productiva y social
compartida.
Samir Naïr (2013) considera que con relación a la supervivencia del euro quedan
planteados cuatro escenarios o estrategias. El primero, que es el liderado por
Alemania, el Banco Central Europeo y la burocracia de Bruselas, consiste en la
imposición de un fuerte régimen de austeridad que provoca en escalas crecientes
reacciones sociales a consecuencia del paro, la restricción salarial, el incremento de
impuestos. Esta la estrategia de la Troika (BCE, FMI, Comisión Europea) cuestionada
desde distintas posiciones, entre las que se incluye la de los premios Nobel de matriz
keynesiana.
Un segundo escenario, dice Naïr (2013), implicaría la evolución de un euro caro a un
euro competitivo, que favorezca las exportaciones de todos los países. Ello como
sostiene el autor requiere de un gobierno económico europeo que defina las políticas
del Banco Central. Alternativa poco probable para ponerla en funcionamiento en un
momento de crisis, más aún cuando Alemania se ve favorecida del desequilibrio en la
balanza de pagos de los otros países.
El tercer escenario supone una “salida organizada” de la eurozona de los países con
problemas de déficit, que de esta manera no estarían obligados a soportar una presión
austera como la que exigen los países del norte.
Finalmente, un último escenario, defendido por Francia, conduciría a una mutación de
la moneda única para ir hacia una moneda “común” que sirva de articuladora de las
monedas nacionales (euro-marco, euro-franco, euro-peseta, etc.). Se tendría un patrón
común que funcionaría como moneda de cambio y de reserva internacional. Esta
estructura permitiría la flexibilidad para que los distintos Estados puedan recuperar su
política monetaria, hacer las devaluaciones o revaluaciones de acuerdo a sus nece-
sidades internas en el marco de un acuerdo en la eurozona.
![Page 182: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/182.jpg)
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Lo cierto es que Europa se debate en una situación extremadamente compleja, uno de
sus indicadores más reveladores es la falta de empleo. Según la información del
Eurostat, en la Unión Europea UE, para febrero de 2013, se encuentran 5,7 millones de
jóvenes menores de 25 años desempleados; y dentro de los países del euro, la cifra
alcanza los 3,6 millones. Esto es, en la UE el desempleo o paro alcanza al 23,5% de
los jóvenes y en los países de la moneda única llega a 23,9%. Las cifras más bajas
corresponden a Alemania 7,7%; Austria 8,9% y Holanda 10,4%; mientras en el otro
extremo están Grecia con el 58,4%; España con el 55,7%; Portugal con el 38,2% e
Italia que llega al 37,8%. Las tasas globales de desempleo en estos últimos países son:
Grecia 26,4%; España 26,3%; Portugal 17,5% e Italia 11,6% de la PEA. Esto significa
en el caso de España, y para el mes de febrero, que más de 5 millones de personas
estaban en paro; y, para los últimos días de mayo se habrían superado los 6 millones
de personas. Según las cifras de la OIT, en marzo de 2013 en Europa habían 26 millo-
nes de desempleados, 10 millones más que en el 2007. La gravedad de estas cifras
explica la profunda incertidumbre, desencanto y fastidio de los ciudadanos, lo que
Federico Steinberg35, lo caracteriza como un “bache de pesimismo”. Con el primer
trimestre de 2013, la zona euro completa seis consecutivos en recesión. El PIB en el
área se contrajo en 0,2%, y la deuda externa sigue su crecimiento, para el caso de
España en el primer trimestre de 2013 se incrementó en 39.000 millones de euros, que
la sitúa en 992.828 millones, es decir en el 88,2 % de su PIB36.
Para Steinberg (2013), las capacidades acumuladas por Europa, a través de su sistema
social que ha combinado riqueza y cohesión social, el Estado de Bienestar, le
permitirían remontar la crisis actual sobre la base de que se incorporen reformas
económicas e institucionales necesarias para adaptarse a las nuevas condiciones de la
realidad mundial en que se destacan el peso de las potencias denominadas emergentes
y un entorno “menos occidental y cooperativo”. Los cambios que se operan estarían
redefiniendo los circuitos de las relaciones de comercio, inversión y tecnología; el
reparto del poder a nivel global; la rivalidad por el acceso a los recursos naturales y
energéticos; el envejecimiento de la población mundial y el reparto de la riqueza
dentro de los países (p. 2). Estos cambios se aceleran en el contexto de la crisis en
35 Profesor de Departamento de Análisis Económico en la Complutense e investigador del Real Instituto Elcano. 36 El País, Deuda Inquietante, 16 de junio de 2013, Opinión.
![Page 183: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/183.jpg)
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medio de que Europa no logra reaccionar. Al iniciar la primera década del siglo XXI,
la más rezagada era Alemania que tenía que cubrir los costos de la reunificación, ahora
son los países del lado sur, en medio que los pronósticos para el futuro dan cuenta de
una Europa que disminuye sensiblemente su aporte a la economía mundial, pues
participaría con apenas un 5,8% mientras que la zona emergente del Asia lo haría con
un 57,9% y la China con la mitad de esa participación.
La razón de la incertidumbre gravita en torno al hecho de que si Europa, y en especial
la ZE (zona euro) responderá como una sumatoria de pequeñas economías indepen-
dientes, interconectadas comercial y financieramente, que la han caracterizado hasta
hoy o si será capaz de responder como una Unión Monetaria, en que participaría como
una “economía grande”. De actuar en esta segunda opción, problemas como los de
Grecia tendría que ser tratado como un problema interno de la Unión, con valores
como el de solidaridad y no pensando en la rentabilidad de los créditos otorgados. Eso
hace que de la incertidumbre se pase a la desconfianza, el euro tambalea, disminuyen
las inversiones y se incrementan las medidas de austeridad. Por tanto, para Steinberg
(2013), habría que transitar de un acuerdo monetario de cambios fijos a una Unión
Monetaria sostenida por instituciones políticas que dirija la política económica de la
región. “…la actual crisis puede ser tanto el final del euro (y tal vez de la UE) como su
principio” (p. 5). Este planteamiento del autor ha sido parte del debate en la UE desde
que empezó la circulación del euro.
El papel gravitante de los países emergentes, con una China que para el 2016 se con-
vertiría en la primera economía del mundo en términos de paridad de poder de compra,
en un nuevo orden mundial, en que se intensifican las relaciones comerciales entre
estas nuevas potencias, pondría en duda, según el autor, la pertinencia de las categorías
de centro y periferia. En base a información del Banco Mundial la “cuota de los países
en desarrollo en el comercio mundial ha pasado del 30% en 1995 al 45% en el 2010,
sobre todo debido a la rápida expansión del comercio sur-sur… Un tercio de las
inversiones directas en los países emergentes provienen de otros países emergentes”
(Steinberg, 2013, 6). Adicionalmente, estos países tendrían control sobre los dos
tercios de las reservas mundiales de divisas, duplicando lo que disponían hace sólo una
década. Socialmente en los países emergentes y en muchos de los países del sur los
sectores medios han logrado una expansión cuantitativa así como en su capacidad de
consumo, lo que fortalece las tendencias de crecimiento económico interno y mejora
![Page 184: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/184.jpg)
183
las percepciones sobre calidad de vida para las generaciones venideras. En cambio el
FMI con sus operaciones de “rescate” tiene que localizarse en Europa.
Finalmente hay que señalar que junto a la especulación y atraco de los grupos finan-
cieros que han resquebrajado la cohesión de las sociedades europeas se ha desatado
una serie de fraudes y actos de corrupción a todo nivel. En España se siguen varios
procesos en los que se encuentran comprometidos la familia de la monarquía, los
tesoreros y representantes de los principales partidos políticos, funcionarios de los
gobiernos, deportistas, clubes, agencias de promoción cultural, decenas de escándalos
que minan la credibilidad de una sociedad que se fractura por todos los costados. Con
este telón de fondo ¿cuánto puede lograr el pacto entre “austeristas y estimulistas”,
como los califica Tortosa, o entre los partidarios de las políticas de ajuste y los keyne-
sianos de nuevo cuño para atender la grave crisis de la Europea civilizada? Sí, en las
negociaciones entre el norte y el sur en Europa, se podrán concertar algunas políticas
de regulación y algunos recursos para las pequeñas y empresas, algunos puestos de
trabajo para los jóvenes, pero lo de fondo queda allí, ¿o acaso las fuerzas concurrentes
no son copartícipes de lo que se ha hecho y dejado de hacer en estos últimos años?
José María Tortosa (2012), recreando las caracterizaciones que hacen las instituciones
interestatales nos forma la imagen de que mientras hay países que conforman los
BRICS que estarían incorporándose al grupo de los países “menos adelantados”,
dentro de los “adelantados” varios de éstos, por ejemplo los de la zona sur de la
eurozona serían “países en vías de subdesarrollo”. Estos son países que de acuerdo a
las caracterizaciones que se formulan por parte de los organismos encargados de
cuidar el “buen desempeño de las finanzas de los gobiernos” como el FMI, el Banco
Central Europeo y la comisión de Bruselas, esto es la “troika”, tienen problemas de
endeudamiento, de desmedido gasto público, de déficit comercial, en que se ha
incrementado la percepción ciudadana sobre la corrupción, el crecimiento del
desempleo, etc. Sí, muy parecidos a los países de América Latina de los años ochenta.
Sí, Tortosa advierte bien que hay cambios significativos en la estructura del sistema
mundial que no son producto de la crisis financiera última, que de hecho no estaban en
el mundo que ya no es y que deben ser tomadas en cuenta cuando se trata de percibir
el mundo que está por venir.
![Page 185: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/185.jpg)
184
La China, presionada a un cambio del modelo de acumulación
Algunos indicadores necesarios37: China pasa de ocupar el puesto décimo en términos
de PIB en la economía mundial en 1990 a ocupar el segundo lugar en el 2010, des-
plazando de éste a Japón. Mientras el promedio anual de crecimiento de China en las
últimas tres décadas (1980-1990; 1990-2000; y 2000-2010) fue de 10,2; 10,6 y 10,8;
E.U.A. lo hizo en 2,9; 3,5; y 1,8; Japón en 4,0; 1,3; 0,9: La India pasó del puesto 12 al
10. China es la primera potencia en exportaciones, ha pasado de un 2,5% en 1993 a un
10,4% en el 2010; E.U.A. ha bajado de un 12,6% a un 8,4%; Japón de un 9,9% a un
5,1%; India sube de un 0,6% a un 1,4%; y, América Latina ha subido de un 4,4% a
5,8%. Es la segunda potencia en importaciones detrás de E.U.A., a más de las materias
primas y productos energéticos adquiere bienes de capital, que se relacionan con el
incremento de su base productiva. En cuanto a población, China actualmente tiene el
19,5% de la población mundial, se prevé que para el 2050 tenga un 13,9%, mientras
que la India que actualmente tiene el 17,8% tendría en el 2050 el 18,3% de la pobla-
ción mundial. Ocupa también el segundo lugar como receptor de inversión extranjera
directa IED detrás de E.U.A. y el tercer lugar como emisor de IED detrás de la Unión
Europea y E.U.A.. La capacidad financiera de China y Japón, medida a través de la
posesión de reservas en divisas, entre el 2001 y 2012, habría pasado de 212.200
millones y 387.700 millones de dólares a 3, 305 billones y 1, 277 billones de dólares.
La China con su sostenido crecimiento en las tres últimas décadas se convirtió en “el
motor” de la economía mundial, hoy tras la crisis, lo seguirá haciendo pero de una
manera más modesta. La disminución de las posibilidades de la exportación, producto
de la recesión en E.E.UU. y Europa, y con ello de la industria que produce para esos
mercados, presiona para una reconversión de su economía hacia el mercado interno,
en condiciones en que también la China fue partícipe de la reducción salarial para
estimular su crecimiento externo. Entre 1980 y el 2005, la participación de los salarios
en el ingreso se redujo en 15% del PIB (Munevar, 2011). Esta caída de la capacidad de
consumo de los hogares tiene ahora que ser revertida para sostener la economía y ese
no es un proceso que se lo recorre en el corto tiempo. Las medidas están orientadas a
la expansión del crédito que ha crecido a tasas superiores al 35% en el 2011, que
37 En base a informaciones del FMI y BM acopiadas por Pablo Bustelo.
![Page 186: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/186.jpg)
185
provoca efectos el crecimiento de los precios en la propiedad inmobiliaria en un 40%
anual. Claro está, esta dinámica no da garantías para una estabilidad económica.
El futuro cercano para la China en la mirada de Munevar (2011) no es nada
prometedor, todo lo contrario. Este autor considera que con la caída de las expor-
taciones se tiene ya una capacidad sobredimensionada de la industria; la reconversión
al mercado interno va a provocar también un escalonamiento de ese sector. De allí que
el “exceso de capacidad productiva combinada con la caída de demanda por las
exportaciones de China tendrán un impacto sumamente negativo sobre la tasa de creci-
miento económico llevándola a tasas cercanas al 3% en los próximos años38” (p.19).
Un escenario de expansión del crédito, incremento de los precios de los bienes
inmuebles y crecimiento rezagado de las remuneraciones son elementos que pueden
configurar una crisis como las ya sufridas en otras regiones, más aún si va acom-
pañado de una restricción de la inversión extranjera. Estando de acuerdo en que se va a
producir un freno significativo en la economía de la China, parece poco probable, con
los actuales indicadores que pasaremos a exponer, que la caída del crecimiento sea tan
severa como para llegar a porcentajes menores al 6% en un período de tiempo cercano.
Sin embargo, la disminución en el ritmo de crecimiento causa efectos impresionantes
por la magnitud de la economía. En el 2008, sólo por los efectos inmediatos de la
crisis financiera en E.U.A. y Europa, en la China, 20 millones de trabajadores pasaron
a la desocupación, obligando al gobierno a tomar medidas para su protección.
CUADRO Nº 20
En el
38 Munevar basa sus previsiones en “Some Predictions for the Rest o the Decade” disponible en: http://mpettis.com/2011/08/some-predictions-for-the-rest-of-the-decade/
![Page 187: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/187.jpg)
186
primer trimestre de 2013 la tasa de crecimiento del PIB de China fue del 7,7% frente al
7,8% del igual trimestre del año pasado y del 7,9% del último trimestre de ese año.
Tomemos en consideración que en el 2011 el PIB creció en China a una tasa del 9,3%
que indicamos en el cuadro de páginas anteriores. Bustelo (2013) considera que la
desaceleración de la economía china ha sido “notable” en consideración de que los
analistas preveían un crecimiento del 8% y con ello un aporte a la recuperación de la
economía mundial. Lo cierto es que las previsiones del FMI sobre la recuperación de
la economía mundial quedan en ilusiones. Si seguimos las reflexiones de Bustelo re-
sulta que la tasa de 7,7% en el primer trimestre de 2013, que puede aparecer como
muy buena en tiempos de crisis, no lo es, es la más baja de los últimos trece años y
responde a la baja de las exportaciones hacia la eurozona y a la caída de la inversión
extranjera.
En el Cuadro Nº 20 se puede observar que esa caída en el ritmo de crecimiento del PIB
se da a pesar de que las exportaciones se han recuperado al menos temporalmente,
18,5%, así como la inversión extranjera directa ha dejado de caer. La producción
industrial y los activos fijos mantienen las tendencias del año 2012 y las ventas al por
menor que, como dice Bustelo, reflejan la expansión del consumo, crecieron a menor
ritmo que los trimestres anteriores. Esto indicaría primero, que es evidente una ten-
dencia a reducir el ritmo de crecimiento de la economía; y, segundo, que el desplaza-
miento de los ejes de la economía de la inversión y las exportaciones hacia el consumo
interno aún no se evidencia. Por otros indicadores se advierte el crecimiento de la
inflación que tendría entre uno de sus componentes el aumento de los precios de los
inmuebles que como se observa tiene un crecimiento de 3,7% en lo que va del 2013
luego de haber tenido indicadores negativos durante el 2012 (Bustelo, 2013).
La desaceleración de la economía de China como se ha indicado en varios pasajes de
este trabajo es efecto de la disminución de la demanda externa por la crisis tanto de la
eurozona como de los Estados Unidos, que repercute en el conjunto de la economía
mundial. Eso hace que la dirigencia china tenga que reorientar el proceso de su creci-
miento hacia el mercado interno, lo que supone a su vez, el mejoramiento de la capaci-
dad adquisitiva de los salarios, crecimiento de otro tipo que tendrá también que supe-
rar varios límites como el provocado por el envejecimiento de su población; la capaci-
dad ociosa de sus inversiones de capital; paralelamente la inversión poco productiva
en las empresas orientadas al consumo interno; el grave deterioro ambiental. El cam-
![Page 188: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/188.jpg)
187
bio de modelo obliga a tomar precauciones y eso incide en la disminución del ritmo de
crecimiento de su PIB. No es posible mantener las tasas de crecimiento entre el 9% y
10%, que ha caracterizado a la China desde hace tres décadas, en las actuales condi-
ciones ello no es sostenible, tendrá que hacerlo entre el 7% y 8%, el gobierno proyecta
un crecimiento del 7,5%, ello obliga a bajar el ritmo de crecimiento en el consumo de
recursos naturales y aumentar la protección del ambiente. Recordar que la destrucción
ambiental es tan severa en China, que este país compra grandes territorios en el África
y ahora en América Latina para su seguridad alimentaria y alternativas energéticas.
En lo interno China deberá sostener la inversión que le permite obtener mayor compe-
titividad, que ya lo hace, pues destina para el 2012 el 2% del PIB a investigación y
desarrollo (I+D), en condiciones en que para mejorar la demanda interna debe incre-
mentar las remuneraciones, sabiendo que ello le resta el factor de competitividad que
ha sido el bajo costo de la fuerza de trabajo. Por un lado requiere ampliar el empleo
que favorece el mercado interno y al mismo tiempo desplazar industrias intensivas en
mano de obra hacia el interior para continuar aprovechando el bajo costo de la fuerza
de trabajo.
Así la China, siguiendo las percepciones de Bustelo (2013), seguirá siendo el motor
principal de la dinámica de la economía mundial pero su influencia será menos
gravitante, de acuerdo a la información del FMI referidas por este autor, entre el 2010
y 2012, China fue responsable del 28% del crecimiento de la economía global,
mientras E.U.A. lo hizo en un 14%, Japón en un 6% y la U. Europea en un 4%. Las
previsiones realizadas en abril de 2013 indican que esas cifras pueden pasar a ser 26%,
21%, -01% y 12% entre el 2013 y 2018. La reducción en el crecimiento de la
economía China y de su aporte a la economía global va a significar también una
reducción en los ritmos de las importaciones de materias primas, recursos energéticos
y metales que afectarían las exportaciones de varios países de América Latina. La
reconversión del modelo de acumulación para que sea más gravitante el consumo
interno exige una mejor redistribución de la riqueza, en un país que ha pasado a ocupar
uno de los primeros lugares en la inequidad en la región.
Los giros que deberá asumir China se los hará bajo la conducción de una nueva diri-
gencia en el Partido Comunista y Asamblea Nacional Popular que viene a reemplazar
a Hu Jintao quien ha estado a la cabeza del proceso desde 2002. En la década de Hu
![Page 189: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/189.jpg)
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Jintao se ha consolidado el crecimiento de la economía al punto de haberla convertido
en la segunda potencia mundial, con proyección de pasar al primer lugar en pocos años
más; de ser el motor que dinamiza la economía mundial en un período marcado por la
recesión internacional; de haber potenciado la presencia de lo público en las principa-
les actividades estratégicas (comunicaciones, finanzas, transporte y energía) redirec-
cionando el proceso que en períodos anteriores fueron marcadamente en función del
mercado y lo privado; de dejar el trazado de una perspectiva de desarrollo para los
próximos años privilegiando la participación interna.
Las deudas de la gestión de Jintao, que implican serios riesgos para la sociedad china
tienen relación a la gravedad de las prácticas de corrupción; el limitado avance en
lograr niveles de mayor equidad con el crecimiento económico; los severos problemas
ambientales; las controversias nacionales por las profundas inequidades regionales y
las desigualdades en la distribución de los ingresos. Problemas que se presentan en el
marco de profundos cambios estructurales como es el de tener ahora una población
urbana mayor a la rural con un 30% de ella que no accede a los servicios básicos y en
que los costos de inclusión son sumamente altos. El tema de la democracia en una
sociedad profundamente heterogénea y de partido único será el centro del debate en
los próximos años. Jintao, en la perspectiva del cambio de modelo y de hacer ajustes
necesarios en la calidad el crecimiento posicionó al fin de su mandato la meta de que
para el 2020 la población deba duplicar sus ingresos. Habría que completar esta
imagen de la China con una corta referencia a dos de sus vecinos.
La India con problemas severos. Una desaceleración mucho más sentida que la China
ya se opera en la economía de la India. De tasas de crecimiento que se encontraban en
el 8,4% en el 2010 y 8,4% en el 2011, se pasa a tasas entre el 5,5% y 5,3% en el 2012.
Caen las exportaciones, disminuyen la FBKF y la participación de la industria manu-
facturera, lento crecimiento del consumo y aumento significativo del déficit en la
cuenta corriente. Claro, el ritmo de crecimiento de la India comparado con el de otros
países emergentes es alto, pero su situación económica general es mucho más comple-
ja y difícil. En la India afecta una inflación que está cerca del 10% y la reducción de
las inversiones productivas.
Según Naciones Unidas en su informe de desarrollo humano 2013, Brasil, China e
India en el 2050 aportarán con el 40% de la producción mundial tomada en PPA. Para
![Page 190: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/190.jpg)
189
el 2020 la producción de los tres países será superior a la de EUA, Canadá, Alemania,
Francia, Italia y Reino Unido juntos.
Japón parecía recuperarse, pero no. Tiene un virtual estancamiento desde 1990 hasta
hoy, sin que hayan tenido momentos de crecimiento significativos. El comportamiento
de la economía de Japón en las últimas décadas es conocido como de la tendencia en
L, a diferencia de la tendencia W que muchos economistas aspiran para la superación
de la crisis en EUA. No es raro según pronostica Dierckxsens, que para los países
desarrollados esté por provocarse esa tendencia en L. El índice de las acciones en el
país asiático en diciembre de 1989, en el momento de su mayor crecimiento, llegó a
38.916 puntos, en 2013 el Nikkei 225 está alrededor de los10.500, es decir en casi la
cuarta parte; el PIB en el tercer cuatrimestre de 2009 estuvo por debajo del alcanzado
en 1992; las torres de departamentos se vendían en ese año, diez veces más bajo el
precio de aquella época. Dos décadas perdidas. (Dierckxsens, 2011).
Estados Unidos, la locomotora de la demanda mundial
Si la China ha sido reconocida en estas últimas décadas como la locomotora de la
oferta mundial, a los Estados Unidos, dice Piqueras, habría que reconocerle como la
locomotora de la demanda. Entre Estados Unidos y China ha funcionado, desde la
última década del siglo pasado y hasta el final de esta primera década del siglo XXI,
una suerte de pacto, Breton Woods II, como lo denomina Piqueras, que ha permitido
que la mayor parte de los recursos financieros del mundo puedan fluir hacia Estados
Unidos, país que a través del crédito y sistemas que incentivan el endeudamiento pri-
vado, así como, el financiamiento del creciente déficit de los gobiernos a través de la
venta de bonos del tesoro, han permitido mantener la demanda. Del otro lado la China,
con fuertes inversiones externas y aprovechando el bajo costo de la fuerza de trabajo,
se ha convertido en la gran factoría para la provisión mundial de mercancías. El
acuerdo consistiría en mantener a través de distintos procedimientos no oficiales y de
manera artificial, un dólar en alto valor a pesar de los desajustes del mercado, y valo-
res bajos para las monedas asiáticas que favorecen las exportaciones (Piqueras, 2013).
Piqueras (2013), quien reflexiona esta suerte de pacto chino-estadounidense, parte de
reconocer que el incremento de las tasas de interés a fines de los años setenta, que
bordeaba el 20% y que tanto afectó a la deuda externa latinoamericana, permitió una
![Page 191: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/191.jpg)
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gran afluencia de capitales hacia la primera potencia mundial. El capital que llega a
EUA se canaliza a las grandes corporaciones y a dinamizar el consumo interno a
través del crédito, política que amortigua las restricciones de la política salarial vigente
desde los años setenta, que lo podemos observar como común para los países
desarrollados entre 1980 y 2009 en el Cuadro N° 21, así como la expansión del
endeudamiento de los hogares. Esta creciente demanda explica los ritmos inusuales en
que crecen las exportaciones asiáticas. El déficit comercial de los EUA va en creci-
miento, 2.000 millones en 1971; 28.000 millones en 1981; 430.000 millones en el
2001 y 815.000 millones en el 2007.
Esta dinámica permite a EUA sostener el gran déficit fiscal: 160.000 millones en
2002; 380.000 millones en el 2003; y más de 1 billón de dólares en el 2009 (Piqueras,
2013) sin que se incomode ni el FMI ni ningún otro organismo de regulación interna-
cional; así como una deuda pública que se incrementa de manera acelerada: 390.000
millones de dólares en 1970; 930.000 millones en 1980; 3,2 billones en 1.990; 5,6
billones en el 2000 y 10,9 billones en el 2009. Según Piqueras, “la deuda total estado-
unidense (pública + privada) rondaba en 2009 los 54 billones de dólares. Equivalía
aproximadamente al PIB mundial, y más de 3 veces el PIB estadounidense. El 20% de
la misma es deuda externa” (Piqueras, 2013).
CUADRO N° 21
La dificultad que debe superar la economía estadounidense, presente desde hace algu-
nas décadas, es que los excedentes que obtiene de la producción no los puede reinver-
tir productivamente, generándose sobre-acumulación bajo la forma de dinero que no
puede convertirse en capital, alejándose de la producción y que en calidad de dinero
mercancía entra en los circuitos de la especulación financiera. Se crea con ello grandes
![Page 192: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/192.jpg)
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sumas de capital ficticio que en sus reiteradas operaciones financieras provocan crisis
como la que se produjo en el 2008.
Lo más interesante y sugestivo del trabajo de Piqueras, es la hipótesis relacionada con
las discrepancias en el seno de la clase dominante estadounidense que nos ayuda a
entender el entramado de las contradicciones en la reproducción del capital. Sostiene
Piqueras que se han conformado dos bloques importantes: el primero vinculado “al
capital financiero transnacional busca cierto mayor ‘multilateralismo’ en la regulación
del capitalismo mundial decadente (Standard & Poors, Barclays, Rotschild…)”; el
segundo, “sectores que pugnan por una nueva salida imperial norteamericana, el mega-
estado dominador del mundo (Moody’s, Goldman Sachs, Warren Buffet, Rocke-
feller... y la cúpula republicana de EUA.” (Piqueras, 2013). Un juego en que se
mueven posiciones en procura de ciertas regulaciones y las absolutamente liberales,
entre los herederos de Keynes y los de Friedman; o como lo dice José María Tortosa,
entre los estimulistas y los austerianos39.
En medio de ello se produce una emisión monetaria fuera de control, sin el debido
respaldo, ello necesariamente conlleva una pérdida de valor de una moneda que ya
tiene serios problemas, sí bien estimula las exportaciones, lo hace en un marco de
creciente incertidumbre, pues su déficit comercial tiene un carácter estructural muy
complejo. Para Piqueras el sostén del dólar solo es posible a través de la política
armamentista y de intervención, ello garantiza el control petrolero y buena parte de su
comercialización justamente en dólares. Según Egon Von Greyerz, el gran consejero y
analista de los temas financieros en los EUA, en la era de Ben Bernanke como presi-
dente de la Reserva Federal, esto es desde 2006, se ha impreso más dinero que en toda
la historia anterior de los E.U.A. Fenómeno que está relacionado con el endeuda-
miento público federal que ha pasado de 8,4 billones de dólares en el 2006 a 16,8
billones a marzo de 201340; así como el tener que cubrir a los bancos de los E.U.A., al
FMI, a los bancos europeos y de otras plazas por las inversiones de derivados, dinero
sin ningún valor, fenómeno que necesariamente incidirá en un incremento del oro
como fuente de conservación de valor.
39 Tortosa, José María, 15 de mayo de 2013, Diario Información de Alicante. 40 http://goldswitzerland.com/category/egon-von-greyerz-newsletters/
![Page 193: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/193.jpg)
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El giro que puede provocar China, entre otros por ejemplo, con su política de acerca-
miento a la Federación Rusa, ponen a los E.U.A. en serias dificultades, como es el
acuerdo de septiembre de 2012 para un intercambio comercial en sus respectivas mo-
nedas, uno de ellos es la entrega de 38.000 millones de metros cúbicos de petróleo a
partir de 2018 a cambio de gas para los próximos 50 años. Acuerdos entre países
emergentes con gran poder militar y económico, hay que entender que la Federación
Rusa se encuentra en un franco proceso de recuperación del espacio en la economía
internacional. De igual manera debe preocupar la gira mundial realizada por el nuevo
presidente de la China al inicio de su gobierno en que se comprometen ingentes
recursos financieros en la adquisición ha futuro de materias primas, inversiones
energéticas, compromisos de merados, colocación de préstamos, entre otros.
El mayor peso que están alcanzando los países emergentes puede traducirse en una
exigencia para que Estados Unidos acepte, dentro de las negociaciones del G20, la pre-
sencia de una moneda de cambio internacional conformada por una canasta de mone-
das de otros países que hoy son gravitantes en los intercambios mundiales. Los
BRICS, con el 43% de la población mundial, habrían resuelto en marzo de 2013 con-
formar un Banco propio que facilitará los intercambios en monedas propias, dejando
de lado al dólar. Otro dato que aporta Piqueras (2013) con relación a ésta pérdida de
influencia estadounidense da cuenta que desde el 2000 al 2013, la participación del
dólar en las reservas internacionales ha caído del 62% al 54%.
Desde lo social, los indicadores de pobreza en los EUA en el 2007 se revelan alarman-
tes, en condiciones en que se destina un porcentaje muy alto de su producción a la
industria de guerra. Se estima en16 millones de personas las que se encuentran bajo el
umbral de pobreza, para ese entonces se consideraba en esas condiciones a los hogares
de cuatro personas con un ingreso anual inferior a 9.903 dólares, o a los individuos
con ingresos inferiores a 5.080 dólares al año. Krugman sostiene que la información
del desempleo que se difunde oficialmente en EUA no está adecuadamente respaldada,
para el 2012 ésta ascendía a 13 millones, frente a los 6,8 millones de 2007, sin
embargo, si se interpreta adecuadamente la información, esta llegaría a 24 millones de
desempleados41, en condiciones en que se produce con un 7% por debajo de la
41 Paul Krugman recoge la información de la Agencia Estadounidense de Estadística Laboral (Krugman 2012, 17)
![Page 194: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/194.jpg)
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capacidad, que significa pérdidas acumuladas de alrededor de 3 billones de dólares en
productos que se han dejado de elaborar en el curso de esta última crisis. La depresión
ha significado la reducción de recursos para la educación, a consecuencia de ello
300.000 maestros han ido a la desocupación (Krugman, 2012).
Si el inicio de la recesión de la economía se la puede establecer en septiembre de 2008
con la “evaporación” del Lehman Brothers, para los trabajadores ésta se habría inicia-
do hace 40 años, pues desde allí viene la restricción en sus remuneraciones, pérdidas
de salarios, condiciones de seguridad social, pérdida de esperanzas.
“Entre 1971 y 2007, los salarios por hora en E.U.A. sólo aumentaron en un 4% (No 4% por año, sino 4% en todo el período). Durante esas mismas décadas, la productividad se duplicó esencialmente y aumentó 99%. En otras palabras, la productividad del trabajador promedio aumentó 25 veces más que el salario.”
“En 1976 el 1% de las familias estadounidenses poseía un 19% de la riqueza del país. En el 2000, poseía el 40%. En los mismos años, el 58% de cada dólar de aumento de los ingresos lo percibió ese 1%” (Bárbara Garzón, 2013) 42.
Se acumuló una riqueza impresionante por parte de los grupos de poder y de manera
especial en los vinculados a la Banca. En condiciones en que se expande una pobla-
ción que no puede acceder a recursos para satisfacer adecuadamente sus necesidades.
La salida fue fácil, en lugar de pagar lo que correspondía a los trabajadores, se les
prestó dinero.
“Primero prestaron para cosas de valor: coches, casas, educación univer-sitaria; luego, a través de las tarjetas de crédito, para los gastos diarios del hogar. Como llegamos a comprender después de la catástrofe de 2008, el máximo esquema Ponzi de la era involucraba la combinación y reventa de préstamos hipotecarios a gente que para empezar no podía permitirse una casa. La locura de prestar dinero a gente con salarios estancados o en disminución podrá parecer obvia ahora, pero como muchos castillos de naipes debió de parecer bastante sólida entonces” (Bárbara Garzón, 2013).
En el programa CNBC preguntaron al ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, por qué nadie había previsto la llegada de la crisis hipotecaria y dijo a los banqueros:
42 Barbara Garzón,
http://www.tomdispatch.com/post/175685/tomgram%3A.barbara_garzon%2C
![Page 195: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/195.jpg)
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“¿Saben? Esto va a terminar mal”. Greenspan respondió: “No es que no ha-yan sabido que los riesgos existían, quiero decir que hablé con ellos. No es que hayan sido tontos. Sabían precisamente lo que estaba sucediendo. La vasta mayoría pensaba que sabía cuando retirarse”. “…acabó colapsando como cualquier otro esquema Ponzi (piramidal), ….la recesión prolongada (para los trabajadores) se convirtió en la Gran Recesión del mundo” (Bárbara Garzón, 2013).
La posición de Katz sobre el declive de los Estados Unidos
Las críticas de Claudio Katz a las tesis que sostienen el debilitamiento de la hegemo-
nía EEUU se sustentan en las observaciones a los siguientes argumentos:
a) Sobre la regresión económica, en el sentido de que EEUU ya no tendría el control
mayoritario de la industria mundial tal como sucedía en la época de la postguerra.
Esta se sustenta en que EEUU tuvo ya un debilitamiento cuando recurrió a la
inconvertibilidad del dólar (1971) y que en estas últimas dos décadas se habría
profundizado su debilitamiento cuando paralelamente ha crecido la China. Las
dificultades se evidencian ante la pérdida de productividad, obsolescencia de la
industria manufacturera y desindustrialización en su economía observada por
Giovanni Arrighi citado por Katz (2011). También se evidencian estas dificultades
a través del creciente déficit comercial, el endeudamiento del Estado, la
expansión de los servicios y pérdida del empleo industrial. Refiere también el
creciente desequilibrio por el sobre-consumo estadounidense que favorece a las
empresas extranjeras (Katz, 2011).
b) El debilitamiento del dólar que implicaría una pérdida de señorazgo de la divisa
es una tendencia irreversible, sería sustituida bien por otra moneda o una canasta
de monedas, tal como lo advierte Wallerstein citado por Katz (2011). En ello se
expresa también la crisis del ordenamiento de la postguerra que ha ido
convirtiendo a EEUU de gran acreedor a principal deudor.
Hay apreciaciones en el sentido de que la crisis de EEUU es más profunda de lo que se
la puede percibir; otras lecturas inducen a que la caída ha sido de alguna manera
postergada con el advenimiento del neoliberalismo que habría permito canalizar
ingentes recursos de las periferias al centro.
![Page 196: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/196.jpg)
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Katz (2011) “solo el lugar imperial que mantiene Estados Unidos explica la inusitada absorción de capitales por parte de una economía con altísimo déficit comercial, desequilibrio fiscal, importaciones masivas y alto consumo. Ningún otro país podría sostener esta explosiva mixtura de desajustes” (p. 56).
Katz (2011) sostiene que los parámetros con los que se analiza la economía de los
EEUU no pueden ser los mismos que para el resto de países. Esta economía organiza
la reproducción del capital en todo el mundo, ello hace que no se trata de una
competencia entre países en que se mitran los indicadores económicos, pues EEUU a
más de la presencia mundial en la reproducción del capital dirige el espacio político
militar en el que se subordinan de alguna manera todos los competidores. El
ordenamiento que se heredó del siglo XIX ha sido sustantivamente modificado por las
empresas transnacionales y con mucha profundidad en las últimas décadas con
relación a la internacionalización de los capitales. De suerte que su participación sigue
siendo muy activa en la dinámica de la economía mundial, basta con mirar la
estructuración de las redes financieras. Es que la mundialización de alguna manera ha
modificado las formas y mecanismos del control en los procesos de acumulación. La
expansión de las instituciones bancarias forjó, dice Katz (2011):
“el mercado del euro-dólar que financió la internacionalización de las empresas norteamericanas y especialmente su asociación con las empresas europeas. Esa plaza se convirtió en el principal antecedente de los depósitos desregulados y las transacciones extraterritoriales, que posteriormente forja-ron la mundialización financiera.” (p. 191).
1. En este proceso, la banca estadounidense no solamente fue trasladando hacia
EEUU el control de las operaciones financieras más importantes del planeta, sino
que además fue depurando para sus conveniencias el sistema bancario, muchas
instituciones desaparecieron en el camino, primero en la década de los años
setenta y luego en la del noventa. Wall Street comanda el circuito del mercado
bursátil internacional y la Reserva Federal la circulación global del capital. Los
procedimientos y modelos de la banca mundial como afirma Katz (2011) han sido
impuestos también desde la lógica de la banca estadounidense, con ligeras
modificaciones en la banca europea. “El control sobre las calificadoras, la
supervisión de los fondos buitres, la regulación de los capitales mínimos y las
restricciones al apalancamiento que se dispone en Estados Unidos fijarán la pauta
a seguir en todo el planeta” (p. 191). Así la FED actuaría, dice Katz, como Banco
Central en la crisis del 2008 y 2009, con influencia mundial, e impuso su línea de
![Page 197: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/197.jpg)
196
reducir las tasas de interés. Japón se sometió a su estrategia y Europa no fue capaz
de marcar diferencias. Con estos elementos apunta la tesis de que no se ha debili-
tado la presencia de los Estados Unidos en las finanzas mundiales, al contrario, su
poder se habría fortalecido. Es parte de la dinámica de la globalización financiera .
2. Con relación a la divisa estadounidense. Se reconoce que el dólar no tiene la
supremacía de los años cincuenta. Pero hay que reconocer también que esa divisa
no ha colapsado durante las cuatro décadas desde que ocurrió la inconvertibilidad,
que supone que la moneda no tiene un respaldo real. Lo cierto es, como lo advier-
ten varios analistas y entre ellos Katz, los financistas del mundo decidieron
proteger sus operaciones a través del mismo dólar, con lo cual se consolidó esta
divisa en medio de la crisis. La política estadounidense juega entre cierta deva-
luación de su moneda para neutralizar el déficit comercial y mantener el flujo de
capitales internacionales. En esto se juegan las relaciones de poder con las otras
economías del mundo. Lo cierto es que en este proceso no existen otras monedas
que pretendan asumir el rol de la divisa estadounidense, el euro se ha debilitado
incluso en su región; el yen da cuenta de una economía en serios problemas y
durante buen tiempo; y el yuan, no logra aún una presencia fuerte en los mercados
internacionales. Katz (2011) caracteriza la disputa entre las distintas potencias
como un proceso en que los rivales de EUA buscan disminuir la supremacía
monetaria, pero en ningún caso “eliminar su gravitación”, todos procuran
mantener sus exportaciones a ese mercado y obviamente defender su moneda, se
aspiraría a la conformación de una “canasta o billetes compartidos”, como los
Derechos Especiales de Giro, cuya viabilidad estará dependiendo del cómo se
conduzca la crisis actual.
3. Sobre el endeudamiento de los Estados Unidos, reconoce lo gravitante de éste,
considerando con él que el déficit comercial pasó de 1,7% en el período 1982-
1997 a 5,6% para el período 2003-2010. Sería sin duda una muestra de pérdida de
presencia frente a sus competidores, sobre todo con los que se encuentran en
ascenso. El comportamiento de las otras potencias se puede ver reflejado en la
actuación de China. A ésta le conviene mantener los mercados estadounidenses
para la llegada de sus excedentes exportables, para ello se ve forzada a renegociar
la deuda que mantiene Estados Unidos. En este sentido, los competidores
apuestan por mantener y sostener al gigante y no apostar por su caída. Afirma
![Page 198: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/198.jpg)
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Katz (2011): “A la hora de observar el endeudamiento externo hay que notar no
solo la posición contable adversa de Estados Unidos, sino también la función
movilizadora que tiene ese desbalance sobre el flujo internacional de capitales y
mercancías.” (p.191).
Concluye Katz (2011) su reflexión insistiendo que no es lo mismo analizar ciertos
indicadores como referentes para examinar la situación económica de un país que
hacerlo con aquel país que por la dinámica imperial lo pone como el corazón de la
economía mundial.
Tendencias en curso entre los países de mayor desarrollo económico
- EUA seguirá siendo la única potencia militar. En el 2011 su gasto militar se
equipara a la sumatoria del resto de países en el planeta. En un contexto de debilita-
miento de los organismos internacionales ese desbalance mantendrá la desconfianza
mundial, más aún cuando se advierte que su estrategia de control de las provisiones
petroleras en Medio Oriente le lleva a reforzar su papel en el conflicto con Siria, a
reconstituido su relación con Irán y con todo ello la proximidad hacia la China. Su
perspectiva económica sigue siendo poco alentadora. El debilitamiento de su
hegemonía le obligará a acelerar entendimiento con otros agrupamientos cuyos
poderes se van ampliando.
- La economía será cada vez más multipolar y menos occidentalizada, incluso en el
caso de la desaceleración muy probable que tiene la economía china. Cada vez se
advierten nuevos caminos en la circulación mundial a pesar de la pérdida del
dinamismo de las economías emergentes (BRICS). Hay que destacar la presencia
particular de China no sólo como una potencia comercial sino en su papel de
prestamista, inversora, en que el Estado garantiza y respalda el desempeño de sus
empresas públicas y privadas, más aún China cumple un papel cada vez más
gravitante en la definición de políticas en temas de conflictividad internacional, en
las negociaciones ambientales y en los temas de seguridad.
- En el juego del poder internacional cobran fuerza las potencialidades económicas.
Según Steinberg (2013) se estaría replicando lo de fines del siglo XIX, otro mo-
![Page 199: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/199.jpg)
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mento de multipolaridad económica, haciendo que la “lógica liberal cooperativa”
parcialmente sea reemplazada por un “renacer del mercantilismo clásico”, en que se
vincula “el poder económico al poder político y a la seguridad nacional”. Se puede
observar que las políticas para enfrentar la crisis han reforzado los mecanismos de
control nacional en el comercio, las finanzas y de las divisas, se trataría de “promo-
ver el crecimiento propio afectando al vecino”.
- Las disputas por el control de los recursos naturales, mineros, fuentes de agua, ener-
gía, alimentos, no dependen del “libre juego” del mercado sino de instrumentos de
presión como los commodities, la diplomacia, y cuando es necesario de lo militar.
Basta mirar el juego por el control de las tierras y la producción de alimentos en
estos últimos años. Tras de esto, la especulación financiera continuará siendo el
canal de apropiación de los excedentes mundiales. Susan George (2012) estimaba
que el comercio diario de derivados estaba en alrededor de 2,1 billones de dólares y
consideraba que el dinero es el commodity más comercializado cuyas operaciones
de cambio representaban 4 billones de dólares por día. Estos mercados habrían
crecido un 25% luego de la crisis financiera de 2008.43 Similares apreciaciones se
tiene luego de las intervenciones de la troika en la Eurozona.
- Habría una tendencia a consolidar un modelo de capitalismo de Estado, en los paí-
ses emergentes, y muchas prácticas de ese modelo incluso en los países de mayor
desarrollo.
- En los espacios de representación del poder mundial los países emergentes han pre-
sionado en los últimos años por una mayor participación, el G20 es una muestra de
ello, pero todavía es una presencia difusa, su actuación se percibió por ejemplo tras
la crisis de la banca de EUA en el 2008. Organismos llamados a frenar los protec-
cionismos que imponen los países de mayor desarrollo económico, de ordenar el
sistema monetario internacional, de concertar acciones sobre el cambio climático,
deben responder a los nuevos escenarios internacionales, deben reflejar la nueva
estructura del poder mundial, la nueva correlación de fuerzas, es uno de los mayo-
res desafíos del futuro inmediato.
43 Susan George, hace el seguimiento de las operaciones financieras desde hace más de una década, esta información la hace en: Pongamos freno a las corporaciones: ¿Quién? ¿Cómo? y ¿Cuándo? Alai, junio de 2012.
![Page 200: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/200.jpg)
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- Uno de los factores importantes que posiciona Steinberg (2013) en la
configuración de las nuevas relaciones en el mundo tiene que ver con los problemas
del envejecimiento de las poblaciones, las desigualdades en la distribución de los
ingresos y en el papel de las nuevas clases medias.
Respecto al envejecimiento hace notar que entre el 2000, el 2025 y el 2050, la
población adulta en los países de mayor desarrollo económico pasará del 14,3% al
21,3% y al 26,8%, en los países de economías emergentes del 5,1% al 8,4% y 14%;
y en los países de menor desarrollo económico del 3,1%, al 3,8% y al 6,3%. El
incremento de la esperanza de vida y la atención a esa población adulta, en las con-
diciones del actual “desarrollo”, crea dificultades por el incremento del gasto en
salud y pensiones, que redundará en un incremento de la deuda pública de los
Estados. En el caso de la China, por su política de control de la natalidad desde
décadas pasadas tendrá un reto incluso mayor, de allí que se afirme que “posible-
mente llegará a ser un país envejecido antes que un país rico”. El otro efecto
esperado es que se consoliden sociedades conservadoras, defensivas, tradicionales,
sin apostar a los retos, a la innovación (Steinberg, 2013).
La otra tendencia que se afirma con absoluta claridad es la mayor desigualdad. En
la observación que se hace sobre el índice de Gini desde 1990 hasta el 2010 en los
países del G20, y salvo en los casos de Brasil y parcialmente de Argentina, Corea,
México en los últimos años, la distribución de la renta ha provocado mayor concen-
tración en los grupos de mayor poder y pobreza en los grupos de menores ingresos.
Las sociedades se polarizan más. Los efectos de la crisis financiera y las políticas
que se ejecutaron para controlarla agudizaron esta polarización. Los trabajadores
menos calificados tienen menos oportunidades y los gobiernos bajan los impuestos
a los grupos de mayor poder y clases medias, con lo cual debilitan la capacidad de
los Estados para atender a los sectores de mayor vulnerabilidad. Se ha puesto en
riesgo el pacto social que ofreció la estabilidad en la segunda postguerra.
Paralelamente, en varios países de menor desarrollo económico y en los emergentes
con altas tasas de crecimiento en los últimos años y con una progresiva redistribu-
ción de la renta, se ha provocado una significativa mejora en la capacidad adquisi-
tiva de los sectores medios, por sobre los 10.000 dólares p/c. Esto se puede
constatar en Asia, América Latina y en varios países del África. Solamente para el
![Page 201: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/201.jpg)
200
caso de la China, se estima que hasta el 2020 se incorporarán a este segmento
alrededor de 200 millones de personas. Tendencia que alienta el crecimiento de esta
serie de países al pasar una buena parte de la población de condiciones de subsis-
tencia a la de consumidores de bienes industrializados de línea blanca y luego de
vivienda; y que lamentablemente difiere con la de los países altamente desarro-
llados, en los que sus clases medias se hacen menos numerosas y disminuye su
capacidad de consumo.
- Se estima que en el 2010 se llegó al máximo de la oferta petrolera sin llegar a satis-
facer la demanda que sigue creciendo. La consecuencia implica que continuará el
incremento de precios de los hidrocarburos. En América del Norte, con las arenas
bituminosas en Canadá y nuevos grandes yacimientos detectados en EUA se pre-
tende amortiguar esta tendencia, lo cierto es, sin embargo, que la opción de tecnolo-
gías alternativas aún no logran sustituir, en las condiciones en que el capital requie-
re, a los hidrocarburos. A consecuencia de ello, grandes capitales se orientan a la
inversión en tierras y agua en las periferias para propiciar cultivos agro-energéticos.
- El poder de las empresas transnacionales ETN continúa fortaleciéndose. Sussan
George (2012) recogiendo los aportes de varios matemáticos en una investigación
sobre la estructura sistémica de las ETN afirma que de las 43.000 de éstas
contempladas en la base de datos de la OCDE, 737 controlan el 80% del valor total.
Del examen de las interconexiones de las inversiones, préstamos y movimientos de
capital se detecta que 147 ETN controlan el 40% del valor de todas las ETN del
mundo. Y finalmente que de las 50 ETN más grandes, altamente interconectadas, 45
son mega corporaciones financieras, 4 compañías de seguros y 1 fuera de esos
circuitos. Esto nos indica que la fuerza y capacidad del capitalismo en su proceso de
reproducción durante las últimas décadas se concentra en las empresas financieras más
fuertes de entre el conjunto de las ETN, allí está el gran poder económico y político
del mundo actual.
- Finalmente, las discusiones entre los grandes países, los del G8 más los emergentes
BRICS, en quienes se concentra el poder mundial, no establecen los acuerdos mínimo,
y al parecer e el futuro inmediato no lo harán, que regulen las emisiones de gqases
contaminantes y otros factores vinculaados al calentamqiento global,así como no se
arbitran las medidas pertinentes parqa frenar la contaminación y devastación de
![Page 202: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/202.jpg)
201
recursos fundamentales para la vida del planeta. Foros como el efectuado en Río de
Janeiro, 20+20, culmina con el único acuerdo de volver a reunirse.
- Las percepciones que se han señalado respecto al comportamiento de los Estados en
sus relaciones con otros Estados y otras regiones, dan cuenta de cambios importantes
en la estructura del sistema mundo-capitalista, varios de ellos incubados en la época de
oro del capitalismo de postguerra; otros resultantes de las transformaciones tecnoló-
gicas de las últimas décadas y sus aplicaciones en la producción; otros finalmente
resultantes de la especulación financiera que ha dominado las relaciones económicas y
han dado un sesgo particular al capitalismo de inicios del siglo XXI.
La crisis actual más allá de lo financiero y coyuntural
Son varias las interpretaciones sobre la crisis, en general provienen de las tres vertien-
tes fundamentales de las que se nutre el debate actual en la economía y el desarrollo: la
ortodoxa, que pone énfasis en que la maximización de los beneficios se logran a través
del libre juego del mercado; la estructuralista, que recupera la presencia del Estado en
el desarrollo; y finalmente la procedente de la izquierda, que hace una severa crítica a
los pobres resultados de las políticas de ajuste estructural y a su vez desconfía de las
capacidades y eficacia de las herramientas del Estado. El debate público que se organi-
za alrededor de la gestión que realizan los gobiernos en los centros y las periferias es
dominado por la lectura desde la ortodoxia y la heterodoxia.
Entre “austeristas” y “estimulistas”44
Los neoliberales, con su fuerte raíz dogmática, no ven otra explicación que no sea la
“irresponsabilidad fiscal” de los gobiernos que no reparan en realizar gastos impro-
ductivos y que malgastan los limitados recursos de los Estados. Los pueblos, pensando
en la realidad de Europa y en ciertos grupos sociales de los Estados Unidos, habrían
vivido por encima de sus reales posibilidades. Los ortodoxos olvidan que la expansión
y crecimiento del capitalismo fue precisamente por esa sostenida demanda en los
países de mayor crecimiento económico. Como si fuera un pecado, mejorar el nivel de
44 Tortosa, José María, 15 de mayo de 2013, Diario Información de Alicante.
![Page 203: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/203.jpg)
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vida. Lo que es inocultable, es que representantes de esta corriente, que son parte al
mismo tiempo de la dirigencia de la política estadounidense y de la dirigencia de los
bancos y aseguradoras, como Gary Becker y Alan Greenspan, son precisamente los
gestores del apoyo estatal a la banca comprometida con la red de fraudes a propósito
de las hipotecas sin respaldo (Katz, 2010). La fuerte influencia del discurso neoliberal
que ha acompañado el proceso de “globalización” hacía pasar como natural la
imposición de restricciones salariales y sociales para los trabajadores, ahora el ajuste
de cinturones es para toda la sociedad, salvo claro está para los causantes de la crisis, y
ello es presentado como un recurso necesario. Los culpables del desastre son quienes
se endeudaron de manera irresponsable, es decir los miles de familias que aspiraban a
resolver el requerimiento de un piso o una casa para vivienda. “Lamentablemente” los
banqueros se habrían dejado arrastrar por la codicia. Las explicaciones tienden a
sustentarse en comportamientos psicológicos, en fallos en la estructuración técnica de
las cadenas de intermediación financiera. No es parte de su preocupación el que la
crisis tenga que ser asumida por los trabajadores, los desocupados y los desamparados.
Desde los heterodoxos, con Krugman, Stiglitz, Soros, Roubini, a la cabeza, la crisis ha
sido provocado por falta de regulaciones en los Estados y la contracción de la deman-
da propiciada por las políticas de ajuste estructural, tanto en lo que fue el escenario de
América Latina en las décadas pasadas como lo que actualmente ocurre en los países
de los centros. De allí que la respuesta a la crisis financiera necesariamente deberá ser
corregida a través de la recuperación de la demanda privada, la inversión pública. En
esa línea Stiglitz, según Katz, estaría proponiendo la condonación de las hipotecas y la
penalización a los bancos. (Katz, 2011).
Katz considera que “el actual desarreglo neoliberal será enmendado con supervisiones
más estrictas. Pero otra secuencia de mayor desregulación volverá a interrumpir,
cuando el capitalismo necesite recomponer la tasa de beneficio” (Katz, 2011). Con ello
alude al carácter cíclico que tienen las regulaciones y desregulaciones relacionadas con
el sector financiero de acuerdo a la necesidad del capital de compensar la caída de la
tasa de beneficio. Con esta percepción vale la pena poner distancia del debate entre
“austeristas y estimulistas” y acercarnos a algunas de las reflexiones que provienen de
otro espacio, del pensamiento crítico a la vigencia del capitalismo. No es posible en
este trabajo incursionar al complejo debate en el marxismo sobre las crisis.
![Page 204: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/204.jpg)
203
La crisis mirada desde la crítica de la economía política
Un punto de partida. Munevar considera que durante las últimas tres décadas, el
capitalismo habría entrado en un período de profundas transformaciones de la
economía en los centros y periferias como respuesta general a la caída de la tasa de
ganancia que se habría producido entre los años sesenta y ochenta. Estas
modificaciones a partir del ochenta habrían permitido una sensible disminución de la
participación de los salarios en los ingresos a nivel mundial (Munevar, 2013). El
crecimiento en los Estados Unidos y en Europa se pudo sostener gracias al crédito a
hogares y corporaciones; mientras que, en los países del Sudeste Asiático, la misma
represión salarial fue el factor que hizo posible el crecimiento de las exportaciones a
los países del centro. La crisis del 2008, da cuenta de que se llegó al límite en esa
capacidad de endeudamiento de los hogares. El ritmo de crecimiento de los ingresos
en los hogares iba rezagado con relación al crecimiento de las deudas (como se puede
observar en el gráfico del Anexo M4), que es particularmente fuerte para los casos de
España e Italia dentro de la selección de países. Es decir, la crisis vendría como
resultado de un conjunto de políticas que se vienen gestionando para recuperar la caída
de la tasa de ganancia que se producía entre las décadas del sesenta y ochenta; de otra
parte, haciendo abstracción de las particularidades del proceso, esas políticas
implicaban una reducción de los salarios, y para amortiguar la disminución del
consumo, de la demanda, el sistema operó una creciente ampliación del crédito, lo cual
obviamente tenía que reventar en algún momento.
Para Dierckxsens (2011) la crisis que atraviesa el capitalismo en la primera década del
siglo XXI, no es una crisis que se restringe al espacio de lo crediticio, al conflicto de
las hipotecas, ni siquiera es una crisis cíclica dentro del capitalismo; es una crisis
nueva, “más extensa, profunda, multidimensional y con alcance global.” Sería “una
gran crisis estructural en el marco de una crisis de la civilización” (p. 20). Se trata del
encadenamiento de múltiples crisis, pues convergen la crisis financiera y económica,
la crisis ecológica, la energética y los recursos naturales, la alimentaria; a la que se
suman las crisis en la ideología, la ética, producto de las mismas dificultades
económicas que han servido de base para la estructuración de la civilización actual.
Nos encontraríamos ante un escenario absolutamente complejo, para la humanidad.
![Page 205: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/205.jpg)
204
En la medida en que el capital real se ha desplazado en los últimos decenios hacia las
periferias y a los países emergentes, hace que los efectos en éstos sean mucho menores
a los que reciben los países centrales. Habría que observar si con el paso de los años
esta situación pervive.
El capital ficticio. El trabajo productivo (que corresponde al sector productivo, a la
economía real) puede manifestarse de manera material, como es la producción de
bienes, valores de uso; como puede revestir una forma no material, la educación, el
transporte, distribución de energía, de agua, comunicaciones, espectáculos. En el caso
de los servicios la producción coincide con el consumo. Hay que destacar que se trata
de creación de “riqueza real no monetaria”. Si no hay la generación de riqueza real no
habría crecimiento real.
En el trabajo productivo se genera valor (y como parte de él el plusvalor que al ser
acumulado se convierte en capital) de acuerdo a la dinámica de las relaciones capita-
listas. El trabajo improductivo no lo hace, sin embargo buena parte de este trabajo im-
productivo es necesario –servicios necesarios– para que el valor o pueda reproducirse,
acumularse o pueda circular. Ejemplo: el seguro contra incendios, ayuda a la conser-
vación de la riqueza. En este caso no se genera un valor, lo que se hace es repartir la
riqueza perdida. Así funcionan los distintos seguros: contra robos, accidentes, desas-
tres naturales, etc. Como lo explica Dierckxsens (2011), el que se obtengan ganancias
en estas actividades, hace que esas inversiones se comporten como un capital, como
que fuesen actividades productivas, debido ello, el predominio de la relación social
dominante. En rigor deberíamos decir que se generan ganancias mas no plusvalía.
Otras actividades improductivas serían las que realizan los abogados, los corredores de
bienes raíces, el comercio, la banca. Son actividades improductivas por su contenido.
Tal como sucede con los casinos, las rifas, los juegos de azar, que pasan riqueza de
unas manos a otras, Así también las bolsas de valores. En esta dimensión también hay
que ubicar el gasto militar de los gobiernos. La producción armamentista puede
producir grandes ganancias, el producto es posible que no se lo use, en ese caso se
evidencia su carácter improductivo, y si se lo usa, puede generar más bien enormes
destrucciones y con ello se elimine riqueza producida. Sería lo que Dierckxsens (2011)
llama un subsector improductivo-destructivo o de capital destructivo. Frente a la actual
crisis, EUA ha decidido incrementar sus gastos para reforzar su complejo industrial
militar y hacer frente a la hegemonía en riesgo.
![Page 206: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/206.jpg)
205
El capital a interés puede ser fuente del capital ficticio. El dinero, mercancía que hace
posible el intercambio de unas mercancías por otras, tiene como una de sus funciones
el ser unidad de cuenta. Todas las mercancías se transan a través del dinero. Si no se
tiene el dinero, como ocurre normalmente ahora, se recurre al crédito. Se otorga cré-
dito para comprar mercancías e incluso para realizar inversiones, que pueden ser para
actividades productivas o no. Sin embargo, cuando entramos al oscuro mundo de las
acciones las cosas pueden cambiar.
Dierckxsens, (2011) “Las acciones de las empresas constituyen una forma de capital
ficticio por el hecho de que representan una riqueza contada dos veces: una, el valor
del patrimonio de la empresa; otra, el valor de las acciones mismas, cuyo valor se
mueve con frecuencia con independencia del valor del patrimonio de las empresas”
(p. 39). Ambos valores pueden ser utilizados como garantías para créditos bancarios.
Según el autor, gracias a los Holdings, el valor de las empresas pueden ser contados
varias veces. “Una valoración especulativa de las acciones constituye un incremento
del volumen total del capital ficticio existente en la economía… detrás de él no existe
ninguna sustancia real.” (p. 39).
Esa economía especulativa se caracteriza por su disociación con la producción. Sin
embargo, sostener que “el sistema capitalista se ha ido convirtiendo en realidad en un
capitalismo ficticio, cuyas reglas de juego son radicalmente distintas y hasta
antagónicas al clásico capitalismo productivo, esto es, el fundado en la generación y
acumulación de plusvalor”, como lo sostiene Dierckxsens, parece una exageración.
Sin duda hay una suerte de estrangulamiento del capital productivo a manos del capital
ficticio, sin embargo, este sólo puede operar en tanto existe la generación de plusvalía.
El descontrol existente, el caos, sólo se explica por el predominio del capital ficticio
sobre el productivo, en la medida en que aquel se subordine nuevamente al segundo,
esa anomalía de la crisis actual será corregida; sin embargo, la crisis estructural no se
habrá superado. La dificultad está más bien en percibir las cadenas productivas y la
división internacional del trabajo que hacen posible la acumulación mundial de capital
en las nuevas condiciones. La ilusión que ha vivido la economía en estas últimas
décadas es la ilusión de la autonomía del capital financiero en su incesante expansión.
Claro está, al final resulta que el capital ficticio termina haciendo también ganancias
ficticias (Dierckxsens, 2011).
![Page 207: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/207.jpg)
206
El hecho que desde lo individual, bajo ciertas condiciones, se puede convertir en real
las ganancias ficticias, estimula el proceso y hace posible la configuración de las bur-
bujas especulativas, que finalmente al reventar evidencian la imposibilidad de conver-
tir socialmente esas ganancias ficticias en ganancias reales.
La fábrica que hace “dinero basura”. Una reflexión complementaria a la del capital
ficticio es la del dinero ficticio realizada por un grupo de docentes españoles,
coordinados por Bruno Estrada en el libro “¿Qué hacemos con el poder de crear
dinero? Estados Unidos y la máquina de fabricar dinero”. La tesis propuesta es que
“El capital financiero, con la complicidad de Estados Unidos y de una parte sustancial
del sistema bancario, se dedicó a crear cantidades astronómicas de “dinero basura”
(Estrada, 2013).
En la dinámica del capitalismo hay que tomar en cuenta que EUA al decretar la
inconvertibilidad del dólar en oro en 1971, lo que hacía es liberar al dólar de su corres-
pondiente reserva en oro (35 dólares por onza) se liquidó el acuerdo internacional del
Bretton Woods de mantener un cambio fijo para varias monedas y de hecho se da cur-
so a un dinero ficticio. La medida de Nixon, respaldado por Milton Fredman, se expli-
caba por la necesidad de la economía de los Estados Unidos de sostener financiera-
mente la guerra en Vietnam. Esta ruptura definitiva del patrón oro convierte al dólar en
la moneda de reserva más importante a nivel internacional, situación que no ha
cambiado pese a las dificultades de ésta con la crisis actual. Según Estrada (2013) el
61,5% de las reservas mundiales se hacen en dólares, incluso luego de cinco años de la
crisis financiera iniciada en 2008. Esta libertad para imprimir moneda le ha permitido
a EUA cubrir su alto gasto militar (keynesianismo de derechas) así como, incremen-
tando o disminuyendo la emisión, equilibrar los déficit comerciales y de balanza de
pagos. A la postre, esta estrategia no ha dejado de provocar efectos nocivos a la econo-
mía estadounidense, pues tras un consumismo desenfrenado que le ha llevado a ser el
gran importador de los excedentes mundiales, evidencia una desaceleración industrial.
El haber concentrado su estrategia de acumulación a través de la financiarización de la
economía, que le ha permitido concentrar la plusvalía de la economía del planeta, es al
mismo tiempo la muestra de su debilidad.
Estrada y su equipo sostienen que la crisis actual da cuenta del exorbitante endeuda-
miento privado con una serie de activos cuyos precios han ido cayendo. El sistema
![Page 208: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/208.jpg)
207
bancario que de manera irresponsable concedió esos créditos se volvió insolvente. Los
sectores privados han entrado en una profunda recesión económica, las familias res-
tringen su gasto, las empresas frenan su producción, destruyen capital, crece el desem-
pleo, disminuyen los ingresos, se frena el gasto público e incrementa la deuda de los
estados. Efectos de una dinámica en que el capital financiero en lugar de ser un medio
que apoya al capital productivo se convierte en un fin en sí mismo. Se crea “dinero
basura” que “ha incrementado la sobreacumulación de capital, gran parte de él basado
en activos (acciones, inmuebles, etc.) que ya no valen lo que sus propietarios dicen que
vale”. Una muestra de ello se refleja en el poder de las ETN que señaladas en el
Cuadro Nº 22.
CUADRO Nº 22
Los autores sostienen que se habría configurado una alianza entre las oligarquías
financieras estadounidenses con el gobierno de Reagan para hacer que la Reserva
Federal fuera cediendo ante a la banca privada el privilegio de crear dinero mundial-
mente aceptado sin limitaciones, bajo la consideración de que las empresas financieras
estadounidenses controlen los procesos de financiación de las empresas transnaciona-
les y con ello mantengan su hegemonía económica.
Una crisis por sobreacumulación. En la línea explicativa de Dierckxsens, Piqueras
aborda el punto nodal, la contradicción interna de la acumulación capitalista, esto es
que el proceso de reproducción del capital, presionado por la competencia provoca un
incesante crecimiento relativo mayor del capital constante con relación al capital
variable, o lo que sería su expresión fenoménica el capital fijo sobre el circulante. Se
inyecta más capital para el uso de tecnologías cada vez más sofisticadas que absorben
menos fuerza de trabajo. Aumenta la composición orgánica, que es también menor
![Page 209: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/209.jpg)
208
fuerza de trabajo por unidad de capital invertido. Piqueras señala que la consecuencia
es “una sobreacumulación de capital invertido por unidad de valor que se es capaz de
generar” (Piqueras, 2013). A ello hay que añadir que la reducción de la parte variable
del capital hace que disminuya también la producción de plusvalía, pues en buena
parte de la jornada laboral hay que crear un valor orientado a la reposición del valor de
la tecnología que incesantemente se está renovando. Cada vez se hace más difícil en
los cortos tiempos reponer el valor invertido en la nueva tecnología que a su vez sigue
presionada para su renovación. La incesante renovación tecnológica producto de la
competencia conspira con la posibilidad de amortizar su inversión. Esta contradicción
es el núcleo que explica la crisis estructural que afronta el capitalismo mundial. Esa
disminución de la plusvalía generada relacionada con el volumen de los capitales
invertidos a su vez explica la tendencia a la disminución de la tasa de ganancia. Las
políticas de ajuste de las últimas décadas, como indicamos arriba, lo que hizo es
neutralizar los efectos de esa caída, en condiciones en que no ha sido posible un
cambio estructural del capitalismo que le permita, como sucedió en la postguerra, un
repunte para iniciar un nuevo ciclo expansivo. El grave problema para el capital es que
esa estrategia del neoliberalismo se agota, y consecuentemente se hace más difícil su
valorización, hacia futuro se puede jugar una suerte de mixtura entre ese
neoliberalismo y el estructuralismo tal como ocurre en América Latina con el neo-
desarrollismo, la pregunta es ¿hasta cuándo puede durar?
Las medidas que desde el capital se están imponiendo en los países centrales para
amortiguar la crisis no son para nada novedosas, es más, los resultados terminarán por
agudizar las contradicciones señaladas. Piqueras (2013) las agrupa de la siguiente
manera:
1) Las orientadas a aumentar la explotación de la fuerza de trabajo, vía extensión
de la jornada de trabajo, desde incremento de horas hasta de años para poder
jubilarse; como las intensivas, a través del uso de nuevas tecnologías. Aquí hay
que tener en cuenta la incorporación impresionante de la fuerza de trabajo de
China en condiciones muy ventajosas al capital, como la disminución de las
remuneraciones, que observamos en el cuadro M 4 de los anexos, y de los
beneficios en el Estado de Bienestar.
![Page 210: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/210.jpg)
209
2) El incremento de impuestos indirectos, que afecta a trabajadores y sectores de
menores ingresos al tiempo que disminuyen los impuestos directos, que favorece
a quienes concentran la riqueza a nombre de incentivar la inversión.
3) Reducir los servicios y gastos sociales para el conjunto de la población.
4) Apropiación privada de los bienes públicos
5) Reducción del capital destinado a la inversión productiva. (Piqueras,2013)
La “crisis de madurez” del ciclo postindustrial. Enrique Gil Calvo, sociólogo espa-
ñol, sostiene que para el paradigma económico dominante, la crisis aparece como
resultado de una contingencia imprevista, “emergida por generación espontánea de la
mano invisible del mercado, que rompió el equilibrio general del sistema. Y desde
entonces los mercados han quedado colapsados por un desequilibrio sistémico
autosostenido... entrando en un bucle sinfín” (Calvo, 2012). Se retrata la aparente
ingenuidad del pensamiento dominante, a partir de lo cual habría simplemente que
formular algunos correctivos que bien pueden ser originados en los mismos
responsables del negocio financiero especulativo que han dirigido las políticas en los
últimos años, o bien de aquellos que proponen un mayor control desde el estado.
La propuesta de Enrique Gil Calvo consiste en señalar que en la década de los años
setenta se asistió a la crisis del “ciclo productivo de industrialización fordista” y se ini-
ció el ciclo de acumulación financiera. Este “ciclo postindustrial centrado en el mer-
cado financiero” es el que se encontraría hoy en crisis, que en una analogía con los
ciclos vitales humanos, se la entendería como la “crisis de los 40”. Una “crisis de
madurez” que implica la inflexión hacia el declive. Esta reflexión nos coloca también
en una lectura de la crisis en el marco de ciclos largos en el proceso de acumulación
del capital, y en que la crisis del 2008 sería una expresión del curso que tomó el
predominio de la financiarización iniciada en los setenta, que se habría saturado ya en
el período de cambio de siglo, entrando en “crisis recurrentes” una vez que se ha
cruzado “el umbral de la madurez”. De suerte que nos encontraríamos en una fase de
declinación de la alternativa que encontró el capital luego de la crisis de la industriali-
zación de postguerra. Una crisis que golpea a toda Europa y de manera particular al
euro. La crisis responde de alguna manera, a la forma “improvisada” con la que se
![Page 211: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/211.jpg)
210
abordó el acuerdo de Maastricht que dejó pendientes los desajustes monetarios genera-
dos en los años setenta. La crisis inmobiliaria que se nos presenta como desajuste del
presente siglo tendría sus antecedentes en las décadas pasadas.
La reflexión de Enrique Gil Calvo (2012) nos plantea una mirada más compleja e
integral sobre la crisis. Más allá de la crisis del ciclo de financiarización en que ha
entrado el capitalismo desde los años setenta. Y es que esa crisis no viene sola. Allí
convergen otros aspectos claves de la estructura social. Estarían en crisis también, en
esta lectura sistémica, las formas institucionalizadas en que existe la Unión Europea;
las formas de la “gobernanza estatal”, cuya burocracia ha sido permeada por la
creciente privatización mercantil; el modelo de democracia representativa cuya base
política habría perdido legitimidad; así como, la formación de la opinión pública tras
la “agonía de la prensa escrita”. Estos elementos de la sociedad postindustrial se
encontrarían en su “crisis de madurez”.
Más complejo y difícil para una España que en los años setenta había iniciado una fase
de democracia que generó muchas expectativas, que ahora evidencia sus límites ante
los severos cambios que provoca la crisis y en que predominan las estrategias que
favorecen a los mismos sectores vinculados a la financiarización. Pues quedan en la
incertidumbre el Estado de Bienestar, las visiones autonomistas para el desarrollo, los
desajustes en la enseñanza pública y los efectos en una juventud calificada sin posibili-
dades de vivienda, empleo y remuneración. Una sociedad en que una vez más se re-
vierten los ciclos migratorios.
![Page 212: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/212.jpg)
211
CAPITULO VII
AMERICA LATINA Y LA CRISIS
El reordenamiento del sistema-mundial tiene efectos políticos, sociales, culturales y
militares, manifestaciones de ello son las importantes movilizaciones de los pueblos
árabes que se iniciaron hace tres años y se han reanudado ahora; las movilizaciones de
los jóvenes con título, pero sin empleo, sin casa y sin subsidio en Europa; el 15-M en
España, los indignados en Grecia e Israel, los “disturbios” británicos, el agotamiento
del sistema de partidos políticos, del Estado de bienestar y de formas del ejercicio de
la democracia en occidente porque sencillamente ya no responden a las aspiraciones
de los ciudadanos; la incorporación de amplios sectores sociales en varios países
emergentes a la condición de “clases medias” con capacidad de consumo que coexis-
ten junto a conglomerados de trabajadores precarios que laboran para empresas relo-
calizadas, que en conjunto hacen posible la reproducción del capital; las interven-
ciones militares para captar el control directo sobre regiones que aún son depositarias
de importantes reservas energéticas como Medio Oriente; es un escenario distinto al de
hace pocas décadas pero inestable, en que no se reconoce la presencia de una estruc-
tura que anuncie la superación de la incertidumbre.
En ese escenario también se han advertido modificaciones importantes en la región
latinoamericana, la llegada de gobiernos “progresistas” o de la “nueva izquierda”, con
ellos también un “nuevo desarrollismo” que impulsa procesos de redistribución de los
ingresos sin afectar en lo fundamental las formas de propiedad y acumulación, en que
no solamente se reafirma la tendencia primario exportadora, forma tradicional de parti-
cipación en la división internacional del trabajo, sino que se apuesta por la ampliación
de la extracción y exportación de los bienes de la naturaleza. Es que ahora es
indispensable incrementar la disponibilidad de recursos en manos de los Estados para
sustentar las políticas sociales, la mayor capacidad de consumo de los sectores medios
y por el rol que los Estados han pasado a cumplir en los procesos de reproducción del
![Page 213: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/213.jpg)
212
capital en asocio con la empresa privada. Estrategia que sin embargo contradice el dis-
curso ampliamente aceptado y posicionado en la región como es el de un “desarrollo
humano y sustentable” que respeta la naturaleza, y con mayor razón, el discurso “alter-
nativo al desarrollo” como supone ser el del “Buen Vivir”. De tal manera que, tanto
los gobiernos que reivindican una estrategia sustentada en las posibilidades del merca-
do, los “neoliberales”, como los de la “nueva izquierda”, “neodesarrollistas y hetero-
doxos” convergen en exprimir las posibilidades extractivas, los unos por los buenos
precios en los mercados internacionales que mejoran directamente sus posibilidades de
acumulación; los otros porque hay que financiar el gasto social represado durante
varias décadas, financiar obras de “interés público” y porque “no es justo seguir siendo
pobres sentados en el saco de oro”.
También se evidencian cambios en las luchas sociales y composición de los movi-
mientos sociales. El movimiento estudiantil en Chile como catalizador de las dificul-
tades de la población en la satisfacción de necesidades fundamentales como es la edu-
cación y salud; las salidas de los ciudadanos nuevamente con las cacerolas vacías en
Buenos Aires Argentina, que sufren los efectos de la inflación y el abuso de grupos
empresariales de reciente formación; la resistencia de indígenas para proteger zonas de
reserva ecológica en Bolivia; las protestas de pueblos que defienden el agua y resisten
a las intervenciones de empresas transnacionales mineras en Perú, Colombia, Ecuador;
así como las recientes movilizaciones en Río de Janeiro y otras ciudades brasileñas en
las que su población tuvo que aprovechar la expectativa de la “Copa de Confede-
raciones” para denunciar los atropellos de que han sido víctimas por una cadena de
desalojos, arbitrariedades y abusos de poder a pretexto de mejorar la estructura depor-
tiva y turística de ese país en función de la próxima copa mundial de fútbol, en que los
ciudadanos reivindican el derecho a sus espacios de vivienda y de vida, en que se les
reconozca el derecho a usufructuar de las relaciones construidas con sus vecinos que
no pueden ser destruidas en función del “progreso”, al tiempo que exigen que se ponga
un alto a las prácticas de corrupción que se han permeado en el sistema político brasi-
leño. Estas son expresiones que anuncian nuevos comportamientos de los movimien-
tos sociales, tal como sucede en otras regiones del planeta, para demandar viejas y
nuevas reivindicaciones, que indican que ya no es suficiente reducir la pobreza y la
indigencia manteniendo a los pueblos un poquito por arriba de la línea roja a través de
subvenciones estatales, que no es suficiente redistribuir los ingresos, que es necesario
![Page 214: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/214.jpg)
213
reparar en otras libertades individuales y colectivas, en la necesidad de reformas
estructurales que resuelvan el acceso a los bienes de producción y que se orienten a
cambiar la naturaleza de las formas de acumulación.
América Latina ha resistido con sus recursos naturales
En las periferias los efectos de la crisis se presentan de manera distinta. De hecho lo
que pasó América Latina en los años ochenta no pasa ahora. Habría que entender que
la actual gran crisis tiene como epicentros a Europa y Estados Unidos, con fuertes
impactos en la economía mundial. Cuando el epicentro de la crisis estuvo en América
Latina, ésta tuvo impactos internacionales bastante menores y de los que sacaron
provecho los países centrales.
Previo a echar un vistazo por la región Latinoamericana, es bueno repasar algunos
indicadores de concentración para el 2007 referidos por Eric Toussaint y Damien
Millet (2009) 45
- De acuerdo a datos de 2006, el 77% de la población está en el tercer mundo, pro-
duce el 19% del PIB mundial, con un PIB p/c de 1.520 dólares. El 16 % de la
población mundial se encuentra en los países ricos, aportan el 76% de la produc-
ción mundial y tienen un PIB p/c de 28.600 dólares. Los países de Europa central
y oriental más Turquía y Asia central, cuentan con el 7% de la población, aportan
el 5% del PIB mundial y tienen un PIB p/c de 2.700 dólares.
- La renta de las 500 personas más ricas del planeta es mayor que los ingresos tota-
les de 416 millones de personas más pobres. En el 2005, 2.600 millones de perso-
nas viven con menos de $ 2 al día y 1.400 millones de personas viven con menos
de $1,25 por día.
- Para atender los servicios sociales esenciales (educación primaria, sanidad, agua,
saneamiento) se requieren 80.000 millones de dólares por año durante 10 años.
Pero, los ricos son más ricos y numerosos. En el 2001 habían 497 multimillo-
45 Eric Toussaint y Damien Millet, Las cifras de la deuda 2009, ALAI América Latina en Movimiento, publicó el 2 de febrero de 2009.
![Page 215: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/215.jpg)
214
narios (con más de 1.000 millones) con un patrimonio de 1,5 billones de dólares.
En el 2007 habían 1.125 con un patrimonio acumulado de 4,4 billones de dólares.
Sólo con un impuesto del 2% sobre esos patrimonios, que equivaldrían a 88.000
millones de dólares, se podría cubrir las necesidades fundamentales de toda la
población que hoy no lo hace en el mundo. Si se toma en cuenta un impuesto del
0,002% a los millonarios que son alrededor de 10,1 millones también podría
cubrirse esos requerimientos.
- La FAO anunció en el 2009 la existencia de 1.020 millones de personas viviendo
con hambre en el mundo, de ellos 53 millones se encuentran en América Latina y
el Caribe, información de Dierckxsens (CEPAL, 2011). Mientras que, a
consecuencia del estilo de vida en occidente, el 20% de la población mundial
consume el 80 % de los recursos naturales.
La crisis que se inicia como financiera a mediados del 2007 repercute en la economía
real; ya para el 2008 se constata el cierre de muchas entidades bancarias de crédito, se
liquidan empresas, se provoca una mayor concentración de los activos; y, lo que es
más grave, a consecuencia de los procesos de socialización de las pérdidas y los
salvatajes ejecutados por los gobiernos en los países centrales, se estrangula lo que
quedaba del Estado de bienestar. Sus efectos se van a sentir de manera inmediata en
las relaciones de intercambio con las periferias, disminuyen en éstas las exportaciones
y consecuentemente la producción. En América Latina la CEPAL registra para el
2009 una caída del PIB en 1,9% y del 3% en el PIB p/c. Los impactos mayores se
recibieron en el segundo semestre de 2008 y en el primer semestre de 2009. En el
caso de las exportaciones la caída en el 2009 fue de 22,6%, más por la disminución de
valor (14%) que por el volumen (9%), el impacto mayor se da en la exportación
petrolera. La caída de las exportaciones del 2009 en una proporción tan severa vuelve
a ocurrir desde 1937. Las importaciones también caen en un 24,5%, que afecta al
consumo personal pero sobre todo a la capacidad productiva en la región, en ésta la
disminución es más significativa por el volumen (16%) que por los precios (9%) y su
caída por la severidad es comparable con la de 1931. Cabe destacar que las exporta-
ciones de América Latina logran recuperarse en el segundo semestre por el incremen-
![Page 216: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/216.jpg)
215
to de las importaciones desde la China, obviamente de materias primas, petróleo,
metales, en condiciones en que todo el resto del mundo restringía sus compras46.
Pasado los primeros impactos de la crisis del 2008 y mirando el desempeño de las
distintas regiones se puede observar que en general las periferias han soportado de
mejor manera la última crisis. Al margen del crecimiento de China que sigue siendo
sorprendente, el crecimiento de los países en desarrollo, entre los que se cuenta
América Latina es sustantivamente superior a la mundial, mientras por el otro lado, la
Euro Zona, Japón y en menor medida Estados Unidos, tienen tasas que reflejan las
dificultades que soportan, tal como lo muestra el Cuadro N° 23
CUADRO N° 23
La capacidad de reacción que han demostrado América Latina y ciertas regiones en el
Sur, se explica porque el capital productivo en las últimas décadas se desplaza a las
periferias mientras que en los centros se concentró el negocio del capital ficticio espe-
culativo; así como el que entre periferias y semiperiferias se hayan generado nuevos
circuitos comerciales y de complementariedad productiva. Si bien esto ha significado
que se canalicen ingentes recursos hacia los centros por transferencias de las ETN, sin
embargo, una vez provocada la crisis, las periferias han encontrado mejores condicio-
nes para resistir. La caída de la producción en los centros conlleva la caída del empleo,
las remuneraciones y las prestaciones sociales, las medidas de ajuste y las restriccio-
nes, con lo que a la depresión y recesión económicas se suma el pésimo estado de
ánimo. La disminución de la demanda provoca la disminución de las exportaciones de
los países periféricos y esto conlleva a poner más atención en los procesos internos de
46 Información de CEPAL, El Comercio Internacional en América Latina y el Caribe en 2009.
![Page 217: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/217.jpg)
216
cada uno de los países y regiones, un estímulo para las propuestas endógenas y el
mejoramiento de los mercados internos. Sin embargo, no se puede perder de vista que
las reacciones en las periferias también son tan diversas como heterogéneas.
Una década de crecimiento económico. Si echamos una mirada al comportamiento
de América Latina desde inicios del siglo XXI, podemos observar que luego del ma-
lestar de los primeros años, en que aún se sufrió por los resultados de las políticas pri-
vatizadoras y aperturistas, por los onerosos salvatajes en beneficio de la banca fraudu-
lenta que aprovechó la desregulación financiera, así como, por las consecuencias de la
crisis de la “burbuja puntocom”, que también tuvo como epicentro a los países llama-
dos desarrollados, la región encontró un escenario que le ha permitido resultados
positivos en varios ámbitos como lo podremos observar.
Se constata en el cuadro N° 24 que el crecimiento de América Latina entre el 2004 y
2007 es sostenido y alto, un promedio anual de 5,1%, empieza la caída en el 2008, los
analistas bien pueden decir que se tiene un quinquenio favorable. En el 2009 se tiene
una fuerte caída pasando a valores negativos y desde el 2010 tenemos una recupera-
ción que si bien no logra el nivel de los años precedentes (4,4% de promedio anual
incluyendo la proyección para el 2013) es buena considerando la crisis de los países
centrales. Países que estuvieron por encima del crecimiento medio como Panamá,
Colombia, Perú, Uruguay, Costa Rica, mantienen luego de la crisis esa condición;
otros como Venezuela, Argentina, Cuba, han perdido algo de dinamismo; Chile, Boli-
via, Nicaragua que estuvieron algo por debajo de la media en los primeros años, hoy la
superan; Brasil y México se mantienen un poco por debajo de la media, antes como
después de la crisis, claro está que el volumen de su producción es mucho mayor a la
de los demás países y consecuentemente sus efectos modifican de manera sensible los
promedios regionales. Ecuador, solamente en los años 2006, 2007 y 2010 tiene varia-
ciones por debajo de la media (CEPAL, 2013).
Para el 2012, los países que tuvieron una tasa de crecimiento muy por encima de la
media de América Latina (3%) fueron en su orden: Panamá 10,7%; Perú 6,2%; Chile
5,6% y Venezuela 5,6% que está en recuperación luego de severas caídas en el 2009 y
2010; Nicaragua y Bolivia 5,2%; y, Ecuador 4,8% mientras entre los países con un
crecimiento muy bajo se encuentran: Paraguay -1,2%; Brasil 0,9%; El Salvador 1,6%;
Argentina 1,9%. La conclusión a la que se puede llegar es que en general a la región le
![Page 218: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/218.jpg)
217
ha ido bien independientemente de las estrategias de desarrollo que hayan optado los
distintos gobiernos.
CUADRO N° 24
La observación de las variaciones en el crecimiento de la economía en los distintos
países nos permite constatar su desempeño productivo interno haciendo abstracción de
su población; como indicador económico tiene más sentido si miramos su variación en
términos per cápita, sea con el PIB o con el INB, dependiendo de si en la dinámica de
su economía tienen preponderancia factores como el endeudamiento externo. Hay que
observar comparativamente esos desempeños entre los países para advertir el cómo
han influido los factores internacionales en la región. Finalmente, no es posible, desde
la perspectiva del desarrollo omitir indicadores sociales relativos a las condiciones de
desigualdad, de distribución de los ingresos y la riqueza nacional, del acceso a salud y
educación, a la satisfacción de otras necesidades fundamentales.
![Page 219: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/219.jpg)
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Si observamos las tasas de crecimiento de la economía de América Latina en el largo
plazo, esto es entre 1950 y 2008 y en base a la información de CEPAL, constatamos
que en el período anterior a la denominada “década perdida” las tasas de Ingreso Na-
cional Bruto per cápita (INB/pc) son significativamente superiores a las que vienen
luego de dicha década. Las variaciones porcentuales medias anuales del INB/pc para
la región fueron: en la década del cincuenta 2,40; en la década del sesenta 2,97; en la
del setenta 3,85; en la década perdida del ochenta -0,83; en la década del noventa 1,58
y en la primera década del nuevo siglo, sin tomar en cuenta el período de la crisis
financiera (esto es hasta el 2008) 1,94. Con esta información celebran victorias los
herederos del desarrollismo, de hecho el crecimiento en las décadas de influencia de la
CEPAL resultan más exitosas que las del posterior neoliberalismo. Sin embargo hay
que tener cautela, no se puede perder de vista primero que a nivel internacional el
sistema mundial ha entrado en una prolongada crisis; segundo, el severo endeuda-
miento en la década de los años setenta, la de más alto crecimiento en la región como
lo indican las cifras referidas, se dan en el período desarrollista e influirán de manera
determinante en la profunda crisis de los años ochenta, tampoco se puede dejar de lado
que varias experiencias de crecimiento económico exitoso se las hizo con la restricción
total de libertades como fueron las aplicadas en países gobernados por dictaduras auto-
ritarias; asimismo, los neoliberales no pueden reivindicar como éxito las tasas de
crecimiento de la década del noventa, pues resultan pírricas si se toma en cuenta que
se venía de una caída profunda y además que varios países con economías débiles
como Ecuador, Paraguay y Uruguay en América del Sur seguían con tasas negativas.
También hay que tener cautela en la mirada comparativa de las dos últimas décadas,
cierto es que en la primer década del siglo XXI han mejorado los indicadores econó-
micos y sociales en conjunto con respecto a la última década del siglo pasado, pero de
los veinte países de la región, en términos de INB/pc 11 países han mejorado su tasa
de crecimiento promedio anual mientras 9 de ellos las han empeorado, ellos son: Ar-
gentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, México y Repú-
blica Dominicana. (Ver anexo AL E 5). Hay que poner atención en el modo de crecer
en la economía y en las formas de reducir la pobreza.
Se debilita la industria. En la mirada de largo plazo, hay que reparar en que de la
producción total de América Latina tres países, con mayor potencial industrial, con-
centran alrededor de las 3/4 partes del PIB en la región y con variaciones internas
![Page 220: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/220.jpg)
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significativas (Ver anexo AL E 2). Para 1950 Argentina el país de mayor potencial
económico aportaba con el 30,2%, Brasil lo hacía con el 21,2% y México con el 21%,
en conjunto tenían el 72,4% de la producción regional. Para el 2008, Argentina aporta
con el 14,6%, Brasil con el 31,4% y México con el 28,2%, en total los tres países
representan el 74,2% de la economía latinoamericana. Un segundo grupo de países con
un aporte mediano a la producción regional lo conforman: Venezuela con el 6%,
Colombia con el 5%, Chile con el 3,9%, y Perú con el 3,1%. El resto de países aporta
mucho menos del 2%, Ecuador lo hace con el 0,9%. Esta mirada es importante para no
sobredimensionar las experiencias particulares que puede tener un grupo de países
cuando se trata de percibir las tendencias en la región.
Es importante destacar que desde 1980 hasta finales de la primera década del nuevo
siglo y a diferencia de lo que fue la experiencia entre 1950 y 1980, la industria manu-
facturera pierde peso como componente en el PIB. En efecto, para los años 1950, 1973
y 1980 el aporte de la industria manufacturera al PIB en A.L. fue 19%, 25,4% y 25%.
Luego con las políticas neoliberales, disminuye el aporte de la industria manufacturera
al PIB de América Latina y el Caribe, para 1990 y 2000 los datos registran: 17,5% y
17%; y con los cambios en el nuevo siglo se sigue a la baja, tenemos para el 2010,
15,2%, si bien se incluye al Caribe en estos últimos años, su peso en el cálculo regio-
nal no afecta la tendencia.
En una mirada por países como la que observamos en el Cuadro N° 25 se constata que
la producción manufacturera en países que tienen una tradición de industrialización
como Brasil y Argentina en América del Sur se ha debilitado de manera sensible,
tendencia que es más severa en países de menor tradición manufacturera como
Venezuela, Colombia y Chile.
Con la información del Anuario Estadístico 2012 de la CEPAL, estudio más detallado
del mismo período, la industria manufacturera pasó del 17% del PIB total en el 2004 al
12,8% en el 2011, descenso persistente que llega a 4,2 puntos de diferencia que es
muy significativo. Se evidencia una tendencia de debilitamiento de la industria o de
desindustrialización en la región. Tendencia que contradice el discurso de la “moderni-
zación desarrollista”.
![Page 221: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/221.jpg)
220
CUADRO N° 25
Expansión comercial. La participación de los países llamados desarrollados en las
exportaciones mundiales disminuye en los últimos veinte y cinco años mientras se
incrementa la participación de los países emergentes y de varios de las periferias del
sur. Esto significa que las tasas de crecimiento de las exportaciones de los países
llamados desarrollados son relativamente muy bajas comparadas con las de los BRICS
y las periferias. Esta tendencia se afirma en la última década47, las exportaciones de
América Latina entre el 2004 y el 2011 se han multiplicado por 2,27 veces, mientras
que las importaciones lo han hecho en 2,4 veces, en condiciones en que el comercio
intrarregional en la ALADI y el comercio con los BRICS y otros países asiáticos se ha
incrementado de manera sostenida. El comercio con ALADI tiene especial impor-
tancia porque permite un intercambio de bienes manufacturados en mejores proporcio-
nes, mientras con los BRICS y asiáticos se afirma la participación de América Latina
como exportadora de bienes primarios. Otra característica general es, que en la última
década han mejorado los términos de intercambio, con relación al 2005 que se toma
como año de referencia, este indicador se encuentra para el 2012 en 131,5%.
Para el 2011, CEPAL registra que las exportaciones de América Latina y el Caribe al
mundo alcanzaron 1,06 billones de dólares, con un crecimiento del 23% con relación
al año anterior; mientras que sus importaciones sumaron 1,01 billones, con lo que se
mantenía un cierto superávit que caracteriza a estos últimos años. Es importante
destacar que en las relaciones que se tiene con China y otros países del Sudeste
47 El crecimiento de las exportaciones de América Latina en la última década tiene una tasa de 5,4% media anual, mientras que el PIB lo hace a 3,6%. CEPAL, 2013, Comercio internacional y desarrollo inclusivo, 41.
![Page 222: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/222.jpg)
221
Asiático, se produce un déficit significativo, que es compensado en el comercio con
los E.U.A., con quien se mantiene un superávit, mientras que con Europa se repite un
estancado equilibrio. Se estima que las exportaciones en el 2012 terminaron con un
crecimiento del 4% y las importaciones con un 3%, considerando que el segundo
semestre fue menos dinámico. Esto advierte limitaciones en la expansión del comercio
internacional para América Latina y el Caribe.
Con relación a los bienes y servicios que exportan los países miembros de la Asocia-
ción Latinoamericana de Integración ALADI48, entre el 2004 y 2011 los productos
primarios pasaron del 46,2% de las exportaciones totales al 60,9%; las exportaciones
primarias de la Comunidad Andina pasaron de 76,1% a 87,3%; y, las del MERCOSUR
de 54,1% a 67,1%. Se consolida en la región de manera clara el papel de exportadores
de bienes primarios en la división internacional del trabajo DIT, papel que se suponía
era uno de los retos a ser remontados con la modernización de América Latina desde el
predominio de las concepciones de la CEPAL a medianos del siglo pasado. Los países
de mayor dependencia de los productos primarios en sus exportaciones son: Venezuela
y Bolivia con el 95,5%; Nicaragua 95%; Ecuador con el 92%; le siguen Perú,
Paraguay y Chile con el 89,3%. El país con menor dependencia de los bienes
primarios en sus exportaciones es México, que se explica por su articulación en el
TLC de Norteamérica que lo convierte en una suerte de factoría de los capitales esta-
dounidenses; y, los países del MERCOSUR, Argentina que tiene 68,5% y Brasil
66,2%. Las exportaciones de bienes manufacturados en consecuencia son absoluta-
mente reducidas para buena parte de los países de la región, en especial para los países
andinos, Bolivia, Ecuador, Perú, mientras es algo significativa en los países de mayor
crecimiento económico relativo. Es evidente el proceso de reprimarización en la
región49. En esta alternativa primario exportadora que aún caracteriza a buena parte del
capitalismo latinoamericano se reproduce y en perspectiva se amplía la explotación
minera no artesanal, que se encuentra en manos de ETN, aporta alrededor del 6% del
48 La información de estos indicadores se obtiene del Anuario Estadístico de América Latina 2012 de la CEPAL. 49 CEPAL, Comercio Internacional y desarrollo inclusivo, 2013 b, 59. (CEPAL, Anuario Estadístico de América Latina , 2012) (CEPAL, Comercio Internacional y desarrollo inclusivo, 2012)
http://www.cepal.org/publicaciones/xml/4/49724/ComercioInternacionalyDesarrolloInclusivo.
![Page 223: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/223.jpg)
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PIB, absorbe menos del 1% de la fuerza de trabajo ocupada y provoca múltiples
conflictos laborales y ambientales.
Los principales productos de exportación de los países andinos son: petróleo, oro,
derivados de petróleo; cobre; carbón; gas natural; café, plátano; cobre refinado; mine-
rales de zinc; harinas de carne y pescado; titanio, vanadio y molibdeno; y flores. Sin
duda un conjunto de productos que explica la profunda vulnerabilidad del comercio
exterior de la subregión. En los países del MERCOSUR (incluyendo Bolivia y Chile)
esta tendencia se encuentra matizada por las exportaciones que implican un mayor va-
lor agregado a la producción primaria y por las exportaciones de algunos bienes manu-
facturados de relieve, entre los principales diez productos de mayor exportación están:
hierro, cobre refinado, soya, petróleos crudos, oleaginosas procesadas, concentrados
de cobre, derivados de petróleo, azúcares de remolacha y caña, automotores, café,
carne, aves, madera, aceite de soya.
Cabe destacar, que otra vieja meta de las estrategias de desarrollo económico en
nuestra región desde el nacimiento de la CEPAL y repetida por los discursos desarro-
llistas y modernizadores hasta hoy, es la diversificación de las exportaciones. Durante
la última década, sea porque la región se encuentre estimulada en las exportaciones
primarias, por el mejoramiento de los precios o por el incremento de su demanda, sea
porque se reproducen las concepciones “neoliberales”, o porque sencillamente el dis-
curso sobre una estrategia de desarrollo alternativa aún sea solamente discurso, lo
cierto es que en lugar de avanzar en una diversificación de nuestras exportaciones, más
bien tenemos una mayor concentración, en que los países del área andina son los que
tradicionalmente tienen mayores dificultades. En efecto, el país con menor diversifi-
cación en la región es Venezuela y le sigue Ecuador50, con el agravante de que entre el
2000 y 2010 sus indicadores dan cuenta de mayor concentración. Los países de la
región más diversificados son Argentina, Brasil, Panamá y Uruguay.
En las estrategias de acumulación económica de los distintos países los ingresos por
exportaciones una vez más es la herramienta más sensible y protegida por los
gobiernos, de ella dependen los niveles de legitimación política de los gobiernos y el 50 CEPAL para informar sobre el grado de concentración y diversificación de las exportaciones utiliza el indicador de Herfindahl-Hirschman. Para los casos de Venezuela y Ecuador estos son: año 2000, 0,42 y 0,23 y para el año 2010, 0,50 y 0,28. (Comercio internacional y desarrollo inclusivo, 2013, p.56).
![Page 224: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/224.jpg)
223
avance en objetivos sociales como son la reducción de la pobreza y el mejoramiento
en la distribución de los ingresos. Ello explica también la dedicación prioritaria de
varios gobiernos a la firma de convenios y tratados comerciales con socios
extrarregionales. Desde el 2010, hasta avanzado el 2013, más de la mitad del comercio
latinoamericano se hace en base a esos tratados y convenios con EUA, Europa y el
Sudeste Asiático (CEPAL, 2013).
El importante crecimiento económico por efecto del aumento de las exportaciones
implica a su vez el incremento del empleo y los ingresos laborales, según la CEPAL
este factor ha incidido de manera más importante en la disminución de la pobreza que
las correcciones en las políticas de redistribución, salvo los casos de Brasil y Venezue-
la en que éstas últimas fueron más gravitantes.
Inversión Extranjera Directa (IED). La presencia de la IED es tema de polémica en
el debate latinoamericano, hay quienes apuestan por su presencia como alternativa al
débil ahorro nacional y por considerar que es la opción para mejorar los niveles de
producción y productividad. Los más entusiastas en esta perspectiva son los sectores
empresariales y grupos de poder nacionales que aspiran a asociarse con esas inversio-
nes de mediano y largo plazo o tienen la expectativa de convertirse en subcontratistas
en algunas etapas de la cadena productiva que se oferta. Del otro lado, hay una profun-
da desconfianza porque la presencia de la IED se hace efectiva, en la mayoría de los
casos, a través de ETN que extraen ingentes recursos cuya mayor parte son trans-
feridos como utilidades a los países de origen, que resultan ser los de mayor desarrollo
económico en el mundo o en la región, sin que se efectúe una reinversión productiva
en los países en los que se han asentado, como de alguna manera existía en el pasado,
con las regulaciones del Pacto Andino. Los beneficios de las ETN en América Latina
y el Caribe en el transcurso de la última década se han multiplicado por cinco, al pasar
de 20.425 millones de dólares en el 2002 a 113.067 millones en el 2011. Estas uti-
lidades registradas como renta de inversión extranjera directa se remiten en un 55% a
las empresas matrices. Las rentas obtenidas por la IED entre el 2006 y 2011 es
aproximadamente de 92.000 millones de dólares, que equivale al 92% de la IED en el
mismo período, es decir que ya para el 2012 los beneficios superaban a la inversión
efectuada. La IED tampoco ha sido una alternativa para ampliar la oferta de empleo; se
localizan de manera preferente en el sector primario extractivo, cuando no en los
servicios, y con frecuencia irrespetan las regulaciones del trabajo y las normas
![Page 225: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/225.jpg)
224
ambientales definidas por los Estados; no se cumple la expectativa de transferencia de
tecnología; y finalmente, cuando aparecen ofertas con mayor flexibilidad en las regu-
laciones laborales y ambientales en otros países y regiones, migran sin reparar en los
perjuicios que dejan, en los países que las acogieron, por sus abruptas salidas.
La proporción de IED que se canaliza hacia América Latina y el Caribe ha tenido
altibajos de acuerdo a las variaciones en la división internacional del trabajo, en aten-
ción a las necesidades e intereses de las grandes ETN y de los países de mayor desa-
rrollo económico, de la flexibilidad que demuestran las periferias para captar esas
inversiones y finalmente del tamaño de sus mercados y cualificación de su fuerza labo-
ral. Para 1970 las periferias captaban el 25% de la IED mundial, para el 2007 lo hacían
1/3. Pero entre el 2007 y el 2011, luego de la crisis se tiene un crecimiento sostenido
del 29,1% al 44%. El momento más alto en la captación de IED. En Asia y el Pacífico
se ha pasado del 13,3% al 22,7%; en América Latina y el Caribe lo hace del 5,9% al
10,2%; en los centros financieros del Caribe del 2,7% al 4,2%; en África del 3,2% al
3,6%; en Oriente Medio del 4% al 3,3%. En la Comunidad de Estados Independientes
la IED ha variado del 4,6% al 6,1% (CEPAL, Anuario estadístico 2012). Estos
porcentajes de por sí indican las prioridades regionales desde la óptica del capital. El
año de mayor IED para América Latina sería el 2011 que asciende a 125.344 millones
de dólares, de los cuales 67.690 millones de dólares se lo hace en Brasil, que equivale
al 55,13% del total en la región; luego un grupo de países conformado por México,
Argentina, Chile, Colombia y Perú, captan el 32,38%; dejando la diferencia para el
resto de los 14 países, en que tienen una cuota algo importante los países centroa-
mericanos. Ecuador recibe 584,6 millones, es el tercer año por su monto desde el
2004, lo que da cuenta del limitado monto que percibe el país por este concepto. (Ver
anexos ALE Nº 13 -14). En cuanto a la transferencia neta de capitales que fue negativa
y con altos porcentajes del PIB en la década del ochenta, que en los noventa tendió a
equilibrarse y se hizo positiva, en la última década entre el 2003 y el 2012 ha tenido
variaciones, seis de los diez años ha sido negativa, constatándose que la tendencia se
hace positiva tras la crisis del 2008.
La deuda externa ya no tiene la presión de décadas pasadas. No ha dejado de crecer
desde la década del sesenta, solamente la deuda pública era 5.896 millones en 1960;
15.760 millones en 1970; 27.626 millones en 1973; 130.422 millones en 1980;
327.447 millones en 1990 y 394.867 millones en el 2000. Esa deuda con relación al
![Page 226: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/226.jpg)
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PIB en la región representaba el 5,4%; 9,9%; 11,7%; 18,4%; 31,1% y 20,7%. Entre
1973 y 1990 fue un crecimiento desproporcionado, injustificable desde los intereses de
América Latina, ilegítimo desde los procedimientos legales, que respondía a los
intereses de los sectores financieros de los países desarrollados, tal como sucede hoy
con la deuda de esos mismos países. El caso más notorio, incluso paradigmático, para
entender la lógica de esos años, es el de Ecuador, país petrolero que inició sus
exportaciones en 1973, que por tanto contaba con ingentes recursos como en ninguna
otra época de su historia. Sin embargo, el país se endeudó, el monto creció entre 1973
y 1990 en forma tan desmedida que llega a representar el 108% de su PIB.
La deuda externa total que en el 2004 representaba 34,3% del PIB de América Latina,
en el 2010 esa deuda representa el 19,5% del PIB. Los países con mayor porcentaje de
deuda sobre el PIB son: Nicaragua (46%); El Salvador (45,3); Panamá (39,3%);
Uruguay (36,7%); Argentina (34,7%) y Chile (34%). Para el resto de países, cuyas
deudas están en alrededor del 20% del PIB, el endeudamiento no ejerce mayores
presiones en su economía, más allá de que es mucho menor a la de varios países de
alto desarrollo económico y que lo hemos registrado más arriba.
En base a un estudio de aproximación realizado por Shicheng, (2012) en el artículo de
opinión “Diálogo Interamericano sobre financiamiento chino en América Latina”,
estima que los créditos de China en la región entre el 2005 y 2011 llega a 75 mil millo-
nes de dólares, 2/3 de los cuales están vinculados a la adquisición de petróleo y
localizados en Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador. El ritmo de crecimiento de los
créditos chinos iría de menos de 1.000 millones anuales hasta el 2008 a más de 18.000
millones anales en el 2009 y 37.000 millones en el 2010. Créditos que superan los
montos del Banco Mundial, BID y EXIMBANK norteamericanos juntos. En la región
hay países que mantienen sus créditos con las instituciones tradicionales, otros que
combinan entre ellas y las fuentes chinas, que serían los casos de Argentina y Brasil, y
unos terceros, Ecuador y Venezuela que solamente apuestan por los créditos de China.
Como síntesis de esta aproximación al desempeño económico de América Latina en la
última década, se puede señalar que el reordenamiento de la economía mundial que se
efectuó con la llamada “globalización” y que potenció la presencia de los “países
emergentes”, los BRICS, y bajo su liderazgo, y en especial del de China, los países
“en desarrollo” están a punto de convertirse en los mayores productores y exporta-
![Page 227: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/227.jpg)
226
dores mundiales; una suerte de alianza entre periferias y las nuevas semiperiferias,
relegando a un segundo plano a los países de alto desarrollo económico, proceso que
se profundizó con la crisis financiera del 2007-2008, de la que EUA ha tenido una leve
recuperación, la Unión Europea no supera su recesión y una economía japonesa que
no termina de poner punto final a las tres décadas de estancamiento.
América Latina, y en particular Sudamérica, ha reorientado parte de sus relaciones
comerciales, financieras y de inversión para dar mayor atención a las relaciones con
los países que integran los BRICS, a los otros países del sudeste asiático y a la
promoción de los procesos regionales de integración. Lamentablemente, en ese giro se
reafirma su condición de región exportadora de bienes primarios, de materias primas y
bienes energéticos, con limitado valor agregado. Es evidente la menor participación de
la producción manufacturera en la canasta de exportación. El capitalismo mundial se
reestructuró de una parte por la expansión de sus mercados con la disolución de la
Unión Soviética y la reinserción al mercado capitalista de la República Popular China;
y por otra, por la creciente debilidad y pérdida de hegemonía de los Estados Unidos, el
estancamiento de Europea y el peso alcanzado por los países emergentes; en ese nuevo
escenario América Latina ha obtenido ventajas económicas. Como que le ha ido bien
haciendo lo de siempre, en las nuevas condiciones del capitalismo mundial o en las
nuevas condiciones de existencia del imperio.
Disminución sin prisa de la pobreza y la desigualdad
Los movimientos sociales en América Latina, en resistencia a un cuarto de siglo de
políticas restrictivas y de exclusión, tuvieron la oportunidad de tomar la iniciativa en
su enfrentamiento al capital transnacional cuando acordaron una respuesta colectiva
para impedir que varios de nuestros Estados suscriban los Tratados de Libre Comercio
con los EUA Estos convenios afectaban a los sectores más vulnerables de nuestras
economías; imponían un régimen de subordinación a los intereses de EUA y sus ETN;
y, reafirmaban las reglas de juego de una estructuración internacional inspirada en los
esquemas del “neoliberalismo” y las políticas de las instituciones del denominado con-
senso de Washington. La resistencia a la firma de estos tratados se vincula con otras
acciones como la condena a las políticas armamentistas del Plan Colombia, la presen-
cia de bases militares como la de Manta en Ecuador, las respuestas a los feriados
bancarios con los que varios gobiernos cubrieron con fondos de los ciudadanos los
![Page 228: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/228.jpg)
227
fraudes de las instituciones financieras en varios países, la denuncia de múltiples actos
de corrupción vinculados a los procesos de privatización de las empresas públicas. Se
configura una plataforma que unifica las aspiraciones de varios sectores de la socie-
dad, potencia sus capacidades de respuesta, se configura un escenario regional que
impulsa un sentimiento de cambio. Este escenario se complementa con el agotamiento
de los programas de ajuste estructural, la reducción de las posibilidades de consumo a
que fueron sometidas sus poblaciones frena la circulación del capital y hacen más
difícil su reproducción en medio de las nuevas condiciones en que funciona la
economía mundial signada por las dificultades de los países de mayor desarrollo
económico. Entrado el nuevo siglo, América Latina, y en especial la parte de Sudamé-
rica, sería el territorio para nuevas experiencias que pretenden dar la vuelta a la página
del neoliberalismo y a la subordinación a la política estadounidense.
Se abre un período en la región en que ningún gobierno que aspire a tener condiciones
mínimas de estabilidad puede abstraerse de impulsar políticas públicas orientadas a
disminuir las condiciones de pobreza e inequidad y a desarrollar acciones que contra-
rresten los efectos de exclusión, fragmentación y desregulación que propiciaron las
políticas del neoliberalismo en las décadas pasadas.
Así, tras la inestabilidad que generó la polarización social de las políticas de ajuste
estructural, surgen gobiernos con mayor legitimidad, unos apoyados por los movi-
mientos sociales que resistieron al neoliberalismo, otros que bajo el signo de la efi-
ciencia y la libertad insisten en políticas aperturistas, pero ninguno puede dejar de
observar las nuevas condicionalidades del contexto histórico, más aún cuando cambió
la correlación de fuerzas en los Estados Unidos con el triunfo de los Demócratas sobre
los Republicanos, que si bien no ha significado cambios trascendentes en la política
exterior se ha creado una variante en la imagen del imperio, Obama no es Bush.
Con esas premisas era posible esperar para esta última década un mejor desempeño de
América Latina en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Pondremos énfasis en
los países de Sudamérica por la posibilidad de hacer comparaciones en el proceso de
integración en UNASUR.
Entre 1980 y 1990, la pobreza e indigencia en América Latina tuvo el mayor
crecimiento que se registra en el último medio siglo. La pobreza se expandió de 136
![Page 229: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/229.jpg)
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millones de personas a 204 millones, la indigencia aumentó de 62 millones a 95 mi-
llones, esto significó que del 40,5% de personas que se encontraban en pobreza se
pasó al 48,4% y del 18,6% en condición de indigencia se pasó al 22,6%. Entre 1990 y
2002 disminuyó el ritmo de crecimiento, el porcentaje de pobres pasó al 43,9% y de
indigencia al 19,3%, sin embargo en valores absolutos aún se incrementan los pobres
a 225 millones y los indigentes a 99 millones. Este es el resultado más visible de los
efectos sociales de las políticas de ajuste estructural. En el 2002 cambia la tendencia y
empieza el ciclo de reducción efectiva de la pobreza e indigencia, los primeros años,
hasta el 2006 a ritmos significativos, luego a partir del 2007 a tasas cada vez menores.
Para el 2005 las personas en condición de pobreza e indigencia eran 209 millones y
81 millones; en el 2009 habían 184 millones de pobres y 73 millones de indigentes,
que representaban el 32,8% y 13% respectivamente. Para el 2012 las estimaciones de
la CEPAL dan cuenta de 167 millones de personas en pobreza y 66 millones en
indigencia, que corresponden al 28,8% y 11,4% de la población total. Hay un punto
de inflexión en el 2002 que marca un cambio en la tendencia para las condiciones
sociales en América Latina.51
En Sudamérica entre el 2001 y 2002 los países con mayor porcentaje de pobres
eran: Bolivia 62,4%; Paraguay 61%; Perú 54,7%; le siguen Colombia 49,7%; Ecuador
49%; y Venezuela 48,6%. Luego están Brasil con 37,5% y Argentina con 34,9%. Los
países con menos pobres eran Chile con 20,2% y Uruguay con 15,4%. Para el 2011
se ha operado una disminución importante de la pobreza, los países que han tenido un
mayor ritmo de reducción son; Argentina, Perú y Bolivia (con más de 20 puntos); le
siguen Venezuela, Brasil, Ecuador y Colombia (entre 15,5 y 19) puntos; Finalmente
se encuentran Paraguay, Chile y Uruguay (con menos de 10 puntos). De suerte que
para el fin del período que examinamos los países con mayor porcentaje de pobres
serían: Paraguay con el 49,6% muy por encima del resto de países, le seguiría Bolivia
alrededor del 40%; bordeando el 30% estarían Colombia, Ecuador, Venezuela; le
siguen Perú con 27,8%; Brasil con 20,9% y bastante menos Chile, Uruguay y Argen-
tina52. La misma tendencia se observa en cuanto a la población en condiciones de
51 CEPAL, Panorama social de América Latina y el Caribe, varios años. 52(CEPAL, Panorama social de América Latina y El Caribe, 2012) CEPAL: Panorama Social de América Latina y el Caribe 2012, p.14. (Anexo AL S 1)
![Page 230: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/230.jpg)
229
indigencia, muy alta en Paraguay y Bolivia (alrededor del 20%), menor para Vene-
zuela, Colombia y Ecuador (alrededor del 10%).
Naciones Unidas, para brindar una imagen del progreso del índice de desarrollo
humano (IDH) a nivel mundial, establece 6 regiones en que agrupa a la mayor parte
de países, pero deja a algunos como los de E.U.A. y Canadá al margen. Estas regiones
son: Estados Árabes; Asia Oriental y el Pacífico; Europa y Asia Central; América
Latina y el Caribe; Asia Meridional; y, África Subsahariana. De estas regiones, detrás
de Europa y Asia Central, América Latina y el Caribe es la región con mayor IDH, ya
para el año ochenta como para el noventa. En la década del ochenta, las regiones de
menor crecimiento en el IDH son África Subsahariana, seguida por Europa y Asia
Central y Luego América Latina y el Caribe. En la década del noventa las de menor
crecimiento del IDH fueron Europa y Asia Central, África Subsahariana y América
Latina y el Caribe. Pero, curiosamente, entre el 2000 y el 2012, la región en que
menos creció el IDH es América Latina y el Caribe. Sigue ocupando el segundo lugar
en tanto índice, incluso más cercano al de Europa y Asia, pero el ritmo en que ha
crecido en la última década es el más bajo. (Naciones Unidas, Informe de Desarrollo
Humano, 2013).
CUADRO N° 26
Entre los países de América del Sur, tal como observamos en el Cuadro Nº 26
Venezuela y Ecuador son los países que alcanzaron un mejor promedio de creci-
miento anual del IDH, entre el 2000 y 2010 sus tasas fueron de 1,17% y 0,89%; y si
![Page 231: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/231.jpg)
230
miramos entre el 2000 y el 2012, las tasas promedio anuales de crecimiento fueron de
1,03% y 0,79%. Esto significa que para los dos países la variación en el índice entre el
2010 y 2012 es más modesto que el registrado en los años anteriores, es una tendencia
para todos los países de la región y tiene relación con la subida de los precios de los
alimentos. Los países que tendrían una menor tasa de crecimiento en el IDH serían
Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay. Los tres primeros no tienen problema porque
sus índices son aceptables, no así el caso de Paraguay. Cabe indicar que a diferencia
de los informes anteriores, Naciones Unidas desde el Informe de Desarrollo Humano
correspondiente al año 2013 ha incorporado una categoría para la clasificación de
índice, por ello Chile y Argentina aparecen ahora como países de desarrollo muy alto,
Bolivia y Paraguay son considerados de desarrollo medio; el resto se ubican en la
categoría de desarrollo alto.
La reducción de la pobreza puede ser efecto en lo fundamental de dos factores. El
uno es debido al crecimiento de la economía que implica la incorporación de nueva
fuerza de trabajo a los procesos productivos y con ello el incremento del ingreso a los
hogares. El segundo es resultado de variaciones en la distribución de los ingresos, sea
por incrementos en las remuneraciones a los trabajadores o por transferencias mone-
tarias del Estado a los sectores de mayores necesidades insatisfechas, a la población
en condiciones de pobreza o extrema pobreza, en estas dos opciones que pueden com-
plementarse se actúa en función de una redistribución. Si este segundo proceso afecta-
ra la concentración de la propiedad, por ejemplo con una reforma agraria, la redistri-
bución tendría efectos estructurales provocando importantes modificaciones en el cor-
to y largo plazo en función de una mayor equidad e igualdad en la sociedad. Se debe
considerar que el 52% de la población rural se encuentra en situación de pobreza y el
30% en condiciones de indigencia, habida cuenta que no se trata de población en
desocupación sino de empleos de baja productividad y precariedad (Anexo AL S 4).
El Panorama Social de América Latina, presenta algunos resultados de su estudio
respecto a la incidencia del crecimiento de la economía y de la distribución de los
ingresos en la disminución de la pobreza en América Latina, CEPAL (2011), ver
anexos AL S 2 y AL E 10.Refiriéndonos a los casos de Sudamérica se puede observar
que entre el 2002-2008 y 2002-2010, sin incluir a Bolivia, efectivamente los países
que más redujeron la pobreza fueron Argentina, Perú y Venezuela (36,8; 23,4 y 20,8
puntos porcentuales), le siguen Brasil, Ecuador y Colombia (11,7; 11,9 y 9,9 puntos
![Page 232: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/232.jpg)
231
porcentuales). Pero lo que se trata de destacar aquí, es que de estos países, en los
casos de Venezuela y Brasil, la disminución de la pobreza se debe en un 55% y 54% a
factores de distribución; en cambio, en los casos de Colombia, Argentina, Ecuador y
Perú, el factor que más incide en la disminución de la pobreza es el crecimiento de la
economía 83%; 80%; 78% respectivamente. Adicionalmente se observa que mientras
Brasil, Venezuela, y en menor medida Colombia, en el transcurso de la década, le
ponen más fuerza al factor distributivo (suben 10 puntos), países como Ecuador hace
que el factor de mayor incidencia sea el crecimiento de la economía (sube 3 puntos).
Esto significa que la reducción de la pobreza tenga mejores garantías de estabilidad en
el primer caso que en el segundo, habida cuenta de que como analizamos en la
sección anterior, el crecimiento de la economía depende en su mayor parte de la
producción y exportación de bienes primarios que no deja de ser un componente con
mayor vulnerabilidad en el orden internacional. Respecto a procesos de redistribución
más estructural de la riqueza, es poco lo que se ha avanzado durante esta década en
América Latina.
La mayor dificultad y reto para América Latina sigue siendo la profunda desigual-
dad interna, no sólo que sigue siendo la región más desigual, sino que no se avanza lo
suficiente en reducirla. Con los datos más recientes publicados en Panorama Social de
América Latina 2012 (ver anexo AL S 3) , y con información sobre 18 países, el 10%
más rico de la población recibe el 32% de los ingresos; mientras el 40% de la pobla-
ción accede al 15%. Los países con mayor concentración siguen siendo Brasil, Chile,
Colombia, Guatemala, Honduras, Paraguay y República Dominicana, en los que el
ingreso del 10% más rico está alrededor del 40%, mientras que el 40% de los más
pobres reciben entre el 11% y 15%. Con similar acceso de los más pobres pero con
menor concentración en el decil de los más ricos estarían Bolivia, Costa Rica y Pana-
má. Otro grupo de países en que estrían Argentina, Ecuador, El Salvador, México,
Nicaragua y Perú, el acceso del 40% de los más pobres recibirían entre el 16% y 17%;
mientras el 10 % más rico recibe alrededor del 30%. Los países con menor
concentración serían Uruguay y Venezuela en los que el 10% más rico accede entre el
20% y 23% en una proporción algo similar a del 40% de los más pobres. Otro
indicador que contribuye a una apreciación sobre la concentración del ingreso y la
desigual distribución de los ingresos es la relación entre el 20% más rico sobre el 20%
![Page 233: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/233.jpg)
232
más pobre que lo podemos mirar en el Cuadro N° 26 en base a información de
Naciones Unidas con resultados similares a los indicados.
Esta lectura de la inequitativa distribución de los ingresos en América Latina se
complementa con la evolución del índice de Gini por países que podemos observar en
el Anexo AL S 5, (Anuarios estadísticos 2012, 70). Para el 2010 los países con menor
desigualdad serían en su orden: Venezuela, Uruguay, Perú, El Salvador, México,
Costa Rica y Ecuador; los países que han disminuido en mayor proporción el índice
durante la última década son: Venezuela, El Salvador, Perú, Brasil, México. Según la
información de Naciones Unidas que adjuntamos en el Cuadro N° 26 con el índice de
Gini a 2013 las posiciones en Sudamérica serían en el siguiente orden desde el menos
inequitativo, Argentina (que habrá que confirmar la pertinencia de los datos por el
salto brusco que se menciona), Venezuela, Uruguay, Perú, Ecuador, Chile, Paraguay,
Brasil, Colombia y Bolivia. Durante la década de los años noventa casi la totalidad de
los países de América Latina experimentó un crecimiento del índice de Gini, es decir
aumentó la desigualdad, mientras que desde el 2002 hasta el 2008, esa tendencia se
revirtió, en casi todos los países disminuyó el índice de Gini, esto es, mejoró la distri-
bución de los ingresos, sin embargo, entre el 2008 y 2010 en Ecuador, Panamá y Re-
pública Dominicana el índice volvió a incrementarse, pudo haber afectado el incre-
mento de los precios internacionales de los alimentos, pero anuncia debilidades en las
políticas redistributivas en el orden nacional (ver anexo AL S 6). América Latina
continúa a la cabeza de la polarización social, tiene un coeficiente de Gini promedio
de 51,6 para el 2010 muy superior a la media mundial que se encuentra en 39,5.
El gasto social que invierten los gobiernos de América Latina y el Caribe en
educación, salud, vivienda y seguridad, se viene incrementando a un ritmo modesto
en las últimas décadas. El promedio ponderado del gasto social como porcentaje del
PIB pasó de 11,3% en 1990-91 a 14,6% en 2000-01; subió a 16,1% en el 2006-07; y
finalmente a 17,9% para el 2008-09. Los países que más inversión realizan (para el
año 2008-09) en lo social son: Cuba 40,7%, Argentina, Brasil y Uruguay sobre el
25%; luego está un grupo de países entre los que tenemos a Costa Rica, Bolivia,
Venezuela, Chile, que para ese año destinaban entre el 15 y 20%. Entre 10 y 15% lo
hacían Colombia, El Salvador, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua. El resto no
superaba el mínimo de 10% para el gasto social. No deja de ser preocupante los datos
de CEPAL (2012) “Entre 2009 y 2010, sólo el Ecuador, Guatemala, el Perú, la
![Page 234: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/234.jpg)
233
República Dominicana y Trinidad y Tobago registraban gastos sociales con valores
inferiores al 10% de sus respectivos PIB” (p.40). Sin duda en el caso de Ecuador el
incremento para el gasto social ha sido importante en estos últimos años, pero las
tasas de variación aún son poco significativas si se las compara con el esfuerzo que
han realizado otros países latinoamericanos y con mayor razón si se tiene en
consideración la grave irresponsabilidad de gobiernos anteriores que mantuvieron
represadas las inversiones sociales. (Ver cuadros Anexos AL S 7 y 8).
Entre 1990 y 2009, el gasto social en América Latina ha tenido un crecimiento de 6,6
puntos porcentuales, los períodos de mayor incremento han sido los comprendidos
entre los años 1991-1995 y entre 2007-2009. Mientras en educación se incrementa 1,8
puntos porcentuales; 1,0 en salud; 0,4 en vivienda; en seguridad se incrementa 3,5%.
Para el año 2008-2009 el gasto público social en América Latina fue del 17,9% del
PIB (promedio ponderado), esto significó un gasto per cápita de 981 dólares como
promedio (dólares del 2005); ese gasto social representó para ese año 2009 el 62,2%
del gasto público total (porcentaje que ha venido en aumento desde los años 90). Del
gasto social realizado en ese año, en educación se ha invertido el 4,9% del PIB; en
salud, el 3,7%; en seguridad y asistencia social 7,9% y en vivienda el 1,6%. Estos
serían los promedios ponderados en cada uno de los rubros del gasto social.
El gasto per cápita en valor permite tener una mejor apreciación, si dejamos de lado
gastos muy altos como el de Cuba (1.946 dólares p/c) y el de los países Centroameri-
canos y del Caribe, y nos concentramos en Sudamérica, los países de menor gasto
social p/c son: Paraguay (133 dólares), Bolivia (211 dólares) y Ecuador (261 dólares);
mientras Argentina (1.493 dólares), Uruguay(1.434 dólares), Brasil (1.371 dólares),
Chile (1.213 dólares) están por encima de los mil dólares p/c. En posiciones interme-
dias se encuentran Colombia (520 dólares), Perú (332 dólares). No se registra el gasto
de Venezuela (pero debe bordear los 800 dólares). (CEPAL, Panorama Social de
América Latina y El Caribe, 2011).
Otro indicador social importante para América Latina, vinculado a su estabilidad
económica se relaciona con la disminución del desempleo, particularmente del desem-
pleo abierto. Haciendo abstracción de diferencias metodológicas para cada uno de los
países debido a la discrecionalidad por ejemplo en determinar la edad para el trabajo,
![Page 235: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/235.jpg)
234
se advierte que entre el 2008 y 2012, siguiendo el Balance Económico actualizado
2012 de la CEPAL53, se reduce de manera significativa el desempleo en los países
sudamericanos al tiempo que no necesariamente aumenta la tasa de ocupación.
Ecuador es el país en Sudamérica con más baja tasa de desempleo 4,2%, pero al
mismo tiempo es el país con más baja tasa de ocupación 53,2%. Esto significa que se
amplía la población en condiciones de subempleo, sería el país con mayor subempleo,
forma en que estadísticamente se traslapan parte del desempleo, el trabajo precario y
actividades de muy baja productividad. En consecuencia, es necesario tener en cuenta
paralelamente la información sobre la distribución de la población económicamente
activa, la misma CEPAL, en el Informe del Panorama Social de 2011, nos
proporciona los porcentajes de la PEA que laboran “por cuenta propia y familiares no
remunerados” que tiene valores para el entorno del 2010 de 58,5% en Bolivia; 51,5%
en Perú; 48,8% en Colombia; 41,8% en Ecuador; 40% en Venezuela. Estos
indicadores contribuyen al momento de buscar explicaciones estructurales a las
profundas desigualdades sociales.
El mejoramiento en los indicadores sociales de reducción de pobreza y desigualdad en
el contexto de esta última década, no ha sido patrimonio de los países que siguen las
políticas heterodoxas, mucho menos, de quienes siguen las ortodoxas.
A manera de resumen sobre la situación social de América Latina se expone en el
Cuadro N° 27 varios aspectos de la información de Naciones Unidas sobre el
Desarrollo Humano, a más del índice, la variación de posiciones que tienen los países
de acuerdo a esos índices, el INB/pc, la corrección que corresponde por la desigual-
dad, los recursos que se destinan para educación y salud expresados en porcentajes del
PIB y formas de expresar la desigualdad a través de la relación entre el 20% de
mayores ingresos sobre el 20% de menores ingresos y por medio del índice de Gini.
53 Balance Económico Actualizado de América Latina y el Caribe 2012, abril de 2013, p.23 anexo.
![Page 236: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/236.jpg)
235
CUADRO N° 27
Las perspectivas de Suramérica
La economía mundial avanzado el 2013 no presenta síntomas claros de recuperación,
se estima que su crecimiento anual estará en alrededor del 3,3%. En los países de la
Eurozona se realizan intensas negociaciones para que se afronte de manera compartida
los costos de la recesión, que Alemania, beneficiaria de las políticas financieras
desregularizadas, asuma parte de los costos de la crisis que hasta hoy se los han
![Page 237: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/237.jpg)
236
endosado a los países de Sur, España, Italia, Grecia, Portugal, a nombre del sobreen-
deudamiento. España que ha sobrepasado, en julio de 2013, los 27 millones de desem-
pleados tiene, junto a sus vecinos, pocas esperanzas ante los anuncios de reactivación
que se pueda lograr con el financiamiento para programas para las PYMES y el
empleo juvenil. En todo caso los pronósticos son negativos -0,5% para la variación del
PIB en la Eurozona. EUA tampoco tiene una recuperación sostenida, con caída de la
demanda, sin reactivación del sector industrial, mayor control sobre el sector
financiero, se estima su crecimiento en el 2,3%. Japón continuará con su estancamien-
to de largo plazo y China, que a medida que pasan los meses se anuncian pequeñas
bajas en los pronósticos de evolución del PIB, estaría posiblemente por debajo del
7,5% del PIB que anunciaron sus gobernantes, no deja de representar un freno
importante para la economía mundial.
En esas condiciones América del Sur debe enfrentar un escenario para nada alentador,
su tasa de crecimiento se proyecta en el 3,4%. La pregunta que corresponde es: ¿Desde
qué perspectiva se proyecta América del Sur? Al menos habría que mencionar dos
aspectos: la integración y las estrategias de desarrollo.
1. La integración regional.
En los últimos años, con el impulso de los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador,
los países de Sudamérica conforman UNASUR, espacio de integración regional que
pretende, de una parte, ir más allá de lo que ha sido la experiencia de integración eco-
nómica del Mercosur, y de otra, dar salida a otra larga experiencia que ha perdido su
vitalidad como es la Comunidad Andina de Naciones. Se juntan como dice Katz el
regionalismo latinoamericano impulsado por Brasil y Argentina y las posiciones pro-
estadounidenses afirmadas en los países andinos, Colombia, Perú y Chile a través de
los TLC. UNASUR avanza en dos ritmos, las reuniones con un carácter más político y
simbólico, el de las proclamas y acuerdos, en que se da atención a problemas coyun-
turales, que son frecuentes; y aquel en que se definen las políticas de integración para
las relaciones en la economía, lo social, lo cultural. En esta segunda, los acuerdos
toman su tiempo, el ritmo de alguna manera lo establece el Estado más fuerte, Brasil.
El Banco del Sur, la moneda única, el Fondo de Estabilización, son programas que
![Page 238: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/238.jpg)
237
deben entenderse como prioritarios dado la magnitud de la crisis; sin embargo, este
proceso de integración a su vez se cruza con la incorporación de Brasil, Argentina y
México en el grupo de los 20 (G20), espacio en que Brasil tiene un papel gravitante
por su liderazgo en la región. Los problemas en este terreno son que América del Sur
no logra articular una política que le dé mayor autonomía financiera, a pesar de los
recursos económicos que ingresan por los superávit comerciales en la última década y
que deben estar en alrededor de 600 mil millones de dólares; la moneda única se
mantiene como unidad de cuenta para las transacciones comerciales entre Ecuador,
Bolivia y Venezuela; el Fondo de Salvamento puede terminar por entregar recursos
para atender las necesidades de la banca europea. Brasil, que maneja entre el 50 y el
60% de las reservas, es quien definirá la orientación a seguir.
Hay que poner atención en las contradicciones políticas y la voluntad para concretar
acuerdos entre los países de la región para prever la fuerza que puede tener UNASUR
en el presente período. Están los países miembros del ALBA cuya presencia se ha
debilitado tras el fallecimiento del ex presidente Chávez, más por la falta de cohesión
alrededor de una propuesta que identifique sus intereses que por la ausencia de un lí-
der que lo sustituya. El difuso discurso antiimperialista, que se reduce a una ambigua
posición antiestadounidense, no es suficiente y mucho menos se sostiene en el tiempo;
luego están las posiciones de los países más identificados con las políticas aperturistas
y privatizadoras, muy vinculados a las iniciativas de la política comercial, económica,
y política estadounidense en la región, no se suman a las proclamas y retórica boliva-
riana y juegan con mucho pragmatismo con los socios; y finalmente, Brasil, en su
condición de potencia emergente en el mundo, procede con más cautela en el juego
diplomático con las potencias tradicionales y en lo regional hace respetar su peso
económico al definir los ritmos en la aplicación de los acuerdos, de otra parte juega de
mediador entre las posiciones del ALBA y los países aperturistas del Pacífico. Argen-
tina y Uruguay no pierden la perspectiva, participan entendiendo el liderazgo de
Brasil.
Hay que procurar entendimientos para las políticas financieras, comerciales, producti-
vas, energéticas, ambientales y culturales, pero también hay que definir estrategias pa-
ra el campo de la seguridad. Punto de la agenda de UNASUR será la definición de
políticas para enfrentar el fenómeno del narcotráfico, los graves efectos sociales por la
violencia y los desajustes económicos por el lavado de activos, entre muchos otros
![Page 239: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/239.jpg)
238
problemas, exigen acometer acciones conjuntas para enfrentar a estas “lumpen-bur-
guesías”, a desentrañar sus relaciones con la economía y la institucionalidad formales.
China y la integración Suramericana
El 2015 se inició con algunos hechos que tendrán incidencia en la dinámica de
UNASUR: a) el inicio de conversaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y
Cuba para reiniciar relaciones diplomáticas luego de medio siglo de su rompimiento; y
la incorporación de Cuba al Foro de las Américas; b) las dificultades económicas a
conscuencia de la caída de los precios del petróleo desde el segundo semestre de 2014,
así como de otros productos primarios, que repercute en las condiciones sociales y
políticas de los países, la situación más compleja es en Venezuela; c) medidas de
protección como las que adoptó Ecuador al establecer salvaguardias para compensar
devaluaciones monetarias en los países vecinos debilitan las ya disminuidas relaciones
en la CAN, la generalización de estas salvaguardias, afectará otros relaciones y
acuerdos comerciales; d) la disminución del ritmo de crecimiento de China que será
más severo en el 2015 de lo que fue el 2014 y el estancamiento de la Unión Europea,
el otro importante destinatario de las exportaciones, mantendrá la tendencia de precios
bajos para las materias primas sudamericanas; hechos y realidades que más allá de lo
positivo que es el reintegro de Cuba al Foro de las Américas, configuran un escenario
no ventajoso para consolidar el proceso de UNASUR.
La gravitante presencia de China en Sur América al tiempo que diversifica nuestras
relaciones comerciales contribuye a limitar la injerencia económica de EUA en la
región, lo que de hecho es positivo. Sin embargo, las relaciones con China significan
también la subordinación a una potencia económica que ha reconstituido relaciones
capitalistas bajo severas formas de explotación -dentro de un proyecto de “capitalismo
de Estado” o de “socialismo de mercado”, cuya denominación no viene al caso deba-
tirla aquí-; que reproduce una división internacional del trabajo que nos coloca como
periferia productora de materias primas y recursos naturales, reproduciendo nuestra
histórica debilidad y sometimiento, aportando desde esa condición al proceso de
acumulación de capitales en los países de mayor desarrollo en que se incluyen los
BRICS, ver Gráfico No 2 Los proyectos que impulsa UNASUR, las inversiones
que se proyectan en sus países y que contarán con el apoyo financiero de China, sí
contribuirán al proceso de integración en la región, pero están pensados desde la lógica
de acumulación del nuevo poder dominante.
![Page 240: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/240.jpg)
239
GRÁFICO No 2
Los procesos de integración están en función de las estrategias de desarrollo de los
países involucrados. Una integración pensada desde el neodesarrollismo que hace del
extractivismo el eje de la producción y contribuye con el procesamiento de materias
primas para abastecer las necesidades de la industria en los viejos y nuevos centros de
la acumualción mundial, ni propicia el desarrollo nacional y mucho menos genera
alternativas al desarrollo, lo que hace es modernizar las economías de las periferias
para acoplarlas de manera subordinadas a las nuevas necesidades de acumulación de
las grandes empresas transnacionales. La retórica con la que se construyen los proce-
sos de integración corren el riesgo de quedarse en retórica vacua, quedando atrás de lo
que formuló la CEPAL de los años cincuenta, que al menos pretendió superar en
nuestros países la condición de países primario exportadores en su fase oligárquica.
El entramado de múltiples proyectos de integración subregional que se yuxtaponen de
manera compleja en Sur América tenderá a sintetizarse en la construcción de
UNASUR y a través de ella en la CELAC. Si bien hay discrepancias ideológicas y
políticas en los discursos de los distintos gobiernos, estas son cada vez más formales,
comparten y en mucho las estrategias de desarrollo, ello sin duda mejora las
condiciones para un avance institucional de la integración más allá de los aspecrtos
simbólicos.
![Page 241: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/241.jpg)
240
2. El neodesarrollismo, alternativa de desarrollo
En la región se afirma la tendencia primario exportadora. Junto a la exportación de
productos alimentarios y de materias primas se expande el sector petrolero y minero,
éste con intensa participación del capital transnacional. Se consolida, como hemos
señalado páginas arriba, un modelo extractivista para la exportación y pierde prioridad
la producción para el mercado interno. Esta tendencia se explica por el aumento de los
precios de los productos básicos a consecuencia de los mecanismos especulativos de
compras a futuro con los bancos de inversión; a la utilización de productos del agro
como biocombustibles (12% de la producción mundial de maíz se destina para etanol)
y el incremento de la demanda de China en combustibles, alimentos y materias
primas. Lo cierto es que las commodities y el extractivismo producen efectos econó-
micos, sociales y ecológicos nocivos para los pueblos y la región. La mayor presencia
de ETN y la economía extractivista impulsan un modelo que concentra recursos y
consecuentemente atrofia las posibilidades de la producción manufacturera, restringe
la oferta de empleo y en particular del empleo generador de valor. Estrategia que entra
en franca contradicción con el discurso de defensa de la naturaleza, de la procura de
seguridad alimentaria y de superación de las tradicionales formas de dependencia con
los centros. La minería a cielo abierto, la destrucción de bosques y diversidad para
brindar grandes extensiones para el monocultivo de exportación en que se utilizan
semillas modificadas genéticamente y abonos tóxicos, la explotación de hidrocarburos
en zonas de reserva y de fragilidad ecológica, la destrucción de sistemas en que se
localizan fuentes de agua para el consumo humano, son entre tantos otros efectos de
este extractivismo.
La opción de reprimarizar las exportaciones y la economía para aprovechar los pre-
cios de oportunidad de alimentos, materias primas y recursos energéticos, que deman-
da el capital a nivel internacional y en particular de su actual centro motriz, China y el
Sudeste Asiático, se lo puede entender desde las políticas neoliberales, pero ¿cómo
entenderlo en los países cuyos gobiernos pretenden construir un desarrollo distinto, en
un momento pos-neoliberal?.
La alternativa al discurso y propuesta neoliberal tenía como núcleo ciertamente la
recuperación del Estado como instrumento de regulación e intervención en la eco-
nomía, base sobre la que habría de gestionar un proceso que permita la incorporación
![Page 242: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/242.jpg)
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de diversos sectores excluidos; superar la polarización en la distribución de los ingre-
sos; enfrentar el creciente fraccionamiento resultante de las concepciones individua-
listas y localistas del mensaje neoliberal; modificar la condición de las personas de
consumidoras a ciudadanas. Una estrategia de desarrollo endógena, sostenible, demo-
crática y equitativa, que permita potenciar las capacidades de las personas y los terri-
torios, en una propuesta orientada a superar la dicotomía entre el Estado y el mercado,
haciendo que la sociedad se reconozca como un actor que junto a aquellos impulse un
proceso de satisfacción y desarrollo de las necesidades humanas. Para varios, incluso
se trataba no solamente de buscar una alternativa de desarrollo, sino una alternativa
“al desarrollo”, una superación de la cultura de occidente en la relación entre seres
humanos y naturaleza mediada por el “progreso técnico” en el discurso desarrollista
de la CEPAL o de las fuerzas productivas en el pensamiento marxista, en todo caso un
cuestionamiento radical a la noción de “progreso”.
Iniciada la segunda década del siglo XXI este discurso no se ha traducido en políticas
que en su aplicación permitan cumplir los objetivos previstos. Es más, el discurso se
lo debate en círculos cada vez más reducidos relegados para la crítica y la resistencia.
Sudamérica es un escenario en el que se han operado cambios políticos importantes,
pero cuando miramos las opciones de desarrollo o bien se replican las políticas
neoliberales con algunas variantes o alternativamente se proponen iniciar una fase
“post-neoliberal”, para lo que se ha echado mano a varios instrumentos del viejo desa-
rrollismo a los que, con criterio absolutamente pragmático, se incorporan medidas del
mismo recetario neoliberal, en nombre de la eficiencia, la eficacia, el progreso y la
modernidad. De tal manera que junto a la ortodoxia renovada se ha emprendido en
una nueva heterodoxia, el neodesarrollismo.
Esta visión se construye a partir de las experiencias de Brasil, Argentina y en alguna
manera de Uruguay. Amplia presencia del Estado; medidas que contribuyen a una
expansión del sector industrial en base a un discurso que contrapone la producción
frente a la especulación financiera; sustitución de importaciones y diversificación de
exportaciones; políticas de redistribución en base a transferencias del fisco a los secto-
res más vulnerables de la sociedad; algunas correcciones a las políticas tributarias en
el sentido de mejorar la recaudación directa; contraposición a los tratados de libre
comercio y a la subordinación a las grandes potencias en las políticas de comercio e
inversión. El objetivo que se pretende es la conformación de un empresariado fuerte,
![Page 243: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/243.jpg)
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que se consolide a nivel regional, una burguesía latinoamericana que dispute el con-
trol de los procesos de acumulación a las empresas transnacionales venidas de fuera.
Apuestan en la dirección de un capitalismo multipolar que tendría en América Latina
uno de sus centros, en esa óptica habría que percibir los debates y acuerdos en
UNASUR.
En ese esquema se requiere mejorar las condiciones de vida de sectores que deben
configurar un mercado interno, ampliar la capacidad de consumo. Incrementos en las
remuneraciones de los trabajadores formales, crédito para el consumo sin poner en
riesgo el sistema financiero, control de la inflación, mejora de los servicios, moderni-
zación de la infraestructura vial y comunicaciones. Pero al mismo tiempo hay que
garantizar y ampliar la capacidad de acumulación de los sectores empresariales, así
como hay que construir nuevos grupos a través de la gestión e inversión del Estado.
Es un proyecto que se estructura sobre la alianza entre los grupos empresariales y las
clases medias, al tiempo que se mantiene el control de los sectores subordinados a
través de las políticas clientelares y programas asistenciales. Se establecen alianzas
con grupos tradicionales de poder en base a mutuas concesiones y sin intermedia-
ciones como las representaciones corporativas o los medios de comunicación. En este
proyecto no hay cabida para reformas estructurales que impliquen una drástica des-
concentración de la riqueza, ni siquiera una radical reforma tributaria como base para
la redistribución de los ingresos. Se trata de una propuesta “etapista” que anuncia una
mayor equidad e igualdad en tanto se vayan cumpliendo ciertos objetivos, los necesa-
rios enlaces entre la incorporación de las nuevas tecnologías, base del “progreso
técnico”, y la “madurez”, “modernización” que irían logrando los diversos actores de
la “nueva” sociedad.
En las condiciones en que se ha dinamizado la economía latinoamericana en esta últi-
ma década determina que los sectores dinámicos de la acumulación no sean precisa-
mente los empresarios manufactureros, sino los vinculados al sector primario de
exportación, y el Estado ha reforzado a esos protagonistas, en torno a ellos ha
consolidado a varios grupos de poder, incluso dando forma a una alianza entre empre-
sas transnacionales de matriz “latinoamericana” y el Estado, en que se afirma también
la imbricación de intereses entre lo productivo y lo financiero, dejando para el
discurso la supuesta oposición de intereses, es que en la dinámica de la reproducción
del capital esos intereses confluyen, se potencian, justamente como capital financiero.
![Page 244: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/244.jpg)
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Ello explica la conformación de grupos empresariales conocidos como las “bolibur-
guesías” en Venezuela, Brasil, Argentina, como explica también que el debate sobre
el socialismo del siglo XXI, al que se le concedía atención en los sectores de la
izquierda cercanos a los gobiernos “progresistas” en los alrededores del 2005, haya
pasado a un segundo o tercer plano. El neodesarrollismo propuesto, para muchos de
ellos era asumido como una fase en la construcción de ese socialismo, en el camino
como que ha cobrado autonomía propia, se ha convertido en una suerte de nebulosa
de la que aparecen fortalecidos viejos y nuevos grupos empresariales. El gran proble-
ma es que ese proyecto una vez más no tiene sujeto, una burguesía “nacional” y
nacionalista, y al sujeto no se lo puede construir desde el escritorio de la tecnocracia,
la propuesta tiene las mismas limitaciones del desarrollismo del siglo pasado. Sí, es y
ha sido posible disminuir los indicadores de pobreza y desigualdad, mejorar las remu-
neraciones de los trabajadores formales, atender aspiraciones impostergables para
muchos sectores excluidos, atenuar muchas efectos creados por el neoliberalismo en
su aplicación por más de un cuarto de siglo, pero no quedan resueltos los viejos pro-
blemas de la explotación, la pobreza, la concentración de la riqueza.
Ese neodesarrollismo, atrapado en la lógica del crecimiento de la exportación primaria
y la repetición de viejas formas de dependencia, no deja de evidenciar sus debilidades,
que se harán más notorias cuando se sientan los efectos de los frenos en Oriente, eso
se traduce en menos recursos para repartir en los programas de asistencia. Argentina
luego de la crisis tuvo un decrecimiento de su economía en 1,9%, se recupera con
fuerza en los años 2010 y 2011 con tasas de 9,2% y 8,9% y para el 2012 nuevamente
cae, crece en 1,9% (ver Anexo AL E 3.1). Arrancó el 2013 con una inflación que
promovió las movilizaciones de los sectores de menores ingresos con sus cacerolas,
migran los capitales y asusta el desequilibrio fiscal. El discurso oficial pone énfasis en
el buen manejo de la economía a diferencia de las posiciones neoliberales de los
países del Sur de Europa. Los ciudadanos miran para Chile, Perú y Colombia y
consideran que esa explicación no es satisfactoria.
Brasil ha incrementado su dependencia de la producción y exportación de soja, su
industria hace años motor de la economía hoy no crece; los agronegocios representan
el 34% del PIB, absorben el 37% del empleo y generan el 43% de las exportaciones;
son los primeros exportadores de cárnicos vacunos y avícolas, los segundos
exportadores detrás de E.U.A. en soja, China es su principal comprador de estos
![Page 245: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/245.jpg)
244
productos. Sus programas sociales que brindaron legitimación en el gobierno de Lula,
ahora evidencian los límites con Rousseff, decenas de millones de pobladores en
pobreza han salido a las calles en Río de Janeiro y Sao Paulo en junio de 2013 para
demandar atención a sus necesidades básicas, no se quiere más edificios grandes para
mostrar la modernidad urbana, se quiere más vivienda popular en las favelas, no se
quiere más complejos turísticos sino más educación, se quiere menos corrupción,
menos violencia y más transparencia, más equidad. Los sectores sociales cuestionan
la alianza entre el Estado y las grandes empresas de intervención internacional.
Venezuela, en el contexto de la sucesión presidencial tras la muerte del expresidente
Chávez, también hizo evidente sus debilidades, la presencia de nuevos grupos de
poder empresarial cuyos procesos de acumulación están vinculados a la gestión del
gobierno y reclaman para sí mayores cuotas de poder; la profunda dependencia de la
economía a la producción y exportación petrolera; la caída de la producción industrial
para abastecer necesidades primarias de su población, más aún cuando se trata de la
exportación; la vulnerabilidad en su comercio exterior y las cadenas de distribución
que dificulta resolver la provisión de alimentos y artículos cotidianos de consumo
masivo.
Lo de fondo, como señala Víctor Álvarez (2013) ministro de energía y ex directivo de
PDVSA en el gobierno de Hugo Chávez (Katz, Contrasentidos del neodesarrollismo,
2012) (Katz, Manifestaciones de la crisis en mérica latina y las paradojas del
neodesarrollismo aregentino, 2013)54, sustentado en cifras oficiales, tras varios años
de Revolución Bolivariana, Venezuela tiene una economía más rentista, más
capitalista y más explotadora, por lo que tiene el urgente reto de introducir cambios en
una perspectiva anticapitalista.
Los neo-liberales y neo-desarrollistas poco se diferencian con relación a las políticas
asistenciales. No se trata de mejorar los ingresos para que la población supere la línea
de pobreza y se mantenga en una franja de vulnerabilidad, hay que definir reformas
estructurales para eliminar la pobreza y superar las desigualdades. Tras las formas de
subempleo y en muchos casos del empleo familiar a cuenta propia se encubren formas
de precarización que deben ser superadas de manera drástica, esa precariedad queda
54 http://www.aporrea.org/actualidad/n227614.html
![Page 246: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/246.jpg)
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encubierta, amortiguada temporalmente con las políticas asistenciales de los gobier-
nos. Katz nos refiere un corto inventario de los programas de los gobiernos en
América Latina, “en Argentina, dice, rige la asignación universal (0,40% del PIB), en
Brasil la Bolsa Familia (0,47%), en México el programa Oportunidades (0,51%), en
Bolivia el Bono Juancito Pinto (0,33%), en Venezuela las Misiones (0,45%), en
Ecuador el Bono de Desarrollo Humano (1,17%), en Chile el Plan Solidario (0,11%),
en Colombia la Iniciativa Familiar (0,39%) y en Perú el proyecto Juntos (0,14%)”
(Katz, Claudio, 2013). Seguro que en varios países los programas se multiplican, y de
acuerdo a la conflictividad social se incrementa el porcentaje sobre el presupuesto o
sobre el PIB, dependiendo de la naturaleza del gobierno, esto es si es neo-desarrollista
o neo-liberal, seguramente difieren las fuentes de financiamiento que los alimentan,
diferencias de matices. Por lo general ni los unos ni los otros afectan severamente en
los impuestos directos.
Finalmente cabe preguntarse: ¿hay opción para una tercera propuesta, que sea antica-
pitalista? Todo parece indicar que en el corto plazo tendremos la reproducción de esas
dos estrategias, los límites a estas vendrían por la crisis ambiental y por los efectos
sociales a consecuencia del reordenamiento de la economía mundial. La posibilidad
de una alternativa popular y anticapitalista, necesariamente deberá estructurarse sobre
la base al menos de tres ejes: una crítica radical a las formas de producción y acumu-
lación que se sustentan en relaciones de explotación del capital sobre el trabajo; una
crítica radical a los procesos productivistas que amenazan de manera creciente la vida
del planeta; y, una crítica radical a las formas autoritarias de ejercicio del poder que
restringen la capacidad de construcción de ciudadanía, que en la región se las puede
constatar con independencia de la opción de desarrollo que el país haya optado.
3. El discurso del Buen Vivir, alternativa “al desarrollo”
El Buen Vivir no es una propuesta alternativa “de desarrollo”, aspira a constituirse en
una alternativa “al desarrollo”, sobre la base de reivindicar una relación de los seres
humanos con la naturaleza sin que medie una acción de dominación de aquellos sobre
ésta, tal como se la concibe en el pensamiento moderno. Esto significa no identificarse
![Page 247: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/247.jpg)
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con la idea de “progreso” ni aceptar a ésta como sustento del desarrollo, en conse-
cuencia no se comparte la visión presente en la mayoría de discursos de la modernidad
que terminan por reducir el desarrollo a crecimiento económico, la satisfacción de las
necesidades a la disposición de bienes mercancías y el ejercicio de la vida cotidiana a
la expansión sin límites del consumismo.
El Buen Vivir es una construcción colectiva a partir del reconocimiento de la
diversidad y la pluralidad, un debate que recorre varios foros en Sudamérica pero que
tiene especial atención en Bolivia y Ecuador por la presencia de la población indígena
que aporta otras lecturas sobre la realidad así como otras visiones sobre su dinámica.
Gudynas (2012), uno de los investigadores que sigue de cerca la discusión y debate
advierte que el Buen Vivir es utilizado de distintas maneras y para distintos propósitos.
Unos hacen un “uso genérico” del concepto, sea para señalar una crítica al
pensamiento moderno sobre el desarrollo, sea como membrete para algunas acciones
de los gobiernos progresistas que han constitucionalizado este discurso, Bolivia y
Ecuador; sea como eslogan al que se le ha vaciado su contenido inicial. Otros hacen,
según Gudynas, un “uso restringido” de la categoría para señalar críticas más precisas
al desarrollo capitalista contemporáneo, proponiendo alternativas que corresponden a
la propia modernidad, como las “inspiradas en la tradición socialista”. Se trataría de
una utilización del Buen Vivir desde posturas políticas occidentales como la del
“biosocialismo republicano” que sustenta por ejemplo René Ramírez55. Finalmente
habría un “uso sustantivo”, que pretende ser una crítica y superación al desarrollo, que
se estructura y construye a partir de la conjugación de algunas posiciones occidentales
y otras provenientes de los saberes indígenas. En esta tercera opción, “si bien se puede
tomar algunos elementos propios de las corrientes políticas modernas, no se
identifican con ellas” y en consecuencia no se puede admitir un “socialismo del Buen
Vivir. “Este es el uso que corresponde al debate original del Buen Vivir, y es el que
mejor refleja su devenir histórico” (p.75).
Gudynas (2012) sostiene que en el debate sobre “desarrollos alternativos” no se
habrían puesto “en discusión ideas básicas que sostienen el desarrollo, tales como el
progreso lineal, su base material, su expresión en el crecimiento económico, la 55 René Ramírez ex Secretario de Planificación (SENPLADES) del Gobierno de Rafael Correa, Ecuador 2010.
![Page 248: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/248.jpg)
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apropiación de la Naturaleza como canasta de recursos, y por lo tanto, concebirla
como nítidamente separada de la sociedad…” Esto es desconocer o echar por la borda
importantes debates que se realizan desde los años ochenta en América Latina, o
pensar justo como a quienes se critica del “uso restringido”, que la historia empieza
con su aporte al Buen Vivir. Lo que acá interesa, una vez marcada la cancha por el
propio Gudynas, es retomar su sistematización de las tesis centrales sobre el Buen
Vivir (p. 75).
Esta construcción, que al decir de Gudynas (2012), se coloca más allá de las
tradiciones políticas de la Modernidad recoge un conjunto de críticas y alternativas
post-capitalistas y post-socialistas, y se las puede condensar en los siguientes plantea-
mientos:
1. La crítica al desarrollo “apunta a sus bases ideológicas y culturales”, problematiza
los modos de entender el bienestar, “denuncia la forma bajo la cual se manipula la Na-
turaleza”. Es una crítica en el sentido que lo hace Escobar sobre el postdesarrollo56.
2. La crítica al concepto de calidad de vida. Para las culturas kichwa, desde el sumak
kawsay, se plantea “la vida en plenitud”, que supone una interacción entre la exis-
tencia humana y la naturaleza, entendiendo la existencia humana siempre a partir de la
comunidad. Desde la perspectiva de los aymara en Bolivia, se plantea “una buena
vida”, que “solo es posible en un contexto comunitario y ambiental”, y este a su vez en
un territorio y en la comunidad del ayllu.
3. Entender el ambiente natural como sujeto de derechos, que incluye las especies
vivas, el conjunto de éstas, y los elementos inanimados del entorno en que viven y se
reproducen esas especies. Planteamiento recogido en la Constitución del Ecuador, pre-
sentado como exceso o novelería por la oficialidad y por críticos de la Constitución en
esta materia. Se trata de una propuesta biocéntrica, que “reconoce valores intrínsecos a
la Naturaleza”. Aquí explícitamente hay una ruptura con las concepciones antropocén-
tricas de las visiones convencionales que presentan la naturaleza y la sociedad como
dos polos de una relación en que los humanos tiene que apropiarse de ella, mediante el
trabajo, para satisfacer sus necesidades, esta sí una visión moderna. Esta “dualidad”
no estaría en la propuesta alternativa al desarrollo; la sociedad, la comunidad, los seres 56 Se refiere al trabajo de Arturo Escobar “La invención del Tercer Mundo” 1996.
![Page 249: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/249.jpg)
248
humanos están contenidos en la naturaleza. Gudynas reconoce que desde la propia
Modernidad se han hecho críticas al antropocentrismo.
4. La construcción del Buen Vivir como propuesta descansa en la diversidad de
saberes, de entendimientos y sensibilidades. No existen saberes privilegiados. Conver-
gen vertientes indígenas y no indígenas. Se supera la racionalidad instrumental y la
creencia de que la ciencia y la técnica de por sí son los medios para alcanzar el desa-
rrollo. El Buen Vivir es campo para las vivencias y los afectos.
5. Otras formulaciones tienen relación con la crítica al utilitarismo; al peso de las
valoraciones económicas para la toma de decisiones, dejando de lado aspectos cultura-
les, estéticos, religiosos, de la Naturaleza. Tesis que “…coloca al Buen Vivir más allá
de, por ejemplo, el socialismo tradicional, en tanto éste en su reivindicación del valor
de uso, sigue dentro del marco antropocéntrico (lo que explica una de las razones por
las cuales el Buen Vivir es una postura post-socialista).
Estas tesis sí son alternativas al desarrollo, pero no son tan nuevas como supone
Gudynas ni suponen una ruptura radical con las propuestas de la Modernidad.
La mejor imagen de la construcción del Buen Vivir como propuesta es la de un espa-
cio de convergencia de distintas culturas entre las que se pueden enunciar las del
“suma qamaña” de origen aymara; la del “sumak kawsay” de los kichwa; otras defini-
ciones similares de grupos étnicos y comunidades en varios territorios de la región;
propuestas provenientes de distintos colectivos sociales que han formulado críticas a
las concepciones capitalistas del desarrollo desde décadas pasadas; colectivos diversos
que han formulado críticas a las políticas de irrespeto a la naturaleza y a tantas formas
de dominación en la sociedad actual. Parte de ese proceso serán quienes conciben que
están formulando una propuesta más allá de la Modernidad o desde una perspectiva de
radicalización de la Modernidad. Es sin duda un posicionamiento político en tanto
formula una posición de crítica a las formas de dominación existentes en la realidad.
El Buen Vivir debe ser entendido por tanto como una visión integradora de las accio-
nes de los seres humanos, la sociedad, las comunidades en su interacción con la natu-
raleza, en tanto visión obedece a valores que atraviesan el conjunto de actividades en
la reproducción social, lo económico, lo cultural, lo social, el conocimiento; no se trata
de instrumentos operativos o conjunto de herramientas como sucede con las concep-
![Page 250: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/250.jpg)
249
ciones tradicionales o convencionales. De hecho en esta propuesta pueden convergen
planteamientos formuladas desde el desarrollo a escala humana, del autocentramiento,
del policentrismo, de la sostenibilidad, del ecologismo popular, entre tantos otros.
Esta perspectiva entra en conflicto con una estrategia que predomina en Sudamérica,
tanto en los gobiernos “progresistas” como en los “neoliberales”, en cuanto la recu-
rrencia al extractivismo, a la valoración de lo producción primaria, minas, petróleo,
monoproducción para los biocombustibles; a las políticas de reducción de la pobreza
en base a bonos, subvenciones y otras transferencias, sin afectar las bases estructurales
de un capitalismo depredador y reproductor de formas de explotación y exclusión; y a
formas de gobierno que restringen la participación ciudadana a partir de un exacerbado
presidencialismo, prácticas clientelares y recurrencia a modalidades plebiscitarias que
desdibujan el sentido de la democracia y la convierten en un arma para arrinconar las
expresiones de los sectores sociales organizados. Se crea un abismo entre los gobier-
nos y los movimientos sociales que en buena medida fueron el soporte de su ascenso.
Esta ruptura no es provocada por los movimientos sociales que han perdido el rumbo
en medio del laberinto, sino más bien por los gobiernos “progresistas”, que han
escogido el camino de hacer concesiones a sus aliados, el capital transnacional soporte
y beneficiarios de las concesiones; de los prestamistas financieros internacionales y de
los nuevos grupos de poder que se han beneficiado de la obra pública.
Desde la otra orilla, desde el pensamiento oficial que según Gudynas se hace el “uso
restringido” del Buen Vivir, se construye la noción de “Socialismo del Buen Vivir”,
esa es incluso la denominación del Plan de Desarrollo para el período 2013-2017 que
SENPLADES ha elaborado bajo la dirección de Fander Falconí57.
“El horizonte político de la Revolución Ciudadana es el Socialismo del Buen Vivir. Este articula la lucha por la justicia, la igualdad y la abolición de los privilegios, con la construcción de una sociedad que respete la diversidad y la naturaleza.”
“…. El primer paso es resolver el acceso a bienes, oportunidades y condicionalidades que garanticen –al individuo, a la colectividad y a las generaciones futuras– una vida digna sin perjudicar a la naturaleza.”
“…. Un Estado plurinacional y popular que proteja los intereses de las mayorías, con capacidad de gobernar y modificar la dominación capitalista; y construir una organización popular que impida el dominio de los intereses particulares.”
57 Fander Falconí . Primer Secretario de Planificación del Gobierno de Rafael Correa. luego fue Ministro de Relaciones Exteriores y hoy nuevamente se desempeña como Secretario Nacional de SENPLADES
![Page 251: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/251.jpg)
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“El socialismo del Buen Vivir cuestiona el patrón de acumulación hegemónico, es decir la forma neoliberal de producir, crecer y distribuir. Proponemos la transición hacia una sociedad en la que la vida sea el bien supremo. Afirmamos la supremacía del trabajo –fin mismo de la producción y base para desplegar el talento– sobre el capital. En el trabajo nos reconocemos como seres sociales y como actores creativos, en ejercicio de derechos y libertades.”
(p. 15)
La propuesta política propone una articulación entre el discurso por la justicia, la
igualdad y abolición de privilegios con el respeto a la diversidad y la naturaleza. El
acceso a bienes, oportunidades para que se garantice a los individuos, a la colectividad
y a las generaciones futuras vida digna sin perjudicar a la naturaleza. Es en realidad un
discurso que corresponde a las posiciones de la socialdemocracia que mantienen sensi-
bilidad frente a la crisis ambiental, más allá de su contradicción de fondo con la
minería a cielo abierto y el extractivismo. Esta apreciación queda mucho más explícita
cuando en este informe se sostiene que el proyecto se propone un Estado plurinacional
y popular, con capacidad para gobernar y modificar la dominación capitalista; y cons-
truir una organización popular que evite el dominio de los intereses particulares.
Gobernar y modificar la dominación capitalista, no se proponen combatirla, eliminarla,
superarla. En esa misma perspectiva está la noción del privilegio del trabajo sobre el
capital, cuando una perspectiva socialista en realidad se propone es la superación de la
relación capital-trabajo. Finalmente, no es necesario que construyan una organización
popular que impida el dominio de los intereses particulares, es suficiente con que
respeten a las existentes y las dejen crecer (SENPLADES, 2013).
CUARTA PARTE
ECUADOR DEL DESARROLLISMO AL POS-
NEOLIBERALISMO
“Encuentro bastante extraño que el redescubrimiento de Marx lo han generado los hombres de negocios, ya que no hay izquierda.
“Desde la crisis de los 90, son los hombres de negocios quienes empezaron a hablar en términos de decir “Bueno Marx predijo esta
![Page 252: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/252.jpg)
251
globalización y podemos pensar que el capitalismo está planteado como una serie de crisis.”
Eric Hobsbawm58
CAPÍTULO VIII
ECUADOR: UNA MIRADA A SU DESARROLLO 1950-2006
EL PERÍODO DESARROLLISTA DE 1950 A 1980
El boom bananero
Ecuador inicia la segunda mitad del siglo XX con el auge en la producción y expor-
tación bananera, con el que consolida su tradicional modelo primario exportador. Con
él se pretende superar un largo período de estancamiento, que se inicia en los años
veinte, con la caída de las exportaciones del cacao, que continúa en los años treinta por
los efectos de la gran depresión internacional de 1929, y que no logra ser remontado
hasta muy avanzada la década del cuarenta.
El auge de la economía bananera se dinamiza en medio de un ambiente institucional
distinto. Se acepta la planificación como instrumento para un crecimiento ordenado,
una mayor intervención del Estado para armonizar los intereses de los grupos de poder
en juego, y se recurre con frecuencia a la ideología del desarrollo elaborada por la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) e inspirada en el
keynesianismo, como factor de cohesión de las pugnas sociales. Se intenta un reaco-
modo de las fuerzas políticas y sociales dominantes en pos de un nuevo proyecto de
país. En efecto, funciona un tácito acuerdo entre los sectores oligárquicos tradicio-
nales, los grupos emergentes de una burguesía vinculada a la actividad industrial y los
sectores medios urbanos, acuerdo orientado a una modernización de la producción y la
sociedad a través del proyecto regional de la industrialización por sustitución de
importaciones.
Con la producción y exportación bananera se provocan importantes cambios en la 58 Entrevista a Eric Hobsbawm por las BBC Mundo el 20 de octubre de 2008
![Page 253: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/253.jpg)
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economía ecuatoriana: se amplía la frontera agrícola, especialmente en la Costa; se
multiplican las relaciones salariales; se propicia la pequeña y mediana propiedad para
la producción de la fruta; se realizan importantes obras de infraestructura vial y
portuaria que fortalecen el proceso de integración nacional; crecen varias ciudades
pequeñas e intermedias, Machala, Quevedo, Santo Domingo; se incrementa el crédito;
se incentiva el mercado interno y se produce un importante movimiento migratorio de
la Sierra a la Costa.59 La gran empresa, extranjera y nacional, si bien adquiere algunas
grandes propiedades para la producción, se concentra en la comercialización de la
fruta, logra su control monopólico, y por esa vía accede a la mayor parte de la renta
generada. Entre la United Fruit y la Standar Fruit, empresas estadounidenses, y la
Exportadora Bananera Noboa, empresa nacional, concentran más del 50% de las
exportaciones, y no más de ocho empresas controlan el 90% (Acosta, 2006).
El crecimiento de las exportaciones del banano ecuatoriano, como el de otros
productos primarios de la región, fue posible porque ocurre en medio de la fase
expansiva del capitalismo internacional de posguerra que genera una creciente deman-
da. A ello se suma, en el caso de nuestro país, la oportunidad de sustituir la producción
centroamericana del banano, cuyas grandes plantaciones, en manos de empresas
transnacionales como las mismas United Fruit y Standar Fruit, habían sido afectadas
por enfermedades como el mal de Panamá y la sigatoka amarilla (Larrea, 2006). En
esa coyuntura, juegan un papel destacado la Junta Nacional de Planificación, fundada
en 1954, y el Banco Nacional de Fomento que canaliza el ahorro nacional para la
inversión en este sector de la economía.
El boom del banano tuvo un buen comienzo en el Gobierno de Galo Plaza Lasso
(1948-1952), por la fuerte inversión pública pactada con las transnacionales y las
facilidades de crédito a los productores. A fines de la década del cincuenta, se
desaceleran las exportaciones a consecuencia de la caída de los precios debido a la
sobreoferta de la fruta, pues para ese entonces las plantaciones centroamericanas se
habían recuperado, y avanzada la década del sesenta, esta tendencia declinante se
agrava por efecto del agotamiento de la fase expansiva del capitalismo internacional
59 La población en la Costa pasó del 40,6% en 1950 al 47% en 1962, y a 49% en 1974 (Larrea, 2006: p.71).
![Page 254: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/254.jpg)
253
que provoca el deterioro de los términos de intercambio para las exportaciones
primarias de América Latina. La balanza comercial en el país se hace negativa, los
tradicionales problemas de la economía ecuatoriana nuevamente se ponen a flor de
piel y a la espera de un nuevo boom, que llega en los años setenta con el “oro negro”.
Las exportaciones crecieron de 63,1 millones de dólares en 1950 a 102,56 millones en
1960, y a 199,07 millones en 197160; mientras las importaciones pasaron de 41,33
millones en 1950 a 115,18 en 1960, y a 340,1 en 1971, haciendo que la balanza
comercial sea positiva solamente hasta 1956; luego, será negativa hasta la llegada del
petróleo. Esto da cuenta de los límites del modelo de acumulación centrado en la
agroexportación.
El paisaje de la Costa ecuatoriana se transformó radicalmente con la expansión de la
producción bananera. Larrea (2006) registra que “hacia 1948 la mayor parte de la
región estaba cubierta por bosques naturales, y el desarrollo vial era sumamente redu-
cido. Hacia 1951, la CEPAL (El desarrollo económico de Ecuador, 1954) estimaba un
área sembrada de banano de 45.000 hectáreas, que ascendieron a 142.270 en 1954, a
190.361 en 1964, y a 214.592 en 1968” (2006: 64). Sin duda, un crecimiento acelerado
de la economía agrícola ecuatoriana tuvo su contraparte: destruyó los bosques
húmedos y secos de la Costa.
La producción bananera en la Costa se complementa con la producción y exportación
de cacao y café, y la producción de otros bienes para el consumo nacional como arroz,
carne, azúcar. En las plantaciones, que de manera preponderante eran medianas y
pequeñas, se consolidan relaciones salariales. En la Sierra, en cambio, se reproduce la
estructura de la hacienda, el huasipungo y las relaciones precarias; su producción de
cereales, papa, hortalizas, lácteos estaba destinada al mercado interno. Los bajos
costos de la producción de alimentos permitía abaratar la reproducción de la fuerza de
trabajo a nivel nacional y con ello ganar competitividad para las exportaciones. De
hecho, las remuneraciones de los trabajadores de las plantaciones ecuatorianas estaban
por debajo de la de los trabajadores centroamericanos. A estas actividades económicas
se suman la comercial y financiera que captan importantes valores de la riqueza
generada. En las ciudades, los sectores medios encuentran opciones de empleo gracias
60 Información del Banco Central, publicada por Alberto Acosta (2006).
![Page 255: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/255.jpg)
254
a la ampliación de la burocracia estatal, así como otros sectores encuentran oportuni-
dades laborales por la creciente obra pública.
La “estabilidad” de la economía ecuatoriana en este período propició también la
“estabilidad” política. Como antecedente, si se hace un recorrido desde 1925, año de la
Revolución Juliana, hasta 1948, entre presidentes electos democráticamente, encarga-
dos del poder y jefes supremos o dictadores, el país soportó 23 Gobiernos, un prome-
dio de uno por año manifestación evidente de la crisis de hegemonía que dominaba el
escenario político nacional (Llerena, 2006). En contraste con ello, se generó un
proceso organizativo de los sectores subalternos como el campesinado, los trabaja-
dores y los estudiantes universitarios agrupados en la FEI, las centrales sindicales y la
FEUE respectivamente, que participaron de manera gravitante en algunas coyunturas,
como en La Gloriosa de 1945. En el período de la estabilidad, le suceden al presidente
Galo Plaza: Velasco Ibarra (1952-1956), que por única ocasión, en sus cinco períodos,
culmina su Gobierno, y Camilo Ponce Enríquez (1956-1960), en cuyo régimen se
enciende una vez más la conflictividad social y política que se pone de manifiesto en
1959, cuando se reprime con violencia una protesta popular en Guayaquil que deja un
saldo de cientos de muertos. El acuerdo de los sectores dominantes, que se expresa en
los Gobiernos de un liberal entregado a los intereses de las empresas estadounidenses,
de un populista de la derecha oligárquica y un socialcristiano que renueva la imagen
del sector conservador tradicional, había llegado a su fin. Termina el auge bananero, se
agota el acuerdo oligárquico, fenece el período de la estabilidad política.
En la década del sesenta, tras los cortos Gobiernos de Velasco Ibarra y Arosemena
Monroy, la Junta Militar que gobierna el país entre 1963 y 1967 propone, en el marco
de un régimen dictatorial y represivo, un programa desarrollista que contempla
medidas proteccionistas para la industria, reforma agraria, modernización urbana,
continuar con la vialidad y el fortalecimiento de las instituciones del Estado. Por
supuesto, esta dictadura surge como un eslabón en las estrategias anticomunistas
acordadas entre los sectores militares de la región y el Departamento de Estado de
Estados Unidos, como una respuesta al triunfo de la Revolución cubana, y para hacer
frente a la emergencia de varios proyectos insurgentes en Latinoamérica. Por su
naturaleza, este Gobierno no estuvo en posibilidades de armar una alianza con los
sectores de la sociedad interesados en un proyecto desarrollista o un programa
reformista. La dictadura nació, creció y murió en la más absoluta soledad; ni la oligar-
![Page 256: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/256.jpg)
255
quía, ni las burguesías emergentes, ni los sectores medios, y mucho menos los
trabajadores y campesinos podían respaldarla.
Sin embargo de ello, medidas como la reforma agraria, que pretendía modernizar la
estructura productiva para satisfacer las necesidades del capitalismo ecuatoriano,
tuvieron cierta aplicación; de hecho, tierras en manos de la asistencia social y la Iglesia
fueron revertidas a varias comunidades campesinas. Se inicia la entrega de huasipun-
gos, se extienden las relaciones salariales y empieza una lenta transformación de las
tradicionales haciendas en empresas, como las ganaderas o algunas agrícolas mecani-
zadas en los valles. Estos procesos fortalecen los flujos migratorios de trabajadores
hacia las ciudades. Los cambios de la estructura agraria a partir de la ley de 1964
tuvieron limitada influencia en el régimen de tenencia de la tierra, más aún si se
considera que las comunidades indígenas y los exhuasipungueros fueron confinados a
las tierras más altas y menos productivas. Los cambios en el agro se complementan
con una agresiva política de colonización en el Oriente, mediante la cual se desactivan
conflictos sociales por el acceso a la tierra, y constituyen, además, una salida a las
crisis de sequía en varias provincias de la Sierra y la Costa.
La región centro sur de la Sierra, conformada por Cañar y Azuay, durante las décadas
de los años cincuenta y sesenta vive un proceso distinto. En estas provincias de
tradicional especialización en las actividades artesanales, la producción y exportación
del sombrero de paja toquilla se convierte en el vehículo de integración al comercio
internacional, y en el eje en torno al cual se dinamiza la economía regional. Sin
embargo, estas actividades entran en una severa crisis por la caída de los precios
internacionales del sombrero, con lo cual se desarticulan los principales mecanismos
de acumulación para el sector empresarial y, al mismo tiempo, de reproducción de la
vida familiar en la población rural. La crisis del sombrero de paja toquilla marca una
tendencia distinta a la que vivió la Costa ecuatoriana, pues impulsa un proceso
emigratorio importante, primero a nivel interno con las estrategias de colonización al
Oriente y la vinculación a la producción estacionaria de la Costa, y más tarde, hacia el
exterior. Allí encontramos a los emigrantes pioneros que construyeron las primeras
rutas y caminos subrepticios para llegar a Nueva York o Chicago, que tejieron las
primeras redes, que abrieron posibilidades para el empleo y crearon lenguajes y cana-
les de comunicación en sociedades culturalmente extrañas, poco tolerantes cuando no
hostiles. Migración a la que se suma otra corriente que, desde otras provincias del país,
![Page 257: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/257.jpg)
256
se dirige a Venezuela, Canadá y los propios Estados Unidos, atraída por el crecimiento
de sus economías.
El boom petrolero
En la década de los años setenta, el proyecto desarrollista encuentra mejores
posibilidades materiales para su realización; sin embargo, el sujeto social y político
encargado de su conducción no termina de configurarse. Ello explica que luego de los
Gobiernos interinos de Clemente Yerovi y Otto Arosemena; de los Gobiernos de
Velasco que asume su quinta presidencia tras las elecciones de 1968 y como dictador
desde 1970, sean nuevamente las Fuerzas Armadas, a través del general Rodríguez
Lara, quienes se encarguen de dirigir los destinos del país desde 1972, en un momento
en que se inicia la exportación petrolera que aporta ingentes recursos para la gestión
del país. Ciertamente, un proyecto desarrollista como el que se impone en la región no
podía ser liderado por la vieja oligarquía; tampoco se contaba con una burguesía que
se haya consolidado como clase y esté dispuesta a romper su tradicional subordinación
a los círculos oligárquicos. Los militares, una vez más, llenaron el vacío.
La dictadura militar, con su Plan de desarrollo nacionalista y revolucionario 1973-
1977, se propuso utilizar los excedentes de la exportación petrolera para transformar la
estructura productiva nacional; impulsar un plan de industrialización sustitutiva de
importaciones; diversificar la producción nacional; ampliar el mercado interno; forta-
lecer los procesos de integración regional, particularmente en el espacio andino, y mo-
dernizar la estructura del Estado. Un programa de Gobierno que correspondía a una
ideología que ya se había regado en el país. La dictadura dicta una segunda Ley de
Reforma Agraria en 1973 para ejecutar varias políticas orientadas a desconcentrar la
propiedad de la tierra, y aplica otros decretos ejecutivos (como el 1001 de la dictadura
velasquista) para atender aspiraciones de las cooperativas campesinas organizadas en
la Costa.
Algunos indicadores señalados por Larrea (2006) dan cuenta de la dependencia de la
economía ecuatoriana respecto al recurso petrolero, que a su vez pone de manifiesto su
vulnerabilidad. Las exportaciones petroleras crecen de manera acelerada de 199
millones de dólares en 1971 a 1.124 millones en 1974, y alcanzan 2.481 millones en
1980. Cifras que toman en cuenta el incremento de los precios de 2,4 dólares el barril a
![Page 258: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/258.jpg)
257
13,4 y luego a 35,2 dólares para los mismos años, es decir, que en una década se
incrementan más de diez veces. El petróleo ha contribuido, en promedio, con el 47%
de las exportaciones del país entre 1972 y 2003; las rentas petroleras han significado
un 45% de los ingresos del Estado entre 1987 y 1996, y el 33% entre 1997 y 2003. La
política petrolera, al menos en el período de Rodríguez Lara, tiene un corte
nacionalista: hizo posible la participación en el cártel de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP), la conformación de la Corporación Estatal Petrolera
Ecuatoriana (CEPE), la construcción de la Refinería Estatal en Esmeraldas y la
constitución de Flota Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC).
En la década del setenta, la industria tiene un crecimiento importante gracias a las
políticas proteccionistas, el crédito y las subvenciones del Estado. Su tasa de
crecimiento tiene un promedio de 9,1%, que contrasta con el decrecimiento en el orden
de 0,7% en el período 1982-1990, y la leve recuperación del 1,9% en la siguiente
década. Tras el período desarrollista, las políticas de ajuste estructural iniciadas en
1982 provocan una virtual desindustrialización.
En Ecuador, como en varios países de la región, esta industrialización tuvo varias
limitaciones, entre otras: a) haber conferido mucha atención a la inversión en capital
fijo y desatender la expectativa de empleo; b) mantener bajas remuneraciones a los
trabajadores; c) depender del mercado externo en la provisión de insumos para la
producción (Larrea sostiene que en un 80%); d) sostener una débil articulación con
otros sectores de la economía; e) reproducir una apertura indiscriminada al capital
transnacional, a pesar de las regulaciones del Acuerdo de Cartagena, y f) consolidar
una estructura monopólica.
La dictadura de Rodríguez Lara cumple con buena parte de su programa: avanza en la
aplicación de la reforma agraria en la Sierra, entrega tierras a las cooperativas
arroceras en la Costa, amplía la frontera agrícola en el Oriente con los procesos de
colonización; canaliza importantes inversiones para la infraestructura de generación
hidroeléctrica, y cumple con los acuerdos en función de la integración regional andina.
Esas políticas se complementan con otras acciones reformistas para mejorar y
diversificar la producción y distribución, y así potenciar el mercado interno, como la
presencia de la Empresa Nacional de Almacenamiento y Comercialización (ENAC), la
Empresa Nacional de Productos Vitales (EMPROVIT), la empresa de fertilizantes, la
![Page 259: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/259.jpg)
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construcción de silos. No hay avances importantes en la redistribución de los ingresos
en favor de los más necesitados; es más, los sectores de más bajos ingresos dismi-
nuyeron su participación en el ingreso nacional61. Y es que la estrategia de desarrollo
que se impulsa en el país, de manera similar a lo que ocurre en otros países de la
región, hace que este “modelo” sustitutivo de importaciones permita un mejoramiento
en la calidad de vida de los sectores medios. Sin duda, los más beneficiados del
proceso son esos emergentes sectores empresariales estructurados monopólicamente y,
tras de ellos, las viejas oligarquías que se modernizan para acoplarse al nuevo modelo
de acumulación de capital.
El tránsito de la dictadura de Rodríguez Lara a la del triunvirato marca el fin de la
fugaz aplicación del modelo desarrollista en Ecuador. Si bien hemos considerado el
año 1982 como el punto de inflexión entre el desarrollismo y la vigencia de las
políticas de ajuste estructural, hay que reconocer que desde 1977 se inicia una política
para desarmar la estrategia Cepalina.
La época dorada de la posguerra concluye a fines de los sesenta. Estados Unidos
enfrenta un grave déficit en la balanza de pagos. Sin respetar acuerdos internacionales,
dispone en 1971 la inconvertibilidad del dólar. Terminado el primer lustro de la
década del setenta, la economía internacional se sumerge en una prolongada crisis. Esa
crisis económica y la crisis militar en Medio Oriente explican el vertiginoso incre-
mento de los precios del petróleo que beneficia a la economía ecuatoriana, como
explica también la circulación de grandes volúmenes de dólares por Latinoamérica,
que incentivan el irresponsable endeudamiento de los Gobiernos y del empresariado
privado. Esta crisis marca el final del predominio del pensamiento desarrollista y su
sustitución por un nuevo paradigma: el monetarista, que da sentido a los programas del
ajuste estructural.
No es extraño, por tanto, que con el triunvirato militar, en la segunda mitad de la
década del setenta, se cambie la legislación agraria; se supriman las políticas
proteccionistas para la industria; se incursione en un agresivo endeudamiento exter-
no62; se resquebrajen las posiciones nacionalistas del período anterior; se reprima de
61 La participación de los trabajadores a través de los sueldos y salarios que fue del 54% del valor agregado en 1960, cae al 33% en 1970 y al 30% en 1975 (Pacheco, 19, 169) 62 Para 1975 la deuda externa se ubica en 512,7 millones de dólares, 12% del PIB; para 1979 en
![Page 260: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/260.jpg)
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manera severa al movimiento sindical y campesino; se forje un ambiente de violencia
en el país, testimonio de lo cual fue la masacre perpetrada contra los trabajadores en el
ingenio azucarero Aztra y el asesinato del dirigente del Frente Radical Alfarista,
Abdón Calderón Muñoz. Las fuerzas sociales y políticas del país presionan a la
dictadura para recuperar el orden democrático constitucional. Se prepara un plebiscito
para escoger una constitución de entre dos proyectos, y luego se organiza el proceso
electoral en que compiten por la hegemonía los tradicionales grupos oligárquicos
provenientes del viejo modelo de acumulación primario exportador, modernizado en
las décadas de los años sesenta y setenta, y los nuevos sectores empresariales
formados en la época desarrollista, muchos de ellos con orígenes en la oligarquía
terrateniente serrana. La ideología dominante, sin duda, acompaña a estos últimos; el
poder, sin embargo, corría a favor de los primeros. Luego de una corta transición, la
vieja y experimentada oligarquía, de mano del Partido Social Cristiano, recupera el
poder para ejercerlo por varias décadas, incluso con la presencia de Gobiernos
socialdemócratas y democratacristianos de por medio.
Con la muerte de Jaime Roldós, en 1981, se diluye el programa reformista, e irónica-
mente, con la gestión presidencial de Osvaldo Hurtado, fenece el discurso desarro-
llista; se cierra el período 1950-1982 con una economía que ha crecido seis veces, a
una tasa promedio del 5,8%; entran galopantes los programas de ajuste estructural. La
Constitución de 1978 vino a ser la expresión normativa de lo ya vivido, y entra en
contradicción con lo que estaba por construirse, el proyecto reconocido socialmente
como neoliberal.
El período neoliberal de 1980 a 2006
La globalización neoliberal
La crisis de 1973-1975, caracterizada como una crisis de sobreproducción, se genera
en los países centrales y da lugar a una larga depresión de la economía mundial. Se
pone de manifiesto el agotamiento del patrón de industrialización que había dinami-
zado la economía desde los años cuarenta y su división internacional del trabajo. Se
3.554,1 millones, que representa el 38% del PIB, y para 1982 en 6.632,8 millones, es decir, el 50% del PIB.
![Page 261: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/261.jpg)
260
crean las condiciones para la quinta revolución científico-técnica que servirá de
soporte para la reestructuración productiva del capital y la posibilidad de emprender en
una nueva onda larga. Las empresas transnacionales, que desde los años setenta asu-
mían de manera creciente el control de las actividades productivas, el comercio, la
producción de conocimientos, los servicios y en especial el sector financiero, son las
llamadas a dirigir esta reestructuración productiva, núcleo vertebrador de esta fase de
la mundialización.
En la década de los años ochenta, Estados Unidos y Gran Bretaña, liderando a las
grandes potencias mundiales, ejecutan medidas orientadas a la recuperación de la
hegemonía, estrategia que acompaña a la reestructuración del capital. Se aplican las
nuevas tecnologías de la información y comunicación, la microelectrónica, la genética,
la robótica, para relanzar la producción capitalista mundial.
Sin embargo, los esfuerzos fueron insuficientes; los resultados obtenidos a lo largo de
esa década dejan más frustraciones que éxitos. Si el producto interno bruto per cápita
PIB/pc para la economía mundial en la década de los sesenta había crecido a un pro-
medio superior al 3%; si en la década del setenta, en que se inicia la crisis, lo había
hecho a un ritmo del 2%; en los años ochenta, apenas creció a un promedio algo
superior al 1%, y en la última década del siglo pasado, llegó a un 1,3% (CEPAL, 2003).
La opción de reestructurar el aparato productivo en los centros requería una alta cen-
tralización de los capitales para su financiamiento. Ello provocó un acelerado retorno
de las masas de valor que en la década anterior se habían dispersado hacia las perife-
rias como ofertas crediticias de bajo rendimiento. Este retorno va acompañado de una
elevación sin precedentes de las tasas de interés, que desencadena “la crisis de la deu-
da”, que hasta el presente asfixia las posibilidades de desarrollo en las periferias. Los
organismos internacionales del Bretton Woods se convierten en los instrumentos de
presión encargados de elaborar, negociar e imponer los programas de ajuste que hacen
posible trasladar los recursos de las periferias a los centros. Según Acosta (2006), en-
tre 1980 y 1990, América Latina realizó transferencias netas de capital hacia los países
desarrollados por un valor de 228 mil millones de dólares, sobre todo a los acreedores
de Estados Unidos. Esto significa que en esa década se hace un pago neto de 228 mil
millones de dólares; lo curioso es que la deuda que estuvo en 1980 en 222 mil
millones, con nuevos créditos y por la magia de las tasas de interés, escala a 442 mil
![Page 262: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/262.jpg)
261
millones para 1990. Para el caso del Ecuador, señala este autor, entre 1980 y 2000 el
país “pagó por concepto de capital e intereses 75.908,2 millones de dólares, y en el
mismo lapso recibió como nuevos desembolsos 65.678,8 millones: transferencia neta
negativa de 10.229,4 millones, a pesar de lo cual la deuda creció en 6.931,7 millones,
pues pasó de 6.633 a 13.564,5 millones en el período mencionado” (p. 156).
Si tomamos en cuenta que en la mayoría de los países de América Latina, siguiendo
las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus cartas de inten-
ción, se hizo lo que en Ecuador ejecutó el presidente Hurtado a través de la
“sucretización”, esto es, trasladar buena parte de la deuda privada al Estado para que
sea cubierta con los recursos de la sociedad, tendremos que los trabajadores y pueblos
de América Latina terminan financiando la reestructuración productiva de los países
desarrollados.
Como toda gran crisis, ésta pone en el banquillo de los acusados al pensamiento
dominante anterior, el keynesiano, y sobre su interpelación pretende legitimar a uno
nuevo, llamado a sustituirlo, más allá de que “lo nuevo” termine siendo un maquillaje
de algo extraído del baúl de la historia. En torno a ese pensamiento de matriz
neoclásica se configuran los programas de ajuste estructural con el propósito de lograr
la estabilidad macroeconómica, convertida en el gran objetivo y razón de ser de las
economías y los Estados. La aplicación del programa se hace en distintas fases; en una
primera, se procura la liberalización de los mercados internos, el aperturismo, la
privatización de los bienes públicos y la flexibilización laboral, atendidas en la década
de los años ochenta; en una segunda, lo relacionado a las políticas públicas focalizadas
para atender a la población en extrema pobreza y que se aplican de manera preferente
en la década del noventa, y finalmente, en una tercera, las reformas institucionales
—como en la administración de justicia o en la organización territorial a través de la
descentralización— que corresponden al recetario de inicios del nuevo siglo.
Los efectos del ajuste
En el país, las políticas de ajuste estructural, acompañadas de la ideología neoliberal,
han dominado el curso del capitalismo desde 1982 hasta el primer lustro de la década
de 2000. Han sido parte de este proyecto los Gobiernos de Hurtado, Febres Cordero,
Borja y Durán Ballén (con el que se cierra el período de estabilidad “democrática”).
![Page 263: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/263.jpg)
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Luego, los Gobiernos del período de la inestabilidad, que se inicia con la elección de
Bucaram en 1996 y su caída a los pocos meses, a quien le siguen Alarcón, Mahuad
(también elegido y derrocado), Noboa, Gutiérrez (elegido y derrocado), y Palacio que
cierra el período, sin incluir algunos otros fugaces personajes que se encargaron del
poder por algunas horas. Han llegado al Gobierno todos los partidos políticos de la
derecha y el centro que han sido fuertes en sus estructuras organizativas, en influencia
electoral o en presencia ideológica; en efecto, han estado la democracia cristiana, la
socialdemocracia, los socialcristianos, los conservadores, los populistas de centro
derecha, así como los inorgánicos que “oportunamente” aprovechan los desajustes que
se presentan a la hora de establecer los acuerdos entre los grupos dominantes. En este
período, la hegemonía corrió a favor de la fracción oligárquica de la Costa que, desde
la función Ejecutiva o Legislativa, impuso las reglas de juego para el ejercicio del
poder, la manera de gestionar la crisis y el reparto de la riqueza, sea con Gobiernos
directamente controlados por sus estructuras políticas o con Gobiernos de la oposición
ideológica como el de la Izquierda Democrática.
Los planes económicos del cuarto de siglo neoliberal se ejecutan en medio de dos
tendencias; por un lado, la reinserción subordinada a la economía internacional y, por
otro, la exclusión creciente de importantes sectores de la sociedad que no se acoplan a
esa dinámica. Por el lado de la reinserción: a) se opera una reconversión productiva de
carácter regresiva, esto es, se reprimariza la economía con la que participa el país en el
comercio internacional; b) se incrementa la vulnerabilidad de la economía en sus rela-
ciones externas, pues los productos primarios, de manera especial los recursos ener-
géticos como el petróleo, entran en una fase de severa inestabilidad en sus precios, con
lo que se agudiza, además, el deterioro de los términos de intercambio; c) se debilita el
mercado interno y con ello el tejido productivo nacional; d) se incentiva la concentra-
ción económica en torno al polo de vinculación externa, generando allí un fuerte nexo
local-global que restringe la intervención del Estado nacional; fortalece las tendencias
autonomistas y las políticas que desde lo local se orientan a subordinar al resto de la
sociedad, de manera particular a los espacios que contribuyen a la reproducción de la
fuerza de trabajo.
Desde el lado de la exclusión encontramos a importantes sectores de la sociedad con
bajos ingresos y restricciones para participar en la órbita del consumo de bienes y
servicios. Su aparato productivo tiene pocas oportunidades para mejorar su produc-
![Page 264: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/264.jpg)
263
tividad y participar con ventaja en los mercados internacionales. Aquí se encuentran
empresas artesanales y pequeñas y medianas industrias con dificultades para acceder al
crédito y asistencia técnica; su producción se orienta al mercado interno, que debe
enfrentar los límites por la creciente pauperización.
Si bien en los sectores integrados en la dinámica de la globalización predominan las
relaciones salariales, no es menos cierto que estas se precarizan a partir de meca-
nismos como la tercerización, la falta de protección social y los bajos salarios. En los
sectores excluidos, a pesar de que encontramos relaciones salariales, se expanden las
actividades a cuenta propia. Los nexos de parentesco y relaciones comunitarias se
convierten en fuertes inyecciones para la reproducción de la vida familiar.
Las políticas de concentración de la riqueza se expresan con claridad en los
indicadores del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Para la población
urbana, entre 1990 y 2000, los nueve deciles de la población ven restringir sus ingre-
sos, mientras el decil de mayores ingresos ve incrementar los suyos, al pasar del 35,4
al 45,3%. El 50% de la población que en 1990 accedía al 20% de los ingresos, para el
año 2000 solamente llega al 15,3%, y el 20% más pobre que en 1990 accedía al 4,9%,
en 2000 llega al 3,3%.63 En una mirada comparativa para la región latinoamericana,
Ecuador es el único país, en un estudio sobre 21 países, cuyo gasto social como por-
centaje del PIB entre 1990 y 2003 disminuye. Entre 2002 y 2003, América Latina des-
tina en promedio el 13,1% de su PIB a gasto social, Ecuador apenas llega al 5,7%; qué
decir cuando Uruguay y Argentina destinan el 20,9 y el 19,4%, o Cuba que lo hace en
un 29,2%. El gasto social per cápita para ese período en Ecuador es de 76 dólares,
cuando el promedio para esos 21 países de América Latina es de 481 dólares. Nos
disputamos con Honduras, Guatemala y Nicaragua los últimos lugares en atender las
necesidades humanas fundamentales. Los efectos sociales se expresan en un
incremento sensible de los niveles de pobreza e indigencia, se polariza más la
sociedad, y crecen los niveles de violencia e inseguridad. Con el pasar de los años, el
ajuste estructural provoca un creciente desajuste en las formas de representación polí-
tica que se manifiesta en la inestabilidad, la crisis de los partidos políticos, el peso cre-
ciente de las formas populistas y clientelares. Paralelamente tenemos la conformación
63 INEC, Encuestas urbanas de empleo y desempleo. Distribución del ingreso per cápita de los hogares urbanos según nivel socioeconómico 1990-2000.
![Page 265: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/265.jpg)
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de nuevos movimientos sociales encargados de canalizar las aspiraciones de los secto-
res subalternos de la sociedad.
Neoliberalismo y migración
La reproducción de la vida familiar en una época de crisis, necesariamente, está
vinculada con los fenómenos de la movilidad humana. Desde la década del ochenta se
observa un crecimiento de la tendencia emigratoria en el país, sobre todo hacia
Estados Unidos. En los años noventa, a esa tendencia se suma la emigración hacia
Europa. Pero a finales de esta década, entre 1998 y 2000 se provoca una virtual
estampida hacia España y se mantienen los ritmos migratorios hacia Estados Unidos.
Esta explosión migratoria se relaciona con los efectos de la crisis económica de 1997,
en que el precio del petróleo había descendido hasta siete dólares por barril, la crisis
productiva a consecuencia del fenómeno de El Niño, y especialmente por los efectos
de las políticas de ajuste estructural que condujeron al estancamiento económico, a la
mayor desigualdad en la distribución de la renta y, finalmente, al esquema de la
dolarización, medida que supuso una fuerte devaluación. Se estima que la población
emigrante entre 1998 y 2000 pudo llegar al millón de personas, que representan el
20% de la población económicamente activa, con fuertes impactos económicos y
sociales internos, habida cuenta de que el mayor flujo corresponde a jóvenes y
mujeres. Se estima también que para 2005, la población emigrada llegaría a los dos
millones quinientos mil. Esto significa que para el comportamiento de la economía
ecuatoriana, la presencia de las remesas, junto a la exportación petrolera, se ha
convertido en uno de los componentes sensibles para el sustento de la dolarización.
Presencia de nuevos movimientos sociales
La lucha por la tierra, que caracterizó al movimiento campesino-indígena durante las
décadas de los años cincuenta, sesenta y setenta, da un giro importante en la década
del ochenta. Se transita a una acción que procura romper el régimen de exclusión que
la sociedad y el Estado han ejercido sobre la población indígena desde la época
colonial. El levantamiento indígena de 1990 marca un hito en la historia del país; es el
hecho más trascendente de los últimos 25 años, interpela los comportamientos racistas,
autoritarios, excluyentes, de intolerancia étnica y cultural de una sociedad que se
construía de espaldas a uno de sus más significativos integrantes.
![Page 266: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/266.jpg)
265
Este movimiento levantó la tesis de la plurinacionalidad, desarrolló expresiones
simbólicas que le permitieron consolidar su identidad interna, y realizó múltiples
acciones que le confirieron una fuerte autoridad moral y política en el país. En 1996
construyó su representación política a través del movimiento Pachakutik, con una
agenda que le permitió constituirse en la voz de los sectores excluidos, empobrecidos
y marginados por el neoliberalismo en Ecuador.
El movimiento indígena agrupado en la CONAIE, durante los años noventa, se
convierte en la organización social más importante, no solamente de los indígenas sino
de toda la sociedad. Esa representación le permite jugar un papel destacado en la
escena política nacional tras los cuestionamientos a los Gobiernos de Bucaram,
Mahuad, en la alianza y ruptura con Lucio Gutiérrez. De alguna manera, le toma la
posta al movimiento sindical y a las organizaciones de los sectores medios que durante
las décadas de los setenta y ochenta cumplieron una activa participación de resistencia
a las medidas anti-obreras de la dictadura militar, primero, y a las políticas concentra-
doras del neoliberalismo, más tarde.
Con la emergencia del movimiento indígena, temas como la plurinacionalidad, la
diversidad cultural, las identidades, la descentralización y autonomía territorial, el
extractivismo, el agua, la minería, el derecho indígena, la consulta previa, han pasado
a ser debates fundamentales para las estrategias de vida de las colectividades.
El nuevo Gobierno y sus retos
Con la elección de Rafael Correa como presidente, se abre un nuevo momento en la
historia. Se cierra el período de inestabilidad política que caracterizó al país entre 1996
y 2006; se da inicio a otro ordenamiento jurídico y constitucional, nuevas reglas de
juego que toman en cuenta la crisis de representación de los partidos y movimientos
políticos. La nueva Constitución, aprobada en 2008, recoge varias de las expectativas
planteadas por los diversos movimientos sociales, equidad de género, demandas
ambientalistas, propuestas de seguridad social para distintos sectores de la población,
aspiraciones culturales, reivindicaciones territoriales, reformas en los sistemas de salud
y educación, vigencia de un nuevo sistema de justicia y participación. La amplitud y
diversidad de enfoques, así como la urgencia, que motivaron la discusión en la
Constituyente, explican también algunas de sus falencias. En todo caso, en torno a este
![Page 267: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/267.jpg)
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proceso se presentó un interesante debate nacional.
El Gobierno de Correa surge como expresión de la crítica al pasado neoliberal. Tiene
como reto, por tanto, armar una estrategia de desarrollo alternativa, que responda a las
expectativas de tantas demandas acumuladas por la sociedad tras un cuarto de siglo de
neoliberalismo, en condiciones en que el Gobierno no dispone de una estructura
política que le facilite el proceso de conducción; es más, que no siente su necesidad.
Además, no cuenta con los mecanismos que le permitan construir alianzas adecuadas
con los sectores sociales interesados en profundizar un proceso de construcción
democrática, y son cada vez más limitadas las opciones para construir una sólida
fuerza social y política que protagonice los cambios que el país requiere. Y es que no
se trata de maquillar lo experimentado durante las décadas pasadas, sino de
transformaciones que tienen un carácter estructural frente a la propiedad, a la
producción de conocimientos, la superación de formas extractivistas y primarias en la
economía, el fortalecimiento del mercado interno y la diversificación de la producción;
de un régimen de tenencia de la tierra más equitativo, del apoyo a la economía social y
solidaria fundamental para la reproducción de la vida familiar, del mejoramiento de los
servicios públicos en salud y educación. Cambios que los ecuatorianos están a la
expectativa de que puedan emprenderse.
A las dificultades políticas por los desencuentros entre los movimientos sociales y el
Gobierno, se suman los efectos de una severa crisis internacional, comparable a la de
1929, que tiene su epicentro nuevamente en los países desarrollados, y que por
distintas vías afecta a la economía del país. Ecuador debe afrontar la volatilidad en los
precios del petróleo, la caída de las exportaciones de los productos primarios, y
nuevamente el deterioro de sus términos de intercambio, el encarecimiento de las
importaciones, las restricciones del crédito y, de manera sensible, la caída de las
remesas de nuestros compatriotas.
En efecto, las remesas en el año 2007 llegan a 2.861,1 millones de dólares, y caen en
el año 2008 a 2.478,7 millones de dólares, cuando se asiste a la crisis de las hipotecas
tanto en Estados Unidos como en España. En el año 2009, cuando la crisis afecta otros
sectores de la economía y aumenta el desempleo, las remesas nuevamente caen a un
valor de 2.146 millones de dólares. Esto significa más de 700 millones de dólares de
diferencia con 2007 (FLACSO, 2009). Sin embargo, hay que indicar que el mayor
![Page 268: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/268.jpg)
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impacto, al menos en este período de la crisis (que aún está lejos de ser remontada por
el capitalismo internacional) ya pasó, pues en 2009 la tendencia en los últimos meses
es a mejorar la remisión de las remesas, sobre todo desde España, país que
curiosamente tiene mayores dificultades.
Sin duda, no se puede dejar de mencionar que la migración tiene ahora mayores
dificultades debido al comportamiento que asumen varios de los países del mundo
desarrollado para frenar el ingreso de la población en condiciones de irregularidad. Las
medidas adoptadas por la Unión Europea y por varias regiones en Estados Unidos
dejan un ambiente de absoluta intranquilidad para los legítimos procesos de movilidad
humana en esta primera década del siglo XXI. La racionalidad del capital, una vez
más, contradice los más elementales derechos de las personas y sus expectativas por
una vida mejor.
![Page 269: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/269.jpg)
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![Page 270: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/270.jpg)
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CAPITULO IX
ECUADOR: TRES MOMENTOS EN LA "REVOLUCIÓN
CIUDADANA”
1. De los orígenes a la Asamblea Constituyente
El período entre 2007-2009 fue un momento de transición. Ecuador, como varios
países de la región, asistió en los primeros años del nuevo siglo al agotamiento de las
políticas de corte neoliberal que se aplicaron desde la década de los años ochenta. El
gobierno de Rafael Correa emergió como expresión de los distintos sectores sociales
que resistieron a las políticas del ajuste estructural, a las imposiciones de las institu-
ciones financieras y del comercio internacionales y a las formas de dominación impe-
rial cuyas manifestaciones más visibles fueron el Plan Colombia, el TLC y la Base de
Manta.
Alianza PAIS64 y Correa acogieron e hicieron suyos desde la campaña electoral del
2006 el discurso que diversos sectores sociales populares, particularmente del movi-
miento indígena y sectores medios, lo venían construyendo, por una nueva visión de
desarrollo o de algo distinto al desarrollo, por un proyecto de democratización y por la
conformación de una nueva institucionalidad. La construcción del "Sumak Kausay",
traducido como "El Buen Vivir", que tiene similitudes con las propuestas del Suma
Qamaña del movimiento indígena boliviano, junto a otras elaboraciones en la región
como la del socialismo del siglo XXI y el de la revolución ciudadana, se convirtió en
"el nuevo discurso oficial” que expone las tesis centrales para transitar en el post-neo-
liberalismo.
64 Alianza PAIS, Pueblo Altivo y Soberano. Se hace abstracción de la utilización de Alianza, Movimiento o Movimiento de movimientos, caracterizaciones de los propios dirigentes de PAIS.
![Page 271: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/271.jpg)
270
El Plan de desarrollo 2007-2010, que la Secretaria nacional de Planificación y
Desarrollo (SENPLADES) lo denominó “Planificación para la Revolución
Ciudadana", pone atención en las cinco revoluciones: 1) la constitucional y
democrática; 2) la ética; 3) la económica y productiva; 4) la social; y 5) por la dig-
nidad, la soberanía y la integración latinoamericana. Es un plan para la transición, en
que se expone, a partir del "nuevo discurso" el imaginario de la meta a la que se quiere
llegar. No es extraño que en la formulación de la primera política de este instrumento
planificador se señale: "impulsar la economía social y solidaria, generar empleo pro-
ductivo digno y reconocer el trabajo en todos sus ámbitos". La formulación de ésta
tesis define la dirección de lo que se quería hacer, la construcción de una economía
que guarde concordancia con los objetivos formulados en el Buen Vivir. Esto suponía,
como lo expone el Plan, cambiar el modelo de acumulación primario exportador que
tradicionalmente ha mantenido el Ecuador por otro a construirse colectivamente, que
propicie la producción industrial local, desarrolle las capacidades endógenas, que de
impulso a los servicios eco-turísticos y ambientales. Sin embargo, la economía popular
y solidaria, y de manera particular su componente productivo que debía convertirse en
la columna vertebral de este otro sistema social y solidario, será a lo largo de la Revo-
lución Ciudadana, absolutamente marginal.
Las medidas de contenido popular que adoptó el gobierno en los primeros meses, su
relación directa con los electores y su capacidad de comunicación, generaron una gran
expectativa social y una acumulación de fuerzas que permitieron a PAIS y al presi-
dente Correa ir con una fuerza arrolladora a cumplir la meta para este primer período,
la realización de la Asamblea Constituyente con “plenos poderes” y la aprobación de
la nueva carta mediante consulta popular. Esto requirió que se desarticule el Congreso
recientemente elegido, y con ello, la representación de las fuerzas políticas resultantes
de las elecciones nacionales del 200665. La correlación de fuerzas en el país cambió de
manera abrupta en favor del gobierno y ello se reflejó en la composición de la
Asamblea Constituyente.
La elaboración de la Constitución se efectuó en medio de una importante movilización
de diversos sectores de la sociedad que tuvieron la oportunidad de debatir propuestas,
65 PAIS en las elecciones de 2006 resolvió no presentar candidatos al Congreso para restarle legitimidad y hacer propaganda por la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
![Page 272: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/272.jpg)
271
sugerir textos, ser recibidos y en algunas oportunidades ser escuchados. Ello permitió
que en la formulación constitucional se profundice en la sección de derechos indivi-
duales y colectivos con relación a la constitución de 1998; se incorporó los derechos
de la naturaleza con la que se dio forma a una visión que propicia una relación armó-
nica con la naturaleza; se integró en el texto constitucional los elementos económicos,
sociales, culturales, éticos, que sirvan de fundamento a las políticas para un desarrollo
que supere tanto lo realizado por el neoliberalismo como de otras experiencias del
pasado que no han hecho posible el buen vivir en la sociedad ecuatoriana. Valores y
principios como reciprocidad, solidaridad, equidad social y de género, participación,
potenciación de las capacidades, seguridad alimentaria, identidad, se repetirán no
pocas veces en ese discurso; se acogieron las tesis de la plurinacionalidad y la inter-
culturalidad.
Al tiempo que se amplían derechos y garantías para los ciudadanos y las comunidades
y se formulan los supuestos para la construcción de un desarrollo alternativo, se deba-
tieron los aspectos relativos a la estructura del Estado y los mecanismos que permi-
tirían una creciente democratización de la sociedad. Debate que se proponía superar
dos concepciones que la historia las presenta como equívocas en la relación del Estado
con el mercado en la construcción social. Se trataba de no replicar modelos organiza-
dos a partir de un excesivo peso del Estado presente en las experiencias del socialismo
real y de ciertos proyectos populistas del pasado de América Latina, como no se podría
replicar, la primacía del mercado, por los negativos resultados sociales en la reciente
aplicación del neoliberalismo en la región. Estado y mercado, se decía, deberán ser
gobernados por la sociedad, tanto Estado cuanto haga falta, tanto mercado cuanto
potencie iniciativas productivas, la capacidad de gobernarlos por la sociedad requiere
el fortalecimiento de la ciudadanía, más participación, más democracia.
La trilogía Estado, sociedad, mercado, sus interrelaciones, como una superación del
falso dilema Estado-mercado es un debate apenas iniciado en la sociedad latinoameri-
cana luego de las experiencias del neoliberalismo. Sostener por parte de la izquierda
que el Estado se ha debilitado, porque el neoliberalismo redujo su capacidad regulato-
ria y el patrimonio, es sin duda una imprecisión; de allí, que las acciones para recu-
perar la presencia del Estado pueda concebirse como una política anti y post-neolibe-
ral, es comprensible, pero es un error considerarla como el signo de una política de
izquierda anticapitalista. De otra parte, son evidentes las limitaciones en la formula-
![Page 273: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/273.jpg)
272
ción de propuestas que hagan posible materializar en la “institucionalidad del poder”
las perspectivas de la interculturalidad, la plurinacionalidad y la soberanía. La parte
orgánica consolidó una estructura presidencialista, se propuso “institucionalizar” la
participación ciudadana, como si eso fuese posible, y restó capacidades a las represen-
taciones políticas. Estas limitaciones en la estructuración del poder condujo a un
estrechamiento de las libertades de opinión, organización y resistencia de los ciuda-
danos y la dispersión de la representación política.
El espacio de la Asamblea Constituyente permitió no solamente la exposición de pro-
puestas de las principales corrientes políticas en el escenario nacional, de aquellas que
habían usufructuado del poder en las últimas décadas y de aquellas que pugnaban por
sustituirlas, sino que evidenció paralelamente las contradicciones y debilidades dentro
de éstas últimas. La falta de unidad ideológica y política en Alianza PAIS se expresó
en el cambio de dirección en la conducción de la Asamblea. Más allá de si se
reprogramaban los tiempos para la elaboración del texto constitucional, lo que germina
en su interior son discrepancias fundamentales en torno a las concepciones sobre el
desarrollo, la democracia, la plurinacionalidad, la interculturalidad, la interrelación
entre las distintas funciones del Estado.
La nueva institucionalidad del Estado asentada en un presidencialismo fuerte, fue el
objetivo central de esta coyuntura, que se complementa con la configuración de una
base social de apoyo electoral con capacidad de movilización. Esta base social fue
posible constituirla a partir de la aplicación de las políticas de subsidios, de incremento
al bono de desarrollo humano a los sectores más empobrecidos; y por la respuesta a
demandas políticas de importante significado simbólico para los sectores medios: el
cierre de la Base de Manta, la prioridad para América Latina en las relaciones interna-
cionales, la recuperación para el Estado de parte importante de la renta petrolera y, la
renegociación de la deuda externa anulando el componente calificado como ilegítimo.
Para ese entonces se pone en evidencia el carácter que debe asumir su organización
partidaria. En Alianza País no se permite avanzar en la construcción de una estructura
partidaria, con elementos programáticos y definiciones ideológicas que orienten el
quehacer de su militancia. Se trata de un movimiento amorfo, heterogéneo, con una
estructura de dirección jerárquica, altamente concentrada en la voluntad de su líder.
Los equipos en los distintos niveles de dirección son como los funcionarios, de libre
![Page 274: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/274.jpg)
273
remoción de acuerdo a las necesidades y requerimientos también del líder, que es al
mismo tiempo el presidente de la república. Características de PAIS que las encon-
tramos en los movimientos populistas y caudillistas de mediados del siglo XX en
América Latina. -
2. Tras la segunda elección, Correa concreta su proyecto político (2009-2013).
Luego del proceso electoral de abril de 2009 en el marco de la nueva constitución, el
presidente Correa inicia el período de gestión hasta el 2013 en condiciones en que se
ha consolidado su liderazgo. Las contradicciones internas en Alianza PAIS, fruto de su
heterogénea composición, se resuelven de manera administrativa y ejecutiva por el
propio presidente. De hecho, en el curso de éste período, las posiciones progresistas y
en muchos casos más democráticas ceden terreno a las posiciones más conservadoras.
La integración y continua movilidad en su gabinete ministerial refleja una estructura
de representación que define la intencionalidad del gobierno. A representantes de sec-
tores vinculados al empresariado, sea al tradicional o al de reciente conformación, y a
fuerzas políticas de la “partidocracia” de derechas o de centro, se les designa para los
ministerios que tendrán relación con la gran inversión pública, petróleo, energía, trans-
porte y obras públicas, ambiente, compras públicas, telecomunicaciones, desarrollo
urbano y vivienda, producción, turismo; a funcionarios provenientes de una práctica
en la izquierda, con ONG(s) o con organizaciones sociales se les encargará los minis-
terios relacionados con la inclusión económica y social, las relaciones laborales, la
educación, la relación con los movimientos sociales, la seguridad, la secretaría de
migrantes y en un comienzo incluso las relaciones con los militares a través del
ministerio de Defensa. Si bien él, el líder, toma las decisiones trascendentes en todos
los ámbitos, qué mejor que los negocios sean administrados por quienes serán puentes
con los sectores empresariales con los que el gobierno desea mantener relaciones; qué
mejor que las relaciones políticas de acercamientos y distanciamientos con los gremios
y sectores sociales sean administradas por “cuadros” cercanos a esos mismos espacios.
La economía, la comunicación, el control, el manejo administrativo y jurídico cotidia-
no, se lo hace con un equipo concentrado que ha tenido permanencia a lo largo de los
gobiernos del presidente Correa, compuesto por funcionarios vinculados a grupos de
poder, a gobiernos de la “partidocracia”, y en pocos casos con dirigentes que proyec-
![Page 275: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/275.jpg)
274
ten una imagen de “progresismo”. Los cuadros operativos para varias de estas funcio-
nes resultan ser muy poco calificados. Una estructura burocrática dispersa, en que la
falta de coherencia ideológica y política en la mayoría de los funcionarios es cubierta
por un discurso tecnocrático que se alimenta desde la planificación y en la incesante
repetición de los mensajes semanales que presenta su líder.
Para este segundo período el gobierno coloca de manera explícita su propuesta para la
economía y para el ejercicio del poder. En esta gestión se evidencia una no corres-
pondencia entre el proyecto que se ejecuta y el discurso inicial, entre lo que se hace y
la retórica que pervive, pues buena parte de los mensajes originarios se han archivado,
como el del socialismo del s. XXI; mientras otros, como la eficiencia, el orden, la
disciplina cobran vitalidad. En lugar del cambio del régimen de acumulación se
empieza a plantear el cambio de la matriz productiva (Ospina, 2011).
En el ejercicio del poder, lo que aparecía en un comienzo como exabruptos del presi-
dente, se manifiesta más tarde de manera recurrente y termina siendo una práctica coti-
diana de autoritarismo66 y prepotencia, al extremo de que la propia Constitución se le
presenta como un texto plagado de impertinencias garantistas.
Se configura un régimen autoritario con una alta concentración de poder, se incide en
las decisiones de las otras funciones del Estado. Proceso que ha sido posible con la uti-
lización de la "democracia plebiscitaria" y el control en la designación de funcionarios
a través del “Consejo de Participación Ciudadana y Control Social”. "¿Quieren que
meta las manos en la justicia?" Aunque sólo haya sido con una apretada mayoría de
los votos válidos, el electorado dijo que sí. Ello resume lo que se hace y lo que se
puede hacer en nombre de la libre expresión democrática de los electores. Esto es posi-
ble porque se ha configurado una base social que se reconoce en un discurso mesiá-
nico, que admite una violencia verbal para castigar a los grupos que se han aprovecha-
do de la ingenuidad popular, que acepta la utilización abusiva de los medios de comu-
nicación “pública” para mantener una propaganda de exaltación del líder y su régimen.
66 Se asume, el autoritarismo como una práctica política en oposición a lo democrático; un régimen en que el ejecutivo (más allá de los límites de un régimen presidencialista) irrespeta la autonomía de las otras funciones del Estado; que se legitima en torno a un orden jerárquico determinado por el voto mayoritario en elecciones; utiliza la movilización de ciertos sectores de la sociedad como mecanismo de presión política.
![Page 276: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/276.jpg)
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De allí que no le ha resultado difícil al gobierno construir "falsos contradictores", la
prensa, ciertos periodistas, algunos políticos carentes de representación y legitimidad,
para posicionar un discurso agresivo, descalificador e imponer un ambiente de incerti-
dumbre en la sociedad. Con esos mismos propósitos no ha tenido reparos en la
utilización de los cuestionables episodios que se dieron en torno a la insubordinación
policial del 30 de septiembre, que terminaron con varios muertos y heridos y que fue
calificado por el gobierno como un intento de “golpe de estado”. El gobierno, su
equipo de comunicación y su incidencia en las otras funciones del Estado han hecho lo
necesario para generar el ambiente de miedo a través de la persecución judicial, me-
diática, de la inseguridad en el empleo. Ha sido tan eficaz la política de amedrenta-
miento que ha conseguido silenciar a las propias universidades que históricamente
fueron trincheras de resistencia a prácticas autoritarias, y que en esta ocasión de
“forma tibia” hicieron escuchar su voz en defensa de su autonomía y reclamaron de
manera unilateral recursos para el funcionamiento de sus centros. Lo que se ha
conseguido con esa política es: primero, desarticular, desprestigiar y dividir a los
movimientos sociales y grupos organizados en el campo de lo popular. Segundo,
mantener a los servidores públicos, a la burocracia del Estado, como un manto protec-
tor, se le ha ensanchado, tiene mejores remuneraciones, se le ha disciplinado, y es
objeto de movilización en cada ocasión en que el gobierno es interpelado por los
sectores sociales populares. Tercero, subordinar a grupos de poder tradicionales al
tiempo que consolida a los nuevos beneficiarios de la obra pública del régimen, en
especial en vías y obras de infraestructura energética; del auge de la comercialización
y la construcción privadas; de la expectativa de los proyectos mineros. Son los
mayores beneficiarios del modelo de acumulación, y desde tras del escenario,
contribuyen a la estabilización.
Se ha consolidado la base social y política de Alianza PAIS, en que funciona una es-
tructura jerárquica sin opción a la discrepancia y con cierta capacidad de movilización.
Se ha configurado detrás de ese signo una alianza policlasista, están sectores populares
del campesinado, trabajadores, indígenas, pobladores pobres suburbanos, sectores me-
dios, grupos empresariales de baja, media y altos niveles de concentración económica;
es la base social y política del correismo. Si la crisis política anterior resquebrajó los
canales de representación de las fuerzas dominantes, Correa logra afirmar su presencia
en nombre de la estabilidad y el progreso de todos, se trata de un proyecto bonapartista
![Page 277: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/277.jpg)
276
que no pone en riesgo los intereses de los grupos de poder, que ante la ausencia de
dominio de una de sus fracciones, Correa asume el papel de árbitro con capacidad de
imponer las reglas de juego.
La polarización y confrontación del discurso del presidente Correa con los medios de
comunicación y la partidocracia termina siendo una trampa, un cebo para la distrac-
ción. Varios medios de comunicación han dejado de ser expresión de los intereses de
ciertos grupos de poder, primero porque la actual normativa prohíbe a los bancos tener
propiedad de medios; segundo porque el gobierno a los medios intervenidos en lugar
de configurarlos como medios públicos los ha convertido en sus medios; y, tercero,
porque buena parte de los grupos de poder que mantenían el control de esos medios o
han sido disueltos o están en relación con el gobierno. De otra parte, los partidos
políticos como expresión de corrientes ideológicas en la política, desde hace ya
muchos años, dejaron de serlo, fue una de las “tareas” del neoliberalismo. La
partidocracia, a la que combate el gobierno en sus informes semanales, ha sido
reducida a pocas expresiones, casi todos los partidos han sido borrados del registro
electoral. Los grupos de poder, que en el pasado tuvieron acuerdos con el socialcris-
tianismo, el populismo bucaramista, o la socialdemocracia, ahora los tienen con el
gobierno de Rafael Correa. En Alianza PAIS se expresan también los intereses de
grupos medios representados por profesionales, estudiantes, burócratas y algunos
gremios con mucho poder como el de los transportistas.
El presidente Correa con su política económica y su estilo autoritario ha logrado desar-
ticular las expresiones políticas y sociales discrepantes en el país. Los mayores con-
flictos en este período se presentaron con la Unión Nacional de Educadores UNE por
las formas de evaluación a los docentes y la aplicación a éste colectivo de la Ley de
Servicio Civil y Carrera Administrativa; y con la Confederación Nacional de
Indígenas del Ecuador (CONAIE) por los desacuerdos con la Ley de aguas y la
minería. De esa desarticulación emerge Creando Oportunidades (CREO), organización
que se ubica en el espectro de la derecha política, cuestiona las prácticas prepotentes y
autoritarias del gobierno más que proponer un proyecto político alternativo. El
presidente la reconoció como una "oposición seria y responsable" y complementaron
sus adláteres señalaron que "No hay espacio para los oportunistas, los demagogos, los
populistas ni para los infantiles". Se van alejando de las posiciones originarias a
![Page 278: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/278.jpg)
277
nombre de un pragmatismo que les permita luchar contra la pobreza y las
desigualdades sin afectar a los sectores ricos como dice el presidente de la república67.
En este período tiene importancia la presión sobre las empresas extranjeras que contro-
lan la producción petrolera y las comunicaciones. El gobierno acompañado de un
discurso nacionalista forzó una negociación que permitió al Estado ampliar sus ingre-
sos e impulsar políticas en la región orientadas a lograr cierta autonomía financiera
que contrarreste la tradicional presión de los organismos multilaterales de crédito. Esta
línea nacionalista se vio fortalecida con la renegociación de la deuda externa que desde
el 2008 se orientó a desconocer parte de ella por ser “ilegítima”. Con el pragmatismo
que caracteriza al gobierno, se recompró Bonos Global 2012 y 2030 por un valor de
USD 900 millones cuando en el mercado se negociaban a un precio nominal de USD
2.300 millones. Un ahorro de 1.200 millones de dólares y a la par se reconoció la
deuda de los Bonos Global 2015.
A esta postura nacionalista le acompaña una explícita posición de fortalecer la presen-
cia del Estado en la economía, no solamente en el ámbito de la regulación y control
sino de una activa participación del Estado con inversiones a través de empresas públi-
cas. Esta mayor presencia del Estado en “el desarrollo” es una de las estrategia pro–
puestas por SENPLADES en el Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013, que
permitirá transitar, en un plazo de 16 a 20 años, del tradicional modelo de acumulación
primario exportador a la construcción de la sociedad del bio-conocimiento y de servi-
cios eco-turísticos comunitarios (SENPLADES, 2009, 96); transición que se efectuará
cumpliendo las metas de cuatro etapas, estrategia que tiene como supuesto a la bio-
diversidad como elemento del capital natural.
El discurso del Buen Vivir está acompañado de otros discursos, del nacionalista, del
estatista, del desarrollista68. Discursos que tienen sus antecedentes en las luchas demo-
cráticas de América Latina por su pasado colonial y neocolonial y en la resistencia a la
presencia del capital transnacional; en las propuestas desarrollistas de los años cin-
67 “…estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí es nuestra intención tener una sociedad más justa y equitativa”. Entrevista a Rafael Correa por Orlando Pérez en el telégrafo el 15 de enero de 2012. 68 Se consideran varias reflexiones de los análisis de coyuntura que elabora Pablo Ospina Peralta del Comité Ecuménico de Proyectos. (Ospina, 2010)
![Page 279: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/279.jpg)
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cuenta que con la gravitante intervención del Estado en la economía se aspiraba a
superar la matriz agroexportadora y llegar a la industrialización mediante la sustitución
de importaciones; en la visión de avanzar por etapas o el culto al “progreso técnico”
para ponerlo en lenguaje de la CEPAL; y lo que es de mayor preocupación, la no
correspondencia entre la “coherencia técnica de los planificadores” y el movimiento de
las contradicciones en la realidad política, económica, social, cultural, no
correspondencia entre la tecnocracia y la realidad que hace que los objetivos y metas
para cada período se vayan postergando una y otra vez. Discursos de otra parte que no
siempre resultan complementarios en la racionalidad.
Al gobierno de R. Correa se le acusa de autoritario, prepotente y de haber subordinado
a las otras funciones del Estado. Uno de los puntos de discusión tiene relación con la
conformación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Se
señaló al comentar algunos resultados de la Asamblea Constituyente que una de sus
graves limitaciones, desde una perspectiva democrática, es el que se haya aprobado
una forma de institucionalizar la participación ciudadana, ésta por principio debe man-
tenerse al margen de la estructura del Estado para conservar su independencia, ejercer
el derecho a la crítica, a la veeduría, a la denuncia, conservar su heterogeneidad y
diversidad.
La participación ciudadana no puede ser homogeneizada y mucho menos sometida al
ejercicio del poder. Este Consejo, conformado por siete miembros principales y siete
suplentes designados por concurso de méritos y oposición entre candidatos de la
ciudadanía y las organizaciones sociales, en base a un concurso reglado por el Consejo
Nacional Electoral, tiene la atribución de designar al Procurador General del Estado, a
los Superintendentes, al Defensor del Pueblo, a la autoridad de la Defensoría Pública,
al Fiscal General del Estado, al Contralor del Estado, a los miembros del Consejo
Nacional Electoral, al Contencioso Electoral, al Consejo de la Judicatura (Constitución
del 2008) designaciones que se hacen a través de comisiones. El resto de funciones
del Consejo que se señalan en los acápites del 1 al 9 del art. 208 son solamente decla-
rativas. No es un Consejo para propiciar la participación de los ciudadanos y estimu-
larlos al control social de lo que se hace en el ejercicio del poder, todo lo contrario, es
para anular el ejercicio de la democracia representativa y la democracia directa.
![Page 280: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/280.jpg)
279
El gobierno de R. Correa tomó el control del Consejo de Participación Ciudadana. El
primero de ellos respondió en su integración a Alianza PAIS y otras fuerzas aliadas; en
el segundo Consejo todos sus integrantes son personas vinculadas a Alianza PAIS.
Esto explica que Jueces de las Cortez, Fiscales, Procuradores, Superintendentes,
Defensores del Pueblo y demás sean funcionarios absolutamente dependientes de las
decisiones del Ejecutivo. No se fiscalizan las acciones del Gobierno ni en la Asamblea
Nacional, ni por parte de la Contraloría General del Estado, ni por las Superinten-
dencias. Y si un grupo de ciudadano se organiza para opinar sobre algún negocio
obscuro inmediatamente será acallado, descalificado, y amenazado para que se someta
a la justicia. El Consejo Nacional Electoral (CNE) organiza el proceso de selección de
los integrantes del CPCCS; éstos designan, luego de los respectivos concursos, a los
integrantes del CNE, el círculo se cierra. Que en estos procesos surgen discrepancias
entre los candidatos, desde luego que sí, sobre todo en sus momentos finales,
responden a desacuerdos entre los grupos de PAIS que pugnan por colocar una
pequeña cuota de poder, que en algún momento les será útil.
La otra medida que abona para un ejercicio autoritario tiene relación con la Consulta
Popular efectuada el 7 de mayo de 2011. Luego de la insubordinación de la Policía
Nacional el 30 de septiembre, y dando respuesta a una campaña organizada desde la
derecha sobre el tema de la inseguridad ciudadana, tal como ocurre en otros países de
la región, el Presidente Correa organiza una consulta popular con la que nuevamente
juega en el escenario electoral. La consulta se realiza para responder a diez preguntas,
unas fundamentales que implican reformas constitucionales y otras de trámite que
contribuían al posicionamiento del elector. El gobierno toma el problema de la insegu-
ridad y adopta la posición de la derecha en la región, endurecimiento de penas, ampliar
los tiempos para la detención preventiva, tesis que de alguna manera habían sido
acogidas mayoritariamente por la población luego de una agresiva campaña desde la
derecha y más tarde desde el gobierno. Luego está la prohibición de que las entidades
financieras y las empresas de comunicación privadas puedan tener acciones en otras
empresas fuera de su estricto campo de operación, tesis acogida por la ciudadanía, se
mantenía en su memoria el feriado bancario y el comportamiento de los medios de
comunicación y en especial de la televisión.
En tercer lugar se plantea el tema sustantivo de la Consulta, autorizar la conformación
de un Consejo Temporal de la Judicatura integrado por tres miembros; delegados del
![Page 281: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/281.jpg)
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Ejecutivo, la Legislatura y el Consejo de Participación Ciudadana. Consejo que se
encargaría de reestructurar la Función Judicial. “Permítanme meter las manos en la
Justicia”. Y así se hizo. En la Consulta Popular ganó el Presidente Correa, pero estuvo
lejos de alcanzar el número de votos que se había propuesto. En la pregunta para
reformar la Justicia si bien tiene mayoría de los votos válidos, está a distancia de tener
la mayoría de los votantes. Hoy se tiene un aparato de Justicia subordinado a las
decisiones del Ejecutivo a través del Consejo de la Judicatura. Ningún Juez pude fallar
contra el Estado.
Si a la conformación del Consejo de Participación Ciudadana y a la reestructuración de
la Justicia se suman la aprobación de Leyes en que el veto presidencial irrespetó
acuerdos entre la Asamblea Nacional con otros actores como en el caso de la Ley de
Educación Superior, la Ley de Aguas, en la discusión del proyecto de Ley de
Comunicación, la Ley del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y
Descentralización (COOTAD), o incluso la Ley de Servicio Público que motivó la
amenaza del Presidente de ir a la “muerte cruzada” (nueva elección de Asambleístas) y
propició la insubordinación policial del 30 de septiembre de 2010; y si a eso se suma
también la detención y enjuiciamiento a decenas de dirigentes de organizaciones
sociales, de estudiantes de colegios que expresan su malestar, de jóvenes acusados de
terrorismo por participar en movilizaciones, o personas encarceladas y enjuiciadas por
hacer una “mala seña” al Presidente, explican el carácter autoritario e intolerante de un
gobierno que llegó en nombre de la Revolución Ciudadana y que lo que menos admite
es la participación de los ciudadanos.
Ese creciente autoritarismo, la intolerancia, la concentración de poder y la derechiza-
ción en varios temas como se evidencia en la discusión del código penal, varias de las
organizaciones sociales y políticas de izquierda que apoyaron la reelección de Rafael
Correa en el 2009 o mantenían una apoyo crítico se distanciaron, sustentaron sus
diferencias y pasaron a conformar una oposición desde la izquierda. Allí se encuentran
el Movimiento Popular Democrático MPD, el Movimiento Ruptura de los 25, un
sector del Partido Socialista, la CONAIE, el gremio de los maestros, el Frente Unitario
de los Trabajadores y varios integrantes de PAIS que participaron en funciones de
gobierno, ex asambleístas constituyentes y ex integrantes de la Asamblea Nacional.
![Page 282: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/282.jpg)
281
En lo económico, como resultado de la gestión del gobierno en el período 2007-2013
se pueden advertir algunos resultados:69
- El crecimiento de la economía fue moderadamente alto e irregular, bordeó el 4% en
promedio anual y fue irregular por su alta dependencia del mercado mundial. La crisis
del 2008-2009 causó severos efectos, su variación para el 2009 cayó al 0,6% y la
recuperación solo llegó en el 2011 en que se creció al 8%. Si en un inicio ayudó la
caída del dólar, el incremento de los precios de las materias primas como el petróleo y
la baja de las tasas de interés, con la crisis se restringieron las exportaciones,
disminuyeron los precios de las materias primas y cayó el envío de remesas por la
migración. Para el 2012 se creció en 4,5%.
- El crecimiento de la economía tuvo como soporte el aumento de la capacidad de
consumo de los ecuatorianos, fruto de los incrementos en el Bono de Desarrollo
Humano, en las remuneraciones70, por el empleo en la burocracia del Estado y por la
importante inversión pública que permitieron disminuir el desempleo. Ese consumo de
los hogares viene en crecimiento y equivale en 2011 al 68,2% del PIB de ese año. Es
importante también resaltar el rubro de Formación Bruta de Capital Fijo, que equivale
al 30% del PIB, entendiendo que ese rubro se destina básicamente por el sector
público, que demuestra la poca inversión del sector privado.
- Las exportaciones petroleras representaron un 14% del PIB, siguen siendo gravitan-
tes, entre el 2009 y 2012 pasó de representar el 50,2% al 57,7%, con un ligero incre-
mento en su volumen (alrededor de los 500.000 barriles diarios). Los ingresos por pe-
tróleo a pesar de su buen precio (el más alto se registra en el 2012), no permiten equili-
brar la balanza comercial. Si bien se ha incrementado la exportación de bienes no
petroleros, su ritmo es mucho menor al de las importaciones (para el mismo período se
ha pasado de 11.758 millones de dólares a 18.600 millones). Esto provoca que el
déficit en la balanza comercial se convierta en el principal dolor de cabeza de las
autoridades económicas. Sin embargo hay que destacar que la importación de materias
69 La información estadística de este acápite es obtenida de organismos oficiales estatales como Banco Central, INEC, caso contrario se cita la fuente. 70 El ingreso familiar promedio pasó de cubrir el 66% de la canasta básica en el 2006 al 92,43% (Machado Decio, 2012)
![Page 283: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/283.jpg)
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primas y bienes de capital incrementan su participación e importancia con relación al
de bienes de consumo.
- La participación de la industria manufacturera tiene un virtual estancamiento y se
mantiene en alrededor del 14%, algo menor al peso de la actividad del comercio al por
mayor y menor. En cambio, los sectores que en estos años han tenido un sensible
dinamismo son la producción de suministros de electricidad, que tiene importancia por
la producción hidroeléctrica y la disminución del consumo de derivados de petróleo en
las empresas térmicas; la construcción y la obra pública; la intermediación financiera.
- Tomando en cuenta la importancia de la actividad comercial en la economía nacio-
nal, no deja de preocupar la muy alta concentración del mercado. Según el Censo
Nacional Económico de 2010 citado en Análisis de Coyuntura de FLACSO (2011) "el
10% de las empresas del país realiza casi el 96% de las ventas totales y si tomamos el
1% de las empresas, realizan el 86% de las mismas. Los principales grupos
económicos del país (75 según el SRI), en 2003 tenían ingresos que representaban el
32% del PIB, en 2010 sus ingresos habían subido a casi el 44%" (Para el 2007, esos
ingresos correspondía al 39,8%).
- De acuerdo al informe del Banco Central (2013) la desocupación es 4,6 (7% en el
2007); subocupación 45% (52% 2007) 48,4% ocupados plenos (BCE, 2013/03). Como
se señaló en la evaluación sobre los indicadores de América del Sur, Ecuador es el país
en este período con más baja desocupación, pero al mismo tiempo, con la menor tasa
de ocupación.
- Población urbana en condiciones de pobreza 17,7% (22% en sep. 2007 y 15,3% en
marzo de 2012).
- Coeficiente de Gini 0,45 a marzo de 2013 (0,50 en sep. 2007).
- La Cuenta Corriente (Remesas recibidas, Renta y servicios, y Balanza de bienes)
tiene un déficit de 238,4 millones de dólares en el 2011. En el 2006 tenía un saldo
favorable de 1.758,4 dólares y el peor momento fue en el 2010 en que el déficit pasó
los 1.500 millones de dólares.
![Page 284: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/284.jpg)
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- Las remesas se ubicaron en 1.672 millones en 2011. En el 2006 ingresaron 2.927
millones y el momento más bajo fue en 2010 en que ingresaron 2.591 millones. Las
procedentes de E.U.A. son ligeramente mayores a las de España.
- IED en el 2012 fue de 578 millones de dólares, en 2011 se ubicó en 640 millones; los
momentos más bajos fueron en 2007 y 2010 con 160 millones. El punto mayor en
2008 en que llegó a 1.056 millones. Para el 2011, Colombia recibió 13.234 millones y
Perú 7.659 millones. La parte fuerte de la IED en A. L. se dirigen a Brasil que se lleva
66.660 millones, el 43,8%, le siguen México, Chile. La IED fundamental en Brasil y
México se dirigen a la industria manufacturera, mientras en el resto de países se orien-
tan a la explotación de recursos naturales. La procedencia de la IED entre 2006-2011 a
Ecuador: México (1284 millones) Panamá, España, China (324 millones), Venezuela
(80,94 millones). Se destina a minas y a la industria manufacturera.
-Deuda externa. Para el 2012, la deuda total es de 15.823 millones, la deuda pública
10.871 millones y la privada 4.951 millones. En el 2006, la deuda total era 17.099
millones, la pública 10.215 millones y la privada 6.884 millones.
Con lo dicho se puede afirmar que si bien hay una importante inversión pública para
obras de infraestructura en vías, para la reconversión en la producción de energía
eléctrica, en obras para el procesamiento de derivados de petróleo, la estructura
productiva del país se mantiene. Esto supone que la sustitución de importaciones a las
que se refiere el discurso oficial estaría dirigido casi exclusivamente a la provisión de
derivados de petróleo, y que en consecuencia todavía no se materializa. La impor-
tación de bienes no logra ser equilibrada con un crecimiento de las exportaciones, es
más, en condiciones en que el sector privado no realiza inversiones importantes. Ello
explica la nueva posición del Presidente, en contradicción con su discurso anterior, al
salir a Europa en búsqueda de inversión extranjera directa, de avanzar en la suscrip-
ción del tratado de comercio y de protección a las inversiones.
La inversión en el sector minero, que es la gran apuesta del gobierno, aún tendrá que
esperar, mucho más para obtener los ingresos que le permitan potenciar el cambio en
la matriz productiva y en el modelo de acumulación. Mientras tanto sigue siendo
importante la entrada de remesas y la mantención de diversos subsidios al gas de con-
sumo doméstico, a las gasolinas y a la energía.
![Page 285: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/285.jpg)
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3,- El tercer mandato de Correa: Estado y régimen de acumulación.
En las elecciones del 17 de febrero de 2013 Rafael Correa y Alianza PAIS ganan con
amplia mayoría la presidencia (57%) y la representación a la Asamblea Nacional. La
modificación en el sistemas de reparto de escaños permitió a PAIS obtener las dos ter-
ceras partes con la que puede cursar todos los proyectos de Ley que considere nece-
sarios. Con 58% de los votos asume el 73% de los escaños en el país; o con el 56,5%
de los votos en la Provincia del Azuay, tomó el 100% de la representación. A poco
tiempo de conocidos los resultados el Presidente anunció que propondría cambios a la
Constitución para permitir el ingreso de transgénicos; evitar los abusos en las “accio-
nes de protección” por el hipergarantismo existente; la necesidad de resolver el tema
de la explotación en el ITT, las negociaciones para un acuerdo comercial con la Unión
Europea.
La correlación de fuerzas al interior del régimen da cuenta de la consolidación de los
sectores más vinculados a los emergentes grupos de poder, la presencia de Jorge Glass
Espinel en la vicepresidencia y la estructura del gabinete ministerial lo confirman,
también es indicativo la menor presencia de la izquierda, que es necesaria para atender
la conflictividad social y política.
Iniciado en mayo el tercer período, la Asamblea aprobó las Reformas a la Ley de
Minería para facilitar los contratos y hacer más atractivas las inversiones de las empre-
sas transnacionales al tiempo de hacer muy cuestionables concesiones a las empresas
existentes en el país; la Ley de Comunicación que se venía debatiendo desde meses
atrás; las reformas al Código de la Función Judicial; la Ley de la Función de Transpa-
rencia; La Ley de incentivos para el sector productivo; el Código Integral Penal entre
otras (Ospina, 2013). De este paquete legislativo la Ley de Comunicación y El Código
integral penal ponen de manifiesto los lineamientos a seguir. Inmediatamente luego de
aprobada la Ley de Comunicación se estructuraron el Consejo de Regulación y la
Superintendencia de Comunicación (SUPERCOM), organismos y funcionarios que
han sido punta de lanza en el atropello a las libertades de opinión, difusión e
información, en los primeros dos años de gestión la SUPERCOM sancionó a 198
medios, un 18% del total. El Código Orgánico Integral Penal (COIP) que se aprobó en
enero de 2014, responde a las concepciones que sostienen que el endurecimiento de
penas, la acumulación de penas y la mayor tipificación de delitos tienden a disuadir su
![Page 286: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/286.jpg)
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cometimiento y disminuir la criminalidad. Se incrementan, entre muchas otras, las
penas por usura, robo, hurto, por injurias a la bandera y símbolos patrios, así como
otros delitos relacionados al desorden público como el cierre de vías, la rebelión, son
más discrecionales y se incrementan las penas. Figuras que se podrán usar contra
manifestantes que expresan su descontento público cuando no han sido autorizados o
cuando se provocan destrozos (Ospina, 2013). La acumulación de penas puede llegar
con esta nueva legislación hasta cuarenta años. El otro signo de por dónde caminarían
gobierno y Asamblea fue la autorización para la explotación petrolera del bloque 43 de
la Amazonía en el Parque Nacional del ITT (Ishpingo, Tambococha, Tiputini). El
gobierno, acogiendo la tesis de varias organizaciones ecologistas y sociales, presentó a
nivel internacional la propuesta de dejar el petróleo bajo tierra para preservar la vida
de los pueblos tagaeri y taromenane, que existen en aislamiento voluntario, así como
preservar una de las zonas más biodiversas del planeta, a cambio de recibir recursos
económicos en compensación por defender la vida del planeta. La propuesta concitó
la solidaridad y apoyo de ecologistas, ambientalistas, varios gobiernos de distintas
orientaciones ideológicas, de izquierdistas a nivel internacional. Ante la falta de
respuesta del mundo desarrollado en agosto de 2013 el presidente Correa anuncia que
la explotación del petróleo va. De una propuesta “revolucionaria y emblemática del
pos desarrollismo” se transita a una medida de agresión más del neo-desarrollismo,
con los costos políticos externos que ello entrañó. En octubre de ese año 2013 la
Asamblea concede al presidente la autorización para emprender la intervención en el
Parque Nacional Yasuní y en mayo de 2014 el Ministerio del Ambiente entrega las
licencias para el inicio de los trabajos de explotación. Fue lamentable que uno de los
dirigentes indígenas de mayor prestigio en la resistencia a la explotación petrolera en
la Amazonía, Carlos Viteri, siendo militante de PAIS y presidente de la Comisión de
Biodiversidad haya suscrito el informe para aprobación del Pleno de la Asamblea71.
Y es que los parlamentarios de PAIS no pueden disentir en público con las decisiones
del Presidente, en caso de hacerlo, como ocurrió con tres asambleístas mujeres que
consideraron adecuado la despenalización del aborto en casos de violación, por no
coincidir con lo que piensa el Presidente fueron sancionadas con silencio por varios
71 Fernando Villavicencio, activista e investigador sobre temas de la explotación petrolera denunció en el canal Ecuavisa el 13 de octubre de 2015, que la resolución que adoptó la Asamblea Nacional se sustentó en un informe falso respecto a las reservas en el Yasuní.
![Page 287: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/287.jpg)
286
meses, sustituidas temporalmente por sus suplentes y obligadas a retractarse. Si esto
ocurre casa adentro en PAIS qué puede pasar fuera de PAIS, en la sociedad, en rela-
ción con el poder. Hay contradicciones importantes al interior del grupo de asam-
bleístas de PAIS, se las pudo percibir en los trámites de las distintas Leyes COIP, en la
autorización a la explotación del Yasuní, en la Ley de Comunicación. ¿Qué sucederá
cuando se trate la suscripción de los tratados de comercio con la Unión Europea?
Un punto de inflexión política en el terreno que prefiere el Presidente. Grupos de
jóvenes ambientalistas en el país se organizaron con el propósito de solicitar una
consulta popular sobre si se debe autorizar o no la explotación petrolera en el Yasuní.
Se realizó una campaña nacional y recogieron las firmas que supuestamente eran
suficientes para que se proceda a la convocatoria. Como lo había previsto la mayoría
de las organizaciones sociales y populares en el país, el Consejo Nacional Electoral no
calificó las firmas que la Ley exige y en consecuencia NO autorizó la convocatoria.
Los médicos que expresaron su desacuerdo con el gobierno y los asambleístas por la
forma en cómo se procedió en los diálogos para definir acuerdos en lo relacionado a
los delitos por mala práctica médica y otros temas de conflicto en el Código Orgánico
Integral Penal, terminaron involucrados en múltiples acciones de protesta social. El
reiterado comportamiento del gobierno en contra de los medios de comunicación; el
acoso a periodistas como al caricaturista Bonil; los juicios a jóvenes colegiales que
expresaban su descontento; la grosera manipulación en los concurso para integrar las
Cortes cuestionada incluso por veedores externos invitados por el propio gobierno; la
intervención del gobierno para dividir a las organizaciones sociales; el irrespeto del
presidente a las normas electorales; entre muchas otras razones, provocó que el 23 de
febrero de 2014, en el terreno que tanto le gusta al presidente librar sus batallas, el de
las elecciones, PAIS haya tenido su primera gran derrota.
Se trataba de elecciones convocadas para designar autoridades de los Gobierno
Autónomos Descentralizados. En las 9 ciudades de mayor número de pobladores del
país, entre ellas desde luego Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta, se pronuncian de
manera contundente en contra de los candidatos del gobierno más que a favor de los
que triunfaron. Fue un voto de castigo contra el autoritarismo y la prepotencia, en
defensa del Yasuní y la democracia. Si el presidente Correa fue el gran protagonista de
la campaña electoral a nivel nacional, la derrota fue su derrota y junto a él de quienes
han mantenido una posición obsecuente como la del alcalde Barrera en Quito, que no
![Page 288: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/288.jpg)
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pudo colocarse a tono con las demandas ciudadanas, no sólo en las reclamaciones por
la gestión de la urbe, sino y de manera preponderante, en lo que tiene relación con la
exigencia de respeto a las libertades y derechos de los ciudadanos.
La imagen de caudillo imbatible que ostentaba R. Correa hasta ese entonces, empieza
a desdibujarse. Hizo muchos esfuerzos el presidente para transmitir el mensaje de que
si bien han perdido las alcaldías en varias ciudades siguen siendo mayoría y que han
ganado las elecciones porque tienen mucho más alcaldes. Como ha sido costumbre en
situaciones parecidos inculpó la derrota a algunos de los dirigentes e inmediatamente
reestructuró la dirección de PAIS.
Los resultados de las elecciones de febrero de 2014 cambiaron el escenario político.
Alianza PAIS posiciona el tema de la reelección indefinida como única opción para
mantener el control del poder en las elecciones de 2017, no cuenta en sus filas con otro
candidato que les garantice un triunfo electoral y la unidad del movimiento, quien
estaría en mejores posibilidades sería el ex vicepresidente Lenin Moreno; tampoco se
sienten muy bien representados con candidatos de fuerzas cercanas como las del par-
tido AVANZA que tuvo buena votación en dichas elecciones. Junto al tema de la
reelección, que requiere reforma constitucional, el presidente incorporó otras reformas
constitucionales que afectan derechos ciudadanos y colectivos y algunas modifica-
ciones legales de menor trascendencia, insistiendo en que la Constitución garantista de
Montecristi debe ser corregida. Haciendo uso del control sobre la Corte Constitucional
se permitió que las reformas a la Constitución se tramiten en la Asamblea Nacional
como enmiendas constitucionales. El conjunto de organizaciones sociales críticas al
gobierno y los partidos y movimientos a la izquierda y derecha del gobierno, han exi-
gido la convocatoria a consulta popular. Haciendo uso del control sobre el Consejo
Nacional Electoral, se niegas el curso a todas las iniciativas encaminadas a solicitar la
consulta popular.
Cerradas las puertas para una nueva competencia en el terreno de lo electoral, a no ser
las elecciones que se realizarían en el 2017, las organizaciones sociales con sus
propias reivindicaciones han organizados importantes movilizaciones en septiembre y
el 19 de noviembre del 2014; y, durante el 2015 el 19 de marzo; un gran desfile el 1 de
mayo; el paro nacional, marcha indígena y gran movilización el 13 de agosto y el 15
![Page 289: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/289.jpg)
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de septiembre. Acciones que tienen entre sus demandas el archivo de las enmiendas
con las que la Asamblea Nacional pretende reformar la constitución.
Las reformas a la constitución en curso son: limitaciones a los gobiernos autónomos
descentralizados para realizar consultas populares en los temas que consideren perti-
nentes; permitir que las fuerzas armadas puedan participar en tareas de seguridad inter-
na; convertir a la comunicación que es un derecho en un servicio público, con lo que
se pondría a la constitución en concordancia con la Ley aprobada en la Asamblea y
proceder a un mayor control de los medios; eliminar el derecho que tienen los
trabajadores públicos a estar amparados por el código del trabajo y pasarlos a depender
de la Ley Orgánica de Servicio Público, con lo que se restringen una serie de derechos
hoy reconocidos como el de sindicalización, de huelga, de contratación colectiva entre
otros; la reelección indefinida para todas las dignidades de elección popular, tema
central de las enmiendas, en la constitución dice que pueden ser reelegidos por una
sola vez; se propone restringir las competencias de la Contraloría General del Estado;
se cambian competencias entre los gobiernos autónomos descentralizados y el gobier-
no central, entre otras.
En otra dimensión del proyecto político, relacionado con la inversión pública, se pone
énfasis en los cambios de la matriz energética y se trabaja en la propuesta del cambio
de la matriz productiva. Aquí se condensa la apuesta del proyecto de R. Correa, la gran
inversión pública, los grandes contratos. En torno a este movimiento se definen sus
principales estrategias, sus aliados, sus intereses. No solamente se trata de la pavi-
mentación y asfalto de las vías; de la construcción de escuelas, colegios y hospitales;
de escuelas, colegios y ciudades del milenio; de las amplias construcciones en las
4.200 hectáreas en Yachay, la ciudad del conocimiento y la universidad que sería el
corazón de la nueva matriz productiva; está la rehabilitación de la refinería de
Esmeraldas, el proyecto estancado de la refinería del Pacífico en Manabí, la avanzada
construcción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, las otras hidroeléctricas como
Sopladora, Minas San Francisco, Toachi Pilatón, Delsitanisagua, Manduriacu, Quijos,
Mazar Dudas; los proyectos termoeléctricos en Esmeraldas, Guangopolo, Machala,;
los proyectos hídricos en Cañar, Naranjal Chone. Muchos de estos proyectos tienen
avances importantes en su construcción, otros con atrasos no justificados, otros
estancados por falta de financiamiento. Casi todos los proyectos se construyen con
empresas de China, y cuentan con financiamiento de China y cuando no son de China,
![Page 290: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/290.jpg)
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como en Yachay, son de Corea, o son empresas como Odebrech que ha sembrado
dudas por sus prácticas de corrupción en nuestro país y en la región. Contratos
cerrados, que no están sometidos al escrutinio público y de lo único que al momento se
tiene certeza es que no se han realizado con la transparencia prometida.
Modernización y bonapartismo.- Más allá de la pertinencia de cada una de las obras
en cuestión, de las modalidades de contratación, de si se cumplen los plazos y compro-
misos en su contratación, se puede asumir que éstas responden a una visión moder-
nizadora de la economía nacional; Se trata de la producción de vías, proyectos hídri-
cos, proyectos hidroeléctricos, ciertos centros de educación, puertos y aeropuertos,
mega obras que sin duda contribuirán a un mejor desempeño de la economía ecuato-
riana. ¿De cuál economía? De aquella economía que se fortalecerá con los acuerdos de
libre comercio con Europa; de las que se beneficiará con la alianza público privada
que se negocia entre septiembre y octubre de 2015 y que contará con una Ley que la
respalda; de las empresas que han crecido y se han consolidado durante estos años de
la Revolución Ciudadana mediante la contratación pública, de las grandes cadenas de
comercialización que monopolizan el mercado de abastos a la población; la economía
de las empresas petroleras y empresas mineras; de las empresas que han concentrado
tierras para el negocio de las agro-industrias apetecidas en el mercado internacional.
No se está pensando en la economía llamada a sustituir el modelo primario exportador
que se sostuvo en el primer Plan de Desarrollo, el del Buen Vivir, a los inicios de la
Revolución Ciudadana, o en cómo potenciar las economías sociales y populares; se
está pensando en los grandes capitales, en los agro-negocios, en los agro-combustibles,
en el extractivismo de los nuevos grupos de poder, que solo pueden hacerlo en asocio
con los tradicionales grupos de la acumulación primario-exportadora. Se trata por
tanto de una modernización sin cambio del modelo de acumulación, se trata de una
modernización del modelo primario exportador, de acoplarse a los nuevos requeri-
mientos de la circulación y acumulación del capital transnacional a nivel mundial.
Si se mira en conjunto la política y la economía durante los ochos años de gobierno de
la Revolución Ciudadana, se puede concluir que la disputa no resuelta entre las frac-
ciones de la tradicional oligarquía, como los sectores vinculados a la gestión financiera
en Guayaquil y la Costa, a la agro-exportación, la agroindustria, la comercialización
externa, de una parte; y de otra, fracciones de una burguesía más reciente, a la que se
pertenecen grupos financieros territorialmente asentados en Quito y la Sierra, floricul-
![Page 291: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/291.jpg)
290
tores, construcción, industria, comercialización interna, turismo, es una disputa latente.
Ninguna de las fracciones ha logrado recomponer su hegemonía, ello explica la
profunda inestabilidad desde 1996 a 2006; si bien el neoliberalismo favoreció a los
sectores más vinculados con la oligarquía tradicional, la prolongada crisis económica
que se arrastra desde los años 80 no les ha permitido consolidarse. Las fracciones más
modernas de la burguesía ni siquiera en el período de Borja pudieron potenciarse, en
ese gobierno las políticas de ajuste fueron dominantes.
Rafael Correa asumió la presidencia en medio de esa crisis de hegemonía de las clases
dominantes y en circunstancias en que los movimientos sociales y populares, liderados
por el movimiento indígena, que tuvo manifestaciones de contrapoder entre 1990 y el
2000, se encontraba también para el 2005 - 2006, en condiciones de debilidad política
y organizativa. El triunfo de la Revolución Ciudadana se produce en ese escenario,
Rafael Correa lidera un movimiento sin sujeto político, los sectores subalternos no
están en condiciones de sostener una auto-representación, lo que existía era un imagi-
nario que era la condensación de los sueños y aspiraciones del movimiento indígena y
popular construido en sus luchas y levantamientos. Rafael Correa el líder carismático
de una amorfa alianza social, que acoge ese imaginario, tendría que cumplir lo que las
particulares condiciones de la lucha de clases le determinaba para ese entonces, la
configuración de un Estado bonapartista/cesarista. Estado bonapartista que no respon-
de solamente a una transición por el agotamiento del proyecto neoliberal y la nece-
sidad de configurar una propuesta pos-neoliberal, sea alrededor del imaginario del
Buen Vivir o de un proyecto neo-desarrollista de carácter más pragmático. De hecho
se trata de una transición de más largo plazo que afecta no tanto a políticas económicas
cuanto a los ejes de la acumulación y la reproducción social. Correa, desde fuera de
esa disputa, en representación de los dominados con escaso poder, asume el papel de
árbitro, de mediador en las disputas entre las fracciones dominantes, en que tiene la
opción de jugar a partir de una extensión de la autonomía del Estado, de esa autonomía
relativa del Estado frente a la sociedad y frente a la lucha política de las clases.
En teoría, siguiendo las tesis de Poulantzas, Muñoz (2014) señala que se habría
configurado un Estado de excepción, no tanto porque se haya estado ante una situación
de ruptura del orden social, cuanto por el hecho que se requería reestructurar la hege-
monía, no solamente en términos de las relaciones de dominio entre las fracciones de
la clase dominante, sino también en función de un discurso, de una ideología que
![Page 292: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/292.jpg)
291
legitime las nuevas formas del dominación. Estado de excepción que en lo fundamen-
tal habría desarrollado una de las características señaladas por Populantzas, la de
modificar “el sistema jurídico, que ya no regula stricto sensu, pues es la arbitrariedad
la que predomina, constituyéndose en un factor estratégico para reorganizar la hege-
monía. El derecho por lo tanto ya no pone límites al poder, todo está articulado a la
intervención estatal…” (p. 153). Ausencia de límites que permite el juego de la
intervención estatal ante la ausencia de hegemonía al tiempo de reprimir la emergencia
de los movimientos populares.
Allí se entiende el proyecto modernizante de Rafael Correa y la Revolución Ciudada-
na, en que se han administrado las tensiones entre los distintos grupos y fracciones, en
que el líder carismático haciendo uso de esa autonomía que le concede el Estado
bonapartista ha desplegado iniciativas y procedimientos autoritarios, para subordinar,
someter a las fuerzas que se resisten a sus designios. Como sucede en muchas expe-
riencias de los gobiernos bonapartistas populistas, el líder y su entorno se convierten
en expresión de los nuevos grupos de poder o de los viejos transformados, en todo
caso beneficiarios sobre todo de la contratación en la obra pública, ya no solamente
cumplen la función de árbitros.
Con respecto al carácter modernizador del proyecto de Correa. La realización de mega
obras son siempre saludadas por el capital; el ampliar la capacidad de consumo de la
población, convirtiéndola en la principal palanca del crecimiento de la economía; el
haber modernizado las estructuras del Estado con el uso de las nuevas tecnologías de
la información y comunicación, son intervenciones que se presentan como favorables
para todos, para la masa sin distingos de clase en que se refuerza la imagen del Estado
como encarnación del Pueblo-nación, detrás de ellas está el beneficio para el gran
capital. Pero hay un conjunto de reformas jurídicas, decretos y proyectos encaminados
a fortalecer directamente el carácter capitalista del Estado. El código de la producción,
las reformas laborales, el retiro de obligaciones del Estado con la seguridad social, la
centralización de las funciones del Estado, la socialización de los costos de mante-
nimiento y reproducción de la fuerza de trabajo; las políticas de subvenciones y
subsidios, el fortalecimiento de los aparatos de seguridad entre otros.
Aquella frase del presidente Correa en la entrevista concedida a El Telégrafo en enero
de 2012 citada por Alberto Acosta (2014) “Básicamente estamos haciendo mejor las
![Page 293: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/293.jpg)
292
cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es
nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí es nuestra intención tener una sociedad
más justa y equitativa” (p.13) es una expresión pensada que define lo que se va a hacer
y que obviamente no guarda correspondencia ni con el programa inicial de Alianza
PAIS, ni con el Plan del Buen Vivir, ni con las tesis que proponían una necesaria
redistribución más equitativa de la riqueza para mejorar las condiciones de vida de la
población y como elemento potenciador de las capacidades productivas en otra visión
distinta al desarrollo para hacer posible el Buen Vivir.
A los ocho años de gobierno tenemos una mayor concentración de la riqueza y una
mayor monopolización de las actividades productivas, del comercio y los servicios.
Los 50 mayores grupos económicos tuvieron ingreso por 32,36 miles de millones de
dólares y tributaron alrededor de 639 millones de dólares. De entre éstos, los 10
grupos mayores obtuvieron el 47,49% del total de ingresos y contribuyeron el 63,18%
de los impuestos.
Entre las empresas que tuvieron mayor rentabilidad según estudio de Gachet y Carrión
(Muñoz et al. 2014), se ubican las extractivas las telecomunicaciones y las de la
construcción. Para el 2013 las que tuvieron un mayor incremento en las ganancias son
las transnacionales Schlumberger, Andes Petroleum, Halliburton, y dentro de las
nacionales las de la construcción, Panavial, Hidalgo-Hidalgo y Herdoiza Crespo, que
crecen entre el 559% y el 98% con relación al año anterior. Las “manufacturas del
sector automotriz, como Omnibus BB y General Motor del Ecuador y exportadoras de
productos alimenticios primarios (Industria Pesquera Santa Piscila, exportadoras de
camarón) entre las empresas más rentables”. Esos sectores dan cuenta de los
beneficios resultantes de las inversiones públicas en construcción y en redes viales.
Desde el Estado se facilita los procesos de concentración y acumulación de esos
grupos económicos, así como de las empresas productoras de cemento, materiales y
servicios vinculados a estos proyectos. Los otros grandes beneficiarios de esas
políticas son los sectores financieros (p. 127).
El milagro de la economía ecuatoriana que sostiene la oficialidad se sustenta en la
mayor capacidad de consumo de la clase media, consumo que no es satisfecho con una
mayor oferta de la producción nacional lo que inevitablemente conduce a un incre-
mento de las importaciones de bienes de consumo con la consecuente salida de
![Page 294: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/294.jpg)
293
divisas. Esta limitación se complica por la importación de combustibles, productos
químicos básicos para la agricultura, por la importación de maquinaria e insumos para
los diversos sectores de la industria, que da cuenta de la profunda dependencia externa
de nuestra economía.
La estructura productiva del país se mantiene en las mismas condiciones que se tenía a
inicios del presente siglo en cuanto participación de los distintos sectores.
Según Gachet y Carrión (Muñoz et al. 2014) el crédito de sector privado se incrementó
de 10.000 millones en el 2007 a 26.000 millones en el 2013, más que se duplicó;
concentra el 80% del crédito nacional. De ese crédito se destina a las actividades del
comercio el 55% en el año 2005 y para el año 2013 se destina el 64%. En cambio para
el microcrédito se pasa del 9,3% al 6% en el sistema financiero nacional. Las ciudades
de Quito y Guayaquil concentran el 71,7% del volumen del crédito. Quito, Guayaquil
y Cuenca concentran el 68% del crédito al consumo. Ello explica que las
importaciones hayan crecido de 17,5 mil millones en el 2008 a 25,9 mil millones en
2013. (p. 51-128).
El destino de las exportaciones se mantiene, pese al reiterado discurso de la diver-
sificación sostenido por el gobierno, y con relación al mercado de la región, este se ha
debilitado con excepción de Chile. La dependencia al mercado de EUA se incrementa,
es destino del 59% de las exportaciones petroleras y del 27,54% de las no petroleras;
como referencia en las exportaciones petroleras le sigue Chile con el 14,8% y en las no
petroleras Colombia con el 7,55%. De las exportaciones del país en el 2007, el 74,28%
fueron productos primarios y el 25,72 % productos industrializados; para el 2014, el
83,47% son primarios y el 16,53% son industrializados (Banco Central, 2015). Quiere
decir que en cuanto a las exportaciones se ha profundizado nuestra dependencia
primario exportadora.
De lo expuesto se puede concluir que se reproduce de manera más profunda la matriz
primario exportadora como modelo de acumulación y reproducción del capital en la
economía ecuatoriana, con una extensión del sesgo extractivista por la explotación
petrolera y la minería. Esta última convertida en la apuesta mayor del gobierno que
supuestamente atraerá recursos para financiar el cambio de la matriz productiva en que
estaría empeñado el gobierno y para lo que propone el acuerdo entre el sector público
![Page 295: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/295.jpg)
294
y privado. La significativa inversión pública realizada por el Estado en estos ocho
años y la modernización a la que nos referimos en párrafos anteriores no han generado
las condiciones necesarias para incursionar en una estrategia distinta en el modelo de
acumulación y reproducción en la sociedad ecuatoriana, situación compleja por el
nuevo escenario que se plantea para el país con la caída de los precios del petróleo.
![Page 296: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/296.jpg)
295
CAPITULO X
CAÍDA DE LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO, FIN DE LA
BONANZA EXTRACTIVISTA
La economía ecuatoriana, de manera similar a lo que ocurrió en la mayoría de los países
de Sur América, tuvo un crecimiento sostenido durante la década pasada gracias a los
buenos precios de las materias primas y los bienes energéticos. Los precios de los
metales y de los productos agrícolas empezaron un descenso en el 2011, ello afectó la
economía de varios países de la región, sin embargo los precios de los bienes
energéticos mantenían cierta estabilidad.
Esa tendencia se revierte en el segundo semestre de 2014. EUA amplió el volumen de la
explotación petrolera, incrementó sus reservas y propició una sobreoferta en el mercado.
Más tarde, Arabia Saudita y otros países de Oriente Medio de la OPEP, en su competen-
cia con los países que han iniciado la explotación de los hidrocarburos de esquistos y en
aguas profundas como Estados Unidos, Canadá y Brasil, decidieron también
incrementar la extracción y exportación petrolera lo que provocó un mayor desajuste en
el mercado y la consecuente caída de los precios. Uno de los objetivo implícito de esta
estrategia se consiguió, desplazar del mercado la explotación de esos nuevos recursos
energéticos. El costo de extracción de un barril de petróleo con tecnologías como el
fracking (fracturación hidráulica) se encuentra entre 60 y 80 dólares, mientras que con
los métodos tradicionales está alrededor de los 20 dólares. Este comportamiento hace
pensar que el precio del crudo puede estabilizarse en los próximos meses entre los 65 y
70 dólares, siempre dependiendo de otras variables internacionales como la
reintegración de Irán al mercado petrolero, las tensiones entre Rusia y Occidente, la
conflictividad en Medio Oriente.
![Page 297: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/297.jpg)
296
De otra parte China72, en función de su equilibrio, debe ajustar la economía mediante
una contracción en los ritmos de crecimiento, el simple anuncio contribuyó a la caída de
los precios. Cabe recordar que para el 2014 el PIB de China creció al 7,4% y proyecta
para el 2015 un 7,0% mientras en los años anteriores al 2011 lo hacía sobre el 9%. Para
el 2015 Estados Unidos tiene proyectado un crecimiento del 2,8%; la Zona Euro 1,6%;
y la Federación Rusa -3% de acuerdo a proyecciones de Naciones Unidas a mayo de
2015 (CEPAL, 2015), crecimiento modesto del 2,8% para la economía mundial que
anticipa un estancamiento en la demanda de hidrocarburos.
El gobierno ecuatoriano proyectó para el 2015 un crecimiento del PIB73 sobre el 4% y
presentó la proforma presupuestaria en 36.317 millones de dólares, un crecimiento de
5,8% respecto al año anterior, con un precio estimado del barril de petróleo de USD
79,7 e inversiones por USD 8.116 millones. Los principales ingresos para sostener ese
presupuesto serían USD 15.566 millones por tributos y USD 3.087 millones por
ingresos petroleros. Consta en la proforma un déficit de USD 5.369 millones y la
necesidad de buscar financiamiento por USD 8.806 millones (para cubrir el déficit,
amortizaciones de deuda pública por USD 3.090 millones y otros pasivos), de los cuales
USD 7.200 millones se lo haría mediante endeudamiento externo.74 Esta proforma
presupuestaria no dejó de generar inquietudes, primero porque estimó el precio del
barril de petróleo en USD 79,7 en medio de un contexto adverso como el referido en
párrafos anteriores, a lo que se suma que el precio del petróleo ecuatoriano tiene un
castigo en promedio de 10 dólares por debajo del precio del WTI; segundo, porque el
presupuesto tendría un crecimiento del 5,8% mientras estima que el PIB crecería en algo
más del 4%; y tercero, no deja de preocupar el tamaño del déficit sobre el 5% que junto
a otras obligaciones del Estado debe ser cubierto con financiamiento externo en
condiciones en que se dificultan estas operaciones a nivel internacional, tanto por la
expectativa de la subida de intereses en EUA como por el incremento del “riesgo país”
para Ecuador.
72 China para el 2015 es el principal comprador de petróleo con 7,4 millones de barriles diarios que los requiere para sostener una economía que ocupa el segundo lugar en su capacidad productiva y la primera en el comercio mundial. Para el 2014 tiene un superávit comercial de 382.349 millones de dólares (Banco Mundial, mayo 2015). Tras la caída de los precios, China incrementó la importación de petróleo para acumularlo. 73 La información de indicadores económicos y sociales son extraídos de instituciones oficiales del Estado, en caso contrario se indicará la fuente. 74 Información publicada en la edición de Diario El Universo de 2015/11/04.
![Page 298: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/298.jpg)
297
A la caída de los precios del petróleo que afecta a la economía ecuatoriana se suma la
apreciación del dólar, que viene del 2014 y se profundiza en el 2015, de acuerdo a la
CEPAL (2015) “el euro se depreció frente al dólar casi un 30% en el período
comprendido entre 2014 y los primeros cuatro meses de 2015, en tanto el yen se
depreció un 13% solamente en los ocho meses comprendidos desde … octubre de 2014
hasta mayo de 2015” (p. 29). En el ámbito regional la depreciación de las monedas de
los distintos países es severa, entre agosto del 2014 y agosto del 2015 tenemos: el peso
colombiano un 36%, el sol peruano 12%, el real brasileño 35%, el peso mexicano 15%,
entre otras, lo que dificulta las posibilidades para las exportaciones ecuatorianas por su
sistema de la dolarización y hace más deficitaria la balanza comercial.75
En valores nominales el PIB de Ecuador pasó de USD 51.007 millones de dólares en el
2007 a USD 100.917 millones en el 2014. Mirado desde los ingresos, la participación de
las remuneraciones pasó del 31,6% del PIB al 37,3%; el excedente bruto de explotación
disminuyó del 63% del PIB en el 2007 al 57% en el 2014. Esto significa en términos
generales que se operó una redistribución progresiva entre trabajo y capital en la
sociedad. Mirado el PIB desde el gasto, el consumo final de los hogares disminuyó del
64% del PIB al 58%; el consumo final del gobierno general se incrementó del 11% del
PIB al 14%. Es evidente que el incremento en la participación de las remuneraciones si
bien tiene un componente en la mejora de los salarios sobre todo tiene relación con la
ampliación del aparato burocrático y la mayor participación del Estado en la economía.
Finalmente, la FBKF pasó del 20,7% al 27,6%. Con el auge de los precios del petróleo
entre el 2007 y 2014 habrían ingresado al Estado ecuatoriano, descontando el costo por
la importación de combustibles, unos 57.000 millones de dólares, ingreso mayor al
recibido en los 35 años anteriores desde que empezó la explotación petrolera (sin ajustar
por la inflación)76. Esto ha permitido realizar obras de infraestructura vial, proyectos
hidroeléctricos, hidrológicos, ampliar la infraestructura en salud, educación, que
explican el cambio en la FBKF.
Las dificultades económicas se manifiestan iniciado el 2015, el noveno año del gobierno
más largo en la vida republicana de Ecuador, el de Rafael Correa y la Revolución
75http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150818_economia_america_latina_devaluacion_dolar_colombia_ng 76 Estimación que hace Walter Spurrier analista de la economía ecuatoriana y editorialista de El Comercio. (El Comercio 2015/04/05)
![Page 299: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/299.jpg)
298
Ciudadana. En efecto, en enero de 2015 se tenía un precio por debajo de los USD 40
para el barril de petróleo ecuatoriano, lo que anunciaba que se requeriría financiar más
de los 8.806 millones de dólares para cubrir el déficit. Hay que señalar que para ese
entonces Ecuador había utilizado los USD 1.500 millones de los fondos de petróleo que
se habían acumulado en el pasado para solventar los efectos de la crisis entre el 2008 y
2009; ha efectuado una emisión de bonos soberanos por 2000 millones de dólares en
junio del 2014, CEPAL (2015) recién iniciada la caída de los precios del petróleo; y,
solicitó un crédito por USD 400 millones de dólares a Goldman Sachs poniendo en
prenda las reservas de oro que quedaban en el Banco Central77. Recordemos que
Goldman Sachs es uno de los grandes bancos cuestionados por su desempeño en la
crisis financiera de 2008.
Entre los primeros ajustes que realiza el gobierno para enfrentar las dificultades del
2015 encontramos: el anuncio en enero de un recorte presupuestario por 1.420 millones
de dólares, 840 millones a inversión y 580 millones a gasto corriente; aplicación de un
arancel de 21% a las importaciones desde Colombia y del 7% a las provenientes de
Perú; y, reducción de cuotas para la importación de vehículos. De los recorridos interna-
cionales para conseguir financiamiento consiguió el ofrecimiento de China por USD
7.500 millones, 4.000 millones serían para inversiones en el 2015, USD 1.500 de ellos
de libre disponibilidad, el resto para proyectos a construirse con empresas de China78.
En un segundo momento, desde el 11 de marzo de 2015, el gobierno puso en vigencia
salvaguardias generales por balanza de pagos por un período de 15 meses para la impor-
tación de alrededor de 2.800 productos; el 19 de marzo colocó bonos soberanos por
USD 750 millones a tasas de interés de 10,5% y plazo de 5 años, condiciones que poco
tiempo atrás hubiesen sido consideradas como inaceptables. A fines de marzo el
gobierno hace ajustes a sus proyecciones y afirma que la economía crecerá este año al
3,8%. En abril se puso en vigencia una amnistía tributaria que condonó multas e
intereses por el pago de deudas tributarias, lo que permitió un ingreso de 972 millones
de dólares al fisco. 79El 7 de mayo el presidente anunció que llegarán dos créditos, uno
77 Como se registra en el boletín de prensa del Banco Central del Ecuador de la fecha: http://www.bce.fin.ec/index.php/boletines-de-prensa-archivo/item/661-el-oro-ecuatoriano-al-servicio-de-su-gente 78¡Este año entrarán USD 4000 millones en créditos chinos!. Declaración de Patricio Rivera en Diario El comercio.com de2015/01/9. 79 Información en Diario El Comercio 2015/09/15.
![Page 300: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/300.jpg)
299
de China y otros de Tailandia, cada uno por 500 millones de dólares con lo que se
cerraría el programa de financiamiento para enfrentar la caída de los precios de petróleo.
El 14 de mayo el gobierno hace una nueva emisión de bonos por USD 750 millones a
una tasa de 8,5% de interés ante los atrasos de los créditos ofertados por China y el 31
de julio de 2015 Petroecuador hace una venta anticipada de petróleo por USD 2.500
millones a la firma PTT International Trading de Tailandia. El 19 de agosto anuncia
otro recorte presupuestario por USD 800 millones.
Otras medidas relacionadas a estos ajustes, más allá de que el gobierno sostenga que
obedecen a una racionalidad en la gestión de los recursos son: a) la eliminación de la
obligatoriedad del Estado de cubrir el 40% a las pensiones de jubilación del Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social IESS, con lo que el gobierno en el 2015 no cubre un
valor de 1.100 millones de dólares según CEPAL 2015, citado por Vela (2015, p.20); b)
el límite de 24 salarios básicos unificados al beneficio del 15% de las utilidades de los
trabajadores de las empresas, estas dos medidas se incluyen en las reformas al Código
del Trabajo y la Seguridad Social contempladas en la Ley de Justicia Laboral y
reconocimiento del Trabajo en el Hogar; c) recortes al IESS en salud por USD 1749
millones; y d) el paso al Banco del Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (BIES),
de acuerdo a reforma que se aprobó en noviembre de 2014, de los fondos previsionales
que distintos grupos de trabajadores y empleados de más de cincuenta instituciones
públicas así como del gremio de los maestros conformaron en décadas pasadas para
mejorar las jubilaciones y la cesantía.
Una mirada del desempeño de la economía ecuatoriana al término del primer semestre
de 2015 nos permitirá hacer algunas conjeturas hacia el futuro.
Evolución de la economía, primer semestre de 2015.
Vale la pena empezar por una revisión de la balanza comercial por su fuerte incidencia
en la balanza de pagos y de manera particular interesa observar el comportamiento de
las exportaciones petroleras, de ese rubro depende en buena parte la disposición de
divisas en la economía y por su contribución en el financiamiento del presupuesto del
Estado.
1.- Evolución de la balanza comercial. La balanza comercial que en el primer semes-
tre de 2014 fue positiva en USD 684 millones pasó en el 2015 a ser negativa en USD
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300
1.217 millones. Es decir USD 1.900 millones menos. Esta balanza comercial, en la
estructura de la economía ecuatoriana, refleja las dificultades. Cuadro No 28
CUADRO No 28
Observaciones:
- Las exportaciones petroleras en el primer semestre del 2015 incrementaron su
volumen en 600 mil TM respecto al primer semestre del 2014, a pesar de ello el país
recibió USD 3.416 millones menos, reducción del 47%. Esto se explica por la caída
de los precios de un promedio de 96,4 d/b en el primer semestre del 2014 a 48 d/b en
el del 2015. La balanza comercial petrolera, exportaciones de crudo menos importa-
ciones de combustibles y lubricantes, pasó de un superávit de USD 4.033 millones a
uno de USD 1.599 millones, USD 2.434 millones menos. Hay que recordar que el
gobierno de manera extraña fijó en USD 79,7 el precio del barril de petróleo cuando
muchos analistas a nivel nacional e internacional anticipaban la caída de los precios.
En agosto de 2015 el barril del crudo ecuatoriano se vende a 30 dólares cuando el
punto de equilibrio fiscal80 se encuentra en USD 39 como lo indicó el presidente
80 Punto de equilibrio bajo el cual el Estado no recibe ingresos sino que debe pagar a las empresas contratantes, el valor incluye costos de producción; la tarifa que se paga a las empresas privadas, en promedio unos USD 33p/b por los contratos de prestación de servicios; costos de transporte entre otros.
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301
Correa en declaraciones del 29 de agosto de 2015. Se vende petróleo a menos de lo
que cuesta su extracción (incluyendo algunos gastos operativos).
- Las exportaciones no petroleras disminuyeron USD 184 millones (-3%). De estos
productos los tradicionales (banano, cacao y elaborados, café y elaborados, camarón,
atún, pescado) han tenido un crecimiento de 1,8% y su peso en las exportaciones no
petroleras ha pasado del 50,5% al 53,0%; los no tradicionales (flores, enlatado de
pescado, productos mineros) tienen una caída del 7,9% y su participación en las
exportaciones no petroleras ha disminuido del 49,5% al 47%. Entre las primeras ha
mejorado el precio del banano en las segundas ha disminuido el del pescado
enlatado.
- La participación del petróleo en las exportaciones durante el primer semestre pasó
del 54% en el 2014 al 39% en el 2015, por la caída de sus precios; mientras las no
petroleras pasaron del 46% al 61%. De estas exportaciones no petroleras el 60% se
integra por banano, camarón, flores y pescado enlatado. A estos le siguen cacao, pro-
ductos mineros, atún. La evidente composición primaria de nuestras exportaciones
refleja la estructura productiva tradicional que no se ha modificado durante el nuevo
siglo y menos aún desde el 2007, y que explica la vulnerabilidad de la economía
ecuatoriana.
- Las importaciones se han reducido un 13%, esto es USD 1.700 millones. Si en el
primer semestre del 2014 se importaron USD 12.743 millones, en el del 2015 fueron
11.043 millones. Preocupa la reducción en el ingreso de materias primas (6%) y
bienes de capital (8%) porque afecta la producción, en conjunto pasan de USD 7.084
millones a USD 6.584, son significativas las caídas en insumos para la industria y en
materiales para la construcción. La reducción en la importación de bienes de
consumo es del 8,8%, al pasar de USD 2.420 millones a USD 2.207 millones, con lo
que se consigue parcialmente el objetivo de las salvaguardias. En la disminución de
las importaciones se destaca también el segmento de combustibles y lubricantes que
pasa de USD 3.207 millones en el primer semestre del 2014 a USD 2.225 millones
en el 2015, reducción del 30% que se explica también por la disminución de los
precios del petróleo, pues en TM en el 2015 se importó un 5,2% más que en el 2014.
Es importante destacar que con la disminución del precio del petróleo también
disminuye el subsidio a los combustibles, pues vendemos crudo y compramos
derivados. Entre enero y junio de 2014 el subsidio total fue de USD 2.005 millones y
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en el primer semestre de 2015 fue de USD 1.071 millones. De estos subsidios, el
51% es para diesel, el 36% para gasolina y 13% para el gas licuado de petróleo.
Subsidio que en mayor proporción beneficia a los transportistas y a los sectores
medios de la sociedad.
2- Otros indicadores macroeconómicos. En las estadísticas fiscales del Banco Central
los ingresos petroleros al presupuesto del gobierno central pasaron de USD 1.437 millo-
nes en el primer semestre del 2014 a 200 millones en igual período del 2015, siete veces
menor. La caída de los precios sí afecta la situación fiscal y explica el anuncio del presi-
dente en los últimos días del mes de septiembre de que la economía en el 2015 puede
crecer muy poco o incluso decrecer.
Las dificultades son evidentes, al revisar las cuentas de las operaciones del sector no
financiero y al comparar algunos indicadores entre el 2007 y el 2014. Respecto a los
ingresos, la participación petrolera ha pasado del 6,5% al 10,8% mientras la de los
tributos del 10,9% al 14,4%; dicho de otra manera, los ingresos petroleros se han
multiplicado por 3,3 mientras los no petroleros lo han hecho en 2,5. Esto último es posi-
tivo pero no suficiente, seguimos siendo muy dependientes del petróleo. Los ingresos
totales se han multiplicado por 2,9 mientras los gastos corrientes lo han hecho por 3,2
en los ocho años, los sueldos en 2,6. La FBKF se ha multiplicado por 5 en el gobierno
central, demuestra la inversión en obra pública, y por 1,8 la de los gobiernos
seccionales, se evidencia la tendencia centralista de la gestión política del gobierno.
En el balance presentado por el Banco Central del Ecuador el 30 de septiembre de 2015
sobre la evolución del PIB en el segundo trimestre, información que llega con retraso y
confirma la sospecha de muchos, la tasa de crecimiento del PIB durante los dos
primeros trimestres era negativa, tasas a precios constantes del 2007 comparadas con el
trimestre inmediatamente anterior (GRAFICO No 3) que coloca al país en un escenario
de recesión de no revertirse en lo inmediato algunos indicadores 81.
81http://contenido.bce.fin.ec/documentos/PublicacionesNotas/Catalogo/CuentasNacionales/cnt63/CTASTRIM92.xlsx
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303
GRAFICO No 3
El gobierno hace difusión de las tasas de crecimiento del 3,2% y del 1% que corres-
ponden a los dos primeros trimestres de 2015, pero esas son las tasas interanuales (t/t-4),
con relación al mismo trimestre del año 2014, y no da a conocer las relativas al trimestre
inmediato anterior (t/t-1) -0,1% y -0,3%, declinación que como se observa en el gráfico
obedece a una tendencia desde el tercer trimestre de 2014. Caen también para el
segundo trimestre con relación al primero en el 2015, el consumo final de los hogares (-
0,5), la FBKF (-1,4), las exportaciones (-0,8) y las importaciones (-1,9). Solo se
incrementa el consumo final del gobierno (1,3).
En el período enero junio de 2015, en el sector público no financiero SPNF, se generó
un déficit de USD 575 millones, mientras en el mismo período del 2014 se había gene-
rado un superávit de USD 792 millones (Banco Central 2015). USD 1.367 millones
menos.
3.- Deuda Pública, banca e inversión extranjera directa. Con la misma información
del Banco Central, a junio de 2015 se registra una deuda externa de USD 20.038
millones y una deuda interna de USD 12.240 millones. Una deuda pública total de USD
32.278 millones que equivale al 32,3% del PIB82. En el 2010, la deuda externa pública
82 De acuerdo a la Constitución, la Deuda Pública no puede superar el 40% del PIB. En la contabilidad del Banco Central, las ventas anticipadas de petróleo no constan como deuda
![Page 305: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/305.jpg)
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fue USD 8.673 millones y la interna USD 4.665 millones, en total la deuda pública
representaba el 19,2% del PIB. De lo dicho, la deuda externa pública se expandió 2,3
veces entre 2010 y 2014. Entre diciembre de 2013 y julio de 2015, según Moreno
(2015)esto es en apenas año y medio el gobierno ha contratado USD 10.000 millones de
dólares (p.42).
El que la deuda pública represente el 32,3% del PIB no es un dato que debe alarmar por
sí mismo cuanto por su significado en la economía real. De hecho varias economías
europeas, la de Japón y la propia de EUA tienen porcentajes de deuda sobre el PIB
mucho mayores respecto a la producción nacional. Preocupa porque el gobierno, a más
de haber recibido ingentes recursos por la exportación petrolera endeuda al país, tal
como ocurrió en la segunda mitad de la década del setenta, a nombre de financiar
grandes obras de infraestructura. Preocupa porque lejos del discurso del “cambio de la
matriz productiva” difundido reiteradamente por el gobierno, y que hubiese merecido
orientaciones, iniciativas y acuerdos con la sociedad, se mantiene una estructura
productiva primaria que apuesta por la extracción minera y petrolera, poco diver-
sificada, monopolizada, con limitados niveles de productividad, con una industria
manufacturera estancada; una economía que ha expandido el consumo en dependencia
del gasto público, y obviamente, cuando esta se contrae, como que todo tiende a
paralizarse, la empresa no reacciona, el desempleo y subempleo se reactivan. Y
preocupa también porque tiende a imponerse una lógica perversa que el país ya la vivió,
como no se tomaron las precauciones para enfrentar con producción una eventual baja
de los precios del crudo, y como hay que cubrir el déficit y cumplir con los pagos de la
deuda anterior, entonces hay que nuevamente endeudarse. Y se recibe dinero fresco
adelantado por petróleo, y si bajan los precios como sucede ahora, hay que extraer más
petróleo para cubrir los compromisos. No se puede acostumbrar a una sociedad a gastar
mucho más de lo que se tiene. Esta dinámica, en las actuales condiciones internacio-
nales, lleva a contratar deuda en condiciones onerosas, con tasas de interés entre el 7,5%
y 10% como ha sucedido recientemente o llevar a situaciones insostenibles o poco
cómodas como recurrir “con la cabeza abajo a las redes del FMI”.
Las necesidades de financiamiento para cubrir el hueco que deja la caída de los precios
del petróleo, el déficit del presupuesto y el pago de obligaciones de deuda externa en el
externa. De consolidarse las gestiones efectuadas al término del 2015 se estaría cerca de los límites impuestos.
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305
presente año no era menos de USD 13.000 millones según Abelardo Pachano (2015)83
algo se ha conseguido, pero aún harían falta unos USD 7.000 millones. Según Pachano
el gobierno debería hacer un recorte del gasto del 10% del PIB, es decir de USD 10.000
millones. Las dificultades para conseguir nuevo financiamiento en el exterior se reflejan
en el indicador de “riesgo país” que se ubica en 1.361 puntos al 24 de septiembre de
2015. Calificación que coloca a Ecuador en el segundo lugar más alto de la región
detrás de Venezuela que tiene 3.089 puntos para esta misma fecha.84
La Banca, sector que ha gozado de estabilidad en el curso de la dolarización se ha
beneficiado por la alta rentabilidad en sus operaciones de los últimos años. Ha jugado el
papel de buen aliado del gobierno en su política económica en medio de frecuentes
acusaciones de voracidad desmedida por parte del presidente del gobierno. En el 2014
las utilidades de la banca fueron USD 335 millones, crecieron 25% con relación a las
del 2013. Esa banca, beneficiaria del esquema consumista de los últimos años, entra en
el 2015 en desaceleración, pues “Los depósitos de los bancos privados, sociedades
financieras, mutualistas, cooperativas, tarjetas de crédito y el Banco Nacional de
Fomento cayeron 4,7% entre enero y junio del presente año” según el Banco Central.85
Esta declinación es síntoma de menor liquidez en la economía, si el crédito se expandía
al 15%, avanzado el primer semestre del 2015 lo hace al 10% anual.
La inversión extranjera directa IED en el 2014 mantiene un pequeño incremento con
relación a años anteriores llegando a USD 766 millones. El total de IED en Ecuador
entre el 2008 y 2014 suma USD 4.258 millones, a Perú llegó USD 58.298 millones y a
Colombia USD 86.970 millones. Quiere decir que en ese período a Ecuador llegó 14
veces menos que a Perú y 20 veces menos que a Colombia. El problema con la IED es
hacia qué sectores se dirige, si se incorpora tecnología, si ofrece fuentes de empleo para
trabajadores calificados y no calificados y en qué condiciones, su encadenamiento con
otros sectores de la economía, el porcentaje de los beneficios que se reinvierten en la
economía del país. Atraer inversión extranjera para profundizar la matriz primario
exportadora no puede ser el horizonte para el país y la región. Brasil que recibe más del
83 Abelardo Pachano, ex Presidente del Banco Central 1988-1990, Gerente de Produbanco, analista económico de El Comercio. 84 De acuerdo al índice que construye el JP Morgan la información para el 24 de sept. de 2015 en http://www.ambito.com/economia/mercados/riesgo-pais/ Para 15 de diciembre de 2014 el riesgo país se encuentraba en 1010 puntos. 85 Información referida en Diario El Comercio de 2015/07/24.
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60% de la IED destina entre el 70% y 90% a servicios y producción manufacturera.
Colombia en cambio destina alrededor del 55% a la producción minera. Otros países de
Sur América con fuerte IED son Chile y Argentina. En Ecuador el 33% de la IED se
destina a la explotación de minas y canteras, 16,7% a la industria manufacturera, 15% al
transporte y un 13% al comercio.
Se entiende que para el 2015 la IED va a incrementarse, el gobierno realiza esfuerzos
para concretar los proyectos mineros e inversiones petroleras. En septiembre de 2015
anuncia que se han suscrito 33 contratos de inversión por USD 2.040 millones. Uno
solo, con el consorcio Shushufindi, que labora en la extracción petrolera, compromete el
59% de esa inversión. Otro de los contratos se firma con la empresa Casacra del grupo
Gloria de Perú, que tiene algunos socios ecuatorianos, que compra el 62% de las
acciones de la empresa Unión Cementera Nacional UCEM del Estado con una inversión
de 230 millones de dólares. El gobierno aspira que la inversión llegue a USD 7.000
millones. El grupo Gloria adquirió en septiembre de 2011 el 70% de la empresa
azucarera EQ2 del Estado en USD 134 millones, 10% en efectivo y el resto en 15 años
con crédito de la CFN (Corporación Financiera Nacional también del Estado
ecuatoriano), curiosa venta, el Estado le presta dinero al grupo Gloria de Perú para que
éste le compre al Estado un emblemático ingenio azucarero86. Quien dirigía esa institu-
ción financiera del Estado era Pedro Delgado87, quien se encuentra prófugo de la
justicia, no por esta operación, sí por otros actos fraudulentos.
Se pone en marcha un programa de privatización de empresas públicas con nuevas
estrategias, distintas a la de décadas pasadas, el gobierno las denomina “alianza público-
privada” para enfrentar la crisis. Con fecha 28 de septiembre de 2015 se presenta a la
Asamblea Nacional el proyecto “económico urgente” de “Ley Orgánica de Incentivos
para Asociaciones Público-Privadas y la Inversión Extranjera”, con la que el Estado
delega al sector privado la “provisión de bienes, obras y servicios bajo su competencia”.
Los empresarios privados podrán realizar obras nuevas, trabajar en las existentes,
construir viviendas de interés social. Se ofrece al sector privado incentivos para invertir
en obra pública garantizándole la gestión, eliminación del impuesto del 5% a la salida
de divisas para la consecución de crédito externo, exenciones en el cobro del impuesto a
la renta y al IVA, supresión de otros tributos al comercio exterior. Proyecto que tiene el 86 http://www.elcomercio.com/actualidad/negocios/grupo-peruano-gloria-compro-70.html 87 Primo del Presidente de la República.
![Page 308: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/308.jpg)
307
beneplácito de las cámaras de la producción y que con algunos ajustes y consenso puede
materializar el acuerdo económico, social y político entre el gobierno y los sectores
empresariales para enfrentar la crisis.
La simple denominación del proyecto hubiese puesto los “pelos de punta” a muchos
funcionarios del gobierno años atrás. Hay sin embargo que superar algunos retos, uno es
cómo incrementar la inversión privada en una economía en que la inversión pública que
era del 25% del total pasó a ser el 50% y que de pronto ya no está, y parte de la
inversión privada que de una manera u otra fue desplazada y satanizada de pronto debe
retornar, ésta para hacerlo exige ciertas garantías y condiciones políticas, el retiro
definitivo de los proyectos de Ley de herencias y plusvalía y retiro de las “enmiendas a
la Constitución” remitidos por el presidente Correa a la Asamblea; el otro, es que se
tendrá que revertir la tendencia a la salida de capitales. Si se toman las cifras del
Sistema de Rentas Internas respecto al impuesto del 5% a la salida de divisas ISD entre
el 2012 y 2014 se puede observar que ha emigrado del país más de USD 70.000
millones de dólares como concluye una investigación de la Facultad de Ciencias
Económicas y Administrativas de la Universidad de Cuenca, (Méndez, 2015), buena
parte de esos valores no retornaron al país. ¿Quienes sacan el dinero del país? De
acuerdo a la investigación de García y Carrión (Muñoz 2014), se estima en USD 2.500
millones el valor que han sacado del país los diez grupos económicos con mayores
ingresos, valor que no incluye las utilidades porque ellas están exentas del pago del
impuesto a la salida de divisas. Esas transferencias están encabezadas por Almacenes
Juan Eljuri (NEOHUNDAY) y por Genera Motor (OMNIBUS BB). La ministra coordi-
nadora de la Producción Nataly Cely, en entrevista a la revista Vistazo señala que “de
los 1.950 millones de dólares firmados en contratos de inversión 1.473 millones son
extranjeros” (Cavagnaro 2015). Hay que tener presente que esa falta de entusiasmo,
cuando del capital se trata, se consigue con ofertas de mayor rentabilidad.
4.- Gasto Público.- El gasto público con relación al PIB, según las estadísticas fiscales
del Banco Central, fue de 24% en el 2007 y llegó a 44% en el 2014, dentro de ellos los
gastos corrientes pasaron de 17,6% a 28,8% del PIB y los gastos de capital de 6,6% a
15,3% del PIB. Esta expansión de los gastos del sector público no financiero con
relación al PIB es posible porque se incrementaron de manera sustantiva los ingresos,
tanto en el rubro de petróleo cuanto por los tributos. Si el PIB en términos nominales
![Page 309: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/309.jpg)
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pasó de USD 51 mil millones en el 2007 a USD 101 mil millones en el 2014, los
sueldos del gobierno central pasaron de USD 2.914 millones a USD 8.359 millones;
esto es, en valores nominales el PIB se multiplicó por 2 y el gasto en sueldos para el
personal del gobierno central se multiplicó por 2,9. Los cambios en la estructura
orgánica del Estado, que se formularon en la Constitución del 2008, dio lugar a un
incremento de la burocracia, pues a más de las tradicionales funciones: Ejecutivo,
Legislativo, Judicial y Electoral, se crearon el Tribunal Contencioso Electoral que tiene
90 empleados y el Consejo de Participación Ciudadana. Pero por iniciativa de la
Presidencia de la República, el número de ministerios que en el 2005 era de 14, en el
2014 lo integran 28, a lo que se suman otros 10 que tienen el rango de ministros, según
Moreno en revista Vistazo No. 1153.
Entre el 2007 y 2014 ingresaron al Sector Público USD 219.347 millones de dólares,
72.543 millones por petróleo y 146.804 millones por impuestos, tasas y contribuciones.;
el gobierno central realizó gastos en los ocho años por USD 145.205 millones.
En la proforma presupuestaria del 2015 constan USD 8.700 millones para pago de
remuneraciones al personal, cuyo número estaría cerca del medio millón, se habría
incrementado alrededor de 120.000 desde el 2007 según el Presidente de la Asociación
de Servidores Públicos.
Cuando desde distintos sectores se propone una racionalización del gasto público, más
aún en un período de ajustes en los ingresos al Estado, no se está pensando en una
reducción de los gastos en educación y salud, sino en una desproporcionada burocracia
que no solamente tiene efectos negativos en la aplicación del presupuesto sino además
en la abigarrada tramitología.
La desaceleración de la economía complica los débiles avances sociales. La desa-
celeración que coloca al país al borde de la recesión repercute de manera inmediata en
el mercado laboral, según los datos del Banco Central el empleo adecuado88 en junio de
2015 estuvo en 45,9% de la PEA (7,43 millones de personas), cuando en junio de 2014
estuvo en 48,8%, variación del 3% en un año. Esta disminución se concentra en las
ciudades, en particular en Quito y Cuenca, e incide en mayor proporción en las mujeres.
88 Se utiliza la nueva nomenclatura que introdujo el INEC en octubre de 2014 para el mercado laboral. (INEC, 2015/06).
![Page 310: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/310.jpg)
309
Las ramas de actividad más afectadas son: comercio, construcción e industria manufac-
turera.
El empleo inadecuado que en junio de 2014 se encontraba en 46,3% de la PEA subió
2,8 puntos y se encuentra en junio de 2015 en 49,1%; y, el desempleo se ubica en 4,5%
dos décimas por debajo del registrado en el 2014. Una vez más, las mujeres son las más
afectadas. En síntesis, el 46% de la PEA está con empleo adecuado; el 54% se
encuentran inadecuadamente ocupada o subempleada o desocupada.
La pobreza por ingresos a nivel nacional pasó de 24,53% en junio de 2014 a 22,01% en
junio de 2015; la pobreza rural pasó de 41,69% a 38,05% y la pobreza urbana de
16,30% a 14,44% en los mismos períodos. La pobreza extrema varió de 8,04% a 7,36%
a nivel nacional entre junio de 2014 y junio de 2015; la rural lo hizo de 16,04% a
14,86%; y la urbana pasó de 4,20% a 3,8%. En el Gráfico No 4, del Banco Central, con
resultados a diciembre de cada año, nos muestra la tendencia de reducción de la
pobreza; se puede observar que la disminución de la pobreza se da con mayor intensidad
entre el 2000 y 2007 que entre el 2007 y 2013, en el primer período se disminuyen 27,7
puntos en el segundo 14,2.
GRAFICO No 4
![Page 311: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/311.jpg)
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Si se toma en cuenta que la pobreza por ingresos en junio de 2013 registra 23,69% y la
pobreza extrema 8,51%, significa que los indicadores de pobreza y extrema pobreza en
Ecuador se encuentran de alguna manera estancados desde el 2013.
De manera similar, si comparamos los indicadores de desigualdad por ingresos de
acuerdo al índice de Gini a junio en los tres últimos años tenemos: 0,463; 0,486 y 0,458.
En el 2014 se habría incrementado y en el 2015 nuevamente habría bajado. Tiene razón
el Presidente Correa cuando señala que el índice de Gini en Ecuador en estos últimos
años es uno de los más bajos en América Latina y en especial en Sur América (menor
desigualdad) pero lo es desde comienzos del siglo XXI y no solamente luego del 2007.
CEPAL (2014) en su estudio Panorama Social en América Latina, Gráfico No 5, se
constata que la reducción de la desigualdad en Venezuela, Ecuador y Paraguay, entre
los países de Sur América, fue mucho mayor en el período 2002 al 2008 que del 2008 al
2013, a diferencia de otros países como Bolivia, Argentina, Uruguay, Brasil en que la
desigualdad se redujo de manera más intensa en el segundo período. Información que
nos advierte que los importantes recursos que ingresaron al país por la explotación
petrolera desde el 2007 en adelante no precisamente han abonado por un desarrollo más
equitativo en Ecuador.
GRAFICO No 5.
![Page 312: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/312.jpg)
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En Ecuador en estos últimos años se ha incrementado la inversión en Educación y
Salud, ello es positivo, se discute entre los distintos actores de la sociedad la eficiencia
de esa inversión; sin embargo hasta el 2013, de acuerdo al mismo informe de CEPAL
referido, Perú y Ecuador en Sur América son los únicos países cuyos presupuestos para
el gasto público social no llegan al 10% del PIB.
En los estudios de disminución de la pobreza es importante destacar el factor más influ-
yente, el incremento de los ingresos o la distribución de los ingresos; de hecho el
segundo tiene un carácter más estructural. En los últimos años, desde el 2008 al 2013, se
observa que en el espacio de Sur América, en Ecuador y Paraguay incida de manera
preponderante el factor de crecimiento sobre el de distribución; y en el período 2012-
2013 incluso indicadores regresivos en la distribución para Venezuela y Ecuador, lo que
tiende a restar eficacia al factor de incremento de los ingresos.
Entre el 2011 y el 2013 la participación del 40% de la población con menores ingresos
respecto a los ingresos totales haya decrecido del 18,5% al 17,5%; el siguiente grupo del
30%, de ingresos medios, de igual manera ha disminuido su participación al pasar de
26,3% al 25,3%; el grupo del 20% siguiente, de ingresos altos, también ha bajado su
participación del 28,4% al 26,3%; y finalmente, solo el 10% más rico de la población ha
ha visto incrementar su participación del 26,5% de los ingresos totales al 30,9%. La
relación entre el decil de más altos ingresos sobre el 40% de más bajos ingresos ha pasa-
do del 9,7% al 11,2%. Se ha operado una evidente concentración de la riqueza.
Una disminución de la participación del 40% de la población de más bajos ingresos y un
incremento de la participación del 10% de la población de más altos ingreso en el
período comprendido entre el 2011 y 2013, que son los últimos que reporta la CEPAL,
lo observamos también en Venezuela, Uruguay, y de manera más severa en Paraguay.
Concentración y acumulación.- Si el ingreso en el 10% de la población más rica se ha
incrementado, mientras en el resto de la población ha decrecido, es porque en ese
segmento un pequeño grupo ha logrado niveles de concentración muy altos. Si
tuviésemos estudios en la línea de Thomas Picketty, con seguridad se determinaría que
la parte más intensa, atañe a un grupo no mayor del 1% de la población. El estudio de la
Universidad Central, García y Carrión (en Muñoz, 2014), retomando cifras de la
Superintendencia de control de Poder de Mercado, señalan que en el 75% de los
establecimientos el reparto de los ingresos se lo hace con un índice de Gini mayor al
![Page 313: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/313.jpg)
312
0,67; que el 44% de las ramas de actividad económica están altamente concentradas y
que en el 35% de los sectores altamente concentrados se tiene la capacidad de
distorsionar el mercado. Muestra de ello es que el 44% de los ingresos por ventas se
concentra en el 0,2% de establecimientos. Las ramas de la actividad económica de
mayor atención por los 10 grupos de mayor poder son el comercio de alimentos y
automotores, la industria manufacturera y las financieras, grupos que incursionan de
manera simultánea en diversas actividades. Por ejemplo La Favorita, la mayor cadena
de comercialización de víveres “obtiene el 93% de sus ingresos en siete empresas de
tipo comercial, pero controla 4 empresas relacionadas con la industria manufacturera
(Fleixplast, Profasa, Maxipan, Agropesa) e incluso una empresa dedicada a la
transmisión eléctrica (Enermax) e inmobiliarias (Invede). Otro grupo de mucho poder es
Eljuri, percibe su mayores ingreso el las 23 empresas de comercialización: Juan Eljuri,
Quito Motors, Neohundai y Metrocar, entre otras; participa en la industria manufac-
turera como en Aymesa,Indumot, Ecuatoriana de Cerámicas, Rialto, Italpisos, entre
muchas otras, con gran poder monopólico. En la industria manufacturera 16 grupos
tiene el mayor control y entre ellos se destacan General Motors y Pronaca. Son muestras
de la alta concentración monopólica.
¿Estamos en un escenario de crisis?
Y si lo estamos ¿Qué es lo que está en crisis?
1.- Dos preguntas necesarias para un momento como éste, octubre de 2015. La caída de
los precios del petróleo tienen dos efectos fundamentales. El primero, se provoca una
disminución de las divisas que ingresan al país lo que no permite sostener las importa-
ciones de bienes de producción y materias primas que requiere la industria y bienes de
consumo que no se producen en el país. El segundo es que disminuyen los ingresos para
financiar el presupuesto del Estado del 2015 que ya tiene un déficit de alrededor de
7.000 millones de dólares. Esta situación se hace más difícil por el cambio en la
modalidad de los contratos (de participación a los de prestación de servicios) con las
petroleras privadas, que resultaban bondadosos con los precios altos e inconvenientes
con los precios bajos, en muchos casos se explota petróleo a pérdida. Falta de previsión,
igual que en la fijación del precio del barril del petróleo en el presupuesto del 2015. Al
parecer solo el gobierno y los asambleístas de PAIS no conocían que los precios estaban
a la baja y que no sería por poco tiempo.
![Page 314: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/314.jpg)
313
2.- La falta de recursos hace que se paralicen varias de las grandes obras que ejecuta el
gobierno, se provocan atrasos en el pago de contratos y necesariamente el gobierno
deberá efectuar un severo ajuste en las empresas públicas y en la burocracia. De hecho
ya se ha inciado en Petroecuador con el despido de personal y se ha dispuesto que pase
a manos privadas parte de la estructura de distribución de los combustibles de esa
empresa. Se producirá un incremento de los indicadores de desempelo y de empelo ina-
decuado. Los encadenamientos de pequeñas unidades de producción, comercialización
y servicios alrededor de estas paralizaciones multiplicará los efectos negativos en
sectores de menores ingresos.
3.- El FMI y CEPAL en los primeros días de octubre anuncian que las economías en la
región tendrá un crecimiento de -0,3% en el 2015, los casos más dramáticos son los de
Venezuela que tendrá una caída de -10% y Brasil de -3%. Ecuador tendrá una caída de
-0,6%. Esta contracción repercute también en los ingresos al Estado por la disminución
de impuestos, tanto por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) como en el Impuesto a la
Renta (I.R.) Es sensible la caída en el ritmo de la industria de la construcción y de otras
unidades de producción para la exportación.
4.- Ecuador tiene una calificación de riesgo país de 1386 puntos al 15 de octubre de
2015, indicador que refleja las dificultaddes que tendrá el país para la consecución de
créditos en condiciones adecuadas. El país tiene una deuda pública que se aproxima al
límite que le permite la Constitución (40%) y que resulta muy onerosa dada la estructura
productiva y la baja de los precios del petróleo, que no se superarán en el corto plazo.
De otra parte, Ecuador tiene comprometida la extracción y venta de petróleo por su
venta anticipada a China y Tailandia.
5.- Si el ahorro improductivo de recursos no era una política adecuada en el pasado,
tampoco el gasto dispendioso de los recursos públicos lo es. Que no se tenga ahorro
improductivo de recursos no significa que no se disponga de reserva para afrontar situa-
ciones adversas. Sí, se debió incluso incrementar la inversión en educación y salud, así
como en proyectos importantes de infraestructura, pero no se justifican ni el exceso
burocrático ni muchas mega obras. Gasto e inversiones que debieron ser sometidos a un
abierto debate sobre su pertinencia y a una contraloría social transparente en su ejecu-
ción, lamentablemente no ha existido ni lo uno ni lo otro. El índice sobre percepción de
la corrupción IPC pone a Ecuador entre los más corruptos en Sur América, pasamos del
![Page 315: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/315.jpg)
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puesto 102 al 110 entre el 2013 y 201489 y nos encontramos solamente por delante de
Venezuela que está en el puesto 161, uno de los más corruptos del planeta. De allí que
es pertinente que desde las organizaciones sociales se haya conformado una Comisión
Ciudadana. El gobierno en lugar de empezar por enjuiciarlos debería saludar la
iniciativa.
6.- La apreciación del dólar en la magnitud que se ha producido crea una dificultad adi-
cional a la economía dolarizada y dependiente de Ecuador. Igual que en el caso de los
precios del petrolero sus niveles se determinan en el mercado mundial, sobre ello poco
se puede hacer. Por ello el país pierde competitividad en sus exportaciones y tienden a
crecer las importaciones, disminuyen las que pagan impuestos en los controles, por las
salvaguardias, y se incrementan las que ingresan por los pasos no autorizados. El resul-
tado es una fuga importante de divisas que hace más complejo el panorama, amenazan-
do la estabilidad de la dolarización.
Estamos sin duda ante un escenario de crisis. El modelo económico extractivista, con
los buenos precios de las materias primas y recursos energéticos, incentivó una econo-
mía que tiene como ejes dinamizadores el gasto y la inversión pública, con ello mayor
capacidad de consumo de los sectores medios, empleo, recuperación parcial de los sala-
rios, bono de desarrollo humano y subsidios a los combustibles, disminución de la
pobreza y parcialmente de las desigualdades sin que se haya afectado la estructura
distributiva de los ingresos. Hay sectores del empresariado medio y grande que ha
cuestionado la preponderancia de lo estatal, pero se ha subordinado en medio del
conflicto.
Patrón de acumulación absolutamente dependiente de los recursos que ingresan por la
explotación y exportación del petróleo y que esperan incrementarlos con la explotación
y exportación minera. Quienes se han beneficiado de ese modelo han sido las grandes
empresas, varias ETN y otras nacionales vinculadas a la obra pública contratada desde
el gobierno central. Se benefician también las empresas productoras de insumos para
esa obra pública; las telefónicas; el gran empresariado del comercio que ha respondido
al incremento del consumo; los importadores, ensambladores y comerciantes de
automotores; el sector bancario y financiero nacional. La disposición de una suma de 89 Datos de los estudios de percepción que hace la Organización para la Transparencia Internacional con seguimiento en 174 países.
![Page 316: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/316.jpg)
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valores equivalente a USD 237.585 millones, como ingresos al Sector Público No
Financiero y de USD 136.280 millones al gobierno central (B.C.E. 2015), en estos ocho
y medio años, como nunca antes en la historia nacional, ha permitido ciertamente
contentar a muchos, y de manera especial, a la sensible clase media.
Con la caída de los precios y la apreciación del dólar, así como por las medidas adop-
tadas, los afectados también son muchos. Comerciantes, industriales, productores para
la exportción, productores paara el mercado interno que utilizan insumos importados,
empresarios vinculados a la construcción privada y a la obra pública, sienten en lo
inmediato las consecuencias. Los sectores medios se incomodarán por no poder realizar
algunos sueños del desorbitante consumismo pero sí tendrán que afrontar la dismi-
nución del empleo público y privado. Por dejar el Estado de cumplir sus obligaciones
con el Seguro Social se afectará hacia futuro los jubilados y en el presente se restrin-
girán los servicios a los afiliados. En los grupos de menores ingresos también afectará la
contracción del mercado laboral. Sin duda, los que más sentirán el frenazo en el corto
tiempo serán los sectores medios y ello tendrá costos políticos para el gobierno.
Esto explica que entre enero y agosto de 2015 la aprobación de la gestión del presidente
haya caído del 60% al 52%, la desaprobación haya pasado del 34% al 42%; la credi-
bilidad haya bajado del 53% al 47%, mientras que los que no le creen ha pasado del
40% al 49%; los que aprueban la actitud y forma de ser del presidente ha pasado del
46% al 38%, mientras los que desaprueban su actitud y forma de ser, han pasado del
49% al 57%90. Comparado con otras realidades de América Latina son indicadores
altos, sin embargo denotan una clara tendencia de deterioro.
¿Esto significa una crisis del proyecto del Buen Vivir? Si se asume que el Buen Vivir es
la estrategia de desarrollo del gobierno de la Revolución Ciudada, habría que admitir
que como estrategia ha fracasado y que está en una crisis de la que dificilmente podrá
recuperarse. Sin embargo, el Plan de Desarrollo del Buen Vivir, que aprobó el gobierno,
si bien fue una construcción tecnocrática que pudo haber tenido buenas intenciones, no
dejó de ser un canto a la vida. Las políticas seguidas por el gobierno, y de manera más
explícita desde el segundo mandato, no guardan correspondencia ni con la nueva
Constitución del 2008 y menos con los lineamientos del Plan del Buen Vivir. Si en el 90 Información del Centro de Estudios y Datos (CEDATOS) 09/2015 http://www.cedatos.com.ec/
![Page 317: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/317.jpg)
316
curso de estos años el gobierno incorporó la expectativa de la minería como fuente para
financiar el desarrollo; decidió explotar el Yasuní; y más tarde, concentró su discurso en
el cambio de la matriz productiva y los acuerdos comerciales en diálogo con el sector
empresariado, era de esperarse que el patrón de acumulación y las principales formas de
distribución de la riqueza se mantengan en las mismas o peores condiciones que en el
2007. De hecho, los niveles de concentración de la riqueza así lo confirman.
Lamentablemente no se ha caminado en la dirección que nos hubiese permitido superar
las condiciones del Mal Vivir.
La crisis del modelo primario exportador, que ha tenido como eje el gasto y la inversión
pública, encontrará como alternativa, dada la estructura y correlación de fuerzas en la
sociedad, lo que ya está propiciando el gobierno de la Revolución Ciudadana, la
privatización de algunos activos del Estado; el asocio entre la empresa pública y el
empresariado privado para gestionar varios sectores de la economía que han sido mono-
polizados por el Estado; incremento de la deuda externa; y la transferencia de algunos
costos a los sectores de menores ingresos. En consecuencia, se continuará con el patrón
de acumulación primario exportador, se mantendrá el extractivismo con presencia más
activa del capital transnacional y nacional privado. Los viejos grupos de poder, que se
han fortalecido en estos ocho años y medio, necesariamente tendrán que compartir con
los de reciente formación. Así como sectores del empresariado que han sido
subordinados en medio de la discrepancia con el modelo estatista, hoy exigen ciertas
concesiones y garantías para ser parte de los acuerdos. ¿Que van a estar?, sí van a estar.
La modernización avanza, se pondrá más énfasis en lo privado que en lo público, habrá
mayor concentración de la riqueza, se afianza la estructura monopólica del capitalismo
en Ecuador y se incrementarán los conflictos sociales.
![Page 318: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/318.jpg)
317
CONCLUSIONES
En América Latina, y con mayor razón en Sur América, la presencia de nuevos actores
sociales y políticos en espacios de decisión del Estado, a inicios del siglo XXI, alentó la
esperanza de superar una fase de desarrollo que estuvo marcada por el predominio de
las políticas de ajuste estructural, que a más de provocar incrementos en los niveles de
pobreza, polarización en la distribución de los ingresos y concentración de riqueza;
restringieron la aplicación de políticas públicas, funciones de regulación y niveles de
institucionalización del Estado, cuyo efectos también fueron la extensión de las prác-
ticas de corrupción y arbitrariedad en la sociedad. Desde una perspectiva de más largo
plazo el neoliberalismo contribuyó a la reproducción y predominio de la actividad
primario exportadora, como patrón de acumulación en la economía regional. Dinámica
que respondió de manera pasiva, subordinada, a los intereses de las grandes corpo-
raciones, a las instituciones financieras e intereses de los Estados centrales en lo interna-
cional.
Los nuevos actores en los escenarios de ejercicio del poder, que acceden en represen-
tación de las fuerzas sociales que resistieron al neoliberalismo cuando éste aún era
fuerte, acogieron e hicieron suya, la crítica y la construcción colectiva de un discurso
que pretendía ser alternativo a las tradicionales estrategias de desarrollo e incluso
alternativo al desarrollo. Este intento para superar el “mal desarrollo y mal vivir”, como
las define Tortosa, suponía cuestionar las bases culturales, las relaciones de poder,
concebir de manera distinta la interacción de los seres humanos con la naturaleza,
recuperar los valores comunitarios, de solidaridad y cooperación en la reproducción de
la vida colectiva. Esta construcción tenía dos vertientes, la una de crítica desde dentro
de la modernidad, que se expresa en la formulación de propuestas alternativas de desa-
rrollo como son los aportes de los discursos del desarrollo humano, del desarrollo
sustentable, de la búsqueda de otras formas de organizar la economía potenciando las
capacidades endógenas de la sociedad, de los territorios, con formas de distribución
equitativas no solamente de los bienes resultantes de la producción sino de los medios
para obtenerlos, que recupere las diversidades culturales y sus expresiones en todas las
prácticas de la sociedad; y la otra vertiente, la de la crítica a la modernidad desde los
otros discursos, de aquellas otras miradas que responden a otras culturas, a otras formas
![Page 319: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/319.jpg)
318
de organización de la producción, del tiempo, de las relaciones sociales, de las
interacciones entre las comunidades y la naturaleza, de la justicia, de las necesidades y
valores.
En Ecuador, en el segundo quinquenio de la primera década, con la llegada de la revo-
lución ciudadana al gobierno, esos esfuerzos por elaborar una propuesta distinta, dife-
rente a lo que se había hecho en el pasado, en superación por tanto a las concepciones
desarrollistas de mediados del siglo pasado y de las denominadas neoliberales, se
plasmaron en los planes de desarrollo, de los cuales nos referiremos al del 2009-2013
porque allí se marcan los supuestos puntos de ruptura.
El Plan del Buen Vivir (SENPLADES 2009) propone una transformación revolucio-
naria hacia el Buen Vivir. En el marco de un nuevo régimen de desarrollo que supone
una “articulación organizada, sostenible y dinámica del sistema económico, político,
socio-cultural y ambiental, y en que cual se garantiza la reproducción de la vida con un
horizonte intergeneracional, es el centro y la finalidad de la acción estatal y social”
(p.94). Para alcanzar ese objetivo se propone una “estrategia nacional endógena y sos-
tenible … con una inserción estratégica y soberana en el mundo” (p.94-95). En ese
marco, la planificación, la tributación, el crédito “buscan superar el modelo primario
exportador, democratizar el acceso a los medios de producción, crear condiciones para
incrementar y generar empleo de calidad. El Plan advierte que salir de manera inmediata
de ese modelo será imposible, hay que avanzar de manera “progresiva y racional”.
El Plan de SENPLADES (2009) reconoce a la biodiversidad como la mayor ventaja
comparativa y la mejor ventaja competitiva es saber aprovecharla, “a través de su
conservación y de la construcción de industrias propias relativas a la bio y nano
tecnologías… la estrategia está orientada a construir en el mediano y largo plazo una
sociedad del bio-conocimiento y de servicios eco-turísticos comunitarios” (p.95).
Durante estos períodos se propenderá a “satisfacer las necesidades básicas de la
población en los territorios a través de procesos de generación de riqueza que resulten
sostenibles en el tiempo”.
La propuesta de SENPLADES (2009) para cambiar el horizonte ha sido pensada para
ejecutarse entre16 o 20 años, en cuatro fases, la primera de transición “en términos de
acumulación en el sentido de dependencia de los bienes primarios para sostener la eco-
![Page 320: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/320.jpg)
319
nomía; no así, en términos de redistribución, considerada como el centro del cambio en
este período y en general de la estrategia en su conjunto”. Y continúa, que a través de
una sustitución selectiva de importaciones (petroquímica; bioenergía y biocombustibles;
metalmecánica; biomedicina; farmacéutica y genéricos; bioquímica; hardware y
software y servicios ambientales), impulso al turismo e inversión pública se sentarían
las bases para la industria nacional y cambios en la matriz energética. Entre las priori-
dades señala la desagregación tecnológica, la cualificación de profesionales en el exte-
rior (bio-disciplinas y ciencias básicas) y el ecoturismo comunitario. También tendrán
prioridad lo relativo a proyectos generadores de empleo, las iniciativas para la economía
social y solidaria y la seguridad alimentaria. En la segunda fase, el peso de la industria
nacional será mucho mayor; como se avanzará en el eco-turismo comunitario; inte-
rrelación entre empresa, universidad e institutos para inversión en investigación. La
tercera fase llegaría a la diversificación de exportaciones, la industria nacional tendría
un peso equivalente al del sector primario. Finalmente en la cuarta fase se tendría el
despegue de los bio-servicios.
Esta es la columna vertebral del Plan, en realidad la preocupación es el cambio del eje
de acumulación de la economía y en ese proceso se atienden aspiraciones que coadyu-
van a mejorar las condiciones de vida de la población y su acercamiento al buen vivir.
La primera estrategia que se enuncia para la primera fase hace relación a la democra-
tización en el acceso a los medios de producción que no solamente es una opción para
mejorar la producción sino también para el Buen Vivir .
El Plan de desarrollo incorporó en su discurso muchos elementos procedentes de los
imaginarios de distintos actores de la sociedad y diversos enfoques. La propuesta se
organizó en torno al Buen Vivir que fue parcialmente asumida por el gobierno central y
hábilmente abandonada. El discurso y práctica del gobierno, como se ha expresado en la
revisión del proceso ecuatoriano, en lugar de apuntalar y estimular los valores del Buen
Vivir asumidos desde la sociedad, que se enuncian por ejemplo en la propuesta del
desarrollo a escala humana, más bien se los contrapone, limita, descalifica: negando en
la práctica la participación, anulando los derechos de opinión, crítica, disenso, reunión,
organización, movilización, resistencia; el respeto a la naturaleza, la igualdad. No se ha
incorporado en la acción del gobierno y el Estado el eje de la pluriculturalidad, se
reincide en nombre del “progreso” en prácticas de exclusión cultural en el campo de la
educación y la salud.
![Page 321: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/321.jpg)
320
La acción del gobierno durante estos años ha impulsado la inversión pública orien-
tada a grandes obras para el cambio de la matriz energética, infraestructura vial, proyec-
tos hídricos, puertos, aeropuertos, esto se traduce en mejorar la productividad sistémica.
Inversión pública posible por los buenos precios del petróleo que ha permitido mayores
ingresos al Estado. Se entiende que esa mejor productividad sistémica debe favorecer la
inversión privada y comunitaria de distintos sectores de la sociedad, sin embargo esa
inversión durante estos años ha sido limitada, los más beneficiados son los contratistas
de las obras. Esta disposición de recursos sin embargo no se ha canalizado para atender
el otro objetivo importante de la primera fase del Plan del Buen Vivir relativo a pro-
piciar un proceso selectivo de importaciones que permita sentar las bases para el cambio
del eje de acumulación. Se ha iniciado el noveno año de gobierno y la estructura del
aparato productivo ecuatoriano está en las mismas condiciones que se tuvo al inicio del
gobierno de la revolución ciudadana. La inversión en turismo para fortalecer proyectos
comunitarios es poco significativa.
El otro aspecto que el Plan insiste en su primera etapa es el relativo a la redistribu-
ción que sería el centro del cambio en el período. Como se observó en el análisis del
gobierno, y de manera particular en el relativo a la crisis por lo precios del petróleo, la
disminución de la pobreza y la disminución de los indicadores de desigualdad, han sido
poco alentadores, más aún si se piensa en los ingentes recursos que ha dispuesto el
Estado y el gobierno central. La disminución de la pobreza y la desigualdad se dieron
con mayor intensidad en el período 2002-2008 que en el período 2008-2014. Más
compleja es esta debilidad si se toma en cuenta que la disminución de la pobreza se da
por el ingreso de mayores recursos que por medidas de redistribución. Desde esta
constatación es evidente que el objetivo del Plan de desarrollo del Buen Vivir no se
correspondió con la acción del gobierno.
La disminución de los precios del petróleo a partir de mediados del 2014 y la apre-
ciación del dólar, que afectan de manera severa la economía del 2015, han llevado al
gobierno ha adoptar medidas para menguar los efectos. Muchas de estas medidas tienen
efectos negativos en las producción y otras afectan las condiciones de vida y seguridad
de sectores pobres de la sociedad. Los niveles de desempleo y subempleo tendrá una
tendencia al crecimiento por las dificultades de los sectores productivos de mediana y
pequeña escala.
![Page 322: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/322.jpg)
321
La caída de los precios del petróleo, que se traduce en una caída del PIB para el año
en curso, devela la profunda dependencia de la economía nacional sobre este recurso.
Tal como sucedía en el 2007 y en los años anteriores. El problema no es la caída del
PIB, como no es la perversa determinación de lo externo sobre lo interno, el problema
está en que la economía ecuatoriana reproduce el mismo patrón de acumulación pri-
mario-exportador, poniendo incluso mayor peso a la extracción de recursos naturales
con relación a gobiernos anteriores. La diferencia está en que con el actual gobierno se
incrementa la inversión pública y el gasto público. Los beneficiarios siguen siendo
pequeños grupos empresariales que obtienen ganancias de la rentabilidad de la obra
pública y de otros sectores como el financiero y el comercial que aprovechan el incre-
mento de la capacidad de consumo de los sectores medios. En ello se ha incrementado
la concentración monopólica. La economía social y solidaria que aparece como una de
las prioridades en la primera fase del Plan sigue siendo absolutamente marginal, como
lo es también la inversión orientada al ecoturismo. De estas prioridades el gobierno sí
cumple con el Plan de Desarrollo en lo referido a la inversión para la calificación de
futuros profesionales en ciencias básicas y en bio-disciplinas. Inversión que no precisa-
mente obedece a una propuesta debidamente debatida en función de las necesidades del
país y del curso de la educación superior.
La experiencia de Ecuador con la caída de los precios de los bienes primarios, la
comparten otros países de la región con las debidas particularidades, sobre todo aquellos
países que han hecho de la explotación y exportación de los recursos de la naturaleza y
del gasto público los elementos de organización y reproducción de la economía. La dis-
minución de los ingresos significa paralización de inversiones públicas importantes,
menor empleo en el sector privado y en el aparato burocrático del Estado, disminución
del consumo. Esta realidad resquebraja los niveles de aceptación y legitimidad de los
gobiernos que aún disponen de ellas, así como hace más difícil la situación de otros que
por efectos de la corrupción han tenido ya un serio desgaste.
El eje vertebrador del discurso del Plan de desarrollo del Buen Vivir tiene compo-
nentes de una visión desarrollista, la estructura de etapas o fases y sus encadenamientos,
la carga del Estado como eje organizador y articulador de todos los programas econó-
micos, sociales, políticos, culturales; el sesgo productivista y culto a la tecnología como
la imagen de progreso y el factor gravitante de la transformación; el tratamiento a la
naturaleza como la mayor ventaja comparativa y de su conocimiento como la mejor
![Page 323: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/323.jpg)
322
ventaja competitiva sobre la que se debe actuar; el protagonismo de los sectores medios
y su capacidad de consumo como el elemento dinamizador de la transformación y mo-
dernización del Estado y la sociedad; el posicionar valores como el orden, la disciplina
la homogeneización.
El discurso del “Buen Vivir” enriquecido con expresiones como el “distribuir produ-
ciendo” y “producir re-distribuyendo” como que “sobra” cuando en agosto del 2013 el
gobierno decide explotar los pozos petroleros del ITT en la reserva del Yasuní; cuando
se propuso y consiguió reformas para intervenir en la justicia; cuando se formulan
reformas constitucionales para restringir derechos; o cuando se atropella la vida o auto-
nomía de las organizaciones sociales y populares. El discurso del “Buen Vivir” queda
reducido a una retórica, vaciado de los contenidos socio-ambientales originarios, queda
reducido a instrumento de publicidad.
Parafraseando a Tortosa, en una evaluación sintética se puede decir: desde el
bienestar, hay menos pobreza, menos hambre, menos desigualdad, reducciones alcan-
zadas más porque se ha dispuesto de mayores recursos que por transformaciones estruc-
turales; desde la libertad, existe menos democracia, restricción de derechos, miedo;
desde la identidad, no se han consolidado las propuestas de la pluriculturalidad, se pro-
pende a la homogeneización, el imperio de una verdad que es la verdad del poder; y, en
el plano de la seguridad, se extienden nuevas formas de violencia para el control y disci-
plina, con procedimientos más sofisticadas, modernas y eficientes. En suma, se refuerza
el Mal Vivir.
La estrategia de desarrollo que ha impulsado Ecuador en éstos años no se corres-
ponde con lo deseado por varios sectores de la sociedad que miraron con expectativa la
opción de otro futuro con las ideas del Buen Vivir. Si el discurso del Buen Vivir se
redujo a retórica; si la modernización inspirada en tesis más bien desarrollistas sobre-
dimensiona el poder del Estado sobre la sociedad al tiempo que permite la concen-
tración; y el extractivismo se convierte en el eje del patrón de acumulación, estamos
ante una estrategia neo-desarrollista, que pasa a integrar el campo del Mal Desarrollo.
SIGLAS
AIG American Internacional Group
ALADI Asociación latinoamericana de integración
![Page 324: Estrategias de desarrollo en América Latina y sus aplicaciones en](https://reader030.vdocuments.pub/reader030/viewer/2022012919/586f72471a28ab732c8b948e/html5/thumbnails/324.jpg)
323
ALBA Alianza bolivariana para los pueblos de nuestra América
ALCA Área de libre comercio
AMBAC financial group
BCE Banco Central del Ecuador
BRICS economía de países emergentes (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica)
CARICOM Comunidad del Caribe
CDO creación de fondos de titulación
CDS Derivados del incumplimiento crediticio
CEI Comunidad de Estados independiente
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CEPE Corporación estatal petrolera ecuatoriana
CMN Corporaciones multinacionales
CNBC Consumer News and Business Channel
COMINTERN Congreso de los partidos comunistas afiliados a la III internacional
DIT División Internacional del Trabajo
EMPROVIT Empresa nacional de productos vitales
ENAC Empresa nacional de almacenamiento y comercialización
ETN Empresas Transnacionales
FAO Organización para la alimentación y la agricultura
FBKF Formación bruta del capital fijo
FDIC Corporación de garantías de depósitos
FED Sistema de reserva federal
FEI federación ecuatoriano de indios, hoy CONAIE
FEUE Federación de estudiantes universitarios del Ecuador
FLOPEC Flota petrolera ecuatoriana
FMI Fondo Monetario Internacional
G20 Grupo de los 20
G8 grupo de los 8
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324
GAAT General Agreement on Tariff and Trade
GAO Oficina gubernamental de rendición de cuentas
GEAB Global eurpoe anticipation bolletin
HSBC Corporación Bancaria de Hong Kong y Shangai
IAEN Instituto de Altos Estudios Nacionales
IDH Índice de desarrollo humano
IED Inversión Extranjera Directa
INB Ingreso Nacional Bruto
INEC Instituto nacional de estadísticas y censos
IOE Industrialización orientada a las exportaciones
ISI Industrialización sustitutiva de importaciones
MBIA Municipal bond insurance association
MERCOSUR Mercado común del sur
MERCOSUR Mercado común del sur
NICS Países de reciente industrialización
NNUU Naciones unidas
OCDE Organización para la cooperación y el desarrollo económico
OIT Organización internacional del trabajo
OMC Organización Mundial del Comercio
OPEP Organización de países exportadores de petróleo
OTAN Organización del Tratado del Atlántico Norte
pc Per capita
PEA Población económicamente activa
PIB Producto Interno Bruto
PNB Producto Nacional Bruto
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
PPA Paridad de poder adquisitivo
SEA Servicio de evaluación ambiental
SRI Servicio de rentas internas
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325
TIAR Tratado Internacional de Asistencia recíproca
TLC Tratado de libre comercio
UE Unión Europea
UNASUR Unión Suramericana de Naciones
UNICEF Fondo de as Naciones Unidas para la Infancia
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A N E X O S
ESTRATEGIAS DE DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA
Y SUS APLICACIONES EN ECUADOR
Del desarrollismo al pos-neoliberalismo
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M 1
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M 2
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M 3
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M 5
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AL E 1 AL E 2
INDICADORES MACROECONÓMICOS
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AL E 3 1
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AL E 3 2 AMERICA LATINA. VARIAIÓN DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO 2008-2012
BALNCE ECONÓMICO ACTUALIZADO DE LA ECONOMÍA DE AMÉRICA LATINA 2012, 2013 ANEXO.
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